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Oxfam debe ser liquidado

El reciente escándalo de Oxfam es un aviso urgente para apreciar las limitaciones de muchas organizaciones benéficas, que por sus ‘fines altruistas’, se asumen poseedoras de la verdad absoluta y, en nombre de ella, pretenden imponer sus ideas de cualquier manera, incluso manipulando y mintiendo.

Muchas de estas ONG, como es el caso de Oxfam, tienen planteamientos ideológicos, de las ideas de las izquierdas que hace rato fueron superadas en sus países de origen, pero pretenden imponer en los países menos desarrollados. Por otro lado, como buena parte de sus soportes financieros vienen de entidades que representan la antítesis de esas ideas, se incrementa, aún más, esa falsa autoridad moral que detentan, que los lleva a caer en esa trampa moral de ‘el fin justifica los medios’.

En esta ocasión el comportamiento de personal de mando de Oxfam en Haití, y los intentos de ocultamiento de sus líderes, ha dejado a Oxfam completamente desnuda. Sus líderes han destruido sus halos morales, al ser acusados de tratar de ocultar el comportamiento de algunos de sus altos funcionarios desplegados en Haití después del devastador terremoto de 2010 que causó la muerte de entre 200,000 y 300,000 personas.

Sus trabajadores humanitarios, incluido el director nacional de Oxfam en ese momento, Roland van Hauwermeiren, fueron acusados de convertir una villa (utilizada por la organización) en un prostíbulo improvisado, con prostitutas que solo usaban polos de Oxfam, intimidar a los conductores que colaboraban con Oxfam a conseguir sexoservidoras y realizar “fiestas sexuales” en las casas donde se hospedaban los trabajadores del grupo.

Ahora, el escándalo sexual que envuelve las operaciones de Oxfam parece haberse extendido a sus tiendas benéficas en el Reino Unido. Una empleada, Helen Evans, dijo a Channel 4 News (del Reino Unido) que en el lapso de un mes su equipo recibió tres denuncias de abuso infantil en sus tiendas de retail. Luego salió también a la luz que había sucedido lo mismo en Chad en 2006 y que el mismo director, Roland van Hauwermeiren, estuvo a cargo de la misión en ambos países.

“Altos funcionarios de Oxfam pagaron por sexo, a los sobrevivientes de Haití”, The Times

Quizás lo más triste es que ésta no sea la única agencia benéfica donde sucede esto. En tan solo unos días, la noticia sobre Oxfam se ha convertido en un escándalo mucho mayor respecto a la explotación por parte de trabajadores humanitarios en muchas partes del mundo y de las organizaciones civiles y de gobierno que los han protegido. En el fin de semana, el Sunday Times de Londres también reportó que otros grupos humanitarios británicos habían hecho auditorías internas que mostraban que más de 120 trabajadores fueron acusados de abuso sexual en un solo año.

¿Qué pasará ahora?

La Secretaria de Desarrollo Internacional, Penny Mordaunt, advirtió que Oxfam podría perder millones de libras en fondos públicos debido al escándalo. Oxfam recibió aproximadamente £ 32 millones (alrededor de US$ 44 millones) del gobierno británico el año pasado, según los registros públicos. En un comunicado, Mordaunt dijo que la organización se disculpó por “el comportamiento espantoso de algunos de sus empleados en Haití en 2011”. Por su lado, la vicepresidenta ejecutiva de Oxfam, Penny Lawrence, renunció admitiendo que está “avergonzada” de que sucediera el escándalo de la prostitución bajo su supervisión.

Estas acciones punitivas no son suficientes. Recordemos quién es Oxfam. Es una de las organizaciones de ayuda más grandes y destacadas del Reino Unido, que opera programas de desarrollo en más de 90 países de todo el mundo. La agencia también ofrece asistencia a personas en todo el mundo después de emergencias y desastres.

Por lo tanto, el poder de Oxfam se basa en su capacidad para recaudar dinero mediante un vínculo de confianza, un vínculo respaldado por la suposición de que su personal está guiado por el altruismo.

Ya en anteriores ocasiones hemos demostrado que Oxfam (y sus aliados ambientalistas en el Perú), no actúan por principios o bajo criterios técnicos. Lo hacen movidos por mera y pura ideología y como asalariados de estas cadres internacionales. Están en contra de nuestro modelo de desarrollo, de las actividades extractivas y del crecimiento, sin conocer el Perú y nuestras particularidades y necesidades.

Lo mismo dijimos en 2016 con respecto a la alarmante noticia de Oxfam que afirmaba que el 1% de la población tenía tanta riqueza como el restante 99%. Nuevamente, buscaban simplemente una manipulación embustera y que desmentimos tajantemente en: La gran farsa de Oxfam sobre la desigualdad. Tiempo antes, en Lampadia hemos venido reportado su mal comportamiento, ver: Oxfam no tiene autoridad moral,  publicado el 25 de julio 2014.

Las ONG globales deben proporcionar liderazgo moral tanto dentro de sus organizaciones, como con la gente que dicen apoyar, deben ser ejemplos y modelos a seguir para los países en los que trabajan. Los políticos británicos y los representantes de Oxfam se han apresurado a disculparse, pero las disculpas no son suficientes. Este evento ha desnudado la verdadera naturaleza de una organización que se autoproclamaba como representante del bien.

Aldo Mariátegui en su columna de opinión afirma que Oxfam “ha quedado absolutamente descalificada”, y que “corresponde a la APCI cancelar su inscripción en nuestro país”. En Lampadia nos sumamos a esa sugerencia. Pero, además, creemos que una organización que ha mantenido ese tipo de comportamientos, durante largo tiempo y en muchos lugares, en ocasiones de terribles tragedias humanas, no debe seguir existiendo. ¡Oxfam debe ser liquidado desde el Reino Unido!   

Muchas ONG internacionales, y agencias de cooperación desarrollan actividades en el Perú, que contradicen la declaración de sus fines, se alían con grupos de presión locales de orientación antisistema, y pretenden defender a los pobres, manteniéndolos en un país sin inversión ni empleo. No sigamos siendo tan complacientes con estos vehículos disfuncionales. Lampadia




Producción Intelectual Anti-minera

Producción Intelectual Anti-minera

Veamos cómo se construye la base estratégica de la conflictividad anti-minera.

Camilo Ferreira
Centro Wiñaq
Para Lampadia

Las organizaciones anti-mineras tienen entre sus líneas de acción la generación y publicación de contenidos. A través de sus publicaciones estas organizaciones buscan posicionarse, frente a la sociedad, como “voces autorizadas”, como expertos para opinar sobre conflictividad social. Los contenidos también sirven como fundamento discursivo para la narrativa anti-minera. La ONG anti-minera CooperAccion es prolífica en la generación de esta clase de materiales. Un ejemplo ilustrativo de ello es el libro “Conviviendo con la Minería en el Sur Andino”.

