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Déficit de cobre tiene para una década más

Déficit de cobre tiene para una década más

Mientras que en plena campaña presidencial, varios de nuestros candidatos siguen enfrascados en absurdas campañas antimineras en pleno repunte del precio del cobre a máximos históricos de una década (ver Lampadia: No desaprovechemos los buenos precios del cobre), otros países ya se encuentran abocados en acelerar la entrada en operación de sus minas cupríferas, más aún considerando el creciente déficit que se avizora de este mineral en los próximos años.

Así lo destacó un reciente artículo publicado en Bloomberg News, que menciona cómo las condiciones futuras del mercado internacional – como la masificación en la producción de autos eléctricos y las energías renovables, de la cual el cobre es utilizado por ejemplo para la captación de energía solar y como conductor para la transformación de energía eléctrica a eólica- generarán una creciente demanda del metal rojo que superará largamente la oferta mundial, presionando al alza el precio por mucho tiempo más.

No es novedad que tenemos dos megaproyectos cupríferos, Tía María y Conga, que por falta de liderazgo político de este y el anterior gobierno, no han podido entrar en operación, habiendo ya cumplido con todos los permisos medioambientales y legales correspondientes

Si es que no nos ponemos las pilas y seguimos claudicando al destrabe de ambos megaproyectos, no sólo nuestros competidores acopiará este nuevo boom global – que posiblemente sea mayor al experimentado a finales de los 2000 – sino que perderemos más oportunidades de reducir pobreza y generar empleo en las regiones, a través de las contribuciones fiscales de ambas minas (canon, regalías e impuesto a la renta)  así como con los grandes encadenamientos a varias actividades productivas que se ven beneficiados de ellas.

Aclaremos algunos conceptos:

  1. No nos olvidemos que la producción de cobre en el Perú tiene un altísimo valor agregado de 69%, que cubre remuneraciones, servicios de terceros e impuestos. Casi el doble del valor agregado del sector industrial que es del orden de 38%.
  2. Además, es muy importante enfatizar que las exportaciones de cobre dejan en el Perú el 86% de su valor, a diferencia de la exportación de un polo de algodón de alta calidad, que solo deja en el Perú el 8% de su valor de venta en Miami de US$ 80.
  3. También es importante recordar que según cálculos del IPE, la exportación de cobre fino el año 2012, solo dejaba 14% más de valor que la exportación de concentrados de cobre.

Tenemos completamente distorsionados los conceptos de valor marginal y valor agregado de la minería, y mientras no tomemos conciencia de la realidad, facilitamos que los enemigos de la prosperidad sigan saboteando nuestro desarrollo. Lampadia

El mundo necesitará 10 millones de toneladas más de cobre para satisfacer la demanda


Mina Escondida, Chile. (Cortesía de Municipalidad Antofagasta | Flickr )

Bloomberg News
19 de marzo, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

Dentro de una década, el mundo puede enfrentar un déficit masivo de lo que podría decirse que es el metal más crítico para las economías globales: el cobre.

La industria del cobre necesita gastar más de US$ 100,000 millones para cerrar lo que podría ser un déficit de suministro anual de 4.7 millones de toneladas métricas para 2030 a medida que despeguen los sectores de energía limpia y transporte, según estimaciones de CRU Group. El posible déficit podría alcanzar los 10 millones de toneladas si no se construyen minas, según el comerciante de materias primas Trafigura Group. Cerrar tal brecha requeriría construir el equivalente a ocho proyectos del tamaño del gigante Escondida de BHP Group en Chile, la mina de cobre más grande del mundo.

 

Utilizado en todo, desde cableado y tuberías hasta baterías y motores, el cobre es un referente económico y un ingrediente clave en el impulso hacia la energía renovable y los vehículos eléctricos. Si los productores no logran abordar el déficit, los precios seguirán subiendo y presentarán un desafío para la administración Biden y otros líderes mundiales que cuentan con una transición energética mundial para combatir el cambio climático.

Los precios más altos del cobre pueden conducir a un mayor reciclaje y sustitución por alternativas más baratas como el aluminio, lo que podría aliviar los déficits.

Sin duda, los proyectos de cobre están en la cartera. Pero los productores desconfían de repetir errores de exceso de oferta de ciclos pasados al acelerar los planes en un momento en que las minas se están volviendo mucho más complicadas y caras de construir, una de las razones por las que los precios del cobre están cerca de los máximos de una década por encima de los 4 dólares la libra.

“El aumento de la complejidad técnica y las demoras en la aprobación podrían conducir a una escasez de proyectos listos para usar en 2025-30”, escribieron los analistas de Bloomberg Intelligence [BI] Grant Sporre y Andrew Cosgrove esta semana en un informe.

Se están desarrollando nuevos proyectos que pueden aliviar los déficits de cobre entre 2022 y 2025, según los analistas de BI. Los precios más fuertes por más tiempo deberían hacer que algunos proyectos más costosos sean más rentables, mientras que las expansiones de las operaciones existentes normalmente significan procesos de aprobación menos onerosos que los nuevos sitios. Aún así, también existe un riesgo de ejecución considerable, escribieron los analistas de BI, particularmente en el período 2022-23.

Todos los ojos están puestos en Indonesia este año, donde Freeport-McMoRan Inc. [Accionista de la compañía minera Cerro Verde] está desarrollando su mina subterránea en Grasberg. El aumento, que ha sido más lento de lo esperado, se realizará a finales de año, lo que aliviará los suministros mundiales que se han visto interrumpidos por la pandemia. Detrás de Grasberg está el proyecto Kamoa-Kakula en la República Democrática del Congo. Está programado para entrar en línea en julio, según el copropietario Ivanhoe Mines Ltd.

“Después de que la Oficina de la Reserva del Estado de China eliminó todo el exceso de cobre de la desaceleración del covid-19 en 2020, el mercado ahora parece fundamentalmente ajustado, y nuestro análisis apunta a al menos dos años de déficit. Con esta escasez, junto con el interés de los inversores en las credenciales de descarbonización del cobre, creemos que un precio superior a los US$ 8,500 la tonelada está bien respaldado “.

Grant Sporre, analista de metales y minería de BI

El proyecto Quellaveco de Anglo American Plc en Perú puede comenzar a producir el próximo año siempre que las relaciones con la comunidad no se deterioren, como lo han hecho de vez en cuando en otros lugares del país sudamericano.

La capacidad de los productores para satisfacer las crecientes demandas de suministro también dependerá de Southern Copper Corp., que quiere aprovechar más de las mayores reservas de la industria para casi duplicar la producción para 2028.

