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No al voto electrónico

No al voto electrónico

Republicamos nuestro rechazo al voto electrónico. Este ha sido prohibido en muchos países, notoriamente en Alemania y Holanda, por los riesgos de fraude a los que está sujeto.

Pero además, en el Perú, donde muchos funcionarios públicos entregan dinero u otras prestaciones a los ciudadanos más pobres, el voto electrónico se presta para la manipulación. “Yo voy a saber por quién votas”, puede ser la amenaza del funcionario público al ciudadano que no puede arriesgar la recepción del apoyo social que lo ayuda a mantener a su familia.

¡No al voto electrónico! Hagamos algo bien. Lampadia

Lima-Perú, 28/04/2016

Nuestro voto debe ser auditable, seguro y secreto
No más voto electrónico

Por primera vez en las elecciones generales pasadas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) impuso el uso del voto electrónico. Pretendió que se aplicara para tres millones de votantes en Lima, y tuvo que retroceder, días antes de la elección, a menos de 700,000 personas. Aún así, la reorganización de locales y número de votantes por mesa originó un tremendo caos del que muchos huyeron sin votar y otros no alcanzaron a hacerlo por las interminables colas. No se pueden hacer experimentos mal diseñados en medio de un proceso electoral, uno de los eventos más importantes de la vida cívica de los peruanos.

En cuanto al voto electrónico, en Lampadia hemos advertido varias veces que su uso es inaceptable, por su naturaleza técnica y por el riesgo de manipulación política dada la extensión y calidad de los programas asistenciales del Estado.

Este sistema de votación electrónico puede torcer la voluntad popular, ya sea por falta de control ciudadano o por intimidación del elector. En el Perú, millones de ciudadanos reciben distintas prestaciones asistencialistas de programas sociales como Juntos, Beca 18, Qali Warma, Pensión 65 y otros. Múltiples funcionarios públicos nacionales y regionales entregan directamente los aportes asistenciales y es evidente que ellos podrían manipular muy fácilmente la votación con aseveraciones, que sin basarse en la realidad, intimiden a los votantes con la amenaza de retirarles los beneficios.

En El voto electrónico es inaceptable para el Perú, dimos un ejemplo para explicar este caso: ‘Cuidado, yo voy a saber por quién votas’, podría ser la aseveración que se dé al ciudadano, quién no tendría los elementos de juicio necesarios para saber si es cierta o no. Ante ello, es pues presumible, que muchos de los electores, podrían votar en la dirección de las ‘recomendaciones’ del funcionario público ‘benefactor’.

Así lo explicó también el especialista en sistemas y asuntos electrónicos, Franjo Kurtovic, en un artículo para Lampadia (ver: Votación “fraudelectrónica”: ¿Buena para quién?): “el voto electrónico es un sistema fácilmente manipulable, genera miedos, -a veces bien fundados como en el caso de Venezuela-, sobre la posibilidad de vincular al ciudadano con su voto, y esto se presta para una serie de manipulaciones políticas y manipulación psicológica del ciudadano votante que pueden alterar la voluntad en favor del gobernante manipulador”.

Además, en otras partes del mundo, estos sistemas han mostrado serias fallas y en Alemania ha sido prohibido por la Corte Constitucional, por su falta de transparencia como argumento central: “1. El principio (…) ordena que todos los pasos esenciales de la elección estén sujetos al control público (…). 2. En la utilización de aparatos electorales electrónicos, el ciudadano debe poder controlar los pasos esenciales del acto electoral y la determinación del resultado de manera fiable y sin conocimientos técnicos especiales.”

Es decir, al no permitir un control ciudadano efectivo y directo por parte de cualquier ciudadano y en especial de los personeros acreditados, el principio de transparencia se quiebra, lo que hace indeseable y peligroso este sistema.

En esta misma línea, compartimos un video de Franjo Kurtovic que explica detalladamente las falencias del voto electrónico, afirmando que este sistema no cumple con los requisitos de que nuestro voto sea auditable, seguro y secreto:

En Lampadia hemos reiterado nuestras llamadas de atención (ver: La peligrosa campaña por el voto electrónico) y, más recientemente, en enero de este año: ¡No al voto electrónico! Lamentablemente, en un país en el que la clase dirigente ha perdido su ‘capacidad de entusiasmarse e indignarse’, es muy poco lo que se analiza, debate y plantea. Pero la soledad de los que estamos comprometidos con la acción cívica, es seguramente compartida por millones de ciudadanos de las ‘mayorías silenciosas’, a quienes tenemos que seguir alertando tercamente.

Tanto por aspectos técnicos como políticos, hoy tenemos que reiterar nuestro llamado:

¡No al voto electrónico!

