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La vejez en el Perú

La vejez en el Perú

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

En el Perú, a fuerza de generar cada vez peores reglas para acceder a la política, haber politizado la justicia, el ministerio público, el sistema electoral, eliminado la carrera congresal por haber eliminado la reelección y no haber logrado la bicameralidad, hemos, progresivamente, destruido las instituciones y llevado al límite inferior los requisitos para ser congresista, presidente, gobernador regional, alcalde o funcionario público. Como consecuencia, cualquiera que no sabe leer, ni comprende lo que lee, llega a los más altos cargos del Estado y se siente con derecho a opinar y promover leyes cuyo impacto no alcanza a imaginar y menos a comprender.

La consecuencia más clara ha sido el alto nivel de irresponsabilidad con que se ha manejado el futuro de todos los peruanos. Los que se han metido a la política, no piensan en el futuro, ni consideran los impactos de largo plazo de las decisiones que adoptan en el corto plazo y, por supuesto, no les interesa que, en 20, 30 o más años, los ciudadanos, al jubilarse, no tengan forma de llevar una vejez digna, independiente y ciertamente no mendicante. Consideran que, en todo caso, resolver ese problema “será responsabilidad de otros”, cuando los gestores de las barbaridades cometidas ahora, ya no estén.

El Perú había constituido un sistema previsional público (la ONP) y un sistema privado de pensiones (las AFP). Ambas perfectibles, ciertamente, pero funcionando y generando expectativas de una vejez digna para el tiempo de jubilación y en el caso de las AFP, con cuentas individuales, “absolutamente intangibles”.

A inicios del año 2020, las AFP contaban con cerca de 3,3 millones de aportantes activos, quienes habían acumulado en sus fondos a esa fecha, 171.1 mil millones de soles, en cuatro tipos de fondos diferentes, acorde al nivel de “apetito de riesgo” del aportante, pero que respondía a su edad y perfil específico. Obviamente, el aportante, debidamente orientado en su AFP, podía aprovechar la evolución de los mercados de capitales para maximizar su ganancia y capitalización o protegerse de la volatilidad de los mismos, en la medida que su edad se va convirtiendo en un factor limitante para recuperarse de ciertas pérdidas temporales, cosa natural en la administración de fondos de largo plazo.

Un evento mundial grave, como la pandemia del COVID 19, impulsó al gobierno a liberar, en abril 2020, un importe limitado de los fondos acumulados en las AFP, para aquellos que habían visto afectados sus ingresos regulares a consecuencia de esa situación imprevisible. Debido a esa decisión, ya para mayo 2021, el monto del fondo se redujo a 163.1 mil millones de soles. No podemos dejar de recordar las voces irresponsables, que sobredimensionaban el impacto en la reducción del valor de las inversiones (obviamente temporales), producto la pandemia y de las medidas adoptadas por las empresas y el Estado, exacerbando el pánico colectivo e impulsando a la gente a tomar muy malas decisiones respecto a sus fondos previsionales.

Precisamente en mayo 2021, nuevamente desde el Congreso, se autorizó el retiro de hasta 17,600 soles adicionales por persona, de los saldos a esa fecha. Como consecuencia, ya para febrero 2022, el fondo total en AFPs llega a 130.8 mil millones de soles.

Ahora, nuevamente, y tanto a propuesta de la ministra de trabajo, como de otro congresista de su partido, se está proponiendo el retiro del 100% de los fondos previsionales. En primer lugar, debemos tener presente que, a la fecha, ya el impacto más trágico de la pandemia ha pasado. En segundo lugar, que la constitución de un fondo previsional es para asegurar un ingreso digno para la vejez y jubilación y que, el retiro de esos fondos, debería ser una medida de último recurso, ante situaciones muy graves, como las que se presentaron el año 2020. Finalmente, se debe considerar que, en el Perú, la posibilidad de conseguir trabajo o desarrollar algún emprendimiento con menos de 60 años de edad, es mucho más factible que pasados los 65 o 70 años de edad.

Lo preocupante es que, en palabras del ministro de economía y finanzas, “a la fecha, ya hay 5 millones de ciudadanos con fondo de pensión cero”. Por lo que ya no les queda nada y tendrían que ir pensando en algún acuerdo familiar, para que los mantengan en sus últimos años de vida, a menos que estén pensando, que la sociedad los mantendrá vía más pago de impuestos.

Muchos políticos irresponsables, con tal de mejorar algún puntito en su alicaída popularidad, están promoviendo la idea de retirar todo el dinero de las AFP hoy, para “farrearlo” o comprar algunos artefactos, sin pensar en el costo futuro de tamaña estupidez. Cualquier economista, como el titular del MEF, profesionales del FMI o Banco Mundial y consejeros de los países miembros de la OCDE, opinan y sugieren que no destruyamos esos fondos de inversión previsionales. Los fondos de inversión administradores de fondos de pensiones, tienen larga historia (más de dos siglos en muchos casos) y se han hecho cargo de las pensiones de millones de personas en el viejo y nuevo mundo, y a nadie “en su sano juicio”, se le había ocurrido destruirlos, sólo por el encono que en el Perú se ha promovido sin ninguna racionalidad.

Es fundamental hacer una tarea educativa que haga reflexionar sobre una vejez en la indigencia y sin contar con servicios de salud asegurada, justo cuando más se necesitará.

Debemos desenmascarar y divulgar la identidad de los traficantes de ilusiones, que engañan al pueblo ofreciéndoles un beneficio inmediato, pero que pagarán con mucho dolor y sacrificio, cuando más indefensos se encuentren.

El mundo está lleno de ejemplos de gente que se ha encumbrado en política, como vendedores de ilusiones, en base a la mentira y el engaño.

¡No permitamos que las “Betssys” de este gobierno, produzcan la miseria de los futuros viejitos! Lampadia




Tres plagas que nos empobrecen

Tres plagas que nos empobrecen

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

 

 

 

Lampadia




¿Escasez hidrológica o sequía ideológica?

¿Escasez hidrológica o sequía ideológica?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Lima, 11 de marzo de 2022
Para Lampadia

El tema preferido de los ideólogos que se oponen a la agricultura empresarial en nuestro país es la sequía. Conozco a varios “especialistas” – llenos de maestrías y doctorados, eso sí – que despotrican en contra de las empresas agroexportadoras, porque – según ellos – consumen mucha agua; tanta que el recurso se torna insostenible en el tiempo; y que por ellas los campesinos y los pueblos no tienen agua.

