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La Globalización 4.0 en 13 gráficos

La Globalización 4.0 en 13 gráficos

La tan esperada Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2019, evento internacional que reúne a los principales líderes empresariales, jefes de Estado, medios de prensa y líderes de opinión en el mundo, finalmente ha dado inicio, como es de costumbre, en Davos, Suiza.

El tema de este año es “Globalización 4.0: modelando una arquitectura global en la era de la Cuarta Revolución Industrial”. En esta línea, el pasado 20 de enero, el Foro publicó los resultados de una interesantísima encuesta mundial realizada por la empresa Qualtrics, en la que dio cuenta sobre la percepción que tiene la ciudadanía respecto a la globalización 4.0, incluido el impacto de la tecnología, el futuro del trabajo, la educación y la movilidad social.

En un contexto en el que los movimientos políticos de corte nacionalista, antiinmigración y proteccionista han tenido y siguen teniendo mucha acogida en varias regiones del mundo, los resultados que arroja la encuesta son sorprendentes y dejan entrever fuertes implicancias de política pública hacia los Estados en materia de globalización, que, de aprovecharlas, podrían moderar el descontento de las poblaciones en sus países, impulsando su confianza en los sistemas democráticos.

En resumen, la encuesta destaca los siguientes hechos empíricos:

  • La mayor parte de la población -72% a nivel mundial- en todas las regiones mundiales, está a favor de una mayor cooperación internacional para lograr un verdadero desarrollo en cada país y también para lograr mejores resultados personales.
  • La inmigración es percibida como un fenómeno positivo, en tanto se considera que el inmigrante es bueno para cada país. En el caso del Perú, esta percepción a favor del inmigrante incide en el  58% de la población.
  • La percepción de que todos los países pueden mejorar al mismo tiempo con el crecimiento asciende al 80% de la población global. Ello quiere decir que el concepto de “suma cero” en economía -sobre el cual para que unos países estén mejor, otros tienen que estar peor- ha sido descartado en muchas poblaciones alrededor del globo.
  • Se observa una ambivalencia en la percepción respecto a si el cambio tecnológico efectivamente está generando mejoras en la vida de la gente. Así, el 39% de la población mundial cree que este cambio genera igual porcentaje de mejoras como de daños. Asimismo, por lo menos el 49% la población no cree que su trabajo pueda ser reemplazado por un robot.
  • En lo concerniente a la educación, por lo menos la mitad de los encuestados a nivel mundial considera que gran parte de la población en sus países no cuenta con una educación de calidad, adecuada a estos tiempos.
  • En lo que respecta a la existencia de movilidad social en los países, – entendida como la probabilidad de que alguien nacido en condición de pobreza pueda volverse rico, acumulando riqueza – si bien a nivel mundial se tiene una percepción alentadora del tema, existe cierta preocupación en América Latina y Europa, ya que, por lo menos el 60% y 52% de sus poblaciones respectivas, lo consideran como un fenómeno poco común. En el caso del Perú, solo el 21% de la población considera que esto es algo común en la sociedad.
  • Finalmente, una data muy importante que provee la mencionada encuesta es la relacionada a los beneficios de la globalización. Así, el 81% de la población mundial piensa que los gobiernos están haciendo muy poco o nada, a través de regulaciones y legislaciones, para que hayan oportunidades para todos en un contexto de mayor integración entre los países. En el Perú este porcentaje asciende al 68%. Esto claramente debe llamar la atención a los Estados para una mayor acción al respecto. Lampadia

Para mayor detalle de los resultados de esta encuesta publicada por el Foro Económico Mundial ver el siguiente artículo:

Estos 13 gráficos muestran lo que el mundo realmente piensa acerca de la Globalización 4.0.

El panorama general … las personas apoyan un mundo interconectado
Imagen: Brett Zeck/Unsplash

Mark Jones
Jefe de Contenido Digital del World Economic Forum
Traducido y glosado por
 Lampadia
20 de enero, 2019

El auge del populismo, el nacionalismo y el proteccionismo están asociados con un apoyo menguante a la globalización, pero una nueva encuesta para la Reunión Anual del Foro Económico Mundial 2019 muestra altos niveles de apoyo mundial para la colaboración internacional, la inmigración y los beneficios personales de la globalización.

La encuesta, realizada en enero por la firma de encuestas Qualtrics, fue realizada por más de 10,000 personas en 29 países [incluyendo el Perú] que respondieron preguntas sobre la globalización 4.0, incluido el impacto de la tecnología, el futuro del trabajo, la educación y la movilidad social. Estos son los principales hallazgos:

1. Los países deben ayudarse unos a otros

Las preocupaciones sobre el auge del nacionalismo y el aislacionismo dominan la agenda política global. Pero la encuesta sugiere que hay una base de apoyo para la colaboración internacional con las mayorías en todas las regiones que están de acuerdo en que los países deben ayudarse entre sí. Ese sentimiento es particularmente fuerte en el sur y este de Asia y en el África subsahariana.

Pregunta: En términos generales, ¿cree que su país tiene la responsabilidad de ayudar a otros países del mundo?
Imagen: Qualtrics

2. La inmigración es un positivo neto

La inmigración es un tema emotivo en muchos países. Pero las mayorías ven la migración como positiva en todas las regiones, excepto en Europa. El apoyo es particularmente fuerte en el sur de Asia y América del Norte.

Pregunta: ¿Diría que los nuevos inmigrantes son en su mayoría buenos o malos para su país?
Imagen: Qualtrics

Imagen: Qualtrics

3. Estamos todos juntos en esto

Se preguntó a los encuestados si otros países deberían considerarse competidores o socios de colaboración cuando se trata de desarrollo. Hubo mayorías abrumadoras para una visión de colaboración notablemente fuerte con América Latina, el sur de Asia y América del Norte.

En términos generales, ¿cree que todos los países pueden mejorar al mismo tiempo o que si algunos países mejoran, otros empeorarían?
Imagen: Qualtrics

4. La cooperación internacional es beneficiosa para mí

Llevando la idea de la cooperación global un paso más allá, se preguntó a los encuestados si las cosas mejoraban para ellos como individuos cuando sus líderes colaboraban con los de otros países. Las grandes mayorías en todas partes piensan que el liderazgo colaborativo conduce a mejores resultados personales.

Pregunta: En términos generales, cuando los líderes de diferentes países trabajan juntos, ¿es bueno o malo para personas como usted?
Imagen: Qualtrics

5. La ambivalencia sobre si la tecnología está cambiando las vidas para mejor

El cambio tecnológico está impulsando gran parte de la disrupción que afecta a los ciudadanos de todo el mundo. Cuando se les preguntó a los ciudadanos si la nueva tecnología era una fuerza para el bien, los que estuvieron de acuerdo superaron con mucho a los que no estaban de acuerdo. Pero la respuesta más popular en todas las regiones fue una de ambivalencia.

Pregunta: ¿Diría usted que la tecnología hace más daño o hace más bien a la sociedad?
Imagen: Qualtrics

6. Los trabajadores no esperan que los robots tomen el control pronto

Gran parte del debate en torno a la Globalización 4.0 se centra en el cambio acelerado que las nuevas tecnologías aportarán al lugar de trabajo. Pero los trabajadores que se encuentran fuera del sur de Asia no esperan ser reemplazados por los robots en el corto plazo.

Pregunta: Suponiendo que todavía está trabajando, ¿qué tan probable es que esté haciendo el mismo tipo de trabajo que está haciendo hoy, dentro de 5 años?
Imagen: Qualtrics

Pregunta: ¿Cuánto de lo que haces en tu trabajo crees que podría ser hecho hoy por una máquina o un robot?

7. Los gobiernos deben prestar más atención a la educación

En todas las regiones, los ciudadanos piensan que sus sistemas educativos están teniendo demasiados retrasos en el desafío de la Globalización 4.0 en todas las regiones.

Pregunta: ¿Cuántas personas en su país tienen acceso a una buena educación?
Imagen: Qualtrics

8. Tenemos un problema con la movilidad social

Fuera de Asia del Sur, existen preocupaciones sobre la movilidad social, definida como la probabilidad de que una persona nacida pobre pueda enriquecerse. Tales preocupaciones son particularmente agudas en Europa y América Latina.

Pregunta: Pensando en su país, ¿qué tan común es que alguien que empiece pobre, trabaje duro y se haga rico?
Fuente: Qualtrics

En general, la movilidad social se percibe como una preocupación mayor en el mundo desarrollado.

9. Los gobiernos deben hacer más para crear oportunidades para todos

Los beneficios de la globalización no se extenderán a todos a menos que estén vigentes las políticas gubernamentales correctas. Aquí el mensaje claro de la encuesta es que se requiere más acción.

Pregunta: Cuando se trata de leyes y regulaciones para asegurarse de que haya oportunidades disponibles para todos los grupos de personas, ¿diría que el gobierno de su país está haciendo demasiado, muy poco o lo suficiente?

Lampadia




Automatización demandará nuevos empleos y habilidades

Automatización demandará nuevos empleos y habilidades

La Cuarta Revolución Industrial (4RI) ha generado y sigue generando enormes beneficios a la humanidad, sobre todo en lo concerniente a la productividad y, en general, a la eficiencia en el uso de los recursos empresariales.

Uno de sus principales aportes es pues, la automatización de tareas repetitivas u operativas en una gran cantidad de ocupaciones existentes, lo cual ha motivado una reducción del empleo en el corto plazo, sobre todo en países donde el uso de la inteligencia artificial y los algoritmos matemáticos por parte de las empresas ya es un hecho del día a día.

En este contexto, ha surgido una creciente preocupación entre los jóvenes a nivel mundial que están ingresando al mercado laboral, quienes perciben que, en un futuro no muy lejano, las máquinas “reemplazarán” totalmente al capital humano de las empresas.

Lo que los jóvenes no logran visualizar es que en el mediano y largo plazo, la automatización hará a la industria más dependiente de las habilidades humanas, pero no tanto de las habilidades duras, sino más bien de las habilidades blandas, relacionadas a la creatividad, el pensamiento crítico, y la comunicación.

En esta línea, Dave McKay, presidente y director ejecutivo de Royal Bank of Canada, plantea en el blog del World Economic Forum (ver artículo líneas abajo), que este proceso en su firma ya está tomando la forma de una mayor demanda por empleos con habilidades poco convencionales, como diseñadores y economistas del comportamiento. Asimismo, cita un reciente estudio de su misma firma en el que, a partir del análisis de más de 300 ocupaciones del mercado laboral canadiense, encuentra que la tecnología, más que erradicar el empleo, “actuará como un soporte e integrador, haciendo que la fluidez digital sea tan importante como la alfabetización y la capacidad numérica en el futuro”.

Sin embargo, no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Creemos al igual que Dave McKay que es necesario preparar tanto a las nuevas generaciones que están próximas a trabajar así como las que ya se encuentran ocupadas, para lo que él denomina la nueva ‘economía de las habilidades’. Mckay plantea que esto puede lograrse si se trabaja desde tres frentes: la escuela, el gobierno y la empresa.

  • Desde la escuela, los educadores deben implementar programas de aprendizaje remunerado e integrado en el trabajo, así como  programas reentrenamiento y aprendizaje permanente para la fuerza laboral existente.
  • Desde el gobierno, los tomadores de política deben crear una plataforma de talento, que conecte mejor las empresas con los estudiantes en todos los sectores y disciplinas y priorizar aquellos sectores productivos en donde haya una mayor necesidad como país.
  • Desde las empresas, los empleadores deben repensar la forma en que contratan, capacitan y moldean sus fuerzas de trabajo, de tal manera que se potencien los talentos y la innovación. Lampadia

Se necesitan seres humanos
¿Por qué la automatización no acabará con tu trabajo?

¿Cómo podemos educar, emplear y capacitar a los ciudadanos para la nueva ‘economía de habilidades’?

Dave McKay
Presidente y CEO
Royal Bank of Canada
World Economic Forum
15 de Enero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Se acerca un quantum de cambio. A medida que la era de la automatización se afianza, tanto los jóvenes que ingresan en la fuerza laboral como los que ya están establecidos en sus carreras están preocupados por el aumento de las máquinas.

Pero mientras las máquinas serán más poderosas, los humanos serán más esenciales.

Este es el mensaje claro que he escuchado al hablar con clientes de Canadá, Estados Unidos y el extranjero. A pesar de la volatilidad del mercado en los últimos meses, desde los productores lecheros hasta las compañías petroleras y tecnológicas, los líderes empresariales y los empresarios están luchando contra una enorme escasez de mano de obra.

Dentro de nuestro propio negocio, buscamos cada vez más incorporar nuevas habilidades al Royal Bank of Canada (RBC) en áreas que se podría esperar, como machine learning y blockchain, pero también en áreas que no, como diseñadores y economistas del comportamiento. Consideramos este cambio secular como una oportunidad para rediseñar el banco desde el cliente.

Está claro que la tecnología no reemplazará muchas de las habilidades necesarias para los trabajos del futuro. Simplemente actuará como un soporte e integrador, haciendo que la fluidez digital sea tan importante como la alfabetización y la capacidad numérica en el futuro.

Y este fue un hallazgo clave en un informe reciente de RBC sobre el mercado laboral canadiense llamado Humans Wanted (se necesitan seres humanos), que examinó más de 300 ocupaciones y las habilidades necesarias para hacerlas.

Si bien el informe concluyó que la mitad de todos los empleos en Canadá corren el riesgo de una interrupción significativa de la tecnología durante los años 2020, también sugiere que la era de la automatización no tiene que ser una amenaza.

A pesar de la interrupción, se prevé que se crearán o se abrirán 2.5 millones de empleos en la economía canadiense en los próximos cuatro años, una cifra significativa para una nación con 18.5 millones de empleos en la actualidad. Esta fuerza de trabajo necesitará habilidades básicas para prepararse para varios trabajos y roles diferentes, en lugar de una única carrera.

Esto está configurando una crisis silenciosa en todo Canadá, y en prácticamente todas las naciones del mundo, con trabajadores futuros, jóvenes y establecidos, que no están preparados para lo que demanden los trabajos del futuro, y mucho menos las habilidades necesarias para hacerlos.

La realidad es que los niños de hoy crecerán para trabajar en empleos habilitados por la tecnología que probablemente aún no existen. Para planificar esa realidad, no se trata solo de codificar, se trata de ser humano y adquirir competencias que ofrezcan más movilidad de habilidades, como el pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación y la resolución de problemas complejos.

El informe de Humans Wanted mostró claramente que la movilidad de las habilidades será esencial en una economía futura donde los empleos aumentan y disminuyen con cada nueva ola de tecnología. Pero, ¿cómo pueden los líderes del sector privado, los educadores y los responsables de las políticas cambiar la manera en que educamos, empleamos y capacitamos a los ciudadanos para que los capaciten en esta nueva ‘economía de habilidades’?

Aquí es donde podríamos empezar:

1. Educadores

Si bien el ritmo de la disrupción continúa aumentando, los baby boomers están acercándose cada vez más a la jubilación. Esto presiona a la próxima generación de jóvenes que buscan adquirir la combinación de habilidades que necesitarán para prosperar en el nuevo mundo del trabajo.

Para fomentar estas habilidades, necesitamos conectar mejor los campus y los centros de trabajo postsecundarios a través de programas de aprendizaje remunerado e integrado en el trabajo, tales como cooperativas, aprendizajes y pasantías. Cada estudiante de educación superior debe tener acceso a una experiencia laboral significativa y práctica relacionada con su campo de estudio al momento de graduarse.

El modelo post-secundario que prosperó a lo largo del siglo XX ya no es adaptable a las nuevas necesidades de los países, empresas y comunidades. Necesitamos capacitar a los jóvenes de diferentes maneras, además de construir una infraestructura que ayude a respaldar los esfuerzos de reentrenamiento y aprendizaje permanente para la fuerza laboral existente.

2. Tomadores de política

Para garantizar que los programas de aprendizaje integrados en el trabajo se vuelvan omnipresentes, los gobiernos de todos los niveles deben trabajar juntos y financiar iniciativas que faciliten la participación de los empleadores y las instituciones educativas.

Las naciones deben abordar este desafío desde una nueva perspectiva. En lugar de buscar un canal de talento, deberían cambiar hacia la construcción de una plataforma de talento, una que conecte mejor las empresas con los estudiantes en todos los sectores y disciplinas.

Para ayudar a poner esto en acción, los gobiernos deben decidir en qué quieren centrarse y hacia dónde quieren que fluyan el talento y el capital. Esto significa hacer que las habilidades y la juventud sean centrales para las grandes apuestas de una nación. Por ejemplo, en Canadá, eso es sobre agricultura, océanos, datos, inteligencia artificial y fabricación avanzada.

3. Empleadores

Por último, los empleadores de todos los tamaños deben comenzar a reconocer el cambio de la economía del empleo a la ‘economía de las habilidades’. Necesitamos repensar la forma en que contratamos, capacitamos y moldeamos nuestras fuerzas de trabajo, y eso requiere pensar más allá de los títulos y certificados.

Encontrar y retener talento constantemente se ubica como la principal prioridad para los CEOs globales. Debería ser un imperativo comercial integrarse mejor con los educadores y ofrecer un trabajo con más experiencia y oportunidades de aprendizaje para los estudiantes. No se trata simplemente de proporcionar a los jóvenes, puestos de trabajo, sino más bien de aprovechar sus talentos y aprovechar sus ideas innovadoras.

Como ejemplo, el verano pasado, los estudiantes que participaron en nuestro programa RBC Amplify, una campaña en la que les brindamos a los estudiantes cooperativos algunos de nuestros problemas comerciales más difíciles de resolver, colaboraron para presentar 15 patentes para el banco. Trabajaron en proyectos para mejorar nuestras capacidades de análisis predictivo, políticas de gestión de datos y medidas de ciberseguridad. Ninguno de estos estudiantes había trabajado en un banco antes.

Todos los empleadores deben ver el aprendizaje integrado en el trabajo no solo como una inversión en la economía de las habilidades del mañana, sino también como una inversión en su propio futuro.

Inversión colectiva en habilidades

La conclusión es: los empleos permanecerán, pero requerirán un nuevo conjunto de habilidades para realizarlos. Las nuevas tecnologías harán obsoletos algunos trabajos; sin embargo, también reducirán los costos e impulsarán las expansiones que conducirán al crecimiento del empleo en nuevas áreas.

La respuesta a la disrupción de las tecnologías radica en nuestra capacidad para aplicar la humanidad al desafío.

Durante la próxima década, nuestro mundo tendrá la tarea de resolver algunos de los problemas más apremiantes que haya enfrentado, incluidos el cambio climático, las brechas de riqueza y los costos de salud en las sociedades que envejecen rápidamente.

