1

El silencio de los inocentes

El silencio de los inocentes

Mientras todo sucede
Milagros Leiva
Para Lampadia

Pronto serán dos años y siguen sin ir a la escuela. De hecho, ya se cumplieron 600 días, pero de eso ningún poderoso quiere hablar. Ni siquiera el presidente que dice tener palabra de maestro. ¿Es justo que los pequeños de la casa estén encerrados sin poder ir a la escuela porque al ministro Gallardo, sí, al poderoso de Educación le interesa más el aspecto sindical de su sector que declarar prioridad uno abrir las escuelas? Dirán los ayayeros de turno que estoy mintiendo, que algunos colegios ya comenzaron con la asistencia por horas y que por algo se comienza. Migajas. Migajas oficiales para contener el lamento y la indignación de los padres frente a un camino sin retorno. 

El especialista en Educación Paul Neira ya lo dijo. No se podrán recuperar los dos años perdidos, los chicos no están aprendiendo ni siquiera el 50% de lo previsto frente a la virtualidad, pero hoy mejor se habla de nombrar a los maestros contratados renunciando a la evaluación continua en lugar de curar la herida. Somos conscientes de que lo ocurrido es una herida abierta y sangrante, ¿verdad? Nadie (ni siquiera usted con sus más infinitos temores) podrá justificar ante los menores de edad que fue la desidia del Estado lo que impidió el retorno. Estamos en la cola, pero no importa. Tenemos a un ministro de Educación que más despacha con su hija, pero eso tampoco importa. El daño es irreversible porque el tiempo ya se perdió.

  • ¿Se han dado cuenta de que se ha normalizado no ver a los niños con sus mochilas y loncheras en las calles? 

  • ¿Se han dado cuenta como los pocos parques que existen en el Perú se han convertido en academias donde los chicos estudian lo que pueden?

No vemos a los pequeños uniformados, pero sabemos que están en sus casas. Están encerrados, entre cuatro paredes, estudiando frente a una pantalla que no termina de reemplazar la enorme experiencia del aula. Encerrados en espacios pequeños, sin jugar con los amigos, sin hacer deporte, sin levantar la mano y aprender incluso a ruborizarse delante de los demás. En la mayoría de casos sin supervisión porque sus padres trabajan. 

Seamos sinceros. ¿No es acaso un abuso y una vulneración absoluta a sus derechos todo lo que está sucediendo? Los niños no cierran carreteras, no votan, no paralizan una ciudad. Por eso estamos abusando.

Basta de subestimarlos. Basta de pensar que como son menores se contagiarán en el recreo. Los chicos saben usar las mascarillas y saben cuidarse. Solo hagan un ejercicio. Pregunten a sus hijos o sobrinos: ¿prefieres ponerte la mascarilla, lavarte siempre las manos y guardar distancia o mejor sigues en la casa sin ir a la escuela como estos casi dos años? La respuesta la estoy imaginando y usted también. Unámonos por ellos, levantemos la voz por los menores de edad. Es hora de que regresen al colegio, pero el retorno es para ayer, no para el 2022 como la mediocridad del Minedu lo anuncia sin espantarse.

La prioridad son los alumnos, no la cuota de poder en el magisterio. De nosotros depende convertir el silencio de los inocentes en un grito de absoluta defensa del derecho a la Educación.  Lampadia




La única opción

La única opción

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Después que se conoció al gabinete del terror, ha venido lo que era de esperarse, el nombramiento desordenado y caótico de funcionarios tan malos como los ministros.

La situación es, desde el principio crítica. Un gobierno integrado por simpatizantes de Sendero Luminoso y el MRTA, un notorio agente cubano y una retahíla de sinvergüenzas e incapaces, tendrá a su cargo los destinos del país en momentos en que la economía está devastada, no solo por el Covid, sino también por la nefasta política de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti.

Varios de los funcionarios designados por los ineptos gobernantes fueron cambiados en menos de 24 horas. Por ejemplo, un individuo acusado de vender exámenes de ingreso en la universidad Villarreal, fue nombrado jefe del gabinete de asesores del ministerio de Vivienda. Cuando se conoció su prontuario, fue cambiado por un sujeto denunciado por pertenecer a una organización criminal y lavado de activos en una azucarera de Lambayeque disputada por varias mafias. Y resulta que el fiscal a cargo de esa investigación es el nuevo ministro del Interior, que violó flagrantemente la ley al ocupar ese cargo sin haber renunciado al ministerio público.

Naturalmente, la legalidad es lo que menos les importa a los que se han apoderado del gobierno para destruirla.

Esta gente tiene objetivos precisos y no vacilan en utilizar el poder para cumplirlos. El nuevo ministro de Trabajo, un maestro del Sutep Conare de Ayacucho, es decir, la organización creada en el magisterio por Sendero Luminoso (Movadef), reconoció el primer día útil –viernes 30 de julio- a la federación de ese grupo, la Fenate, que enfrenta al Sutep que controla Patria Roja (PR). Durante la segunda vuelta, PR apoyó suicidamente a Pedro Castillo.

También han ordenado a la Policía Nacional que entrene a unas supuestas rondas campesinas para que se hagan cargo de la seguridad en las ciudades. En verdad ese es un subterfugio para crear lo que en Cuba se llaman brigadas de intervención rápida y en Venezuela colectivos, que no son otra cosa que grupos de matones y delincuentes asalariados y armados por el gobierno que atacan y reprimen a opositores y disidentes.

También han cambiado a todos los altos mandos de las Fuerzas Armadas.

Los izquierdistas supuestamente moderados, se han subido inmediatamente al carro de Vladimir Cerrón y Castillo cuando les han ofrecido algunos pocos ministerios y puestos públicos. Ellos confían en que seguirán mamando de la teta del Estado.

En suma, como algunos habíamos advertido, si esta gente se hacía fraudulentamente del poder, trataría de instaurar rápidamente una dictadura chavista, incompetente y corrupta, que destruiría la democracia y el país. Y eso está ocurriendo.

