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Argentina: La dura y larga salida del abismo populista

Argentina: La dura y larga salida del abismo populista

El nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, se ha movido a un ritmo acelerado para recuperar al país de los doce años de políticas económicas y sociales equivocadas que implantaron los gobiernos de los Kirchner, los acólitos del socialismo del siglo XXI y amigos del ALBA, del nefasto Hugo Chávez. Argentina, fiel a su larga maldición del populismo ‘institucionalizado’ hace 64 años por Perón (su primer gobierno fue del 1952 al 1955), volvió a caer en manos de irresponsables que continuaron llevando al país desde una situación expectante, con un PBI pc equivalente al 71.6% del de EEUU en 1913, a uno que solo equivaldría al 19.3% en el 2010.

De entrada, Macri eliminó los impuestos a la exportación (que llevaron a que Uruguay exportara más carne que Argentina) y devaluó el peso en un 30% con respecto al dólar (el nivel del mercado negro). El objetivo es claro: devolverle la confianza a los inversores extranjeros y promover que los argentinos traigan de vuelta los fondos que mantienen fuera del país.

Si bien se espera que las reformas fiscales y una moneda más débil beneficien las exportaciones del país, también traerá ciertos problemas, consecuencia inevitable de los indispensables ajustes. La depreciación de la moneda está aumentando la inflación, la cual cerró el año pasado en 27% según el FMI. Standard & Poor’s estima una inflación de 35% para fines de este año

Si los salarios reales no se mantienen al día con el aumento de los precios al consumidor, un peso más débil dañará el consumo privado, el cual, a su vez, afectará negativamente el crecimiento. Bajo la administración de Kirchner, el crecimiento fue impulsado artificialmente por el gasto público y políticas populistas, tales como subsidios generalizados al consumo de  energía. Macri está intentando cambiar los motores del crecimiento económico mediante la atracción de más inversión. También está avanzando con la revisión de los subsidios a los servicios públicos, tratando de mantenerlos para los más pobres, con el fin de reducir el déficit presupuestario. Los analistas de JP Morgan comentan que:

“Para reequilibrar el equilibrio monetario y fiscal y apoyar el crecimiento en el mediano plazo, será necesario que la economía sufra una severa devaluación que empujará a la economía de vuelta a la recesión en el corto plazo. La resolución de estos problemas se destaca como fundamental para aumentar la inversión y poner en marcha el crecimiento”. 

Por otra parte, el gobierno espera llegar a un acuerdo con los fondos especulativos por la restructuración (quita) de la deuda pública. Macri envió a sus negociadores a EEUU para proponer un pago de US$ 6,500 millones de los US$ 9,000 que reclaman. Dos de los seis acreedores principales han aceptado. Ese dinero saldrá de la emisión de nuevos bonos.

La lógica de la propuesta es contundente: Actualmente Argentina no tiene acceso a los mercados de deuda tradicionales y debe financiarse a tasas muy costosas. Una vez hecho el arreglo con los acreedores belicosos, podrán bajar el costo del financiamiento a tal punto que el menor pago de intereses compense el costo del arreglo. Los anuncios de Macri en el Foro Económico Mundial en Davos (evento al que nunca asistieron los Kirchner), ofreciendo volver a auditar las cuentas públicas, ha permitido que EEUU de su consentimiento para que Argentina reciba créditos multilaterales de instituciones como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Además, Macri ha disminuido o eliminado la mayoría de las barreras a la agroexportación, recurso clave de la economía del país. Este fue el caso de los cereales como el trigo o carne de res. Los productores de soja, los principales exportadores del país, han visto una reducción de las tarifas fiscales de 30 a 35% en dos semanas: una gran ayuda para una economía en desaceleración.

Luego de más de una década de dominio de los Kirchner, la agenda de reforma de Macri es una gran ayuda para la economía argentina que, como Venezuela, desperdició los mejores años del súper ciclo de precios de los commodities, al punto que en vez de haberse enriquecido, terminó empobrecido, endeudado y con la imperiosa necesidad de llevar a cabo dolorosos ajustes.

Además, Argentina ha estado sumida en un clima de corrupción generalizada y represión económica. Esto produjo disminuciones muy pronunciadas de los 10 indicadores de libertad económica del país, incluyendo el control del gasto público, la libertad laboral y la libertad de empresa. Gravemente obstaculizada por la interferencia del Estado, la economía formal se estancó, mientras crecía la actividad de la economía negra. 

