1

El asesinato de Samuel Paty

El asesinato de Samuel Paty

Tras el terrible asesinato de Samuel Paty – un profesor de una escuela secundaria francesa que expuso a sus alumnos unas caricaturas de Mahoma que fue decapitado días después – el pasado 19 de octubre, el fantasma del terrorismo islámico y su búsqueda de censura a la libertad de expresión vuelve a asolar las portadas de occidente, 5 años después del sangriento asalto a las oficinas de la revista satírica francesa “Charlie Hebdo” (ver Lampadia: Un ataque asesino contra la libertad de expresión).

Un reciente artículo publicado por The Economist que compartimos líneas abajo incide en el trasfondo cultural y religioso que precedió al cruento suceso. Como se comenta, si bien existen indicios de discriminación hacia la comunidad musulmana en el país francés, ello de ninguna manera puede exculpar un asesinato como este, el cual además sirve de recuento para otros cientos de casos registrados en los últimos años.

Pero lo realmente grave sigue siendo la persistente búsqueda de estos fundamentalistas para sembrar miedo con violencia de lo que en buena cuenta sostiene el modelo de democracia que defendemos en Lampadia: la libertad de poder expresar contenido visual o textual ofensivo sin esperar represalia alguna.

En este sentido, debemos saludar la reacción inmediata que tuvo el presidente Macron en declarar que su nación no claudicará en la publicación de sus caricaturas. No hay pues razón alguna para justificar una ejecución por publicar un dibujo o expresar ideas que pueden resultarles ofensivas a cualquier grupo por más mayoritario que sea.

Y respecto a los grupos terroristas que siguen sembrando terror en la UE, nuestras más muestra de repudio, y esperamos que estos eventualmente puedan ser reducidos o eliminados en su totalidad conforme se siguen desplegando los planes de inteligencia en los respectivos países que son víctimas de ellos. Lampadia

Los herederos de Voltaire
Francia tiene razón al defender la libertad de expresión

Nadie tiene derecho a no sentirse ofendido

The Economist
5 de noviembre, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Samuel Paty les dijo a sus alumnos que miraran hacia otro lado si podían sentirse ofendidos. Sabía que los musulmanes consideran blasfemas las caricaturas del profeta Mahoma. Pero dado que las imágenes en cuestión fueron publicadas por Charlie Hebdo, una revista satírica francesa cuyo personal fue masacrado por yihadistas en 2015, también fueron relevantes para una clase sobre libertad de expresión. El maestro pensó que sus alumnos tenían la edad suficiente para decidir por sí mismos. Por esto, fue decapitado.

En la era de las redes sociales, la indignación puede volverse global rápidamente. El padre que denunció a Paty no estaba en el salón de clases y mintió cuando dijo que su hija había estado. El yihadista que mató al maestro lo hizo después de ver un video de Facebook publicado por ese padre. Y cuando Emmanuel Macron, presidente de Francia, condenó el asesinato y defendió la libertad de expresión, los líderes de varios países musulmanes lo acusaron de islamofobia. Entre ellos se encontraban el presidente de Turquía, que encierra a miles de musulmanes por pertenecer al grupo religioso equivocado, y el primer ministro de Pakistán, que parece más molesto por los acontecimientos en un aula en Francia que en el gulag de un millón de musulmanes de su vecina China.

Los políticos sin escrúpulos siempre han provocado la indignación racial o sectaria para unir a sus partidarios y distraer la atención de sus propios defectos. Pero algunos críticos parecen creer sinceramente que Francia es la causa, más que la víctima, de los ataques yihadistas en su territorio. A menudo señalan su tradición de laicidad o secularismo. Esto fue consolidado por ley en 1905, después de una larga lucha con la Iglesia Católica. Protege el derecho a creer o no creer y separa la religión de la vida pública. Ningún presidente francés podría prestar juramento sobre un libro sagrado. Ninguna escuela pública francesa podría organizar un belén. Algunos sienten que tales reglas discriminan a los musulmanes. La prohibición de los símbolos religiosos “conspicuos” en las escuelas públicas incluye el crucifijo, pero algunos musulmanes todavía resienten el hecho de que ellos (o sus hijas) deban quitarse el velo en la puerta de la escuela. Cuando Macron anunció recientemente una ofensiva contra los signos del “separatismo islamista”, como la educación en el hogar, que ve como un pretexto para la enseñanza radicalizada, fue acusado de “armar” el secularismo contra los musulmanes.