Una parte del nuevo suministro de la próxima década podría provenir del depósito de Reko Diq en Pakistán, que ha estado plagado de incertidumbres políticas y legales, así como de Tampakan en Filipinas.

Las empresas están teniendo que involucrar a las comunidades y los gobiernos mucho antes en el desarrollo del proyecto en estos días, dada la creciente conciencia y expectativas sociales y ambientales. En parte como resultado, el tiempo de espera promedio desde el primer descubrimiento hasta el primer metal ha aumentado en cuatro años desde los ciclos anteriores a casi 14 años, según BI.

“Irónicamente, un enfoque más agudo en el impacto ambiental de las actividades mineras ha dejado a la industria incapaz de responder rápidamente a los déficits del mercado a través de nuevos suministros, a pesar de que el precio está muy por encima de un precio de incentivo”, escribieron Sporre y Cosgrove.

La ironía probablemente no se le escapa a los altos mandos de los mayores productores de cobre del mundo. El director ejecutivo de Freeport, Richard Adkerson, dijo en una reunión de la industria la semana pasada que incluso si el cobre se disparara a 10 dólares la libra mañana, su empresa tardaría siete u ocho años en llevar nueva producción al mercado. Lampadia

(Por James Attwood, con asistencia de Andy Hoffman)




No Desaprovechemos los buenos precios del cobre

No Desaprovechemos los buenos precios del cobre

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

El precio del cobre se enrumba a máximos históricos y el Perú, entre gobiernos débiles y movimientos anti mineros, se resigna a desaprovechar un período de acumulación de riqueza único, que bien podría ayudar a reducir la pobreza, mejorar la salud y la educación.

Según los analistas especializados en este importante metal industrial, la agenda verde global está impulsando el precio del cobre, que ya tocó US$ 3.6/Lb, por primera vez desde 2013. Lo que es más, se estima que esta tendencia del mercado podría llevar la cotización del cobre a superar el máximo histórico de US$ 4.5/Lb., de principios de 2011.

Por el lado de la demanda, se indica que los vehículos eléctricos necesitan mucho cobre, pues requieren cuatro veces más cableado que los de motores de combustión, y los paneles solares y los parques eólicos necesitan cinco veces más cobre que los generadores de energía con combustibles fósiles.

Por el lado de la oferta, los analistas predicen una escasez de suministro a menos que se descubran y desarrollen nuevas minas rápidamente. Pero con el mayor énfasis en el impacto social y ambiental de la minería, desarrollar una nueva mina, puede tomar hasta diez años.

Una tonelada equivale a 2,204.6 libras

Según el Financial Times, Trafigura (un trader internacional registrado en Singapur), predice que la creciente demanda de proyectos de infraestructura renovable y vehículos eléctricos ayudará a impulsar el consumo mundial de cobre refinado de 23.4 millones de toneladas en 2020 a 33.3 millones de toneladas en 2030. La producción de cobre refinado es actualmente de alrededor de 23.8 millones de toneladas.

Trafigura prevé una brecha de suministro de alrededor de 5 millones de toneladas para 2030. Pero Goldman Sachs predice que la brecha para entonces será un poco mayor a 5.6 millones. El banco espera que el cobre alcance los U$ 4.3/Lb. durante los próximos 12 meses.

Los buenos proyectos de cobre son cada vez más difíciles de encontrar. Después del desarrollo del proyecto de Quellaveco en el Perú, no hay muchos otros proyectos en línea.

Algunos analistas creen que para iniciar la próxima ola de proyectos, se podría requerir un precio de US$ 4.5/Lb.

Durante la primera década del siglo, el Perú supo aprovechar el súper ciclo de los commodities, la reducción de las tasas de interés y la liquidez internacional. Eso permitió una sustancial reducción de la pobreza, que bajó de 60% a 20% de la población. Pero, además, bajó de manera importante la desigualdad, como lo demuestra Richard Webb.  Ver en Lampadia: Con menos desigualdad¿Un modelo antisocial?.

Desde el 2011, con el gobierno de Humala, el Perú frenó su desarrollo minero. Con distintos procesos y mentiras, las movilizaciones anti-mineras impidieron el desarrollo de proyectos en Tambogrande en Piura, el de Cerro Quilish y Conga en Cajamarca y de Tía María en Arequipa, entre otros.

El impacto más claro de estas acciones antipatrióticas se ve en el empobrecimiento de Cajamarca. Un caso trágico porque hasta hace pocos años, era la región con mayor potencial de crecimiento del país y, de haber consolidado una vocación pro inversión y desarrollado, los cuatro grandes proyectos que estaban en marcha antes de la caída de los precios de los minerales del 2013, pudo haberse convertido en la región más rica del Perú. Sin embargo, hoy, debido al accionar del ex cura Arana, Gregorio Santos y la debilidad de nuestros gobiernos, está a la saga en potencial de desarrollo.

Con los proyectos que hemos dejado de desarrollar, estamos perdiendo miles de millones de dólares de exportaciones, empleo directo e indirecto de calidad, y recursos fiscales, que buena falta nos hacen en estos días de pandemia y estrés económico.

Aún así, con la producción minera que tenemos, el próximo año tendremos un superávit comercial de US$ 13,300 millones, según el BCRP. Su presidente, Julio Velarde dice que: “Nunca hemos tenido un superávit comercial tan alto como este. Los superávits de años anteriores, con el boom del crecimiento, no han llegado a US$ 10,000 millones. Este es el más alto que tenemos”. Cabe notarse que, si estuviéramos desarrollando nuestros proyectos productivos y de infraestructuras, estaríamos también importando bienes de capital, compensando ese inmenso superávit.

Pero los antipatriotas anti mineros que se escudan en falsas narrativas sociales y ambientales para extorsionar al país, siguen saboteando nuestra producción minera, como en el caso de Las Bambas, atacada sin tregua.

Todavía podemos sacar adelante varios proyectos, empezando por Tía María, que está listo para arrancar sus inversiones de US$ 1,400 millones. Pero para ello necesitamos que el gobierno ejerza liderazgo para explicar al país los beneficios que estamos perdiendo y su compromiso de canalizar la riqueza que podemos generar con la minería para superar nuestras deficiencias en salud, educación e infraestructuras sociales y económicas.

Ante este ciclo de precios de los próximos años, tenemos que declarar a las inversiones mineras como prioridad de desarrollo nacional, acompañando a los proyectos con programas de ‘Adelanto Social’ (ver en Lampadia: El desarrollo productivo y social debe ser en paralelo), y supervisando, con sentido de propósito, el desarrollo de las inversiones, para asegurar estándares adecuados en lo social y ambiental.

