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La reforma del agua potable en peligro

Jaime de Althaus
Para Lampadia

El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Javier Piqué, informó que el objetivo del Gobierno es cerrar al 100% la brecha en el suministro de agua en las áreas urbanas y al 85% en las zonas rurales del país para el 2021. Por supuesto, para eso se necesita, en primer término, recursos. Por eso agregó: “Esperamos que la inversión privada empiece a mejorar, de manera que el crecimiento del país se empiece a notar en el segundo semestre y tengamos los recursos para invertir y cerrar esa brecha”.

Pero resulta que pocos días antes de que el ministro formulara esas declaraciones, el Premier le había pinchado la llanta de ese objetivo por dos vías. Al ordenar a la Sunass que deje sin efecto el alza de la tarifa de agua en Moquegua, y aceptar luego revisar los peajes –que son contratos- con los transportistas, el Premier configuraba un escenario de ruptura de reglas básicas de la economía de mercado que, sin duda, como bien señaló Roberto Abusada, pueden afectar la confianza del sector privado y por ende la inversión. Y sin inversión, no habrá recursos presupuestales para alcanzar las metas de agua.

Pero, aun cuando los hubiera, de qué sirve invertir en agua potable y alcantarillado si después esas redes no se pueden mantener ni menos aún hay recursos para seguir invirtiendo. El 2016 el ex jefe de la Sunass, Fernando Momiy, nos decía que en los 10 años anteriores el Estado había invertido 20 mil millones de soles en obras de saneamiento y se preguntaba en qué se ha ido ese enorme monto. El Estado transfiere a las EPS, Gobiernos Regionales y Municipalidades alrededor de 3 mil millones de soles anuales para obras de saneamiento. El año pasado fueron 4 mil millones. Parte de eso son transfusiones de sangre del presupuesto nacional a las EPS incluso para subsistir y mantener las plantas y las redes. Por supuesto, las rehabilitaciones, ampliaciones o nuevas plantas se hacen siempre con dinero del gobierno central, no con fondos de las EPS.  

En muchos casos las EPS se han convertido en botín laboral de los alcaldes, que ponen en ellas a allegados a quienes quieren favorecer con un empleo, sin consideración de capacidad o necesidad. El siguiente alcalde los despide, pero regresan vía judicial, en virtud de la estabilidad laboral absoluta que impera en nuestro país. Sus directorios, presididos por el alcalde, se resisten a actualizar tarifas por razones políticas. Por eso, haberle dado al organismo regulador, la Sunass, autonomía para fijar las tarifas luego de estudios técnicos, fue un paso adelante muy importante para intentar la racionalización de estas entidades. Esos incrementos siempre venían con recomendaciones de gestión. Lamentablemente al Premier no se le ocurrió mejor idea que atacar ese instrumento clave, de modo que en adelante será muy difícil que la Sunass haga prevalecer los aumentos de tarifa que dispone. Es terrible.  

En el siguiente cuadro podemos ver que, al 2016, había 12 EPS cuyos “costos y gastos desembolsables” son superiores a sus ingresos operativos totales. Una de ellas, oh sorpresa, es la EPS Moquegua. Por eso, evidentemente, la Sunass dispuso el alza de la tarifa, cuestionada por el Premier. 

Fuente: Benchmarking regulatorio de las EPS, 2016, SUNASS

Y eso que este cálculo no considera los costos financieros de las EPS, las deudas impagas que tienen, por ejemplo, con el FONAVI. Hacia fines del 2016, la deuda de las EPS con el FONAVI sumaba más de 4,200 millones de soles.

Por eso, en el siguiente gráfico vemos cómo la cobertura de agua potable, lejos de aumentar, venía disminuyendo, al 2016, en las EPS grandes, medianas y pequeñas. En todas menos en Sedapal. La EPS carecen de capacidad de inversión porque sus tarifas son muy bajas.