Introducción

El libro “Conviviendo con la Minería en el Sur Andino [1], de César Flores et al y publicado por CooperAccion y OXFAM, ilustra la perspectiva que esas dos organizaciones tienen de los conflictos y las negociaciones vinculadas a los proyectos mineros. El libro presenta una interpretación de tres casos de conflicto en el sur peruano: Espinar, Cotabambas y Chamaca, para luego hacer generalizaciones antojadizas. 

Como investigación, el libro es precario, describe una versión incompleta y parcializada de los hechos. Las únicas perspectivas que se observan en el libro son de las organizaciones y líderes ligados a la conflictividad. A lo largo del texto no se observa ningún esfuerzo de los autores por conocer y presentar, en forma medianamente imparcial, la perspectiva de los actores favorables a la minería o de las empresas mineras. Los principios de la objetividad, como conocer las perspectivas, intereses y versiones particulares de los diversos actores, están completamente ausentes en todo el libro.

No se observa en el libro ningún reconocimiento de los impactos positivos de la minería en el desarrollo de las economías locales, ello a pesar de la abundante evidencia sobre el tema[2], ni en la calidad de vida de las poblaciones, ni siquiera alguna acción intencional de las empresas mineras orientadas hacia objetivos sociales positivos. Si algún hecho no negativo es detectado, el mismo es presentado como una estrategia de manipulación o como el resultado de un conflicto, es decir, como resultado de una exitosa presión del movimiento social y en contra de la voluntad de la empresa.

Los autores dicen defender la convivencia pacífica con la minería, pero lo que presentan es una narrativa hostil a las empresas mineras, seleccionando la información y los testimonios en forma sesgada, de manera a atribuir las causas de todos los problemas y conflictos sociales al “modelo de desarrollo de libre mercado” (p. 10) y a la cultura de relaciones sociales de las empresas mineras.

Curiosamente, el 5 de febrero pasado, el autor del libro comentado, César Flores, escribió un artículo en cooperaccion.org.pe: ¿Con qué rigurosidad técnica se analiza la conflictividad social minera en el Perú?, en el que critica la publicación de Lampadia: “Cómo se organizan los conflictos mineros”, afirmando: “Al respecto, consideramos que el documento publicado por Lampadia trasgrede estándares mínimos de rigurosidad analítica en el campo de las ciencias sociales al no incluir evidencia directa que sustente sus numerosas hipótesis y aseveraciones”.

Seguramente Flores se refiere a que, a diferencia de su libro, Lampadia no presenta interpretaciones parcializadas de casos específicos de conflictos, y más bien contribuye al análisis de los conflictos con un aporte conceptual. En el artículo dijimos:

En este texto pretendemos describir una visión que sea capaz de recoger la complejidad inherente a los conflictos sociales, pueda describir de manera precisa el rol de los antimineros en los mismos, y al mismo tiempo recoja la importancia del sistema de creencias locales frente al sector extractivo. Para ello haremos uso del concepto de SPIN (Acrónimo en inglés para redes integradas, segmentadas y poli-céntricas) aplicado por L.P. Gerlach a movimientos sociales ambientalistas en EEUU. (The structure of social movements: Environmental activism and its opponents. Networks and netwars: The future of terror, crime, and militancy, 289-310 – 2001).

El concepto del SPIN ayuda a entender el desarrollo de los conflictos anti-mineros, que, al no presentar evidencias de comandos centrales, generan dudas sobre su origen, diseño y despliegue; diluyendo, para los medios y la opinión pública, la percepción de las relaciones causa-efecto de los mismos.

Así es pues como los anti-mineros, y especialmente los disfuerzos editorials de Cooperacción van dejando sus nada rigurosos comentarios. Veamos otro ejemplo: recordemos su programa de formación de líderes comunitarios:

Algo alarmante de esta publicación, como anotamos en su momento, es que haya sido auspiciada por la Unión Europea y la Cooperación de España.

El marco interpretativo del libro de Flores

Según los autores, la existencia de la minería moderna y el modo de relacionamiento de las empresas mineras son las causas principales de los conflictos. En la narrativa presentada, ninguno de los actores de los conflictos, ni siquiera los promotores de la conflictividad, tiene motivaciones ideológicas o políticas, o intereses de busca de rentas. Para ellos, los conflictos nacen a causa de las amenazas que la minería moderna y la forma de hacer minería de las grandes mineras representan para el ambiente y para los derechos de la población local.

La razón de esta conflictividad fue la sostenida expansión de las inversiones en estos rubros [minería y petróleo] desde la década de 1990” (p. 11)

la imposición de un modo de hacer minería y relacionarse con su entorno puede mantener o acentuar el nivel de conflictividad experimentado en los últimos años” (p. 8).

Tipifican los conflictos en dos grandes categorías: de rechazo y de convivencia. Los conflictos calificados como “de rechazo” se ejemplifican en las acciones que paralizaron los proyectos Conga y Tía María. Ellos son conflictos agudos y con alta carga de violencia. Los conflictos eufemísticamente llamados “de convivencia” son en realidad conflictos de desgaste, con frecuentes episodios agudos, pero no tan masivos como los conflictos “de rechazo”. Los tres casos tratados en el libro corresponden a conflictos de desgaste.

CooperAccion apoya ambos tipos de conflictos, pero opera diferente en cada caso. Si falla en promover un conflicto “de rechazo”, pasará a promover uno de desgaste, aunque siempre tendrá como primera opción inviabilizar la existencia misma de los grandes proyectos mineros.

La actuación de CooperAccion no está incluida como parte de los hechos narrados en el libro, pero CooperAccion tiene una oficina en la zona, realiza una intensa actividad de formación de activistas y de difusión de materiales. Por la narrativa del libro se puede percibir que su apoyo a los conflictos es presentado y justificado como defensa de los derechos colectivos de las poblaciones: económicos, sociales, ambientales, culturales.

Para los conflictos de desgaste el libro plantea maximizar la capacidad de presión de los actores locales y dar protagonismo a las posturas extremas.

Para orientar la construcción de una institucionalidad local que dé sustento de la conflictividad, los autores han dedicado 41 páginas a una larga lista de recomendaciones bajo tres categorías también eufemísticas: (1) favorecer el diálogo, (2) favorecer el desarrollo, y (3) favorecer el funcionamiento de la mesa. En esas recomendaciones los autores describen el tipo de marco institucional que buscan promover.

La mayor parte de las 32 recomendaciones repiten lecciones ya conocidas de procesos de negociación y de planificación local: participación tripartita (estado, empresas y sociedad civil), planificar el proceso, combinar corto y largo plazos, informar a la población, aplicar criterios de priorización de proyectos, capacitar a los participantes, montar mecanismos de monitoreo de la ejecución, etc. Muchas de estas recomendaciones forman parte del paquete estándar de generación de condiciones para el dialogo.

