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Los autos eléctricos y sus implicancias

Los autos eléctricos y sus implicancias

Los avances de la 4ta Revolución Industrial siguen mostrando repercusiones muy importantes para la vida cotidiana y el mercado laboral y ello tiene como punto de inflexión al cambio de tecnologías de diversas industrias manufactureras las cuales están conectadas a su vez con otros sectores de los servicios que son altamente intensivos en mano de obra.

Así, recientemente The Economist dedicó un artículo – que compartimos a continuación – a analizar las implicancias que tendría la masificación del uso de los autos eléctricos (en adelante, EV) en el sector de talleres mecánicos, al requerir de un personal altamente sofisticado para la reparación de rutina de sus piezas móviles, pero especialmente, hacia sus baterías.

Como hemos comentado anteriormente (ver Lampadia: Déficit de cobre tiene para una década más), las baterías de litio de los EV tienen entre sus principales insumos en su producción al cobre, del cual somos segundos productores a nivel mundial y cuya demanda se prevé exceda la oferta global en los próximos años, justamente por el boom que se proyecta tendrá el mercado de autos eléctricos. The Economist menciona que la industria de EV todavía no ha logrado hacer reparables las baterías – aún depende de la producción permanente – lo cual hace más atractiva la demanda de cobre hoy; sin embargo, a futuro esto podría cambiar.

En ese sentido – y dando cuenta que el gobierno claramente ha claudicado al destrabe de grandes iniciativas mineras cupríferas como Tía María y Conga y que encima ahora pretende incrementar el impuesto especial y las regalías a la minería – reiteramos nuestra preocupación de que nos encontramos desperdiciando la oportunidad que nos brindan estos avances en industrias complejas para, a través del impulso en la producción de nuestros minerales, podamos conectarnos con el mundo moderno y potenciar nuestro desarrollo (ver Lampadia: Dejar a los pobres desconectados del mundo moderno).

Cuando deberíamos pues engancharnos lo más posible a estos cambios en el mercado de EV desde nuestras ventajas comparativas y abrir nuestros mercados para que eventualmente podamos importar estos bienes de consumo altamente tecnológicos.

Con las ideas del presente gobierno, de inspiración marxista leninista y de mentalidad autárquica, no solo no lograremos adecuarnos a la 4ta Revolución Industrial, sino que retrocederemos 50 años a un país cuya visión pos-extractivista y antimoderna sumirá a la miseria a nuestra población que merece todo el desarrollo que podamos darles con el uso de nuestros recursos naturales.

Esperemos que nuestras autoridades puedan enmendar sus acciones con las reflexiones producidas por la prensa internacional como la presentada por The Economist en torno a este mercado, así como con otros más complejos que siguen desarrollándose en otros países, aunque dada la ideología que impera entre ellos, es probable que no sea así. Lampadia

Dentro del garaje del futuro
El mantenimiento y la reparación de automóviles eléctricos requieren nuevas habilidades

Muchos talleres se quedarán sin trabajo

The Economist
21 de octubre de 2021
Traducida y comentada por Lampadia

La batería es el componente más costoso de un EV (vehículo eléctrico). Por lo general, representa alrededor del 30% del valor del automóvil cuando es nuevo. En la actualidad, si algo sale mal con una batería, generalmente se reemplaza por una nueva porque los centros de servicio de los distribuidores no tienen la capacidad de realizar reparaciones internas. Como una batería de reemplazo puede costar US$ 20,000, para algunos EV es una propuesta costosa. Si el automóvil es bastante nuevo y la batería aún está en garantía (que generalmente dura alrededor de ocho años), el fabricante paga la cuenta. Pero como los EV crecen y caen en valor, muchos propietarios pueden decidir desguazar sus coches antes de tiempo, en lugar de desembolsar dichas sumas.

Alrededor del 45% de las emisiones CO2 involucradas en la fabricación de un EV se derivan de la producción de la batería, así que tiene sentido repararlas para mantener el vehículo en la carretera. Porsche reconoce que esto se puede hacer por aproximadamente el 20% del costo de instalar una batería nueva. La mayoría de las fallas son causadas por la falla de un módulo o celda individual. Si se repara correctamente, la empresa reconoce que pueden proporcionar muchos más años de servicio. Eventualmente, las baterías dejarán de trabajar. Cuando eso sucede, los fabricantes de automóviles tienen como objetivo reciclarlas para recuperar los materiales valiosos que contienen y luego usarlos para fabricar baterías nuevas.

Baterías reparables son buenas noticias para los propietarios de los EV, pero para los garajes significa la inversión en equipos especializados, y también la formación de técnicos para hacer el trabajo. Parte de esta inversión es necesaria para realizar incluso trabajos rutinarios en EV. Pero como las habilidades necesarias tienen más que ver con la ingeniería eléctrica, la informática y el software que con una llave inglesa, hay otras industrias que compiten por este talento.

Una escasez inminente de técnicos en EV está causando preocupación en muchos países. El 18 de octubre, por ejemplo, el Instituto de la industria del motor, lo que representa el comercio del motor de Gran Bretaña, dijo que serán necesarios unos 90,000 nuevos técnicos de automoción al servicio y reparación de EVs para el año 2030. A partir del año pasado, sólo 6.5% de los mecánicos de Gran Bretaña eran calificados para hacer tal trabajo. Steve Nash, el jefe del instituto, dice que con el ritmo al que se están adoptando los EV se está acelerando, se necesita el apoyo del gobierno para impulsar los programas de capacitación y evitar una gran brecha de habilidades.

El equipo especializado requerido, incluidas las herramientas de alto voltaje, los equipos de diagnóstico y de seguridad por computadora, es costoso. Según se informa, Cadillac, parte de General Motors, ha dicho a sus concesionarios estadounidenses que necesitarán gastar un promedio de US$ 200,000 en herramientas y capacitación si quieren quedarse con la marca mientras se vuelve completamente eléctrica. Los informes de la industria dicen que algunos han tirado la toalla, pero otros ven una oportunidad de expandirse.

Muchos talleres, especialmente los pequeños operadores que se ocupan de los coches antiguos, pueden mostrarse reacios a invertir tales sumas. Los EVs son poco probable de hacerlos con tanto dinero como coches con ICEs (motores de combustión interna). Al tener menos partes móviles que desgastar, los vehículos eléctricos son más confiables y requieren menos mantenimiento que los vehículos ICE. Un tren de transmisión típico de ICE (motor, caja de cambios y transmisión) puede contener 2,000 piezas móviles. El equivalente de un EV tiene 20.

Todo esto podría tener un gran impacto en los ingresos de los talleres. McKinsey, una consultora, cree que los vehículos eléctricos pueden reducir el gasto en repuestos en los concesionarios estadounidenses hasta en un 40%. Sin aceite que cambiar o bujías que reemplazar, los ingresos del servicio de rutina también serán menores. Se calcula que el Taycan de Porsche, por ejemplo, necesita un 30% menos de mantenimiento que si fuera un vehículo ICE. Y menos elementos en la hoja de servicio requerirán un viaje al concesionario, ya que un número cada vez mayor de arreglos se llevan a cabo con actualizaciones de software inalámbricas.

La reparación de baterías debería compensar de alguna manera los menores ingresos por servicio, dice Peter Reck, gerente de posventa de Porsche. Él dice que la compañía está introduciendo tres niveles de calificación para los técnicos que trabajan en EV. Los del primer nivel pueden realizar el mantenimiento de rutina y los del segundo pueden quitar las baterías, pero solo los técnicos capacitados al más alto nivel podrán abrirlas para su reparación. De esta manera, piensa la compañía, algunos concesionarios, atendidos por miembros de esta élite, pueden servir como centros regionales de reparación de baterías para talleres que solo tienen técnicos de nivel uno y dos. Porsche también planea proporcionar un servicio de “médico volador” de técnicos de alto voltaje móviles que pueden visitar los talleres si es necesario.

A medida que avanzan las tecnologías de los vehículos, los talleres se enfrentarán a más cambios. Como sucede en algunas aeronaves, el creciente número de sensores en los vehículos monitoreará más de cerca el desempeño y los reservará automáticamente para mantenimiento preventivo antes de que ocurran fallas. Aunque vehículos totalmente autónomos son todavía un poco lejanos, puede llegar el día cuando las unidades de EV se conduzcan solas a un centro de servicio.

Fecha de caducidad

Sin embargo, una disrupción tecnológica como esta brinda una oportunidad para los nuevos participantes. Elon Musk, después de todo, era un forastero de la industria cuando fundó Tesla, su (por ahora) fabricante de automóviles californiano, que lanzó su primer EV, el Roadster, en 2008. Ya hay indicios de que empresas de otras áreas están buscando ingresar al mercado de servicios de EV.

Después de comprar un Roadster, Pete Gruber comenzó a repararlos en 2013. Su empresa, Gruber Motor, con sede en Phoenix, Arizona, se ha convertido en un centro de servicio de Tesla independiente. La empresa ha desarrollado sus propias herramientas y equipos de prueba para reparar los componentes individuales de la electrónica y las baterías de los automóviles Tesla. Esto es posible, dice Gruber, porque también tiene más de 30 años de experiencia dirigiendo una empresa que repara sistemas de energía de alto voltaje en centros de datos, lo que significa que la tecnología era familiar. Pero Gruber, cuyo garaje tiene su propio laboratorio de I+D, tiene una advertencia: “Este no es el tipo de trabajo al que puede hacer la transición el mecánico promedio”. Monos de grasa, cuidado. sus días están contados. ■ Lampadia




Dejar a los pobres desconectados del mundo moderno

Dejar a los pobres desconectados del mundo moderno

EDITORIAL DE LAMPADIA
Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Mientras el mundo avanza en la nueva revolución industrial, el Perú retrocede con una visión pre-moderna de tintes autárquicos.

1. La revolución tecnológica y la mejora de vida en los países más ricos

El mundo ha entrado de lleno a la Cuarta Revolución Industrial, caracterizada por profundos cambios tecnológicos en todos los aspectos de la vida del hombre moderno. Hablamos de disrupciones que están afectando a los gobiernos, a las empresas y a las personas; con cambios tectónicos en los espacios del trabajo, la educación, la salud, las infraestructuras y el ocio.

La inteligencia artificial, Big Data, Blockchain, impresoras 3D, robótica, internet de las cosas, nanotecnologías, computación en la nube y realidad aumentada, entre otras; han tomado todos los espacios de la vida moderna, generando obsolescencias y aumentos brutales de productividad.

Se ha pasado de la producción en masa a la oferta de valor de uno a uno. Por ejemplo, esto conlleva cambios de paradigmas en educación y salud. En educación, implica la posibilidad de potenciar las capacidades de cada estudiante. Y en salud, representa pasar de una medicina enfocada en curar, a una capaz de prevenir las enfermedades y de monitorear la salud de cada ser humano.

Todo esto requiere mucha inversión y recursos económicos, tanto para investigación y desarrollo, como para la adopción de las nuevas tecnologías. Los países más ricos están luchando para asegurarse que esta revolución no deje detrás a partes importantes de su población.

2. El gran reto de los países menos prósperos

Para los países menos prósperos, como el Perú, el gran reto es crecer para engancharse en la revolución tecnológica, y no dejar a los ciudadanos sin acceso a los nuevos estándares de vida que gozarán las poblaciones de los países más ricos.

