1

Se fue el 2015, ¿y ahora qué?

Se fue el 2015, ¿y ahora qué?

Recuperemos una Visión Positiva del Perú

Se nos va un año que debió ser mucho mejor para los peruanos.

  • Por el lado de nuestra clase dirigente, los políticos fueron exacerbando cada día más sus relaciones y los líderes de la sociedad civil fueron alejándose cada vez más del debate nacional.
  • La economía siguió contrayéndose y, contra todos los pronósticos oficiales, cerraremos el año con un crecimiento menor al 3% del PBI. (El Presidente Humala perdió la apuesta que hizo con Christine Lagarde en la reunión de los Gobernadores del FMI y el BM).
  • Los peruanos fuimos perdiendo confianza en el futuro mientras IPAE encarpetó la “Visión del Perú al Tercio de Siglo”, revisada el 2014, supuestamente hecha para abrir la escena electoral con algunos lineamientos coherentes.
  • Nos zambullimos en una gran confusión sobre nuestras verdaderas capacidades. ‘Ya no podemos crecer alto’, ‘Somos parte de la región más volátil’, etc.
  • No supimos diferenciar los impactos de los shocks externos, de nuestras propias falencias, que en nuestra opinión fueron determinantes para el tropezón económico, social y político en el que nos hemos ubicado.
  • Iniciamos el proceso electoral con mucha inquina entre los contendores y poco sentido de responsabilidad.

En verdad el año 2015 es solo el colofón de un proceso que empezó el 2011; cuando, después de diez años de inclusión en serio y de una cierta distancia de nuestras políticas públicas con los efluvios ideológicos, nos entregamos a una nueva ola de ideologización y de negación de nuestros avances y desarrollos. Ya hemos explicado muchas veces que en 2011 se produjo un punto de inflexión en nuestra realidad. (Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo).

Por el lado del mundo hemos enfrentado una serie de procesos importantes que muchas veces han sido usadas como disculpas para tapar nuestras debilidades.

  • Se recuperaron las economías de EEUU y Europa, pero se ajustaron las de los países emergentes, empezando por el ‘cambio de motores en vuelo’ de China, que ahora transita de los impulsos de la inversión y exportaciones al del consumo interno (ver en Lampadia: China: Un Gigante cambia de Piel).
  • Menores precios de los commodities. La gran disculpa de los países incapaces. Hasta el BM indicó que América Latina era la región más vulnerable del planeta. Éste y el próximo año, el crecimiento de la región será negativo. Pero el Perú es distinto, no debió caer en el saco de los demás. (Ver: Sudamérica: Crecimiento visto con lentes oscuros y El Perú no es igual a ningún otro país). Una cosa es el desastre labrado por los gobiernos de Venezuela, Brasil y Argentina; o la parada de la inversión privada en Chile promovida a pulso por el gobierno de Bachelet (“woman made”); y la frenada de la inversión privada en el Perú, producto de los conflictos socio-políticos que el gobierno no supo enfrentar y la paralizante sobre regulación de las inversiones; y otra cosa muy distinta es concluir que el Perú solo flotaba en nuevas condiciones globales que nos impedían invertir y crecer. En verdad tenemos muchos proyectos productivos y de infraestructuras ‘a punto de caramelo’, listos para florecer, que nos permitirían crecer pronto, más de 6% anual.
  • Menor financiamiento global por los cambios de la política monetaria de EEUU que por fin aumentó, ligeramente, sus tasas y que lo seguirá haciendo paulatinamente.
  • El regreso de Rusia, de la mano de Putin, a ser ‘el niño malo del barrio’.
  • La explosión de la violencia asesina desatada por ISIS.
  • La crisis humanitaria de doble cuño (tragedia para los migrantes y para los europeos) desatada por la masiva migración de sirios y nor-africanos a Europa.
  • Se sigue profundizando la nueva revolución tecnológica de la mano de la robótica, la inteligencia artificial y otras, que nos ofrecen importantes oportunidades de desarrollo y al mismo tiempo nos exigen dar un gran salto en educación, salud, infraestructuras y tecnología, para no perder el tren de la historia. (Ver en Lampadia: El futuro del empleo con Robots e Inteligencia Artificial (II)).

Y, ¿cómo debemos ver el 2016?

En Lampadia creemos que el 2016 nos da la gran oportunidad de retomar el camino de la prosperidad, el bienestar común y el enfoque o convergencia social hacia la consolidación del Perú como uno de los mejores países del mundo para vivir.

  • Después de hacer ‘balance y beneficio de inventario’, la evaluación del actual gobierno, que trajo la ideología y la confusión social de regreso a la vida pública, tenemos que concluir que no se puede elegir un gobierno sin hacer un acto de madurez y en función de una mirada de largo plazo.
  • Desde la promulgación de la Constitución de 1993 y con el regreso de la inversión privada a la vida económica del país, hemos revertido 30 años de parálisis y empobrecimiento (60s – 80s). Parece que el 2011 no nos la creíamos, pero después del tropezón del 2011 que apagó varias luces, es más fácil entender las diferencias entre una y otra realidad.
  • Nuestra nueva clase media, tal vez pensaba que no era necesario preocuparse de la vida política del país, pues todo avanzaba sin tener que involucrarse. Pero después del tropezón de los últimos años, no pueden renunciar al futuro al que estaban accediendo.
  • Si bien desde hace 20 años (CADEs y otros), la sociedad civil ha puesto sobre la mesa la necesidad de desarrollar importantes reformas institucionales, se puede decir que recién ha calado en la conciencia política y social y, por lo tanto, deberá ser preocupación esencial del electorado y del próximo gobierno.
  • Algo que además debe ayudarnos a tomar las decisiones correctas es la revolución tecnológica, que como hemos explicado puede ser muy disruptiva a no ser que sepamos prepararnos y ponernos al día con prontitud. Prepararnos implica crear riqueza para cerrar las brechas que nos separan del primer mundo en educación, salud, infraestructuras y tecnología. El Perú tiene las capacidades para hacerlo, pues tenemos gente trabajadora y creativa y, todos los recursos naturales que podemos necesitar. No dejemos de tener presente la advertencia de Yuval Harari: “Países que, como China, perdieron el tren de la Revolución Industrial, 150 años más tarde han conseguido recuperar el terreno perdido, en gran medida, en términos económicos, gracias a la mano de obra barata. Esta vez, quienes pierdan el tren no tendrán una segunda oportunidad. Hoy en día, si un país, un grupo de personas, se queda descolgado, no tendrá una segunda oportunidad, en particular porque la mano de obra barata no tendrá ninguna relevancia”.

A diferencia de la prédica de los “doomsayers” (los agoreros del desastre), algunos políticos y economistas que se multiplican en los medios de prensa anunciando nuestra supuesta incapacidad para crecer y crear riqueza, en este portal decimos que ¡El Perú es Infinito! Lampadia    




¡No nos confundamos sobre el crecimiento!

¡No nos confundamos sobre el crecimiento!
  • Se acabó el crecimiento
  • Se basó en los precios de los commodities
  • Hubo crecimiento pero no desarrollo
  • Ahora necesitamos inversión pública
  • El crecimiento potencial está entre 3 y 4%
  • Crecimos pero no le llegó a todos

Últimamente, muchos se dejan llevar por los que anuncian el fin de nuestro ciclo de crecimiento y esto lo relacionan y sustentan en los ajustes de la economía china y la reducción de los precios de los commodities. Pero pocos hacen un análisis de algunas líneas estratégicas o por lo menos unas cuantas relaciones causa-efecto de los acontecimientos de los últimos años.

En Lampadia queremos revisar este importante tema y plantear tres reflexiones al respecto:

  • Cuándo empezó nuestro ciclo de crecimiento
  • Por qué se paró el crecimiento
  • Cómo podemos crecer alto y sostenido

El gran ciclo de crecimiento empezó con la Constitución de 1993

Desde principios de los años 60, el Perú perdió el rumbo de desarrollo; terminó empobrecido, sin inversión privada, alejado del resto del mundo y con crecimiento negativo. Todo se inició con las perniciosas ideas de Prebish, la CEPAL y la sustitución de las importaciones. Políticamente empezó con el primer gobierno de Belaunde, siguió con la dictadura militar, el segundo gobierno de Belaunde y terminó en la euforia tercermundista del primer gobierno de García.

En ese lapso se terminó prohibiendo la inversión privada en el campo, la minería, la pesca y hasta en el turismo. Se hizo lo mismo que en la Venezuela chavista de hoy y, por supuesto, los resultados, como todos reconocen, fueron nefastos.

Esto se corrigió recién con la captura del genocida Abimael Guzmán y con la promulgación de la Constitución de 1993 que trajo el regreso de la inversión privada. Así fue que entre 1993 y 1997 el PBI del Perú creció en un promedio de 6.8% anual. Ver gráfico:

Este período de crecimiento se suspendió por gracia del corte de la cadena de pagos y la larga recesión en la que el país se sumergió por miedo a la pasajera crisis asiática de 1998, bajo la errada conducción del ministro de Economía y Finanzas de entonces, Jorge Baca Campodónico.

Una vez superada la recesión, retomamos el crecimiento de la mano de la inversión privada que además recibió el impulso de los positivos factores externos de los precios de commodities, las tasas de interés y la abundante liquidez internacional. Lo que debe quedarnos claro es que el crecimiento alto y sostenido duró 20 años, incluyendo la caída del 98 y la del 2009 fue un solo proceso: la exuberancia económica de un país que estuvo sediento de inversión por treinta años (60 – 90).