Sin embargo, a esas lecciones ellos introducen elementos que apuntan a incrementar la capacidad de presión de los grupos conflictivos y a escalar la conflictividad. Por ejemplo:

  1. En su concepto de sociedad civil incluyen a los Frentes de Defensa, y otros tipos de organizaciones creadas por los grupos conflictivos para ampliar y legitimar su representación social y hablar a nombre de la población local (p. 37), sin haber sido elegidos, poniéndolos con un peso equivalente al de los representantes de sectores sociales, como las comunidades, comités de regantes, etc.
  2. Entienden el concepto de preparación de los participantes como una especie de adoctrinamiento en base a su narrativa hostil a la minería y a la economía de mercado y de entrenamiento en el uso de herramientas para la promoción del conflicto.[3]
  3. Presentar a las empresas mineras y el gobierno nacional como los únicos actores con responsabilidades en el proceso, y obligados a financiar la implementación de todos los temas traídos a la mesa (p. 186).
  4. Restringir la libertad de expresión de las empresas ante la población local para neutralizar los instrumentos de incidencia de las empresas sobre las comunidades y sus dirigentes y facilitar que los grupos conflictivos puedan propagar temores y rumores sin que nadie aclare a la población (p. 187). Para los autores la incidencia hacia la población por parte de las empresas mineras es manipulación, mientras que aquella realizada por los anti-mineros es empoderamiento a la población local. Así, su labor de adoctrinamiento se presenta como si fuera empoderamiento ciudadano.
  5. Dar a la conflictividad y a la presión social sobre las empresas mineras un carácter permanente, y estructurar una institucionalidad legitimada para realizar frecuentes campañas de movilización social en contra de las empresas (p. 192).
  6. Con el concepto de territorialidad ampliada buscan Incluir en forma creciente e ilimitada a organizaciones de otras zonas que no son áreas de influencia de la mina. Esos grupos externos son muchas veces los más inclinados a la conflictividad, para forzar a las empresas a incluirlos en los beneficios de la minería (p. 195, 198, 126) a pesar de no tener ninguna relación real con la actividad minera.

Comentarios finales

Aunque el libro está dedicado a tres casos específicos de conflicto y negociación, el lenguaje y tratamiento dado a los eventos, transmiten elementos importantes de su concepción sobre los conflictos y sobre su narrativa.

El libro ilustra bien un hecho: en el contexto rural peruano, donde haya actividades mineras, los conflictos sociales estarán presentes. Los autores del libro están muy claros sobre ese hecho, se proponen desempeñar un rol de promoción de dicha conflictividad, y han desarrollado una narrativa para justificar ese rol como si fuera de búsqueda de diálogo.

Los tres casos permiten ver que la lógica operativa de los grupos e instituciones promotoras de conflictos consiste en:

  1. Propagar temores y cultivar agravios en la población local.
  2. Estimular un conflicto social tan grande, como sea posible, tanto en radicalidad como en la extensión geográfica y social del conflicto.
  3. Promover Mesas de Diálogo, bajo condiciones de conflicto y usando metodologías que maximicen la capacidad de amenaza y presión sobre las empresas.
  4. Aprovechar las Mesas para renegociar condiciones anteriormente establecidas y consolidar un bloque social proclive a la conflictividad.
  5. Aprovechar conflictos específicos para cumplir objetivos nacionales de políticas públicas: leyes, marco institucional, procedimientos, etc. correspondientes a su ideología antiminera.
  6. Descalificar los puntos ganados mediante las negociaciones y presentar los puntos pendientes de las Mesas como agravios, para iniciar un nuevo ciclo del conflicto.

El marco institucional que CooperAccion promueve tiene por objetivo dinamizar y dar permanencia a la conflictividad, y asumir un papel protagónico en esos procesos.

En términos de estrategia general, se ha podido observar que, en los procesos de negociación, CooperAccion busca ampliar los grupos interesados en la conflictividad, canalizar sus exigencias en los espacios de negociación, incluyendo las propuestas extremas, y reclamar que los acuerdos sean de consenso. De esta manera buscan mover las decisiones hacia los planteamientos de los grupos más beligerantes.

Los conflictos en que se involucra CooperAccion buscan siempre desencadenar procesos que les permita renegociar dos elementos centrales: los EIA y los Convenio Marco. Es en torno a esos dos elementos que CooperAccion busca maximizar la renta disputada con los conflictos y con las negociaciones que les siguen.

Es común que CooperAccion inicie sus campañas de promoción de conflictos escribiendo un libro sobre el tema, como el que comentamos. Las entrevistas en los medios y las presentaciones múltiples del libro a diversas instituciones y actores son utilizadas para difundir su versión de los hechos y lograr apoyo para los conflictos que están promoviendo.

Usos del texto

El análisis de la lógica general de la narrativa del libro y de sus mensajes centrales sugiere que el texto fue escrito para ser un instrumento orientado hacia cinco objetivos:

  1. Posicionar a CooperAccion y OXFAM ante líderes de opinión, medios de comunicación, organismos de cooperación y el Estado peruano como organizaciones defensoras de la convivencia pacífica entre las empresas mineras y las sociedades locales, camuflando sus concepciones hostiles a la minería moderna[4] [5] y su práctica diaria de promoción de conflictos sociales.
  2. Colocar a CooperAccion como una referencia, con apariencia académica, en base a tres casos de conflicto social para su uso por periodistas, diseñadores de política y académicos interesados en el tema, entregando referencias parcializadas de los hechos y cargada de ideología.
  3. Descalificar éticamente a las empresas mineras, como organizaciones sin sentido de los valores sociales ni ambientales, y que buscan aprovecharse al máximo de los desequilibrios de poder en su relacionamiento con la población local.
  4. Utilizar el estudio como insumo para la elaboración de materiales de adoctrinamiento de nuevos activistas dedicados a la promoción de la conflictividad en la minería, y de voceros a ser utilizados por los medios de comunicación.
  5. Promover un marco institucional para la gestión de la conflictividad que favorezca la permanencia de los conflictos, la unificación de las demandas, el incremento de la presión sobre las Empresas Mineras, la legitimación social de posiciones extremas, y su propia capacidad de influencia sobre la evolución y el desenlace de dichos conflictos.

Sugerencia de acción cívica

La permanencia, sin respuesta, de la versión presentada en este libro por CooperAccion y OXFAM sobre los procesos de conflicto y negociación ocurridos en las tres experiencias descritas, es un factor permanente de distorsión de los hechos, de ocultamiento de los impactos positivos y reales de la minería sobre las economías y la calidad de vida de las poblaciones de las zonas alto-andinas, y de erosión de la imagen ética de las empresas mineras.