A finales de 2015, las políticas imprudentes de los Kirchner ya habían afectado gravemente el crecimiento económico del país. Las cifras oficiales del PBI no se publican, pero el FMI indica que su economía se está contrayendo.

Si Mauricio Macri promueve el crecimiento económico a largo plazo, desmantela las políticas populistas de los Kirchner, fomenta la estabilidad, la inversión extranjera y la competencia, podrá aspirar a cambiar la suerte de Argentina y corregir un descalabro de más de cien años que ha hecho que los argentinos pierdan la disciplina y estamina necesarias para tomar el espacio del país exitoso que les robó el populismo. Esperemos que siga así y que logre corregir el curso de una de las economías más grandes de Latinoamérica. Lampadia

 

 

 




Sudamérica: Crecimiento visto con lentes oscuros

Sudamérica: Crecimiento visto con lentes oscuros

Todos comentan sobre la desaceleración de la región. Se dice que es la más afectada por la situación de la economía global, por la caída de los precios de los commodities, por la aguantada del crecimiento chino, por su dependencia de materias primas. Lo hace el FMI, el Banco Mundial (BM) y muchos analistas. Se pronostica un mísero crecimiento de 0.5% para el 2015. Nuestro ministro de Economía y Finanzas se solaza afirmando que seremos líderes de crecimiento en la región (el campeón de los pobres), así crezcamos menos de 3%, sin dudas un papelón.

La verdad es que la historia es totalmente diferente. Para entenderlo, solo tenemos que ver, uno por uno, los principales países de la región y preguntarnos luego si los asertos sobre los shocks externos son correctos o si la frenada del crecimiento es obra (y gracia) de nuestros fallidos gobiernos.

Para evaluar el tema, veamos los casos más representativos. Revisemos la situación de Venezuela, Argentina, Brasil, Chile y Perú:

 

Venezuela: Según el Presidente Humala, su situación de crisis humanitaria se debe a los gobiernos anteriores a Chávez. Según el resto del mundo, se debe precisamente a los gobiernos del chavismo. Estos asaltaron su empresa petrolera para hacer política local y regional, estatizaron lo que les dio la gana, regalaron los recursos fiscales adentro y afuera. Pusieron controles de cambio y de precios, con lo que generaron que desaparezcan las divisas (tipo de cambio del mercado negro es 100 veces el oficial) y se creó una carestía perversa de los bienes más esenciales. Además, el país batió todos los records de criminalidad y corrupción. No hay libertad de opinión, de prensa, ni de oposición política. Su producción interna colapsó, incluso la petrolera (cayó 40%), que hoy representa más del 96% de sus exportaciones. Este año su economía caerá en 5.1%.

Argentina: Capturada por los Kirchner, una versión edulcorada del peronismo que viene destruyendo el país desde hace más de 70 años. Estos ‘salvadores de la patria’ se enriquecieron en lo personal, mientras desaprovechaban el boom de commodities al optar por las políticas del Alba. Nacionalizaron varios sectores, empezando por el de energía y se quedaron sin abastecimiento teniendo que volcarse a la importación en los tiempos de mayores precios del petróleo. Impusieron cargas tributarias absurdas a la exportación de carne, hoy exportan menos que Uruguay.  Controlaron los precios y tuvieron que poner vigilantes en todos los supermercados. Desapareció hasta el tomate y se quedaron sin salsa para la pasta. Se empobrecieron tremendamente, cayó su producción y falsearon sus cifras macroeconómicas, de igual manera como hizo Grecia para entrar y para permanecer en el Euro. Hoy su economía decrece y adolece de todos los males del doloroso piso que al final producen el populismo y la corrupción.

Brasil: Después de cuatro gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), Brasil se debate entre la recesión económica, la corrupción y el ‘impeachment’ (juicio de corte del mandato presidencial) de su presidenta. Lula empezó relativamente bien. Eligió buenos funcionarios para manejar el fisco y la política monetaria. Luego, bajo los auspicios del nuevo descubrimiento del Banco Mundial (BM) para luchar contra la pobreza, las transferencias ‘condicionadas’ de dinero a los pobres (Oportunidades en México, Bolsa Familia en Brasil, Juntos en Perú, etc.) y el aumento de ingresos por la soya empezó un programa de asistencialismo que llega a gran parte de la población. Además, luego de su ‘ascensión’ a miembro de los BRIC, mostró mucha soberbia con sus políticasasistencialistas que pregonaba por todas partes. En el Perú retó al presidente García diciendo que era mejor distribuir para crecer, que crecer para distribuir. Alardeó con sus cifras y en Lampadia tuvimos que cuestionarlo, pues nuestras cifras eran mejores. Ver: Luces y sombras de la visita de Lula al Perú.

