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Propuesta de reforma educativa

Propuesta de reforma educativa

Por Ian Vásquez

(El Comercio, 20 de Septiembre del 2014)

Comentado por Lampadia

El nombramiento del nuevo ministro de Economía y Finanzas y la desaceleración económica han generado una serie de propuestas y medidas para reimpulsar el crecimiento. Algunas serían bienvenidas y de impacto casi inmediato si se adoptaran. De todas maneras, el ministro Alonso Segura nos asegura que el crecimiento pronto volverá.

Sería bueno que el gobierno aproveche también para promover medidas de largo plazo. Por eso propongo un cambio impositivo para mejorar la educación que sería una reforma modesta pero de largo alcance, políticamente viable, y que le corresponde al nuevo ministro.

La pésima calidad de la educación pública peruana es bien conocida. En la última prueba internacional PISA, el Perú quedó en el último lugar entre 65 países respecto al rendimiento de estudiantes en matemática, comprensión lectora, y ciencias. En Lima, el 69% de los maestros no aprobó el examen de contratación de docentes este año.

El mal desempeño ha resultado en un incremento asombroso en la educación privada en las últimas dos décadas. Se estima que en Lima entre 40% y 63% de los estudiantes están en escuelas privadas. La empresa de inteligencia comercial Mapcity calcula que los colegios privados en Lima triplican a los públicos.

No es cosa solamente de los ricos. El aumento de la educación privada para los pobres ha sido uno de los fenómenos sociales más importantes que ha visto el Perú en décadas recientes. En Villa El Salvador, por ejemplo, hay cuatro colegios privados por cada público, según Mapcity.

Este “tsunami educativo privado” se está dando alrededor del mundo en desarrollo y constituye una buena noticia. El experto mundial más destacado en el tema, el profesor James Tooley de la Universidad de Newcastle, en Inglaterra, ha dedicado años a investigar la educación privada en los barrios más pobres de la India, China y países africanos. Pudo documentar lo siguiente, que ahora ha sido confirmado por otros estudios independientes: el rendimiento escolar es notablemente mejor en las escuelas privadas que en las públicas; la mayoría de los jóvenes pobres está en escuelas privadas con fines de lucro; el desempeño de los maestros en las instituciones privadas es mejor y su costo es menor que en las públicas.

Tiene sentido. Los padres pueden ejercer más influencia en las escuelas privadas, y estas no se pueden esconder tras una burocracia gubernamental, es decir, tienen que rendir cuentas. El fenómeno peruano se debe estudiar cuidadosamente de manera independiente (según Tooley, las cifras y estudios gubernamentales acerca de las escuelas privadas son altamente desconfiables).

No hay por qué pensar que lo que pasa en el Perú es distinto a lo del resto del mundo. Nuestro país se está beneficiando de un bono demográfico. A la medida que ha caído la fertilidad y nos hemos abierto a la globalización, los padres pueden invertir más en la educación de sus hijos y esperan con razón que el aumento de oportunidades económicas lo convierta en buena inversión.

Propongo entonces una reforma que permita hacerse un crédito impositivo a las personas y las empresas que quieran apoyar a la educación de los pobres en el sector privado. Una empresa que quisiera donar S/.50.000 para becas, por ejemplo, lo haría a una organización caritativa con los mejores criterios que se encargaría de destinar los fondos para esos fines. A la empresa se le descontaría esa cantidad de sus impuestos.

No es una reforma fundamental del sistema educativo, pero tiene la ventaja de evitar una mayor pelea política justamente por esa razón y porque depende de fondos privados y no públicos. Y potencialmente beneficiaría a millones de niños peruanos.

Ian Vásquez señala que no hay razón para que las mediciones relativas a la calidad de las escuelas públicas y privadas de las zonas más pobres en el Perú, no muestren la misma tendencia de las mediciones internacionales.

Es un asunto de sentido común, como señala Vásquez: “La mayoría de jóvenes pobres está en escuelas privadas con fines de lucro; el desempeño de los maestros en las instituciones privadas es mejor y su costo es menor que en las públicas. Tiene sentido. Los padres pueden ejercer más influencia en las escuelas privadas, y estas no se pueden esconder tras una burocracia gubernamental, es decir, tienen que rendir cuentas”.

Según información que recibimos en Lampadia hace unos meses, la entonces Ministra de Educación, Patricia Salas, antes de un test para comparar la calidad educativa pública y privada, habría entregado las preguntas a los colegios públicos antes del examen, y habría solicitado que el día dl test no asistieran los peores alumnos. Luego del examen la ministra salió a los medios a decir que la educación pública era mejor y que los niños debían regresar a las escuelas del Estado. Esta habría sido una maniobra terrible. De confirmarse esto, Patricia Salas debería ser expulsada del Foro Educativo.




La situación no está para tafetanes, se requieren acciones inmediatas

La situación no está para tafetanes, se requieren acciones inmediatas

Hay muchas razones para preocuparse. Por un lado el PBI este año no crecerá en 5.7% como se anunció inicialmente por el gobierno, sino apenas en 4.2%, si se toma en serio el último anuncio del MEF. Ver en (L): Gobierno anuncia nuevo MMM y reduce proyección de crecimiento. No obstante, lo más probable es que el crecimiento al final sea aún menor. Veamos algunos elementos que configuran una situación crítica:

  • Las importaciones están en caída. A julio del 2014 han sido 14% menores a las del mismo período del año pasado. Las de bienes de capital, como informa Eduardo Ferreyros, cayeron un 5% respecto al 2013 (cuando en el 2011 crecieron un 38.9% y en 2012 un 16.4%). Ver en (L): Las importaciones se desaceleran.
  • En las regiones se han encarcelado a varias autoridades. Eso está afectando la inversión pública.
  • La campaña navideña será la peor en una décaday aparte de su efecto en el año, eso traería un debilitado verano del 2015.
  • Para ese año habrán otros efectos negativos: cambio de autoridades en los gobiernos subnacionales que, como dice Luis Carranza, generarán un menor  gasto público por unos meses, ver en (L): Propuesta de agenda.
  • Además será un año preelectoral, lo que siempre trae incertidumbre y cautela en la inversión privada y el gasto.
  • El 2016 será el año del cambio de gobierno.Típicamente empieza con un verano caótico, lleno de críticas para la carrera presidencial. Después se espera la asunción y luego las primeras medidas del nuevo gobierno. En resumen, un año que difícilmente será alentador.

Todo eso nos lleva a pensar en la posibilidad de un escenario en el que el crecimiento no llegue a recuperarse el 2015, ni el 2016. Lo que es más, la entrada de los proyectos mineros que ya están en marcha no será suficiente para recuperar un buen ritmo de crecimiento, pues su efecto es solo pasajero. Por lo tanto, podríamos terminar el 2016 creciendo menos de 3%.

Si el gobierno sigue reconociendo cada factor negativo después que se presenta y erosiona el crecimiento, podríamos tener efectivamente, un escenario de desaceleración muy grave, justo antes de las elecciones generales.

En nuestra opinión, será muy difícil evitar esta situación extremadamente negativa, sino se hace algo drástico y muy pronto, como asegurar la reactivación de la inversión en minería (ver que salgan un mínimo de tres proyectos) y que empiecen a ejecutarse inmediatamente las grandes concesiones en infraestructuras.