No podemos perder la oportunidad de duplicar nuestra producción de cobre.

El impacto de producir más cobre y más minerales en general, es muy importante para el país, pero esa oportunidad no será eterna. Mañana se explotarán los fondos marinos, los meteoritos en el espacio, aumentará el reciclaje, se inventarán y usarán nuevos materiales que sustituyan los tradicionales, etc., etc.

No nos olvidemos que el mundo avanza a toda velocidad, la revolución tecnológica cobra cuerpo aceleradamente, exponencialmente dicen, a pesar de la pandemia. Si nos quedamos, si desaprovechamos nuestras oportunidades, corremos el riesgo de condenar al Perú a mantenerse eternamente en la pobreza, y sobre todo, podemos condenar a nuestros pobres a vivir en los ‘arrabales de la globalización’.

Es urgente desplegar una gran campaña de concientización sobre el verdadero rol de la minería en el desarrollo del país y la reducción de la pobreza. Hay mucha información positiva que transmitir. Tenemos que reeducar a los políticos, a los medios de comunicación y rescatar una opinión pública mejor informada. Lampadia




Visión Minería 2030 y los Límites del Consenso

Camilo Ferreira
Centro Wiñaq
Para Lampadia

El 23 de febrero el ministro de Energía y Minas presentó, con la presencia del presidente de la República el documento “Visión de la Minería al 2030”. El mismo consiste en una visión genérica aceptada por los diversos actores económicos, políticos y sociales involucrados en el sector minero. La difusión del documento ha venido acompañada de un conjunto de declaraciones en las que varios involucrados en el proceso sostienen la alta utilidad del proceso. ¿Será que esa visión genérica va contribuir a un mayor grado de consistencia del Estado para generar un marco institucional favorable al desarrollo minero del país? ¿Representa esta visión un mayor nivel de alineamiento de los actores públicos y privados del sector para manejar los desafíos de viabilidad de la minería? ¿O, será que es sólo un recurso imagen para dar la idea que existe una estrategia de promoción del sector?

Un análisis del proceso de elaboración de esta Visión, su contenido y reacciones del mismo hacen creer que este documento, si bien permite posicionar a diversos actores públicos y privados como dialogantes, no contribuye al objetivo de mejorar la aceptabilidad social del sector minero.

Para la elaboración del documento se buscó la participación de diversos actores, por lo que convocó a un Grupo de Alto Nivel entre los cuales se encuentran:

  • Vanessa Cueto de DAR, una ONG en muchos casos hostil al sector extractivo y opuesta a la Hidrovía del Amazonas, a la Nueva Ley de Hidrocarburos y al componente referente al sector extractivo del Plan Nacional de Competitividad y Productividad. Su inclusión, sin embargo, podría justificarse dentro de la necesidad de contar con diversidad de opiniones para la Visión.
  • Pero más difícil de justificar seria la inclusión de miembros de organizaciones abiertamente anti-mineras tales como Carlos Monge quien fuera miembro de Tierra y Libertad, el cual es un partido político radical pos-extractivista.
  • Caso semejante es el de Epifanio Baca del Grupo Propuesta Ciudadana, organización que difunde la falaz idea que las empresas mineras tienen un aporte tributario neto negativo (la minería contribuye con 10% del PBI peruano y cerca de un tercio de los impuestos a la renta).
  • A esto se le podría agregar la participación de Ana Leyva de CooperAcción, una ONG involucrada en azuzar múltiples conflictos sociales en especial en el sur andino.[i]
  • El caso extremo de esta convocatoria a personajes anti-mineros es el de Javier Jahncke de la ONG Red Muqui la cual es la principal red de coordinación de organizaciones anti-mineras a nivel nacional.

Convocar a anti-mineros permite al MINEM presentar la Visión como resultado de un consenso en el que inclusive los anti-mineros han participado, por lo cual se esperaría un mayor grado de legitimidad social de la dicha misión, por haber considerado las opiniones de todos, incluso de los grupos hostiles a la minería. Sin embargo, ello implica un conjunto de consecuencias que terminan neutralizando la Visión como mecanismo de viabilización social del sector minero.

En primer lugar, la convocatoria de anti-mineros a este proceso significa una validación de estas organizaciones a la vista de sus potenciales donantes y de los medios de comunicación. Organizaciones como Red Muqui, Grupo Propuesta Ciudadana y CooperAccion pueden presentar a sus donantes la participación en este proceso como prueba de su capacidad de incidencia en políticas públicas con lo que se vuelven más atractivos a la llegada de recursos. Al haberlos convocados el MINEM ha facilitado que tengan mayores recursos para azuzar conflictos, deslegitimar la minería y desplegar campañas falaces contra el sector. Es llamativo que múltiples representantes del sector minero como gerentes y empresarios estuvieron dispuestos a participar bajo condiciones que afectan directamente la viabilidad de su sector.

Otro riesgo consiste en que los anti-mineros formen parte parcialmente del proceso, pero posteriormente lo critiquen abiertamente. Esto se dio en este caso. La Red Muqui fue convocada para la realización de esta Visión por insistencia de dicha organización, como lo afirman en el comunicado “Red Muqui no subscribe Visión Minera 2030”[ii]:

“RED MUQUI, que en principio no fue invitada a este proceso, planteó su inquietud al respecto al MINEM, pues en 15 años de existencia nuestra red ha sido referente nacional con sus propuestas sobre minería, ambiente y comunidades. Finalmente, fuimos integrados al proceso a fines del mes de setiembre del 2018.”

Una vez dentro del proceso se dedicaron a socavarlo desde el interior:

“Ya en el espacio, hemos sido críticos con su metodología y formalidad, fundamentalmente por la no participación de comunidades, poblaciones y organizaciones sociales que habitan en zonas con actividad minera o en riesgo de serlo”

Posteriormente afirman:

Si bien se ha avanzado en la “memoria viva” con aportes importantes, el resumen ejecutivo que será el documento público, sólo incluye los temas de consenso, sin incluir temas centrales en la problemática minera.  Asimismo, la facilitación del proceso del GAN ha tenido un sesgo favorecedor de la actividad minera (con personas que impulsan proyectos mineros). Por todo ello, nos preocupa que la “Visión minera al 2030” sea utilizada para “fortalecer la aceptación social” de la minería, como lo señala al citar la Política Nacional de Competitividad y Productividad, por lo que el pasado 3 de enero dimos a conocer formalmente al MINEM que no continuaríamos en el GAN, ni suscribiríamos sus acuerdos.”

