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Candidaturas y Vacunación

Candidaturas y Vacunación

Ing. Antonio Pratto
Miembro del Comando Vacuna
Para Lampadia

Estamos exactamente a una semana de las elecciones generales y con encuestas que nos ponen los pelos de punta de ver que los próximos cinco años seguirán siendo complicados para nuestro país. No solo por las propuestas populistas de los candidatos presidenciales sino por el fraccionamiento que tendría el nuevo congreso.

Los planes de gobierno de los diferentes candidatos no presentan propuestas para las grandes reformas que el país necesita en lo político, económico y social. Y mucho menos en la estrategia más básica y urgente que el país necesita para terminar con la pandemia: LA VACUNACIÓN, para que de esta manera se pueda terminar también con la crisis sanitaria y económica que nos agobia desde hace más de un año.

Las propuestas demuestran un desconocimiento de la crisis sanitaria y de lo que significa el proceso de vacunación, pero principalmente una ignorancia absoluta del proceso de adquisición de vacunas. Propuestas disparatadas como la cura del Covid con cañazo y sal, o tomar el avión presidencial a Chile y traerse 10 millones de vacunas, o pedir las fórmulas a los laboratorios farmacéuticos para fabricar las vacunas localmente, entre otras, demuestran el desconocimiento mencionado o una demagogia muy usual en este tipo de campañas. Que el candidato presidencial no conozca en profundidad estos temas podría ser aceptable, pero lo que no es aceptable, y es lo que parece ser, tampoco tienen un equipo de asesores en el área de salud que conozcan del tema, y eso si es preocupante.

Lo que no se han enterado todavía los candidatos es que hay muy poca o casi ninguna disponibilidad de vacunas en el mundo, por los menos en el corto plazo. Según el Global Innovation Center de la Universidad de Duke al 26 de marzo, indica que se ya se han vendido 15.1 billones de dosis a los diferentes países del mundo de los cuales ya se han pagado 8.3 billones de dosis. Sin embargo, la producción sigue siendo insuficiente para abastecer esta inmensa demanda. Esto hace que haya retrasos en las entregas y por consiguiente dificulta tremendamente las negociaciones.

Para que el próximo gobierno, que inicie su gestión el próximo 28 de julio, será demasiado tarde para empezar a diseñar una estrategia para el proceso de vacunación, el actual gobierno es el que debe dejar la estrategia planteada como proponemos más adelante. Lamentablemente la incapacidad e incompetencia, por decir lo menos, de los dos últimos exministros de salud y sus ineficientes equipos de negociadores nos dejaron en la situación tan complicada en la que estamos. No firmaron un solo contrato bilateral con ningún laboratorio y le dejaron la “papa caliente” a este gobierno que está negociando un bien escaso, difícil de conseguir a estas alturas.

Sin embargo, también hay ejemplos de países que lo han hecho muy bien, como Gran Bretaña, Chile, Israel, o Serbia. Comento sobre Serbia porque tuve la oportunidad de trabajar en esa zona de Europa Central y conozco bastante bien la idiosincrasia de su gente, muy similar a la de Perú. Un país pequeño, pero con un ingreso per cápita también similar al peruano, pero con la gran diferencia que ellos manejaron el problema de la vacunación de forma muy eficiente. Una de las claves que explica el éxito de la nación balcánica es la variedad de vacunas que adquirieron con gran anticipación. Además de disponer de dos de las occidentales, la de Pfizer y la de AstraZeneca, también ha adquirido dosis de la rusa Sputnik V y de la china Sinopharm. 

La consecuencia es que ahora mismo Serbia tiene más vacunas que gente dispuesta a ponérselas. Así que ha permitido que residentes de países cercanos como Croacia, Macedonia del Norte, Bosnia o Montenegro puedan desplazarse a suelo serbio para ponerse las inyecciones, provocando gran afluencia de visitantes al país.

Volviendo al Perú, es importante que el actual gobierno siga negociando contratos y los firme a la brevedad posible, aparte de las 48 millones de dosis ya contratadas. La situación de la pandemia tiene por lo menos para 1 o 2 años más y no debemos caer nuevamente en la incapacidad de firmar contratos en el momento que se deban hacer.

Si este gobierno quisiera salir el 28 de julio con la frente (medianamente) en alto, está en la obligación de firmar 4 o 5 contrato bilaterales, como lo propusimos desde junio del año pasado, para comprar por lo menos 80 millones de dosis de vacunas, con un cronograma estricto de suministro y un cronograma de vacunación ordenado por edades, por fechas y lugares de vacunación de toda la población adulta mayores de 18 años, y que el próximo gobierno se comprometa con la ejecución eficiente de este proceso.

Este sería el mejor legado que podrían dejarle a la ciudadanía quien tiene el derecho de recibir información ordenada y certera de manera que disminuya su ansiedad e incertidumbre. Una forma también de recuperar confianza y credibilidad que últimamente es prácticamente inexistente en el gobierno de emergencia y transición. La ciudadanía les quedaría eternamente agradecida. Lampadia




El circo de los candidatos presidenciales

El circo de los candidatos presidenciales

A solo semana y media de las elecciones presidenciales y congresales, los candidatos con mayor probabilidad de convertirse en gobierno destacan por sus propuestas populistas y carentes de buenas ideas que ayuden a paliar tanto económica como sanitariamente la crisis en la que nos vemos caído por la pandemia. El debate se ha tornado en muchos casos un circo de ataques y poca sustancia en lo concerniente a políticas públicas que propendan bienestar a los peruanos. Y como es costumbre con la izquierda decimonónica en nuestro país, sus planes amenazan con socavar las propias bases de nuestro modelo de desarrollo.

