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Amenazas a la democracia

Amenazas a la democracia

Leopoldo López encarcelado y maltratado por el régimen corrupto del socialismo del siglo XXI en Venezuela, se presentó en Lima.

Hoy está refugiado en España, desde donde llegó al Perú para tener dificultades con migraciones en el aeropuerto de Lima. Gracias a la intervención del Canciller Allan Wagner, López pudo asistir al evento sobre las amenazas para la democracia.

Leopoldo López dio un testimonio descarnado sobre la maldad y ensañamiento del régimen chavista con sus propios ciudadanos, y nos advirtió con toda claridad que tratemos de evitar repetir la historia de Venezuela de los últimos 20 años.

Recomendamos ver la presentación de López en el siguiente enlace:




Carta a los demócratas del mundo

Tiempo. El tiempo es el principal enemigo a vencer en una cárcel.

Comparto esta reflexión porque en varias oportunidades me han preguntado sobre mis expectativas de libertad y siempre respondo siguiendo los consejos del cardenal Van Thuan: no me he fijado plazos. Este cardenal vietnamita fue apresado por 13 años el 15 de agosto de 1975, cuando, bajo engaño, asiste a un llamado al palacio presidencial y al llegar es acusado de ser parte “de un complot entre el Vaticano y los imperialistas para organizar la lucha contra el régimen comunista”. Posteriormente, publica unas reflexiones donde relata como la principal frustración del preso es pensar todos los días que saldrá en libertad lo antes posible y al no ocurrir, sufre a diario una decepción. Ante esta realidad, relata cómo consiguió fuerza y estabilidad en por un lado, su relación con Dios y por el otro, en ocuparse de vivir al máximo el día a día, aprovechando el tiempo para formarse y prepararse más.

Sé que voy a salir en libertad, no tengo dudas de eso y que cuando lo haga estaré más fuerte de alma, mente y cuerpo. Sé que saldré fortalecido y sin rencores para seguir luchando por las mismas causas por las que siempre he luchado, y voy a seguir luchando mientras tenga vida y por las mismas nobles causas por las que fui encerrado: el bienestar y prosperidad de nuestro pueblo, la defensa de la democracia y la libertad de los venezolanos.

Pero si bien, desde el punto de vista individual, estas lecciones me han servido para afrontar mi injusta condena, no me han servido para calmar la angustia que tengo por la situación que está viviendo mi país. A Venezuela y a los venezolanos se nos agota el tiempo.

La crisis que actualmente vive Venezuela es de carácter sistémico. No hay ámbito de la vida pública ni privada que escape airoso a esta terrible situación. En lo social nuestro pueblo sufre por la falta de insumos básicos como alimentos y medicinas, lo que ha provocado que cada vez más familias venezolanas coman menos de dos veces al día y la muerte de muchas personas que no han podido conseguir los medicamentos necesarios para atender condiciones de salud tan básicas como la hipertensión arterial. En lo económico nuestro país sufre hoy de un proceso hiperinflacionario que merma dramáticamente el poder adquisitivo de nuestra moneda, algo que, sin duda alguna, perjudica principalmente a los más pobres. Y en lo político ha avanzado la persecución en contra de la oposición a través de la manipulación de los poderes públicos, traduciéndose esto en la existencia de más de un centenar de presos políticos en cárceles militares, en la ejecución de torturas y tratos denigrantes por parte de las autoridades nacionales hacia las personas que ejercen el derecho constitucional de la protesta, y hasta en la dispersión de manifestaciones públicas con el uso de armamento de guerra como sucedió hace apenas unos días en la localidad de Cariaco, un pueblo humilde en el oriente venezolano.

Toda esta crisis tiene un responsable muy claro: un régimen dictatorial que se aferra obstinada e irresponsablemente al poder, y que ha decidido, por todas las vías posibles, negarle el derecho al pueblo venezolano de manifestarse y materializar, a través del voto universal, directo y secreto, el cambio tan deseado por todos.

La oposición democrática en Venezuela se ha dado la tarea de denunciar la naturaleza anti-democrática del gobierno de nuestro país. No ha sido una tarea fácil hacerle ver a la comunidad internacional la verdadera naturaleza del régimen que gobierna a Venezuela, así como el peligro que significa para todos los pueblos libres y democráticos de nuestra América la mera existencia y vergonzosa tolerancia de una nueva dictadura en nuestro continente.