El ciclo de crecimiento se interrumpió a partir del 2011

Como hemos explicado anteriormente, el ciclo virtuoso que tuvimos fue interrumpido en el 2011 con lo que hemos llamado ‘Punto de Inflexión’, gracias a la nueva administración de Ollanta Humala, el Partido Nacionalista y su gabinete de izquierda presidido por Salomón Lerner.

En el 2011 se produjeron dos puntos de inflexión muy graves en el proceso virtuoso que estábamos viviendo, tanto en aspectos sociales como económicos. En el aspecto social, se produjo un punto de quiebre en la reducción del nivel de anemia en niños menores de tres años, luego de una sostenida reducción entre el 2007 y el 2011. En lo económico, el cuadro inferior muestra claramente la caída de la inversión privada, principalmente en la minería moderna que detuvo el crecimiento pro-pobre y pro-clase media, que trajo consigo una importantísima disminución de la pobreza, desnutrición, mortalidad infantil y desigualdad en la última década. 

Cuanto podemos y debemos crecer los próximos 35 años

Según el Banco HSBC en su reporte ‘The World in 2050’, el Perú debe crecer en promedio 5.5% anual ayudado por su ‘bono demográfico’ que representará un crecimiento de 40% de la PEA hasta el 2050. De crecer a ese ritmo la economía peruana será la número 26 del mundo en el mismo año y la distribución de ingresos de su población evolucionará según lo mostrado en el siguiente gráfico:

Ese crecimiento de 5.5% de promedio anual, produciría excelentes resultados para el bienestar de nuestra población, o sea que lo primero que tenemos que hacer el declarar la obligación de mantener un:

Crecimiento anual mínimo de 5.5%

Lo siguiente es preguntarnos cómo hacer para lograrlo. Si queremos reactivar la economía, debiéramos entender que tenemos que recuperar un mayor ritmo de inversión. Y sólo lo lograremos promoviendo en primera instancia la inversión minera y en infraestructuras cuyos proyectos están a ‘punto de caramelo’. (Ver en Lampadia: Volvamos a prender el motor de la economía).

Contar con infraestructuras adecuadas tiene un impacto muy  positivo en aspectos sociales al dar acceso a los pobres al mundo moderno y mejorando la  competitividad del país, los llamados costos de transacción y, en general, potenciando el desarrollo de nuestros sectores productivos. En Lampadia, hemos propuesto un plan de 7 años: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones.

Además el Perú tiene un gran potencial productivo. Cuenta con claras ventajas para generar industrias sostenibles en torno al sector forestal, la transformación petroquímica, la pesca, las agroindustrias, la energía y el turismo. Es un país muy rico en recursos naturales, con una gran diversidad agrícola, buenas zonas de pesca, grandes y variados yacimientos de minerales y metales, entre otros. Está clasificado internacionalmente como un país megadiverso. (Ver en Lampadia: El enorme Potencial Productivo del Perú).

Nosotros tenemos reservas productivas acumuladas y no explotadas en una serie de sectores, producto del “apagón productivo y de inversión” que nos “regalaron” nuestros gobiernos durante los años 60, 70 y 80. En esos años, mientras todos los demás seguían desarrollando sus capacidades, nosotros hicimos un receso. Es así, que hoy tenemos un potencial minero para multiplicarnos por 5; igual o más en energía; en forestería podemos multiplicarnos por 30; podemos desarrollar acuicultura en nuestros ríos, cochas y mares; etc. El Perú es infinito en comparación al tamaño de nuestra población. Solo necesitamos un gobierno que entienda esa realidad y permita que nuestra capacidad creativa se encargue del resto. (Ver en Lampadia: Nuestro potencial productivo supera las limitaciones coyunturales)

En cuanto al impacto de los ajustes de China y la caída de los precios de los commodities, el Perú, a diferencia de Australia, Canadá y Chile, tiene la capacidad de compensar con mayores volúmenes de producción el efecto de los menores precios. Ningún país tiene la competitividad del Perú en minería, ni el stock de proyectos embalsados. Confirmando esto, el IPE mostró hace unos meses que nuestro crecimiento, de no haberse parado los proyectos mineros, no debió colapsar. Ver gráfico:

Es bastante claro que el Perú puede mantener un ritmo alto de crecimiento. Como mínimo de 5.5% anual. No promover esa meta es renunciar a nuestra obligación más elemental: buscar el bien común a la mayor velocidad posible. Lampadia

 




Consejos del FMI para mejorar la gestión de los recursos naturales

Consejos del FMI para mejorar la gestión de los recursos naturales

Los países ricos en recursos naturales, como el Perú, se beneficiaron de un auge excepcional precio de los commodities durante los años 2000, con el precio de los metales alcanzando máximos históricos. Esto proporcionó una gran ayuda a los países en desarrollo que supieron aprovechar el desarrollo de los mercados para promover la inversión y que se beneficiaron de un aumento en sus ingresos fiscales y la oportunidad de promover la transformación económica y el desarrollo ricos en recursos.

Los recursos naturales son una bendición para un país que hace las cosas bien. La riqueza de estos recursos facilita la financiación de inversiones para un crecimiento sostenible y al mismo tiempo le permite al gobierno proporcionar servicios sociales fundamentales. Como también afirma el reciente informe del BID, ‘Gobernanza con transparencia en tiempos de Abundancia’: “el debate de las políticas públicas en estos  países [ricos en recursos naturales] debe ir más allá de esta simple dicotomía [la maldición de los recursos naturales] y tener en cuenta de qué maneras el sector extractivo interactúa con el resto de la economía, sobre todo en los niveles institucional y local.

Sin embargo, la reciente bajada de los precios de los commodities ha dejado claro que éstos pueden ser volátiles y están sujetos a las crisis. También ha significado que los exportadores de commodities tendrán que adaptarse a un período de baja de las exportaciones e ingresos fiscales, al menos mientras se ajusta la economía China.

A la luz de esta situación, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe llamado “La montaña rusa de los precios de las materias primas: Un marco fiscal para tiempos inciertos”, en el que examina la conducción de la política fiscal bajo la incertidumbre causada por el impacto de los ingresos de los recursos naturales. Se basa en una amplia investigación en el comportamiento de precios de los commodities y sus implicancias en los resultados macroeconómicos, así como consejos a las economías que buscan mejorar la gestión de la riqueza de recursos naturales. 

Según el análisis del FMI, la experiencia de las últimas décadas (incluyendo el último boom) ha demostrado que la política fiscal tiene un papel crucial en la gestión de los efectos de la volatilidad de los precios de los commodities en la economía nacional, pero esto ha sido un reto difícil para muchos países. Particularmente con respecto al crecimiento del gasto público, el cual ha tendido a acelerarse durante alzas de precios y a caer durante las fases descendentes de los precios. Esta respuesta procíclica ha intensificado la volatilidad de la economía y podría haber obstaculizado el crecimiento económico. Por otra parte, aunque algunos países acumularon reservas financieras significativas durante el auge de 2000-08 (como en el Perú, que lo ayudó a manejar la crisis del 2009), muchos otros países sufrieron agudas contracciones fiscales debido a la insuficiencia de reservas.

Dada la magnitud de los desafíos, la pregunta clave es: ¿cómo pueden los gobiernos manejar las finanzas públicas para hacer frente a estos enormes desafíos a largo plazo y a la vez hacer frente a los riesgos e incertidumbres sustanciales a corto plazo?

La respuesta a esta pregunta, y uno de los principales mensajes del FMI, es que la conducta de la política fiscal bajo incertidumbre se puede mejorar mediante la adopción de un sólido y coherente marco de gestión de riesgo. Según el FMI, este se debe basar en cuatro pilares:

1. Los ingresos presupuestarios deben ser derivados en su mayoría de una tributación de base amplia, respaldada por un fuerte cumplimiento. En el caso de los exportadores de commodities, una movilización de recursos más eficiente puede mitigar la volatilidad de los ingresos. Un aspecto específico es la fiscalidad de las empresas multinacionales. Estas reformas pueden ser parte de las estrategias de ajuste fiscal que necesitarán seguir los exportadores de commodities.

2. La mejora de la eficiencia del gasto, incluyendo reforma de los subsidios de energía, sigue siendo una prioridad y puede facilitar el ajuste fiscal. Esto también se puede aplicar en áreas fundamentales para el crecimiento sostenible e integrador, como la inversión pública, la salud y la educación.

3. Es importante poner en marcha los marcos fiscales que ayuden a los países a ahorrar durante los buenos tiempos para que puedan proteger el gasto durante los malos tiempos. En el caso de los productores de commodities, este ahorro tiene que encontrar el equilibrio adecuado entre la acumulación de activos financieros, la inversión en infraestructura física y la inversión social a través de gastos de salud y educación. Por otra parte, es esencial empezar lo antes posible en la implementación de un marco más sólido que pueda ayudar a los países a enfrentar la incertidumbre que se avecina.

4. La calidad de las instituciones es crucial. Las normas y procedimientos fiscales son importantes, pero tienen que estar basadas en un compromiso social y político más amplio para la adhesión a estas reglas y leyes.

Estos pilares son importantes para todos los países, pero son especialmente cruciales en los países ricos en recursos naturales como el Perú, donde las condiciones para la gestión de las finanzas públicas son mucho más desafiantes. No esperemos al último momento para tomar las medidas necesarias. Aprovechemos nuestros recursos naturales de una manera responsable y beneficiémonos de la gran oportunidad que tenemos. Lampadia




Desmitificando el tema de la desigualdad

Desmitificando el tema de la desigualdad

El tema de la desigualdad, como lo explica Andrés Velasco en el siguiente artículo de Project Syndicate que glosamos más abajo, ha entrado al debate político y a los medios de información sin el debido cuidado y rigurosidad que un asunto tan importante requiere.