Sería conveniente que las empresas involucradas, el gremio minero y entidades de desarrollo de las regiones mineras elaboren versiones alternativas de los hechos referidos en el libro, que permitan a las autoridades, periodistas, estudiantes y personas interesadas en el desarrollo minero del país contar con una historia más objetiva de los procesos de conflicto y negociación que sucedieron en esos tres sitios mineros. Lampadia

[1] Texto disponible en: https://peru.oxfam.org/sites/peru.oxfam.org/files/file_attachments/Conviviendo%20con%20la%20mineria%20en%20el%20sur%20andino.pdf

[2] Una buena exposicion de los efectos sobre el desarrollo fue elaborada por Luis Carranza esta disponible en: http://iimp.org.pe/boletines/informes/Beneficios-macro-y-microeconomicos-de-la-mineria.pdf

[3] Los cursos de Cooperaccion para formacion lideres locales incluyen componentes de adoctrinamiento postextractivista.

[4] En caso de OXFAM su posicion frente a la mineria se visibiliza por su rol protegonico en la exitosa campaña en favor de la eliminacion de la mineria en El Salvador, campaña analisada en: http://www.lampadia.com/analisis/mineria/los-pos-extractivistas-cancelaron-la-mineria-en-el-salvador/

[5] Respecto a la postura antiminera de Cooperaccion la misma esta documentada en: http://www.lampadia.com/analisis/mineria/manual-de-formacion-de-lideres-anti-mineros/




Marisol Pérez-Tello: ¿Ministra con agenda propia?

Marisol Pérez-Tello: ¿Ministra con agenda propia?

En los últimos días se han generado algunas reacciones con respecto a la Ministra de Justicia Marisol Pérez-Tello y su postura ideológica, originados por la reciente visita de la ministra a Máxima Acuña en Cajamarca, uno de los símbolos anti-mineros más usados para forjar el relato de David contra Goliat.

“Ya no me queda ninguna duda de que la ministra Pérez Tello es una encubierta caviar completa tras verla retratada ayer en LR junto a Máxima Chaupe, la “guardiana de la laguna”, la heroína de papel que protagoniza la farsa que ha montado la izquierda en Yanacocha”. Aldo Mariátegui

Por otro lado, Jaime de Althaus en entrevista con  Alfredo Thorne señaló que la visita a Chaupe no es coherente con un gobierno que trata de promover la inversión minera. Pero, en sentido contrario, Miguel Santillana defendió a la ministra, calificando de “obtusos” a quienes critican la visita y afirma que “Marisol no es Caviar”.

Determinar si la ministra es o no “caviar” es algo muy difícil dado que esta categorización no tiene una definición muy clara. Sin embargo, ello no cambia el hecho que la visita de la ministra a un instrumento de propaganda como la Chaupe genera una incertidumbre justificada respecto al marco ideológico detrás de sus acciones.

Una revisión de las declaraciones y acciones de Marisol Pérez Tello hacia la minería nos señala que tiene una postura compleja hacia el sector. Por un lado, los orígenes partidarios de Marisol Pérez-Tello en el PPC y sus declaraciones nos señalan una afinidad hacia un modelo de desarrollo impulsado por la inversión privada. En múltiples ocasiones ha afirmado la importancia del sector minero y la necesidad de una relación armoniosa del mismo con las poblaciones en su entorno. Por ello, no se puede caracterizar a la ministra como una militante pos-extractivista, como sí se puede hacer con otras figuras políticas como Marco Arana o José de Echave.

Sin embargo, existen suficientes evidencias para considerar que la ministra comparte algunos componentes de su ideología con los anti-mineros, en especial su visión respecto a la naturaleza de la población campesina peruana y su relación con el Estado.

Una entrevista de Marisol Pérez-Tello sobre “Pueblos Indígenas e Interculturalidad” es muy reveladora respecto a su postura ideológica:

  • Considera como pueblos indígenas a la totalidad de las comunidades campesinas, compartiendo una posición con las ramas más radicales del indigenismo además de ser una postura que, de ser aceptada por el Estado, llevaría a un escalamiento de la conflictividad minera. Hay que recordar que las comunidades campesinas incluyen a alrededor de 2.5 millones de personas y ocupan el 39% de la superficie agrícola nacional.(Ver:http://www.larevistaagraria.info/sites/default/files/revista/ragra29/LRA29-0607.pdf). Esto debido a que las comunidades aceptadas como “pueblos nativos” podrían reclamar la renegociación de sus acuerdos ante el Estado y las Empresas Mineras puesto que los mismos se dieron sin haber hecho la consulta previa.
  • Comparte una visión romántica respecto a la búsqueda de los indígenas de “alternativas al de desarrollo” por lo que podrían considerar la llamada “seguridad alimentaria” como un fin más deseable que el progreso material. Aquí se muestra la visión romántica de los comuneros, que tienen una “cosmovisión” en la que el progreso pasa a segundo plano, puesto que tienen una “manera distinta de entender del mundo”. Considera que los comuneros tienen una “relación especial con la tierra”, distinta a la del resto de la población.
  • Considera que la colectividad a la que denomina “pueblos indígenas” tiene derecho a la autodeterminación de su modelo de desarrollo. Esto puede (a primera vista) sonar bien. Sin embargo, esta autodeterminación (tal como se entiende desde el enfoque intercultural), pasa por la exclusión casi total de las comunidades campesinas del Estado peruano y les brinda poder de veto sobre las políticas nacionales para el aprovechamiento de los recursos naturales. En esta visión, ella equipara las comunidades campesinas con los pueblos indígenas, son sujetos con derecho de Consulta Previa, y aún más importante, a la autodeterminación.
  • Considera que en el Perú existe una división entre occidentales/mestizos versus indígenas, siendo los últimos capaces naturalmente de vivir en armonía con el medio ambiente. Llega a afirmar que: “Un niño awajun se puede asustar si ve una escalera eléctrica pero seguramente sabe todas las propiedades curativas de la hoja de un árbol”.
  •  En un acto de profundo desconocimiento de la realidad, la ministra afirmó que las negociaciones en Cajamarca durante el conflicto Conga fracasaron debido a que no se permitió a los “Apus” negociar con su población los términos ofrecidos en el marco de su “democracia participativa indígena”. Aquí muestra un deseo de acomodar la realidad a los estereotipos dignos de un practicante sueco de Grufides. ¿De dónde sacó esa afirmación?  Ninguna de las organizaciones movilizadas en Cajamarca contra Conga tenían “Apus” y Cajamarca es una de las regiones menos indígenas del Perú con un 0.4% de quechua-hablantes (una tasa bastante  menor que la de Lima). 
  • Considera que los actos en Bagua fueron resultado de “una gran unión de los pueblos indígenas que les ha dado mucha fuerza y yo los felicito”. Consideró que los sucesos de Bagua fueron una reacción a “leyes que violentaban sus derechos”. Estas palabras serían indistinguibles de las que diría Alberto Pizango. Hay que señalar que, posteriormente, Pérez Tello felicitó la exoneración de todos los acusados por la masacre de policías durante el Baguazo, asesinatos que quedaron en total impunidad.

