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El MINEDU interviene en lo que funciona y no hace nada con lo que no funciona

El MINEDU interviene en lo que funciona y no hace nada con lo que no funciona

EDITORIAL DE LAMPADIA

Estamos en la segunda quincena de enero y ya empiezan nuevamente los embates contra la educación privada. El MINEDU advierte que pronto sacará el nuevo reglamento que “impedirá que los colegios privados abusen de los padres de familia”. INDECOPI anuncia que está haciendo fiscalizaciones contables jamás vistas a 250 colegios de diferentes regiones, para “comprobar que no mintieron al transparentar sus costos” por la ilícita presión del DL 1476.

La acción del INDECOPI no tiene mucho sentido si se tiene en cuenta que el mencionado Decreto Legislativo le encarga esa acción a las UGEL del MINEDU. Además, si sus autoridades hubiesen revisado la Nota Semanal del Banco Central de Reserva habrían comprobado que el aumento de precios del año pasado del servicio educativo (1.98%) es igual al de los servicios en general (casi inexistente). Pero qué importa, total el costo de la inútil fiscalización lo pagaremos los sufridos contribuyentes.

Nuevamente, el Estado contra los privados. Ese Estado que no es capaz de ofrecer un servicio decente en sus colegios sale a la caza de los privados para distraer a la opinión pública. Privados que debieran ser vistos como los socios que colaboran y que, además, ya están supervisados por cuanta institución gubernamental existe: MINEDU, INDECOPI, INDECI, SUNAFIL, SUNAT, Municipalidades, MINSA entre otros. Mientras que a los colegios públicos no los supervisa nadie y no están, por tanto, obligados a cumplir lo que se obliga al privado. Privados que lideran la educación de excelencia en nuestro país y que, de no existir le significarían al Estado un aumento de por lo menos 25% en el ya pesado gasto que tiene en la educación pública.

No se ha reparado la infraestructura de los colegios públicos a pesar de la prolongada suspensión de actividades. Siguen careciendo de agua y desagüe los mismos locales que hace un año carecían de esos servicios;  internet no tiene ni la mitad, y esta situación es peor aún en las zonas rurales. Por otro lado, los privados que no han quebrado han tenido, como siempre, una performance muy superior en el servicio a distancia que incluye el monitoreo cercano y cotidiano de sus alumnos, así como la información oportuna a sus padres de familia.

Las famosas tabletas han llegado, nos dicen. Un 70% -afirman- ya están en almacén: ojo 70% de las adquiridas, no 70% de lo que se requiere. Sin embargo, ocultan que en muchos casos las tabletas no se conectarán por carecer de WIFI y servirán tan solo para ver el setentero programa Aprendo en Casa, o sea lo mismo que encender la TV o la radio. Seguirán los alumnos, que aún no han desertado, sin el monitoreo de sus maestros, librados a su suerte y lo poco que puedan aprender y trabajar por su cuenta. Ya no tiene el Estado el argumento de que la pandemia lo cogió desprevenido. Se sabía perfectamente que el 2021 sería igual al 2020, pero a pesar de que las vacunas no tienen cuándo llegar, se nos pretendió ilusionar con que íbamos a tener un año presencial o “en el peor de los casos” semi presencial.

Cómo se les puede ocurrir que volvamos a tener un servicio educativo presencial, si los alumnos y maestros van a contagiarse masivamente en el ya saturado servicio de transporte público.  Cómo puede pretenderse que vuelvan al aula chicos cuyos colegios no tienen siquiera agua. Es lamentable que los especialistas que opinan al respecto sean de organismos internacionales u ONGs nacionales, que nunca han trabajado en un colegio y que pretenden que logremos lo que ni en Alemania se consigue.

Ahora que ya estamos con el año escolar encima y no hay mucho por hacer, además de los constantes cambios de ministros que sufre el sector, hay que ver a quién se le echa la culpa de los males de la educación peruana y no puede ser otro más que la escuela privada. Ese aliado de hecho de la educación pública que libera al sector de gastos y trabajo, a quién se le debería tratar como un socio y como tal tendría que ser alentado y promovido. Lejos de eso, se le maltrata permanentemente y se pretende que cumpla unos estándares que no cumple ni remotamente la escuela pública. Tampoco se quiere reconocer que los resultados de los colegios privados son mejores en las pruebas muestrales o censales, tanto nacionales como internacionales.

Esperemos que el Ministro Cuenca entienda la magnitud de la situación y marque distancia respecto a lo que fue la gestión anterior, que no hizo más que atacar constantemente a los colegios privados y enfrentarlos permanentemente a los padres de familia a través de sus declaraciones en contra y, en particular, mediante el DL 1476. Para ello será importante que controle a la burocracia del MINEDU que se dedica a hostilizar sistemáticamente a los colegios privados. En lugar de ello sería mejor que se ponga a trabajar por lo que es su verdadera y más importante responsabilidad: los colegios públicos y los alumnos que ya perdieron el año 2020 y no merecen perder el 2021 también. Lampadia




La reversión de los progresos educativos

La reversión de los progresos educativos

A pesar de las crecientes advertencias por parte de diversos organismos multilaterales como el Banco Mundial y el BID, los gobiernos de América Latina – salvo raras excepciones – no terminan de internalizar la gravedad del cierre prolongado de los colegios acometido por la pandemia, puesto que ni siquiera ensayan reinicios con protocolos y aforos máximos como se ha hecho con otras actividades económicas.

Ya hemos dedicado líneas anteriores a exponer algunos de estos impactos, llámese incremento de la desigualdad, fuerte pérdida de ingresos futuros, creciente trabajo y abuso infantil, por destacar solo algunos de ellos (ver Lampadia: El cierre de escuelas puede ser devastador, El perjudicial cierre de escuelas). Impactos que no se justifican pues la evidencia disponible hasta el momento no sugiere una alta probabilidad del traspaso del coronavirus desde los niños hacia los padres de familia, más aún si se puede prever con medidas sanitarias.

Pareciera pues que no se contempla a la actividad educativa igual o más esencial que otras, puesto que tampoco se visibiliza, como sucede en nuestro país, una fecha clara del retorno a las clases presenciales en los planes de reactivación económica. Y a pesar de los esfuerzos del MINEDU para preservar la educación – con modalidades a distancia y vía estrategias multicanal – se ha seguido observando un escalamiento en las tasas de deserción en todos los niveles de la educación, con especial énfasis en la universitaria, lo cual guarda sentido con una recesión que ha obligado a los jóvenes a intercambiar horas de estudio por trabajo para apoyar un mellado sustento de sus familias (ver Lampadia: Un grave problema: La deserción infantil).

Un reciente artículo de The Economist que compartimos líneas abajo realiza un extenso análisis de cómo el ausente accionar por parte de la mayoría de gobiernos para realizar esfuerzos en reactivar el sector educación, está dilapidando todos los progresos respecto a la cobertura que experimentó nuestra región en las últimas dos décadas. Una llamada de atención adicional que debe llevar a los gobiernos a poner entre sus prioridades un reinicio progresivo de los colegios lo más pronto posible, tal vez experimentando con turnos y aforos máximos, con realocamiento de mobiliario y protocolos, pero finalmente volviendo a la presencialidad.

Es necesario que se entienda que la educación a distancia – si bien es una herramienta importante en estos tiempos – no puede terminar de acaparar toda las modalidades de enseñanza, pues nunca se comparara a la presencial, siendo esta última mejor en cuanto a logros en los aprendizajes. Lampadia

La pandemia debilita aún más las escuelas de bajo rendimiento de América Latina

Antes del covid-19, asistían a la escuela más niños que en décadas pasadas. Muy pocos estaban aprendiendo

The Economist
12 de setiembre, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

La universidad siempre fue el plan para Camila Dantas, una estudiante de secundaria de 19 años de Cidade de Deus, una favela de Río de Janeiro. Su padre, que trabaja en la construcción, fue la primera persona de su familia en ir a la universidad. Su madre plancha la ropa. Dantas trabaja en un salón de manicura y estudia para el examen de ingreso por la noche. Los favelados, o residentes de asentamientos informales, son todavía una pequeña minoría de estudiantes universitarios. Dantas y sus amigos ven la educación superior como un “paso necesario” para mejorar sus vidas.

La pandemia y la recesión que ha provocado amenazan sus planes. Todos menos diez de los 50 y pico estudiantes del curso de preparación para exámenes en la línea de Dantas han abandonado. Su novio eligió trabajar en un salón de tatuajes en lugar de un título en bellas artes para ayudar a su madre a pagar las cuentas. Una encuesta publicada en junio por la American University en Washington, DC, encontró que el 84% de las universidades latinoamericanas esperan que las inscripciones caigan este año, y la mitad anticipa una disminución del 10-25%.

América Latina, con menos de una décima parte de la población mundial, tiene un tercio de las muertes registradas por covid-19. Aunque la tasa de nuevas infecciones se está desacelerando, la mayoría de las escuelas están cerradas en todos los países excepto en dos, Uruguay y Nicaragua. Más del 95% de los 150 millones de alumnos de la región se quedan en casa.

La mayoría de los países no han fijado una fecha para la reapertura. En muchas partes de México, es posible que las escuelas no vuelvan a abrir hasta que haya una vacuna disponible, lo que deja que los alumnos aprendan de unas pocas horas de programación televisiva diaria. Bolivia no ofrecerá ni formación presencial ni remota hasta 2021. Cuando las escuelas en São Paulo y Río de Janeiro, las ciudades más grandes de Brasil, reabran el próximo mes, menos de la mitad de los alumnos asistirán en persona.

Si las escuelas permanecen cerradas durante siete meses a partir de marzo de este año, lo que parece seguro en la mayoría de los lugares, y los gobiernos no compensan, los niños podrían perder el equivalente a un octavo de sus años de escolaridad, estima el Banco Mundial. Los ingresos de por vida por alumno podrían disminuir en más de US$ 15,000 (ajustados por paridad de poder adquisitivo). La proporción de personas que no cumplen con los estándares de competencia en lectura y matemáticas podría aumentar del 53% al 68%. La interrupción de la educación agravará la desigualdad de ingresos en la región más desigual del mundo. “Es una crisis silenciosa”, dice Emanuela di Gropello, experta en educación del banco.

Las familias ricas pueden compensar las vacaciones forzadas. En Brasil, están contratando maestros de escuelas privadas despedidos para que tomen a sus hijos en grupos pequeños, o “módulos de aprendizaje”. Los pobres carecen de computadoras y conexiones a Internet en casa. Sus hijos también se están perdiendo las comidas escolares, un sustento en muchos países. Estarían completamente aislados de no ser por WhatsApp, que los profesores de América Latina utilizan para enviar tareas. Juliana Rohsner, directora de una escuela en las afueras de Vitória, la capital del estado brasileño de Espírito Santo, supervisa 37 grupos de chat, en los que el personal responde a mensajes de alumnos y padres a todas horas. Le preocupa que los profesores se agoten.

Aunque el 74% de los alumnos brasileños ha participado en algún tipo de aprendizaje a distancia durante la pandemia, la proporción se reduce al 61% en el norte y al 52% en el noreste. El resto no recibe ninguna instrucción. Los alumnos de las zonas rurales y los que viven en favelas son los más propensos a perderse esta oportunidad. Perú anunció en abril planes para comprar 800,000 tabletas para alumnos de zonas rurales, pero el primer envío no llegará hasta octubre.

Los desafíos fiscales exacerban los digitales. En Brasil, los ingresos municipales, que proporcionan el 40% del financiamiento escolar, podrían caer entre un 20% y un 30% debido a la recesión. Las escuelas públicas de América Latina esperan un aumento en la matrícula ya que los padres de clase media se vuelven incapaces de pagar las cuotas de las escuelas privadas. Eso presionará aún más los presupuestos.

La pandemia interrumpe tres décadas de progreso en la educación. A medida que el auge de las materias primas impulsó las economías, los gobiernos gastaron más en educación. La matrícula en la escuela primaria es ahora casi universal en la mayoría de los países. En México, la proporción de niños que terminan esa etapa se duplicó a dos tercios entre 1990 y 2015. Una mayor asistencia a la escuela primaria ha llevado a una mayor matrícula en las escuelas secundarias, aunque las tasas de graduación varían de alrededor de una cuarta parte en países pobres, como Guatemala, a más del 80% en los más ricos, como Chile.