Efectivamente, hace más de 20 años que vengo escuchando que Ica – y medio Perú – se quedará sin agua por la sobre explotación de los acuíferos por parte de las empresas agroexportadoras.

Sin embargo, luego de los anuncios agoreros, no solo no aparece la sequía, sino todo lo contrario; los ríos se cargan de bote a bote – inclusive algunos se desbordan – y los agricultores brindamos por ello.

A los hechos me remito. Desde diciembre pasado – como todos los años, desde toda la vida – todos nuestros ríos están a tope. Hoy – quincena de marzo – en Ica y en todo el país, mucha agua dulce se está perdiendo en el mar. De eso… no se oye padre. Más aún, muchos críticos – seguramente por temas de soroche – no ven, o no quieren ver la belleza de las lagunas altoandinas llenas de agua, las pasturas de la Sierra verdes y frondosas, y el ganado sano y bien alimentado. Además ¡qué grato resulta medir la recuperación de los acuíferos subterráneos de la Costa, luego de meses de abundancia de aguas de avenida!

El problema es que pronto – acabada la temporada de lluvias – entraremos al estiaje. Y ahí sí, a partir de mayo o junio, muchos se lamentarán por la falta de agua en nuestros ríos. Pregunto: ¿qué hicieron para retener parte de las abundantes aguas de lluvias que tuvieron frente a sus narices y que se perdieron en el mar? La respuesta es… nada.

Entonces, en vez de quejarse y criticar – más bien – hay que actuar como corresponde. Desde las cabezadas de nuestras cuencas – en hermandad entre la Costa y la Sierra, tal como lo hicimos entre Ica, Huancavelica y Ayacucho en el período 2015 / 2018 – hasta las desembocaduras de nuestros ríos en el mar, debemos llevar a cabo lo que se denomina la “Siembra y Cosecha de Agua”.

Arriba – donde llueve – debemos construir muchos reservorios; pequeños, medianos, y grandes. Incluso, en las partes medias y bajas de nuestras cuencas. No hay reservorios malos. Todos valen. No importa el tamaño, sino el volumen de agua almacenable por todos los reservorios en conjunto. De eso se trata; de guardar la mayor cantidad de aguas de lluvias posible, para disponer de ellas en los estiajes.

También debemos reforestar y revegetar todas las cabezadas y quebradas. La tala indiscriminada de los últimos años ha dejado a nuestros cerros pelados, lo cual – ante cualquier lluvia, por más pequeña que sea – deviene en mortíferos huaicos que arrasan con todo lo que encuentran en su camino. La vegetación compuesta de bosques y pastizales se constituiría así en una gigantesca esponja natural, que retendría el agua de lluvias, y evitaría la erosión de nuestras quebradas.

La agricultura de secano debe cederle el paso a la agricultura bajo riego. Y el riego en sí, debe tecnificarse a todo nivel. Hay que instalar aspersores de agua en las planicies y quebradas altoandinas, y riego por goteo en las partes medias y bajas de nuestros valles.

Los acuíferos deben manejarse sosteniblemente. En efecto, el subsuelo también sirve para almacenar grandes cantidades de agua. En ese sentido, los acuíferos se rellenan naturalmente; a través flujos de aguas superficiales (ríos, acequias, surcos, etc.) y artificialmente; a través de procesos de infiltración inducida, tal como se está haciendo en Ica, con resultados muy favorables.

Pero el manejo eficiente del agua implica – también – acciones administrativas innovadoras, tales como tarifas diferenciadas, o lo que en su momento planteamos como “tomas libres”. ¿Qué significa eso?

Pues que en épocas de abundancia – llámese, en las temporadas de lluvias, como la que está por acabar – casi no se debe cobrar por el agua. Y todas las compuertas deben abrirse para que el agua discurra libremente por todos los cauces y acequias.

En cambio, el agua regulada; aquella proveniente de reservorios y represas debe cobrarse a tarifas que cubran los costos de inversión y distribución. De esa forma, promovemos la infiltración de las aguas de avenida, para – precisamente – recargar al máximo los acuíferos, y hacer uso de las aguas subterráneas en los estiajes.

Dicho esto, quiero dar gracias a nuestra madre naturaleza, por la gran cantidad de agua de lluvias que nos brinda todos los años, entre los meses de diciembre y marzo. No obstante – al mismo tiempo – ruego a Dios y a todos los santos para que corrijan la sequía ideológica que padecen algunos científicos, filósofos, políticos, periodistas, y demás amargados que, en vez de sembrar y cosechar agua en nuestras cuencas para tener – todos – agua todo el año, sólo saben criticar y hablar por las heridas de la envidia. Lampadia




Apostemos a ganador

Apostemos a ganador

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

El gobierno de Castillo y Perú Libre nos está generando una sensación de desencanto y frustración generalizada que pocas veces hemos vivido en los albores de un gobierno. Además, nos están haciendo olvidar que a los peruanos sí nos puede ir bien, muy bien.

Efectivamente, el Perú ha dado pruebas claras de resiliencia (la palabrita de moda). Después de un maltrato de cerca de 30 años, entre los 60s y 80s, nuestro país se recuperó asombrosamente. Pasamos de ser un ‘Estado Fallido’ el año 1990, a ser casi una ‘Estrella Internacional’ el 2011.

  • Bajamos la pobreza de 60 a 20% (2019)
  • Incrementamos los ingresos del Estado de 3.8% de un PBI diminuto, a 21% de un PBI varias veces mayor
  • Logramos que nuestras empresas más grandes pasaran de vender US$ 600 millones por año (mientras en Ecuador facturaban 1,000 o 1,500 millones anuales), a vender varios miles de millones anuales y que sus inversiones llegaran a otros países de la región
  • Bajamos la deuda externa de 60.8% a 11.2% del PBI

Para alcanzar estos logros fue indispensable:

  • Emprender una profunda reforma económica,  retirando al Estado del manejo discrecional de  variables de la economía tales como el tipo de cambio,  los aranceles, los precios de algunos productos, licencias de todo tipo y  las tasas de interés, eliminando así la corrupción administrativa de los gobiernos de turno.
  • También se necesitaron mejores reglas para proteger a los ciudadanos y las empresas, así como para limitar al Estado (el ‘ogro filantrópico’ de Octavio Paz), mediante la promulgación de una Constitución (la de 1993), promotora de la inversión, el crecimiento y el progreso social.