Más allá de esta entrevista, hay otras señales del alineamiento ideológico de Marisol Pérez-Tello con varios componentes radicales del “enfoque intercultural”:

  • Presentación junto con congresistas pos-extractivistas de izquierda de un proyecto de ley en favor de la Consulta Previa Legislativa, en la que será necesaria consultar a la totalidad de los pueblos indígenas del país en cada ocasión en que se de una ley que pudieran considerar les incumbe. Sería esperable que esto origine más conflictos sociales si es que estos indígenas- según Marisol Pérez Tello- consideran que no se les está consultando. Habría dos tipos de peruanos, con distintos derechos: aquellos que eligieron a sus representantes con su voto y aquellos que además de votar serían consultados.
  • Presentación una solicitud en contra de una reforma del código penal que hubiera debilitando a la justicia intercultural. En esta solicitud, Marisol Pérez-Tello comparte su postura con Rocío Silva Santisteban, Grufides, Derechos Humanos sin Fronteras (Cusco), Derechos Humanos y Medio Ambiente – Puno, Radio Marañón y múltiples organizaciones y personalidades anti-mineras y radicales.

  • Participación en eventos de promoción del indigenismo radical. El 2013 se dio el Segundo Encuentro Nacional del Pacto de Unidad en la que participó, en ese entonces como congresista.  Hay que señalar que el Pacto de Unidad es una organización indigenista radical. La congresista también fue expositora en la presentación del libro “La Verdad Sobre Bagua” en la que compartió mesa con representantes de varias de organizaciones que azuzaron el conflicto. Ya como ministra, en Cajamarca, el 17 Noviembre del 2016 se dio el “Primer Seminario de Justicia Intercultural” en el que la ministra se comprometió a apoyar el avance de la Justicia Intercultural.
  • Durante su periodo como congresista, formó parte del “Grupo de Trabajo sobre la Implementación y Reglamento de la Ley de Derecho a la Consulta Previa” junto con Verónika Mendoza, Claudia Coari y Cassio Huaire. Este grupo contaba con la asistencia y apoyo técnico de OXFAM, ONAMIAP, CONACAMI, CNDH, CCP, IDL entre otras organizaciones hostiles a las actividades mineras en el Perú.

Marisol Pérez-Tello ha tenido un patrón de conducta propia de un activista en favor del indigenismo radical con un nivel de actividad que llega a superar al de Verónika Mendoza. Su colaboración en actividades con bajos retornos políticos nos habla de un compromiso ideológico personal. Esto implica, además, que estaría ejerciendo el ministerio con agenda propia y no con la agenda del gobierno de PPK.

Respecto al caso Chaupe, la ministra consideró que “es evidente el maltrato a la señora Chaupe” tomando posición en favor de los anti-mineros. Al ser preguntada el porqué de su visita, Pérez-Tello afirmó que lo hacía motivada por la necesidad de responder a una Medida Cautelar generada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Sin embargo, había otras 46 personas involucradas en dicha medida y la ministra decide visitar personalmente a aquella que le permite el máximo rebote mediático y se genere el mayor daño posible hacia el sector minero. Quien sirvió de acompañante durante su visita a Chaupe fue el radical Manuel Ramos, el más anti-minero de los miembros del Concejo Regional de Cajamarca.  Dentro de la concepción de Perez-Tello, Máxima, al ser comunera, es una indígena no reconocida a la que no se le ha permitido ejercer su derecho a la libre determinacion del modelo de desarrollo, independientemente de las condiciones judiciales que envuelven el caso, o si ella invadió efectivamente el predio o no.

Queda claro que este gobierno “proinversión” ha nombrado en el cargo estratégico del Ministerio de Justicia a alguien que se acerca al indigenismo radical. Más allá de si es conciente o no de las consecuencias de sus propuestas, la aplicación de lo que propone Marisol Pérez-Tello inviabilizaría a gran parte de la inversión minera en el Perú. Lampadia




Las ocho personas más ricas tienen el 0.67% de la riqueza global

Las ocho personas más ricas del planeta poseen US$ 491,900’000,000, el 0.67% de la riqueza global de US$ 73’892,000’000,000. Sin embargo, algunos medios han publicado la noticia con titulares escandalosos y falsos.

Tal como se muestra más abajo, supuestamente, la riqueza de los ocho más ricos equivale a la proporción de la riqueza del 50% más pobre, o sea, las 3,600’000,000 de personas más pobres.

Esto fue correctamente reportado por Posta en Argentina y El Clarín en Buenos Aires, El Comercio y La Mula en Lima.

La información sale de Oxfam, cuyo titular se presta a la ‘confusión’.

Pero la nota de La República no es nada rigurosa y permite apreciar una grosera manipulación de información que puede ser muy perniciosa.

Peor aún, es la nota de RPP, de quienes se espera mucho más y no suelen llegar a los extremos de La República.

Más allá de la desinformación, típica de las notas propiciadas por Oxfam, resta preguntarse si efectivamente 3,600’000,000 de personas comparten solo US$  491,900’000,000 que poseerían los ocho más ricos. Veamos:

  • Según los últimos estudios de pobreza, solo el 9,6% de la población está por debajo de la línea de la pobreza.
  • Unos 700 millones de personas ganaría menos de US$ 1.5 por día por persona.
  • Por lo tanto, los otros 2,900 millones de personas (3,600 – 700 MM) ganarían notoriamente más de US$ 1.5 por día por persona.
  • Asumamos súper conservadoramente, para propósito del análisis, que estos 2,900 millones de personas, los menos pobres de los pobres, ganan solo US$ 1.5 por día. Tendríamos: 2,900 MM de personas a US$ 1.5 por día, por 365 días en el año.
  • Esto da: 2,900,000,000 X 1.5 X 365 = 1’587,750’000,000
  • Más de tres veces la riqueza de los ocho más ricos.
  • Por lo tanto, tampoco es cierto que ocho personas ganan igual que 3,600 millones de los más pobres. Las cifras ni siquiera se acercan.

Conclusiones:

  1. Oxfam manipula groseramente en su despacho
  2. Algunos medios de comunicación no tienen capacidad crítica, capacidad de análisis, no son rigurosos o manipulan groseramente la información, al igual que Oxfam.

Lampadia

 




Cuidado con la parálisis de la economía

El acoso al que está sometida la economía peruana por parte de grupos anti-mineros y, últimamente, por grupos que pretenden parar el desarrollo turístico, está dándose con un grado de impunidad alarmante, con una sensación de desapego del gobierno y con un grado de ignorancia por parte de los medios, que nos hacen temer que tenemos por delante un largo período en el que no se podrá recuperar el ritmo necesario de inversión privada, que nos permita crecer y generar recursos fiscales para afrontar un mínimo programa de gobierno que movilice el desarrollo de las infraestructuras sociales y económicas, además, por supuesto, de las reformas institucionales que requieren de un gobierno con liderazgo, que mire hacia delante y no un conjunto de ‘bomberos sin mangueras’ que todavía no identifican el origen del incendio.