  • En minería el primer proyecto debería ser el de Las Bambas. Es necesario un trabajo conjunto para que los nuevos inversionistas chinos titulares del proyecto mantengan el ritmo de construcción sobre la base de los acuerdos ya existentes con las comunidades y autoridades. Este proyecto cuprífero implica llegar a invertir US$ 6,031 millones, según el último anuncio hecho por el consorcio chino. Hasta enero del 2014 ya se había invertido US$ 3,511 millones.
  • Otro proyecto puede ser Constancia, que debería entrar en operación a fines de año. No obstante, se encuentra en una zona conflictiva y complicada: Chumbivilcas, Cusco. La empresa ha sabido manejar la situación hasta ahora. El gobierno debería estar atento a eventuales intentos por frenar esta operación. El proyecto involucra una inversión de US$ 1,790 millones.
  • Un tercer proyecto debe ser el de Tía María. El Ministerio de Energía y Minas ya ha aprobado el Estudio de Impacto Ambiental en agosto y cuenta con opinión favorable de la Autoridad Nacional del Agua. Lamentablemente, los anti-mineros Echave y Arana ya están encabezando un movimiento que pretende volver a levantar a la población en contra del proyecto. Esto sería muy grave, su inversión es de US$ 1,000 millones.

En cuanto a infraestructuras, no hay que olvidar su impacto positivo en el crecimiento y que a largo plazo mejora nuestra competitividad. Ver (L): Ranking de competitividad mundial 2014: Resultados. Según AFIN, el monto de APP adjudicadas entre 2010 y 2013 es de US$ 10,722 millones. No obstante, los proyectos no iniciados suman US$ 4,595 millones, lo cual preocupa profundamente. Si consideramos que este gremio reporta que las principales trabas son las ambientales, arqueológicas y los permisos municipales queda claro que el gobierno puede hacer mucho por facilitar los procesos. En ese sentido, sería conveniente plantearnos avances sustanciales en los siguientes proyectos:

  • Proyecto de generación de energía en centrales hidroeléctricas por 500 MW en Chaglla, Pucará y Cerro del Águila.  Este proyecto se adjudicó en el 2011 por US$ 2,300 millones.
  • Nodo Energético del Sur, adjudicado en 2013 por US$700 millones.
  • Línea 2 y Ramal Avenida Faucett – Avenida Gambetta de la Red Básica del Metro de Lima y Callao, adjudicado durante este año por US$ 5,658 millones.
  • Nuevo aeropuerto internacional de Chinchero – Cusco, adjudicado durante este año por US$ 658 millones.
  • Línea de transmisión Moyobamba – Iquitos en 22 Kv, adjudicada durante este año por US$ 499.1 millones.
  • Mejoras a la Seguridad Energética del país y desarrollo del Gasoducto Sur Peruano, adjudicada durante este año por US$ 7,328 millones.
  • El túnel trasandino. En la página web de Proinversión no se encuentra listado a pesar de los beneficios que traería. Ver (L): Al futuro se va en tren… a pesar de los lobbies. La inversión necesaria, según el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, es de US$ 2,000 millones. El estudio para esta obra recién culminará en unos meses.

Ante este escenario el Perú necesita una reacción inmediata. Las autoridades tienen que hacer todo lo posible por poner en movimiento la maquinaria y evitar un ritmo de crecimiento tan bajo que marcaría muy negativamente al “gobierno de la inclusión” y perderíamos nuestra mejor oportunidad de desarrollo. LAMPADIA




“El Pensamiento FRENAIZ” – Listos para frenar al Perú

“El Pensamiento FRENAIZ” – Listos para frenar al Perú

El último artículo de Pedro Francke “Más allá del gabinete Castilla 4”, publicado en Hildebrandt en sus Trece (29/8/2014), nos permite diagnosticar un concierto ideológico que expresa la esencia de un pensamiento que el Perú no quiere abrazar.

Francke dice: “El gobierno de Ollanta ha entrado a su tercer año y último aliento pareciéndose a Alan García: toda intención reformadora y social ha quedado atrás para transformarse en el gobierno de los intereses empresariales. (…) Ollanta lo ha hecho con el paquetazo antiambiental y la privatización de la educación y la salud”.

Luego agrega: “Más allá de que este gobierno también se haya transmutado en una derecha prooligárquica, (sic) lo que más golpea a nuestra nación es la traición reiterada. (…) el gobierno sigue adelante con su propuesta de enfrentar la crisis económica con remates del ambiente (sic), la educación y la salud para así volver a atraer la inversión privada.

“En esta propuesta, el castillismo (sic) tiene coincidencia y respaldo de los que aparecen como sus opositores, el alanismo y el fujimorismo. Ninguno de ellos se ha pronunciado criticando el paquetazo ambiental ni las reiteradas propuestas gubernamentales de privatizar hospitales y colegios vía las APP”.

Parece que para Francke, la inversión privada equivale a la invasión de una fuerza de ocupación extranjera. La siguiente cita, referida a España, refleja exactamente por qué Francke declara semejantes cosas. “(…) porque no lograremos nunca que España sea como Dinamarca, Suecia o Finlandia. Porque en lugar de preocuparles [a la izquierda] la productividad, la eficiencia y la competitividad, lo único que les preocupa, es si los servicios los presta el sector privado o el público. (…)”. Esta cita se puede leer en el  siguiente hipervínculo, ver en Lampadia (L): Xavier Sala í Martín: Los sistemas estatales de pensiones son esquemas “Ponzi” (pirámides) – Cuidado, no destruyamos las AFP, mejoremos el Sistema.

En Lampadia ya hemos denunciado a este gobierno por lo mismo que hace Francke, pero en sentido opuesto. Da la impresión que el gobierno solo acepta la inversión privada mediante el mecanismo de las APP. Una suerte de mediatización de la fuerza de la inversión privada que, curiosa e inocentemente, acoge nuestro sector privado, como un peor es nada.

La tragedia de este error compartido es que si bien el esquema de las APP permite que nuestros inversionistas actuales puedan desarrollar algunos proyectos, no permite que se cree el clima de inversión que promueva la presencia de nuevos inversionistas orientados al largo plazo.

Lampadia ha denunciado varias veces como el jefe de Francke en “La otra mirada”, Salomón Lerner Ghitis, como Primer Ministro de este régimen, oficializó la prédica anti-minera, con la cual se desbarató la inversión en minería y petróleo y energía (contando con el mutis de la SNMPE y buena parte de sus representantes). (Ver en L: Destrabemos megaproyectos para recuperar el crecimiento).

Con ello, siguiendo con nuestra explicación (ver L: Otra vez la parada (esta vez en la inversión)) se paralizó prácticamente toda la inversión privada y la pujante economía peruana. ¿Hasta dónde quiere Francke, llevar la parálisis? ¿Cuál es el plan de “La otra mirada”, que preside Lerner y que además de Francke, congrega a Nicolás Lynch, Manuel Dammert, Cecilia Israel La Rosa y a Francisco Durand?

¿Cuál es el plan del Frente Amplio, que agrupa dirigentes de otras cúpulas politizadas, como los que aparecen en la siguiente foto? En ella podemos identificar a buena parte de los socios originales de Ollanta Humala en la Gran Transformación, como Alberto Adrianzén, Félix Jiménez, Carlos Tapia, Ricardo Gisecke, Rosa Mavila y otros.

No parece otra cosa que la expresión del “PENSAMIENTO FRENAIZ” (que viene del Frente Amplio de Izquierdas), que ante nuestra calificación como: “Listos para frenar al Perú”, posteriormente cambió su nombre por el menos vulnerable de Frente Amplio.Pero, se les sale por los poros que siguen añorando la Gran Transformación y que ya no recuerdan la Hoja de Ruta.

