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¿Pero no hay quien lo quiera ocupar?

¿Pero no hay quien lo quiera ocupar?

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Mientras el elector de izquierda[i] ya puede encontrar claramente a sus opciones presidenciales (Mendoza y Lescano), el elector de derecha, parece no encontrar quien ocupe este sitio en las elecciones generales del 2021.

En la columna A la derecha hay sitio (Lampadia 31.01.2020), mostramos como en las elecciones al congreso del 2016, 10 millones de peruanos, es decir 5 veces los electores de la izquierda, votaron por opciones pro mercado. En esta misma columna, mostramos que en las elecciones parlamentarias del 2020, los votos por opciones parlamentarios de derecha habían llegado a 2 millones, pese al crecimiento del voto de centro y que había un potencial de votos importante por recuperar, entre quienes no votan por las opciones disponibles (11.7 millones) y entre aquellos que migraron a opciones de centro.

Los candidatos de izquierda, inteligentemente y leyendo bien el atomizado panorama electoral que tenemos, están apelado al voto duro de ese sector y sin hacer concesiones de ningún tipo, están levantando las banderas más extremas de la izquierda para conseguir los 12 o 15 puntos con los cuales podrán estar en segunda vuelta. Piden cambio de constitución, no deslindan con la dictadura de Venezuela, atacan a la empresa privada, piden segunda reforma agraria como si la primera hubiera sido buena, alientan el intervencionismo estatal, piden más tributos, entre otras medidas de espanto. No hacen ninguna atenuación de sus propuestas, porque apelan a conseguir el 20% constante de izquierda en el país. La disputa es entre ellos, por ver cual es más achorado que el otro[ii].

Mientras esto sucede, en el otro extremo de nuestra escena política, los candidatos que debieran ocupar la plaza derecha parecen no estar dispuestos a hacerlo y juegan, con poca visión del atomizado panorama electoral, a buscar votos en todo lado, entibiando sus propuestas, haciendo concesiones sin que se las pidan y desperdiciando el caudal electoral de derecha que en la primera vuelta de las elecciones del 2016 superó el 66% de los votos hábiles.

A estos candidatos (De Soto, Fujimori, López Aliaga o Beingolea) les falta levantar las tradicionales banderas de la derecha, por las cuales muchos peruanos, me incluyo, estaremos dispuestos a votar:

  • Empleos antes que bonos.
  • Trabajo antes que subsidios
  • Emprendimientos, empresa privada e inversión antes que Estado o empresa pública deficitaria y corrupta.
  • Capital para las pymes antes que protocolos, manuales, reglamentos, licencias, tributos o clausuras.
  • Austeridad y eficiencia en el Estado: menos consultores, planillas doradas, sueldos y gastos insulsos con nuestros recursos.
  • Defensa de los ahorros y las pensiones. La propuesta de la señora Omonte ya debió haber movilizado a más de un candidato contra este proyecto de estatización de las pensiones y haberse exigido públicamente la expulsión de César Acuña, líder del partido que propone esta medida, de la Fundación Internacional de la Libertad de Vargas Llosa.
  • Libertad de Trabajo antes que “cuarentenas chicha” que el 70% de los peruanos no pueden acatar porque viven del trabajo diario.
  • Defensa del modelo económico de la Constitución en base al cual hemos reducido la pobreza.

En la primera vuelta se apela al elector natural, al que sigue tus convicciones (si las tienes). El voto prestado se pide en segunda vuelta, no ahora.

Como dijimos en la nota que citamos del 31.1.2020:

A La derecha hay sitio y:

  • Es hora de una derecha fresca que reivindique el mercado para el bienestar de la economía y no para los privilegios de sus amigos
  • Es hora de una derecha fresca que pida inversión privada no cuotas en los negocios que reparte el Estado.
  • Es hora de una derecha que combata con la misma fuerza la ineficiencia estatal como el monopolio y el abuso de posición de domino.
  • Es hora de una derecha que defienda la movilidad social de la economía abierta y no el privilegio de algunos.
  • Es hora de una derecha nueva que reivindique la libertad, pero no le tenga miedo a la igualdad de oportunidades.
  • Es hora de una derecha que proteja la familia antes que los prejuicios religiosos de un grupo.
  • Es hora de una derecha que entienda el Perú emergente, su energía y su dinámica.

Si estos candidatos no reivindican estas banderas, es posible ninguno de ellos consiga aglutinar el voto de derecha y que este sector no esté representado en la segunda vuelta. Si quien lo aglutina es la señora Fujimori, le habrán obsequiado la plaza al contendor por su elevado anti voto. O quizás, la falta de decisión de estos candidatos termine obsequiando la plaza a Urresti, quien no parece tener estas convicciones, pero tiene el aire mandóncito que algunos prefieren.

Estamos advertidos. Lampadia

[i] Según las últimas elecciones presidenciales la votación de izquierda llegó a 2.2 millones de electores, sobre un padrón de 22,9 millones de electores. Menos de un 10% del padrón total de electores y algo menos del 20% del total de votos válidos. Esta votación prácticamente se mantuvo en 2.3 millones en las elecciones parlamentarias de enero de 2020, que se sitúa nuevamente por encima del 20% de los votos válidos.

[ii] La disputa por el voto rojo tiene un alto costo. Lampadia 11.12.20.




2021: No podemos dejar de ser libres e independientes

2021: No podemos dejar de ser libres e independientes

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Ha llegado el año del Bicentenario. Ya van a ser 200 años desde que San Martín proclamará que nuestro país es “libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende.”

¿Que implica esa frase tan importante que está en el acta fundacional de nuestra República?  

  • La libertad es la pieza fundante, esencial, imprescindible de nuestra República. Es la roca sobre la cual se ha edificado nuestra nación.
  • No dependemos de un imperio, ni de otra nación o ideología.
  • Ha sido la voluntad general la que ha gestado nuestra libertad e independencia.
  • Hay un sustento moral adicional en los cimientos de nuestra República. No somos una república amoral.

¿Como está nuestra República 200 años después?

  • Aun somos libres. Pero cada vez menos. Ideas ajenas a nuestro momento fundacional, que llegaron un siglo después, han mermado nuestras libertades en pro de la igualdad, la justicia, pero sobre todo para beneficio de un monstruo que no existía hace 200 años: el Estado. Un Estado que nos asfixia y que ha demostrado en el 2020 ser más inútil e incapaz que nunca.
  • Seguimos siendo independientes. No somos ni colonia, ni enclave. Sin embargo, sigue habiendo hermanos nuestros que nos quieren entregar al yugo de otras naciones y de otras ideologías.
  • La voluntad general impera, pero no sabe a donde va.
  • El sustento moral de nuestra República ha sido ignorado. La propia voluntad general conspira contra él, como si pudiera sustituirlo, cambiarlo o desecharlo cuando quiera y reemplazarlo por valores contingentes.

