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El burro flautista

El burro flautista

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

En mi colegio había un “cura”, que cada vez que contestábamos algo correctamente, pero que ostensiblemente no sabíamos, sino que nos había salido bien por pura suerte, nos repetía; “estás como el burro flautista”. Un burrito que mientras comía las yerbas en el campo, resoplaba, hasta que un día se encontró con una flauta y en uno de sus resoplidos, la hizo sonar.

Durante el ciclo de “debates presidenciales”, me vino a la memoria ese dicho, como extraído del baúl de los recuerdos, imaginando al Humala del polo rojo en campaña política, con su lema “Agua si, oro no”. ¿Quién diría que, durante este debate, sacando pecho, sacaría a luz que, “en su gobierno se invirtió más de US$ 40 mil millones en proyectos mineros”? Y es cierto, el proyecto Las Bambas que llevaba una década de trabajo de campo e ingeniería, trabajos de pre-inversión y compromisos sociales, de la mano del gobierno anterior, ejecutó US$7 mil millones. Cerro Verde quien, a base de trabajo geológico, había ampliado de forma importante su volumen de recursos, pero de menores leyes, había decidido su proyecto de inversión de US$5.6 mil millones y convertir su planta de flotación en la más grande del mundo. Toromocho, maduró después de casi medio siglo de estudios y fue promovido durante el gobierno 2006-2011, para ser ejecutado de inmediato con una inversión de US$4.5 mil millones. Antamina ejecutó su ampliación invirtiendo más de US$1,5 mil millones. Irónicamente, el proyecto minero Conga valorizado en cerca de US$5 mil millones, que por la incapacidad y falta de liderazgo de Humala se vio truncado, llegó a ejecutar US$1.5 mil millones. Estos proyectos y otros de menor escala, como la ampliación de Lagunas Norte y otros, conjuntamente con inversiones de sostenimiento y mejoramiento, propias de la actividad minera que, quienes no conocen de la actividad no entienden, acumularon ese total.

Curioso que, la izquierda, siempre “ningunee” al sector minero y lo critique con distintas excusas, pero como los ateos, cuando hay terremoto o sienten que se cae el avión en el que están, se acuerdan de rezar. Igual, ahora que ven crisis económica y suben los precios de los metales, quieren mayor tributación, aunque hayan venido oponiéndose a su inversión y crecimiento.

Hace poco, De Echave, antiguo funcionario de Humala, ha publicado el libro “Minería y tributación en tiempos de pre y post-pandemia”. Lamentablemente, no tiene buena memoria y se olvida que, “para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado”. Esta gente debería recordar que, en el 2011 sólo hablaban de “impuestos a las sobre-ganancias” y lo crearon. No entraremos en la disquisición del término, pero hasta el año 2011, las Regalías Mineras (RM) ascendían al 3% del valor de las ventas y para poder tomar un mayor porcentaje de la renta generada, se creó una escala de tasas creciente, sobre el margen de la utilidad operativa (sin considerar depreciaciones, amortizaciones, ni ninguna provisión, para evitar “manejos contables” y obligar a que proyectos nuevos, aporten más).  El mismo criterio se aplicó en la creación del Impuesto Especial al Sector Minero (IEM), con unas tasas de escala creciente sobre los mismos márgenes operativos antes descritos, nuevamente, para participar de los mayores ingresos por precio.

Algo que la publicación antes mencionada no dice, es que, para las empresas que habían suscrito contratos de estabilidad jurídica y tributaria (CET), se creó el Gravamen Especial al Sector Minero (GEM), única forma mediante la cual, las empresas que tenían suscrito un CET, debían aceptar contractualmente y de “común acuerdo con el Estado”, pagar este gravamen, en escalas crecientes y muy superiores al IEM, puesto que bajo este nombre se incluyó el monto equivalente a las Regalías Mineras que, por el CET, no les correspondía pagar. Consecuentemente, el Estado no respetó los CET y recaudó todo lo que aspiraba a recaudar, contrario a lo que dice la publicación.

Nadie explica que un CET, no es otra cosa que una foto de los tributos, impuestos y cargas, vigentes al momento de su suscripción, que no incluye exoneración alguna y que, dada la magnitud de las inversiones, largos plazos de recuperación de la inversión y grandes riesgos implícitos, se fijan por un período de 15 años.

Como el libro menciona explícitamente a Cerro Verde, que es un caso emblemático, me referiré a él.  El Estado a través de la SUNAT y el Poder Judicial, ha hecho un abuso absoluto de la aplicación de la ley, pues:

  1. Su contrato de estabilidad jurídica y tributaria, se suscribió antes de la creación de las RM.
  2. La compañía cumplió estrictamente las obligaciones tributarias del CET.
  3. No obstante, el Estado le demandó el pago de las RM y en adición, le cobró el GEM, que como hemos dicho, incluía el monto equivalente a la RM.
  4. El Estado, para suscribir el contrato con Cerro Verde, tuvo que reconocer explícitamente que Cerro Verde estaba amparada por la estabilidad del CET, aunque como veremos, no la respetó.
  5. Como la empresa, al estar “protegida” por el CET, no pagó RM y consecuentemente, no las contabilizó tampoco como gasto para fines del Impuesto a la Renta,
  6. el fisco, por su lado, ha liquidado RM, multas, intereses y recargos millonarios, pero, por otro lado, no reconoce los excesos de impuesto a la renta pagados durante cerca de 10 años, ni los costos financieros asociados a los impuestos pagados en exceso.

Los autores de ese libro, nunca recuerdan que el Perú debe competir globalmente para atraer inversiones y que, consecuentemente, las condiciones tributarias o “government take”, no deben sacarnos de competencia.  Igualmente, hace gracia que quien jamás ha trabajado en la actividad minera, afirme que “como en el Perú los costos de producción son más bajos, debieran soportar más carga tributaria”, ignorando claramente que las características del mineral son distintas, así como las dificultades operativas, mineras y metalúrgicas de cada yacimiento. Olvidan que los impuestos son un porcentaje de la utilidad o margen operativo y que los costos de inversión, manejo ambiental y pago de compromisos sociales con las comunidades, son distintos, pero asumen, que todos los costos son uniformes en la industria minera peruana.

Debemos también recordar que en el año 2006, en el Perú se creó el “Programa Minero de Solidaridad con el Pueblo”, que las ONGs y la prensa de “mala leche”, bautizaron como el “Óvolo Minero”, pues era un fondo creado con el 3.75% de las Utilidades después de Impuesto de las empresas, para atender programas sociales, consensuados con las comunidades del área de influencia, los gobiernos regionales y locales y que para lograr un manejo eficiente y sin robos, debía ser ejecutado por las empresas y auditado por firmas auditoras de primer nivel, dando luego cuenta documentada a las organizaciones populares y de gobierno que aprobaran tales inversiones. Con este mecanismo, aunque no en lo formal, ya se excedía las contribuciones, aportes y pagos de las empresas, aunque contaran con CET.

Dicho lo anterior, es absurdo que insistan que, “en el Perú, no contamos con un instrumento que permita medir y obtener una parte de las sobreganancias mineras, en tiempo de precios altos”. ¿Cómo se le debe llamar entonces, a una escala creciente de impuestos, aplicada en función del margen de efectivo operativo? 

