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El Sistema Privado de Pensiones (SPP) es para los pobres

El Sistema Privado de Pensiones (SPP) es para los pobres

Hace un par de semanas logramos conseguir los datos necesarios para publicar una simulación de la pensión de alguien que durante toda su vida gane solo el salario mínimo vital S/. 750.00 (constantes) a lo largo de 40 años, que debería ser el período normal de trabajo. Ver en Lampadia: ¿Iniciando un indispensable debate nacional? AFPs: La voz del gremio.

El resultado muestra que con un aporte constante de S/. 750.00 se puede obtener una pensión de S/. 1,371. En otras palabras, 1.83 veces el salario mínimo. Ver cuadro siguiente:

Nadie ha cuestionado esta cifras. Y si alguien lo hiciera, se podrían hacer muchos ajustes y sin lugar a dudas, se llegaría a un resultado muy positivo.

De esto podemos sacar una primera conclusión:

1. El SPP es para los pobres

Como es fácil de entender, los que más necesitan tener una pensión decente son los ciudadanos de menores recursos. Pues a mayores niveles de ingresos y activos, es más fácil tener sustento económico en los años del retiro. Esto nos permite hacer una segunda conclusión:

2. El SPP no es tan importante para los ciudadanos de mayores recursos

Hasta acá la música es magnífica, sin embargo, como todos sabemos, el sistema tiene una gran limitación, no ha logrado afiliar a los trabajadores independientes, formales e informales, lo que determina una falencia previsional para lo más importante de la población trabajadora. Esto nos lleva a una tercera conclusión:

3. Es indispensable afiliar a los trabajadores independientes al SPP

El gobierno y el sistema de pensiones privado han sido incapaces de proponer, implantar y hacer efectivo un mecanismo adecuado para afiliar a los trabajadores independientes. Lo que es más, hay hasta cierta resistencia a debatir propuestas que sí podría lograr ese importante objetivo, tanto por parte del gobierno como del gremio pensionario. Una cuarta conclusión:

4. No podemos esperar que el gobierno o el gremio pensionario logren ampliar la cobertura

Pues nosotros insistimos tercamente en que se debata nuestra propuesta de permitir el canje de parte de los pagos por IGV que hacen todos los ciudadanos como aportes a cuentas individuales. No a un pozo común, como propuso un funcionario del BID.

Ver: Una pensión para todos como se debeEl IGV como aporte al Fondo de Pensiones y formalización del empleo 

Lo que es más, como es evidente, y como declaró el economista del IPE, Pablo Secada, hace unos meses en entrevista con de Althaus, este mecanismo serviría también para formalizar el empleo, uno de los grandes problemas sociales y económicos del país. Una quinta conclusión:

5. El canje de parte de los pagos de IGV por aportes individuales al SPP incorporaría a la gran masa de trabajadores al sistema y formalizaría el empleo

Si logramos avanzar en esta dirección dejaríamos sin piso a los políticos populistas, a todos los que manifiestan un extraño odio al sistema y a los que hacen campañas personales pregonando que el vacío pensionario que planteó el Congreso hace unos meses, sería mejor.

Unas preguntas: ¿Mejor para quién? ¿Acaso para los pobres? O es que nivelando el piso con los trabajadores independientes que no tienen acceso a ninguna pensión, lo que puede ser una plataforma política, ¿se estaría buscando el bien común?

Basta de irresponsabilidades. ¿Podemos negar una pensión de S/. 1,371 a un trabajador que solo reciba el salario mínimo toda su vida? Lampadia

 




¿Hacia dónde vamos en América Latina?

¿Hacia dónde vamos en América Latina?

En la X Cumbre Internacional de Comercio Exterior organizada por la Cámara de Comercio de Lima, tuvimos como uno de los oradores principales al revolucionario José Piñera, Ex Ministro de Trabajo y de Minería de Chile, Director de la revista Economía y Sociedad, investigador del Cato Institute y creador del sistema privado de pensiones, que desde su creación en 1980 se ha extendido en muchos países.