El gobierno venezolano por mucho tiempo se aprovechó de manera inescrupulosa de la inmensa cantidad de recursos económicos que ingresaron a nuestro país por concepto de la venta del petróleo, para hacerse con favores políticos a través de la exacerbación del populismo electoral en el ámbito interno, así como para ganar influencia y limpiar su imagen autoritaria en el ámbito externo. Y todo esto sucedía mientras avanzábamos a paso acelerado hacia una crisis política, económica y social que era del todo previsible y que tendría al pueblo venezolano como principal doliente.

Pero hoy, son más que evidentes las pruebas que apuntan a la degradación de nuestro sistema político, a la pérdida de nuestras libertades ciudadanas y a la “alteración del orden democrático” a lo largo de los últimos 17 años.

Ante este escenario, es necesaria la unión de todas las fuerzas democráticas, tanto dentro como fuera de Venezuela, en torno a un objetivo común: la fundación, el mantenimiento y la defensa de regímenes que sostengan la libertad ciudadana y el respeto del ser humano por encima de todas las cosas.

Hermanos del mundo, pero en especial del continente Americano, el día de mañana, 23 de junio, necesitamos de su solidaridad. Solidaridad con Venezuela, solidaridad con la democracia. Desde ya celebramos que se hayan realizado varias sesiones para discutir el caso venezolano y para discutir sobre la aplicación de la Carta Democrática, porque el sólo hecho de que esto sea así, desmiente ese vergonzoso argumento del gobierno venezolano que repite en las distintas instancias internacionales de que en Venezuela existe “normalidad democrática”.

De igual forma el gobierno venezolano ahora sostiene que no es necesaria la Carta Democrática, que eso entorpecería un proceso de diálogo tan necesario en nuestro país. La Mesa de la Unidad Democrática sostiene todo lo contrario. La Carta Democrática facilitaría el proceso para que ese diálogo que hoy no existe en Venezuela pueda, en primer lugar, llevarse a cabo y además que pueda ser efectivo y cuente con una agenda y unos plazos claros.

Toda la Mesa de la Unidad Democrática en Venezuela ha manifestado la voluntad de reconstruir y reconciliar a Venezuela y ha expresado su deseo de que un diálogo sea para darle soluciones reales y concretas a los venezolanos y nuestras peticiones para que este sea fructífero no son más que el respeto a los derechos humanos y a la constitución, mediante la apertura de un canal humanitario que permita la entrada de toda la ayuda en alimentos y medicinas para los venezolanos, la liberación de los presos políticos y la realización de un referéndum revocatorio. Podemos dialogar y lograr acuerdos en torno a temas tan fundamentales como la convivencia democrática, la reconstrucción económica y la seguridad en nuestro país, pero creo que todo el mundo puede entender que los derechos humanos y el cumplimiento de la constitución no están sujetos a una negociación. Ningún diálogo puede estar por encima del derecho constitucional que tiene nuestro pueblo que se realice el Referéndum Revocatorio a Nicolás Maduro este año 2016. Con respeto les invito a leerse los artículos 72 y 233 de nuestra constitución, donde podrán constatar lo legítimo de nuestra exigencia.

Hoy los venezolanos luchamos de manera pacífica y constitucional contra una dictadura que se beneficia y saca provecho de quienes por temor o por simple desconocimiento la desconocen como tal. Una dictadura de nuevo cuño y adaptada a los nuevos tiempos, pero con la misma esencia asesina, hambreadora y violadora de los derechos humanos de las de antes. Una dictadura que, por el bien de nuestro futuro y el de nuestros hijos, merece ser derrotada… Una dictadura que nos impone un momento de definiciones, porque, como dijo una vez el premio Nobel de la paz Desmond Tutu: “si eliges ser neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”.

Los venezolanos no nos vamos a cansar en esta lucha. Estamos convencidos de que Venezuela ha de superar esta situación, de que podemos sacarla del desastre al que hoy la tienen sometida. Yo soy optimista y ese optimismo se alimenta de mi fe en el pueblo venezolano y su infinita sed de libertad. Esa aspiración de libertad del pueblo es una fuerza superior a cualquier adversidad, va más allá del aquí y ahora y nos permite soñar y proyectar un país con unas condiciones de vida mejores para millones de compatriotas.