Ya pararon la inversión en nuestros recursos naturales, ahora también quieren parar las APP, a las que llaman “privatizaciones”. No creemos que los ciudadanos, los jóvenes, la nueva clase media, comulguen con este “Pensamiento FRENAIZ”. En todo caso, las fichas están encima de la mesa.

Veamos qué contiene el “Pensamiento FRENAIZ”:

-Somos primario exportadores

– Tenemos que cambiar de modelo

– No queremos más inversión en minería, petróleo y energía

– Tampoco queremos APPs en educación y salud

– El enemigo es Castilla y, si Nadine Heredia lo defiende, ella también será el enemigo

– ¿Qué se ha creído Castilla para intervenir las cuentas de los gobiernos sub-nacionales corruptos?

– El país está comandado por el neoliberalismo y los grandes grupos de poder económico

– No les importa la reducción de la pobreza y la desigualdad, ni la mejora de los indicadores sociales, como dice Xavier Sala i Martín de la izquierda española, mucho más importante para ellos sería quién hace qué (el Estado o el sector privado)

– No les interesa la incipiente recuperación de la sierra rural, se oponen a los programas sociales productivos como el de Sierra Productiva

– Defienden al impresentable dictador venezolano, Nicolás Maduro

– Quieren acariciarse con los acordes del Alba, Unasur, Celac y todo lo que nos aparte del monstruo de EEUU

– No les gustan los TLC ni el comercio internacional

– No les gusta la meritocracia en el sector público

– Seguro que se nos pasan otras…

En resumen, un pensamiento retardatario, “ideas muertas” como dice Moisés Naím, el antiguo lenguaje político con el que se engañaba a los pobres, y lo que es peor, demuestra que no saben nada sobre lo que ha probado reducir la pobreza en el mundo y en el Perú (por lo que no tendrían nada que aportar), o simplemente siguen en el juego político para acceder al poder, quién sabe para qué. Lampadia




Los Charros apuestan por la Inversión Privada

Los Charros apuestan por la Inversión Privada

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto logró que se apruebe una de las grandes reformas que seguramente convertirán a México en un líder del siglo XXI. El lunes 11 de agosto, Peña Nieto promulgó la reforma energética, con la cual se abolía uno de los más antiguos y poderosos monopolios estatales (PEMEX) y abría el sector petrolero y eléctrico a la inversión privada nacional y extranjera. “Logramos concretar las reformas que el país necesitaba para asegurar el bienestar de ésta y las futuras generaciones”,  señaló con satisfacción evidente. Así, tras casi año y medio de arduas negociaciones, debates y enfrentamientos políticos, finalmente vio la luz su reforma más audaz: la energética.

Este no es solo un cambio de corte económico. Es mucho más. Una transformación dramática en la forma en la que los mexicanos conciben y creen que debe funcionar el Estado. Y hasta, según varios entendidos, un asunto de identidad nacional.

La frase que mejor resume la importancia de este acto, es la del ex presidente Ernesto Zedillo (1994-2000): “Ni en mis más salvajes sueños esperé ver los cambios constitucionales alcanzados”.

Ni Zedillo, ni su antecesor, Carlos Salinas de Gortari (quien firmó el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y el Canadá) osaron tocar a la poderosa y monopólica empresa petrolera estatal (PEMEX). Un monopolio que se había convertido en “símbolo” de la dignidad revolucionaria mexicana y que había postergado el desarrollo petrolero del país por 30 años.

La ineficiencia y corrupción son dos de los mayores lastres y que se expresan: en la forma en que ha caído la producción de barriles (26% entre el 2001 y el 2011 de 3.4 millones a 2.6), y en la inmensa deuda laboral y pensionaria (68 mil millones de euros, 12% de PBI mexicano). Además, acumula pérdidas de 2.7 dólares por barril que refina. Ver en Lampadia (L): Incentivos perversos de la burocracia. Este último link se refiere a un documento que se encuentra en la sección Presentaciones y Documentos de Lampadia, que es un power point que presentó Luis Pazos, economista y político mexicano, en el foro “América Latina: Oportunidades y desafíos”, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad – Lima, 21 de marzo del 2013. Esta presentación es muy ilustrativa del problema mexicano pero también de la imperiosa necesidad de contar con funcionarios públicos de primer nivel, aspecto que esperamos sea primera prioridad de la política peruana.

Como lo explicó a la BBC el periodista Alberto Najar, “durante casi 70 años los mexicanos aprendieron que la expropiación del petróleo decretada en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas fue, después de la Revolución [de 1911], la mayor gesta heroica del siglo XX”. Lázaro Cárdenas, como se sabe, no es un presidente cualquiera, es una de las figuras constitutivas del PRI (Partido Revolucionario Institucional). Un intocable al que no se le puede criticar dentro de este partido, aunque su ideario ha sido fuertemente combatido por quienes deseaban modernizar el país. La reforma de Peña Nieto (líder de un renovado PRI), no es una más. Cierra un capítulo que ha durado 76 años.

Como ha señalado la revista Time (ver en L: La Nueva Misión de México): “Peña Nieto es un reformista nuevo y joven, prometió resultados audaces y tangibles a un país en gran medida resignado a la corrupción y la estasis. (…) el sector energético, manejado por el Estado, y el sistema tributario, (…)”. Él es miembro del partido que llevó  a México al borde de la ruina. Resucitó al PRI, que había perdido el poder después de 70 años, en manos de Vicente Fox (ex presidente de Coca Cola México), que tomó el control hace 14 años, pero no pudo hacer las reformas que ofreció, pues no logró control parlamentario.  

Los logros reformistas, y hasta revolucionarios, de Peña Nieto, se basan en los acuerdos políticos que logró con la oposición. En corto tiempo ha realizado reformas estructurales profundas y significativas en áreas clave: educación, telecomunicaciones, banca, tributos, políticas y, ahora, en energía y petróleo. Todas diseñadas para modernizar a México y convertirlo en un jugador global de primer orden.

La reforma le permitirá rápidamente a México empezar a producir el petróleo y la energía que necesita. Como señala El País “es una invitación a la inversión extranjera (…). [México] que cuenta con reservas  (3P = probadas, probables y posibles) de 44,530 millones de barriles, la decimocuarta nación con más crudo en el mundo. El mayor tesoro energético, el 52% del crudo, se hallaría en la parte profunda del golfo de México. (…) Cuando comience la explotación el esquema que entra en vigor será el de  regalías, un canon variable que oscilará con el precio de los hidrocarburos. Si el barril de crudo se encuentra por debajo de los 48 dólares, la regalía será del 7.5% del total. (…)”. Para precios superiores, según la opinión de varios analistas, las regalías suben al extremo de que algunos las consideran desincentivadoras.

Como de la reforma educativa Mexicana, el Perú tiene muchas lecciones que sacar de esta transformación (ver en L:  Educación: el ejemplo mexicano  e India, México y Colombia apuntan al futuro del nuevo mundo – La visión de país y reformas que el Perú necesita).

Mientras gran parte de los países del mundo, liderados por el Asia, pero seguidos por países como Polonia (ver en L: Polonia la nueva estrella europea), y más cerca nuestro Colombia y México apuestan por el desarrollo y bienestar de sus poblaciones, adoptando las mejores prácticas de gobierno, imitando y copiando las normas más modernas, alejándose de la ideología como fuente del desarrollo de políticas, rompiendo los mitos más acendrados; el Perú, que acaba de tener una milagrosa recuperación de 20 años en la que logramos salir del sétimo círculo del infierno, sigue contaminado por ideas del pasado y una filosofía política castrante y retardataria.

