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Alentemos la migración de europeos

Alentemos la migración de europeos

El año que termina ha producido un punto de inflexión, una discontinuidad, que no estaba prevista, se ha acentuado una masiva migración a Europa de refugiados sirios y nor-africanos. Esta es el resultado de la violencia desmedida producida en territorios asolados por sus propios gobernantes como Al-Assad y, por ISIS, el movimiento asesino mal llamado islamista.

Este mismo año, Europa logró sacar la cabeza de la crisis de deuda que los ha afectado gravemente durante los últimos seis años. Durante la crisis financiera, se produjo la primera ola de migración de europeos del nuevo siglo. Esto fue especialmente notorio en el caso de España, que no solo dejó de recibir migrantes, sino que pasó a ver como parte de su población buscaba mejor futuro.

Algunos países de la región, como Chile y México, tomaron ventaja de la posibilidad de acoger a gente joven, bien formada y con ganas de trabajar y hacer patria. El Perú fue sujeto pasivo de este proceso, llegaron varios migrantes, pero perdimos la oportunidad de promoverlo como lo hizo Chile.

Hoy se está produciendo en Europa un fenómeno irreversible, que se estima, seguirá agravándose en el próximo futuro, la masiva migración masiva que sufre cambiará la vida de los europeos para siempre, lo cual traerá una nueva diáspora de europeos que en gran medida se vendrá a América Latina. Esto abre una nueva oportunidad para atraer emprendedores y trabajadores bien capacitados al Perú.

El caso de Europa es especialmente dramático, como lo describe Arturo Pérez-Reverte, ver en Lampadia: Los godos del emperador Valente

A ver si nos enteramos de una vez: estas batallas, esta guerra, no se van a ganar.

Europa o como queramos llamar a este cálido ámbito de derechos y libertades, de bienestar económico y social, está roído por dentro y amenazado por fuera. Los ‘godos’ seguirán llegando en oleadas, anegando fronteras, caminos y ciudades. Cuando esto ocurre hay pocas alternativas, también históricas: si son pocos, los recién llegados se integran en la cultura local y la enriquecen; si son muchos, la transforman o la destruyen. No en un día, por supuesto. Los imperios tardan siglos en desmoronarse.

No hay forma de parar la Historia. Mucho quedará de lo viejo, mezclado con lo nuevo; pero la Europa que iluminó el mundo está sentenciada a muerte.  Ni ustedes ni yo estaremos aquí para comprobarlo. Nosotros nos bajamos en la próxima”.

Más allá de la nueva crisis europea, los peruanos deberíamos pensar sobre lo que nos hace falta para que nuestra sociedad pueda terminar de desarrollarse hacia una plena de oportunidades y de bienestar general.

Es obvio que hasta hoy no hemos sabido sacar provecho de las múltiples y hasta infinitas posibilidades de desarrollo que nos brinda nuestro país. No solo tenemos una población emprendedora, creativa y trabajadora que ha sobrevivido a las diez plagas de Egipto (nuestro malos gobiernos y la debilidad de nuestra clase dirigente), además tenemos todos los recursos que podemos imaginar para tener una vida próspera.

Hoy nos faltan emprendedores y trabajadores capacitados para seguir creando riqueza y empleo para más peruanos, pero el Perú, a pesar de haber refrescado recientemente su legislación migratoria, es esencialmente xenófobo y la participación de extranjeros en el país es mínima.   

Según el INEI el Perú alberga solo 99,510 extranjeros como residentes permanentes y con permiso para trabajar, el 0.2% de la población. También se han producido 10,861 naturalizaciones de distintas nacionalidades, destacan con el 25% ciudadanos de EEUU, Argentina con el 11.7%, y España con el 9.8%.