Carta a los demócratas del mundo

 

 

 

 

22 de junio 2016 

Leopoldo López

Cárcel Militar de Ramo Verde




Una sentencia inequívoca: No más socialismo del siglo XXI

Una sentencia inequívoca: No más socialismo del siglo XXI

En las elecciones del pasado domingo, los líderes de la oposición en Venezuela, la coalición de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), ganaron más del doble de escaños que los socialistas en la Asamblea Nacional, castigando al gobierno del presidente Nicolás Maduro por la profunda crisis económica, política y social del país.

El que el gobierno venezolano haya tenido que reconocer la derrota no lo hace democrático ni respetuoso de la voluntad popular. El proceso electoral ha estado plagado de eventos anti democráticos, no se permitieron observadores, se acosó a la oposición, se dieron amenazas desde la cúpula del poder, se alargó la hora de la votación, se manipularon votaciones en las cárceles, etc. Todo esto con el afán de evitar que la oposición tome la mayoría calificada, cosa que parece logró el gobierno.

Fue la primera vez en 16 años que el movimiento “chavista”, llamado así por el ex presidente del socialismo del siglo XXI, Hugo Chávez, pierde la mayoría en la asamblea de 167 miembros y da a la oposición una plataforma para erosionar aún más el poder de Maduro. La oposición se ha comprometido a usar su nueva mayoría en la legislatura de Venezuela para liberar a los opositores encarcelados por el gobierno chavista, pero también dijeron que no desmantelarían las políticas de bienestar populares.

El presidente de la Asamblea, quien fue elegido a dedo por Chávez (pero carece de su carisma y astucia política) aceptó rápidamente la derrota en un discurso a la nación en las primeras horas del lunes, calmando los temores de una posible violencia. Consciente de que la victoria se debió más al descontento público con Maduro que al apoyo de la oposición, secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, instó a los venezolanos a enterrar sus diferencias.

“Comenzó el cambio Venezuela, hoy tenemos razones para celebrar, el país pedía un cambio, ese cambio comenzó hoy”, Torrealba, quien fue burlado por Maduro como un “mal Shrek” durante la campaña, dijo a sus seguidores en un discurso de victoria.

El secretario ejecutivo de la MUD añadió que los resultados le envían un mensaje claro al Gobierno de que el país está cansado de “vivir las consecuencias de un fracaso”. “Venezuela puede estar tranquila. La unidad sabrá administrar el triunfo y no llegará a atropellar a nadie. Hoy esto cambió y ahora la Asamblea tiene una dirigencia del pueblo. Esta victoria es real para aquellos que han sido perseguidos, encarcelados e inhabilitados”, subrayó.

El preso político más conocido en Venezuela es Leopoldo López, quien fue sentenciado a casi 14 años, acusado abusivamente en 2014 de promover la “violencia política”. Pero la oposición tiene una lista de lo que dicen ser más de 70 presos políticos.

¿Qué tan grande es la mayoría?

Según la información publicada por el CNE en su página de internet, la opositora Mesa de Unidad Democrática obtuvo 109 curules en el voto lista y nominal, a los que hay que sumar tres diputaciones por las circunscripciones indígenas. Esto significa que podrían, en teoría, despedir a ministros después de un voto de censura.

El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela se quedó en 55 de los 167 curules de la Asamblea Nacional. En porcentaje, el CNE informó que la oposición logró un 65.27% de los votos emitidos y el oficialismo un 32.93%.Con dos tercios, la oposición podría tratar de hacer modificaciones a las instituciones, como a los tribunales, ampliamente vistos como pro-gobierno. Incluso con sólo una mayoría simple, la oposición puede ejercer control sobre el presupuesto, dar marcha a investigaciones que podrían afectar al gobierno y aprobar la ley de amnistía.

Con 112 diputados de un total de 167 la oposición puede proceder a elaborar leyes orgánicas, aunque éstas todavía tienen que ser firmadas por el presidente. También puede designar a los poderes Judicial y Electoral, pero a través de un complejo procedimiento. Pero lo más crucial es la posibilidad de reformar la Constitución o convocar a una Asamblea Constituyente.