Posteriormente, luego del descubrimiento de unafranja de petróleo enorme en la capa sub-acuática llamada de pré-sal, alteró prepotentemente la propiedad de los activos de Petrobras que mantenía un alto porcentaje de sus acciones en la bolsa; reservó para el Estado el yacimiento y empezó a bombear aire a la empresa, que eventualmente colapsó. Tuvieron que vender sus activos internacionales, nunca pudieron desarrollar el nuevo yacimiento (y probablemente nunca se haga) y se metieron de manos y bolsillos llenos en esquemas de corrupción, siempre con el mascarón de proa de Petrobras. Finalmente, el gran Brasil pasó de fulgurante BRIC a triste decepción, ver en Lampadia: Brasil sin rumbo ni brújula. El mundial de futbol en Brasil terminó siendo el símbolo del fracaso de la popularidad de Lula y Rouseff, de su economía y de la agonía del orgulloso Partido de los Trabajadores. Hoy están en recesión y a punto de expulsar a su presidenta por corrupción política y falta de visión de futuro.

Chile: En cuanto a Chile, ya habíamos comentado que Bachelet había puesto marcha atrás, pero por la alta participación del cobre en su economía, creíamos que Chile sí era víctima de un shock externo, tal como se plantea para toda la región. Sin embargo, hace solo dos semanas, tuvimos la visita en Lima de Klaus Schmidt-Hebbel (KSH), que nos demostró que Chile no sufría por la caída del cobre, pues los términos de intercambio de su economía, tomando en cuenta la caída del precio del petróleo (son importadores de todo el petróleo que consumen) eran  neutros y afirmó que la parálisis de su crecimiento era “woman-made” (hecha por una mujer): obra de Michelle Bachelet. Según KSH, Chile es víctima de un shock político interno que paró en seco la economía. Ver en Lampadia: Chile sigue ejerciendo su derecho a ser estúpido. Y apreciar el siguiente gráfico: 

Por lo tanto, Chile, el país más expuesto a los precios del cobre, no es víctima de su dependencia en los recursos naturales, sino, como dice el historiador británico Nial Ferguson: “están ejerciendo su derecho de ser estúpidos”.

Perú: Como hemos explicado antes, ver en LampadiaEn el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo, como se puede comprobar en los siguientes gráficos sobre anemia infantil e inversión minera:

La frenada del sector minero fue el inicio de una cadena de eventos intra-sectoriales que determinaron, junto con el desmadre político del último año, el efecto ‘parar para mirar’, que nos precipitó a un crecimiento vergonzoso de 2 a 3 puntos anuales. Ver en Lampadia el siguiente gráfico el estimado de crecimiento del Perú si no hubiéramos parado la inversión minera, según el IPE: El Costo de la Trampa Anti-Minera

El Perú tampoco es víctima de su dependencia de los recursos primarios. El país pudo compensar con mayores volúmenes de producción, los menores precios y seguir aprovechando de los mismos, pues las cotizaciones de los minerales siguen siendo buenas.

Conclusión: El enfriamiento de la región sudamericana no se debe a su dependencia del exterior, ni a los impactos de los precios de los commodities, ni a la desaceleración china. El menor crecimiento de la región se debe a las malas políticas de sus gobiernos, algunas de la cuales estaban ocultas detrás de ingresos extraordinarios, pero su pérdida no prueba el origen del descalabro de sus economías.

No hay FMI ni Banco Mundial, ni reputados analistas económicos que valgan, si no miran con más cuidado y rigor la realidad de la región y se dejan de seguir sembrando mitos que hacen un tremendo daño a una región a la que le urge la creación de riqueza (que en el corto plazo, solo se puede hacer de lo que se tiene), para nivelar sus economías y sus indicadores sociales de cara a la tercera revolución industrial. Esa sí puede entrar como una tromba y hacernos perder el ‘último tren del desarrollo’. Ver en Lampadia: Diálogo sobre la Tecnología y el Futuro.