Solo a través de la construcción de una base sólida para la nueva ‘economía de habilidades’, invirtiendo en nuestros jóvenes y apoyando los programas de aprendizaje permanente para nuestras fuerzas de trabajo con talento existentes, podemos garantizar que nuestras naciones y nuestra gente estén preparadas para enfrentar un mañana turbulento. Lampadia




La Industria 4.0: Lo que se necesita saber

La Industria 4.0: Lo que se necesita saber

Hoy tenemos el gusto de publicar el artículo “Guía definitiva: todo lo que necesitas saber sobre la Industria 4.0” escrito por Anna Kucirkova del IQS Directory –empresa americana que conecta a compradores de la industria manufacturera en EEUU con una vasta red de compañías fabricantes de equipos originales (OEM), proveedores y distribuidores.

Lo particular de este post es que la autora recibió una de nuestras publicaciones sobre la ‘Cuarta Revolución Industrial’ y nos escribió ofreciendo su propio artículo para que lo incluyamos en nuestra parrilla. Cosa que agradecemos.

Como hemos comentado en Lampadia la Cuarta Revolución Industrial ha venido al mundo para quedarse ya que se encuentra cambiando nuestra forma de vivir, trabajar y relacionarse entre nosotros (ver LampadiaEl Foco en la Cuarta Revolución Industrial y La llegada de la Cuarta Revolución Industrial).

Y una de las recientes formas por la que se encuentra influyendo en los mercados y en el mundo empresarial, en particular, es a través de la denominada “Industria 4.0”. Al respecto, surgen 3 preguntas relevantes que podrían hacerse nuestros lectores:

  • ¿A través de qué tecnologías es que actúa esta nueva forma de hacer negocios y en qué sectores están siendo usadas actualmente?
  • ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan las empresas en el proceso de absorción de estas nuevas tecnologías?
  • ¿Qué beneficios concretos ofrece la Industria 4.0 a las empresas, de cara al cliente final, como dentro de su competencia en un mercado particular?

Para mejor comprensión y responder estas preguntas, compartimos el artículo de Anna Kucirkova.

Guía definitiva: todo lo que necesitas saber sobre la Industria 4.0

Anna Kucirkova
IQS Directory
Industrial Quick Search
26 de noviembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

A finales del siglo XIX, el mundo fue transformado por la Revolución Industrial y la introducción de la máquina de vapor. En total, han habido cuatro grandes olas de revoluciones industriales.

La segunda fue la introducción de la electricidad y las líneas de montaje a principios del siglo XX. La tercera, en la década de 1970, fue la automatización con computadora que permitía a las personas programar máquinas y robots para completar tareas.

Hoy en día, hay una cuarta revolución que está cambiando rápidamente el panorama de las industrias: la Industria 4.0.

¿Qué es la Industria 4.0?

¿Qué es exactamente la Industria 4.0 y cómo beneficia al mundo industrial?

La Industria 4.0 se puede caracterizar por la integración de robots y maquinaria autónomos y otras tecnologías inteligentes. Es un movimiento hacia la tecnología inteligente en la fabricación con un enfoque en la conectividad. Algunas personas se refieren a esta nueva ola industrial como máquinas infundidas con inteligencia.

Esta revolución conecta la tecnología en las organizaciones y en la vida cotidiana de las personas. Es la combinación de tecnologías físicas y digitales a través de nueve avances tecnológicos fundamentales. Estos nueve avances incluyen:

  • Big Data y Analytics
  • El Internet industrial de las cosas
  • Integración horizontal y vertical de sistemas
  • Robots autónomos
  • Simulación
  • Realidad aumentada
  • Ciberseguridad
  • La nube
  • Fabricación aditiva

Estas piezas importantes se analizarán con mayor detalle más adelante en este artículo.

En 2015, Markus Lorenz habló en un evento organizado por TED llamado TED @ BCG. En el invitó a oradores a venir y hablar sobre ideas que contribuirían al crecimiento en el mundo. Lorenz habló sobre los beneficios de la Industria 4.0 y lo que podría hacer para las industrias de todo el mundo.

En su charla, usó una compañía de yogurt como ejemplo de cómo la tecnología inteligente podría aumentar la productividad y reducir los desperdicios en la industria alimentaria. Explicó que con una tecnología no inteligente, una máquina llenará y etiquetará los envases de yogur a una velocidad notable. Sin embargo, afirmó que, en esencia, la máquina es “tonta”. En otras palabras, no sabrá si está etiquetando el envase de yogur incorrectamente. Puede, por ejemplo, poner un envase de chocolate en yogur de avellana.

Este error le costaría tiempo y dinero al fabricante de yogurt, pero podría evitarse con la introducción de tecnologías inteligentes. Afirmó que el 8% de la producción de alimentos da como resultado una “pérdida de producto” o 50 mil millones de dólares cada año.

Con la tecnología inteligente, cada pieza del equipo tendría lo que se denomina un “gemelo digital” o una réplica digital de cómo debería verse el artículo. Si esto se hubiera utilizado en la fabricación del yogurt, habría detectado que el frasco se estaba etiquetando incorrectamente, ahorrando dinero y frustración a la compañía de producción.

¿Cuáles son los 9 avances tecnológicos fundamentales?

Para que la cuarta revolución industrial llegara a buen término, se requirió la invención de algunas tecnologías bastante importantes. Algunas de estas tecnologías están apareciendo en hogares de todo el mundo (piense en Alexa de Google o en Echo de Amazon), y también están haciendo una gran diferencia en las industrias manufactureras.

Big Data y Analytics

Big Data y Analytics se refieren al complejo proceso de adquisición de información sobre cosas como correlaciones desconocidas, preferencias de los clientes y tendencias del mercado. El análisis que se recopila permite a las empresas tomar decisiones inteligentes sobre lo que deben producir o hacer.

Esta información se obtiene a menudo de cosas como el modelado predictivo y los algoritmos estadísticos.

El Internet industrial de las cosas

El Internet industrial de las cosas significa usar Internet y WI-FI para conectar todas las partes de una fábrica inteligente o planta industrial. Esto se puede usar para la comunicación máquina a máquina, datos de sensores, machine learning y más.

GE Digital lo describe como, “[una] red de una multitud de dispositivos industriales conectados por tecnologías de comunicaciones que dan como resultado sistemas que pueden monitorear, recopilar, intercambiar, analizar y entregar valiosos nuevos conocimientos como nunca antes. Estas ideas pueden ayudar a impulsar decisiones comerciales más inteligentes y rápidas para las empresas industriales”.

Integración horizontal y vertical de sistemas

La integración horizontal y vertical se refiere a dos componentes principales en el desarrollo de fábricas inteligentes. La integración horizontal es la conexión en red de máquinas y sistemas dentro de una línea de fabricación y también entre empresas, proveedores y clientes.

La integración vertical es el proceso de conectar todos los niveles de producción desde la planta de producción al nivel de negocios de una empresa. Esto también ayudará a conectar a los ingenieros con el nivel real de fábrica de un producto que hayan diseñado.

Philipp Gerbert, en un artículo titulado Industria 4.0: El futuro de la productividad y el crecimiento en las industrias manufactureras escribe, “con Industria 4.0, las compañías, departamentos, funciones y capacidades se volverán mucho más cohesivos, ya que la información cruzada entre empresas es universal. Las redes de integración evolucionan y permiten cadenas de valor verdaderamente automatizadas”.

Robots autónomos

Mientras que los robots autónomos han estado en escena durante un tiempo, con las nuevas tecnologías pueden trabajar de manera más inteligente y rápida. De hecho, es probable que en un futuro no muy lejano los nuevos robots y máquinas más inteligentes puedan interactuar y aprender de los humanos. Las nuevas tecnologías también permiten a los robots autónomos interactuar entre sí y ajustar sus acciones de acuerdo con cada nuevo producto que producen.

Al igual que con el ejemplo utilizado con Markus Lorenz, estos robots autónomos funcionarían de manera más inteligente. En lugar de producir un producto de forma incorrecta, podrían analizar cada componente y reconocer un error.

Simulación

Los ingenieros han estado usando simulaciones en 3D durante algún tiempo. Sin embargo, a medida que la Industria 4.0 continúe aumentando, las simulaciones también estarán disponibles en las operaciones de la planta.

La simulación permite a las personas tener una copia digital de algo real que pueden probar y manipular digitalmente. Esto se puede usar para artículos individuales o para fábricas de plantas completas. Las simulaciones también son útiles para la capacitación de los empleados y para supervisar la producción.

Philipp Gerbert escribe: “Estas simulaciones aprovecharán los datos en tiempo real para reflejar el mundo físico en un modelo virtual, que puede incluir máquinas, productos y personas. Esto permite a los operadores probar y optimizar la configuración de la máquina para el próximo producto en línea en el mundo virtual antes del cambio físico, lo que reduce los tiempos de configuración de la máquina y aumenta la calidad”.

Realidad aumentada

La realidad aumentada es una tecnología relativamente nueva, se utiliza para cosas como la selección de piezas en un almacén a través de la robótica. En el futuro, los ingenieros esperan usar la realidad aumentada para ayudar a los empleados a arreglar y usar maquinaria complicada.

Markus Lorenz usó un ejemplo de un helicóptero caído en un área remota. Dijo que el problema podría solucionarse en cuestión de minutos con realidad aumentada. Su teoría era que una persona sin experiencia en la reparación de helicópteros podía arreglarlo si llevaba gafas de realidad aumentada que estaban conectadas a una computadora central que conocía todos los detalles sobre la reparación de helicópteros. En tiempo real, a una persona se le podría decir a través de la realidad aumentada el proceso necesario para reparar el helicóptero. Como una superposición del mundo real, le diría a una persona dónde colocar sus herramientas y cómo reparar un lugar específico.

La ciberseguridad

Con el avance de la tecnología, las redes y la integración, es cada vez más importante que las fábricas y empresas inteligentes incluyan altos niveles de ciberseguridad. Sin una ciberseguridad fuerte, las plantas correrían el riesgo de pirateo y pérdida de producción.

Aquellos que quieran transformar su industria en una nueva tecnología inteligente podrían considerar asociarse o adquirir empresas de ciberseguridad.

La nube

La innovación de la nube permite a las empresas almacenar y compartir una multitud de datos e información. Con la Industria 4.0, las compañías de producción deben compartir una gran cantidad de datos a través de los límites de la compañía. Esto también les permite ver y hacer cosas muy rápidamente a través del uso compartido de la nube.

Fabricación aditiva

La fabricación aditiva es la capacidad de producir artículos únicos de menor costo en la empresa. En otras palabras, en lugar de externalizar un ajuste para un producto personalizado, una empresa podría producirlo por sí misma. Esto también ayudaría a reducir la escasez de productos.

La impresión 3D permite a los productores crear prototipos y producir componentes individuales. Esto puede ser útil para hacer pequeños grupos de piezas para un pedido personalizado.

En lugar de esperar que los consumidores compren un producto de talla única, la impresión en 3D permite a los productores crear artículos que se ajusten a las necesidades exactas de sus clientes. El bono es que el costo es bastante barato.

¿Cuáles son los mayores impedimentos para que las empresas se unan a la Industria 4.0?

La Industria  4.0 puede ofrecer muchos beneficios a una empresa, pero ¿cuáles son algunas de las razones por las que las industrias pueden ser reacias a desarrollarla o desean hacerlo de manera incremental?

  • Costo. Si bien hay muchos beneficios potenciales al actualizar los sistemas para que coincidan con los estándares de la Industria 4.0, hay una inversión inicial sustancial.
  • Pérdida de trabajo humano. Con cualquier actualización tecnológica, especialmente a través de la automatización, existe un riesgo de pérdida de empleos, y existe un potencial para que esto suceda con la Industria 4.0. Esto es especialmente cierto para los trabajos menos calificados, aunque también hay predicciones de que este cambio en la industria creará más empleos de los que elimina.
  • Incremento de problemas de ciberseguridad. Como se mencionó anteriormente, cuando todo un negocio está conectado electrónicamente, existe un riesgo sustancialmente mayor de problemas de seguridad.
  • Problemas técnicos. Con más tecnología y menos supervisión humana, existe el riesgo de problemas técnicos que pueden ser costosos.

¿Cómo podría la Industria 4.0 beneficiar a las empresas?

Si bien hay algunas razones para que las industrias duden antes de lanzarse totalmente a la industria 4.0, es muy probable que los beneficios puedan superar las preocupaciones. Aquí hay algunas formas en que la Industria 4.0 podría beneficiar a las empresas.

  • Permite a las empresas identificar nuevas oportunidades. Usando análisis y datos, las compañías pueden identificar mejor las nuevas oportunidades. Podrían encontrar formas de expandir su negocio y aprovechar nuevos mercados.
  • Eficiencia. Los robots y la automatización pueden producir artículos de manera más rápida y eficiente, especialmente cuando se usa tecnología inteligente.
  • Ahorra dinero. La Industria 4.0 reducirá el desperdicio al reducir el riesgo de errores de alto costo.
  • Mejor experiencia de cliente. Los análisis, la personalización y la velocidad significan que los clientes pueden obtener lo que desean antes.
  • Incremento de los ingresos. A pesar de la alta inversión inicial, la Industria 4.0 tiene el potencial de traer a las empresas muchos más ingresos. Esto se puede atribuir a una mayor eficiencia, menos desperdicio de productos, nuevas oportunidades y una mejor satisfacción del cliente.
  • Creación de empleo. Si bien es cierto que la Industria 4.0 puede reemplazar los trabajos con la automatización, también es probable que cree muchos nuevos trabajos.

Industria 4.0 Camino del futuro

La Industria 4.0 es el camino del futuro y es un paso importante en las industrias y la fabricación. Si bien hay razones comprensibles para que las compañías se demoren en actualizar sus negocios a los nuevos y futuros modelos de la industria, también corren el riesgo de no alcanzar su competencia, ya que utilizan tecnología más rápida e inteligente para satisfacer las necesidades exactas de sus clientes.

Fuentes:

Lampadia




Globalización 4.0

Es innegable que la economía de libre mercado, el libre comercio y, en particular, la globalización ha traído innumerables beneficios políticos, económicos, sociales y culturales a los países.

La globalización no solo ha permitido un mayor intercambio cultural entre las sociedades, sino que también ha dado lugar al intercambio de conocimientos en áreas como la ciencia y la tecnología y ha posibilitado la búsqueda de una mejor calidad de vida a partir de la libre movilidad de personas entre países.

Sin embargo, recientes movimientos políticos populistas de corte aislacionista y antiinmigración – como el Brexit y los movimientos euroescépticos de extrema derecha en la Unión Europea –, en un contexto de recuperación económica desigual, especialmente al interior de los países más ricos, tras la crisis financiera del 2008, han puesto en tela de juicio las bases que sostienen el sistema económico mundial y la globalización misma.

En esta línea, Klaus Schwab, Presidente Ejecutivo del World Economic Forum, presenta el tema de la próxima reunión anual del foro (ver artículo líneas abajo), planteando repensar la globalización a partir de una redefinición de la gobernanza en los Estados que pase por “forjar un nuevo pacto social entre los ciudadanos y sus líderes”, como se hizo tras la Segunda Guerra Mundial. Ello permitiría darle una mayor seguridad a la gente en una época en que se tiene la percepción que “las fuerzas globales lo dominan todo”.

Peor aún, esta percepción se ve reforzada, como señala Schwab, con la cada vez más notoria Cuarta Revolución Industrial (4IR), que, si bien puede generar enormes ganancias de eficiencia para las empresas, y por ende, ampliar las posibilidades de producción y de consumo de la gente; puede tener un efecto pernicioso sobre la desigualdad de las micro y pequeñas empresas, frente a las grandes, dado que no puedan optar por modelos de negocio “4.0”. Ello puede tener fuertes implicancias en la desigualdad al interior de cada país (“nacional”), aún cuando a nivel global se ha producido una gran reducción de la desigualdad.

Es por ello que Schwab propone que esta nueva gobernanza venga acompañada de arreglos institucionales –que en algunos casos implicarán el diseñar desde cero instituciones existentes- que permitan abordar el progreso tecnológico en todas las grandes áreas en las que se mueve el ser humano, llámese, salud, educación, transporte, comunicación, etc.

En este marco, el caso de la educación es particularmente importante ya que implica preparar a las nuevas generaciones de jóvenes para un mercado laboral en el que la automatización de tareas implicará el desarrollo de ciertas habilidades como la creatividad y la innovación.

Todo ello es posible, pero es vital reconocer la importancia no solo de la cooperación público-privado sino también de la cooperación internacional ya que los cambios que ocurren en un país no están aislados al mundo y, por ende, se justifica la colaboración y el constante diálogo con la comunidad internacional para dar una respuesta adecuada.

Esta es una razón más para desechar las opciones nacionalistas y proteccionistas que hoy en día pululan en el mundo político.

En ese sentido, creemos al igual que Schwab, que para lograr reformar la globalización se requerirán dos cosas por parte de la comunidad internacional:

  • Un compromiso más amplio, en el sentido, de promover una participación masiva de los países en esta discusión.
  • Una mayor imaginación, en el sentido, de pensar sistémica y estructural, más allá de las propias consideraciones institucionales y nacionales a corto plazo. Lampadia

Globalización 4.0: qué significa y cómo podría beneficiarnos a todos

Imagen: REUTERS/Carlo Allegri

Klaus Schwab
Fundador y Presidente Ejecutivo del World Economic Forum
World Economic Forum Annual Meeting 2019
5 de noviembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Después de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional se unió para construir un futuro compartido. Ahora, debe hacerlo de nuevo. Debido a la lenta y desigual recuperación en la década transcurrida desde la crisis financiera mundial, una parte sustancial de la sociedad se ha visto afectada y enfurecida, no solo con la política y los políticos, sino también con la globalización y todo el sistema económico que la sustenta. En una era de inseguridad y frustración generalizadas, el populismo se ha vuelto cada vez más atractivo como alternativa al status quo.

Pero el discurso populista elude -y a menudo confunde- las distinciones sustantivas entre dos conceptos: globalización y globalismo.

  • La globalización es un fenómeno impulsado por la tecnología y el movimiento de ideas, personas y bienes.
  • El globalismo es una ideología que prioriza el orden global neoliberal sobre los intereses nacionales.

Nadie puede negar que estamos viviendo en un mundo globalizado. Pero el que todas nuestras políticas deben ser “globalistas” es altamente discutible.