Lampadia

 

Otros artículos sobre el tema:

Lima-Perú, 22/01/2014 a las 10:01pm. por Lampadia
Peligro para la democracia
No al voto electrónico

https://www.lampadia.com/analisis/politica/no-al-voto-electronico

 

Lima-Perú, 04/02/2014 a las 05:02pm. por Lampadia
Los peligros del de digitalizar el voto
Votación “fraudelectrónica”: ¿Buena para quién?

https://www.lampadia.com/analisis/politica/votacion-fraudelectronica-buena-para-quien/

 

Lima-Perú, 26/01/2015 a las 06:01am. por Lampadia
¿A quién favorece esta trampa?
La peligrosa campaña por el voto electrónico

https://www.lampadia.com/analisis/politica/la-peligrosa-campana-por-el-voto-electronico/

 

Lima-Perú, 21/03/2016 a las 01:03pm. por Lampadia
¡No al voto electrónico!
El voto electrónico es inaceptable para el Perú

https://www.lampadia.com/analisis/politica/el-voto-electronico-es-inaceptable-para-el-peru/

 

Lima-Perú, 14/03/2017 a las 02:03pm. por Lampadia
No se quiere entender los riesgos
Voto Electrónico: De ninguna manera

https://www.lampadia.com/analisis/politica/voto-electronico-de-ninguna-manera/




No más voto electrónico

No más voto electrónico

Por primera vez en las elecciones generales pasadas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) impuso el uso del voto electrónico. Pretendió que se aplicara para tres millones de votantes en Lima, y tuvo que retroceder, días antes de la elección, a menos de 700,000 personas. Aún así, la reorganización de locales y número de votantes por mesa originó un tremendo caos del que muchos huyeron sin votar y otros no alcanzaron a hacerlo por las interminables colas. No se pueden hacer experimentos mal diseñados en medio de un proceso electoral, uno de los eventos más importantes de la vida cívica de los peruanos.

En cuanto al voto electrónico, en Lampadia hemos advertido varias veces que su uso es inaceptable, por su naturaleza técnica y por el riesgo de manipulación política dada la extensión y calidad de los programas asistenciales del Estado.

Este sistema de votación electrónico puede torcer la voluntad popular, ya sea por falta de control ciudadano o por intimidación del elector. En el Perú, millones de ciudadanos reciben distintas prestaciones asistencialistas de programas sociales como Juntos, Beca 18, Qali Warma, Pensión 65 y otros. Múltiples funcionarios públicos nacionales y regionales entregan directamente los aportes asistenciales y es evidente que ellos podrían manipular muy fácilmente la votación con aseveraciones, que sin basarse en la realidad, intimiden a los votantes con la amenaza de retirarles los beneficios.

En El voto electrónico es inaceptable para el Perú, dimos un ejemplo para explicar este caso: ‘Cuidado, yo voy a saber por quién votas’, podría ser la aseveración que se dé al ciudadano, quién no tendría los elementos de juicio necesarios para saber si es cierta o no. Ante ello, es pues presumible, que muchos de los electores, podrían votar en la dirección de las ‘recomendaciones’ del funcionario público ‘benefactor’.

Así lo explicó también el especialista en sistemas y asuntos electrónicos, Franjo Kurtovic, en un artículo para Lampadia (ver: Votación “fraudelectrónica”: ¿Buena para quién?): “el voto electrónico es un sistema fácilmente manipulable, genera miedos, -a veces bien fundados como en el caso de Venezuela-, sobre la posibilidad de vincular al ciudadano con su voto, y esto se presta para una serie de manipulaciones políticas y manipulación psicológica del ciudadano votante que pueden alterar la voluntad en favor del gobernante manipulador”.

Además, en otras partes del mundo, estos sistemas han mostrado seria fallas y en Alemania ha sido prohibido por la Corte Constitucional, por su falta de transparencia como argumento central: “1. El principio (…) ordena que todos los pasos esenciales de la elección estén sujetos al control público (…). 2. En la utilización de aparatos electorales electrónicos, el ciudadano debe poder controlar los pasos esenciales del acto electoral y la determinación del resultado de manera fiable y sin conocimientos técnicos especiales.”

Es decir, al no permitir un control ciudadano efectivo y directo por parte de cualquier ciudadano y en especial de los personeros acreditados, el principio de transparencia se quiebra, lo que hace indeseable y peligroso este sistema.