A esto se suma además lo que un reciente artículo publicado por The Economist deja muy en claro: la poca representatividad que estos candidatos exhiben en las encuestas y cómo un porcentaje todavía bastante alto de la población peruana (30% aprox.) no tiene todavía decidido su voto. El escenario de un Ejecutivo con minoría en el Congreso que además estaría fracturado parece inminente.

Sin embargo, consideramos que es ese porcentaje de indecisos el que aún está abierto a escuchar un verdadero debate desde los medios y demás líderes de opinión sobre las propuestas que nuestro país necesita para salir de la presente crisis.

Al respecto The Economist enfatiza: “El país está pidiendo a gritos una habilidad política que parece poco probable que obtenga. Ha sido golpeado por la pandemia. El año pasado su economía se contrajo un 11% y el desempleo subió al 13,8%. En relación con su población de 33 millones, Perú ha registrado más muertes por covid que en cualquier otro lugar de América del Sur.”

El escenario al que nos enfrentamos tan complejo debería pues no solo inducirnos a descartar los candidatos que coquetean con políticas trasnochadas, populistas e intervencionistas que nos llevaron al estancamiento prolongado de 30 años de nuestra economía a fines de los años 80. También debería llevarnos a abrazar las ideas de la libertad, y de la cooperación con el sector privado y la sociedad civil para superar la crisis, como lo hicimos en su momento tras esas épocas oscuras en décadas pasadas. El impulso de la inversión privada como motor del crecimiento y generación de empleo debe pues volver al debate, así como el apoyo del sector privado en la vacunación y la atención sanitaria para el aislamiento de contagios son fundamentales.

Esperemos que los candidatos, inclusive los del ala radical de izquierda moderen sus propuestas, aún cuando sea en la segunda vuelta.

Sólo volviendo a invertir en infraestructuras y proyectos productivos, podremos recuperar la última década perdida del 2011 al 2020. Lampadia

La opción menos mala
En la carrera presidencial de Perú no hay un claro favorito

Dieciocho candidatos luchan en las elecciones generales del 11 de abril.

The Economist
27 de marzo, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

A menos de tres semanas de las elecciones presidenciales de Perú, las encuestas de opinión sugieren un claro ganador: un rechazo nihilista de los 18 candidatos. Sume los “no sabe” y los que les dicen a los encuestadores que emitirán votos en blanco o nulos y llegan a alrededor del 30%. Pero dos personas deben pasar a una segunda vuelta en junio. La mayoría de los candidatos con buenas posibilidades de hacerlo son populistas y outsiders, tanto de izquierda como de derecha.

Yonhy Lescano, un populista de izquierda y un veterano del Congreso de 20 años, es el único candidato que realiza una encuesta en dos dígitos (alrededor de un miserable 13%). Representante de Acción Popular, un partido de larga data, pero amorfo, quiere más intervención estatal en la economía y le gusta el aspecto de lugares como Bolivia (que la tiene). Promete una mayor fiscalización de las empresas y frenar los proyectos mineros si no cuentan con el apoyo de la población local.

Luego está Rafael López Aliaga: desconocido hasta hace unas semanas, ahora tiene un 8% en las urnas y está subiendo rápido. Hombre de negocios que es miembro del Opus Dei, un movimiento católico conservador, se jacta de su celibato y de cómo se flagela a sí mismo. Sus críticos lo ven como una versión peruana del brasileño Jair Bolsonaro (él lo niega). Quiere recortar la burocracia, reformar los programas sociales y expulsar a una constructora brasileña, Odebrecht, que ha sido objeto de varios escándalos de corrupción.

Otro contendiente es George Forsyth, ex portero de fútbol y alcalde, quien ha prometido que, si gana, será duro con el crimen. Habiendo liderado durante mucho tiempo las encuestas de opinión, el apoyo de Forsyth ha decaído recientemente. Los oponentes dicen que su juventud (tiene 38 años) y su inexperiencia lo hacen mal equipado para la política rudo y desordenada de Perú, que se parece más al rugby que al fútbol. Verónika Mendoza, socialista, y Keiko Fujimori, populista de derecha, también tienen posibilidades de llegar a la segunda vuelta.

El que gane se enfrentará a un Congreso fracturado, también a ser elegido el 11 de abril. Sus 130 miembros podrían dividirse entre hasta 11 partidos. Desde 2016 las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo han sido una característica constante de la vida política y el país ha tenido cinco presidentes.

Un grupo tan poco distinguido de candidatos presidenciales no es nada nuevo. En 2011 Mario Vargas Llosa, novelista premio Nobel, se quejó de que en las elecciones de ese año los peruanos tenían que elegir entre “sida y cáncer”. La espantosa broma de Vargas Llosa se refería a dos candidatos que consideró que serían particularmente dañinos: Fujimori y Ollanta Humala, un ex golpista que ganó y que también se postula nuevamente este año.