¿Qué riegos tiene nuestra República 200 años después?

  • Hay quienes creen que podemos ser una república sin libertad. Que pueden sustituir fácilmente nuestra libertad por otros valores, muchos de ellos falsos y contingentes (efímeros, circunstanciales). Olvidan (o nos esconden) que todas las naciones que tomaron ese camino se quedaron sin libertad, sin justicia, sin igualdad y sin pan.
  • Hay quienes quieren que el Perú vuelva a ser colonia. Esta vez de Cuba, Caracas, Beijin o del Foro de Puebla y sus tóxicas consignas. Lo hacen para sacarnos de la supuesta hegemonía del “imperialismo norteamericano”, como si a este le hubiera importado América Latina en los últimos 30 años.
  • Nuestra voluntad general debe dejar de ser una oclocracia: el gobierno del tumulto, la muchedumbre y la turba que no sabe lo que quiere, para que lo quiere ni las consecuencias de lo que pide. Nuestra voluntad general debe ser encausada, debe asumir la responsabilidad de su poder democrático y las consecuencias de su decisión.
  • El sustento moral de nuestra República donde la libertad es pieza esencial debe ser rescatado. Debe seguir siendo la camisa de fuerza que impida que la propia voluntad popular o cualquier otra fuerza ajena, destruya nuestra Nación.

200 años después podemos buscar nuevos rumbos, enmendar errores, mejorar, cambiar lo que este mal, pero no podemos dejar de ser lo que somos: libres e independientes. Lampadia




¿Será el 2021 mejor que el 2020?

¿Será el 2021 mejor que el 2020?

Rafael Venegas, Director Independiente de Empresas
Para Lampadia

¡Por fin se fue el terrible 2020!
¡Feliz y próspero año nuevo 2021!
La pregunta del millón:
¿Será el 2021 mejor que el 2020?

La verdad que es muy difícil no ser pesimista cuando todo nos dice que las pestes que nos han atacado el año pasado, siguen aún vigentes y no van a desaparecer por arte de magia.

El 2021 es el año del Bicentenario de nuestra independencia y es muy lamentable que nos encuentre en esta infame situación. El 2020 fue un año muy malo no solo para el Perú, sino para todo el mundo. La crisis por la pandemia del Coronavirus y los problemas económicos y de desempleo que esta generó, fueron causas de un importante deterioro global.

Infelizmente el Perú no pasó desapercibido ya que ha tenido el triste honor de tener uno de los peores indicadores a nivel mundial, tanto en el manejo de la pandemia, como en el impacto en el PBI.

Perú ocupó por varios meses, el primer lugar a nivel mundial en cantidad de muertes como porcentaje de la población y hemos terminado el año siendo el peor de la región. Este vergonzoso resultado fue causado por una pésima gestión del sistema nacional de salud que enfrentó la emergencia de manera informal e improvisada.

Este mal manejo por parte del gobierno también incluye la falta de autoridad para hacer cumplir la cuarentena en zonas de alto tráfico, las indecisiones en los protocolos, la mezquindad de no aceptar el apoyo del sector privado, la criminal corrupción en la logística y el sospechoso uso de pruebas rápidas de muy baja efectividad. A esto se suma la incapacidad del gobierno para firmar los contratos para tener las vacunas oportunamente.

Esta pésima gestión ha causado la pérdida de muchas vidas humanas innecesariamente lo cual sin duda merece una sanción ejemplar.

En el frente económico y gracias a la solidez macro gestionada en forma impecable por el BCR, el Perú destacó por ser el país que destinó la mayor ayuda a la población como porcentaje del PBI de la región. Sin embargo, a pesar de este esfuerzo, será el país de la región con la mayor caída del PBI en el 2020 (entre 12% y el 14%). Esto debido a la pésima ¨estrategia¨ de cuarentena implementada por el indeciso e incapaz gobierno y que afectó fuertemente a muchos negocios generando la pérdida de mas de dos millones y medio de empleos.

A pesar de la ¨segunda ola¨, para la mayoría de los países del mundo el 2021 seguramente será un año de recuperación. Esto porque ya están aplicando las vacunas y por que gestionaron de una manera mucho mas eficaz el ¨lockdown¨. Mientras tanto en nuestro país será muy diferente porque aún no sabemos cuando tendremos vacunas disponibles y porque aparte de estas crisis tenemos otras dos al mismo tiempo: La política y la social.

A continuación, presento una lista de hechos de importancia relacionados a cada una de la crisis, para que los podamos tomar como base para contestar a la pregunta: ¿El 2021 será mejor que el 2020?

CRISIS DE SALUD

  • Tema base de cualquier país, junto con la educación, la justicia y orden público y la infraestructura.
  • En nuestro país todas están en mal estado y la salud no es excepción.
  • La pandemia ha desnudado la precariedad del sistema nacional de salud que incluye una pésima gestión, falta de integración, una tremenda corrupción, infraestructura y equipamiento insuficiente y escases de profesionales calificados.
  • La solución para este tema es de mediano y largo plazo.
  • La pandemia recién nos dará un respiro en el 2022, ya que recién en la segunda parte del año podríamos iniciar el complicado proceso de vacunación que tomará varios meses.
  • En el 2021 solo podremos aspirar a que el nuevo gobierno lance un agresivo plan de mediano/largo plazo para la reconstrucción y modernización de la salud, mientras que para el corto plazo solo podrá aplicar parches de emergencia.
  • El panorama para el 2021 es sombrío ya que las soluciones son de mediano y largo plazo.

CRISIS ECONOMICA

  • Felizmente el Régimen Económico de la Constitución del 93, basado en la economía de mercado, la propiedad privada y la autonomía del BCR, nos permitió crecer ininterrumpidamente por 20 años y consolidarnos como la economía mas sólida de la región.
  • Debido a esta solidez macro y al manejo profesional y autónomo del BCR, el Perú está aguantando a pie firme las crisis.
  • También debido a lo mismo y en plena crisis, se consiguió emitir bonos a tasas y plazos impensables.
  • Sin embargo, la irresponsabilidad del peor congreso de la historia no ha cesado de emitir normas populistas por cuenta propia y también en respuesta a las protestas vandálicas y delincuenciales.
  • Este tema seguramente se extenderá hasta el cambio de gobierno, ya que el actual no hace respetar el principio de autoridad ni la ley.
  • Estos hechos vienen drenando peligrosamente nuestra solidez macro, que cada vez se hace mas débil.
  • El efecto en cascada de estas absurdas medidas impactará en mayor medida a las personas de menores recursos, aumentando los índices de informalidad (ya casi en el 80%), morosidad, desempleo y pobreza (ya en 30%).
  • Menor consumo, menor tributación, menor ingreso para el estado.
  • Año eleccionario = Freno a las inversiones y a la toma de decisiones empresariales.
  • En el 2021 la economía peruana tendrá grandes dificultades para recuperar el PBI que perdió en el 2020 y solo podrá recuperar cerca de la mitad (entre el 5% y 7%).