Lo más controvertido de todo para algunos musulmanes es que la ley francesa protege el derecho a blasfemar e insultar a cualquier religión, aunque no a discriminar a un individuo por sus creencias religiosas. Algunos ven esto, erróneamente, como una campaña francesa para insultar al islam. Se han llevado a cabo boicots de productos franceses y protestas contra Macron desde Estambul hasta Islamabad.

La discriminación contra los musulmanes es un problema real en Francia, como reconoce implícitamente Macron. Es más probable que los empleadores eliminen sus solicitudes de empleo. Macron se ha comprometido a luchar contra el racismo y mejorar las oportunidades para las personas de los barrios desfavorecidos, “de cualquier color de piel, origen o religión”. Tendrá su trabajo cortado, incluso sin que sus propios ministros lo socaven al quejarse absurdamente sobre la existencia de estantes separados para alimentos halal en los supermercados.

Sin embargo, es importante no perder de vista dos puntos de contexto. Primero, más de 250 personas han muerto en ataques terroristas islamistas en Francia desde 2015. El año pasado fueron arrestados más sospechosos de terrorismo yihadista en Francia que en cualquier otro país de la UE. Los servicios de inteligencia franceses advierten que los radicales están librando una guerra por las mentes de los jóvenes, especialmente online, para ganar reclutas para la violencia. Francia tiene razón en estar más preocupada que la mayoría y tratar de responder con firmeza.

En segundo lugar, Francia también tiene razón al defender la libertad de expresión. Una religión es un conjunto de ideas y, por lo tanto, está abierta al debate e incluso a la burla. Los oradores considerados intentarán no ofender gratuitamente. Pero los gobiernos no deberían obligarlos a ser inofensivos. Si lo hicieran, todos tendrían que censurarse a sí mismos, por temor a ofender a la persona más fácilmente ofendida del público. Y como descubrió Paty, una audiencia puede incluir a cualquier persona en la Tierra que tenga un teléfono.

El estado francés nunca debe dar la impresión de que respalda la blasfemia, pero es correcto proteger a los blasfemos, así como es correcto proteger a quienes se quejan de ellos, siempre que no defiendan la violencia. Como han señalado muchos musulmanes reflexivos en Francia y en otros lugares, no importa lo ofendido que se sienta, la respuesta al discurso no son cuchillos: es más discurso. Lampadia




El 67% de los peruanos votaron por construir sobre lo avanzado

El 67% de los peruanos votaron por construir sobre lo avanzado

EDITORIAL DE LAMPADIA

Con motivo del lanzamiento de nuestra animación, El Modelo Sí Funciona – Lo que nos falta desarrollar no está en otro camino, el 5 de abril pasado publicamos la siguiente invocación a nuestros jóvenes:

“Cuando los peruanos ponemos nuestra cabeza en la almohada, nos apartamos del lenguaje social, de lo políticamente correcto y de la vocación por el reclamo y la queja. Solos, todos sabemos lo que necesitamos para tener vidas prósperas, así como las realizaciones de los últimos 25 años. Nuestros jóvenes sabían lo que necesitaban cuando pensaban migrar a economías de mercado como las de EEUU, España e Italia antes de la crisis y en Chile antes de Bachelet 2. Hoy en su patria, con sus familias, sus amigos y su comida, saben lo que necesitan, que no es otra cosa que lo que imaginaron conseguir, mediante su sacrificio y entrega personal en el exterior. Ahora pueden obtener todo ello y más en el Perú. Solo tienen que votar con la sabiduría y el espíritu de sus propias almohadas”.