En esta situación, en la que su próximo paso es disolver el Congreso y montar una asamblea constituyente a su medida, son cada vez más los que proponen acabar con el gobierno vacando a Castillo y a su ilegal vicepresidenta. Por ejemplo, Aldo Mariátegui dice “¡vacancia democrática ya!” (Perú21, 3/8/21). Francisco Cohello sostiene que “solo queda la vacancia” (Correo, 4/8/21). Y Oscar Sumar señala que el Congreso tiene que actuar en forma rápida “negando la confianza [al gabinete] y vacando a Castillo”. (Lampadia, 2/8/21).

¿Se podrá? Lampadia




Un llamado a los jóvenes a vacunarse

Un llamado a los jóvenes a vacunarse

Mucho se habla en los medios internacionales acerca de cuándo podría arribar finalmente el término de la pandemia en el mundo desarrollado, en donde la vacunación está siendo plenamente implementada en poblaciones de todos los rangos de edad, dependiendo del avance de cada país.

Sin embargo, existe un grupo importante de la población adulta joven que aún se muestra reticente a recibir la vacuna, ya sea porque no perciben como altamente riesgoso el contagio – siendo una enfermedad que afecta con mayor gravedad a ancianos – o por miedo a los efectos secundarios que podrían aflorar tras la inoculación de las dosis, un argumento que ha sido esgrimido con bastante fuerza por el movimiento anti vacunas en EEEU.

Para esos jóvenes queremos compartir el siguiente articulo publicado en el portal de CNN titulado “10 razones por las que las personas jóvenes y sanas realmente necesitan vacunarse”, en el que destaca la necesidad de la vacunación entre los jóvenes y cómo esta resulta fundamental para que la pandemia pueda acabar finalmente.

Es menester señalar que, a pesar de la vacunación, varios países han seguido reportando altas tasas de contagio, aunque en menor proporción que en meses pasados cuando no había vacuna. Ello se debe en buena parte a la aparición de cepas más contagiosas, algo que solo podría acabarse con la vacunación de toda la población, incluida la joven y adulta, de manera que se eviten futuras mutaciones del covid. En ese sentido, hacemos un llamado a que los jóvenes se vacunen, apenas les sea posible. Con ello no solo contribuirán a salvarse ellos mismos sino también a sus seres queridos y al mundo en general. Lampadia

10 razones por las que las personas jóvenes y sanas realmente necesitan vacunarse

Holly Yan
CNN
5 de mayo, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

Los adultos jóvenes ahora están dirigiendo el curso de esta pandemia como los mayores propagadores del coronavirus.

Pero muchos dicen que no planean vacunarse, lo que tiene mayores consecuencias de lo que piensan.

“Realmente necesitamos vacunar a las personas de 20 a 49 años porque ellos son los que están impulsando la pandemia en este momento”, dijo el Dr. Carlos del Río, decano asociado ejecutivo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory.

Sin embargo, alrededor del 36% de los adultos jóvenes menores de 35 años dicen que no planean recibir la vacuna Covid-19, según una encuesta reciente de la Universidad de Quinnipiac.

Ese es un problema importante porque:

Mitos sobre la vacuna Covid-19: estas razones populares para no recibir una inyección no tienen sentido

Incluso si la vida ya comienza a parecer más normal, EEUU nunca alcanzará la inmunidad colectiva si los adultos jóvenes no la intensifican. Los expertos en salud dicen que necesitamos inmunizar al menos entre el 70% y el 85% de la población de EEUU para alcanzar la inmunidad colectiva y controlar esta pandemia.

Más jóvenes están sufriendo de Covid prolongado. Incluso los atletas sanos han sucumbido a la confusión mental a largo plazo, los dolores en el pecho y la dificultad para respirar.

Al no vacunarse, los adultos jóvenes podrían hacer que las vacunas sean menos efectivas para sus amigos, familiares y todos los demás. (Más sobre eso más adelante).

Estas son las 10 razones principales por las que los adultos jóvenes y sanos deben vacunarse lo antes posible:

‘Covid-19 no tiene que matarte para arruinarte la vida’

“Incluso para los jóvenes que consideran que su riesgo de sufrir Covid grave es bajo, las consecuencias a largo plazo pueden ser bastante graves”, dijo el Dr. Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud.

“El Covid prolongado representa una razón más para alentar a todas las personas mayores de 16 años a vacunarse lo antes posible”.

No puedo deshacerme del Covid-19: las advertencias de los jóvenes supervivientes siguen sufriendo

Si bien los adultos jóvenes tienen menos probabilidades de morir a causa de Covid-19 que los adultos mayores, al menos 2,374 personas menores de 30 años han muerto a causa de Covid-19.

Un resultado mucho más probable para los adultos jóvenes son las complicaciones a largo plazo, dijo la Dra. Megan Ranney, médica de emergencia y directora del Centro Brown-Lifespan para la Salud Digital.

“No puedo decirle cuántas personas he atendido en la sala de emergencias, que tienen entre 20, 30 y 40 años, que nunca están lo suficientemente enfermas como para terminar en la sala de emergencias con Covid pero que ahora tienen dificultades respiratorias “, dijo Ranney.

“O tienen una pérdida persistente del gusto y el olfato, y están perdiendo peso porque no les gusta comer. O tienen ese tipo de niebla mental que escuchamos como covid prolongado”, dijo.

“Creo que existe esta falsa sensación de ‘Soy inmune a eso solo porque soy joven’ y ‘Incluso si lo atrapo, estaré bien’. Puede que tengas suerte. Y eso puede ser cierto, que si lo atrapas, estarás bien. Pero también existe la posibilidad de que no lo hagas “.

Algunos síntomas de larga duración en los jóvenes han durado un año: “síntomas debilitantes que se han producido como consecuencia de la infección por coronavirus”, dijo el Dr. Jonathan Reiner, profesor de medicina y cirugía en la Universidad George Washington.

“Entonces, lo que les diría a los jóvenes es que Covid-19 no tiene que matarte para arruinar tu vida”.