CRISIS POLÍTICA

  • El impresentable congreso seguirá haciendo de las suyas por una legislatura mas hasta el 28 de Julio. Sabe Dios que otras barbaridades harán.
  • En abril se realizarán las elecciones presidenciales y congresales.
  • Sin duda tendremos segunda vuelta, congreso atomizado y ganador en segunda vuelta que estará obligado a pactar para poder gobernar.
  • Volveremos a tener el mismo escenario que originó la crisis en la que nos encontramos.
  • Lo único que nos podría salvar es que la población vote bien informada y con inteligencia por los pocos candidatos idóneos y probos que se presentan.
  • Si esto se da y se genera un pacto patriótico, ambos poderes podrían trabajar en beneficio del país y de los peruanos y no en el de sus intereses particulares como hoy.
  • Panorama complicado, pero con alguna esperanza.

CRISIS SOCIAL

  • El coronavirus, la pésima gestión de las crisis y las irresponsables decisiones del congreso han generado muerte, quiebra de empresas, mayor informalidad, desempleo masivo y mayor pobreza.
  • La ciudadanía harta y frustrada del circo político se organizó y realizó una exitosa protesta callejera que terminó con la renuncia del presidente ¨usurpador¨. La clase política ya tomo nota de este poder.
  • Los mercenarios del caos se han aprovechado de esto para generar una seguidilla de actividades vedadas y penadas por ley. Todo esto para su cosecha política e ideológica y sin importarles en lo mas mínimo el Perú y los peruanos. Esto lamentablemente continuará durante la mayor parte del 2021 dada la pasividad del gobierno actual.
  • Haciendo eco de esto, el irresponsable congreso viene aprobando rápidamente una serie de normas populistas, que sin duda seguirán en el primer semestre del 2021.
  • Esto podría incluir llamar a referéndum para elegir a una asamblea para cambiar la constitución. Esto sería un error muy lamentable.
  • Las nuevas normas populistas aprobadas y que parecerían estar a favor de los trabajadores, al final son en su contra, ya que generarán quiebras, mayor desempleo y mayor pobreza.
  • Panorama negativo y peligroso.    

Como lamentablemente podemos ver en los cuatro frentes el panorama no es alentador por decir lo menos y mucho tendrá que ver que sucede en las elecciones, aunque no se vislumbra nada positivo.

Entonces, como contestarían ustedes la pregunta: ¿Será el 2021 mejor que el 2020? Yo lamentablemente creo que será igual de malo o peor. ¡Ojalá me equivoque! Lampadia




¡Más patriotas y menos políticos!

¡Más patriotas y menos políticos!

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas; Senior Advisor de Spencer Stuart
Para Lampadia

El escenario electoral para el 2021 se presenta con una característica que es muy peligrosa, ya que prácticamente aseguraría la continuación de la crisis política, el deterioro en todos los frentes y el retroceso económico que vivimos actualmente. Me refiero a la ridícula cantidad de alternativas políticas que aparentemente se presentarían al proceso de abril.

De no hacerse nada al respecto la votación será muy dispersa y por consiguiente continuaremos con la pugna de poderes del estado, el populismo barato, las grandes limitaciones para el consenso y la necesidad de negociar debajo la mesa. Es decir, mas de lo mismo y siempre en perjuicio de la población y el país.

Este festival de alternativas se debe principalmente a tres causas: La primera, el deficiente marco legal electoral, con normas hechas a la medida para beneficio de los políticos irresponsables. El actual congreso no ha cumplido con el mandato que se les dio de aprobar la reforma política. Solo han aprobado los temas puntuales que les favorecía y han dejado una normativa modelo ¨frankestein¨. Otra irresponsabilidad de este inepto e irresponsable congreso.

La segunda causa es la carencia de partidos políticos serios, con valores morales y debidamente organizados. Los pocos que existían ya se perdieron, porque siempre estuvieron bajo la sombra de caudillos que ya no existen y que nunca pudieron ser reemplazados.

Y la tercera es la falta de verdaderos líderes que inspiren confianza y tengan la capacidad necesaria para enfrentar adecuadamente este dificilísimo encargo, salvo honrosas excepciones.

Dado lo absurdo de la actual normativa, hay varios posibles candidatos que no tienen partido y varios partidos que no tienen candidatos. Además, las elecciones internas no serán universales y seguirá existiendo el voto preferencial. Todo a favor de los ¨dueños¨ de los partidos, para que así puedan negociar y manipular a su antojo. ¡Un verdadero mercadillo!

Si no se enfrenta este problema de inmediato, tendremos en el partidor a veinticuatro agrupaciones de todos los colores pugnando por ganar el derecho a ¨gobernar¨ un país que vive una de sus peores crisis. Esto, con el agravante que la mayoría de los que pretenden participar no lo harán para conseguir el bienestar de los peruanos y el progreso del Perú, sino para beneficio de ellos mismos.

Esto es lo que ha venido sucediendo en los últimos años y es lo que tenemos que evitar a como de lugar. Para conseguirlo se tiene que pasar a un segundo plano a la política y pensar mas en nuestra patria, cumpliendo con dos acciones que son absolutamente necesarias.

  • La primera es reducir la dispersión concentrando la participación de los partidos con objetivos afines, en alianzas o frentes.
  • La segunda es conseguir que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto muy bien informados, evitándose así la manipulación en base a mentiras, populismo y demagogia.

Lo primero es mucho mas complicado de lograr y es aquí donde se requiere patriotismo, ya que implica sacrificarse por el bien del país. Formar un frente o alianza es lo ideal, pero muy difícil de conseguir dado los impresionantes egos que tienen los dirigentes partidarios, así como la mayoría de los que pretenden ser candidatos a presidentes. Nadie quiere ceder su opción y la mayoría se cree indispensable. ¡Solo verdaderos patriotas lo harían!

La posibilidad de alianzas es mayor entre partidos que comparten similares objetivos y propósitos. Si analizamos mas de cerca las corrientes que existen en las agrupaciones políticas peruanas, encontramos a tres muy claras. Una que aún insiste en ideologías trasnochadas que han fracasado en todos sus intentos y en todo el mundo. Otra sin alma, compuesta por oportunistas, populistas y/o nacionalistas, que solo persiguen objetivos personales y siempre han servido solo para crear grandes crisis y retrocesos.

Y la tercera que cree y defiende el libre mercado, la propiedad privada, el emprendimiento propio y el desarrollo. Las dos primeras prefieren un estado empresario, mientras que la tercera, lo contrario.

Es muy claro que la tercera corriente es la preferida de los peruanos, dado que la gran mayoría de empresarios, grandes, medianos, pequeños, individuales, formales o informales se manejan dentro de una economía de libre mercado. Esto incluye a los emprendedores y a los informales que actúan como mini-capitalistas y que son entre el 70% y 80% de nuestra economía.