Fuente: Benchmarking regulatorio de las EPS, 2016, SUNASS

No solo eso, la continuidad del servicio, es decir, el número de horas por día en que los que tienen conexión tienen agua, también ha caído en las grandes y pequeñas, como podemos ver en el siguiente gráfico:

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Fuente: Benchmarking regulatorio de las EPS, 2016, SUNASS

Y como podemos ver en el siguiente cuadro, 10 EPS distribuyen agua 10 o menos horas al día, y 15 EPS 12 horas o menos. Carecen de capacidad de inversión.

Fuente: Benchmarking regulatorio de las EPS, 2016, SUNASS

Recaudan poco no sólo porque eventualmente la tarifa es baja, sino porque la micromedición está relativamente poco extendida. En el siguiente cuadro podemos ver que hay incluso 5 EPS que no tienen micromedición alguna y muchas tienen porcentajes bajísimos. La EPS Moquegua, objeto de la interferencia del Premier, la micromedición alcanza sólo al 41%.

Fuente: Benchmarking regulatorio de las EPS, 2016, SUNASS

El asunto es penoso cuando nos acercamos al tratamiento de las aguas residuales.

  • Sólo el 3.66% de las aguas residuales de las EPS pequeñas son tratadas
  • Solo el 31.88% de las aguas residuales de las EPS medianas se tratan.
  • Hay 23 EPS que simplemente no tienen ningún tratamiento. Una de ellas es justamente la EPS Moquegua.
Fuente: Benchmarking regulatorio de las EPS, 2016, SUNASS

Por todo lo anterior, la reforma de las EPS, es decir, la reforma del agua potable, es fundamental en nuestro país. De hecho, 12 EPS se encuentran bajo el Régimen de Apoyo Transitorio, mediante el cual del Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS) interviene EPS para establecer estrategias de corto, mediano y largo plazo a fin de mejorar su gestión y reflotarlas.

Pues resulta que una de esas 12 es nada menos que la EPS Moquegua. Por eso, en el comunicado que emite la Sunass para defender su autonomía y aclarar que no ha anulado el aumento de la tarifa en Moquegua, acepta sin embargo evaluar la propuesta de que el primer año el alza sea financiada por la OTASS, es decir, por todos los peruanos (ver punto 6 del comunicado). Es lamentable que se haya tenido que ceder, solo para postergar un año el problema. La población tiene que ser bien informada acerca de las razones que hacen necesaria el alza.

La reforma de las EPS no es un tema fácil. Necesita, por eso, claridad, firmeza y apoyo político de parte de las más altas autoridades. Lo que no puede hacer el gobierno es socavar la autoridad y la autonomía de los organismos reguladores, porque entonces será imposible actualizar tarifas y organizar bien las empresas de saneamiento, que por ahora son una tubería rota por la que se van los recursos que en ellas se pone. Lampadia




Agua para todos sí, pero en la tubería

Agua para todos sí, pero en la tubería

El Perú es el octavo país con más agua dulce del mundo. Además contamos con más de 200 cuencas hidrográficas, 70% de los glaciares tropicales del mundo, 1,000 ríos y 12,200 lagunas. Sin embargo gran parte de nuestra población no tiene un acceso adecuado a servicios de agua potable y saneamiento. Nuestra cobertura y calidad de este servicio deja muchísimo que desear. El servicio de abastecimiento se mide por horas y las pérdidas de agua (ya sean físicas o por facturación) son de aproximadamente 50%.

Fuente:  www.proagua.org.pe

¿Qué debemos hacer para tener agua todo el año? Fernando Cilloniz, en su reciente columna de opinión “En nombre del Agua…” propone reservorios. Para esto, han creado un proyecto denominado “La Hermandad del Agua” en el que se busca trasvasar aguas sobrantes de las cuencas atlánticas hacia las vertientes occidentales de nuestra cordillera, específicamente hacia Ica. esto ayudaría a marcar el camino a seguir para el sector de Agua y Saneamiento, la cual Cilloniz sintetiza como “mucho floro y ni una gota de agua almacenada”.

Uno de los motivos más importantes es que la mitad de las EPS en el Perú están en falencia financiera, por lo que no pueden brindar un servicio adecuado a la población, ni llegar a más peruanos que todavía carecen de agua y desagüe. Y la solución no es reflotarlas sin cambiar su estructura. Sin embargo, es importante resaltar que el plan del Ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), Edmer Trujillo, de reflotar las Empresas Prestadoras de Servicios (EPS) que no estén funcionando bien en el abastecimiento de agua potable a la población en provincias es simplemente una pérdida de recursos y tiempo. Es simplemente más de lo mismo.

