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El Oasis de Latinoamérica desciende al caos

El Oasis de Latinoamérica desciende al caos

El sorprendente caos en el que se vio envuelto Chile desde octubre pasado ha desestabilizado una nación sólida, más allá de que se le llame un oasis, como lo hizo el presidente Piñera, tan solo semanas antes del estallido social. Lo cierto es que el país ha sufrido un cambio de proporciones, una angustiante metamorfosis.

Como dice Axel Kaiser, autor del artículo que compartimos líneas abajo, en Chile, durante los últimos 20 años, ha percolado una narrativa anti sistema, que explica en gran medida lo que está detrás del caos y hace difícil una salida ordenada de la crisis.

Lo más llamativo es que la narrativa anti sistema desdibuja la realidad, pues las cifras objetivas de bienestar, de avances en la reducción de la pobreza, e incluso en la reducción de la desigualdad, ya no significan nada, lo que prevalece es la sensación de frustración y de venganza.

Veamos la explicación de Axel Kaiser, hecha para el público de EEUU, pues permite una perspectiva interesante. 

Fundación para el Progreso – Chile
Axel Kaiser
Publicado en The Wall Street Journal, 1.01.2020
Traducido y glosado por Lampadia

Chile, la nación más libre, estable y rica de América Latina, está en caída libre. El orden público se derrumbó, la violencia es rampante y el populismo es el nuevo credo de la clase política. Hay una recesión, caracterizada por la fuga de capitales y el aumento del desempleo. La desigualdad de ingresos podría aumentar a niveles no vistos desde la década de 1990, según una declaración reciente del Banco Central de Chile.

Tomó solo 40 días para que el “oasis” latinoamericano —como el presidente Sebastián Piñera llamó a Chile no hace mucho— desapareciera. Cómo un Chile estable y próspero cayó tan dramáticamente en un período tan corto es una lección para toda democracia occidental.

La causa inmediata de la crisis fue el pequeño aumento en el precio de los boletos de transporte público en Santiago. La subida de precios del 4 de octubre fue claramente impopular, pero inicialmente el gobierno no mostró voluntad de reconsiderar lo que correctamente llamó una medida “técnica”. Como resultado, cientos de estudiantes comenzaron a evadir el pago del metro. El 18 de octubre, dos semanas después del anuncio del aumento de precios, el país explotó. Grupos de protesta coordinados destruyeron casi 80 estaciones del metro, deteniendo el transporte público de Santiago. Los manifestantes atacaron la propiedad pública y privada.

Al final del día, la situación era tan desesperada que Piñera se vio obligado a declarar un estado de emergencia y poner a los militares en control. Siguieron manifestaciones masivas, y la violencia volvió tan pronto como se levantó el estado de emergencia. Unas semanas después, las consecuencias están en todas partes: más de $ 2 mil millones en pérdidas y daños, más de 1,200 tiendas minoristas saqueadas, aproximadamente 300,000 nuevos desempleados, 25 muertos, más de 2,000 policías heridos y una crisis política y económica sin final a la vista.

Una pequeña subida en el precio de los billetes de metro no es suficiente para causar tanta devastación. El dolor económico comenzó con las reformas anti-mercado del gobierno anterior bajo la presidenta socialista Michelle Bachelet, de 2014-18. Bachelet aumentó los impuestos corporativos en un 30%; firmó una ley que prohíbe el reemplazo de trabajadores en huelga, lo que aumenta drásticamente los costos de la mano de obra; aumento del gasto público a tres veces la tasa de crecimiento económico; y desató ejércitos de burócratas reguladores en el sector privado.

La inversión de capital cayó en cada año de su mandato. Una reducción tan consistente en la inversión no ha ocurrido desde la primera recopilación de datos, en la década de 1960. El crecimiento económico se derrumbó de un promedio anual de 5.3% bajo el gobierno anterior de Piñera (2010-14) al 1.7% bajo Bachelet. El crecimiento de los salarios reales recibió un golpe del 50%. (En su campaña para presidente en 2017, Piñera prometió traer mejores tiempos. Hasta ahora no ha podido cumplir).

Pero las políticas regresivas de Bachelet no son la causa última del problema. Las políticas son el resultado de una narrativa profundamente falsa que las élites chilenas se cuentan sobre el país. En los últimos 20 años, intelectuales, personalidades de los medios, líderes empresariales, políticos y celebridades en esta nación latinoamericana han comercializado el mito de que Chile es un caso extremo de injusticia y abuso. Comenzó en las universidades, donde los ideólogos progresistas difundieron la idea de que no había nada de lo que sentirse orgulloso cuando se trataba del historial social y económico de Chile. Según esta narrativa agresivamente igualitaria, el “neoliberalismo” había creado una sociedad de ganadores y perdedores en la que ninguno de los grupos merecía la posición en la que se encontraba.

El segundo mandato de Bachelet y su agenda impulsada por la justicia social fueron el resultado inevitable. Incluso Piñera, multimillonario, aceptó las premisas básicas de la narrativa de las élites progresistas. En su primer mandato, aumentó los impuestos para abordar lo que llamó uno de los principales problemas de Chile: la desigualdad.

Ahora está tratando de restablecer el orden comprando grupos de interés con más intervenciones económicas: un aumento sustancial en el gasto gubernamental para apoyar a los jubilados, mayores impuestos a la renta personal, esquemas de seguro de salud más generosos y un ingreso mínimo garantizado para todos los trabajadores chilenos.

Tampoco el daño causado por las narrativas progresivas se limita a la economía. Las élites chilenas están librando una guerra sostenida contra la policía. Muchos agentes de policía no se atreven a actuar por miedo a la cobertura sensacionalista de los medios y a los castigos de los tribunales bajo el dominio de las élites progresistas. Lo mismo es cierto para los militares. La tolerancia a la violencia, el desorden público y la delincuencia era la norma en Chile mucho antes de la reciente crisis. La celebración del fracaso de las élites impregna casi todas las partes de la vida pública chilena.

El libre mercado no le falló a Chile, digan lo que digan sus políticos, y el Estado no carece de los medios para restaurar el Estado de derecho. El problema central es que una gran proporción de las élites que dirigen instituciones clave, especialmente los medios de comunicación, el Congreso Nacional y el poder judicial, ya no creen en los principios que hicieron que el país fuera exitoso. El resultado es una crisis económica y política en toda regla. Otras naciones deberían tomar nota: esto es lo que el odio de élite puede hacer por usted.

Axel Kaiser es académico en la Universidad Adolfo Ibáñez en Santiago.




Gobierno, empresarios, académicos y ciudadanos se unen para enfrentar la pobreza

Chile nos da otro ejemplo de convergencia en pro del desarrollo integral

Bajo la conducción de Sebastián Piñera, Chile se dirige a recuperar el tiempo perdido y a enrumbarse al desarrollo.