Como hemos venido presentando en Lampadia, el ciclo virtuoso que hemos tenido en el Perú hasta su interrupción el 2011 (ver: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo), ha generado, junto con un crecimiento mayor al del resto del mundo y especialmente, de la región, una muy importante reducción de la pobreza y de la desigualdad. Ver en Lampadia: La minería: generó un ciclo virtuoso de crecimiento y El 2014 terminó nuestro ciclo virtuoso de desarrollo – ahora necesitamos acumen y una agenda de desarrollo efectiva.

La reducción de la desigualdad no es común para procesos de crecimiento alto y sostenido. Lo normal ha sido que cuando un país crece alto y sostenidamente, se acentúe la desigualdad. Pero en el caso del Perú, hemos tenido un crecimiento pro-pobre y pro-clase media, que lamentablemente ha pretendido ser desconocido por el mundo político, especialmente por los movimientos anti-inversión y anti-economía de mercado.

Dice Velasco: “Por lo tanto, la afirmación que con frecuencia se escucha de que el aumento de la desigualdad es el hecho económico central de nuestros tiempos, probablemente se deba a una disparidad de otro tipo: el impacto desproporcionado que los medios noticiosos y los expertos de países ricos tienen en los debates internacionales”.

Efectivamente, en los países más desarrollados, como EEUU y Europa, se ha producido un incremento de la desigualdad y, las noticias y los artículos y ensayos referidos a su realidad han inundado los análisis sobre la desigualdad en todo el mundo. La verdad es que ésta ha disminuido en los países emergentes que han absorbido buena parte de la producción global y que con la recuperación de los precios de los commodities del nuevo siglo (contrariando la teoría de la dependencia de la CEPAL), han logrado un incremento importante de riqueza en los países más pobres, como, notoriamente, se produjo en el Perú.

El artículo de Velasco y los enlaces a los estudios que refiere, muestran este tema con una perspectiva rigurosa, que incluye los impactos de las políticas redistributivas que se hicieron posibles gracias al crecimiento económico indicado. Ver líneas abajo el análisis de Velasco:

Nueva luz sobre la desigualdad del ingreso

Andrés Velasco, ex candidato a la presidencia de Chile, profesor de desarrollo internacional. Octubre, 2015. Project Syndicate. Traducción de Ana María Velasco

Los discursos de los políticos sobre la desigualdad tienden a ser parcos en cuanto a hechos, pero expansivos en cuanto a propuestas ideológicas. Una explicación caritativa para la baja calidad del discurso público sobre la desigualdad del ingreso en las economías en desarrollo y emergentes, es que en ellas los datos acerca de la distribución del ingreso suelen ser escasos o dudosos. Sobre un tema de la importancia de éste, los debates por lo general generan más calor que luz.

Pero esto podría estar llegando a su fin a través de un nuevo conjunto de estudios. Liderado por Nora Lustig, profesora de economía especializada en América Latina, un equipo del “Commitment to Equity Institute” de la Universidad de Tulane ha desarrollado extensas bases de datos relacionados con el estado de la distribución del ingreso, y asimismo con los efectos de las políticas públicas relativas a dicha distribución. De importancia crucial es que las cifras son similares a través de un conjunto amplio de países de ingresos medios y bajos, y también concuerdan con los datos existentes en relación a países avanzados. Las conclusiones preliminares que están surgiendo de estos estudios van a iluminar los debates políticos – y probablemente desagradar a los ideólogos tanto de derecha como de izquierda.

Empecemos, como afirma Lustig en un estudio reciente, con el hecho de que la desigualdad del ingreso a nivel mundial no va en aumento. La forma más frecuente de medir la desigualdad es empleando el coeficiente de Gini, el cual asigna el valor cero a la igualdad perfecta y 100 a la desigualdad perfecta (cuando una sola persona recibe todos los ingresos). En los países para los cuales existen datos, el puntaje promedio de este coeficiente (no ponderado según la población) declinó levemente, de 39 a 38, en el período 2000-2010.

Efectivamente, en los países ricos, durante este mismo período, el puntaje se elevó – de 29,8 a 30,4. Pero, en América Latina cayó estrepitosamente, de un escandaloso 55,1 en 2000 – que hacía de este continente la región más desigual del mundo – a un 50,2, todavía muy alto, diez años después. El valor de Gini también disminuyó en el sur de Asia. En el África Sub-sahariana, donde los datos son menos ciertos, parece haber permanecido relativamente constante.

Todavía más, la desigualdad al parecer está bajando precisamente donde era más aguda para empezar. Esto es válido para regiones, especialmente América Latina, tanto como para países, por ejemplo, Brasil y Sudáfrica.

Por lo tanto, la afirmación que con frecuencia se escucha de que el aumento de la desigualdad es el hecho económico central de nuestros tiempos, probablemente se deba a una disparidad de otro tipo: el impacto desproporcionado que los medios noticiosos y los expertos de países ricos tienen en los debates internacionales.

Otro conjunto de resultados que por cierto no va a ser del agrado de los derechistas fanáticos, es que las políticas fiscales redistributivas pueden tener y, de hecho, están teniendo, un impacto significativo en la reducción de la desigualdad. En una comparación de países de ingresos medios de Asia, África y América Latina, Lustig muestra que los coeficientes de Gini después de los impuestos y las transferencias (incluido el valor monetario de la educación y de los servicios de salud) son contundentemente más bajos que los correspondientes a los de los ingresos iniciales generados en el mercado.

La caída promedio para los nueve países emergentes que Lustig compara – entre ellos, Sudáfrica, que es en extremo desigual – es más de tres puntos (55,7 a 52,5). El mismo ejercicio, que trata a las pensiones como consumo diferido y, por lo tanto, abstrae del papel redistributivo de las pensiones entre las poblaciones de más edad en las economías avanzadas, arroja una caída de siete puntos en Estados Unidos y de un poco más de nueve puntos en la Unión Europea. Es decir, los países emergentes están progresando – aunque podrían hacerlo considerablemente más.

Sin embargo, esto no significa que los activistas deberían exigir mayores impuestos y más gasto público en todas las circunstancias. La calidad de los programas fiscales es de importancia fundamental. El tamaño del sector público en Brasil es casi el doble del de Chile – donde la recaudación tributaria anual equivale a alrededor del 20% del PIB, en contraste con alrededor del 40% (las estimaciones varían) en Brasil. En este último, además, el gasto social (tratando, otra vez, a las pensiones como consumo diferido) también es el doble: 16% en comparación con 8% del PIB en Chile.

De acuerdo a Lustig, no obstante, el efecto en la desigualdad que tiene la redistribución por parte del gobierno, es el mismo en los dos países: una caída de casi cuatro puntos en el coeficiente de Gini. Lo que Lustig no explora es que el contraste es aún más agudo si uno toma en cuenta que, en relación al PIB, el gobierno brasileño gasta considerablemente menos en infraestructura que el chileno. Es difícil no llegar a la conclusión de que parte del gasto público en Brasil sirve más bien para mantener convenientemente callados a ciertos grupos de interés políticos.

Un caso que vale la pena señalar es el de Bolivia, donde los gobiernos izquierdistas han aumentado de manera considerable el gasto en el sector del bienestar social. Sin embargo, según lo revela otro estudio, debido a que las transferencias monetarias no están enfocadas exclusivamente en los pobres sino que son universales, su efecto distributivo en general no es progresivo sino neutral.

Otro elemento de rotunda importancia es que los impuestos y las transferencias no constituyen la única forma de luchar contra la desigualdad. En estudios anteriores, Lustig y sus colegas muestran que una prima salarial en declive – es decir, una disminución en la brecha salarial entre trabajadores con mayor o menor preparación – explica parte del descenso en el coeficiente de Gini en los países latinoamericanos. No es fácil desentrañar el papel que desempeñan la oferta y la demanda en la reducción de la prima salarial, pero al parecer ambos factores han incidido.

Por el lado de la demanda, las devaluaciones de los tipos de cambio hicieron que las exportaciones no tradicionales se volvieran más competitivas y ayudaron a elevar la demanda de obra de mano relativamente no especializada. Por el lado de la oferta, un fuerte aumento en los años de escolaridad, y especialmente el acceso a estudios superiores, produjo un notable incremento en el número de profesionales y otros trabajadores altamente capacitados, lo que contribuyó a disminuir sus sueldos relativos.

Todo esto es positivo para la distribución del ingreso, pero los procesos políticos resultantes permanecen tensos. Es posible que los activistas estudiantiles que exigen (junto con el resto de la sociedad) una distribución más justa de los recursos, no deseen enterarse de que el aumento en el número de profesionales con frecuencia obedeció a la rápida y polémica expansión de universidades privadas – a veces con fines de lucro – y que esto explica parte de la disminución de la desigualdad.

De manera similar, a los hombres y mujeres jóvenes que con dificultad llegaron a la universidad con la expectativa de lograr una remuneración relativamente alta, al graduarse no les agrada descubrir que, por ejemplo, los sueldos de periodistas y psicólogos aumentan de modo mucho más lento que los de técnicos en computación o de operarios de maquinaria. En efecto, esta frustración es algo subyacente (aunque no siempre de forma manifiesta) en muchas de las últimas protestas estudiantiles en América Latina y en otros lugares del mundo.