La solución es clara. De la misma manera que se reestructuró el manejo de los servicios públicos de electricidad y comunicaciones (mediante las privatizaciones de los años 90) para lograr brindar una mejora sustancial de los servicios, ahora debemos despolitizar el manejo de las empresas, profesionalizar su gestión e involucrar, mediante APPs u otros mecanismos,  al sector privado en la operación de los servicios de agua y saneamiento.

Además, la operación de Sedapal es excesivamente ineficiente, la empresa estatal responsable de los servicios de agua potable y alcantarillado en Lima y las EPS en las regiones. Las malas instalaciones hacen que gran cantidad de habitantes sufran la escasez de este recurso. Existe una insuficiencia de cobertura y además la población peruana no tiene por qué ser víctima de insuficientes horas de servicios, baja presión de agua, agua no apta para el consumo humano, aniegos de aguas servidas y muchos otros factores que reflejan un mal servicio de saneamiento.

El diagnóstico del sector es el mismo que hace 23 años, según el propio ministro. Queda claro, entonces, que fue un error mantener el servicio de agua potable y alcantarillado en manos del Estado. Lo principal es el servicio de calidad para todos los peruanos, sin importar quién lo otorgue. Lo que es más, si el servicio estuviera en manos privadas, la fiscalización del estado sería más exigente y se podría asegurar un avance sustancial en calidad y cobertura. Ver en Lampadia: Cambiemos los paradigmas sobre el agua.

Como afirmó Jaime de Althaus en un reciente artículo para Lampadia (Ver: Agua Potable: Un servicio público menoscabado por la política), “el problema central de las EPS es que no son capaces de mantener adecuadamente las redes que manejan y menos aún de ampliarlas, porque tienen tarifas bajas o gastos de personal excesivos o mucha corrupción, y carecen de capacidad profesional para formular proyectos. Según la Sunass, las EPS no tienen proyectos ni proyectistas. La propia Sedapal sólo puede ejecutar 400 millones al año de los 650 millones que tiene disponibles.”

Como analiza el artículo del Banco Mundial, compartido líneas abajo, la actual oferta de productos de saneamiento es insuficiente y no satisface las necesidades reales de la gente, “9,7 millones de habitantes no tienen servicio de agua y saneamiento, respectivamente, de los cuales 60% reside en el ámbito rural en uno de los 73,500 centros poblados”. Asimismo detalla una serie de acciones que podrían ayudar a desarrollar el sector, como fortalecer el liderazgo del ente rector y su capacidad de coordinación, establecer una política de financiamiento y fortalecer la autonomía operativa y financiera de las EPS.

Entonces, ya no quedan excusas para evitar que Sedapal y las EPSs se conviertan en holdings de administración de concesiones privadas, debidamente fiscalizadas por todas las instancias correspondientes. Eso solucionaría los problemas de cobertura, calidad y precio. No hacerlo es irresponsable, ineficiente y va en contra de los intereses de todos los peruanos, especialmente de los más pobres. Lampadia

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PERÚ

Universalización de servicios de agua y saneamiento sostenibles

Una publicación del Banco Mundial

Notas de Política

Garantizar la disponibilidad de agua y saneamiento (A y S) sostenible para todos es uno de los principales motores de la salud pública y puede tener efectos profundos en el estado de nutrición de las mujeres y los niños. Asegurar la provisión de servicios confiables y eficientes contribuye al desarrollo y competitividad de diferentes sectores de la economía.

Si bien las coberturas de los servicios de A y S se incrementaron sustancialmente en los últimos años, la calidad y eficiencia de los servicios todavía no están acordes a los niveles esperados de un país de ingresos medios como el Perú, y requieren importantes mejoras para lograr servicios continuos de 24 horas diarias.

Atender los desafíos en A y S requiere importantes reformas institucionales, así como políticas públicas que introduzcan incentivos adecuados para el desarrollo progresivo y sostenido del sector.

