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Resistiendo la adversidad

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Nuestra historia es un continuo de superación ante todo tipo de crisis. Así lo podemos comprobar revisando nuestros últimos 5,000 años, desde Caral. 

De manera sorprendente acabamos de salir de una severa amenaza a nuestra libertad de organización política y a nuestra libertad de desarrollar una economía sin tutelajes estatizantes.

No es que hayamos derrotado al monstruo apocalíptico de siete cabezas, pero hemos destruido una de ellas, que con la ayuda del corrupto comunismo internacional, ha venido distorsionando nuestras limitaciones socio-económicas y nuestras desigualdades sociales, para instigar una ruptura política que desquicie nuestro proceso de desarrollo y nos lleve a ese socialismo que empobrece a los pueblos para enriquecer a sus dirigentes.

El plan con el que Castillo-Cerrón-Perú-Libre llegó al poder, frenado hasta el 7 de diciembre pasado por hábiles normas del vilipendiado Congreso (ver el detalle en ‘La mano de Dios’ de Jaime de Althaus), de pronto se hizo viable en la torpe mente de Castillo, Torres, Chávez y quien sabe entre quiénes más.

Como hemos visto, ese plan pretendía instalar una dictadura absoluta, sin Congreso, Ministerio Público, Poder Judicial, Tribunal Constitucional, que forzara un arreglo constitucional que pusiera un cerrojo a nuestras libertades políticas y económicas.

Corroborando este plan enfermizo de la izquierda internacional, hemos visto también, como han saltado en defensa del torpe golpista, sus compinches internacionales, dizque ideológicos, en México, Colombia, Venezuela y Bolivia.

El Perú, habilitado por su Constitución pro desarrollo económico y social de 1993, con la autoridad moral de haber reducido la pobreza de 60 a 20% de la población, y con la consolidación de una clase media emergente, ese pueblo emprendedor, viene resistiendo hace 10 años la politización de nuestros gobiernos, que han frenado la inversión, el empleo y el crecimiento económico. Fenómeno agravado sustancialmente desde el 2021.

Muchos se sorprenden aún de esa fortaleza económica, bombardeada por el populismo de izquierda, por el criminal manejo de la pandemia y por la invasión de cadres castillistas en todas las esferas del gobierno.

Resulta que nuestro país es fértil para el crecimiento, tanto por sus inmensos y múltiples recursos naturales, como por la vocación desarrollista de nuestra gente.

Por otro lado, hasta el 7 de diciembre pasado teníamos muchas dudas sobre la fortaleza de nuestras instituciones. Pero ahora hemos podido comprobar que nuestras instituciones democráticas, el Congreso, la Fiscalía, el Poder Judicial, El Tribunal Constitucional y nuestras Fuerzas Armadas, el Ejército, la Marina, la Aviación y la Policía, han dado un ejemplo de civismo y legalidad. Todas ellas han hecho honor al aserto de Miguel Grau:

“No reconozco más caudillo que la Constitución”.

El Perú ha estado a la altura de las circunstancias y hemos cumplido con el precepto del artículo 46 de la Constitución:

“Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la Constitución y las leyes”.

El Perú está llamado a ser un gran país, tenemos todo para lograrlo. Solo necesitamos buenos líderes y una clase dirigente que eduque, comunique y dé el ejemplo. 

¡Viva el Perú! Lampadia




El terrorista rehabilitado

Por: Rubén Vargas Céspedes
El Comercio, 6 de Diciembre del 2022

“La democracia pierde legitimidad cuando sus instituciones se muestran lerdas para comprender la amenaza terrorista”.

David C. Rapoport, uno de los más grandes estudiosos del terrorismo, escribió “Las cuatro oleadas del terror” (2004), obra en la que identificó los principales hitos del terrorismo internacional desde 1880 con la oleada anarquista hasta la actual cuarta oleada de terrorismo religioso. Los grupos terroristas que operaron en nuestro país pertenecerían a la llamada oleada de “la nueva izquierda”. El objetivo del terrorismo en estas oleadas fue generar cambios en el statu quo político, económico y en los modelos de gobierno. Más allá de estas denominaciones, lo cierto es que el autor señala que el terrorismo es una estrategia y nunca un fin. Que las víctimas del terrorismo siempre son medios y no objetivos finales.

El Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso (PCP-SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), en su lógica terrorista, asesinaron con sevicia a miles de campesinos y ashánincas con el objetivo político de destruir el Estado y tomar el poder. Fueron derrotados y muchos de ellos encarcelados. A fines de 1990 había más de 2.000 terroristas cumpliendo penas de entre 20 y 30 años. Ahora quedan menos de 100, principalmente los que formaron parte del llamado comité central. Los demás fueron liberados por cumplimiento de pena.