Fotografía capturada por la NASA y procesada por un sistema de ‘rendering’ por Anton Balazh para mostrar los detalles de la geografía peruana

Nos alegra mucho comprobar que la gran mayoría de los peruanos votaron por un país que pueda ser parte del mundo moderno, en el que todos tengamos oportunidad de prosperar en base a nuestro esfuerzo, alejados de los odios y las rencillas y con una visión positiva de nuestro futuro.

Todo eso puede colegirse del resultado de las elecciones generales, que se desarrollaron con toda normalidad y tranquilidad.

La mancha negra que tenemos que lamentar es la pérdida de vidas de diez peruanos abnegados que en el desarrollo de sus funciones cívicas fueron asesinados por la insania criminal de la izquierda ultra radical de los remanentes terroristas en el VRAEM. Nuestras sinceras condolencias a sus honorables familias.

La segunda vuelta electoral, que se desarrollará entre Fuerza Popular y Peruanos por el Kambio, entre Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski, se presenta como una extraordinaria oportunidad para que todos vivamos una lección de civismo y un período de aprendizaje y reflexión sobre propuestas serias que nos permitan ponderar las políticas públicas que pueden terminar de llevarnos al desarrollo integral. Aquellas que necesitamos emprender para ocupar nuestro espacio entre los mejores países de la tierra.

No es una exageración. El Perú es un país milenario, como pocos. Es un país mega diverso que cuenta con muchos recursos naturales que pueden ponerse en valor para el bienestar de todos. Somos depositarios de una cultura muy rica, expresada en los legados de nuestra historia, nuestras tradiciones, artesanías, danzas y vestimentas. Tenemos gente muy trabajadora y creativa, que muestra condiciones de civismo formidables cuando se encuentran en un sistema socialmente sano, como lo hace el 10% de peruanos, los tres millones de mujeres, hombres y niños que viven en el exterior y trabajan abnegadamente, cumplen las leyes, ahorran, educan a sus hijos, participan de la vida pública de sus nuevos pueblos y son solidarios con sus familias en el Perú.

Solo nos falta una mejor clase dirigente, como lo dijeron en su momento los insignes Víctor Andrés Belaunde Diez Canseco y Jorge Basadre.

Ambos candidatos a la segunda vuelta electoral se distinguen por su ponderación, por su bonhomía y por ser esencialmente propositivos. Qué mejor ocasión para esperar de ellos, en los próximos dos meses, una demostración de amor por su tierra, con  vocación constructiva y el espíritu para fomentar 60 días de reflexión y aprendizaje.

¡Qué gran oportunidad! Hacemos votos por su aprovechamiento pleno. Lampadia       

 




Fiscal acusa el miércoles y muere el domingo

Fiscal acusa el miércoles y muere el domingo

El fiscal Alberto Nisman de 51 años, el mismo que acusó a la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner el pasado miércoles 14 de encubrir a Irán por el atentado en la Amia (ver en Lampadia (L):  Argentina habría encubierto a Irán), apareció muerto en su departamento el domingo 18, cuatro días después. En su momento, el gobierno argentino, a través de su canciller, negó enfáticamente el hecho.

Clarín en una edición de emergencia, tituló: “Conmoción política: encuentran muerto al fiscal Nisman”. La mañana de hoy, Nisman iba a ir al Parlamento para dar mayores detalles sobre la acusación. 

Como es de esperarse, su repentina y sorprendente muerte ha generado una sensación de desasosiego enorme. El crítico periodista, Jorge Lanata se preguntaba esta mañana: “Me resulta muy difícil de creer que Nisman se mató, ¿el tipo antes de declarar se mata? Vamos chicos…”, señaló. Muchos periodistas se preguntan lo mismo.