  • Ello conlleva necesariamente, promover la inversión -especialmente la inversión privada, que representa el 80% del total-, el crecimiento de la economía, y por supuesto, generar riqueza.
  • Conlleva también tener un sector privado innovador y desarrollista, que apueste por el futuro del país, generando empleo, capacitando a sus trabajadores, integrando cadenas productivas, aportando recursos públicos y participando activamente en la formación de políticas públicas.
  • También conlleva la presencia de un Estado que priorice la cobertura y calidad de servicios públicos de calidad, especialmente en educación, salud e infraestructuras.
  • Asimismo, se requiere de mucho mejor articulación entre el gobierno central y los sub-nacionales, promover la integración del sector público y privado, sujetar a los funcionarios públicos a los límites fijados por la Constitución y las leyes, una efectiva rendición de cuentas y mecanismos efectivos para la prevención de la corrupción.

Para facilitar la creación de riqueza, un país pobre como el Perú, tiene que apostar por una economía abierta, organizada como una economía social de mercado, debe promover agresivamente la inversión privada de peruanos y extranjeros y fomentar el crecimiento de nuestras exportaciones, aprovechando las múltiples y abundantes riquezas que están a nuestra disposición. Para el Perú, no hay otra forma de crear riqueza.

3. La gran condena a los pobres en el Perú

Lamentablemente, lo que está ocurriendo en el Perú, es todo lo contrario. Tenemos un gobierno en el que el partido de gobierno y sus aliados, están atrapados en estructuras mentales pre-modernas del izquierdismo decimonónico y empobrecedor de inspiración marxista, que no ha logrado el bienestar en ningún país del mundo, a lo largo de la historia.

Peor aún, todas nuestras izquierdas están influidas e inspiradas en el Pos-extractivismo, que postula producir lo menos posible de todo, consumir lo que produces, proteger a los productores locales desincentivando las importaciones y desalentando las exportaciones.

Además, promueven el llamado ‘buen vivir’, una visión bucólica de la vida rural en un país urbanizado. También llamado “‘Sumak kawsay’, un neologismo quechua creado en los años 90 como una propuesta política y cultural de organizaciones socialistas-indigenistas y adoptada posteriormente por los gobiernos del movimiento por el socialismo del siglo XXI en Ecuador y Bolivia” (Wikipedia).

Consecuencias de la gran condena

En pocas palabras podemos decir que mientras el mundo avanza en la nueva revolución industrial, el Perú retrocede con una visión pre-moderna de tintes autárquicos.

Rechazar la inversión privada, las tecnologías modernas y encomendar la cosa pública a los amigos y colegas políticos, en vez de convocar a los más capacitados, garantiza que los peruanos quedemos fuera del mundo moderno.

Pero los más perjudicados serán nuestros pobres, aquellos que las izquierdas dicen defender. Los ciudadanos más solventes podrán acceder a ese mundo tecnologizado, en educación y salud, por ejemplo. Les costará más que a un europeo o estadounidense, pero tendrán acceso a una mejor calidad de vida, o se irán al extranjero, pero sus hijos serán parte de ese nuevo mundo.

En cambio, nuestros pobres, en un país que no invierte, que no crece, que no crea riqueza, no tendrán acceso a una buena educación, o a la salud preventiva que garantiza una mejor calidad de vida, o a gozar de buenas infraestructuras.

Con las políticas que ofrecen Perú Libre y sus aliados, nuestros pobres serán condenados a vivir en los arrabales del mundo moderno.

Los peruanos que conocemos de este trance y del desenganche político del gobierno con el mundo de nuestros días, tenemos que contrastar sus ideas y comunicar a la opinión pública, que nada, excepto la torpeza o el juego político, justifican esta gran condena a la pobreza.

Con buenas políticas públicas, el Perú puede crecer al 7 u 8% por año y ser parte de la modernidad. Comprometámonos en la batalla de las ideas. Lampadia




Para defender las ideas de la prosperidad

Para defender las ideas de la prosperidad

Desde hace siete años nos hemos mantenido tercos en nuestra Misión:

  • Defender la economía de mercado, la inversión privada, el desarrollo y la modernidad.
  • Promover el Estado de Derecho, un sistema judicial eficiente y la meritocracia para los funcionarios públicos.

Lamentablemente en los últimos diez años, el Perú viene retrocediendo en sus políticas de desarrollo y hemos descuidado el crecimiento de la economía y de la inversión, elementos fundamentales para la generación de empleo, solvencia fiscal y la mejora de los servicios públicos.

Además, se ha debilitado la imagen del sector privado y en especial del rol del empresario en la sociedad.

Hemos dejado que la incapacidad del Estado, responsable de la mala calidad de los servicios de salud y educación, se atribuyan al modelo económico, generando una perniciosa confusión en la opinión pública.

Por ello, además de nuestro esfuerzo editorial, hemos decidido proyectar nuestra misión a través de una campaña de comunicación que hemos denominado: DEFENSORES DE LA INVERSIÓN.

Ver todos los videos, informativos y testimoniales en el siguiente enlace: 

https://youtube.com/playlist?list=PLpTWOwJMwu3rFCzOpphyl5dMyo2W3A5UU

En los videos denunciamos como las malas políticas públicas desbarataron nuestro desarrollo. Mostrando, por ejemplo, el impacto de la hiperinflación en los ingresos de la clase media dependiente y de los servidores públicos, como con los maestros, enfermeras, médicos y policías entre otros, que tuvieron que buscar otros ingresos malogrando la calidad de los servicios públicos.

También explicamos cuales son los cambios que sí necesitamos y cuales no queremos. Ver en Lampadia: Apostemos por la prosperidad – El cambio que sí necesitamos.

Para desarrollar estos objetivos, estamos invitando a los ciudadanos que quieran acompañarnos en la gesta de poner las cosas en claro, de decir la verdad, de analizar la realidad con rigurosidad, de difundir análisis sin propósitos escondidos, y de invitar a los peruanos a pensar en grande, a suplir la debilidad de nuestros políticos, a explicarle a nuestros hijos que hemos nacido en un país maravilloso y que para convertirlo en realizaciones positivas y oportunidades para todos, solo tenemos que aprovechar lo que Dios y la Naturaleza nos dieron; a que nos brinden el aporte que esté en sus posibilidades.

Para efectivizar la relación con los Amigos de Lampadia, queremos recurrir a los símbolos de la magia de cuatro materiales que representan parte de nuestra riqueza nacional:

Oxígeno producido por nuestros ricos mares – Hasta US$ 1,000

Algodón con sus maravillosas fibras naturales – Hasta US$ 2,000

Madera con sus variedades, calidad y abundancia – Hasta US$ 3,000

Cobre por sus múltiples aplicaciones y su capacidad de crear riqueza para todos los peruanos – US$ 5,000 o más.

Para efectuar su aporte, sírvase abonarlo en el Banco de Crédito, a nombre de Lampadia:

RUC: 20549170154

Cta. Cte.US$ #: 194-2030166-1-36 (CCI N° 00219400203016613697)

Cta. Cte. S/.  #: 194-2027845-0-81 (CCI N° 00219400202784508190)

y enviar copia del voucher o documento del abono a:

lampadia@lampadia.com

Para que podamos hacerle llegar el recibo por el aporte:

‘Comprobante de Recepción de Donaciones’

(SUNAT-R.G. N° 0230050257679, de fecha 14 de setiembre de 2018), sírvase indicar el nombre completo y número de DNI de la persona a la que deberemos extenderlo, así como la dirección de envío.

Lampadia




Aprender en cabeza ajena

Aprender en cabeza ajena

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

He tenido la oportunidad de releer el libro “Why Australia prospered” (Por qué prosperó Australia), escrito por Ian W. McLean. En términos generales describe la historia política y económica de Australia, sus valores, instituciones y circunstancias que hicieron de este un país próspero, a pesar de los eventos negativos que tuvo que enfrentar desde el año 1820 hasta nuestros días. Lo más interesante es que el autor compara Australia con la evolución del propio Reino Unido (UK), Canadá, Estados Unidos (USA) y Argentina. No obstante, este libro y sus comparaciones que muestran por qué algunos países son ricos y otros pobres, me ha hecho pensar en el Perú y se puede observar cómo nuestro acercamiento (o alejamiento), a los criterios, principios, valores e institucionalidad de alguno de estos países, se reflejó inmediatamente en la economía de nuestro país.

Un hecho por muchos conocido es que, los primeros migrantes a Australia fueron; convictos, emancipados e inmigrantes libres del Reino Unido a un territorio inmenso. Gente joven, educada, mayoritariamente hombres, quienes se vieron obligados a trabajar muy fuerte para instalarse y producir, que adoptaron (y adaptaron) la institucionalidad británica. 

Resulta muy interesante que, contrario a lo pregonado por muchos “pensadores económicos”, la economía de Australia se sustenta mucho en sus recursos naturales y dos siglos después, su economía sigue dependiendo de estos recursos. Igualmente interesante es la flexibilidad para adaptar la institucionalidad británica a sus circunstancias y poder así promover su prosperidad, accediendo al mercado de capitales y tomando ventaja de su mercado. Inicialmente, el trabajo en grandes extensiones de terreno los llevó a tener un desarrollo muy importante en la producción lanar, con ello para 1850 alcanzaron un ingreso per cápita 20% menor al de UK y los Países Bajos, pero 9% superior al de USA. 

Para 1851 se dio en Australia un gran impulso a la minería de oro, con eso su ingreso per cápita sobrepasó al de UK en 1860 y para 1880 lo superó en 20%, manteniendo una superioridad del orden del 10% aún en 1890. Debo hacer notar que el ingreso per cápita australiano se amplió de 25% a 30% por encima del ingreso per cápita de USA entre 1860 y 1890. En el tiempo USA creció más y ya para el año 2000, el ingreso per cápita de Australia alcanzó al 76% del de USA, pero fue similar al de Canadá. Un caso patético es el argentino, quien siendo uno de los países más ricos del mundo hacia 1913, su ingreso per cápita pasó de ser en ese entonces el 73% del de USA, a sólo el 30% de este para el año 2000. Lo interesante es que estas mediciones en términos de ingreso per cápita, se corroboran con los reportes comparables de “Índice de desarrollo humano”.

He escogido este tema porque hay una desafortunada tendencia a confundir desarrollo industrial con modernidad y crecimiento económico. Debemos insistir que, la industrialización de los países no debe confundirse con crecimiento o prosperidad. Definitivamente Australia no lideró el desarrollo científico y tecnológico, pero destacó como eficiente productor de recursos naturales. McLean clasifica los países que se especializaron y crecieron a base de

  • manufactura como UK y Japón,
  • los que lideraron en la producción de recursos naturales, como Australia y Noruega y
  • aquellos que sobresalieron en el sector servicios como los Países Bajos y Singapur.

Se puede decir que Australia es un país afortunado por su clima favorable, su aislamiento respecto a conflictos en el mundo, su estabilidad política y sin divisiones sociales. Todo esto le ha permitido aprovechar condiciones favorables para la expansión de su producción lanar, pasando de 70,000 cabezas de ganado en 1816 a 16 millones de cabezas en 1850, con lo que pasó de abastecer sólo el 8% de la lana al UK, lejos de Alemania que proveía el 71% en 1831, a desplazarla en 1850 quien retrocedió al13% permitiendo a Australia abastecer el 53% de la lana. 

Como mencionamos, para 1851 hubo un boom de oro y, además, para 1870 South Australia fue el mayor productor de cobre del Imperio Británico, debiendo mencionar que la tradición cuprífera de Australia venía de antes del boom de oro de 1851.