Alentada por el crecimiento económico y las crecientes expectativas de los padres de clase media baja, la proporción de jóvenes de 18 a 24 años en la universidad se duplicó entre 2000 y 2013 a 43%. Esa es una expansión más rápida que en cualquier otro lugar del mundo. Mientras que los estudiantes de la mitad más pobre de la población representaron el 16% del total en 2000, constituyeron el 25% en 2013. En Brasil, las cuotas para estudiantes negros y de bajos ingresos aumentaron su representación.

La calidad no mejoró a medida que se expandió la matrícula. Las pruebas PISA, que miden el aprendizaje entre los jóvenes de 15 años de todo el mundo, muestran que América Latina está casi al final, aunque las regiones más pobres no se miden en gran medida (ver gráfico). En 2018, los jóvenes latinoamericanos estaban tres años por detrás de sus pares en los países de la OCDE (es decir, los ricos). La brecha de competencia entre los que están en la parte superior de la pirámide social y los que están en la parte inferior es amplia. En Brasil, Argentina, Perú y Uruguay, la quinta parte más pobre de los estudiantes tiene, en promedio, cuatro años de escolaridad por detrás de la quinta más rica. Padres que pueden permitirse enviar casi siempre a sus hijos a escuelas privadas. América Latina tiene la tasa más alta de matrícula en escuelas primarias privadas del mundo.

Dado que las personas acomodadas no envían a sus hijos a las escuelas públicas (que enseñan a las cuatro quintas partes de los alumnos), no les preocupa especialmente mejorarlos. El gasto público por estudiante, en relación con los ingresos promedio, es menor en América Latina que en la OCDE.

La formación de profesores se descuida en toda la región. En México, los maestros son contratados y promovidos basándose en conexiones sindicales más que en méritos. El año pasado, el presidente populista de México, Andrés Manuel López Obrador, revirtió una reforma promulgada en 2013 para mejorar su calidad. Algunos lugares han sostenido reformas. Chile ha duplicado su presupuesto de educación desde 2005. Sus puntajes PISA son los más altos de la región, aunque todavía están por debajo del promedio de la OCDE. Ceará, un estado pobre en el noreste de Brasil que supera a los estados más ricos, tiene un historial de reformas que se remonta a 15 años, incluida la ampliación de las horas de clase diarias en las escuelas primarias de cuatro (la norma latinoamericana) a siete. Es una excepción.

Las escuelas latinoamericanas no preparan a los alumnos para el trabajo, dice Miguel Székely, ex funcionario de educación en México. Al no estar preparados para la universidad, la mitad de los estudiantes abandonan, lo que hace que la expansión de la matrícula en la región sea menos impresionante. Los estudiantes que terminan la universidad ganan grandes salarios. Aquellos con solo una educación secundaria tienden a no hacerlo. Un brasileño de 25 a 34 años con una licenciatura gana 2.3 veces más que un graduado de secundaria de la misma edad (en los EEUU la proporción es 1.7).

Para que los estudiantes no pierdan todo un año de aprendizaje, los gobiernos tendrán que adaptar los planes de estudio y capacitar a los maestros para ayudarlos a ponerse al día. Hasta ahora, han hecho poco.  Lampadia




Gobierno cizañero

Gobierno cizañero

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 15 de mayo de 2020
Para Lampadia

No me refiero a la connotación literal de la palabra cizañero. El Gobierno no produce ni vende cizaña. Me refiero más bien a la connotación instigadora del término. Cizañero – en el caso del presente artículo –se refiere a quien siembre discordia. El típico carbonero del barrio. El instigador… pero en el mal sentido de la palabra.

Sí pues. Aparte de propiciar enfrentamientos entre empresas y trabajadores, el Gobierno se ha dedicado a meter cizaña entre colegios privados y padres de familia. ¡Una bajeza!

Las empresas tienen que poner todo de su parte para pagar a sus trabajadores lo que les corresponda… y más. Eso está fuera de toda discusión. Pero ¿acaso no hay miles de pequeñas y microempresas que no podrán hacerlo? Incluso ¿cuántas medianas y grandes empresas han quebrado – o quebrarán pronto – a consecuencia de la cuarentena?

Entonces, meter cizaña desde el Ministerio de Trabajo amenazando con suculentas multas a las empresas que no paguen a sus trabajadores, es – efectivamente – una bajeza. Como también lo es instigar a los trabajadores a denunciar a sus empleadores en caso de no pago, o – incluso – en caso de retraso en los pagos de sus remuneraciones. Eso es echar más leña al fuego.

Pero eso no es todo. El Ministerio de Educación – y el propio presidente de la República y su Primer Ministro – no se cansan de exigir la rebaja de las pensiones escolares de parte de los colegios. ¿Por qué no bajan ellos los impuestos que nos cobran? Es evidente que tendrá que haber un ajuste en las tarifas de los colegios. Y para ello – al igual que en el caso de las empresas – las partes tendrán que analizar objetivamente la situación y llegar a acuerdos justos y consensuados. Pero meter cizaña para provocar la confrontación entre colegios y padres de familia, es – repito – una bajeza.

Es evidente que muchos funcionarios del Ministerio de Educación detestan tener que competir con la educación privada. La aborrecen. Y por eso… la quieren destruir.

En general, muchos funcionarios del Gobierno tienen fobia a todo lo privado. Me refiero a los más más del escalafón institucional del Estado… presidente de la República, ministros, Congresistas, Gobernadores Regionales, alcaldes, etc. Su accionar – y sus declaraciones – los delata. Todo lo privado está mal para estos personajes que no pueden disimular sus resentimientos y enconos contra el sector empresarial y contra los colegios privados. Ellos quieren más impuestos, más controles y licencias, más protocolos, más burocracia… y muchos otros “mases”.

En vez de reconocer sus errores e ineptitudes, recurren malamente a la cizaña. Si yo estoy mal… nadie puede estar bien. Así de mediocres pueden llegar a ser estos personajes.

Cómo explicar si no la actitud del Gobierno de rechazar los diversos ofrecimientos de apoyo para confrontar la pandemia de múltiples instituciones privadas… empresas, instituciones religiosas, asociaciones de ciudadanos, etc. Incluso, cómo explicar el rechazo del ofrecimiento de apoyo de los Hospitales de la Solidaridad de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Eso no es otra cosa que afán de protagonismo… ¡a tope!

El caso es que las estadísticas de muertos e infectados de Coronavirus no dejan de crecer. ¿No será eso lo que los esté sacando de quicio? Es probable. Pero el hecho es que soterradamente – y aprovechándose del pánico pandémico – el estatismo retrógrado y el populismo politiquero están ganando terreno poco a poco. Y el Congreso – el nuevo Congreso que debía corregir los vicios de su antecesor – está resultando más de lo mismo. ¡Una lástima! Hemos cambiado moco por baba.

El momento exige comprensión y solidaridad. No es momento de meter cizaña. Y menos, si proviene del Gobierno. Lampadia




¿El gobierno quiere acabar con la educación privada?

¿El gobierno quiere acabar con la educación privada?

EDITORIAL DE LAMPADIA

El gobierno acaba de publicar un decreto legislativo sobre los contratos entre los colegios privados y los padres de familia, abiertamente atentatorio contra la propiedad privada, la libertad de empresa y la Constitución. En efecto, el DL 1476 interviene groseramente los mencionados contratos obligando a las partes a modificarlos y estableciendo que si los padres no aceptan los nuevos términos tienen derecho a exigir la devolución de una serie de pagos que se hicieron incluso con años de anterioridad, lo que sin duda llevará a la quiebra a muchas instituciones y dejará sin escuelas a aquellos a quienes pretendía beneficiar. El zarpazo intervencionista es tal que, de mantenerse, este DL puede ser el fin de la inversión privada en la educación.

Con cargo a realizar un análisis más detallado del DL, lo que salta a la vista es la abierta violación del artículo 62º de la Constitución:

“La libertad de contratar garantiza que las partes puedan pactar válidamente según las normas vigentes al tiempo del contrato. Los términos contractuales no pueden ser modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier clase”.

El gobierno viola además el derecho constitucional a la libertad de empresa y a la reserva tributaria. Es cierto que la situación de los padres y los colegios es muy complicada, pero esa misma situación ya había llevado a renegociar en la mayor parte de casos. La renegociación tiene que ser voluntaria. Y si bien la cuarentena escolar permanente hasta fin de año generó una situación de tensión y desconfianza entre los padres de familia y los colegios, la verdad es que esa desconfianza fue alimentada en cierta medida por Ministerio de Educación (Minedu). Ello ocurrió con amplia difusión en medios y con la siempre cordial colaboración del INDECOPI, que desde el primer día no tuvo mejor idea que enfrentar a los padres con los colegios.

Por supuesto que los padres tienen problemas serios. Los colegios también. Pero el MINEDU se había demorado, incluso incumpliendo los propios plazos de sus normas, en dar los lineamientos que le correspondía. El Gobierno ha ido alargando la cuarentena de a pocos. Sin embargo, desde el primer día se demandó a los colegios que bajen los precios en porcentajes imposibles, pagando a sus profesores sin cobrar, pero sin tener idea clara de cómo iba a ser la nueva realidad.

El Presidente Vizcarra anunció el 22 de abril que el año escolar iba a ser virtual, probablemente hasta fin de año. Pero la norma con los nuevos lineamientos para el 2020 recién se publicó el sábado 26 de abril por la noche, dando 7 días, que incluían dos feriados -que se cumplieron el sábado 2 de mayo-, para presentar el nuevo plan de recuperación.

Para los colegios era realmente muy difícil, sin esa norma, plantear un nuevo plan de pensiones a los padres. Se han pasado todo el mes de abril trabajando incesantemente para ajustar su servicio a distancia y rehacer sus costos, cada uno desde su perspectiva y particular realidad. Hay colegios con y sin fin de lucro, religiosos y laicos, de bajas y altas pensiones, nacionales y extranjeros, etc. Cada colegio se ha ido manejando con sus padres de la mejor manera posible. Ninguno quiere perder alumnos y todos quieren poder funcionar el 2021.

Pero el MINEDU, INDECOPI, las asociaciones de protección al consumidor (que viven de las multas de INDECOPI) hicieron lo imposible por desprestigiar a la educación privada e incitar a los padres de familia. Populismo clásico. Han cuestionado a los colegios de bajo costo por no dar un servicio a distancia de “calidad mínima”, como si “Aprendo en Casa” fuera suficiente o siquiera comparable al trabajo en tiempo real que están haciendo muchos privados. Y a los colegios más costosos por no sentarse a negociar con los padres, como si se tratara de sindicatos.

Si los padres no están a gusto con el servicio y no pagan, el servicio no puede ser suspendido, como sucede desde hace años. Los padres tienen también la alternativa de pasar sus hijos a un colegio público, que es lo que alienta la gran campaña mediática que está desarrollando el MINEDU. Esperemos que aquellos burócratas que están detrás de estas acciones y cuyos hijos estudian en los colegios más caros de Lima, los trasladen a la escuela pública que es tan buena y superior a la privada.

En esta última década han ido desfilando, uno tras otro, ministros de educación, ocho para ser precisos, cada uno con una visión diferente y con su propio equipo asesor y directivo. Resultado:  absoluta discontinuidad e inexistencia de una política educativa clara y definida. Pero lo que no cambia es la animadversión y el acoso a los colegios privados, en particular a los de bajo costo. Se sostiene que son malos y que están por debajo de los públicos, a pesar de que, por ejemplo, los resultados PISA no avalan esta afirmación 1. El COVID-19 les ha dado la oportunidad de acelerar el proceso y la están aprovechando.

Pero es irresponsable: van a recibir miles de traslados a través de su plataforma virtual, pero cuando volvamos a lo presencial no van a tener donde ubicar a esos alumnos ni presupuesto para afrontar este mayor gasto.

Es comprensible la situación de los padres de familia, seriamente afectados en sus ingresos, pero es lamentable como algunos se han dejado llevar por esta prédica populista sin percatarse de lo que hay detrás, convirtiendo de la noche a la mañana al colegio que escogieron tan cuidadosamente en un tramposo. De un día al otro se perdió totalmente la confianza. Gran logro de MINEDU e INDECOPI.

