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Archipiélago sin agua

Por: Martín Naranjo
Perú21, 24 de Octubre del 2022

“Así, nuestra geografía no nos divide en segmentos, porque los segmentos son por definición adyacentes: nuestra geografía nos divide en fragmentos. En fragmentos dispersos”.

Cuando uno viaja por el Perú, descubre rápidamente cómo nuestra geografía presenta obstáculos impensables, nuestros desiertos costeros pueden llegar a ser tremendamente secos e inhóspitos, y, para llegar a nuestra selva, muchas veces impenetrable, hay que remontar una cordillera que nos divide y nos parte como con una pared en muchos lugares vertical. Nuestros pueblos muy dispersos, notaba el economista Antonello Gerbi en los años cuarenta, se reparten muy distanciados como en un archipiélago sin agua. Así, nuestra geografía no nos divide en segmentos, porque los segmentos son por definición adyacentes: nuestra geografía nos divide en fragmentos. En fragmentos dispersos. Esta característica nos dota de una tremenda diversidad ecológica y cultural, y al mismo tiempo impone también grandes dificultades de comunicación, de integración, comerciales y de construcción de unidad.

Los avances en la tecnología digital presentan una oportunidad de desarrollo gigantesca. Como estos tiempos de pandemia nos han permitido avizorar, esta oportunidad de desarrollo está muy relacionada a economías de plataforma, en particular a las economías de plataformas de comunicaciones y a las economías de plataformas transaccionales, como las de redes sociales, de reuniones remotas o las de pagos y transferencias digitales. Aunque todavía con mucho por recorrer, las plataformas digitales pueden acortar distancias, aplanar cordilleras y acercar comunidades lejanas. Nos pueden ayudar muy eficientemente a comunicarnos, a educarnos y a comerciar; por lo tanto, también nos pueden ayudar a integrarnos y a construir mejor nuestra unidad como país.

Pensando en ello, la Asociación de Bancos del Perú desarrolló el programa Finanzas Al Toque, una plataforma digital de microaprendizaje, 100% gratuita, con contenidos en formato de cursos cortos, jornadas y campañas que ayuden a los ciudadanos a manejar mejor sus finanzas. El programa ha sido diseñado para ofrecer una experiencia útil de aprendizaje que se ajuste a las necesidades y disponibilidades de cada persona. El propósito del programa es contribuir a que las personas tomen mejores decisiones sobre el uso de recursos y puedan alcanzar, así, un mayor bienestar. Finanzas Al Toque es una herramienta que esperamos potencie los esfuerzos para una inclusión financiera sostenible y responsable.

Entender la inclusión financiera, y en particular la educación financiera, como parte de un problema general de inclusión, de integración y de construcción de ciudadanía la convierte inmediatamente en el eje principal de nuestro propósito como industria. La educación financiera requiere diseñar contenidos desde la empatía y también requiere utilizar las formas de distribución que aprovechen las plataformas y los canales que mejor nos ayuden a superar los retos que impone la realidad de nuestro país.




Un país es mucho su geografía

Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 25 de Octubre del 2022

“Imagínense lo difícil que debe de haber sido gobernar a un país tan abrupto y balcanizado por desiertos…”.

– Ese sonsonete de “los 200 años” es de ignorantes y demagogos. Como todo país promedio de la zona, el Perú tuvo sus buenos y malos momentos. Y hay que tener en cuenta que nuestro país es remoto en el planeta (el Canal de Panamá le conectó más recién en 1914 a Occidente) y tiene una particular geografía endemoniada, que recién comenzó a ser domesticada desde las carreteras que Leguía comenzó en los 20 y la posterior Panamericana. También la radio y el teléfono llegaron por esos años. Antes de 1950, las vías y los medios de comunicación eran muy, muy precarios. Imagínense lo difícil que debe de haber sido gobernar un país tan abrupto y balcanizado por desiertos, cordilleras, abismos y selvas, todos inmensos. Y la aplastante mayor parte de la población no hablaba español, era rural e iletrada, y vivía muy dispersa por la casi inaccesible Sierra, como lo reveló el censo de 1940. A ver, gobiernen eso y sin muchos recursos en el siglo XIX y gran parte del XX. No, no se puede juzgar tan ligeramente.