En términos generales, no fue sólo gente joven, sinceramente esforzada a la búsqueda de oportunidades y con muchas ganas de trabajar en un país “afortunado”. Las estadísticas reportan que en 1861 la productividad australiana en el agro era 76% superior a la del agricultor británico, pero que tres décadas después, en 1891, fue 252% superior a la del productor británico. Esto se confirma también en aproximadamente los mismos niveles cuando se compara la productividad del agricultor australiano, con la del canadiense y del norteamericano.

Ciertamente, la historia del crecimiento australiano descansa mucho en la abundancia de recursos naturales, tierra fértil y minerales, que han sido explotados en la medida que se fueron descubriendo. Dicho esto, hay que resaltar que fueron de los primeros beneficiarios de la globalización al ser capaces de poner en valor sus recursos minerales y otros, con gran eficiencia y en base al aprovechamiento de una adecuada institucionalidad, diseñada con miras a la prosperidad, el mayor desarrollo humano y crecimiento económico.

Cuando vemos el lado financiero, Australia pasó de muy bajos niveles de deuda externa como porcentaje del PBI hasta antes de 1861, a más del 100% del PBI durante el boom, pero con la depresión de 1890 ésta llegó al 150% del PBI. La deuda pública aquí incluida, pasó de 3% del PBI en 1855 a 123% del mismo en 1895.

Australia no fue ajeno a las crisis económicas, lo que se puede apreciar en una caída dramática del número de ovejas entre 1892 y 1903, cuando cayó de 106 millones a 54 millones, no obstante compensó en parte la producción del menor número de ovejas, con mayor productividad y mejoras genéticas.

Retomando las comparaciones, esta vez con Argentina, observamos que antes de 1890 esta disfrutó de un boom en base a comercio e inversión ligada a UK, la expansión rural en las pampas y mucha construcción urbana para acoger a una importante migración concentrada en Buenos Aires. El boom en Argentina y Australia fue comparable y el origen de la crisis financiera de 1890 impactó a ambos, pero con diferentes reacciones.

Mientras Argentina (ojo, tome nota el lector, ya en 1890), negoció la refinanciación de su deuda, reprogramando los vencimientos, obligando a bajar los intereses cobrados y prolongando los plazos de pago (una maniobra estándar para un país impactado por una crisis severa de deuda), lo que trajo desde ese entonces un impacto en la reputación de Argentina, creando una historia de “debt default” que aumentó su riesgo soberano, impactando negativamente futuras oportunidades de endeudamiento. Ciertamente, esto no estaba dentro de los esquemas posibles en Australia, quien se impuso un programa de ajuste económico, tomó un nuevo crédito y honró sus compromisos.

Leía el informe de Reuters respecto a la renegociación de la deuda argentina de hoy (ya llevan 4 meses en eso) y lamentablemente la misma actitud y mala práctica de hace 130 años se sigue aplicando. Es que los países, así como las personas, si no reconocen sus compromisos y obligaciones, no valen nada.

La otra herramienta argentina fue la creación de dos monedas, el “peso oro” y el “peso papel”.  Sólo el primero era convertible y el segundo no, generándose para esta moneda una devaluación de 50% respecto al “peso oro”. Esto encarecía las importaciones y creaba espacio para producir localmente en Argentina productos que, por calidad, eficiencia, costo y productividad jamás hubieran podido producir.

¿Todo esto no nos recuerda al primer gobierno aprista? ¿Al dólar MUC? ¿La refinanciación forzada de deuda? Gracias a Dios desde 1990 el Perú adoptó medidas duras (que correspondían al daño profundo infligido a nuestra economía y reputación) y estableció un manejo macroeconómico que, felizmente se viene respetando durante 30 años. Esto, a diferencia de otros países, nos permite salir al mercado a levantar deuda en este mes de abril y en medio de la crisis global COVID-19, siendo bien acogidos (demandaron esta vez más de 8 veces lo requerido), a plazos largos y tasas bajas correspondientes al “grado inversión” de nuestra deuda y a nuestra buena imagen de país responsable, cumplidor y serio. 

El Perú tiene muchas de las características de Australia, empezando por su potencial geológico y su gente trabajadora y esforzada, por lo que su ejemplo nos debe inspirar. Por otro lado, ya en las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado, cometimos las torpezas de Argentina (con asesor económico argentino incluido, Daniel Carbonetto para los que no lo recuerden), no volvamos a cometer ese terrible error que nos costó muy caro, pero sigamos observando atentos los manejos buenos y malos de otros países, para aprender en cabeza ajena. Lampadia




La conectividad aislacionista de la modernidad

En contra de lo que nos dice el sentido común sobre la conectividad del mundo moderno, Esteban Montoya, de la Fundación para el Progreso, un centro de difusión de ideas de Chile, analiza la realidad de la conectividad y concluye que más bien se asienta a nuestro alrededor, un mundo muy solitario, que refuerza nuestros deseos, prejuicios y creencias, en pequeños grupos de interés. Un sorprendente mundo de desconexiones. Veamos:

Los filtros de una multitud solitaria

Fundación para el Progreso (FPP) –  Chile
Junio 2019
Esteban Montoya

Nunca habíamos estado tan conectados en la historia de la humanidad. El avance tecnológico durante la década de los 90’ trajo consigo el internet y con este se abrieron las puertas del paraíso de la conectividad: información, objetos, servicios y poder saber de una manera mas o menos rápida cómo estaban nuestros seres queridos en distintas partes del mundo. Algo impensado que, tal vez sin intención, empezó a redefinir nuestra manera de comunicarnos, relacionarnos y por lo tanto de cambiar la visión de asociatividad que se tenía: ahora podemos hablar con quien queramos, donde queramos, cuando queramos.

Ya en pleno siglo XXI utilizamos el internet con mayor avance tecnológico para crear una herramienta aun más potente en términos de rapidez, libre expresión y difusión: las redes sociales. Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp son los principales estandartes de una nueva generación en la comunicación. Ahora podemos acceder a información con una facilidad increíble, expresar nuestras opiniones incluso en el mismo campo que un personaje político. ¿Lo mejor? Ahora podemos cuestionar el poder, tener más información sobre la transparencia, saber dónde y cómo nuestros recursos se están utilizando. Esta vez nos podemos empoderar, enfurecer o agradecer de manera más directa.

¿Qué tan ilusorio es lo mencionado anteriormente? ¿Nos hemos preguntado eventualmente si queremos estar tan conectados, tan expuestos?  ¿o solamente queremos nuestro espacio privado, pero con todas las facilidades del siglo XXI? La transformación de la sociedad gracias a la conectividad, las redes sociales y la inmediatez del internet no está exenta de un ejército de juicios de valor que varían en lo positivo como negativo, pero lo cierto es que, correcto o no, este cambio tiene consecuencias para la configuración social dignas de analizar.

Hay buenas razones para ver este cambio a través de los lentes de The Lonely Crowd (la multitud solitaria), obra sociológica y concepto acuñado por David Riesman, Nathan Glazer y Reuel Denny en 1950,[1] siendo bastante influyente hasta mediados de la década del 80. ¿Cómo un análisis de la sociedad del siglo pasado puede aplicarse a tiempos actuales? The Lonely Crowd fue un trabajo de investigación que describía el “carácter social” de la sociedad norteamericana, detectando un cambio en el modo en que el estadounidense seguía ciertos lineamientos de la sociedad, sobre todo con la relación frente a la autoridad.

Riesman catalogó este carácter social en tres tipos diferentes[2]; en un extremo del plano, está la comunidad “dirigida por la tradición” son aquellos con un fuerte e irreflexivo respeto por la autoridad, donde no existía el espacio de autodeterminación personal ni acción autónoma, donde las actuaciones propias eran guiadas porque así “debían hacerse”. El siguiente tipo social, más al centro del espectro es el tipo “dirigido hacia dentro”, quien al tomar decisiones en su actuar no se deja llevar por “lo que está” sino por su propia internalización, es decir, algo similar al “súper yo”, que deriva de enseñanzas de autoridades pasadas, como padres o abuelos. Es un tipo social mucho más liberado de la autoridad y no se deja dirigir por voces externas. En el otro extremo de este plano, está el “tipo dirigido hacia fuera o por el otro”, quienes ubican la autoridad de forma horizontal (a diferencia de los otros dos tipos), que es lo mismo a dirigirse por los pares, amigos, colegas, parejas, pero rompen con la lógica de la verticalidad.

¿Por qué esto es relevante? Porque para Riesman, la sociedad contemporánea se ha visto mucho más cómoda con el tipo dirigido por los otros, donde las actuaciones y aprobaciones de comportamiento no son por voces internas, tampoco por tradición sino por sus pares, o en desmedro de estos,[3] los medios de comunicación o -ahora- las redes sociales, obteniendo desde ahí la orientación, la expectativa y la consecuente aprobación.

Esta horizontalidad algo difusa y poco clara en materia de autoridad (para discernir lo incorrecto y lo correcto) y el cambio interno hacia el externo tiene, para Riesman, una consecuencia: el aislamiento de este tipo social en torno a su grupo de pertenencia, puesto que de ahí sólo existía la aprobación. Un ostracismo social voluntario.[4] El peligro encarnado era diluirse en esa comunidad aislada, perdiendo la individualidad de cada integrante, olvidándose de cualquier arraigo propio o del sentido del lugar.

Estas características son perfectamente asimilables a tiempos actuales, toda vez que la irrupción de las redes sociales se ha convertido no sólo en el espacio de encuentro entre personas, sino también la fuente principal de información. ¿Dónde está el problema? En la nueva clase de ostracismo logrado por las redes sociales. Quienes tuvieron como propósito unir al mundo, hoy generan comunidades particulares, aisladas de cualquier otra, bajo el dogma de su creencia e intereses propios, desapareciendo del mapa de la discusión y deliberación, forjando una verdad inalterable y divina. Como bien sostuvo John Stuart Mill, “debemos considerar que, por verdadero que sea -la opinión- nunca será una verdad viva, sino un dogma muerto, si no la podemos discutir de modo audaz, pleno y permanente”.[5]

¿Por qué esto no fue posible antes? Por el avance en la sofisticación en cómo se nos presenta la información, generando los llamados filtros burbuja.[6] Nuestras preferencias son detectadas por avanzados algoritmos de distintas plataformas virtuales quienes recopilan nuestra información, desde gustos por galletas hasta nuestro candidato favorito. Esta información es sistemáticamente usada para bombardear de noticias, opiniones o videos similares a nuestros gustos, de manera tal que incluso tres personas buscando el mismo concepto jamás tendrán los mismos resultados, porque tienen diferentes intereses.

“Esta burbuja, que incrementa el aislamiento de la comunidad cerrada impide el
conocer y poder debatir con otras ideas o formas de pensar.”

Este bombardeo es un auténtico ajuste en nuestro mundo, creando un universo paralelo sólo de nuestros gustos y del cual no somos conscientes. Creemos de forma inocente que el acceso a dicha información es libre, consentido y transparente, pero al mismo tiempo, objetivo.[7] Esta abstracción de la “realidad” a un mundo lleno de personas, ideas y objetos que piensan como uno, logran que nos enajenemos de nosotros mismos, que exista un muro entre el “yo” y la realidad, el mundo real. Esta burbuja, que incrementa el aislamiento de la comunidad cerrada impide el conocer y poder debatir con otras ideas o formas de pensar. La información que recibimos solamente trabajará en función de nuestro sesgo confirmatorio, siempre dándonos la razón.[8] El debate se cierra, la comunidad también, y, por lo tanto, en esa conectividad rápida pero poco profunda y reflexiva, nos hace estar en todos lados, y al mismo tiempo en ninguno.

