1

Hay plata para la reconstrucción… pero hay más inoperancia

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 18 de mayo de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

La inoperancia del Estado es brutal. El Plan Integral de la Reconstrucción con Cambios es – hasta ahora – un fracaso. El cardumen burocrático – o la Costra del 5to. Nivel – está trabándolo todo. La indolencia de muchos funcionarios del Estado es atroz. El daño causado por el devastador Niño Costero del año pasado está intacto. Los pueblos, las redes de agua y desagüe, los caminos y puentes, los canales y bocatomas… prácticamente toda la infraestructura dañada sigue tal cual quedó después del desastre.

Yo pensaba que Ica – al haber sido menos afectada que la Costa Norte – era la región más atrasada. Pero no. El Norte está devastado. Sigue devastado.

Los damnificados merecen un reconocimiento especial. Están sobreviviendo sin ninguna ayuda de nadie. Para ellos, el Estado no existe. Y no es que sólo el Estado debía reparar todo lo dañado por el Niño Costero. Nada que ver. Cada quien debía asumir su propia responsabilidad. Los damnificados debían ocuparse de sus pertenencias. Y el Estado – obviamente – debía ocuparse de la reconstrucción de la infraestructura pública. Lo cual – hasta ahora – no ha ocurrido.

Volviendo al tema de los damnificados, es admirable ver cómo los agricultores están trabajando – sin desmayo – en la rehabilitación de sus campos. Y lo mismo se ve en los empresarios de las zonas afectadas. Comerciantes, fabricantes, operadores de hoteles y restaurantes, abastecedores de servicios diversos… todo el mundo está sudando la gota gorda para salir adelante. Excepto el Estado.

Insisto. Al Estado le tocaba ejecutar el Plan Integral de la Reconstrucción con Cambios. Y no lo ha hecho. En realidad – en algunas regiones afectadas – ni siquiera ha empezado. 14 meses después del desastre – en términos prácticos – la reconstrucción está súper lenta.

Conste que no estoy criticando al presidente Vizcarra ni a su Gabinete. Ellos acaban de asumir funciones. Más bien, todos los peruanos estamos esperanzados en que las cosas cambien – para mejor – con el nuevo Gobierno. Mi crítica es “al sistema”. Concretamente, al cardumen burocrático. A la Costra del 5to. Nivel… aquella maraña burocrática que está enquistada en los Ministerios de la Reconstrucción. Principalmente, en el Ministerio de Transportes, en el Ministerio de Agricultura, y en el Ministerio de Vivienda. Inclusive en los Ministerios de Salud, y Educación. Y ni qué decir del aparato burocrático de los Gobiernos Regionales y Locales.

Más aún, mi crítica es – también, y, sobre todo – a los Congresistas tramitadores de proyectos. “A los Congresistas que cobran 5% sin mover un dedo” como se reveló en los Mamani videos. Ahí está el principal problema de la reconstrucción. Ahí está la inoperancia atroz. Ahí está la indolencia cruel.

¿Qué hacer para salir del atolladero? Muy sencillo. Copiar el ejemplo del Comité Organizador de los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019. Parece mentira. La Villa Deportiva, la Videna, el Estadio de San Marcos… todas las sedes estarán listas – con varios meses de anticipación – para los Juegos del próximo año. Para ello S/. 5,000 millones habrán sido invertidos de manera eficiente y transparente. La mayor inversión está destinada a la construcción de infraestructura útil para la ciudadanía. Como que la Villa Deportiva – compuesta por siete torres de 20 pisos – podrá albergar dignamente a más de mil familias peruanas, una vez que terminen los Panamericanos.

¿Cuál es la diferencia entre el Comité Organizador de los Juegos Panamericanos y los Ejecutores de la Reconstrucción? La gente. Mejor dicho, la actitud de la gente. En un lado hay gente eficiente, honesta y profesional. Y en el otro, todo lo contrario.

Y ¿qué es eso de “todo lo contrario”? ¡Vamos! Todo el mundo lo sabe: corrupción, resistencia, maltrato, indolencia, ineptitud, temor, holgazanería. Salvo honrosas excepciones, eso es lo que más hay en los Ministerios de la Reconstrucción y en los Gobiernos Regionales y Locales. Por eso la reconstrucción va tan lenta. Lampadia