En noviembre pasado The Economist publicó una nota sobre la inmigración de Brasil criticando su poca vocación por albergar extranjeros. Es interesante revisar algunos de los comentarios de la revista británica que nos ayudarán a poner nuestra situación en perspectiva:

  • Solo el 0.3% de la población brasileña nació en el extranjero.
  • Brasil necesita millones de trabajadores bien calificados. Sin inmigración enfrenta un ‘apagón de capacidades’.
  • Argentina atrae al doble de migrantes que Brasil.
  • La legislación de migraciones de Brasil es anacrónica. Tratan a los extranjeros como una amenaza a la seguridad y a los trabajadores brasileños.
  • Para conseguir permisos de trabajo se exigen trámites de meses con altos costos.
  • Mientras más calificado sea el inmigrante, la burocracia es más “diabólica”.
  • Hoy día Brasil, a diferencia de Chile, no se marketea a ciudadanos prospectivos.
  • “El 61% de los empleadores brasileños tienen problemas para llenar sus vacantes.
  • Entre 42 países, solo el geriátrico Japón, el más pobre Perú y el minúsculo Hong Kong, tienen más graves carencias de talentos”.
  • En cuanto a la emigración, la diáspora brasileña, solo el 0.9% de su población vive en el exterior.

En el caso del Perú, aproximadamente el 10% de nuestra población vive en el exterior, como 3 millones de nuestros compatriotas y no olvidemos que hasta hace pocos años el 86% de nuestros jóvenes pensaba emigrar. (Ver en Lampadia: Un mensaje para nuestros queridos jóvenes).

El siguiente cuadro de The Economist nos da una buena perspectiva de nuestra situación:

La crisis migratoria europea es una oportunidad única para abrir nuestro país, para convertirlo en uno de los mejores países del mundo, en un centro de gravedad de la humanidad, el centro del ‘Nuevo Nuevo Mundo’.

No nos olvidemos que el Perú es ‘infinito’, tenemos todos los recursos que necesitamos, empezando con gente trabajadora y creativa, que al lado de los ‘futuros nuevos peruanos’ podría mejorar sus oportunidades y capacidades de desarrollo. Lampadia  




América Latina: La carrera para ver quién pierde más

América Latina: La carrera para ver quién pierde más

Muchos calificaron al decenio pasado como la década de América Latina. Efectivamente, en los 90 la región ajustó sus economías para pagar los errores de las décadas pasadas que generaron: parálisis económica, alta inflación, déficits fiscales, populismos desbocados, grandes deudas públicas, etc. En el nuevo siglo, en que tuvimos muy buenos precios de los commodities, abundante inversión, financiamiento internacional y bajas tasas de interés, la región estaba preparada para cosechar.

Sin dudas, el país que mejor aprovechó las oportunidades de la primera década del presente siglo fue el Perú al consolidar su exitoso modelo de libre mercado. Gracias a él tuvimos el mayor crecimiento económico de la región, una acelerada reducción de la pobreza y la disminución de la desigualdad, entre otros muchos desarrollos sociales y económicos (ver en Lampadia (L): Las Cifras de la Prosperidad.

También, se manejaron adecuadamente Chile y Colombia con economías de mercado, así como México y Brasil. Estos últimos apuntalaron sus inmensas economías congrandes programas sociales de reparto. Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador, los países del Alba, también pudieron beneficiarse inicialmente, del aumento del precio de los commodities, pero sus políticas híper populistas, especialmente las de Argentina y Venezuela, a pesar de los precios de sus exportaciones  terminaron por hundirlos en la miseria.

Hacia la segunda década del siglo, pareciera que la región pierde la fe en sus propias capacidades y la línea de la prosperidad. Esta situación estaría gatillada por una serie de eventos internos, los cuáles se amparan  en la disculpa del cambio de condiciones de la economía internacional, como la baja del precio de los commodities, la crisis europea, la ralentización del crecimiento chino y la disminución y encarecimiento de los flujos financieros internacionales.

Brasil se desploma víctima de una visión pro Estado que les hizo creer que la plata iba a seguir cayendo del cielo (boom de commodities) y que no necesitaban promover una economía dinámica y competitiva basada en el mercado. Esto acompañado por una feria de corrupción generada por el exceso de poder político del partido de Lula y Rousseff (irónicamente llamado ¡de los trabajadores!). México, con Peña Nieto, inaugura un ambicioso programa de reformas que permitían esperar grandes resultados. Lamentablemente, el asesinato de 43 estudiantes, el pobre manejo del tema por parte del Presidente y las acusaciones de corrupción, han puesto a las reformas en segunda fila.