Ya consiguieron demoler prácticamente a los colegios de menos de S/ 300 (alrededor de 60%), dejando sin trabajo a miles de personas. ¿Quiénes siguen ahora? Los colegios de pensiones más altas, ese otro 40%, sean de la naturaleza que fuera.

Nadie desde el gobierno ha reconocido el enorme esfuerzo de directivos y profesores de los colegios privados y hasta el Presidente se ha permitido llamarles la atención. Ahora nos encontramos ante un Decreto Legislativo que terminaría de sepultar la inversión en el sector. Triste final. Lampadia

1 https://www.lampadia.com/analisis/educacion/publicos-y-privados-aliados-por-la-educacion




Quitándole 26 millones de soles a la educación nacional

El pasado 30 de noviembre, el MINEDU otorgó la buena pro a la empresa de telecomunicaciones Viettel en una licitación correspondiente a la renovación del “Servicio de Conectividad para Instituciones Educativas a Nivel Nacional”, la cual involucra 1,837 colegios por un monto de S/.90 millones.

Al respecto, recientes comunicados señalan que otra empresa postora en la licitación y que además venía realizando el servicio en mención hasta la fecha, Telefónica, había sido declarada, en un primer momento, como ganadora de la licitación por haber ofrecido S/.26 millones menos que la oferta competidora, pero que, por no cumplir (supuestamente) con un requisito relacionado a la experiencia de su personal, fue descalificada del proceso.

Este requisito consistía en acreditar la experiencia exigida de dos años como mínimo del Jefe de Proyecto propuesto.

Lo grave del asunto es que Telefónica sí había demostrado durante el proceso, con documentación en mano, que su Jefe de Proyecto tenía más de dos años de experiencia laboral en la gestión de servicios de telecomunicaciones y conectividad, además de que venía laborando en su organización desde el 2006.

Aún con ello, el Comité de Selección determinó que la constancia de Telefónica “carece de las precisiones necesarias” y por tanto, correspondía su descalificación. Con lo cual, dicho Comité, indirectamente, redujo el Presupuesto del Ministerio de Educación en S/.26 millones, a través de una decisión discrecional que, como ha indicado el portal Lucidez, estaría yendo en contra del “Principio de Eficacia y Eficiencia” de la Ley de Contrataciones del Estado

¿Cuáles son las implicancias para el Estado Peruano si se llegara a esclarecer un acto de corrupción en este proceso de licitación?

Por un lado, mellaría la imagen del Gobierno y el MINEDU perdería mucha más legitimidad de la que ya ha perdido-como se dio en su momento por el caso de las compras irregulares de computadoras durante la gestión de Saavedra- dado que se tratan de fondos de un sector, que está caracterizado por grandes brechas sobre todo en infraestructura y en calidad de la enseñanza. Estos S/.26 millones de soles podrían ser direccionados a la construcción de decenas de colegios o para hacer mantenimiento a los que actualmente existen, pero que a duras penas pueden operar, posibilitando el progreso de nuestros compatriotas más humildes y sus familias.

Por otra parte, dicho suceso pondría de relieve una vez más la fragilidad institucional de nuestro sistema de contratación pública, el cual hace varios años pide a gritos una reforma integral que lidie con la gran cantidad de sobornos que se dan actualmente en los procesos de licitación. Como es de conocimiento, nuestro sistema de contratación adolece de una falta de transparencia durante todo el ciclo de vida de los proyectos, desde la fase de publicación de las bases hasta la adjudicación u otorgamiento de la buena pro. Esto genera una falta de competencia, traducida en menor número de postores por concurso y por ende, una menor eficiencia, reflejada en precios menos competitivos, como es en el presente caso.

Sin embargo, en este caso particular no podemos esperar sentados a que se haga una reforma para darle solución a un problema de presunta corruptela, por lo que instamos a la Contraloría General de la República, el Ministerio Público y todas las Entidades del Estado a quienes les compete investigar y detener corruptelas si así lo fuera para este caso. No podemos tolerar más escándalos de corrupción, como los que ya han acontecido en el transcurso del año, y menos en uno de los sectores que promueven la movilidad social a lo largo del territorio nacional. Lampadia

Ver líneas abajo más detalle sobre el proceso de licitación involucrado:

ESTADO PERUANO PERDERÍA 26 MILLONES DE SOLES POR ARBITRARIO MANEJO DE CONTRATACIONES EN SERVICIOS DE TELECOMUNICACIONES DEL MINEDU

  • Comité de Selección del Concurso Público N° 004-2018-MINEDU/UE026 ha tenido un trato desigual con las empresas postoras, cuya consecuencia será un innecesario gasto millonario del Ministerio de Educación.
  • La mejor alternativa para revertir esta situación y que se haga un eficiente uso de los recursos del Estado es declarar la nulidad de oficio del Concurso y que se convoque a una nueva licitación en condiciones iguales para los postores.

En abril del 2018, el Ministerio de Educación (MINEDU) lanzó un Concurso Público N° 004-2018-MINEDU/UE026 para renovar el “Servicio de Conectividad para instituciones Educativas a Nivel Nacional” (1,837 colegios) por un monto base S/. 104 MM, servicio del cual Telefónica es proveedor actual.

En la licitación Telefónica presentó una oferta por S/. 64 MM y Viettel por S/. 90 MM. El 30 de noviembre de 2018 se llevó a cabo el acto de Evaluación, Calificación de las Ofertas y Otorgamiento de la Buena Pro y, tras la evaluación de las ofertas admitidas, Telefónica obtuvo el primer puesto por haber presentado la mejor propuesta económica. Como se podrá advertir, la diferencia entre ambas propuestas es de alrededor de S/. 26 MM.

Sin embargo, en la calificación, de manera sorpresiva e incluso cuestionable, el Comité de Selección decidió descalificar la propuesta de Telefónica. El argumento de esta descalificación fue por no acreditar la experiencia exigida de dos años como mínimo del Jefe de Proyecto propuesto. En estricto, el Comité indicó que no se señalaba con claridad el período efectivo en la función de Jefe de Proyecto y que no se podía hacer una conexión de sus años de experiencia con la actividad solicitada en las bases, la de gestión de servicios de telecomunicaciones y conectividad.

Sin embargo, la constancia de trabajo presentada con la oferta de Telefónica precisaba que el Jefe de Proyecto propuesto, labora en el Grupo Telefónica desde el 1 de mayo de 2006 hasta la fecha, cumpliendo, entre otras funciones, las de Jefe de Proyectos y teniendo más de 12 años de experiencia en la gestión de servicios de telecomunicaciones y conectividad.

En ese sentido, es falso que no se lograra acreditar la experiencia requerida del personal propuesto. En este punto resulta cuestionable el trato desigual dado que el referido Comité no realizó las mismas observaciones a la constancia de Viettel, quienes presentaron un documento similar al presentado por Telefónica.

Lo que más llama la atención es que se observe la experiencia del Jefe de Proyectos cuando él ha sido el Jefe de Proyecto a cargo de la etapa de implementación, por el mismo servicio, en el Concurso Público anterior del MINEDU.

Constancia presentada por Telefónica:

Constancia presentada por Viettel:

Las decisiones y sus respectivos argumentos que ha tomado el Comité de Selección afectará de forma considerable el presupuesto del Estado yendo en contra del “Principio de Eficacia y Eficiencia” de la Ley de Contrataciones del Estado. En una clara interpretación arbitraria de la norma, el Comité ha determinado que la constancia de Telefónica carece de las precisiones necesarias, por lo que opta por descalificar su propuesta y otorgar la Buena Pro a un postor cuya oferta es de más de S/. 26 MM más elevada. ¿Justifica esta decisión dilapidar 26 millones de soles de todos los peruanos?

Se debe respetar y promover la libre competencia, sobre todo cuando se tratan de servicios que van a favor de todos los peruanos. En ese sentido, urge exhortar a la SUNEDU, la OSCE y la Contraloría de la República, y a otras instituciones del Gobierno, a velar por la transparencia en la gestión de las compras y licitaciones del estado, sobre todo en asuntos que atañen a servicios de educación.




La lucha contra la corrupción en Educación

Jaime de Althaus
Para Lampadia

La inyección de gerentes públicos preparados por SERVIR en algunas entidades del Estado ha tenido un impacto decisivo en la modernización de esas entidades que no ha sido suficientemente resaltado. En esta nota vamos a ver la manera como gerentes públicos en las Unidades de Gestión Educativa Locales (UGELES) de Lima vienen aplicando medidas o sistemas para disminuir o eliminar distintas modalidades de corrupción que se dan en los colegios y en la propia UGEL y para simplificar cargas para el usuario.

Gerentes públicos 

Andrés Corrales, Gerente de Desarrollo de Gerencia Pública  de SERVIR, nos explica que los gerentes públicos son seleccionados meritocráticamente y asignados por convenio a la entidad que los solicita por tres años renovables y no pueden ser removidos por retiro de confianza (aunque sí por mal desempeño) aun si el puesto que desempeñan es un puesto de confianza. Tienen metas e indicadores de desempeño construidos junto con SERVIR, entidad que los supervisa y evalúa. Además, gozan de una política remunerativa especial (sobre todo en provincias) y pueden ser recolocados en otra entidad.

Al decir de los cuatro gerentes públicos con los que conversamos, pertenecer al cuerpo de gerentes públicos es un valor, otorga un status, un sello de calidad. Hay una identificación de cuerpo y comparten incluso una mística de innovación. Y han preparado un  proyecto de código de ética. 

En la actualidad hay 155 gerentes públicos en funciones en diversas entidades (ver cuadro). En realidad, SERVIR ha capacitado alrededor de 500 funcionarios como gerentes públicos, pero la mayor parte de ellos, si bien laboran en el Estado, no lo hacen bajo el régimen laboral de gerentes públicos (Decreto Legislativo 1024), sino, por lo general, como funcionarios de confianza aunque asignados también por SERVIR.

Algo interesante es que en el Poder Judicial 29 de las 35 Cortes Superiores tienen gerentes públicos, y esos gerentes se han mantenido pese a los cambios de presidentes de Corte, lo que constituye un logro en sí mismo. Sin duda han ayudado a racionalizar la administración judicial.

Pero el segundo sector que más ha demandado gerentes públicos –su designación depende de la demanda, del interés de la entidad en tenerlos, no de una política nacional para incorporar gerentes públicos- ha sido el ministerio de Educación, no para la sede central ni para la dirección  regional de Lima, sino para las UGELES de Lima.

Andrés Corrales nos explica que todas las UGELES del país tienen indicadores de desempeño fijados por el Ministerio de Educación y están dentro de un programa de incentivos del MEF, de modo que reciben un presupuesto adicional si cumplen las metas. Fuera de eso, los propios  Gerentes Públicos de las UGELES de Lima tienen que cumplir metas o  indicadores de gestión propios fijados por SERVIR luego de un proceso de consulta y talleres de trabajo con participación de los directores de las UGELES, la Dirección Regional de Educación, representantes de MINEDU y los propios gerentes públicos. Esos indicadores de gestión se agrupan en cuatro tipos: indicadores de resultados, de procesos, de innovación y de desarrollo de sus equipos.

A continuación el testimonio de cuatro gerentes públicos de UGELES de Lima: Aníbal William Castillo Valverde, Jefe de Planificación y Presupuesto de la UGEL 01; Martín Perinango Beltrán, Jefe de Planificación y Presupuesto de la UGEL 04; Froilán Osorio Ruiz, Jefe de Administración de la UGEL 07, y Julio Cesar Fernández Medrano, Asesor jurídico de la UGEL 01.

Continuidad versus cambios constantes

“Tenemos contratos renovables por tres años, lo que nos permite hacer reformas. Los Jefes de UGELES no son gerentes públicos, pero han sido contratados meritocráticamente vía concurso por el ministerio, y también se quedan tres años. Entonces hay una correspondencia muy productiva entre el jefe de  la UGEL y nosotros. Por contraste, en el ministerio no hay continuidad en los cargos directivos. Por ejemplo, últimamente cambiaron a los sectoristas tres veces en un año y medio. Primero cesaron a los que estaban y pusieron a unos muchachitos jóvenes sin experiencia. Luego se fueron al otro extremo y designaron a funcionarios antiguos de la 276, muy rígidos y resentidos.  El funcionario de confianza que viene por un año y que no conoce, destruye todo. Además, con cada cambio cambian a su vez de políticas. Temas que hemos avanzado y soluciones que hemos propuesto, quedan en nada”, me explican.

