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Alarguemos el horizonte temporal de la discusión

Alarguemos el horizonte temporal de la discusión

David Belaunde Matossian
Para Lampadia

Lo que sigue con gráficos, y respectivos comentarios, que he generado a partir de data compilada por la universidad John Hopkins. Esto nos muestran tres cosas:

1. La cuarentena en Hubei, epicentro de la pandemia del COVID-19, parece haber resultado en una estabilización de casos reportados luego de unas 3 a 4 semanas. Si extrapolamos, podríamos ver algo similar en el Perú en una o dos semanas. Esto concuerda con estimaciones del Minsa que apuntan a una estabilización en 1,200 – 1,400 casos para esas fechas. En Italia, es posible que ya estemos entrando a la fase estabilización esta semana. Pero ojo, la cuarentena en Hubei no fue levantada sino hasta un mes después de que los casos reportados empezaran a estabilizarse.

2. Aun en los países que fueron exitosos en contener la pandemia rápidamente (Hong Kong y varios países asiáticos) empieza a haber un rebrote, al no estar aun inmunizada la población, y facilitados por el flujo de ciudadanos retornando del extranjero.

3. La estabilización en China se habría dado más rápido fuera de Hubei, a pesar de que las medidas tomadas en otras provincias fueron heterogéneas y en muchos casos menos severas. Es algo que no deja de llamar la atención y contribuye a las dudas sobre la confiabilidad de esta data.  

Comentario:

1- Es poco probable que el gobierno peruano haya realmente creído a mediados de marzo, a más de 50 días de empezada la cuarentena de Hubei, que dos semanas de aislamiento social iban a ser suficientes. Más parece que no se quiso alarmar a la población en ese momento sobre el esfuerzo que se le iba a demandar, pero no es ideal ni parece sostenible.

2- Queda cada vez más claro que esta situación se va a prolongar. Digamos que al 13 de abril hayamos llegado al punto de inflexión. ¿Es suficiente para salir de la cuarentena o tendremos que seguir un mes más post-estabilización, como en China? Todo dependerá de la capacidad de testear masivamente, identificar todos los casos y aislarlos. Suena razonable pensar que sólo se podrá ir levantando las restricciones de manera progresiva, e incluso regresar a cuarentena si hay un rebrote.

3- Vizcarra admitió el martes en conferencia de prensa que el retorno al statu quo ante no sería inmediato. Fue más allá incluso, puntualizando que había un “antes” y un “después”. Seria bueno que ahora si, se comunique con claridad sobre medidas posibles utilizando un horizonte más largo que 2 o 3 semanas, tanto sobre las medidas coyunturales como de las políticas públicas que subsistan después de la crisis, motivo de preocupación algún mayor potencialmente. Lampadia




La falla de las clases dirigentes

Una de las peores tragedias de nuestro tiempo, es el fracaso de las clases dirigentes. Algo que caracterizaba al antiguo tercer mundo, ha pasado también a caracterizar la realidad política de los países más desarrollados.

Abundan los ejemplos de líderes políticos que no tienen legitimidad y reconocimiento de parte de las poblaciones que gobiernan -calidad que tampoco pueden mostrar sus opositores, o gobernantes que han polarizado a sus pueblos y han desprestigiado la política.

Evidentemente, los casos más notorios son los de Trump en EEUU y de May en Gran Bretaña (como veremos líneas abajo), pero lo mismo se puede apreciar, entre otros, en España e Italia. El populismo se presenta por doquier, y los enfoques extremistas prevalecen.

El caso de Macron en Francia, una opción centrista que levantó las banderas del libre comercio y la globalización, se ve acosada por resistencias internas y errores de gestión. Ángela Merkel perdió el liderazgo del partido y la representación ecuménica del poder, debilitando también el centro de la política europea.

En México y Brasil se producen cambios profundos, el primero con López Obrador hacia un socialismo decimonónico y el segundo en Brasil, alejándose del socialismo y corrupción del PT de Lula y compañía, pero con un tono radical, que lleva, como en el caso de México, a tener que esperar por resultados.

En nuestro territorio, la expresión de las élites o clases dirigentes, es más la anomia, la deserción del rol de dirigencia, la falta de compromiso cívico, y el cortoplacismo de corte mercantilista.

Hace pocas semanas, en CADE 2018, dos chilenos, un senador y un empresario, sorprendieron a la audiencia mostrando el grado de compromiso cívico de la clase dirigente chilena, especialmente, el de los empresarios. Sana envidia. Ver en Lampadia: Liderazgo consciente en CADE – Compromiso Cívico.

Como se hace evidente de los distintos casos de fallas de liderazgo, ni siquiera el éxito y un alto grado de avance de una sociedad, permite la desidia y la distancia con los temas nacionales. Al menor descuido se interrumpen los procesos virtuosos. Así nos pasó en el Perú el 2011, con la elección del nacionalismo de Ollanta Humala, que desconectó los procesos de inversión y estigmatizó a los empresarios en el quehacer público.

Lo peor es que desde entonces no damos pie con bola. PPK se coqueteó con Humala-Heredia, se aconchabó con las izquierdas y todas sus ramificaciones, no enmendó el clima de inversión. Su sucesor, Martín Vizcarra, renuncio a su inicial compromiso por la concertación y se focalizó en mantener su popularidad al lado de una supuesta gestión efectiva contra la corrupción, olvidando la necesidad de mejorar los indicadores sociales y el ritmo de inversión que nos están condenando a un clima de mediocridad, abandonando la gobernanza.

Gobernanza
Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía.
Real Academia de la Lengua

Veamos que nos dice The Economist de la falla de las élites británicas:

La elite que falló

La crisis política británica expone la insuficiencia de sus líderes

The Economist
18 de diciembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

En el último año, el cuerpo político británico soportó una sorprendente lista de males. El gabinete perdió a un secretario de Relaciones Exteriores y dos secretarios de Brexit, por no mencionar otros casos menores. El parlamento ha votado a favor del desacato del gobierno. El Partido Conservador tiene un voto de no confianza del Primer Ministro y otros heridos graves. Y esto solo va a empeorar. No hay consenso para ningún acuerdo Brexit, y no hay forma de salir del callejón sin salida que no rompa las promesas, y posiblemente las cabezas.

Hay dos explicaciones populares para este caos.

  • Una es que Europa siempre estuvo destinada a desgarrar a Gran Bretaña, ya que demasiados británicos detestan la evolución del mercado común hacia una Unión Europea.
  • Una segunda es que Brexit ha proporcionado el catalizador para una guerra civil a largo plazo entre la exitosa Gran Bretaña (que es metropolitana y liberal) y la Gran Bretaña que se queda atrás (que es provincial y conservadora).

Ambas explicaciones tienen mérito. Pero también hay una tercera:

  • Que el modelo de liderazgo del país se está desintegrando. Gran Bretaña se rige por una camarilla de auto-participación que premia la membresía del grupo por encima de la competencia, y auto-confianza por encima de la experiencia. Esta chumocracia (empobrecida élite) ha encontrado finalmente su Waterloo.

Considere la decisión que desató el desastre actual. David Cameron jugó el futuro del país en un simple referéndum: 51% y estás fuera. Mientras otros países, para decisiones menos trascendentes, optan por votos en dos etapas y súper-mayorías. Cameron hizo la apuesta solo para quitarse de encima la presión del ala de los euro-fóbicos del partido conservador y para evitar fugas hacia el partido independiente. Le dio mucha importancia a su capacidad de vender Bruselas en casa. A pesar de que tuvo muchos problemas en su carrera. Su renuncia provocó una guerra civil entre sus amigos de Oxford, Boris Johnson y Michael Gove, cuya mutua destrucción allanó el camino para Theresa May.

Pero tenga en cuenta la carrera actual por el liderazgo conservador que May lanzó la semana pasada cuando se vio obligada a prometer que no lo encabezará en las próximas elecciones.

Los tories están en crisis no solo porque están divididos, sino porque los diferentes candidatos son inadecuados. Jeremy Hunt, el secretario de Asuntos Exteriores, carece de principios; Sajid Javid, el secretario de Interior, carece de carisma; y Johnson, el campeón de la derecha, es una vergüenza.