¿Por qué no leemos estas reflexiones en los medios nacionales y nos dejamos confundir? ¿No tenemos pensamiento crítico? ¿No tenemos interés en el tema? ¿Estamos más ocupados en las trifulcas políticas? Usted dirá querido lector(a). Lampadia




¿Cómo van los países del ALBA?

¿Cómo van los países del ALBA?

Con tanto ajetreo local, estamos corriendo el riesgo de olvidarnos de seguir la suerte de nuestros vecinos agrupados en el Alba, los seguidores del “Socialismo del Siglo XXI” promovido por Chávez, Lula y el Foro de Porto Alegre.

Los países del Alba, los estados fallidos de Latinoamérica, sufren las consecuencias de mantener tercamente la farsa de su modelo, fracasado en la historia y geografía global. Al agotarse el dinero por motivos de un populismo exacerbado, despilfarro y corrupción, solo queda la trampa, el mal uso de los dineros públicos, el cambio de reglas, el recorte de la libertad de prensa y expresión y hasta la represión (y el ¿asesinato de jueces?), para detentar el poder. Eso es lo que viene ocurriendo en Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela.

Argentina

Cristina Fernández, presidenta de Argentina, está viviendo su último año de gobierno bajo la sombra del supuesto asesinato del fiscal Alberto Nisman, quién acusó a la presidenta de encubrira los terroristas del atentado contra la Asociación Mutual israelita. Éste escándalo ocasionó la caída de la imagen de la presidenta hasta un 29%.

El próximo gobierno estará condicionado por la deuda externa, la distorsión de los precios relativos, la manipulación de las cifras económicas, los subsidios y las discriminatorias sobre-cargas fiscales. El problema de la deuda ha exacerbado sus restricciones de capital. El país ha sido bloqueado de los mercados internacionales desde el default de 2001. Desde 2012, Argentina ha venido pagando la deuda con sus reservas, que han caído a aproximadamente US$ 31 mil millones dólares. Cada día es más difícil defender el peso y evitar la fuga de capitales.La situación económica es insostenible a mediano plazo.

Bolivia

En Bolivia, dónde Evo Morales cambia la Constitución a su antojo para seguir re-re-re-eligiéndose, la situación es crítica. La concentración del poder se encuentra en manos de pocos.Evo Morales acaba de declarar en Cochabamba que: “nuestro proceso puede ser como en China. Gobernar para toda la vida”.

En términos de la economía, Morales se enfrenta a una situación adversa. La disminución de los precios del gas en el mercado mundial estaría mostrando la incapacidad del gobierno para seguir financiando el populismo, ya que, a pesar de los ingresos por los commodities, se ha gastado más de lo ahorrado, y por eso se ha promulgado una peligrosa ley bancaria que pone tope a las tasas de interés. Si aumentala inflación, los bancos tendrían que asumir la diferencia, lo que llevaría al país a una crisis financiera. Ver en Lampadia: Ahora Bolivia y Colombia crecen más que el Perú.

También cabe recalcar que la nacionalización de industrias “estratégicas”, como la de energía, telecomunicaciones y minería, han llevado a que el Estado controle el 35% de la actividad productiva. Esto traeingresos al gobierno, pero también genera un pernicioso desplazamiento de la inversión privada.

Bolivia, para una efímera alegría de la izquierda local, creció más que el Perú el 2014, pero entre el 2002 y el 2012, el Perú creció un promedio de 6.3% anual y Bolivia solo 4.7%.

Brasil

La aprobación de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se encuentra en 19% y se multiplican los pedidos de su dimisión. Esto se debe principalmente al descalabro económico que los brasileños no esperaban y al escándalo de corrupción de Petrobras, el Partido de los Trabajadores (Lula), políticos y empresarios. Hasta el momento, los investigadores creen haber detectado evasiones fiscales “que pueden haberle costado al Estado unos 5 mil millones de reales (US$ 1.6 mil millones) en evasión de impuestos, pero otros casos vinculados al llamado “Petrolao” podrían elevar el total a 19 mil millones de reales (US$ 6.3 mil millones).Ver en Lampadia: El escándalo en Petrobras pone contra las cuerdas a Rousseff.Las investigaciones de corrupción (fiscalía) ya incluyen hasta al ex presidente Lula por tráfico de influencias con respecto a las inversiones de las empresas brasileñas en el exterior. (El País de España).La aprobación de Dilma Rousseff cayó 33 puntos en un año. Su opositor en las últimas elecciones, que perdió por puesta de mano a declarado que su derrota fue por la corrupción. Rousseff tuvo que cambiar su gabinete y nombrar a un ministro de Finanzas conservador. Por su lado, el Banco Central está haciendo grandes esfuerzos para controlar la inflación. Esteaño tendrán una contracción económica de más de 1 por ciento.

