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Exégesis de Evelyn Matthei

Exégesis de Evelyn Matthei

Por Hermógenes Pérez de Arce. Abogado y columnista.

El Mostrador. Blogs y Opinión. Chile

(27 de Noviembre del 2014)

Las declaraciones de Evelyn Matthei (candidata de la derecha que perdió con Bachelet) a “Pulso” provocaron la adhesión entusiasta de los más opositores, las “reservas” de los indecisos y el rechazo visceral de los gobiernistas. Entonces me he preocupado de leerlas y analizarlas en su mérito, para ver cuánto de realidad tienen. Empecemos:

1. “Estoy impresionada de la incapacidad de la Presidenta y ahora entiendo por qué nunca quiso debatir nada de fondo, porque no sabe. Eran todas evasivas y lugares comunes.”

La actual Presidenta es Michelle Bachelet 2.0, una persona distinta de la Michelle Bachelet 1.0 de su primer mandato. Esta última se sometió humilde y dócilmente a gente que sabía más que ella en los órdenes político, económico y social. En cambio, la actual Michelle 2.0 es lo que siempre ha sido “ella misma”, una adherente al marxismo-leninismo que desde joven ayudaba al MIR, primero, y al FPMR comunista después, en la lucha armada; que cuando ésta no fructificó adhirió al conglomerado comunista PAIS y no a la Concertación ; que es hija de Ángela Jeria, la única persona, aparte de Margot Hönecker, a quien he visto defender al régimen de la Alemania Oriental; y, en fin, admiradora de Fidel Castro (“trotecito” demostrativo).

En síntesis, cree que todos los miembros de la sociedad deben ser iguales, quiéranlo o no, y que esto se logra quitándoles su riqueza a quienes más tienen, distribuyéndola (“la caridad comienza por casa”) e impidiendo que aquéllos vuelvan a reunirla. Ella, en realidad, y contra lo que sostiene Evelyn, “sabe”. Lo que pasa es que lo que “sabe” es lo anterior, que es su credo. Transitoriamente, cuando ve los efectos de aplicar “eso”, surge una Michelle Bachelet 3.0, que cede un poco, gana tiempo y retrocede, como sucedió en la reforma tributaria. Pero, pasado ese intervalo lúcido, la revolucionaria vuelve y volverá a la revolución. Continúa Evelyn:

2. “Cuando empieza a quedar la escoba, ella dice ‘que los ministros trabajen más’. Ésa es su respuesta, cuando en realidad ella ha pedido estupideces, una tras otra.”

En esto, prescindiendo del calificativo, Evelyn tiene razón: es evidente que Michelle eligió a Arenas porque era la persona indicada para “retroexcavar” la riqueza de manos de quienes la tenían y repartirla entre todos, empezando por los camaradas; y él le aseguró que podía hacerlo, pues es un economista revolucionario. Cuando ella lo nombró, pregunté a varios de su gremio, que lo conocían, su opinión acerca de él. La que descripción que más recuerdo fue: “es un mono con navaja”. Y la usó.

Nadie sabe bien cuál será el resultado del trabajo de Arenas, en definitiva, pero un experto de la Concertación que fue invitado a un almuerzo al cual yo asistía lo graficó así: “Esta reforma es un vehículo que a un lado tiene orugas de tanque y al otro ruedas de goma. Es decir, no va a poder funcionar”. Y se refería a la reforma ya “cocinada y corregida”.

En cuanto a la reforma educacional, hay unanimidad de pareceres en el sentido de que cercena o suprime la libertad de enseñanza, de que no mejora el sistema peor (el municipal) y sí empeora el relativamente mejor (el particular subvencionado), y de que levanta de paso una amenaza válida contra el mejor de todos, (el particular pagado).

En otras palabras, de haber “estupideces”, las habido. Sigue Evelyn:

3. “La Presidenta Bachelet puso a sus amigos, muchos de los cuales no tenían ninguna experiencia. Y a algunos los quemó, como a Arenas y Eyzaguirre”

Esto último es rigurosamente así. Arenas y Eyzaguirre están “quemados”. Son los autores, respectivamente, del hundimiento de la economía y del Gobierno en las encuestas, sin perjuicio de que se les añadirán otros artífices del desastre, cuando avancen la reforma laboral, la de la salud, la de las aguas y la reforma constitucional. Pero si el Gobierno quiere ponerse a salvo ahora, tienen que irse desde ya Arenas y Eyzaguirre, y así los demás se van a dar cuenta de que el camino debe ser otro. Y si no se van, Michelle va a hundirse con ellos, sea lo que fuere lo que eso signifique. Prosigue Evelyn:

4. “No puede haber cambio de gabinete, porque ella les ha impuesto las tonteras a Eyzaguirre y Arenas. No los va a cambiar”.

En esto no concuerdo. Yo creo que “las tonteras” se las presentaron Arenas y Eyzaguirre a Michelle 2.0 y ella “las compró”, porque se avienen con su ser político íntimo. Pero sabemos que “la donna é móbile” y puede cambiar y transformarse en Michelle 3.0. Y mi impresión es que va a cambiar, “malgré” Arenas y Eyzaguirre. Continúa Evelyn:

5. “Cuando ya empiece a notarse que la economía no repunta y que la Presidenta no sube en las encuestas, van a empezar a tirar bonos. Van a empezar a tirar plata a la calle. Algo de eso ya vimos la semana pasada con medidas como la baja de las bencinas. Entonces ahí ya no les van a quedar dudas a los inversionistas que Chile se convirtió en un país bananero más”.

Es exactamente lo que está sucediendo. La pregunta es hasta cuándo va a seguir sucediendo. Si el proceso no se detiene, se va cumplir el pronóstico de un inversionista extranjero: “Chile será el próximo Brasil; Brasil la próxima Argentina; Argentina la próxima Venezuela” y, agrego yo, “Venezuela la próxima Cuba”.

Creo que hay una alta probabilidad de un desenlace así. En tal caso, sobrevendría lo siguiente, según el más acertado pronóstico de Evelyn:

6. “Creo que vamos a ver a un Insulza o a un Lagos señalando que con esta cantidad de revuelta se necesitan figuras potentes que ordenen. En ese caso mi impresión es que ME-O desaparece, sencillamente por tonelaje y porque además el caos va a ser suficientemente grande como para que la gente prefiera algo conocido y que dé más certidumbre… Insulza tiene una ventaja sobre Lagos y es que estaría dispuesto a ir a una primaria y Lagos no”.

En definitiva, tenemos un buen pronóstico de lo que va a suceder en la Nueva Mayoría a mediano plazo y cuando Michelle 2.0 se haya convencido de que decididamente debe convertirse en Michelle 3.0 (bastante más parecida a Michelle 1.0 que la anterior).

Desde la Nueva Mayoría han provenido los peores ataques contra Evelyn Matthei, pero en lugar de agredirla deberían estarle agradecidos, porque les ha hecho un excelente diagnóstico de su porvenir político, para el cual más les valdría estar preparados.