Lo cierto es que la investigación de Nisman se basaba en 330 discos con escuchas que comprometen seriamente al gobierno. La muerte de Nisman solo agrava la situación del kirchnerismo del que ya se sabía que era inepto y corrupto, ahora parece que podría tener las manos manchadas de sangre como las de las peores mafias políticas de la historia.

El albismo en sus estertores, parece expresarse con las prácticas más autoritarias: Represión y asesinato. López en la Cárcel y Nisman en la Tumba.  Lampadia




El Estado Islámico no sólo está matando gente. Está destruyendo una cultura

El Estado Islámico no sólo está matando gente. Está destruyendo una cultura

Publicado por The Washington Post, el 22 de agosto del 2014

Por Aki Peritz, ex analista de contraterrorismo de la CIA, y coautor de “Encuentra, Arregla, Termina: Dentro de las campañas antiterroristas que mataron a Bin Laden y devastaron Al-Qaeda.”

Traducido y compendiado por Lampadia

Antes de que el mundo sea testigo de la fuerza y brutalidad del [nuevo] Estado Islámico (ISIS) a través del video la semana pasada que muestra el asesinato del periodista estadounidense James Foley, un video adicional reveló otras formas de destrucción que el grupo terrorista está empeñado en infligir.

Este video anterior muestra un gran edificio de color canela con un minarete elevándose en la bruma del día. Después de diez segundos, hay un flash y una fuerte explosión. El minarete y el edificio desaparecen en una nube de humo. Y así, la supuesta última morada del profeta Jonás – el del gran pescado –fue reducida a escombros.

El Estado Islámico ha ido consolidando su control fanático en las tierras que ha conquistado. Además de las innumerables crueldades infligidas, como las expulsiones forzadas de los cristianos y otras minorías, ejecuciones en masa y el asesinato de líderes religiosos, también ha sido el causante de la destrucción del patrimonio cultural iraquí.

Desde que capturó parte del norte y oeste de Iraq en junio, ISIS ha volado sistemáticamente los sitios del patrimonio en los alrededores de Mosul, como el centenario altar a Seth (el tercer hijo de Adán y Eva), la Mezquita del profeta Jirjis y el Santuario Awn al-Din. A una hora al oeste de Mosul, en el pueblo de Tal Afar, ha demolido al menos tres santuarios chiíes y tres mezquitas.

Lugares bíblicos e históricos de Irak han sufrido enormes daños en la última década de la guerra. Por ejemplo, el Museo Nacional de Bagdad y Archivos Nacionales fueron saqueados después de la invasión de Estados Unidos, mientras que las tropas estadounidenses entre los años 2003 y 2004 utilizaron parte de la antigua Babilonia como helipuerto y reservorio de combustible. Pero la diferencia es que el ISIS hace un esfuerzo deliberado por destruir los espacios culturales de Irak. El grupo incluso se jacta de ello; una reciente edición de su revista en línea en idioma inglés, Dabiq, incluye una muestra fotográfica que da cuenta de los lugaresdestruidos por sus combatientes en los alrededores de Nínive. Y lo que no destruyen, lo saquean; el Sunday Times informó recientemente que el ISIS está saqueando los sitios arqueológicos y extrayendo un “impuesto” a los contrabandistas que mueven los artefactos robados.

El apetito de destrucción de ISIS estaría justificado por su adhesión a la cosmovisión salafista; sus miembros quieren volver Islam a lo que ellos perciben como la forma en la que los seguidores de las primeras generaciones de Mahoma actuaban y se comportaban. Los salafistas rechazan explícitamente “innovaciones” posteriores al séptimo siglo sobre el comportamiento y la interpretación del Corán – que, llevada al extremo, significa que todas las otras formas de la fe islámica son corruptas y deben ser borradas.