Con ello la imagen de construcción de consenso de convocar a anti-mineros desaparece puesto que estos actores utilizan la plataforma dada por su participación en el proceso para denostar del mismo.

El grado de desorden generado por la convocatoria a los anti-mineros se evidencia en la presencia de sus rostros y nombres en los primeros videos institucionales de la Visión Minera 2030 los cuales fueron posteriormente borrados del portal de YouTube del MINEM y reemplazados por un video en el que ya no se les presenta como miembros de GAN.

Otro efecto de convocar a anti-mineros consiste en su capacidad para introducir temas en agenda que tienen un significado distinto para ellos que para otros sectores. Posteriormente utilizaran discursivamente los términos introducidos en la “Visión” para afirmar que la misma no está siendo aplicada ni por el gobierno ni por las empresas mineras. También puede darse el caso de ideas que se sostienen en concepciones distorsionadas respecto al cual debería ser el rol de la minería en el desarrollo económico.

Hay múltiples ejemplos de esto a lo largo del texto[iii] de la “Visión”. En un primer caso se afirma que:

“Para ello, (la minería) participa en la planificación y ejecución de las acciones orientadas a cerrar brechas sociales, en el ordenamiento territorial consensuado…”

Para los anti-mineros, el ordenamiento territorial consiste en la generación de “zonas libres de minería” y “consensuado” implica la participación de activistas anti-mineros en el proceso. Un caso llamativo fue el Ordenamiento Territorial de la región Cajamarca conducido por anti-mineros el cual declaró como zona apta para las operaciones mineras tan sólo el 0.14% de la superficie de la región.

Se dice en la Visión respecto a la minería que:

“Impulsa el desarrollo de los territorios a través de la diversificación productiva”.

No es responsabilidad de la minería incrementar la diversificación productiva en los territorios en los que opera. Esto es responsabilidad de los gobernantes nacionales y regionales. Son ellos quienes tienen que elaborar los planes de desarrollo y de inversión del canon para promover las otras actividades económicas: comercio, servicio, agricultura, turismo, etc.

Además, en muchos casos el camino más rápido hacia el desarrollo en dichos territorios pasa por un mayor grado de especialización productiva y no por la diversificación. La diversificación puede ser un objetivo deseable a nivel nacional y en el largo plazo, puesto que reduce la vulnerabilidad a shocks externos, pero en espacios reducidos como distritos o provincias el atractivo de la idea de la diversificación se fundamenta más como discurso político que como motor económico real.

Otro caso de múltiples interpretaciones se da cuando en el texto se declara:

“Contribuye a fortalecer las capacidades de las instituciones y de los actores, superando las asimetrías de información y capacidad de representación”

Lo cual suena muy lógico y razonable si no fuera porque para los anti-mineros reducir las asimetrías de información consiste en tener al Estado o a las empresas mineras financiando la participación de ONGs anti-mineras dentro de procesos de diálogo promoviendo sus ideas hostiles a la minería.

El caso de la Visión de la Minería al 2030 nos señala los límites del consenso con grupos hostiles al sector. No resulta positivo incluir en un proceso de desarrollo de un sector a quienes tienen una concepción antagónica al mismo. Al hacerlo se le ha facilitado recursos y poder discursivo a quienes están en contra de la minería moderna. ¿Será que las ganancias políticas de corto plazo (imagen de capacidad de manejo político del gobierno) justifican los costos que el proceso puede representar para la viabilidad de la minería en el mediano y largo plazo?Lampadia

 

[i] La opinión de José De Echave, líder intelectual de CooperAcción, sobre el futuro de la minería industrial en el Perú puede apreciarse en el libro “Transiciones, Post extractivismo y alternativas al extractivismo en el Perú”, en el cual De Echave escribe uno de los capítulos.




Peligra el desarrollo minero en las regiones

Peligra el desarrollo minero en las regiones

Como ya hemos comentado anteriormente (ver Lampadia: La Minería en el 2019, Mesías Guevara desconoce la realidad minera de su región) varias regiones con alto potencial minero al interior del país, tanto en el sur (Arequipa, Moquegua y Puno) como en el norte (Cajamarca) y el centro (Junín)  del territorio nacional,  se encuentran pasando por una situación política compleja, desde que las nuevas autoridades regionales asumieron funciones el pasado 1 de enero.

El discurso anti-minero que durante el gobierno de Humala provocó un aumento considerable de la conflictividad social en las regiones y que redundó en la paralización de grandes proyectos del sector como Tía María en Arequipa y Conga en Cajamarca – que eran fundamentales para el crecimiento de la economía peruana – ha resurgido en mayor y menor medida en varios de los discursos de los gobernadores regionales de las regiones anteriormente mencionadas. Veamos:

  • El pasado 19 de enero en TV Perú, Mesías Guevara, gobernador regional  electo por la región Cajamarca afirmó “La minería solo ha traído conflicto, pobreza y desigualdad en Cajamarca”.
  • El 18 de noviembre del 2018, en las postrimerías de las campañas electorales, el ahora gobernador regional electo por la región Arequipa Elmer Cáceres, declaró: “Tía María, no va; Zafranal, no va; Tambomayo, no va”.
  • El pasado 20 de enero en una entrevista en Canal N, el gobernador regional electo por la región Puno, Walter Aduviri se mostró a favor de crear una nueva Constitución ya que consideró que en las zonas geográficas donde opera la minería se viola el derecho legítimo de las comunidades como el derecho a la consulta previa. 
  • Vladimir Cerrón, gobernador regional electo por la región Junín, además de haber denunciado públicamente a empresas mineras de no pagar regalías ni canon, pretende imponer la creación de un nuevo currículo escolar regional, rechazando el currículo escolar del MINEDU.
  • En Moquegua, el nuevo gobernador, Zenón Cuevas, pretende aplicar un impuesto a las utilidades de las industrias extractivas, en el orden del 10%, aumentando la contribución que actualmente pagan estas empresas por concepto de impuesto a la renta (29.5%).

Todas estas declaraciones claramente reflejan una completa incomprensión y una falta de entendimiento del potencial que ha generado y podría seguir generando la minería en esas regiones en materia económica y social. Antes bien, pareciera que quisieran impulsar agendas políticas extra regionales con las que pretenderían ganar notoriedad nacional, sacrificando a la población de sus propias regiones.