Ahora bien, recientemente el Tribunal Constitucional (TC) emitió una sentencia que declaró inconstitucional el marco normativo que limitaba los derechos políticos a los condenados por terrorismo. El argumento central tiene una simplicidad temeraria e irresponsable. Su raciocinio olvida las complejidades intrínsecas propias del fenómeno terrorista. Para nuestros magistrados, como en los valses de antaño, el solo paso del tiempo arregla y lo borra todo. Si un terrorista cumplió su sentencia está rehabilitado y, cual paloma angelical, vuelve a nacer con todos sus derechos restablecidos.

Hay varios temas que deben ponerse en debate. Primero, ¿los conceptos de rehabilitación y resocialización pensados para los delitos comunes deberían ser aplicables para los que integraron y, en no pocos casos, siguen vinculados a los órganos de fachada de los grupos terroristas?

Segundo, después de los ataques terroristas del 11 de setiembre del 2001 se produjeron abundantes tratados internacionales de lucha contra el terrorismo; todos ellos suscritos por el Perú. Estos instrumentos van en la línea de fortalecer la persecución contra dicho delito. Como parte de las obligaciones de los estados firmantes de diseñar políticas de prevención, se considera válida la adopción de medidas que recortan ciertos derechos de sentenciados por terrorismo como la privacidad, la asociación e, inclusive, el derecho a elegir y ser elegidos.

Tercero, ¿el TC se olvidó que, como una estrategia de sobrevivencia, el PCP-SL viene ejecutando una estrategia política armada por el propio Abimael Guzmán? ¿Qué debe hacer la policía cuando mandos terroristas ‘rehabilitados’ integran el Movadef y otros órganos generados?

Por ejemplo, en España para que se considere rehabilitado a un terrorista que cumple su condena, este tiene que pasar por un programa de reeducación y reinserción social que, entre otras cosas, les pide apartarse de la organización terrorista y condenar expresamente a la violencia que generó. ¿En el Perú algún terrorista pidió perdón?

La democracia pierde legitimidad cuando sus instituciones se muestran lerdas para comprender la amenaza terrorista. Qué rápido hemos olvidado el proceso de formación que siguió el PCP-SL y el MRTA. ¿Convirtieron al magisterio en plataforma de su radicalización y ahora, como si no hubiese pasado nada, vamos a abrirles las puertas de los colegios? Pluralismo político, sí, pero dentro de los principios democráticos.

¿Qué sentido tiene ratificar los tratados contra el terrorismo si no van a ser aplicados como parte de nuestra legislación?




Adolfo Figueroa

Por: Richard Webb
El Comercio, 4 de Diciembre del 2022

“Su legado más valioso fue un estudio que realizó antes de su fase teórica, y que consistió en un trabajo de campo para observar los detalles de la vida económica de ocho comunidades en la sierra sur”

Ha fallecido Adolfo Figueroa. Él fue economista, reconocido docente universitario, investigador, pionero de la ciencia económica moderna en el Perú, colega y amigo personal. Inició su carrera hace medio siglo y sus provocativas clases en la Pontificia Universidad Católica del Perú estimularon a varias generaciones de nuevos economistas.

Nos conocimos cuando empezábamos nuestras respectivas carreras, él buscando un patrocinador para postular a un programa de becas y yo como funcionario principiante en el Banco Central de Reserva (BCR). Cuando el decano de San Marcos le negó el patrocinio (por discrepancias políticas, según Adolfo), se presentó al BCR y para el banco fue una satisfacción contribuir de alguna manera a la creación de capacidad técnica en el país. Sin embargo, el vínculo de Adolfo con el BCR no pasó de ese respaldo en su etapa de estudiante –su espíritu de investigador independiente no estaba marcado para la burocracia–.

Años después colaboramos en el dictado de un curso sobre la economía peruana, buscando aterrizar los pronunciamientos de la teoría en las realidades del país. Ese esfuerzo, sospecho, motivó la invitación que me hizo para acompañarlo en una visita a su madre que vivía en Shilla, un caserío ubicado en las faldas del Huascarán. Al día siguiente de llegar, recorriendo la comunidad, pasamos cerca de un comunero que abría surcos con una pala en el terreno junto a su casa. Adolfo dio un grito y corrió para abrazarlo –se trataba de su mejor amigo de la niñez–. Regresando del encuentro me contó que en los años de primaria él y su amigo empataban en el primer puesto de la clase. Pero en esa época la escuela primaria en Shilla apenas llegaba hasta el tercer grado, y para continuar la primaria en la cercana ciudad de Carhuaz solo había cupo para un alumno. Así, cuando llegaron al final del tercer año de primaria en Shilla, Adolfo y su amigo seguían empatados en el primer puesto, el maestro dijo que no le quedaba otra que tirar una moneda para decidir cuál de los dos sería declarado el ganador, y luego de hacerlo anunció que el ganador era Figueroa. Nunca supe si el cuento era verdad. Adolfo gustaba de bromas que descubrían la candidez del limeño. Lo cierto es que el alumno Adolfo fue el que se trasladó a Carhuaz para completar su primaria. “Claro”, dijo Adolfo, “mi padre era el presidente de la comunidad”. Y todos sus hermanos y hermanas, criados en Shilla, llegaron a ser profesionales.