El país está pidiendo a gritos una habilidad política que parece poco probable que obtenga. Ha sido golpeado por la pandemia. El año pasado su economía se contrajo un 11% y el desempleo subió al 13,8%. En relación con su población de 33 millones, Perú ha registrado más muertes por covid que en cualquier otro lugar de América del Sur. Como declara el título de una de las novelas recientes de Vargas Llosa, estos son tiempos feroces. Lampadia




La democracia brasileña en riesgo

La democracia brasileña en riesgo

Parece que la ola populista sigue avanzando, Jair Bolsonaro, el principal candidato presidencial en Brasil, es conocido como el “Donald Trump de Brasil” algo que, lejos de incomodarle, se jacta diciendo que “Trump es un ejemplo para mí”. Jair Bolsonaro es un candidato de extrema derecha que pone en riesgo la democracia en Brasil.

Bolsonaro es un exmilitar de extrema derecha con un discurso machista y antisistema, que promete mano dura contra la inseguridad. Bolsonaro, a quien llaman “el Mito”, hoy por hoy es uno de los políticos más populares en Brasil. Con más de cuatro millones de seguidores en Facebook, a menudo es abordado por sus fans para hacerse “selfies”. Sus opiniones y medidas se confunden con las de su principal asesor económico, Paulo Guedes, educado en la Universidad de Chicago, un bastión de ideas de libre mercado, que favorece la privatización de todas las empresas estatales de Brasil y la simplificación “brutal” de los impuestos.

Pero también se le conoce por sus opiniones “polémicas”. Como cuando afirmó que “la única razón por la que no violó” a una congresista fue “porque ella no se lo merecía” o cuando declaró que la homosexualidad se debe a “no haber recibido suficientes palizas”. Ya antes habíamos anunciado en Lampadia su peligroso ascenso en las encuestas: ¿Del populismo de izquierda al populismo de derecha?.

Ahora, recuperándose en un hospital, después de un atentado contra su vida, el “Trump brasileño” subió cuatro puntos porcentuales en las encuestas. Que un candidato como Bolsonaro haya logrado ascender hasta el primer lugar en las encuestas se explica por el daño que ha causado la recesión provocada por las políticas económicas del PT, que ha fragmentado a un país que podría terminar apoyándolo, especialmente después del ataque que recibió con un cuchillo en una manifestación de campaña.

Y es que el PT, dirigido por Lula, el principal símbolo del populismo latinoamericano moderno, montó un mecanismo muy efectivo de expansión política regional corrupta que ha dejado a Brasil con dos décadas perdidas. Ahora, los países latinoamericanos tardarán muchos años para resolver los problemas generados y pagar los costos en destrucción política, económica e institucional provocada por el PT y Lula en toda la región. Lula, pues ha sido uno de los elementos más perniciosos de la política regional. Gobernó el país durante cuatro períodos, dos directamente y otros dos a través de Dilma Rousseff (quién no pudo terminar el último mandato), y lo llevó hacia el proteccionismo y el asistencialismo, cooptando a sus opositores y promoviendo altísimos niveles de corrupción gubernamental. Ver en Lampadia: La peor Red de corrupción latinoamericana.

Como explicamos anteriormente, uno de los factores de la interrupción nuestro desarrollo es producto de los escandalosos niveles de corrupción diseñados y ejecutados por el ‘putch’ imperialista de la izquierda brasileña, comandada por el ‘gran Lula da Silva’ y sus socios del chavismo y del castrismo. Ver en Lampadia: Brasil corrompe política y negocios – Y nosotros disparamos fuera del objetivo.

Bolsonaro representa una nueva marca de populismo en América Latina, una que regresa a sus orígenes populistas en todo el mundo. El ascenso de Bolsonaro debe servir como un recordatorio de que estamos experimentando una crisis de democracia en todo el mundo, una que no se limita al triunfo o al surgimiento de la extrema derecha en Europa.

Brasil, con sus 200 millones de habitantes, a diferencia del Perú, tiene una cierta capacidad de jugar a políticas internas para manejar, o más bien, pretender manejar, su desarrollo. Así lo hizo Lula, que desestabilizó la Iniciativa de las Américas, de mediados de los años 90, optando por una economía cerrada; igual que con la creación del Foro de Sao Paulo, junto con Fidel Castro, optando por un socialismo decimonónico.

Líneas abajo, compartimos un último artículo de The Economist sobre las elecciones brasileñas que, al igual del resto de sus reportes sobre Latinoamérica, está teñido de una visión un poco ‘caviar’; pero que, de todas maneras, nos permite analizar la política brasileña y sus impactos en la región. Lampadia

Ver artículo líneas abajo:

Elecciones presidenciales en Brasil
Jair Bolsonaro, la amenaza más reciente de América Latina

Sería un presidente desastroso

20 de setiembre, 2018
The Economist
Traducido y glosado por Lampadia

“Dios es brasilero”, es un dicho popular que se convirtió en el título de una conocida película. La belleza, la riqueza natural y la música de Brasil a menudo hacen que parezca un país especialmente bendecido. Pero, en estos días, los brasileros deben preguntarse si, al igual que en la película, la deidad se ha ido de vacaciones. Su economía es un desastre, las finanzas públicas están bajo presión y la política está completamente podrida. El crimen callejero también está aumentando. En el ránking de las 20 ciudades más violentas del mundo, siete de ellas son brasileras.