– Boric asumió la presidencia chilena el 11 de marzo pasado. No ha pasado un año y ya está con solo 26% de aprobación (no sé si ese terminará siendo su “piso”, como aquí pasa con Castillo, que tiene un 25% de descerebrados que todavía le apoyan ciegamente). Eso les pasa a los chilenos por votar por un chiquillo inútil y demagogo, que no había hecho nada relevante en su vida además de tan solo ser un revoltoso activista callejero (y con rumores sobre su salud mental). Esta gente incendiaria y bocona muestra todas sus limitaciones en el poder.

– Qué interesante que un indio (o hindú, como mejor se entienda) sea hoy el nuevo primer ministro británico. Es que la derecha inglesa (Partido Conservador) ha sido siempre más avanzada que el resto: el Reino Unido tuvo a un judío de premier (Disraelí, aunque converso) en el siglo XIX, algo impensable entonces en el resto de Occidente. Y tres mujeres han llegado al premierato, también con los mismos conservadores (Thatcher, May y Truss).




LA RIQUEZA DEL PERÚ

LA RIQUEZA DEL PERÚ

Carlos Milla Vidal
Desde Cusco
Para Lampadia

Aceptando la provocación de Pablo Bustamante, que en un artículo expresa:

“En esta patria que amamos, tenemos todos los elementos para ser exitosos”

  • una población trabajadora que confía en sus propias capacidades;
  • una geografía pletórica de riquezas que la ‘Pachamama’ a puesto a nuestra disposición para que construyamos nuestro bienestar;
  • una ubicación privilegiada en el Océano Pacífico;
  • y un conjunto extraordinario de desarrollos culturales que también son una fuente importante de riqueza. “

Quise hacer un análisis de sus aseveraciones, un poco con vocación de geólogo y geógrafo aficionado, buscando algunos elementos que nos pongan en contexto sobre esta tierra maravillosa que hoy es el Perú. Mis reflexiones me llevaron a empezar por hacerme una pregunta… ¿ Cuándo empezó a formarse nuestra maravillosa geografía?

La respuesta que encontré me llevó muchísimo más allá de la aparición del homo sapiens en la faz de la tierra, nada menos que 120 millones de años atrás. ¿Qué es lo que sucedió entonces?

GEOLOGÍA

Nuestro joven planeta, estaba en plena formación. Las tierras en los cuales estaba enmarcado el territorio de lo que hoy es nuestro país, eran selvas tropicales, con profusión de lluvias, que formaban riquísimas cuencas que desembocaban en el pacífico (SI, el río Amazonas salía por el pacífico). Paisajes muy diferentes a los actuales, (en efecto, la temperatura era en promedio 10 grados superior a la actual, y el CO2 era mucho mayor). Eso permitía que las especies de plantas, (grandes helechos y bosques tropicales adaptadas a esa geografía mega-tropical) proveían sustento a los dinosaurios que dominaban el planeta, la vida bullía en todas sus especies. Después fue el turno de las coníferas, que formaron grandes bosques.

De repente un proceso de catástrofes geológicas tuvo lugar en las profundidades de la tierra: Los continentes empezaron a desplazarse, empezó la formación de los continentes en todo el planeta. Pero algo especial sucedía frente a nuestras costas:

La placa de Nazca, sustento de lo que hoy es el océano pacífico, sufría grandes presiones de fuerzas que la empujaban al este. La placa llamada continental en la cual se sustentaba el continente sudamericano empezó también a sufrir presiones desde el centro de la tierra y se desplazó hacia el oeste.

Lo que estaba por suceder era una mega-colisión, mucho más violenta que todas las otras ocurridas en el planeta. Y eso, unido a una actividad volcánica colosal, empezó a formar el perfil de nuestro territorio. Una impresionante cadena de montañas, situadas en pleno trópico. La única en el planeta con estas características.