Logros

Se incrementó la cobertura de A y S

Según el Programa de Monitoreo Conjunto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio al 2015, el Perú alcanzó las metas de A y S.

Las coberturas de A y S entre los años 1999 y 2014 se incrementaron en 16% y 14% respectivamente, contribuyendo a reducir la pobreza en alrededor de un 25% y la tasa de Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAs) en un 0,5%

La instalación de grandes Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales

En el 2015, se produjo un importante aumento en el tratamiento de aguas residuales (TAR) como resulta- do de la puesta en marcha de dos grandes plantas de tratamiento de aguas residuales (PTARs) de Lima: Taboada y La Chira. Sin embargo, la cobertura y niveles de TAR en el resto del país son deficitarios, ya que 89 localidades administradas por empresas prestadoras de servicios de saneamiento (EPS) no cuentan con PTARs y las existentes operan deficientemente, descargando efluentes que contaminan los cursos de agua.

La introducción de un marco legal

El Perú ha logrado construir un marco institucional y regulatorio para gestionar el A y S en concordancia con buenas prácticas internacionales, diferenciando los principales roles: rector (Ministerio de Vivienda, Construcción  y Saneamiento-MVCS), regulador (SUNASS), prestadores (EPS) y el organismo  técnico especializado a cargo de cautelar la ejecución de la política del Estado en materia de prestación  de los servicios de saneamiento (OTASS). Sin embargo los desafíos del sector requieren mejorar la organización y capacidad de liderazgo del MVCS para la implementación de políticas y de coordinación.

Desafíos

  • Incrementar el acceso a A y S. Unos 3,8 y 9,7 millones de habitantes no tienen servicio de agua y sanea- miento, respectivamente, de los cuales 60% reside en el ámbito rural en uno de los 73 500 centros poblados. Asimismo, es necesario ampliar la cobertura del servicio de TAR en localidades urbanas.
  • Lograr la autonomía operativa y financiera de las EPS y la mejora de su gobernanza corporativa mediante la acción conjunta de SUNASS y OTASS. De igual manera, es vital profesionalizar los cuadros gerenciales y técnicos, eliminando las barreras a la posibilidad de ofrecer salarios competitivos
  • Mejorar la coordinación entre las instituciones  sectoriales y con los gobiernos locales y regionales a los efectos de alinear los incentivos de mejora del servicio.
  • Eliminar la discrecionalidad del financiamiento  y cofinanciamiento  de la inversión pública en A y S
     
  • Solucionar el alto nivel de endeudamiento de las EPS, principalmente  con el Fondo Nacional de Vivienda (FONAVI) y la Superintendencia Nacional de Administración  Tributaria (SUNAT).

¿Cómo avanzar?

1. Fortalecer el liderazgo del ente rector y su capacidad de coordinación

  • Revisar la organización interna, aclarar roles y responsabilidades, dotando a los organismos del sector de recursos y capacidad profesional para llevar adelante la transformación sectorial.

2. Establecer una política de financiamiento

  • Incluir tarifas  y subsidios eficientes,  y requisitos  de cofinanciamiento  que potencie  la asignación de los recursos presupuestales del gobierno nacional (MVCS)
  • Incorporar incentivos ligados a la mejora de la gestión, coberturas de A y S y TAR mediante programas por resultados.

3. Fortalecer autonomía operativa y financiera de EPS

  • Realizar un estudio organizacional de los entes nacionales, regionales y de las EPS
  • Mejorar la política de remuneraciones para el nivel nacional y de EPS y atraer profesionales con experiencia para implementar las políticas sectoriales
  • Desarrollar un programa nacional dirigido a EPS para alcanzar niveles de micro-medición al 100%
     
  • Establecer incentivos y mecanismos para promover la agregación de EPS.

4. Establecer la política de TAR y reutilización de efluentes

  • Revisar las normas de calidad correspondientes.

5. Formular políticas y programas de A y S para poblaciones rurales

  • Proveer de soluciones de saneamiento (tradicionales y no tradicionales) en el ámbito rural disperso.