Por lo tanto, sería verdaderamente patriótico que los líderes políticos de los partidos que siguen la tercera tendencia, se desprendieran de sus egos y sus ambiciones personales y se pusieran de acuerdo en formar un frente en beneficio de los peruanos y del Perú. Este frente estaría conformado por las personas más idóneas para cada uno de los cargos de gobierno y que obviamente serían miembros de los partidos agrupados en la alianza.  

¡Necesitamos mas patriotas y menos políticos!

La segunda condición es muy importante para eliminar el voto desperdiciado y convertirlo en un voto bien informado. Para esto se requiere una campaña muy bien orquestada por diferentes medios, especialmente por redes sociales y también vía el mensaje boca a boca en el que todos nosotros podemos ayudar (ver mi anterior artículo: Ya basta, en Lampadia 30-9-20). Aquí las instituciones serias, las empresas privadas, los empresarios emprendedores y todas las personas que queremos detener la crisis y reversar el retroceso, tenemos que actuar patrióticamente, levantando nuestra voz y aconsejando a todos los que podamos.

Si se consigue formar una alianza que tenga como único objetivo ¨el bienestar de los peruanos y el progreso del país¨ y si logramos que la gran mayoría de la población vote bien informada, no tengo dudas que lograríamos detener la crisis y regresar al camino de la modernidad y el progreso que vivíamos en la primera década del presente siglo.

¡Por eso demandemos a los que quieren participar en las próximas elecciones, que piensen mas en los peruanos y menos en ellos mismos y que sean ¨mas patriotas y menos políticos¨!

¡ES ABOSLUTAMENTE NECESARIO FORMAR ALIANZAS!

¡ES ABSOLUTAMENTE NECESARIO VOTAR BIEN INFORMADOS!

Lampadia




¡No al voto electrónico!

¡No al voto electrónico!

Saludamos la decisión de la Onpe de descartar el uso del voto electrónico en las próximas elecciones generales de abril, 2021.

Así ha sido anunciado por Piero Corvetto, el jefe de la Onpe, como puede leerse en la siguiente nota de el diario Expreso. Como dice Corvetto, el tema entrará en evaluación.

En Lampadia hicimos todo lo posible por alertar al país de los peligros del voto electrónico, que ha sido prohibido en muchos países, empezando por Alemania.

Este mecanismo se presta para el fraude, no tiene control, y sobre todo, en un país donde se distribuyen prebendas a los ciudadanos, se presta para mentir al ciudadano diciendo que el funcionario público sabrá por quién se vota, induciendo así el voto.

Líneas abajo compartimos el sustento de nuestra oposición al voto electrónico.

Nota de Expreso, 29 de setiembre de 2020:

Jefe de la Onpe
Descartan uso de voto electrónico

El uso del voto electrónico presencial no será utilizado en las elecciones generales del 11 de abril de 2021, porque se encuentra en estudio técnico sobre el software y hardware que se está empleando, informó el jefe de la ONPE, Piero Corvetto.

Asimismo, Corvetto Salinas detalló que el organismo electoral carece de un informe técnico integral hasta la fecha para que el voto electrónico presencial pueda ser usado en los comicios del próximo año.

Dialogarán con los partidos políticos y la sociedad civil, sobre la evolución de este tipo de votación que ha sido empleado en los últimos procesos electorales, como en la elección de los miembros del Congreso en el que participaron un millón 768,530 electores de 39 distritos del Perú.

“No lo vamos a utilizar hasta que no tengamos un informe técnico e integral sobre software, hardware y procedimientos, que se pueda hacer público y entregado a los medios de comunicación, los partidos políticos y la sociedad civil. Y estemos convencidos que funciona y funciona bien. Luego de la autoría evaluaremos su uso”

Ver nuestras publicaciones al respecto:

Por exposición al fraude y manipulación
No al voto electrónico

Lima-Perú, 15/11/2019

Republicamos nuestro rechazo al voto electrónico. Este ha sido prohibido en muchos países, notoriamente en Alemania y Holanda, por los riesgos de fraude a los que está sujeto.

Pero además, en el Perú, donde muchos funcionarios públicos entregan dinero u otras prestaciones a los ciudadanos más pobres, el voto electrónico se presta para la manipulación. “Yo voy a saber por quién votas”, puede ser la amenaza del funcionario público al ciudadano que no puede arriesgar la recepción del apoyo social que lo ayuda a mantener a su familia.

¡No al voto electrónico! Hagamos algo bien. Lampadia

Lima-Perú, 28/04/2016

Nuestro voto debe ser auditable, seguro y secreto
No más voto electrónico

Por primera vez en las elecciones generales pasadas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) impuso el uso del voto electrónico. Pretendió que se aplicara para tres millones de votantes en Lima, y tuvo que retroceder, días antes de la elección, a menos de 700,000 personas. Aún así, la reorganización de locales y número de votantes por mesa originó un tremendo caos del que muchos huyeron sin votar y otros no alcanzaron a hacerlo por las interminables colas. No se pueden hacer experimentos mal diseñados en medio de un proceso electoral, uno de los eventos más importantes de la vida cívica de los peruanos.

En cuanto al voto electrónico, en Lampadia hemos advertido varias veces que su uso es inaceptable, por su naturaleza técnica y por el riesgo de manipulación política dada la extensión y calidad de los programas asistenciales del Estado.

Este sistema de votación electrónico puede torcer la voluntad popular, ya sea por falta de control ciudadano o por intimidación del elector. En el Perú, millones de ciudadanos reciben distintas prestaciones asistencialistas de programas sociales como Juntos, Beca 18, Qali Warma, Pensión 65 y otros. Múltiples funcionarios públicos nacionales y regionales entregan directamente los aportes asistenciales y es evidente que ellos podrían manipular muy fácilmente la votación con aseveraciones, que sin basarse en la realidad, intimiden a los votantes con la amenaza de retirarles los beneficios.

En El voto electrónico es inaceptable para el Perú, dimos un ejemplo para explicar este caso: ‘Cuidado, yo voy a saber por quién votas’, podría ser la aseveración que se dé al ciudadano, quién no tendría los elementos de juicio necesarios para saber si es cierta o no. Ante ello, es pues presumible, que muchos de los electores, podrían votar en la dirección de las ‘recomendaciones’ del funcionario público ‘benefactor’.

Así lo explicó también el especialista en sistemas y asuntos electrónicos, Franjo Kurtovic, en un artículo para Lampadia (ver: Votación “fraudelectrónica”: ¿Buena para quién?): “el voto electrónico es un sistema fácilmente manipulable, genera miedos, -a veces bien fundados como en el caso de Venezuela-, sobre la posibilidad de vincular al ciudadano con su voto, y esto se presta para una serie de manipulaciones políticas y manipulación psicológica del ciudadano votante que pueden alterar la voluntad en favor del gobernante manipulador”.