La rugosidad de las montañas fue proporcional a la violencia de la colisión. Nuestros andes alcanzaron más de 15,000 metros de altura. (Si medimos la altura de la montaña desde las profundas fosas que se encuentran hasta 8,000 metros bajo nivel del mar).

El legado del cataclismo

Paradójicamente, el cataclismo modeló una geografía que nos dejó puras ventajas:

  • Se quedaron enterradas enormes biomasas que, con la descomunal presión telúrica, se convirtieron en combustibles fósiles (Carbón, petróleo, Gas)
  • Las fosas marinas, empezaron a definir las corrientes en el fondo de los mares. La corriente fría que venía de la Antártida (corriente de Humboldt), y la cálida que venía de los trópicos ecuatoriales (el niño) no solo arrastraban a nuestras costas una riqueza ictiológica incomparable, sino que nos convirtió en el primer país pesquero del mundo.
  • Se formaron las nuevas cuencas hacia el atlántico, generando el gran rio amazonas mientras que las quebradas de la costa se precipitan al mar en cortos recorridos, dejando entre valle y valle grandes desiertos.
  • Estos desiertos, sin embargo, eran en rigor tierras fertilizadas por la exuberante vegetación antidiluviana, que se quedaron por falta de agua como tales.
  • Los minerales de todo tipo: cobre, hierro, oro, plata, zinc litio quedaron atrapados en grandes bolsones en las altas montañas.
  • Las grandes cavidades de las montañas, alimentadas por las cuencas formaron los lagos en grandes alturas (El Titikaka comparable con los grandes lagos de Norteamérica está a casi 4,000 metros de altura).

GEOGRAFIA:

La superficie de las montañas que emergieron por encima de lo que eran selvas tropicales, empezaron a “arrugarse” por la actividad tectónica y también por la volcánica. La erosión empezó a definir las nuevas formas, y lo que tenemos hoy son cumbres de las cuales salen multiplicidad de quebradas, generando amplias y variadas cuencas.

Los trópicos empezaron a comportarse de la mejor forma que la naturaleza sabe hacer: Adaptar las miles de especies vegetales al nuevo clima que se fue perfilando.

La tierra después de los cataclismos, fue enfriándose, y la latitud tropical de nuestro territorio empezó a combinar con la altitud de nuestras cordilleras, para formar una multiplicidad de climas que los estudiosos no terminan de identificar: Las 8 regiones naturales que identifica Pulgar Vidal, o las 11 regiones de Antonio Brack Egg, resultan insuficientes para entender los climas del Perú. Cada 100 metros en altitud, cada grado en latitud, definen variaciones climáticas infinitas. A esto se suma, la orientación solar de las laderas, y las condiciones de humedad por la evaporación del mar o de los bosques tropicales. No en vano dicen los entendidos que Perú tiene 84 de los 104 climas del planeta.

Las condiciones de la superficie, los materiales acumulados, las tierras y minerales, formaron un suelo diverso. Y todo esto sirvió a las nuevas especies vegetales, y animales que empezaron a formar ecosistemas aparentes para el crecimiento de plantas y animales (mamíferos, aves e insectos).

LA OCUPACION HUMANA

Hace sólo 14,000 años, el homo sapiens llega a tierras americanas por el estrecho de Bering y empieza un largo proceso de adaptación al nuevo territorio.

El “estado natural” del hombre primitivo era de armonía con lo natural.

Podemos afirmar que el logro más importante de la cultura peruana que alcanzó la categoría de “cuna de civilización” y a la vez logró el estatus de civilización compleja hace 5,000 años, fue que ese “entendimiento” de ser parte del cosmos, y actuar dentro de la naturaleza en una armonía se convirtió en “el principio del AYNI”.