Hace unos días, el Presidente chileno presentó el programa “Compromiso País”, una alianza que busca solucionar las carencias y necesidades de los distintos grupos vulnerables, para lo cual el gobierno creó una alianza interesante y convocó a representantes del sector empresarial, del mundo académico y de organizaciones civiles, para conformar las mesas de trabajo, cada una presidida por un ministro.

Lo que se busca con estas alianzas multidisciplinarias es que las mesas diseñen propuestas de políticas públicas que impacten a la población en situación de pobreza multidimensional. El plan será liderado por Alfredo Moreno, Ministro de Desarrollo Social, ex presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), la ejecución contempla 16 mesas de trabajo con la participación representantes del sector privado, la sociedad civil y la academia. De este modo, se está creando una alianza estratégica entre el sector privado y el público.

Fuente: LASEGUNDA.COM

“Lo que ha cambiado es que hay un ministro, que tuvo la idea, y un Presidente que tomó la decisión de convocar a gente muy diversa y sacar adelante distintos temas”.
Bernardo Matte, presidente Bice

Esto es especialmente importante de recalcar porque están haciendo lo que en Lampadia hemos venido pidiendo constantemente: las mejores prácticas de gobierno funcionan si saben integrarse con un sector privado moderno y con la clase dirigente y la academia, que nos permitan consolidar un país que tenga un Estado muy eficiente y crear un excelente clima de inversión.

Con esta alianza entre las autoridades con la elite empresarial del país, diversas organizaciones sociales y personalidades del mundo académico, el programa chileno ha identificado a 16 grupos de alta vulnerabilidad a partir de un ‘Mapa de la Vulnerabilidad’ elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social, que considera carencias materiales, la oferta de programas sociales y el trabajo con organizaciones de la sociedad civil. “Elaboramos el ‘Mapa de la Vulnerabilidad’, complementario al Mapa de la Pobreza, que busca identificar a todos esos chilenos y chilenas que, por distintas razones, requieren ser vistos y apoyados en forma muy especial para que puedan ser parte de este gran proyecto de un Chile desarrollado y sin pobreza”, afirmó Piñera.

Antonio Moreno recalco que: “Convocamos al sector privado, a los académicos, a las principales universidades del país, a la sociedad civil y fundaciones que trabajan en muchos de estos problemas, a los representantes de los afectados, en fin, a trabajar todos juntos. Son 10 ministerios que estarán a cargo de estos 16 problemas”.

Los 16 grupos vulnerables identificados son (según la web Compromiso País):

Este programa nace con el objetivo de solucionar las carencias y necesidades de los distintos grupos vulnerables, ya que según el CASEN, el 8.6% de la población se encuentra actualmente en situación de pobreza, es decir, tiene carencias graves en la satisfacción de sus necesidades básicas. En este programa, además, se amplió el concepto de pobreza a uno que abarcara condiciones de educación, salud, seguridad social, vivienda y entorno, redes y cohesión social (conocida como pobreza multidimensional), alcanzando a un 20% de la población.

Hay que recalcar la importancia esta alianza con el fin de lograr superar la pobreza multidimensional para que Chile logre salir de la línea de la pobreza, juntos en un compromiso de todos los chilenos para generar alianzas público-privadas en pro del país.

“El ministro [Moreno] entiende el valor de los empresarios en la solución de los problemas sociales”.
Juan Carlos Eichholz, Universidad Adolfo Ibáñez

En Lampadia queremos compartir con nuestros lectores programas e iniciativas como esta, que muestren la necesidad de enrumbarnos en un esfuerzo colectivo tanto del Estado como del sector privado para lograr mejoras en nuestro país.

En el caso del Perú, un factor determinante en nuestra falta de progreso es la debilidad o inexistencia de partidos políticos nacionales que sean dignos de representar a la mayoría de los ciudadanos y la ausencia de la clase dirigente en los grandes temas nacionales.

Por eso hemos planteado tantas veces un gobierno meritocrático que cuente con funcionarios orientados hacia un manejo racional de las políticas públicas, con una mentalidad práctica, iluminados de las mejores prácticas de los más eficientes funcionarios del sector privado y que tengan muy claro, que el desarrollo integral y duradero del país dependerá, fundamentalmente, de la fortaleza del sector privado que alienten y promuevan.

Todavía podemos retomar la senda del crecimiento. Tenemos todo para avanzar hacia el bienestar común de todos los peruanos, los recursos, la posición macroeconómica y gente trabajadora. Solo falta que pongamos como prioridad el bienestar de nuestro país y dejemos nuestras diferencias para buscar una alianza que traiga mejoras y desarrollo a nuestro país. Lampadia

Fuente: Nuestro análisis recoge varios elementos de las publicaciones de la Segunda de Chile y EMOL.




Chile apuesta a ganador

Como hemos explicado desde el 11 de abril 2016, luego de la primera vuelta electoral, el Perú estaba llamado a remontar la regresión política del gobierno de Ollanta Humala, pero PPK, su partido y sus asesores prefirieron inaugurar una confrontación política suicida (para el país) con Fuerza Popular. Confrontación, que luego de un espacio de solo tres meses, retomó viada en el gobierno de Martín Vizcarra, con el entusiasmo del partido PPK y más asesores.

A diferencia del Perú, Chile, luego del gobierno regresionista de Michelle Bachelet, bajo la conducción de Sebastián Piñera, una suerte de sosías (doble) de PPK, se dirige a recuperar el tiempo perdido y a enrumbarse al desarrollo.

Confrontación antes que desarrollo integral (económico, social e institucional). Grave responsabilidad del gobierno que nos hará aterrizar en nuestro bicentenario. Sin caer en hipocresías ni en sobonerías, tenemos que decir, que mientras nuestros adelantados vecinos apuestan por un mejor futuro, nosotros apuntamos a completar una década perdida.

Líneas abajo compartimos un artículo de The Economist sobre ‘Cómo sacar a Chile de la trampa de los ingresos medios’. Analicemos sus posibilidades.   

La denominada “trampa de ingresos medios” todavía genera una gran angustia entre muchos países de ingresos medios. Preocupados por el hecho de que puedan quedar “atrapados” en niveles insuficientes de ingresos. Estos países están buscando un conjunto de políticas que les ayuden a lograr un crecimiento fuerte y sostenido y eventualmente les ayuden a unirse a la liga de los países de altos ingresos.

La ‘receta’ para evitar caer en la Trampa del Ingreso Medio es aplicar las reformas adecuadas que permitan generar un cambio cualitativo en la capacidad de realizar mejoras continuas en la competitividad de la economía, estimulando el aumento de la productividad. Sin descuido, por supuesto, de las reformas institucionales.

The Economist explica cómo debe Chile enfrentar el reto, con un crecimiento del PBI de 5.3% en el segundo trimestre del año y un salto de 7.1% en la inversión, indicadores positivos que califica afirmando que “no son un retorno a los días de gloria”. El crecimiento se ha recuperado en parte porque han subido los precios del cobre”. En atención a los bajos niveles de productividad, alerta que “el sueño de Chile de convertirse en una economía completamente desarrollada parece elusivo”.