Esta no es la primera vez que grupos radicales se deleitan con la demolición sistemática del patrimonio de una nación. La destrucción de estatuas antiguas de Buda en Bamiyán, Afganistán, en 2001, por los talibanes es otro trágico ejemplo. Pero una mejor analogía de la destrucción cultural a escala industrial [y de impacto desconocido] es la de la Revolución Cultural (1966-76) de China. La juventud china, impulsada por la visión de Mao Zedong, formó unidades de la Guardia Roja en todo el país. Se les animó a acabar con los “cuatro antiguos” de la sociedad china: las viejas costumbres, los viejos hábitos, la vieja cultura y el pensamiento antiguo.

[Además de los asesinatos masivos de intelectuales y profesores universitarios] los Guardias Rojos destruyeron templos, mezquitas, sitios de patrimonio, arte y bibliotecas, convirtiendo gran parte de su cultura de 5,000 años de edad en cenizas. Sólo la intercesión de los funcionarios de alto rango podían detener las demoliciones. Por ejemplo, la razón por la cual la Ciudad Prohibida de Beijing no fue muy dañada es porque el primer ministro Zhou Enlai desplegó tropas para protegerla.

A lo largo de la historia, vemos que pequeños gruposse organizanpara tratar de detener o mitigar la destrucción cultural. En el libro de Robert Edsel “The Monuments Men” (y en la película de George Clooney con el mismo título), un grupo de voluntarios trata de rescatar los bienes culturales de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Hay también, quienes tratan de preservar la civilización desde dentro. Cuando Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y sus aliados tomaron la mitad de Malí en el 2012, conquistaron Tombuctú, una ciudad de gran erudición islámica. Fanáticos del AQMI arrasaron varias capillas en la ciudad, y declararon que los textos centenarios eran malos y deberían ser incendiados. Pero unos pocos bibliotecarios y un guardia de seguridad decidieron arriesgar sus vidas para protegerunos 28,000 textos del peligro, hasta que el gobierno de Malí y los paracaidistas franceses volvieron a tomar la ciudad a principios de 2013.

El presidente Obama declaró el miércoles que Estados Unidos “seguirá haciendo lo que se deba para proteger a nuestro pueblo” del ISIS y que “vamos a estar vigilantes, y vamos a ser implacables.” Pero además de su campaña de ataques aéreos, los Estados Unidos deberían identificar y ayudar a aquellos lo suficientemente valientes para frenar las pérdidas culturales irredimibles que se están infligiendo. Por desgracia, es difícil proteger construcciones tales como mezquitas, monasterios, iglesias, tumbas, santuarios y sitios arqueológicos – aunque los residentes han hecho esfuerzos para proteger algunos lugares – pero hay que trabajar con quienes están dispuestos a lo que sea para protegerlos bienesque se puedan salvar en la zona de conflicto. La administración también debe trabajar con el Gobierno Regional de Kurdistán, Turquía y la Unión Europea para albergar las colecciones que puedan salvarse. Ellos están borrando rápidamente el patrimonio cultural de Iraq, sin mayor resistencia.

Sin duda, parece un poco cruel enfatizar el rescate de bienes y objetos en lugar de centrarse exclusivamente en los riesgos para la gente que tanto ha sufrido. Sin embargo, por una razón u otra, ningún actor político que pueda traer una fuerza abrumadora a la mesa está retando efectivamente al ISIS – ni las tribus sunitas (todavía), ni el gobierno en Bagdad, ni los iraníes y  los Estados Unidos, a pesar de la campaña aérea limitada, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel que llama al grupo “una amenaza para todos los países estables en la Tierra.”

En el Libro de Jonás, Dios ordena al reacio profeta a viajar a la ciudad asiria de Nínive para informarle a su Rey ya sus habitantes de la destrucción que viene debido a su maldad. La Mosul moderna está construida sobre los restos de la antigua Nínive, y los malvados ahora gobiernan la ciudad de nuevo. Necesitamos valientes, modernos “Monument Men” (y mujeres) en Irak para detener el daño que el ISIS está infligiendo a diario en uno de los primeros borradores de la civilización humana.