Por ejemplo, en educación, nos hemos acomodado con un sindicato monopólico como el Sutep, cuyo proyecto es la “lucha de clases” y no el magisterio. Basados en los mitos más torpes, hemos despreciado la inversión minera que nos ayudó a dar un salto socio-económico admirado en todo el mundo, y mantenemos los servicios de agua y desagüe en manos del Estado, arriesgando a toda nuestra población, desperdiciando el 40% del agua y, cargando a los pobres costos que multiplican por décuplos el que pagan los pobladores de más recursos.

Nuestro gobierno parece querer ubicarse en el camino de salida, pero todavía le quedan dos años, ¿se animarán por lo menos a convertir a Sedapal en un pool de concesiones que nos permita alcanzar un mejor servicio, mayor calidad y seguridad, con alcance pleno, costos uniformes y una buena supervisión del Estado? ¡Hagan algo, por favor, no podemos regresar a la cola de Latinoamérica nuevamente! Lampadia




El país resbala después de muchos años

El país resbala después de muchos años

Los acontecimientos económicos y políticos de los últimos 12 meses representan un quiebre en la tendencia de progreso continuo que mantuvo el país durante los últimos  diez años. Exceptuando el corto bache del 2009, los avances sociales y económicos sorprendieron a propios y extraños por su magnitud, amplitud y permanencia. En esa década tuvimos el mayor crecimiento económico de la región, el cual fue acompañado por desarrollos muy positivos para el conjunto de los peruanos: importante disminución de la pobreza, la desnutrición, la mortalidad infantil y la desigualdad. Este crecimiento fue pro-clase media y pro-pobre. La inversión privada, los ingresos personales y el empleo, crecieron en mayor medida fuera de Lima, en la sierra y la selva más que en la costa, e igualmente, en mayor proporción en el sector rural que en el urbano (ver en Lampadia: Las cifras de la prosperidad).

Veamos algunos indicadores de la inflexión de nuestro avance:

· Crecimiento del PBI (enero – mayo) de 3.57% en el 2014 vs. 5.37% en el 2013

· Crecimiento del PBI de mayo 2014 vs. mayo 2013 de 1.84%, lo que muestra el agravamiento de la tendencia negativa

· Crecimiento de la inversión privada del primer trimestre del año vs. el mismo trimestre del año anterior (indicador que también refleja la caída de la confianza en el futuro del país):

– 1.59% el 2014

– 8.85% el 2013

– 15.67% el 2012

· El crecimiento de la demanda interna en el primer trimestre del 2014 fue 4.49%, mientras que el del 2013 fue 10.22% 

· Popularidad del Presidente de la República: 25% (julio 2014), 33% (julio 2013) y 40% (julio 2012)

Fuentes: INEI, BCR, Ipsos

Si a estos indicadores les sumamos el impacto de la situación política interna, de esta especie de guerra de todos contra todos entre los políticos más representativos, las cosas se pintan más negras. Las explicaciones que se han ensayado los últimos meses para justificar la caída, le que achacan el cambio de ritmo de la economía a factores externos sin reconocer nuestras falencias internas. Las contradicciones entre los miembros del gabinete, como las expresadas por el Ministro de la Producción “con el Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP) creceremos 7 a 8% anual”, mientras el Ministro de Economía y Finanzas decía que volveríamos a crecer hacia fin de año y, especialmente el 2015 por la recuperación de la producción primaria. Esto sin olvidar las resistencias del sector pro-ambiente al primer paquete de medidas del MEF, que llegó al paroxismo con la campaña d Oxfam (ver en Lampadia: Oxfam no tiene autoridad moral). Tenemos que concluir que los ciudadanos tienen que estar desconcertados y frustrados, pues se han interrumpido sus expectativas de progreso.

El problema parece estar en que el gobierno no reconoce el origen de este proceso: nuestro crecimiento estuvo impulsado por la inversión privada, principalmente en la minería moderna, que según el ex presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, Pedro Olaechea, hace el 67% de sus compras en el Perú y que tiene un alto valor agregado, ver en Lampadia: La minería tiene un alto valor agregado). Ya hemos comentado que la inversión en minería se interrumpió al inicio del presente gobierno (ver gráfico), desde que su primer gabinete, presidido por Salomón Lerner, “oficializó” el lenguaje anti-minero.

Tampoco se quiere reconocer que la inversión minera ha propiciado la formación de un sector industrial que hoy es el más grande, fuerte, competitivo y exportador de nuestra historia. No se reconoce que la economía se ha venido diversificando “al galope”, según Richard Webb.

La reacción del Gobierno ante el deterioro del último año no ha respondido a la coyuntura nacional, ni ha marcado con claridad el norte. Más allá del paquete de reactivación previo al mensaje presidencial y de otras medidas posteriores, los anuncios de Ollanta Humala el 28 de julio, no permiten esperar una recuperación sostenible de nuestro crecimiento.

Es cierto que el mensaje incluyó una serie de anuncios positivos que ya han sido comentados en los medios. Lamentablemente, lo expresado por el Presidente, nos lleva a interpretar algunas de sus afirmaciones y ausencias con preocupación:

– La aprobación del PNDP, promovido por el ministro de la Producción para identificar “nuevos motores” de crecimiento, insertando al país en las cadenas internacionales de valor. Una apuesta de largo plazo, que debiera darse desde el sector privado, y no desde una comisión ministerial con tintes corporativistas (incluyendo representantes gremiales), que ha sido interpretada como dirigida a sustituir el aporte de la minería.

– Dar a entender que se habría creado un nuevo sector productivo en el país. Un “sector mixto”, el de las APP (donde el Estado puede siempre tener la última palabra). Está muy bien que se promueva la participación del sector privado para mejorar las capacidades de ejecución de las inversiones estatales en educación, salud, infraestructuras y seguridad. Pero esto no debiera significar que se menosprecie el rol del sector privado en el desarrollo integral del país.

– Como destacó Miguel Palomino, Director Gerente del IPE, en una reciente nota periodística, en su Mensaje, el Presidente Humala, solo mencionó una vez la expresión “inversión privada”, dando a entender que la habría aceptado como socio de menor jerarquía en las APP, pero sin llegar a reconocer su importancia. El sector privado es el responsable de la creación del 90% del empleo, el 90% de los recursos fiscales y del 80% de la inversión. (Ver en Lampadia: 90-90-90).

En un momento tan delicado como el que vivimos hoy día los peruanos, necesitamos un liderazgo sólido y un norte claro. Debemos reconocer nuestros logros y construir el futuro a partir de ellos. Debemos aprender de los gobiernos que se están preparando para un futuro que será muy exigente, promoviendo la inversión privada y desregulando sus procesos burocráticos, como son los casos de la India, México y Colombia. (Ver en Lampadia: La visión de país y reformas que el Perú necesita)

Colombia está atrayendo inversión en minería y petróleo. El nuevo Primer Ministro de la India, Narendra Modi, ha adoptado el siguiente lema: “No red tape, only red carpet for investors” (Nada de papeleos, solo alfombra roja para los inversionistas).

En este contexto, el reciente Mensaje a la Nación del Presidente Humala, dejó un vacío muy grande. Él puede hablarles a los ciudadanos cualquier día, esperamos que recoja las críticas con nobleza y propósito de enmienda. ¡Queremos otro mensaje! Lampadia




Mientras Colombia crece, el Perú decrece y le echa la culpa al cobre, a China y a los malos vientos…

Mientras Colombia crece, el Perú decrece y le echa la culpa al cobre, a China y a los malos vientos…

El Perú ha logrado salir del infierno (1990) al que nos llevaron las políticas económicas del velascato, que increíblemente, no fueron corregidas por Belaunde y se profundizaron en el primer gobierno de García. Nuestros logros no son cualquier cosa, basta comparar los indicadores económicos y sociales que alcanzamos con la Constitución del 79 y la del 93 (ver en Lampadia: Quieren bajarle la llanta a la prosperidad) para reconocer los beneficios que trajo al país el retorno de la inversión privada, después de 30 años de ausencia.