Fuente:  www.pulsoregional.pe

En Lampadia venimos difundiendo análisis concienzudos sobre la conflictividad y hemos creado una biblioteca virtual: Recursos Naturales y Desarrollo, que presenta un conjunto de materiales que permiten juzgar la situación que se ha venido creando durante los últimos años, situación que se ha agravado sustancialmente desde el inicio del gobierno de PPK.

El nuevo gobierno inició su gestión con una economía estancada, con una persistente caída de la inversión privada, muy bajo nivel de demanda interna y un creciente déficit fiscal. En el corto plazo, el ajuste fiscal del MEF enfría la economía, corta el impulso de inversión pública y da una señal de aguantarse al sector privado. En el mediano y largo plazos, los conflictos sociales desalientan la recuperación de la inversión privada y reducen la futura disponibilidad de recursos fiscales para la  gestión del gobierno que estaba llamado a orientarse a reactivar la economía.

 

Lamentablemente, en los medios hay mucho cinismo y caras que se ponen de costado para juzgar la conflictividad anti-inversión. Si a esto le sumamos un gobierno que no llega a establecer una avenida de comunicación con la población, en la que puedan alertar al país sobre estas afrentas, es posible que nos estemos encaminando a perder años cruciales para nuestro desarrollo.

Desde acá hacemos un llamado a la reflexión y a la acción. Hoy se inicia un nuevo CADE, que es un espacio adecuado para hacerlo. No perdamos más tiempo. 

Ver la segunda entrega sobre las herramientas anti-mineras:

Herramientas Anti-Mineras II

El impacto de los documentales Anti-Mineros

Camilo Ferreira y Franco Olcese
Centro Wiñaq
Para Lampadia

“Hija de la Laguna[1]”, “Tambogrande: Mangos, Muerte, Minera”, “Operación Diablo”, “A Tajo Abierto”, “Choropampa: El Precio del Oro”, “La Batalla del Cobre[2]”, “Luz de Agosto” Son nombres que no resuenan entre los filmes más vistos por las mayorías nacionales. Son títulos de largometrajes documentales con un claro sesgo ideológico hostil a la inversión minera. A estas filmaciones se le agregan decenas de cortos documentales con el mismo sesgo.

Este tipo de producción no es exclusiva del Perú, la conflictividad anti-extractiva ha resultado ser un rico rubro de producción en Argentina, México, Colombia, Costa Rica, Chile y Ecuador.

A causa de la poca difusión pública de estos documentales se podría considerar que más allá de generar satisfacción emocional entre activistas ideologizados no podría tener efectos sobre la dinámica política de la conflictividad social ligada al sector extractivo.

Sin embargo, como explicaremos en el presente artículo, algunos mecanismos de los documentales terminan siendo instrumentos con capacidad de incidir sobre las dinámicas políticas presentes en los conflictos sociales.

Características y Uso

Los documentales anti-mineros tienen un conjunto de particularidades que los diferencian de los documentales con preocupaciones ambientales. El documental anti-minero se dedica a impulsar una agenda ideológica concreta y no hace esfuerzos por brindar afirmaciones con fundamento empírico o técnico. Lo importante en el documental anti-minero no son los hechos sino la narrativa. Los hechos que presenta están filtrados y moldeados en función de alimentar la narrativa, en el más claro sentido de la propaganda.

Los documentales anti-mineros tienden a cumplir la siguiente narrativa:

En primer en lugar se da una descripción idílica del estilo de vida rural al que se le presenta  amenazado por la actividad extractiva. Se sustenta la imagen de una población que vive en un entorno hermoso y llevando una vida que, sin ser materialmente prospera, expresa los ideales del “buen vivir”. 

Posteriormente se muestra que esta “pobreza feliz” se ve amenazada por las grandes empresas extractivas que destruirán el “buen vivir” en estos territorios. Para fundamentar esta amenaza se menciona lo nocivas que son las sustancias involucradas en un proceso minero, sin hacer mención a cuál es el nivel de riesgo efectivamente enfrentado por la población en caso se dé un proyecto extractivo. También se muestran impactos ambientales de empresas mineras en otras localidades de mundo sin importar si este impacto se dio con la aplicación de tecnologías ya anticuadas o radicalmente distintas a las que se aplicarían en el proyecto a ser atacado.

La fundamentación de estas amenazas se da mediante testimonios de pobladores de la zona y de expertos presentados como neutrales pero que, por lo general, son activistas hostiles a la minería.

La lucha contra el proyecto es otro de los aspectos a ser relatados en estos documentales. Esta debe representar a una población que se enfrenta a una poderosa empresa que tiene de su lado al poder del Estado. Los intereses políticos o de extracción de rentas por parte de los movilizados durante el conflicto social, son cuidadosamente ocultados. El significado moral del conflicto es importante: este se caracteriza como un acto de resistencia ante el abuso y el maltrato, una lucha desigual del débil en contra el fuerte. Los líderes de los movilizados son presentados como motivados por sentimientos altruistas y por movidas preocupaciones por las poblaciones locales.

El mensaje que busca transmitir es el de un enfrentamiento épico entre los desposeídos y los todopoderosos en el que se desnuda en toda su plenitud como la policía, la prensa y los políticos se someten al poder de las grandes empresas extractivas. La hostilidad a las actividades extractivas es mostrada como una lucha guiada por valores éticos que merece ser apoyada.

Implicancias Estratégicas

A pesar de la baja exposición pública, estos documentales cumplen un conjunto de roles importantes en la dinámica de los conflictos sociales, especialmente para ciertos públicos estratégicos hacia los cuales se dirige.

Sobre los donantes: Existe competencia entre las diversas ONGs respecto al acceso a donaciones por parte de la cooperación internacional. En buena medida, este acceso se verá afectado por la fuerza con la cual “la causa” que se pretende defender sea vista como relevante en los círculos de donantes del “primer mundo”. Los documentales anti-mineros son vistos en estos círculos y sirven para poder posicionar un conflicto en su mente. Los ayuda a identificar oportunidades interesantes de donación y de captación de fondos. Esa decisión de los donantes lleva a una mayor canalización de recursos hacia las ONGs involucradas en estos conflictos.

Sobre los voceros y periodistas: Estos documentales sirven para “municionar” con mitos e ideas a periodistas y líderes de opinión, tanto en el Perú como en el exterior, propensos a la  hostilidad hacia la minería. Por sus simpatías y afinidades ideológicas, esas personas están dispuestos a asistir y a creer en estos documentales.

Los documentales brindan una narrativa coherente que es fácilmente absorbible por quienes los ven. Los argumentos que se emiten son posteriormente repetidos por estas personas, como voceros y periodistas, en sus apariciones mediáticas con lo que se despliegan los mensajes provistos en estos documentales en múltiples plataformas y llegan a un publico amplio. Ellos operan como reproductores de los mensajes ante otros públicos objetivo.

