Andrés Balta
Perú21, 22 de mayo del 2025
«Musk y el DOGE (“Departamento de Eficiencia Gubernamental”) auditan los mecanismos fiscales para asegurar la trazabilidad y el destino del dinero público».
Hubo auditoría sobre una cantidad tremenda de desperdicios y fraudes en el Gobierno estadounidense. De hecho, un informe de la “Oficina de Responsabilidad de Gobierno” lo estimó en 500 mil millones de dólares, al final del gobierno de Biden.
En conexión con este vergonzoso dato, Elon Musk instó a la reducción del gasto público y, en especial, de aquello que muy pocos contribuyentes aprobarían, como —por ejemplo— que el dinero de los pagadores de impuestos se destine a cirugías de cambio de sexo en animales, teatro infantil y dibujos animados transgéneros, defensa de derechos LGTBI en países recónditos del exterior, gastos absurdos en 20 millones de personas definitivamente muertas, registradas como vivas en la base de datos de la seguridad social, préstamos de cientos de millones de dólares a “precoces emprendedores” de 11 o menos años de edad, así como fondos a personas “Súper Vivientes”, “Híper Sanas” o “Ultra Fuertes” de más de 160 años de edad y cosas por el estilo.
Siguiendo la pista del dinero se sacó a flote estos descomunales estropicios. En la gigante limpieza de pantano, los “óscares” de “Mayor Densidad en la Cloaca” y “Desaparición e Ilusionismo Técnicos del Dinero” los ganaron —por muchos cuerpos— las ONG de EE.UU. y del mundo. Básicamente, se comprobó que ni bien reciben los fondos, estas “angelicales instituciones” los ingresan al mundo exterior y paralelo de “La Tierra de Nadie” y, desde sus manos porosas y absorbentes hasta la ilusión de sus aparentes destinos, no hay control, ni trazabilidad, ni autonomía, ni responsabilidad, ni actitud de dueño. Así, los destinos del dinero fueron zurdos y, para colmo de colmos, ellos inhibieron a los privados con “lo políticamente correcto” y aterrorizaron a los particulares contra sus libres y voluntarias donaciones políticas de promoción de la libertad y la democracia. En el Perú fue patente la casi nula financiación a “Integridad”, un proyecto inteligente y exitoso de Jorge Lazarte. Fue muy elocuente el destino zurdo del dinero y la inhibición de fondos a su contrario.
Pero ya llegará el día de la gran oxigenación. Musk y el DOGE (“Departamento de Eficiencia Gubernamental”) auditan los mecanismos fiscales para asegurar la trazabilidad y el destino del dinero público. Con esa forma transparente, línea por línea, gasto por gasto, apoyan a todo su poder Ejecutivo y a la fiscalización de su Congreso. Con o sin Musk en el DOGE, “el impulso está ahí. Lo más difícil de todo es el primer paso, y él lo ha logrado. Ha sido el cohete que ha puesto a DOGE en órbita. (…) Eso es lo que Musk ha hecho”, dijo Aaron Bean, representante del Estado de Florida.