A Colombia la fue muy bien con Uribe y Santos, especialmente los últimos años, pero el precio del petróleo desacelerará su crecimiento. Lo mismo le pasará a Ecuador, pero agravado por el abusivo ejercicio del poder de su Presidente, Rafael Correa.

Chile, el país más inteligente de la región, según el historiador británico, Niall Ferguson, “está ejerciendo su derecho a ser estúpido”. Efectivamente, después de dos décadas de exitosos gobiernos de la Concertación izquierdista y del interregno de la derecha con Piñera, elige un segundo gobierno de la Presidenta  Bachelet quien parece empeñada en seguirla ruta inversa de Alan García en el Perú. Ella tuvo un primer gobierno, que si bien debilitó la economía del país, no la sacó del carril de la economía de mercado. Ahora, en cambio, aprovechando las protestas estudiantiles (que empezaron en su primer gobierno, y que con Piñera dejaron un tufo de desencanto que no supo contrarrestar), se alía con el partido comunista donde milita la carismática líder estudiantil, Camila Vallejo, ha decidido “refundar el país” sacándolo de la economía de mercado para llevarlo a un socialismo trasnochado. Ver comentarios al respecto en Lampadia: Des (Grecia) y reflexiones para el Perú y Dos nuevas repúblicas, del chileno Gonzalo Rojas.

En cuanto a Venezuela y Argentina, ya casi no hay nada que agregar, sus regímenes están “in artículo mortis” después de colapsar a sus países económica, social y políticamente. Por si fuera poco, ambos tienen niveles de corrupción insostenibles.

El caso del Perú es parecido al de Chile. Nunca habíamos tenido un ciclo virtuoso como el de la primera década del siglo, pero elegimos un gobierno que negaba todos los avances y proponía un programa chavista. Sin embargo, para acceder al poder tuvo que entrar, sin convicción, por el aro de la “hoja de ruta”. Lamentablemente, así como se dice que la comunicación del ser humano es en un 80% corporal y gestual, así también, el gobierno del Presidente Ollanta Humala comunicó con gestos y actitudes a inversionistas y funcionarios públicos sus sentimientos anti inversión privada y sus anhelos pro Estado populachero y nacionalista (en el mal sentido de la palabra), con su mirada más provinciana que global.

Ya hemos comentado como se detuvo nuestro más espectacular ciclo virtuoso. Desgraciadamente, la cosa no termina con la frenada de la economía y su negativo impacto social, a esto hay que sumarle el desbarajuste político que está terminando de destruir la confianza de peruanos y extranjeros en la recuperación de nuestra economía. Ver al respecto en (L): Cese del fuego de Jaime de Althaus y El político sin convicción del Perú, de The Economist.

Por más agua que haya pasado debajo del puente, todavía estamos a tiempo de “enmendar entuertos”. Señor Presidente de la República, líderes políticos de los partidos más representativos: ¡Prométannos que después del Carnaval, tendremos Pascua de Resurrección! Lampadia




El Banco Central Europeo reacciona para evitar la deflación

El Banco Central Europeo reacciona para evitar la deflación

En un esfuerzo, largamente demorado, para evitar que la economía europea ya deprimida cayera en un espiral deflacionario, el Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado un plan de rescate de 1,100 mil billones de euros, o aproximadamente 1,300 mil billones de dólares en programas de flexibilización cuantitativa (QE, quantitative easing, por sus siglas en inglés). Un programa de esta naturaleza ha venido siendo reclamado, con insistencia, por especialistas como Martin Wolf del Financial Times.

La flexibilización cuantitativa es una forma poco convencional de la política monetaria en la que el  banco central crea nuevo dinero electrónicamente para comprar activos financieros, como los bonos del gobierno y de entidades financieras. Este aumento en la demanda por papeles por parte del banco central hace que el precio de los activos financieros aumente, lo que se traduce en una caída de las tasas de interés. A su vez, el menor costo de endeudamiento estimula el gasto de las empresas y las familias, lo que ayuda a sacar a la economía de una recesión. El  programa del BCE tiene como objetivo aumentar el gasto del sector privado en la economía y llevar la inflación al objetivo de 2%.