En resumen, la desigualdad del ingreso resulta ser políticamente controvertida cuando empeora, como también cuando tiende a declinar. Estudios como los dirigidos por Lustig iluminan las inevitables controversias y, así, éstas podrían dejar de conducir a simples animosidades para dar paso a la creación de políticas mejores. L




Las economías de América Latina según The Economist

Las economías de América Latina según The Economist

En Lampadia somos fieles seguidores de la sabiduría de The Economist, la mejor revista del mundo por sus consistentes contenidos y por algo que es muy difícil lograr, saber manejar al mismo tiempo opinión, análisis e información. Pero, en esta ocasión, debemos discrepar con mucha fuerza con su reciente artículo sobre las economías latinoamericanas, pues con ocasión de la reciente reunión de los gobernadores del FMI y del BM en el Perú, han hecho, en lugar de un buen análisis, un espeso pudín ingles en el que no se pueden reconocer los ingredientes.

Por supuesto, esto no es solo responsabilidad de The Economist, sino también de nosotros los peruanos, que no hemos aprovechado dicha reunión para dar a nuestros visitantes, mayores ‘insight’ (interioridades) sobre nuestra realidad.

The Economist cae en las antiguas generalizaciones que se hacían sobre la región y hace un análisis muy superficial que no representa debidamente las relaciones causa-efecto de la situación de nuestras economías.

Para ellos, todas nuestras economías sufren por lo mismo, China y los commodities. Nada más incorrecto. Para empezar, no se puede poner en el mismo saco a Venezuela, Brasil y Argentina, con Chile, Colombia y Perú. Y en el caso de los últimos se espera un análisis un poco más fino.

Veamos. El 20 de julio pasado publicamos en Lampadia: Todos hablan de frenada, pero nadie la entiende… Sudamérica: Crecimiento visto con lentes oscuros. Artículo que ahora parece preparado para recibir el de The Economist. En el decíamos:

Todos comentan sobre la desaceleración de la región. Se dice que es la más afectada por la situación de la economía global, por la caída de los precios de los commodities, por la aguantada del crecimiento chino, por su dependencia de materias primas. Lo hace el FMI, el Banco Mundial (BM) y muchos analistas. Se pronostica un mísero crecimiento de 0.5% para el 2015. Nuestro ministro de Economía y Finanzas se solaza afirmando que seremos líderes de crecimiento en la región (el campeón de los pobres), así crezcamos menos de 3%, sin dudas un papelón.

La verdad es que la historia es totalmente diferente. Para entenderlo, solo tenemos que ver, uno por uno, los principales países de la región y preguntarnos luego si los asertos sobre los shocks externos son correctos o si la frenada del crecimiento es obra (y gracia) de nuestros fallidos gobiernos.

Los casos de Venezuela, Brasil y Argentina son, evidentemente, echura de sus desastrosos gobiernos y, suponemos que no hay mucha discusión al respecto. La situación de Chile y Perú es un poco más difícil de entender para ojos grises.

Chile: En cuanto a Chile, ya habíamos comentado que Bachelet había puesto marcha atrás, pero por la alta participación del cobre en su economía, creíamos que Chile sí era víctima de un shock externo, tal como se plantea para toda la región. Sin embargo, hace solo dos semanas, tuvimos la visita en Lima de Klaus Schmidt-Hebbel (KSH), que nos demostró que Chile no sufría por la caída del cobre, pues los términos de intercambio de su economía, tomando en cuenta la caída del precio del petróleo (son importadores de todo el petróleo que consumen) eran neutros y afirmó que la parálisis de su crecimiento era “woman-made” (hecha por una mujer): obra de Michelle Bachelet. Según KSH, Chile es víctima de un shock político interno que paró en seco la economía. Ver en LampadiaChile sigue ejerciendo su derecho a ser estúpido. Y apreciar el siguiente gráfico:

Por lo tanto, Chile, el país más expuesto a los precios del cobre, no es víctima de su dependencia en los recursos naturales, sino, como dice el historiador británico Nial Ferguson: “están ejerciendo su derecho de ser estúpidos”.

Perú: Como hemos explicado antes, ver en LampadiaEn el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo.

La frenada del sector minero fue el inicio de una cadena de eventos intra-sectoriales que determinaron, junto con el desmadre político del último año, el efecto ‘parar para mirar’, que nos precipitó a un crecimiento vergonzoso de 2 a 3 puntos anuales. Ver en el siguiente gráfico el estimado de crecimiento del Perú si no hubiéramos parado la inversión minera, según el IPE: El Costo de la Trampa Anti-Minera.

El Perú tampoco es víctima de su dependencia de los recursos primarios. El país pudo compensar con mayores volúmenes de producción, los menores precios y seguir aprovechando de los mismos, pues las cotizaciones de los minerales siguen siendo buenas.

Conclusión: El enfriamiento de la región sudamericana no se debe a su dependencia del exterior, ni a los impactos de los precios de los commodities, ni a la desaceleración china. El menor crecimiento de la región se debe a las malas políticas de sus gobiernos, algunas de la cuales estaban ocultas detrás de ingresos extraordinarios, pero su pérdida no prueba el origen del descalabro de sus economías. Lampadia

Veamos que dice The Economist:

Economías latinoamericanas

Días grises

Un lento camino hacia la recuperación

Publicado por The Economist el 10 de octubre de 2015.

Traducido y glosado por Lampadia

En 2012, cuando América Latina estaba disfrutando de una explosión de rápido crecimiento económico y progreso social, el FMI y el Banco Mundial decidieron celebrar la reunión anual de este año en la región, algo que no habían hecho desde 1967. Eligieron Lima, capital de Perú, una de las estrellas económicas de la región. Estas decisiones son siempre rehenes de su fortuna, que en este caso ha sido cruel.

En los últimos meses la mayoría de las monedas y mercados de valores de América Latina han sufrido una paliza. Ahora, el FMI espera que la economía de la región se contraiga ligeramente este año. Con los mercados emergentes en general dirigiéndose a la baja, y la economía mundial en una incertidumbre con la desaceleración de China y un aumento inminente de las tasas de interés en Estados Unidos, el estado de ánimo de muchos de los 12,000 asistentes a la reunión es tan gris como las gruesas nubes de invierno de Lima. [En verdad salió el sol y, la gente se veía encantada].

¿Qué salió mal en América Latina? La respuesta corta es la desaceleración de China, [se quedaron con la respuesta corta ¡!] que ha mandado a la baja los precios de las materias primas y, con ello, las exportaciones y las inversiones de América del Sur.

En algunos casos los males son principalmente auto-infligidos. Brasil y Venezuela mantuvieron sus gastos incluso después de que el auge de los commodities empezara a disminuir. 

Economías bien manejadas en América del Sur, como Perú, Chile y Colombia, se están adaptando poco a poco a un mundo más duro. Ver en Lampadia : El enorme Potencial Productivo del Perú, Nuestro potencial productivo supera las limitaciones coyunturales

América Latina no es tan afortunada como se imaginó. La pobreza está aumentando de nuevo. Pero no es la mala región del pasado, con volatilidad e hiperinflación. La desaceleración no ha dado lugar a crisis financieras. Todavía hay focos de crecimiento, como en Lima, donde la reunión anual se llevó a cabo en un nuevo y brillante centro de convenciones. L




China: Un Gigante cambia de Piel

China: Un Gigante cambia de Piel

China, un gigante social y económicamente, está embarcada en una dramática transformación de sus estructuras sociales y económicas. Su economía está siendo llevada de una impulsada por las exportaciones y la inversión, a otra sustentada en el consumo. Además, China está abocada a una gran reforma de sus empresas públicas y en una campaña de largos brazos contra la corrupción.

Es imposible esperar que cualquiera de los tres procesos se pueda dar sin causar mucho ruido y varias humaredas. Los tres juntos, con mayor razón. Pero parece que la desconfianza y lejanía de occidente con la China, determina que nadie analice los eventos vinculados a esta especie de revolución pacífica en el contexto de su espacio-tiempo.

En el aspecto económico, muchos hablan del desplome de la economía y añoran su crecimiento de dos dígitos, cuando hace poco reclamaban que bajara el ritmo. La verdad es que cambiar los motores de crecimiento de un coloso como la China sin que crujan todas las estructuras es imposible. Más bien es sorprendente lo relativamente armónica que está siendo su transformación.

Hay mucha discusión sobre el verdadero ritmo de crecimiento de China. Carten Holz, profesor de economía de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, dice que según los deflatores alternativos que puedan usarse, el crecimiento real promedio entre 1978 y el 2011 habría estado entre 9.1 y 11%, comparado con el dato oficial de 9.8%, lo que deja las cifras oficiales como el mejor estimado.

Por su lado Harry Wu, profesor de economía de la Universidad de Hitotsubashi en Tokio, encuentra que entre 1978 y 2014, el crecimiento real habría sido 2.5% menor al estimado oficial. Ver el siguiente cuadro: 

Después de más de treinta años de crecimiento de dos dígitos, China apunta ahora a un crecimiento de 7%. Esto ha redundado en una depresión de los precios de los commodities, por ejemplo, el del cobre, ya que China consume el 48% de la producción global de este mineral. Ver en el siguiente cuadro los consumos de commodities de China:

Sin embargo es importante ver el crecimiento de China desde la perspectiva peruana. Ver en el siguiente cuadro la relación del crecimiento chino vis-à-vis el tamaño de la economía del Perú:

Como puede verse, desde el punto de vista del Perú, un crecimiento de 7% de China nos da mucho espacio para mantener nuestra presencia en su mercado sin afectar los volúmenes de nuestras exportaciones.