La minería ha demostrado ser una importante fuente de generación de empleo formal (directo e indirecto) y un motor protagónico de la reducción de  la pobreza fuera de la capital – tal como, por ejemplo, lo ha evidenciado el impacto del desarrollo minero en Apurímac y Arequipa. Mientras que, aquellas regiones que no han impulsado su potencial en este sector, como es el caso de la agenda anti-minera de Cajamarca, han terminado con un mayor empobrecimiento de sus comunidades.

Sin embargo ¿Por qué es especialmente relevante esta discusión para la economía nacional, específicamente, hacia al 2020?

Como bien ha advertido Macroconsult recientemente en uno de sus reportes económicos semanales, probablemente este  fenómeno, que eventualmente podría paralizar más proyectos en los próximos años-  es uno de los grandes riesgos que enfrentará la economía peruana en el corto-mediano plazo – por no decir el más álgido – conforme la cartera de proyectos  mineros aprobados se va agotando y el stock de proyectos de envergadura a la fecha ya experimentaron su fase máxima de producción.

Por otra parte, como hemos señalado también en Lampadia: Aterrizaje en la mediocridad , el sector minero se encuentra paralizado, tras haber caído en 1.1%  en el 2018, producto de una debilidad del gobierno por promover la inversión minera. Esta debilidad se ha puesto en evidencia con la marcha atrás del proyecto Tía María, que a pesar de que las encuestas sugerían que más de la mitad de la población de Arequipa estaba  favor del proyecto a setiembre del año pasado, el Ministerio de Energía y Minas no le otorgó la licencia de construcción a la empresa Southern (ver en Lampadia: El Gobierno no da luz verde  a Tía María pese a cambios en el valle).

Todo ello con el agravante de que el FMI prevé para este año y para el próximo una desaceleración de la economía mundial – principalmente por una mayor tensión comercial entre EEUU y China – lo cual indudablemente impulsará los precios de las materias primas a la baja, agravando aún más las condiciones de crecimiento de nuestra economía.  (ver Lampadia: Perú crece por debajo de su potencial).

En este escenario, consideramos que el presidente Vizcarra, dado el enorme capital político que ostenta, además de darle luz verde al proyecto Tía María, haría bien en desarrollar un discurso que promueva la minería y que explique a todos los peruanos los beneficios que ha tenido esta actividad, de manera que las poblaciones en las regiones entiendan que para que nuestra economía pueda retomar la senda del crecimiento alto de años pasados, el desarrollo minero es esencial.

No podemos seguir perdiendo la generación de riqueza y menos en las regiones, que es donde la pobreza está más presente. Si se promueve frontalmente la minería desde el Ejecutivo, los gobiernos regionales eventualmente podrían alinear su discurso al del presidente, considerando su enorme popularidad en varias regiones del país. Lampadia




La minería y la industria del conocimiento

La minería y la industria del conocimiento

Carlos Gálvez Pinillos, Ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE)
Para Lampadia

La industria minera se desarrolla por lo general en zonas rurales y remotas, altitudes no propicias para otras actividades económicas y donde normalmente no llega el Estado. Estas condiciones hacen que una exploración minera y el desarrollo del proyecto consecuente deban enfrentar múltiples desafíos.

Son precisamente estas necesidades y desafíos los que impulsan el desarrollo de soluciones científicas e innovación tecnológica. Este es el punto de encuentro de la industria extractiva y la del conocimiento que, como sabemos, no es solo un tema de geología, minería y metalurgia, sino que cubre necesidades diversas: brindar soluciones agrícolas, ganaderas y de piscicultura para generar oportunidades a las comunidades en las que nos insertamos; mejoras en las condiciones de salud, planeamiento de desarrollo de poblados que cuenten con adecuadas vías de acceso, agua de calidad, energía, educación, entre otros aspectos.

Como vemos, el desarrollo armónico e integrado de un proyecto minero con la población que lo acoge es fundamental, de ahí la importancia de convocar a la academia y a los profesionales jóvenes a estudiar y plantear soluciones de 360 grados sobre estos desafíos.

Arquímedes decía: “denme un punto de apoyo y una palanca y moveré el mundo”. Nosotros creemos que la industria minera, con sus múltiples desafíos, brinda el punto de apoyo; y su capacidad económica es la gran palanca para movernos en la industria del conocimiento, que es la que mayor valor agregará hacia el futuro.

Los altos estándares aplicados en la industria minera desde la seguridad, uso de agua, operatividad eficiente y relacionamiento saludable con la naturaleza y la comunidad, nos permite desarrollar soluciones que luego son escalables a otras industrias y actividades humanas cotidianas. Esa característica permite ampliar su mercado de manera casi infinita y es la mirada de quienes, haciendo minería, queremos insertar a nuestro país en la era del conocimiento del siglo XXI, como un salto disruptivo que no necesariamente pasa por la industria de transformación, que para competir con China u otros, con plantas robotizadas, requiere de multimillonarias inversiones.

Un elemento fundamental es la gran disposición de las empresas a compartir sus desafíos -acompañando data real (cosa que pocas veces ocurre)- y hacer seguimiento del planteamiento y desarrollo de los proyectos, pues en esto hay un interés propio que los impulsa a apoyar con genuino interés el trabajo que, desde “fuera de la caja” se pueda desarrollar.

Nuestros millones de cerebros jóvenes y en proceso de formación profesional son el gran activo peruano y apostamos por estimularlos, haciendo de nuestra industria una gran oportunidad y fuente de inspiración. Pocas veces los estudiantes y jóvenes profesionales piensan en la industria minera como un terreno interesante para su propio desarrollo profesional, pues lo ven como una actividad exclusiva y excluyente para profesionales de ciencias de la tierra, minas y metalurgia. Mientras tanto, nosotros creemos que la naturaleza de nuestra industria nos abre un espectro muy amplio para el desarrollo de ideas y proyectos.