Cuando aprenderán los teóricos que impulsan estas propuestas trasnochadas que, para aumentar la recaudación fiscal, primero debemos aumentar la productividad, pues con ella se optimiza los márgenes.  En segundo lugar, se debe maximizar la inversión, pues con ella se incrementa los volúmenes de producción y también se mejora la productividad. Estos dos factores de creación de valor, permitirán aumentar la recaudación del socio principal de toda empresa minera, el Estado, quien se beneficia con cerca del 50% de la renta generada y que lo último que se debe tocar, son las tasas de impuestos, pues eso nos puede sacar de competencia a nivel global, aunque algunos políticos quisieran “des-globalizar” al Perú. Lampadia




Para superar la pobreza

Para superar la pobreza

Estrategia para la creación de empleo y generación de riqueza en el Perú durante los próximos 20 años

El Perú está dejando que grupos ideologizados por el pos-extractivismo, acompañados de unos cuantos exaltados, aprovechen la falta de conocimiento sobre el impacto de la minería y la clamorosa ausencia del Estado como orientador de las políticas públicas.

Estamos rechazando a la minería social y ambientalmente sostenible, y acogiendo la minería ilegal que causa desastres sociales y ambientales.

Estamos tirando por la borda, la palanca de desarrollo de los peruanos, el único sector que puede crear riqueza aceleradamente, sin causar daños que lamentar. Además, debemos tomar conciencia que los aportes de la minería pueden no durar más de 20 años.

El Perú tiene que enfrentar dos grandes retos, superar las brechas sociales y económicas en educación, salud, infraestructuras y tecnología; y nivelarse con los países más ricos para evitar que nuestros pobres queden fuera del mundo moderno, signado por la ‘Cuarta Revolución Industrial’.

Tenemos que poder crear empleos competitivos para ese nuevo mundo. Pero no nos queda mucho tiempo.

  • Por ejemplo, en el futuro, los alimentos que hoy exportamos y traen beneficios a los peruanos, podrán ser producidos en fábricas verticales en las capitales del mundo moderno:

  • Los minerales que producimos podrán ser explotados en los fondos marinos, e inclusive en el espacio externo. Otra amenaza es la sustitución de materiales:

  • Otro cambio que cortará nuestro potencial de crecimiento es que en 20 años ya no tendremos el bono demográfico, pues nuestra población habrá envejecido.

Tenemos que crear riqueza aprovechando lo que tenemos.
¡Que es mucho!

Pero no se puede crear riqueza dentro del Perú, tenemos que traerla del exterior, exportando bienes y servicios, y atrayendo visitantes:

Con agro exportaciones, manufacturas, minerales, pescados, con turismo y gastronomía.

Pero no todo lo que podemos hacer con el exterior nos deja los mismos beneficios:

  • Si exportamos un polo del mejor algodón, una manufactura sofisticada, que en Miami se vende en US$ 80, en el Perú, entre mano de obra, insumos, e impuestos, quedan solo US$ 8, el 10%.
  • Pero si exportamos paltas, que en Londres se venden en dos libras esterlinas, en el Perú queda el 60%.
  • Y si exportamos concentrados de cobre, en el Perú queda un sorprendente 86%.

¿Cómo así la exportación de minerales deja tanto más que la de manufacturas? La razón es que en contra del mito de ‘exportación de piedras’, la minería tiene un altísimo valor agregado. En promedio tiene un valor agregado de 69%.

El valor agregado es la riqueza que resulta de restar al valor del mineral, que bajo tierra vale cero, el costo de su conversión mediante remuneraciones, insumos, servicios e impuestos.

El encadenamiento de la producción minera se multiplica en su impacto en la economía. Veamos las cifras de Cerro Verde del año 2017:

Una exportación de US$ 3,195 millones, generó un impacto en el PBI de US$ 4.921 millones, US$ 1,760 de impacto directo y US$ 3,161 millones de impacto indirecto.

En resumen, el sector minero puede producir un gran impacto económico en el Perú.

Pero, en buena medida, nuestro potencial productivo es prácticamente infinito:

Otro sector que tiene una gran productividad es el de las agro-exportaciones. En 180,000 hectáreas de uvas, paltas, espárragos, arándanos, etc., generamos el mismo valor que otros países en 2’500,000 de hectáreas, con soya, trigo, maíz amarillo duro, azúcar y arroz:

Tenemos la oportunidad de establecer un círculo virtuoso:

Que nos permita enfrentar nuestros grandes retos:

Tenemos que defender el Perú de sus enemigos, aquellos que pretenden dejarnos en la pobreza, aquellos que pretenden parar nuestros sectores productivos y reinar como señores feudales en un mar de miseria.

  • Necesitamos ¡Realismo!
  • Necesitamos ¡Enfoque!
  • Necesitamos ¡Sentido de Urgencia!

Para cerrar las brechas sociales y económicas, para insertarnos en la ‘cuarta revolución industrial’, necesitamos más:

No olvidemos las voces de nuestros sabios:

Presentación de Pablo Bustamante Pardo en Lampadia




Clúster Minero del Sur arranca con cuatro mineras

Clúster Minero del Sur arranca con cuatro mineras

Como se ha dicho muchas veces, la minería genera encadenamientos muy importantes con otros sectores de la economía. Este proceso ha sido ya sido relevante durante los últimos 20 años.

Ahora, sin embargo, cuatro empresas mineras y la CAF, se avocan a formalizar un esfuerzo para crear un cluster minero en el sur del Perú.

Ver video y nota adjuntos:

El Comercio, Dia 1, 23 de setiembre de 2019

Minería. Anglo American, Hudbay, Cerro Verde y Southern Copper unen esfuerzos con proveedores locales.

Enlace a Linkedin: http://bit.ly/2msJAVC

Los productores cupríferos más grandes de Arequipa, Moquegua, Cusco y Tacna oficializaron la creación del Clúster Minero del Sur, iniciativa que busca congregar a todos los proveedores de bienes y servicios sureños – con énfasis en tecnología– alrededor de la minería.

“Buscamos unir esfuerzos para atender los desafíos operacionales que las mineras enfrentamos. Una forma es convocando a los proveedores locales con base tecnológica para que nos ayuden a resolverlos”, explica Carlos Castro, director ejecutivo de desarrollo de negocios de Hudbay, uno de los socios fundadores del clúster.

Los otros son Anglo American, Sociedad Minera Cerro Verde y Southern Copper, los productores de cobre más grandes del sur peruano (con excepción de Las Bambas, en Apurímac).

“Lo que estamos lanzando es una versión inicial con cuatro productores mineros, pero la idea es sumar más empresas mineras y proveedores”, añade Castro.

Benjamín Quijandría, consultor de la CAF –entidad impulsora del proyecto junto a la Cámara de Comercio de Arequipa– señala que han identificado cerca de 2.800 proveedores, en ocho regiones del sur que podrían sumarse al clúster.

MODELO AUSTRALIANO

El Clúster Minero del Sur recoge experiencias parecidas desarrolladas en Australia, que pueden ser replicadas en el Perú.