El mayor riesgo de esta medida es una eventual disparada de la inflación. Sin embargo, actualmente Europa se enfrenta el problema inverso: la deflación (más peligrosa y difícil de combatir que la inflación). El mes pasado, los precios en la zona euro fueron 0.2% más bajos que hace un año, lejos de la meta de inflación. Esto se debió, en parte, a la fuerte caída de los precios de energía, pero la tendencia ya se había expresado antes. Europa está  atrapada en una recesión con síntomas de deflación, una trampa parecida a la sufrida por Japón durante los últimos 25 años.

El QE fue utilizado por la FED (Reserva Federal Americana) en noviembre de 2008 con el objetivo  de salvar a la mayor economía del mundo de la paralización del sistema crediticio y de las  profundidades de una crisis financiera parecida a la del “crack del 29”. A pesar de grandes dudas académicas, la economía de Estados Unidos ha ido mejorando de manera constante, y la FED ha ido reduciendo gradualmente su programa de compra de activos desde US$ 85 mil millones mensuales, primero a US$ 15 mil millones al mes y ahora a cero, desde octubre 2014. Un programa que duró cinco años y terminó bajo la dirección de Janet Yellen (sucesora del ahora legendario Ben Bernanke). Manteniendo el compromiso de no dejar subir las tasas de interés por “un tiempo considerable”.

La flexibilización cuantitativa, junto con bajas tasas de interés, ha liberado capital y crédito en los EEUU, y ha alentado un aumento constante por el apetito de riesgo, ayudando al alza de los precios de las acciones. En el proceso, el balance de la FED ha crecido enormemente, desde unos US$ 870,000 mil millones en agosto 2007 a US$ 4,500 mil billones de hoy (4.5 trillones americanos).

La consiguiente recuperación de la economía de EEUU, ha llevado el desempleo a niveles de 5.6%, cerca del pleno empleo, mientras que en varias economías europeas, supera largamente el 25%, con niveles de desempleo juvenil insoportables (España 51% y Francia 50%). El último trimestre el crecimiento americano llegó a 5% y se prevé un crecimiento de 3.6% para este año por el FMI, que califica como “el continuo apoyo de una política monetaria acomodaticia, a pesar del aumento gradual previsto de las tasas de interés.” [“Continued support from an accommodative monetary policy stance, despite the projected gradual rise in interest rates”.]

La mayor crítica al BCE es que ha esperado demasiado, permitiendo que la deflación avance. También se señala que las bajas tasas de interés en Europa, incluso con los 60 mil millones de euros en compras mensuales de bonos por parte del BCE, ya no pueden seguir disminuyendo. Teniendo en cuenta estos problemas, algunos analistas creen que incluso un QE infinito ya no tendría mucho impacto. Larry Summers, ex secretario del Tesoro de EEUU, señaló en el World Economic Forum que “es un error suponer que el QE es una panacea en Europa, o que será suficiente”.

Alemania es el país que ha criticado estas medidas con más fuerza. “La decisión de compra de bonos del BCE corre el riesgo de disuadir a los gobiernos de la zona euro de [la necesidad de] tomar medidas para restablecer la competitividad de sus países”, afirma el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble. “Algunas personas podrían malinterpretar que no tienen que hacer lo que deben que hacer los gobiernos, los parlamentos, y así sucesivamente. Implementar una reforma estructural es siempre una tarea política difícil”. Hasta ahora, el manejo monetario europeo ha sido muy influenciado por Alemania. Pero no nos olvidemos que en la “infalible” Alemania, en setiembre 2008, su ministro de finanzas declaró un domingo por la noche que “esta es una crisis americana, que ellos la resuelvan”. Para que, solo cuatro días después, el ministro alemán Peer Steinbrück tuviera que anunciar el inicio de un programa de salvataje al banco hipotecario Hypo Real Estate alemán que superó los 50,000 millones de euros.