Nadie niega que aún falta mucho por avanzar, como cerrar las brechas que mantenemos en educación, salud, instituciones, infraestructuras y tecnología; pero el avance de 24 años, no la foto de lo que hoy falta, es innegable y ha sido destacado por todo el mundo (agencias internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el BID, y hasta por economistas muy estrictos y pesimistas, como Nouriel Roubini, que nos dijo hace pocos días en el Perú. Ver en Lampadia: “El Perú crece por sus buenas políticas más que por suerte”). 

Por increíble que parezca, hay peruanos que se dedican a negar nuestros logros, a relativizarlos como producto de factores externos, o proponer el regreso a la Constitución que nos empobreció y lisió.

Algo que tampoco se puede negar, a no ser que sea por intereses políticos o ideológicos personales o de grupo, es que el extraordinario crecimiento del Perú fue liderado por el ritmo de inversión privada, especialmente en minería. Mientras que en la última década invertíamos y crecíamos, se reducía la pobreza, la desnutrición infantil, la desigualdad, etc.; varias cúpulas políticas se dedicaron, por un lado al negacionismo en los medios (que los acogen con el mismo entusiasmo con que se pelean por mostrar el primer muertito de la mañana), especialmente en provincias, y por otro lado, aún más pernicioso, se infiltraron en la administración pública para ir sembrando trampas anti-inversión (regulaciones, instancias de permisos inacabables y absurdos, multas y oposición abierta al empresario, como si fuera una fuerza de invasión extranjera). El objetivo político preferido de estas cúpulas, de las que formó parte notoria el partido nacionalista, con todos sus dirigentes y colaboradores, como Salomón Lerner (quién terminó como primer ministro del gobierno de Ollanta Humala), fue paralizar la inversión en minería e hidrocarburos.

Peor aún, los que nos percatamos de este proceso y pudimos combatirlos con información e ideas, callamos. Por ejemplo la propia SNMPE (que se dedicó a hacer publicidad en vez de comunicación) calló, asumiendo indirectamente una suerte de complicidad con las falsedades con las que se endilgaba al milagro peruano, que conocían más que nadie. Dejamos un vacío que hoy estamos pagando con la parálisis de la inversión, una caída en nuestro crecimiento con el que los enemigos del modelo, pretenden hacernos creer que siempre tuvieron razón, que crecimos porque hubo viento a favor y que ahora hay que inventar nuevos motores.

Sin ir muy lejos, nuestro socio de la Alianza del Pacífico, Colombia (mientras el otro socio, Chile, pone marcha atrás) hace lo que los peruanos hicimos en el primer lustro de los años 90: leyes que promovían la inversión y la atraían de todas partes del mundo. ¡Un éxito innegable!

En Lampadia ya hemos escrito sobre las brechas que nos están alejando de Colombia, ver: Colombia supera al Perú en inversiones y crecimiento, pero en esta ocasión queremos rescatar algunas políticas específicas de este país para promover el crecimiento. Para ello queremos relevar y glosar lo esencial de un magnífico informe periodístico de Portafolio de El Comercio del último domingo (20/7/14), escrito por Darwin Cruz Fiestas con el título: ¿CÓMO LO HACES, COLOMBIA?

A continuación, compartimos dichas glosas:
El ministro de Hacienda de Colombia, Mauricio Cárdenas, anunció un crecimiento de 6.4% para el primer trimestre del año, intensificando su crecimiento. En el 2012 creció 4% y 4.3% en el 2013. Las previsiones para el 2014 son de 4.7%.

“¿Qué medidas ha implementado Colombia para crear un ambiente de confianza y que su economía siga avanzando, a pesar de la coyuntura electoral y de un escenario global menos auspicioso que en años previos?

Cerrar brechas en las cinco áreas que evalúa el Doing Business del Banco Mundial: apertura de una empresa, obtención de permisos de construcción, registro de la propiedad, pago de impuestos y comercio fronterizo.

“Desde hace ocho años Colombia ha tomado medidas para mejorar su entorno regulatorio, fortalecer sus instituciones e incentivar la inversión”.

El sector de la construcción creció 17.2% en el primer trimestre del año.

El Gobierno Colombiano emitió el año pasado la Ley de Infraestructura, que levanta los obstáculos al desarrollo de los proyectos en materia de predios, licencias ambientales y adecuación de redes de servicios públicos.

Factor interno
Todo este crecimiento no hubiera sido posible sin la demanda interna constituida por una clase media en aumento. El Estado ha eliminado varias cargas parafiscales a los empleadores. Diego Castrillón, afirma que este proceso de eliminación de sobrecostos laborales es una medida efectiva para dinamizar la economía y que debería ser imitada por el Perú. “Esta sí es una inyección directa a la vena y no una medida cortoplacista”, dice.

Componente inversión
El crecimiento de la economía colombiana también se explica por el hecho de que en Colombia la inversión privada se ha dinamizado.

La inversión extranjera directa (IED) está en alrededor del 30% del PBI colombiano. En el primer semestre Colombia recibió US$13,761 millones de IED, 29% más que en el mismo período del 2013.

¿Pero qué tipo de inversiones recibe Colombia? El sector petrolero representa el 29.3%, seguido de minas y canteras con un 17.4%, la inversión en industrias manufactureras llega al 15.9%.

En los últimos años ha comenzado a recibir inversión minera. Colombia prepara el terreno discutiendo la aprobaciónde una ley ambiental que le permita captar inversión responsable. [El lema del Ministerio del Ambiente en el Perú, debiera ser: “Estamos para que las cosas se hagan bien, no para evitar que se hagan”].

Ante la pregunta: ¿Con esto no se ‘primariza’ la economía? Los colombianos responden que buscan aprovechar sus recursos naturales para captar dinero y mejorar su competitividad.

Sin complejos, sin ideología, con realismo, Colombia toma la posta del Perú. Lampadia




El Perú se la juega en Cajamarca

El Perú se la juega en Cajamarca

Una de las elecciones regionales más importantes será la de Cajamarca, el departamento con mayor potencial económico, en el que se hallan varios de los proyectos mineros más importantes del país. Sin embargo, la economía de la región ha sido destrozada por los radicales anti-mineros, donde algunos se camuflan  con la prédica ambientalista (ver  sus métodos de coerción en Lampadia: Stalinismo en Cajamarca). 

Cajamarca ha sido el símbolo y el inicio de la parálisis de la inversión privada en el país, que finalmente, ha terminado por detener el conjunto de la economía peruana. (Ver en Lampadia: Otra vez La Parada (esta vez en la inversión)). El Perú se la juega en Cajamarca, pero parece que el gobierno no. Las palabras del propio Presidente Ollanta Humala, durante su visita a Alemania, han renovado la prédica anti-minera, en la que declaró: “(…) que las principales empresas que hoy día extraen minerales en el Perú son europeas, chinas y que, en muchos casos, son las que comenten las irregularidades. (…)Ya no queremos la minería tradicional del jornalero, del obrero que lo meten al túnel y no le dan sus derechos laborales”.

Curiosamente, el diario Gestión (18/7/14) presenta la encuesta de Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (MERCO), auditada por KPMG, donde se muestra que la “Minería es el sector más deseado por los peruanos para trabajar”, lo que demuestra la calidad de la minería moderna en el Perú.