Después de todo, este momento de crisis ha planteado preguntas importantes sobre nuestra arquitectura de gobernanza global. Con más y más votantes que exigen “recuperar el control” de las “fuerzas globales”, el desafío es restaurar la soberanía en un mundo que requiere cooperación. En lugar de cerrar las economías a través del proteccionismo y la política nacionalista, debemos forjar un nuevo pacto social entre los ciudadanos y sus líderes, para que todos se sientan lo suficientemente seguros en casa como para permanecer abiertos al mundo en general. Si esto falla, la continua desintegración de nuestro tejido social podría, en última instancia, conducir al colapso de la democracia.

Además, los desafíos asociados con la Cuarta Revolución Industrial (4IR) coinciden con el rápido surgimiento de restricciones ecológicas, el advenimiento de un orden internacional cada vez más multipolar y la creciente desigualdad [al interior de los países más ricos]. Estos desarrollos integrados están marcando el comienzo de una nueva era de globalización. Si mejorará la condición humana dependerá de si la gobernabilidad corporativa, local, nacional e internacional se puede adaptar a tiempo.

Mientras tanto, un nuevo marco para la cooperación público-privada global ha ido tomando forma. La cooperación público-privada consiste en aprovechar el sector privado y los mercados abiertos para impulsar el crecimiento económico para el bien público, teniendo siempre en cuenta la sostenibilidad ambiental y la inclusión social. Pero para determinar el bien público, primero debemos identificar las causas de la desigualdad.

Por ejemplo, aunque los mercados abiertos y la mayor competencia sin duda producen ganadores y perdedores en el ámbito internacional, estos pueden tener un efecto aún más pronunciado sobre la desigualdad a nivel nacional. Además, la creciente división entre los que tienen vidas precarias y los privilegiados se está reforzando con los modelos de negocios de a 4IR, que a menudo derivan rentas de la propiedad de capital y/o de la propiedad intelectual.

Cerrar esa brecha requiere que reconozcamos que vivimos en un nuevo tipo de economía impulsada por la innovación, y que se necesitan nuevas normas, estándares, políticas y convenios globales para salvaguardar la confianza del público. La nueva economía ya ha interrumpido y rediseñado innumerables industrias, y ha dislocado a millones de trabajadores. Está desmaterializando la producción, al aumentar la intensidad del conocimiento en la creación de valor. Está aumentando la competencia dentro de los mercados nacionales de productos, capitales y trabajo, así como entre los países que adoptan diferentes estrategias de comercio e inversión. Y está alimentando la desconfianza, particularmente en las compañías de tecnología y su administración de nuestros datos.

“La Globalización 4.0 recién empieza, pero nosotros estamos muy
poco preparados para ella”. Klaus Schwab (WEF)

El ritmo sin precedentes del cambio tecnológico significa que nuestros sistemas de salud, transporte, comunicación, producción, distribución y energía, por nombrar algunos, se transformarán por completo. Gestionar ese cambio requerirá no solo nuevos marcos para la cooperación nacional y multinacional, sino también un nuevo modelo de educación, completo con programas específicos para enseñar nuevas habilidades a los trabajadores. Con los avances en robótica e inteligencia artificial en el contexto del envejecimiento de las sociedades, tendremos que pasar de una narrativa de producción y consumo a una de compartir y cuidar.

La globalización 4.0 acaba de comenzar, pero nosotros estamos muy poco preparados para ella. Aferrarse a una mentalidad obsoleta y jugar con nuestros procesos e instituciones existentes no funcionará. Más bien, necesitamos rediseñarlos desde cero, para poder aprovechar las nuevas oportunidades que nos esperan, mientras evitamos el tipo de interrupciones que estamos presenciando hoy.

A medida que desarrollamos un nuevo enfoque hacia la nueva economía, debemos recordar que no estamos jugando un juego de suma cero. Esto no es una cuestión de:

  • libre comercio o proteccionismo,
  • tecnología o empleos,
  • inmigración o protección de los ciudadanos, y
  • crecimiento o igualdad.

Esas son todas falsas dicotomías, que podemos evitar al desarrollar políticas que favorezcan “y” sobre “o”, permitiendo que todos los conjuntos de intereses se persigan en paralelo.

Sin duda, los pesimistas argumentarán que las condiciones políticas se interponen en el camino de un diálogo global productivo sobre la Globalización 4.0 y la nueva economía. Pero los realistas utilizarán el momento actual para explorar las brechas en el sistema actual e identificar los requisitos para un enfoque futuro. Y los optimistas mantendrán la esperanza de que las partes interesadas orientadas hacia el futuro crearán una comunidad de interés compartido y, en última instancia, un propósito compartido.

Los cambios que están en curso hoy no están aislados en un país, una industria o un problema en particular. Son universales, y por lo tanto requieren una respuesta global. No adoptar un nuevo enfoque cooperativo sería una tragedia para la humanidad. Para redactar un plan para una arquitectura de gobernanza global compartida, debemos evitar estar atascados en el momento actual de gestión de crisis.

Específicamente, esta tarea requerirá dos cosas de la comunidad internacional: un compromiso más amplio y una mayor imaginación. La participación de todas las partes interesadas en un diálogo sostenido será crucial, al igual que la imaginación para pensar de manera sistémica, y más allá de las propias consideraciones institucionales y nacionales a corto plazo.

Estos serán los dos principios organizadores de la próxima Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos-Klosters, que se reunirá entre el 22 y 25 de enero, bajo el tema “Globalización 4.0: Formando una nueva arquitectura en la era de la Cuarta Revolución Industrial”. Listos o no, un nuevo mundo está sobre nosotros. Lampadia




La naturaleza del trabajo está cambiando

La naturaleza del trabajo está cambiando

Los temores de que los robots les quitarán empleos a las personas es un tema muy debatido, sin embargo, según el más reciente Informe del Banco Mundial titulado ‘La Cambiante Naturaleza del Trabajo’ se afirma que, en general, este miedo parece ser infundado. En cambio, la tecnología estaría brindando oportunidades, allanando el camino para crear nuevos empleos, aumentar la productividad y mejorar la prestación de servicios públicos.

El Informe de Desarrollo Mundial de 2019 del Banco Mundial estudia cómo está cambiando la naturaleza del trabajo como resultado de los avances tecnológicos actuales. Argumenta que, a la luz de la disrupción del cambio tecnológico, se necesita un nuevo ‘contrato social’ para suavizar la transición y prevenir el aumento de la desigualdad. Para esto, las inversiones significativas en capital humano a lo largo del ciclo de vida de una persona son vitales para este esfuerzo. Si los trabajadores quieren seguir siendo competitivos frente a las máquinas, deben poder actualizar sus habilidades.

Entre los principales hallazgos del Banco Mundial tenemos que:

  1. Las empresas pueden crecer rápidamente gracias a la transformación digital, que cruza límites y desafía los patrones de producción tradicionales.
  2. El auge de las plataformas digitales y la globalización significa que los efectos tecnológicos llegan a más personas más rápido que nunca.
  3. La tecnología está cambiando las habilidades que buscan los empleadores. Los trabajadores deben ser buenos en la resolución de problemas complejos, el trabajo en equipo y la adaptabilidad.
  4. La tecnología está cambiando la forma en que trabajan las personas y los términos en los que trabajan. Incluso en las economías avanzadas, el trabajo a corto plazo, que a menudo se encuentra a través de plataformas en línea, plantea desafíos similares a los que enfrentan los trabajadores informales del mundo.

Los nuevos modelos de negocios, las start-ups de plataforma digital, están evolucionando de empresas locales a gigantes globales, a menudo con pocos empleados y activos tangibles. Esta nueva organización plantea cambios de política en las áreas de privacidad, competencia e impuestos.

Para que las sociedades se beneficien del potencial que ofrece la tecnología, necesitarían un nuevo ‘contrato social’ centrado en inversiones más grandes en capital humano y proporcionar progresivamente protección social universal, como se muestra en el cuadro inferior. Sin embargo, la inclusión social requiere espacio fiscal y muchos países en desarrollo carecen de recursos financieros debido a bases fiscales inadecuadas, grandes sectores informales y una administración ineficiente.

Como afirma el Banco Mundial, “Las economías emergentes se encuentran en medio de una disrupción tecnológica que está cambiando la naturaleza del trabajo. Sea lo que sea lo que depare el futuro, la inversión en capital humano es una política sin arrepentimientos que prepara a las personas para los desafíos futuros.”

Según el informe, en muchos países en desarrollo, una gran cantidad de trabajadores sigue ocupando puestos de baja productividad, a menudo en empresas del sector informal cuyo acceso a la tecnología es deficiente. La informalidad se ha mantenido alta en las últimas dos décadas a pesar de las mejoras en el entorno regulatorio de los negocios (como muestra el cuadro inferior).

De hecho, la proporción de trabajadores informales es tan alta como 90 % en algunas economías emergentes. En general, alrededor de dos tercios de la fuerza laboral en estas economías es informal. La informalidad se ha mantenido notablemente estable a pesar del crecimiento económico o la naturaleza cambiante del trabajo. El Banco Mundial da el ejemplo del Perú donde, a pesar de todas las medidas que se han intentado crear para luchar contra este tema, la informalidad se ha mantenido constante en alrededor del 75 % en los últimos 30 años.

¿Qué pueden hacer los gobiernos?

El Banco Mundial sugiere tres soluciones:

  1. Invertir en capital humano, especialmente en grupos desfavorecidos y en educación infantil temprana, para desarrollar las nuevas habilidades que cada vez son más demandadas en el mercado laboral, como las habilidades cognitivas y socio-conductuales.
  2. Mejorar la protección social para garantizar una cobertura y protección universales que no dependan completamente de tener un empleo asalariado formal
  3. Aumentar la movilización de ingresos mediante la actualización de los sistemas tributarios, donde sea necesario, para proporcionar un espacio fiscal para financiar el desarrollo del capital humano y la protección social.

El Informe concluye que los individuos, las empresas, los gobiernos y la sociedad en general pueden adaptarse a la naturaleza cambiante del trabajo. Las personas necesitan entrenar o reorganizar las habilidades existentes para mantenerse competitivas. Las empresas deben enfrentar el desafío del cambio tecnológico acelerado y los mercados altamente concentrados. Los gobiernos y las sociedades deben buscar políticas apropiadas que protejan contra la creciente desigualdad. A medida que la tecnología facilita más formas no tradicionales de empleo, la protección social se vuelve aún más importante.

Todas las recomendaciones del Banco Mundial son loables, sin embargo, su impacto es de mediano y largo plazo y no necesariamente permiten esperar una protección efectiva contra los movimientos tectónicos que trae la cuarta revolución industrial.

En el caso del Perú, lo urgente es crear riqueza en volúmenes y oportunidades que permitan que cerremos aceleradamente las brechas de educación, salud, infraestructuras y tecnología, que nos lastran y no permiten que enfrentemos el futuro tecnológico desde una plataforma razonable. Ver en Lampadia: Estrategia para la creación de empleo y generación de riqueza en el Perú durante los próximos 20 años.




Lecciones con miras al 2050

Lecciones con miras al 2050

Nadie sabe qué nos guarda hacia mitad del siglo. La Cuarta Revolución Industrial, la cual está relacionada con la robótica, la inteligencia artificial y Big Data, entre otras muchas tecnologías disruptivas, jugará un papel trascendental en la vida de los ciudadanos, empresas y naciones en los próximos años. Sin embargo, las revoluciones industriales traen consigo una disrupción económica, política y social y muchos temen o no quieren cambiar su status quo, el cual los frena de aprovechar los grandes beneficios de la revolución en la educación.

Yuval Noah Harari, el famoso historiador y escritor israelí que destaca por sus afiladas teorías sobre lo que nos espera en el futuro, sostiene que “gran parte de lo que los niños aprenden hoy probablemente sea irrelevante para 2050”. El autor publicó un capítulo de su más reciente libro en ‘Medium’ donde analiza cómo se debería educar a los niños de hoy para el futuro.

El primero de los cambios critica la tendencia generalizada de la educación que los obliga a memorizar una gran cantidad de datos. “En un mundo así lo último que un profesor necesita dar a sus alumnos es más información. Ya tienen demasiada. En cambio, las personas necesitan la capacidad de dar sentido a esa información, distinguir entre lo que es relevante y lo que no y, sobre todo, relacionarlas para conseguir una amplia imagen del mundo”.

Harari destaca que ahora se propone un método educativo llamado “las cuatro C”:

  1. Pensamiento Crítico
  2. Comunicación
  3. Colaboración
  4. Creatividad

Lo más importante, según ellos, será “lidiar con el cambio, aprender cosas nuevas y preservar el equilibrio mental en situaciones desconocidas”. Sobre todo, “reinventarse una y otra vez”.

En Lampadia hemos insistido en la necesidad de emprender una verdadera revolución educativa si queremos nivelarnos con los estándares educativos de los países más avanzados y enfrentar los retos que traerá la Cuarta Revolución Industrial a nuestros pobres. Ver en Lampadia: La educación está en crisis y nosotros estamos de fiesta, Tenemos que emprender una revolución educativa y Estrategia para la creación de empleo y generación de riqueza en el Perú durante los próximos 20 años.

Si no emprendemos cuanto antes una verdadera revolución educativa, corremos el riesgo de que las brechas que separen a nuestra población más pobre de los ciudadanos del nuevo mundo de la ‘cuarta revolución industrial, los dejen para siempre en la marginalidad social, como lo afirma el historiador israelita, Yuval Noah Harari. Ver también en artículo Enderecemos el 2018 donde afirmamos que tenemos que nivelar a nuestros pobres con la población global y evitar que el nuevo mundo de la robótica y la inteligencia artificial los deje en los arrabales de la globalización. Lampadia

Lo que los niños necesitan aprender para triunfar en 2050

El arte de la reinvención será la habilidad más crítica de este siglo

Yuval Noah Harari

Medium
Del libro ’21 Lessons for the 21st Century’, Yuval Noah Harari (capítulo: Educación)
13 de setiembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

La humanidad se enfrenta a revoluciones sin precedentes, todas nuestras viejas historias se están desmoronando, y hasta ahora no ha surgido ninguna nueva historia que las reemplace. ¿Cómo podemos prepararnos y preparar a nuestros hijos para un mundo de transformaciones sin precedentes e incertidumbres radicales? Un bebé nacido hoy tendrá treinta y tantos años en 2050. Si todo va bien, ese bebé seguirá existiendo en 2100 e incluso podría ser un ciudadano activo del siglo 22. ¿Qué debemos enseñarle a ese bebé que les ayudará a sobrevivir y prosperar en el mundo de 2050 o el siglo 22? ¿Qué tipo de habilidades necesitarán para conseguir un trabajo, entender lo que sucede a su alrededor y navegar el laberinto de la vida?

Desafortunadamente, dado que nadie sabe cómo será el mundo en 2050, por no hablar de 2100, no sabemos la respuesta a estas preguntas. Por supuesto, los humanos nunca han sido capaces de predecir el futuro con exactitud. Pero hoy es más difícil que nunca porque una vez que la tecnología nos permite diseñar cuerpos, cerebros y mentes, ya no podremos estar seguros de nada, incluidas las cosas que antes parecían fijas y eternas.

Hace mil años, en 1018, había muchas cosas que las personas no sabían sobre el futuro, pero estaban convencidas de que las características básicas de la sociedad humana no iban a cambiar. Si vivías en China en 1018, sabías que para 1050 el Imperio Song podría colapsar, los Khitans podrían invadir desde el norte y las plagas matarían a millones. Sin embargo, le quedó claro que incluso en 1050 la mayoría de las personas seguirían trabajando como agricultores y tejedores, los gobernantes seguirían dependiendo de los humanos para formar sus ejércitos y burocracias, los hombres todavía dominarían a las mujeres, la esperanza de vida seguiría siendo de unos 40, y el cuerpo humano seguiría siendo exactamente el mismo. Por esa razón, en 1018 los padres chinos pobres enseñaron a sus hijos a plantar arroz o tejer seda; los padres más adinerados les enseñaron a sus hijos a leer los clásicos de Confucio, escribir caligrafía o pelear a caballo, y les enseñaron a sus niñas a ser amas de casa modestas y obedientes. Era obvio que estas habilidades aún serían necesarias en 1050.

Para mantenerse al día con el mundo de 2050, se tendrá que hacer más que simplemente inventar nuevas ideas y productos, pero sobre todo, reinventarte una y otra vez.

En contraste, hoy no tenemos idea de cómo se verá China o el resto del mundo en 2050. No sabemos qué hará la gente para ganarse la vida, no sabemos cómo funcionarán los ejércitos o las burocracias, y no sabemos cómo serán las relaciones de género. Algunas personas probablemente vivirán mucho más tiempo que hoy, y el propio cuerpo humano podría sufrir una revolución sin precedentes, gracias a la bioingeniería y las interfaces directas entre el cerebro y la computadora. Mucho de lo que los niños aprenden hoy probablemente será irrelevante para el 2050.

En la actualidad, demasiadas escuelas se enfocan en acumular información en el cerebro de los niños. En el pasado, esto tenía sentido, porque la información era escasa e incluso el lento goteo de información existente era bloqueado repetidamente por la censura. Si vivías, por ejemplo, en una pequeña ciudad de provincia en México en 1800, era difícil para ti saber mucho sobre el mundo en general. No había radio, televisión, diario o biblioteca pública. Incluso si usted sabía leer y escribir y tenía acceso a una biblioteca privada, no había mucho más que leer aparte de novelas y tratados religiosos. El imperio español censuró en gran medida todos los textos impresos localmente y permitió que solo se importara desde el exterior un gran número de publicaciones revisadas. Lo mismo era cierto si vivías en alguna ciudad provincial en Rusia, India, Turquía o China. Cuando llegaron las escuelas modernas, enseñando a cada niño a leer y escribir e impartiendo los datos básicos de la geografía, la historia y la biología, representaron una mejora inmensa.

En contraste, en el siglo XXI, estamos inundados de enormes cantidades de información, y los censores ni siquiera intentan bloquearla. Más bien están ocupados difundiendo información errónea o distrayéndonos con irrelevancias. Si vives en una ciudad provincial de México y tienes un teléfono inteligente, puedes pasar muchas vidas leyendo Wikipedia, viendo TED Talks y tomando cursos gratuitos en línea. Ningún gobierno puede esperar ocultar toda la información que no le gusta. Por otro lado, es alarmantemente fácil inundar al público con informes contradictorios y pistas falsas. La gente de todo el mundo está a solo un clic de los últimos informes sobre el bombardeo de Alepo o las capas de hielo que se derriten en el Ártico, pero hay tantos informes contradictorios que es difícil saber qué creer. Además, muchas otras cosas están a solo un clic de distancia, lo que dificulta la concentración, y cuando la política o la ciencia parecen demasiado complicadas, es tentador cambiar a videos divertidos sobre gatos, chismes de celebridades o pornografía.