Las elecciones nacionales del próximo mes le dan a Brasil la oportunidad de comenzar de nuevo. Sin embargo, si es que (parece demasiado posible) la victoria es para Jair Bolsonaro, un populista de derecha, corren el riesgo a empeorar las cosas. Bolsonaro, cuyo segundo nombre es Messias, o “Mesías”, promete la salvación; la realidad es que él es una amenaza para Brasil y América Latina.

Bolsonaro es el último de una larga lista de populistas, desde Donald Trump en Estados Unidos, hasta Rodrigo Duterte en Filipinas y una coalición de izquierda-derecha que presenta a Matteo Salvini en Italia. En América Latina, Andrés Manuel López Obrador, un agitador de izquierda, asumirá su cargo en México en diciembre. Bolsonaro sería una adición particularmente desagradable al club. Si ganase, podría poner en riesgo la propia supervivencia de la democracia en el país más grande de América Latina.

Amargura brasileña

Una economía fallida es una y, en Brasil, el fracaso ha sido catastrófico.

  • En la peor recesión de su historia, el PBI per cápita se redujo en un 10% en el período de 2014-16 y aún no se ha recuperado.
  • La tasa de desempleo es de 12%.
  • El olor a conveniencias de élite y corrupción es otro agravio y en Brasil es un gran problema.
  • Las investigaciones conocidas como Lava Jato han desacreditado a toda la clase política.
  • Decenas de políticos están bajo investigación.
  • Michel Temer, que se convirtió en el presidente de Brasil en 2016 después de que su predecesora, Dilma Rousseff, fuera acusada por cargos no relacionados, ha evitado el juicio de la corte suprema solo porque el Congreso votó por perdonarlo. Luiz Inácio Lula da Silva, otro ex presidente, fue encarcelado por corrupción y descalificado para participar en las elecciones.
  • Los brasileños les dicen a los encuestadores que las palabras que mejor resumen a su país son “corrupción”, “vergüenza” y “decepción”.

Bolsonaro ha utilizado su furia de una manera brillante. Hasta antes de los escándalos de Lava Jato, era un congresista de siete períodos del estado de Río de Janeiro. Tiene una larga historia de ser groseramente ofensivo. Dijo que no violaría a una congresista porque era “muy fea”; dijo que preferiría un hijo muerto a uno gay; y sugirió que las personas que viven en asentamientos fundados por esclavos fugados son gordos y perezosos. De alguna manera, esa disposición a romper tabúes se está tomando como evidencia de que él es diferente de los hacks políticos tradicionales en la ciudad capital, Brasilia.

Para los brasileños, desesperados por deshacerse de los políticos corruptos y traficantes de drogas asesinos, Bolsonaro se presenta como un sheriff sensato. Cristiano evangélico, mezcla el conservadurismo social con el liberalismo económico, al cual se ha convertido recientemente. Su principal asesor económico es Paulo Guedes, educado en la Universidad de Chicago, un bastión de ideas de libre mercado. Favorece la privatización de todas las empresas estatales de Brasil y la simplificación “brutal” de los impuestos. Bolsonaro propone recortar el número de ministerios de 29 a 15 y poner a generales a cargo de algunos de ellos.

Su fórmula le está ganando votos de apoyo. Las encuestas le dan el 28% [a la fecha, obtiene 30% según Ipobe y 17 según Folha, y definitivamente ganaría en la segunda vuelta] de los votos y es el claro favorito en la primera ronda de las elecciones del 7 de octubre. Este mes fue apuñalado en el estómago en una manifestación, lo que lo llevó al hospital. Eso solo lo hizo más popular y lo protegió de un examen más minucioso por parte de los medios y sus oponentes. Si se enfrenta a Fernando Haddad, el candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Lula en la segunda vuelta a fin de mes, muchos votantes de la clase media y alta, que culpan a Lula y al PT por los problemas de Brasil, podrían terminar votando por él.

La tentación de Pinochet

Los votantes no deben ser engañados. Además de su visión social antiliberal, Bolsonaro tiene una preocupante admiración por la dictadura. Dedicó su voto a acusar a Rousseff, la comandante de una unidad responsable de 500 casos de tortura y 40 asesinatos bajo el régimen militar, que gobernó Brasil de 1964 a 1985. El compañero de lista de Bolsonaro es Hamilton Mourão, un general retirado que, el año pasado, mientras vestía uniforme, pensó que el ejército podría intervenir para resolver los problemas de Brasil. La respuesta de Bolsonaro al crimen es, en efecto, matar a más delincuentes, aunque, en 2016, la policía mató a más de 4,000 personas.

América Latina ha experimentado antes con la mezcla de políticas autoritarias y economía liberal. Augusto Pinochet, un brutal gobernante de Chile entre 1973 y 1990, fue asesorado por los “Chicago Boys” del libre mercado. Ayudaron a sentar las bases para la relativa prosperidad de hoy en Chile, pero a un terrible costo humano y social. Los brasileños tienen un fatalismo sobre la corrupción, resumido en la frase “rouba, mas faz” (“roba, pero actúa”). No deberían enamorarse de Bolsonaro, cuya máxima podría ser “torturaron, pero actuaron”. América Latina ha conocido todo tipo de hombres fuertes, la mayoría de ellos terribles. Para pruebas recientes, solo observemos los desastres de Venezuela y Nicaragua.