En este escenario es que el diario británico habla de la reforma tributaria del gobierno, señalando que “los empresarios celebran el retorno del modelo integrado, pero están decepcionados de que Piñera no haya mantenido su promesa de reducir las tasas de los impuestos corporativos”. El reportaje concluye con una advertencia: “La ventana para implementar políticas ambiciosas no estará abierta mucho tiempo (…) El entorno económico se vuelve menos amigable justo mientras la luna de miel de Piñera se acerca a su fin. Si quiere virar y alejarse de la trampa del ingreso medio, tendrá que actuar rápido”.

Y si bien reconoce que el alza de tasas globales y la guerra comercial aún no han perjudicado a la economía chilena (destacando las finanzas “sólidas” y el régimen de flotación del tipo de cambio).

El esfuerzo chileno debe además enfrentar una oposición que controla el Congreso, pero Piñera y su equipo están dando la batalla buscando armonía y alertando a la población sobre sus desarrollos potenciales. (Que envidia, ¿no?).

En Lampadia hemos propuesto una “Estrategia para la generación de empleo y creación de riqueza en el Perú durante los próximos 20 años”. Pero, no se escucha, la confrontación es primero. También hemos propuesto un “Pacto social por la educación”. Tampoco se escucha, la discusión sobre género estás antes que la calidad educativa.

El mensaje de The Economist es claro, anima a Chile a verse como un futuro tigre, pero a pesar de su emprendimiento, se manifiesta algo pesimista. Estudiemos el caso de Chile y aprendamos de él. Lampadia

Adelante, sé un tigre
Guiando a Chile lejos de la trampa de los ingresos medios

Sebastián Piñera tiene la oportunidad de llevar adelante grandes reformas, pero no durará mucho

The Economist
29 de setiembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

El 5 de octubre de 1988 fue un buen día para Chile. En un plebiscito, los votantes rechazaron una propuesta de Augusto Pinochet, que había tomado el poder 15 años antes, para extender su gobierno dictatorial.

Eso llevó a elecciones libres un año después y a más de dos décadas de fuerte crecimiento económico, respaldado por políticas favorables al mercado, reformas sociales y, desde principios de la década de 2000, un auge de las materias primas (ver gráfico).

La economía se triplicó en tamaño y la tasa de pobreza cayó de casi 40% a menos del 10%. Los economistas apodaron a Chile como “el tigre de América Latina”.

Los últimos años han sido menos de tigre. El precio del cobre, la mayor exportación, comenzó a caer fuertemente en 2014. Michelle Bachelet, presidenta de 2014 a 2018, reescribió el código tributario, fortaleció a los sindicatos y propuso una nueva constitución. Su objetivo era reducir la desigualdad, pero también desconcertó a los negocios. La inversión se contrajo durante cuatro años consecutivos. El crecimiento económico cayó de un promedio de 5% en los años posteriores a Pinochet a 1.7% en 2013-17.

Bajo Sebastián Piñera, quien tomó el relevo de Bachelet en marzo, la economía ha comenzado a ronronear nuevamente. El PIB en el segundo trimestre de este año fue 5.3% más alto que en el mismo trimestre del año pasado, la tasa de crecimiento más rápida desde su primer período como presidente en 2010-14. La inversión creció en 7.1%. El banco central elevó su pronóstico de crecimiento este año a 4-4.5%.

Pero esto aún no es un regreso a los días de gloria. El crecimiento se ha recuperado en parte porque el precio del cobre sí lo ha hecho. El crecimiento potencial -la capacidad de la economía para crecer sin presión inflacionaria- es solo de alrededor del 3%. En los últimos 15 meses, las tres grandes agencias de calificación crediticia han rebajado la calificación de la deuda soberana de Chile. Esta ha crecido del 4.9% del PIB en 2008 al 23.5% en marzo de este año. Aunque eso no es alto, las agencias temen que el crecimiento no sea lo suficientemente rápido como para justificar las sólidas calificaciones crediticias de Chile.

La fuerza de trabajo se reducirá a medida que la población envejece a menos que se unan más mujeres, jóvenes e inmigrantes. La productividad es “baja y estancada”, según la OCDE. Esto frena el crecimiento potencial. Por lo tanto, el sueño de Chile de convertirse en una economía completamente desarrollada parece difícil de alcanzar. Su mayor desafío “es evitar caer en la trampa del ingreso medio”, dice Rodrigo Aravena, economista jefe de Banco de Chile, un banco comercial.

Los votantes eligieron a Piñera, un empresario multimillonario, para alejar a Chile de esa trampa. Sus críticos dicen que ha sido lento en agarrar el volante. Él reveló su primera gran propuesta de reforma, una reorganización del impuesto corporativo, en agosto. Enfrenta resistencia en el Congreso, donde su coalición de centroderecha carece de mayoría. El crecimiento de la economía hasta ahora no ha producido muchos más empleos. La confianza del consumidor cayó en territorio negativo en agosto; la confianza empresarial también está baja. El ritmo de las reformas y la recuperación económica han rezagado las expectativas, dice Jorge Desormeaux, ex vicepresidente del Banco Central.

“Nuestro trabajo es vencer este pesimismo con acción”, dice José Ramón Valente, el ministro de Economía. Está a cargo de tres nuevas unidades, para inversión, productividad y “la economía del futuro”, que tienen la tarea de alentar a los empresarios y reducir la dependencia de la economía del cobre. El gobierno quiere mantener el crecimiento de la inversión en un 6-7% anual. El objetivo para la productividad es un crecimiento del 1% anual. Si todo va bien, la tasa de crecimiento potencial aumentará del 3% al 4%.

Lograr esa ambición requerirá avances en varios frentes. Algunos encontrarán resistencia; otros tardarán años en producir resultados. Los planes incluyen un programa de concesiones de cinco años, en virtud del cual los inversores gastarán casi US$ 15 mil millones, aproximadamente el 6% del PBI de este año, para construir carreteras, aeropuertos y hospitales. El propio gobierno invertirá US$ 8 mil millones en la región de la Araucanía, la más pobre de Chile. Quiere proporcionar guarderías gratuitas para cada niño, lo que debería atraer a más mujeres a la fuerza de trabajo y aumentar la productividad a largo plazo. Los empleadores pagarán en un fondo para eso. El gobierno también planea reducir la regulación de los negocios, que es más compleja que en cualquier otro miembro de la OCDE. Más controvertido es un esquema para hacer que las reglas para emplear a los estudiantes sean más flexibles que para otros trabajadores.

El gobierno eligió como su primera gran batalla un asalto al sistema impositivo de aniquilación de la confianza presentado por Bachelet. Será uno de los más difíciles de ganar. La reforma fiscal de Bachelet elevó los impuestos corporativos para proporcionar más dinero para la educación. Trajo dos regímenes de impuestos corporativos, que confundieron tanto a la gente de negocios como a los inspectores de impuestos. También limita el alcance de los dueños de negocios para deducir de sus facturas de impuestos personales el impuesto que su compañía ha pagado sobre sus ganancias. Entre los empresarios enojados están 80,000 propietarios de pequeñas empresas, que anteriormente no pagaban ningún impuesto.