Los sistemas inmunológicos fuertes y saludables pueden ser contraproducentes

Algunos pacientes jóvenes, previamente sanos, han sufrido tormentas de citocinas Covid-19. Eso es básicamente cuando un sistema inmunológico reacciona de forma exagerada, lo que puede provocar una inflamación grave u otros síntomas graves.

CDC: un evento en un bar de Illinois se vinculó con 46 casos de Covid-19, el cierre de una escuela y la hospitalización

“Ciertamente hemos visto a gente entrar en nuestro hospital, gente muy joven (en sus 20 años) … necesitan que se les ponga ECMO, que es básicamente una máquina de circulación extracorpórea, durante días o incluso semanas porque vienen con cardiomiopatía, que es una respuesta a una tormenta de citocinas “, dijo Reiner.

Cuando las personas jóvenes y sanas sucumben al Covid-19, las tormentas de citocinas suelen ser un factor, dijo el Dr. Paul Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital Infantil de Filadelfia.

“Y esa fue realmente la historia de la pandemia de 1918: la pandemia de la gripe. Teníamos una curva en forma de U. Eran los jóvenes y los viejos muriendo por diferentes razones”, dijo.

“Pero la razón por la que los jóvenes murieron fue porque tenían una respuesta inmune vigorosa, la llamada tormenta de citocinas, donde su cuerpo produce proteínas inmunológicas que en realidad causan daño”.

Si los jóvenes no se vacunan, podría dejar a todos vulnerables

Cuanto más se propaga el coronavirus, más muta. Y si las mutaciones son significativas, podrían dar lugar a nuevas cepas que no se pueden combatir con las vacunas actuales.

Y eso haría retroceder al país en esta pandemia.

¿Cómo mutan los virus? Piense en ello como hacer un collar de cuentas de colores una y otra vez.

Las variantes B.1.351 y P.1 “ahora han comenzado a escapar de la inmunidad” de las vacunas y la infección previa, dijo Offit.

“No escapan por completo, pero han comenzado a escapar”, dijo. “Son disparos de advertencia”.

Si bien las vacunas aún funcionan contra esas cepas y la cepa B.1.1.7 altamente contagiosa, “puede haber variantes futuras para las que no tenemos tanta suerte”, dijo Ranney.

Entonces, la clave para poner fin a esta pandemia no es solo vacunarse. Es vacunarse lo antes posible, antes de que el virus mute en nuevas cepas que no se pueden controlar con las vacunas actuales.

Vacunarse ayudará a la economía

Muchos restaurantes, bares, cines y lugares deportivos no están abiertos a plena capacidad, ya sea porque el número de casos de Covid-19 aún es demasiado alto o porque no se ha vacunado a suficientes personas.

Para que las vacunas impulsen la economía, las personas deben estar dispuestas a recibirlas

Al vacunarse, los jóvenes pueden ayudar a más empresas a reabrir completamente de manera segura al aumentar la seguridad y reducir las infecciones. Eso también ayudaría a los empleados jóvenes que se han visto muy afectados económicamente.

“Es importante vacunar a tantos adultos como sea posible lo antes posible”, dijo a CNN el especialista en medicina interna de Los Ángeles, el Dr. Jorge Rodríguez.

“Si quieres abrir EEUU, vacúnate”.

Algunas empresas han ofrecido incentivos para cualquier persona que muestre un comprobante de vacunación, incluidas hamburguesas, donas y cerveza gratis. Y algunos estados, incluidos Pensilvania y Kentucky, han vinculado la reducción de las restricciones de Covid-19 directamente a las tasas de vacunación.

Las vacunas pueden ahorrarles mucho dinero a las personas

Covid-19 podría resultar muy caro. Facturas médicas. Días laborales perdidos. Y la posibilidad de más visitas al médico si obtiene covid prolongado.

Hospitalizarse con Covid-19 puede costar miles

¿El costo de una vacuna Covid-19? “Todo es gratis”, dijo Offit. “El gobierno está pagando por esto”.

Los médicos dicen que no pueden entender por qué tantas personas rechazarían una vacuna segura, eficaz y gratuita y, en cambio, se arriesgarían a recibir gastos médicos y perder ingresos.

“Si contrae el virus y está sin trabajo durante semanas o meses, ¿cómo paga sus facturas?” Dijo Reiner.

Vacunarse puede mejorar su juego de citas

Para aquellos en la escena de las citas, “vacunarse o estar dispuesto a hacerlo es lo mejor que pueden hacer”, dijo Michael Kaye, portavoz del sitio de citas OKCupid.

‘Todo se trata de la vacuna para mí ahora’: más personas que se citan quieren que sus parejas se vean vacunadas

Dijo que los usuarios que respondieron “sí” a la pregunta de perfil estándar “¿Recibirán la vacuna Covid-19?” han recibido “me gusta” hasta un 25% más que aquellos que respondieron “no” o eligieron no contestar.

Las vacunas también juegan un papel más importante en Tinder.

En solo tres meses, la aplicación de citas tuvo un incremento del 258% en las menciones de perfil de la palabra “vacuna”, dijo la portavoz Dana Balch.

Los jóvenes (o sus amigos) pueden correr un riesgo mayor de lo que creen

Aproximadamente un tercio de los adultos jóvenes entre las edades de 18 y 25 están en riesgo de sufrir Covid-19 severo, según el Journal of Adolescent Health.

Y más del 40% de todos los adultos de EEUU tienen al menos una afección subyacente que puede ponerlos en mayor riesgo de complicaciones graves, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU.

Casi 1/3 de las personas con Covid-19 ‘leve’ todavía tienen síntomas molestos meses después

Esas afecciones incluyen asma, diabetes, enfermedades cardíacas, obesidad o sobrepeso, trastornos por uso de sustancias y antecedentes de tabaquismo.

“La obesidad es un factor de riesgo importante para los resultados adversos después de la infección”, según un estudio publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology.

A medida que aumenta el índice de masa corporal (o IMC) de una persona, también lo hace su riesgo de Covid-19 grave, y este riesgo “es particularmente notable” en adultos menores de 40 años, según el estudio realizado en el Reino Unido.