Pero,

  • Nada se hubiera logrado, si el Perú no hubiera tenido múltiples y muy ricos recursos naturales.
  • Nada hubiéramos logrado si los peruanos no fueran un pueblo resiliente, trabajador, creativo, que confía en su esfuerzo personal para superar las adversidades impuestas por los malos gobiernos.
  • Nada hubiéramos logrado si los peruanos no nos hubiéramos volcado a desarrollar nuevas inversiones a lo largo y ancho del país.

Con el regreso de la inversión privada a las regiones, desde minas, plantas de harina de pescado, sembríos de exportación, caminos, viviendas populares modernas, hasta vehículos de transporte y conservadores de frío,  pudimos generar empleo, mejores ingresos para las familias, una nueva clase media; y, además, por añadidura, pero no en último lugar, supimos generar recursos fiscales en volúmenes nunca vistos en nuestra historia.

Hacia el año 2011 estábamos a la mitad de camino de nuestro reverdecer, de nuestra mejora social y económica; pero nos cayeron tres plagas:

  1. Primera Plaga
    El desperdicio de los recursos fiscales por una burocracia dispendiosa, incapaz y corrupta. En vez de canalizar los recursos de la prosperidad a mejorar la educación, la salud y las infraestructuras, así como a mejorar los ingresos de los maestros, los médicos, las enfermeras, los jueces, policías y miembros de las Fuerzas Armadas, se multiplicó por diez la burocracia pura, la únicamente administrativa, aquella que no incluye los oficios públicos enumerados, aquella que solo traba los emprendimientos y las inversiones.
  2. Segunda Plaga
    La multiplicación de normas y regulaciones estatales, que desnaturalizaron la facilitación de la vida de los ciudadanos y de las inversiones, desde las más grandes a las más pequeñas. La burocracia inventó todo tipo de procedimientos para trabar las inversiones, chantajear y extorsionar a ciudadanos y empresarios, convirtiendo el ejercicio de la función pública en el aprovechamiento de botines particulares.
  3. Tercera Plaga
    El advenimiento de la guerra cultural contra la economía de mercado, y contra las inversiones privadas que representaban el 80% de todas las inversiones, aprovechando las fallas de mercado para hacer generalizaciones destructivas del prestigio de los empresarios, ocultando la corrupción y la ineficacia del Estado en temas tan importantes como en los servicios de agua y desagüe, en la educación pública, en la salud, donde el presupuesto creció diez veces en forma real, pero los servicios se deterioraron.

    Lo más grave de esta tercera plaga es que estuvo acompañada de la ausencia de la clase dirigente no comprometida con las izquierdas decimonónicas. Ni siquiera los gremios empresariales tomaron los micrófonos para defender sus ideas y sus logros, peor aún fue el caso de los medios de comunicación que devinieron en comparsas de los gobiernos que se abocaron a demoler los impactos positivos de la inversión privada y el crecimiento de la economía.

¡Sí, a los peruanos nos puede ir muy bien!

Nuestras capacidades básicas siguen vigentes, nuestros recursos naturales son cada día más valiosos, nuestras capacidades de multiplicar nuestras exportaciones siguen viento en popa, nuestra gente mantiene su empuje y su capacidad de luchar por la prosperidad.

Solo tenemos que renovar a nuestros líderes políticos, empezando por el licenciamiento del presidente Castillo. Lampadia




Un ecosistema innovador

Un ecosistema innovador

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Mucha gente repite que debemos ser un país que trabaje en ciencia, tecnología e innovación, y realmente tienen mucha razón. El problema comienza cuando desde diversos lados de la sociedad: Estado, individuos, universidades y empresas, se repite, “hay que fomentar la innovación tecnológica”, pero nadie mueve un dedo. Como si la responsabilidad de esta labor, siempre fuera del prójimo.

Con gran satisfacción podemos compartir que, el sector minero-energético está absolutamente involucrado en la generación de un ecosistema innovador.

  • Para ello, no sólo estimula a sus empresas a trabajar con la mejor tecnología, sino que,
  • desde hace décadas, viene desplegando esfuerzos que alcanzan a profesionales y técnicos de nuestro sector, quienes desde siempre han tenido el desafío constante de la mejora continua e innovación.
  • Igualmente convoca a estudiantes y profesionales jóvenes que, sin necesidad de trabajar en empresas del sector, bien pueden ayudar a resolver nuestros retos, para luego tener a las empresas minero-energéticas como un mercado muy demandante de sus novedosos aportes.

Poca gente sabe que la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), impulsó este esfuerzo gremial por atraer talentos, proponerles desafíos y orientarlos en el desarrollo de propuestas, para que finalmente, las empresas asociadas se constituyan en el mercado que demanda los servicios, procesos y bienes así desarrollados. Esta labor se ha efectuado de la mano de CONCYTEC y PROMPERU, quienes durante todos estos años nos han acompañado en el esfuerzo y apoyado con recursos que permiten impulsar “Startups”, incluyendo la construcción de prototipos, de ser el caso.

Da gusto apreciar que una iniciativa que comenzó hace una década con el “Premio Innovación Tecnológica”, cuenta con nueve ediciones y más de 350 trabajos presentados, en los cuales han sido premiadas más de 50 empresas y 30 universidades del país.

Simultáneamente, el equipo de SNMPE, CONCYTEC y PROMPERU, han trabajado también seis ediciones de la “Hackaton”, muy orientada a estudiantes universitarios y profesionales jóvenes, constituidos en equipos multidisciplinarios, quienes han sumado más de 1,200 participantes, lográndose 18 equipos ganadores, incluyendo 3 “startups” ya convertidas en proveedores.

Este espíritu innovador también fue acogido e impulsado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), el que, de la mano del Centro Internacional de la Papa (CIP) y con el apoyo de KUNAN, introdujo desde el Perumin 34, el “PERUMIN INSPIRA”, con dos líneas particulares de acción:

  1. Ideas innovadoras.
  2. Emprendimientos sociales activos.

En esta variante, propia del Perumin Inspira, se trata de resolver cuatro Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):

  • El 2: Hambre cero.
  • El 3: Buena salud y bienestar
  • El 6: Agua limpia
  • El 8: Trabajo decente y desarrollo sostenible

En 2019, cuando se dio la primera versión, fue extraordinario recibir 180 postulaciones, de las cuales se seleccionó 10 trabajos finalistas de muy alta calidad.