En esta misma línea, compartimos un video de Franjo Kurtovic que explica detalladamente las falencias del voto electrónico, afirmando que este sistema no cumple con los requisitos de que nuestro voto sea auditable, seguro y secreto:

En Lampadia hemos reiterado nuestras llamadas de atención (ver: La peligrosa campaña por el voto electrónico) y, más recientemente, en enero de este año: ¡No al voto electrónico! Lamentablemente, en un país en el que la clase dirigente ha perdido su ‘capacidad de entusiasmarse e indignarse’, es muy poco lo que se analiza, debate y plantea. Pero la soledad de los que estamos comprometidos con la acción cívica, es seguramente compartida por millones de ciudadanos de las ‘mayorías silenciosas’, a quienes tenemos que seguir alertando tercamente.

Tanto por aspectos técnicos como políticos, hoy tenemos que reiterar nuestro llamado:

¡No al voto electrónico!

Lampadia




Un ataque asesino contra la libertad de expresión

Un ataque asesino contra la libertad de expresión

Financial Times

Publicado por El Comercio, – Portafolio, 09 de Enero de 2015

El sangriento asalto a las oficinas de la revista satírica francesa “Charlie Hebdo” solo puede provocar la más profunda repugnancia. El ataque fue una atrocidad terrorista que cobró la vida de al menos 12 personas inocentes.

Nuestra primera respuesta debe ser llorar a las víctimas, cuatro eran dibujantes reconocidos de la revista y dos eran agentes de la policía. Pero esto es más que una tragedia humana. Fue un acto calculado de intimidación, un ataque a la libertad de expresión, pilar de toda sociedad democrática. Fue un ataque concebido para sembrar una forma insidiosa de autocensura. Debe ser rotunda y desafiantemente condenado.

Casi una década ha pasado desde que un periódico danés atrajo la ira de los musulmanes por la publicación de caricaturas que satirizaban al Profeta Mahoma. Lo que comenzó con protestas pacíficas y boicots de productos de consumo se ha convertido constante y paulatinamente en violencia. Ésta no es la primera vez que “Charlie Hebdo” ha sido atacado por publicar sus caricaturas que satirizan al Islam. Sus oficinas fueron bombardeadas hace tres años.

Pero los acontecimientos del miércoles marcan un nuevo y siniestro paso en la escalada del conflicto entre la fe y la libertad de expresión. Imágenes de tres hombres enmascarados armados con fusiles AK-47 en el centro de una capital europea, matando a tiros a policías y buscando a sus víctimas por las oficinas de la revista, producen escalofríos en todo el mundo occidental.

Para los servicios de seguridad en Francia y en toda Europa, este ataque generará muchas preguntas. No está claro si los asaltantes ya estaban en la mira de las autoridades francesas y si estaban recibiendo ayuda de grupos militantes extranjeros.

Muchos de los recientes ataques yihadistas – en Sidney y Ottawa – fueron realizados por “lobos solitarios”. La naturaleza coordinada del asalto del miércoles – y también el hecho de que los atacantes escaparon en lugar de recurrir a tácticas de asedio y suicidio – sugiere un modus operandi menos familiar.

En los días venideros, muchos observarán el impacto de este evento en la sociedad francesa. En un momento de profundo malestar político y económico, el partido Frente Nacional antiinmigrante liderado por Marine Le Pen puede beneficiarse de una nueva explosión de sentimiento antiislámico. El ataque es un desafío a las autoridades estatales que ahora deben encontrar a los agresores y llevarlos ante la justicia. Pero el reto más grande es cómo los políticos y el público pueden acoger los valores seculares y centrales de Francia y expresar su desafío sin avivar el fuego de la venganza ciega.

En toda sociedad democrática, siempre debe haber espacio para un debate civilizado acerca del tacto y del decoro cuando se trata de burlarse de cualquier religión. Pero lo que no puede impugnarse es el derecho fundamental de todos los ciudadanos a expresarse libremente dentro del marco de la ley. En una época que se caracteriza por el crecimiento de la religión y por la creciente politización de la fe, toda religión debe estar abierta a la opinión, al análisis y la sátira.

En el último cuarto de siglo ha habido muchos intentos por utilizar la intimidación para silenciar la sátira y la disidencia. El régimen iraní estableció el precedente cuando emitió una fatwa contra el escritor Salman Rushdie en respuesta a su libro “Los versos satánicos”. Corea del Norte acaba de utilizar la violencia cibernética para evitar la distribución de una película poco favorecedora sobre su líder Kim Jong Un.

Ahora tenemos el espectáculo atroz en París. La respuesta del mundo libre ante esto debe ser inquebrantable. “Charlie Hebdo” tal vez sea una publicación muy diferente a la nuestra, pero la valentía de sus periodistas – y su derecho a publicar – no puede ser puesto en duda. Una prensa libre no vale nada si sus practicantes no se sienten libres para expresarse.