Un ejemplo sencillo es el caso del agua:

  • Unos piensan solo en su captación, pero pocos en su utilización eficiente
  • Su manejo regulado y estable
  • Su reutilización permanente en procesos industriales y mineros
  • Su ahorro en uso doméstico
  • En el mejor uso alternativo en el agro
  • En las opciones de proyectos complementarios agro-energéticos
  • Monitoreo de calidad de agua
  • En prevención de catástrofes por huaycos y proyectos para evitar estas catástrofes periódicas
  • En proyectos para evitar la contaminación de agua turbinada por centrales hidroeléctricas en su paso por zonas urbanas (cuenca del Rímac y otras) que obligan después a un sobrecosto de limpieza, filtrado y potabilización de ella
  • Muy pocos se enfocan también en el tratamiento de aguas residuales para irrigar nuestros desiertos y evitar por todos los medios que los desagües se viertan al mar (más barato es tratar aguas residuales que desalinizar agua de mar)
  • De igual manera, en cómo actuar durante grandes avenidas de agua y cómo remediar las catástrofes por huaycos
  • Este esfuerzo demanda también de comunicadores que, conociendo estos desafíos y sus soluciones, puedan comunicarlos adecuadamente y romper mitos en las lenguas nativas

Solo en ese tema tenemos una inmensidad de desafíos para múltiples profesiones; hidrólogos, biólogos, ingenieros civiles, arquitectos, ingenieros electricistas, electrónicos, mecánicos, de sistemas de control y de comunicaciones, sociólogas y humanistas entre muchos. Los profesionales de diversas carreras y especialidades tienen tanto que aportar que, no trabajar en esa línea sería una gran pérdida de oportunidades.

Conscientes de la necesidad de involucrar a los jóvenes a nuestra industria y fomentar la innovación, estamos desarrollando, como parte de las actividades del “Rumbo a PERUMIN 34”, cuatro “Hackatones” y TICARs (eventos de tecnología de información, comunicación, automatización y robótica), que permitan encaminar esta iniciativa mediante soluciones a desafíos reales de las empresas. A su vez, brindar orientación a los jóvenes, desde “coaching” especializado, que les permita “aterrizar” sus proyectos, proporcionando, además, incentivos económicos que hagan que este proceso sea atractivo.

Ya en el Perú contamos con varias “incubadoras” de proyectos y queremos que las mejores propuestas puedan ser presentados en la Cumbre Minera ante las principales compañías exploradoras, operadoras y proveedores mineros, que bien podrían acogerlos como socios, comprometerlos como equipo desarrollador o comprarles las iniciativas.

El PERUMIN es uno de los eventos mineros más importantes del mundo y es una excelente vitrina para ellos. Lampadia




Conflictividad y debilidad política impiden desarrollo minero

Conflictividad y debilidad política impiden desarrollo minero

Pablo Bustamante Pardo
Director de
Lampadia

Sesión: Gestión de Industrias Extractivas con Transparencia
Presentación de: Russell King, Senior Vice President of International Relations and Federal Affairs, Freeport-Mc-MoRan Inc. (USA), Accionista de Cerro Verde

La presentación de Russell King sobre el desarrollo de Cerro Verde debe ser uno de los testimonios más claros en el mundo de los beneficios que genera una inversión minera formal y moderna.

Así como Cerro Verde, la gran minería peruana ha subido todos los peldaños de la continua mejora de los estándares operativos creados por el hombre moderno.

Pero, lamentablemente, la debilidad de nuestra clase política en especial y de nuestra clase dirigente en general,ha permitido que hayamos devaluado a la minería de cara a la opinión de los peruanos.

Esto ha sido obra de quienes encontraron un medio de vida enfrentando el desarrollo minero, y manipulando a los pueblos más necesitados hacia gestas contrarias a sus propios intereses.

Por ello, el Cobre, se vio precisado a escribir a los peruanos:


Ver : Carta del Cobre a los peruanos

Al Cobre le extrañaba haber perdido tantos seguidores en el Perú, mientras en otros países mineros seguía gozando del favor popular.

Este proceso llevó al colapso de la inversión minera. Y, con ello, a la parálisis de la inversión privada y la caída del ritmo de crecimiento en muchos sectores productivos y en la economía en general.

Esperemos que no tengamos que enterrar nuestros grandes proyectos mineros; hoy por los conflictos socio-políticos y quién sabe si mañana por la explotación de yacimientos submarinos o por sustitución de materiales.

La prédica de productos naturales no renovables es una disculpa para evitar su desarrollo. Lo no renovable bien puede ser la oportunidad de convertirlos en riqueza para todos los peruanos.

Una de las grandes falacias con la que se devalúa a la industria minera es la del valor agregado. Algo repetido peyorativamente por el vicerrector de la PUCP y varios de sus profesores de economía.

Sin embargo, un reciente estudio del IPE muestra, nuevamente, que el valor agregado de la minería es el doble de la industria peruana y llega al 69%.

Otro punto de vista muy ilustrativo sale de una entrevista que le hicieron a Andrés Oppenheimer en Buenos Aires. Resulta que compró un polo Ralph Lauren en Miami pagando US$ 85. Como el polo había sido fabricado en el Perú, llamó al productor, que le comentó, que de ese precio él se quedaba solo con US$ 8.5, el 10%.

Sin embargo, el exportador de concentrados de Cobre (cifras de 2012), se quedaba en el Perú con el 85% de la cadena de valor.

Hoy que todos se entusiasman con el aumento de las cotizaciones de los metales, podemos estar perdiendo la posibilidad de poner en valor nuestros yacimientos, pues la minería peruana está trabada por los conflictos socio-políticos y la incapacidad del gobierno para enfrentarlos.

Por ejemplo, la mejor idea para superar la conflictividad, ‘el adelanto social’ está siendo malograda por el gobierno. En vez de someter a los pueblos el desarrollo paralelo de lo productivo y lo social, la ministra del sector está feliz de haber conseguido 50 millones de soles para repartirlos, por aquí y por allá, sin vinculación al avance de la inversión minera. La nueva ministra no se atreve a apostar por el desarrollo del gran proyecto de Tía María.

En Arequipa, la gobernadora Yamila Osorio, “la Tía Yamila”, está peleada con ‘la Tía María’, dice que prefiere a ´sobrina Zafranal’, un proyecto de exploración, pero se queja de falta de recursos. Acosa a Cerro Verde. Cree que hay que sacar todo lo que se pueda de lo que ya tenemos, inhibiendo así la creación de mayor riqueza, en un ambiente pro inversión y crecimiento. Un gran desperdicio de liderazgo.

Tenemos que cambiar nuestra relación con la minería. Cómo dijo la Ministra Cayetana Aljovínen Perumin, si desarrollamos el potencial minero podremos disminuir la pobreza en otro 7%. Con todo lo necesario que es salir de pobres, ¡teniendo la capacidad de lograrlo, no hacerlo, es inmoral!

Ver en Lampadia: Para Reducir la Conflictividad Minera.




Sobre cómo superar la conflictividad anti-minera

Sobre cómo superar la conflictividad anti-minera

Según hemos ofrecido con la creación de nuestra biblioteca virtual: Recursos Naturales y Desarrollo, con la colaboración del Centro Wiñaq, venimos presentando diversos artículos y ensayos para transparentar la grave situación de parálisis de las inversiones mineras y otras, a la que nos ha llevado la práctica anti-minera.