La crisis de liderazgo de Gran Bretaña está arraigada en la evolución del antiguo establishment hacia una nueva clase política. Esta evolución ha sido ampliamente aclamada como un triunfo de la meritocracia sobre el privilegio y el profesionalismo sobre el amateurismo. De hecho, la nueva clase política tiene muchos de los mismos fracasos del antiguo establishment. Es introvertida y espera de sí misma, enviando a sus miembros, directamente, desde la universidad a trabajos en la villa de Westminster, donde se casan con otros de su clase. Se recuesta más en un bluff, que en expertos.

Al mismo tiempo, la clase política ha abandonado una de las virtudes del antiguo establishment. La vieja clase dominante preservaba un grado de autocontrol caballeresco. Los políticos principales dejaban el cargo para cultivar sus jardines y abrir ferias. La nueva clase política, por el contrario, carece de autolimitación, porque es más una realidad que la suerte de nacimiento. Así, la meritocracia se transforma en capitalismo de compinches. Tony Blair ha amasado una fortuna y George Osborne, el ex canciller de Hacienda de Cameron, está siguiendo sus pasos con entusiasmo.

El triunfo de la nueva élite coincide con la erosión de otros caminos en la clase dirigente. El Partido Laborista tradicionalmente reclutaba talento de la clase trabajadora a través de los sindicatos y el gobierno local. Su gobierno de 1945-51 tuvo éxito en parte porque contaba con grandes figuras como Ernest Bevin, quien perfeccionó sus habilidades de liderazgo en los sindicatos, y Herbert Morrison, que dirigía el Consejo del Condado de Londres. Los conservadores eran reclutados de una amplia gama de circunscripciones, desde la investigación a las fuerzas armadas y el mundo de los negocios.

El llamado de un bluff nacional

Hay algunas señales de que el sistema político está comenzando a desarrollar antídotos al gobierno de la chumocracia.

  • El Partido Laborista ha roto con el hábito de Blairite de colocar a los MPs (Miembros del Parlamento) metropolitanos en las circunscripciones regionales y ha comenzado a promover talentos locales como Angela Rayner (quien dejó la escuela a los 16 años sin calificaciones y un niño en camino).
  • El partido Tory ha logrado reclutar a ex soldados impresionantes como Tom Tugendhat, y Javid, el hijo de un conductor de autobús inmigrante.

La creación de líderes locales poderosos está delegando la toma de decisiones desde Londres y creando nuevas avenidas hacia la elite política nacional.

Desafortunadamente, esta autocorrección llega demasiado tarde. El fracaso de la clase política británica no solo abrió el camino al voto de Brexit. También abrió el camino a la captura del Partido Laborista por Jeremy Corbyn y su camarilla de extrema izquierda. Muchos británicos se desesperan porque tienen que elegir entre Brexit y el caos, bajo los conservadores, y el socialismo y el caos, bajo el laborismo. Si el próximo año va tan mal como este, pueden terminar con ambos. Lampadia




La política británica al borde del abismo

El populismo ha sido una de las mayores plagas de la política latinoamericana durante casi cien años. En Lampadia lo hemos calificado como ‘una alianza entre la mentira y la esperanza’. La mentira, porque el político populista sabe que no va a cumplir con lo que ofrece, solo lo hace para conseguir votos de los más necesitados y carentes de alternativas. La esperanza, porque resulta ser como el último pedazo de madera del cual uno se puede agarrar en medio del mar, después de haber llegado a creer que ya nada puede darle algo que lo ayude a mejorar su situación.

Pero, lamentablemente, esta tendencia populista está propagándose por todo el mundo. En el Reino Unido, donde los populistas lograron el voto por el Brexit, el resultado marca un cambio dramático, que parece haberlos llevado a perder perspectiva y dejar que procesos como la migración y la pérdida de competitividad con EEUU y China los lleven a una crisis de identidad y a malograr sus políticas públicas con una retórica digna de falsos paradigmas políticos.

Las consecuencias a corto plazo ya se están viendo: La incertidumbre sobre los futuros acuerdos comerciales ya ha reducido la confianza en la libra esterlina, lo que vuelve menos atractivas las inversiones. El Banco de Inglaterra llamó al Brexit “el mayor riesgo para la estabilidad financiera nacional”.

Los efectos a largo plazo son más controvertidos, aunque la mayoría de los economistas consideran que también serán negativos. Económicamente es un problema grave que llega en un mal momento para Europa. Según Martin Wolf (compartimos su artículo líneas abajo) “Las ‘Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional’ pronostican un crecimiento para la economía del Reino Unido este año y el próximo, de 1.7% y 1.5% respectivamente, lo que lo situaría cerca de la parte inferior del ranking de la UE. En 2018, solo Italia estaría (marginalmente) por debajo. Sin embargo, esta desaceleración no es tan preocupante como las deficiencias económicas a más largo plazo, como lo demuestra el informe provisional de la Comisión de Justicia Económica del Instituto para la Investigación de Políticas Públicas, con sede en Londres.”

Uno de los grandes problemas es que, como afirmó Wolf la polarización entre ‘perdedores’ y élites, duró mucho tiempo,  “los proyectos de la elite de derecha han sido bajar las tasas marginales de impuestos, inmigración liberal, globalización, cortar costosos ‘programas de ayuda social’, mercados laborales desregulados y buscar la maximización del valor para el accionista. (…) En el proceso, las élites se han desprendido de las lealtades y preocupaciones nacionales, formando en su lugar una súper-elite global. No es difícil ver por qué la gente común, en particular hombres nativos, se sienten alienados. Son perdedores, al menos relativamente; no comparten por igual las ganancias. Se sienten usados y abusados. Después de la crisis financiera y la lenta recuperación en los niveles de vida, ven a las elites como incompetentes y depredadoras. La sorpresa no es que muchos estén enojados, sino que no lo estén todos.”

Y es que, efectivamente, en los países ricos, desde la crisis del 2008/9, se descuidó a los segmentos de población que vieron debilitada su situación económica. Esto originó que estos países importen el populismo como base del nuevo discurso político, ocultando que buena parte de los impactos en la desigualdad se debían a los impactos de la ‘Cuarta Revolución Industrial’, que ha generado una inmensa ola de automatización y debilitamiento de los empleos tradicionales. Ver en Lampadia: Porqué el populismo le está ganando a los liberales.

Tomemos lo que está sucediendo en el Reino Unido como una señal de alarma para nosotros. Ahora, más que nunca, es muy importante que los países emergentes como el Perú, tomen una posición anti populismo y reafirmen su opción por un mundo más globalizado y una economía abierta, destacando la importancia del comercio internacional para nuestro desarrollo económico y para beneficio e inclusión de nuestros pobres en la economía de mercado. Lampadia

Un Brexit herido podría naufragar la economía británica

Es absurdo sugerir que el RU podría soportar el impacto de menor acceso a los mercados

Martin Wolf
Financial Times
17 de noviembre, 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

 

Los compradores en Petticoat Lane de Londres buscan mejores ofertas. Inner London es la región más rica de Europa, sin embargo, la economía del Reino Unido es una de las más divididas regionalmente, con una desigualdad en aumento © Bloomberg

La política británica está cerca del abismo. El país se ha embarcado en la separación de la UE con una primer ministra sin autoridad, y un gobierno sin unidad. Sería bueno si la economía del Reino Unido estuviera saludable. Desafortunadamente, sufre de profundas debilidades. Es probable que el Brexit muestre estos problemas con mayor claridad.

El desempeño económico de corto plazo del RU es decepcionante. Las ‘Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional’ pronostican un crecimiento para la economía del RU este año y el próximo de 1.7 % y 1.5 % respectivamente, lo que lo situaría cerca de la parte inferior del ranking de la UE. En 2018, solo Italia estaría (marginalmente) por debajo. Sin embargo, esta desaceleración no es tan preocupante como las deficiencias económicas a más largo plazo, como lo demuestra el informe provisional de la Comisión de Justicia Económica del Instituto para la Investigación de Políticas Públicas, con sede en Londres.

Entonces, ¿cuáles son las debilidades?

Las secuelas de la crisis financiera han sido devastadoras. A pesar de las ventajas de un tipo de cambio flexible y autonomía monetaria y fiscal, la recuperación ha sido la más débil desde la segunda guerra mundial. Los ingresos medios reales disponibles de los hogares son solo 5% más altos que en 2007. Nuevamente, entre 2007 y 2016, los salarios reales crecieron 10.6% en Alemania y 6.4% en promedio en los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Pero, en el Reino Unido, cayeron un 2.6%. Solo Grecia, México y Portugal tuvieron un peor desempeño en los salarios reales.