6. Formular políticas y programas de A y S para poblaciones periurbanas

  • Desarrollar e implementar un programa con soluciones no convencionales para mejorar el acceso de la población en zonas periurbanas.

Este documento  se basa en el “Informe sobre la Situación actual y Perspectivas de Desarrollo del Sector de Agua y Saneamiento del Perú” (2016), preparado por el equipo de la Práctica Global de Agua, basado en los trabajos técnicos que viene desarrollando con el sector. Para más información contactar a Sandra Arzubiaga (511) 622 2339, sarzubiaga@worldbank.org

 

 




El agua es abundante en el Perú

Solo el 2.5% del agua del mundo es consumible. Esta se encuentra en ríos, lagunas, nevados, entre otros. A medida que crece la demanda de agua, las ciudades se ven obligadas a depender de fuentes que se encuentran más alejadas de las ciudades y que son más caras de aprovechar.

Fuente: Mineriaconfuturo

En este contexto, Latinoamérica tiene una gran ventaja, pues cuenta con la mayor cantidad de agua dulce en el mundo. Según el Global Water Partnership, casi un cuarto de los recursos hídricos renovables están en Sudamérica. En el listado de los países que cuentan con la mayor cantidad de agua, tres países latinoamericanos están entre los 10 primeros: Brasil (primero), Colombia (sexto) y Perú (octavo).

El Perú tiene la mayor disponibilidad per cápita de agua dulce renovable en América Latina. Cuenta con 159 cuencas hidrográficas, más de 3,000 glaciares, 12,200 lagunas en la sierra y más de 1,007 ríos. Tiene tres vertientes hidrográficas: la del Atlántico (genera 97.7% de los recursos hídricos), la vertiente del Pacífico (1.8% de los recursos hídricos) y la vertiente del Titicaca (el restante 0.5%).

Sin embargo, la utilización del agua es excesivamente ineficiente por Sedapal, la empresa estatal responsable de los servicios de agua potable y alcantarillado y las EPS. Las malas instalaciones y el malgasto que realizan de ella quienes tienen mayores ingresos, hacen que gran cantidad de habitantes sufran la escasez de este recurso. Existe una insuficiencia de cobertura y además la población peruana no tiene por qué ser víctima de insuficientes horas de servicios, baja presión de agua, agua no apta para el consumo humano, aniegos de aguas servidas y muchos otros factores que reflejan un mal servicio de saneamiento.

Fuente: Peru21

Las carencias varían dependiendo del sector. Por ejemplo, el sector agricultura, que es el que tiene una mayor demanda hídrica (88.7%), la eficiencia de uso es de tan solo 30% a 35% y existen 300,000 hectáreas de tierras con problemas de salinidad y drenaje. Además, las tarifas de agua no cubren los costos de operación y mantenimiento y existe una gran deficiencia de infraestructura hidráulica. Según la FAO, el Perú está entre los países de América Latina que más agua utiliza para agricultura y ganadería. Ver gráfico inferior:

Por otro lado, el uso doméstico abarca el 7% de la disponibilidad nacional, teniendo una eficiencia de uso de tan solo 45% – 50% (se estima que un tercio del agua se pierde en conducciones. El uso industrial llega al 6% y el minero no supera el 2%.

Además, actualmente los promedios regionales y nacionales ocultan grandes desigualdades. El 86.1% de habitantes a nivel nacional tienen servicio de agua potable. Sin embargo, la cobertura de agua potable urbana es del 93.4% y la cobertura rural solo alcanza el 63.2% (según la Encuesta Nacional de Programas Estratégicos INEI). Esto significa que 9 de cada 10 peruanos acceden al servicio de agua potable en el ámbito urbano y 6 de cada 10 peruanos acceden a agua potable en el ámbito rural.

El gran problema es que el diagnóstico del sector es el mismo que hace 23 años, según el propio ministro. Queda claro, entonces, que fue un error mantener el servicio de agua potable y alcantarillado en manos del Estado. Lo principal es el servicio de calidad para todos los peruanos, sin importar quién lo otorgue. Lo que es más, si el servicio estuviera en manos privadas, la fiscalización del estado sería más exigente y se podría asegurar un avance sustancial en calidad y cobertura. Ver en Lampadia: Cambiemos los paradigmas sobre el agua.