Esa soledad no es individual, es grupal, pero ajena a lo que pasa más allá de sus dogmas muertos. La multitud no sólo se vuelve sectaria, sino también solitaria.

Bibliografía:

[1] Riesman, David. Et al. (2001). The Lonely Crowd: a study of the changing american character. Yale University Press, United States of America.

[2] Ibíd.

[3] Ibíd.

[4] Ibíd.

[5] Stuart Mill, John (1978). On Liberty. Middlesex, England, Penguin Books Ltd, pp. 96.

[6] Pariser, Eli (2017). El filtro burbuja: cómo la red decide lo que leemos y lo que pensamos. Edición Taurus, Barcelona.

[7] Ibíd.

[8] Ibíd.




e-Estonia: un país 100% digital

e-Estonia: un país 100% digital

El CADE Digital 2018 cerró con la ponencia del ex presidente de Estonia entre 2006 y 2016, Toomas Hendrik Ilves, quien expuso el caso de su país como ejemplo de país líder en la digitalización del Estado al servicio de los ciudadanos. Y es que Estonia es citado a menudo como el mejor ejemplo sobre el acceso de los ciudadanos a los servicios del gobierno, con el 99 % de los servicios disponibles digitalmente.

Estonia recuperó su independencia en 1991, cuando colapsó la Unión Soviética. Ilves dijo en la conferencia que el país recibió una lluvia de ayuda de vecinos como Finlandia, que ofrecieron viejos sistemas informáticos y otros para reconstruir su país y ellos decidieron comenzar desde cero. Hoy, el 70 % del PBI se nutre del sector servicios, y aquellos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son los que más aportaron al crecimiento de la riqueza nacional en el 2017.

Ver un video de Ilves explicando el éxito de e-Estonia:

Según el ex presidente de Estonia hay cuatro libertades fundamentales: La libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales; a las que debiera añadirse la libre circulación de datos.

“Cuando Estonia recuperó su independencia éramos un país pobre. La pregunta que teníamos frente a nosotros era cómo nos sobreponíamos al legado de la ocupación soviética. Nuestra respuesta fue construir un Estado democrático, moderno y eficiente. La idea de futuro fue aprovechar el potencial innovador de las TIC, pero nadie sabía hace 25 años qué tan importante sería internet en la organización del Estado y la sociedad. Me enorgullece ser la presidente del único Estado con una sociedad digital”, dijo Ilves.

Ilves dijo que los estonios confiaban en su gobierno recién elegido y esa es la razón del éxito de la digitalización en su nación. “El gobierno decidió que iba a hacer algo diferente, trabajando con el sector privado en la configuración del país de la ex Unión Soviética para ser una nación digital”, dijo. “En todos los países, hay personas que odian a su gobierno, pero hemos logrado que nuestros ciudadanos han confiado con el proceso de digitalización”.

Los estonios pagan el estacionamiento por Internet, tienen wifi pública en todo el territorio nacional y cuentan con el ancho de banda más veloz del planeta. Su Internet, a diferencia de su pasado histórico, es libre y abierta. Su acceso es amplio y sin restricciones ni limitaciones al contenido.

“El uso de tecnologías de la información en el sector público nos ha impulsado al frente de la modernización […] y ha convertido a Estonia en un país con uno de los gobiernos más limpios y transparentes del mundo”, dijo Ilves.

Estonia considera que la legislación es un facilitador

Estonia logró un balance entre seguridad y libertad, que dota a los ciudadanos de una red de servicios digitales basada en una identidad online segura. De hecho, la apuesta por la innovación digital fue por supervivencia más que por convicción. La administración y la burocracia tradicional eran demasiado caras y lentas como opción para un país que veía su PBI estancado y que necesitaba una estructura más eficiente y ágil.

Ilves remarcó que en el gobierno digital el fin no es la tecnología, sino usarla como herramienta para un cambio en la manera de gobernar que conduzca a un Estado más transparente, centrado en el ciudadano y menos corrupto. Para los ciudadanos ser el centro del sistema no solo significa buena calidad de servicios públicos. También significa tener voz en lo que respecta a lo que esperan de sus representantes.

Además, ser un estado plenamente digital supone un ahorro a Estonia del 2% de su PBI anual en salarios y gastos. Uno de los principios a la hora de crear una identidad digital en un chip fue el de “hacerlo una sola vez”, esto significa que cada vez que uno envíe cualquier tipo de datos al gobierno, no deberían volver a solicitar estos datos. La tecnología está completamente entrelazada con la vida cotidiana. Hay e-escuela, e-salud, e-voto, incluso e-policía. De hecho, en Estonia ya nacen como e-ciudadanos. Los datos de un recién nacido se ingresan en el Registro de Población, que lo dota de una identidad digital, cuya integridad está garantizada por el Estado.

Otro principio que utilizan es que cualquier servicio nuevo debe hacerse digitalmente. Un servicio digital para el gobierno de Estonia es un servicio totalmente digital de extremo a extremo sin llamadas telefónicas, visitas a la oficina o documentación física. Esto significa que, si un individuo desea registrar un nuevo lugar de residencia, la autenticación se realiza utilizando la identificación digital y el individuo puede actualizar su información en menos de dos minutos.

En Estonia, se puede abrir una empresa en 18 minutos, tiene el récord mundial, con la información precargada, ya que el gobierno tiene una visión completa del individuo digitalmente. Sin embargo, estos servicios no solo están abiertos a los estonios. En diciembre de 2014, el país abrió sus servicios digitales al mundo, lo que significa que cualquiera puede convertirse en residente electrónico de Estonia. Desde 2014, más de 40,000 personas de 150 países diferentes han recibido la residencia electrónica estonia. Han establecido más de 6,000 empresas en el país. Su objetivo es tener 10 millones de e-estonios para 2025.

Estonia ha logrado utilizar la tecnología para que el gobierno sea un facilitador para los ciudadanos y los apoye en mejorar su calidad de vida y, además, se ha vuelto una herramienta democratizadora en un país que logró dar un salto a la modernidad. Lampadia




e-Estonia: un país 100% digital

e-Estonia: un país 100% digital

El CADE Digital 2018 cerró con la ponencia del ex presidente de Estonia entre 2006 y 2016, Toomas Hendrik Ilves, quien expuso el caso de su país como ejemplo de país líder en la digitalización del Estado al servicio de los ciudadanos. Y es que Estonia es citado a menudo como el mejor ejemplo sobre el acceso de los ciudadanos a los servicios del gobierno, con el 99 % de los servicios disponibles digitalmente.

Estonia recuperó su independencia en 1991, cuando colapsó la Unión Soviética. Ilves dijo en la conferencia que el país recibió una lluvia de ayuda de vecinos como Finlandia, que ofrecieron viejos sistemas informáticos y otros para reconstruir su país y ellos decidieron comenzar desde cero. Hoy, el 70 % del PBI se nutre del sector servicios, y aquellos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son los que más aportaron al crecimiento de la riqueza nacional en el 2017.

Ver un video de Ilves explicando el éxito de e-Estonia:

Según el ex presidente de Estonia hay cuatro libertades fundamentales: La libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales; a las que debiera añadirse la libre circulación de datos.

“Cuando Estonia recuperó su independencia éramos un país pobre. La pregunta que teníamos frente a nosotros era cómo nos sobreponíamos al legado de la ocupación soviética. Nuestra respuesta fue construir un Estado democrático, moderno y eficiente. La idea de futuro fue aprovechar el potencial innovador de las TIC, pero nadie sabía hace 25 años qué tan importante sería internet en la organización del Estado y la sociedad. Me enorgullece ser la presidente del único Estado con una sociedad digital”, dijo Ilves.

Ilves dijo que los estonios confiaban en su gobierno recién elegido y esa es la razón del éxito de la digitalización en su nación. “El gobierno decidió que iba a hacer algo diferente, trabajando con el sector privado en la configuración del país de la ex Unión Soviética para ser una nación digital”, dijo. “En todos los países, hay personas que odian a su gobierno, pero hemos logrado que nuestros ciudadanos han confiado con el proceso de digitalización”.

Los estonios pagan el estacionamiento por Internet, tienen wifi pública en todo el territorio nacional y cuentan con el ancho de banda más veloz del planeta. Su Internet, a diferencia de su pasado histórico, es libre y abierta. Su acceso es amplio y sin restricciones ni limitaciones al contenido.

“El uso de tecnologías de la información en el sector público nos ha impulsado al frente de la modernización […] y ha convertido a Estonia en un país con uno de los gobiernos más limpios y transparentes del mundo”, dijo Ilves.

Estonia considera que la legislación es un facilitador

Estonia logró un balance entre seguridad y libertad, que dota a los ciudadanos de una red de servicios digitales basada en una identidad online segura. De hecho, la apuesta por la innovación digital fue por supervivencia más que por convicción. La administración y la burocracia tradicional eran demasiado caras y lentas como opción para un país que veía su PBI estancado y que necesitaba una estructura más eficiente y ágil.

Ilves remarcó que en el gobierno digital el fin no es la tecnología, sino usarla como herramienta para un cambio en la manera de gobernar que conduzca a un Estado más transparente, centrado en el ciudadano y menos corrupto. Para los ciudadanos ser el centro del sistema no solo significa buena calidad de servicios públicos. También significa tener voz en lo que respecta a lo que esperan de sus representantes.

Además, ser un estado plenamente digital supone un ahorro a Estonia del 2% de su PBI anual en salarios y gastos. Uno de los principios a la hora de crear una identidad digital en un chip fue el de “hacerlo una sola vez”, esto significa que cada vez que uno envíe cualquier tipo de datos al gobierno, no deberían volver a solicitar estos datos. La tecnología está completamente entrelazada con la vida cotidiana. Hay e-escuela, e-salud, e-voto, incluso e-policía. De hecho, en Estonia ya nacen como e-ciudadanos. Los datos de un recién nacido se ingresan en el Registro de Población, que lo dota de una identidad digital, cuya integridad está garantizada por el Estado.

Otro principio que utilizan es que cualquier servicio nuevo debe hacerse digitalmente. Un servicio digital para el gobierno de Estonia es un servicio totalmente digital de extremo a extremo sin llamadas telefónicas, visitas a la oficina o documentación física. Esto significa que, si un individuo desea registrar un nuevo lugar de residencia, la autenticación se realiza utilizando la identificación digital y el individuo puede actualizar su información en menos de dos minutos.

En Estonia, se puede abrir una empresa en 18 minutos, tiene el récord mundial, con la información precargada, ya que el gobierno tiene una visión completa del individuo digitalmente. Sin embargo, estos servicios no solo están abiertos a los estonios. En diciembre de 2014, el país abrió sus servicios digitales al mundo, lo que significa que cualquiera puede convertirse en residente electrónico de Estonia. Desde 2014, más de 40,000 personas de 150 países diferentes han recibido la residencia electrónica estonia. Han establecido más de 6,000 empresas en el país. Su objetivo es tener 10 millones de e-estonios para 2025.

Estonia ha logrado utilizar la tecnología para que el gobierno sea un facilitador para los ciudadanos y los apoye en mejorar su calidad de vida y, además, se ha vuelto una herramienta democratizadora en un país que logró dar un salto a la modernidad. Lampadia




Las incertidumbres sobre la economía global

Estamos en días futboleros, la esperanza y la alegría nos embargan, pero los tiempos no son fáciles. Hace pocos días explicamos el riesgo que significa para nosotros, tener tres autócratas como los más importantes líderes globales, Putin, Xi Jinping y Trump. (Ver en Lampadia: El ‘americano feo’ desestabiliza las relaciones económicas del mundo).