La reforma propuesta por Piñera restablecería un “modelo integrado”, restaurando la capacidad de los accionistas de deducir los impuestos pagados por la compañía. También eximiría de impuestos a los propietarios de empresas de bajos ingresos que fueron atrapados en la red tributaria de Bachelet. Para estimular la inversión, el nuevo esquema permitiría a las empresas acelerar la depreciación. Con más dinero en sus bolsillos, los dueños de negocios, tanto prósperos como pobres, gastarán más, predice el gobierno.

La propuesta de reforma ha tenido revisiones mixtas. Los empresarios animan el regreso del modelo integrado, pero están decepcionados de que Piñera no haya cumplido la promesa de reducir las tasas de impuestos corporativos (27% para las grandes empresas). Las grandes empresas obtendrán una depreciación acelerada por solo dos años, lo que disminuirá el impulso a la inversión en el largo plazo, dice Claudio Agostini, un experto en impuestos de la Universidad Adolfo Ibáñez. La intención comercial de la reforma fiscal ha despertado sospechas en el Congreso, donde la oposición, dividida entre los partidos de centro y de izquierda, se ha unido para luchar contra ella. Ellos afirman que aumentará la desigualdad.

También puede aumentar la deuda. El gobierno, que promete reducir el déficit fiscal de 1.8% del PIB este año a 1% para el 2022, cuando termine el mandato de Piñera, afirma que el plan fiscal generará un poco de ingresos. Dice que el esquema compensará cualquier déficit haciendo que las facturas electrónicas de impuestos a las ventas sean obligatorias. Muchos observadores lo dudan. Chile no tiene una agencia independiente como la Oficina de Presupuesto de Gran Bretaña para estimar los ingresos y el gasto, señala Eduardo Engel, director de Espacio Público, un grupo de expertos. El gobierno desaprovechó la oportunidad de establecer el impuesto al diésel al mismo ritmo que el de la gasolina y dejó las lagunas ampliamente utilizadas.

Si la reforma tributaria no se amortiza, el gobierno tendrá menos dinero para gastar en políticas más populares, como la inversión en Araucanía. A Engel le preocupa que la batalla por la reforma fiscal consumirá el capital político necesario para abordar las quejas de la clase media de Chile, especialmente el crimen, la atención médica de baja calidad y los beneficios de pensión que ellos lo consideran demasiado bajo. Ni Piñera ni sus ministros han sido gerentes políticos astutos. El ministro de educación sugirió en julio que las escuelas deberían organizar juegos de bingo para pagar las reparaciones, una metida de pata que condujo a su despido.

La ventana para promulgar políticas audaces no permanecerá abierta por mucho tiempo. Las crecientes tasas de interés mundiales y la guerra comercial entre Estados Unidos y China aún no han perjudicado a la economía, gracias a las finanzas relativamente sólidas de Chile y a un tipo de cambio flotante, lo que ha permitido que el peso se deprecie. Pero el ambiente económico se está volviendo hostil justo cuando la luna de miel de Piñera está llegando a su fin. Si quiere alejarse de la trampa del ingreso medio, tendrá que actuar rápido. Lampadia




“De la lógica de la confrontación a la cooperación”

Así opina el gerente general de uno de los grupos empresariales más importantes de Chile, sobre el cambio de gobierno chileno, desde el izquierdismo regresivo de Michelle Bachelet, al segundo gobierno de Sebastián Piñera.

Chile tuvo cuatro años en los que se instaló el gobierno de las izquierdas chilenas, incluyendo al Partido Comunista, que, aprovechando ciertas fracturas sociales, pretendió hacer un cambio regresivo de las políticas públicas que permitieron que Chile se destaque en la región como el país más moderno y con menor pobreza, logrando solamente interrumpir el crecimiento de la economía y polarizar la política y la sociedad. Evidentemente, Piñera tiene que parar la confrontación y buscar la armonía y la recuperación del crecimiento.

Un sorprendente paralelismo con el cometido del gobierno de Martín Vizcarra en el Perú, que se comprometió a “poner punto final a la política de odio y confrontación”, y a recuperar el crecimiento económico.

En el Perú, sin embargo, erramos el camino durante siete años, desde el 2011 con la elección del gobierno nacionalista de Ollanta Humala y el ominoso continuismo de PPK, que mantuvo la ocupación del Estado por operadores con una visión confrontacional y anti mercado, que han desarticulado nuestra economía de mercado. Ver en Lampadia: Punto de Inflexión.

La recuperación de la sensatez en el Perú, es un camino arduo y requerirá del apoyo de muchos ciudadanos. Entre ellos, de los miembros de nuestras clases dirigentes que, a diferencia de Chile, prefieren la observación antes que la acción.

Por esa razón, compartimos hoy día la entrevista de La Tercera de Chile a Francisco Pérez Mackenna, gerente del holding del Grupo Luksic, que declara con mucha apertura sobre los temas más sensibles de su sociedad. Un ejemplo a seguir. Lampadia

Francisco Pérez Mackenna, gerente general de Quiñenco

“El país se dio cuenta de que teníamos que movernos de la lógica de la confrontación a la cooperación”

Entrevista de Sandra Burgos A.
La Tercera de Chile
7 de enero, 2018
Glosado por Lampadia

 

 

 

 

 

 

 

 

“Lo primero que debe hacer el nuevo gobierno es crear un clima de cooperación, de que estamos todos invitados, y a través de ese camino echar a andar con vigor la economía”. Creo que había un pequeño sector del país que gritaba mucho y que tenía una representatividad mayor en el ruido que hacía que a través de los votos de la democracia”.

El año que se acaba de cerrar fue bueno para Quiñenco, el holding de empresas del grupo Luksic. Se concretó la fusión entre Hapag-Lloyd y United Arab Shipping Company, y CCU Argentina se anotó un punto al vender la marca Budweiser a su dueña, AB Inbev, y conseguir la propiedad de otras marcas que no hacen bajar su posición de mercado en ese país.

“Fue un año muy movido, con mucho viaje”, comenta Francisco Pérez Mackenna, gerente general de Quiñenco, quien en esta entrevista no sólo habla sobre los últimos negocios del grupo, sino también se da el tiempo para reflexionar sobre la nueva etapa que inicia el país tras la elección presidencial y que implicará el retorno de Sebastián Piñera a La Moneda.

Cree que los resultados electorales mostraron que Chile es un país moderado, que quiere acuerdos y poner fin a la lógica de la retroexcavadora.

¿Cuál es su interpretación de los resultados de la elección presidencial?

Lo que pasó es que el país se dio cuenta de que teníamos que movernos de la lógica de la confrontación a la cooperación. Es un llamado fuerte a buscar acuerdos, a retomar la senda del desarrollo con la política de los acuerdos, y que esta lógica de la retroexcavadora, de destruir lo que venía antes para hacer tabla rasa y construir un Chile desde cero, la verdad es que la gente no la quiso. Y se dio cuenta de que este es un proceso en el que todos participamos, generación tras generación, por un Chile mejor, y en ese sentido tenemos que construir una lógica de cooperación, de acuerdos, de ayudarnos entre nosotros más que descalificarnos.