Daños en la Bocatoma de la planta de agua potable de Huachipa

Como afirmó Jaime de Althaus en un reciente artículo para Lampadia (Ver: Agua Potable: Un servicio público menoscabado por la política), “el problema central de las EPS es que no son capaces de mantener adecuadamente las redes que manejan y menos aún de ampliarlas, porque tienen tarifas bajas o gastos de personal excesivos o mucha corrupción, y carecen de capacidad profesional para formular proyectos. Según la Sunass, las EPS no tienen proyectos ni proyectistas. La propia Sedapal sólo puede ejecutar 400 millones al año de los 650 millones que tiene disponibles.”

Entonces, si no se quiere privatizar por razones ideológicas, por lo menos convirtamos a Sedapal y las EPSs en un holdings de administración de concesiones privadas, debidamente fiscalizadas por todas las instancias correspondientes. Eso solucionaría los problemas de cobertura, calidad y precio. No hacerlo es irresponsable, ineficiente y va en contra de los intereses de todos los peruanos. 

Lampadia




Acceso al agua: Algo que tratamos con mucha hipocresía

Acceso al agua: Algo que tratamos con mucha hipocresía

Hace unos veinte días publicamos una nota en la que decíamos: Agua Potable: Un servicio público menoscabado por la política. Con respecto a ella y en base a algunos de los comentarios que hemos recibido en nuestro Facebook, podemos comprobar cómo se han grabado con fuego algunos mitos que responden a ideas políticas (ideas muertas) que actúan como lentes oscuros e impiden poner las cosas importantes por delante. Explicamos como fue que los servicios de saneamiento no siguieron la suerte de los servicios eléctricos y de comunicaciones.

Después de haberse reestructurado el manejo de los servicios públicos de electricidad y comunicaciones, mediante las privatizaciones de los años 90, que permitieron una mejora sustancial de los servicios y el empoderamiento del Estado como el regulador de la actividad privada, hace prácticamente 20 años el país optó por mantener el servicio de agua potable y alcantarillado en manos del Estado.

Desde entonces, la politiquería ha ido solidificando un statu quo, a todas luces negativo: que impide a los ciudadanos el acceso a un servicio de calidad  y castiga a los más pobres a pagar por el agua hasta 15 veces más que las clases más acomodadas, que genera inmensas pérdidas de recursos públicos por inversiones inefectivas y; que permite la presencia de mafias corruptas que medran alrededor de las limitaciones de los pobres.

Peor aún, para evitar la participación del sector privado (esa suerte de ‘fuerza de ocupación extranjera’) en los servicios de agua se salió del apuro entregando el manejo de las empresas públicas en todo el país a los municipios, con lo cual los mitos previos ocuparon el estatus de una suerte de ‘sustento constitucional’ contra los que ni siquiera era conveniente declarar.

Daños en la Bocatoma de la planta de agua de Huachipa

En el caso de Lima, se creó el monstruo de Sedapal, una ‘empresa’ en donde según el Primer Ministro Cateriano, hay unos dos mil puestos de trabajo que tienen el derecho a heredarse a los hijos, por pacto sindical. Un pacto de ‘lesas legitimidad’ que debiera contarse de seco acusando penalmente a los que lo firmaron por la empresa y el sindicato, que establecieron un pacto contra el interés de los ciudadanos en su condición de ‘servidores públicos’.

En la nota referida señalamos varios casos de inversiones fallidas en Sedapal, así como sugerencias de cómo enfrentar las soluciones que podrían sacarnos de este atentado contra los pobres. En la misma fecha publicamos otra nota que aportaba recomendaciones adicionales, ver:  Una solución práctica para aliviar la escasez de agua.

Ahora publicamos líneas abajo, una nota publicada en El País de España, que habla de las limitaciones de estos servicios en la región y enfatiza como, en un país con tanta agua como el Perú, seguimos sin acceso universal y además, algo muy importante, que se quiere esconder debajo de las alfombras, los servicios que no ofrecen agua por 24 horas diarias.