Los mayores miedos de Alemania vienen de su fobia a la inflación y al temor de tener que sostener el euro si el programa falla. Muchos ciudadanos alemanes culpan al BCE por las bajas tasas de interés de sus ahorros, temiendo la reducción de sus fondos pensionarios.

Uno de los mayores problemas de la eurozona es que nunca debió establecerse el Euro sin condiciones previas fundamentales, como la convergencia de las políticas fiscales de sus miembros y un sistema bancario con regulaciones uniformes.

Este es un problema estructural, que ahora, es muy difícil de afrontar. La flexibilización cuantitativa puede salvar a Europa de un espiral deflacionario, pero las reformas estructurales son esenciales para asegurar una prosperidad sostenible de la zona euro.

“Los países de la eurozona tienen que aprovechar esta oportunidad ahora para hacer las reformas estructurales, para poner sus finanzas públicas en orden, para hacer los cambios que van a atraer a las empresas y la inversión de todo el mundo a Europa”, afirma George Osborne, Ministro de Finanzas Británico.

Por su lado Christine Lagarde, Director Gerente del FMI, dijo que la política monetaria debe ser apoyada por “acciones integrales y políticas oportunas en otras áreas”, además de “reformas estructurales para impulsar el potencial de crecimiento y garantizar un amplio apoyo político para las políticas de gestión de la demanda”.

La crisis europea ya ha tenido una primera víctima política en Grecia, que seguramente tendrá que dejar el Euro. Ha alterado los balances políticos en España y ha desatado reacciones extremistas en Francia y Alemania. Esto es muy peligroso para la humanidad. Sobre todo ahora que hay que enfrentar la violencia extrema de ISIS, Putin y Boko Haram.

Le deseamos la mayor suerte al QE europeo. Lampadia




La Sociedad del Bienestar llevada al extremo

La Sociedad del Bienestar llevada al extremo

Este 25 de enero (2015), Grecia tendrá una elección adelantada tras el fracaso de la designación del conservador Stavros Dimas como jefe del Estado en tercera ronda.  Ahora, el principal partido de la oposición es el neo-marxista Syriza liderado por Alexis Tsipras. Las últimas encuestas de opinión muestran que Syriza tiene el apoyo del 30% de los votantes, alrededor de 3% por encima del partido gobernante, Nueva Democracia.

Pero, ¿cómo es que Syriza, una coalición de maoístas, socialistas, comunistas y trotskistas llegan a la cima de las encuestas de opinión? Para responder a esta pregunta, se tiene que analizar qué ha llevado a Grecia a su situación actual.

Hay muchos factores que contribuyeron a la crisis económica griega durante la última década. Las causas principales son: la zona euro, la evasión fiscal masiva, la corrupción del gobierno y el dispendio del gasto público.

En la década anterior a la crisis, uno de los principales motivos del alza de los gastos del gobierno se debe al aumento de los salarios y beneficios del sector público. Con el fin de asegurar el apoyo electoral, se pidieron grandes préstamos a los mercados internacionales para financiar puestos de trabajo del sector público, pensiones y otros beneficios sociales. Esto causó un alza en el gasto público, creando problemas de déficit presupuestal. La deuda griega como porcentaje del PBI  ha pasado de 126%en el 2009 a 175% en el 2014.

Los jóvenes desempleados parecen no entender “por qué les toca a ellos abandonar las prebendas de la “sociedad providencial de la cuna a la tumba”, acompañados por los sindicatos que se oponen a la eliminación de beneficios consagrados, se volcaron a las calles y decretaron huelgas en varias ciudades para protestar violentamente por las medidas impuestas por las naciones y entidades multinacionales acreedoras”.(…) “Unos 600 tipos de profesionales helenos [podían] jubilarse [antes de la crisis] entre los 50 y los 55 años. Peluqueras, camareros, músicos o masajistas están entre estos oficios considerados como de alto riesgo para la salud”, como señala el portal Mercado Libre.