Bolsonaro podría no ser capaz de convertir su populismo en una dictadura de estilo Pinochet, incluso si quisiera. Pero la democracia de Brasil todavía es joven. Incluso un coqueteo con el autoritarismo es preocupante. Todos los presidentes brasileños necesitan una coalición en el Congreso para aprobar legislación. Bolsonaro tiene pocos amigos políticos. Para gobernar, podría verse obligado a degradar aún más la política, lo que podría allanar el camino para alguien aún peor.

En lugar de caer en las vanas promesas de un político peligroso con la esperanza de que pueda resolver todos sus problemas, los brasileños deberían darse cuenta de que la tarea de sanar su democracia y reformar su economía no será ni fácil ni rápida. Se han logrado algunos avances, como la prohibición de donaciones corporativas a fiestas y la congelación del gasto federal. Se necesitan muchas más reformas. Bolsonaro no es el hombre para lograrlo. Lampadia




El proteccionismo y populismo de Trump

En el primer debate presidencial de EEUU, el cuestionado candidato republicano reiteró sus amenazas de cortar los tratados de comercio, imponer aranceles a México y China y hacer pagar a los demás países por la presencia de EEUU en la seguridad global.

Trump reiteró que los puestos de trabajo de EEUU habían sido “robados” por dichos países, por el libre comercio y la globalización. Algo falso, pues EEUU está prácticamente en pleno empleo (ver en Lampadia: El sándwich que amenaza a los países emergentes) y, la desigualdad interna que los abruma, es solo uno de los primeros síntomas de la ‘cuarta revolución industrial’.

Fuente:  Reuters

Gracias a Dios, el debate lo ganó Hillary Clinton, un mucho mejor candidato, dadas las circunstancias. No nos olvidemos que en Lampadia hemos propuesto que ‘Donald Trump sea declarado como persona non-grata a la humanidad’.

Para los peruanos esta no es una elección intrascendente, el comercio internacional, amenazado por Trump, es una base fundamental para la eliminación de la pobreza y el desarrollo integral de nuestro país.    

Políticas comerciales de Trump generarían una recesión en EEUU

Shawn Donnan

Financial Times

19 de setiembre, 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Las políticas comerciales proteccionistas del candidato presidencial republicano Donald Trump enviarían a los EEUU a una recesión, resultarían en la pérdida de casi 4.8 millones puestos de trabajo en el sector privado y conducirían a una escasez de bienes de consumo tales como iPhones, según el estudio más detallado hecho sobre su plan.

El estudio (Assessing Trade Agendas US Presidential Campaign) publicado el lunes por investigadores del no-partidista Peterson Institute for International Economics, ilustra cómo el hombre de negocios de Nueva York, que se compromete a impulsar el crecimiento y crear millones de puestos de trabajo, es visto por la mayoría de los economistas como alguien que tiene las políticas económicas de un peligroso curandero.

El estudio también ofrece una visión escéptica sobre las políticas comerciales del candidato demócrata, Hillary Clinton, y en particular por su oposición al TPP, el acuerdo negociado con Japón y otras 10 economías.

Según el estudio, las amenazas de Trump de romper los acuerdos comerciales existentes e imponer aranceles punitivos de 45% a los productos de China y uno similar de 35% a los productos importados de México, probablemente desencadenaría una guerra comercial y causaría un enorme daño a la economía de Estados Unidos.

“Mientras que la política comercial de Clinton sería perjudicial, la política comercial de Trump sería terriblemente destructiva”, dijo Adam Posen, presidente del instituto. “Su enfoque sobre la economía global de librar una guerra comercial y proteger  intereses especiales no competitivos sería desastroso para el bienestar económico y la seguridad nacional de los estadounidenses.”

La semana pasada, Trump se comprometió a impulsar el crecimiento de Estados Unidos en casi 4 % y crear 25 millones de puestos de trabajo si es elegido. Pero el estudio Peterson muestra que si cumple con sus promesas de política comercial y nuestros socios comerciales responden del mismo modo, algo muy probable, la economía de Estados Unidos terminaría en recesión en un plazo de dos años, al contraerse el consumo, la inversión y el gasto del gobierno.

Tal guerra comercial también afectaría a los trabajadores de cuello azul (clase trabajadora) para quienes Trump plantea, supuestamente, sus políticas comerciales más duras.

Los investigadores encuentran que el mayor impacto del comercio en el empleo se daría en el sector manufacturero y en estados como Washington, donde se encuentra el fabricante de aviones Boeing, y en ciudades como Los Ángeles, donde el puerto es el punto de llegada de la mayor parte del comercio chino. Si China toma represalias y, por ejemplo, detiene la compra de aviones de Estados Unidos, se perderían 179,000 empleos.

Pero su mayor impacto en el empleo llegaría como consecuencia de una guerra comercial que resonaría por toda la economía, golpeando los centros de distribución al por menor, las tiendas de comestibles, restaurantes e incluso hospitales, según lo encontrado por el estudio.

También es probable que esto conduzca a la escasez y a altos precios de bienes de consumo – incluyendo productos tan populares como los Smartphone – y potencialmente incluso tendría un impacto en los ahorros de pensiones en Estados Unidos.

Por ejemplo, según el estudio, debido a que China obtiene relativamente poca ganancia del popular Smartphone de Apple, que se ensambla en su país, “el iPhone podría ser el arma secreta de la venganza china. Las pérdidas infligidas a sí mismos por la China serían mínimas, pero cortar los suministros de Apple podría alterar gravemente su disponibilidad y aumentar el precio de un amado producto de consumo.”