Cuando llegó el momento de definir un tema para la tesis doctoral, por coincidencia Adolfo y yo nos interesamos en el mismo asunto: el problema de la desigualdad económica. Y fue así como eventualmente colaboramos en la publicación del libro “Distribución del ingreso en el Perú”, editado por el IEP, para compartir nuestras conclusiones. Eran los años del “gobierno revolucionario” y se habían realizado varias reformas redistributivas, particularmente la reforma agraria. El mensaje central de nuestra publicación se refería al impacto redistributivo de la reforma agraria que, según el texto de Adolfo, alcanzaba apenas entre el 1% y el 2% del ingreso nacional. Además, los beneficiarios constituían solo el 15% de la población, y ni siquiera eran los más pobres del campo. La “gran reforma” del gobierno militar, entonces, apenas rascaba la desigualdad global del país. Creo que esa frustración reformista lo llevó a dedicar gran parte de su futuro trabajo profesional al estudio de la desigualdad, tanto las causas como los efectos de esta, y sus análisis captaron mucha atención en el extranjero.

Sin embargo, su legado más valioso creo fue un estudio que realizó antes de su fase teórica, y que consistió en un trabajo de campo para observar los detalles de la vida económica de ocho comunidades en la sierra sur. A diferencia de los estudios de sociólogos y antropólogos, su mirada estuvo enfocada en los aspectos prácticos de la sobrevivencia rural en el difícil contexto de nuestra sierra. Los tiempos compartidos con Adolfo estuvieron siempre marcados por el humor y la amistad y por el gusto de compartir el descubrimiento de nuestro Perú.




“El zarpazo contra el Congreso está ya listo”

Por: Aldo Mariátegui
Perú21, 6 de Diciembre del 2022

“Edward Málaga reveló esta semana al Trome que votó –ni siquiera se abstuvo– por Castillo en la segunda vuelta”.

Como si no hubiese sido provocación suficiente que Castillo haya nombrado a extremistas como el general (r) Wilson Barrantes y su abogado Raúl Noblecilla en puestos claves (DINI y Viceministerio de Gobernanza Territorial; este último pliego maneja los llamados “conflictos sociales”), ayer al hijo de Chota se le ocurrió designar a otro general (r) antaurista/izquierdista –y hasta medio desequilibrado– como Gustavo Bobbio (no confundir con el gallardo general Carlos Bobbio Centurión, que se alzó en 1976 desde Chorrillos contra los militares rojos durante el gobierno de Morales Bermúdez) en el crucial Ministerio de Defensa, desde donde se controla a las FF.AA. y se manejan los ascensos, descensos y nombramientos que son usuales en esta época del año en el Ejército.

A pesar de que Barrantes recientemente amenazó públicamente a Bobbio, todo indica que Castillo ha colocado en esos dos puestos estratégicos (inteligencia y músculo) a estos militares retirados para dar el zarpazo contra el Congreso antes que este le vaque. Ya el picapleito palabrero que Castillo tiene de abogado está con la cantaleta de que no ha sido correctamente citado y el ministro de Chero se ha aparecido con la peregrina sandez de que van a interponer una cautelar si Castillo es apartado del cargo (y este tipo ocupa la cartera de Justicia…). Es que esa vacancia es más factible desde que ayer se limpió en el Congreso a Dina Boluarte y esta ha quedado expedita para asumir la presidencia si se aparta a Castillo, por lo que este acorralado hijo de Chota puede ser capaz de cualquier cosa, pues es muy consciente de que un rosario de procesos penales y muy probablemente la cárcel le esperan en cuanto baje al llano. Esta semana va a ser decisiva para el futuro del país.

PD.: El congresista Edward Málaga reveló esta semana al Trome que votó –ni siquiera se abstuvo– por Castillo en la segunda vuelta. Por caviares estultos como ese y otros estamos así. No olvidar tampoco eso.




“El peor escenario para la inflación es que se quede anclada en 4%”

Julio Velarde
Gestión, 5 de Diciembre del 2022
Escrito por: Javier Prialé Cantorín

El último resultado de la inflación en el Perú sorprendió al mercado, pues llegó a una tasa mensual de 0.52% en noviembre, con lo cual en lugar de reducir el resultado anual hizo que suba hasta 8.45%, según datos del INEI.

Estas cifras sorprendieron incluso al Banco Central de Reserva (BCR), pues su presidente, Julio Velarde, refirió que es una “inflación inaceptable” para el Perú y pone en riesgo al país una inflación de 6% en el año. “Es una inflación demasiado alta”, dijo.

