1

Desmadre logístico estatal

Desmadre logístico estatal

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 7 de agosto de 2020
Para Lampadia

Si miráramos a la pandemia como un vaso medio lleno – es decir, en sentido positivo – veríamos que hemos descubierto muchas falencias en el aparato estatal que merecen ser corregidas. Por ejemplo, hemos comprobado que el Estado es totalmente inoperante en materia de compras y contrataciones. Tanto que es incapaz de comprar cosas tan elementales como oxígeno, mascarillas, equipos médicos, tablets, y todo lo demás. Es incapaz de distribuir víveres, medicinas, ropa, etc. Ni siquiera dinero para la gente pobre puede distribuir de manera eficiente y segura. En realidad, el Estado no es capaz de comprar – ni distribuir – nada bien.

Los procedimientos actuales de compras y contrataciones son propios de los tiempos de la carreta. Los sistemas digitales basados en redes interconectadas no existen en la mentalidad de nuestras autoridades. Cada compra – y cada contratación – constituye un larguísimo proceso que siempre empieza de cero. Requerimiento, estudio de mercado, términos de referencia, concurso público, observaciones, impugnaciones, anulaciones… fracaso total.

Peor aún. Hay cerca de 4,000 Unidades Ejecutoras en el Estado… ¡4,000! ¡Cuánta plata gastada por las puras, cuántos escritorios y armarios llenos de papeles que no sirven para nada, cuántos trámites inútiles, y cuánta marmaja bajo la mesa!

Y – por cierto – cero conexiones entre las distintas Unidades Ejecutoras. Efectivamente, tan desconectadas están unas de otras que una misma mascarilla comprada a un mismo proveedor puede costar hasta 10 veces más en una Unidad Ejecutora que en otra. ¡Un escándalo!

No se trata de centralizar nuevamente las compras y contrataciones del Estado. El centralismo nunca funcionó – y nunca funcionará – sobre todo en nuestro país. Lo que hay ahora – y que sí funciona – es la tecnología digital. La Internet. Y para el caso de las compras y contrataciones, las redes interconectadas.

¿Cómo funciona eso? Pues si se requiriesen mascarillas en Ica – por dar un ejemplo – la red contendría información actualizada de todas las mascarillas compradas por todas las Unidades Ejecutoras – incluso, las compradas por otras instituciones y / o empresas privadas – con todos los detalles habidos y por haber: precios, tiempos de entrega, especificaciones técnicas, datos de los proveedores, y todo lo demás. En consecuencia, si una Unidad Ejecutora comprase mascarillas a 10 veces su valor de mercado – como ocurrió durante la pandemia –¡bingo! ¡Choros a la vista!

Por otro lado, al dispersar las gestiones administrativas en muchas Unidades Ejecutoras, el Estado desaprovecha el valor de las economías de escala… o compras conjuntas. Los casos más flagrantes a ese respecto son las compras de medicamentos. Es increíble. Cada hospital – o centro de salud – compra por su lado. ¿Resultado? Medicinas carísimas. Medicinas vencidas. Coimas por doquier. ¿Y los pacientes? Los pacientes que se pudran en las colas de amanecida. ¡Qué injusticia! ¡Qué dolor!

Ahora bien, lo que más llama la atención de todo este desmadre logístico es que no pase nada. O sea, que se anule la compra de un millón de tablets – y que un millón de niños pobres se queden sin educación virtual – y que no pase nada con los que intervinieron en la frustrada compra.

Asimismo, llama la atención que nuestras más altas autoridades no digan esta boca es mía respecto de la reforma – o transformación digital – del sistema de compras y contrataciones del Estado, el cual hace agua por todas partes.

El desmadre logístico estatal podría corregirse rápidamente si se interconectaran – entre sí – todas las Unidades Ejecutoras. Es cuestión de voluntad política… y liderazgo.

El problema es que no hay voluntad política. Y menos… liderazgo. Lampadia




Los enemigos del pueblo iqueño

Los enemigos del pueblo iqueño

Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Ica, 5 de enero de 2018
Para Correo Ica y Lampadia

Uno de los más ilustres pensadores del Perú fue – sin duda – Don Jorge Basadre. Efectivamente, él fue quien identificó los enormes lastres de la historia peruana: militarismo, clientelismo, autoritarismo, centralismo, y CORRUPCIÓN.