La aprobación de Dilma Rousseff cayó 33 puntos en un año.Su opositor en las últimas elecciones, que perdió por puesta de mano, declaró que su derrota fue por corrupción. Rousseff tuvo que cambiar su gabinete y nombrar a un ministro de Finanzas conservador. Por su lado, el Banco Central está haciendo grandes esfuerzos para controlar la inflación. Este año la economía se contraerá en más de 1 por ciento.

Ecuador

En Ecuador, como ha reportado la Sociedad Interamericana de Prensa, se recorta cada día más la libertad de prensa y se reprime o acalla las voces disidentes y críticas. Por primera vez en las últimas décadas se encuentra entre los países clasificados como “sin libertad de prensa”.

Las prohibiciones de Correa están en todos lados, desde la persecución de periódicos y dibujantes hasta el bloqueo de contenidos en Facebook y YouTube. La aplicación de una Ley de comunicaciones del 2013, que define la información como un bien público y la comunicación como un servicio público, justifica todo tipo de intervenciones y abusos desde el poder. De esta manera ha deteriorado aún más un entorno marcado por la autocensura y la intimidación.

Venezuela

La ironía del socialismo: “El gobierno de Venezuela limita el consumo de la electricidad”, con la excusa del calor (El País de España, 30 de abril 2015).

El espectro de lo que está prohibido en Venezuela se amplía cada día. Entre los derechos más vulnerados de los venezolanos están la libertad de expresión, opinión, información y circulación. Encarcelan a los opositores abusivamente, los maltratan y han destituido de la Asamblea a María Corina Machado de una forma vergonzosa. Una ráfaga de leyes que restringen la libertad de prensa incluyen, entre otras, la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos; la Ley Orgánica de Telecomunicaciones; y la Ley de Comunicaciones como ha denunciado el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).

Su economía se cae a pedazos. Expertos informan que la tasa de inflación en Venezuela está por encima del 60% (una de las más altas del mundo), el tipo de cambio va desde el ficticio cambio oficial de BsF 12 a BsF 317 en el mercado negro, la escases llega a los productos de mayor necesidad, no hay medicinas y sus hospitales ya no pueden dar una atención de mínima calidad.

Venezuela se ha beneficiado y dilapidado sus ingresos petroleros, a perdido un tercio de su producción y sus exportaciones se han concentrado en productos petroleros hasta en un 95% .El gobierno nacionalizó las empresas privadas en sectores como los hidrocarburos, la minería, la metalurgia, cemento, banca, telecomunicaciones y ha destruido la producción de alimentos. Además, los niveles de corrupción, imposibles de medir, son el pan de cada día.

El crecimiento del PBI se redujo a 1.4% en 2013 (según cifras no oficiales del Banco Mundial) y se “estima”un crecimiento negativo del año pasado y para el 2015.

En palabras de Ricardo Hausman (de su blog, mayo 2015): “El salario mínimo en Venezuela es menos de Bs 6,800 al mes. A 6.3 Bs/US$ eso significa US$1,080 al mes, [pero al cambio real (negro) equivale a solo US$ 21]. Hay 2.5 millones de empleados públicos, 2.5 millones de jubilados del seguro social y 500,000 personas en la misión [semi humanitaria] de “Amor Mayor”. Este año las exportaciones (cobradas) de petróleo no llegan a US$35 mil millones. Ademástienen que pagar US$ 15 mil millones en servicio de deuda. Eso deja apenas US$ 20 mil millones para pagar los [supuestos] salarios mínimos [universales] que representan US$ 71 mil millones. (…) Por eso es que el déficit, la inflación y el tipo de cambio están fuera de control.”

Según Mitzy Capriles de Ledezma (El Comercio, 17 de mayo 2015), “el gobierno ha envilecido el salario al extremo, (…) los educadores devengan hoy en día lo equivalente a menos de un dólar diario”.