Además, en otras partes del mundo, estos sistemas han mostrado serias fallas y en Alemania ha sido prohibido por la Corte Constitucional, por su falta de transparencia como argumento central: “1. El principio (…) ordena que todos los pasos esenciales de la elección estén sujetos al control público (…). 2. En la utilización de aparatos electorales electrónicos, el ciudadano debe poder controlar los pasos esenciales del acto electoral y la determinación del resultado de manera fiable y sin conocimientos técnicos especiales.”

Es decir, al no permitir un control ciudadano efectivo y directo por parte de cualquier ciudadano y en especial de los personeros acreditados, el principio de transparencia se quiebra, lo que hace indeseable y peligroso este sistema.

En esta misma línea, compartimos un video de Franjo Kurtovic que explica detalladamente las falencias del voto electrónico, afirmando que este sistema no cumple con los requisitos de que nuestro voto sea auditable, seguro y secreto:

En Lampadia hemos reiterado nuestras llamadas de atención (ver: La peligrosa campaña por el voto electrónico) y, más recientemente, en enero de este año: ¡No al voto electrónico! Lamentablemente, en un país en el que la clase dirigente ha perdido su ‘capacidad de entusiasmarse e indignarse’, es muy poco lo que se analiza, debate y plantea. Pero la soledad de los que estamos comprometidos con la acción cívica, es seguramente compartida por millones de ciudadanos de las ‘mayorías silenciosas’, a quienes tenemos que seguir alertando tercamente.

Tanto por aspectos técnicos como políticos, hoy tenemos que reiterar nuestro llamado:

¡No al voto electrónico!

Lampadia

Otros artículos sobre el tema:

Lima-Perú, 22/01/2014 a las 10:01pm. por Lampadia
Peligro para la democracia
No al voto electrónico

https://www.lampadia.com/analisis/politica/no-al-voto-electronico

Lima-Perú, 04/02/2014 a las 05:02pm. por Lampadia
Los peligros del de digitalizar el voto
Votación “fraudelectrónica”: ¿Buena para quién?

https://www.lampadia.com/analisis/politica/votacion-fraudelectronica-buena-para-quien/

Lima-Perú, 26/01/2015 a las 06:01am. por Lampadia
¿A quién favorece esta trampa?
La peligrosa campaña por el voto electrónico

https://www.lampadia.com/analisis/politica/la-peligrosa-campana-por-el-voto-electronico/

Lima-Perú, 21/03/2016 a las 01:03pm. por Lampadia
¡No al voto electrónico!
El voto electrónico es inaceptable para el Perú

https://www.lampadia.com/analisis/politica/el-voto-electronico-es-inaceptable-para-el-peru/

Lima-Perú, 14/03/2017 a las 02:03pm. por Lampadia
No se quiere entender los riesgos
Voto Electrónico: De ninguna manera

https://www.lampadia.com/analisis/politica/voto-electronico-de-ninguna-manera/




El Presupuesto Público 2021… y ¡la cuadratura del círculo!

El Presupuesto Público 2021… y ¡la cuadratura del círculo!

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 4 de setiembre de 2020
Para Lampadia

En sentido figurado, la “cuadratura del círculo” es una expresión que se utiliza cuando se pretende abordar un problema imposible de resolver. Pues bien, aunque parezca mentira, el Gobierno peruano – nuestro Gobierno – parece haber resuelto el problema de la “cuadratura del círculo”. ¿Cómo así? Pues gastando más… con menos ingresos.

Efectivamente, el Presupuesto Público del 2021 ha aumentado con respecto al del 2020, a pesar de que los fondos disponibles han bajado. Recordemos… todo presupuesto está determinado por los fondos disponibles. Tal es el caso de los presupuestos personales, familiares, institucionales, etc. En el caso de los presupuestos públicos, éstos dependen – en gran medida – de los tributos recaudados durante los años previos. Por ejemplo, si en el año 2020 bajara la recaudación tributaria – como es el caso – el presupuesto del 2021 debería bajar.

Por el lado de la ciudadanía, todos estamos viviendo el problema de la reducción de ingresos económicos. Muchos compatriotas han perdido su trabajo. Y – en el mejor de los casos – otros han visto reducidas sus remuneraciones. Incluso – tal como dicen los expertos – nuestro país es el que más ha sufrido a nivel mundial… económicamente y sanitariamente. Ciertamente, la pandemia ha sido determinante en esta crisis sin precedentes. Aunque – como se sabe – la crisis económica venía de antes de la pandemia. Cinco años antes… y hasta más. Sin embargo, en el 2019 la desaceleración de la economía de nuestro país se había acentuado aún más.

Lo concreto es que el Gobierno ha aumentado el Presupuesto Público del próximo año. La pregunta es ¿cómo así? Pues, muy sencillo. Con endeudamiento. La única forma de gastar más – con menos – es con endeudamiento. También podría aumentar los tributos, pero – hasta ahora – ese no es el caso.

El problema es ¿quién nos va a prestar dinero en medio de esta crisis? Y – más relevante aún – ¿a qué tasas de interés? Nótese que en situaciones como la actual, el financiamiento suele restringirse, y las tasas de interés suelen aumentar. La pregunta es muy pertinente porque todo lo que gasta el Estado proviene de la ciudadanía. Es decir, de las empresas y de las personas. No existe tal cosa como “los recursos del Estado”. Las planillas y gastos administrativos, las inversiones en obras de infraestructura, los pagos de deudas e intereses, incluso las compras sobrevaloradas y elefantes blancos – a la larga – todo lo pagamos los ciudadanos.

A ese respecto habría que preguntarnos ¿acaso el Estado no está atiborrado de personajes tipo Richard Swing? ¿No hubiera sido mejor salir de esa gente que no sirve para nada? ¿Para qué mantener a los funcionarios públicos que no fueron capaces de reconstruir la infraestructura dañada por El Niño Costero del 2017, cuando el Gobierno está contratando a Gobiernos extranjeros – que van a cobrar un montón de plata – para hacer lo que dichos funcionarios no fueron capaces de hacer? Y así por el estilo. ¡Cuántos gastos superfluos del Estado podrían reducirse… pero no!

La verdad, no se ve ninguna voluntad de parte del Gobierno de ajustarse el cinturón para reducir la carga tributaria que recae sobre los ciudadanos. No hay consciencia respecto del drama que están sufriendo todos los que viven de su trabajo particular. La pandemia nos está matando, pero el Estado está en otra. Tanto, que lejos de facilitarnos la vida con simplificaciones administrativas, digitalización y racionalización de procesos, y reducción de cargas tributarias; no se le ocurre mejor idea que aumentar el presupuesto del próximo año. Por no mencionar las trabas que sigue imponiendo sobre las empresas privadas, haciendo más difícil aún la generación de empleos en estos momentos tan difíciles.