Sobre los activistas: Entre las personas con simpatía por la narrativa anti-minera, la exposición a esta clase de documentales tiene un significado emocional y de identificación que propicia una mayor dedicación de tiempo y esfuerzo al activismo anti-minero. Ellos se sienten útiles trabajando por una causa que les parece noble. El documental les ayuda a construir esa ilusión.

Existen múltiples espacios potenciales para dedicarse a la política entre las personas con profunda insatisfacción hacia el actual modelo de desarrollo. Entre estos individuos, los documentales brindan el inicio de un marco interpretativo post extractivista que puede inspirar su acción inmediata y su formación política futura. Son instrumentos importantes de captación de nueva militancia política anti-minera y anti-sistema.

 Efectividad de la Herramienta

El efecto de esta herramienta sobre estos públicos depende de múltiples factores. La difusión del documental es el más obvio de estos factores, conforme más personas vean el documental o los derivados mediáticos del mismo mayor será el impacto. Entre los derivados mediáticos se encuentran los tráileres del documental, las notas periodísticas, y las entrevistas en medios de comunicación a sus actores y realizadores.

La imagen de independencia política e ideológica es otra condición. Múltiples públicos rechazarían un producto considerado como radical o adscrito a una ideología. Por ello, los mensajes son canalizados mediante casos que puedan ser percibidos como reales, y con personajes locales, que de preferencia se evidencien en declaraciones como las del realizador de “Hija de la Laguna” en las que declara que el suyo: “No es un documental anti-minero sino en favor del agua”[3]. La caracterización de un documental de este tipo como anti-minero radical reduce la capacidad de incidencia de este producto sobre los públicos no radicales.

La resonancia con los públicos externos es otro factor, ello se ve afectado por la medida en la que instituciones internacionales tales como OXFAM, Amnistía Internacional y la CIDH le hayan brindado relevancia al tema. Esta resonancia afecta de manera especial el efecto del documental sobre las ONGs internacionales en especial sobre su acceso a recursos.

La credibilidad pública del documental también es importante. Si seconsidera que las informaciones vertidas en el mismo son sesgadas o inexactas el mismo pierde efectividad como herramienta de difusión de la narrativa anti-minera. En especial menos medios de comunicación se encontrarán dispuestos a dar relevancia al documental realizando, y emitirán menos notas periodistas elogiosas o entrevistas a sus realizadores. Por ello, esos documentales siempre buscan brindar elementos que aparenten base factual para la historia que cuentan.

Lampadia

[1] Un análisis de este documental está disponible en: http://www.lampadia.com/analisis/mineria/manipulacion-politica-de-la-cultura/

[2]   Un análisis de este documental está disponible en:  http://www.lampadia.com/analisis/mineria/tv-espaola-distorsiona-los-hechos-en-tia-maria/

[3] Declaraciones disponibles en: http://diariocorreo.pe/cultura/ernesto-cabellos-hija-de-la-laguna-no-es-un-documental-antiminero-sino-a-favor-del-agua-608382/




La gran farsa de Oxfam sobre la desigualdad

La gran farsa de Oxfam sobre la desigualdad

Comentario de Lampadia

Oxfam sigue en lo suyo, subvertir la realidad para cosechar aportes que se compensan con ‘indulgencias’ que aplacan la conciencia de sus donantes.

En este caso, Oxfam acaba de publicar por tercer año consecutivo su alarmante noticia de que el 1% de la población tiene tanta riqueza como el restante 99%. Pues, esto es una manipulación embustera. Ver líneas abajo el informe al respecto de Chris Giles, del Financial Times.

Cómo hemos publicado en Lampadia, este mismo fenómeno de torcer la realidad se reproduce en el Perú en varias ONG autoproclamadas ambientalistas y/o pro-comunitarias. Ver en Lampadia: Lentejas, Votos y Donaciones.

Este comportamiento no es de extrañar, estas ONG están aprovechando su espacio de mercado para extraer rentas. Lo que si es de extrañar es el poco criterio propio con el que muchos líderes de opinión y medios de información peruanos repiten y propalan este tipo de noticias, creando un sentido común justiciero y de resentimiento, que, al no sustentarse en la realidad, termina siendo un vil aprovechamiento de la buena voluntad de muchos ciudadanos.

Por ejemplo. Oxfam sacó su despacho sobre la supuesta híper concentración de la riqueza el pasado 18 de enero, y el 19 por la mañana, ya había sido reproducido por el Diario Exitosa y pregonado por su emisora radial, así como por varias radios más y posts en las redes sociales. Ver la siguiente ilustración.

Y por supuesto, no podía faltar el despacho del diario La República, que el 20 del mismo mes rebotó el embuste.

Lamentablemente, según publicamos hace pocos días, la tendencia de los medios actuales es de preferir el escándalo y las malas noticias a los grandes procesos positivos que al final marcan la historia de la humanidad. Ver en Lampadia: Una paradoja de la ‘Evolución de Todo’ – Mayor bienestar con malas noticias.

Ya anteriormente hemos reportado el mal comportamiento de Oxfam. Ver en Lampadia: Queda demostrado que solo los mueve la ideología – Oxfam no tiene autoridad moral,  publicado el 25 de julio 2014. Ver además: Cinco grandes mentiras de Oxfam sobre la pobreza y la desigualdad en Europa.

De Oxfam no podemos esperar nada, pero sí de los medios locales. Aprendamos de estos dislates. Lampadia

Tres razones para cuestionar las cifras de desigualdad de Oxfam

Chris Giles

Financial Times

18 de enero 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

El lunes pasado, la ‘organización benéfica’ Oxfam, hizo un gran revuelo con un informe que afirma que las 62 personas más ricas del mundo tienen la misma riqueza que la mitad de la población mundial. No sólo eso, sino que el 1% más rico de la población mundial poseía en el 2015, tanto como el 99% restante.

Hay que admirar las habilidades de comunicación de Oxfam. Este es el tercer año que ha sacado un despacho de esta magnitud, escogiendo de manera impecable, el momento propicio para coincidir con los plutócratas del mundo mientras están en el Foro Económico Mundial en Davos.

Todos deberíamos aceptar que la desigualdad de la riqueza en el mundo es amplia. Pero la mejor noticia es que el mundo ha sido testigo de una disminución de la desigualdad de ingresos y de la pobreza. Esos son dos grandes hechos. (La página web de Max Roser muestra esto y más).

Por lo tanto, nadie debe tomar muy en serio los números de Oxfam. Pero si alguien está todavía dispuesto a hacerlo, aquí hay tres razones adicionales para ser cauteloso:

1. Las cifras de Oxfam son inventadas

Cada estadística económica mundial es inventada hasta cierto punto; pero las de Oxfam, van más allá que el resto. La ONG junta los datos sobre los individuos más ricos según Forbes, diseñado para vender revistas, con datos sobre el resto del mundo de Credit Suisse, el cual a su vez compila datos a partir de una serie de fuentes incompatibles.