En ese sentido, el voto en la dirección de Piñera es un reconocimiento de lo que se ha hecho desde el retorno a la democracia, que hemos construido un país, que no necesitamos destruir lo que hemos construido para lanzarnos a una aventura que nadie sabe lo que significa.

Cree que el país está preparado para sentarse a negociar, a buscar consensos, porque precisamente estos cuatro años se agudizó la crítica a los acuerdos y las “cocinas” …

Yo creo que lo que hay es un pequeño sector del país que gritaba mucho y que tenía una representatividad mayor en el ruido que hacía que a través de los votos de la democracia. Y lo que quedó demostrado es que la gente es más moderada que lo que pensábamos y estaba más jugada por retomar la senda de los acuerdos. Habrá gente que tiene lecturas distintas y que ha calificado de idiotas a los que votaron por Piñera, y yo no estoy de acuerdo. Quien cree en la democracia tiene que pensar que la mayoría que votó por Piñera es un grupo de gente sensata.

Es un reconocimiento a lo que se ha hecho en los últimos 30 años, no por nada hemos llegado a tener el país con mejor desarrollo humano en Latinoamérica, un país que crecía más que el promedio del mundo, con el ingreso per cápita más alto de Latinoamérica, Chile no era así. Cuando yo nací, este era un país pobre y la gente iba a buscar oportunidades a otros países, a Venezuela, Argentina, Ecuador; hoy Chile les saca tremenda ventaja y eso ha sido gracias a los últimos 30 años, desde el gobierno de Aylwin al primer gobierno de Piñera, Chile fue un país ejemplar. A veces la gente tiene mala memoria, pero yo lo valoro.

Usted señala que el resultado de la elección muestra que la gente es moderada, pero es precisamente el centro político el que está desarticulado.

Yo creo que el centro político de Chile es la clase media, estos nuevos profesionales que se educaron en las universidades a tasas que nunca había visto Chile, que quieren oportunidades de trabajo y quieren emprender. Ahora, puede que se hayan desarticulado los líderes que tienen que darles salida a esas inquietudes.

Obviamente que Chile tiene muchos problemas y por alguna razón en los últimos años algunos creyeron que aquellos que gritaban a los cuatro vientos los problemas con mucha fuerza eran los que tenían las soluciones. Ellos tienen el valor de poner el tema arriba de la mesa, pero de ahí a que ellos sean quienes tienen las soluciones es otra cosa.

Al final del día, la gente es realista y elige líderes con capacidad de resolver problemas. Hay excepciones, pero cuando uno mira para atrás se da cuenta de que los presidentes que fueron electos, aunque uno no haya votado por ellos, eran gente que en realidad tenían la estatura de primer mandatario y desde ese punto de vista Sebastián Piñera la tiene y en su primer gobierno lo hizo bien. Fue un periodo en que la economía estaba con harta presión en los neumáticos, estaban bien inflados, en los últimos cuatro años perdieron presión y cuando uno anda con los neumáticos desinflados, entendiendo que todavía nos quedan muchos caminos de tierra, los baches se notan mucho más. Lo que la gente quiere es que paremos en la estación de servicio (ojalá sea Shell, bromea) y que les pongamos un poquito de aire a los neumáticos para que pueda seguir andando este auto, porque no tenemos todo pavimentado.

Ese anhelo se refleja en la elección y por eso fue sorpresa lo que ocurrió después de ver los resultados de primera vuelta.

Dijo que los presidentes que hemos tenido en los últimos 30 años, hasta Sebastián Piñera -incluido-, han demostrado capacidad para sacar adelante al país, ¿cree que el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet no estuvo a la altura de sus antecesores?

El segundo gobierno de la Presidenta Bachelet se resume en lo que representa la retroexcavadora, ese es su logo. En el legado probablemente tendrá muchas cosas, pero al Presidente Lagos se le recuerda por las obras públicas, la autopista Costanera Norte. El logo del Presidente Piñera será el rescate de los 33 mineros y la reconstrucción. El logo de la Presidenta Bachelet será la retroexcavadora y no será positivo. Yo hubiera preferido el logo de la sembradora, que deja un legado que germina.

¿Ve diferencias entre Piñera 1 y Piñera 2, cuáles?

Lo veo distinto por cuatro razones. Primero, no tiene el problema del terremoto, ojalá pueda desarrollar su programa. En segundo lugar, viene empoderado con un mandato fuerte, porque en la segunda vuelta la ciudadanía le dio un apoyo muy importante. En tercer lugar, ya fue presidente, así que tiene más experiencia, habrá cometido errores y se acordará de ellos y de sus aciertos y, obviamente, como es una persona muy inteligente, va a aprovechar eso para hacer un mejor gobierno. En cuarto lugar, va a contar con gente que también tiene más experiencia; cuando llegó la primera vez al gobierno no tenían la experiencia de gobernar, habían mirado el partido desde la gradería no más, nunca se habían metido a la cancha, y uno no se prepara mirando, tiene que ser con la guitarra en la mano; habían estudiado, pero no habían hecho nunca la práctica.

¿Este gobierno debería tender a ser más político que el anterior, que al inicio estuvo marcado por lo técnico?

Probablemente, la experiencia que adquirieron la primera vez les va a permitir buscar de mejor forma acuerdos, diálogos y ser capaces de sacar los proyectos en forma más eficiente.

En este segundo gobierno también le tocará enfrentar un movimiento que no existía hace ocho años, el Frente Amplio. El germen de este movimiento partió en su gobierno, pero está institucionalizado ahora y sacó un 20% de los votos.

Él entiende mejor que nadie la forma en que uno puede llegar a acuerdo y negociar distintas posturas, entendiendo que tiene un mandato bien claro y representa una línea de pensamiento diferente al FA. Ahí entra la política, en la capacidad de administrar y negociar.

Lo pregunto, porque al final lo que se dice es que la calle es el gran problema que enfrentan los gobiernos de derecha, y sabemos que la calle genera inestabilidad y mucha presión…

No creo que el gobierno de Piñera sea de derecha, es más bien de centroderecha. Por definición, cuando uno saca el 55% de los votos agarra una parte importante del centro. La derecha y la izquierda no son más que un 33% y para agarrar ese 55% hay que tener una postura de centro.

Entonces, ¿qué tiene que hacer este nuevo gobierno para no defraudar a esa gente que no es de partido, ni de derecha…?

Va a tener que manejar el país con eficiencia, responsabilidad fiscal, con cariño, respeto a todos los grupos, buscando el bien común y siempre anteponiendo el interés de Chile al interés particular de un grupo de presión específico.

¿Cuáles son los movimientos tácticos que debe hacer…?