En un mundo así, lo último que un profesor necesita darle a sus alumnos es más información. Ya tienen demasiado de eso. En cambio, las personas necesitan la capacidad de dar sentido a la información, de distinguir la diferencia entre lo que es importante y lo que no lo es, y, sobre todo, combinar muchos bits de información en una imagen amplia del mundo.

En verdad, este ha sido el ideal de la educación liberal occidental durante siglos, pero hasta ahora, incluso muchas escuelas occidentales han sido un tanto flojas en su cumplimiento. Los maestros se permitieron enfocarse en impartir datos mientras alentaban a los estudiantes a “pensar por sí mismos”. Debido a su temor al autoritarismo, las escuelas liberales han tenido un horror particular hacia las grandes narrativas. Han asumido que mientras les demos a los estudiantes muchos datos y un mínimo de libertad, los estudiantes crearán su propia imagen del mundo, e incluso si esta generación no sintetiza todos los datos en una historia coherente y significativa sobre el mundo, habrá un montón de tiempo para construir una mejor síntesis en el futuro.

Ya nos hemos quedado sin tiempo. Las decisiones que tomemos en las próximas décadas darán forma al futuro de la vida en sí misma, y ​​podemos tomar estas decisiones basadas solo en nuestra cosmovisión actual. Si esta generación carece de una visión integral del cosmos, el futuro de la vida se decidirá al azar.

Prendiendo el motor

Además de la información, la mayoría de las escuelas también se enfocan demasiado en brindarles a los estudiantes un conjunto de habilidades predeterminadas, como resolver ecuaciones diferenciales, escribir códigos de computadora en C ++, identificar sustancias químicas en un tubo de ensayo o conversar en chino. Sin embargo, como no tenemos idea de cómo será el mundo y el mercado laboral en 2050, no sabemos realmente qué habilidades particulares necesitarán las personas. Podríamos invertir mucho esfuerzo enseñando a los niños a escribir en C ++ o hablar chino, solo para descubrir que para 2050, la inteligencia artificial puede codificar el software mucho mejor que los humanos y una nueva aplicación de Google Translate le permitirá realizar una conversación casi sin fallas en Mandarín, Cantonés o Hakka, a pesar de que solo sepas decir “Ni hao”.

Entonces, ¿qué deberíamos estar enseñando? Muchos expertos pedagógicos argumentan que las escuelas deberían cambiar a la enseñanza de “las cuatro C”: pensamiento crítico, comunicación, colaboración y creatividad. Creen que, en términos más generales, las escuelas deberían minimizar las habilidades técnicas y enfatizar las habilidades [blandas] de propósito general para la vida. Lo más importante de todo será la capacidad de lidiar con el cambio, aprender cosas nuevas y preservar su equilibrio mental en situaciones desconocidas. Para mantenerse al día con el mundo de 2050, tendrá que hacer más que simplemente inventar nuevas ideas y productos, pero sobre todo, reinventarte una y otra vez.

Si alguien te describe el mundo de mediados del siglo XXI y no suena como ciencia ficción, es ciertamente falso.

Porque a medida que aumenta el ritmo del cambio, no solo la economía, sino el significado mismo de “ser humano” probablemente mute. Ya en 1848, el Manifiesto comunista declaró que “todo lo que es sólido se derrite en el aire”. Sin embargo, Marx y Engels estaban pensando principalmente en las estructuras sociales y económicas. Para 2048, las estructuras físicas y cognitivas también se fundirán en el aire o en una nube de bits de datos.

En 1848, millones de personas estaban perdiendo sus empleos en las granjas de las aldeas e iban a las grandes ciudades para trabajar en fábricas. Pero al llegar a la gran ciudad, era poco probable que cambiaran su género o agregaran un sexto sentido. Y si encuentraban trabajo en alguna fábrica textil, podían esperar permanecer en esa profesión por el resto de sus vidas laborales.

Para 2048, las personas podrían tener que hacer frente a las migraciones al ciberespacio, las identidades de género fluidas y las nuevas experiencias sensoriales generadas por los implantes de computadora. Si encuentran trabajo y significado en el diseño de modas actualizadas para un juego de realidad virtual en 3D, dentro de una década, no solo esta profesión en particular, sino todos los trabajos que exigen este nivel de creación artística pueden ser asumidos por A.I. Entonces, a los 25 años, podría presentarse en un sitio de citas como “una mujer heterosexual de 25 años que vive en Londres y trabaja en una tienda de moda”. A los 35 años, podría decir que es “una persona no específica de género”. sometidos a ajustes de edad, cuya actividad neocortical se lleva a cabo principalmente en el mundo virtual de NewCosmos, y cuya misión en la vida es ir a donde ningún diseñador de moda haya ido antes “. Simplemente espere a que un algoritmo encuentre (o cree) la combinación perfecta para usted. En cuanto a los significados del arte del diseño de modas, los algoritmos te superan de manera irrevocable, ya que ver tus logros más importantes de la década anterior te llena de vergüenza y no de orgullo. Y todavía tienes muchas décadas de cambio radical por delante.

Por favor, no tome este escenario literalmente. Nadie puede predecir los cambios específicos que presenciaremos en el futuro. Es probable que cualquier escenario particular esté lejos de la verdad. Si alguien te describe el mundo de mediados del siglo XXI y suena a ciencia ficción, probablemente sea falso. Pero, de nuevo, si alguien te describe el mundo de mediados del siglo XXI y no suena como ciencia ficción, es ciertamente falso. No podemos estar seguros de los detalles; el cambio en sí mismo es la única certeza.

Un cambio tan profundo bien puede transformar la estructura básica de la vida, haciendo de la discontinuidad su característica más destacada. Desde tiempos inmemoriales, la vida se dividió en dos partes complementarias: un período de aprendizaje seguido de un período de trabajo. En la primera parte de la vida, acumuló información, desarrolló habilidades, construyó una cosmovisión y construyó una identidad estable. Incluso si a los 15 pasabas la mayor parte del día trabajando en el campo de arroz de tu familia (en lugar de en una escuela formal), lo más importante que estabas haciendo era aprender: cómo cultivar arroz, cómo realizar negociaciones con los comerciantes de arroz codiciosos de la gran ciudad, y cómo resolver conflictos con la tierra y el agua con los otros aldeanos. En la segunda parte de la vida, usted confiaba en sus habilidades acumuladas para navegar por el mundo, ganarse la vida y contribuir a la sociedad. Por supuesto, incluso a los 50 años, continuaste aprendiendo cosas nuevas sobre el arroz, los comerciantes y los conflictos, pero estos eran solo pequeños ajustes a tus habilidades bien afiladas.

A mediados del siglo XXI, el cambio acelerado y la vida útil más larga harán que este modelo tradicional quede obsoleto. La vida se deshará en las costuras, y habrá cada vez menos continuidad entre los diferentes períodos de la vida. “¿Quién soy yo?” Será una pregunta más urgente y complicada que nunca.

Es probable que esto implique inmensos niveles de estrés. El cambio es casi siempre estresante y, después de cierta edad, a la mayoría de las personas no les gusta hacerlo. Cuando tienes 15 años, toda tu vida es cambio. Tu cuerpo está creciendo, tu mente se está desarrollando, tus relaciones se están profundizando. Todo está en flujo, y todo es nuevo. Estás ocupado inventándote. La mayoría de los adolescentes lo encuentran aterrador, pero al mismo tiempo, también es emocionante. Nuevas perspectivas se abren ante ti, y tienes todo un mundo por conquistar.

Cuando tengas 50 años, no querrás el cambio, y la mayoría de las personas han renunciado a conquistar el mundo. He estado allí, hecho eso, tengo la camiseta. Prefieres la estabilidad. Has invertido tanto en tus habilidades, tu carrera, tu identidad y tu cosmovisión que no quieres volver a empezar. Cuanto más duro hayas trabajado en la construcción de algo, más difícil será dejarlo y dejar espacio para algo nuevo. Es posible que aún aprecies nuevas experiencias y pequeños ajustes, pero la mayoría de las personas de 50 años no están preparadas para revisar las estructuras profundas de su identidad y personalidad.

Hay razones neurológicas para esto. Aunque el cerebro adulto es más flexible y volátil de lo que se pensaba, todavía es menos maleable que el cerebro adolescente. Reconectar las neuronas y reconfigurar las sinapsis es un trabajo duro. Pero en el siglo XXI, no puedes permitirte la estabilidad. Si tratas de aferrarte a una identidad, un trabajo o una cosmovisión estable, te arriesgas a que te dejen atrás ya que el mundo vuela contigo con un zumbido. Dado que es probable que aumente la esperanza de vida, es posible que posteriormente tenga que pasar muchas décadas como un fósil despistado. Para mantener la relevancia, no solo económicamente sino sobre todo socialmente, necesitarás la capacidad de aprender y reinventarte constantemente, ciertamente a una edad temprana como los 50 años.

El mejor consejo que puedo darle a un joven de 15 años es: no confíes demasiado en los adultos. La mayoría de ellos tienen buenas intenciones, pero simplemente no entienden el mundo.

A medida que la extrañeza se convierte en la nueva normalidad, tus experiencias pasadas, así como las experiencias pasadas de toda la humanidad, serán guías menos confiables. Los seres humanos como individuos y la humanidad en general tendrán que lidiar cada vez más con cosas que nadie había visto antes, como máquinas súper inteligentes, cuerpos diseñados, algoritmos que pueden manipular emociones con una precisión asombrosa, cataclismos rápidos provocados por el hombre y la necesidad de cambiar tu profesión cada década. ¿Qué es lo correcto que se debe hacer cuando se enfrenta una situación completamente sin precedentes? ¿Cómo debe actuar cuando se ve inundado por enormes cantidades de información y no hay absolutamente ninguna manera de que pueda absorberlo y analizarlo todo? ¿Cómo vives en un mundo donde la profunda incertidumbre no es un error sino una característica?

Para sobrevivir y florecer en un mundo así, necesitarás mucha flexibilidad mental y grandes reservas de equilibrio emocional. Tendrá que dejar de lado varias veces lo que mejor conoce y aprender a sentirse como en casa con lo desconocido. Desafortunadamente, enseñar a los niños a abrazar lo desconocido mientras se mantiene el equilibrio mental es mucho más difícil que enseñarles una ecuación en física o las causas de la Primera Guerra Mundial. No puedes aprender resiliencia leyendo un libro o escuchando una conferencia. Los propios maestros generalmente carecen de la flexibilidad mental que exige el siglo XXI, ya que ellos mismos son el producto del antiguo sistema educativo.

La Revolución Industrial nos ha legado la teoría de la línea de producción de la educación. En el centro de la ciudad, hay un gran edificio de concreto dividido en muchas habitaciones idénticas, cada una equipada con filas de escritorios y sillas. Al sonar una campana, vas a una de estas habitaciones junto con otros 30 niños que nacieron el mismo año que tú. Cada hora, un adulto diferente entra y comienza a hablar. Todos los adultos están pagados por el gobierno. Uno de ellos le dice acerca de la forma de la tierra, otro le dice acerca del pasado humano, y un tercero le dice acerca del cuerpo humano. Es fácil reírse de este modelo, y casi todos están de acuerdo en que, sin importar sus logros pasados, ahora está en bancarrota. Pero hasta ahora no hemos creado una alternativa viable. Ciertamente, no una alternativa escalable que se pueda implementar en las zonas rurales de México en lugar de hacerlo solo en los suburbios ricos de California.

Hackeando a humanos

Entonces, el mejor consejo que puedo dar a un chico de 15 años atrapado en una escuela obsoleta en algún lugar de México, India o Alabama es: no confíes demasiado en los adultos. La mayoría de ellos tienen buenas intenciones, pero simplemente no entienden el mundo. En el pasado, era una apuesta relativamente segura seguir a los adultos, porque conocían el mundo bastante bien y el mundo cambiaba lentamente. Pero el siglo XXI va a ser diferente. Debido al ritmo cada vez mayor del cambio, nunca puede estar seguro de si lo que los adultos le están diciendo es sabiduría intemporal o sesgo anticuado.

Entonces, ¿en qué puedes confiar? ¿Quizás en tecnología? Esa es una apuesta aún más arriesgada. La tecnología puede ayudarlo mucho, pero si la tecnología gana demasiado poder sobre su vida, podría convertirse en un rehén de su agenda. Hace miles de años, los humanos inventaron la agricultura, pero esta tecnología enriqueció solo a una pequeña élite mientras esclavizaba a la mayoría de los humanos. La mayoría de las personas se encontraban trabajando desde el amanecer hasta el atardecer arrancando malezas, cargando cubos de agua y cosechando maíz bajo un sol abrasador. Te podría pasar a ti también.

La tecnología no es mala. Si sabes lo que quieres en la vida, la tecnología puede ayudarte a conseguirlo. Pero si no sabe lo que quiere en la vida, será muy fácil para la tecnología configurar sus objetivos para usted y tomar el control de su vida. Especialmente a medida que la tecnología mejora su comprensión de los seres humanos, es posible que cada vez te encuentres más sirviéndola, en lugar de que te sirva a ti. ¿Has visto a esos zombies que deambulan por las calles pegados a sus teléfonos inteligentes? ¿Crees que controlan la tecnología, o la tecnología los controla?

¿Deberías confiar en ti mismo, entonces? Eso suena genial en Sesame Street o en una película de Disney pasada de moda, pero en la vida real, no funciona tan bien. Incluso Disney se está dando cuenta. Al igual que Riley Andersen, la mayoría de las personas apenas se conocen a sí mismas, y cuando intentan “escucharse a sí mismas” fácilmente se convierten en presa de manipulaciones externas. La voz que escuchamos dentro de nuestras cabezas nunca es confiable porque siempre refleja propaganda estatal, lavado de cerebro ideológico y anuncios comerciales, por no mencionar los errores bioquímicos.

A medida que la biotecnología y el aprendizaje automático mejoren, será más fácil manipular las emociones y los deseos más profundos de las personas, y se volverá más peligroso que nunca seguir tu corazón. Cuando Coca-Cola, Amazon, Baidu o el gobierno sepan cómo tirar de las cuerdas de su corazón y presionar los botones de su cerebro, ¿todavía podrán distinguir la diferencia entre usted y sus expertos en marketing?

Si no sabes lo que quieres en la vida, será muy fácil para la tecnología crearte objetivos y tomar el control de tu vida.

Para tener éxito en una tarea tan desalentadora, tendrás que trabajar muy duro para conocer mejor su sistema operativo, para saber qué eres y qué quieres de la vida. Este es, por supuesto, el consejo más antiguo del libro: conócete a ti mismo. Durante miles de años, los filósofos y profetas han instado a las personas a conocerse a sí mismas. Pero este consejo nunca fue más urgente que en el siglo XXI, porque a diferencia de los días de Laozi o Sócrates, ahora tienes una competencia seria. Coca-Cola, Amazon, Baidu y el gobierno están todos corriendo para hackearte. No es tu teléfono inteligente, ni tu computadora, ni tu cuenta bancaria; están en una carrera para hackearte a ti y a tu sistema operativo orgánico. Es posible que hayas escuchado que vivimos en la era de hackear computadoras, pero eso no es ni la mitad de la verdad. De hecho, estamos viviendo en la era de hackear a los humanos.

Los algoritmos te están observando ahora mismo. Están observando a dónde vas, qué compras, con quién te encuentras. Pronto controlarán todos tus pasos, todas tus respiraciones, todos los latidos de tu corazón. Confían en Big Data y en el aprendizaje automático para conocerte mejor y mejor. Y una vez que estos algoritmos te conozcan mejor que tú mismo, pueden controlarte y manipularte, y no podrás hacer mucho al respecto. Vivirás en la matriz, o en The Truman Show. Al final, es un asunto empírico simple: si los algoritmos comprenden realmente lo que está sucediendo dentro de ti mejor de lo que tú mismo entiendes, la autoridad cambiará hacia ellos.

Por supuesto, puedes ser perfectamente feliz si cede toda la autoridad a los algoritmos y confías en que ellos decidan las cosas por usted y por el resto del mundo. Si es así, simplemente relájate y disfruta del paseo. No necesitas hacer nada al respecto. Los algoritmos se encargarán de todo. Sin embargo, si desea conservar algo de control sobre su existencia personal y el futuro de la vida, tiene que correr más rápido que los algoritmos, más rápido que Amazon y el gobierno, y conocerlo antes de que lo hagan. Para correr rápido, no lleve mucho equipaje con usted. Deja todas tus ilusiones atrás. Son muy pesados. Lampadia




Trabajemos de la mano de la tecnología

Trabajemos de la mano de la tecnología

Históricamente hemos sufrido miedos sobre los avances tecnológicos. Un ejemplo es el invento del automóvil, que permitió limpiar las ciudades de la contaminación producida por los desechos de los caballos. Mientras que este invento eliminó muchos tipos de empleos, trajo muchos beneficios y facilitó el transporte en eficiencia, confort y distancia. Además, creó cuantiosos nuevos trabajos en manufactura y servicios, estableciendo además el paradigma de la producción en serie o masiva. Así como la de Henry Ford, muchas innovaciones visionarias son disruptivas y crean discontinuidades inimaginables, como se explica en su dicho: “Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho que un caballo más rápido”.

Si un trabajo es rutinario o mecánico, puede hacerlo una máquina. La tecnología eliminará muchos trabajos y creará disrupciones en casi todas las industrias. Esa es la verdad. Se teme que con la cuarta revolución industrial’, se producirán impactos disruptivos del empleo en todos los niveles educativos, de una profundidad y amplitud no antes vista. Ver en Lampadia: Organizaciones Exponenciales (I).

Sin embargo, como afirma el análisis del Banco Mundial, que publicamos líneas abajo, “A largo plazo, la innovación tecnológica generará mayores ingresos y calidad de vida. Incluso a la luz de los desafíos provocados por la Cuarta Revolución Industrial, esta predicción es alcanzable para toda la población y no solo para unos pocos privilegiados, pero solo si las instituciones públicas promueven la igualdad de oportunidades, generan un sistema educativo que favorece las habilidades flexibles y la creatividad, y usa políticas de redistribución para compartir el producto de ganancias tecnológicas. Con las instituciones públicas adecuadas, en lugar de enfurecerse o competir contra la máquina, podemos trabajar con las máquinas hacia un mejor futuro.”

Quizás la enseñanza más importante es que el sistema educativo necesita una revisión. Por el momento, el sistema está generando el tipo de trabajadores que necesitábamos hace 50 años. Estamos entrenando personas para que seamos buenos en cosas donde las máquinas son mejores, lo cual es un gran error. Necesitamos curiosidad intelectual, resolución de problemas, trabajo en grupo, creatividad y autodirección, muy, muy diferentes tipos de habilidades. Necesitamos aprender cómo educar y capacitar a las personas para que sean intelectualmente flexibles, para poder cambiar con el tiempo a medida que cambian los requisitos.