“El objetivo es que todos ganemos. Las mineras, al asegurar su cadena de abastecimiento y optimizar costos y los proveedores, al generar negocios que les darán dinero”, apunta Castro.

Augusto Cauti, viceministro de Minas, señaló en Perumin 2019 que como objetivo el clúster busca duplicar el PBI de servicios mineros. Lampadia




Lo que necesitamos es más Minería

Lo que necesitamos es más Minería

El Perú está dejando que grupos ideologizados por el pos-extractivismo, acompañados de unos cuantos exaltados, aprovechen la falta de conocimiento sobre el impacto de la minería y la clamorosa ausencia del Estado como orientador de las políticas públicas.

Estamos rechazando a la minería social y ambientalmente sostenible, y acogiendo la minería ilegal que causa desastres sociales y ambientales.

Estamos tirando por la borda, la palanca de desarrollo de los peruanos, el único sector que puede crear riqueza aceleradamente, sin causar daños que lamentar. Además, debemos tomar conciencia que los aportes de la minería pueden no durar más de 20 años.

El Perú tiene que enfrentar dos grandes retos, superar las brechas sociales y económicas en educación, salud, infraestructuras y tecnología; y nivelarse con los países más ricos para evitar que nuestros pobres queden fuera del mundo moderno, signado por la ‘Cuarta Revolución Industrial’.

Tenemos que poder crear empleos competitivos para ese nuevo mundo. Pero no nos queda mucho tiempo.

  • Por ejemplo, en el futuro, los alimentos que hoy exportamos y traen beneficios a los peruanos, podrán ser producidos en fábricas verticales en las capitales del mundo moderno:

  • Los minerales que producimos podrán ser explotados en los fondos marinos, e inclusive en el espacio externo. Otra amenaza es la sustitución de materiales:

  • Otro cambio que cortará nuestro potencial de crecimiento es que en 20 años ya no tendremos el bono demográfico, pues nuestra población habrá envejecido.

Tenemos que crear riqueza aprovechando lo que tenemos.
¡Que es mucho!

Pero no se puede crear riqueza dentro del Perú, tenemos que traerla del exterior, exportando bienes y servicios, y atrayendo visitantes:

Con agro exportaciones, manufacturas, minerales, pescados, con turismo y gastronomía.

Pero no todo lo que podemos hacer con el exterior nos deja los mismos beneficios:

  • Si exportamos un polo del mejor algodón, una manufactura sofisticada, que en Miami se vende en US$ 80, en el Perú, entre mano de obra, insumos, e impuestos, quedan solo US$ 8, el 10%.
  • Pero si exportamos paltas, que en Londres se venden en dos libras esterlinas, en el Perú queda el 60%.
  • Y si exportamos concentrados de cobre, en el Perú queda un sorprendente 86%.

¿Cómo así la exportación de minerales deja tanto más que la de manufacturas? La razón es que en contra del mito de ‘exportación de piedras’, la minería tiene un altísimo valor agregado. En promedio tiene un valor agregado de 69%.

El valor agregado es la riqueza que resulta de restar al valor del mineral, que bajo tierra vale cero, el costo de su conversión mediante remuneraciones, insumos, servicios e impuestos.

El encadenamiento de la producción minera se multiplica en su impacto en la economía. Veamos las cifras de Cerro Verde del año 2017:

Una exportación de US$ 3,195 millones, generó un impacto en el PBI de US$ 4.921 millones, US$ 1,760 de impacto directo y US$ 3,161 millones de impacto indirecto.

En resumen, el sector minero puede producir un gran impacto económico en el Perú.

Pero, en buena medida, nuestro potencial productivo es prácticamente infinito:

Otro sector que tiene una gran productividad es el de las agro-exportaciones. En 180,000 hectáreas de uvas, paltas, espárragos, arándanos, etc., generamos el mismo valor que otros países en 2’500,000 de hectáreas, con soya, trigo, maíz amarillo duro, azúcar y arroz:

Tenemos la oportunidad de establecer un círculo virtuoso:

Que nos permita enfrentar nuestros grandes retos:

Tenemos que defender el Perú de sus enemigos, aquellos que pretenden dejarnos en la pobreza, aquellos que pretenden parar nuestros sectores productivos y reinar como señores feudales en un mar de miseria.

  • Necesitamos ¡Realismo!
  • Necesitamos ¡Enfoque!
  • Necesitamos ¡Sentido de Urgencia!

Para cerrar las brechas sociales y económicas, para insertarnos en la ‘cuarta revolución industrial’, necesitamos más:

No olvidemos las voces de nuestros sabios:

Presentación de Pablo Bustamante Pardo en Lampadia




Arequipa: ciudad líder en gestión hídrica

En Lampadia queremos compartir el caso de éxito de Cerro Verde, un ‘activo ambiental’ que es un claro ejemplo de cómo una empresa minera ha logrado generar una  relación beneficiosa entre la operación minera y la población peruana.

Este desarrollo se basa en una inversión inteligente en sus zonas de influencia. Una de ellas es el proyecto llamado “Círculo virtuoso del agua”, que maneja la empresa, quienes en un proyecto ganar-ganar han recuperado el río Chili que atraviesa la ciudad de Arequipa, después de décadas de deterioro y abandono por los sucesivos gobiernos locales.

Este proyecto ha permitido que la ciudad blanca se convierta en una ciudad líder en gestión hídrica y, quizás más importante aún, se han mejorado los estándares ambientales del río Chili, lo cual ha permitido que la flora y la fauna pueda empezar a recuperarse después de años de contaminación.

Líneas abajo compartimos la presentación del exitoso caso de la gestión hídrica realizada por Cerro Verde en Arequipa, la primera ciudad del Perú que limpia y recicla prácticamente el 100% de sus aguas servidas:

Cerro Verde: Un caso de éxito en la gestión hídrica peruana

Asesoría Integral en Comunicación Estratégica
Sociedad Minera Cerro Verde
Publicado por la Revista Minería
Glosado por Lampadia

Recientemente el secretario técnico del Consejo de Recursos Hídricos de Arequipa, Ronald Fernández, señaló que las próximas cosechas que brinde su famosa campiña tendrán un sabor especial, ya que los distintos productos alimenticios llegarán a las mesas de las familias con mayores estándares de calidad ambiental.

Esta situación, destacó Fernández, se debe a que desde la construcción del Sistema de Captación y Tratamiento de Aguas Residuales La Enlozada, la cantidad de restos coliformes en el río Chili (fuente de vida y riego para 17 mil hectáreas de cultivo en Arequipa aproximadamente) ha disminuido ostensiblemente, lo que permite que sus aguas puedan ser bebidas por los animales y utilizadas también en el riego de productos agrícolas.

Para comprender mejor esta buena noticia, debemos recordar que fue en el año 2002 que la minera Cerro Verde dio inicio a una estrategia para brindar un beneficio real a la población de Arequipa (que hoy alcanza a más de un millón de habitantes), centrando su objetivo en dos temas fundamentales: dotar de agua limpia a las familias y descontaminar el río Chili, teniendo en consideración que la Ciudad Blanca se encuentra ubicada en el desierto de Atacama, lo que provoca que de manera periódica se vea amenazada por la falta del recurso hídrico.

