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El poder democratizador de las nuevas tecnologías

El poder democratizador de las nuevas tecnologías

El Perú es un país rico en sueños y creatividad, con una necesidad insaciable de crecer y gente capaz de lograr lo que se proponga. Desde el vendedor ambulante de la esquina hasta la madre soltera con cinco hijos, todos se caracterizan por encontrar soluciones creativas e innovadoras para resolver sus problemas y superar sus limitaciones. Los mayores obstáculos que tienen para crecer son la falta de oportunidades, la incapacitación educativa recibida del Estado, las trabas burocráticas, el escaso financiamiento, las costosas infraestructuras y las pocas herramientas de apoyo a aquellos arriesgados innovadores dispuestos a cambiar su mundo. Pero puede que con los nuevos avances tecnológicos, las oportunidades aumenten y todos tengan un mejor acceso a los mismos recursos, y beneficios.

La generación Y, o Millenials, está creciendo y está transformando el mundo empresarial tradicional por uno muy dinámico, “remodelando industrias enteras e incluso cambiando la noción misma de empresa”, explica The Economist en su especial sobre Startup Techs. Esta generación disruptiva ha roto paradigmas, y ahora nada está lejos de su alcance, los límitesno existen. (Ver en Lampadia: La Generación Y

Los avances tecnológicos han traído consigo unas facilidades extraordinarias. La innovación constante lleva siempre a mejorías, impulsados por la búsqueda de soluciones a problemas existentes. Un ejemplo claro es el de la gran crisis (de contaminación) del estiércol de caballo de 1894; Nueva York era invivible entre los olores y falta de visibilidad que traían las moscas. Se llegó a temer que la ciudad de Londres sería inundada por estiércol en 1950, y fue la tecnología, con la creación del automóvil, la que salvó la situación al revolucionar el medio de transporte.

Actualmente el lanzamiento de nuevas empresas se ha vuelto muy barato (por la tecnología y la globalización), cambiando radicalmente su naturaleza. Esto se refleja en un nuevo tipo de empresas, las Startups (emprendimientos digitales), que buscan un modelo de negocio con crecimiento rápido y rentable. Como indica Steve Blank, un reconocido experto en el campo, “El objetivo es convertirse en una´micro-multinacional´, una empresa que se hace global, sin ser grande. Muchas de ellas son simplemente pequeñas empresas que utilizan tecnología digital”.

Este mundo digital provee a pequeños empresarios, conocidos ahora como ‘fundadores’, una serie de herramientas que les permite crecer y materializar sus ideas a un módico precio, ya que la potencia de la informática se encuentra disponible a través de internet (Amazon cuenta con un paquete básico gratuito que incluye 750 horas de tiempo de servidor)  y de software de códigos abiertos (por lo tanto gratuitos), por lo que la única inversión es en la contratación de programadores, equipos y el proceso de experimentación e implementación.Algo parecido permiten las impresoras 3D, que también cambian el paradigma productivo de la producción en masa, por la producción para el segmento “tamaño uno” o ad-hoc.

La situación está cambiando, y ya no existen excusas para que personas emprendedoras no puedan salir adelante. El  crear una startup está al alcance de muchos, es rápido y poco costoso. La mayor inversión es tiempo y dedicación, dos factores muy exigentes por el ciclo de retroalimentación que manejan. “Esto implica la construcción de algo, medir la reacción de los usuarios, aprender de los resultados y luego empezar todo de nuevo hasta llegar a lo que se conoce como el ajuste del mercado de productos”, indica The Economist. Proceso que con internet es continuo.

En uno de sus gráficos, The Economist recoge información de 50 países, entre ellos el Perú, indicando la valorización de mercado de las 3 empresas de Internet más grandes de cada país. “Empresas fuera de Estados Unidos y China siguen siendo relativamente pequeñas: la capitalización de mercado de Google, por ejemplo, es más grande que el valor de las empresas de Internet más importantes de todos los otros 48 países juntos”.

Las empresas peruanas incluidas por The Economist son:

1.      Plazapoint – US$ 4 Millones

Su producto, PlazaPoints, es un programa de puntos que funciona en más de 100 locales. Al momento de pagar simplemente das tu DNI y acumulas puntos en tu cuenta PlazaPoints, que se pueden usar para pagar tus siguientes consumos los establecimientos afiliados.

2.      Cinepapaya – US$ 3 Millones

Cinepapaya es una cartelera de cines en el Perú. Se pueden encontrar horarios, locales, críticas, trailers y fotos de películas en cartelera, así como próximos estrenos.
3.      Idakoos – US$ 1 Millón

Idakoos ofrece el servicio de diseño y venta de polos personalizados, sudaderas con capucha y demás. Se puede elegir entre millones de diseños o crear uno con imágenes propias.

Como todos conocemos, en el Perú ya se han creado clusters de autodidactas en los temas de software y hardware, como el de “Wilson” en el centro de la capital. Pero el Perú “formal”, (Estado y academia), no ha hecho nada por acercarse a ellos, por ejemplo, con el afán de empoderarlos mediante capacitación complementaria. Solo se les persigue con el chicote de una formalidad que los incapacita al romper su ciclo de capitalización, dado el costo de las regulaciones actuales.

Sin embargo, para masificarla rápida creación de empresas tecnológicas se necesita algo más: aceleradores. Esto se refiere a las universidades, responsables de la educación y la capacitación de los futuros emprendedores y empresarios, líderes innovadores, para que estén aptos y puedan aprovechar estas nuevas oportunidades de la globalización, que nuestro nuevo mundo pone a su disposición. Lampadia