Una de las razones más importante que explica la involución de la política global, es justamente el impacto de la revolución tecnológica en los ingresos y en la productividad en los países más ricos, donde, por ignorancia o facilismo, que ha devenido en la ola populista que está destruyendo las estructuras económicas globales.

Líneas abajo compartimos el artículo, del brillante analista económico del Financial Times, Martin Wolf, que se mete de lleno en las incertidumbres alrededor de las interacciones entre tecnología, ingresos y productividad. De paso, Wolf destaca algo que en el Perú debemos aquilatar en su debida medida, la importancia del aumento de la productividad como determinante de la mejora del bienestar.  

La larga espera por el resurgimiento de la productividad

La mejora en los estándares de vida depende casi completamente de una mayor producción por trabajador.

Martin Wolf
Financial Times
12 de junio, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

“La era de las computadoras se ve en todas partes menos en las estadísticas de productividad”. Hoy podríamos repetir esta famosa declaración de 1987 de Robert Solow, el Premio Nobel que fundó la teoría moderna del crecimiento, sustituyendo “tecnología” por “computadora”.

Vivimos en una época de un cambio tecnológico emocionante, pero nuestras cuentas nacionales nos dicen que la productividad está casi estancada. ¿Es la ralentización o la innovación una ilusión? Si no, ¿qué podría explicar el enigma?

Si la ralentización es verdadera, importa. Como argumentó Paul Krugman, otro Premio Nobel: “La productividad no lo es todo, pero a la larga lo es casi todo”. Las mejoras en los niveles de vida dependen casi por completo del aumento del producto por trabajador.

La desaceleración de la productividad es una explicación importante del estancamiento de los ingresos reales y de la presión por austeridad fiscal en los países de altos ingresos. Gene Grossman de Princeton y tres coautores incluso sostienen que la marcada desaceleración en el crecimiento de los ingresos per cápita también explica la disminución de la participación del trabajo en el ingreso nacional en los países ricos.

Ningún economista ha hecho más para promover las revolucionarias implicancias de la tecnología de la información que Erik Brynjolfsson, del MIT. Sobre todo en libros con la coautoría con Andrew McAfee, también del MIT. Pero, en un interesante artículo reciente con dos coautores, él también reconoce la “paradoja de la productividad”. El documento no se aleja de la creencia en el poder transformador de los recientes avances tecnológicos, particularmente de la inteligencia artificial. Por el contrario, lo enfatiza, especialmente en el reconocimiento de imágenes traducciones. Sin embargo, admite que la desaceleración de la productividad es real.

Esto parece reflejar inversiones débiles y, sobre todo, un crecimiento decreciente de la “productividad total de factores” (PTF), una medida del producto por input de capital y de trabajo (ajustado por calidad). La PTF es una medida de innovación, de la capacidad de producir un producto más valioso con las cantidades de insumos dados. Sin innovación, la creciente prosperidad de los últimos dos siglos habría sido imposible. En verdad, la innovación, no la productividad, es casi todo.

También deberíamos centrar nuestra atención en los Estados Unidos, ya que este gran país ha estado impulsando la frontera de la innovación hacia el exterior desde finales del siglo XIX. Un estudio realizado por Nicholas Crafts de la Universidad de Warwick y Terence Mills de Loughborough muestra una disminución en el crecimiento tendencial de la PTF en EEUU desde un poco más del 1.5 % anual a principios de los años setenta hasta el 0.9 % más reciente. Otros, notablemente Robert Gordon de Northwestern University, en su obra maestra The Rise and Fall of American Growth, llegan a conclusiones similares sobre la reciente desaceleración, a partir del análisis de periodos de tiempo más largos. (Ver cuadros.)  

Una posible explicación es la mala medición. Es, y siempre ha sido, difícil medir el impacto de las nuevas tecnologías, particularmente ahora cuando muchos servicios son gratuitos y muchos se brindan, de manera invisible, desde fuera de EEUU. Sin embargo, es difícil aceptar que la medición de repente se volvió más difícil en 2005, cuando comenzó la desaceleración de la productividad en los Estados Unidos.

Además, incluso cuando se tienen en cuenta las posibles malas mediciones, en un estudio de David Byrne de la Reserva Federal y Dan Sichel de Wellesley College, el resultado es aumentar el crecimiento de la PTF en el sector tecnológico, pero disminuirlo en los demás, con efectos insignificantes en el conjunto de la economía. Una mala medición no es la explicación.

Una segunda posibilidad es que una menor competencia y la onerosa captura de rentas hayan disipado las ganancias potenciales. Así tenemos islas de innovación y gran riqueza, pero una economía débil. Varios investigadores tienen argumentos en estas líneas. Esto incluso puede ser una explicación parcial. Pero sería asombroso que solo los monopolios impidieran que las tecnologías innovadoras aporten beneficios de productividad a las economías abiertas de hoy.

Una tercera posibilidad es que las nuevas tecnologías simplemente no son lo que se dice que son, particularmente en comparación con la amplia gama de transformaciones de finales del siglo XIX y principios del siglo XX: agua potable, electricidad, motor de combustión interna, vuelo, petróleo y productos químicos.

Todo eso lo tomamos por sentado, pero cambiaron todo, a diferencia de las tecnologías recientes que pueden no haberlo hecho. La inteligencia artificial puede ser una tecnología revolucionaria de propósito general, pero, hace un siglo varias tecnologías llegaron al mismo tiempo. Una visión complementaria es que ahora el progreso es más difícil: se necesitan más investigadores para avanzar en la tecnología que antes (aunque también podemos emplear a más investigadores). 

La última posibilidad -y lo que afirma el artículo de Brynjolfsson y sus coautores- es que esta es la calma antes de una tormenta. Sostiene que la misma pausa de productividad ocurrió con la electricidad en la década de 1920. Se necesita tiempo para que nuevas tecnologías de utilidad general, transformen la economía.

Hoy, la IA está en sus primeras etapas. Pronto cambiará todo, argumentan. Esto es consistente con el hallazgo de Profs Crafts and Mills de que la performance de la productividad pasada, es un pobre predictor del desempeño futuro.

Cuando observo en la economía moderna, el peso de los sectores de servicios intensivos en mano de obra, como la salud, la educación y la atención de niños y ancianos, concluyo que la transformación tecnológica será lenta. Si estoy equivocado, será disruptivo. Por el momento, sin embargo, tenemos lo peor de ambos mundos: una disrupción significativa con casi el estancamiento de los ingresos promedio.

Aún no sabemos si el futuro será lento o disruptivo. Pero nuestras sociedades se basan en una promesa implícita de crecimiento. Si la opción es entre un menor incremento de los ingresos y el avance disruptivo, debemos esperar lo último y hacer todo lo posible para gestionar las consecuencias. Lampadia




Los Enemigos de la Modernidad y la Minería en el Perú

Camilo Ferreira
Centro Wiñaq
Para Lampadia

Este artículo analiza a las corrientes de opinión que rechazan la modernidad. Para ello, presento el análisis de James Lindsey y Helen Pluck, y explico como esas corrientes se manifiestan en Perú. La preocupación que busco abordar es la misma que motivó Steven Pinker a escribir su libro “Enlightenment Now”, el ascenso de fuerzas promotoras del pasado.

1. Los Enemigos de la Modernidad

James Lindsey y Helen Pluckrose en su ensayo titulado “Un Manifiesto Contra Los Enemigos de la Modernidad”[i] comentan un preocupante fenómeno que se ha incubado por décadas y que de manera creciente representa una amenaza al potencial de mejora del bienestar de la humanidad. Ellos se refieren al papel intelectual, cada vez más relevante, que están asumiendo los “Los enemigos de la Modernidad”, refiriéndose así a una alianza tácita entre los sectores Pos Modernos y Pre Modernos hostiles a los principios que han permitido las mejoras en la calidad de vida de la humanidad desde los inicios de la Ilustración, tales como la ciencia, el predominio de la razón, la democracia, el imperio de la ley, etc.

Los autores afirman: “La Modernidad, en términos de la visión y valores que nos sacaron del feudalismo de la Edad Media y nos ha llevado la relativa riqueza y confort que disfrutamos hoy en día (y que se está extendiendo rápidamente alrededor del mundo) está bajo amenaza desde ambos extremos del espectro político”.

Para ellos, los Enemigos de la Modernidad han conseguido incidir de manera efectiva sobre el debate político a pesar de ser muy minoritarios: “De manera colectiva, estos dos grupos representan un ethos que los abarca a ambos. Ambos son anti modernistas, y son enemigos de la modernidad. Tratados como una entidad única ellos forman una minoría relativamente pequeña, intrínsecamente dividida, pero alarmantemente poderosa”

Cada una tiene interés en debilitar la modernidad y en especial los valores que la sostienen, aunque por motivos distintos. Ellos afirman: “La izquierda progresista no se ha alineado con la Modernidad, sino con el postmodernismo, el cual rechaza la verdad objetiva como una fantasía soñada por inocentes y/o pensadores intolerantes (arrogantes) de la Ilustración, que subestimaron las consecuencias colaterales del progreso de la Modernidad. La derecha regresiva[ii], por el contrario, impulsa la idea, que no es más que un gran engaño, que las grandes complejidades de la sociedad moderna pueden funcionar sin la complicada infraestructura necesaria para que funcione una sociedad moderna. Ambos son un rechazo directo al compromiso de la Ilustración con la verdad.”

En el caso de las posturas postmodernas el ensayo afirma: “Si se va por el camino de la izquierda, se podrá encontrar la objetable noción que la verdad está “situada” por la identidad. Lo que lleva a la falaz creencia que la verdad es relativa respecto a cualquier marco cultural que uno tenga, excepto si se considera que esta cultura ha dominado injustamente en el pasado, en cuyo caso todo lo que considere como verdad debe ser refutado en principio.”

Según los autores, en el lado derecho del espectro político también hay quienes han hecho un giro hacia lo pre-moderno: “Girando a la derecha se da el mismo desencanto. Aquí la verdad no es muy diferente, aunque ellos no podrían llamarla “situada” (aunque lo sea). Es la clase de ‘Verdad’ que es ‘obvia’ para todos y demasiado simplista para ser verdad, y está situada en la experiencia diaria de las personas comunes. Esta ‘Verdad’ surge de una amalgama de la divinización de la experiencia diaria y el consenso local respecto a los textos ancestrales preferidos por Dios”

Lindsay y Pluckrose explican cómo la Modernidad esta sufriendo un ataque en tenaza. Por ejemplo: se afirma que un hombre heterosexual no puede opinar sobre el aborto u otros temas de Género puesto que tiene antes que “revisar su privilegio” y escuchar callado las versiones de aquellos a quienes su identidad como grupo oprimido le ponen más alto dentro de la “jerarquía de la opresión” de la cual surge la validez de las opiniones. Para ellos las actuales élites forman parte de un sistema opresor en diversos ejes y sostienen al “capitalismo heteropatriarcal y colonial”.

Por otro lado, el ensayo señala que la derecha pre-moderna es escéptica del método científico y de las trasformaciones sociales que desencadena el cambio tecnológico. Un ejemplo de estas posturas pre-modernas está en los sectores religiosos opuestos al uso de vacunas o que consideran que la Tierra tiene menos de diez mil años de antigüedad. En ambos casos se tiene una profunda desconfianza respecto a la ciencia y las elites tecnocráticas que han sido empoderadas por poseer dicho conocimiento científico. Ambos polos conceptuales generan islas epistémicas [iii].