El hecho es que – claramente – nuestras autoridades pretenden gastar más… con menos. O sea, creen haber resuelto el mítico problema de “la cuadratura del círculo”. Fuera de bromas… ¡no hay derecho! Lampadia




Pandemia acabaría a fines del 2021

Pandemia acabaría a fines del 2021

Recientemente Bill Gates ha vuelto a ofrecer sus apreciaciones de los avances en el combate mundial a la pandemia, lanzando como pronóstico un posible término hacia fines del 2021, período en el que él cree que un porcentaje apreciable y suficiente de la población mundial (entre 30-60%) se encontrará vacunada para contener la enfermedad (ver artículo de The Economist líneas debajo).

Este pronóstico debe llamarnos la atención a reforzar los mecanismos de prevención y atención hospitalaria no solo de covid 19 sino también de otras enfermedades graves porque, como bien señala Gates, hasta que aflore la producción masiva de vacunas, se van a seguir desatando millones de muertes por otras enfermedades más o igual de graves producto de la misma emergencia sanitaria. En ese sentido, si se va a sesgar la atención hacia enfermos por covid 19, ello debe tener en cuenta el grado de mortalidad de otras enfermedades letales como el VIH, el dengue, la tuberculosis, entre otras, y no dejarlas de lado.

Por otra parte, el redoblar los esfuerzos a diversificar la compra de vacunas  en todas las etapas de prueba clínica (no solo de las últimas) debe ser un imperativo nacional (ver Lampadia: Gastemos mucho más en vacunas) puesto que, en palabras de Gates, las disputas políticas en EEUU están inhibiendo el crecimiento de los fondos para la producción de vacunas hacia los países pobres.

Si bien las iniciativas del gobierno de coordinar con 5 laboratorios extranjeros la adquisición de 30 milllones vacunas que ya están en la última fase clínica son positivas, se debe también iniciar conversaciones con otros cuyas vacunas no se encuentren necesariamente en fase final, pues eventualmente podrían llegar a ellas.

En conclusión, si bien las advertencias de Gates no son del todo positivas, sí nos dan visos de qué políticas hacer en el mediano plazo para lidiar con la crisis hasta que acabe. Pero sobretodo nos dan esperanzas de que habrá luz al final del tunel, pero que para llegar a ella sin una calamidad social, se deben implementar acciones inmediatas desde la politica pública. Lampadia

Un pronóstico mixto
La pandemia de covid-19 terminará a fines de 2021, dice Bill Gates

Pero millones de muertes aún están por llegar en los países pobres

The Economist
18 de agosto, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Millones más van a morir antes de que termine la pandemia del covid-19. Ese es el duro mensaje de Bill Gates, cofundador de Microsoft y uno de los filántropos más grandes del mundo a través de la Fundación Bill y Melinda Gates, en una entrevista con Zanny Minton Beddoes, editor en jefe de The Economist, a principios de agosto. La mayoría de estas muertes, dijo, no serían causadas por la enfermedad en sí, sino por la mayor presión sobre los sistemas de atención médica y las economías que ya estaban luchando. También lamentó la politización de la respuesta al virus en EEUU y la propagación de teorías de conspiración, algunas de las cuales lo implican, las cuales han frenado los esfuerzos para contener la propagación de la enfermedad. Pero ofreció razones para la esperanza a mediano plazo, prediciendo que para fines de 2021 se produciría en masa una vacuna razonablemente eficaz, y una parte lo suficientemente grande de la población mundial estaría inmunizada para detener la pandemia en su camino.

Gates había pasado gran parte de su tiempo pensando en virus y vacunas, mucho antes de que el nuevo coronavirus fuera detectado por primera vez en Wuhan, en la provincia china de Hubei, a fines del año pasado. La Fundación Gates es fundamental para la alianza mundial que intenta erradicar la poliomielitis mediante la vacunación de todos y para aliviar la carga de la malaria y encontrar una vacuna contra ella. Han pasado varios años desde que advirtió que una nueva enfermedad que causaba una pandemia global era una cuestión real, no cuándo, y pidió que el mundo realizara “Juegos de gérmenes” en la línea de los juegos de guerra llevados a cabo por ejércitos. La fundación ya ha prometido más de 350 millones de dólares para la respuesta a la pandemia del covid-19, gran parte de la cual se centra en reducir su impacto en el mundo en desarrollo. Pero se necesita más. “Todos necesitamos gastar miles de millones para sacar la vacuna y salvar los trillones que están causando el daño económico”, dice.

Los datos dispersos dificultan la evaluación de la verdadera magnitud del daño en muchos países pobres. Para el 17 de agosto, los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades, un organismo de salud pública, habían registrado más de 1 millón de casos y más de 25,000 muertes por covid-19 en África. En India, se registra que casi 52,000 murieron a causa de la enfermedad. El número real en ambos lugares probablemente sea mucho mayor. Pero el coronavirus no es la única fuerza letal en juego en el mundo en desarrollo azotado por la pandemia. Las millones de muertes que predice Gates serán causadas no solo directamente por el covid-19, sino también por los efectos colaterales. Casi el 90% serán muertes indirectas, dice. Los encierros reducirán el acceso a vacunas y medicinas para otras enfermedades. Aumentarán las muertes por malaria y VIH. Una menor productividad agrícola hará que el hambre se propague y las tasas de educación caigan. Cuando se trata de la lucha contra la pobreza, el virus podría acabar con una década de logros.

Para mitigar ese riesgo, Gates pide a los países ricos que compren vacunas para los pobres. Esto no es del todo altruista: si algunos países siguen siendo reservorios de la enfermedad, seguirá apareciendo nuevamente en otros. Si las vacunas tienen un precio lo suficientemente alto en los países ricos para cubrir los costos fijos de producción (ensayos clínicos, construcción de fábricas, etc.), el costo marginal de abastecer a los países pobres sería relativamente modesto: del orden de US$ 10,000 a 12,000 millones en total. Él ve que la mayor parte de ese dinero proviene de EEUU, que también otorga “con mucho la calificación más alta” en investigación y desarrollo de una vacuna, lo que representa el 80% del total mundial. Espera ver el dinero prometido para comprar vacunas para el mundo pobre en el próximo proyecto de ley de gastos suplementarios del Congreso.

Que eso suceda depende de la política. Las negociaciones del Congreso sobre el próximo paquete de estímulo de EEUU se han estancado durante semanas. La marcada polarización política del país ha complicado su respuesta al virus, introduciendo problemas que otros países no enfrentan. El simple hecho de usar una máscara se ha convertido en una declaración política, en lugar de una cuestión de buscar y luego seguir el consejo de un experto, como es el caso en casi todas partes. De manera deprimente, Gates piensa que esto no se puede deshacer, incluso si las elecciones de noviembre significan un cambio de dirección en la cima. Una vez que se pierde la confianza del público y una política se ha desplazado del ámbito de los análisis de costo-beneficio al partidismo, no es fácil revertirlo. Bajo la presidencia de Joe Biden, piensa Gates, negarse a usar una máscara podría convertirse en una forma para que los partidarios de Donald Trump expresen su enojo y resistencia.