Contando con el apoyo de las autoridades regionales, provinciales y locales, además de dirigentes sociales, agricultores y representantes de Sedapar, el desarrollo de la estrategia incluyó:

  • La captación de mayor cantidad de agua con el fin de regular el sistema de represas de Arequipa
  • La construcción de uno de los sistemas de tratamiento de agua potable más modernos de Sudamérica (PTAP II)
  • El mejoramiento de las líneas de distribución de agua potable
  • El retiro de los desagües del río Chili
  • Tratamiento posterior de las aguass mediante la construcción del Sistema de Captación y Tratamiento de Aguas Residuales La Enlozada, asegurando así la ejecución de obras que garanticen la cantidad y calidad del agua en favor de los distintos usuarios de la ciudad (población, agricultura, industria y minería).

En el caso específico del Sistema de Captación y Tratamiento de Aguas Residuales La Enlozada, que trata aproximadamente el 99.5% de las aguas servidas de Arequipa metropolitana, Cerro Verde financió con recursos propios su construcción (valorizada en US$ 500 millones de dólares) y a cambio utiliza un promedio anual de 1 metro cúbico por segundo de aguas residuales tratadas, en un acuerdo que demuestra que la empresa privada, las autoridades y la población, pueden trabajar en base a objetivos comunes y beneficios colectivos de manera coordinada.

“La Enlozada contribuye al desarrollo de la actividad de la mina Cerro Verde, al darle mayor vida útil y mejorar la productividad, pero sobre todo permite mejorar la salud y calidad de los productos que eran regados con aguas servidas del río Chili, disminuyendo así los altos índices de enfermedades gastrointestinales en la población más vulnerable de Arequipa”, destacó Pablo Alcázar, gerente de Asuntos Públicos y Relaciones Comunitarias de Cerro Verde.

Cumpliendo con la apuesta realizada para generar mayor desarrollo en la región, durante el período 2005 – 2017, Cerro Verde aportó US$ 647 millones en temas de agua y saneamiento, lo que ha permitido a Arequipa convertirse en una ciudad líder en gestión hídrica. Y tan importante como ello, el mejoramiento de los estándares ambientales del río Chili han permitido que la flora y la fauna pueda irse recuperando tras muchos años de contaminación. En ese sentido, es necesario continuar los esfuerzos para evitar que las empresas y personas continúen arrojando desechos al río Chili.

El denominado “Círculo virtuoso de agua”, promovido por Cerro Verde, constituye hoy un caso de éxito en la minería peruana, reconocido también en el exterior, y cuyo impacto puede ser graficado con el titular que publicó uno de los principales diarios de Arequipa, tras informar sobre el primer año de operaciones de la Planta de Tratamiento: “La Enlozada salvó al río Chili”. Lampadia




Conflictividad y debilidad política impiden desarrollo minero

Conflictividad y debilidad política impiden desarrollo minero

Pablo Bustamante Pardo
Director de
Lampadia

Sesión: Gestión de Industrias Extractivas con Transparencia
Presentación de: Russell King, Senior Vice President of International Relations and Federal Affairs, Freeport-Mc-MoRan Inc. (USA), Accionista de Cerro Verde

La presentación de Russell King sobre el desarrollo de Cerro Verde debe ser uno de los testimonios más claros en el mundo de los beneficios que genera una inversión minera formal y moderna.

Así como Cerro Verde, la gran minería peruana ha subido todos los peldaños de la continua mejora de los estándares operativos creados por el hombre moderno.

Pero, lamentablemente, la debilidad de nuestra clase política en especial y de nuestra clase dirigente en general,ha permitido que hayamos devaluado a la minería de cara a la opinión de los peruanos.

Esto ha sido obra de quienes encontraron un medio de vida enfrentando el desarrollo minero, y manipulando a los pueblos más necesitados hacia gestas contrarias a sus propios intereses.

Por ello, el Cobre, se vio precisado a escribir a los peruanos:


Ver : Carta del Cobre a los peruanos

Al Cobre le extrañaba haber perdido tantos seguidores en el Perú, mientras en otros países mineros seguía gozando del favor popular.

Este proceso llevó al colapso de la inversión minera. Y, con ello, a la parálisis de la inversión privada y la caída del ritmo de crecimiento en muchos sectores productivos y en la economía en general.

Esperemos que no tengamos que enterrar nuestros grandes proyectos mineros; hoy por los conflictos socio-políticos y quién sabe si mañana por la explotación de yacimientos submarinos o por sustitución de materiales.

La prédica de productos naturales no renovables es una disculpa para evitar su desarrollo. Lo no renovable bien puede ser la oportunidad de convertirlos en riqueza para todos los peruanos.

Una de las grandes falacias con la que se devalúa a la industria minera es la del valor agregado. Algo repetido peyorativamente por el vicerrector de la PUCP y varios de sus profesores de economía.

Sin embargo, un reciente estudio del IPE muestra, nuevamente, que el valor agregado de la minería es el doble de la industria peruana y llega al 69%.

Otro punto de vista muy ilustrativo sale de una entrevista que le hicieron a Andrés Oppenheimer en Buenos Aires. Resulta que compró un polo Ralph Lauren en Miami pagando US$ 85. Como el polo había sido fabricado en el Perú, llamó al productor, que le comentó, que de ese precio él se quedaba solo con US$ 8.5, el 10%.

Sin embargo, el exportador de concentrados de Cobre (cifras de 2012), se quedaba en el Perú con el 85% de la cadena de valor.

Hoy que todos se entusiasman con el aumento de las cotizaciones de los metales, podemos estar perdiendo la posibilidad de poner en valor nuestros yacimientos, pues la minería peruana está trabada por los conflictos socio-políticos y la incapacidad del gobierno para enfrentarlos.

Por ejemplo, la mejor idea para superar la conflictividad, ‘el adelanto social’ está siendo malograda por el gobierno. En vez de someter a los pueblos el desarrollo paralelo de lo productivo y lo social, la ministra del sector está feliz de haber conseguido 50 millones de soles para repartirlos, por aquí y por allá, sin vinculación al avance de la inversión minera. La nueva ministra no se atreve a apostar por el desarrollo del gran proyecto de Tía María.

En Arequipa, la gobernadora Yamila Osorio, “la Tía Yamila”, está peleada con ‘la Tía María’, dice que prefiere a ´sobrina Zafranal’, un proyecto de exploración, pero se queja de falta de recursos. Acosa a Cerro Verde. Cree que hay que sacar todo lo que se pueda de lo que ya tenemos, inhibiendo así la creación de mayor riqueza, en un ambiente pro inversión y crecimiento. Un gran desperdicio de liderazgo.

Tenemos que cambiar nuestra relación con la minería. Cómo dijo la Ministra Cayetana Aljovínen Perumin, si desarrollamos el potencial minero podremos disminuir la pobreza en otro 7%. Con todo lo necesario que es salir de pobres, ¡teniendo la capacidad de lograrlo, no hacerlo, es inmoral!

Ver en Lampadia: Para Reducir la Conflictividad Minera.