La adaptación del hombre a los diversos climas, altitudes, zonas productivas garantizó variedad de recursos y un sistema de intercambio tecnológico

El Ayni que empezó como un proyecto de supervivencia, dentro del ayllu, saltó a la economía, la producción, el comercio, los flujos con el desarrollo de la Minka comunal, y posteriormente a la Mita, con intervención del estado para las grandes obras de infraestructura.

El AYNI, fue pues, un proyecto político y económico, que funcionó con gran eficiencia, porque garantizaba el uso racional y armónico de los recursos. Entenderlo, es un reto para los estudiosos, e interiorizarlo, es un reto para los políticos.

LOS POTENCIALES PARA EL PERU DE HOY

El legado de la geología, la geografía y la historia debe ser usado en beneficio de los peruanos de hoy y de mañana.

  • Uno de los activos importantes de nuestra geografía es la diferencia de alturas. Desde nuestras cumbres a más de 6,000 metros, hasta las selvas amazónicas a menos de 300 hay seis kilómetros de caída de aguas. En una cordillera cualquiera, tenemos que la recolección de aguas fluye por hasta cinco cuencas. ¿Qué mejor para conseguir con un poquito de infraestructura (Presas – grandes o chicas-) que puedan canalizar el agua, convertirla en proteína (acuicultura), energía hidroeléctrica y riego para miles (¿millones?) de hectáreas? Y adicionalmente evitar la erosión, y los huaycos que siembran muerte y dolor cada año.
  • El sol, en latitud tropical, tiene exposición vertical, la altura, y menos atmosfera, hacen que la radiación sea la mejor del planeta… ¿Por qué no utilizarla para captar energía eléctrica? (*)
  • La minería moderna, esa que no contamina tiene grandísimas reservas listas a ser explotadas.
  • Los desiertos de la costa no son tales… son tierras fértiles (antidiluvianas) listas a recibir riego tecnificado. Lo hecho por nuestros fruticultores que nos han convertido en potencia mundial en agro-exportaciones nos lo demuestran.
  • Y aún no hablamos de la biodiversidad, pues en nuestro territorio convergieron milagros genéticos que dieron a nuestro suelo, la posibilidad de producir más del 60% de los alimentos del planeta.

Coincido con Pablo Bustamante que la reflexión de nuestra inconmensurable riqueza nos lleva a una paradoja:

Somos herederos de la mejor geografía del planeta, y de una de las “cunas de civilización”, es decir, estamos orgullosos de lo que hizo Dios, y de lo que hicieron nuestros antepasados.

Pero… ¿Qué hicimos nosotros?, ¿qué podemos hacer?

No debemos ser ni extraordinarios ni brillantes. Simplemente razonables y capaces de salir de esta broma pesada que nos ha hecho el socialismo del siglo XXI, recuperar nuestro camino, y corregir nuestros yerros.

¿Es tan difícil?

Lampadia

(*) La matriz energética peruana es (i) 56.09% Termoeléctrica, (ii) 38.70% Hidroeléctrica, (iii) 3.08% Eólica y (iv) 2.13% Solar. ¿Por qué no usamos el sol, el viento y el agua que son gratis, e ilimitados?, y preferimos quemar gas, que contamina, y se acaba? Máxime si ahora la tecnología permite transportar electricidad ilimitadamente, pudiendo exportar energía a todo el subcontinente. Nuestros políticos tienen la respuesta




Las Montañas Andinas desde la mirada del Condor y de la Perdiz

Carlos Amat y León
Revista PUENTE N° 53 – Junio 2019, Colegio de Ingenieros del Perú.
Las Montañas Andinas desde la mirada del Condor y de la Perdiz

Comparto con Lampadia estas reflexiones, para celebrar las Fiestas Patrias desde las alturas del cóndor y el cariño terrenal de la perdiz.
Un abrazo…,  Carlos 

Con mucho gusto compartimos el magnífico artículo de Carlos Amat y León, sobre el Perú, su geografía, sus misterios y sus miradas.