Tramitología y sistemas que no conversan

En efecto, los gerentes públicos innovan. Diseñan programas y soluciones para atender mejor a los profesores y padres de familia, reducir tiempos y colas, pero no tienen eco en el ministerio y no les dan el presupuesto necesario, y menos los replican a otras UGELES. En la UGEL 01, por ejemplo, donde hay 1,381 instituciones educativas públicas, 10 mil docentes activos y 6 mil cesantes, se atiende 420,000 consultas al año sobre trámites, expedientes, incluyendo a padres de familia pidiendo certificados de estudios.

“Había un embalse muy grande y largas demoras porque los sistemas administrativos no conversan entre sí, pues cada quien tiene su feudo. Entonces hemos integrado todos los sistemas y aplicativos en una sola plataforma pero no nos dan presupuesto. Se podría replicar en todas las UGELES”, nos dice uno de ellos. 

Los sistemas que no conversan entre sí son:

-El “Nexus”, que es un programa de administración de personal, “que ha sido capturado por un grupo de personas”.

-El sistema de planillas

-El sistema de emisión de constancias de pago

-El Legis, que es el sistema de legajos

“Hay que digitalizar todo para poder sacar en el día lo que ahora demora meses. Tenemos propuestas para financiar la digitalización. Pero se quedan en el MINEDU y no toman decisión porque cambian permanentemente la gente en la Dirección de Planificación Estratégica”. 

Corrupción de los trámites en las UGELES

Evidentemente, las demoras en los trámites en la UGEL fomentan la corrupción. Los docentes acuden a la UGEL por su CTS, pensiones, licencias, permisos, constancias de pago, de cese, informes escalafonarios, actas y certificados. Lo común era pagar para acelerar el trámite e incluso para obtener certificados de estudios fraguados.

Nos cuentan lo siguiente: “La UGEL era como un mercado; todo el mundo entraba y salía. Los profesores iban directamente a la oficina del funcionario, y todo se resolvía bajo la mesa.  Entonces se puso una plataforma de atención con 27 ventanillas. Los usuarios, docentes o padres de familia, ya no entran a las oficinas sino que son atendidos en ventanilla. Pero no fue suficiente. ¿Qué ocurrió? Que la jefa de la plataforma era una secretaria que no tenía el perfil profesional para ese cargo, y resultó que lideraba una organización mafiosa de trámites. Cobraba 1,000 soles en cuatro partes por contratar gente para hacerle el trámite al usuario. Su hijo y otros familiares trabajaban atendiendo módulos sin contrato ni nada. Bueno, ella fue denunciada y ya salió. Ha sido reemplazada por un muchacho 28 años, sociólogo capacitado que viene de la dirección regional, quien ha cambiado a los ventanilleros”.

Varias personas despachaban en el café de enfrente resolviendo. Fuera de eso –nos relatan-, justamente la pareja de la directora del colegio que le tramitó el certificado falso a la congresista Yesenia Ponce, tenía una oficina  anticorrupción al frente de la UGEL.

“Hemos recibido amenazas, anónimos por correo, pero felizmente recibimos el apoyo del jefe de UGEL. Sin ese apoyo no hubiéramos podido hacer nada. Es la importancia de que el jefe de la UGEL también haya sido contratado meritocráticamente”, agregan.

“Y si es indispensable que algún profesor o padre de familia ingrese a las oficinas, la idea es que no haya oficinas cerradas. Todo con vidrio y transparente. El ciudadano debe ver lo que se está haciendo”, refieren. 

Las Ugeles de provincias hacen pasantías en Lima para ver cómo funciona el sistema, y lo están replicando.

La Dirección Regional de Educación (DREM) ideó un motor de
motor de búsqueda en el sistema de tramite documentario (Sinad), para agilizar los trámites. 

La corruptela de los recursos propios

Desde 2007 los colegios pueden realizar actividades lucrativas y empresariales tales como alquilar sus locales o parte de ellos para actividades de diversa índole, incluso comerciales (alquiler de playas estacionamiento, comedores, canchas, tiendas, etc.) Esto para financiar necesidades de mantenimiento o capacitaciones. Pero –nos informan los gerentes públicos- con frecuencia las labores de mantenimiento o las capacitaciones no se materializaban. ¿Qué pasaba? Que el monto que se cobraba en el contrato era muy bajo, pero el pago real era mucho más alto. La  diferencia iba a los bolsillos del Director y de los miembros de comité de recursos propios, integrado por el Director del colegio, el subdirector, un docente y un representante de la  Asociación de Padres de Familia (APAFA). Parte de los pagos se iban en comilonas, por el día del maestro por ejemplo. En el propio contrato se establecía que la empresa contratante debía dar un banquete el día del docente.

Como será de apetitoso este rubro que –nos cuentan- mafias de APAFAS se meten a estos colegios para extorsionar y manipular esos recursos. Como hemos indicado, en el Comité de Recursos Propios hay un representante de la APAFA, pero con frecuencia se observa que familiares de esta persona alquilan quioscos u otras facilidades. No solo eso, hay representantes de APAFAS en los Comités que no tienen hijos en el colegio. Les hacen firmar al padre la patria potestad y aparecen como apoderados de algún alumno. Y cambian de hijos cada año. Por supuesto, han formado una Comisión Nacional y Federación Nacional de APAFAS. En una ocasión extorsionaron a la propia directora de una UGEL para que se reconociera una APAFA: pidieron sus expedientes hasta que le encontraron una queja por defectos en alguna tramitación, y con eso la extorsionaron.

Las UGELES de Lima han empezado a poner coto a estas prácticas. Ahora un equipo de contabilidad de la UGEL va a los colegios para verificar el uso de los recursos y orientar su correcto destino. Pero ocurre con frecuencia que el Director desaparece con toda la información o simplemente arguye autonomía para el manejo de esos recursos. “Cuál será el nivel de ingresos indebidos por esta vía que hay un director que tiene su propio equipo legal para justificar y defender los contratos que tiene. Ya tenemos a dos colegios en la mira por malos manejos. Hay denuncias de docentes y padres pero no quieren firmar por temor a represalias, maltratos y demoras”, precisa uno de los gerentes.

Algo interesante es que han diseñado un aplicativo en la computadora, visualizable por los padres de familia, denominado “fiscaliza tu cole”, en el que cada director de institución educativa debe registrar la información acerca de los contratos que tienen y el uso de los recursos. Algo extraordinario.

En el ministerio de Educación decidieron en cierto momento replicar este sistema en todo el país, pero cambiaron a los directores y el propósito se perdió.

Una idea que estaría cobrando fuerza es que la UGEL, en la medida que está dirigida por jefes contratados meritocráticamente y por gerentes públicos de SERVIR, sea la que administre esos recursos y lleve a cabo la licitación de las canchas y los locales. De paso, si sobran ingresos en un colegio, estos pueden ser re-direccionados a otros más necesitados.

Hay otras corruptelas. Por ejemplo, el proceso para aprobar la creación de una escuela privada dura 60 días, pero con silencio administrativo positivo. Se presenta el expediente a la UGEL y resuelve la Dirección Regional de Educación (DREM). Lo que ocurre es que el funcionario, que ha recibido un pago, esconde el expediente o lo deriva a un área que no corresponde, y así se pasan los 60 días y la solicitud se aprueba automáticamente. Lo que proponen es pasar a un sistema de silencio administrativo negativo.

Corrupción en contratación de docentes

Los docentes contratados, no nombrados, representan alrededor del 20% del total de maestros en Lima. Había muchas denuncias de injusticias en su contratación. Cuando postulan hay orden de mérito. Pero ese orden de mérito puede ser alterado si se paga o se es allegado. Los encargados esconden las mejores plazas para los favorecidos. “Había grupo enquistado en tres áreas articuladas (Informática, Recursos Humanos y Área Pedagógica), dos de los cuales eran familiares, que cobraba tarifas para vender puestos. Había docentes que se quejaban, seguimos todo el circuito de la queja y nos apoyamos en un circuito cerrado de cámaras. Los sacamos, hubo amenazas”, narra uno de los gerentes públicos.

Este grupo enquistado se quedaba a trabajar hasta tarde en la elaboración de cuadro de méritos: alteraban el orden según las coimas que recibían.  “Entonces diseñamos aplicativo para poner sólo el puntaje, y el software hace el cuadro de méritos. El expediente es procesado en el día y se notifica inmediatamente apenas se otorga la plaza. Que no duerma porque puede para cualquier cosa”, explica uno de los gerentes. 

También se ha diseñado una aplicación para que los interesados en postular pueden ver la ubicación de los colegios y la distancia y tiempo desde sus casas al centro educativo. Esto para que puedan decidir mejor a qué colegios y a qué plazas postular, pues se indica también qué plazas están vacantes. Dicho sea de paso, faltan docentes en matemáticas, inglés y soldadura principalmente. 

Contratación de bienes y servicios.

En las compras siempre hay ocasión para la corrupción, pero las UGELES adquieren principalmente papel cuadernos y otros bienes y servicios como limpieza y seguridad a través de Perú Compras, dentro del llamado “convenio marco”. Se quejan de que los jefes de logística no saben de logística, no son gerentes públicos. 

Y se quejan de la Contraloría: “El control perjudica. Persigue a los íntegros por tonterías, y el Estado se queda con los corruptos y los tibios. Presumen la mala fe. Si no encuentran responsabilidad es traición. No conocen de gestión. Si tuviéramos experiencia de gestión, nos contaminaríamos, dicen”. 

En resumen, los gerentes públicos cumplen una función creativa muy importante que ayuda a facilitar el trabajo de los profesores y padres de familia y reduce espacios de corrupción en las UGELES de Lima. Su fructífera continuidad en sus cargos contrasta con los cambios constantes en las direcciones del Ministerio, donde debería haber también gerentes públicos y no los hay, o donde debería acelerarse el tránsito hacia el régimen de la ley de Servicio Civil en toda la institución. En ese sentido, una  conclusión es que el Estado está desperdiciando el aporte de los gerentes públicos al depender su designación del interés de las entidades en contratarlos en lugar de obedecer –su designación- a una política general. Lampadia




Parte por llamar a la educación privada

Parte por llamar a la educación privada

En el Perú, a pesar de nuestras grandes debilidades, se ha pretendido desvalorizar el aporte del sector privado a la educación. Esto llegó a extremos durante el gobierno de Humala con la ministra Patricia Salas. Pero, lamentablemente, se mantuvo en gran medida, con los ministros Jaime Saavedra y Marilú Martens, en el gobierno de PPK. (Ver: En defensa de la Educación Privada).

Durante los últimos largos años, los padres de familia han migrado hacia la educación privada para sus hijos, en paralelo al crecimiento de la oferta educativa privada. Tanto así, que hoy, el sector privado invierte en educación más del 3% del PBI, con lo cual ya invertimos, en conjunto, más de 6% del PBI.

En los últimos meses, después de la ominosa huelga magisterial, se ha abandonado el enfrentamiento entre la educación pública y privada, pero estamos lejos de entender el gran beneficio que podríamos lograr de una alianza entre ambos sectores.

Para hacernos reflexionar sobre el tema, líneas abajo presentamos un artículo de The Economist sobre la reforma “frenética” de la educación en Pakistán, basada fundamentalmente en una apertura total al aporte de la educación privada.   

La educación pública en Pakistán adolece de graves problemas de calidad. Tienen grandes dificultades con el nivel y actitud de maestros, malos currículos, mafias de maestros que impiden una mejora en los alumnos, manejo político del magisterio; contrastadas, como en el Perú, con una masiva reacción de los padres de familia que llevan a sus hijos a escuelas privadas.

En Punjab, la migración a las escuelas privadas es altísima. ¿Qué han hecho para resolver este problema? Decidieron incluir al sector privado en la reforma de la educación nacional. Actualmente, la concesión de escuelas a empresarios y organizaciones benéficas va en aumento en todo el país.