También se ha abierto una brecha generacional significativa. Quienes tenían entre 22 y 39 años experimentaron una caída del 10% en las ingresos reales entre 2007 y 2017. También fueron particularmente afectados por el aumento en los precios promedio de las viviendas de 3.6 veces el promedio anual de ingresos de hace 20 años a 7.6 veces en la actualidad. No es de sorprender que la proporción de personas de 25 a 34 años que obtuvieron una hipoteca haya caído bruscamente, del 53 % al 35 %.

La economía del Reino Unido sigue siendo la más dividida regionalmente, de Europa. Inner London es la región más rica de Europa. Las otras regiones (aparte del resto de Londres y el sureste) son mucho más pobres, sin embargo, cabe señalar que Francia, Italia y España tienen regiones más pobres que las más pobres del Reino Unido. Además, el PBI per cápita solo ha recuperado los niveles previos a la crisis en Londres y el sureste.                                                                         

Además, si bien el historial de empleo del Reino Unido ha sido bueno, el empleo a tiempo parcial es relativamente alto y varios empleos de categorías ‘inseguras’ han aumentado considerablemente. En 2016, por ejemplo, el 2.8 % de todas las personas en el empleo tenían contratos de cero horas, comparado con el 0.6 % en 2007. Debe ser difícil para las personas que trabajan bajo tales contratos tener mucho control sobre sus vidas.

El nivel de desigualdad del Reino Unido se encuentra entre los más altos de Europa. Si bien la desigualdad general no ha aumentado mucho en las últimas décadas (a diferencia de EEUU), los salarios máximos se dispararon al alza: hace 30 años, a los directores generales de la empresa se les pagaba unas 20 veces el salario del trabajador medio. Ahora es aproximadamente 150 veces. La gente podría preguntarse, dado el desempeño del Reino Unido, qué han hecho estos líderes empresariales para justificar esos enormes incrementos.

También podrían señalarse que la productividad promedio, por horas trabajadas, del Reino Unido, se encuentra entre las más bajas entre los países de altos ingresos y, lo que es peor, la productividad se ha estancado desde la crisis. En ambas medidas, el rendimiento es bastante similar al de Italia. Este rendimiento extremo de la productividad refleja en parte la cola enormemente larga (y creciente) de los de bajo rendimiento.

Por último, pero no menos importante, en esta lista de debilidades, la inversión en el Reino Unido es excepcionalmente débil según los estándares de países comparables y ha tendido a caer como una parte del PBI durante tres décadas. El gasto en investigación y desarrollo también es relativamente débil. Esto, según algunos, refleja incentivos perversos, que recompensan a la administración por la medida en que elevan los precios de las acciones en el corto plazo, en lugar de determinar si mejoran el desempeño a largo plazo de las empresas.

Esta no es una economía vigorosa y saludable que pueda soportar el impacto de un acceso sustancialmente menor a sus mercados más importantes. Es absurdo sugerir lo contrario. El desprecio que muchos políticos de la derecha parecen sentir por los pares europeos del Reino Unido es particularmente inapropiado. Las políticas destinadas a mejorar el desempeño económico en todos los ámbitos son esenciales, sobre todo porque la decepción económica debe haber sido uno de los motivos de la votación del Brexit. Sin embargo, es probable que el impacto del Brexit, combinado con las debilidades subyacentes del Reino Unido, provoque una decepción aún más grave.

El Reino Unido se ha embarcado en un viaje arriesgado en un barco con coladeras. Cuidado con el naufragioLampadia

 




7 cuadros muestran la realidad global

La economía mundial está mejorando. La pregunta es qué tan duradera será esta mejora. Lo ideal sería llegar a un período de crecimiento rápido y sostenido, pero según Martin Wolf esto es poco probable.

El año pasado, la economía mundial creció un 3.1 % (ajustado a PPP). El FMI prevé ahora un crecimiento del 3.5% en 2017 y de 3.6% en 2018. Estas previsiones son más o menos idénticas a las publicadas en octubre pasado. Como observa el WEO (World Economic Outlook), incluso el comercio mundial se está fortaleciendo. Sin embargo, según Wolf, esta subida tiene que ser puesta en contexto: viene después de muchos años de crecimientos reducidos.

Fuente: unsam.edu.ar

En general, se prevé que, a menos que existan acontecimientos imprevistos, continúe la recuperación y se achiquen las brechas de producción en muchas economías avanzadas en los próximos años. La pregunta más importante entonces es si las políticas monetarias darán el apoyo necesario a la economía.

Para explicar su punto de vista, Wolf (en un artículo compartido líneas abajo) comparte siete gráficos que muestran qué está sucediendo en la economía mundial. En resumen, afirma que “La “gran divergencia” de los siglos XIX y principios del XX, cuando las economías de alto ingreso de hoy en día estaban por delante del resto del mundo en términos de riqueza y poder, ahora está yendo en reversa rápidamente. Donde una vez hubo divergencia, ahora vemos una “gran convergencia”. El cambio trata sobre el ascenso de Asia y, más importante, de China.”

Según Wolf, los países emergentes se han vuelto cada vez más importantes en la producción y en la población mundial. Esta convergencia económica y los cambios en la población son elementos centrales en el gran panorama económico.

Para lograr una recuperación duradera, se necesitarán formular políticas que apoyen la inversión pública y privada, fomentar la innovación, mantener economías abiertas y competitivas y reducir la reglamentación cuando ésta sea excesiva. Sin embargo, los responsables de la formulación de políticas también deben asegurarse de que los beneficios del crecimiento, la globalización y el comercio global,sean mucho más ampliamente compartidos que antes.

Como dijo Nouriel Roubini, la semana pasada en Lima (Universidad del Pacífico), la economía global se está beneficiando de dos shocks de oferta, el desarrollo tecnológico y la incorporación a la economía de mercado y la producción de grandes poblaciones en China, India, Asia y también en América Latina. Más allá de eventos imprevistos, esto trae condiciones estructurales favorables al crecimiento y baja inflación.

Roubini también nos dijo que en gran medida, Latinoamérica ha aprendido sus lecciones, todos buscan estabilidad macroeconómica y crecimiento. Ya sufrieron los embates del populismo.

Este fue claramente el caso del Perú, que gracias a las reformas de los años 90, estuvo listo para aprovechar los mejores años de la globalización, el comercio internacional, los flujos de capital, las bajas tasas de intereses  y la mejora de los términos de intercambio. Esto nos permitió atraer inversiones, crecer y reducir la pobreza y la desigualdad.

Lamentablemente, este proceso se interrumpió con el gobierno del nacionalismo, algo que el gobierno de PPK no ha sabido remediar hasta ahora.

Hoy día, el crecimiento de los países emergentes y del mundo en su conjunto, es el doble de nuestro crecimiento. Un crimen para un país que tiene la mesa servida para desarrollar su inmenso potencial productivo. Veamos si el 28 de julio, PPK hace propósito de enmienda y recuperamos un proceso que jamás debimos suspenderLampadia

 

La gran lectura

Siete gráficos que muestran cómo el mundo desarrollado está perdiendo su ventaja

Martin Wolf
Financial Times 
19 de julio de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

Fuente: twimg.com

La brecha entre las naciones ricas y las pobres se achica a medida que las fuentes de dinamismo en las economías de altos ingresos se frenan, escribe Martin Wolf.

¿Qué está pasando con la economía mundial? Aquí hay algunas respuestas, en siete cuadros que revelan un mundo que experimenta profundos cambios.

La transformación más importante de las últimas décadas ha sido la disminución del peso de los países de altos ingresos en la actividad económica mundial. La “gran divergencia” de los siglos XIX y principios del XX, cuando las economías de altos ingresos de hoy en día estaban por delante del resto del mundo en términos de riqueza y poder, ahora está yendo rápidamente en reversa. Donde una vez hubo divergencia, ahora vemos una “gran convergencia”. Sin embargo, también es una convergencia limitada. Todo el cambio trata sobre el ascenso de Asia y, más importante, el de China.

Nada ilustra mejor el avance de China que sus enormes ahorros. Estos son tan grandes, en parte porque la economía se ha vuelto tan grande y en parte porque los hogares y las empresas chinas ahorran mucho. Es probable que el capital chino, los mercados de capitales y las instituciones financieras se vuelvan más influyentes en la economía mundial en el siglo XXI, como el capital de Estados Unidos, los mercados de capitales y las instituciones financieras en el siglo XX.