Uno de los puntos clave en los empleos del futuro son las habilidades blandas. Las habilidades blandas serán muy cotizadas en el futuro venidero, especialmente con el avance de la automatización y la cuarta revolución industrial. Se complementarán con las habilidades duras, que son las exigencias profesionales de un trabajo y conocimientos más académicos o cognitivos que, cada vez más, están al alcance de una tecla.

El libro ‘The Rise of the Robots’ de Martin Ford, reseñado en Lampadia en: El inexorable ascenso de los robots, refleja la creciente ansiedad sobre el posible impacto negativo de la automatización en el empleo, desde la fabricación hasta los servicios profesionales. El subtítulo de la edición del Reino Unido advierte sobre “la amenaza del desempleo masivo” y, la edición de EEUU, prevé “un futuro sin empleo”.

No podemos quedarnos con el miedo a los cambios y dejar que nublen nuestro criterio. La opción estratégica del Perú debe ser apostar por la tecnología. Tenemos que asumir el cambio con la mayor ambición posible. Solo así sacaremos el mayor provecho para crear mayor bienestar para los ciudadanos. Lampadia

El futuro del trabajo: Compitamos con (no en contra de) las máquinas

Lay Lian Chuah, Norman V. Loayza, y Achim D. Schmillen
Briefs de investigación y política
Publicado por el Banco Mundial de Malasia
Agosto de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

¿Acaso la revolución en las tecnologías digitales y de la información nos hará obsoletos?
¿Se perderán trabajos y nunca se reemplazarán?
¿Bajarán los salarios a niveles insostenibles?

La historia, la teoría económica y la evidencia sugieren que, a largo plazo, tales temores están fuera de lugar. Sin embargo, en el corto y mediano plazo, la disrupción puede ser grave para ciertos tipos de trabajo, lugares y poblaciones.

En el período de transición, se necesitan políticas para facilitar la flexibilidad y la movilidad del mercado laboral, introducir y fortalecer las redes de seguridad y protección social y mejorar la educación y las capacitaciones.

 

El miedo: ¿nos estamos quedando sin trabajos?

Existe un creciente temor de que los avances recientes en tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y la robótica lleven a la sustitución total de trabajadores humanos por máquinas y una era de desempleo masivo e incluso una mayor desigualdad de ingresos.

  • La revista estadounidense Mother Jones informa: “Las máquinas inteligentes probablemente no nos maten a todos, pero definitivamente nos quitarán nuestros trabajos y antes de lo que piensas”.
  • El periódico británico The Guardian argumenta, “La tecnología está vaciando a la clase media y creando una economía bifurcada”.
  • El Global Times de China señala: “No es del todo descabellado suponer que, bajo el dominio de los robots, los humanos se verían obligados a suplicar alimentos ya que no tienen ningún trabajo para hacer”.

Al menos desde la Primera Revolución Industrial en la década de 1750, los trabajos y los medios de subsistencia de los trabajadores se han visto amenazados por las máquinas que pueden reemplazarlos. Frente a esta amenaza, los luditas se organizaron para destruir maquinaria de tejido en Inglaterra a principios del siglo XIX. Más recientemente, los taxistas de París, Ciudad de México y Bogotá han bloqueado las calles y, a veces han recurrido a la violencia, para protestar contra el advenimiento de los servicios de viaje compartido con tecnología como Uber. Perder nuestros trabajos porque nos hemos quedado obsoletos puede ser uno de nuestros mayores temores, y por buenas razones: la pérdida de empleo tiene efectos negativos significativos y duraderos sobre el empleo futuro, las ganancias, el consumo, la salud e incluso la esperanza de vida. Para algunas personas, las tasas de mortalidad en el año posterior a la pérdida del empleo son hasta un 100% más altas (Sullivan y von Wachter 2009).

Estas preocupaciones han sido repetidas y estudiadas en economía. En su ensayo profético sobre las “Posibilidades económicas para nuestros nietos”, Keynes (1930) predijo el declive del empleo frente a las tecnologías modernas y lo denominó el “desempleo tecnológico”. Leontief (1983) se preguntó si los trabajadores seguirían “el mismo camino que los caballos”, reemplazados por máquinas.

En Estados Unidos y otros países desarrollados, el crecimiento del empleo ha seguido una forma de ‘U’ en las últimas décadas, aumentando para los trabajadores de baja y alta capacitación, pero disminuyendo para los trabajadores de capacidades medias, como los trabajadores de fábrica y administrativos (Autor, Katz y Kearney 2006; Goos y Manning 2007; Autor 2015b). Esto ha resultado en la polarización del empleo y los salarios. Mientras que otras tendencias como el cambio climático, el cambio demográfico y la globalización también han afectado el empleo, un estudio de los Estados Unidos encontró que los condados (jurisdicciones por debajo del nivel estatal) más “expuestos” a los robots han perdido más empleos que otros (Acemoglu y Restrepo 2017). También hay cierta evidencia de crecimiento del empleo en forma de ‘U’ para muchos países en desarrollo. Sin embargo, para este grupo de países, la evidencia general sobre la relación entre el crecimiento del empleo y la distribución de habilidades es más tentativa y mixta. Si bien la relación ha sido en forma de U para países tan diversos como Malasia, Polonia y Turquía, los patrones para China y una variedad de otros países en desarrollo han sido diferentes (figura 1). Esta diversidad probablemente esté relacionada con la interacción entre las condiciones del mercado laboral local, incluida la distribución de habilidades y las tecnologías que se adoptan.

El pasado del trabajo: ¿hemos estado aquí antes?

Una forma de estructurar la historia económica de los países desarrollados en los últimos 250 años es referirse a tres revoluciones industriales pasadas que ocurrieron en los años 1760, 1890 y 1970. A su vez, estas revoluciones pueden caracterizarse por la innovación tecnológica que las impulsó. Por lo tanto:

  • La Primera Revolución Industrial usó máquinas de vapor y fábricas para mecanizar la producción;
  • La segunda utilizó electricidad, petróleo y líneas de ensamblaje para generar producción industrial;
  • La tercera utilizó electrónica y tecnología de la información para automatizar la producción.

Las tres revoluciones industriales pasadas llevaron a grandes mejoras en la productividad. Esto, a su vez, elevó el bienestar en los países desarrollados a niveles inimaginables, tanto en términos de nivel de vida material como de ocio (desde la década de 1950, el promedio de horas por trabajador ha estado cayendo entre los países de la OCDE). En la actualidad, el nivel de vida y el ocio en los países en desarrollo van muy por detrás de los países desarrollados. Por lo tanto, los efectos del crecimiento futuro de la productividad sobre el bienestar pueden ser incluso más beneficiosos en los países en desarrollo que en los desarrollados.

Sin embargo, el aumento de la productividad toma tiempo en materializarse. En el caso de la electricidad, el auge de la productividad se produjo solo en la década de 1920, más de 30 años después de la electrificación de fábrica. Brynjolfsson, Rock y Syverson (2018) sostienen que lo mismo ha sucedido con las tecnologías de la información y las comunicaciones, que comenzaron en la década de 1970, pero solo en la década de 2000 han producido un notable aumento de la productividad. En 1987, Solow dijo, “Se puede ver la era de la informática en todas partes, pero en las estadísticas de productividad”. Esta pausa de productividad es común para la mayoría de las tecnologías, pero es particularmente pronunciada para tecnologías de propósito general como la máquina de vapor, electricidad, computadoras y el Internet. Usarlos de manera efectiva requiere una transformación del proceso de producción que puede llevar años, así como una inversión sustancial sin un beneficio inmediato.

Todas las revoluciones industriales han amenazado la transformación económica y al empleo. En los últimos 250 años, sin embargo, la innovación tecnológica no ha producido un desempleo masivo (Gordon 2016). Un bien específico, un tipo de trabajo, o incluso un sector en la economía puede disminuir e incluso desaparecer con la llegada de las nuevas tecnologías. Sin embargo, lo que es cierto para un sector, producto o trabajo no ha sido cierto para la economía en general (Autor 2015b).

El ejemplo de la agricultura en los países desarrollados es instructivo. En Estados Unidos, entre 1900 y 2000, la agricultura pasó de ser el principal empleador en la economía, con el 41 % de todos los empleos, a emplear solo el 2 % de los trabajadores, según datos del Departamento de Agricultura de EEUU. Durante este siglo, las ganancias de productividad permitieron que la agricultura alimentara a una población creciente con menos trabajadores, mientras que el aumento de nuevas actividades económicas creó puestos de trabajo y oportunidades mejor remunerados en las ciudades para todos los trabajadores. En los países en desarrollo, la agricultura todavía desempeña un papel relativamente importante. Sin embargo, incluso dentro de este grupo de países, su participación en el empleo general ha sido lento pero secular. Entre los países de ingresos bajos y medianos, el empleo en la agricultura como porcentaje del empleo total disminuyó del 53% al 32 % entre 1991 y 2016, según los Indicadores del Desarrollo Mundial del Banco Mundial.

Aunque los efectos positivos en el sector laboral de las últimas tres revoluciones industriales se materializaron a largo plazo, hubo un período prolongado en el que los salarios y el empleo disminuyeron o permanecieron estancados a pesar de que se adoptaron nuevas tecnologías y aumentó la productividad. Allen (2009) apodó a este período “la pausa de Engels”, después de los ensayos de Friedrich Engels sobre la clase obrera británica. La “pausa de Engels” duró casi 80 años después del comienzo de la Primera Revolución Industrial y unos 40 años después de la Segunda. Causó trastornos en el trabajo y disturbios sociales (como lo ilustraron con perspicacia las historias de Charles Dickens) y, posiblemente, incluso revoluciones políticas, como las que recorrieron Europa en la década de 1840.

El futuro del trabajo: ¿esta vez es diferente?

Ninguna Revolución Industrial tiene exactamente los mismos efectos en el mercado laboral que las anteriores. Los avances en la inteligencia artificial, la robótica y otras tecnologías han llevado a afirmar que estamos en la cúspide de una nueva era de la máquina que eclipsará las anteriores olas de automatización en términos de escala, velocidad y alcance de la disrupción que causa. Una característica definitoria de la Cuarta Revolución Industrial parece ser que, aunque anteriormente la tecnología podía realizar tareas manuales y cognitivas de rutina, en la revolución informática y digital actual, las máquinas también pueden realizar algunas tareas no rutinarias que hasta ahora estaban reservadas para los humanos: la aplicación de lógica e información para proporcionar una amplia gama de productos y servicios, desde manufactura y transporte automatizados hasta contabilidad y decisiones judiciales (Brynjolfsson y McAfee 2011, 2014).

La disrupción causada por la Cuarta Revolución Industrial parece ser particularmente palpable en los países desarrollados, pero también hay signos crecientes de ello en el mundo en desarrollo. En los últimos años, en Filipinas, por ejemplo, la industria de subcontratación de procesos comerciales se ha convertido en un importante sector de actividad económica y fuente de empleos bien remunerados, que emplea a más de un millón de personas. Sin embargo, algunas empresas de la industria han invertido recientemente en tecnología y, por ejemplo, han comenzado a reemplazar a los agentes de call center por chatbots con sistemas de inteligencia artificial. Si bien el impacto del cambio tecnológico es, por el momento, más evidente en la subcontratación comercial “poco orientada a procesos”, relativamente poco calificada, existen temores generalizados de impactos más generales en el mediano plazo.

Esto no significa que las máquinas reemplazarán a todos los trabajadores o que los salarios se desplomarán en todos los ámbitos. Las computadoras basadas en inteligencia artificial son notablemente eficaces en la realización de tareas específicas en lugar de replicar la inteligencia humana. Los primeros intentos de imitar a los humanos en la década de 1970 descarrilaron a la IA durante décadas. Por el contrario, el éxito reciente de la IA se ha basado en un enfoque algorítmico que utiliza redes neuronales y aprendizaje profundo para tareas bien definidas y limitadas. Es probable que la contribución humana siga siendo el ingrediente crucial: el “anillo tórico”, como lo llama Autor (2015b). A través de esta ilustración y sus reflexiones sobre la paradoja de Polanyi (“Nuestro conocimiento tácito de cómo funciona el mundo a menudo excede nuestro entendimiento explícito”), Autor (2015a, 2015b) ha enfatizado la fuerte complementariedad entre las máquinas y los humanos.

La sustitución de mano de obra por máquinas lleva tiempo y depende de circunstancias específicas de un contexto dado. Las innovaciones tecnológicas tienden a ocurrir en los países desarrollados, y su adopción en los países en desarrollo generalmente ocurre con un retraso de tiempo. Generalmente, la mano de obra es mucho más barata en los países en desarrollo que en los desarrollados. Esto ralentiza aún más el ritmo relativo de adopción de nuevas tecnologías en los países en desarrollo, lo que implica que en muchas de ellas las preocupaciones sobre las implicaciones de la Tercera Revolución Industrial siguen pareciendo más urgentes que las relativas a la Cuarta. Sin embargo, incluso los bajos costos de mano de obra no detienen por completo la adopción de tecnología. Por ejemplo, Top Glove de Malasia es uno de los fabricantes de guantes de goma más grandes del mundo, con aproximadamente una cuarta parte de la participación de mercado global. Como los salarios en Malasia han aumentado gradualmente en los últimos 25 años, la empresa ha seguido siendo competitiva mediante la sustitución gradual de la mano de obra extranjera por la doméstica. Sin embargo, como varios factores han aumentado aún más el costo relativo de la mano de obra, la compañía ahora está buscando automatizar cada vez más.

Un marco para evaluar el impacto de la innovación tecnológica en el empleo y los salarios

Acemoglu y Autor (2011) y Acemoglu y Restrepo (2018) brindan un marco útil para evaluar los efectos laborales y salariales de la innovación tecnológica. De acuerdo con este marco, en términos generales hay dos tipos de innovaciones: tecnologías habilitantes y tecnologías de reemplazo.

  • Las tecnologías habilitantes amplían la productividad del trabajo y conducen a un mayor empleo y salarios. Los ejemplos modernos son el diseño asistido por computadora (CAT) y el software estadístico para el análisis económico y social.
  • Las tecnologías de reemplazo, por el contrario, sustituyen al trabajo, haciendo que los trabajadores sean menos útiles y bajando sus salarios. Ejemplos modernos son robots industriales para manufactura de automóviles y software para contabilidad e informes fiscales.

El efecto directo de reemplazar las tecnologías es negativo en los salarios y el empleo. Sin embargo, estas tecnologías aún pueden tener un efecto positivo en dos formas principales.

  • Primero, las nuevas tecnologías pueden generar tareas complementarias. En Estados Unidos, por ejemplo, después de que se introdujeron cajeros automáticos (ATM) hace 40 años, el número de cajeros de banco, lejos de reducirse, se duplicó; la función de los cajeros se volvió más orientada al servicio y a la información (Bessen 2015).
  • En segundo lugar, los efectos de productividad pueden ser lo suficientemente grandes como para crear riqueza y generar demanda para otros trabajos (por ejemplo, en turismo y hospitalidad).

La caracterización de las tecnologías habilitadoras y reemplazantes depende no solo de las propiedades técnicas de las innovaciones sino también de las habilidades de los trabajadores y las condiciones del mercado laboral donde se implementan. La misma tecnología puede reemplazar a los trabajadores en algunos casos y brindarles nuevas oportunidades en otros: aquellos bien preparados con habilidades complementarias se beneficiarían más de las innovaciones tecnológicas. Por lo tanto, un desafío importante para los responsables de las políticas, las instituciones educativas y los hogares es identificar estas habilidades complementarias para el futuro trabajo. Las condiciones del mercado laboral, por su parte, pueden afectar la forma en que las innovaciones afectan el empleo y los salarios. Los mercados laborales rígidos tenderían a ajustarse al perder la mano de obra, mientras que los mercados laborales más flexibles se ajustarían mediante reducciones salariales. Los mercados de trabajo flexibles también pueden inducir la reasignación y la movilidad de los trabajadores frente a las conmociones tecnológicas, mitigando los efectos negativos tanto en el empleo como en los salarios. Identificar las principales fuentes de fricción en los mercados laborales rígidos (fricciones reglamentarias y de comportamiento) puede orientar las reformas de política.

¿Qué políticas se necesitan? ¿Qué pueden hacer los países?

Hoy en día, más personas están empleadas que nunca. A la larga, se crearán nuevas tareas y nuevos puestos de trabajo que son difíciles de imaginar ahora (de la misma manera que incluso el observador más conocedor e imaginativo de principios del siglo XX no habría adivinado cómo se emplearían los trabajadores que abandonan la agricultura en las siguientes décadas). Al mismo tiempo, muchos de los avances tecnológicos actuales amplían la desigualdad. Los retornos a las tareas que complementan las nuevas tecnologías han crecido de manera espectacular, pero muchos puestos de trabajo de capacidades bajas y medianas corren el riesgo de ser reemplazados por la automatización. La perspectiva de una “pausa de Engels” se avecina en el horizonte. Esto plantea la pregunta de cómo mitigar, si no evitar, los efectos negativos del cambio tecnológico.

El cambio tecnológico promete enormes ganancias en productividad y bienestar. Por lo tanto, las políticas “neo-luditas” que apuntan a detener o retrasar la Cuarta Revolución Industrial parecen equivocadas. En cambio, la principal pregunta de política es cómo maximizar los beneficios sociales potenciales del cambio tecnológico. Esto requiere políticas que faciliten la flexibilidad y la movilidad del mercado laboral, introduzcan y fortalezcan las redes de seguridad y protección social, y mejoren la educación y la capacitación.

Las políticas que hacen que el trabajo sea excesivamente costoso inducen la adopción de tecnologías que reemplazan la mano de obra. La reforma del mercado laboral debería estar dirigida a facilitar la flexibilidad y la movilidad laboral, incluida la migración internacional. La evidencia reciente para Estados Unidos, por ejemplo, sugiere que la inmigración reduce los efectos negativos del cambio tecnológico para los trabajadores nativos en el extremo inferior de la distribución salarial. Esto se debe a que una afluencia de inmigrantes especializados en tareas manuales atenúa la degradación de los empleos de los trabajadores nativos y los salarios inducidos por el cambio tecnológico (Basso, Peri y Rahman, 2017). Lograr que el entorno empresarial sea adecuado para que las empresas inviertan y contraten trabajadores y reducir las fallas del mercado que obstaculizan las nuevas empresas, de manera similar, puede ayudar a capturar los beneficios del cambio tecnológico. El principio de política no debe ser proteger los empleos que se vuelven obsoletos e improductivos debido a los cambios tecnológicos sino a proteger a las personas (como ejemplifica el enfoque de flexiseguridad del mercado laboral danés, Banco Mundial 2013).