Pero el temor del BCR va más allá del resultado de este año, pues si bien en las estimaciones están que a partir de marzo del 2023 se inicie una “fuerte baja” de las tasas para luego cerrar ese año dentro del rango meta de entre 1% y 3%, existe el riesgo de que esta situación no ocurra.

Según Velarde, el temor de los bancos centrales no es que la inflación no baje, porque sí lo hará, sino que cuando lo haga no se logre la meta esperada, sino que se quede en un nivel muy alto.

“El peor escenario es que baje y se quede en 4%, anclada. Ese es el gran temor que se tiene. No que no baje, sino que no baje lo suficiente”, afirmó Velarde en su exposición en la Cámara de Comercio Americana del Perú (Amcham Perú).

Alimentos y energía

El economista explicó que la previsión de lograr que la inflación regrese al rango meta a finales del 2023 tiene como escenario que los precios de alimentos no suban o caigan ligeramente por las tendencias internacionales y que la energía tampoco suba. Sin embargo, la inflación sin alimentos ni energía posiblemente recién regrese al rango meta en el 2024.

Finalmente, Velarde anotó que aún no es posible afirmar que el BCR detendrá las subidas de tasas de interés, pese a que considera que la mayor parte del ajuste ya se ha hecho.




El gobierno de Castillo en el bicentenario

Por: Elmer Cuba 
El Comercio, 5 de Diciembre del 2022

“En la era Castillo [las expectativas empresariales] van 15 meses en terreno pesimista”.

Desde la independencia del Perú, el anhelo de una democracia liberal ha estado pendiente. En general, estos casi 200 años pueden ser vistos como un lento avance hacia ese ideal. Hasta hace 60 años el Perú era una sociedad cuasi feudal. Luego de muchas interrupciones autoritarias en los siglos XIX y XX, finalmente desde este siglo hemos alcanzado una sucesión continua de gobiernos democráticos.

Sin embargo, desde el 2016 hemos asistido a una mayor turbulencia política. Muchos actores políticos han pisado los bordes de la institucionalidad democrática, hasta que –finalmente– llegamos al gobierno del profesor Castillo.

Un gobierno que acude a la OEA acusando de golpista al Congreso y al mismo tiempo se pone en esa posición al contar como una denegación de confianza a una inexistente, al margen del marco legal vigente. El estado actual de nuestra democracia no es el mejor, como reflejan diversos indicadores comparativos regionales.

Paralelamente, nuestra historia económica no ha sido una historia de éxito. En estos 200 años no hemos alcanzado el desarrollo económico. La economía política no permitió ejecutar políticas económicas conducentes a tal propósito.

Afortunadamente, en los últimos 30 años hemos diseñado un sistema económico que ha permitido un rápido crecimiento económico y un mayor bienestar. Sin embargo, nuestro sistema democrático disfuncional no ha hecho posible que el Estado Peruano pueda estar a la altura de las demandas ciudadanas en los servicios públicos, tal como fue su mandato constitucional.

En 1990, nuestro PBI per cápita (en dólares de paridad de poder adquisitivo) era equivalente al 14% del PBI per cápita de Estados Unidos y al 54% del promedio de América Latina y el Caribe.

Treintaiún años después, hemos acortado distancias. Estamos con niveles cercanos al 20% y al 80% de esas respectivas economías. Los avances han sido notables. Sin embargo, aún queda mucha brecha por cerrar. El desarrollo no está garantizado y requiere un nuevo impulso y perseverancia. Algo casi inexistente en la actual administración.

Lo observado en las expectativas empresariales de la economía para los próximos 12 meses es muy elocuente. Desde que existe esa serie estadística, solo han estado en terreno pesimista en tres oportunidades. Durante la gran recesión mundial del 2008-2009 estuvieron en esa zona siete meses. En la recesión del COVID-19, solo tres meses. En la era Castillo van 15 meses en terreno pesimista.

Ni siquiera el fenómeno de El Niño llevó a esos dígitos. Al ser percibido como un choque transitorio, solo afectó las expectativas para los próximos tres meses. Podríamos decir que, para la economía peruana, la era Castillo puede “equivaler” a un fenómeno de El Niño de duración tan larga como dure su gobierno; en el sentido de afectar la marcha de la economía. No logra detenerla, pero la desacelera.

Este ciclo de elevada turbulencia económica mundial, luego de la recesión del confinamiento por la pandemia (2020), las respuestas de políticas monetarias y fiscales contracíclicas sin precedentes en tiempos modernos, el rebrote de la inflación en el mundo y los efectos en tasas de interés y términos de intercambio de la lucha antiinflacionaria, muestran la importancia de tener fortalezas macroeconómicas.