Sin embargo, todavía tendrían que negociar con Maduro. Este es uno de los retos más importantes ya que el presidente venezolano no aceptará muchos de los cambios. Por lo pronto, ya anunció que rechazará la anunciada ley de amnistía, considerada una prioridad por la nueva mayoría de la oposición en la Asamblea Nacional. “No aceptaré ninguna ley de amnistía. Me podrán enviar mil leyes pero los asesinos de este pueblo tienen que pagar”, declaró Maduro.

La caída de Maduro

Maduro, cuyo gobierno ha sustituido a Cuba como el adversario más vocal de América Latina contra los Estados Unidos, culpó el resultado de las elecciones a una “guerra económica” llevada a cabo por líderes empresariales y otros opositores en el extranjero con el fin de sabotear la economía y lo llevan hacia abajo. “En Venezuela, ganó la contrarrevolución, no la oposición”, agregó en su discurso el lunes.

Muchos venezolanos no han comprado este argumento, sin embargo, culpándolo por la inflación más alta del mundo, la escasez desde la leche hasta los medicamentos y una moneda devaluada que cotiza en el mercado negro a casi 150 veces su tasa oficial.

La persistencia de Maduro con los controles de divisas y de precios complejos han contribuido a distorsiones económicas de Venezuela, pero, a diferencia de Chávez, también ha tenido que lidiar con una caída en el precio de la única exportación significativa de Venezuela, más del 95% de ellas: el petróleo.

La derrota del gobierno fue otro gran golpe para el bloque latinoamericano de gobiernos de izquierda después, especialmente después de las elecciones presidenciales de Argentina el mes pasado. Esperemos que los gobiernos ideologizados de la región sigan esa tendencia centro-derechista hacia democracias más libres y economías más prósperas. Lampadia




(In)Maduros países de A. L., son cómplices del chavismo

(In)Maduros países de A. L., son cómplices del chavismo

Como un homenaje de Lampadia al sufrido y abandonado pueblo venezolano, reproducimos a continuación lo más resaltante de las emocionadas palabras que Mario Vargas Llosa dirigió a Mitzy Capriles de Ledezma (esposa del Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma -injustamente detenido por Maduro-) y a Lilian Tintori de López (esposa del opositor democrático Leopoldo López -recluido en la “tumba” desde hace un año por la satrapía chavista-).

Estas se dieron en el evento de la Fundación Internacional para la Libertad, “América Latina: Desafíos y Oportunidades” el 26 de marzo 2015 en la Universidad de Lima. Todos los peruanos de buena voluntad debemos hacerlas nuestras y mostrar nuestro apoyo al pueblo venezolano.

Mario Vargas Llosa

“En Venezuela hay una merma constante y sistemática de la Libertad”.

El régimen chavista a encarcelado a Antonio Ledezma y Leopoldo López, “cuyo único delito es el amor a la Libertad”.

La corrupción e ineptitud del gobierno han hecho que este país tenga la más alta inflación en el mundo, esté económicamente arruinado, la violencia criminal y política se confunden y hacen que el pueblo viva en inseguridad, con una tremenda represión que crece con la impopularidad del régimen, agregó.

“Que vergüenza que en A.L. pocos países levanten la voz. Qué mal nos estamos portando con Venezuela que nos ha ayudando tanto. Ningún país, cuando fue democrático,  ha apoyado tanto a los defensores de la libertad”.

“¿Cómo podemos aceptar que gobiernos que han nacido en la democracia se nieguen a condenar a Venezuela  y encima la lleven al abismo? ¡Pido perdón por esa inconducta!, cuando no una secreta complicidad”.

“Lamento que el Presidente Humala y Nadine Heredia no hayan recibido” a las esposas de Ledezma y López. Condeno esa conducta”.

“Los pueblos no piensan lo mismo que esos gobiernos cómplices. La solidaridad es el verdadero sentimiento de los pueblos latinoamericanos”.