Un mercado laboral más dinámico requiere una mejor protección social para ser tanto factible como deseable. Las redes de seguridad, incluidas las transferencias de efectivo a los pobres y desempleados, son esenciales para apoyar a los trabajadores (y sus familias) que pueden verse desplazados o reemplazados cuando se implementan nuevas tecnologías. La evidencia de todo el mundo muestra que las redes de seguridad bien diseñadas contribuyen de manera sustancial a la lucha contra la pobreza y la desigualdad, tanto en el largo plazo como en el ajuste a grandes shocks tecnológicos (Banco Mundial 2013, 2018).

No menos importante, la reforma educativa -enfatizando habilidades científicas, matemáticas y de comunicación, así como también habilidades blandas como perseverancia, flexibilidad, creatividad, adaptabilidad y trabajo en equipo- es crucial para desarrollar las habilidades complementarias que los trabajadores necesitan para beneficiarse de todo tipo de máquinas y tecnologías. Complementar la educación con políticas activas del mercado de trabajo, capacitación laboral y otras oportunidades para el aprendizaje permanente puede alentar a los trabajadores a mantenerse comprometidos y continuar participando en los cambiantes mercados laborales (Card, Kluve y Weber 2018, OCDE 2017).

Tener las habilidades adecuadas puede transformar las tecnologías de “reemplazo” en tecnologías “habilitantes” para los trabajadores. El “movimiento de la escuela secundaria” en los Estados Unidos a principios del siglo XX (que ordenó y facilitó la estancia de los niños en la escuela hasta los 16 años) fue una gran inversión que preparó a varias generaciones para beneficiarse de la transformación estructural de la agricultura y la Revolución industrial. Más recientemente, la participación de la fuerza de trabajo de China con educación secundaria superior aumentó de 6 % a 29 % de 1980 a 2015. En paralelo, la proporción de la fuerza de trabajo del país con educación terciaria aumentó del 1 % a más del 12 %, mientras que la participación del empleo en el sector privado aumentó de prácticamente cero en 1978 a más del 83 % en 2014. Las mejoras resultantes en el capital humano y una asignación más eficiente del trabajo facilitaron la adaptación tecnológica efectiva y la transformación económica. Se puede considerar un factor clave detrás del éxito económico de China desde 1978 (Li et al., 2017).

El principio fundamental que subyace a estas políticas es que las tecnologías y los mercados no producen resultados; las personas y las instituciones lo hacen. La comparación con la riqueza de recursos naturales es informativa: dependiendo de las instituciones públicas, puede conducir a un aumento sustancial del bienestar social o al desperdicio y las ganancias plutocráticas.

Conclusión: compita con (no en contra de) las máquinas

El ensayo de Keynes sobre las “Posibilidades económicas para nuestros nietos” fue optimista, una voz de esperanza, ya que la economía mundial estaba a punto de sumergirse en la Gran Depresión. Predijo que el desempleo tecnológico sería un fenómeno temporal. A largo plazo, la innovación tecnológica generará mayores ingresos y calidad de vida, incluido más ocio. Incluso a la luz de los desafíos provocados por la Cuarta Revolución Industrial, esta predicción es alcanzable para toda la población y no solo para unos pocos privilegiados, pero solo si las instituciones públicas promueven la igualdad de oportunidades, generan un sistema educativo que favorece las habilidades flexibles y la creatividad, y usa políticas de redistribución para compartir el producto de ganancias tecnológicas. Con las instituciones públicas adecuadas, en lugar de enfurecerse o competir contra la máquina, podemos trabajar con las máquinas hacia un mejor futuro. Lampadia




Estrategia para la creación de empleo y generación de riqueza en el Perú durante los próximos 20 años

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

El Mundo

Dentro de 20 años, el mundo habrá sufrido una gran transformación de sus procesos productivos, logrado un sustancial aumento de la productividad y mejorado el bienestar general.

La ‘cuarta revolución industrial’ habrá dejado de ser una fuente de especulación sobre sus impactos económicos y sociales. En el mundo, la robótica, la inteligencia artificial y los algoritmos habrán generado una sociedad con relaciones disruptivas entre la creación de riqueza, empleo, tecnología, ingresos y bienestar, tal como las vemos hoy día.

Las sociedades más ricas, aquellas que lideren la gran transformación productiva y marquen el acelerado cambio tecnológico, gozarán de condiciones de vida muy superiores a las de las sociedades que no estén en la frontera de desarrollo y adopción de las nuevas tecnologías.

El Perú

Nosotros estamos tarde como para ser parte de la vanguardia de dicha revolución. No hemos acumulado ni capital humano, ni físico, ni tecnológico; no hemos acumulado suficientes activos como para transformar aceleradamente nuevas formas de creación de riqueza.

Sin embargo, sí tenemos la capacidad de producir y de exportar muchos de los productos y servicios que las viejas y nuevas sociedades afluentes no producen (y que demandarán) para mantener sus altos niveles de bienestar.

El Perú puede producir y exportar las mejores frutas y hortalizas del planeta, magníficos peces y mariscos, buenas variedades de madera, diversidad de minerales y fuentes de energía, así como servicios de turismo y gastronomía.

Si nos dejamos de complejos y superamos los paradigmas que desvían la orientación de nuestras políticas productivas, podremos multiplicar nuestra oferta de dichos productos y servicios y recibir una compensación económica que nos permita:

  • Acumular capital
  • Mejorar nuestras infraestructuras
  • Desarrollar nuestro capital humano
  • Generar empleo en un mundo que sustituye empleo por máquinas
  • Dotar al Estado de los recursos necesarios para la gestión pública

Desde un punto de vista conceptual, la ‘cuarta revolución industrial’ transformará todos los procesos intermedios entre los elementos de la naturaleza y su usufructo por el ser humano. Los sectores de “servicios de alojamiento y alimentación”, manufactura y transporte serán particularmente vulnerables (como explica Martin Wolf del Financial Times).

En otras palabras, uno de los sectores que verá una mayor transformación será el sector industrial, donde los saltos de productividad generados por las nuevas tecnologías harán que sea muy difícil competir, sin su plena adopción.

Pero un buen mango, o una magnífica palta, uva, espárrago, arándano, alcachofa o melón, no serán producidos por máquinas, ni se sustituirá la participación de los seres humanos por las nuevas tecnologías. Como tampoco sucederá con los langostinos, erizos, lenguados o paiches, ni con nuestras variedades de madera y minerales. La sustitución tampoco se dará en los servicios que facilitan una visita a Machu Picchu, Kuelap y el Cañón del Colca, o el disfrute de un buen ceviche, lomo saltado, chupe de camarones o arroz con pato, por lo menos, no en un mediano plazo.

Todos estos productos y servicios son parte de ‘nuestra gran ventana de oportunidad’, un gran stock productivo, que debe ayudarnos a recuperar buena parte de los años perdidos, en los que impedimos la inversión privada (60s, 70s y 80s) y que después volvimos a malograr, multiplicando regulaciones que disuaden la inversión, sembrando una cultura anti-inversión privada en el sector público, permitiendo que pequeños grupos de poder saboteen las inversiones en nombre de sus falsos ídolos ambientales y sociales (paulatinamente desde el 2000 y a todo vapor desde el 2011).

Análisis

El Perú debe apoyarse en nuestra amplia y magnífica dotación de recursos naturales, cada vez más necesarios y valiosos para los países más ricos. Recursos que podemos producir y multiplicar, para traer del exterior (desde las empresas y consumidores más ricos del planeta) los recursos económicos que nos permitan avanzar hacia el pleno empleo y la mejora de capacidades humanas, en un mundo sin empleos.

Si les explicamos a nuestros ciudadanos los beneficios de asumir un desarrollo estratégico, que aproveche nuestro potencial en el nuevo mundo de la robótica y la inteligencia artificial, seguramente tendremos la comprensión y el apoyo para emprender la gesta del desarrollo sin avanzar un paso y retroceder dos, como venimos haciendo hace un buen tiempo.

No debemos dejar que grupos de interés político, ideologizados, sigan envenenando las mentes de nuestros ciudadanos sin contrarrestar sus mentiras y sus mitos. Estos grupos han capturado buena parte de los medios de comunicación, tanto a nivel nacional como en provincias. Además, tal como ha sucedido en otras sociedades, también cuentan con el apoyo de los académicos más activos en política (por ejemplo, los mediáticos profesores de economía de la PUCP), así como con la desidia de los líderes empresariales y sus gremios. 

Algo muy importante a registrar es que no nos queda mucho tiempo, por ello debemos trazar una estrategia de desarrollo que movilice, aceleradamente y consistentemente, nuestras capacidades durante los próximos 20 años.

  • Dentro de las dos siguientes décadas nuestra población seguirá envejeciendo hasta agotar nuestro bono demográfico
  • Las tecnologías seguirán evolucionando, y podrán empezar a aparecer las fábricas verticales de frutas y hortalizas mediante reproducción celular, la explotación masiva de minerales en los fondos marinos y en asteroides, eliminando nuestras actuales oportunidades de generar riqueza
  • Si no emprendemos cuanto antes una verdadera revolución educativa, corremos el riesgo de que las brechas que separen a nuestra población más pobre de los ciudadanos del nuevo mundo de la ‘cuarta revolución industrial, los dejen para siempre en la marginalidad social, como lo afirma el historiador israelita, Yuval Noah Harari.

En los próximos meses podemos movilizar el país hacia el crecimiento integral y sostenido, promoviendo agresivamente la inversión privada para desarrollar nuestros recursos naturales, las infraestructuras y el turismo; además de emprender las reformas políticas e institucionales que nos acerquen a los estados de derecho modernos; desburocratizando y simplificando drásticamente la paralizadora normativa actual y, por supuesto, alentando un salto cuántico en educación y salud.

Objetivo

Nuestra meta debe ser que el PBI crezca un 7% anual.

Un 7% de crecimiento anual da un crecimiento acumulado de 100% cada 10 años. Eso significa que podríamos llevar nuestro actual PBI de aproximadamente US$ 200,000 millones a US$ 800,000 millones en 20 años.

Además, con el mismo ritmo de crecimiento, nuestras exportaciones podrían pasar de los US$ 50,000 millones actuales a US$ 200,000 millones en 20 años. Lo interesante es que, si efectivamente privilegiamos la producción y exportación de frutas y hortalizas, madera y minerales, entre otros, dichas exportaciones dejarían en el Perú un porcentaje muy alto de su valor de venta en el extranjero, a diferencia de las exportaciones de productos manufactureros, que dejan un valor muy reducido en el país. Por ejemplo:

  • La exportación de un polo de buena confección, que se vende en Miami a unos US$ 80, le deja al productor local un 8 a 12% (según Oppenheimer, solo 8%)
  • Las frutas frescas, como la palta Hass, que se puede vender a unos dos euros por unidad en un supermercado inglés, deja en el Perú algo más de un 60% de su precio final.
  • Los concentrados de cobre, la exportación de minerales más básica, deja en el país aproximadamente un 86% de su valor en destino.

Por lo tanto, por donde se mire, tenemos que acumular la mayor riqueza posible en el menor tiempo posible y canalizarla para nivelar a nuestra población, especialmente a los más pobres, con los ciudadanos del mundo de la ‘cuarta revolución industrial’. 

Estrategia

Maximizar la creación de riqueza, volcando al país a poner en valor nuestros recursos naturales y nuestros servicios de turismo y gastronomía:

  1. Multiplicando los flujos económicos desde el exterior, mediante los altos márgenes de nuestras exportaciones, así como inversiones productivas y en infraestructuras.
  2. Incorporar a la sierra alto andina a los brazos de creación de riqueza de la gastronomía y las agro-exportaciones, apoyando el Programa de Sierra Productiva.
  3. Emprender una verdadera revolución educativa, dejando el paradigma de la educación masiva y centrando el aprendizaje en el liderazgo del alumno.
  4. Desburocratizando y simplificando la gestión del Estado.
  5. Imponiendo la meritocracia en todas las funciones del Estado.
  6. Emprendiendo la reforma política, del sistema judicial y de la descentralización.
  7. Imponiendo transparencia absoluta en los procesos de apropiación de recursos en el Estado y adoptando las mejores prácticas internacionales para el control de la corrupción.

“Hay, hermanos, muchísimo que hacer” (César Vallejo)
¡El mejor momento es hoy!

Lampadia




“Un futuro en el cual debemos pensar ahora”

“Un futuro en el cual debemos pensar ahora”

En estos nuevos tiempos de la política populista en los países más desarrollados, muchos culpan a la globalización y el comercio internacional por la pérdida de empleos en distintas industrias, principalmente la manufacturera, empezando por el lamentable nuevo presidente de EEUU. La verdad es que el fenómeno de pérdida de empleo en los países ricos, se explica hasta en un 80% por Cuarta Revolución Industrial, los avances de la tecnología y la automatización.

Según Martin Wolf en el Financial Times (leer líneas abajo), tarde o temprano vendrá el futuro de las máquinas inteligentes, en el cual, “este futuro [de la automatización] no vendrá de manera uniforme: algunos [trabajos] se verán más afectados mucho antes que otros”.

Algunos trabajos serán mucho más vulnerables que otros:

  • Trabajos físicos predecibles
  • Procesamiento de datos
  • Servicios de alojamiento y alimentación
  • Las manufacturas
  • Transporte y almacenamiento
  • Los trabajos menos remunerados
  • Las personas menos educadas

Al mismo tiempo, la automatización está creando nuevos puestos de trabajo, pero en gran medida con menores ingresos que el promedio, como para el caso de cuidados personales y cuidado del hogar.

Wolf enfatiza “la necesidad urgente de un mayor debate político sobre cómo preparar a los trabajadores para este nuevo mundo. El entrenamiento de la fuerza de trabajo necesita cambiar para inculcar más habilidades digitales.”

Este tema va muy ligado a nuestra propuesta, no respondida ni atendida por el gobierno ni la clase dirigente, de hacer un “salto cuántico”, o un “Big Bang”, una verdadera revolución educativa y no el mamarracho de Saavedra y Mora. Ver en Lampadia: Reflexiones sobre la educación para el futuro.

Ver artículo de Martin Wolf:

El trabajo en la era de las máquinas inteligentes

¿Cómo se organiza una sociedad en la que pocas personas hacen algo económicamente productivo?

Martin Wolf
Financial Times
26 de junio, 2018
Traducido y glosado por
Lampadia

Ya en 1984, en su obra Paths to Paradise, André Gorz, un autoproclamado “revolucionario-reformista” declaró sin rodeos que la “revolución microeconómica anuncia la abolición del trabajo”. Incluso argumentó que “el trabajo asalariado”… puede dejar de ser una preocupación central para el final del siglo”. El momento en que lo dijo fue incorrecto. Pero los analistas serios piensan que la dirección en la que iba sí era correcta. Entonces, ¿qué podría significar un mundo de máquinas inteligentes para la humanidad? ¿Serán los seres humanos tan irrelevantes económicamente como los caballos? Si es así, ¿qué pasará con nuestra autoestima individual y la organización de nuestras sociedades?

En una reciente conferencia, Adair Turner, ex presidente del regulador financiero del Reino Unido y presidente del Instituto New Economic Thinking, aborda estas preguntas. Partió de la suposición de que las máquinas inteligentes finalmente podrán realizar la mayoría de los trabajos actuales mejor que las personas y a un menor costo. Esto, argumenta, es una cuestión de cuándo, no de si sucederá. Sucederá debido al avance progresivo de la potencia de procesamiento, la replicabilidad sin costo del software y el aumento del aprendizaje automático. Los dioses robots nos harán a todos redundantes.

Basándonos en ‘A Future that Works’, un informe publicado por McKinsey Global Institute el año pasado, Lord Turner agrega que este futuro no vendrá de manera uniforme: algunos se verán más afectados mucho antes que otros. Además, incluso si las máquinas inteligentes no pueden hacer todos los aspectos de un trabajo determinado, si pueden desplazar a muchos trabajadores.

Con la tecnología actual, las tareas físicas predecibles y la recopilación y el procesamiento de datos serán especialmente vulnerables. Por sectores, “servicios de alojamiento y alimentación”, la manufactura y el transporte serán particularmente vulnerables. De acuerdo con un artículo de Jason Furman, ex presidente del Consejo de Asesores Económicos de EEUU y Robert Seamans de la Escuela de Negocios Stern, aquellos que ganan menos y aquellos con menos educación son más vulnerables.

Lord Turner argumenta que lo que está sucediendo también explica la “paradoja de la productividad” (innovación rápida, pero bajo crecimiento de la productividad) que discutí hace dos semanas. [Ver en Lampadia: Tecnología, ingresos y productividadLas incertidumbres sobre la economía global]. Una gran parte de la explicación puede ser un cambio de empleos relativamente bien remunerados en sectores con crecimiento relativamente rápido de la productividad, como la manufactura, hacia trabajos relativamente mal pagados en sectores con crecimiento de baja productividad, como cuidado personal, asistentes de salud en el hogar y retail. De los 10 sectores de EEUU con el mayor crecimiento pronosticado del empleo entre 2014 y 2024, que se espera que generen el 29 % de todos los empleos nuevos, ocho tienen salarios medios por debajo del promedio nacional. Esto, por supuesto, empeoraría la desigualdad y tendría implicancias fuertemente negativas para la productividad general. (Ver cuadros.)

Eso no es todo. Lord Turner también sugiere otras razones para el aumento de la desigualdad y el bajo crecimiento de la productividad promedio. El primero es el crecimiento de actividades de “suma cero (o casi cero)”, algunas de las cuales no se miden en el rendimiento económico y pocas de las cuales contribuyen al bienestar social: como lobistas, traders o abogados tributarios. Incluso la educación tiene un fuerte carácter de suma cero: es un bien posicional. Además, tales actividades de suma cero están bien pagadas y, por lo tanto, extraen una gran cantidad de renta. Los creadores exitosos de monopolios digitales también disfrutan de una gran cantidad de renta. Por lo tanto, y no menos importante, también sucede con los propietarios de dueños en conurbaciones prósperas. La nueva economía es entonces el paraíso del rentista.

El segundo es la sub-registro del valor de los servicios gratuitos. Esto es posible. Pero los servicios gratuitos (las redes sociales, por ejemplo) pueden, según él, contribuir poco al bienestar. En este momento, las contribuciones pueden ser mucha miseria personal y la destrucción de nuestras democracias.