Los dos ganadores presentaron sus proyectos en la “Cumbre Minera”, ante los más altos ejecutivos de las empresas minero-energéticas, quienes en esa oportunidad contaron con la compañía del presidente de la república y algunos ministros. Demás está resaltar que no sólo esos dos proyectos, sino algunos más de los seleccionados, establecieron vínculos comerciales con las empresas ahí representadas, al punto que dos proyectos se desarrollaron de inmediato en las zonas alto andinas, en contrato con empresas mineras, para sus proyectos de sostenibilidad en beneficio de las comunidades que los rodean, llevando soluciones de agua potable, sistemas de calefacción limpia y económica de viviendas, entre otros.

Dentro del Rumbo a Perumin 35, el año 2021 hubo también un Perumin Inspira, igualmente orientado a lograr ideas innovadoras, con enfoque sostenible en los 4 ODS antes mencionados con énfasis en su impacto en la sierra. En esa oportunidad hubo 123 postulaciones provenientes de 17 regiones, todas de gran calidad, pero es muy valioso destacar algunos de ellos:

  • Sistema de Economía Circular basado en saneamiento ecológico (sin agua), para poblaciones alto andinas. Se creó, con participación de la población de Puno, un sistema sin agua, para producir forraje y calefacción para camélidos.
  • Producción de setas ostra e impulso de su consumo en las provincias altas del Cusco. Siendo este uno de los hongos más valiosos y saludables, que fortalece el sistema inmune, contribuye a reducir anemia y desnutrición.
  • Sumaq Kawsay, complemento nutricional 100% natural, proyecto desarrollado en Arequipa para prevenir y combatir desnutrición global y anemia. Gomishuro (gomas nutricionales a base de cushuro) desarrollado en Ayacucho, junto con varios proyectos de productos nutricionales y económicos para las zonas alto andinas.
  • Medidor ambiental KON, que permite monitorear en tiempo real, la radiación UV, contaminación del aire, nivel de ruido en el ambiente y radioactividad.

Como podemos apreciar, el sector minero-energético ya tiene desarrollado un Ecosistema innovador. La rueda ya se echó a andar y crece de año en año como una bola de nieve, pues este año, en el mes de setiembre, tendremos otro Perumin Inspira, que continuará atrayendo a técnicos y profesionales innovadores, mientras va impulsando el uso de ciencia y tecnología aplicada, no sólo a nuestra industria, sino contribuyendo a satisfacer los objetivos de desarrollo sostenible con que estamos comprometidos.

Invocamos al Estado a unirse a esta iniciativa y no burocratizar la actividad, a las universidades a estimular a sus alumnos y a las empresas de todos los sectores, a impulsar y aplicar con sus mejores esfuerzos, la ciencia, la tecnología e innovación en el desarrollo de sus actividades. Lampadia




Lecciones sobre industrialización

Lecciones sobre industrialización

Recientemente The Economist publicó un interesante artículo que narra el creciente desgaste que ha sufrido la industria en Brasil en las últimas décadas por las persistentes políticas proteccionistas que no han podido ser reversadas por los diferentes gobiernos desde los años 90. Es importante relevar este caso porque refleja claramente los costos que un país debe asumir cuando no liberaliza plenamente su economía con el argumento de fortalecer su industria, lo cual termina provocando justamente lo contrario.

El Perú sí pudo realizar exitosamente su apertura comercial a inicios de los 90. Como podemos ver en el gráfico, la participación del sector industrial peruano en el PBI se mantuvo estable hasta el 2011, a pesar de haber abandonado las industrias protegidas de los años 80. La apertura comercial peruana permitió reemplazar una industria basada en la sustitución de importaciones, sobre protegida y no competitiva, por un sector industrial competitivo internacionalmente, exportador. Un proceso que se dio, en buena medida, de la mano del desarrollo del sector minero y pesquero.

Pero posteriormente, desde el 2011, al igual que el Brasil, nuestro país ha sido víctima de una caída sostenida en la participación de la manufactura sobre el PBI, pasando de 16-17% a 12%.

Como se ve en el gráfico el punto de inflexión se da en 2011, año en el que se empieza a gestar la animadversión hacia la inversión minera, justamente la que produjo el nacimiento de industrias que hace unas décadas eran impensables en nuestro país, como la metalmecánica. Y por si fuera poco, el actual gobierno se jacta de cerrar grandes minas en las regiones, cuando son estas mismas las que podrían generar desarrollo industrial así como el incremento del empleo formal calificado característico de estos sectores.

El Perú tiene todo para industrializarse, lo cual no pasa por entorpecer el crecimiento de sus sectores primarios, como proponen varios defensores de la mal llamada “diversificación productiva”. Por el contrario, esto se logra de la mano con dichos sectores y aprovechando, por supuesto, los períodos de buenos precios de nuestros metales de exportación, como los actuales.

Esperamos que la sociedad y nuestras autoridades tomen conciencia de ello y no terminemos desindustrializándonos, cometiendo los mismos errores de la era del estancamiento, entre los años 60 y 80. Lampadia

El cinturón de óxido de América del Sur
Por qué el declive industrial ha sido tan marcado en Brasil

Ningún otro país ha visto cómo la manufactura como porcentaje del PBI se desvanece tan rápido

The Economist
5 de marzo de 2022
Traducida y comentada por Lampadia

La gente de São Bernardo do Campo, una ciudad cercana a São Paulo, se les llama batateiros o cultivadores de papa. Sin embargo, son más conocidos por su fabricación. Hace casi un siglo fabricaban muebles. En la década de 1950 comenzaron a producir automóviles. Pronto el área que comprende la ciudad, conocida como ABC por las iniciales de sus poblados más grandes, se convirtió en la zona industrial más grande de América Latina. Un trabajador allí, Luiz Inácio Lula da Silva, ascendió a la cima del sindicato de trabajadores metalúrgicos y, eventualmente, a la cima de la política brasileña.

Pero cuando Urban Systems, una consultora, nombró a la ciudad como el mejor lugar de Brasil para hacer negocios en la industria el año pasado, muchas personas se sorprendieron. En 2013, ABC tenía 190,000 empleos formales en la industria (que incluye tanto la manufactura como el procesamiento). Para 2019 tenía 140,000, o casi un tercio menos. Polvorientos carteles de “se vende” marcan algunas de las 127 áreas industriales ociosas que Gisele Yamauchi, investigadora local, contó en São Bernardo. En 2019, Ford, un fabricante de automóviles estadounidense, dijo que dejaba São Bernardo después de casi un siglo en Brasil. En 2021, el sector industrial formal de la ciudad se mantuvo estable, con aproximadamente tantos empleos creados como perdidos. Pero el cambio a los servicios es claro.