Herencia que la SUNAT y el MEF deben recusar

Herencia que la SUNAT y el MEF deben recusar

Hoy en día está en proceso de desarrollo ‘la buena SUNAT’ que ofreció el gobierno de PPK y encargó a Víctor Shiguiyama. Durante el gobierno del nacionalismo, se dio rienda suelta a los fiscalizadores para que encontraran nuevos pozos de eventuales recursos fiscales. Esto llevó a comportamientos disfuncionales, pues el personal del ente recaudador tenía beneficios monetarios directos vinculados a la recaudación.

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La Metamorfosis de la SUNAT

Así fue que durante los últimos años, los fiscalizadores de la SUNAT empezaron a cuestionar todo tipo de normas tributarias y prácticas de supervisión, que al reinterpretarse por ellos, podían generar nuevas fuentes de recaudación. Lo mismo pasó con acciones de control menores, por las que se empezaron a cuestionar y observar multiplicidad de gastos.

Estas prácticas determinaron que por algún tiempo, las empresas terminaran pagando más impuestos que los determinados por las tasas  nominales del impuesto a la renta. Pero, además, en algunos casos (como el que analizamos líneas abajo), se generaron conflictos mayores por la incidencia de cambios de  reglas de juego que tenían altos impactos económicos en una serie de empresas.   

El sistema de incentivos que se estableció en la SUNAT distorsionó completamente la gestión de la institución y contrarió su misión.

La SUNAT ha llegado incluso a poner en entredicho la sacrosanta vigencia de los contratos de estabilidad tributaria, que en contra de los relatos de los enemigos de la economía de mercado, no exoneran del pago de ningún impuesto, solo establecen que las  normas tributarias vigentes a la firma del contrato se mantengan por el plazo de los mismos. En otras palabras, si los impuestos suben, las empresas con convenios seguirán pagando lo establecido al momento del contrato y, si los impuestos bajan, las empresas seguirán pagando las tasas más altas, a no ser que renuncien a los contratos. Estos contratos establecen garantías que promueven la inversión privada y no pueden ser modificados ni dejados sin efecto unilateralmente por el Estado.

La siguiente sumilla explica la importancia de dichos contratos:

Contratos de estabilidad tributaria

A inicios de los años 90, el Reino Unido (RU) devaluó la Libra Esterlina en 15%, los inversionistas consideraron que el ajuste había corregido los desbalances y se volcaron a invertir.

Al mismo tiempo, Brasil hizo una devaluación de 15%, pero ésta fue considerada el inicio de un problema mayor, y los inversionistas salieron de sus posiciones.

¿Qué explicó la diferencia en el comportamiento de los inversionistas? – La historia. Mientras el RU tenía una reputación impecable y merecía la confianza de los inversionistas, Brasil llevaba atrás una larga historia de incumplimientos que lo hacían un país no confiable.

Como sabemos los peruanos, cuando en los años 90, en el Perú se crearon las condiciones internas para atraer inversiones mineras y otras, teníamos que establecer un mecanismo que permitiera que nuestra mala historia crediticia, no inhibiera inversiones de largo plazo. Solo en los años 80 tuvimos dos cortes del pago de la deuda externa, primero con Belaunde el 82, y luego con García el 86.

Fue así como el Perú recurrió a establecer ‘Convenios de Estabilidad Jurídica’ y ‘Contratos de Estabilidad Tributaria’, que permitieron una gran dinamización de las inversiones y toda la recuperación económica y social del Perú hasta la primera década del 2000.

Hasta hace pocos años, el respeto de estos contratos ha sido clave para mantener el prestigio del Perú como un serio receptor de inversiones extranjeras.

Si esta anotación no es suficiente para hacer notar la necesidad de garantizar predictibilidad tributaria a los inversionistas, veamos el primer antecedente histórico en el Perú:

Velasco Alvarado hizo el primer contrato de estabilidad tributaria en el Perú  con Southern Copper Corporation, entonces propiedad de la compaña estadounidense, Asarco, para el desarrollo del proyecto de Cuajone en Moquegua.

Hoy día, producto de la ‘mala SUNAT’, uno de los casos contenciosos más importantes y notorios es el de la compañía minera Cerro Verde. Veamos:

  • En los últimos 20 años se celebraron 24 convenios entre el Estado e inversionistas.
  • Estos trajeron inversiones superiores a US$ 17 mil millones.
  • Cerro Verde firmó su contrato en 1998 con vigencia hasta el 2013.
  • El 2004, se crearon las regalías mineras.
  • Las regalías mineras no eran aplicables a Cerro Verde, pues su contrato tenía vigencia hasta el 2013.
  • Desde el 2013, la SUNAT le exigió a Cerro Verde el pago de las regalías supuestamente dejadas de pagar.
  • Cerro Verde inició procesos judiciales para que se declare la nulidad de las resoluciones que desconocían el Contrato de Estabilidad.
  • El Juzgado Constitucional de Arequipa desestimó una acción de amparo de Cerro Verde.  
  • Los procesos judiciales están pendientes.
  • Los gobiernos de García II y Humala comprometieron a Cerro Verde a realizar aportes adicionales mediante el Programa de Solidaridad con el Pueblo, llamado Aporte Voluntario y el Gravamen Especial Minero (GEM), además del impuesto a la renta y del reclamo de las regalías.
  • El Aporte Voluntario se diseñó para que las compañías con Contrato de Estabilidad no sujetas al pago de las regalías, las compensaran.
  • Lo mismo sucedió con el Gravamen Especial Minero.

Lógicamente, el cobro de regalías, pretendido por el fiscalizador, en adición a los pagos del Aporte Voluntario y del Gravamen Minero se convertían en un pago doble.

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Vista de las instalaciones mineras con el Misti, Chachani y Pichu Pichu al fondo. Fuente: www.mineriaonline.com​

Además de las obligaciones tributarias, Cerro Verde desarrolló un importante programa de ‘inversiones sociales’ en Arequipa como una Planta de Agua Potable, el cofinanciamiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para el Cono Norte de Arequipa, la construcción de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR La Enlozada). En los diversos programas de inversión no productivos, desarrollados en la Región Arequipa, entre el 2005 y 2016, Cerro Verde aportó hasta US$ 190 millones.

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Planta de agua de La Tomilla

En los documentos adjuntos se puede apreciar la descripción de las operaciones de Cerro Verde, el detalle de sus aportes no productivos y el impacto del proyecto en Arequipa y el Perú:

Image Map

Más allá del caso específico de Cerro Verde, es importante hacer notar que este tipo de litigios hacen mucho daño a todas las partes:

  • Impacto directo en las empresas involucradas en los largos y complicados reclamos judiciales.
  • Dañan de manera muy importante el prestigio del país, lo que determina un mal ambiente de inversión que redunda en menores inversiones y mayores costos de inserción global.
  • Daña importantemente la consolidación de la  ‘la buena SUNAT’ en proceso de desarrollo. 