Sin embargo, un cuadro de estabilidad macroeconómica es una condición necesaria para el crecimiento económico, pero no suficiente. Cuando este episodio termine, las tasas de inflación volverán a estar dentro del rango meta del BCR y podremos mantener bajos niveles de deuda pública y bajas tasas de riesgo país. Pero es muy posible que nos quedemos con tasas de crecimiento de alrededor de 2,5%.

La era Castillo está mostrando sus efectos en la economía. Primero en las expectativas empresariales, luego en las tasas de inversión y muy pronto en el crecimiento. Al mismo tiempo, se deteriora la gestión pública en la mayoría de los sectores. Y se descuidan las políticas educativas, que en el largo plazo son tan importantes como la inversión privada. Es más, ese “largo plazo” ya llegó. Lo que no se hizo hace 20 años nos pasa hoy la factura, con niveles de capital humano bajos e insuficientes. Se esperaba más de un profesor.

La pobreza, la vulnerabilidad económica de los hogares y la elevada informalidad laboral seguirían en las tasas actuales, creando una sensación de estancamiento en los niveles de bienestar. Ello puede poner en riesgo lo avanzado en estas décadas y la calidad de la democracia misma. Una democracia sin arraigadas raíces históricas y con millones de ciudadanos desafectos.

P.D.: Este columnista tomará un año de pausa.




¿Y si no se fueran todos?

Por: Patricia Teullet
Perú21, 5 de Diciembre del 2022

“Hay quienes asumen que el equilibrio que ahora tenemos es demasiado precario y que, más temprano que tarde, uno sacará al otro”.

Tal como estaba previsto, se marcha la misión de la OEA con un informe sesgado, sin mencionar las denuncias de corrupción y recomendando a las partes “dialogar”. Si bien ese es el resultado que se esperaba, la pregunta sigue allí: ¿qué es lo que necesita el país? Y para la mayoría de los peruanos la respuesta es clara: se necesita un nuevo gobierno.

Y la cosa se puso interesante. Después de algunos amagues del Congreso, fue el Ejecutivo el que dio el primer golpe contundente: decidir unilateralmente que se podía hacer cuestión de confianza por la derogatoria de una ley y, al mejor estilo vizcarrino, determinar la denegación fáctica, de manera ilegal e inconstitucional. Pero allí les dio su susto y sacudió a quienes pensaban que, mientras no se diera la vacancia presidencial, sus curules (e ingresos) estaban protegidas. No habían considerado la opción de ser ellos los disueltos y por el mismo presidente al cual se preocupaban tanto de cuidar, por conveniencia propia. Claro.

Hay quienes asumen que el equilibrio que ahora tenemos es demasiado precario y que, más temprano que tarde, uno sacará al otro. La ciudadanía tiene mucho de qué preocuparse si el escenario, hasta hace poco más probable, de que el presidente fuera el vacado termina cambiando y es él quien queda en el cargo, sin un contrapeso que servía de poco, pero al menos sí para evitar la convocatoria para un cambio de constitución a la imagen y semejanza de Pedro Castillo, digitado por Cerrón y sus amigos.

Otro escenario posible es la vacancia de Castillo y su reemplazo por Dina Boluarte, a quien ya vimos despotricando contra la inversión minera y cuyas ideas tampoco son como para inspirar confianza a la inversión privada que el Perú necesita. Ni siquiera sabemos de quiénes se rodearía, así que, fuera de que se le ven clarísimas las ganas de que le pongan la banda, no hay mucho más que deje ver. Creo que ese escenario sería uno de lento deterioro, tal vez con menores escándalos con el Poder Judicial… Si acaso.

El tercer escenario es que, por alguna causal que bien puede aparecer, Dina no asuma la presidencia y sea el presidente del Congreso quien lo haga. Este deberá llamar a elecciones, pero la Constitución no especifica si son elecciones generales o solo presidenciales. Para dar el empujón que necesitan los congresistas, tendría que asegurárseles que serán solo presidenciales, pero los precedentes no los ayudan. ¿Y la ‘calle’ aceptaría que se quedaran? Hasta el momento, ninguna marcha ha mostrado el poder de persuasión como para obligar a un cambio, lo cual hace que uno se pregunte dónde están ahora quiénes realmente estuvieron detrás de las tan efectivas marchas contra el presidente Merino.




¿Lima sin Agua?

Por: Abraham Levy
Perú21, 3 de Diciembre del 2022

Tarde o temprano una sequía severa nos obligará como en 2004 a racionar el agua.

Katia Ochoa, vocera de Sedapal, declaró que Lima (y el Callao) podrían quedar sin agua (en realidad con poca agua) si no mejoran las lluvias. De hecho, estamos en este momento con unos 100 millones de metros cúbicos de agua almacenada (de un parque de reservorios de unos 285 millones) y seguimos descargando pues no llueve. De hecho, si no empezamos a recargar en diciembre, no hay forma de llenar los embalses en verano.