Según Li Keqiang, primer ministro chino: “La economía china está creciendo a un ritmo ‘razonable’ y, pese a la creciente presión, el gobierno puede manejar bien los riesgos que enfrenta el país”. Li “defendió los esfuerzos de China por capear un volátil periodo desde mediados de junio, cuando el mercado bursátil se desplomó. (…) Los recientes recortes en el ratio de reservas, las tasas de interés, los impuestos y las medidas que apuntan a estabilizar el mercado ya están dando resultados. (…) China promulgaría más regulaciones macro receptivas y específicas para contrarrestar la presión económica bajista, una reforma sólida y esfuerzos de innovación para energizar al mercado”. (Expreso, 31 de agosto). Es claro que el gobierno chino está encima de todos los detalles y su capacidad de gestión es encomiable, como puede apreciarse de la siguiente ilustración de Reuters:

Otro problema de China es la calidad, solvencia y nivel de endeudamiento de sus empresas públicas. Estas se han multiplicado, prácticamente sin controles en varios miles. Pocas de ellas tiene gobiernos corporativos del nivel de las mejores empresas occidentales y muchas adolecen de grandes falencias que solo han podido soslayarse por el acelerado ritmo de crecimiento de todos los componentes de su economía.

La reforma de este sector público, que emplea cerca de 30 millones de personas y acumula activos por unos 15,000 millones de dólares, estaba prometida desde hace dos años y es, según los analistas, una de las más necesarias para permitir la transición de la economía china a un modelo sostenible. (…) Zhang Xiwu, vicepresidente de la Comisión para la Supervisión de Activos Estatales, informó que se crearán las condiciones para que las empresas estatales participen en el mercado como actores independientes en igualdad de condiciones”. (La República, 15 de setiembre).

“Una tarea complicada. En todo el país existen unas 155,000 empresas de propiedad pública, aunque la mayoría dependen de los gobiernos locales”. (El País de España, 15 de setiembre).

En cuanto a la lucha contra la corrupción, también se está dando un proceso muy serio. Ver en los siguientes párrafos un despacho de Sputnik Mundo:

China detuvo a cientos de funcionarios corruptos de forma diaria durante el año pasado, según el Documento Azul de la Academia China de Ciencias Sociales.

Unos 80 oficiales de nivel provincial y 30 altos cargos militares fueron investigados en 2014, lo que lo convierte en el año donde la campaña contra la corrupción alcanzó su nivel más alto, según el Diario del Pueblo.

El documento también subraya los éxitos contra los llamados “oficiales desnudos”, aquellos que han enviado a su familia al exterior.

Los familiares de más de 3.200 de funcionarios en esas circunstancias han visto cómo sus pasaportes chinos eran cancelados, mientras la tercera parte de oficiales han sido despedidos al oponerse a esa posibilidad.

El diario también recuerda que China ha establecido redes internacionales contra la corrupción a lo largo del continente con la declaración firmada en Pekín durante la pasada reunión de APEC (Cooperación Económica de Asia Pacífico) y en la cumbre G20.

Esos nuevos acuerdos han permitido que 680 fugitivos económicos fueran apresados durante los seis meses que duró la campaña “caza del zorro” con la que Pekín pretendía traer de vuelta a los funcionarios corruptos y recuperar lo robado”.

China ejecuta a magnate de la minería por corrupción y homicidio

China es el país donde más ejecuciones se hacen, más que las realizadas en todo el resto del mundo, la mayoría por actos de corrupción. Ver el siguiente cuadro: 

ZAICHINA.net – Noticias de verdad desde China

En conclusión tenemos que reconocer que China está en medio de una gran transformación en la dirección correcta de los acontecimientos. La turbulencia y las humaredas son lo menos que podemos esperar. Lampadia




El ciclo de crecimiento del Perú empezó en 1993

El ciclo de crecimiento del Perú empezó en 1993

A los peruanos no nos basta con el mito de los Hermanos Ayar, ni con el hundimiento de la barra de oro de Manco Capac, 700 años después seguimos construyendo mitos y leyendas.

Hace pocos días editorializamos sobre el mito de la ‘Hija de la Laguna’ (7/8/15): Ministerio de Cultura apoya falta de cultura – El negocio de la fabricación de mitos, un video sobre la supuesta oposición de la población local al proyecto de Conga, cuando la verdad es todo lo contrario.

En cuanto a la economía, con la disminución del crecimiento de China y la reducción de los precios de los commodities, se está fabricando un nuevo mito: que nuestro crecimiento económico del 2004 al 2013 se debió al boom de precios. Pues en Lampadia afirmamos que eso no es cierto. Nosotros postulamos que el crecimiento extraordinario del Perú se debió más bien al clima de negocios que se desarrollo después de la promulgación de la Constitución de 1993.

Veamos: En los años 90 se produjo la verdadera “Gran Transformación” del Perú. Todo empezó con la Constitución del 93, la cual permitió el regreso de la inversión privada, que junto con la inversión pública, llegó hasta el 28.5 % del PBI (2013). Esto produjo el crecimiento de la economía, la creación de empleo y la recuperación de los ingresos del Estado (21.6% del PBI). Veamos el siguiente cuadro: 

Ver en LampadiaLa Constitución del 79 consolidó el empobrecimiento general de los peruanos – Quieren bajarle la llanta a la prosperidad.

La Constitución del 93 fue el “primer punto de quiebre” en la vida reciente del país y el origen del ciclo de crecimiento que duró hasta el “segundo punto de quiebre” de nuestra economía, el 2011, como veremos más adelante.

Efectivamente, el ciclo de crecimiento se inició el mismo año 93, con la nueva Constitución, el regreso del país al mundo global y la captura del genocida Guzmán y de buena parte de sus secuaces (setiembre de 1992).

Entre 1993 y 1997, el Perú creció en promedio 7.5% por año y se empezó a disminuir la pobreza de manera importante.

Lamentablemente, el proceso descrito líneas arriba se interrumpió exactamente el 10 de octubre de 1998 a las 3pm, en el local del Banco Central de Reserva (BCR). En ese momento y en ese lugar el Ministro de Economía (Baca Campodónico) originó la ‘ruptura de la cadena de pagos’ al decretar que desde el día siguiente, el BCR decidiría, cada día, si le daba o no crédito a los bancos. En ese preciso instante y contra la opinión de los Presidentes de todos los bancos, se cortó el crédito a la economía, por el susto y la incapacidad de nuestras autoridades para enfrentar la crisis asiática, que tuvo una cortísima duración.

Para entender lo ocurrido se tiene que comprender que entender que entonces, el 90% de los depósitos del sistema financiero era a un plazo de 90 días y por lo tanto, los créditos se renovaban con la misma frecuencia. Ante esta absurda e innecesaria medida, los bancos tuvieron que suspender la renovación de sus créditos, pues no podían correr el riesgo de perder liquidez. La ruptura de la cadena de pagos se extendió paulatinamente por toda la economía como un hongo atómico al revés. ¿Qué implicó esto? Por ejemplo, el zapatero de Comas que le vendía a las zapaterías de la calle Shell en Miraflores, no pudo cobrar, pues el crédito que el daba no pudo ser honrado por la zapatería, a su vez el zapatero de Comas no pudo pagarle al vendedor de cueros de Caquetá, y así sucesivamente (como si fuera un dominó) se fueron cortando los pagos y,  consiguientemente, se fue paralizando toda la economía.

Se suspendió la inversión y el crecimiento y sufrimos una recesión de aproximadamente cuatros años. La crisis asiática pasó rápido, pero el Perú se desmoronó y con él nuestros indicadores económicos y sociales. Es por ello que los números de la década de los 90, vistos de punta a punta, no reflejaron la transformación que vivió el país. Perdimos, así la oportunidad de entender cómo se producen las relaciones causa-efecto, y realmente darnos cuenta como las políticas implementadas desde los años 60 hasta 1990 nos habían empobrecido, mientras que las aplicadas a partir de esa fecha (especialmente con la Constitución del 93) nos habían devuelto a la senda de la prosperidad.

La recesión duró hasta entrado el gobierno de Alejandro Toledo. Luego, la coyuntura internacional mejoró: los precios de nuestras exportaciones subieron, diversificándose su oferta (agro exportaciones, confecciones, productos químicos y maquinaria minera, entre otros), contrariando otro mito, la falta de diversificación de la economía. Además, bajaron las tasas de interés y aumentó la liquidez internacional.

Al mantenerse la vigencia de la buena Constitución del 93 y dado nuestro regreso a los circuitos financieros internacionales, pudimos aprovechar el viento a favor. A esto se sumó nuestra integración comercial al mundo global con la firma  de acuerdos de libre comercio. De esta forma, a diferencia de muchos de nuestros vecinos, crecimos alto y sostenidamente por las buenas decisiones que tomamos.

Tal comportamiento ha sido reconocido ampliamente. Por ejemplo, en marzo del año 2014, Nouriel Roubini declaró: “La suerte ha sido solo una parte pequeña de su éxito, lo principal han sido las buenas políticas públicas”.

Posteriormente, Paul Krugman, durante su visita al Perú, nos dio su punto de vista. Ante una  pregunta de  Augusto Townsend: “Hace algunos días Nouriel Roubini nos dijo que el crecimiento del Perú se debía más a méritos propios que a la buena suerte. ¿Qué opina? Krugman respondió: “Ciertamente han tenido suerte (…). La buena performance del Perú no se puede explicar solo diciendo que se trata de una economía razonablemente orientada a la exportación, sino que se ha visto una clara restauración de un ambiente interno positivo para los negocios”. Ver mayores detalles en LampadiaPaul Krugman rompe mitos. Krugman agregó: “El Perú ha atravesado por varios ciclos de política irresponsables.Pero ahora último ha experimentado un lapso relativamente largo de políticas razonables”.