“Las personas con exceso de peso, incluso sin otras comorbilidades, tienen un riesgo sustancialmente mayor de ingreso en el hospital y la UCI y de muerte debido al COVID-19, especialmente para los adultos más jóvenes y las personas de raza negra”, escribieron los investigadores.

Y los jóvenes de 13 a 24 años que usaban cigarrillos electrónicos tenían cinco veces más probabilidades de ser diagnosticados con Covid-19, según un estudio publicado en el Journal of Adolescent Health.

Una nueva cepa se está extendiendo desenfrenadamente

A diferencia de la cepa original del nuevo coronavirus, la variante B.1.1.7, altamente contagiosa, está afectando especialmente a los jóvenes.

Ahora es la cepa de coronavirus más dominante en los EEUU y se propaga en los 50 estados.

Por qué más adultos jóvenes son hospitalizados con Covid-19

“La variante B.1.1.7 tiene mutaciones que le permiten unirse más” a las células, dijo Reiner.

En otras palabras: “Puede estar en un lugar y tal vez tener una exposición más breve o tener una exposición más pequeña, una exposición más casual, y luego infectarse”.

Ese es un gran problema para los adultos jóvenes, quienes tienen más probabilidades de socializar sin estar vacunados.

Y es difícil saber quién puede estar infectado. Las personas pueden transmitir el coronavirus días antes de que aparezcan los síntomas, simplemente hablando o respirando.

Todo EEUU necesita la ayuda de los adultos jóvenes para mantenerse a salvo

Rechazar la vacuna Covid-19 puede afectar a muchas personas, desde individuos hasta sus seres queridos y el país en general.

“En primer lugar, las vacunas no son 100% efectivas”, dijo Offit. Entonces, incluso si los amigos y familiares de alguien están vacunados, pero no lo están, todavía existe cierto riesgo de que puedan transmitir y transmitir el virus a sus seres queridos.

Y a medida que los estadounidenses regresan a bares, conciertos, eventos deportivos y cines abarrotados, la necesidad de una vacunación generalizada se vuelve aún más importante.

En segundo lugar, es un error pensar que todos los que quieren una vacuna pueden recibirla. “Algunas personas reciben quimioterapia contra el cáncer. No pueden vacunarse, dependen de la manada para protegerlas”, dijo Offit.

Muchos de los más vulnerables cuentan con que sus compatriotas estadounidenses se vacunen.

Es fundamental proteger a los niños

En este momento, las vacunas no están disponibles para los niños menores de 16 años. Pero los niños todavía corren el riesgo de contraer y propagar el coronavirus, incluida la cepa B.1.1.7.

Los deportes juveniles y otras actividades extracurriculares están propagando el Covid-19, dicen los funcionarios de salud

Y alrededor del 11% al 15% de los niños con coronavirus desarrollan Covid prolongado, dijo Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud.

Entonces, para cualquier persona que tenga un hijo o interactúe con niños, vacúnese, dicen los médicos.

También es especialmente importante ya que están aumentando los casos de MIS-C, o síndrome inflamatorio multisistémico en niños.

MIS-C es una condición que ocurre cuando “el virus induce a su cuerpo a producir una respuesta inmune contra sus propios vasos sanguíneos”, dijo Offit. Eso puede causar inflamación de los vasos sanguíneos.

A menudo, los niños con MIS-C tenían coronavirus pero solo síntomas leves o ningún síntoma.

“Por lo general, los niños son detectados de manera incidental como si tuvieran (Covid-19). Alguien de la familia estaba infectado, un amigo estaba infectado, así que se les hizo una prueba de PCR. Y resultan positivos … después ellos están bien “, dijo Offit.

Algunos hospitales de niños ven un aumento en la complicación rara de Covid-19

“Luego pasa un mes y desarrollan fiebre alta. Y evidencia de daño (problemas) en los pulmones, hígado, riñones o corazón. Ahí es cuando vienen a nuestro hospital … Tienen una respuesta de anticuerpos al virus”, agregó.

Tanto para los padres como para los adultos jóvenes, “no pueden creer que les va a pasar a ustedes hasta que les suceda a ustedes”, dijo Offit.

“Trabajo en un hospital y puedo decirles que hay muchas personas que no pueden creer lo que les acaba de pasar a ellos o a sus hijos”.

Dijo que tenía un mensaje para las personas jóvenes y saludables que piensan que no necesitan una vacuna:

“No eres invulnerable. Sé que cuando eres joven, te sientes invulnerable. Pero no lo eres”.

Matt Villano, Jacqueline Howard y Naomi Thomas de CNN contribuyeron a este informe.




La escasez de oxígeno y el drama de sobrevivir

La escasez de oxígeno y el drama de sobrevivir

José Antonio Luna y Augusto Coello
Para LAMPADIA

En el marco de una comprensible expectativa nacional, el domingo 7 de febrero arribó al aeropuerto internacional “Jorge Chávez” el carguero de Air France, procedente de Beijing, con la ansiada carga de las primeras 300 mil vacunas del laboratorio Sinopharm. Los medios televisivos y de prensa escrita cubrieron el aterrizaje del avión, la desestiba y el traslado de los contenedores refrigerados. El despliegue de seguridad y resguardo desde el aeropuerto hasta los almacenes del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos de Salud, CENARES, pusieron una nota de suspenso y de dramatismo.

Con las 300 mil vacunas se podrá atender, con una primera dosis, a 150 mil trabajadores del sector salud que están en la primera línea del combate contra el Covid 19, desplegando un esfuerzo sobre humano por salvar vidas. Encomiable tarea que merece el reconocimiento de todos. Sin embargo, ese trabajo denodado y responsable de médicos, enfermeras, auxiliares y personal de salud, podría naufragar sino está acompañado de decisiones firmes y oportunas que garanticen que la recuperación de los enfermos tenga respuesta adecuada en la convalecencia posterior. Entonces, ¿Ante qué escenario nos encontramos?