Los países emergentes y en desarrollo no sólo se han vuelto cada vez más importantes en la producción mundial, sino que son cada vez más importantes en la población mundial. El descenso de los países de altos ingresos es dramático. Las Naciones Unidas pronostican que, para el año 2050, la población del África subsahariana será casi tan grande como la de todos los países de altos ingresos en 1950. Los desafíos creados por este cambio en la población mundial son evidentes.

La convergencia económica y los cambios en la población son elementos centrales en el gran panorama económico. Un tercero es el cambio tecnológico. La convergencia del procesamiento de datos con la comunicación nos ha llevado al Internet, la tecnología más importante de nuestra era. El colapso del costo relativo de los semiconductores es la base de esta revolución tecnológica, que intrigante y preocupantemente, parece haber disminuido.

Estados Unidos ha impulsado la frontera tecnológica global hacia el exterior desde finales del siglo XIX. Robert Gordon, profesor de ciencias sociales en la Universidad Northwestern, ha demostrado que la economía estadounidense no ha igualado la excepcional productividad alcanzada entre 1920 y 1970. También muestra que la explosión del crecimiento de la productividad entre 1994 y 2014, a menudo atribuida al Internet, ha terminado en un período extremadamente bajo de crecimiento de la productividad. La mitigación parece explicar, como máximo, sólo una pequeña parte de esta inquietante desaceleración. La débil inversión desde la crisis financiera es otra explicación parcial. 

La economía mundial no se está des-globalizando. Pero el rápido crecimiento tanto del comercio como de los activos y pasivos financieros transfronterizos y del comercio, en relación con la producción mundial, se ha detenido. En el caso de las finanzas, las explicaciones plausibles son la aversión al riesgo y a la re-regulación. En términos de comercio, el último acto importante de liberalización del comercio fue la adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio, ocurrida ya en 2001. Muchas de las oportunidades que ofrece la integración transfronteriza de las cadenas de suministro también se han agotado.

El rápido cambio en el poder económico relativo y los enormes cambios en el tamaño relativo de las poblaciones dan forma a nuestro mundo. Al mismo tiempo, las fuentes de dinamismo -el cambio tecnológico, el crecimiento de la productividad y la globalización- se están desacelerando a una velocidad preocupante. Un resultado, fuertemente reforzado por la crisis (2008/9), ha sido el estancamiento real de los ingresos en muchos países de ingresos altos.

El aumento de la presión populista en las economías de altos ingresos hace que manejar estos cambios sea largamente más difícil. Entre los acontecimientos más significativos se encuentran los ingresos reales planos o descendentes desde la crisis financiera. Hasta dos tercios de la población de muchos países de altos ingresos parecen haber sufrido un descenso de los ingresos reales entre 2005 y 2014. No es de extrañar que muchos votantes estén descontentos. No están acostumbrados a esto ni desean acostumbrarse.

La producción entre 1990 y 2022 (la participación de los países de altos ingresos en la producción mundial) pronosticada por el Fondo Monetario Internacional, prevé que el porcentaje de la producción mundial de los países de ingresos altos, medido a paridad del poder adquisitivo, caería de 64 % a sólo 39 %. Cabe destacar que los países emergentes y en desarrollo de Asia representan la totalidad del aumento de la participación de los países emergentes y en desarrollo: se prevé que la proporción de países emergentes y en desarrollo de Asia aumente de 12% a 39% del total mundial en este periodo.

Para el año 2022, se prevé que la participación de los países emergentes y en desarrollo de Asia en la producción mundial sea la misma que la de los países de ingresos altos. El auge de China es la razón principal de este cambio dramático en el poder económico relativo, aunque el aumento de la India también es significativo. Se prevé que la participación de China en la producción mundial pasará del 4% en 1990 al 21% en 2022. La de la India aumentará del 4% a 10%.

Los ahorros brutos de China (a tasas de cambio del mercado) son casi tan grandes como los de Estados Unidos y la UE combinados. China ahorra casi la mitad de sus ingresos nacionales. Esta proporción extraordinariamente alta probablemente disminuirá, pero esa disminución se establecerá de manera gradual, ya que es probable que los hogares chinos sigan siendo frugales y la participación de los beneficios en el ingreso nacional es probable que siga siendo alta.

Entre 1950 y 2015, la proporción de los actuales países de ingresos altos en la población mundial cayó del 27% a 15%. Incluso la participación de China cayó del 22 % al 19 %. Se prevé que la India será el país más poblado del mundo en 2025. Las Naciones Unidas proyectan que la participación de África subsahariana alcanzará el 22% del total en 2050.

El colapso en el precio de los semiconductores es la fuerza impulsora detrás de la revolución en comunicaciones y procesamiento de datos. El precio relativo del procesamiento de la información ha disminuido casi un 96 % desde 1970. La pendiente de la línea en la escala logarítmica muestra la tasa de disminución relativa de los precios, que se redujo drásticamente después de 2010.

El economista Robert Gordon ha revelado que el desempeño de la productividad de los Estados Unidos entre 1920 y 1970 (como lo indica el crecimiento de la “productividad total de los factores” – una medida del crecimiento de la producción por unidad de insumos) no ha sido igualado desde entonces. También muestra que la explosión ascendente entre 1994 y 2014 se perdió en un período de crecimiento de productividad extremadamente bajo.

El rápido crecimiento de los activos y pasivos comerciales y financieros, en relación con la producción mundial, se detuvo después de la crisis financiera. El proteccionismo puede ser parte de la razón, pero no parece ser el factor dominante. El agotamiento de muchas oportunidades comerciales, la desaceleración de la liberalización y la debilidad de las inversiones parecen explicar esta desaceleración.

Alrededor de dos tercios de la población de 25 países de ingresos altos tuvieron ingresos reales planos o descendentes entre 2005 y 2014, según un análisis publicado en julio de 2016 por el McKinsey Global Institute. Este estancamiento fue particularmente fuerte en Italia y Estados UnidosLampadia

 




Sobre cómo terminar la vida con mayor dignidad

El mundo de hoy se caracteriza por ser disruptivo, romper tabúes y mitos y desarrollar una conciencia sobre cosas que antes no se hablaban. Una de ellas, probablemente una de las más duras, es el tabú de hablar sobre la muerte. Esto está cambiando; lo cual, con el tiempo, ayudará a reducir la brecha entre lo que la gente quiere que suceda en los últimos días de sus vidas y lo que probable obtengan. Como argumenta un reciente editorial de The Economist titulado “Atención al final de la vida – Cómo tener una mejor muerte” , “aunque la muerte es inevitable, una mala muerte no lo es”.

The Economist describe que la paradoja de la medicina moderna es que las personas viven más tiempo y, sin embargo, con más enfermedades. Lamentablemente, la muerte rara vez es rápida o indolora. A menudo es traumática. Gran parte de la discusión durante el periodo de tratamiento se centra en la medicina, pero casi no se les pregunta a los pacientes lo que más importa: ¿hasta qué punto quieren luchar? ¿Qué decisiones quieren tomar al respecto?

En el mundo moderno en el que vivimos actualmente, la mayoría de las personas mueren en un hospital o en un hogar de ancianos, a menudo después de un tratamiento largo y agresivo. Muchos mueren solos, confundidos y con dolor. Esto debería cambiar.

Según el cuadro publicado por The Economist, los esfuerzos de los médicos para extender la vida no siempre se alinean con las prioridades de sus pacientes. Como se puede observar en el gráfico superior, vivir lo más posible fue considerado lo menos importante de las siete preguntas hechas a los encuestados de cuatro países.

Algunos de los extractos más importantes que menciona el artículo de The Economist son:

“Hasta el siglo XX, el ser humano promedio vivía tanto como un chimpancé. Hoy la ciencia y el crecimiento económico significan que ningún mamífero terrestre vive más tiempo que el humano.”

“Estas muertes medicalizadas no parecen ser lo que la gente quiere. (…) La mayoría de las personas en buena salud esperan que, cuando llegue el momento, mueran en casa. Quieren morir libres de dolor, en paz, y rodeados de seres queridos para quienes no son una carga.”