Esta es la imagen para el futuro a mediano plazo: crecimiento lento de la productividad general y empeoramiento de la desigualdad. Esto es inconsistente con una democracia estable. Es más probable que sea un agravamiento de la política actual de codicia y agravio. El resultado podría ser la plutocracia, la autocracia populista o una mezcla. Si la automatización finalmente hiciera a la humanidad económicamente irrelevante, los desafíos serían aún más radicales.

En el mediano plazo, siempre que exista una perspectiva razonable de empleo para las personas que desean trabajar, la política crucial será subsidiar los empleos. También es vital financiar servicios públicos de alta calidad para todos, especialmente salud, educación y transporte. Además, como sostiene Dean Baker, la concentración de los ingresos provenientes de las rentas de escasez busca una mayor tributación de la riqueza e ingresos máximos, en particular la tierra y la propiedad intelectual. De hecho, es casi seguro que la propiedad intelectual esté muy altamente protegida ahora. Hay un caso de cierta protección, pero no demasiada. Creo que Adam Smith estaría de acuerdo.

A largo plazo, nuestros descendientes pueden enfrentar aún más decisiones existenciales (siempre que las máquinas les permitan hacerlo).

¿Cómo podría organizarse la sociedad en un mundo en el que pocas personas pueden hacer algo que obviamente sea económicamente productivo?

  • El mundo podría volverse tecno-feudal, con una elite propietaria contratando grandes cantidades de servidores humanos baratos, no por su valor, sino por el placer de la dominación.
  • O las personas también podrían compartir la abundancia de manera más equitativa.
  • Todos podrían disfrutar del ocio civilizado que una vez fue territorio de unos pocos.

La nuestra es la primera civilización en ver el trabajo como el llamado más elevado. Tal vez ese extraño prejuicio tendrá que ser descartado.

Eso es para un futuro lejano, sin embargo, es un futuro en el cual debemos pensar ahora.

Las tendencias en curso demandan acción. Si la tendencia natural de nuestras economías es hacia la creciente extracción de rentas y la desigualdad, con todos sus terribles resultados sociales y políticos, debemos responder de manera reflexiva y decidida. Ese es el gran desafío. Lampadia




¿Qué habilidades necesitan los trabajadores del futuro?

¿Qué habilidades necesitan los trabajadores del futuro?

La economía mundial enfrenta un punto de quiebre para los trabajadores que son vulnerables a la disrupción de las tecnologías. Según un nuevo informe de McKinsey, donde se hace un análisis de casi 1,000 tipos de trabajos en toda la economía de EEUU, se evalúa la escala de la tarea de reestructuración necesaria para proteger a las fuerzas de trabajo de una ola de automatización provocada por la Cuarta Revolución Industrial, llegando a la conclusión que “entre las grandes compañías, los altos ejecutivos ven una necesidad urgente de reconsiderar y reorganizar su rol para ayudar a los trabajadores a desarrollar las habilidades adecuadas para una economía que cambia rápidamente, y su voluntad de cumplir con este desafío es fuerte.”

El informe también describe cómo debería verse el re-entrenamiento, o recapacitación de los empleados. Las personas que tendrán un mejor performance en las transiciones en curso son aquellas que tienen habilidades “híbridas”: habilidades transferibles como la colaboración y el pensamiento crítico, así como una experiencia más profunda en áreas específicas. Ambos roles, altamente especializados y altamente generalistas, necesitarán un importante re-potenciamiento.Sin embargo, para que estas transiciones de trabajo sean viables se requieren esfuerzos concertados de las empresas, los hacedores de políticas y las diversas partes interesadas para pensar de forma diferente sobre la planificación de la fuerza de trabajo e invertir en reestructuración que unirá a los trabajadores con nuevos empleos.

“El trabajo proporciona a las personas el significado, la identidad y la oportunidad. Necesitamos salir de la actual parálisis y reconocer que las habilidades son el ‘gran redistribuidor’. Equipar a las personas con las habilidades que necesitan para hacer las transiciones laborales es el combustible necesario para crecer y asegurar medios de vida estables para las personas en medio del cambio tecnológico”, dijo Saadia Zahidi, Jefa de Educación, Género y Sistema de Trabajo, Iniciativa y miembro del Comité Ejecutivo del Foro Económico Mundial.

McKinsey identifica la readaptación de la fuerza de trabajo actual como una de las acciones más importantes que se pueden tomar para dar forma proactiva a un nuevo y positivo futuro del trabajo. Este estudio tiene como objetivo proporcionar herramientas viables que ayudarán a las personas, los empleadores y los responsables de las políticas a tomar medidas para influir en un futuro del trabajo más inclusivo y positivo.

Según McKinsey, “A medida que la digitalización, la automatización y la IA reconfiguran industrias enteras y cada empresa, la única forma de obtener dividendos potenciales de la productividad de esa inversión será contar con las personas y los procesos para capturarla. Gestionar bien esta transición, en resumen, no es solo un bien social; es un imperativo competitivo.”

Veamos el análisis completo:

Reentrenando y recapacitando trabajadores en la era de la automatización

Pablo Illanes, Susan Lund, Mona Mourshed, Scott Rutherford y Magnus Tyreman
Publicado McKinsey.com
Enero, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

El mundo del trabajo enfrenta una transición de época. Para el año 2030, según el reciente informe del McKinsey Global Institute: Trabajos perdidos, trabajos ganados: las transiciones de la fuerza de trabajo en un momento de automatización, hasta 375 millones de trabajadores -o aproximadamente el 14 % de la fuerza de trabajo global- pueden necesitar cambiar categorías ocupacionales a medida que la digitalización, la automatización y los avances en inteligencia artificial crean disrupciones en el mundo del trabajo. Los tipos de habilidades que requieren las empresas cambiarán, con profundas implicancias para las trayectorias profesionales que las personas necesitarán seguir.

¿Qué tan grande es ese desafío? En términos de magnitud, es similar a hacer frente al cambio a gran escala del trabajo agrícola a la manufactura que se produjo a principios del siglo XX en América del Norte y Europa, y más recientemente en China. Pero en términos de quién debe encontrar nuevos puestos de trabajo, nos estamos moviendo hacia un territorio inexplorado. Esas transformaciones tempranas de la fuerza de trabajo tuvieron lugar durante muchas décadas, permitiendo que los trabajadores mayores se jubilaran y los nuevos participantes en la fuerza de trabajo hicieran la transición a las industrias en crecimiento. Pero la velocidad del cambio hoy es potencialmente más rápida. La tarea que enfrenta cada economía, particularmente las economías avanzadas, probablemente será la de reentrenar y redesplegar decenas de millones de trabajadores a la mitad de sus carreras, en la mediana edad. Como señala el informe de MGI, “hay pocos precedentes en los que las sociedades hayan capacitado con éxito a un número tan grande de personas”.

La conciencia de la escala de esta tarea tiene aún que traducirse en acción. De hecho, el gasto público en capacitación y apoyo a la fuerza laboral ha disminuido constantemente durante años en la mayoría de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Tampoco los presupuestos de capacitación corporativa parecen estar en ningún tipo de mejora. Pero eso podría estar a punto de cambiar.

Entre las compañías en primera línea, según una encuesta reciente de McKinsey, los ejecutivos consideran cada vez más importante invertir en “mejorar el nivel de calificación” de los trabajadores existentes, porque es una prioridad empresarial urgente, y también creen que es un problema que deben dirigir las empresas, no los gobiernos. Nuestra encuesta, que se realizó a fines de 2017, evaluó más de 1,500 ejecutivos de empresas y del sector público, en todas las regiones, industrias y sectores. El análisis se centra en las respuestas de aproximadamente 300 ejecutivos en compañías con más de US$ 100 millones en ingresos anuales.

Dentro de este grupo, el 66% considera “abordar brechas de habilidades potenciales relacionadas con la automatización / digitalización” dentro de sus fuerzas laborales como al menos una “de las diez primeras prioridades”. Casi el 30% lo ubica entre los cinco principales (Cuadro 1). El factor impulsor es el ritmo acelerado de la transformación en toda la empresa. Mirando hacia atrás en los últimos cinco años, solo alrededor de un tercio de los ejecutivos en nuestra encuesta dijeron que el cambio tecnológico los había llevado a reentrenar o reemplazar a más de una cuarta parte de sus empleados. Pero cuando miran los próximos cinco años, esa narración cambia.

Cuadro 1

62% de los ejecutivos creen que necesitarán volver a entrenar o reemplazar a más de un 25% de su fuerza de trabajo de aquí al 2023 debido a la automatización y digitalización avanzadas. La amenaza se acelera en Estados Unidos y Europa (64 % y 70 % respectivamente) que en el resto del mundo (solo 55 %), y se siente especialmente aguda entre las compañías más grandes. El setenta por ciento de los ejecutivos de las empresas con más de US$ 500 millones en ingresos anuales ven una disrupción tecnológica en los próximos cinco años que afecta a más de una cuarta parte de sus trabajadores.

Apropiadamente, este importante sentido del desafío viene con un fuerte sentimiento de propiedad. Si bien es claro que no esperan resolver esto solos, forjando alianzas creativas con una amplia gama de actores relevantes, será crítico. Con un margen de casi 5: 1, los ejecutivos de nuestra última encuesta creen que las corporaciones, no los gobiernos, educadores o trabajadores individuales, deberían tomar la iniciativa para tratar de cerrar la inminente brecha de habilidades. Esa es la opinión del 64 % de los ejecutivos del sector privado en los Estados Unidos que ven esto como un problema prioritario entre los diez primeros y un 59 % en Europa.

Cuadro 2

En cuanto a las soluciones, el 82 % de los ejecutivos de las empresas con más de US$ 100 millones en ingresos anuales creen que el reentrenar y la readaptación deben ser al menos la mitad de las respuestas para abordar su brecha de habilidades. Sin embargo, dentro de ese consenso, hubo claras diferencias regionales. El 94 % de los encuestados en Europa insistió en que la respuesta sería una combinación igual de contratación y readiestramiento o principalmente reentrenamiento versus un 62 % en los Estados Unidos. Por el contrario, el 35 % de los estadounidenses pensaba que el desafío tendría que cumplirse principal o exclusivamente mediante la contratación de nuevos talentos, en comparación con solo el 7 % en este campo en Europa.

Cuadro 3

Ahora las malas noticias: solo el 16 % de los líderes empresariales del sector privado en este grupo se sienten “muy preparados” para abordar las posibles brechas de habilidades, con casi el doble de personas que se sienten “un tanto desprevenidas” o “muy poco preparadas”.

¿Cuáles son las principales barreras? Alrededor de un tercio de los ejecutivos sienten una necesidad urgente de reconsiderar y actualizar su infraestructura actual de recursos humanos. Muchas compañías también están luchando por descubrir cómo cambiarán las funciones laborales y qué tipo de talento requerirán en los próximos cinco o diez años. Algunos ejecutivos vieron esto como una prioridad, el 42 % en Estados Unidos, el 24 % en Europa y el 31 % en el resto del mundo, admiten que actualmente carecen de una “buena comprensión de cómo la automatización y / o digitalización afectarán a nuestras necesidades futuras de habilidades”.

Tan alto grado de ansiedad es comprensible. En nuestra experiencia, demasiada capacitación y aprendizaje tradicional se descarrila porque no ofrece un camino claro para el nuevo trabajo, depende demasiado de la teoría frente a la práctica y no muestra un retorno de la inversión. Generation, un empleo juvenil global sin fines de lucro fundado en 2015 por McKinsey, se propuso deliberadamente abordar esas deficiencias. Operando en cinco países en más de 20 profesiones, Generation opera programas que se enfocan en focalizar la capacitación donde existe una fuerte demanda de empleo y reúne los datos necesarios para demostrar el retorno de la inversión (ROI) a los estudiantes y empleadores. Como resultado, los más de 16,000 graduados de Generation tienen más del 82 % de inserción laboral, 72 % de retención de empleos al año y de dos a seis veces más ingresos que antes del programa. Generation pronto pilotará una nueva iniciativa, Regeneración, para aplicar esta misma fórmula, que incluye alianzas sólidas con empleadores, gobiernos y no con fines de lucro, para ayudar a los empleados de mitad de carrera a adquirir nuevas habilidades para nuevos empleos.

Para muchas empresas, descifrar el código de re-entrenamiento se debe en parte a retener su “licencia para operar” al capacitar a los empleados para que sean más productivos. El 38% de los ejecutivos de nuestra encuesta, en todas las regiones, mencionó el deseo de “alinearse con la misión y los valores de nuestra organización” como una razón clave para tomar medidas. En una línea similar, en el Foro Económico Mundial de Davos el invierno pasado, el 80 % de los CEO que estaban invirtiendo fuertemente en inteligencia artificial también se comprometieron públicamente a retener y capacitar a los empleados existentes.

Pero el principal impulsor es este: A medida que la digitalización, la automatización y la IA reconfiguran industrias enteras y cada empresa, la única forma de obtener retornos potenciales de la productividad de esa inversión será contar con las personas y los procesos para capturarla. Gestionar bien esta transición, en resumen, no es solo un bien social; es un imperativo competitivo. Es por eso que una mayoría rotunda de encuestados -un 64 % en Europa, Estados Unidos y el resto del mundo- dijeron que la razón principal por la que estaban dispuestos a invertir en el reciclaje era “aumentar la productividad de los empleados”.

Escuchamos que ese pensamiento hizo eco en un número creciente de conversaciones C-suite (un argot muy usado para referirse colectivamente a los ejecutivos senior más importantes de una corporación) que estamos teniendo estos días. Por el momento, la mayoría de los altos ejecutivos tienen muchas más preguntas que respuestas sobre lo que se necesitará para enfrentar el reto de recuperación en el tipo de escala que la próxima década probablemente demandará. Preguntan: ¿cómo puedo mapear el futuro contra mi grupo de talentos y procesos actuales? ¿Qué parte de la futura demanda de empleo puedo encontrar recapacitando a los trabajadores existentes, y cuál es el ROI de hacerlo, en lugar de simplemente contratar nuevos empleados? ¿Cuál es la mejor manera de aprovechar lo que son? ¿Qué socios, ya sea en los sectores privado, público u organización no gubernamental (ONG), podrían ayudarme a tener éxito, y cuáles son nuestras funciones respectivas?

Buenas preguntas. En los próximos meses tenemos la intención de compartir más de nuestro propio pensamiento y trabajo analítico, y algunas de las mejores ideas que estamos encontrando en otras partes, sobre las soluciones que están surgiendo. El éxito requerirá primero desarrollar un mapa detallado de cómo la tecnología cambiará los requisitos de habilidades dentro de su empresa. Una vez que esto se entienda, el próximo paso será decidir si aprovechar los nuevos modelos de aprendizaje y capacitación en línea y fuera de línea o asociarse con los proveedores educativos tradicionales. (Con el tiempo, también será necesario un replanteamiento más fundamental de los modelos educativos) Los responsables políticos deberán considerar nuevas formas de ingresos de desempleo y apoyo a la transición de los trabajadores, y fomentar una colaboración más intensa e innovadora entre los sectores públicos y privados. Las personas necesitarán intensificar también, al igual que los gobiernos. Según la velocidad y la escala de la próxima transición de la fuerza de trabajo, como señaló MGI en su informe reciente, muchos países pueden concluir que necesitarán emprender “iniciativas en la escala del plan Marshall”.

Pero por ahora, simplemente nos reconforta el claro mensaje de nuestra última encuesta: entre las grandes compañías, los altos ejecutivos ven una necesidad urgente de reconsiderar y reorganizar su rol para ayudar a los trabajadores a desarrollar las habilidades adecuadas para una economía que cambia rápidamente, y su voluntad de cumplir con este desafío es fuerte. Ese no es un mal lugar para comenzar. Lampadia




Nuestro mundo cambia de era

Nuestro mundo cambia de era

Pocas generaciones de seres humanos son testigos y protagonistas de un cambio de era. En estos días, en todo el planeta, la ‘cuarta revolución industrial’ cubre y transforma todas las actividades humanas.

En Lampadia tenemos una Biblioteca Virtual de los Grandes Temas Nacionales, donde, desde hace un par de años, hemos agrupado nuestras publicaciones al respecto. Recomendamos visitarlo.  

Los vertiginosos avances en la tecnología están cambiando al mundo. Han mejorado la calidad de vida y llevado a las nuevas generaciones a vivir en el mundo más conectado y dinámico que jamás haya existido. El mundo de las tecnologías exponenciales, el mundo de la “cuarta revolución industrial”.

En comparación con las revoluciones anteriores, la cuarta revolución industrial está ocurriendo a un ritmo más rápido (con velocidad exponencial) y cubre inmediatamente a todo el planeta. Esta revolución puede ser caracterizada como el momento en que la humanidad llega a un punto en el que, en principio, todos tienen acceso a la información en todo, en todas partes y todo el tiempo. Es en gran parte el resultado de la evolución incesante de las tecnologías de información y comunicación, que han avanzado en el último medio siglo de cálculos numéricos, a través de procesamiento de la información, producción y el análisis de datos a una escala verdaderamente sofisticada, masiva e integral.

Fuente: chiquini.mx 

Gracias a un aumento dramático en la conectividad móvil global y la incorporación de sensores, robots y análisis de datos de gran alcance, estamos viendo el surgimiento de tecnologías que tienen el poder de impulsar un nuevo ciclo de la actividad económica mundial.Por ejemplo, Gerd Leonhard, uno de los futuristas más reconocidos mundialmente afirmó en una deslumbrante entrevista publicada en la página de la Mercedes Benz que “En cinco a siete años, las computadoras tendrán una capacidad mayor que el cerebro humano y resolverán ciertos problemas mejor, más rápido y más eficientemente que el hombre. Diagnosticarán y tratarán enfermedades, administrarán el tráfico, mejorarán la protección del medio ambiente y mucho más.”

Esta revolución sentará las bases para una transformación más amplia y global que cualquier cosa que hayamos visto jamás. Sistemas inteligentes en casas, fábricas, granjas o hasta ciudades ayudarán a abordar los problemas que van desde la gestión de suministros hasta el  cambio climático.

Específicamente en el sector automotriz, el cambio tecnológico está acelerándose globalmente. Además de responder a las necesidades del consumidor en un futuro bajo en carbono, se ha abierto otro espacio de innovación, la autonomía y la seguridad de los nuevos autos. Leonhard afirma que “en aproximadamente diez años, habrá aproximadamente 380 ciudades con más de un millón de ciudadanos. Para cumplir con los requisitos de transporte en estos centros urbanos, debemos organizar el transporte de personas y bienes de forma más inteligente, eficiente y sostenible. Estoy convencido, por ejemplo, de que el tráfico en estas metrópolis y regiones metropolitanas se llevará a cabo en un 95% de vehículos automatizados.”