Primero que nada debemos agradecer no haber caído en la órbita del Alba, como pareció posible en las últimas elecciones. En segundo lugar, también tenemos que agradecer que el colapso de todos los países del Alba, ya sea en términos económicos o institucionales, se haya producido antes de nuestras próximas elecciones. Esto nos permite propiciar un debate electoral más serio que los anteriores y más lejos del populismo. Ya es hora de que los peruanos aprendamos las lecciones de la historia. Lampadia




Represión y sangre: el lado político del ALBA

Represión y sangre: el lado político del ALBA

Los países del Alba, los estados fallidos de Latinoamérica, endurecen sus posturas y muestran su cara más autoritaria (y hasta criminal), ahora que la crisis económica desnuda la farsa del “modelo del socialismo del siglo XXI”, largamente fracasado, que insisten en mantener en sus países. Como otros populismos de la historia, cuando el dinero de las arcas públicas se agota por el despilfarro y la corrupción, solo queda la represión para mantener en el poder a los caudillos. Eso es lo que viene ocurriendo sin disimulos en Venezuela y Argentina y, menos descaradamente en Ecuador, Bolivia y Nicaragua, los otros simpatizantes del Alba en las américas.

En Argentina la muerte del fiscal Alberto Nisman el domingo último ha disparado las alarmas de lo que podría ser capaz de hacer el régimen kirchnerista. Como hemos anunciado, el miércoles 14 de enero (4 días antes de su misteriosa muerte por un disparo en la cabeza), el Fiscal denunció a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por “encubrimiento” del atentado [de la Amia] y de ser una de las responsables de orquestar un plan para ?”fabricar” la inocencia de los funcionarios iraníes acusados en la investigación”.

La sospechosa muerte de Nisman, en un contexto en que el régimen se ve agobiado por el pésimo andar de la economía, cercado por serias acusaciones de corrupción y en vísperas de una campaña presidencial, solo ensombrecen aún más al kirchnerismo del que ahora se develan sus oscuras alianzas con el terrorismo internacional.

En Venezuela, cuna del Alba promovido por su mentor, Hugo Chávez, las cosas van por el mismo camino. El 2015 ha empezado con un verdadero calvario para los venezolanos. Como bien ha retratado el columnista de El Nacional de Caracas, Freddy Lepage: “Enero ha servido para que la gravedad de la situación, advertida desde meses atrás –y que no es producto de la caída del petróleo, sino del empeño en mantener un modelo fracasado en todo el mundo desde el siglo pasado–, se muestre de la manera más cruel e inhumana con un desabastecimiento y escasez no solamente de los alimentos de la dieta diaria, sino también de equipos médicos y de medicinas en general que amenaza la salud de venezolanos que, a pesar de los recorridos y colas en farmacias e instituciones de salud, no consiguen los medicamentos necesarios y, en muchos casos, el tratamiento indicado en los centros de salud, gracias a la estulticia y desatención de los funcionarios responsables. Ya la situación se torna insostenible y la paciencia del pueblo se agota exponencialmente hasta el punto de explosionar –con las consecuencias violentas que de ello se derivan– en cualquier momento, a pesar del incremento de la represión militar, que ha llegado a tal punto de virulencia e insensatez de arrestar a aquellos ciudadanos o periodistas que fotografíen las largas e interminables filas de gente desesperada por conseguir pollo, aceite, harina precocida, café y pare usted de contar. Algunos gobernadores, más “audaces” aún, han llegado a prohibir –por decreto– la pernocta en los supermercados privados y de la red gubernamental, de quienes sienten la pulsión de que se van a quedar sin alimentos en el muy corto plazo y, por ende, son capaces de cualquier sacrificio para obtenerlos. ¡La vesania total!…”, señala.

Bien se conoce la represión que es capaz de desatar el gobierno y sus grupos violentistas, los llamados “colectivos chavistas” o “bolivarianos”, contra la gente que protesta o se opone al régimen. Como Human Rights Watch denunció que las fuerzas del gobierno “permitían constantemente” que los colectivos “ataquen a los manifestantes, periodistas, estudiantes, o personas que ellos creían eran opositores del gobierno con fuerzas de seguridad tan solo a unos metros de distancia” y que “en algunos casos, las fuerzas de seguridad colaboraban abiertamente con los atacantes simpatizantes del gobierno”. Human Rights Watch también indicó que ellos “encontraron evidencia contundente de que fuerzas de seguridad uniformadas y pandillas simpatizantes del gobierno atacaban a los manifestantes lado a lado.”