Es muy claro que el Estado necesita recursos fiscales para afrontar las muchas tareas pendientes en su mochila, pero estos no se pueden obtener de cualquier manera, y menos dañando el largo plazo del sector productivo y el prestigio del Perú como un buen destino de inversiones. Ojalá, la actual dirección de ‘la buena SUNAT‘ se avenga a colaborar en la resolución de este tipo de conflictos, no originados por sus actuales directivos. Lampadia




Nueva Institucionalidad para el desarrollo minero

Simplificar el Estudio de Impacto Ambiental y proponer paralelamente el Estudio de Desarrollo Integral para el adelanto social

Jaime de Althaus
Para Lampadia

 

La creación de una institucionalidad que facilite la comunicación y el desarrollo compartido entre empresa minera, Estado, comunidad y sociedad civil a fin de hacer posible la inversión minera con beneficio para todos, está aún por crearse. Forma parte de ella el planteamiento del “adelanto social”, que se aplicó en cierta medida en Las Bambas pero que no ha sido sistematizado ni se ha hecho el esfuerzo de aprender de las experiencias existentes. La SNMPE (Sociedad Nacional de Minería y Energía)  tampoco ha procesado, que sepamos, las experiencias mineras exitosas de comunicación, relacionamiento y desarrollo rural y ambiental que hemos tenido en el país, como la de la mina Corani de Bear Creek en Puno por ejemplo, la de Antamina en algunos aspectos, la de Goldfields, o las de Barrick, Milpo y Minsur con Sierra Productiva, entre muchas otras. Menos aun ha hecho un recuento sistemático de lo que no funciona, de lo que resulta contraproducente, de lo que no hay que hacer. 

Representantes del Poder Ejecutivo en una mesa de diálogo con dirigentes de Cotabambas
Fuente: El Comercio

 

Uno de los elementos de esta institucionalidad que hay que mejorar, son los Estudios de Impacto Ambiental (EIA). Para comenzar, son enciclopédicos y están escritos en un lenguaje inaccesible para las poblaciones. No sirven como un instrumento de comunicación y de socialización de las tecnologías que usará el proyecto y de los posibles impactos positivos y negativos de la operación minera.

El siguiente cuadro muestra claramente las dimensiones del delirio. El EIA de Cerro Verde, por ejemplo, tuvo ¡36,617 páginas! Había que transportarlo en camión. El más pequeño, del proyecto Tambomayo de Buenaventura, tuvo 15,414 páginas. Los resúmenes ejecutivos no bajan de ¡300 páginas! Es evidente que documentos tan voluminosos no los leen ni los especialistas, de modo que pierden incluso su utilidad preventiva. Y ni qué decir de los alcaldes y las poblaciones que asisten a los talleres y a la audiencia final, que obviamente no pueden digerir tamaña información. Y por lo general no se hace el esfuerzo de poner esos tomos en presentaciones sencillas y comprensibles. Lo que debería ser un instrumento para no solo para prevenir impactos sino también explicar y compartir la naturaleza del proyecto y sus efectos, no funciona como tal. Se instala, entonces, el reino del oscurantismo en el que los miedos y las medias verdades, manipulados por agentes interesados, terminan copando la escena. 

La excesiva extensión de los EIAs se origina no sólo en una normatividad (por lo general absurda y detallista), sino en los temores de los funcionarios a la Contraloría, que sienten que tienen que pedir más y más información y hacer observaciones tras observaciones para que no se les acuse de nada. La buena noticia es que, según Patrick Wieland, jefe del SENACE, esta entidad está contratando una consultoría para modificar el reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental para introducir términos de referencia y requisitos más simples y sencillos, y que el resumen ejecutivo no pase de 25 páginas, como es en Chile. También para que el SENACE pueda “ponderar” o filtrar mejor los pedidos que formulan otras entidades a las que debe pedírseles opinión, que son innumerables: la ANA, DIGESA, SERFOR, Produce, DICAPI, y muchas otras. 

Pero no basta con simplificar los EIA de modo de convertir los talleres con las comunidades en ocasiones fructíferas desde el punto de vista de la comunicación y discusión de las características del proyecto. En realidad, esta tarea debería ser anticipada por la mina en grupos pequeños a los que se les explique bien en qué va a consistir el proyecto, qué tecnologías va a usar, si estas contaminan o no, de dónde y cómo va a tomar el agua, etc. La única manera de despejar los temores es viendo con claridad cómo va a operar la mina. Y eso requiere de un trabajo paciente de explicación muy didáctica a toda la comunidad pero en grupos pequeños.  Es lo que se hizo, por ejemplo, en la mina Corani en Puno.

Por último, tampoco basta con esta difusión. Raúl Delgado Sayán de CESEL ha propuesto que antes o junto con el EIA, el Estado, quizá el CEPLAN, prepare y consulte un Estudio de Desarrollo Integral, con la propuesta de desarrollo rural integral del área que pueda ser ejecutada por una APP productiva y con un fideicomiso financiado con el adelanto del canon, el famoso adelanto social. Todo proyecto minero tiene que formar parte de un plan de desarrollo integral de la región en la que opera, de modo que los campesinos y los agentes económicos auto generen ingresos con sus propias actividades productivas y comerciales, abasteciendo incluso a la mina pero sobre todo al mercado. Es la única forma de establecer relaciones sanas y no parasitarias entre comunidad, sociedad civil y mina. Así debería ser.  Lampadia

 




Minería sigue impulsando el crecimiento de Apurímac

Minería sigue impulsando el crecimiento de Apurímac

Como vamos a apreciar en el informe del IPE sobre el crecimiento de las regiones, que presentamos (glosado) líneas abajo, no quedan dudas sobre el impacto positivo de la minería en el crecimiento del conjunto de la economía, el empleo y los encadenamientos con otros sectores.

Como hemos explicado anteriormente, la caída del crecimiento de la economía, que ahora todos extrañan, se debió fundamentalmente a la inflexión producida en la inversión minera por el pésimo manejo político de las inversiones del gobierno de Ollanta Humala. Hoy hemos vuelto a la realidad de la carencia de recursos. Los ingresos del Estado ya no son suficientes para cubrir nuestras necesidades de gasto operativo (mayores sueldos) y de inversión pública en requerimientos sociales indispensables.

A estas alturas todos sabemos que al caerse la inversión minera se afectó toda la economía. Esa es una relación causa-efecto que hay que analizar y mostrar para que la población no se vuelva a dejar engañar. El desarrollo de los proyectos de Las Bambas y Cerro Verde muestran con claridad sus impactos, sin embargo, a pesar de estas evidencias y la imperiosa necesidad de generar recursos fiscales adicionales, el nuevo gobierno, empezando por su nuevo Ministro de Energía y Minas, muestra una parsimonia sorprendente, desaprovechando los meses de mayor capacidad de comunicación del mismo.

No debemos seguir esperando que el Espíritu Santo arregle las inversiones. Los precios de los minerales no son malos para las condiciones de los proyectos peruanos. A todos nos duele la caída de la economía y hoy sabemos que el sector que más mueve la economía es el de la minería. ¿Qué estamos esperando?

Según el estudio del IPE, Indicador Compuesto de Actividad Económica (ICAE), la región de Apurímac está batiendo todos los records nacionales de crecimiento, 226%. Esto se debe principalmente a la fuerte expansión de la minería (2,236%) por la puesta en marcha del proyecto de Las Bambas. Al cierre de 2017 Las Bambas sería la segunda mina de cobre más grande del país y la sexta más grande del mundo.