Un complejo escenario socio sanitario

Los fallecidos por Covid registrados al 4 de febrero pasado por el Ministerio de Salud, es del orden de las 42,121 personas (a). Por otro lado, las altas hospitalarias por Covid son 47,785 personas, (b). El total de casos atendidos por el sistema de salud, (a + b) equivale al 100%, en los que (a) es el 46.85% y (b) 53.15 %. La cifra dramática indica que, en lo que va de la pandemia, son más de 103 mil personas los fallecidos, según los registros en el Sistema Nacional de Defunciones (SINADEF).

Las altas Hospitalarias Minsa más las altas domiciliarias complejas estimadas, de quienes no asistieron a los centros de salud, al 4 de febrero de 2021, superarían las 117 mil personas. Esta cifra, por cierto, se incrementará considerablemente debido a la intensidad de la pandemia y por el tiempo en que se extenderá la vacunación total de nuestra población, hasta alcanzar la inmunidad de rebaño. La situación es aún más compleja, pues no existen datos ciertos y confiables de altas domiciliarias, es decir de los casos Covid que se atendieron en sus viviendas, por no haber capacidad hospitalaria o recursos de servicios hospitalarios. Entonces, se estima que la mayor cantidad de muertes por Covid registradas por SINADEF, deduciendo los fallecidos reportados por el MINSA, serían 61,379 personas.

Las altas no hospitalarias, deducidas de aplicar la misma proporción de los datos MINSA, se estiman como mínimo en más de 70 mil personas. Ese sería el universo estimado proyectado a la actualidad de personas afectadas y con secuelas severas de Covid, luego de haber superado un proceso de hospitalización o de cuidados en domicilio. Relevante cifra que se traducirá, a corto y mediano plazo, en una demanda sucesiva de atención en los servicios de salud. Estamos ante un escenario socio sanitario, en el que el problema de la carencia de oxígeno y de los pacientes que no encuentran cama en los hospitales, se sumarán a todos aquellos que demandarán atenciones para su rehabilitación y la superación de las secuelas del Covid 19.

Las debilidades del sector salud

Cuando a mediados de marzo del 2019 se anunció la cuarentena socio sanitaria, también se dio cuenta de las falencias y debilidades del sistema de salud. De esta situación han transcurrido trece meses y conforme la pandemia se ha ido agudizando, quedó evidenciado, sin necesidad de mayores investigaciones ni evaluaciones, que resultaba evidente que los hospitales nacionales no contaban con capacidades suficientes en materia de camas y camas UCI y, en paralelo, insuficientes plantas de oxígeno, amén de los ventiladores para los enfermos graves.

El Sistema de Salud -MINSA y EsSalud- no está preparado para afrontar una pandemia ni las graves secuelas de ésta en el organismo de las personas que logran superar la infección del virus. Los diversos centros de salud en el país no tienen equipamiento ni personal suficiente para afrontar la creciente demanda de los más de 117,418, por ahora, casos de afectados con secuelas cardiológicas, neurológicas, cerebrales, renales y sobre todo pulmonares.

La mirada científico asistencial, desde el sector salud, debe permitir proyectar que los servicios no estén sólo limitados a superar la crisis de la infección del Covid 19, sino también, tan importante como lo anterior, permitir la atención y la recuperación de las secuelas del Covid 19. Puede ocurrir que el paciente supere la crisis infecciosa, mas no las secuelas, por ejemplo, de la fibrosis pulmonar, el daño renal o cardiovascular. ¿O sí?  

En un estudio, –Zoe Covid Symptom Study-, se señala que 1 de cada 10 pacientes diagnosticados con Covid 19, pueden permanecer sintomáticos más allá de 3 semanas y algunos de ellos, en menor proporción, durante meses. En las series de pacientes que han requerido hospitalización este porcentaje es, sin embargo, muy superior, pudiendo llegar hasta el 50-90%”. Las evidencias médicas precisan que la secuela más característica del Covid-19 es, probablemente, la fibrosis pulmonar. Los casos complejos convierten a estos pacientes en oxígeno dependientes para lo que les reste de vida. Es decir, sobrevivir con un balón de oxígeno próximo y desplazarse con él. 

Liberar y destrabar los procesos

Los pacientes que han sido ingresados a las Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, muestran dificultad para respirar, junto con un recurrente cansancio y la afectación de la fuerza muscular y motora. También son habituales los trastornos cognitivos, como el deterioro de la memoria y algunas alteraciones emocionales, derivadas fundamentalmente de la situación de aislamiento, producto de la cuarentena.

Las secuelas sobre el sistema vascular son igualmente relevantes y puede dar lugar a la formación de trombos tanto pulmonares como en otras localizaciones del cuerpo. En los pacientes que superaron el Covid 19, también son frecuentes los trastornos psicológicos, los cuadros de ansiedad y el insomnio. Todas estas secuelas del Covid 19 requerirán la atención de los servicios de salud públicos. En suma, las secuelas más frecuentes de la Covid-19, muestran astenia o cansancio extremo, incapacidad o imposibilidad para realizar las tareas cotidianas.

Una vía de alivio, recomendada por los médicos, es con el suministro de oxígeno medicinal con equipos portátiles domésticos, aprobados por la Organización Panamericana de la Salud, OPS, y que son útiles para aliviar los primeros síntomas al inicio de la enfermedad para los casos leves y terapia hiperbárica para los casos más severos. Un ejemplo valioso en el continente es la acción emprendida en México desarrollando tratamientos post Covid con hiperbaria y en Argentina por la Sociedad de Hiperbaria, capacitando a sus asociados en los tratamientos post Covid-19.

El reto inmediato es destrabar los procesos de importación de equipos de concentración de Oxígeno -10 litros por minuto- así como las cámaras hiperbáricas de baja presión. La emergencia nacional urge de decisiones inmediatas que rompan la inercia y la desaprensión del Estado. Es necesario que el ejecutivo vuelva los ojos a la ciudadanía y decida en función de sus demandas y necesidades, en suma, que asegure la vida ahora y que respirar no sea nunca un acto de sobrevivencia. Lampadia

Fuentes: Open Covid Perú; Zoe Covid Symptom Study & King’s College London.