La mirada del cóndor

“Imagínese un personaje legendario, el cóndor, volando por montañas congeladas y glaciares incrustados en los cielos. Surgir entre nubes, agitando vientos, reventando truenos y chicoteando relámpagos, para precipitar aguaceros torrenciales en la cordillera. Y luego, verlo planear en vuelos apacibles por los desfiladeros y roquedales, para reposar en su nido y contemplar el caminar del sol entre las cumbres y los abismos.

Nos muestra imponentes montañas pétreas con los ecosistemas más diversos y extremos del mundo y nos invita a admirar las cumbres nevadas y a temer los precipicios más profundos de la tierra. De un lado se extienden las llanuras áridas de la costa y el mar infinito del Pacífico; y del otro, aparece la alfombra inmensa del bosque amazónico. Por eso, las montañas andinas peruanas son una joya de múltiples paisajes, rostros y emociones. Caminar por su territorio enciende el alma, tiempla el carácter, ilumina la mente e impulsa el ánimo para seguir caminando cuesta arriba y cuesta abajo”.

(…)

La mirada de la perdiz

“La perdiz, agazapada en las pasturas de la cordillera, nos recuerda que muchas sociedades andinas caminaron por este territorio. Y nos cuenta que estas montañas a veces nos castigan con ferocidad y, en otras, nos abrazan con mucha ternura. Que el encanto de las montañas inspira las canciones y emociona a los pueblos con sus bailes y comidas en las fiestas patronales. Nos susurra, además, que hay una energía interior que hace aparecer en el camino a vírgenes milagrosas y a cruces sagradas en las cumbres de los cerros. Y en las noches, cuando todo está oscuro, nos advierten que existen cuevas con malos espíritus que hacen daño y presagian calamidades. Pero estas buenas amigas también nos recuerdan sobre nuestros ancestros que reposan ahí y que ellos nos protegerán de los malos augurios.

Por eso cuenta una pastorcita, que en una noche se le había perdido su ovejita, y que la perdiz la había consolado diciéndole: “déjame llorar por ti.., para que tus lágrimas no te hagan sufrir”.

La perdiz también nos muestra cómo el sol anuncia el amanecer pintando el cielo de colores y de repente se aparece sonriente en las cumbres, para luego caminar por las laderas de los cerros hasta que se pone intenso sobre nuestras cabezas. Después, poco a poco, se va alejando por las pampas para esconderse detrás de unos cerros y apagando los cielos con rojos oscuros. Dicen que es para descansar en la mama cocha. Pero durante el año el sol va saltando por las cumbres de un extremo a otro y después regresa por los mismos sitios”.

(…)

El pueblo andino global

“Las innovaciones tecnológicas que están en curso nos ofrecen posibilidades extraordinarias para potenciar los hábitats andinos y el urbanismo ecológico de los centros poblados y en la gestión de las instituciones comunitarias. Por ejemplo, el uso generalizado de celulares inteligentes facilita el acceso global a la información, al conocimiento y al entretenimiento a toda la población y desde cualquier lugar del territorio. Así mismo, es una oportunidad para ampliar y mejorar la calidad de los servicios para toda la población, en educación, salud, administración de justicia

y seguridad ciudadana, los cuales están concentrados en las grandes ciudades.

Ahora es posible superar el aislamiento y las dificultades que imponen la geografía del país. Contribuye a este propósito la creciente reducción del costo de energía – megavatio/hora – con la generación fotovoltaica con paneles solares. Se instalan muy rápido y tienen gran flexibilidad en tamaño para ubicarlos en cualquier sitio de los Andes. De igual modo aparecen los nuevos vehículos eléctricos para facilitar el transporte público con menor costo y menor impacto ambiental. Y con esta energía más barata y accesible en los ámbitos locales, se podrá instalar sistemas productivos más eficientes”.