“A la luz de la ubicuidad de las acciones de Apple, esta acción podría afectar negativamente los planes de jubilación de los estadounidenses”, escribieron.

Los investigadores citan estudios que demuestran que sería imposible construir un iPhone desde cero en EEUU e incluso, si Apple fuera capaz de hacerlo, el costo adicional sería de alrededor de US$ 100 por aparto.

Agregaron: “Por otra parte, con las firmas chinas moviéndose al mercado de teléfonos inteligentes, China podría alterar no sólo la producción de iPhones, sino también la oferta de los modelos alternativos. El aullido colectivo de dolor puede incluso inducir la reconsideración del más ardiente proteccionista.”

Lampadia 

 




Economía de EEUU repunta con bolsones insatisfechos

La campaña electoral estadounidense lleva las sensaciones sobre la economía al vaso medio vacío, el otrora ‘privilegio’ de países como el Perú.

A pesar de una recuperación importante de la economía en su conjunto, como puede apreciarse en los gráficos del informe que compartimos líneas abajo, los candidatos presidenciales, aprovechando el impacto popular de una larga sensación de crisis, con fundamentos en ciertos segmentos de la sociedad, han logrado generalizar el ambiente de pesimismo como base de sus críticas y dibujar enemigos en la imagen de China, la migración y el aumento de la desigualdad.

Cuando una sociedad cae en una trampa de este tipo, se produce una suerte de atracción gravitacional a todos los candidatos hacia el negativismo, y unos y otros sienten la necesidad de sumarse al cargamontón por miedo a perder espacio político. Así lo vemos siempre en el Perú, donde hasta los candidatos con más arrastre, van recogiendo total o parcialmente las propuestas más críticas y extremistas en todo orden de cosas.

En EEUU, por el arrastre de Trump y Sanders, hasta Hillary Clinton, acentúa su alejamiento de las políticas de comercio internacional de Obama, con, por ejemplo, el TPP. Ver en Lampadia nuestro artículo sobre el libre comercio, que muestra un paulatino y muy peligroso deslizamiento de las economías más fuertes, incluyendo por supuesto a países europeos en contra de la apertura comercial. Una tendencia muy perniciosa para los países emergentes como el nuestro.

El informe del Financial Times que glosamos, muestra con claridad que EEUU ha superado notoriamente la crisis del 2008/9 con indicadores de crecimiento y empleo muy importantes. Pero parece que el mundo prefiere mantener la sensación de crisis ante los cambios que va trayendo la nueva economía producto de la cuarta revolución industrial. Miedo al cambio y miedo a lo desconocido, que solo puede ser enfrentado con un buen liderazgo,  tal vez una de las mayores carencias en el mundo actual.   

La economía de EEUU en gráficos: Pesimismo vs Datos

Por Sam Fleming y Shawn Donnan

Publicado por el Financial Times

14 de abril de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Desde las afirmaciones de Donald Trump de que EEUU ya no está ‘ganando’ hasta las advertencias de Bernie Sanders de una “economía manipulada”, la ira sobre su  desempeño económico es el tema recurrente de la campaña electoral.

Sin embargo, las previsiones del Fondo Monetario Internacional sugieren que EEUU ha surgido como la economía más saludable de entre las principales economías del mundo, con un PBI que podría aumentar más que cualquier otro país avanzado el próximo año y con una tasa de desempleo que es la mitad del promedio de la zona euro.

La brecha entre los sólidas mediciones económicas, aunque no espectaculares, y el mal humor de grandes sectores del electorado, también presenta un dilema para Hillary Clinton, quien busca sacar provecho de la historia de recuperación económica de Barack Obama, y a la vez mostrarse de acuerdo con una población sombría.

¿Cómo se sienten los estadounidenses con respecto a la economía?

A pesar del pesimismo visto en la campaña electoral, las percepciones acerca de la salud de la economía de Estados Unidos varían considerablemente dentro del propio electorado. El sondeo del Pew Research Center muestra que los republicanos son mucho más propensos, que los demócratas, a afirmar que la situación económica es mala y que las cosas han empeorado en los últimos 50 años.

Sin embargo, el mensaje general del sondeo es bastante pesimista: siete años después de que empezara la recuperación, los estadounidenses todavía se encuentran descontentos con el desempeño de la economía. Alrededor del 43% de los votantes registrados dicen que las condiciones son solamente aceptables y el 29% dicen que son malas, mientras que el 28% dicen que son buenas o excelentes.

Esto es una mejora con respecto al inicio de la recuperación, pero muy por debajo de los indicadores de finales de 2006, cuando el 44% creía que las condiciones eran buenas o excelentes. La confianza del consumidor también ha repuntado en los últimos meses, pero sigue muy menor de la observada durante el auge de los 90, cuando Bill Clinton estaba en el poder, según el indicador de confianza de la Universidad de Michigan.                                                   

Doug Holtz-Eakin, presidente del think tank ‘Foro de Acción de América’, que asesoró la campaña presidencial de John McCain, dice que el foco tradicional estuvo en la tasa de desempleo, pero la mayoría de las personas que querían puestos de trabajo ya los tienen. El tema ahora son los salarios, junto con los constantes comentarios sobre los riesgos de una nueva recesión. “Es un promedio pobre, con mucho riesgo a la baja y la gente está harta de eso,” dijo.