Gracias al apoyo del sector privado, el gobierno de Punjab ya no abre nuevas escuelas; todo el crecimiento es a través de escuelas privadas, la cuales ahora enseñan a más de 3 millones de niños (aproximadamente 11 millones más permanecen en escuelas ordinarias administradas por el gobierno).

Sin embargo, a diferencia del Perú, donde los problemas de la educación pública son muy similares, en la Pakistán, a nadie se le ocurre trabar el desarrollo de la educación privada, que crece aceleradamente. Veamos el artículo sobre la educación en Pakistán. Lampadia

Reforma escolar

Pakistán emprende la reforma educativa más frenética del mundo

Los reformadores están tratando de compensar una negligencia de generaciones 

The Economist
4 de enero, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Cada tres meses, Shahbaz Sharif, el primer ministro de Punjab, reúne a los funcionarios de educación alrededor de una gran mesa rectangular. La mayor de las cuatro provincias de Pakistán, Punjab, la más grande en términos de población (110 millones), está reformando sus escuelas a un ritmo que rara vez se ve en cualquier parte del mundo. En abril de 2016, como parte de su último plan, los proveedores privados se hicieron cargo de la administración de 1,000 de las escuelas primarias del gobierno. Hoy el número es 4,300. Para finales de este año, Sharif ha decretado que serán 10,000. Los “inventarios” trimestrales son su oportunidad de escuchar qué progreso se está logrando hacia este y otros objetivos, y si la reforma radical está teniendo algún efecto.

Para los funcionarios, puede ser un viaje difícil. Los líderes de los pujantes distritos son llamados a Lahore a lo que Allah Bakhsh Malik, el secretario de educación de Punjab, llama una “charla de ánimo”. Cuando se le pregunta qué implica eso, responde: “Cuatro palabras: F-I-R-E (Fuego). Es la supervivencia del más apto. “Alrededor del 30% de los jefes de distrito han sido despedidos por los malos resultados en los últimos nueve meses, dice Malik. “Estamos trabajando a la velocidad de Punjabi”.

La educación paquistaní ha sido atroz durante mucho tiempo. Una escuela administrada por el gobierno en las afueras de Karachi, en la provincia de Sindh, es quizás la peor que haya visto su corresponsal. Un poco más de una docena de niños de seis o siete años se sientan detrás de escritorios en un salón de clases. Nadie está usando un uniforme; la mayoría no tiene mochilas escolares; algunos no tienen zapatos. No hay un maestro a la vista.

La mayoría de los niños paquistaníes abandonan la escuela a la edad de nueve años; solo el 3% de los que comienzan la escuela pública se gradúan de 12° grado. Las niñas de familias pobres tienen menos probabilidades de asistir (ver tabla); en Pakistán la brecha entre la matrícula de niñas y niños es, después de la de Afganistán, la más grande en el sur de Asia. Los que están en la escuela aprenden poco. Solo cerca de la mitad de los paquistaníes que completan cinco años de escuela primaria saben leer y escribir. En las zonas rurales de Pakistán, poco más de las dos quintas partes de los estudiantes de tercer grado, generalmente entre 8 y 9 años, tiene suficiente conocimiento de aritmética para restar 25 de 54. Como era de esperar, muchos padres se han alejado del sistema. Hay aproximadamente 68,000 escuelas privadas en Pakistán (alrededor de un tercio de todas las escuelas), frente a las 49,000 en 2007. El sector privado paga actualmente por más educación que el gobierno.

En parte, la difusión de opciones privadas ha impulsado a políticos como Sharif a la acción. La conceción de escuelas a empresarios y organizaciones benéficas va en aumento en todo el país. Es demasiado pronto para juzgar los resultados de esta sacudida masiva, pero parece mejor que el lamentable status quo. Si esta reforma logra avances reales en los problemas de inscripción, calidad y discriminación contra las niñas que atormentan a Pakistán, puede ser una plantilla para otros países igualmente afligidos.

Hay muchas razones para el fracaso del sistema anterior. De 2007 a 2015 hubo 867 ataques de terroristas islamistas en instituciones educativas, de acuerdo con la base de datos global de terrorismo administrada por la Universidad de Maryland. Cuando los talibanes paquistaníes controlaban el valle del río Swat en el norte del país, cerraron cientos de escuelas para niñas. Cuando el ejército retomó el área, ocupó docenas de ellos.

La pobreza también detiene a los niños. Enfrentado a una elección entre tener una ayuda infantil en el campo o no aprender nada en la escuela, muchos padres eligen racionalmente la primera opción. La diferencia en la matrícula entre los niños del quinto superior y el quinto más pobre de los hogares es mayor en Pakistán que en todos menos dos de los 96 países en desarrollo analizados recientemente por el Banco Mundial.

Sin embargo, la pobreza no es el factor decisivo. Es la enseñanza. Investigaciones de Jishnu Das, del Banco Mundial, y sus colegas han descubierto que la escuela a la que asiste un niño en las zonas rurales de Pakistán es mucho más importante a la hora de explicar los resultados de las pruebas que los ingresos de los padres o su nivel de alfabetización. En un documento publicado en 2016, Das y Natalie Bau de la Universidad de Toronto estudiaron el rendimiento de los maestros en Punjab entre 2003 y 2007 que fueron contratados con contratos temporales. Resultó que sus alumnos no lo hacían peor que los que enseñaban los regulares, a pesar de que los profesores temporales a menudo eran comparativamente inexpertos y cobraban un 35% menos.

Los salarios de los docentes representan al menos el 87% del presupuesto de educación en las provincias de Pakistán. Mucho de ese dinero se desperdicia por completo. Los partidos políticos de Pakistán reparten los trabajos docentes como una forma de reclutar trabajadores electorales y recompensar a los aliados. Algunos maestros pagan por trabajar: 500,000 rupias ($ 4,500) solía ser la tasa vigente en Sindh. En la cumbre del problema hace unos años, se estima que el 40% de los docentes en la provincia eran “fantasmas”, embolsándose un salario y no apareciendo.

“Los resultados de aprendizaje de los alumnos no son políticamente importantes en Pakistán”, dice el líder de una gran organización educativa. Graft no es el único problema. Los políticos han tratado a las escuelas con una mezcla de abandono y capricho. Las escuelas privadas han sido nacionalizadas (1972) y desnacionalizadas (1979); el Islam se ha insertado y eliminado como la parte principal del plan de estudios. El lenguaje de instrucción también ha variado; Punjab cambió de urdu a inglés, solo para volver al urdu. Sindh, donde los profesores que a menudo son hablantes de sindhi pueden tener dificultades para enseñar urdu, anunció en 2011 que el mandarín sería obligatorio en las escuelas secundarias.

Escolarización

Es en este contexto es que se han desarrollado organizaciones como The Citizens Foundation (TCF). La organización benéfica maneja quizás la red más grande de escuelas administradas independientemente en el mundo, educando a 204,000 alumnos en escuelas sin fines de lucro. También es el mayor empleador de mujeres de Pakistán fuera del sector público; en un esfuerzo por hacer que las niñas se sientan más seguras en clase, todos los 12,000 maestros de TCF son mujeres. En su sucursal Shirin Sultan Dossa, cerca de un barrio pobre en las afueras de Karachi, las niñas pueden defenderse. En el recreo de la cancha de críquet, juegan en el campo con los niños.

En 2016 TCF abrió su primera “universidad” para jóvenes de 17 y 18 años en este campus, en un intento por mantener a los alumnos más pequeños e inteligentes en la escuela por más tiempo. Todos los días lleva a 400 estudiantes universitarios de toda la ciudad. Construye escuelas usando una plantilla estándar, por lo general recaudando alrededor de $ 250,000 para cada uno de los donantes; recluta y entrena a maestros; y escribe sus propios planes de estudios.

Desde 2015, TCF se hizo cargo de más de 250 escuelas públicas en Punjab, Sindh y Khyber Pakhtunkhwa. Obtiene un subsidio de alrededor de 715 rupias por mes por niño, que se completa con donaciones. Hasta ahora ha aumentado la matrícula promedio en las escuelas de 47 a 101 alumnos, y los resultados de las pruebas han mejorado.

La concesión de escuelas estatales para TCF es solo una parte de las recientes reformas del gobierno de Sindh. “Hace tres años tocamos fondo”, dice un burócrata de alto rango, señalando que 14,000 trabajos de enseñanza se habían distribuido en un año a los partidarios del gobernante Partido del Pueblo de Pakistán. Desde entonces, ha utilizado un registro de asistencia biométrica para eliminar a 6,000 maestros fantasmas de las nóminas, y ha fusionado 4,000 escuelas escasamente atendidas en 1,350. A través de Sindh Education Foundation, un organismo gubernamental independiente, está financiando “asociaciones público-privadas” que abarcan 2,414 escuelas y 653,265 alumnos. Además del programa de subcontratación, los esquemas subsidian a los niños pobres para que asistan a escuelas privadas baratas y paguen a los empresarios para que establezcan nuevas en áreas desatendidas.

Esta política fue evaluada en un documento de Felipe Barrera-Osorio de la Universidad de Harvard y sus colegas publicado en agosto pasado. Los investigadores encontraron que en las aldeas asignadas al plan, la matrícula aumentó en un 30% y los puntajes de las pruebas mejoraron. Los padres elevaron sus aspiraciones: comenzaron a querer que las hijas se convirtieran en maestras, en lugar de amas de casa. Estos resultados se lograron a un costo por alumno comparable al de las escuelas del gobierno. “El desafío educativo de Pakistán no está gastando poco, está gastando mal “, dice Nadia Naviwala del Centro Wilson, un think tank.

Si bien Sindh ha sido pionero en muchas políticas, Punjab las ha llevado más lejos. La Fundación de Educación de Punjab (PEF), otro organismo cuasi independiente, supervisa algunos de los programas más grandes de privatización escolar del mundo. Tiene un asiento con los ministros y administradores en las reuniones trimestrales de Sharif. El gobierno de Punjab ya no abre nuevas escuelas; todo el crecimiento es a través de estas escuelas privadas. Las escuelas supervisadas por el PEF ahora enseñan a más de 3 millones de niños (aproximadamente 11 millones más permanecen en escuelas ordinarias administradas por el gobierno).

Este uso del sector privado se combina con el comando y control de Sharif, respaldado por el Departamento Británico para el Desarrollo Internacional, que ayuda a pagar el apoyo de McKinsey, una consultora, y Sir Michael Barber, que dirigía el primer ministro británico. El último balance reportó un aumento “sin precedentes” del 10% en la inscripción en la escuela primaria desde septiembre de 2016, 68,000 maestros adicionales seleccionados “por mérito” y un aumento constante en la proporción de respuestas correctas en una prueba semestral de literatura y aritmética.

Algunos están preocupados por el estrés en el cumplimiento de los objetivos dew este modelo de “entregalogía”. Por un lado, la evaluación independiente del éxito del sistema es difícil. Das argumenta que no hay evidencia de fuentes públicas que respalde las afirmaciones de Punjab sobre la mejora de la matrícula desde 2010. Tampoco el temor provocado por Sharif siempre conduce a una autoevaluación franca: algunos funcionarios pueden eludir las cifras. Naviwala señala que dos de los distritos de peor desempeño en la primavera de 2015 de alguna manera se convirtieron en los de mayor rendimiento unos meses más tarde. Sugiere que las reformas similares en Khyber Pakhtunkhwa basadas en datos pueden tener mayores posibilidades de éxito, ya que dependen menos de los caprichos de un solo ministro. Por su parte, Punjab y sus patrocinadores internacionales insisten en que los datos son precisos y que los demás datos disponibles públicamente están desactualizados.

Nadie piensa que todo está arreglado. A la vuelta de la esquina de la escuela primaria, en las afueras de Karachi, hay otra escuela privada, cuidadosamente seleccionada para la visita de su corresponsal por parte de los funcionarios. En las clases de matemáticas, los libros de ejercicios de los alumnos están vacíos para la última quincena. Las sumas no cuadran; las respuestas están simplemente copiadas. El director parece preocuparse más por su nueva sala de audiovisuales, cuya pantalla no es para los alumnos, sino para él: un panóptico de contrabando, con seis alimentaciones CCTV que se muestran en una pantalla montada en la pared. Esta es una forma efectiva de lidiar con fantasmas. Pero a medida que la cabeza explica lo grandiosos que son sus maestros, uno de ellos se dirige a un chico al frente de su clase y lo golpea en la cabeza.