Esta campaña no solo se nutre de recursos financieros externos, también es parte de una praxis global que en el Perú ha asentado sus espacios sin que haya sido contrastada por el gobierno, ni por los gremios empresariales o las propias empresas. Sin lugar a dudas, su prédica ya se instaló en el subconsciente popular y en la gran mayoría de medios de comunicación y periodistas.

Filipinas: Indígenas buscando el cierre de la mina Lepanto

http://www.yestolifenotomining.org/ips-seeking-lepanto-mine-closure/

Con la siguiente contribución de Sebastiao Mendonça Ferreira para Lampadia, iniciamos una serie de seis escritos que presentarán propuestas para combatir la conflictividad anti-minera con un enfoque estratégico y sistemático.

Propuestas para reducir la conflictividad anti-minera (1 de 6)

Sebastiao Mendonça Ferreira

Centro Wiñaq

 

La Minería tiene un Gran Futuro.

La demanda global de los metales en 2050 va ser cinco veces la demanda actual.
Para algunos metales como el oro, cobre, plata, zinc y plomo la demanda va ser aún mayor (Halada, Shimada, & Ijima, 2008).[1] La aceleración de las tecnologías digitales no va frenar esa demanda, sino aumentarla.[2] El peso del Perú en la oferta global es significativa en varios metales (ver figura más abajo). Ello significa que, si queremos, en el Perú la actividad minera podrá crecer en una proporción similar a la demanda global de esos metales, y podemos ser parte activa en la economía global del futuro.

La idea de que la minería es una actividad pasajera no tiene sustento. Con los avances tecnológicos las reservas minerales pueden ser aprovechadas por siglos. La industrialización de China, de India, y después de África va expandir la demanda de metales. En los próximos 35 años el Perú tendrá una ventana de oportunidad segura para hacer de la minería una palanca de su desarrollo. Si somos suficientemente hábiles, podemos hacer que los recursos poli-metálicos del Perú sirvan para dinamizar las economías regionales, construir infraestructuras, educar a la población y diversificar la economía nacional.

Sin embargo, los actuales niveles de conflictividad minera son suficientes para bloquear varias décadas del desarrollo minero, como ya sucedió con el gas de Camisea en los años 80 y ahora está sucediendo con Conga, Tía María, y varios otros (12) proyectos bloqueados. Usando el ambientalismo como discurso, los anti-mineros han desarrollado, con la ideología del pos-extractivismo, una militancia anti-sistema (anti-empresa y anti-economía de mercado) que está logrando alejar al Perú del radar de los inversionistas mineros modernos, dejando el país en manos de los informales que sí destruyen el ambiente, causan terribles problemas sociales (abuso de menores, corrupción de mujeres, alcoholismo y degradación general), y corrompen la institucionalidad nacional dejando a las poblaciones locales en un fosilizado estado de pobreza rural.[3]

Actores y Dinámicas de la Conflictividad

La viabilidad de los proyectos extractivos, hoy afectada por la conflictividad, depende de cuatro actores centrales: (a) las empresas mineras, (b) las poblaciones de las zonas mineras (c) la institucionalidad pública, y (d) los grupos anti-mineros. Es el accionar de cada uno de esos actores, y de la efectividad de las mismas,  lo que determina esta viabilidad, es decir, estos cuatro actores definen si hay o no hay condiciones para que la minería y otros sectores florezcan en Perú. Hay además, otros dos actores que juegan un papel importante, especialmente a escala nacional: los gremios empresariales y los medios de comunicación. Estos actores son relevantes por su capacidad para influir sobre la opinión e institucionalidad públicas, las empresas mineras y las comunidades del entorno.

El actual ambiente de conflictividad evidencia que los grupos anti-mineros están logrando que sus intereses privados predominen sobre los intereses de los otros actores: las sociedades locales/regionales están estancadas y polarizadas, los proyectos mineros están paralizados y la institucionalidad pública se encuentra descalificada e inoperativa, en varias regiones. Los únicos que ganan en ese escenario son los grupos anti-mineros, quienes se presentan como activistas comprometidos con el ambiente y defensores de las comunidades, y obtienen acceso a fondos de la cooperación internacional, presencia en medios y son elegidos a cargos públicos: alcaldes, gobernadores, congresistas, etc.  

¿Cómo funciona la conflictividad?

De manera simplificada, los grupos anti-mineros actúan en tres líneas de acción:[4]

  1. Generar hostilidad hacia la minería en las poblaciones de la zona, especialmente en las comunidades rurales, para hacer del conflicto social el núcleo de su estrategia de acumulación política y financiera.
  2. Descalificar, fragmentar o usar la institucionalidad pública a su favor para crear espacios de impunidad, y
  3. Utilizar a los medios de comunicación para promover su agenda conflictiva, difundir su narrativa anti-minera y deslegitimar a las empresas mineras y las instituciones públicas.

Estas tres líneas de acción buscan desencadenar una secuencia de conflictos sociales que escalen e impacten en la opinión pública nacional, para así generar costos políticos a los gobernantes, y llevarlos a claudicar en su apoyo a un proyecto extractivo.

La estrategia conflictiva de los anti-mineros ha demostrado ser efectiva para paralizar varios proyectos mineros e hidroenergéticos en el Perú y en muchos otros países. Sin embargo, ellos tienen una deficiencia fundamental. Los anti-mineros solo ofrecen a las poblaciones locales la continuidad de la pobreza. Ellos son incapaces de rescatar las aspiraciones de progreso de la población y de ofrecerles posibilidades reales en ese campo. Cuando hablan del futuro, lo que proponen son retoques del pasado de pobreza, de un pasado que las poblaciones de las regiones mineras aspiran superar. Tanto sus propuestas como su accionar político evidencian un fracaso patente en ese campo.

La Ventaja Estratégica de la Minería

Las corrientes pro-desarrollo tienen, en relación a ese punto, una importante ventaja estratégica sobre los anti-mineros: Las poblaciones de las zonas mineras aspiran el progreso y con la minería el progreso es posible.