Por lo tanto, los analistas tienen la responsabilidad de tener cuidado con cómo utilizan esta  información y de abstenerse de grandes pretensiones cuando lo hacen. Oxfam está siendo un poco laxa en este tema, sobre todo al crear una gran historia basada en cambios de números creados.

2. La medida de riqueza es problemática

Muchas personas lo han señalado, pero la medida del Credit Suisse para la riqueza se basa en una de patrimonios netos (activos menos pasivos), por lo que considera a un reciente graduado americano como si tuviera un ingreso enorme, pero con la deuda universitaria se vuelve más pobre que un agricultor en China. Esto explica por qué Norte América parece tan desigual en este gráfico (inferior) del informe de Credit Suisse. 

Sólo para que la gente tenga una idea de lo que necesita para estar en las diferentes secciones de la distribución de la riqueza mundial en esta tabla: una riqueza total de US$ 500 (como por ejemplo, un iPhone) te colocaría en el tercer decil; US$ 10,000 de riqueza total (un auto antiguo) te colocaría en el octavo decil; US$ 70,000 te colocaría en la extrema derecha de este gráfico, el décimo decil; y la mayoría de las personas que poseen una propiedad en Londres tendrían más de US$ 760,000 de riqueza y los colocaría en la supuesta zona plutócrata mundial del 1 por ciento. Todas estas cifras provienen de las tablas de Credit Suisse. El pie de página número 31 del informe de Oxfam intenta informar estas útiles cifras, pero no lo logra.

3. El aumento del dólar estadounidense arruina todos los cálculos

Al parecer, el hallazgo más importante según el comunicado de prensa de 2015 de Oxfam es una “caída dramática en la riqueza de la mitad más pobre del mundo”. Esto viene directamente del informe de Credit Suisse y la razón es obvia. Por algún motivo que no entiendo, Credit Suisse agrega estimaciones internas de riqueza a través de los tipos de cambio de mercado en vez de utilizar las tasas de paridad de poder adquisitivo (ppp), que utiliza el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones para hacer comparaciones similares.

El efecto es que la riqueza en todos los países cuyas monedas se han depreciado frente al dólar (la mayoría de los países en 2015) probablemente caiga. El Credit Suisse escribió esto en su primera frase: “La riqueza mundial cayó de alguna manera en 2015 debido a la fortaleza del dólar estadounidense, según el ‘Informe sobre la Riqueza Mundial 2015’”. Pero Oxfam no consideró relevante mencionar este hecho. Como muestra el siguiente cuadro de Credit Suisse, el cambio en la riqueza nacional está casi totalmente ligado al tamaño de la depreciación del año pasado frente al dólar estadounidense. Ver el siguiente cuadro: 

 

 




Oxfam no tiene autoridad moral

Oxfam no tiene autoridad moral

Días atrás, como ha contado en su columna, Enrique Pasquel que entrevistó en Rumbo Económico (Canal N) a Alejandra Alayza, coordinadora de políticas y campañas de la ONG ambientalista Oxfam (ver en Lampadia: Oxfam y el “paquetazo ambiental”). Dicha organización está liderando la oposición contra las modificaciones de regulaciones ambientales que promulgó recientemente el Gobierno para promover la inversión.

Pasquel señala: “Cuando le pregunté sobre las normas concretas, sin embargo, descubrí algo sorprendente: no conocía el contenido de la ley a la que se opone. Justificó su desconocimiento en que no era una experta en el asunto –cosa que la habría excusado de intervenir en el tema, mas no de intervenir sin conocimiento de causa–. Es preocupante que quienes lideran una organización que actúa con tanta indignación y activismo no se tomen la molestia de informarse con detalle sobre aquello que [supuestamente] los indigna. Parece que no tienen reparo en socavar sin fundamento una reforma que podría hacerle bien a los peruanos”.

Es inaceptableque el representante de una organización internacional lidere una campaña de oposición a la legislación de un Gobierno democrático sin conocer las normas a las que se opone. Alejandra Alayza y Oxfam carecen de toda autoridad moral para seguir interviniendo en asuntos de los peruanos.

Antes incluso que se aprueben estas Leyes, Oxfam y otras instituciones ambientalistas hicieron circular una carta, supuestamente firmada por 107 organizaciones ambientalistas dirigida al Presidente Ollanta Humala. La misiva solicitó que no se promulgara este paquete legislativo, porque supuestamente “dichas medidas constituyen un grave retroceso para el Perú en el campo ambiental, e instamos al Gobierno Peruano a reconsiderar y retirar esta iniciativa.  (…) esta propuesta constituye una muy mala señal, que es aún más grave considerando el rol de la Presidencia Peruana de la COP20”.

¿Cómo puede ser un atentado contra el ambiente, que ciertas normas de nivel ministerial, pasen a la instancia del gabinete de ministros? Una degradación de capacidades, hubiera sido, quién sabe, que se transfieran a la municipalidad de Lima.

Lo cierto es que estas normas no ponen en peligro el medio ambiente, ni reducen los estándares ambientales. Están en sintonía con lo que se viene haciendo en países como India, México y Colombia que buscan atraer inversiones responsables para impulsar su desarrollo integral sin descuidar estándares ambientales y sociales, los cuales son factores de higiene (ver en Lampadia: La visión de país y reformas que el Perú necesita).

¿No es acaso razonable fijar un plazo de 45 días para que los funcionarios emitan las opiniones necesarias para los EIA? Y de esta manera, evitar que se alarguen los procesos de inversión.

Es, además, absolutamente coherente que se exija que los estándares de calidad ambiental se sustenten técnicamente y que consideren todos los criterios necesarios. Y, no como ocurrió cuando se fijaron y mantuvieron los límites de emisiones (ver en Lampadia:Radicalismo ambiental en el Ministerio). Además, parece increíble que se reclame porque las zonas reservadas ahora serán demarcadas por el Consejo de Ministros.

Ha quedado, pues claramente demostrado que Oxfam y sus aliados ambientalistas, no actúan por principios o bajo criterios técnicos. Lo hacen movidos por mera y pura ideología y como asalariados de estas cadres internacionales. Están en contra de nuestro modelo de desarrollo, de las actividades extractivas y del crecimiento, sin conocer el Perú y nuestras particularidades y necesidades.

Algunos quisieran que sigamos siendo pobres y dependientes de su supuesta “preocupación”. Estas posturasson inmorales y no debemos tolerarlas.

El Perú tiene todo lo necesario para salir de la pobreza y ser un líder internacional sin que nadie venga a mentir, cooptar, ni manipular a los peruanos, dificultando nuestros procesos de convergencia interna. Lampadia