El déficit de oxígeno medicinal en la pandemia

El déficit de oxígeno medicinal en la pandemia

José Antonio Luna Bazo y Augusto Coello R.
Para Lampadia

Las noticias en la prensa diaria dan cuenta de innumerables colas de ciudadanos procurando comprar oxígeno para sus familiares afectados por el Covid. La denominada “segunda ola” y sus nuevas variantes sigue desnudando la precariedad de los servicios de salud y evidenciando un Estado alejado de los ciudadanos e insensible a las demandas inmediatas. El aprovisionamiento de oxígeno medicinal en los establecimientos de salud no parece satisfacer la alta demanda. Contra el tiempo se han instalado plantas de producción de oxígeno para atender las exigencias de provisión interna en los centros de salud del Estado. Sin embargo, también es notorio que ni las camas hospitalarias ni las Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, logran el abastecimiento oportuno.

Los familiares de las personas infectadas con el COVID 19 tienen que recurrir al mercado de cilindros de oxígeno. Entre los muchos familiares que aguardan acceder a los balones de oxígeno, también se encuentran los especuladores y revendedores, es decir se ha creado y propiciado un mercado “negro”, expresión nítida de una cruel especulación. Y claro, frente a este hecho, en la lógica del Estado éste no tiene responsabilidad alguna.

El esfuerzo físico y económico que tienen que efectuar los familiares de los enfermos de Covid es enorme. Sólo un cilindro tiene un peso de 100 kilos y un paciente requiere de cuando menos dos cilindros cada 48 horas. Los familiares tienen que adquirir los envases y trasladarlos a la planta que les venderá el oxígeno medicinal a un costo que fluctúa entre 1,000 y 1,500 soles. Un paciente de Covid-19 avanzado puede llegar a consumir ese contenido en 24 horas. Además del costo del oxígeno medicinal, debe considerarse el flete del transporte hasta la planta y luego el retorno al domicilio. El drama está en que, si el oxígeno se acaba, el enfermo entra en una etapa de riesgo de asfixia por la bajísima saturación que le origina el daño pulmonar del Covid-19.

Una norma alejada de la realidad

El 4 de junio del 2020 el Ejecutivo emitió el Decreto de Urgencia N°066-2020, con el cual autorizó inversiones para mejorar la capacidad de producción de oxígeno medicinal en la red hospitalaria del Ministerio de Salud y EsSalud, -Villa Deportiva-, por 88 millones de soles. Se trata de una norma apropiada a la emergencia, pero por cierto insuficiente para la magnitud de la pandemia y de las carencias sectoriales. Sus efectos aún no se pueden evaluar porque las instalaciones, en las que se ha efectuado esta inversión, aún no están concluidas. El Ejecutivo alejado de la ciudadanía no tuvo en cuenta que la mayoría de los demandantes de oxígeno están fuera de los hospitales, distantes de estos centros de atención y procurando, con angustia y desesperación, oxígeno finamente filtrado para sus familiares enfermos. La ironía de sobrevivir en su máxima expresión, cuando el aire está en el medio ambiente y es de uso libre.

Aliados ignorados

Los tiempos de pandemia no solo se han desnudado las falencias del Estado, producto de la improvisación de sucesivos gobiernos, sino que también ha evidenciado resquemores para identificar aliados en el sector privado. El ejecutivo minimizó el potencial y las capacidades del emprendimiento privado en la búsqueda de soluciones a problemas inéditos y soslayó la fortaleza de éste para asumir riesgos y reaccionar con rapidez y oportunidad a la amenaza, esto es frente a las exigencias del Covid 19.

Una evidencia flagrante de esta inconsistencia, resulta el pernicioso rol que cumplen algunas agencias del gobierno, en particular en el sector salud en el que saltan a la vista las barreras burocráticas. Los trámites excesivos y los sinnúmeros de permisos continúan siendo un freno en los nodos estratégicos del Estado, convirtiéndose en los factores que dificultan e impiden soluciones prácticas, oportunas y pertinentes. Este es el caso de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas, DIGEMID, instancia que es parte de la estructura administrativa del Ministerio de Salud.

Basta ver como la Digemid, organismo que excede su celo aprobando o desaprobando insumos intrascendentes y equipos que no representan riesgo médico y que, en todo caso, simplemente el mercado regularía su existencia o desaparición. Por ejemplo, una simple búsqueda en la web de Digemid muestra que, en relación a la pandemia a esta instancia le corresponde aprobar la importación de termómetros, guantes, mascarillas para suministro de oxígeno e innumerables componentes que no tiene objeto que tengan un visto previo. Igualmente tiene que aprobar, por ejemplo, una planta generadora de oxígeno medicinal cuando solo bastaría que una certificadora establezca que esos equipos están fabricados para producir oxígeno con la pureza y en el porcentaje indicado.

Lo mismo sucede con los pequeños equipos concentradores de oxígeno de uso doméstico, que serían parte de una solución en esta pandemia y que bien podrían suplir la falta de oxígeno en balones. Con estos equipos se limitaría la insana práctica   de transportar balones de 100 kilos todos los días. El oxígeno medicinal es un producto de uso médico atrapado, perversamente, y quien sabe si intencionalmente, en un mercado especulativo e incontrolable que comercializa el aire transformado en por lo menos S/.1,000 soles diarios. Las plantas móviles de producción de oxígeno medicinal es una solución que debe ponerse en práctica con urgencia y a la brevedad.

La Digemid solo aprueba la importación de estos equipos a las empresas del rubro de droguerías que tienen que estar registradas en esa instancia del Ministerio de Salud, Digemid y que deben de incluir en la nómina de gestión, obligadamente, a un Químico Farmacéutico. La aprobación o no de la Digemid pasa por la confirmación previa de la existencia de ese profesional en los registros de la empresa y no de otro de las ciencias de la salud y, además, con el sueldo establecido por el colegio Químico Farmacéutico.