Sin embargo, incluso si hay un montón de fanfarronadas y un largo camino por recorrer, el hecho de que los políticos estén puliendo su reputación a través de los servicios públicos, es un paso adelante. Y si hay un poco de exageración en Punjabi, entonces ese puede ser un precio que vale la pena pagar. Durante demasiado tiempo, los niños pakistaníes han sufrido porque los políticos han tratado a las escuelas como herramientas políticas. Merecen algo mucho mejor. Lampadia




Antes era acomodo, ahora es innovación

Antes era acomodo, ahora es innovación

El Perú siempre ha sido un país de emprendedores, de gente ingeniosa que cuando estábamos desconectados del mundo, adaptaba o reparaba de todo. Cuando el Perú formal dejó de crear empleo (durante los 30 años del apagón que impedía la inversión privada – 60-70-90s), nuestras clases populares formaron la nueva clase media emergente, esforzada y creativa, que mantuvo una dinámica de mercado y empleo informal, que fueron cruciales para el sustento social y la lucha contra el terror.

Ahora, con las facilidades de las Start-Ups, la difusión de historias de éxito en todo el mundo, los concursos, acceso a financiamiento y la paulatina transición de la búsqueda de trabajo dependiente, a la formación del negocio propio, muchos de nuestros jóvenes están proyectando sus capacidades para la innovación.

Hace pocos días, el equipo “Open BioFab Lima” obtuvo el primer puesto en el ‘International Chevron STEM AWARD–FabFundation’, un encuentro mundial de fabricación digital FAB13 realizado en Santiago de Chile entre el 31 de julio al 6 de agosto pasado. El equipo peruano venció a más de 80 contendores de todas partes del mundo. El segundo lugar lo obtuvo el equipo de la India y el de EEUU el tercero.

La propuesta de Open BioFab Lima es crear DIY-BIOLABS (bio-laboratorios de bajo costo) para donar y enseñar ciencia en colegios de bajos recursos. En sus palabras, “¡Creemos que la reconstrucción de nuestro país no solo debe ser relativa a infraestructura (la cual es muy importante), necesitamos también reconstruir la mente de nuestros niños y jóvenes con educación!”

La misión de Open BioFab Lima es democratizar el acceso a la tecnología e implementar bio-laboratorios de bajo costo, los cuales serán utilizados para enseñar a los estudiantes a usar y construir sus propios equipos de laboratorio, además de adquirir conceptos de ciencia, programación y fabricación digital. Para mayor detalle sobre este innovador proyecto, ver el video:

El premio que han recibido asciende a US$ 5,000, el cual será usado para implementar el programa en un colegio que está ubicado en una de las áreas afectadas por el fenómeno del Niño Costero que afectó al país.

No es la primera vez que el Perú participa en el FAB13. Es el octavo año consecutivo que nuestros compatriotas muestran al mundo proyectos de ciencia, tecnología, diseño e innovación. Para los jóvenes peruanos, según PromPerú, este encuentro les brindó una oportunidad de “crear conexiones, de compartir experiencias y de saber lo que está sucediendo en el mundo en el tema de fabricación digital, en innovación y tecnología”.

En Lampadia celebramos el gran logro de estos jóvenes emprendedores. Es necesario crear incentivos para acelerar la innovación. Como afirma Bill Gates, “Desde electricidad y vehículos hasta la medicina y los aviones, la innovación ha hecho que el mundo sea mejor. Hoy en día, somos mucho más productivos debido a la revolución de la TI. Las economías más exitosas son impulsadas por las industrias innovadoras que evolucionan para satisfacer las necesidades de un mundo cambiante”.

Las mayores innovaciones son el resultado tanto de la inversión de gobiernos en investigación básica como de la creatividad e inversión del sector privado. Sin embargo, uno de los principales frenos a una mayor innovación en el Perú son las barreras que el mismo gobierno le impone a las empresas, reduciendo su productividad y yendo en contra del crecimiento. Las barreras de entrada y los altos costos de operación y expansión reducen el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.

Según un informe del Banco Mundial, Perú, Siguiendo la senda del éxito, “una gran cantidad de empresas informaron que el exceso de licencias y permisos eran una importante limitación adicional a la complejidad general de los procedimientos reglamentarios, llegando a un puntaje de 20.4 % en el Perú, comparado al promedio de la OCDE de 5 %. Esto les reduce a las empresas su capacidad para crecer, ampliar e innovar. Casi el 30 % de estas empresas identificó licencias comerciales y permisos como una limitación importante.”

Entonces, ¿qué espera el Perú para crear su propio hub tecnológico? En el Perú ya tenemos a grandes innovadores (ver en Lampadia: Arequipa incuba desarrollo de industria tecnológica y Blogs desde Singularity University) y personas capacitadas para poder empezar esta hazaña. Aprovechemos a nuestros talentosos jóvenes y démosles las herramientas para innovar y seguir creciendo. Lampadia




La India no traba la Educación Privada

La educación pública en la India adolece de graves problemas de calidad. Tienen grandes dificultades con el nivel y actitud de maestros, malos currículos, sindicatos poderosos que actúan disfuncionalmente, y una masiva reacción de los padres de familia que llevan a sus hijos a escuelas privadas.

En Uttar Pradesh, la migración a las escuelas privadas casi vació las públicas. Pero cuando se sugirió que los maestros sin alumnos se trasladaran a las escuelas que los necesitaran, ellos organizaron protestas violentas y el Estado retrocedió. [Siguió pagando a maestros en escuelas sin alumnos]

Sin embargo, a diferencia del Perú, donde los problemas de la educación pública son muy similares, en la India, a nadie se le ocurre trabar el desarrollo de la educación privada, que crece aceleradamente (en cinco años la matrícula privada aumentó en 17 millones y la pública cayó en 13 millones).

Lamentablemente, en el Perú, desde el gobierno de Humala, la ideología estatista regresó con mucha fuerza al ministerio de Educación. Primero tuvimos a la ministra Patricia Salas que polarizó de tal manera las cosas, que se generó una reacción negativa. Pero su sucesor. Jaime Saavedra, que corrigió una serie de aspectos, mantuvo una inexplicable actitud negativa hacia la educación privada, al punto de que negaba y ocultaba su contribución con una inversión del orden del 3% del PBI. Además llenó el ministerio con asesores y consultorías de la PUCP, la universidad peruana que hoy concentra y promueve el pensamiento estatista.

Desafortunadamente, la actual ministra Marilú Martens, no ha corregido la orientación del ministerio en la que acompañó previamente a Saavedra. Hoy la educación peruana está anclada con un pésimo currículo, seguimos con la influencia estatista de la PUCP, no se promueve el aporte del sector privado, y a nivel universitario nos hemos quedado con una suerte de abusiva dictadura del Sunedu, le otorga licencia a una universidad estatal de Ayacucho que no opera, no tiene local y no cumple con ninguna regulación, pero escamotea las licencias de universidades privadas.

En educación escolar, en Lampadia hemos reiterado nuestra propuesta de hacer un “Pacto Social por la Educación”, pero nadie del ministerio se allana a, siquiera conversar al respecto.

 Veamos si el ejemplo de la India genera alguna reacción en el Perú:

Desperdiciando las mentes indias
India universalizó la educación, pero no lo hizo bien

El sistema escolar más grande del mundo es también uno de los peores

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The Economist
8 de Junio, 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

 

En 1931 Mahatma Gandhi ridiculizó la idea de que la India podría llegar a tener educación primaria universal “en un siglo”. Desde 1980, la proporción de adolescentes indios que no han llevado estudios escolares ha caído de aproximadamente del 50% al 10%. Un gran éxito para un país con más niños en edad escolar (260 millones) que cualquier otro.

Sin embargo, la India les ha fallado a estos niños. Muchos aprenden muy poco en la escuela. India puede ser famosa por sus médicos e ingenieros de élite, pero casi la mitad de sus niños de nueve años no puede hacer una simple suma de ocho más nueve. La mitad de los niños de diez años no pueden leer un párrafo para niños de siete años. A los 15 años, los alumnos de Tamil Nadu y Himachal Pradesh están cinco años por detrás de sus compañeros en Shanghai. El joven promedio de 15 años de estos estados estaría en el 2% inferior de una clase de EEUU. Con pocas personas de edad avanzada y una tasa de natalidad decreciente, la India tiene una alta proporción de jóvenes: el 13% de sus habitantes son adolescentes, en comparación con el 8% en China y el 7% en Europa. Pero si sus escuelas siguen siendo pésimas, ese bono demográfico se desperdiciará.

Durante mucho tiempo, la India ha tenido un sistema de educación desequilibrado. En la época colonial, los británicos establecieron universidades para capacitar a los funcionarios públicos, al tiempo que descuidaron las escuelas. Los primeros líderes electos de la India ampliaron este sistema, invirtiendo dinero en universidades de primera categoría para suministrar ingenieros a las industrias estatales. Por el contrario, los tigres asiáticos como Corea del Sur y Taiwán se centraron en las escuelas. Últimamente, la India ha hecho más para ayudar a los que quedaron atrás. Entre el  2011 y 2015, el gasto en las escuelas aumentó en un 80%. La tasa de alfabetización ha aumentado del 52% en 1991 al 74% en 2011. Los almuerzos escolares gratuitos (uno de los programas nutricionales más importantes del mundo) ayudan a millones de alumnos que de otra manera podrían tener demasiado hambre como para aprender.

Pedagogos sin piedad

Sin embargo, la calidad de las escuelas sigue siendo un escándalo. Muchos profesores simplemente no están a la altura del trabajo. Desde 2011, cuando el gobierno introdujo una prueba para los aspirantes a profesores, el 99% de los solicitantes fracasaban todos los años. Los currículos son reliquias excesivamente ambiciosas de una época en la que sólo unos pocos escogidos asistían a la escuela. Puesto que los alumnos suben de grado automáticamente cada año, los profesores no se molestan en asegurarse de que entiendan sus lecciones. Los poderosos sindicatos de maestros (que tienen escaños garantizados en algunas legislaturas estatales) empeoran las cosas. Los salarios de los docentes, ya altos, se han más que duplicado en las dos últimas rondas de negociaciones salariales. Algunos profesores, habiendo pagado sobornos para ser contratados, tratan el trabajo como una sinecura. Sorprendentemente, un 25% de ellos se ausentan todos los días.

Frustrados por el sistema gubernamental y, a la vez, deseosos de que sus hijos aprendan inglés, los padres de familia han recurrido a escuelas privadas bilingües de bajo costo. En cinco años, su matrícula ha aumentado en 17 millones, frente a una caída de 13 millones en las escuelas públicas. Las escuelas privadas pueden ser tan buenas o aún mejores que las escuelas públicas a pesar de tener presupuestos mucho más pequeños. En Uttar Pradesh, la migración a las escuelas privadas casi vació las públicas. Pero cuando se sugirió que los maestros sin alumnos se trasladaran a las escuelas que los necesitaran, ellos organizaron protestas violentas y el Estado retrocedió.

La India gasta cerca de 2.7% del PBI en las escuelas, una proporción más baja que muchos países. Narendra Modi, el primer ministro, prometió aumentar el gasto en educación hasta el 6%. Sin embargo, el dinero extra se desperdiciará si no viene acompañado de reformas en tres áreas: La primera es asegurarse de que los niños reciban las enseñanzas correctas. Los planes de estudios deben ser más sencillos. No se puede dejar que los alumnos pasen de año sin dominar las materias. Los “campamentos de aprendizaje” para remediación, como los gestionados por organizaciones benéficas como Pratham, pueden ayudar, al igual que la tecnología: por ejemplo, EkStep, una empresa filantrópica, ofrece a los niños acceso digital gratuito a los materiales de enseñanza.