Este crecimiento estimado respondería a las características de la economía de Apurímac. En el 2015, el PBI de la región fue de S/. 2,628 millones (0.5% del PBI nacional). Solo la producción de Las Bambas añadiría aproximadamente S/. 4,160 millones al PBI de Apurímac.

El impacto de la operación de Las Bambas en la economía de Apurímac también se puede observar en la aceleración del empleo total en la ciudad de Abancay (13.0%) por tercer trimestre consecutivo, que se debe a la mayor demanda laboral de los sectores transporte, almacenes y comunicaciones (30.4%) y servicios (14.4%). Asimismo, las ventas de electricidad en la región continúan creciendo a una tasa muy elevada (45.4%).

El ICAE-Arequipa ocupa el segundo lugar a nivel regional pues creció 37.2%. Este resultado se explica por el fuerte incremento de la producción de cobre (168.9%) debido a la nueva ampliación de la mina Cerro Verde. La actividad de Cerro Verde ha sido el principal determinante del crecimiento en Arequipa desde su entrada en operaciones a finales del 2015. Por otro lado, se observa un mayor dinamismo del sector construcción, dado el significativo incremento de los despachos de cemento en los dos primeros trimestres del año (11.8% en el 1T-16 y 10.1% en el 2T-16).

Cabe destacar el buen desempeño del ICAE-San Martín, que creció 13.4%. Ello se debe, en gran medida, al crecimiento del sector agrícola (34.1%) por la recuperación de los cultivos de café (80.7%), que superó los efectos negativos de la roya, y de cacao (31.8%). Por otra parte, las producciones de madera rolliza (53.7%) y aserrada (7.0%); esta última tuvo su primer resultado positivo luego de 11 trimestres. En contraste, la elaboración de aceite y manteca, importante producto manufacturero, cayó 3.1%.

El crecimiento más bajo en el segundo trimestre lo tuvo el ICAE-Loreto, que cayó 16.0%, su segundo crecimiento negativo consecutivo. La extracción de petróleo crudo continúa disminuyendo fuertemente (-73.2%) debido a las rupturas del Oleoducto Norperuano y a su menor cotización internacional, acumulando seis trimestres consecutivos de caída. Asimismo, hubo fuertes caídas en la producción de madera aserrada (-27.1%) y en el arribo de turistas nacionales (-16.7%), el cual acumula cuatro trimestres consecutivos de caída.

El ICAE-Tacna registró un crecimiento negativo de 6.8%, con lo cual obtuvo el segundo peor resultado a nivel regional. Ello se explica, principalmente, por la caída en la producción de molibdeno (-23.8%) en la unidad minera Toquepala. La caída del sector minero no pudo ser contrarrestada por el incremento de los despachos de cemento (13.5%) ni tampoco por las exportaciones no tradicionales (2.1%), entre las cuales destacan los mayores envíos de productos pesqueros.

Las regiones del sur continuaron con el dinamismo del trimestre anterior y crecieron 11.7%. Además del fuerte crecimiento de Arequipa, Cusco creció 8.3% debido a la recuperación de la producción de gas natural (16.5%) y líquidos de gas natural (20.0%). La región Puno creció 4.9% por mayores arribos de turistas (26.1%) y flujo de vehículos ligeros (11.6%), variables que aproximan las actividades de servicios y comercio. Dichos avances fueron contrarrestados por los resultados de Tacna (-6.8%) y Moquegua (-4.7%) que se encontrarían en recesión al acumular al menos dos trimestres de caída. En ambas regiones, el resultado se explica por una menor actividad minera. Asimismo, Ica cayó 1.5%, primer resultado negativo desde finales del 2012, por una menor producción agrícola, principalmente, de algodón (-38.8%).

Las regiones del centro se aceleraron fuertemente de 7.6% en 1T-16 a 22.7% en 2T-16. Dicho resultado se explica debido al extraordinario crecimiento de Apurímac (266.0%) por la fuerte expansión del sector minero. Asimismo, Pasco se aceleró fuertemente (de 3.3% a 8.9%) ante la mayor producción de cobre (10.3%) y zinc (4.9%) de la minera El Brocal. Además, los crecimientos de Ayacucho (9.1%) y Huánuco (2.5%) se explican por mayores extracciones de oro (73.7%) en la mina Inmaculada y de zinc (55.9%) en la unidad minera Raura, respectivamente. Por el contrario, Huancavelica se desaceleró (de 5.6% a 3.5%) por las fuertes caídas en la actividad minera (-21.1%) y la producción eléctrica (-6.6%), pese al crecimiento del sector agrícola (25.6%). Junín registró una desaceleración similar (de 1.6% a 0.2%) debido a la caída en la extracción de cobre (-6.3%) y la menor producción de cemento en la planta Condorcocha.

En el segundo trimestre del año, las regiones del norte cayeron fuertemente de 5.8% a -0.2%. La Libertad (-5.5%), Piura (-2.9%) y Tumbes (-5.7%) se encontrarían en recesión. El desempeño de estas regiones se explica, principalmente, por una menor actividad manufacturera. En La Libertad, debido a la caída en la elaboración de alimentos y bebidas; mientras que, en Piura y Tumbes, por la menor disponibilidad de materia prima ante condiciones marinas desfavorables. Además, Cajamarca cayó 3.0% por el resultado negativo de los sectores minero (-13.0%) y agrícola (-14.4%). Lambayeque registró una fuerte desaceleración (de 8.4% a 1.7%) explicada por la caída del sector agropecuario (-3.2%) dados los menores cultivos de algodón (-47.8%) y producción de huevos (-12.7%). Dichos retrocesos fueron contrarrestados por el crecimiento de Áncash (10.0%) debido al continuo aumento de la producción de cobre (31.7%) de la minera Antamina.

Las regiones orientales cayeron 2.0% y mantienen la tendencia negativa del 1T-16, a pesar de la fuerte aceleración de San Martín (de 4.2% a 13.4%). Madre de Dios se desaceleró fuertemente (de 27.1% a 6.8%) debido a que la producción de oro aumentó 15.0%, luego de crecer en promedio 93.0% entre 2T-15 y 1T-16. Amazonas registró un débil crecimiento de 0.2% explicado por la caída en el sector agrícola (-6.9%) dados los menores cultivos de arroz (-25.1%). Además, el desempeño negativo de Loreto (-16.0%) y Ucayali (-0.1%) se debe a la caída en la producción de hidrocarburos.

Finalmente, la región Lima creció 1.2% y es el menor resultado desde mediados 2009. Las ventas de electricidad tan solo aumentaron 0.6% y el empleo industrial cayó 2.9%, con lo que acumula diez trimestres consecutivos de caída. Ello se explica, principalmente, por la disminución en el sector textil. Además, el crédito continúa desacelerándose desde mediados del 2015 (de 14,2% en el 2T-15 a 6.2% en el 2T-16); cabe destacar que el crédito bancario cayó 5.6% en el segundo trimestre del año.