De hecho, São Bernardo es parte de una tendencia más amplia en el país. En la década de 1980, la manufactura alcanzó un máximo del 34% del PBI de Brasil. En 2020 fue solo del 11% (ver gráfico).

En otros países también ha disminuido la importancia relativa de las manufacturas. A medida que las fábricas se vuelven más eficientes, se necesita menos gente para fabricar cada dispositivo, y el empleo en la industria manufacturera tiende a caer incluso cuando aumenta la producción. Pero lo notable de Brasil es que el crecimiento de la producción también ha sido mediocre. Entre 1980 y 2017, el valor agregado manufacturero en Brasil en términos reales creció solo un 24 %, en comparación con el 69 % en la vecina Argentina y el 204 % en todo el mundo.

Las industrias basadas en la ciencia de Brasil también han perdido su participación en el PBI más rápido de lo esperado. En la década de 1980, Brasil producía el 55% de los ingredientes farmacéuticos que utilizaba. Para 2020, esto se había reducido al 5%. Cuando la pandemia de covid-19 creó una gran demanda de vacunas, Brasil se quedó corto. La falta de materiales retrasó el lanzamiento de la vacuna.

A medida que el comercio mundial se liberalizó después de 1990, Brasil abrió lo que había sido una economía ferozmente protegida. Pero solo un poco. Ha seguido protegiendo gran parte de su industria nacional de la competencia extranjera, dice Fabiano Colbano del Banco Mundial. Los sucesivos gobiernos se centraron en estimular la demanda interna, en lugar de aumentar la productividad. Las empresas no han logrado integrarse mucho en las cadenas de suministro globales. Las tarifas se mantuvieron altas y las regulaciones complicadas.

El alcalde de São Bernardo ha tratado de hacer de la ciudad un lugar más fácil para hacer negocios. Durante la pandemia, eliminó la burocracia, bajó los impuestos y construyó más carreteras. Obtuvo compromisos de inversión en logística y otros aspectos de la fabricación, por un valor de US$ 1,750 millones para 2021 y 2022 (el presupuesto de la ciudad para 2022 es de $1200 millones). Pero en otras partes de Brasil, el covid-19 ha acelerado el declive de la industria.

El auge de las materias primas ha ayudado a crear un superávit comercial récord para Brasil. Pero esto ha enmascarado un déficit de US$ 53,000 millones (o el 3.3% del PBI) en bienes manufacturados. De hecho, la dependencia de las materias primas, cuyas exportaciones en Brasil equivalen al 8 % del PBI, suele acelerar el declive de la fabricación al fortalecer la moneda local, lo que abarata las importaciones. China ha preferido durante mucho tiempo comprar materias primas y procesarlas en casa. En 2009, China importó productos alimenticios primarios de Brasil por un valor de US$ 7,000 millones, en comparación con los productos alimenticios procesados ​​por un valor de casi US$ 600 millones. En 2019, las cifras fueron de US$ 23,000 millones y US$ 5,000 millones, respectivamente.

Brasil no necesita necesariamente un gran sector industrial para prosperar. En São Bernardo, los pisos de las fábricas se han transformado en centros comerciales y muchos lugareños han encontrado trabajo como vendedores telefónicos. Algunos economistas argumentan que el declive de la manufactura le ha dado a Brasil la oportunidad de aprovechar sus puntos fuertes en la agricultura y el petróleo.

Sin embargo, otros sienten que este optimismo está fuera de lugar. “Brasil es el peor ejemplo de desindustrialización prematura en el mundo”, argumenta Rafael Cagnin de IEDI, una asociación de la industria. Los trabajadores se han trasladado a trabajos de servicios poco calificados, en lugar de trabajos calificados de alta tecnología. En promedio, su productividad e ingresos han caído, dice. En São Bernardo, los salarios más altos para todos los trabajadores en empleo formal se mantienen en la fabricación de automóviles. Los salarios medios reales en São Bernardo han disminuido todos los años desde 2017, incluso en TI.

Una crisis económica entre 2014 y 2016 sacudió tanto a Brasil que cualquier intento de separar los efectos de la política industrial es difícil. Incluso antes del covid-19, el desempleo estaba en su nivel más alto en 50 años, según el Banco Mundial.

El declive industrial puede tener consecuencias políticas. En EEUU, la pérdida de empleos en la industria manufacturera del Medio Oeste puede haber empujado a algunos votantes a optar por Donald Trump en 2016. En Brasil, las elecciones de 2018 estuvieron dominadas por la corrupción y las consecuencias de la recesión, pero un estudio realizado por dos investigadores brasileños encontró que las áreas más afectadas por la liberalización comercial en la década de 1990 fueron las que más votaron por Jair Bolsonaro, el presidente populista. Incluso ganó en el antiguo territorio de Lula, São Bernardo.

Las próximas elecciones presidenciales, en octubre, podrían ser fundamentales para la industria manufacturera. Bolsonaro no ha hecho una prioridad el impulsar la industria, aunque a fines de febrero prometió una reducción de impuestos para los productos industriales. Lula, quien parece probable que se enfrente a él, ha dicho que, aunque los productos básicos son importantes, Brasil necesita “ser fuerte en la industria, en la ciencia y la tecnología”. Es probable que los próximos meses impliquen una lucha para ganarse los corazones y los votos de lugares como São Bernardo. Lampadia




El Rol Subsidiario del Estado

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Exijamos la transparencia

Exijamos la transparencia

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

El Perú ha sido miembro del EITI (Extractive Industries Transparency Initiative) desde el año 2005, una organización mundial independiente, que registra y reporta abiertamente toda recaudación tributaria proveniente de las industrias extractivas, tales como minería e hidrocarburos, con la finalidad de ser una fuente fidedigna de los impuestos realmente recaudados en esos países. El mecanismo está diseñado para asegurar absoluta transparencia de la información y para lograrlo, se trabaja de la siguiente manera:

  • Las empresas extractivas autorizan, formalmente y por escrito a la SUNAT, la entrega de la información tributaria requerida por la firma auditora independiente designada por la Secretaría Técnica de EITI en el Perú.
  • La información de las Declaraciones de Impuestos proporcionada por la SUNAT, es debidamente revisada en su integridad, tabulada y estructurada de manera homogénea y es proporcionada a la Secretaría Técnica para su registro, por industria, región e identificación de los importes que deben ser transferidos a los gobiernos regionales, universidades y municipalidades correspondientes.
  • La Secretaría Técnica recae en el MINEM (Ministerio de Energía y Minas).
  • Esta secretaria técnica comparte la información elaborada al EITI, quien emite los informes anuales de recaudación tributaria proveniente de estas industrias extractivas, tanto por los importes pagados, como por la asignación a los distintos receptores finales indicados anteriormente.