Enfatizó además que: “las trabas a la inversión sin duda  son un problema, pero también lo es la deficiente educación. (…) Por ejemplo, el Perú brinda menos años de educación que sus vecinos”.

Así mismo indicó a Gestión: “Se preocupan demasiado por la dependencia en la exportación de los commodities, pero no es necesario migrar hacia una estructura exportadora manufacturera en el corto plazo. La historia económica demuestra que esto no es tan crítico como la gente piensa. Más que la composición de los envíos al exterior, lo que realmente importa es que la economía sea productiva. Tener exportaciones con valor agregado no es necesariamente crucial. (…) La fijación de los peruanos con la industrialización es una prioridad mal puesta (…). Ser una nación industrializada no es necesariamente el camino que deben seguir. Perú puede ser una nación productiva con un sector de servicios altamente productivo, sin tener que tener una gran base industrial”.

En otro artículo de LampadiaUna Roca contra Krugman, recogimos del Premio Nobel que: “estábamos haciendo bien las cosas”. Al igual que lo hizo Roubini días antes, indicó: “que si bien habíamos tenido suerte con la economía global de los últimos años, la misma suerte la tuvo toda la región, así como varios de nuestros agonizantes vecinos, que no supieron establecer y mantener políticas públicas sensatas y realistas”.

Más claro el agua: Entre 1993 y 1997 crecimos un promedio de 7.5%, sin boom de precios de los commodities. A principios del nuevo siglo retomamos el crecimiento alto gracias a que habíamos fomentado el regreso de la inversión privada. Evidentemente, sin inversión no habríamos tenido el crecimiento.

Ahora bien, ¿por qué dejamos de crecer? Porque paramos la inversion privada, especialmente en minería, como se puede apreciar en el siguiente gráfico: 

Pero no solo paramos la inversión, también descuidamos la acción social con impacto en uno de sus indicadores más sensibles, la desnutrición infantil. Ver el siguiente gráfico:

Finalmente, para demostrar que la parálisis de la economía no se hubiera dado de no haber parado la inversión minera, podemos apreciar el siguiente gráfico del IPE:

Cómo puede verse en el gráfico, debimos seguir creciendo más allá de la caída de los precios de nuestras exportaciones y reduciendo la pobreza y la desigualdad como lo hicimos hasta la parálisis creada por el desconcierto y falta de luces de nuestro gobierno. ¡No nos dejemos engañar! Lampadia




¡El oro sí se come!

¡El oro sí se come!

El oro es una de las mayores exportaciones del Perú y, por lo tanto, hacer un seguimiento cercano de nuestra producción y su cotización internacional es muy importante para entender la economía del país. En los últimos años hemos ido disminuyendo la producción al mismo tiempo que se redujo su precio.

El 2014 la producción del Perú  fue de 141 TM de oro,menor en 6.7% con respecto a la del 2013. Hemos pasado de ser el quinto productor global hasta el 2013 al sétimo el año pasado. La caída de la producción se debe en buena medida a los problemas político-sociales anti-mineros. Por ejemplo, la paralización de la explotación del Cerro Quilish en Cajamarca por parte de Yanacocha.

No nos olvidemos que el oro sí se come: con los ingresos de la producción de oro, el Estado puede financiar no solo los programas sociales alimentarios, sino también educación, salud, etc. Del mismo modo sucede con sus trabajadores directos e indirectos y buena parte del resto de la economía, a través de múltiples encadenamientos.

La cotización del oro havenido cayendo desde que alcanzó su pico en 2011.Registró su mínimo de cinco años y medio el pasado 24 de julio, situándose en US$ 1,072 dólares la onza, en alguna medida por la especulación en torno a la posibilidad del aumento de las tasas de interés por parte de la FED (el banco central de EEUU), que subiría en septiembre próximo por primera vez desde 2006 y después de que el banco central de China revelara reservas de oro menores a las esperadas. 

Entre las principales razones para la caída del precio del oro este año, está el fortalecimiento del dólar y el debilitamiento del euro. El valor del dólar sigue típicamente una relación inversa con los commodities. Cuando el dólar se aprecia frente a otras monedas importantes, los precios de los commodities (como el oro) tienden a caer. Cuando el dólar se debilita, los commodities generalmente suben. La razón principal de esto es que la mayoría de commodities se negocian libremente en los mercados internacionales y los precios están expresados en dólares estadounidenses. Los compradores extranjeros comprarán productos con dólares, por lo que, cuando el valor del dólar cae, tendrán más poder adquisitivo y la demanda aumenta. Del mismo modo, cuando el valor del dólar sube, tienen menos poder de compra y los productos se vuelven más caros, disminuyendo la demanda y bajando los precios de los commodities.

Además, Janet Yellen, líder de la FED, confirmó en la última reunión que las tasas subirán este año y dijo que esperar demasiado tiempo significaría que las tasas aumentarían a un ritmo más rápido después. Ella prefiere comenzar antes, para permitir un camino más gradual. Como resultado, en cada reunión del FOMC (Federal Open Market Committee)se especula que se podrían elevar las tasas.

Otra razón de la caída del precio es que la necesidad de China por oro está bajando. El Banco Popular Chino (BPC) anunció la semana pasada que las tenencias de lingotes se elevaron a 1,658 toneladas a partir de finales de junio, de 1,054 toneladas en abril de 2009. A pesar del aumento en el tonelaje, el oro representa ahora 1.65% del total de las reservas de divisas de China, comparado con el 1.8% en junio de 2009. Este número resultó ser mucho menor del esperado, que era más de 3,000 toneladas.

Esta semana, no obstante, el oro tubo una ligera recuperación después de que China anunciara que había devaluado su moneda, ayudando al metal a alcanzar su máximo en tres semanas.Esta “devaluación excepcional” devaluó ligeramente su moneda frente al dólar estadounidense yha llevado a la divisa hasta mínimos de 2012 en un intento de hacer más competitivas las exportaciones de la nación e impulsar la economía.

Fuente: Financial Times

Sin embargo, la demanda global de oro ha caído 12 % a un volumen mínimo en seis años: 915 toneladas. Esto sucedió durante un retador segundo trimestre, en el que el consumo en India y China disminuyeron (en conjunto representan más del 50% del mercado del oro) y Europa temía la crisis griega.

India y China (50% del mercado), donde este se utiliza principalmente para la joyería, sector que ha caído considerablemente. La demanda de joyería cayó 25 % en la India y el 5 % en China.

Por otro lado, la oferta de oro también se ve afectada por el suministro de las empresas mineras y los propietarios de stocks de oro. Cuando el precio cae por debajo del costo de producción, las minas se ven forzadas a dejar de producirlo.

Con precios tan bajos, alrededor del 10 % de la producción mundial no es rentable, afirma FocusMetals, consultores de la industria con sede en Londres. La estimación incluye los gastos de extracción y sustitución de las reservas a través de la exploración, así como otros costos. Esta consultora, junto con Morgan Stanley y Natixis SA, predice que la producción mundial de oro se reducirá en el mediano plazo.

“La gran pregunta es cuán rápido comenzará a caer el suministro”, dijo Nic Brown, analista de FocusMetals. “No creemos que veamosfuertes caídas por lo menos hasta el 2017”.

Barrick Gold Corp., el mayor productor, tuvo una pérdida neta de US$2,900 millones el año pasado, la mayor desde 2009, por los bajos precios y las amortizaciones de minas en Chile y Zambia.

A pesar de todo esto, no se puede predecir el futuro del precio del oro. Los tres pilares dela demanda de oro son: su valor como moneda, como commoditie y como activo de “refugio” en tiempos de incertidumbre; esto significa que eventos externos a la industria influyen regularmente en su precio. Lampadia




Dependencia incómoda

Dependencia incómoda

Algunos países exportadores de materias primas están afrontando mejor que otros la caída de los precios de esos productos.

Por The Economist

(Gestión, 13 de Enero de 2015)

Las materias primas (commodities) son como las sirenas: seductoras pero peligrosas. Cuando sus precios están elevados, los políticos en los países que las exportan se regocijan, pues los ingresos de la venta de petróleo, gas y metales llenan las arcas estatales, el dinero foráneo arriba en grandes volúmenes y se crean empleos bien remunerados.

A menudo, tales gobiernos ignoran otros sectores económicos bajo la creencia de que esos buenos tiempos nunca terminarán, pero siempre llegan a su fin. Y ahora que los precios están en picada, muchos países están aprendiendo lo que sucede cuando una economía depende demasiado de sus recursos naturales.

Venezuela, que posee las mayores reservas petroleras, está al borde del colapso. Brasil y Noruega, otros dos grandes exportadores de petróleo, han reducido sus proyecciones de crecimiento y el presidente ruso, Vladimir Putin, verá que el PBI de su país se encogerá 5% este año, de acuerdo con los estimados de su banco central. Es probable que la deuda de su gobierno sea reclasificada al estatus de “basura”.

Cuando los precios de los commodities comenzaron a caer en el 2014, los economistas temieron lo peor para sus exportadores, pero hasta ahora muchos han salido bien librados. Solo un puñado de países latinoamericanos —Argentina, Venezuela y posiblemente Brasil— caerá en recesión este año y otros han recortado sus proyecciones de expansión, pero siguen bien.