Aunque podemos vivir sin un llenado pleno, necesitaríamos que las lluvias desde enero sean aceptables para empezar a recargar mientras las precipitaciones que caen en la cuenca abastecen a la población.

Como ya lo indicamos más de una vez en este diario, no hemos construido ningún otro reservorio para la capital desde la inauguración de Yuracmayo hace casi 30 años. Es muy reducida nuestra oferta y creciente nuestra demanda.

El reservorio del sistema Huascacocha, que puede aliviar la demanda de Lima y Callao, sigue sin operar –varios años- por los problemas derivados de una mala asociación pública-privada. Otro asunto sin atención…

Tarde o temprano una sequía severa nos obligará como en 2004 a racionar el agua. Si las lluvias no mejoran radicalmente y pronto, ese sería el caso.

Sedapal requiere una atención seria de las autoridades.




Muchachitos tontos

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

No debería dejar de resonar en nuestra memoria, la expresión del abogado Aníbal Torres, cuando actuaba como representante legal de Perú Libre. Definitivamente, un abogado viejo y cazurro, inescrupuloso y capaz de atarantar, a punta de boquilla, a cuanto muchachito se le ponga por delante. Recordemos nomás, los chispazos de demencia senil que lo llevan cotidianamente a insultar, a defender y encumbrar, sin ninguna vergüenza ni recato, la memoria de genocidas de la historia, a provocar división y confrontación entre peruanos y a atreverse a generar inquina en la mente de los niños, cosa a la que ninguna persona decente se atrevería, por tratarse del tesoro más preciado de nuestra nación.

Ya llevamos un largo período de 16 meses con Castillo, período durante el cual estamos tonteando con discusiones de orden legal.

Mientras, el aparato del Estado viene siendo copado por gente incapaz e inescrupulosa, los presupuestos mal gastados, en puro gasto corriente para pagar favores políticos a partidarios y ayayeros, degradando hasta el infinito la calidad de los funcionarios públicos, en una tarea que destruye al sector público y aniquila el manejo acertado de políticas públicas. Con individuos incapaces de ejecutar debidamente los presupuestos de inversión, que cierren brechas sociales. En resumen, agudizando, por esta vía, las contradicciones que ampliarán las brechas socioeconómicas que tanto deseamos cerrar.

En paralelo a la degradación y alta rotación de funcionarios, han creado mecanismos para canalizar (robar) los recursos públicos, para pagar actividades políticas de masas, conducentes a promover, a la mayor velocidad posible, la tan mentada Asamblea Constituyente, vía un sinnúmero de prefectos, subprefectos y gobernadores, que no son otra cosa que operadores políticos locales.

No contentos con eso, ahora quieren echar mano de FONAFE y poner en los Directorios de todas las empresas públicas, a gente que, lejos de demostrar calidades profesionales, sólo tendrán que ser gente del entorno y funcionales a la cúpula de gobierno, sin interesar su capacidad para crear valor, en favor de todos los peruanos.

Y aquí nos encontramos, con un ejecutivo extremando sus malas artes para provocar el cierre del Congreso, sin importar si el tema es legal o no. Mientras del otro lado, tenemos unos parlamentarios que debieran estar haciendo un trabajo político de cara a la población, pero que no se les ve movilizar a sus votantes, en tanto que, al interior del propio parlamento, debieran estar adelantados a las posibles jugadas del Ejecutivo.

Pero no, resulta que, teniendo la Constitución y las leyes de su lado, se están tomando todo el tiempo del mundo para ir al Tribunal Constitucional, para que éste defina una posible contienda de competencias, y así, poder actuar en el plano político. Por supuesto que también en el ínterin, se estarían tomando su semana de representación.

Es evidente que el Congreso no tiene ningún sentido de urgencia, que no cuentan con ninguna experiencia política, que les falta a raudales la malicia que al expremier y titiritero de la presidente del consejo de ministros y del gobierno, le sobra. Creen todavía que estos temas se resolverán mediante la interpretación de la constitución y las leyes, por parte de algunos abogados.

Ya sabemos meridianamente que, respecto a cualquier disputa legal, habrá tantas opiniones como abogados opinantes exista y, por lo tanto, esto debe tener un manejo político astuto y muy rápido, caso contrario, tendremos que lamentarlo por mucho tiempo.

Ya debiéramos haber tenido una conferencia de prensa efectuada por un nutrido grupo de abogados constitucionalistas reconocidos, quienes debieran pronunciarse públicamente y de cara a las Fuerzas Armadas, para que ellos, que no son especialistas en temas legales, tengan muy claro cómo y cuándo estar del lado de la defensa de la Constitución y no subordinados a las personas.

Muchos ciudadanos calificados, deberían estar informando a la ciudadanía respecto a nuestras opciones y posibles rutas de nuestra democracia, ante las acciones que pretende propiciar el gobierno.