En las siguientes líneas reflejamos algunos de los mensajes de Piñera sobre la economía de la región y sobre el sistema privado de pensiones:

Piñera nos explicó cómo fue que en América Latina, tanto Chile como Perú lograron ajustar sus economías y emprender la vía del crecimiento y la reducción de la pobreza.

Según Piñera lo que permitió la recuperación de Chile y Perú fue la gran reforma de la apertura de la economía al mundo global y la creación de las AFP. Las AFP fueron las generadoras de capital interno de largo plazo, al tiempo que ofrecían un muchísimo mejor sistema de pensiones que los sistemas públicos de reparto, crónicamente desfinanciados y que nunca podrían dar pensiones decentes.

Lo que no hay que hacer: Miles de jubilados griegos en cola

En el siguiente gráfico de 1950 a 2013, se puede apreciar la evolución del PBI per cápita del Perú, notándose con claridad cómo se produce un quiebre hacia el crecimiento sostenido en 1991, con las reformas indicadas. Lo mismo pasó en Chile unos años antes. Ver el gráfico: 

El Perú además de crecer ha reducido la pobreza desde 55% a 23.9%.

Chile, como el Perú, con su modelo de libre mercado, pudo reducir la pobreza de 50 a 7.8% en un lapso relativamente corto. El sistema de AFPs  chileno tiene hoy día 200,000 millones de dólares, un equivalente del 70% de su PBI.

Piñera nos recordó que mientras EEUU tuvo Padres Fundadores, en Latinoamérica tuvimos, lamentablemente, Generales Fundadores. Esto produjo 100 años de subdesarrollo y de inestabilidad política.

Nos dijo que en Latinoamérica los diarios locales, en las páginas políticas, presentan el pernicioso Realismo Mágico, pero si quieres ver la dinámica social y económica, hay que leer los avisos publicitarios.

“El libre mercado incorpora a las masas sociales a la prosperidad”.

Luego nos mostró el ranking de Libertad Económica para varios países, según el Cato Institute:

Como se puede apreciar, Chile ha tenido un desarrollo espectacular, pero el Perú no se queda muy atrás, pues habiendo estado en 1990 en el puesto 103 de 113 países, hemos avanzado hasta el lugar número 41 entre 157 países.

Esta no es la realidad de todos los países de la región. Brasil, Argentina y Venezuela están al final de la tabla. Según Piñera, Argentina es un país en vías de sub-desarrollo.

Los países del Pacífico Colombia, Chile y Perú, siguen fundamentalmente un modelo liberal. Ecuador es la excepción que confirma la regla. Mientras que los países del Atlántico: Brasil, Argentina y Venezuela, siguen un modelo estatista. Brasil tiene una Constitución estatista, con rigideces que no le permiten ni siquiera reformar su sistema de pensiones.

El modelo de Brasil, Argentina y Venezuela es un gran fracaso, “un modelo económico contra la historia”. Aparte de todos los males que han generado, “están perdiendo a su gente empresarial”.

“Hay un claro triunfo del modelo del Pacífico”.

En cuanto a educación, Piñera considera que el avance tecnológico le hará un bypass a la mala educación. Lamentó que en Chile estén haciendo una reforma educativa en vez de darles a los niños, tablets y software creativo.

En cuanto a la obligatoriedad de afiliación a las AFPs, Piñera comentó que, filosóficamente, debiera ser voluntaria, pero un estudio que hicieron antes de su incepción, demostró que en ese caso nadie se afiliaría. “Sin embargo consideró que en el futuro podría evaluarse que el aporte sea voluntario. En 20 o 30 años más quizás, cuando todo el mundo sea más serio y responsable”. Lampadia




Una pensión para todos, como se debe

Una pensión para todos, como se debe

En los fondos de pensiones hay mucho dinero y eso es siempre como miel para los políticos populistas que nunca desaparecerán y para los gobernantes rateros, como en Argentina, que sin más ni más se volaron los fondos de sus propios ciudadanos.