Según el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) 855 personas postulan a los diferentes cargos: 618 candidatos a las alcaldías de 114 municipios distritales y 229 a las 13 municipalidades provinciales (solo en Cajamarca se presentan 19 candidatos),y 8 para el gobierno regional.

La mayor atención estará concentrada en la campaña por el Gobierno Regional. Los ocho candidatos son:

– Absalón Vásquez Villanueva, por Cajamarca Siempre Verde

– Gregorio Santos Guerrero, por Movimiento de Afirmación Social (MAS)

– Jesús Coronel Salirrosas, por Fuerza Social

– Gonzalo Idrogo Escobar, por Alianza para el Progreso

– Osías Ramírez, por Fuerza Popular

– Luis Felipe Pita Gastelumendi, por Partido Aprista Peruano

– Rosa Florián, por Diálogo Social

– Javier Bobadilla, por Frente Regional

Los únicos partidos nacionales que presentan candidatos son el Apra y Fuerza Popular.  Santos postulará desde la cárcel, donde está con prisión preventiva acusado de serios actos de corrupción. El Movimiento de Afirmación Social (MAS) inscribió la candidatura de Santos un par de semanas antes de que se cierren las inscripciones, para intentar aparecer como un perseguido político. La estratagema no le ha resultado, hasta ahora sus partidarios no han podido movilizar a más de unos cientos de incautos.

La suerte política de Santos parece estar echada. Como mencionó recientemente Fernando Rospigliosi: “Aunque algunos creen que la campaña de Santos para victimizarse y hacerse pasar por perseguido político puede dar resultados, en realidad ya está prácticamente liquidado. (…)”.A diferencia de los días de las protestas anti Conga, la izquierda radical, camuflada de ambientalista,actuó como un bloque cohesionado, mientras que ahora, se presentan desunidos.

Nuestro columnista Hilario Yalta señaló que “Entre 2011 y 2012, Santos encabezó un Frente Único, una acumulación de diversas fuerzas, no exclusivamente de Patria Roja que se movilizaron contra el Gobierno y el proyecto Conga: desde los ecologistas de Arana hasta los radicales y etnocaceristas de Saavedra entre diversas fuerzas antagónicas de la izquierda. No fue una acumulación de fuerzas espontanea, sino el producto de una serie de presiones provenientes de los grupos radicales y ecologistas que trabajaron mediante paros, movilizaciones, tomas de local y amenazas de revocatoria, que empezaron en agosto y finalmente obligaron al Presidente Regional a pronunciarse contra Conga y el Gobierno recién en noviembre. Aparentemente, Santos era el líder, pero en realidad mantenía un difícil equilibrio, una frágil alianza anti Conga. (…) Esa centralización –expresada en su mejor momento en el CUL; Comando Unitario de Lucha – ya no existe. Los diversos líderes de la izquierda cajamarquina están buscando su propio espacio político, quieren a su vez disputarse la herencia electoral de Santos. Saavedra ya organizó su propia lista (Luchemos por Cajamarca ) y Arana, que apoya nominalmente a Santos, quiere ser candidato a Presidente Regional y está embarcado en una silenciosa lucha interna, orientada ya no tanto a ganar el Gobierno Regional, sino a restarle oportunidades a Patria Roja en las elecciones del 2016. La unificación del movimiento de izquierda, indispensable para victimizar electoralmente a Santos, ya no existe.” (Ver en Lampadia: La victimización de Santos y LA MOVILIZACIÓN DE AYER).

Arana no se presenta (estaría jugando por una candidatura nacional). Así, el panorama electoral parece alentar un enfrentamiento entre dos candidatos fujimoristas: Absalón Vásquez (Cajamarca Siempre Verde) y Osías Ramírez (Fuerza Popular). Vásquez, más ligado a Alberto Fujimori y con mayor arraigo personal en Cajamarca, tendría mayor aceptación en el campo, dónde la gente lo recuerda por programas como el PRONAMACH. Por su lado Osías, hermano del congresista Ramírez y vinculado a la Universidad Alas Peruanas, habría desarrollado una millonaria campaña.  

No todos los candidatos tendrían una oposición abierta a la inversión privada y dado el nivel de postración en el que ha caído una de las regiones más ricas del país, se espera que el nuevo presidente regional recupere el tiempo perdido. (Ver en Lampadia: El impacto macroeconómico de la minería). El Perú está a punto de perder una de sus mejores posibilidades de desarrollo y bienestar general.Si los ciudadanos entendemos que nuestra parálisis actual no viene de afuera, sino del manejo político interno, seguramente elegiremos mejores candidatos. Lampadia




“¡Es el Estado, …estimado!”

“¡Es el Estado, …estimado!”

Algunos analistas creen ingenuamente que el contexto externo es el principal factor que explica la desaceleración de la economía peruana, y es a partir de este diagnóstico que el Gobierno tendría que expandir el gasto y relajar la política monetaria para hacer frente al menor ritmo de crecimiento. Este diagnóstico equivocado olvida que la inversión privada (el principal motor del crecimiento), se encuentra paralizada por la maraña burocrática, la “normatitis” recrudecida y las señales erróneas del Gobierno.

Durante el primer trimestre del año, el crecimiento del PBI fue de 4.9%, nivel inferior al esperado (5.5%). Esta desaceleración se explica por una menor inversión privada, que constituye entre el 80-85% de la inversión total y es uno de los principales motores de nuestro crecimiento.Así, entre los años 2010 y 2012 esta variable creció a tasas que superaban el 15% anual, pero el año pasado lo hizo solo a un ritmo de 3.9%, terminando el último trimestre en 0.5% (Ver: Volvamos a prender el motor de la economía).

¿Cuáles son las causas que explican la caída de la inversión? Algunos analistas creen que la respuesta está en el contexto externo. Explican que debido a una reducción de 12% en los precios de las exportaciones en el primer trimestre del año, y una reducción en el ingreso de capitales de corto y largo plazo (esta última asociada a inversión extranjera directa) se está afectando el crédito, sobre todo en moneda extranjera, y esto sería evidencia de que un choque externo estaría causando el enfriamiento. En efecto, el crecimiento del crédito en dólares se ha reducido a 4%, y en el primer trimestre del año solo ingresaron US$ 131 millones de préstamos de largo plazo, cuando en el año pasado entraron US$ 486 millones en el mismo periodo.

Pero este diagnóstico no es el más preciso. La demanda interna, impulsada principalmente por el comercio y el consumo, sigue mostrando un importante dinamismo. El crédito bancario total al sector privado ha crecido en promedio 19.3% en el primer trimestre, y el crédito en soles lo ha hecho en 26.2%. Entonces no hay un problema de “demanda insuficiente”. El remedio del libro de texto de Introducción a la Macroeconomía, recomendado por algunos ingenuos, asociado a la expansión del gasto público y relajación monetaria, solo inflaría transitoriamente la demanda interna sin corregir la fuente de la desaceleración: la contracción de la inversión privada.

Buena parte de esta contracción se debe alas trabas y la incapacidad del gobierno para permitir el desarrollo de los sectores: minero, energéticoy el de hidrocarburos. Consiguientemente se prevé una contracción de 7% en la inversión minera y una caída de 30% en la inversión eléctrica;dramático para un país con el potencial minero e hidroenergético del Perú. Este panorama contrasta significativamente con las cifras registradas entre el 2010 y 2012, en los que las inversiones minerasy energéticas crecieron en 15% y 27% anual respectivamente, impulsadas por los proyectos que se encontraban en marcha.