El resultado: 42 fallecidos, más de 486 heridos y 1,854 detenidos, según informe de la Fiscalía General de la República, y 33 denuncias por parte de organismo de derechos humanos para casos de tortura. Además, está la agresión física al diputado María Corina Collado y su posterior abusiva expulsión del parlamento. La detención más arbitraria, sin duda, es la de Leopoldo López quien lleva casi un año encarcelado y maltratado con ensañamiento e injusticia.

En Ecuador, como ha reportado la Sociedad Interamericana de Prensa, se recortan cada día más, la libertad de prensa y se reprime o acalla las voces disidentes y críticas. Algo similar a lo que ocurre en Bolivia, en dónde Evo Morales cambia la Constitución casi a su antojo para seguir re-reeligiéndose. Ortega en Nicaragua impone un contrato secreto con una empresa china para una concesión de 50 años para la construcción y operación de un nuevo canal interoceánico, sin importarle la opinión de los sojuzgados ciudadanos.

Por más increíble que pueda sonar, nuestra izquierda tradicional, ya se trate del nonato FRENAIZ (Frente Amplio de Izquierdas) o de Ciudadanos por el Cambio, siguen reclamando al gobierno la aplicación del programa de la “Gran Transformación”, de inspiración chavista-albista en el Perú.

Como se puede ver en España y Grecia, la desestabilización económica de un país, por más serio que sea, puede abrir las puertas a propuestas extremistas y desencaminadas como las de Podemos y Syriza, respectivamente. Lo mismo puede suceder como reacción a una crisis política de grandes proporciones en el Perú, como la que se viene gestando entre gobierno y oposición, en el marco de un efluvio de corrupción que no se llega a combatir con contundencia. Lampadia




Venezuela se queda sola

Venezuela se queda sola

El régimen chavista ha perdido influencia política en la región

Por: Alfredo Meza (Caracas)

(El País, 18 de Diciembre de 2014)

En su primera reacción el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha querido subrayar “la valentía” del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al reanudar de lleno las relaciones diplomáticas entre ese país y Cuba, y lo ha calificado “como el gesto más importante de su presidencia”. El gobernante venezolano, quien asiste en Argentina a la cumbre del Mercosur, puso el acento en la liberación de los tres cubanos presos en Miami por espionaje que han sido liberados como parte de las negociaciones. “Ya están en su tierra, libres, dignos, es una victoria de la moral, de la ética de la resistencia, de la lealtad a los valores, es una victoria de Fidel, del pueblo cubano”, ha manifestado.

Maduro ha elogiado a Obama como nunca antes y rescató el pasaje del discurso en el cual el gobernante estadounidense señala el fracaso del embargo como política para aislar al régimen cubano. “Pareciera una rectificación histórica lograda, de acuerdo a lo que están diciendo, con la ayuda del papa Francisco, nuestro Papa”, dijo. Ha sido apenas un alto en las tensas relaciones que mantienen ambos países desde 2001, cuando el entonces presidente Hugo Chávez criticó la guerra iniciada por Washington en Afganistán tras los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York.

La noticia se produce en medio de una cruzada que ha iniciado Maduro para tratar de convertir en una agresión a la Nación el anuncio de sanciones del Senado estadounidense a 56 altos funcionarios del régimen de Caracas, aún pendiente de la sanción del Ejecutivo de ese país para convertirse en ley. Las respuestas a esa moción de la bancada republicana han sido variadas: desde un acuerdo de rechazo aprobado por la mayoría chavista en la Asamblea Nacional hasta la quema de las visas de turista (https://www.youtube.com/watch?v=gkl-71VxjJA) propuesta en la televisora oficial por Iris Varela, ministra de Asuntos Penitenciarios.

Con el fin del embargo aún pendiente, Venezuela comienza a quedar como el único ariete del discurso antiimperialista en América. Cuba ha terminado de dar un paso definitivo hacia el progresivo regreso de la democracia, lo que supone un cambio en el escenario internacional de impredecibles consecuencias. La Habana ha advertido los riesgos de depender en exclusiva de las veleidades de la economía venezolana, cuyo flujo de ingresos depende de los precios del petróleo. Con la más reciente caída de la cotización del crudo parecía más perentoria la necesidad de cortar la total dependencia del dinero venezolano.