Es muy importante resaltar, que los generadores de más del 95% de las rentas provenientes de las industrias extractivas han venido participando de este mecanismo de reporte e informes finales y, en consecuencia, es la mejor herramienta con que pueden contar: el gobierno, las empresas y los gremios empresariales, para conocer e informar la real tributación de estas empresas. Esta información es sumamente útil para la ciudadanía, permitiéndole estar en condiciones de poder exigir a los diferentes estamentos del gobierno, la ejecución de inversiones y gasto social, lo que, en última instancia, es la razón de ser de la tributación.

Hasta aquí, todo bien. Sin embargo, el problema es que marzo de cada año, es el plazo límite para que el MINEM reporte al EITI la información recibida y catalogada por el año anterior y, hasta la fecha, el MINEM no ha hecho ningún trabajo al respecto y todo indica que no estará cumpliendo con el compromiso que consistentemente se ha respetado durante los últimos 17 años.

Resulta muy curioso y peligroso, que un gobierno que ha venido amenazando y reclamando desde su campaña política electoral, la necesidad de una mayor recaudación tributaria, incluyendo la posibilidad de “nacionalización” de los recursos naturales, con el objeto de captar una “participación razonable de la renta”, ahora y una vez en control del Estado, deje de informar a través del EITI, la mencionada recaudación fiscal.  

Por eso, debemos estar muy alerta, tener mucho cuidado y ser muy suspicaces respecto al hecho que, un gobierno que, durante sólo siete meses de gestión, ha dado muestras claras que la corrupción se da a nivel extremo y masivo, pues se ha evidenciado participación de toda la estructura de gobierno, que va desde la sede presidencial, hasta los niveles inferiores de gobierno, ministerios, gobiernos regionales y municipalidades. 

Un gobierno que fomenta y promueve muy altos niveles de informalidad en actividades masivas, mientras aplica criterios muy estrictos a los ciudadanos y empresas que actúan en el ámbito formal, se convierte en un escenario muy peligroso para estos y propicio para el abuso.

No es posible que, en tan corto plazo, se esté destruyendo la institucionalidad en el Perú, que un gran número de individuos sin conocimientos, principios ni valores, esté tomando por asalto los órganos del Estado y esté arrasando con él. No podemos permitir que algunos congresistas tránsfugas y corruptos, se hayan puesto, por intereses individuales, del lado de la corrupción y con su pasividad o complicidad, estén permitiendo este desastre nacional.

Es evidente que este gobierno y los congresistas que se han puesto de su lado, tienen el mayor de los desprecios por la transparencia. Por eso, no responden a la prensa, ocultan las agendas de los miembros del gobierno y de las empresas donde se realiza licitaciones impropias. No se exhibe los controles de ingreso de las personas con las que se reúnen tales funcionarios, ni se reporta el propósito de tales reuniones, hasta el punto de haberlas efectuado a hurtadillas y fuera de sus lugares de trabajo.

Hace ya mucho tiempo que hemos excedido los límites que la ley, la ética y la moral pueden tolerar, al punto que el gerente general de la más grande empresa pública, se ha permitido amenazar a los funcionarios de la oficina de control interno de su empresa, por hacer su trabajo de investigar y, por otro lado, esté exigiendo a la firma de auditoría externa una cláusula de confidencialidad perpetua.

¡Esto ya se pasó de la raya y nadie, empezando por la fiscalía, hace nada! Lampadia




Un país convertido en un meme

Un país convertido en un meme

Fausto Salinas Lovón
Para Lampadia

Muchas democracias mueren en la forma que advierten Levitsky y Ziblatt. Muchos otros países fracasan como lo explican Acemoglu y Robinson. Sin embargo, sólo un país pasa de ser un “tigre latinoamericano” a ser un “meme”, sin haber sufrido de una guerra, un cataclismo o un tsunami, por obra de sus propios ciudadanos.

En el 2008, hace apenas 14 años, Luis Alberto Moreno, presidente del BID calificaba al Perú como “el tigre de Latinoamérica” por su solidez macroeconómica y el espectacular crecimiento de los últimos años. Hoy, en el 2022, el tigre latinoamericano no existe y está tan mal visto que el Financial Times de Londres, con conmiseración, le recomienda resetearse: “el Perú merece un nuevo comienzo”.

¿Qué cosas pasaron en 14 años para que nos convirtamos en un meme?, si, en esa fuente de humor visual de la internet y las redes sociales que es el Perú hoy día a nivel global.

Muchas cosas.

  • Dilapidar la bonanza económica generada por las reformas estructurales de los 90s y el auge de las materias primas de principios de este siglo, convirtiendo el mal gasto del Estado (y no la inversión seria) en una virtud. 
  • Convertir nuestra necesidad de infraestructura pública (carreteras, líneas de metro, hospitales, etc.) en la excusa para la corrupción más escandalosa de nuestra historia. Los ahijados de Lula da Silva, los oligarcas de Sao Paulo que le dejan jugar al populismo mientras les protege el mercado brasilero y los expande por Sudamérica, han corrompido todos los gobiernos peruanos nacionales y varios gobiernos regionales de este milenio, a las constructoras más pintadas del país, a la prensa más digna y por supuesto, a fiscales, abogados y líderes sociales.
  • En lugar de entrar al VRAEM, a Ananea o Huaypetue, al Huallaga o a otras zonas liberadas del Estado de derecho y de la economía en el país, nuestra élite económica se ha propuesto “entrar a la OCDE”, cometido que sólo muestra el grado de desconexión que se tiene con la realidad interna del país.
  • Olvidar que nuestro enemigo siempre fue Sendero Luminoso y dejar que se creen otros enemigos, que han sustituido al verdadero.
  • Permitir que el Estado convierta a la prensa en un empleado más de su planilla, desde la radio más humilde de la selva hasta la prensa escrita de apellido compuesto, nos ha dejado en manos de la mermelada y ha reducido la prensa propiamente dicha a unas cuantas trincheras.
  • Satanizar la minería, la que paga el salario de nuestra Nación desde la época de los incas, ha hecho posible que se justifiquen bloqueos, atentados, cierres y chantajes, por todo el país, que terminarán apagando uno de los principales motores de nuestra economía.
  • Impulsar una descentralización mafiosa donde 24 clases políticas regionales se disputan el botín presupuestario y no solamente no hacer nada frente a ello, sino pactar, negociar y contratar con ellos, ha multiplicado la corrupción por 24, al punto que ahora son esas clases políticas regionales las que gobiernan, por turno y sin rubor.
  • Aplaudir el chantaje al Congreso con Referéndums, avalar la disolución del Congreso, marchar para que caída el gobierno transitorio de Merino que iba poner fin a la argolla caviar, son algunos de los tantos pecados que nuestras clases medias y altas urbanas deberán expiar.