Pero también se ha hecho casi imposible invertir en el Perú tanto en negocios grandes como en pequeños: desde abrir una mina hasta poner un restaurante, o poner una antena de celulares hasta tramitar un cambio de uso de terrenos, conseguir permiso para abrir un nuevo colegio o un centro de salud, e inclusive, poner un letrero en la fachada de una bodega. (Ver: Otra vez la Parada…esta vez de la inversión) El efecto negativo sobre la inversión se incrementa por las normas contra-propósito y los temas como: Bear Creek, Ley de comida chatarra, Sunafil, Ley de seguridad y salud en el trabajo, Conga, el nuevo marco legal laboral, la exagerada regulación ambiental (Ver: Radicalismo ambiental en el ministerio), entre otros.

Como lo han señalado diversos economistas, el principal factor que nos está golpeando es la desaceleración de la inversión privada causada por el deterioro de la confianza, las expectativas y el clima de inversión. Es por ello que la principal receta para la reactivación implica tomar medidas de emergencia necesarias en el corto plazo para al menos facilitar el impulso de cinco grandes proyectos, así como generar una campaña de información y concientización en todos los ciudadanos sobre las relaciones causa-efecto que existen entre la inversión y el bienestar. Pero nada de esto será suficiente, si el gobierno no propicia un mejor clima político y un shock de confianza. Lampadia




Novedades del MMM 2015-2017

Novedades del MMM 2015-2017

El Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2015-2017 elaborado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) establece los supuestos y proyecciones sobre los cuales se elabora la política económica del gobierno. Este documento confirma la corrección de la proyección de crecimiento para la economía peruana en el 2014 a 5.7%, para luego acelerarse a una tasa promedio de 6.4% en el periodo 2015-2017. El mayor crecimiento esperado se explica por el impulso generado por la entrada en operación de nuevos proyectos mineros, un escenario internacional más favorable y una aceleración en la inversión, tanto pública como privada.

Escenario internacional

La economía mundial se encuentra en una fase de transición hacia un nuevo equilibrio caracterizado por un menor precio de las materias primas, mayores costos financieros y un menor crecimiento de las economías emergentes. Se proyecta una recuperación gradual de las economías avanzadas de EEUU y Europa, lo cual favorecerá la balanza comercial peruana.

Crecimiento doméstico

El año 2014 el Perú crecerá 5.7%. Pero en el periodo 2015-2017 el crecimiento será de 6.5%, con lo cual el Perú se posicionará como una de las economías de mayor crecimiento en el mundo. Varios factores explican esta aceleración. Desde el año 2015 se alcanzarán mayores niveles de producción de cobre por la entrada de proyectos como Toromocho, Constancia, Las Bambas y ampliación de Cerro Verde, con lo cual en el 2017 se espera duplicar la producción de cobre del año 2013 (que representa un aporte promedio de 0.5% al crecimiento del PBI). Igualmente, se espera que la inversión en proyectos de infraestructura bajo la modalidad de Asociación Pública Privada (APP) crezca en torno al 30% anual en el periodo 2014-2017, el doble de lo registrado entre el 2011 y 2013.

Los otros factores que de acuerdo al MEF favorecerán la dinámica interna tienen que ver con: i) la recuperación gradual  de la economía mundial, principalmente EEUU y la Unión Europea; ii) la recuperación de la confianza de los agentes económicos (golpeada por el ruido político desdeel 2012); y, iii) la convergencia de sectores como la construcción y otros servicios no transables, que aún tienen tamaños reducidos en el Perú en comparación con otras economías regionales, por lo cual ofrecen interesantes retornos a la inversión en un contexto de mayor dinamismo de la demanda interna.

Inversión privada

De acuerdo con el MMM 2015-2017, la inversión privada crecerá a un ritmo promedio de 6,1%, registrando un crecimiento de 10% en sectores no transables como construcción, servicios o retail (por el dinamismo del consumo interno). En el sector minero habrá una desaceleración, ya que la inversión bordearía los US$ 7 mil millones por año, por debajo del máximo de US$ 9,724 alcanzado en el 2013. Cabe señalar que la desaceleración de la inversión minera es un fenómeno mundial, ya que de acuerdo a Morgan Stanley, en el periodo 2014-2017 esta caería 12% a nivel global.

Solvencia de la Cuenta corriente

El MMM 2015-2017 proyecta una paulatina reducción del déficit en cuenta corriente  proyectado en 5,1% del PBI para el año 2014 a niveles cercanos al 4% para el periodo 2015-2017. En este periodo, la balanza comercial empezará a registrar nuevamente superávits debido a las mayores exportaciones mineras. A pesar de los déficit, la solvencia inter-temporal de la cuenta corriente está garantizada dado que parte importante de ella esta financiada por inversión extrajera directa (de largo plazo) en la cuenta financiera. De hecho, de acuerdo a Pro Inversión, cerca del 40% del saldo de IED se explica por sectores como minería, energía y petróleo.

Para destacar

De acuerdo al MMM 2015-2017 del MEF, si el Perú logra mantener un crecimiento anual de 6,0% promedio en los próximos años (una tasa inferior a nuestro potencial de crecimiento), para el año 2020 se habrá duplicado el PBI del año 2013 y el PBI per cápita (a paridad de poder de compra) alcanzaría los US$14,600, superando el promedio regional y el del mundo.




Otra vez La Parada (esta vez en la inversión)

Otra vez La Parada (esta vez en la inversión)

El panorama económico que se presenta este año no es de los mejores. A pesar de las optimistas proyecciones oficiales para la economía (expansión de 6%) y nuestro consuetudinario esfuerzo por ver siempre el vaso medio lleno, nuevamente los analistas han empezado a corregir sus estimaciones de crecimiento hacia la baja. Por ejemplo el BCP proyecta una desaceleración de los principales motores de la economía: la inversión privada y el consumo, (después de haberse frenado el motor de las exportaciones).

La inversión privada (entre 80-85% de la inversión total) ha sido uno de los principales motores de nuestro crecimiento llegando al 28% del PBI (US$ 53,000 millones el 2013). Entre el 2010 y el 2012, la inversión privada se ha expandido a tasas que superaban el 15%, sin embargo el año pasado, apenas creció 3.9% y el último trimestre solo 0.5%. El BCP estima que este año crecerá solamente 3.3%, cayendo aún más. Buena parte de esta desaceleración se debe al descuido en el que el gobierno tiene a los sectores minería, energía e hidrocarburos. Un reflejo de ello es que para el presente año se prevé una contracción de 7% en la inversión minera y una caída de 30% en la inversión eléctrica. Una situación dramática para un país con un enorme potencial minero e hidroenergético. Esta vergonzosa performance contrasta radicalmente con las cifras registradas entre el 2010 y 2012, en los que la inversión en minería creció 15% y la inversión eléctrica 27% impulsada por los proyectos que se encontraban en marcha.

Por su parte, el consumo privado, que venía registrando tasas de crecimiento de dos dígitos (se incremento en 6.4% entre el 2010-2012) tendría un frenazo en el presente año, creciendo apenas 4.8% luego de haberse desacelerado a 5.2% el año pasado.

Como lo han venido señalando economistas como Roberto Abusada, Hugo Santa María, Carlos Adrianzén y Luis Carranza, el principal factor que está golpeando a la economía es el deterioro de la confianza y las expectativas. Tal situación se debería a fallas sistémicas del Gobierno a la hora de dar mensajes claros a la población, la falta de liderazgo del gobierno y las debilidades de nuestra burocracia para impulsar los grandes proyectos. Luis Carranza, sostiene al respecto que el Gobierno “pensó, desde un inicio, que el crecimiento estaba garantizado y la inversión privada iba a continuar”.  