El Congreso debe proceder muy rápidamente con el proceso de vacancia y no dilatar los tiempos, pues estos inescrupulosos, van a manejar psicosociales, atemorizar a los congresistas que pudieran estar persuadidos de apoyar la vacancia o asustar a la población con amenazas de levantamientos u otros, para atarantar a quienes, sin experiencia política y poca decisión, se puedan dejar avasallar por esta gavilla de delincuentes. Lampadia




“Abriendo los ojos ante el autoritarismo”

Por: Yesenia Álvarez
Perú21, 2 de Diciembre del 2022

“(…) ojalá que al Congreso no le quede ninguna duda de que este gobierno no quiere diálogo y que poner paños fríos después de confrontar es una de sus estrategias desde que asumieron el poder”.

Cualquiera que se considere demócrata en este país no puede seguir defendiendo las cada vez más evidentes pretensiones autoritarias de Pedro Castillo. Para algunos estaba muy claro desde el inicio que un presidente con talante, proyecto y juntas autoritarias deriva necesariamente en un ejercicio de poder autoritario.

Sin embargo, a cierto sector de intelectuales y analistas de la política que creía que Castillo “era solo un inepto que no tiene el talento para ser un gran autoritario” le ha costado empezar a llamarlo con esa categoría, pese a que habían varias evidencias de que venía erosionando el Estado de derecho.

Hoy, muchos ya se convencieron con esa infame acta del Consejo de Ministros a través de la cual el gobierno interpreta que “el rechazo de plano de la cuestión de confianza efectuado por la Mesa Directiva constituye una negación de cuestión de confianza”. Se puede ver en el debate público que empiezan a definir a Castillo como autoritario y que sería realmente el gobierno el que estaría preparando un golpe de Estado. Incluso el hecho de que luego la nueva premier, Bettsy Chávez haya salido con un impostado tono conciliador ha sido percibido como una estrategia manipuladora; y que haya nombrado al expremier Torres como jefe del gabinete de asesores en la PCM como una burla y una prueba que este gobierno hace realmente lo que le da la gana.

Dentro de su cinismo piden diálogo, pero nombran premier a una ministra que ha sido antes censurada y que está en investigación por aprovechamiento del cargo y tráfico de influencias. En el contexto de la nueva moción de vacancia en contra de Castillo, ojalá que al Congreso no le quede ninguna duda de que este gobierno no quiere diálogo y que poner paños fríos después de confrontar es una de sus estrategias desde que asumieron el poder.

Finalmente, llama la atención que este contexto está desenmascarando a falsos demócratas como los antifujimoristas que se la pasaron años protestando contra el cierre autoritario del Congreso del 5 abril de 1992, pero que son los primeros en pedir un cierre autoritario de este Parlamento y que toleran todos los abusos de este gobierno corrupto que precariza el Estado y que obstruye la justicia. Un antifujimorismo que hace buen tiempo se convirtió en el monstruo que juró combatir.




Los alumnos no son estúpidos

Por: León Trahtemberg
Diario Correo, 2 de Diciembre del 2022

Se acercan el fin del año escolar y los estudiantes nuevamente estarán muy desconcertados respecto al país en el que viven. Por un lado, los profesores les enseñan la importancia de ser buenos, desprendidos, honestos, luchadores de la democracia. Les mencionan la gran cantidad de héroes y gobernantes que lucharon por derechos civiles y ciudadanos que hicieron lo suyo para integrarnos como una gran nación. No faltan las citas a los sacrificados y heroicos policías y militares dueños de una gran estatura moral.

El problema es que todo eso parece ciencia ficción para los niños y jóvenes que viven una realidad atravesada por la polarización, desintegración, fracturas sociales, corrupción, inseguridad, indisciplina social, fragilidad ética de los poderes políticos, judicial y legislativo altamente cuestionados.

¿Podemos construir una nación poderosa, segura, progresista, democrática, justa, integrada, partiendo del principio de que nuestros niños y jóvenes son estúpidos? No se puede educar éticamente a los alumnos, para que aspiren a ser parte de una ciudadanía democrática a partir de una realidad que contradice el relato histórico.

Para aspirar a un futuro mejor es necesario inspirar a los alumnos a que se conviertan en agentes de cambio. Que se pregunten qué es aquello que en nuestra historia nos impregnó de incompetencias, dificultades, fracturas, derrotas, traiciones, para confrontarlas, investigarlas, analizarlas, entenderlas, y lo más importante, plantearse retos y comprometerse a encararlos.

Casi casi, la inversa de lo que suele hacerse en los colegios tradicionales.




“Regresamos para ver si podemos sustentar la vida en la Luna”

Entrevista a Sian Cleaver, Directora industrial del Módulo de Servicio Europeo del programa Orion, Airbus Defensa & Espacio
El Comercio, 2 de Diciembre del 2022
Por: María Rosa Villalobos

Una de las artífices del retorno del ser humano a la Luna, después de medio siglo, comparte las implicancias de esta nueva misión para el futuro de la humanidad.