Podemos seguir mostrando como, los propios peruanos, sus izquierdas, sus intelectuales, sus empresarios, sus patéticos líderes de derecha, sus juristas, han hecho que el Perú se convierta en un meme. Elegir a un sindicalista básico, a un títere sin ideas, con apenas algunas ocurrencias, es sólo la guinda de este feo pastel en que se ha convertido el Perú.

Es hora de ver, qué parte del problema lo hemos causado cada uno de nosotros y volver sobre nuestros pasos, si queremos salvar al Perú. Lampadia




¿Para qué está el ministro de Economía?

¿Para qué está el ministro de Economía?

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Tal como ocurría con las leyes que aprobaba el congreso anterior, ya no este congreso sino el Ejecutivo está minando de a pocos el modelo económico y la calidad del Estado. Sin necesidad de cambiar la Constitución, está socavando los pilares del modelo.

Y esto pese a que tenemos en Economía a un ministro teóricamente ortodoxo y bien formado. Que, por lo visto, no es capaz de ofrecer resistencia alguna a las iniciativas populistas y destructivas de sus pares, particularmente de la ministra de Trabajo, Betssy Chávez.

La semana pasada se publicó el decreto supremo 001-2022-TR que restringe absurdamente los servicios de tercerización laboral, pese a que el MEF había emitido un elaborado y muy bien sustentado informe explicando los efectos nocivos de esa norma. La ministra pasó olímpicamente por encima del MEF y publicó la norma.

No contenta con eso, amenaza al país con completar con gran energía todas las iniciativas de la Agenda 19, iluminada iniciativa del exministro neosenderista Iber Maraví orientada a proteger de manera infinita a los pocos que tienen trabajo formal, atentando contra su productividad y contra la inversión privada y dejando fuera del sistema y de los derechos laborales a las grandes mayorías. Una profunda injusticia vestida de justicia social.

Lo último ha sido un oficio que ella ha remitido a la presidenta de la Comisión de Economía del Congreso demandándole que priorice la aprobación del proyecto de ley que plantea el retiro el saldo del 100% de los fondos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) a los afiliados que el 2021 dispusieron de esos recursos. Lo que podría provocar la salida de cerca de 80 mil millones de soles de los fondos de pensiones, hiriendo de muerte a un fondo que ha sido la base de un ahorro nacional que el país nunca había tenido y que dejaría sin pensión a mucha gente. Una medida, por lo demás, absolutamente innecesaria en este momento en que la economía ya ha recuperado los niveles previos a la pandemia, pese a todos los esfuerzos que hace el gobierno por impedirlo.  

La política de frenar para regalar es nefasta, porque atenta contra el futuro del país. 

Y eso lo sabe perfectamente el ministro de Economía, Oscar Graham. ¿Qué hace que no se planta firme y pone coto a esta clase de proyectos? Si no es capaz, entonces lo mejor sería que renuncie al cargo en lugar de convalidar la erosión paulatina y creciente de las bases del crecimiento.

Para comenzar, tiene que exigir la derogatoria del decreto supremo que restringe la tercerización, arriba mencionado. Esta norma prohíbe tercerizar actividades principales, con lo cual empresas mineras, industriales u otras que contratan la ejecución de ciertas actividades especializadas para mejorar sus procesos o productividad, ya no podrán hacerlo. Las consecuencias serán:

  • La destrucción de empleos muy calificados en empresas pequeñas o medianas muy especializadas que ya no van a ser contratadas por las empresas mayores.
  • Caída de la productividad de las empresas que ya no podrán tercerizar
  • Incremento de costos laborales: incorporación de nuevos trabajadores para suplir servicios que no podrán ser prestados por empresas terceras.
  • Reducción de empleo formal: implementación de mecanismos alternativos de contratación para remediar la prohibición de tercerizar actividades nucleares del negocio.
  • Despidos masivos en empresas que no puedan asumir aumentos de costos laborales.

Si el ministro no logra que se derogue ese decreto, lo mejor sería que presente su carta de renuncia. Porque no se sabría para qué está. Lampadia




EL 40% DE LA ECONOMÍA AÚN NO SE RECUPERA

EL 40% DE LA ECONOMÍA AÚN NO SE RECUPERA

Informe IPE – El Comercio 
28 de febrero de 2022

En el 2021, la economía superó ligeramente (0.9%) sus niveles prepandemia. Este resultado esconde importantes diferencias sectoriales y una marcada desaceleración hacia el cuarto trimestre del año. Por un lado, cinco sectores que representan el 40% de la economía aún se encuentran por debajo del nivel de 2019. Además, la actividad de construcción, que fue el motor de la recuperación en el 2021, presentó resultados negativos a partir de octubre.

economía

Precarización laboral

El duro impacto de la pandemia y la dinámica diferenciada según sectores han obstaculizado la recuperación del mercado laboral, principalmente urbano. La recuperación se ha dado a costa de la precarización del empleo: mayor subempleo e informalidad, y menores salarios reales.

Así, a setiembre del 2021, aún quedaban por recuperar cerca de 300 mil puestos de trabajos formales privados, a pesar del fuerte incremento del empleo en el sector agroindustrial (70 mil).

¿Qué hacer?

Reactivar la economía requiere de impulsar urgentemente la inversión, pequeña y grande, pública y privada. Sin embargo, para lograrlo es importante un clima de estabilidad y confianza. Una mayor inversión permitiría generar empleos de calidad y mejores salarios.