Chile, exportador de cobre que antes fue cautivo de las fuerzas del mercado, crecerá 3% y Perú, que depende enormemente de sus ventas de metales, 5%. El PBI de América Latina se incrementará 2%.

No se espera que ningún exportador de petróleo de Medio Oriente sufra una recesión este año (aunque medir el crecimiento en países azotados por la guerra es casi imposible). Arabia Saudita está utilizando sus grandes reservas de divisas para impulsar el gasto gubernamental y se expandirá 4.5%.

Algunos países africanos están siendo afectados. Nigeria, que apenas cuenta con exportaciones no petroleras, sufrió una pérdida de 13% en el valor de su moneda en el 2014; Zambia, exportador de cobre, solicitó la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) en junio.

No obstante, comparadas con periodos previos de declive de los precios de commodities, las monedas han estado bastante fuertes. Solamente los países atacados por el ébola y la creptocrática Guinea Ecuatorial verán sus economías reducirse este año. Se espera que África Subsahariana se expanda 5%.

Dos factores explican por qué algunos exportadores de commodities están afrontando mejor que otros la situación. Primero, muchos gobiernos han convertido a sus países en amistosos con el sector privado. Según el Banco Mundial, en años recientes África Subsahariana ha sido la principal zona en mejorar su entorno para los negocios. Ruanda, que hace 20 años estuvo sumida en una guerra civil, es hoy un mejor lugar para hacer negocios que Italia.

Los entornos benignos para las empresas impulsan la inversión extranjera directa (IED). En los últimos años, se ha mantenido bien en África a pesar de los traspiés globales. El dinero foráneo está ayudando a las economías africanas a diversificarse. El reciente y fuerte incremento del PBI nigeriano no se explica por su sector petrolero — que se ha estancado—, sino por las finanzas y otros servicios. Incluso Chad, que ha sido objeto de escarnio por su economía basada en un único sector, ha visto la participación de sus ingresos por petróleo reducirse progresivamente.

Pero Rusia no ha podido hacerse menos dependiente del petróleo y diversificar su economía es hoy más complicado que antes para Putin, debido a la caída de la IED que sufrió el país el año pasado.

Segundo, algunos gobiernos están gastando su dinero más sensatamente. Antes de la década pasada, casi todos lo derrocharon cuando los precios de los commodities estaban elevados y los ingresos por impuestos abundaban, y luego recortaban el gasto cuando los precios se hundían. Rusia todavía hace esto y no cuenta con dinero para impulsar la demanda doméstica, sino que está reduciendo su gasto, con lo cual inflige más daño.

Algunos países latinoamericanos y africanos, como Zambia y Chile, ahora aplican políticas fiscales “anticíclicas”: ahorran durante las bonanzas y gastan en los malos tiempos. Hace una década, el presupuesto de Angola dependía casi en su totalidad del petróleo, pero ahora un tercio proviene de otras fuentes.

Chile, donde el cobre explica el 60% de las exportaciones, antes era conocido por el errático manejo de sus ingresos por la venta del metal, pero hoy un panel independiente revisa que el Gobierno los utilice responsablemente.

Algunos exportadores de commodities enfrentan un sombrío 2015, pero otros pueden sentirse optimistas. África, que por décadas fue sinónimo de dependencia en los recursos naturales, será una de las regiones de mayor crecimiento, pues ya no está condenada a los abruptos vaivenes de los commodities. Si hace una década Putin hubiese intentado desmontar la estructura de la economía rusa, su país no estaría por vivir un año tan difícil.




La Franja de Precios viene de (otro) pasado

La Franja de Precios viene de (otro) pasado

Existen algunos mecanismos proteccionistas que son rezagos de un pasado en el que dichas seguridades pudieron ser necesarias, pero ahora van a contrapelo de nuestras regulaciones comerciales y nuestro afán de lograr una economía abierta. Sin embargo, todavía siguen vigentes y están teniendo un impacto en la economía local.

Los precios internacionales de algunos commodities, como por ejemplo el maíz amarillo duro, han caído sustancialmente en los últimos meses.A finales de octubre (2014), el maíz amarillo duroha llegado a cotizarse en US$ 3.04 por bushel (25.5 Kg), una reducción de más de 35% del precio promedio en el mismo período del año pasado. Sin embargo, esta baja de precios no se ha visto reflejada en la economía local. Esto se debe principalmente a la existencia de un mecanismo compensatorio: el Sistema de Franja de Precios.

En el caso del maíz amarillo duro, la cotización internacional, expresada en toneladas, sería de US$/TM 126 a setiembre de este año, lo que reflejarían una reducción de su precio de 26% con respecto a diciembre del 2013 (US$/TM 161.4), que no se ha visto trasladada al consumidor. En realidad, en el Perú, el precio a aumentado un 29%, pasando de US$/TM 243 en diciembre a US$/TM 309 en setiembre de este año.

La sobretasa, enmarcada en rojo en el gráfico, es producto de la Franja de Precios. Es un instrumento de política comercial utilizado, en teoría, para estabilizar los costos de importación y los precios internos de cuatro productos agropecuarios: maíz amarillo duro, arroz pilado, azúcar blanca y leche entera en polvo.

Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF): “El instrumento consiste en fijar un nivel superior y otro inferior para los precios internacionales de cada producto importado (la Franja) y aplicar derechos arancelarios adicionales, en casos donde el precio internacional cae por debajo del nivel inferior de la Franja, o rebajas arancelarias, cuando el precio de internacional excede al límite superior.” Su objetivo sería mantener precios estables tanto para el productor (Precio Piso) como para el consumidor (Precio Techo).  Esto se puede visualizar más fácilmente en el siguiente gráfico sobre el arroz:

Según el DECRETO SUPREMO Nº 115-2001-EF, los límites de esta banda se calculan mediante un “intervalo de confianza”, en el cual se toman las cotizaciones promedio mensuales FOB de los últimos 60 meses correspondientes al producto en el mercado internacional de referencia y luego se determina el intervalo, sumándole al promedio de la serie una desviación estándar para establecer el límite superior y restando una desviación estándar para establecer el límite inferior.

Si la cotización internacional de referencial es inferior a precio CIF, se aplica un derecho variable adicional, el cual equivaldrá a la diferencia entre estos dos precios, multiplicada por uno más la tasa asociada a los costos de importación del producto.

En el caso en el que el precio de referencia CIF sea superior al precio techo CIF, se aplica una rebaja arancelaria. La magnitud de esta rebaja es igual a la diferencia entre el precio de referencia y el precio techo, multiplicada por uno más la tasa asociada a los costos de importación del producto. En ningún caso las rebajas arancelarias excederán la suma que corresponda pagar al importador por derecho ad-valorem y sobretasa adicional arancelaria correspondiente a cada producto.

Este mecanismo tiene varias debilidades. La primera corresponde al cálculo del precio piso. El limite inferior no es la resta del precio promedio menos la desviación estándar como se afirmaba inicialmente, sino que, tras una modificación (por el Artículo 2 del Decreto Supremo N° 153-2002-EF), se utilizan los valores registrados dentro del intervalo de confianza para calcular un nuevo promedio, el cual se define como Precio Piso.

Además, el precio techo está invalidado tras la eliminación del arancel (en el caso del maíz), dado que la rebaja solo se daría como devolución del arancel pagado. Esto significa que la franja, en realidad, solo funcionaría como un precio base.

Todo este proceso aumenta el precio del maíz en una sobretasa equivalente al 29% del precio final. Esta alza en precios, en un momento en el que el precio internacional se ha reducido, le resta competitividad al Perú.

Este precio, sin embargo, no afectaría de manera considerable el precio del pollo, en el corto plazo, pues otros factores y la oferta y demanda, pueden desconectar su correlación temporalmente. Pero, es evidente que en el mediano y largo plazo si lo afecta, pues el insumo del maíz es importante componente de sus costos, de hasta algo menos del 40%.

Es un mecanismo de la franja creado para estabilizar precios y proteger a los campesinos productores de dichos productos agropecuarios, sin embargo, no están acordes con el proceso de liberalización de la economía peruana en los últimos años.

Sería un buen momento para actualizar estos mecanismos, de una manera gradual (para permitir la adaptación de los productores al nuevo sistema), y eliminar cualquier distorsión del manejo de precios de nuestra economía. Lampadia




Ahora Bolivia y Colombia crecen más que el Perú

Ahora Bolivia y Colombia crecen más que el Perú

La economía de Bolivia es una de las de mayor crecimiento en Latinoamérica, con una expansión de su PBI de 5.7% proyectada para este año.  Otro país con una proyección exitosa es Colombia, que crecería 4.7%. Sin embargo las políticas de ambos países son muy distintas. Por su lado el Perú sigue bajando hacia un 3%.

La década de 1980 fueron una “década perdida” para el progreso económico en América Latina y Bolivia. La nación cayó en una crisis económica extrema, con una creciente deuda externa e hiperinflación, llegando a más de 25,000% en 1985. Para solucionar estos problemas, el presidente entrante Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) llamó al economista de Harvard, Jeffrey Sachs, para ayudar a diseñar una conversión de Bolivia hacia las políticas de libre mercado. Paz Estenssoro elevó los impuestos, eliminó los controles de precios sobre los bienes de primera necesidad, congeló los salarios y eliminó los derechos y protecciones de los sindicatos. Estas medidas redujeron la inflación en 1987 a 11%. Además, Paz Estenssoro aprobó una ley para acabar con los cocaleros locales.