“Pero con demasiada frecuencia los pacientes reciben un tratamiento drástico a pesar de sus deseos. Casi siempre, cuando los médicos hacen “todo lo posible”, como han sido entrenados, no hablan sobre las preferencias de las personas o se aseguran que el pronóstico se entienda claramente.”

“Este periódico ha pedido la legalización de la muerte asistida por el médico, de modo que los enfermos en fase terminal pueden ser ayudados a terminar sus vidas si así lo desean.”

“La mayoría de los médicos ingresan a la medicina para ayudar a las personas a retrasar la muerte, no para hablar de su inevitabilidad. (…) Pero hay que hablar al respecto. Las conversaciones honestas y abiertas con los moribundos deben ser parte de la medicina moderna, como la prescripción de medicamentos o acomodar los huesos rotos. Una mejor muerte significa una vida mejor, hasta el final.”

En una entrevista de El País de España a Rita Levi-Montalcini (científica italiana, premio Nobel de Medicina y feminista), se le preguntó ¿Cuánto desearía vivir? Su respuesta fue muy llamativa:

El tiempo que funcione el cerebro. Cuando por factores químicos pierda la capacidad de pensar, dejaré dicho en mi testamento biológico que quiero ser ayudada a dejar mi vida con dignidad. Puede pasar mañana o pasado mañana. Eso no es importante. Lo importante es vivir con serenidad, y pensar siempre con el hemisferio izquierdo, no con el derecho. Porque ése lleva a la Shoah, a la tragedia y a la miseria. Y puede suponer la extinción de la especie humana.”

En diciembre de 1999, reabrió, junto al periodista Indro Montanelli, el debate sobre la eutanasia en Italia, al declarar públicamente su deseo de encontrar un médico, que llegado el momento, les ayudara a morir.

Tras una larga y fructuosa vida, el 30 de diciembre del 2012, Rita Levi-Montalcini falleció en su residencia de Roma a los 103 años de edad. No se dieron las causas de su muerte, aunque se asume que fue por causas naturales.

La verdad es que la ciencia continúa avanzando a pasos agigantados, prolongándonos la vida y brindándonos más tiempo con nuestros seres queridos. Sin embargo, la gran científica Levi-Montalcini y The Economist están de acuerdo que la calidad de vida es más importante que la duración de la misma. Lampadia

“Cuando ya no pueda pensar, quiero que me ayuden a morir con dignidad”

Entrevista de Miguel Mora
El País de España
Suplemento Domingo
19 de abril de 2009
Glosado por Lampadia

La investigadora italiana murió en Roma a los 103 años, en diciembre de 2012. Fuente: Twitter

“Decidí no casarme cuando era adolescente. Nunca habría obedecido a un hombre, como mi madre a mi padre”

Hasta los 100 años visitaba por las mañanas el European Brain Research Institute, el instituto que creó en Roma, y supervisaba los experimentos de “un grupo de estupendas científicas jóvenes, todas mujeres”, que siguen aprendiendo cosas sobre la molécula proteica llamada Factor de Crecimiento Nervioso (NGF), que ella descubrió en 1951 y que juega un papel esencial en la multiplicación de las células, y sobre el cerebro, su gran especialidad. “Son todas féminas, sí, y eso demuestra que el talento no tiene sexo. Mujeres y hombres tenemos idéntica capacidad mental”, dice.

Con ella estuvo, por 40 años, su mano derecha, Giuseppina Tripodi, con quien publicó un libro de memorias, La clepsidra de una vida, síntesis de su apasionante historia: su nacimiento en Turín dentro de una familia de origen sefardí, la decisión precoz de estudiar y no casarse para no repetir el modelo de su madre, sometida al “dominio victoriano” del padre; el fascismo y las leyes raciales de Mussolini que le obligaron a huir a Bélgica y a dejar la universidad; sus años de trabajo como zoóloga en Misuri (Estados Unidos), el premio en Estocolmo -“ese asunto que me hizo feliz pero famosa”-, sus lecturas y sus amigos (Kafka, Calvino, el íntimo Primo Levi), hasta llegar a sus últimos días.

Siguió viviendo a fondo, comía una sola vez al día y dormía tres horas. Su actitud científica y vital  fue de izquierdas. Pura cuestión de raciocinio, explicaba, porque la culpa de las grandes desdichas de la humanidad la tiene el hemisferio derecho del cerebro. “Es la parte instintiva, la que sirvió para hacer bajar al australopithecus del árbol y salvarle la vida. La tenemos poco desarrollada y es la zona a la que apelan los dictadores para que las masas les sigan. Todas las tragedias se apoyan siempre en ese hemisferio que desconfía del diferente”.

Laica y rigurosa, apoyaba sin rodeos el testamento biológico y la eutanasia. Y no temía a la muerte. “Es lo natural, llegará un día pero no matará lo que hice. Sólo acabará con mi cuerpo”. Para su centenario, la profesora no quiso regalos, fiestas ni honores. Ese día dio una conferencia sobre el cerebro.

Pregunta. ¿Cómo es la vida a los cien años?

Respuesta. Estupenda. Sólo oigo con audífono y veo poco, pero el cerebro sigue funcionando. Mejor que nunca. Acumulas experiencias y aprendes a descartar lo que no sirve.

P. ¿Recuerda el momento en que decidió estudiar? ¿Qué dijo su padre?

R. Era el periodo victoriano. Mi padre era una persona de gran valor intelectual y moral, pero un victoriano. Desde niña estaba contra eso, porque veía a mi padre dominar todo, y decidí que no quería estar en un segundo plano como mi madre, a la que adoraba. Él me dijo: “No lo apruebo pero no puedo impedírtelo”.

P. ¿Qué momentos de su vida han sido más emocionantes?

R. El descubrimiento que hice, que hoy es más importante que entonces. Cuando cada experimento confirmaba mi hipótesis, que iba completamente contra los dogmas de ese tiempo, viví momentos emocionantes. Quizás el más emocionante. Por el resto, el reconocimiento de Estocolmo me dio mucho placer, claro, pero fue menos emocionante.

P. Su tesis demostró que, de los dos hemisferios del cerebro, uno está menos desarrollado que el otro.

R. Sí, el cerebro límbico, el hemisferio derecho, no ha tenido un desarrollo somático ni funcional. Y, desgraciadamente, todavía hoy predomina sobre el otro. Todo lo que pasa en las grandes tragedias se debe al hecho de que este cerebro arcaico domina al de la verdadera razón. Por eso debemos estar alerta. Hoy puede ser el fin de la humanidad. En todas las grandes tragedias se camufla la inteligencia y el razonamiento con ese instinto de bajo nivel. Los regímenes totalitarios de Mussolini, Hitler y Stalin convencieron a las poblaciones con ese raciocinio, que es puro instinto y surge en el origen de la vida de los vertebrados, pero que no tiene que ver con el razonamiento. El peligro es que aquello que salvó al australopithecus cuando bajó del árbol siga predominando.

P. En cien años usted ha conocido esos totalitarismos. ¿Cómo se puede evitar que vuelvan?

R. Hay que comenzar en la infancia, con la educación. El comportamiento humano no es genético sino epigenético, el niño de dos o tres años asume el ambiente en el que vive, y también el odio por el diferente y todas esas cosas atroces que han pasado y que pasan todavía.

P. ¿Qué aprendió de sus padres? ¿Qué valores le transmitieron?

R. Lo más importante era comportarse de una manera razonable, saber lo que vale de verdad. Tener un comportamiento riguroso y bueno, pero sin la idea del premio o el castigo. No existía la idea del cielo y el infierno. Éramos religiosos, pero la actitud ante la vida no tenía que ver con la religión. Existía el sentido del deber, pero sin compensación post mortem. Debíamos comportarnos bien, eso era una obligación. Entonces no se hablaba de genética, pero era ese espíritu. Sin premio ni miedo.

P. Su origen es sefardí. ¿Hablaban español en casa?

R. No, nunca tuvimos mucha relación con esa lengua. Sabíamos que veníamos de la parte sefardí y no de la askenazi, pero no se hablaba de ello, no nos importaba mucho ser de una u otra. Spinoza me hacía feliz, era un gran referente cultural, y todo lo que sabíamos procedía de los grandes pensadores hebreos, pero no había un sentido de orgullo, de ser mejores, nunca pensamos así. Me sentí siempre judía e italiana, las dos cosas al 100%. No veía dificultad en eso.