Artemis es el nombre del programa espacial de la Artemis es el nombre del programa la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) que busca llevar a astronautas a la superficie lunar. Durante el Airbus Summit 2022, Sian Cleaver – directora industrial del Módulo de Servicio Europeo del programa Orion, Airbus Defensa & Espacio, conversó con El Comercio sobre los detalles de esta misión, que llevará astronautas a nuestro satélite después de 50 años.

—¿Cómo nació la misión Artemis?

La misión de Artemis ha tardado mucho en llegar. No sé el año exacto en el que se inició, pero es una continuación del programa del transbordador espacial. Puedes ver en el sistema SLS (‘Space Launch System’) de la NASA que se ve muy similar. Tiene elementos de Apolo y también elementos de los transbordadores espaciales. En ese sentido, nació hace mucho tiempo. Con todos esos desarrollos en términos del Módulo de Servicio Europeo (ESM, por sus siglas en inglés), fue hace diez años que se discutió y decidió la asociación entre la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). Luego comenzamos a diseñar y desarrollar el ESM. Ha sido una década de preparación para llegar a este punto.

—¿Cuándo comenzará la misión? Regresaremos a la luna después de 50 años.

Exactamente. Fue en 1972 cuando (el astronauta) Gene Cernan pisó la Luna, ha sido la última persona en caminar sobre sobre nuestro satélite. Entonces, sí, ya han pasado más de 50 años. La primera misión Artemis tripulada se dará dentro de un par de años. Veremos el primer aterrizaje de astronautas en la luna en 2025.

—¿Por qué es importante volver a la luna después de tanto tiempo?

Esta vez vamos a volver de una manera un poco diferente a la era Apolo. Con la era Apolo, íbamos solo por unos pocos días. Tomamos algunas muestras lunares, hicimos algunos experimentos y regresamos directamente a la Tierra. Esta vez vamos para tratar de ver si podemos sustentar la vida en la Luna y ser un poco más perseverantes en nuestra presencia en el satélite. ¿Podemos construir hábitats? ¿Podemos construir las tecnologías y las cosas que se requieren para mantener viva a la gente en la Luna? Y luego, por supuesto, queremos comenzar a construir tecnologías y procesos para que podamos usar la Luna para nuestro beneficio, de modo que podamos extraer elementos del regolito (polvo fino que cubre la Luna), por ejemplo, para ayudar a fabricar el aire que los astronautas necesitan para respirar o incluso para hacer propulsores y combustibles que podrían usarse para ir más lejos en el espacio.

—¿Es importante también pensar en la sostenibilidad de las misiones? ¿Cómo podemos prevenir una eventual “depredación” de la luna?

Absolutamente. Realmente tenemos que ser sensibles respecto a cómo usamos la Luna y cómo regresamos allí. Personalmente, creo que esta es una oportunidad para nosotros. Sabemos mucho sobre la Tierra, sabemos cómo estamos arruinando las cosas aquí en la Tierra. Así que ir a la Luna ahora es una oportunidad para hacerlo bien esta vez. Sí, podemos usar la Luna para nuestro propio beneficio, pero podemos hacerlo de una manera que sea amable y sostenible, que proteja tanto a la Luna como, por supuesto, a la Tierra en los términos de las cosas que podemos traer para beneficiarnos.

—¿Cómo se beneficiaría la Tierra?

Hay algunas cosas tangibles que podemos hacer. Podríamos recuperar recursos que encontremos en la Luna. Podríamos traer de vuelta a la Tierra aquellos recursos que nos falten, pero también podemos -es un poco más abstracto- lograr que las tecnologías y procesos que desarrollamos en la Luna también puedan beneficiarnos en la Tierra. Tal vez se trate de nuevos procesos para extraer ciertos elementos, o de nuevas construcciones o procesos de construcción para los que luego podamos encontrar aplicaciones en la Tierra. Es realmente una especie de sistema de dos vías.

—La idea es llegar a la luna y volver con frecuecia.

Absolutamente. Las misiones de Artemis están destinadas a hacerse cada año. Es decir, una misión tripulada a la Luna una vez al año. Esos astronautas permanecerán en la superficie lunar durante algunas semanas. Realmente comenzaremos a ver presencia humana en la Luna.

—¿Significa esto que podríamos vivir en la luna en el futuro?

No creo que hagamos esto con el objetivo de trasladar a la población de la Tierra a la Luna, no vamos en esa dirección. Es más bien enviar un pequeño número de humanos de la Tierra a la Luna para realizar trabajos útiles que nos beneficien aquí en la Tierra. Desde mi perspectiva, las misiones de Artemis son solo eso. En el futuro, si comenzamos a ver turismo espacial, esa es una pregunta completamente diferente, pero no se trata de intentar trasladar a toda la raza humana a otro planeta.