“Movilicemos todas las conciencias”. A Antonio Ledezma y a Leopoldo López, “los vamos a sacar de las cárceles. Tenemos que impedir que la Venezuela de Simón Bolívar, de Rómulo Gallegos y de Uslar Pietri, sucumba ante el horror totalitario”.

Mitzy Capriles de Ledezma

“Venezuela no necesita mas palmaditas en la espalda. Reclama solidaridad con su presente y futuro. Solidaridad con su democracia”.

Maduro solo tiene encarcelados sus cuerpos pues sus ideas recorren mas que nunca los pueblos. Estamos en el lado correcto de la historia. Mantendremos el espíritu de Lucha.

Lilian Tintori de López

“En Venezuela hay 63 presos políticos, solo por protestar, por decir lo que piensan. En verdad solo que dan 62, uno tuvo que  suicidarse. 43 muertes, 3,000 detenciones arbitrarias, una escasez preocupante, no conseguimos medicina ni leche para nuestros hijos. Estamos en crisis económica,  social, política, y prácticamente en una crisis humanitaria”.

“Cada venezolano representa en el mundo la voz de todos aquellos que no pueden hablar porque están perseguidos o presos. La voz de esa Libertad que vamos a conseguir”.

“Venimos de un sistema que ha fracasado. Cada 20 minutos muere un venezolano. El 85% de los venezolanos quiere un cambio. Esta es una lucha moral, espiritual”.

Tenemos que prevenir lo prevenible. Acá debería estar María Corina Machado, pero no la dejan salir”. (Machado estuvo el año pasado en el mismo evento, después que se le retiró de la Cámara de diputados. En Lampadia propusimos que la nombráramos: “Diputada honoraria de Latinoamérica”).

Leopoldo López se entrego para quitarle la mascara a Maduro. “Para que el mundo sepa quién es”.

Hace pocos días Andrés Pastrana, Sebastián Piñera y Felipe Calderón, los dignos ex Presidentes de Colombia, Chile y México, fueron a visitar a Leopoldo a la cárcel. “No los dejaron entrar”.

Maduro viola los derechos humanos protegido por la ONU, la OEA y la Unasur, agregó. “No se puede tapar el sol con un dedo”. (Ver en Lampadia: Otro Papelón de UNASUR.

Pronunciarse (Presidente): “No es injerencia”.  “No se puede tapar el sol con un dedo”. Lampadia




“Los demócratas hemos dejado sola a Venezuela”

“Los demócratas hemos dejado sola a Venezuela”

Andrés Pastrana, Sebastián Piñera y Felipe Calderón se unen a la oposición a Maduro en un foro sobre la democracia

Por Alfredo Meza

(El País (España), 26 de Enero de 2015)

Después de la frustrada visita al líder opositor venezolano Leopoldo López este domingo en la cárcel militar de Ramo Verde, Andrés Pastrana, presidente de Colombia entre 1998 y 2002, subió al vehículo que lo llevaría de regreso a Caracas junto a Sebastián Piñera, expresidente de Chile, y a la opositora venezolana María Corina Machado. Pastrana y Piñera estaban en Venezuela para participar este lunes en el foro Poder ciudadano y la democracia de hoy, organizado por Machado. Cuando transitaban por la vieja autopista Francisco Fajardo, cerca de la Universidad Central de Venezuela, la opositora venezolana le pidió al chófer que cambiara de ruta para mostrarle a los exdirigentes una larga cola de personas ante un supermercado. Según la oposición al régimen, un símbolo de la política errónea de Maduro y de los desabastecimientos que sufre el país en productos básicos; según el Gobierno, la representación de un “golpe económico” que intenta derrocar su mandato. Era la una y media de la tarde.

Pastrana, que antes de llegar al máximo cargo en su país se desempeñaba como periodista, preguntó a un niño de siete años en la inmensa fila formada fuera del hipermercado estatal Abastos Bicentenario. Había llegado a las siete de la mañana y esperaba comprar pollo. “Él estaba triste porque se había acabado”, recuerda el exgobernante. “Esas son las cosas que a uno lo impactan de un país tan rico como Venezuela. Yo conocí una Venezuela distinta”.