2. Los Enemigos de la Modernidad en El Perú

Las propuestas de Lindsay y Pluckrose podrían ser consideradas como algo ajenas a la realidad peruana, pero no es así. Por el lado izquierdo se percibe la penetración de ideas postmodernas y conceptos originados por los intelectuales europeos y americanos que van paulatinamente avanzando en sectores de la “inteligentisia”[iv] de la izquierda peruana. Es en temas de género donde estas ideas han tenido una difusión y accionar más visible, sin embargo, no ha sido el único aspecto, a nivel de intelectuales y activistas, nuevos “ejes de opresión” están siendo formulados y visibilizados mediante el “giro de-colonial” y el “pos-extractivismo”.

En el Perú y en América Latina no existe un movimiento religioso o nacionalista comparables en influencia y visibilidad a lo que ocurre en el occidente desarrollado. Si bien existen posturas y movimientos conservadores sumamente influyentes, los mismos no se caracterizan precisamente por una hostilidad anti científica o anti intelectual, como la derecha en los Estados Unidos. Sin embargo, es posible identificar sectores pre-modernos -fundamentados en la tradición- en poblaciones rurales e indígenas al interior del país.

Creemos que en el caso peruano el movimiento social anti-minero es la manifestación más notoria de la alianza de conveniencia entre los sectores pre-modernos y postmodernos. Esa alianza está permitiendo que sectores rurales tradicionales (en zonas mineras o petroleras) puedan ser movilizados contra el capitalismo de mercado.

En el Perú, la izquierda de origen marxista, que se estructura sobre reivindicaciones de clase y económicas, ha sufrido golpes sumamente severos. El accionar violento y totalitario de Sendero Luminoso estigmatizó la simbología y el discurso de todo el movimiento. Además, el colapso político y moral del Partido de los Trabajadores en Brasil y la crisis en Venezuela han descalificado los referentes programáticos de la izquierda.

El eje de opresión “burguesía frente a proletariado” que es el punto de énfasis de análisis marxista clásico ha perdido poder de convocatoria entre los intelectuales y activistas. Esto abre el espacio para la lucha contra los otros sistemas considerados como opresivos tales como patriarcado, el extractivismo y las estructuras coloniales de poder.

El giro hacia la posmodernidad se ha sido influenciado por las nuevas formas de acceso a los fondos de la cooperación internacional, que hoy priorizan causas como el feminismo y el ecologismo. Las fuentes marxistas se han debilitado y solo las causas financiadas pueden sostener activistas a tiempo completo produciendo y difundiendo ideas.

En los Estados Unidos y Europa, los sectores externos a la modernidad occidental han sido, en gran medida, absorbidos o desplazados. En los EEUU hay una hegemonía demográfica total de los occidentales y los nativos fueron confinados en reservaciones. En Europa solo quedan algunas pocas áreas indígenas como los Sami en el extremo norte de Escandinavia. En América Latina, por el contrario, hay amplios sectores de la población indígena que habitan extensos territorios. Para los postmodernos estos indígenas tienen una alta importancia ideológica. Ellos, en gran medida, sustituyen las clases revolucionarias de los marxistas.

Algunos sectores de estos indígenas, o supuestos indígenas, son considerados como ajenos al Occidente. Para los postmodernos, esos indígenas son oprimidos y hay que defenderlos frente al capitalismo neoliberal. Hay, además, una idealización de las sociedades indígenas a las que se les considera practicantes del “Buen Vivir” y detentores de un sistema de valores alternativo al materialismo de la modernidad.[v] También consideran que los indígenas son intrínsecamente alineados con el cuidado del medio ambiente y con una concepción radicalmente distinta de la relación entre el hombre y la naturaleza.

Para los postmodernos latinoamericanos la población rural, son una fuente de saberes alternativos a los del Occidente opresor. Son estos saberes, en especial los referentes a la organización de la vida social, los que llevan a considerar a la población rural, la indígena en especial, como el origen de nuevas utopías.  Para ellos, los indígenas son el laboratorio para explorar alternativas al desarrollo y forjar el “hombre nuevo” que el izquierdismo tradicional no fue capaz de crear. La modernización de las sociedades indígenas implica un “etnocidio” y la eliminación de sociedades alternativas al capitalismo de mercado. Por lo tanto, la modernización no debe ser buscada, sino evitada.

Esta exaltación de los sectores pre-modernos de las sociedades latinoamericanos por los activistas e intelectuales postmodernos, es una postura intelectual que paulatinamente ha ido avanzando entre los intelectuales de la izquierda latinoamericana. El caso mas representativo es el del portugués Boaventura de Souza Santos, el principal impulsor de la justicia intercultural. Él propone que las comunidades indígenas tengan un sistema de administración de justicia separado que se fundamente en sus prácticas tradicionales. Afirma que las epistemologías dependen de las culturas y defiende las “Epistemologías del Sur” que considera que los conocimientos tradicionales indígenas tienen la misma validez que el conocimiento científico y que pensar lo contrario es ejercer “racismo epistémico” contra los indígenas.

 Posmodernos, Pre-modernos y Minería.

Para la izquierda posmoderna, la hostilidad hacia la minería se deriva con facilidad de su ideología. Desde su punto de vista la minería moderna, en especial aquella a gran escala, merece rechazo por múltiples motivos, pues activa varios de los ejes de opresión que disparan su indignación moral:

  • La minería moderna de gran escala, implica modificaciones significativas en un entorno natural que se considera de valor intrínseco. Es una violación de los “derechos de la naturaleza” mas allá de sus efectos sobre el bienestar de las personas.
  • Afecta el estilo de vida de las poblaciones tradicionales, destruye las “semillas de utopías”. Integra en el capitalismo a poblaciones que ellos consideraban que tienen un estilo de vida alternativo y moralmente superior al materialismo neoliberal.
  • Genera ingresos fiscales que permiten disimular las limitaciones del capitalismo extractivo. Con ello, se impide la toma de conciencia sobre la “crisis de régimen” y evita la movilización social para impulsar una sociedad basada en el “buen vivir”.
  • La minería tiende a dar más trabajo a hombres que a mujeres, por ello se considera que incrementa el poder relativo de los hombres al interior de las familias, consolidando las prácticas patriarcales.
  • Se encuentra asociada a conflictos sociales (que los posmodernos impulsan y fomentan). Los enfrentamientos con las fuerzas del orden representan, para ellos, violencia estructural destinada a despojar a las poblaciones de sus territorios.

Para los sectores pre-modernos rurales la minería moderna también implica un conjunto de amenazas (reales o no) que despiertan temores e incentivan a la movilización social:

  • La minería cambia la estructura del poder tradicional. Las élites tradicionales se sienten relativamente desplazadas por los sectores económicos asociados a la minería, pero mantienen su arraigo social y su capacidad discursiva, permitiendo que se vuelvan importantes líderes de opinión en sus comunidades.
  • Las operaciones mineras perturban el estilo de vida tradicional: numerosos hombres solteros con ingresos, vías de comunicación modernas, la monetización de la economía, la creación de bares y burdeles, un menor respeto de los jóvenes a los mayores, e incremento del crimen. Todos estos cambios son normales en un proceso de urbanización, pero en las áreas mineras se dan en forma muy acelerada.
  • La llegada de la modernidad implica un proceso de descalificación de los saberes tradicionales. La medicina moderna descalifica la practicas de los curanderos locales. Se incentiva a las mujeres a dar a luz en instituciones médicas y no con parteras. Los ingenieros de la mina afirman que el agua surge principalmente de la lluvia y no emerge de las montañas, o que se puede saber si el agua esta contaminada mediante test químicos. Muchos sienten que hay un desprecio hacia el conocimiento tradicional cuyo manejo implicaba prestigio al interior de su grupo social.
  • La minería crea nuevas rutas de capitalización que, en poco tiempo, genera toda una capa de nuevos ricos, descalificando las actividades tradicionales que antes eran referencia de prestigio. Esos ejemplos de éxito se vuelven referentes para las nuevas generaciones, precipitando el cambio cultural local.

La Convergencia Pre y Posmoderna del Pensamiento Anti-minero.

El accionar anti-minero alinea a los sectores pre-modernos y posmodernos. Los sectores pre-modernos sirven como masa en las movilizaciones en contra de la inversión minera y los posmodernos brindan soporte discursivo y mediático a los manifestantes justificando su accionar ante la sociedad.

Los posmodernos despliegan campañas de revalorización de las practicas pre-científicas, como en el artículo de Lampadia Oscurantismo Pos-Extractivista[vi]. ONGs anti-mineras como Grufides, Cooperaccion, Servindi y PDTG fomentan el uso de la orina como medicina y la atención por parteras, o que se puede utilizar la posición del nido de los pájaros para pronosticar el clima del próximo año. Ello sin contar la falacia máxima de los anti-mineros, el mito de las cabeceras de cuenca, que hace sinergia con la creencia sobre el origen subterráneo del agua, y presentan la creencia en animales “señaleros” como indicador de contaminación como “otros saberes”.

Por un lado, los pre-modernos tienen creencias pre-científicas que dificultan la comprensión de los avances técnicos de las operaciones mineras en el cuidado ambiental, mientras que los posmodernos promueven el uso extremo del principio precautorio. En múltiples ocasiones Marco Arana ha afirmado que un reservorio jamás podrá reemplazar a una laguna, puesto que seria como “cortarse un brazo para ponerse una prótesis” o que “el hombre no puede reemplazar lo que Dios ha creado”.

Los argumentos basados en la ciencia son descalificados atacando al mensajero del argumento (“trabajó para empresas mineras”) o considerando que es discriminación creer a ingenieros occidentales y no a quienes tienen siglos de conexión con sus territorios. La penetración de lo pre-moderno incluye a lo programático. Ello se percibe en “Nueva Minería Exige Debate Nacional”[vii] firmado por las principales fuerzas políticas de izquierda en el país. (La propuesta del pos-extractivismo hecha a Humala). En ese documento se afirma: “Asegurar la participación de las poblaciones y la incorporación de los saberes locales en los procesos de zonificación y ordenamiento territorial…” Es decir, el uso de creencias pre-científicas en la determinación de zonas de exclusión para actividades extractivas.

La izquierda posmoderna prefiere relativizar los casos en los que los sectores pre-modernos tienen patrones de conducta que atentan contra los valores defendidos públicamente por dicha izquierda. Evitan comentar las golpizas por parte de rondas urbanas a trabajadoras sexuales, la represión violenta de la disidencia al interior de las comunidades, la realización de sexo con menores de edad por parte de los “apus” tribales, expulsión de las minorías sexuales de las comunidades, etc. Para la izquierda posmoderna, denunciar estos actos implicaría enfrentarse a los grupos oprimidos que ellos afirman defender de los grupos hegemónicos.

Conclusión.

Se está dando una batalla contra la modernidad por parte de dos sectores de la sociedad, los pre-modernos y los posmodernos. El foco de este ataque es la concepción respecto a qué es conocimiento válido y cómo se construye esta validez (la epistemología). En el primer mundo los sectores pre-modernos se articulan políticamente en la derecha y los posmodernos en la izquierda del espectro político. En el Perú, el sector indígena constituye el polo pre-moderno, haciendo que los dos polos conceptuales estén en el campo de la izquierda. El activismo anti-minero es el área en la que esta convergencia se hace más evidente.