Lo primero es crear un clima de cooperación, de que estamos todos invitados, que no hay chilenos de primera ni de segunda, y a través de ese camino echar a andar con vigor la economía a un ritmo mayor, necesitamos crecer más para que la gente tenga la esperanza de salir de la pobreza más rápido y el programa es bastante completo.

También está el tema tributario. Y es curioso, porque en los últimos tres o cuatro meses los economistas top en Estados Unidos le han dedicado una cantidad infernal de tiempo a analizar la reforma tributaria allí, a pesar de que el país está creciendo más que Chile, que la Bolsa americana está en récord.

O sea, ¿ve inevitable una reforma tributaria en Chile?

Aquí se hizo una reforma tributaria disparando desde la cintura, que fue tremendamente compleja, y creo que una de las cosas que hay que hacer es darle una mirada y tratar de simplificarla.

Entonces, ¿Sebastián Piñera debería abrir el tema?

Va a depender de cuáles sean sus prioridades políticas y lo que quiera conseguir. Algunos pensarán que es mejor que ni se meta en ese tema, otros dirán que es un tema que en todo el mundo se está discutiendo, pero los países están cambiando, están bajando sus impuestos y están simplificando su estructura tributaria y eliminando loopholes para recaudar lo mismo.

El problema que tiene la reforma tributaria es que cuando uno abre el tema sabe dónde empieza y no necesariamente dónde termina, y un gobierno no puede tener el tema tributario eternamente abierto. Pero yo encuentro nuestro actual sistema tributario extremadamente complejo.

Los ojos están puestos en quiénes liderarán el equipo económico del nuevo gobierno. El mundo económico y empresarial está dividido entre Felipe Larraín y Rodrigo Vergara, ¿cuáles son las cualidades que debe tener quien lidere el equipo económico?

El Presidente Piñera los conoce a todos muy bien, además es un tema que él domina, así que hay que tener confianza en que elegirá al mejor candidato. Los dos nombres son muy buenos. Con Felipe fuimos compañeros de curso, somos muy amigos y creo que es una persona extraordinariamente capaz, que combina dos habilidades muy bien, la gran capacidad académica que tiene con la capacidad política y la experiencia. Cuando estábamos en el colegio me ganó la elección del centro de alumnos, yo era liberal, él conservador. Ahora puede ser distinto.

En los próximos cuatro años, ¿cómo ve el panorama para el mundo empresarial?

El ciclo político de 4 años es mucho más corto que cualquier ciclo relevante que uno tenga que pensar para desarrollar un proyecto. La verdad es que lo que importa es retomar esta lógica de la cooperación. En ese sentido, si este gobierno que viene logra meternos en esa dinámica, aunque dure cuatro años, su legado durará más y desde ese punto de vista yo soy optimista que si la perspectiva de largo plazo se mejora en el sentido que sabemos para dónde va Chile, creo que tenemos todo para que nos vaya bien.

En esta nueva etapa que inicia el país, ¿cuál debiera ser el rol de los empresarios?

Emprender con entusiasmo, invertir, contratar, innovar.

Lampadia




(In)Maduros países de A. L., son cómplices del chavismo

(In)Maduros países de A. L., son cómplices del chavismo

Como un homenaje de Lampadia al sufrido y abandonado pueblo venezolano, reproducimos a continuación lo más resaltante de las emocionadas palabras que Mario Vargas Llosa dirigió a Mitzy Capriles de Ledezma (esposa del Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma -injustamente detenido por Maduro-) y a Lilian Tintori de López (esposa del opositor democrático Leopoldo López -recluido en la “tumba” desde hace un año por la satrapía chavista-).

Estas se dieron en el evento de la Fundación Internacional para la Libertad, “América Latina: Desafíos y Oportunidades” el 26 de marzo 2015 en la Universidad de Lima. Todos los peruanos de buena voluntad debemos hacerlas nuestras y mostrar nuestro apoyo al pueblo venezolano.

Mario Vargas Llosa

“En Venezuela hay una merma constante y sistemática de la Libertad”.

El régimen chavista a encarcelado a Antonio Ledezma y Leopoldo López, “cuyo único delito es el amor a la Libertad”.

La corrupción e ineptitud del gobierno han hecho que este país tenga la más alta inflación en el mundo, esté económicamente arruinado, la violencia criminal y política se confunden y hacen que el pueblo viva en inseguridad, con una tremenda represión que crece con la impopularidad del régimen, agregó.

“Que vergüenza que en A.L. pocos países levanten la voz. Qué mal nos estamos portando con Venezuela que nos ha ayudando tanto. Ningún país, cuando fue democrático,  ha apoyado tanto a los defensores de la libertad”.

“¿Cómo podemos aceptar que gobiernos que han nacido en la democracia se nieguen a condenar a Venezuela  y encima la lleven al abismo? ¡Pido perdón por esa inconducta!, cuando no una secreta complicidad”.

“Lamento que el Presidente Humala y Nadine Heredia no hayan recibido” a las esposas de Ledezma y López. Condeno esa conducta”.

“Los pueblos no piensan lo mismo que esos gobiernos cómplices. La solidaridad es el verdadero sentimiento de los pueblos latinoamericanos”.

“Movilicemos todas las conciencias”. A Antonio Ledezma y a Leopoldo López, “los vamos a sacar de las cárceles. Tenemos que impedir que la Venezuela de Simón Bolívar, de Rómulo Gallegos y de Uslar Pietri, sucumba ante el horror totalitario”.

Mitzy Capriles de Ledezma

“Venezuela no necesita mas palmaditas en la espalda. Reclama solidaridad con su presente y futuro. Solidaridad con su democracia”.

Maduro solo tiene encarcelados sus cuerpos pues sus ideas recorren mas que nunca los pueblos. Estamos en el lado correcto de la historia. Mantendremos el espíritu de Lucha.

Lilian Tintori de López

“En Venezuela hay 63 presos políticos, solo por protestar, por decir lo que piensan. En verdad solo que dan 62, uno tuvo que  suicidarse. 43 muertes, 3,000 detenciones arbitrarias, una escasez preocupante, no conseguimos medicina ni leche para nuestros hijos. Estamos en crisis económica,  social, política, y prácticamente en una crisis humanitaria”.

“Cada venezolano representa en el mundo la voz de todos aquellos que no pueden hablar porque están perseguidos o presos. La voz de esa Libertad que vamos a conseguir”.

“Venimos de un sistema que ha fracasado. Cada 20 minutos muere un venezolano. El 85% de los venezolanos quiere un cambio. Esta es una lucha moral, espiritual”.

Tenemos que prevenir lo prevenible. Acá debería estar María Corina Machado, pero no la dejan salir”. (Machado estuvo el año pasado en el mismo evento, después que se le retiró de la Cámara de diputados. En Lampadia propusimos que la nombráramos: “Diputada honoraria de Latinoamérica”).

Leopoldo López se entrego para quitarle la mascara a Maduro. “Para que el mundo sepa quién es”.