Los beneficios del sistema de aportes a cuentas privadas han probado largamente ser una de las reformas más importante de la seguridad social en el mundo. Si muchos países aún no entran, es porque no se animan a dejar el indebido usufructo de los fondos de reparto que los estados usan a su libre albedrío.

Los sistemas de acumulación privados generan una mejor esperanza de contar con una pensión razonable. Para empezar en el Perú, no exigen aportes de 20 años para efectivizarse como pensiones, retornan lo que se haya aportado con su respectivo interés. Además de la protección individual para alguien que entre al sistema de joven y no se salga, que es muy importante como retorno, están los beneficios más macro, como la formación de ahorro nacional, el desarrollo del mercado de capitales y la capacidad de movilizar inversiones locales de largo plazo, en consonancia con la naturaleza de las pensiones.

Pero el sistema en el Perú tiene un muy peligroso talón de Aquiles. Solo forman parte del sistema una proporción menor de la población económicamente activa, básicamente los que tienen trabajo formal y, además, una parte de los aportantes sigue en la ONP, un sistema quebrado que requiere el soporte público y donde, de no aportarsedurante 20 años, se puede perder el íntegro de los aportes y finalmente están sujetos a la pensión mínima, que nunca será suficiente para una jubilación decente. O sea, esta gente está jugando un partido perdedor.

El mayor problema para universalizar las afiliaciones es la composición laboral de los peruanos, donde prima la informalidad y el trabajo independiente. Está claramente probado que es sumamente difícil, si no imposible, incorporar a esta población al sistema tal como está establecido.

Por lo tanto, o nos resignamos a vivir rodeados de tiburones que acechan cada vez que tienen la oportunidad o, buscamos una solución ‘fuera del cuadrado’, una salida imaginativa que, además, puede generar otros beneficios.

Propuesta: Crear un sistema de aportes basado en el canje de una parte de los pagos que por IGV hacen todos los peruanos. Digamos, como ejemplo, que se pueda canjear el 5% de los pagos de IGV efectuados por las personas naturales y abonarlos a las cuentas individuales de cada trabajador en la AFP de su elección.

Análisis:

  • Afiliación: Se universalizarían los aportes al sistema, pues sería muy extraño que un solo ciudadano no quiera efectivizar el canje del IGV por un aporte a una pensión que se recibiría (incrementada con intereses) de todas maneras, algún día.
  • Costo fiscal: El Estado estaría cediendo una fracción importante del IGV nominal. Sin embargo, dado que la naturaleza del mercado laboral determina un alto nivel de pérdida de recaudación del IGV por evasión y una presiones políticas para mantener fuera del sistema una serie de elementos, como alimentos, que rompen la cadena de valor agregado, los canjes por aportes a los fondos de pensiones generarían un tremendo  incentivo de formalización y, seguramente, se recuperaría una parte importante del sacrificio de recaudación nominal,vía formalización.
  • ONP: Se podría trasladar a los aportantes de la actual ONP a algún fondo privado y así mejorar la esperanza de pensiones de mucha gente y poner límite al déficit previsional creciente que afronta la República, compensando parte del sacrificio de la recaudación de IGV.
  • Macro: Se potenciarían los impactos macro positivos del sistema.
  • Formalización: Se iniciaría un camino sólido de formalización del trabajo en nuestra sociedad
  • Protección política: Al masificarse la pertenencia al sistema, se alejaría a los tiburones de la política barata, que tendrían el escollo de la barrera infranqueable de todos los trabajadores peruanos, formales e informales.

Esta propuesta ya la hemos hecho antes en Lampadia, ver: El IGV como aporte al Fondo de Pensiones y formalización del empleo y Propuestas para mejorar el sistema. Pero la obsesión con la búsqueda de soluciones óptimas a impedido implantar una estrategia efectiva para el logro del objetivo central de un sistema de pensiones: Cobertura universal con una pensión razonable y protegida de los avatares políticos del país.

Esperamos que, ahora que los candidatos están empezando la última fase del juego de: “quien es más populista”, podamos hacer un esfuerzo de realismo y analizar y, debatir esta propuesta o soluciones de esta misma naturaleza. Lampadia