P. ¿Cómo ve a Italia hoy?

R. Tiene un fortísimo capital humano, capacidad innovadora y de convivencia, orgullo del pasado, y no se siente demasiado afectada por las cosas negativas, como la mafia. Siempre sentí que era un país del que era una suerte formar parte y haber nacido. Ser italianos era parte de nosotros, nadie nos preguntaba si éramos italianos o no. También era una suerte ser judía. No conocí la Biblia, no tuve una educación religiosa, y me reflejaba en el capital artístico y moral italiano y judío. No pertenecí a una pequeña minoría perseguida, sabía que eso ocurría, pero no me sentía parte de ello. Desde niña me sentía igual que los demás. Cuando me preguntaban “¿cuál es tu religión?”, contestaba: “Yo, librepensadora”, y nadie sabía qué era eso. Y tu padre qué es: ingeniero.

P. ¿Cómo vivió el fascismo?

R. No siento rencor personal. Sin las leyes raciales, que determinaron que los judíos éramos una raza inferior, no hubiera tenido que recluirme en mi habitación para trabajar, en Turín y luego en Asti. Pero nunca me sentí inferior.

P. ¿Así que no sintió miedo?

R. Miedo, no; desprecio y odio sí, netamente por Mussolini. A mi profesor Giuseppe Levi lo seguí paso a paso y era feliz por lo que él valientemente osaba hacer y decir. Nunca sentí la persecución porque mis compañeros de universidad católicos me consideraban igual. Y no tuve sensación de peligro. Cuando empezaron las persecuciones, eran tan inmundas las cosas que se decían que no me daba por aludida. Estaba ya licenciada en 1936, había estudiado con Renato Dulbecco, católico, y Salvatore Luria, judío, y no tenía sensación de ser distinta.

P. ¿Cree que hay peligro de que vuelva el fascismo?

R. Sí, en los momentos críticos prevalece más la componente instintiva del cerebro, que se camufla de raciocinio y anima a los jóvenes a razonar como si fueran parte de una raza superior.

P. ¿Qué piensa del poder que tiene la Iglesia? ¿Es demasiado?

R. Sí. Fui la primera mujer admitida en la Academia Pontificia y tuve una buena relación con Pablo VI y con Wojtyla, también con Ratzinger, aunque menos profunda que con Pablo VI, al que estimaba mucho. No la tuve en cambio con aquel considerado el Papa Bueno, Roncalli (Juan XXIII), que para mí no era bueno, porque era muy amigo de Mussolini y cuando comenzaron las leyes antifascistas dijo que había hecho un gran bien a Italia.

P. ¿Ha cambiado mucho su pensamiento a lo largo de la vida?

R. Poco, poco. Siempre pensé que la mujer estaba destruida porque el hombre imponía su poder por la fuerza física y no por la mental. Y con la fuerza física puedes ser maletero, pero no un genio. Lo pienso todavía.

P. ¿Le importó alguna vez la gloria?

R. Para mí, la medicina era la forma de ayudar a los que no tenían la suerte de vivir en una familia de alto nivel cultural como la mía. Esa línea recta no ha cambiado. La actividad científica y la social son la misma cosa. La ayuda a las mujeres africanas y la medicina son lo mismo.

P. ¿El cerebro sigue siendo un misterio?

R. No. Ahora es mucho menos misterioso. El desarrollo de la ciencia es formidable, sabemos cómo funciona desde el lado científico y tecnológico. Su estudio ya no es un privilegio de los expertos en anatomía, fisiología o comportamiento. Los anatomistas no han hecho gran cosa, quitando algunos. Ahora ya no hay barreras. Físicos, matemáticos, informáticos, bioquímicos y biomoleculares, todos aportan cosas nuevas. Y eso abre posibilidades a nuevos descubrimientos cada día. Yo misma, a los 100 años, sigo haciendo descubrimientos que creo importantes sobre el funcionamiento del factor que descubrí hace más de 50 años.

P. ¿Hará fiesta de cumpleaños?

R. No, me gustaría ser olvidada, ésa es mi esperanza. No hay culpa ni mérito en cumplir 100 años. Puedo decir que la vista y el oído han caído, pero el cerebro no. Tengo una capacidad mental quizá superior a la de los 20 años. No ha decaído la capacidad de pensar ni de vivir…

P. Díganos el secreto.

R. La única forma es seguir pensando, desinteresarse de uno mismo y ser indiferente a la muerte, porque la muerte no nos golpea a nosotros sino a nuestro cuerpo, y los mensajes que uno deja persisten. Cuando muera, solo morirá mi pequeñísimo cuerpo.

P. ¿Está preparada?

R. No hace falta. Morir es lógico.

P. ¿Cuánto desearía vivir?

R. El tiempo que funcione el cerebro. Cuando por factores químicos pierda la capacidad de pensar, dejaré dicho en mi testamento biológico que quiero ser ayudada a dejar mi vida con dignidad. Puede pasar mañana o pasado mañana. Eso no es importante. Lo importante es vivir con serenidad, y pensar siempre con el hemisferio izquierdo, no con el derecho. Porque ése lleva a la Shoah, a la tragedia y a la miseria. Y puede suponer la extinción de la especie humana.

En 1986 ella y Stanley Cohen recibieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina. Fuente: Woman Essentia

Premios recibidos por Rita Levi-Montalcini

  • En 1968 fue la décima mujer elegida como miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos
  • En 1983 recibió, junto a Stanley Cohen y a Viktor Hamburger, el premio Louisa Gross Horwitz en Biología y Bioquímica de la Universidad de Columbia.
  • En 1986 ella y Stanley Cohen recibieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina.
  • En 1987 Medalla Nacional de la Ciencia, máximo reconocimiento de la comunidad científica estadounidense.
  • En 2001 fue designada senadora vitalicia por el presidente de la república italiana Carlo Azeglio Ciampi.
  • En 2006 se le otorgó el doctorado honoris causa en ingeniería biomédica en el Politécnico de Turín, en su ciudad natal.
  • En 2008 recibió el grado de doctora honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid.
  • En 2011 investida doctora “honoris causa” por la Universidad McGill.

Fuente: Wikipedia

Cumpliendo 100 años. Fuente: RTVE.es

Lampadia 




El sentido común de la modernidad

Hay una serie de situaciones de la vida social y económica de las naciones que van creando condiciones que crean una suerte de culturización sobre importantes elementos que determinan el pensamiento y comportamiento de los ciudadanos.

Por ejemplo, una economía pequeña y estancada, que no crece, genera un paradigma Ganar-Perder. En otras palabras, si no hay crecimiento, si la torta de la economía se estanca, los que quieren mejorar sus condiciones recurren a capturar una mayor proporción de lo existente, a costa de los demás, que terminan perdiendo.

En cambio, en una economía que crece sostenidamente, el modelo mental que se desarrolla es el de Ganar-Ganar. Por lo tanto el comportamiento social y político es más cooperativo, puesto que el crecimiento permite compartir beneficios. Además, este modelo mental tiende a retroalimentarse, puesto que lo deseable es la búsqueda de mayor crecimiento. Se propicia así una cultura de crecimiento.

Fuente:  experiencepraxis.com

Otro fenómeno, menos identificado como un elemento de formación del sentido común popular es lo que podemos definir como ‘lluvia ácida’,  aquella monserga que al repetirse todos los días, al instalarse en los textos escolares, al difundirse en los medios, especialmente los de radio y televisión, van percolando casi inconscientemente, subliminalmente, en la mente de los ciudadanos para sembrar los elementos básicos de una determinada forma de pensar o una ideología.

Pues, desde la dictadura militar del año 1968, hasta principios de los años 90, y posteriormente mediante la captura de la mayoría de los medios de comunicación a  nivel nacional, especialmente las radios de las regiones, hemos recibido una ‘lluvia ácida’ del socialismo latinoamericano, de la teoría de la dependencia, de la primacía del Estado en el desarrollo del país, de la ‘perversión’ de la inversión privada, y tantos otros que ha malogrado cerebros brillantes y ha diseminado un equívoco sentido común sobre el desarrollo y la modernidad.

Así desarrollamos una cierta resistencia social al ‘éxito’, generamos desconfianza y seguramente envidia de quienes triunfaban, tendiendo a preferir, en el lenguaje político, el igualamiento en la pobreza.