(…)

“Todas estas innovaciones tecnológicas posibilitarán el mayor progreso humano y la reducción de las desigualdades sociales y regionales. El acceso generalizado por toda la población de esta nueva canasta de bienes y servicios, facilitará el ejercicio de la creatividad y el arte, se dispondrá de más tiempo para profundizar los conocimientos, se ampliarán las redes sociales y los encuentros interpersonales y contribuirá a expandir y diversificar la vida cotidiana con las actividades recreativas, festivas, religiosas y comunitarias. Y también mayor tiempo para integrarse con la naturaleza y la belleza de los paisajes. Todo ello enriquece y engrandece la experiencia humana. Al final de cuenta, esto somos, es lo más valioso que tenemos y es la razón para la cual vivimos.

El reencuentro con el centro poblado, sus montañas, sus paisajes, su colorido y con la energía telúrica de las montañas andinas, es otra manera para que los peruanos podamos desarrollarnos y volver a ocupar nuestro territorio. Las ciudades actuales tendrán que reinventarse y rediseñarse en redes de multipueblos, con espacios verdes y arborizados y sistemas radiales y vías concéntricas de transporte público de superficie. Es muy probable que estarían disponibles los recursos necesarios para financiar estos proyectos en los pueblos del Perú, porque tendrían menor costo que el valor final de los megaproyectos, actualmente cuestionados. Y, por supuesto, si se erradica la corrupción.

En esencia, el modelo de desarrollo andino consiste en organizar la unidad con la diversidad de las gentes y de los ecosistemas y lograr la sostenibilidad con la variabilidad de la economía y del clima, en base a la reciprocidad equitativa y confiable a largo plazo y la colaboración generosa de la población en el trabajo comunitario.

Gobernar el todo para vivir en armonía con todos”. Lampadia




“Expectativas Racionales” sobre economistas

“Expectativas Racionales” sobre economistas

Timothy Garton Ash es uno de los articulistas más profundos y universales que, de vez en cuando, nos regala reflexiones muy enriquecedoras. En esta ocasión explica cómo la economía, que no es una ciencia exacta como la física, se dejó llevar por algunas hipótesis como las del “mercado eficiente” y las “expectativas racionales”, que llevaron a muchos economistas al error.

“Para ejercer bien la economía hay que tener en cuenta la cultura, la historia, la geografía, las instituciones, la psicología individual y colectiva”. En verdad, este es un importante consejo para todas las profesiones y para todos los seres humanos, pues nos hace aterrizar y comprender las complejidades de la vida y las limitaciones que todos tenemos. Nunca nos olvidemos que el pecado ‘original’ (no redimido), es la soberbia.

El siglo XX nos llevó a un desarrollo académico extraordinario que requería y conllevaba un nivel muy importante de especialización profesional. Eso está muy bien, pero en el mundo de hoy de híper conciencia, híper comunicación, expectativas multiplicadas y grandes capacidades tecnológicas, necesitamos ampliar nuestros ángulos de mira y potenciar nuestras ideas actuando ‘al alimón’ con otros seres humanos (¿pensamiento compartido?).

Veritas-Online

Leamos este interesante artículo de Garton Ash: 

Como los médicos, pero menos

¿Cómo son los economistas? Los vemos como físicos o cirujanos: deberíamos ser más realistas sobre sus límites, y ellos también. Es un oficio multidimensional basado en hechos y en todo lo que influye en el comportamiento humano

Por Timothy Garton Ash (Profesor de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford, e investigador titular en la Universidad de Stanford).

El País de España, 11 de febrero de 2016

Glosado por Lampadia

 

The Guardian preguntó hace poco a nueve economistas si nos encaminamos a otra crisis financiera mundial y, como es natural, dieron nueve respuestas distintas. A pesar de ello, seguimos acudiendo a los economistas como si fueran físicos, armados de predicciones científicas sobre el comportamiento de la economía. Los que consumimos ciencia económica debemos ser más realistas sobre sus límites, y los propios economistas también. Una actitud más modesta tanto en la oferta como en la demanda de análisis producirá mejores resultados.