Sin embargo, su genio metafórico se coronó cuando identificó a los tres grandes enemigos que impiden la consolidación de la promesa peruana: los PODRIDOS, los congelados, y los incendiados. (Las mayúsculas son mías)

Entonces… sí. Me queda muy claro. Luego de corroborarlo como Gobernador Regional, los CORRUPTOS – o lo que es lo mismo… los PODRIDOS – son los principales enemigos del pueblo iqueño.

Son unos miserables. Están por todas partes. Le roban – sin escrúpulos – a la gente pobre… pero lo niegan con total desparpajo. Puede ser un dirigente sindical que rinde cuenta de sus viáticos con facturas falsificadas. O un médico malacostumbrado a abandonar el hospital – en horario de trabajo – para cobrar a dos cachetes. O uno que sustrae equipos del hospital y / o medicinas de la farmacia para sus prácticas privadas, o para venderlas – por lo bajo – a pacientes necesitados.

Por otro lado ¿qué decir de la corrupción – o podredumbre – que había en la Dirección Regional de Transportes? Concretamente en el tráfico de Licencias de Conducir. ¡Mafiosos que medraban de las coimas – y el maltrato – a todo aquel que aspirara a ser un transportista formal!  

Pero eso no es todo. La sobrevaloración de las compras de bienes y servicios. El “diezmo podrido” detrás de las obras de construcción. La “venta” de favores en los concursos de puestos de trabajo. Y muchos etcéteras más. ¡Odebrecht es una plaga enquistada en todas las instituciones de nuestra región! Esos son los CORRUPTOS… el enemigo No. 1 de los iqueños.

Pero nuestra población tiene otros enemigos también. Los INDOLENTES pueden no ser tan miserables como los corruptos… pero por ahí van. El INDOLENTE es aquel servidor público que no atiende con eficiencia y cordialidad a la ciudadanía que depende de él para vivir con dignidad.

Por ejemplo, un burócrata que hace esperar inútilmente – a veces meses o años enteros – a ciudadanos que acuden a su despacho para realizar un trámite de cualquier índole. Calín Ramos – el ex alcalde de Ica – fue un indolente. No le dolió que vivamos rodeados de basura. Pueden no ser corruptos… pero igual maltratan a los ciudadanos. Son crueles. No se inmutan frente al dolor de la gente necesitada. Son unos maltratadores incorregibles. Se parecen mucho a los CONGELADOS de Basadre. ¡Son detestables!

Por último, también están los MIEDOSOS. No son – necesariamente – corruptos o indolentes. Pero se mueren de miedo de tomar alguna decisión – o firmar cualquier resolución – por temor a ser involucrados en alguna denuncia o proceso sancionador.

A este respecto – valgan verdades – Ica está plagada de leguleyos expertos en denunciar a cuanto funcionario se les cruce en su camino. Las denuncias pueden ser formales… es decir, a través de la Fiscalía. O mediáticas… a través de periodistas corruptos. Me refiero – por supuesto – a las denuncias sin sustento que tan frecuentemente aparecen en las redes sociales y / o programas de ciertos periodistas chantajistas.

Pero bueno… para eso estamos. El Gobierno Regional no es lugar para MIEDOSOS. Nuestra institución está abierta para gente honesta, servicial… ¡y valiente! Obviamente, hay que tener buenos asesores en materia legal, porque de eso se agarran los Flores Camargo, las Dery Gonzáles, etc. Esa gente vive para denunciar. Traspiran odio por sus poros. Hay que tener cuidado con ellos, pero de ahí a tenerles miedo… tampoco, tampoco. Al contrario… hay que confrontarlos. ¡Qué se creen!

Conclusión. Los enemigos de los iqueños son – de mayor a menor – los CORRUPTOS, los INDOLENTES, y los MIEDOSOS. Los primeros están saliendo – poco a poco – con la ley atragantada. Y los segundos y terceros… ojalá se vayan porque ¡cuánto daño le están haciendo a los iqueños! Lampadia