Los sectores pre-modernos brindan a los posmodernos la masa de gente que se puede movilizar contra sus enemigos ideológicos y la gran minería transnacional. También permiten a los posmodernos presentarse como defensores de un sector oprimido. Ello es importante para construir prestigio social y para facilitar el acceso a recursos de la cooperación internacional. El activismo de los sectores pre-modernos (campesinos e indígenas) alimenta la esperanza de que existen alternativas al capitalismo de mercado y que hay sectores sociales que aspiran estructurar su estilo de vida según modalidades comunitarias pre-modernas.

Los sectores pre-modernos reciben presencia mediática para la difusión de sus causas, soporte discursivo que permite generar empatía con la opinión pública urbana, y soporte técnico y legal en apoyo de sus movilizaciones. Como se puede apreciar, los criterios que fundamentan la convergencia de los pre-modernos son más pragmáticos que en el caso de los posmodernos.

El futuro del bienestar de la población peruana va depender de los resultados de ese conflicto con los enemigos de la modernidad. Sin embargo, en la sociedad peruana, son pocos los que tienen clara la necesidad de defender los principios de la Ilustración, la minería moderna y el libre mercado. Lampadia

[ii] Regressive Right: Se compone de los aspectos más negativos de las opiniones políticas de extrema derecha, menosprecia el pensamiento crítico en favor del pensamiento dogmático.

[iii] Las islas epistémicas son áres cognitivas cerradas con sistemas de creencias y de métodos para conocer distintos del resto de la sociedad.

[iv] Élite intelectual del sector.

[v] La calificación de materialista a la modernidad busca descalificar el bienestar que trae la modernidad para ofrecer otra forma de entender lo que es calidad de vida.




¿Punto de quiebre para Chile?

La primera ronda de las elecciones presidenciales chilenas del 19 de noviembre generó un resultado bastante sorprendente. Contra todas las expectativas, el favorito, el ex presidente  Sebastián Piñera ganó, pero por un margen mucho menor del esperado, obteniendo solo el 37% de los votos, mientras que su principal oponente, Alejandro Guillier de izquierda logró un sorprendente 23%. El resultado más notable se debió al inesperado ascenso de la segunda candidata izquierdista, Beatriz Sánchez, con un 20%. Los otros dos candidatos de derecha conservadora, Carolina Goic y José Antonio Kast, obtuvieron el 6 % y el 8 %, respectivamente. Este resultado lleva a una ajustada segunda vuelta el 17 de diciembre entre las alianzas conservadoras y de izquierda, es decir, entre Piñera y Guillier

Hace unos días, el candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, realizó una seria denuncia, ya que aseveró que habría habido casos de votos marcados previamente en favor de sus contrincantes en la primera vuelta.  “No me gusta poner en duda nuestro sistema electoral, porque eso es parte del patrimonio del país. Sería primera vez que ocurriría en democracia. Lo que sí ocurre en todas las elecciones es que algunos se pasan de vivos, vimos que muchos votos en las mesas estaban marcados previamente, por (Alejandro) Guillier o por (Beatriz) Sánchez”, dijo Piñera. Esto ha desatado un fuerte rechazo desde la Nueva Mayoría y el Frente Amplio.

Sin embargo, hoy, Piñera se corrigió y dijo que existió “una sobrerreacción, porque lo que dije fue simplemente recordar lo que muchos medios informaron la noche del domingo de la primera vuelta, de que algunos ciudadanos habían hecho algunas denuncias”. Dio marcha atrás con una disclpa ‘a medias’ diciendo que, “nunca he puesto en duda ni el resultado electoral, ni el sistema electoral, ni el Servel” y agregó “en todas las elecciones siempre hay algunas irregularidades, algunos errores” y sostuvo que “la exageración, la tergiversación que hizo el gobierno y el candidato Guillier, bueno en la política se aprovechan de cualquier cosa”.

Por otro lado, la suerte del ex presidente Piñera (quien gobernó entre 2010 y 2014) puede complicarse, ya que la ex candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, anunció su apoyo a la candidatura de Alejandro Guillier, tras la denuncia de Piñera.

Coyuntura actual

Después de años de crecimiento constante (5% en promedio entre 2010 y 2014), Chile ha experimentado una desaceleración económica desde 2015. Además de la caída en los precios internacionales del cobre (Chile es el mayor exportador mundial de cobre), la verdad es que el enemigo del crecimiento económico chileno es Michelle Bachelet. Los cambios promovidos por el Gobierno han contribuido a crear un clima de incertidumbre que ha ralentizado la inversión y la economía. Recordemos que en 2016, el crecimiento disminuyó al 1.7% y las previsiones de crecimiento son moderadas para 2017 y han sido reducidas por el FMI (del 2.1% al 1.7%).

Esto también lo afirmó Klaus Schmidt-Hebbel, Profesor de la Universidad Católica de Chile, en su visita al Perú, en una conferencia organizada en Lima por el Banco Mundial (BM) y en la entrevista con Jaime de Althaus en La Hora N (ver en Lampadia: Chile sigue ejerciendo su derecho a ser estúpido), donde afirmó que: La parada del crecimiento de Chile es un desastre hecho por Bachelet (“Chile’sGrowth Stop: A (Wo-) Man-made Disaster”). Esto confirma lo que sentenció hace unos meses Niall Ferguson, el historiador británico, en una visita a Santiago, hace un par de años: dijo que Chile era el “país más inteligente” de la región pero que ahora estaba “ejerciendo su derecho a ser estúpido”. Ver en Lampadia: Ejerzamos nuestro derecho a ser más inteligentes.

En una reciente publicación del Centro de Estudios Públicos (CEP) de Chile, la conclusión fue la misma: “el daño mayor del complaciente discurso oficial, que asocia la desaceleración con factores externos, y por ende, no controlables, es generar la equivocada idea de que el destino económico del país no nos pertenece, que avanzar es fruto del azar. Las experiencias exitosas durante el siglo XX, y la propia más reciente, muestran que ello no es así. Chile se estancó recientemente porque ha hecho las cosas mal, pero volverá a crecer con fuerza si las hace bien.” (Ver en Lampadia: ¿Por qué cayó el crecimiento en Chile?).

Considerado durante mucho tiempo como un modelo en América Latina para las reformas de mercado, el crecimiento económico y la superación de la pobreza, el país ha perdido el tren de crecimiento y además, se ha visto sacudido por escándalos de corrupción que involucran el financiamiento ilícito de las campañas electorales. La tasa de aprobación de la Presidenta, Michelle Bachelet, es actualmente muy baja (menos del 15% en 2016). En octubre de 2016, la coalición gobernante de centroizquierda sufrió una derrota en las elecciones municipales que presagiaron las elecciones presidenciales a fines de 2017. La oposición de derecha también es impopular.

Además, han habido protestas públicas masivas contra las reformas laborales, educativas y del sistema de pensiones. Después vinieron las reformas tributarias impulsada por el gobierno, que debilitaron sustancialmente el clima de inversión (Ver en Lampadia: Resistencias a la reforma tributaria de Bachelet), las reformas educativas y las laborales, que lo único que están logrando es aumentar los costos laborales y la informalidad.

Como dice el estudio de la CEP, el episodio reciente de desaceleración económica en Chile nos enseña que “para crecer rápida y sostenidamente, la estabilidad importa. Los países desarrollados enfrentan ciclos, pero estos son menos profundos y más infrecuentes que los observados en los países en desarrollo. Porque cuando el entorno económico fluctúa en exceso, el futuro se torna incluso más incierto y las inversiones se estancan. Por el contrario, cuando la preocupación por el exceso de volatilidad agregada se acota, los inversionistas asumen riesgos de largo plazo, y la política pública puede enfocarse en lo que importa para crecer estructuralmente más: la microeconomía y su capacidad para promover aumentos sostenidos de la productividad. Lamentablemente, durante los últimos años en Chile, ante un entorno hostil y más incierto, los inversionistas optaron, naturalmente, por esperar.”

Perspectivas de Piñera

El decepcionante segundo mandato de Bachelet es un factor clave en el aumento del apoyo al ex presidente Sebastián Piñera. Es probable que el historial pro empresarial de Piñera restaure la fe de los inversionistas en la economía chilena. El político conservador, cuyo imperio empresarial incluye a la principal aerolínea de Chile, el mejor equipo de fútbol y una estación de televisión, es considerado como una opción segura para reactivar y estabilizar la economía nacional.

Una fuerte actuación de los partidos de izquierda chilenos en las elecciones del domingo dejó al conservador candidato presidencial Sebastián Piñera enfrentando una cerrada batalla para ganar una segunda vuelta en diciembre y probablemente oposición a exenciones impositivas en el Congreso si es elegido.

Segunda vuelta

Piñera obtuvo más del 36 % de los votos, pero sus dos principales rivales de izquierda tuvieron unos resultados más fuertes de lo esperado, obteniendo un 43 % combinado entre ellos. Eso desconcertó a los mercados financieros, que durante mucho tiempo habían visto al ex presidente multimillonario como el claro ganador. El índice bursátil de Chile bajó un 5% el lunes y el peso cerró casi un 2% a la baja.

Gracias a un aumento sorpresivo de una nueva agrupación izquierdista, los legisladores de centro izquierda superarán al bloque de votación de Vamos Chile de Piñera en ambas cámaras del Congreso, pero ningún bloque de votantes tendrá una mayoría absoluta.

Esperamos que los chilenosse acerquen en mayor medida a ejercer su voto, y que eviten la entronización de las izquierdas regresivas, que, obnubiladas por la ideología, no quieren recoger el éxito de la Concertación chilena, que por 20 años mantuvo al país en la ruta de la prosperidad. Lampadia




Reflexiones sobre la política de nuestros días

Pablo Bustamante Pardo
Director de
Lampadia

La elección por el voto popular no conlleva la ‘iluminación’ por parte del Espíritu Santo. Más bien, en el mundo en general, y en el Perú en particular, los ciudadanos que acceden a la política, y ocupan las curules parlamentarias, llegan cada vez menos preparados para entender y diseñar las políticas públicas que permitan emprender y consolidar los caminos de la prosperidad.

Los problemas más complejos de los seres humanos, como la derrota de la pobreza, no se resuelven por arte de magia, ni de un día a otro, su superación supone procesos largos y consistentes, y más esfuerzos que celebraciones.

Sin embargo, el perfil de los políticos modernos, desde el Reino Unido, España y EEUU, hasta Chile, Brasil y Perú, es de personajes más osados que ponderados, con menor preparación y menos experiencia, y completamente orientados al corto plazo; a diferencia de los ‘políticos por vocación’, que, en décadas no muy lejanas, comprometían su vida a la política, desde la base de partidos políticos que hacían gala de visiones e idearios de largo plazo.

Hoy la política se aloja solo en el corto plazo. Los partidos políticos no representan cuerpos de pensamiento, son solo vehículos de acceso al poder. La multiplicación de movimientos políticos y la alta rotación de congresistas, de un período a otro, no permiten el empoderamiento de políticos experimentados, que ostenten liderazgos amplios.

Hoy día, además de los retos tradicionales del desarrollo, tenemos que enfrentar, adaptarnos y sacar provecho, de la ‘cuarta revolución industrial’, que está transformando dramáticamente la vida de los países, las empresas y las personas, en todo el espacio global.

Las tecnologías que configuran un nuevo mundo, avanzan exponencialmente, y el cambio es paradigmático. Si en 1920, la vida de una empresa era en promedio de 67 años, hoy día no pasa de 15. En los próximos siete años, 4,200 millones de personas se incorporarán al mundo híper conectado, trayendo una fuerza inmensa de innovación y cambio, como explicó hace pocos días en Lima, Peter Diamandis, en el Sura Summit.