¿Cuánto ha mejorado la economía de Estados Unidos?

En comparación con 2009, cuando Obama asumió el cargo, la transformación es radical. El PBI se expandió un 2.4% el año pasado, muy por encima del 1.6% de la zona euro y más rápido que cualquier economía europea grande, excepto España. Japón creció 0.5 % en 2015.

La tasa de desempleo está a la mitad de su pico en la crisis, creándose más de 200,000 empleos mensuales. EEUU ha visto su más larga la racha de crecimiento de empleo en el sector privado, con una adición de 14.4 millones de puestos de trabajo a lo largo de  73 meses, aunque la PEA se mantiene muy por debajo de los niveles de  finales del siglo XX.

La inversión en viviendas también se ha recuperado, al igual que las acciones, impulsando la riqueza de muchos estadounidenses. Como dijo un alto funcionario del Tesoro de EEUU antes de las reuniones en Washington esta semana, se siente como una expansión sostenible.

Entonces, ¿por qué hay tanto pesimismo?

David Madland, economista del think tank Centro para el Progreso Americano, dijo que si bien los índices de aprobación de Obama sugieren que ha recibido algo de crédito por la mejora de la economía, se esperaba que subieran aún más.

La explicación está en el tenue crecimiento de los salarios, dijo, que es más tangible que el crecimiento del PBI o el desempleo. “La gente está trabajando cada vez más y más para permanecer en un solo lugar”, dijo.

Mientras que algunas medidas de crecimiento han afectado positivamente los salarios,  y los ingresos disponibles han mejorado por los bajos precios de energía, para los grupos menos prósperos la situación es una de un largo plazo de estancamiento, según datos del Instituto de Política Económica.

Un punto de vista alternativo afirma que los salarios se mantienen bajos como resultado de la cambiante composición de la fuerza laboral de EEUU. En un estudio publicado el mes pasado, los economistas de la FED de San Francisco sostuvieron que un factor importante detrás de estancamiento de los salarios a nivel nacional es que los baby boomers de salarios más altos habían comenzado jubilarse y que muchos trabajadores de bajos salarios, afectados durante la recesión, estaban siendo contratados de nuevo, un choque de dos tendencias que en conjunto mantienen estancadas las mediciones del crecimiento de ingresos.

Mientras tanto, la clase media, como la define el Centro de Investigación Pew, se ha reducido a poco menos de la mitad de la población de EEUU por primera vez en décadas, con parte de la población desplazándose a los extremos tanto por encima como por debajo de la media.

Consecuentemente, las perspectivas de la sociedad se han vuelto más fracturadas. Mientras que el 37% de los demócratas, o de los que se inclinan a esa tendencia política, piensan que las condiciones económicas son buenas o excelentes, sólo el 18% de los republicanos tiene ese punto de vista.

Esto último ayuda a explicar el atractivo de Trump, que ha estado destruyendo el historial económico de EEUU que, según él, ha sido socavado por malos acuerdos comerciales y por la competencia en el extranjero. Los partidarios de Trump y Sanders son más propensos a decir que tienen dificultades para encontrar trabajo en su área,  que los de los otros candidatos.

Steve Glickman, co-fundador del Grupo de Innovación Económica, un grupo de investigación, destaca la división geográfica que también caracteriza la recuperación. “Las comunidades y ciudades prósperas están cargando una gran parte del peso de la recuperación económica, y están oscureciendo el gran número de comunidades que les está yendo cada vez peor”, dijo.

 




La minería en la política electoral

La minería en la política electoral

Los candidatos presidenciales opinan respecto a la conflictividad minera y repiten argumentos y opiniones que se han consolidado como consensos, pero que ya no reflejan la realidad presente. Es necesario que las opiniones se fundamenten en la mejor y más reciente información disponible. La falta de una correcta investigación previa puede llevar a los candidatos a asumir posturas que luego le hacen más difícil ejercer el poder una vez elegidos.

Este despacho es parte de nuestro repositorio sobre: Recursos Naturales y Desarrollo, una de nuestras bibliotecas virtuales que consolidan información y análisis sobre temas seleccionados de especial interés para la formación de una opinión pública mejor informada y que pueda tener un criterio propio con mayor sustento.

¿Están los candidatos presidenciales informados de lo que la población piensa de la minería?

“En Cajamarca, a pesar de ser la segunda región minera del país, más del 70% rechaza esta inversión porque no siente sus beneficios”. Declaraciones de la candidata Keiko Fujimori, durante el último CADE.

Los candidatos presidenciales deben estar preparados a hablar sobre muchos temas, para responder a los intereses de los distintos segmentos de sus electores potenciales. Este tipo de abordaje hace que los candidatos tiendan a buscar un conocimiento apenas suficiente de los temas tratados, a fin de poder cubrir la mayor cantidad de ellos en sus discursos y entrevistas. El riesgo es, en el caso de que este conocimiento sea muy superficial, que se llegue a posiciones  poco claras como la de Julio Guzmán acerca de la consulta previa.  Más allá de cuál es la verdadera posición del candidato, lo que podemos rescatar es que él no estaba debidamente informado. Peor aún, afirmaba que conocía muy bien el tema. La falta de información de un candidato, puede llevar a que éste tome posiciones discursivas durante la campaña, de las cuales puede arrepentirse de llegar al poder.  El caso más lamentable fue el de las declaraciones del candidato Ollanta Humala en Bambamarca sobre la minería, que dañaron profundamente su reputación como presidente.