Fue la segunda impresión que se llevó Pastrana ese día. La primera le había sucedido incluso mucho antes de llegar a la antesala del penal que aloja a López desde hace casi un año (preso por los disturbios sociales de principios del año pasado). Junto a Sebastián Piñera, Pastrana había intentado acompañar a los familiares a la visita del domingo, pero un cordón de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana les impidió el paso por órdenes del vicepresidente Jorge Arreaza. “Lo más impactante de esa negativa fue comprobar que López es un preso político. No se trataba de solicitar una entrevista a través de la cancillería, sino comprobar que a un ciudadano común y corriente se le impide visitar a un preso”.

Este par de episodios le permiten suponer que en su país, así como en el resto de América Latina, hay poca conciencia acerca de la verdadera situación de Venezuela y de las condiciones en las que se hace oposición. “Yo siempre he dicho que los demócratas del continente hemos dejado sola a Venezuela”, dice Pastrana a este periódico. Y mientras afirma eso se prepara para criticar al Gobierno de su país, que se mantiene, según su criterio, al margen o no ha querido expresar sus diferencias con las decisiones de Maduro. “Me ha llamado la atención cómo se persigue en este país a mis compatriotas. Y frente a eso no hay respuesta”.

Pastrana ha sido muy crítico con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y con la canciller María Ángela Holguín en todos los frentes y no solo con la situación venezolana. Hasta el momento le ha parecido que las conversaciones de paz que se adelantan con la guerrilla de las FARC en La Habana le han dado a ese grupo privilegios inaceptables.

El Gobierno de Nicolás Maduro no le ha dado precisamente una bienvenida cordial a Pastrana. “Nosotros hemos venido a compartir con la oposición nuestras opiniones sobre la democracia y no entendemos por qué ha reaccionado de esta manera”, explica el expresidente. La de Maduro, dice, es una actitud muy distinta de la Chávez, con quien polemizó y mucho durante su gestión.

Los muros y la libertad

El expresidente mexicano Felipe Calderón completó la terna de exgobernantes que asistieron al foro Poder ciudadano y la democracia de hoy, organizado por Corina Machado. Calderón envió un emotivo mensaje a Leopoldo López y en general a todos los venezolanos contrarios al régimen. Tanto en su intervención como en las conclusiones quiso remarcar una idea: “No te rindas, querida Venezuela, porque sabemos que la libertad vendrá. Y al mundo le digo que no siga construyendo muros como el que hoy aíslan a este país y Cuba. Sigamos atentos a lo que aquí ocurre”.

El expresidente costarricense Oscar Arias envió un comunicado en el que no fue menos crítico que sus colegas. En referencia al desabastecimiento, afirmó que el de Venezuela “es un Gobierno corrupto, ineficiente y obsesionado con ocultar su fracaso”.




Caída del precio del petróleo y abuso político agudiza la crisis

Caída del precio del petróleo y abuso político agudiza la crisis

“Tenemos un bloqueo financiero contra Venezuela para impedirnos acceder a financiamiento que necesitamos para superar parte de la merma del ingreso petrolero (…). Las empresas calificadoras de riesgo han puesto el riesgo país como el más alto del mundo. Tenemos más riesgo país que países que están en guerra”, se quejaba el presidente Venezolano, Nicolás Maduro.

Lo que no entiende o esconde Maduro en esas declaraciones es que la responsabilidad de esa situación es enteramente suya y de Hugo Chávez. Utilizando la vieja argucia de culpar de todos sus males a los supuestos “enemigos” del pueblo venezolano, esconde su incompetencia y el despropósito del socialismo.

Venezuela empleó el nacionalismo y la prédica de una supuesta justicia social para instaurar: el autismo económico, el acoso a la inversión nacional y extranjera, la estatización de las empresas, control de precios, el aumento de las trabas burocráticas,  la cooptación política a través de programas sociales y para financiar un descabellado intervencionismo en la región. Además, financió con soltura a regímenes que seguían sus mismos lineamientos (Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Argentina) y a su patrón político, Cuba. Este “sistema” en realidad estaba sustentado en una sola cosa: la exportación de petróleo que durante más de una década tuvo un precio espectacular. (Ver en Lampadia (L): Argentina y Venezuela, populismo económico y corrupción)

Venezuela es hoy, gracias a Chávez, absolutamente dependiente del petróleo: el 96 por ciento de sus exportaciones vienen de esta industria extractiva y casi todo lo que consumen se importa.