Esperamos que el nuevo gobierno sea capaz de asumir el liderazgo necesario para que podamos enfrentar el reto de reconvertir el esquema actual, especialmente, tratándose del ‘pet project’ del propio PPK. Esfuerzos que tendremos que apoyar ilustrando a la opinión pública sobre los verdaderos análisis costo-beneficio a considerar.

TERMÓMETRO ECONÓMICO Y SOCIAL DE AMÉRICA LATINA

En la región con más agua, millones no tienen baño

Julio César Casma

El País Internacional

9 de Julio 2016

Glosado por Lampadia

 

91% del mundo tiene acceso a agua, pero 1.800 millones utilizan una fuente que está contaminada con materia fecal

La fórmula del problema es bastante simple: a más gente, mayor demanda de agua, pero las fuentes de suministro no aumentan tanto como las personas que la necesitan. Si bien el número de familias que accede a una fuente de agua ha aumentado en los últimos años, llegando al 91% para 2015, aún 663 millones de personas en todo el mundo, siguen esperando por agua limpia y barata para todos.

Las ciudades y la agricultura son las que más contribuyen al problema. La alta concentración de fábricas e industrias, los sistemas de transporte y edificios que requieren gran cantidad de energía podrían influir en una posible crisis de agua en el futuro. Además, aproximadamente el 70% del agua extraída de los ríos, lagos y acuíferos se utiliza para el riego.

El problema no queda ahí. Aun cuando tres cuartas partes del mundo están cubiertas de agua, sólo el 2% es dulce, y de acuerdo a Naciones Unidas, al menos 1,800 millones de personas en el mundo utilizan una fuente de agua potable que está contaminada con materia fecal y cada día cerca de 1,000 niños mueren a causa de enfermedades diarreicas prevenibles relacionadas con el agua y el saneamiento.

Entregar agua limpia y asequible para todos es un desafío con varios peldaños. El cambio climático, la gestión del agua, la escasez y la calidad del agua son temas claves para empezar a solucionar el problema.

Tenemos agua, pero no todo el día.

EL Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 reconoce que tener agua de forma sostenible va más allá de sólo proporcionar un suministro de agua potable y un adecuado saneamiento. Contar con ambos elementos implica mejoras para el medio ambiente, la salud, la seguridad alimentaria, la capacidad de recuperación frente a desastres e incluso el crecimiento económico de un país.

Actualmente, más del 91% de la población tiene acceso a una fuente mejorada de agua, superando la meta del Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODS) del 88%. Sin embargo, en todo el mundo, el servicio es a menudo insuficiente o insostenible, y el agua, incluso de una fuente mejorada, no siempre es segura para beber, según el Banco Mundial.

En Perú, por ejemplo, si bien la cobertura de acceso a agua es del 87%, aún varias ciudades sólo cuentan con ella por 9 horas al día. Uno de los problemas es que parte del agua potable se pierde durante su transporte a los hogares, en las tuberías rotas o sin mantenimiento. Mejorar la calidad del servicio implicaría también determinar si el costo de las tarifas es suficiente para proveer un buen servicio acordes con los ingresos de los usuarios.

Una mujer lava ropa en Íquitos, Perú. Mónica Tijero Banco Mundial

¿Qué pasa con el saneamiento?

Actualmente, sólo el 68% de la población mundial tiene acceso a saneamiento, esto deja fuera a 2,400 millones de personas que carecen de retretes o letrinas. El ODS 6 también busca garantizar un saneamiento adecuado para todos y para poner fin a la defecación al aire libre, la cual contamina el agua disponible y extiende enfermedades tales como el cólera, la diarrea y la disentería y causando la muerte de más de 842,000 personas al año. 

En el mundo, en promedio, siete de cada diez personas que carecen de acceso a instalaciones sanitarias higiénicas y seguras viven en zonas rurales. Y en América Latina, no es diferente. A pesar de los avances sociales y económicos recientes, aún 106 millones de personas aún no cuentan con un baño digno en casa y 34 millones no tienen acceso a agua potable de forma sostenible.

Lampadia