Autorizaciones selectivas

De la revisión de los registros de las autorizaciones de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas, DIGEMID, se observa que se han aprobado en el año 2020 sólo 210 equipos concentradores domésticos, a través de las empresas registradas como droguerías y que tienen la exclusividad de importar y comercializar estos equipos. Esta comprobación equivale, en vías de analogía, a otorgarle a la Digemid la exclusividad de aprobar la importación de equipos de aire acondicionado y a las droguerías, la patente de importarlos y venderlos. Es una evidente y clara posición de dominio y de control del mercado.

Esa lógica es perniciosa, cruel e inhumana. Por estas razones siempre se señala al Estado como un pésimo gestor y administrador y a los ciudadanos no les falta razón cuando hacen ese señalamiento. Tenemos un Estado controlista inspirado en la desconfianza. Pero, además, un Estado ciego e indolente que ignora a una población constituida por los heridos de esta guerra sin cuartel y despiadada. Entonces, mientras por un lado aprieta y se excede en controles, por el otro observa con desdén a los cientos de miles de emprendedores sumidos en la precariedad del 70 % de una economía informal. 

Son cientos de miles de peruanos los que quedarán por años afectados por las secuelas del Covid 19. Las afectaciones y daños colaterales, de todo orden, principalmente pulmonares, cardiovasculares, hepáticos, requerirán la atención de los sistemas de salud. Entonces, cabe preguntarse, cómo dimensionar el innumerable número de ciudadanos que tuvieron la oportunidad de seguir con vida y ganarle la batalla al mortal virus y cómo prever la atención y la demanda de los servicios de salud para todas estas personas. Ese universo será de olas sucesivas que requerirán de los servicios oportunos y pertinentes de la provisión de oxigeno para la regeneración celular. ¿Los servicios del Ministerio de Salud y de EsSalud, podrán atender esa demanda?   

Teniendo en cuenta que la cifra de los pacientes dados de alta hospitalaria, son más de 50 mil durante todo el periodo de pandemia y si se asume una cifra similar por aquellos ciudadanos que se curaron sin haber ingresado a un hospital, se tiene una población 100 mil personas que dependerá de los servicios de salud. Estas personas requerirán atención por las secuelas en sus organismos por los daños colaterales que les ha originado el Covid 19. Esa es una comprobación que deben llamar a la acción inmediata.

Equipos que salvan vidas

Estas personas requerirán equipos generadores de oxígeno para sustituir su deficiencia pulmonar y equipos de hiperbaria de baja presión para mejorar su absorción de oxígeno y regenerar su sistema circulatorio, junto con la recuperación celular de sus órganos afectados. Esta es una realidad que salta a la vista de cualquier observador y que debería tener en cuenta el órgano rector de la salud y, en particular, el Ejecutivo.

Las autorizaciones de los equipos portátiles de hiperbaria – según la normatividad vigente- son competencia de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas, DIGEMID. Esta instancia tiene bloqueado los procesos de aprobación con exigencias absurdas y propias de un Estado que actúa de espaldas a las exigencias de la salud de los ciudadanos. No es pues un Estado al servicio de los ciudadanos, sino todo lo contrario, estamos ante un Estado que además de ciego es kafkiano.

Entre las exigencias para aprobar la importación de este tipo de equipos, más allá del tiempo que requiere el trámite, -como se ha señalado líneas arriba- la DIGEMID no da curso al proceso de importación si el titular que lo requiere no es una droguería, que además acredite un químico farmacéutico. Este tipo de equipos portátiles de hiperbaria, de baja presión, se usan habitualmente en rehabilitación deportiva, cosmética y bienestar general en todo el mundo. ¿Entonces, porqué este sesgo que excede el juicio lógico y elemental?

Aquí en el Perú, próximo a su Bicentenario, la relación de requisitos que solicita Digemid para homologarlo es mayor a la cantidad de documentos que poseen los propios fabricantes calificados. Esto constituye una incalificable barrera burocrática, para la importación de equipos que bien pueden aplicarse a sostener y rehabilitar a pacientes afectados por los estragos del Covid-19. En suma, se trata de destrabar la importación de equipos hiperbáricos destinados a salvar vidas. Lampadia




Cuando el Estado no funciona y el gobierno tampoco

Cuando el Estado no funciona y el gobierno tampoco

 

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Ya estamos prontos a cumplir un año con la pandemia del COVID 19 y no hemos aprendido, ni mejorado nada. Para marzo 2020, cuando se declaró oficialmente la emergencia sanitaria en el Perú, nadie analizó ni evaluó debidamente la situación, nadie en el gobierno estableció una estrategia y peor aún, sin el menor dimensionamiento del problema, alcance e implicancias, decretaron una cuarentena de 15 días, que duró muchos meses. Una disposición efectista pero irracional ¡existo, porque doy órdenes!  Mientras se disponía el uso de mascarillas y del distanciamiento social, simultáneamente se enviaba a la gente de menores recursos, en transporte masivo, a hacer colas para recibir un bono que les llegó tarde, mal y en muchos casos, nunca. El monstruo de la corrupción se alimentó transfiriendo dinero a las municipalidades, etc.

En pocos días se dispuso la paralización de toda la economía, sin ningún criterio, sin análisis costo/beneficio. Dominados por la ideología, nadie estudió la tabla Insumo/Producto nacional, no definieron las actividades esenciales, ni aquellas que contribuyen a su funcionamiento. En suma, no había un ministro de economía que defina el funcionamiento adecuado de las actividades necesarias, para que nuestro sistema económico sufra lo menos posible, mientras controlábamos y combatíamos la pandemia.

El Perú demostró que, entre la regionalización y los gobiernos municipales, se había convertido en la versión actualizada de “La Torre de Babel”, pues mientras el gobierno general no sabía qué hacer y menos, mostrar alguna capacidad para disponer medidas racionales, paralelamente, los “reyezuelos sub-nacionales” dispusieron su control territorial, impedían el libre tránsito nacional, (no faltó un loquito, en La Molina, que quiso usar a las FFAA para que nadie entre al distrito sin su permiso).