Los resultados de la crisis y el ajuste se pueden resumir en los siguientes indicadores (publicados por el Wall Street Journal):

  • La economía se ha reducido en 25% desde mediados del 2008.
  • El desempleo general llega al 25.8% de la población.
  • Grecia está en la tercera posición entre los países con mayor riesgo de pobreza y exclusión.
  • 23.1%  de los griegos viven a riesgo de caer en la pobreza (2013).
  • El 33.5% de las deudas están en mora por más de 90 días (US$ 89,000 millones).
  • Se calcula que 70 mil millones de Euros han salido de los bancos durante los últimos cinco años.
  • La bolsa de valores ha bajado en 83.9% desde el 2008.
  • Una de cada cuatro empresas pequeñas y medianas han cerrado desde el 2008 (unas 230,000).
  • Los impuestos han aumentado sustancialmente para los profesionales independientes (9 veces); para empleados y pensionistas, 7 veces; y el IGV ha llegado a 23%.
  • Los científicos griegos que trabajan en el exterior llegan a 100,000.

La profunda y prolongada recesión y el alto desempleo, sumado a los recortes de pensiones y un alza en la edad de jubilación han destrozado el sistema. Seis años después de la crisis financiera, el desempleo de los jóvenes supera el 50%. El crecimiento económico es inferior al 1% y la inflación es negativa. La deflación hace que sea más difícil para los deudores reducir el apalancamiento y pagar sus deudas. Al 2014, las deudas privadas llegan a alrededor de 180,000 millones de euros, mientras que las deudas con el tesorollegan a los 100,000 millones. Las empresas y los consumidores dejan de invertir bajo la creencia de que su dinero valdrá más en el futuro. Menos consumo significa menos puestos de trabajo, lo que provoca que las empresas y los consumidores reduzcan aún más sus gastos.

Uno de cada tres griegos está en situación de pobreza. A ello se añade que los nuevos impuestos introducidos en 2014 han reducido a cero la perspectiva de mejora de la situación económica en un país donde dos tercios de los hogares tienen ingresos menores a 18,000 euros al año. 

Todo esto se ha agravado en la sensación de la gente por las estrictas medidas de austeridad exigidas por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE), a cambio de ayuda financiera a Grecia para evitar el default. Estas medidas han llegado en forma de recortes de pensiones, recortes de gastos y aumentos de impuestos, dejando a los ciudadanos griegos con menos dinero para gastar y ha agravado los problemas económicos, puesto que por la falta de inversión, las tasas de desempleo se han disparado a niveles insostenibles.

Esta situación ha aumentado la fuerza de Syriza, que plantea un paquete populista sin el sustento de un programa sólido de crecimiento económico. Ofrecen impulsar la economía y lograr una serie de medidas como: el aumento del salario mínimo que actualmente es de 684 euros hasta 751; el incremento de las pensiones inferiores a 700 euros, el restablecimiento de la gratificación por Navidad y de la asistencia sanitaria gratuita, electricidad gratis y bonos de comida para los pobres.

La elección de Syriza podría significar la salida de Grecia del Euro. Pero más allá de si esto sucede o no, la situación muestra claramente una problemática mayor: la creciente divergencia económica entre los países de la eurozona. Hasta hace poco tiempo se consideraba que sólo medidas de unificación e integración fiscal y bancaria podrían resolver esta crisis, que sigue tomando forma en otras partes de Europa. Pero ahora, esta solución parece casi imposible o tardía. Ya habría pasado la oportunidad de establecer lo que debieron ser los requisitos previos a la adopción del Euro.

Los riesgos de la asunción al poder de grupos políticos populistas o extremistas de todo cuño son muy reales y pueden ser perniciosos, no sólo para Grecia, España o el resto de Europa, sino para toda la humanidad. Lampadia




Otros siguen creciendo alto a pesar de la crisis

Otros siguen creciendo alto a pesar de la crisis

El ranking de crecimiento global de este año es liderado por Mongolia (+15%), mientras que en la cola del mundo se encuentra Chipre (-3.2%). Al igual que el Perú, los 10 países líderes en el crecimiento mundial -repartidos entre África y Asia-  son ricos en recursos naturales, pero aún tienen mucho que avanzar en materia institucional. Sin embargo, crecen alto, y lo hacen a pesar del contexto internacional.   