Los vehículos de conducción autónoma ofrecen importantes beneficios para la sociedad. Los vehículos (automóviles y camiones) equipados con esta tecnología ayudarán a reducir drásticamente los accidentes, el consumo de energía y la contaminación, así como los costos asociados con la congestión. Según las predicciones de Ronald Klatz (ver predicciones completas líneas abajo), “eso salvará un millón de vidas cada año.”

Por ejemplo, Mercedes Benz ha iniciado la mayor transformación en su historia, y está evolucionando desde una posición de fortaleza para servir mejor a los intereses de la próxima generación de clientes, empleados y accionistas.

Fuente: motorpasion.com

Según Dieter Zetsche, Presidente de Daimler AG (Mercedes Benz), en su discurso anual a sus accionistas en Berlin, en marzo pasado: Daimler 2017: Daimler and the transformation of the automotive industry, afirmó: “El futuro de la industria automotriz se caracterizará principalmente por los opuestos, como el motor eléctrico frente a los motores de combustión, la conducción autónoma frente al placer de conducir, la propiedad del vehículo frente a la movilidad compartida y los humanos frente a los robots.”

Zetsche afirma que “Uno podría preguntarse por qué una empresa debería cambiar cuando ya le está yendo tan bien. En primer lugar, creo que cada compañía puede mejorar. En el segundo, las condiciones están cambiando. Los nuevos competidores están exigiendo un nuevo espíritu de cooperación. Las nuevas tecnologías requieren nuevas habilidades. Y una nueva generación de jóvenes talentosos está pidiendo una nueva cultura corporativa. No nos reinventamos solo porque tenemos que hacerlo. Lo estamos haciendo porque queremos. En toda mi carrera en Daimler, nunca antes había sentido una voluntad tan fuerte de cambiar.”

Los empresarios y hacedores de políticas necesitan una nueva mentalidad, necesitan empezar a pensar en cómo aprovecharán estos cambios y qué deben hacer para lograr los mayores beneficios para los ciudadanos. Estos son solo algunos ejemplos del radical cambio que tenemos que dar en nuestra manera de pensar para poder aprovechar el gran potencial que tenemos por delante. Lampadia

Predicciones en Tecnología y Salud

Por el Doctor Robert M. Goldman MD, PhD, DO, FAASP
Publicado en WorldHealth
6 de junio, 2016
Atribuído en las redes sociaales al MD de Daimler AG (Mercedes Benz)
Traducido y glosado por
Lampadia

Introducción por el Dr. Ronald Klatz MD, DO: Vivimos en un tiempo milagroso, debido al rápido crecimiento de nuevas tecnologías. Para aquellos que siguen el estilo de vida del anti-aging (antienvejecimiento), la esperanza de vida aumenta en tres meses por año. Las personas que utilizan los principios de anti-aging para la salud están viendo una esperanza de vida de 94, y esa tasa también está creciendo. Tal como predijimos hace 25 años, finalmente la medicina se está transformando del tratamiento de las enfermedades, a las medidas preventivas y la extensión de la vida humana. Aquí están las predicciones del Dr. Robert Goldman sobre lo que podemos esperar en el futuro y el impacto que tendrá en nuestras vidas.

Predicciones futuras: En 1998, Kodak tenía 170,000 empleados y vendió el 85% de todo el papel fotográfico en todo el mundo. En unos pocos años, su modelo de negocio desapareció y se declararon en quiebra. Lo que le sucedió a Kodak sucederá en muchas industrias en los próximos 10 años, y la mayoría de las personas no lo ve venir. ¿Se pensaba en 1998 que 3 años después nunca volveríamos a tomar fotografías en una película de papel? Sin embargo, las cámaras digitales se inventaron en 1975. Las primeras solo tenían 10,000 píxeles, pero siguieron la ley de Moore. Al igual que con todas las tecnologías exponenciales, fue una decepción durante mucho tiempo, antes de que se volviera muy superior y se generalizara en solo unos pocos años. Ahora pasará con la Inteligencia Artificial, la salud, los autos autónomos y eléctricos, la educación, la impresión 3D, la agricultura y los empleos. Bienvenidos a la Cuarta Revolución Industrial. Bienvenidos a la Era Exponencial.

Uber es solo una herramienta de software, no posee ningún automóvil y ahora es la compañía de taxis más grande del mundo.

Airbnb es ahora la compañía hotelera más grande del mundo, aunque no posee ninguna propiedad.

La inteligencia artificial: las computadoras se vuelven exponencialmente mejores en la comprensión del mundo. Este año, una computadora superó al mejor jugador de ‘Go’ del mundo, 10 años antes de lo esperado.

En los Estados Unidos, los abogados jóvenes ya no obtienen trabajos. Gracias a IBM Watson, puede obtener asesoramiento legal (hasta ahora para cuestiones más o menos básicas) en cuestión de segundos, con un 90% de precisión en comparación con un 70% de precisión cuando lo realizan seres humanos.

Entonces, si estudias derecho, detente de inmediato. Habrá un 90% menos de abogados en el futuro, solo se mantendrán los especialistas.

Watson ya ayuda a los enfermeros a diagnosticar cáncer, y es 4 veces más preciso que las enfermeras humanas. Facebook ahora tiene un software de reconocimiento de patrones que puede reconocer rostros mejor que los humanos. En 2030, las computadoras se volverán más inteligentes que los humanos.

Automóviles autónomos: en 2018 aparecerán para el público los primeros automóviles autónomos. Alrededor de 2020, la industria completa comenzará a ver una disrupción. Ya no querrás tener un auto. Llamarás a un automóvil con tu teléfono, se aparecerá en tu ubicación y te llevará a tu destino. No tendrá que estacionarlo, solo pagar por la distancia conducida y puedes ser productivo mientras te transportas. Nuestros niños nunca obtendrán una licencia de conducir y nunca tendrán un auto.

Cambiará las ciudades, porque necesitaremos un 90-95% menos de automóviles para eso. Podemos transformar los antiguos espacios de estacionamiento en parques. 1.2 millones de personas mueren cada año en accidentes automovilísticos en todo el mundo. Ahora tenemos un accidente cada 60,000 millas (100,000 km); y con manejo autónomo, esta cifra caerá a un accidente en 6 millones de millas (10 millones de km). Eso salvará un millón de vidas cada año.

La mayoría de las compañías de automóviles probablemente se declararán en quiebra. Las compañías tradicionales de automóviles prueban el enfoque evolutivo y simplemente construyen un mejor auto, mientras que las compañías tecnológicas (Tesla, Apple, Google) harán un acercamiento revolucionario y construirán una computadora sobre ruedas.

Muchos ingenieros de Volkswagen y Audi están completamente aterrados de Tesla.

Las compañías de seguros tendrán grandes problemas porque sin accidentes, el seguro será 100 veces más barato. Su modelo de negocio de seguros de automóviles desaparecerá.

Los bienes inmuebles cambiarán porque si puedes trabajar mientras viajas, las personas se alejarán más para vivir en un vecindario más hermoso.

Los automóviles eléctricos se convertirán en la norma para el 2020. Las ciudades serán menos ruidosas porque todos los autos nuevos funcionarán con electricidad. La electricidad se volverá increíblemente barata y limpia: la producción solar ha estado en una curva exponencial durante 30 años, pero ahora se puede ver su floreciente impacto.

El año pasado, se instaló más energía solar en todo el mundo que energía fósil. Las compañías de energía están tratando desesperadamente de limitar el acceso a la red para evitar la competencia de las instalaciones solares domésticas, pero eso no puede durar. La tecnología se encargará de eso.

Con electricidad barata viene agua barata y abundante. La desalinización del agua salada ahora solo necesita 2kWh por metro cúbico (@ 0.25 centavos). No tenemos escasez de agua en la mayoría de lugares, solo tenemos agua potable escasa. Imagine lo que será posible si alguien puede tener tanta agua limpia cuando quiera, sin ningún costo.

Salud: El precio de Tricorder X se anunciará este año. Hay compañías que construirán un dispositivo médico (llamado “Tricorder” de Star Trek) que funciona con su teléfono: toma su escáner de retina, su muestra de sangre y su respiración.

Luego analizará 54 biomarcadores que identificarán casi cualquier enfermedad. Será barato, por lo que en unos pocos años todos en este planeta tendrán acceso a análisis médicos de clase mundial, casi de forma gratuita. Adiós, establecimiento médico.

Impresiones 3D: el precio de la impresora 3D más barata bajó de US$ 18,000 a US$ 400 en 10 años. Al mismo tiempo, se volvió 100 veces más rápido. Todas las principales empresas de calzado ya han empezado a usar calzado de impresión en 3D.

Algunas piezas de repuesto del avión ya están impresas en 3D en aeropuertos remotos. La estación espacial ahora tiene una impresora que elimina la necesidad de almacenar una gran cantidad de piezas de repuesto que solían tener en el pasado.

A fines de este año, los nuevos teléfonos inteligentes tendrán posibilidades de escaneo en 3D. En el futuro, podrás escanear tus pies en 3D e imprimir un zapato perfecto en casa.

En China, ya imprimieron un edificio de oficinas de 6 plantas en 3D y lo construyeron completo. Para 2027, el 10% de todo lo que se está produciendo se imprimirá en 3D.

Oportunidades de negocios: si piensas en un nicho al que quieres ir, pregúntate: “en el futuro, ¿crees que tendremos eso?” y si la respuesta es sí, ¿cómo puedes hacer que suceda antes?

Si no funciona con tu teléfono, olvídate de la idea. Y cualquier idea exitosa diseñada en el siglo 20 está condenada al fracaso en el siglo XXI.                                                       

Trabajo: el 70-80% de los empleos desaparecerán en los próximos 20 años. Habrá muchos trabajos nuevos, pero no está claro si habrá suficientes trabajos nuevos en tan poco tiempo.

Agricultura: Habrá un robot agrícola de US$ 100 en el futuro. Los agricultores de los países del tercer mundo podrán convertirse en administradores de su campo en lugar de trabajar todo el día en sus campos.

Aeroponics (el proceso de cultivar plantas en un ambiente de aire o niebla sin usar suelo) necesitará mucho menos agua. El primer plato Petri ha producido ternera, ahora está disponible y será más barato que la vaca producida ternera en 2018. En este momento, el 30% de todas las superficies agrícolas se utiliza para las vacas. Imagínese si ya no necesitamos ese espacio. Hay varias startups que traerán la proteína del insecto al mercado pronto. Contiene más proteínas que la carne. Se etiquetará como “fuente de proteína alternativa” (porque la mayoría de la gente todavía rechaza la idea de comer insectos).

Hay una aplicación llamada “moodies” que ya puede decir en qué estado de ánimo estás. Para el año 2020 habrá aplicaciones que puedan detectar por tus expresiones faciales, si estás mintiendo. Imagina un debate político donde se muestra cuando dicen la verdad y cuando no.

Bitcoin puede incluso convertirse en la moneda de reserva predeterminada… ¡Del mundo!

Longevidad: en este momento, el promedio de vida aumenta en 3 meses por año. Hace cuatro años, la duración de la vida era de 79 años, ahora son 80 años. El aumento en sí mismo está aumentando y para 2036, habrá un aumento de más de un año por año. Entonces, todos podríamos vivir durante mucho tiempo, probablemente más de 100.

Educación: los teléfonos inteligentes más baratos ya están a US$ 10 en África y Asia. Para 2020, el 70% de todos los humanos poseerán un teléfono inteligente. Eso significa que todos tienen el mismo acceso a la educación de clase mundial.

Cada niño podrá usar la academia Khan para todo lo que un niño necesita aprender en la escuela en los países del Primer Mundo. Ya hay versiones de software en Indonesia y pronto habrá lanzamientos en árabe, suahili y chino este verano. Puedo ver un enorme potencial si damos la aplicación en inglés de forma gratuita, para que los niños en África y en todas partes puedan llegar a ser fluidos en inglés y eso podría suceder dentro de medio año. Lampadia




Avanzando con la educación en el Perú

Avanzando con la educación en el Perú

En Lampadia hemos venido insistiendo en la necesidad de emprender una verdadera revolución educativa si queremos nivelarnos con los estándares educativos de los países más avanzados y enfrentar los retos que traerá la ‘Cuarta Revolución Industrial’ a nuestros pobres. Hemos hablado de un ‘shock educativo’, un ‘big bang’, un ‘pacto social por la educación’. Este reto se da en un contexto en el que el mundo está todavía tratando de acomodarse a la necesidad de cambio, lo que lo dificulta y hace más urgente.

Por eso, en esta ocasión, queremos compartir con nuestros lectores la buena iniciativa del Ministerio de Educación (Minedu) para la formación integral en Colegios de Alto Rendimiento (COAR), “cuyo propósito es formar personas capaces de lograr su propia realización sobre principios claves como equidad, inclusión, interculturalidad y calidad educativa”.

El ganador del Gran Premio a la Creatividad Empresarial 2017, otorgado por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), fue el Ministerio de Educación (Minedu) por los Colegios de Alto Rendimiento. El sector también fue reconocido en la categoría Educación por permitir a estudiantes sobresalientes de bajos recursos de todo el Perú acceder a un servicio educativo con los más altos estándares de calidad internacional. (Foto: Alessandro Currarino)

La Red de Colegios de Alto Rendimiento (Red COAR) del Minedu obtuvo el Gran Premio a la Creatividad Empresarial 2017, máximo galardón otorgado por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) a las iniciativas públicas y privadas que impulsan la innovación en el país. También obtuvo el premio especial Gran Empresa y un reconocimiento en la categoría Educación.

Fuente: dejavuliterario.wordpress.com

¿Qué es la Red COAR?

Su misión es brindar a los estudiantes de alto desempeño de educación básica regular de todas las regiones del país “un servicio educativo con altos estándares de calidad nacional e internacional, que permita fortalecer sus competencias personales, académicas, artísticas y/o deportivas con mentalidad abierta hacia otras culturas”. Una de las mayores ventajas es que la Red COAR se encuentra en las 25 regiones del país, atendiendo a una población de 6,700 estudiantes de 3.°, 4.° y 5.° de secundaria.

Para saber más sobre qué son los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) y el servicio educativo que se brinda en estas escuelas con el siguiente video:

Así, la Red COAR brinda atención educativa de primer nivel a los estudiantes con el desempeño más alto en todo el Perú, ofreciéndoles bachillerato internacional y un programa intensivo de inglés, entre otros beneficios. Según Fiorella Guevara, directora de Educación Básica para Estudiantes de los COAR, “Hemos pasado de 13 colegios en 13 regiones a tener cobertura a nivel nacional. [Ahora sumamos] 25 colegios de alto rendimiento, uno por cada región del país. Es nuestro tercer año como red, atendiendo a cerca de 7,000 estudiantes”, resaltó Guevara.

Destacó que el próximo año serán admitidos 1,100 estudiantes nuevos. “Todavía estamos creciendo. Los estudiantes nos retan todos los días porque realmente son de alto desempeño”, comentó.

¿Quiénes postulan y cómo funciona el sistema?

Aquí de mostramos la información que el Minedu comparte para conocer los requisitos y el proceso de ingreso a esto centros de estudios:

  • Tener nacionalidad o residencia peruana.
  • Haber concluido el primer y segundo grado de secundaria en una institución educativa pública de educación básica regular.
  • Haber ocupado alguno de los diez primeros puestos en el segundo grado de secundaria en 2016 u obtenido uno de los cinco primeros lugares en los concursos nacionales convocados por el Ministerio de Educación entre los años 2015 y 2016.
  • Tener una calificación promedio anual mayor o igual a 15 al concluir el segundo grado de educación secundaria.
  • Tener máximo 15 años cumplidos hasta el 31 de marzo del 2017.
  • Contar con autorización escrita de los padres de familia, tutor legal o apoderado para postular al COAR.

Hay 2,700 plazas a nivel nacional. De estas, 300 son para Lima y 100 para cada uno de los colegios en 24 regiones del país.

¿Cómo es el proceso de inscripción?

  1. Una vez que el director de tu colegio que cumples con todos los requisitos, debes entregarle al director tu ficha de inscripción completamente llenada, más la copia de tu DNI o carné de extranjería.
  2. El director de tu colegio adjuntará a tus documentos, un acta de sesión de la comisión donde conste que estás entre los diez primeros puestos del segundo grado de secundaria o que ocupaste uno de los cinco primeros puestos de un concurso convocado por el Minedu entre los años 2015 y 2016, y que, adicionalmente, tienes un promedio igual o mayor a 15.
  3. El director lleva tu expediente a la UGEL a la que pertenece tu colegio y el especialista de la UGEL será el encargado de inscribirte.

¿Qué tal les va a los egresados COAR?

De los 1,693 egresados de los Colegios de Alto Rendimiento (COAR), el 99% ha cursado o se encuentra cursando estudios superiores en el Perú y el extranjero. Estos son algunos ejemplos que alumnos egresados del COAR y dónde están ahora:

Otro caso del éxisto se dio a conocer el octubre, cuando los estudiantes José Zavala Porta y Mildred Blas Rodríguez, del quinto grado de secundaria del Colegio Alto Rendimiento de Lima (COAR Lima), obtuvieron el primer puesto en la categoría C de la Olimpiada Nacional de Robótica, que reúne a estudiantes de instituciones educativas públicas y privadas de todo el país.

José y Mildred diseñaron un robot con piezas de Lego, desde el ensamblaje hasta los circuitos eléctricos para darle movilidad. El robot, que realizó maniobras de traslado de piezas a puntos designados en el campo de competencia, ayudó en la construcción de una granja eólica por medio de la cual fuera posible generar energía eléctrica a partir del viento, sin causar impacto en el medioambiente.

¿Qué esperamos en el futuro?

En Lampadia estamos muy orgullosos del programa de la Red COAR, ya que como explican Ken Robinson, Salman Kahn, León Trahtemberg, Gonzalo Galdos y Jorge Yzusqui entre otros especialistas en educación para el futuro, que hemos reproducido múltiples veces, el verdadero reto de la educación está en la necesidad de adoptar los paradigmas educativos del siglo XXI. La educación moderna permite crear espacios de aprendizaje que pueden motivar a todos los alumnos, hacer una enseñanza personalizada y aprovechar las capacidades académicas, artísticas y/o deportivas de todos los niños.

Los colegios de alto rendimiento son un acicate para transformar la educación pública, que nos ayude a dar el salto cualitativo a la educación del siglo XXI. Así como criticamos las deficiencias de la educación pública, nos complace poder reconocer los avances y celebrar nuestros triunfos. Esperamos que los éxitos continúen. Lampadia