En este contexto, el BCP estima que la economía peruana crecerá 5.3% el presente año, y estará impulsada por el gasto público, el aumento de la producción de cobre por el inicio del proyecto  Toromocho, y el incremento de las exportaciones tradicionales. Pero este escenario base no está exento de riesgos. Actualmente se proyecta que China crecerá 7.5% este año, pero de desacelerarse al 6%, el Perú solo registraría una modesta expansión de 4.4%. (Cabe señalar que las proyecciones del BCP no incluyen el escenario confirmado de un Fenómeno del Niño, que aunque débil, afectaría a los sectores productivos).

El problema con una eventual desaceleración de la economía es que produce una sensación de frustración y debilita la capacidad de disminuir la pobreza. Además, como ya hemos mencionado antes en Lampadia, el costo de oportunidad de reducir un punto el crecimiento es enorme en términos de generación de empleo, impuestos y bienestar. (Ver: Los costos de la desaceleración).

La razón de la parálisis de la inversión no es porque no se quiera invertir en el Perú. Es porque se ha hecho casi imposible invertir, tanto en negocios grandes como en pequeños. Desde abrir una mina hasta poner un restaurante, o poner una antena de celulares hasta tramitar un cambio de uso de terrenos, conseguir permiso para abrir un nuevo colegio o un centro de salud, e inclusive, para poner el letrero en la fachada de una bodega.

En este proceso de parálisis no podemos dejar de considerar el impacto que tienen las normas contra-propósito y los temas como: Bear Creek, Ley de comida chatarra, Sumafil, Ley de seguridad y salud en el trabajo, Conga, el nuevo marco legal laboral, la tramitologia ambiental, entre otros.

Urge, entonces hacer un llamado a todas las instancias de gobierno, desde la Presidencia de la República hasta el municipio del distrito más pequeño del país. Este llamado debe incluir a la oposición, líderes gremiales y líderes de opinión, para diligentemente apostar por crear un clima favorable a las inversiones, como lo acaba de recomendar Paul Krugman. Además, tomar medidas de emergencia necesarias en el corto plazo para al menos facilitar el impulso de cinco grandes proyectos, así como generar una campaña de concientización en todos los ciudadanos sobre las relaciones causa-efecto que existe entre inversión y bienestar. Pero nada de esto será suficiente, si el Presidente de la  República no propicia un mejor clima político y de confianza mutua. Lampadia




Los costos de la desaceleración

Los costos de la desaceleración

Mientras el mundo sale lentamente de una de las mayores crisis económica y financiera de su historia moderna, en el Perú, paradójicamente, se viene registrando un fenómeno inverso, los analistas, instituciones financieras, y el propio gobierno ha venido reajustando a la baja sus proyecciones de crecimiento durante todo el año. El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) publicó en noviembre pasado la encuesta de expectativas de crecimiento del PBI, esta mantuvo su tendencia negativa, cayendo a 5.0%, muy lejana al 6.0% estimado en noviembre del 2012, es decir en 12 meses se perdió 1 punto porcentual de crecimiento, lo que representa S/. 5,400 millones menos de producción y una pérdida de cerca de S/. 1,200 millones en recaudación para el fisco. Esto equivale a la suma de los presupuestospara 2013 de los pliegos  de Trabajo, Turismo, Producción y Relaciones Exteriores o al presupuesto anual de regiones como Ayacucho, Ica, Lambayeque o la provincia constitucional del Callao en conjunto. Si proyectamos esta cifra para los próximos cinco años, la pérdida en recaudación sumaría S/. 32,700 millones. Pese a ello, el gobierno mantiene la economía en piloto automático, olvidando que siempre hay que estar atento al calor del horno de la locomotora, porque si se enfría, calentarla es muy costoso.

En una reciente publicación, Hugo Santa María calcula que el impacto de caer un punto porcentual en el crecimiento, implicaría que los próximos cinco años tengamos 140 mil empleos menos, 160 mil familias de zonas urbanas no entrarían a la clase media, y que el sector privado dejaría de invertir US$ 27 mil millones, equivalentes a seis proyectos Conga.

No nos olvidemos, que a diferencia de lo que dicen los economistas de la izquierda, uno de los motores más importantes del reciente crecimiento de nuestra economía, ha sido la inversión (privada en un 80 a 85%), que se ha dinamizado de tal manera, que ha alcanzado al 28% del PBI (US$ 53,000 millones por año), de un producto que se ha multiplicado por cinco veces y media en los últimos veinte años.

La inversión viene cayendo, pasamos de una tasa de crecimiento de 26% entre 2006-2008 a un estancamiento de 10%  entre 2011-2012, y más alarmante aún, cayendo en 2013 a un promedio de crecimiento de 7%. Se debería comenzar por implementar medidas para recuperar un mejor nivel de inversión. Es decir debemos mejorar las expectativas del sector privado, golpeadas según el índice de confianza empresarial, que ha caído 10 puntos en el 2013.

Como parte de la agenda pendiente, en Lampadia pensamos que se deben priorizar cinco grandes proyectos de inversión de alto impacto para el país. Por ejemplo, podría comprometerse con dinamizar los proyectos de Conga, Tía María, el Gasoducto del Sur, la Longitudinal de la Sierra y el Túnel Trasandino.

Otra forma complementaria para acelerar la economía es a través del sector construcción, cuyos efectos de encadenamiento son ampliamente conocidos. Los temores de burbujas inmobiliarias son infundados en el Perú, pues el déficit habitacional es aun enormeen los segmentos populares y la cartera de créditos hipotecarios en los bancos es aun pequeña.

En promedio, el crecimiento del Perú en los últimos 20 años fue de 5.2%, incluyendo la crisis de 1998 (crisis asiática), la de 2001 (burbuja punto com) y la más reciente del 2008 (iniciada por la quiebra de Lehman Brothers). Mientras que en la última década, excluyendo el 2009, crecimos un promedio de 7%. Por lo tanto un crecimiento de 5%, por debajo de su crecimiento potencial (6%), es muy preocupante y su impacto en el largo plazo es dramático para los más pobres, para ellos, hace toda la diferencia.

En 2012 el PBI per cápita fue de US$ 6,525, sin embargo la historia pudo haber sido muy diferente, si hubiéramos crecido a una tasa de 7% los últimos 40 años, tendríamos un nivel de ingresos similar al de Corea del Sur (US$ 22,600). El costo de la caída de cada punto porcentual en el PBI en el crecimiento de largo plazo, es tremendo, para apreciarlo, retrocedamos al año 1975. Si desde 1975 hasta el 2012 hubiéramos crecido a una tasa de 2% anual, hoy contaríamos con un PBI per cápita 30% menor al actual (a precios de 1994). Si incrementamos la tasa un punto adicional a 3%, alcanzaríamos el mismo nivel de ingresos de realizados en 2012, mientras que con una tasa de 7% tendríamos un ingreso más de 4 veces superior, este número mágico de 7% duplica el PBI en una década. Exageramos un poco el al  mirar hacia atrás, para remarcar los impactos de no tomar con seriedad la caída de un punto porcentual en el crecimiento, imaginemos un país donde todos contamos con ingreso cuatro veces superior!

El escenario previo muestra una tasa de 7%; el PBI potencial es al menos de 6%, sin embargo con las medidas adecuadas podemos elevar ese límite teórico de crecimiento. Por lo que este simple hecho ya debería haber despertado las alarmas de Palacio de Gobierno y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Es pues hora de ensuciarse un poco el overol y tomar las medidas necesarias para mantener el horno a todo carbón. Lampadia