La segunda tarea es hacer que el sistema sea más meritocrático y responsable. Los maestros deben ser reclutados por sus talentos, no por sus conexiones. Deben ser mejor entrenados y recompensados ​​sobre la base de lo que realmente aprenden los niños. El gobierno debería usar medidas más rigurosas para averiguar cuales de los esfuerzos burocráticos y caritativos hace la diferencia. Y los responsables de las políticas públicas deberían hacer más para ayudar a los educadores privados de buena calidad, el tercer ámbito de la reforma. Los ‘vouchers’ y las asociaciones público-privadas podrían ayudar a los mejores operadores de escuelas privadas de bajo costo a expandirse.

El gobierno de Modi ha hecho señales alentadoras acerca de endurecer la rendición de cuentas y mejorar los currículos. Pero, preocupado con los sindicatos, sigue siendo demasiado cauteloso. La autoridad sobre la educación está dividida entre el gobierno central y los estados, por lo que Modi no es omnipotente. Pero podría hacer mucho más. Su promesa de crear una “nueva India” será hueca si su país sigue atascado con escuelas del siglo XIX. Lampadia

 

 




En defensa de la Educación Privada

En defensa de la Educación Privada

“Si cree Ud. que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”
Derek Curtis, Ex-presidente de Harvard

Uno de los temas que más hemos analizado, difundido y contrastado en Lampadia, es el de la educación. Lamentablemente, en el Perú y la región latinoamericana, el control de la educación por parte de los gobiernos y/o los gremios magisteriales, se ha convertido en un objetivo político. De igual manera, los intelectuales autonombrados como ‘progresistas’, han encontrado en ella, fuentes rentables de vida.

El resultado de años de sembrar los mitos de que la educación es responsabilidad exclusiva del Estado, que ofrece educación gratuita y acceso universal, ha calado en la opinión pública y en los medios, y es muy difícil encontrar un político que se atreva a contradecir el ‘pensamiento guía’.

Mientras el Perú se mantuvo en la pobreza, no se pudo contrastar estos mitos, pero apenas se consolidó una clase media emergente y aspirante, la matrícula escolar empezó a migrar hacia la educación privada, asumiendo los padres de familia, un costo que evidentemente, era consideraban como una inversión “en mis alcancías que son mis hijos” (Revista Éxito).

Igualmente, en educación superior, se dinamizó la oferta, en una competencia innovadora y de valor agregado, largamente reconocida por el estudiantado.

Sin embargo, desde el inicio del gobierno nacionalista, se profundizó una suerte de sabotaje a la educación privada en todos sus estamentos. Esta absurda gesta fue inicialmente liderada, sin disfraces ni escrúpulos, por la ministra Patricia Salas. Pero luego, de la mano de Jaime Saavedra, un ‘experto internacional’, el asunto se complicó mucho más, pues con una estrategia más inteligente, sofisticada e hipócrita, logró posicionarse como un referente del destino de la educación en el Perú.

Fuente: Blogger

Saavedra nunca aceptó críticas, no era dialogante, y calladamente impuso un modelo educativo anti moderno, plano y regimentado, tanto a nivel escolar, como universitario. Nos hizo creer que la educación estaba en buenas manos y, lógicamente, la sociedad se respaldó en su gestión, descuidando la reforma más importante para que los peruanos nos acerquemos a los mejores estándares educativos del mundo.

La sombra de Saavedra llegó a ser tan densa, que el nuevo gobierno, no tuvo mejor idea que mantenerlo en el ministerio. Luego de un proceso político (la censura), en el que Lampadia no participó, pues nuestro cometido es promover una verdadera revolución educativa, el ministro fue reemplazado por la señora Marilú Martens, una cercana colaboradora de Saavedra.

En Lampadia, a pocos meses del inicio de su gestión, todavía guardamos la esperanza de que la ministra Martens, con la sutileza de una dama inteligente, pueda ‘enmendar entuertos’ y convocar una cooperación sin prejuicios entre los sectores público y privado.

Ahora queremos compartir una lúcida defensa de la educación privada, presentada  pocos días atrás, por Gonzalo Galdos en el II Foro de Educación Superior –FIPES. Galdos es un educador universitario y promotor de escuelas privadas accesibles a la población de los sectores emergentes. Ver su presentación: Trascendencia de la inversión privada en la educación.

De dicha presentación, queremos destacar algunos elementos importantes en nuestro afán de aplanar el terreno entre la educación pública y privada, que nos ayude a superar ese absurdo enfrentamiento político de agentes del Estado con los emprendedores educativos del sector privado. Veamos:

1-La pugna entre la educación pública y la privada
“Ambas proclaman unilateralmente tener la solución a los desafíos educativos de nuestra sociedad”

2-Desafíos de la educación en el contexto de una Demanda Creciente
Cobertura
Inclusión
Modelo
Calidad

3-La falacia del modelo único de educación ​​
¿En un contexto de demanda insatisfecha?
¿Inhibiendo el aporte privado?
“Nunca ha existido un modelo único de educación”

4-El desafío de la Inclusión
Cómo los Estados no han atendido, ni en cantidad ni en calidad, a la nueva demanda… las familias, a pesar del pago empezaron a enviar a sus hijos a estudiar en instituciones privadas

5-El desafío del Modelo
Proclama dogmática y populista de las izquierdas en América Latina:
“No podemos permitir el lucro en la educación”
(Lucro: Ganancia o provecho que se saca de algo. RAE)
Capturar el control de la educación en Latinoamérica es un objetivo político fundamental de la izquierda radical.

6-Los que lucran de la educación y los que lucran a costa de la educación

7-¿Existe la educación sin  Lucro?

La demanda seguirá creciendo, la oferta seguirá siendo limitada y las universidades privadas seguirán compitiendo en segmentos donde hay poca, nula o deficiente oferta pública. Por lo tanto, el  énfasis del Estado debería darse en la cobertura, eficacia y calidad de las universidades e instituciones publicas en general.

No existe educación sin lucro ni educación gratuita.
Una educación de calidad tiene un costo significativo.

8-El desafío de la Calidad
Las instituciones educativas públicas están centradas en el currículo, los contenidos y los procesos.
Las instituciones educativas privadas, en general, están enfocadas en el perfil del alumno, la  metodología y  la suficiencia de conocimientos.
Las instituciones educativas deberían estar enfocadas en el perfil del egresado (conocimientos, competencias y valores).

9-El aporte trascendente de la Educación Privada
La Constitución fijó incentivos para la inversión privada en educación, pero en realidad lo que la sociedad recibió a cambio fue y es un subsidio privado para atender una demanda que el Estado no pudo ni puede atender.
20 universidades peruanas poseen incubadoras y centros de innovación, 18 son de universidades privadas.
La educación privada compite por brindar:

  • Mejor cobertura
  • Nuevas dimensiones pedagógicas
  • Eficiencia y eficacia en el uso de recursos
  • Capacidad de gestión
  • Cultura de servicio
  • Servicios académicos y administrativos
  • Alineamiento con la demanda laboral
  • Especialización profesional
  • Movilidad social
  • Dinamismo competitivo en el sector

10-Porqué es necesaria la inversión privada en educación
El desarrollo de una sociedad es proporcional a la educación de calidad que brinda a las personas
La reforma educativa es  costosa y compleja
-Los menores de 19 años son el 37% de la población
La población urbana pasó en 35 años de 65% a 77%
La educación de calidad es tarea de todos

Lampadia




Minedu: ¡Saca las manos de la educación privada!

Editorial de Lampadia

En Lampadia, amparados en la opinión de expertos en educación de distintas partes del mundo, hemos explicado en detalle que la educación escolar pública no solo adolece de ínfimos niveles de calidad, sino que también está basada en metodologías obsoletas, inhibidoras de la innovación y la creatividad. El magisterio sigue adscribiendo a la ‘lucha de clases’ (por estatuto) y las regulaciones son de filosofía castrense, verticales y centralistas. Todo lo contrario de lo necesario para formar ciudadanos capaces de progresar en el siglo XXI.

Además, hemos denunciado que el Ministro de Educación, Jaime Saavedra, nunca reconoce el aporte del sector privado a la educación y solo se refiere a ella para destacar la supuesta “mala calidad” de algunas escuelas privadas.

Durante el proceso electoral, cuestionamos la voceada permanencia de Saavedra en el ministerio. Explicamos que el ministro más importante para los próximos cinco años es el de educación, pues a diferencia de los demás, sus falencias pueden hacer daños estructurales y de largo plazo. Luego de la ratificación de Saavedra en el cargo por el gobierno de PPK, supusimos que el ministro por lo menos morigeraría su inclinación contra el sector privado. Sin embargo, pareciera que está sucediendo lo contrario: ahora tenemos a un Saavedra ‘recargado’ que, aunque lo niegue, pretende hacerse de armas que le permitan constreñir la educación privada o someterla a una suerte de aplanadora regulatoria.

En un momento histórico en que la tecnología permite una formación individualizada en el Perú, se pretende regimentarla (ver: Más propuestas disruptivas para la educación). Ahora nos enfrentamos a un novísimo proyecto de reglamento de la educación privada que el mismo ministro defendió en RPP y que a pesar de las críticas no retira aún. Veamos la situación creada:

La proporción de alumnos que estudia en las escuelas privadas viene subiendo aceleradamente. Pasó de un 21% el 2005 a casi un 30% el 2015. Y en Lima Metropolitana el trasvase a la educación privada es aun más veloz, alcanzando nada menos que un 53.6% en la actualidad.[1] La inversión del sector privado en educación escolar supera el 3% del PBI. Es posible que algunos funcionarios en el ministerio de Educación vean este crecimiento con preocupación, y quizá por esa razón redactaron un proyecto de reglamento de la educación privada que buscaría contener esa expansión a la mala, imponiendo regulaciones imposibles de cumplir no solo por la escuela privada sino menos aun por la pública.

Es cierto que el Ministro  Saavedra, luego de las críticas, ha declarado que el mencionado texto, que contiene 48 páginas de faltas y sanciones, no es más que un borrador que va a ser modificado con  las observaciones formuladas por los privados, pero lo que preocupa es que una propuesta así haya podido nacer en el seno del ministerio. El destacado experto en educación, León Trahtemberg, ha declarado que el reglamento es “un horror”. Dicho proyecto no solamente persigue y acosa al sector privado, tratando siempre de encasillarlo, obstaculizándola innovación y socavando libertades, sino que además lo regula hasta en lo más nimio. Veamos:

  1. El proyecto de reglamento establece, en su artículo 5.4, que es condición indispensable “Contratar únicamente como docentes a personas que cuenten con un título profesional en educación o en pedagogía, o con un título profesional de carreras afines a los cursos que van a dictar…”. Pero ocurre que muchos profesores de la educación privada son egresados o bachilleres universitarios o incluso magisters sin título profesional que, sin embargo, tienen más conocimientos y enseñan mejor que profesores con título pedagógico y no pueden enseñar “legalmente”. 

    Según el proyecto de reglamento, si un profesor no tiene título profesional, por más que sea bachiller o incluso tenga una maestría, la institución podría ser clausurada. Esto es absurdo.  ¿Qué va a pasar con todos estos profesores “no profesionales”? ¿Van a quedarse sin trabajo? 

No olvidemos, que una escuela es tan buena como la calidad de sus maestros. Estadísticamente no son los mejores estudiantes quienes estudian educación; ni siquiera los que tienen vocación por esta disciplina optan por ella. Sin embargo, algunos al terminar su carrera terminan trabajando en escuelas.  ¿En un país con escasez de profesores de calidad no es mejor modificar la ley para permitir este aporte o, en todo caso, crear ciclos cortos de capacitación “pedagógica” en las universidades o institutos que permitan regularizar esta situación? 