¿De dónde sacó Keiko Fujimori la afirmación con la que iniciamos este artículo?  Muy probablemente de un sondeo realizado por Ipsos-Apoyo, en la provincia de Cajamarca, durante el conflicto Conga y que fue publicado por El Comercio el 22 de agosto del 2012. En él, los resultados fueron arrolladores: el 78% de los cajamarquinos estaba en contra del proyecto Conga. Para empezar ella ha asumido en su discurso que el rechazo era porque “no siente los beneficios de la inversión”, sin embargo esa misma encuesta afirmaba que las razones del rechazo al proyecto estaban relacionadas al agua: “porque contamina y destruye el medio ambiente (34%), porque contamina el agua (23%), porque no habrá agua en el futuro (22%) y porque contaminará y destruirá las lagunas y los manantiales (8%)”. Estos resultados fueron portada del diario el Comercio a pesar de ser un sondeo sin valor estadístico, no una encuesta. Estos resultados hablan del excelente trabajo que habían logrado voceros anti-mineros para hacer percibir a la población que el agua que utilizaban estaba amenazada por el proyecto Conga, a pesar de no existir un sólo estudio  que pruebe que el agua vertida, tras ser tratada, por las operaciones de Yanacocha en el Río Grande (que alimenta a la ciudad de Cajamarca) haya afectado negativamente a la población o a la agricultura de la zona. O ignorando el monitoreo que se realizan con la firma del Gobierno Regional de Cajamarca desde el año 2004. 

Relación entre la minería y el desarrollo en la mente de los cajamarquinos

Si algo sí reconoce la mayoría de la población de la Provincia de Cajamarca es el efecto positivo que tiene la minería sobre la economía. En general, diversas encuestas establecen que los cajamarquinos reconocen la contribución que hace la minería a la  comunidad desde el punto de vista económico. En este caso, pese a la incompetencia en la ejecución y la corrupción de varias autoridades locales, los efectos dinamizadores de la economía son, en la actualidad, reconocidas por un sector mayoritario de la población. La minería representa el 27.4% del Valor Agregado Bruto de la región Cajamarca según el más reciente informe del Banco Central de Reserva.

Sin embargo, la mayor contribución de la minería es su propia presencia en la región, y la demanda de servicios, productos, puestos de trabajo que se genera por sus actividades. Hoy en Cajamarca se percibe una disminución en la demanda de servicios y se vive en el día a día: los taxistas tienen menos trabajo, las ventas disminuyen, cada año trabajadores son despedidos de las mismas empresas mineras y de sus contratistas. 

¿Realmente se tiene un rechazo de 70% a la actividad minera? 

Ver en Lampadia: Comuneros de Sorochuco y Huasmín: ¡CONGA VA!

¿Por qué pensar que la posición de la población no se ha alterado en los últimos 3 años? Hay diversos factores que se han alterado en el entorno: el canon recibido por la región está disminuyendo debido a la menor producción, el estancamiento económico de la región es más visible afectando a diversos sectores, la fatiga social de la población producto de varios años de conflictividad, etc. A propósito de esta pregunta, la empresa Datum publicó una encuesta el 3 diciembre del 2015 (un día antes de la presentación de Keiko Fujimori en el CADE) en la que el 64% de los encuestados estaría a favor del desarrollo del proyecto Conga bajo ciertas condiciones y que el 63.7% querría un diálogo entre el Gobierno Regional de Cajamarca y la empresa minera Yanacocha para reactivar Conga. Esta opinión sobre la necesidad del diálogo es mayoritaria a pesar de que el ex gobernador Gregorio Santos está detenido por acusaciones de corrupción y el actual gobernador es del partido de Santos. Esos resultados son muy diferentes a los afirmados por Keiko en el CADE. ¿De dónde se están informando los candidatos?

Existen varios elementos que pueden haber influido en este cambio en la posición de la población: la profunda recesión económica en la que se halla sumida Cajamarca, el trabajo de comunicación y relacionamiento de Yanacocha con la población, la percepción de la población de que Conga sería una ayuda para mejorar la economía local, considerada estancada (el 52.2% de los encuestados cree que está decayendo y el 43.9% cree que está estancada, según la misma encuesta), la disminución de la dedicación de los anti-mineros a generar oposición por las luchas internas en la izquierda de cara a las elecciones nacionales, etc.

Conclusiones

Los candidatos seguramente hacen sus declaraciones respecto a la minería en función a sus cálculos políticos. Sin embargo, es necesario que sus opiniones cuenten con la última información disponible y no se basen en información de más de tres años atrás, sin considerar los cambios sociales y políticos que pueden darse en tan prolongado periodo de tiempo.

Los candidatos deben entender que la conflictividad minera en el Perú no podrá ser resuelta únicamente con, necesarias pero insuficientes, medidas económicas. Este es un conflicto con una fuerte dimensión política y la solución no puede dejar de lado este aspecto para que sea efectiva. Aunque los candidatos no lo hagan evidente en campaña, es importante que el próximo Presidente del Perú sea consciente de las opiniones reales de la población como primer paso para destrabar los obstáculos que impiden la inversión. Lampadia