Por si fuera poco, han perdido más de un tercio de su producción y otra buena parte la tienen comprometida para servir sus deudas (China) y seguir apoyando a sus patrones cubanos. (Ver en L: El balance de la caída de los precios del petróleo).

Por eso al enterarse que el precio del petróleo descendía hasta bordear los casi 60 dólares, con la mirada y la voz de la derrota, Maduro, advertía que el precio del petróleo podía seguir bajando. “Lo llevamos en 61 dólares hoy (el precio del crudo local) (…) Había subido dos dólares y volvió a bajar a 61, y puede ser que baje un poco más”, reconoció en un acto televisado. La desesperación de Maduro ante esta situación desnuda la farsa del “modelo” económico y social que Hugo Chávez denominara “socialismo del siglo XXI”. El lloriqueo de Maduro pretende exigir que el precio del crudo regrese a por lo menos 100 dólares el barril. Sus intentos por que la OPEP recorte la producción para incentivar un alza fueron infructuosos.

Si bien la caída del precio del petróleo golpeará fuertemente a Venezuela, su  economía ya estaba en crisis antes de esta coyuntura. Muestras de ello eran la acuciante escasez de alimentos y bienes básicos, sus elevadísimas tasas de inflación (una  de las más altas del mundo), su absurdo déficit fiscal (para un país petrolero) y el incremento de su deuda externa.

“La economía de Venezuela se encuentra agonizando”, según The Economist. La inflación interanual en agosto habría sido del 63.4%, aunque el semanario asegura que esta ya alcanza los tres dígitos, el crecimiento del PIB se ha estancado, los bienes básicos escasean, los compromisos de pago de la deuda están a la vuelta de la esquina.

Según el analista venezolano Miguel Ángel Santos “el Banco Central no publica la inflación desde hace ya dos meses. (…) Los alimentos habían subido nada menos que 89% en doce meses. No sabemos aún nada de la balanza de pagos, publicada por última vez en septiembre de 2013. Tampoco del crecimiento, aunque se dice que nuestra actividad económica habría caído en 4%. (…) ha llevado el déficit consolidado del sector público hasta 22% del PIB. Hoy en día un dólar en el mercado paralelo cuesta 25 veces más que el dólar oficial”.

A pesar de la situación económica del país y de la profunda erosión de la imagen de Maduro, The Economist considera difícil que el régimen pierda el poder y mucho menos a manos de la oposición. “La Mesa de la Unidad Democrática es una alianza que se encuentra muy dividida. (…) Muchos de sus simpatizantes se muestran reacios a acudir a las urnas porque no confían en el sistema electoral, porque opinan que está controlado y manipulado por el actual Gobierno [que instaló el voto electrónico]”, concluye el semanario.

Los chavistas parecen cerrar filas y endurecer su posición. Solo así se entiende que haya sido encausada una de las líderes de la oposición, la defenestrada diputa María Corina Machado acusada delirantemente de un intento de asesinato a Maduro. Y que, además, se mantenga en prisión, incomunicado y torturado, a Leopoldo López. (Ver en (L): Idea, Fuerza y Lealtad).

La eventual caída del régimen chavista, afectaría los intereses de Cuba, que sin disparar una bala se hizo del control casi absoluto de Venezuela, la cual ha sido su único sustento en los últimos años, hasta el reciente “regreso” de su antiguo padrino: Rusia.

En paralelo al desastre económico, Venezuela se ha convertido en el país más corrupto del mundo. Chávez y su banda instauraron una dictadura con la que se apoderaron de la caja grande venezolana, PDVSA, y de todas las instituciones del país. Los niveles de corrupción son dantescos y es presumible que los responsables de la catástrofe defiendan  duramente su posición.

Además, Venezuela cuenta con la vergonzosa complicidad de todo Latinoamérica, especialmente de Brasil. No solo no se han cuestionado las prácticas antidemocráticas del chavismo, recientemente se le ha regalado un sitio en el Consejo de Seguridad de la ONU

Ya es hora que los latinoamericanos respaldemos los esfuerzos del pueblo venezolano que exige democracia y bienestar. Lampadia