La falta de liderazgo en EEUU también ha obstaculizado la respuesta a la pandemia fuera de las fronteras del país. La única superpotencia del mundo lleva mucho tiempo a la cabeza de los esfuerzos mundiales de salud pública y, sin ella, el consenso es mucho más difícil de forjar. Y el ambiente en muchos países es de retroceso del multilateralismo y cooperación a través de instituciones internacionales. Es difícil ver que esa tendencia se invierta, ya que la enfermedad está afectando fuertemente los ingresos del gobierno en todas partes. La generosidad, no importa lo beneficiosa que sea tanto para el donante como para el receptor, es escasa cuando se reducen los presupuestos.

No basta con que haya una vacuna: la gente tiene que estar dispuesta a tomarla. Y en esto, también, los estadounidenses se están quedando atrás. Una encuesta reciente de Gallup encontró que uno de cada tres no estaría de acuerdo en recibir una vacuna aprobada por la FDA, incluso si fuera gratis. Pero aquí la noticia es más favorable. La última investigación, explicó Gates, sugiere que los otros coronavirus en circulación y la inmunidad parcial que brindan las vacunas que ya están en uso para otras enfermedades, ya otorgan una medida de protección contra el covid-19. Tampoco es tan contagioso como otras enfermedades. La mejor estimación actual es que entre el 30 y el 60% de la población mundial necesitará una vacuna eficaz para detener la pandemia. “Afortunadamente, esto no es sarampión. No necesitamos que más del 90% de las personas se vacunen”.

En 2000, cuando Gates renunció como director ejecutivo de Microsoft, la Fundación Gates lanzó GAVI, una alianza global para proporcionar vacunas en países pobres. Su participación en las vacunas contra la poliomielitis y el sarampión lo ha convertido en un experto en garantizar una distribución equitativa, especialmente en los países pobres. Y aquí es donde la perspectiva de Gates es más positiva. Él cree que la vacuna covid-19 será la más rápida jamás fabricada. Si está lista para su distribución en el tiempo que predice, será, con mucho, la vacuna más rápida que haya salido al mercado.

El mundo está en camino de alcanzar este objetivo. Se están desarrollando más de 150 vacunas en todo el mundo, con seis en ensayos clínicos finales a gran escala. Gates ya ha donado cientos de millones a la causa. Está dispuesto a donar mucho más. Pero el dinero de las fundaciones privadas tiene límites: los gobiernos tienen que tomar la iniciativa, piensa, tanto porque es su infraestructura de atención médica la que tendrá que utilizarse para la distribución como para ganar el apoyo y la confianza del público. Hasta ahora, se han comprometido a aportar unos US$ 10,000 millones aproximadamente a los esfuerzos globales para fabricar y distribuir vacunas. Esto no es suficiente. Lampadia




Las reformas políticas que este congreso todavía puede aprobar

Las reformas políticas que este congreso todavía puede aprobar

Jaime de Althaus
Para Lampadia

El último predictamen sobre las reglas electorales para el proceso 2021 insistía en eliminar la participación de varios candidatos con opciones por medio del requisito de 6 meses de afiliación a un partido antes de la fecha de las elecciones internas. Si estas se desarrollan en noviembre, los 6 meses se habrían cumplido en mayo, de modo que ninguno de los aspirantes actuales con más opciones podría participar.

No obstante, en la última reunión de la comisión de Constitución, quedó claro que solo Alianza por el Progreso (APP) defendía esa opción. Finalmente, el propio presidente de la comisión, Omar Chehade (APP) enmendó rumbos.  El viernes publicó en su Facebook: “Estamos elaborando un dictamen que equipare inscripciones nuevas con afiliaciones para postular… De esta manera, los nuevos partidos y candidatos sin partido tendrán el tiempo y condiciones suficientes para realizar su trámite respectivo y quedar habilitados para presentar candidatos y postular democráticamente en las referidas elecciones”.

Problema resuelto, entonces, en principio, aunque hay que esperar la redacción final. En realidad, no debería haber plazo. No debería existir el requisito de estar afiliado a un partido para postular a la presidencia de la República. Ello es una restricción al derecho de participación política. Cualquier partido debería poder invitar a un independiente a encabezar una lista presidencial. Eso fue lo que ocurrió con José Luis Bustamante y Rivero en 1945, por ejemplo.  

La obligación de estar inscrito en un partido para poder postular proviene de una de las leyes de la reforma política aprobada el 2019, la ley 30998 orientada a promover la participación política y la democracia en las organizaciones políticas, aquella que establecía las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). La idea detrás, esgrimida también por los defensores del plazo excluyente, es que se trata de fortalecer los partidos y que no haya partidos cascarón o vientres de alquiler.

Pero esta no es la manera de lograrlo. Para ir a un sistema de pocos partidos reales, existen las vallas y los sistemas electorales. La abortada reforma política contenía una idea correcta: facilitar la inscripción de nuevos partidos -para renovar y establecer competencia- pero dificultar la permanencia, para que sobrevivan los mas fuertes. Las PASO -cuestionables, pero no vamos a entrar en eso ahora- tenían un filtro. Al final participarían alrededor de 6 u 8 partidos en las elecciones generales, que luego deberían pasar la valla del 5% de la votación para el Congreso. De lo contrario, perdían la inscripción. La suspensión de las PASO suspende el filtro. Martín Tanaka ha propuesto una valla en las elecciones internas: que participen en ellas 12 mil militantes (50% del número mínimo de afiliados a un partido). Pero muchos partidos tienen en este momento menos de 24 mil afiliados porque se suspendió también ese requisito. Entonces esa propuesta es inviable.

Solo queda aprobar la elección del Congreso junto con la segunda vuelta, lo que llevará a una cierta concentración del voto en un número menor de partidos, y de paso ayudará a la gobernabilidad del próximo gobierno, algo vital para enfrentar la reconstrucción nacional.

La otra manera de reducir el número de partidos y que sean reales, es pasar a un sistema electoral basado en distritos electorales mucho mas pequeños, uni o binominales, donde los partidos pequeños tenderán a aglutinarse con otros más grandes para tener opción de ganar en alguna circunscripción. Esto, además, tiene la ventaja de crear una relación entre elector y representante, dándole realidad a la democracia y facilitando la eliminación del voto preferencial. Porque este sería el voto preferencial por excelencia.      