Luego, los Presidentes Jaime Paz Zamora (1989-1993) y Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) profundizaron el impulso del libre mercado. Sánchez de Lozada, que hablaba con acento de gringo, discípulo del libre mercado, impulsó la privatización de la empresa nacional de electricidad, el ferrocarril y la compañía de petróleo y gas. Después de estas reformas Bolivia estabilizó su economía con un crecimiento moderado y sin inflación.

El crecimiento económico de Bolivia con Evo Morales, re-reelegido, que cambiado la Constitución en su primer mandato, esbastante aceptable. Su PBI per cápita se ha duplicado desde que inició su mandato, pasando de US$ 1,203 en el 2006 a US$ 2,868 en el 2013. Colombia pasó de US$ 3,713 a US$ 7,826 y Perú de US$ 3,124 a US$ 6,660en el mismo período. El PBI de Bolivia se ha expandido alrededor de 5% al año, y el 2014 se proyecta entre 5.5% y 5.7%. Colombia apunta a crecer 4.7% y el Perú tan solo 3.2%.

Gran parte de este desempeño se puede atribuir a los precios del gas natural y su gran exportación de soya.Esto es un gran avance tras la conocida “guerra del gas”, que empezó con la venta del gas natural boliviano a empresas extranjeras en el 2003, además del anuncio de la construcción de un gasoducto a Chile. Esto llevó al país a una serie de protestas que forzaron la renuncia del entonces presidente Sanchez de Lozada. Su Vicepresidente Carlos Mesa asumió la presidencia, y llamó a un referéndum para la re-nacionalización del gas natural. La medida fue aprobada abrumadoramente. Aún así, las condiciones sociales siguieron deteriorándose. En el 2006, Morales nacionalizó parcialmenteel gas natural obteniendo el control mayoritario de las empresas españolas y brasileñas, aumentandola participación del gobierno al 82%.

Bolivia ahora cuenta con las segundas mayores reservas de gas natural en América Latina, después de Venezuela. La producción de gas natural boliviano ha aumentado a más del doble, y el producto de las ventas se han incrementado desde 5.6% del PBI en el 2004 a 25.7% en el 2008, y hoy en día el gas natural representa casi la mitad de las exportaciones bolivianas, vendiendo más de la mitad a Brasil. El gas también es clave para los ingresos del gobierno: mientras que en el 2002 llegaban al 7%, hoy constituyen más del 50% de sus ingresos.

Evo Morales encarna un modelo caudillista y de culto a la personalidad al estilo estalinista. Morales fue elegido en 2006, en medio del descontento popular.Luego Morales se asoció al Alba y al “socialismo del siglo XXI” de Chávez, reescribió la constitución y concentró todos los poderes del Estado.

El  crecimiento económico, se debe en parte a una cierta ortodoxia macroeconómica, basada en sus recursos naturales: estaño, plata, soya y petróleo y gas natural. Sin embargo, Morales ha distribuido dinero a manos llenas, casi un tercio de los bolivianos (poco más de tres millones) recibe algún tipo de ayuda estatal. Actualmente existen tres bonos: la renta de dignidad, Juancito Pinto y Juana Asordui de Padilla. El primero se le otorga a todas las personas mayores de 60 años, hubiera laborado o no en su vida. El segundo es una beca de estudios y el tercero es un seguro de salud a madres, trabajen o no, de atención gratuita por tres años después de dar a luz. De esta manera se reduce la pobreza, pero no es sostenible en el largo plazo. La pobreza sigue siendo relativamente alta, 45%, comparada con la de Colombia de 34% y la del Perú de 28% al 2011. (La del Perú al 2013 llegó a 24%).

A pesar de los ingresos por los commodities, se ha gastado más de lo ahorrado, y por eso se ha promulgado una peligrosa ley bancaria que pone tope a las tasas de interés. Si aumentala inflación, los bancos tendrían que asumir la diferencia, lo que llevaría al país a una crisis.

También cabe recalcar la nacionalización de industrias “estratégicas”, como la de energía, telecomunicaciones y minería, han llevado a que el Estado controle el 35% de la actividad productiva. Esto traeingresos al gobierno, pero también genera un “crowding out” (desplazamiento de la inversión privada) malogrando el largo plazo. Es así que la inversión ha bajado al 18% del PBI.

Morales también tiene que lidiar con la corrupción. Su estrategia de fingir ignorancia sobre las actividades ilegales del narcotráfico para aprovecharse de un boom cocalero de más de 30 mil hectáreas, ha tenido consecuencias nefastas. Las tasas de asesinatos han aumentado y el índice de criminalidad está en ascenso. 

Estas políticas son muy diferentes a las medidas tomadas por Colombia, que ha crecido económicamente promoviendo la inversión privada y desregulando (lo mismo que el Perú hizo desde la Constitución del 93), creando un ambiente de confianza. (Ver en Lampadia (L): Mientras Colombia crece, el Perú decrece y le echa la culpa al cobre, a China y a los malos vientos…)

El principal componente del crecimiento de Colombia es la inversión privada. En los últimos años ha comenzado a promoverla inversión minera, que en el 2013 representó el 17.4% de la inversión extranjera directa (IED). Los colombianos buscan aprovechar sus recursos naturales para captar dinero y mejorar su competitividad. (Ver en L: Destrabemos la construcción de nuestro futuro)

Ambos países crecen, pero mientras el de Bolivia no parece sostenible, el de Colombia lo hace con una base sólida. Esperamos que el gobierno peruano reaccione a tiempo para evitar que se consolide la parálisis de la inversión privada y la disminución del crecimiento. Lampadia




Cediendo la posta del crecimiento

Cediendo la posta del crecimiento

Colombia supera al Perú y se convierte en la economía de mayor expansión en la región

Mientras se alista para empezar su segundo mandato como presidente de Colombia el 7 de agosto, el primer nombre que Juan Manuel Santos ha escrito para su gabinete es el de Mauricio Cárdenas, quien mantiene su puesto como ministro de Finanzas. Era de esperarse, pues impulsada por un auge de la inversión, la economía del país creció 6.4%. 

Esta es una grata excepción a una tendencia regional: América Latina en conjunto crecería menos de 2% este año, la peor cifra desde el 2009. El ?n del auge de los commodities que sustentó a la región por más de una década, el desvanecimiento de la era del dinero barato en tanto los países ricos se preparan a subir las tasas de interés y una serie de factores locales han pasado su factura.

La caída ha sido especialmente abrupta en Perú, donde la economía está sufriendo lo que Luis Miguel Castilla, el ministro de Economía, llama un “traspié”. Incluso si se recupera en el cuarto trimestre, como espera Castilla, una proyección de crecimiento de más del 4% este año parece demasiado optimista. Para un país que ha tenido un crecimiento al estilo asiático, con un promedio de 6.4% anual entre el 2003-13, la des- aceleración es una sorpresa desagradable. Colombia ha superado al Perú para convertirse en el país de mayor crecimiento entre las economías  más grandes de América Latina.

Ambos países son exportadores de materias primas. Ambos son miembros del bloque de libre comercio llamado Alianza del Pací?co. Entonces ¿por qué a Colombia le está yendo mejor que al Perú?

La respuesta comienza con lo que Victor Bulmer-Thomas, historiador británico de economía de América Latina, ha llamado “la lotería de los commodities”. Las principales ex- portaciones de Colombia son el petróleo y el carbón, cuyos precios se han mantenido en los últimos años; mientras que la mitad de las exportaciones peruanas dependen del cobre y el oro, cuyos precios se han reducido. Por lo tanto, el valor de las exportaciones peruanas cayó en 9% el año pasado, mientras que el de Colombia se redujo ligeramente.

Al momento de explicar el crecimiento de Colombia, Cárdenas también apunta a una serie de reformas. El año pasado el Gobierno dispuso tasas hipotecarias más bajas y una subvención pública. Una ley del 2012 redujo los onerosos impuestos sobre la nómina (mientras que aumentó los impuestos para los más ricos). Las asociaciones público-privadas planean invertir hasta US$ 25,000 millones para el 2018.

Por el contrario, el Perú está sufriendo lo que Castilla llama un año “complicado”. En primer lugar, el sol se depreció alrededor de un 9% en el 2013. Otros contratiempos han incluido contracciones relacionadas con el clima en la pesca y la agricultura, un estancamiento en la inversión de los gobiernos regionales a causa de los escándalos de corrupción e inesperados problemas técnicos en dos grandes minas de cobre. En respuesta, el Gobierno está paleando dinero para la economía. Boni?caciones adicionales y aumentos salariales para empleados estatales, así como préstamos adicionales para pequeñas empresas equivalen a más del 1% del PBI. Castilla reitera  que la economía se recuperará en el cuarto trimestre y volverá a crecer un 6% en el 2015 y el 2016. Con nuevas minas de bajo costo a punto de ponerse en marcha, la producción de cobre aumentaría en 20% el próximo año, mientras que se espera el inicio de las obras de construcción en las asociaciones público-privadas por un valor de US$ 18,000 millones.

La mayoría de analistas predicen que el Perú pronto recuperará su ventaja sobre Colombia. Pero eso no es seguro. Francisco Rodríguez, economista de Bank of America, sostiene que la potencial tasa de crecimiento del Perú va a ser menos del 5% y puede caer aún más. Solo “si no hacemos nada”, responde Castilla. 

Las loterías dan oportunidades a los países. El desarrollo proviene de su utilización para crear economías más productivas. En ese sentido, Colombia ahora tiene una ventaja sobre Perú; pero ambos están en mejores condiciones que muchos de sus vecinos sudamericanos.