Hace pocos días Andrés Pastrana, Sebastián Piñera y Felipe Calderón, los dignos ex Presidentes de Colombia, Chile y México, fueron a visitar a Leopoldo a la cárcel. “No los dejaron entrar”.

Maduro viola los derechos humanos protegido por la ONU, la OEA y la Unasur, agregó. “No se puede tapar el sol con un dedo”. (Ver en Lampadia: Otro Papelón de UNASUR.

Pronunciarse (Presidente): “No es injerencia”.  “No se puede tapar el sol con un dedo”. Lampadia




Piñera critica reformas económicas de Bachelet

Piñera critica reformas económicas de Bachelet

Y ADVIERTE SOBRE DECLIVE ECONÓMICO EXPRESIDENTE CONSIDERA QUE “VAN EN CONTRA DE LA FILOSOFÍA DE LA LIBERTAD”

(Expreso, 09 de Julio del 2014)

MADRID.-

El expresidente de Chile Sebastián Piñera criticó ayer las reformas anunciadas por su sucesora, la presidenta Michelle Bachelet, por considerar que pueden frenar el crecimiento económico, la creación de empleo y retrasar la lucha contra la pobreza en el país.

Piñeira intervino en un debate sobre el futuro de Chile, dentro del VII Foro Atlántico, que se celebra en la Casa América de Madrid bajo el lema “La consolidación económica e institucional de Iberoamérica: retos y desafíos”, en el que participaron políticos e intelectuales, como los escritores Mario Vargas Llosa y Jorge Edwards o el exministro chileno Cristián Larrouler.

El expresidente considera que las reformas del gobierno de Bachelet “van en contra de la filosofía de la libertad”.

“Las ideas de la libertad dan buenos resultados”, dijo al destacar que los cuatro países que más crecieron en América Latina son los que integran la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile) y los que menos los dos del Mercosur, como Argentina y Brasil.

Al presentar la mesa redonda sobre Chile, Vargas Llosa destacó que “es el país que ha avanzado más rápidamente en América Latina hacia la modernidad” y con mayor reducción de la pobreza, alcanzando una “transformación extraordinaria”. 

Chile es un “caso de país exitoso, próspero» y con el margen de libertad es el más amplio, añadió el escritor y Premio Nobel de Literatura.

En el VII Foro Atlántico tendrá lugar otra mesa redonda bajo el título «América Latina, entre la Dictadura y la Democracia”, en la que participará la bloguera cubana Yoani Sánchez y está previsto que se proyecte un vídeo con un mensaje de la opositora venezolana María Corina Machado.

Se confunde lo estatal con lo público

Al abordar las protestas estudiantiles registradas durante su mandato, Piñera achacó ese malestar a que se confunde lo estatal con lo público, al indicar que el Estado debe garantizar la educación pero no puede monopolizarla.

Para Piñera, la mejor forma de garantizar la libertad es la democracia y la economía de mercado garantiza a su vez garantiza la libertad económica.

Durante los cuatro años de su mandato dijo que se crearon un millón de empleos, la renta per cápita en Chile pasó de una media de 15,000 dólares a 20,000 dólares “la mayor de América Latina”, el crecimiento económico del 3% al 5.3%.

En ese contexto, alegó que en los tres primeros meses del gobierno de Bachelet, el crecimiento económico “ha caído a la mitad” y se han perdido 60,000 empleos.




Piñera, Calderón, Krugman, industrialización y diversificación

Piñera, Calderón, Krugman, industrialización y diversificación

Las presentaciones de Sebastián Piñera y Felipe Calderón, ex presidentes de Chile y México, respectivamente, contribuyen aldebate sobre la aparente importancia de la industrialización y/o diversificación de nuestra economía. Ambos se presentaron en el seminario internacional América Latina: Oportunidades y desafíos, organizada por la Fundación Internacional para la Libertada (presidida por Mario Vargas Llosa. Vale la pena contrastar estas presentaciones, con las ideas planteadas por  Paul Krugman, hace unos días en Lima. 

Sebastián Piñera hizo una magnífica presentación, respaldada por un power point que trataremos de conseguir posteriormente. Piñera destacó que deja a Chile muy cerca de convertirse en el primer país latinoamericano en alcanzar el desarrollo, fijado en un nivel del PBI per cápita de US$ 23 mil, ajustado por nivel de precios (PPP). Por ejemplo, especificó que si Chile crece 5% por año, llegarían a esa meta casi inmediatamente, en el 2016. Si en cambio, crecen solo 1% anual, tendrían que esperar hasta el año 2027. Esa es la potencia del crecimiento. Evidentemente, la condición de país desarrollado conlleva en Chile instituciones muy sólidas, desde un sólido sistema de partidos, un poder judicial independiente y alejado de la corrupción, un cuerpo policial ampliamente respetado por toda la población y educación de calidad muy superior a la nuestra, para no hablar de su nivel de infraestructuras.

En su presentación, Felipe Calderón, destacó el rol que viene desempeñando la Alianza del Pacífico (AdP) frente a otros bloques de la región como el Mercosur. El primero se orienta hacia  los principios de la apertura comercial como estrategia de desarrollo e integración al resto del mundo, mientras que el segundo tiene el corte proteccionista tradicional. A estas alturas del siglo, los resultados alcanzados por unos y otros, (crecimiento del PBI, exportaciones, inversión, inflación,bienestar, etc.) son largamente superiores para el bloque del Pacífico. Máxime ante el colapso, agravado recientemente, de Venezuela y Argentina.

Calderón también sostuvo que no le faltaba cierta razón a Prebish, sobre los patrones de dependencia. Puesto que la volatilidad del precio de los commodities era una debilidad que no se había superado. La realidad, sin embargo, es contraria a la prédica de Prebish, él decía que los commodities que necesitaban los países desarrollados bajarían de precio permanentemente, mientras que los precios de la tecnología se harían siempre más onerosos. La historia prueba lo contrario, los precios de la tecnología descienden sustancial y permanentemente, mientras que los de los commodities han subido importantemente, minerales y alimentos. En esto Calderón,  no mostró sus mejores capacidades, al usar un argumento equívoco para sustentar las estrategias de desarrollo de su país, cuyo desarrollo no se explica por las ideas de Prebish.

Pese a la visión conjunta de apertura comercial y libre mercado de los países de la AdP, las estrategias de México y Chile fueron diferentes, según explicó Krugmanhace pocos en Lima. “Creo que el mix de exportaciones es mucho menos importante de lo que la gente piensa.  Hace tres décadas, ambas naciones eran exportadores primarios de commodities, pero a partir de ese punto han tomado rumbos diametralmente distintos. México cambió completamente su estructura exportadora, diversificándola hacia una con mayor valor agregado. Sin embargo, los resultados han sido “decepcionantes”, pues su crecimiento en los últimos 25 años ha sido moderado. [Entre 1994 y 2012, según datos del Banco Mundial, Chile creció el doble que México]. Chile (…) ha crecido sin necesidad de diversificar o industrializar las exportaciones, pues sigue siendo un exportador de commodities como Perú.La clave para entender la divergencia es que Chile ha invertido y desarrollado con mucho énfasis su educación.Tiene una fuerza laboral mejor educada, lo cual conlleva a que sea más productiva”, reseñó Gestión (20 de marzo del 2014).