En resumen, las reformas que todavía puede aprobar este Congreso para mejorar la calidad de nuestra democracia y la gobernabilidad son:

  • Permitir la postulación presidencial sin afiliación
  • Elegir el Congreso junto con la segunda vuelta presidencial
  • Eliminar el voto preferencial y canjearlo por distritos electorales pequeños

Lampadia




2011 – 2021: Década Perdida

Líneas abajo reproducimos el excelente artículo de Jorge Baca Campodónico sobre el impacto de los errores de gestión de los gobiernos de Humala, Kuczynski y Vizcarra, que entre el 2011, donde se dio el ‘Punto de Inflexión’ del proceso virtuoso de crecimiento, y el 2021, malograron la posibilidad de crecer y reducir la pobreza, entre otros beneficios sociales y económicos.

El análisis de Baca Campodónico muestra que el menor crecimiento de la década de 3.7% versus 6.8% que deberíamos haber logrado, se explica por la menor inversión en los proyectos mineros que los tres gobiernos desperdiciaron. Esa inmensa diferencia es lo que la minería conlleva como impacto potencial en la vida de los peruanos.

Como hemos explicado muchas veces, (por ejemplo en: ‘Estrategia para la creación de empleo y generación de riqueza en el Perú durante los próximos 20 años’), el Perú está desaprovechando sus riquezas y postergando la posibilidad de mejorar el bienestar general. Esto se hace crítico habida cuenta de las brechas económicas y sociales que no hemos logrado superar, en temas cruciales como educación, salud, infraestructuras y tecnología. Las que nos lastran de cara a la ‘cuarta revolución industrial’, que podría terminar por condenar a nuestros pobres a mantenerse eternamente en los arrabales de la globalización.

Próximamente, completaremos este análisis con una nueva mirada al mandato estratégico de gobierno para los siguientes 20 años.

De Expreso
Jorge Baca Campodónico
12 de Mayo del 2019

Lo que le ha costado al Perú los errores de Humala y PPK-Vizcarra

Las caídas de las exportaciones (11.8%) y de las importaciones (7.3%) en el mes de marzo confirman la desaceleración de la economía y ratifican nuestro pronóstico de que el PBI no crecerá mas de 3.6% este año y no mas de 4% en los años 2020 y 2021. Con estos resultados cerraremos una década de pobre desempeño económico que nos quita la ilusión de llegar al bicentenario de la independencia habiendo superado la trampa del ingreso medio.

Lamentablemente el pobre desempeño de esta década se lo debemos a decisiones erradas tomadas por el gobierno de Humala que las administraciones de PPK-Vizcarra no solo no han sabido revertir, sino que las han acentuado.

  • Desde el día en que Humala tomó el poder juramentando por la constitución socialista de 1979, las autoridades han venido tomando medidas populistas que socaban el modelo económico consagrado en la constitución de 1993.
  • Se han priorizado proyectos de inversión de dudosa rentabilidad económica como la Refinería de Talara, los Panamericanos y Gaseoducto del Sur.
  • Al mismo tiempo que se han puesto trabas a la ejecución de proyectos mineros como Conga, Tía María, La Granja, El Galeno, y muchos otros.

Las autoridades de las diferentes administraciones de esta década han esgrimido diferentes justificaciones para explicar el pobre desempeño de la economía como la crisis mundial, el fenómeno del Niño Costero, la corrupción, la obstaculización del Congreso, etc. Muy pocas autoridades reconocen los errores cometidos. Por el contrario, se insiste en medidas populistas como el incremento del salario mínimo, de las pensiones, de los programas no contributivos de salud y pensiones, de los programas de sociales de transferencia monetaria, en incremento de la burocracia no productiva. Como en la época de la bonanza del guano, las autoridades están mas interesadas en el gasto no productivo que en cómo hacer crecer la economía.

¿Cuánto nos está costando los errores de política económica de los gobiernos de Humala y PPK-Vizcarra? Para responder esta pregunta hemos utilizado nuestro modelo PREDICE para simular que hubiera pasado con la evolución del PBI si se hubieran concretado en forma progresiva la inversión minera postergada por las decisiones erradas del gobierno. Para fines comparativos hemos utilizado la evolución del PBI chileno para el periodo 1997 – 2021. En el caso chileno, las proyecciones para el periodo 2019 – 2021 son las proyecciones del FMI.

En el Gráfico 1 se presentan las evoluciones del PBI real chileno y peruano en miles de millones de dólares de 2018 para el periodo 1997 – 2021 juntamente con el escenario alternativo correspondiente a la evolución del PBI peruano si se hubiesen puesto en ejecución los proyectos mineros que se han paralizado o se vienen aplazando por diferentes trabas burocráticas o conflictos sociales.

La conclusión que se llega del ejercicio de simulación es que el aumento de inversión asociado a la puesta en marcha de los proyectos de inversión mineros adicionales hubiese generado un PBI que superaría ligeramente al PBI de Chile en el 2021. Es decir, que hubiésemos llegado al Bicentenario con un PBI ligeramente superior al PBI de Chile.

Este PBI implica un crecimiento promedio anual para el período 2011 – 2021 de 6.8%, que contrasta con el magro crecimiento promedio de 3.7% que obtendremos con las políticas que venimos implementando. En el 2021, hubiésemos llegado a tener una economía de US$ 330 mil millones en lugar de los US$ 250 mil millones que tendremos con la política actual.

La inversión minera adicional también hubiese significado un crecimiento de nuestras exportaciones muy por encima del observado en los últimos años. En el Gráfico 2 se presentan las evoluciones de las exportaciones chilenas y peruanas en millones de dólares americanos juntamente con el escenario alternativo que describe la evolución de las exportaciones peruanas si se hubiesen concretado los proyectos mineros paralizados o postergados por las trabas burocráticas o conflictos sociales. En el escenario “Perú sin década perdida”, nuestras exportaciones hubiesen crecido al ritmo de la evolución de los precios de los minerales para ubicarse en el 2021 a la par con el valor de las exportaciones de Chile.

La puesta en marcha de los proyectos de inversión mineros hubiera significado un aumento de la inversión bruta fija total a lo largo de la década. Este aumento de la inversión es la que explica el mayor aumento del PBI a lo largo de la década y el aumento de las exportaciones. En el Gráfico 3 se presenta la evolución de la inversión bruta fija medida como porcentaje del PBI para Chile y Perú para el período 1997 – 2021.

Observamos que la puesta en marcha de los proyectos mineros paralizados o postergados representa en promedio 1.5 puntos porcentuales del PBI por encima de lo sucedido a lo largo de la década 2011 – 2021. Los 1.5 puntos porcentuales adicionales son equivalentes en promedio a 3,000 millones de dólares americanos adicionales de inversión por año. Esta cantidad es equivalente a la inversión de dos Tía María o a la mitad de Conga o La Granja.

Si no hubiésemos tenido la década perdida, para el 2021 no solo hubiésemos superado el PBI de Chile, pero podríamos haber eliminado la pobreza extrema y reducido la pobreza monetaria a un dígito y podríamos haber recibido el Bicentenario en un clima de optimismo que significa romper la trampa del ingreso medio. Lampadia