La unidad de inteligencia de The Economist publicó una lista con las 10 economías que crecerían más rápido en el 2014, en contraste con las 10 economías que tendrían el peor desempeño. De las economías más dinámicas siete son del Asia y tres del África; encabeza la lista Mongolia, que crecería 15%.

La característica común que comparten los países que crecerán más este año, es que todos son de bajos ingresos y -al igual que el Perú- ricos en recursos naturales. El líder del crecimiento mundial desde el 2012, Mongolia, seguirá impulsado por el auge de su minería y un incremento de sus exportaciones a China, su principal socio comercial (destinatario de más del 45% de sus exportaciones). Con solo una población de 3,1 millones de habitantes y siendo un país rico en cobre, hierro, oro, uranio, y principalmente carbón, Mongolia es un país que enfrenta retos similares a los del Perú para dar un salto cualitativo al desarrollo. En octubre del año pasado el Parlamento de Mongolia aprobó una Ley de Inversiones que brinda un marco favorable para la inversión local y extranjera, e incluso garantiza un ambiente de estabilidad tributaria para las mismas. Se espera que esto mejore considerablemente el clima de inversión en Mongolia para sostener un alto crecimiento en los años siguientes.

Los otros países de la lista como Sierra Leona, Turkmenistán, Timor Oriental y Congo, encuentran también en la explotación de recursos naturales la palanca que los hará crecer a tasas que bordean el 9% en el 2014. Bután ha encontrado un nicho para generación de riqueza a partir de la exportación de energía hidroeléctrica a la India, un país de 1,200 millones de habitantes que este año crecerá 6.3%.

En el otro lado de la lista se encuentran los países que tendrán el peor desempeño económico. Los disturbios y malestar político que se mantienen en algunas regiones del Medio Oriente, en particular en Siria, Egipto y Libia golpearán fuertemente sus economías. Siria tendrá una disminución de 2.7% del PBI en términos reales. Chipre, Italia y Grecia son economías que aún no logran reactivar su economía luego de la crisis Europea debido al elevado grado de “stress” financiero que mantienen. Chipre, en particular, al ser un centro financiero, es una economía que ha dependido de la banca y las finanzas, por lo cual a pesar de las ayudas de emergencia del Banco Central Europeo (BCE) y el paulatino levantamiento de las medidas temporales restrictivas a las transacciones bancarias que se adoptaron, mantiene un elevado nivel de endeudamiento, tanto público como privado. Sus niveles, sin precedentes, de desempleo siguen afectando la recuperación del consumo y el comportamiento de los hogares.

En Latinoamérica, Puerto Rico arrastra una contracción del PBI desde el año 2006, y es un país que está atravesando una transformación debido a que la población se está reduciendo año a año, al tiempo que ha perdido las ventajas comerciales que gozaba con EEUU por la ampliación de tratados de libre comercio que este país viene firmado con otros socios comerciales. El caso de Venezuela es largamente conocido y lo hemos reportado en varias notas anteriores (Ver Crisis económica del eje chavista)  El aparato productivo de este país ha quedado atrofiado por años de “políticas revolucionarias” que han debilitado sectores generadores de empleo como la construcción y manufactura, y otrora eficiente sector petrolero. También se ha llegado al extremo de requerir importar más de la mitad de los bienes de primera necesidad que se consumen. La desconfianza en su mercado se refleja en la enorme brecha existente entre el tipo de cambio oficial, de 6.3 bolívares por dólar (al 29 de enero), versus el tipo de cambio del mercado negro de 79 bolívares.

No debemos olvidar que un crecimiento alto y sostenido es la palanca más importante para lograr un desarrollo integral. En el Perú, nos hemos ido haciendo ideas equivocadas sobre el efecto de la crisis internacional en nuestro desempeño interno. Lo cierto es que la desaceleración es costosa, y dado nuestro elevado potencial, injustificada. Si países ricos en recursos naturales y con aún una precaria realidad institucional – como el Perú-  pueden crecer a tasas que superan el 9%, no hay razones reales para quedar satisfechos con un crecimiento mediocre inferior al 7% por año. Lampadia.