La minería, con un enfoque de sostenibilidad y valor compartido, ofrece oportunidades reales de progreso a las poblaciones y empresas locales. La minería dinamiza las economías regionales de múltiples maneras: genera empleo, genera empresas, mejora las infraestructuras, contrata servicios, compra productos, atrae otras inversiones, implementa proyectos de desarrollo y además financia los gobiernos locales y regionales con el canon. Esto ya sucede en varias regiones del Perú, con impactos positivos, y con algunos ajustes, puede aumentar notablemente. [5]

Sin embargo, en estos momentos hay que revertir una situación negativa para la minería: La conflictividad anti-minera ya está instalada. En muchos sitios ella está en estado latente y en otros está activa. Los grupos anti-mineros tienen estructuras partidarias nacionales, y han logrado considerable influencia en la opinión pública, en los medios de comunicación, en universidades, en organizaciones políticas y en las instituciones del Estado. La imagen de la minería está asociada a la degradación ambiental, y los pasivos mineros la refuerzan todos los días. Los anti-mineros ya tienen desarrollada una narrativa convincente, y existen miles de aventureros que ven en el conflicto minero una oportunidad de beneficio económico y ascenso social o político. Además, los enfoques predominantes en el sector minero sobre-simplifican las causas de la conflictividad social, y usan métodos que a la larga hacen todo más difícil.

En una situación de este tipo, no hay soluciones mágicas como andan pregonando algunos candidatos: propiedad del sub-suelo, mayor reparto de utilidades, reparto de acciones, canon comunal, etc. Es más, las empresas mineras no deben, ni pueden sustituir el Estado, y separadas de otros actores, no son suficientes para resolver el problema de la conflictividad. La conflictividad que hoy afecta a la minería se ha engarzado en profundas raíces sociales, políticas, económicas e institucionales, y su reducción va a requerir abordar esas dimensiones en forma conjunta y por largo tiempo.

Activista Sami durante protestas anti-mineras en Estocolmo

El Camino a Seguir en los próximos meses.

Estamos en pleno proceso electoral. El 28 de julio de este año vamos a tener un nuevo gobierno. Aquí tenemos una oportunidad y un riesgo juntos.

Sería muy negativo si ese nuevo gobierno comenzara a experimentar con políticas equivocadas, como sucedió el 2011. Perderíamos otros 5 ó 10 años más con interminables conflictos, y con el crecimiento afectado por la parálisis de proyectos mineros (ambiental, social y técnicamente viables). Si a la caída del precio de los metales sumamos el costo de la conflictividad, muchas empresas, que podrían invertir en Perú, se mueven hacia otros países. Esta tendencia ya la estamos viviendo en estos momentos y no debería seguir así.

1. Sería bueno que el próximo gobierno, en vez de operar como aprendices de hechicero, pueda contar con una serie de orientaciones sobre qué hacer y qué no hacer para reactivar el sector y abrir una perspectiva de sostenibilidad para las próximas décadas. Y que esas orientaciones rescaten lo que el sector ya ha aprendido sobre como reducir la conflictividad. El gremio del sector tiene unos pocos meses para preparar una propuesta de ese tipo.

2. Sería bueno si se incrementara cualitativamente el impacto del canon en el desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida las regiones y que las poblaciones locales estén conscientes de que la minería es la fuente de esa riqueza que está siendo distribuida vía los gobiernos locales, regionales y universidades, y que entiendan que defendiendo a la minería de las acciones de los anti-mineros es que ellos pueden proteger la continuidad del flujo de ese recurso para su desarrollo.

3. Sería bueno si las empresas mineras tuvieran un claro diagnóstico de las potencialidades y cadenas de valor en sus zonas y a nivel nacional, y adecuaran sus modelos de negocio para maximizar su rol dinamizador en las economías regionales, aumentando las sinergias con los otros sectores económicos, especialmente con los servicios y la agricultura, haciendo realidad el concepto de desarrollo compartido, y que ese rol dinamizador de la minería estuviera socializado y reconocido por las poblaciones locales. Para ellos, hay que invertir y visibilizar el proceso de construcción de capacidades locales pró-desarrollo.

4. Sería bueno si se hiciera visible un plan nacional de recuperación de pasivos ambientales para que las poblaciones locales puedan tener la tranquilidad de que la minería moderna no crea nuevos pasivos ambientales y es dramáticamente diferente a la minería ilegal e informal, y que no sea presa de las campañas de rumores promovidas por las organizaciones anti-mineras. Del mismo modo, que las poblaciones de zonas que sufren la consecuencia de la antigua minería pueda ver sus antiguos pasivos mineros recuperados y liberarse de la narrativa anti-minera que hoy confunde y estresa a amplios sectores de esas poblaciones.

5. Sería bueno si las empresas mineras contribuyeran para la identificación de las restricciones críticas de los recursos naturales en cada zona en que operan y para la elaboración de propuestas de expansión de los activos ambientales de las zonas. La construcción de esos activos ambientales debería ser uno de los usos prioritarios del canon o realizarse vía obras por impuestos.

6. Sería bueno que el gremio minero impulse estudios académicos que evidencien la falacia de algunas afirmaciones “técnicas” de los anti-mineros, y que permitan al periodismo, a los profesionales y estudiantes de las regiones mineras desarmar la narrativa anti-minera y neutralizar las campañas de rumores con que atizan la conflictividad.

7. Seria bueno si las empresas mineras generaran espacios de inter-aprendizaje sobre los temas de la conflictividad para superar una importante desventaja cognitiva en relación a los grupos anti-mineros, quienes tienen una diversidad de métodos de aprendizaje compartido sobre como paralizar los proyectos mineros. Lampadia

 
 


 

[1] Halada, K., Shimada, S., & Ijima, K. (2008). Forecasting the consumption of metals up to 2050. Materials Transactions, 49(3), 402-410 (The Japan Institute of Metals)

[2] Las estimaciones de Halada et al corresponden a un crecimiento anual de 5% de la demanda global de metales. Podrían haber variaciones en esa demanda por un menor crecimiento de los países emergentes. Sin embargo, si no ocurre ninguna tragedia económica global, no hay razones para creer que la demanda de algunos metales como oro, plata, y cobre, donde el Perú es fuerte, no creciera al menos 400% en el 2050 respecto a la demanda del 2007.

[3] De acuerdo con Davis y Franks (2014) los costos que genera la conflictividad social para las empresa mineras es suficiente para que se muden a otros países donde la conflictividad es menor (Costs of Company-Community Conflict in the Extractive Sector, CRS Initiative, Harvard Kennedy School).

[4] El accionar de los anti-mineros incluye el desarrollo de una concepción contraria al progreso económico (alternativas al desarrollo), la elaboración de una narrativa hostil a la minería y la construcción de organizaciones sociales y políticas que la difunda. 

[5] El Banco Interamericano ha realizado un estudio en que muestra los beneficios de la minería: 

https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/6487/Global%20boom%20Local%20impacts%20Peru_ZRL_definitivo.pdf