Después de la gran crisis que comenzó hace casi 10 años, la ciencia económica ha hecho examen de conciencia, hasta cierto punto. Seguramente la autocrítica debería haber sido más profunda, tanto en los medios académicos como en la banca, pero está ahí. En particular, los pensadores económicos agrupados en torno al Instituto de Nuevo Pensamiento Económico de George Soros (INET) han elaborado un revelador informe sobre lo que sucedió.

Adair Turner ofrece una versión comedida y convincente en su libro Between Debt and the Devil. Es cierto que los principales economistas criticaron los modelos matemáticos de perfección del mercado y que los mercados financieros tal vez siguieron versiones demasiado simplistas de esos modelos, dice Turner, pero “la corriente dominante de la ciencia económica y la ortodoxia política” no vio venir la crisis e incluso contribuyó a ella. Los principales errores fueron la “hipótesis del mercado eficiente” y la “hipótesis de las expectativas racionales”.

Publicidad de la PUCP

El fundamentalismo del mercado se consideraba el polo opuesto de la economía comunista centralizada, pero en realidad cometió el mismo error: creer que un modelo racional podía abarcar, predecir y optimizar la dinámica complejidad del comportamiento colectivo de los seres humanos. Como escriben Roman Frydman y Michael Goldberg, “el economista, pues, igual que un planificador socialista, cree que puede hacer grandes cosas porque piensa que ha logrado descubrir el mecanismo predeterminado que produce los resultados del mercado”.

Numerosos economistas cayeron presa de lo que se ha denominado envidia de la física. Como otras áreas de las ciencias sociales, aspiraban a tener el prestigio, la certidumbre y la previsibilidad de la física.

Además, los políticos y gobernantes les prestan una atención que no prestan, por ejemplo, a los politólogos de la escuela de la Elección Racional que domina tantos departamentos universitarios en EEUU.

Eso no quiere decir que no debamos hacer caso a los economistas ni que la ciencia económica no merezca tener un Nobel. Solo significa que no es una ciencia exacta como la física. Para ejercerla bien hay que tener en cuenta la cultura, la historia, la geografía, las instituciones, la psicología individual y colectiva. John Stuart Mill decía que “nadie puede ser buen economista si no es nada más”, y John Maynard Keynes que un economista debía tener “algo de matemático, historiador, estadista y filósofo”. Y afirmó que “la ciencia económica es fundamentalmente una ciencia moral”. En realidad, se podría decir que el Nobel de Economía está a mitad de camino entre los de Física, Literatura y Paz. La ciencia económica es, en el mejor de los casos, un oficio multidimensional, basado en hechos, alerta a todo lo que influye en el comportamiento humano, de miras ambiciosas y de expectativas modestas sobre lo que se puede predecir.

¿Cuál es la conclusión de esta nueva y vieja interpretación de la naturaleza de la ciencia económica? No conozco la economía que se enseña en las universidades tanto como para decir si tienen que adaptarse más, pero me llamó la atención un manifiesto publicado hace un par de años por estudiantes de Economía en la Universidad de Manchester. En él proponían un enfoque “que comience con los fenómenos económicos y dé a los alumnos las herramientas para evaluar cómo puede explicarse desde distintas perspectivas”, en lugar de modelos matemáticos basados en hipótesis nada realistas.

Y está también la conducta de los grandes responsables de la economía: ministros, banqueros centrales y líderes empresariales. Hace poco leí una espléndida charla que pronunció el veterano inversor Charlie Munger, el socio de Warren Buffett en Berkshire Hathaway, en 2003, mucho antes de la crisis. “Todo lo que ha conseguido Berkshire lo ha hecho sin prestar la más mínima atención a la teoría del mercado eficiente”.

Los simples oyentes deberíamos aplicarnos la misma lección. No deberíamos pedir a nuestros economistas más de lo que pueden darnos, como hacemos con nuestro médico. La medicina tiene un componente científico, más que la economía, pero los estudios médicos indican que nuestra salud depende en gran parte de otros factores, sobre todo psicológicos, y que aún existen muchas cosas desconocidas. Los economistas son como los médicos, pero menos. Lampadia