Con esta revolución estamos transitando al mundo de la abundancia, donde puedes apostar por crecer diez veces en vez de 10%, donde aumentará la longevidad, y donde podremos empoderar a las mentes más jóvenes en todas partes del planeta.

Algunas evidencias de la Abundancia, según Diamandis

  • Durante los últimos 200 años el PBI global se multiplicó por 100
  • En 300 años, el índice de mortalidad ha caído precipitadamente
  • Hace 30 años se firmó el Protocolo de Montreal para prevenir la pérdida de ozono y mejorar el ambiente
  • El acceso a la electricidad es un indicador clave del crecimiento económico, calidad de vida y superación de la pobreza. Al 2017, la energía eólica ya es más barata que la energía nuclear en el R.U. (con la mitad de subsidios)
  • A pesar de los titulares, mejoramos continuamente con menor escasez de alimentos y menos hambre. La desnutrición en el mundo global ha bajado de 18.6% en 1991, a 10.8% en el 2015

Esta nueva realidad global, hace cada vez menos adecuada la capacidad y el carácter de nuestros políticos para entender el mundo y los caminos de la prosperidad. Ya podemos ver que la política desaprensiva y disfuncional de nuestros días, produce resultados contrarios al bien común, pero eso sí, llamativamente desplegables en la llamada ‘sociedad del espectáculo’.

En este entendimiento y reflexión es que en Lampadia, insistimos en exhortar a la clase dirigente a participar activamente en el debate nacional. Pues solo exponiendo visiones de largo plazo, estudios, análisis y benchmarks; desde la sociedad civil, desde el conocimiento del nuevo mundo real, podremos evitar que las políticas públicas sean producto de la inspiración de una noche o la expresión de ruidosas movilizaciones callejeras, recogidas por los intonsos de la política; y ver más bien, que estas se nutran de la rica y amplia oferta de bienestar del mundo exponencial.

En el mundo exponencial, no llegaremos a ninguna parte con políticos de pensamiento lineal. Necesitamos mejorar la calidad de los partidos políticos, atraer a las mentes de avanzada a la política, y comprometer a la clase dirigente en el pensamiento y acción que nos hagan un país próspero para todos. Lampadia




Mala noticia: probablemente no haya reforma política

Mala noticia: probablemente no haya reforma política

Jaime de Althaus
Para
Lampadia

La comisión de Constitución del Congreso está dedicada a debatir y aprobar las normas que permitan regular mejor las elecciones municipales y regionales del 2018,[1] pero todavía no aborda las reformas de fondo necesarias para reconstruir un sistema de partidos funcional, asegurar la gobernabilidad y mejorar la representación, ni, como veremos, existe aun consenso sobre ellas.

Fuente:  Blog: Polítika

Entre los congresistas no parece existir conciencia acerca de la necesidad de llevar a cabo una reforma política de verdad o se encuentran cómodos con la manera como llegaron al Congreso y no quisieran cambiar el statu quo. Son producto de la disfunción y por eso no ven la necesidad de remediarla.

Pero basta revisar el último proceso electoral para advertir las características del problema. El libro “Perú, elecciones 2016”, cuyo editor es Fernando Tuesta, contiene ensayos muy ilustrativos al respecto. Varios de ellos dan cuenta de cómo se manifestó en esa elección la naturaleza altamente personalista de la política peruana y la inexistencia de partidos propiamente tales: la gente vota por la persona, y los partidos son meros vehículos para la movilidad política de los candidatos.

Mauricio Zavaleta y Paulo Vilca, por ejemplo, muestran cómo los candidatos al Congreso han postulado antes a cargos sub nacionales por diversas agrupaciones regionales o locales, o al propio Congreso por partidos políticos distintos al que en esta ocasión los postula. Lo que hay es una altísima movilidad. Los partidos no tienen existencia propia. Son meros vehículos, como decíamos. Milagros Campos anota cómo el transfuguismo, es decir, cambiar de partido, es una manera de reelegirse.

Y el problema es que las reglas electorales y las que regulan las organizaciones políticas agravan esta situación. Más específicamente, impiden que los partidos se institucionalicen y socavan la democracia interna o colisionan con las normas que la regulan. Así, Mauricio Zavaleta y Paulo Vilca demuestran cómo los miembros o militantes de los partidos tienen pocas posibilidades de alcanzar las candidaturas congresales, puesto que éstas son obtenidas por políticos regionales (líderes de movimientos regionales) en negociaciones directas con los dirigentes del partido, quienes los escogen porque ya son conocidos y por su capacidad de aportar recursos.

Evidentemente, si las élites partidarias prefieren captar políticos regionales competitivos sin vínculos con la organización,  ¿para qué elecciones internas? Ellas y los Comités Locales se convierten en un problema.

Esta simbiosis entre partidos y movimientos regionales o locales atenta no sólo contra la democracia interna en los partidos sino también contra la propia consolidación de los partidos políticos en el territorio. En cada elección municipal el porcentaje de alcaldes que pertenece a movimientos regionales es mayor, y los partidos tienen cada vez menos presencia, pero eso no es problema a la hora de las elecciones nacionales porque los partidos reclutan precisamente a esos líderes conocidos y acaudalados de movimientos locales.

De lo que se desprende que una reforma necesaria sería eliminar la participación de los movimientos regionales en las elecciones subnacionales o ponerles requisitos más fuertes para inscribirse y participar, u obligarlos a adscribirse a un partido.

Pero allí no queda la cosa. En este contexto, el voto preferencial resulta funcional a las dirigencias partidarias porque incentiva a los candidatos al Congreso a hacer campaña con sus propios recursos, sin necesidad de usar recursos del partido, promoviendo de paso la imagen del candidato presidencial. Pero, claro, esto se hace a costa de una plataforma programática cohesionada y genera una competencia fratriciada entre los candidatos del mismo partido.

En suma, movimientos regionales liderados por políticos locales con recursos,  y voto preferencial, son instituciones que se refuerzas mutuamente, pero a costa de la institucionalización partidaria y de la democracia interna. No tiene sentido exigir formas mas acabadas de democracia interna si no cambiamos la combinación perversa de movimientos regionales con voto preferencial.

La solución acá es pasar a un sistema para elegir congresistas basado en distritos uninominales (o binominales), donde el candidato haría campaña pero contra los candidatos de otros partidos, no del suyo propio, eliminando el  efecto perjudicial de la competencia fratricida y de la destrucción del mensaje programático único. Este sistema tiene además un efecto reductor en el número de partidos y resuelve el problema de la representación porque el elector sabe quién es su representante y puede comunicarse con él. Le da sentido real a la democracia.

Por supuesto, un corolario de la complementariedad entre movimientos regionales y voto preferencial en la elección de los congresistas, es la fragmentación posterior de las bancadas parlamentarias, pues no existe realmente identificación partidaria.

Lamentablemente, no existe entre los congresistas de Fuerza Popular conciencia del efecto de estos mecanismos en la institucionalidad partidaria, y no hay consenso acerca de las reformas necesarias para prevenirlo. Ursula Letona me confesó de manera sincera que “hay mucha reticencia a eliminar el voto preferencial porque somos fruto del voto preferencial”. Pero más grave aun fue el desconocimiento de sus efectos: “creo que el esquema se ha mantenido porque no resulta tan dañino para la democracia, yo creo que más importante es cómo se genera la lista de candidatos, tiene que haber un sistema que le permita también al partido colocar candidatos”. Luego le pregunté:

-¿Pero tú no crees que se pueda eliminar el voto preferencial y canjearlo por un sistema uninominal?

-“De lo que he visto, no. No he visto ningún consenso”, me respondió.

Daniel Salaverry es de la misma opinión: “No hay una decisión de la bancada aún en esos temas, sin embargo mi opinión es que se puede mantener el voto preferencial”.

Si dos importantes representantes de la bancada mayoritaria están en contra de eliminar el voto preferencial, parece claro que esta reforma fundamental no se realizará. Y como tampoco se está planteando nada en el sentido de eliminar la participación de los movimientos regionales o poner requisitos mas fuertes para ella, pues se mantendrá el síndrome destructivo de la institucionalidad partidaria.  

Salaverry quizá se da cuenta de que mantener ese esquema impide la democracia interna, y tal vez por eso se opone a que los organismos electorales organicen las elecciones internas en los partidos. Obvio: las dirigencias tienen que poder reclutar a políticos locales con recursos. Si hay elecciones internas supervisadas, ese margen se achica.

De otro lado, sin embargo, el dictamen del grupo de Patricia Donayre mantenía el requisito para inscribir un partido de reunir un número de firmas equivalente al 4% del padrón electoral. Es una valla muy alta. Si se mantiene, se tiende a consolidar el monopolio de los partidos ya inscritos, lo que obligaría a que se conviertan en verdaderamente democráticos de manera que cualquiera que quiera hacer política y no tenga mas remedio que ingresar a un partido existente, pues tenga las garantías de que se respetará la voluntad de los electores internos si postula a un cargo partidario o a una candidatura.

Pero no hay consenso para que las elecciones internas sean universales –un militante un voto- ni para que los organismos electorales organicen dichas elecciones. Y menos serían éstas congruentes con mantener la nociva diada movimientos regionales-voto preferencial.

De modo que no hay lógica ni reforma por ninguna parte. Eso sí, Ursula Letona está de acuerdo –aunque a título personal- con el restablecimiento de la bicameralidad y con  la elección del Congreso junto con  la segunda vuelta presidencial o después de ella. Pero Fuerza Popular no ha discutido aun estos temas. Lampadia

[1]La comisión de Constitución ha aprobado un nuevo cronograma electoral, más racional que el anterior. Y también ha aprobado un dictamen sobre el financiamiento de las campañas electorales. Las principales innovaciones son las siguientes:

  1. Se prohíbe que las personas sentenciadas o con mandato de detención preventiva por la comisión de delitos contra la Administración Pública, terrorismo, lavado de activos, tráfico ilícito de drogas, minería ilegal, tala ilegal o trata de personas, puedan ser aportantes de organizaciones políticas, pero no se aceptó la propuesta del Ejecutivo de que la sola inscripción de cualquier ciudadano como candidato habilita el levantamiento de su secreto bancario así como de sus reservas tributarias y bursátiles.
  2. Se acabaron los aportes anónimos: Se tendrá que identificar al aportante, al receptor del aporte, el monto del aporte y cuándo se efectuó
  3. Se incrementan los topes de financiamiento privado a 120 UITs (486,000 soles) por año por cada aportante, y no a 200 UIT como estuvo previsto inicialmente.
  4. Se establece que todo aporte que supere 1 UIT (4050 soles), deben ser bancarizados
  5. Se sube el tope para lo que se recaude en las actividades proselitistas de 30 IUT(121,500 soles) a 250 UITs (1,012,500 soles).
  6. Se prohíbe que las personas jurídicas con fines de lucro, es decir, las empresas, sean nacionales o extranjeras, aporten a las organizaciones políticas. No se entiende esta prohibición para las nacionales. Si se quiere prevenir la financiación de fuentes ilegales, lo mejor es facilitar la que provenga de empresas formales, de manera transparente.
  7. Se establece un catálogo más claro de infracciones y sanciones, precisando cuáles son las infracciones leves, graves y muy graves, y qué sanción le corresponde a cada tipo de infracción
  8. Se reduce de 0.5% (20.25 soles) a 0.2% (8.10 soles) de la UIT, el valor máximo de los artículos publicitarios que se remiten como propaganda electoral