Dicho todo esto, es importante recalcar que en relación a nuestra última publicación sobre la visita de Krugman, no hemos querido que se piense que hay que abandonar la posibilidad de hacer desarrollos industriales que no se basen en nuestros recursos naturales. Creemos que estos, (ver Momento para romper mitos y dibujar líneas de desarrollo industrial) son una magnífica oportunidad para desarrollar una industria competitiva integrada a  nuestras mayores potencialidades, pero esta estrategia no es excluyente de otros desarrollos. Tampoco tiene por qué plantearse una contraposición entre ambas estrategias y no sería recomendable que el Estado incline la balanza en cualquier dirección.  Lampadia




Se hace más urgente el retiro de la CELAC

Se hace más urgente el retiro de la CELAC

Ante los cobardes asesinatos de estudiantes en Venezuela, la situación calamitosa de su economía (en la que escasea todo), la represión abusiva contra los medios de prensa (se les restringe la compra de papel para obligarlos a cerrar y callar), las voces de los demócratas de Latinoamérica se levantan indignadas (los diarios nacionales de estos días las recogen Aldo Mariátegui, Alfonso Baella, Eduardo Ponce, Mirko Lauer y muchos más), mientras que los gobiernos callan injustificadamente.

Como ya se ha señalado en Lampadia, la Carta Democrática obliga a los gobiernos a actuar enérgicamente en defensa de las libertades ciudadanas. A pesar de ello, se mantienen en un silencio cómplice, temerosos de enojar al autócrata venezolano, Nicolás Maduro y a los hermanos Castro. Como ha señalado, el presidente chileno, Sebastián Piñera, parte de este silencio se debe al triste papel de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que en su última declaración convalidó las prácticas dictatoriales.

Por esta razón, volvemos a reiterar que es necesario que se exija el retiro de los países democráticos de este foro (ver: El fin de la democracia Latinoamericana) que ha renunciado a la defensa de los valores democráticos para justificar las políticas abiertamente dictatoriales que se ejerce en Cuba, Venezuela y otras naciones de la órbita Chavista.

Así mismo invocamos a los demócratas de la región adherirse a la denuncia contra el CELAC promovida por un grupo de ciudadanos:   http://chn.ge/1g8nLw2 Lampadia




Disputa pacífica de Chile y Perú

Disputa pacífica de Chile y Perú

Traducimos aquí el artículo aparecido en The Economist sobre el fallo de La Haya que pone fin al diferendo marítimo entre Perú y Chile. A Lampadia le parece relevante difundirlo por la neutralidad y desapasionamiento con que trata este episodio.

El 27 de enero la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictó sentencia en un caso presentado en el 2008 por Perú, el cual reclamaba alrededor de 38.000 kilómetros cuadrados de Océano Pacífico. Las horas previas a la sentencia, peruanos y chilenos estuvieron paralizados. En un fallo que parecía arbitrario, pero ampliamente justo, el tribunal permitió a ambas partes reclamar la victoria.

La disputa se remonta a la Guerra del Pacífico (1879-1883), un conflicto por el control de la industria salitrera en el desierto de Atacama, en el que Chile derrotó a Perú y Bolivia, y se anexó la provincia costera de Antafogasta (Bolivia) y las provincias peruanas de Tacna, Arica y Tarapacá. Chile tenía que organizar un plebiscito después de diez años en los que las poblaciones de Tacna y Arica decidirían qué país querían pertenecer. No pudo hacerlo, así que con la mediación estadounidense, en 1929 se adjudicó Tacna al Perú y Arica a Chile, fijándose la frontera terrestre entre los dos países. En la década de 1980, los diplomáticos de Perú comenzaron a argumentar que mientras que la frontera terrestre se resolvió, la frontera marítima no lo estaba. En virtud de la Declaración de Santiago de 1952, Chile, Ecuador y Perú acordaron límites marítimos nocionales de 200 millas. El acuerdo estaba dirigido, principalmente, a intimidar a los foráneos, en especial a la flota ballenera de Aristóteles Onassis. La frontera de facto corrió hacia el oeste de la frontera terrestre. Desde la costa forma un codo en la frontera, desbalanceando el noroeste de Perú, este límite era favorable a Chile. Perú pidió a la corte tres cosas: fijar un nuevo límite que corriera equidistante entre las costas de los dos países; que la frontera debe comenzar en Punta Concordia, donde la frontera terrestre golpea el mar, y no en el hito No 1, 250 metros al norte, y que se le confirme un “triángulo exterior ” de 29.000 kilómetros cuadrados que se ubica a más de 200 kilómetros al oeste de Chile, pero a menos de 200 millas de la costa de Perú.

La Corte Internacional de Justicia aceptó el argumento de Chile de que la Declaración de Santiago y las convenciones posteriores eran un acuerdo tácito sobre la frontera marítima, pero sólo durante las primeras 80 millas náuticas. (También aceptó que la frontera se inicia en Hito 1, como Chile afirma). Posteriormente, se aceptó la alegación del Perú, y dibujó un nuevo límite trazado ampliamente hacia el sur-oeste. Chile se aferró a sus aguas costeras, que contienen la mayor parte de los peces en la zona en disputa. Pero Perú ha ganado unos 21.000 kilómetros cuadrados de los 38.000 que disputaba, más el triángulo externo. Algunos peruanos se sintieron decepcionados con que la Corte Internacional de Justicia no aceptara la reclamación en su totalidad. Sin embargo, la ganancia más importante del país es más bien simbólica: por primera vez han ganado una batalla a Chile, y lo han hecho por la vía pacífica, legal y por medio de la diplomacia profesional. El hecho de que la sentencia sea menos mala de lo que muchos chilenos temían, a su vez debería hacer más fácil para el gobierno de Chile implementar el nuevo marco rápidamente.

El tribunal conminó a los dos países para fijar los límites exactos. A Perú le preocupa de que, como en el pasado, Chile arrastre los pies en la ejecución del fallo. En cambio, Chile insiste en que lo hará. Ahora ambos países deben seguir adelante. Los peruanos han considerado durante mucho tiempo a los chilenos como abusivos y arrogantes, mientras que los chilenos han visto peruanos como perpetuos revanchistas. Con suerte, las relaciones entre los dos países, que ya han mejorado en las últimas dos décadas, deben mejorar todavía más. Perú y Chile son socios en la Alianza del Pacífico, un bloque de libre comercio de los países de América Latina, el comercio y la inversión entre ambos ha aumentado. “El fin de la disputa”, dijo el presidente de Perú, Ollanta Humala, “nos permitirá comenzar una nueva etapa en nuestras relaciones con Chile”, de la cooperación y la amistad. Finalmente superar el legado de una guerra del siglo XIX es un premio para los dos países.