  1. El proyecto de reglamento dispone también clausurar los colegios que incumplen los metros cuadrados exigidos por ambiente, pero los parámetros son tales que son incumplibles para la mayor parte. Así, por ejemplo, si tenemos una secretaría en un ambiente de 9 m2 y no 10 m2, pues el colegio queda clausurado.  Lo mismo si no se tiene cinco metros cuadrados por alumno en un laboratorio, taller o biblioteca, algo que carece de sentido: con 30 alumnos, por ejemplo, un laboratorio tendría que medir 150 m2.  El Ministerio debería preocuparse por modificar la norma que establece esos metrajes, que es en definitiva la que genera estos excesos.  De otro lado, si en un aula hay un alumno de más en relación a lo establecido en la norma técnica, se clausura el colegio de inmediato.
  1. Se disponen sanciones si se aumenta el número de horas lectivas. Resulta que los colegios privados, que tenían que cumplir con el programa educativo oficial, recurrieron a dictar más horas para introducir innovaciones. Así se pasó de 40 a 48 horas semanales. Pues el nuevo reglamento, después de que se han incorporado las innovaciones al estándar, prohíbe dictar una sola hora más, amenazando con grandes multas.
  1. Los colegios no pueden tomar ninguna medida contra los deudores más allá de judicializar el tema. ¿Es correcto que un alumno asista todo el año sin pagar? ¿Cómo hacen los colegios para cumplir puntualmente con sus obligaciones si los padres no pagan las pensiones? Es como ir a una clínica y estar internado por varios meses, pero sin pagar ni tener seguro o ningún tipo de garantía, o salir de compras al súper mercado y llevarse la carretilla llena sin pagar… ¿No debería el Minedu defender a los colegios privados?
  1. Las sanciones a los colegios privados llegan hasta 100 UITs (S/. 395,000), monto impagable para casi la totalidad de colegios del Perú. No se respeta el principio de proporcionalidad entre la multa y la gravedad de la falta o la reincidencia. Y, por cierto, no vemos cómo eso podría desterrar la informalidad; solo afectará a los colegios serios.

Como toda actividad de producción de bienes y servicios nacionales, una cierta proporción de la educación  se desenvuelve de manera informal, es decir, al margen de muchas de las leyes y reglamentos que regulan su funcionamiento (Minedu, Mintra, Sunat, Municipalidades, etc.). Sin embargo, día a día, compite victoriosamente con la educación pública a pesar de que la primera es pagante y la pública es gratuita. Sería interesante ver qué pasaría con los colegios públicos si se les aplicara la misma normatividad que a los privados. ¿Cuántos evitarían ser clausurados?  

La política general del gobierno del presidente Kuczynski tiene como importante finalidad combatir la informalidad, no destruirla. En su caso, el ya famoso “proyecto de reglamento de la educación privada” convierte a Ministerio en el gran perseguidor de la educación privada informal y, de paso, acosador del formal, dotándolo de las armas más contundentes para anularlo. ¿No es mejor tolerarlo y más bien mejorar la educación pública para que, aprovechando la ventaja de la gratuidad de la enseñanza, obligue a las escuelas privadas a subir sus estándares?  Sobre todo, si día a día la población le ratifica su “confianza” pagando lo que puede ser un servicio gratuito. 

En el último CADE por la Educación hemos visto al Ministro Jaime Saavedra y a su Vice Ministro Juan Pablo Silva insistir en la misma actitud regulatoria y persecutoria. Como existen informales, regulemos y acosemos a los formales. A pesar de ser ambos destacados economistas, hasta el momento no se han percatado de que a mayor  regulación, mayor informalidad. La regulación implica aumento de costos y ello lleva, ineluctablemente, a expulsar a los colegios con menos recursos de la formalidad. No es con regulación como vamos a desaparecerlos. Es mejorando la oferta de la educación pública, que en muchos casos ni siquiera existe allá donde campea la informalidad. El Minedu regula siempre pensando en los colegios más caros de Lima, establece normas  o permite que las cree el Congreso sin oponerse a ninguno de esos atropellos en contra del sector. Es claro que no ven con buenos ojos la participación del sector privado en educación, sea con o sin fines de lucro. 

A muchos educadores les preocupa el tema de la innovación en educación y el proyecto de reglamento no lo contempla para nada. El Ministerio debería promover más la innovación en lugar de convertirse en un ente policial dedicado a perseguir colegios y a parametrarlos completamente. El Minedu, dado que no puede cubrir toda la demanda, podría promover más la intervención de privados en la gestión pública. Por ejemplo, fomentando Asociaciones Público Privadas para administrar redes de colegios públicos, al estilo Fe y Alegría, algo que se resiste a hacer.

El Perú requiere un Minedu que lidere la educación y no un ente policial más. Respecto al sector privado, debería ser un ente promotor y facilitador. Debería además agradecerle todo lo que hace por la educación de nuestros niños y jóvenes. El Estado tiene ya demasiados problemas en el sector público como para estar destinando su tiempo a un sector donde los padres saben defenderse y pueden acudir al Indecopi, incluso anónimamente.

Lampadia

 

[1] INEI, Estadísticas Sociales, Educación, y http://escale.minedu.gob.pe/magnitudes




“UTEC puede convertirse en la mejor universidad de ingeniería del mundo”

“UTEC puede convertirse en la mejor universidad de ingeniería del mundo”

Con dos años de funcionamiento en el país, la UTEC tiene alianzas con universidades top del mundo como Harvard, el MIT y Purdue. Asimismo, ha repatriado a catedráticos peruanos con el más alto grado académico.

Entrevista a Eduardo Hochschild. Fundador de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC)

Por Silvia Mendoza y Abraham Taipe

(El Comercio – Portafolio, 19 de Diciembre del 2014)

El próximo lunes 29, la UTEC inaugurará su campus en Barranco. Eso le permitirá entrar a su tercer año de funcionamiento con una mejor infraestructura para atraer alumnos del Perú y el extranjero. Eduardo Hochschild cuenta en esta entrevista los avances que ha alcanzado la institución y las perspectivas que tienen de convertirse en una de las mejores universidades de ingeniería del planeta.

¿Cómo nace la idea de crear una universidad como UTEC?

Todo comenzó con mi papá [Luis Hochschild], quien hace 30 años creó Tecsup. Cuando fallece ya estaba a medias la sede de Arequipa y ahora ya estamos en el norte. Por eso consideraba que todavía había energías para una segunda etapa: la universidad. Así que hace unos años, con la ayuda de mi esposa, nos lanzamos. Desde entonces no dejo de hablar de UTEC.

¿Apostar por la ingeniería tiene que ver con las propias carencias que han visto en el sector?

Sin lugar a dudas. Una universidad de ingeniería es lo más difícil de hacer, es caro. Es más sencillo tener un auditorio con 100 estudiantes de Derecho que un laboratorio con 10 alumnos de Ingeniería. Pero es lo que más necesitamos en el país y en esas estamos.

¿La inversión a cuánto ascendió?

Casi a US$100 millones.

¿Además del grupo Hochschild, qué otras empresas apoyan este proyecto?

En el directorio de la universidad están Roque Benavides, Dionisio Romero, Carlos Rodríguez-Pastor, José Graña, Ricardo Rizo Patrón, Óscar Gonzales Rocha, Mario Testino, entre otros, quienes han ayudado de una u otra manera.

En el 2015 la UTEC entrará a su tercer año de funcionamiento. ¿Qué avances han tenido?

Ya tenemos 400 alumnos y hemos repatriado a profesores peruanos de universidades de EE.UU., Europa y Brasil. Todos tienen doctorado o están estudiándolo. En el caso de los alumnos hemos tratado de atraer talento, con Carlos Heeren, gerente general de UTEC, hemos ido a los colegios Fe y Alegría y el Colegio Mayor. También a la sierra y la selva para becar a los talentos.

¿Qué porcentaje de esos 400 alumnos está becado?

La gran mayoría. Por eso, con los ingresantes del 2015 queremos llegar a un equilibrio y tener un total de 1.000 alumnos. También buscamos atraer a alumnos del extranjero. Eso sí, seguiremos becando a los jóvenes con talento o dándoles préstamos para que puedan estudiar. Si en Tecsup un egresado gana unos US$2.000, en UTEC podrá ganar hasta US$10.000, eso les permitirá pagar sus estudios.

¿Cuán complicado fue repatriar a talentos peruanos?

Tuvimos que ir a buscarlos. A los primeros había que contarles toda la historia de este sueño, pero hoy como ya somos conocidos se comienzan a pasar la voz y acceden. Todos están instalados en el país con sus familias.

También tienen alianzas con universidades extranjeras y peruanas.

Hemos firmado alianzas con el MIT, que nos toma como su campus en América Latina para atraer talento. También con Harvard, que en su última reunión de ingeniería nos dijo que no hay ningún motivo para que la UTEC no logre ser la universidad más creativa y la mejor de ingeniería del mundo. Con estas dos universidades tenemos convenios para intercambio de profesores y realizar investigaciones en conjunto. Con la Purdue University tenemos un acuerdo para una titulación doble. En el caso del Perú estamos con la Universidad del Pacífico y la Universidad Ruiz de Montoya, la primera nos ayuda con los temas de economía y derecho; y la segunda con las humanidades.

¿Qué significa que el MIT los tome como su campus en América Latina?

Que el Perú se convierte en un polo de atracción. Ya están mandando a chilenos a estudiar aquí. Es decir, captan talentos, los traen aquí (UTEC) y luego se los llevan. El decano del MIT nos decía que se jalará a un alumno de la UTEC, y eso está bien, porque si se lleva uno, vendrán dos más. Se está comenzando a crear un flujo de tecnología, el MIT ya está viendo trabajar proyectos de investigación con empresas peruanas. Por nuestro lado, cada vez que vienen alumnos del extranjero los llevamos a las empresas peruanas para que observen, intercambien ideas y nos ayuden a resolver problemas puntuales. Es todo un flujo de conocimiento.

¿Cuál es el déficit de innovación en investigación en el país?

Los países se desarrollan en base a tecnología e innovación. Eso sucedió con EE.UU., Japón, países de Europa y recientemente con China. Por eso necesitamos investigadores, desarrolladores de tecnologías.

¿Y de qué manera ustedes apoyan este camino?

La UTEC ya está presentando ‘papers’ científicos y solicitando patentes de sus inventos. Y recién tenemos dos años de funcionamiento. Pero queremos más. También tenemos una desarrolladora de start-ups tecnológicas [UTEC Ventures].

¿Esta labor debe complementarse con la UNI, la otra universidad de ingeniería del país?

Las dos estamos empujando en el mismo camino y bienvenido que venga una tercera más.

Hoy cuentan con cinco carreras profesionales. ¿Qué otras carreras piensan en crear?

Por ejemplo con el Colorado School of Mine pensamos en una carrera ligada a la minería, con la Cleveland Clinic de EE.UU. una especialidad ligada a la medicina y la ingeniería. Asimismo, LAN Chile tienen interés en una carrera relacionada con la reparación de motores aéreos. Vamos ir viendo lo que requiere la sociedad.

Entonces su enfoque no va por las carreras tradicionales.

No. Lo marketero no es nuestro enfoque, no estamos para ganar plata sino para que el alumno estudie algo que sí le va a servir. En Tecsup el 97% de nuestros egresados tiene trabajo y eso lo queremos reflejar en UTEC.

El proyecto es loable. ¿Pero en qué período podrá ser autosostenible?

Las universidades sin fines de lucro ganan plata para desarrollarse y desarrollar a sus alumnos. Harvard reinvierte la plata que gana. Ahora UTEC y Tecsup son solo uno, pero en los próximos cinco años debería alcanzarse un equilibrio.

En una entrevista indicó que la UTEC no sería una universidad masiva y tendría hasta 2.000 alumnos. ¿Sigue pensando así?

No, el mundo está cambiando. Hoy los cursos ya se encuentran en Internet. Ahora se puede aumentar la cantidad de alumnos sin atiborrar el campus, el MIT lo está haciendo. En nuestro caso serán varios miles de alumnos, pero no todos estarán en el campus. Un semestre podrán estudiar desde su casa y el otro en el campus.

Eso quiere decir que no pasará lo mismo que con Tecsup, que empezó en Lima y hoy está en el sur y norte del país.

Tecsup se ha descentralizado, tiene tres campus principales en Lima, Trujillo y Arequipa, pero también sedes complementarias. Con UTEC vamos a mantener una sede principal y trabajar más con Internet la educación online. Obviamente, si es necesario crecer, nos ayudaremos con la infraestructura de Tecsup.

El próximo año tendrán un encuentro de gran importancia en el país

Sí, Harvard ha decidido realizar su reunión anual de ingeniería en el Perú, en la que participarán también las universidades de Stanford, Philadelphia y Toronto. Será a mitad de año y durará varios días. Habrá una tormenta de ideas sobre el futuro de la ingeniería, con charlas y exposiciones de expertos. Tenemos la idea de sumar también a universidades peruanas.