Regiones mineras y no mineras

Para el cálculo agregado de las regiones mineras se consideran aquellas cuya incidencia del VAB minero sobre el VAB total supera el 20% en el último año. De esta forma, este grupo incluye las siguientes regiones: Áncash, Arequipa,  Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Junín, Madre de Dios, Moquegua, Pasco y Tacna. Adicionalmente, se incluye a Apurímac porque con el inicio de operaciones de Las Bambas, la estructura económica de la región en el 2016 será predominantemente minera.

Las regiones mineras continúan liderando el crecimiento del país por cuarto trimestre consecutivo. En el segundo trimestre del 2016 crecieron 15.8%, un resultado 1.0 pp. superior al del trimestre anterior (14.8%). Entre las ocho regiones (de doce) que contribuyeron positivamente a dicho incremento destacan Arequipa (7.2 pp.), Apurímac (5.7 pp.), Áncash (1.4 pp.) y Cusco (1.4 pp.). Por otra parte, las regiones que contribuyeron negativamente fueron Tacna (-0.4 pp.), Moquegua (-0.3 pp.) y Cajamarca (-0.3 pp.).

Por otra parte, el grupo de regiones no mineras volvieron a registrar un crecimiento negativo (-1.9% en 2T16 y -0.5% en 1T16). La fuerte caída de Loreto, La Libertad y Piura restaron 1.3 pp., 1.1 pp. y 0.5 pp. de crecimiento, respectivamente. En tanto, las regiones que aportaron positivamente fueron San Martín (0.8 pp.) y Puno (0.4 pp.). 

 

Desde mediados del 2015, se observan dos tendencias de crecimiento muy marcadas. Por una parte, las regiones mineras registran una tendencia positiva, mientras que el grupo de no mineras y Lima presentan una tendencia negativa. En el segundo trimestre del 2015, la diferencia en el crecimiento de las mineras sobre las no mineras fue de 0.4 pp.; para el segundo trimestre del 2016, dicha diferencia se amplió a 17.7 pp. Asimismo, la brecha entre el crecimiento de las regiones mineras y Lima se amplió de 0.7 pp. a 14.6 pp. en dicho período.

Los resultados detallados por región y el anexo metodológico del ICAE se encuentran publicados en la página web del IPE: www.ipe.org.pe.

Lampadia




Destrabemos la construcción de nuestro futuro

Destrabemos la construcción de nuestro futuro

Durante la última década, el Perú ha sido reconocido como una de las economías de mayor crecimiento en América Latina, con una tasa de crecimiento promedio anual superior al 6%. Sin embargo, nuestra economía se ha desacelerado en el último año. Hace pocas semanas, Alonso Segura, Ministro de Economía y Finanzas, calificó al 2014 de “mediocre”, y afirmó que creceremos alrededor de 3.5%, un estimado que se ha tenido que ir reduciendo a lo largo del año.

En un reciente reporte de Bank of America, se recomienda comprar bonos soberanos colombianos por encima de los peruanos, garantizando que Colombia sería la nueva estrella de la región, y tendría mayores fortalezas. Esto se debe principalmente a las medidas de este país para promover la inversión privada (lo mismo que el Perú hizo desde la década del 90 y especialmente en el nuevo siglo), crear un ambiente de confianza, y eliminar trabas burocráticas para avanzar en infraestructuras. (Ver en Lampadia (L): Mientras Colombia crece, el Perú decrece y le echa la culpa al cobre, a China y a los malos vientos…)

El principal componente del crecimiento de la economía es la inversión privada. En los últimos años Colombia ha comenzado a promoverla inversión minera, en el 2013 representó el 17.4% de la inversión extranjera directa (IED). Los colombianos buscan aprovechar sus recursos naturales para captar dinero y mejorar su competitividad.

En cambio en el Perú ha sucedido todo lo contrario. En los últimos años se ha fomentado una serie de mitos anti mineros (que contamina, que se gasta el agua, que exporta piedras, que no se puede hacer minería en las cabeceras de cuenca, etc.). Además, de facto y paulatinamente, se instaló un ambiente anti inversión privada mediante todo tipo de trabas burocráticas, permisos ambientales, culturales, que además del empoderamiento de las autoridades regionales y municipales con capacidades discrecionales absolutas (con el dinero del canon en sus manos, pensaron que no necesitaban al sector privado yactuaron como si los ciudadanos individuales y las empresas fueran sus enemigos). Todo esto, la parálisis de la inversión minera y sus efectos multiplicadores, terminaron desacelerando a una de las economías más dinámicas del mundo, nuestro Perú.

En las últimas elecciones regionales se eligió a un buen número de candidatos anti-mineros. Buenaventura recibirá un impacto negativoen el valor de sus acciones como producto de la elección de un candidato que se opone al proyecto Conga (como lo indica hoy Moody’s). Otros candidatos en distintos departamentos del país, como en Ancash, Puno, Apurímac, Junín y Madre de Dios, también son anti-inversión y podrían presentar grandes obstáculos en el futuro.

El Perú es un reconocido productor mundial de cobre, oro, plata y zinc. La minería genera normalmente el 60% de los ingresos por exportación,con solo el 15% del PBI. Para poder retomar nuestra competitividad y reanudar el alto crecimiento que nos consagró como ‘La estrella de América Latina’, se tienen que tomar medidas de inmediato.

El principal obstáculo es la desaceleración de la inversión privada causada por el deterioro de la confianza, las expectativas y el clima de inversión.

Para esto se debe facilitar el impulso de grandes proyectos, atrayendo a los inversionistas para desarrollar su potencial. Se tienen que eliminar o acortar el número de normas y permisos que enfrenta la actividad minera y los proyectos de infraestructuras. Por ejemplo en minería se requiere superar los siguientes trámites: Enexploración (6), explotación (84), ambiente (47), agua (10), tributos (9) y cierre de minas (13), llegando a un total de 180 normas que hoy regulan la minería en 130 instancias distintas. Hemos pasado de 1 (una) norma en los 90’s a 180. (Ver en L: El Perú renuncia al desarrollo y al bienestar general.) Parece un complot. Tenemos que facilitar la inversión y reactivar la minería, como un acto de consecuencia mental y compromiso con la obligación de reducir la pobreza. En las palabras del gran reformador Neranda Modi, Primer Ministro de la India, lo que se necesita es: “No red tape, only red carpet for investors”. (Ver en L: La visión de país y reformas que el Perú necesita).

El Perú tiene alrededor de US$ 60 mil millones en proyectos de inversión minera, incluyendo los US$ 1.7 MM en la mina de cobre Constancia, que deberá comenzar su producción a finales de este año. También tenemos el proyecto de cobre de Las Bambas y la expansión de Cerro Verde. Chinalco ya está poniendo en marcha la producción de Toromocho.Tía María debería empezar su mayor inversión en los próximos meses. Todos estos proyectos tienen un riesgo alto de retraso o cancelación si no se toman medidas oportunas y efectivas.

El gobierno dice tener previsto tomar medidas adicionales para garantizar que la economía se expanda en un 6% al año en promedio. Esperemos que estas medidas incluyan la viabilización de por lo menos siete proyectos productivos y de infraestructuras, públicos y privados, para poder reactivar rápidamente la economía del país. (Ver en L: 7 equipos que aseguren el desarrollo de 7 proyectos).

No hay más tiempo que perder. Necesitamos acción, ¡AHORA!  Lampadia