En ese sentido, flaco favor le hace las recientes iniciativas del Ejecutivo que restringirían aún más las oportunidades de acceso a empleos formales, como limitar la tercerización del empleo, incrementar el salario mínimo, elevar la indemnización por despido arbitrario y endurecer las condiciones para los ceses colectivos.

Al intentar beneficiar a segmentos muy pequeños del mercado laboral, el Ejecutivo dejaría a la gran mayoría de trabajadores informales desprotegidos.

Veamos la evolución de cada sector:




Ignorancia y Poder

Ignorancia y Poder

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

“La ignorancia no es relevante hasta que se combina con el poder, en cuyo caso puede tener efectos devastadores”.
Yuval Noah Harari

Como hemos comentado antes, los peruanos podemos experimentar en cuerpo ajeno los devaneos del asambleísmo en los zapatos de los chilenos.

Ellos han instalado su Convención Constituyente, una suerte de asamblea constituyente, y como era de esperarse, sus miembros, elegidos en un momento de crisis de identidad social y política, representan y airean todos los demonios habidos y por haber.

Las propuestas de los asambleístas son cada vez más extremistas, de alguna manera están haciendo un ejercicio de ingeniería social para diseñar un país fracturado en múltiples ‘naciones’, donde el Estado, que dejaría de ser unitario, asumiría la propiedad y el control de buena parte de la economía, pasando por la nacionalización de la minería, entre otros.

Los miembros de la convención chilena pretenden dar un costosísimo salto atrás en lo institucional, lo social, lo económico y lo político. Y anda explícales, manan, es como dice Harari, un ejercicio de poder desde la más supina ignorancia.

Espero que los chilenos sepan reaccionar y rechazar el desquiciamiento de un país que ha sabido reducir la pobreza extrema hasta casi eliminarla (2.3% de la población antes del Covid), que ha sabido crear una clase media que supera el 65% de la población, y que mejoró sustancialmente los estándares educativos.

Datos de Centro de Estudios: Libertad y Desarrollo – Chile

Pero la narrativa malévola de la izquierda chilena, el silencio de los creadores de riqueza, y los tropiezos de los últimos gobiernos, cambiaron el sentimiento de la población. Veamos dos publicaciones de Lampadia al respecto:

Veamos ahora el análisis de Gerardo Varela para la Fundación para el Progreso:

Idea repetida y equivocada

Nacionalizar la minería

Fundación para el Progreso – Chile
Gerardo Varela
Publicado en El Mercurio
19.02.2022

El autor superventas Yuval Noah Harari (Sapiens, De Animales a Dioses) nos previene que la ignorancia no es relevante hasta que se combina con el poder, en cuyo caso puede tener efectos devastadores.

La absurda teoría de los “shrinking markets”, promovida a principios del siglo XX por los comunistas Nikolai Bukharin y Rosa de Luxemburgo, postulaba que las sociedades industrializadas debían buscar su autarquía económica. Esta teoría no habría tenido ningún efecto si no hubiera sido adoptada por Adolf Hitler y Hideki Tojo que detonaron una guerra mundial en la búsqueda de materias primas para asegurar la sobrevivencia de Alemania y Japón respetivamente. Conquistar en vez de comerciar ha sido la premisa de los ignorantes en economía.

Esa ignorancia, acompañada de poder, ha tenido efectos demoledores en muchos países.

  • Hasta las reformas de Den Xiaoping, China no era ni siquiera capaz de alimentar a su gente.
  • Y Venezuela, gracias al “socialismo del Sigo XXI” -cuyos resultados son idénticos a los del Siglo XX-, pasó de ser el país más rico de la región al más pobre.
  • Argentina incluso llegó a fijar por ley el tipo de cambio.

Esta es la ignorancia de los que creen que la ley es omnipotente para derogar el problema de la escasez. Así por ley se podría fijar precios para terminar con la inflación o emitir moneda para terminar con la pobreza.

  • En la Francia revolucionaria, el Comité de Salud Pública que presidía Robespierre decidió poner fin al problema de los alimentos en Paris fijando los precios del pan y otros productos denominados esenciales. Como la iniciativa no tuvo éxito en aumentar la oferta de alimentos mandó entonces al ejército a requisar a los agricultores “acaparadores”. Menos de un año después guillotinaron a Robespierre.

El desprecio de la Convención Constituyente (CC) por la economía no pasaría de ser una mala broma si no fuera porque tiene el poder para definir el futuro de Chile. Y como ocurre siempre en estas asambleas variopintas, la ignorancia tiene certezas donde la sabiduría sólo tiene dudas. En la CC se ha instalado la idea que una opinión es tan válida como la evidencia y la ignorancia tan respetable como el conocimiento.

La mal llamada nacionalización de la minería, propiciada por la CC, es una mala idea y un muy mal negocio para Chile. Si se expropia a los dueños pagándoles su valor comercial se estará usando recursos fiscales escasos que tienen usos socialmente más urgentes (vivienda, salud y educación) para comprar minas.

Y si se les confisca sin indemnización, nos ganaremos un sinfín de juicios, nos transformaremos en parias de la comunidad internacional y perderemos las inversiones en exploración y desarrollo que son las que mueven la industria y desarrollan el país. La nacionalización sesentera fue una mala idea, pero al menos tenía el beneficio de la duda. Hoy sólo se haría por ignorancia o mala fe. Ese proceso retrasó 25 años el desarrollo de nuestra minería y lo hará de nuevo si lo replicamos.

La izquierda, que domina la Convención Constitucional, desprecia hacer negocios, comerciar y correr riesgos financieros, pero sueña con expropiar todo lo que brilla. No se da cuenta que nacionalizar la minería es un pésimo negocio. Y la razón es muy simple: hoy el Estado no gasta en exploración (por cada 300 exploraciones 1 tiene éxito) ni tiene que invertir en expansiones. Sin embargo, sin poner ni un solo peso y por vía de impuestos es socio de todas las minas exitosas. A ellas les cobra patentes, IVA, Royalty, Impuesto de primera categoría y adicional (35%).

¿Cuál es el sentido de expropiar una industria de clase mundial para encargarle su administración a un Estado que hoy administra mal cuestiones básicas como la seguridad, la educación y la salud? Hay que ser muy ciego, muy corrupto o muy necio para además querer entregarle la minería.

Debemos ser humildes frente a la constitución. A pesar de lo que creen en la CC, ella no nos puede hacer más altos, más inteligentes o más ricos. Y si la CC no entiende cuáles son sus límites y cuál es su función, vamos trabajando en un plan B. Lampadia