Con esa capitulación del régimen de La Habana también queda la interrogante de si se mantendrá en el tiempo el apoyo político cubano a la estrategia internacional de Venezuela, habida cuenta de las más recientes expresiones del gobierno de Caracas hacia Washington. Apenas el lunes Maduro, recordando las versiones más procaces de Hugo Chávez, había dicho: “agarren sus visas y métanselas por donde les quepan, yanquis insolentes”. “Ahora se abre un importante ejercicio de compresión de las consecuencias del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre esos países”, afirmó en su cuenta de Twitter el politólogo chavista Nicmer Evans al conocer la noticia.

La analista Elsa Cardozo advierte retrocesos en el discurso antiimperalista venezolano. Desde Estados Unidos, recuerda, proviene principalmente el flujo de recursos que mantiene a flote a la economía venezolana y debe cuidar esas relaciones. “No es tan sencillo que siga asumiendo la estrategia imperialista internacional. Venezuela ha perdido mucha influencia política y económica a pesar de que recientemente se hizo de un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o del acuerdo de entregar petróleo subsidiado a los países del Caribe cambio de apoyo a sus iniciativas. Proyecta una crisis económica y política y mucha conflictividad”, agrega.

Cardozo apela al pragmatismo que en situaciones similares a la actual ha aplicado el chavismo. Una vez superadas podía retomar su discurso antiestadounidense porque Cuba seguía a su lado, acompañándolo con un apoyo casi paternal. Esta vez todo luce distinto. ¿Habrá consultado este paso Castro con su par Maduro cuando este acudió a la cumbre del ALBA en La Habana el fin de semana pasado?




Venezuela y la Felicidad ja! ja!

Venezuela y la Felicidad ja! ja!

Venezuela no deja de sorprender al mundo. Ahora su excéntrico Presidente, Nicolás Maduro, ha decidido crear el Viceministerio de la Suprema Felicidad, el cual se encargará de “hacer felices” a los venezolanos coordinando las más de 30 intervenciones en el campo social del Gobierno, llamadas “Misiones”, y de atender “exigencias, reclamos y necesidades” de niños, personas con discapacidad y de la tercera edad. 

Varias cosas llaman la atención con respecto a Venezuela. La primera es la megalomanía de un pintoresco presidente al que solo le falta nombrar Primer Ministro a su caballo, al mejor estilo de Calígula. La segunda es el desbordante populismo que carece de una visión de desarrollo y derrocha el potencial de un país que ha sido bendecido con recursos naturales y las mayores reservas petroleras del mundo entero.

El aparato productivo de Venezuela ha quedado atrofiado por años de “políticas revolucionarias” que no solo han minado sectores generadores de empleo como la construcción y la manufactura, sino también la producción de alimentos. Así por ejemplo, en la actualidad Venezuela ya importa más de la mitad de los bienes de primera necesidad que consume, y para el mes pasado, el Banco Central de ese país calculaba el índice de escasez de alimentos y productos básicos en 21% (índice de uso exclusivo para Venezuela).

El problema económico se ha agravado por el control cambiario vigente desde el 2003 y el limitado acceso a las divisas impuesto por el Gobierno, excepto  a los empresarios  amigos del régimen. Esto ha creado un mercado negro de dólares donde el tipo de cambio ya superó los 53 bolívares por dólar, mientras el tipo de cambio oficial es de 6.3. La política oficial de liberar el acceso de divisas a solo ciertos sectores productivos que requieren de insumos importados se ha traducido en escasez de dólares, y un alza considerable de los precios de los bienes que se importan, principalmente alimentos.

La lamentable consecuencia de las desafortunadas políticas anti-económicas y de sub-desarrollo de Venezuela ha sido una mayor desindustrialización y dependencia del petróleo. El Foro Económico Mundial (FEM) proyecta que este país crecería solo 1% en este año y 1.7% en el 2014. El desorden de las finanzas públicas en Venezuela generará un déficit de 10.9% este año y de 11.1% para el 2014, y junto a la expansión monetaria inorgánica que viene financiando este déficit, se viene impulsando la inflación, que este año llegaría a 88%.

Es difícil creer que un Viceministerio pueda crear felicidad en una economía que padece las consecuencias de estas nefastas políticas populistas, de un gobierno sin brújula que cree que el asistencialismo es la solución al desarrollo, mientras el desempleo alcanza este año al 9.2% de la PEA y el FEM proyecta que el próximo año será de 10.3%, el más alto de la región.