Quién por primera vez se atrevió a hablar de la ‘cultura del éxito’, fue Vargas Llosa en la campaña electoral de 1990. A pesar de su derrota, la prédica percoló en las clases emergentes, donde posteriormente tuvo mucha acogida una publicación alusiva al ‘Éxito’ de los emprendedores peruanos.

La posterior afirmación de la Nueva Clase Media Emergente, demuestra que a nivel popular, el lenguaje interior de las familias y de los ciudadanos, a diferencia del lenguaje social y político, se acerca a la ‘cultura del éxito’.

Lo mismo puede deducirse de los superados intentos de migración de nuestros jóvenes, que hasta hace pocos años, cuando todavía sentíamos inviable al Perú, el 86% de ellos pensaban migrar, fundamentalmente a EEUU, Chile, España e Italia (antes de la crisis europea), pensaban desarrollar sus vidas en economías de mercado, donde, al igual que los tres millones de peruanos que ya se fueron, trabajarían con ahínco, educarían a sus hijos, ahorrarían, participarían de la vida ciudadana y enviarían dinero a sus familiares en el Perú.

Estos desarrollos nos llevan a plantear la existencia de una contradicción en el pensamiento popular, entre el lenguaje individual y el pensamiento colectivo y el discurso político. ¿Por qué no se ha producido una síntesis? Pues, de alguna medida, porque ninguno de nuestros políticos se atreve a abrazar el individualismo por miedo a ser sepultado por los medios y contrincantes. Nadie se atreve a sacar de nuestras entrañas, la esencia del nuevo peruano y traerla a las portadas de los medios. Seguimos persiguiendo nuestra cola, con los mismos líderes y las mismas ideas, que no nos representan, que no nos ofrecen prosperidad, pero son las únicas que tenemos por delante en la pobre baraja política.

Por ejemplo, después de una feroz campaña política, prácticamente el 80% de los peruanos rechazaron el lenguaje del cambio de constitución, del cambio del modelo económico, de la preeminencia del Estado en la economía, etc., pero los ganadores de la primera vuelta, con la avanzada de PPK (planteando visitar a Santos en la cárcel el 11 de abril a las 8:30 de la mañana) echó sal a las heridas de la campaña e hizo casi imposible la convergencia de las fuerzas pro-mercado y pro-inversión, llevándonos a una situación que ya empieza a mostrar debilidad de liderazgo en medio de confrontaciones debilitantes.

Ya es hora de rescatar de nuestro instinto popular, nuestras inclinaciones por el trabajo y la modernidad, con un liderazgo político valiente que nos permita terminar de superar el modelo mental de ganar-perder, cicatrizar las huellas de la lluvia ácida y adoptar la ‘Cultura del Crecimiento’, que permitió grandes saltos de la humanidad hacia una mayor prosperidad como la alcanzada por las naciones más ricas, espacio donde el destino todavía nos tiene reservado un lugar de privilegio.      

Joel Mokyr, israelita, profesor de historia económica en Northwestern University, Chicago, en su recién publicado libro, nos explica: “Sobre todo, el crecimiento económico moderno o el ‘Gran Enriquecimiento’ dependieron de un conjunto de cambios radicales de creencias, valores y preferencias –un conjunto de elementos al que llamo ‘cultura’”.

Mokyr explica la importancia que tuvo la ‘Ilustración Europea’ en propulsar el crecimiento económico del siglo XIX, que junto con la Revolución Industrial y el ‘aumento de los conocimientos útiles’, fueron el gran motor de la historia económica. Este último factor, en la medida que se difunde y absorbe por la sociedad, consolida el cambio cultural hacia el desarrollo.

Lamentablemente en el Perú, nadie nos ha explicado los cambios de nuestra historia económica reciente, ni las relaciones causa-efecto que les dieron vida. En las últimas cinco décadas, los peruanos hemos pasado del apagón de 30 años (60s, 70s y 80s), a un crecimiento explosivo con mejoras sociales indiscutibles (1993 – 2011), para luego dudar de todo y parar el crecimiento y la inclusión (2011 – 2016), y finalmente hoy, aterrizar en un gobierno que para ser exitoso tiene que recoger el sentir político de la población, expresado en el voto de la primera vuelta. Ya hemos visto que Ejecutivo y Legislativo se necesitan mutuamente para consolidar una agenda común de gobierno que invite a la gran mayoría de los peruanos a la ‘Gesta del Crecimiento’.

Esperamos una pronta reacción de nuestra clase dirigente para consolidar en el país, la cultura del crecimiento y que el CADE que empieza mañana, nos acerque a la convergencia cultural de la modernidad. Lampadia  




Tara: Otro gran potencial para enriquecer la sierra

Tara: Otro gran potencial para enriquecer la sierra

No muchos peruanos han oído hablar o conocen directamente la planta de la Tara, a pesar de que se origina en el Perú. Conocida por la ciencia como Caesalpinia Spinosa, fue utilizada por las culturas precolombinas como colorante natural, hoy su demanda crece permanentemente en los mercados internacionales, y su utilidad se ha expandido como insumo de muchas industrias a lo largo del planeta.

Los principales usos de la tara son: en polvo como colorante natural para la curtiembre, insumo para el plástico y la producción de adhesivos, y la goma de Tara en la industria alimentaria, por ejemplo, como una estabilizador de productos lácteos. También se utiliza como insumo de la industria farmacéutica para úlceras y problemas inflamatorios e infecciosos.

Piura: El Perú es el primer productor de tara

Fuente: Correo

El Perú produce el 80% de la tara a nivel mundial, y los departamentos de mayor producción son Cajamarca (45%), La Libertad (18%), Ayacucho (14%) y Áncash (8%). Además hay nuevas iniciativas en Ica y Lambayeque. Sin embargo, sólo se llega a exportar unas 5 mil toneladas, y la demanda mundial es del orden de las 100 mil toneladas, siendo los principales mercados EEUU, Alemania, Suiza, España e Italia.

Según el Minagri, “La tara es considerada uno de los productos más rentables dentro de la agro exportación peruana, debido a su gran acogida y altos precios mundiales”.

Las semillas de este arbusto producen derivados que llegan a tener altos costos en el mercado internacional, como el polvo de Tara que puede superar los US$ 820 TM en Puerto Peruano y se triplica en Europa, mientras que la goma, que se obtiene de la pulpa de la tara, tiene un precio nacional de embarque de US$ 6,600 TM y en el exterior puede sobrepasar los US$ 10,000 mil dólares TM.

El Ministerio de Agricultura en alianzas con los gobiernos regionales y locales, empresas,  ONG’s y los pequeños productores han instalados plantones de tara a nivel nacional para incrementar la exportación. Según el Minagri, la exportación de tara en polvo alcanzó US$ 30.3 millones a un precio de US$ 1.48 kilo promedio en 2015. 

Tara

Al país a que más se le exporta Tara es a China (donde se utiliza para extraer ácido gálico, que tiene un valor de venta por kilo que se sextuplica el valor del insumo), con un total de U$ 10.5 millones (35% del total), le sigue Italia con U$ 4.4 millones (14%) y Brasil U$ 4.2 millones (14%).

Tara exportación

Fuente: www.agrodataperu.com

Según los Datos de la Comisión Nacional contra la Biopiratería, las solicitudes de patentes más reiteradas en el Perú son por la tara (de las casi 11 mil solicitudes de patentes, cerca de 4 mil le pertenecen a la tara), el yacón (3,221 solicitudes), la maca (1,406 solicitudes) y la uña de gato (843 solicitudes).

Esto muestra el gran interés mundial que existe por nuestros productos andinos. Así tenemos también los otros granos andinos, el más nutritivo de ellos, la famosa y renombrada quinua, la cual ha sido reconocida como un “súper alimento” con renombre internacional y, el 2013, a instancias de la FAO,  fue declarado por la ONU: Año Internacional de la Quinua. Ver en LampadiaLa Quinua lleva a la sierra a los mercados globales y al desarrollo. Otros granos andinos renombrados son la kiwicha (o amaranto), la qañiwa y el tarwi. Estos productos tienen un alto valor proteico, mayor al de los demás cereales, y un gran  potencial de popularizarse a nivel mundial.

Todos estos productos son muy valiosos, sus cualidades han sido ignoradas por muchos años y su aprovechamiento, en el propio Perú y en los mercados internacionales, desperdiciado. Esto ha sido consecuencia de la mala reforma agraria que alejó la inversión privada del campo desde los años 60, con la consiguiente falta de acceso a la innovación y avances tecnológicos que se dieron en el último tercio del siglo pasado.

Por fin estamos poniendo en valor nuestros productos serranos. Debemos aprovechar esta oportunidad única para mostrarle al mundo que un país milenario como el Perú, tiene valiosos desarrollos genéticos y alimenticios como el de los granos andinos. Del mismo modo podremos promover más tarde las raíces andinas y otros productos, así como los conocimientos tradicionales de la sierra y la selva. Con ese desarrollo de inserción en los mercados internacionales, podemos ambicionar que nuestros campesinos de los minifundios alto andinos tengan una vida rural rica y productiva, contrariamente a las propuestas de las izquierdas que plantean nos alejemos de la globalización. Lampadia




¿Crisis en Italia?

Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha puesto en la mira a la economía italiana. Ha revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento, a menos del 1% este año y en torno al 1% en 2017, frente a la previsión de un crecimiento del 1.1% este año y del 1.3% en 2017. El llamado ‘Brexit’ (la salida del Reino Unido de la UE) ha complicado la ya frágil situación de la banca italiana y se teme que esto se pueda generar en el corto plazo una nueva crisis en la Eurozona, con posibles contagios a las economías española y portuguesa.

Según el organismo financiero, podría tomar otras dos décadas antes de que Italia pueda terminar de salir de los efectos de la crisis financiera global del 2008/9. En su último informe, el FMI advierte que “los riesgos están inclinados a la baja, incluyendo la volatilidad de los mercados financieros, una oleada de refugiados y los vientos contrarios de la ralentización del comercio mundial.”

El informe también dice que, durante este período de lenta recuperación, es probable que el país crezca relativamente menos en comparación con otros países de la eurozona, mientras que sus bancos siguen siendo vulnerables a factores económicos externos.

Según un artículo de The Economist, titulado ‘The Italian Job’, publicado el 9 de julio, la situación en Italia podría ser potencialmente más peligrosa que el Brexit:

“Italia es la cuarta economía más grande de Europa y una de las más débiles. La deuda pública se sitúa en 135 por ciento del PBI y la tasa de empleo entre los adultos es la más baja de los países de la UE, excepto Grecia. La economía ha estado moribunda durante años, sofocada por una excesiva regulación y una productividad débil. En medio del estancamiento y la deflación, los bancos de Italia están en profundos problemas, abrumados por unos 400,000 millones de dólares en préstamos incobrables, el equivalente de una quinta parte del PBI. En conjunto, la banca se ha preparado solo para el 45% de esa cantidad. En el mejor de los casos, los débiles bancos de Italia estrangularán el crecimiento del país. En el peor, algunos irán a la quiebra.

Lógicamente, los inversionistas han huido. Las acciones de los bancos más grandes de Italia han caído en hasta en 50% desde abril, una salida de capitales que se ha intensificado desde la votación del Brexit. La mayor preocupación inmediata es la solvencia del Monte dei Paschi di Siena, el banco más antiguo del mundo. Varios intentos por limpiarlo han fracasado: ahora vale solo una décima parte de su valor nominal, y bien pudiera no pasar una prueba de estrés del Banco Central Europeo a fines de este mes.

Su mero tamaño vuelve peligroso al lío bancario de Italia. Sin embargo, también es un ejemplo de los males más grandes de la zona del euro: la tensión entre las reglas elaboradas en Bruselas y las exigencias de la política nacional, y el conflicto entre acreedores y deudores. Ambos son consecuencia de reformas financieras mal concebidas. Mal manejada, la situación italiana podría ser la ruina de la eurozona.”

Pese a todo, el ministro de Economía italiano, Pier Carlo Padoan, se muestra optimista sobre el futuro de la economía italiana. “Estamos en un periodo de volatilidad y el Brexit ha aumentado esta volatilidad”, aseguró durante una conferencia. Sin embargo, “en esta situación tenemos que mirar a largo plazo. Continúo siendo optimista sobre los fundamentos de la economía real”, añadió. Menos optimistas se mostraron los eurodiputados del Movimiento 5 Estrellas, que, desde la oposición, denuncian que la situación del Montei dei Paschi di Siena es “una bomba de relojería”.

Italia cuenta con una bajísima productividad, tiene una larga historia de no cumplir con las metas de crecimiento y, por lo general, ha venido teniendo un rendimiento inferior a la mayoría de países europeos en los últimos años. Ahora, sin embargo, se le suma un gran problema más: una crisis bancaria sistémica.

Después de la crisis financiera del 2008/9, los bancos italianos incrementaros sus deudas incobrables en mayor proporción que lo de otros países, principalmente porque las empresas y los hogares tuvieron dificultades para pagar sus préstamos.

Ahora, el sector financiero del país está plagado de un exceso de préstamos incobrables, tanto así que el gobierno se ha visto forzado a crear un fondo de rescate llamado Atalante Fund, diseñado para comprar las malas acreencias e invertir en sus acciones, con la esperanza de que los bancos no disminuyan el crédito a la economía y estimulen el crecimiento.

El caso más preocupante, es el del banco más antiguo del mundo (y ahora el más débil de Italia), Monte dei Paschi di Siena. Más de un tercio de todos sus préstamos son improductivos (non-performing loans). Las acciones de Monte dei Paschi bajaron a 0.30 euros, frente a los 90 euros de hace 10 años. Hay rumores sobre un plan del Gobierno de Renzi para reducir el elevado volumen de préstamos improductivos presentes en los balances de la banca italiana a través de la inyección de 40,000 millones de euros.

Monte dei Paschi informó el lunes de esta semana que el Banco Central Europeo (BCE) le había instado a reducir en aproximadamente un 30% su volumen bruto de préstamos dudosos en el horizonte de 2018, hasta 32,600 millones de euros de los 46,900 millones actuales, lo que provocó que sus acciones perdiesen un 14% adicional de su valor durante la sesión de inicio de la semana.

Mejorar las perspectivas de los bancos italianos es crucial para la recuperación económica. Sin embargo, esto no será fácil. Como afirma The Economist, las reglas de la zona euro son muy rígidas y no permiten la flexibilidad necesaria para un rescate mediante una inyección de dinero gubernamental:

“Italia necesita urgentemente una grande y audaz limpieza bancaria. Como el capital privado está huyendo y un fondo de rescate con respaldo de los bancos está en gran medida agotado, se requerirá una inyección de dinero gubernamental. El problema es que políticamente esto es casi imposible. Las nuevas reglas de la zona del euro dicen que los bancos no pueden ser rescatados por el Estado a menos que sus tenedores de bonos acepten las pérdidas primero. El principio de que los acreedores los “rescaten internamente” en vez de endilgar la cuenta a los contribuyentes es buena, y en la mayoría de los países los bonos bancarios están en manos de grandes inversionistas institucionales, quienes conocen los riesgos y pueden permitirse la pérdida. Pero, en Italia, gracias en parte a una peculiaridad del código fiscal, unos 220,000 millones de dólares en bonos bancarios están en manos de inversionistas minoristas. Cuando unos cuantos bancos pequeños fueron rescatados según las nuevas reglas en noviembre, un tenedor de bonos minorista se suicidó. Causó una tormenta política. Obligar a los italianos comunes a asumir las pérdidas de nuevo dañaría significativamente al primer ministro Matteo Renzi, haciendo añicos su esperanza de ganar un referendo sobre la reforma constitucional en el otoño. Renzi quiere que las reglas se apliquen flexiblemente.”

Esperamos que esta sea una oportunidad para que Italia por fin resuelva su recurrente problema con las deudas incobrables, pero especialmente para que la Unión Europea haga las reformas necesarias para que sus miembros tengan perspectivas más auspiciosas.

Por otro lado, es importante entender que ante una crisis bancaria sistémica, el mayor riesgo es la desaparición del crédito en la economía, con lo que los grandes perjudicados son los ciudadanos comunes y corrientes y las empresas del llamado sector real (no financiero). Este proceso puede implicar, en apariencia, que se apoye a los bancos. Sin embargo, ese apoyo tendría que ser temporal, con restricciones muy duras a los accionistas y a las gerencias, así como el detonante de reformas efectivas que disminuyan efectivamente el riesgo de crisis sistémicas.

Lampadia