Por otro lado, mientras contábamos con un Estado lleno de dinero, producto de la tributación del sector privado, pero no usado debidamente por los sucesivos gobiernos, el sector salud no contaba con una estructura adecuada que le permita un adecuado manejo de la atención primaria, menos con un equipo profesional honesto que defina y ejecute la estrategia sanitaria. En febrero de 2020, el MINSA determinó el uso de pruebas moleculares para definir un cerco sanitario, pero cambiaron a la ministra y el reemplazante optó por las pruebas rápidas y sin criterios adecuados.

El país contaba en ese momento con menos de 200 camas UCI y se fijaron el objetivo de contar con 5,000 camas UCI. No obstante, a la fecha, con menos de 1,700 pacientes, ya hemos saturado la capacidad instalada. Ha transcurrido casi un año y “hemos armado hospitales para las fotos de Vizcarra”, que hoy en la segunda ola, no existen. No tenemos respiradores, las empresas han donado plantas de oxígeno y el Estado ha llegado a declinar tales donaciones. Hay que resaltar, que mientras el 6 de mayo 2020, el presidente Piñera recibía en Santiago un avión de su Fuerza Aérea, con un primer lote de 117 respiradores, de un total de 500, en el Perú, Vizcarra y su ministro Zamora, andaban “como perro tras de su cola”, sin comprar pruebas moleculares, sin importar respiradores mecánicos, ni querer recibir oxígeno o plantas de oxígeno en donación de las empresas, al punto que a fines de julio 2020, la empresa privada entregó 30 respiradores fabricados por la Marina de Guerra del Perú.

Hoy tenemos las mismas debilidades y no hay lecciones aprendidas en aplicación.

Ahora, con las vacunas, somos el país que más tarde ha reaccionado a la necesidad de compra. Ni siquiera se toma decisiones de gobierno para traer el primer lote de un millón de estas en un avión de la Fuerza Aérea, tampoco de la empresa aérea privada que ofreció un avión y hasta para contratar los servicios logísticos de despacho de China al Perú, se requiere que el sector privado contrate el servicio y pague por éste.

La empresa privada, siempre ha estado en la primera línea para resolver los problemas del país, pero desde el aparato de gobierno, tal como decía mi abuelita, “ni se ponen ni se encluecan”, no toman decisiones, no ejecutan, no gestionan y al llenarse de “oenegeneros”, no tienen la menor idea de lo que es gerenciar. En conclusión, mientras todos los países del mundo están en plena vacunación, aquí pasan las semanas y nadie se ha planteado siquiera un plan comunicacional para invocar a la población a vacunarse, al punto que, hemos pasado de 22% en agosto 2020, a 48% a la fecha, que no quiere vacunarse.

Mención singular merece, que la ex-ministra de economía que le pagó a la ONG COVAX Facility US$50 millones para que nos ayude a conseguir vacunas, se haya ido a trabajar con ellos a Ginebra. (Ahí si no hay puertas giratorias, ni se trata de corrupción…). Debiéramos contar con una publicación detallada de los sucesivos ministros, que cierran contratos con ONGs, BID, Banco Mundial, entre otros y al término de su función, se van contratados por ellos.

¿Nadie le ha dicho a la “generación equivocada”, que fruto de sus marchitas de protesta, se ha triplicado el número de hospitalizados por COVID en sólo un mes de maduración de los contagios ahí generados y que producto de su gracia, ya no hay camas UCI disponibles en el Perú? ¿Que el gobierno no está trabajando un plan serio de pruebas moleculares y formación de cercos sanitarios, ni está agilizando la importación y aplicación masiva de vacunas? ¿Que no hemos aprovechado para progresar en la masificación de cuentas bancarias electrónicas, para posibles depósitos por bonos de forma bancarizada? Ojalá no se les ocurra volver a imponer las mismas medidas absurdas que no funcionaron en la primera ola, aunque por la prohibición de circular en vehículos privados los días domingo, ya me dan qué pensar.

Debiéramos dar a conocer estos hechos, a todos aquellos que reclaman más Estado. No nos confundamos, necesitamos un Estado pequeño, pero fuerte, ágil en la gestión y simple en su estructura, que use los recursos públicos en resolver las necesidades básicas de la población más necesitada y reduzca la burocracia que tenemos enquistada y que cada día destruye valor para la sociedad.

Bien decía Ronald Reagan, que; “El gobierno no es la solución a nuestros problemas, sino que, el gobierno es el problema.” Lampadia




El virus del estatismo

El virus del estatismo

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 22 de enero de 2021
Para Lampadia

Sólo el Estado debe comprar, distribuir, y aplicar las vacunas contra el COVID 19. Eso dijo la periodista Juliana Oxenford en una reciente entrevista televisiva. Incluso, agregó – la Primera Ministra, felizmente, había aclarado el asunto, y ninguna farmacia, clínica, o empresa privada iba a poder vacunar a ningún peruano contra el virus de marras. Sólo el Estado lo hará… ¡qué alivio! –. Palabras más, palabras menos… eso fue lo que dijo la periodista.

Bueno pues… resulta muy preocupante que muchos peruanos piensen como Juliana Oxenford. – ¿Qué les pasa? – me pregunto. ¿Acaso el Estado peruano está preparado para acometer una misión tan descomunal como la vacunación de todos los peruanos… costa, sierra y selva; norte, centro y sur; hombres y mujeres; primero a los mayores de 65 años, y luego los menores; niveles socioeconómicos A, B, C, D y E; médicos y enfermeras; policías y militares… a todos? ¡Ese Estado que ni siquiera es capaz de comprar mascarillas, suministrar oxígeno a los pacientes COVID, ni de dotar de agua a la población para lavarse las manos! ¿Alguien en su sano juicio cree que ese Estado fallido por donde se le mire, va a vacunarnos a todos, de manera eficiente y oportuna? ¡Por favor… pisen tierra!

Obviamente, el tema de la gratuidad del servicio tiene mucho que ver en el asunto. Soñar no cuesta nada. Pero igual… sabiendo de la clamorosa inoperancia del Estado ¿qué de malo tendría que la gente que pudiera pagar por una vacuna – voluntariamente – lo hiciera? ¿Acaso, eso no sería un alivio para el Estado? ¿Qué de malo tendría que empresas o instituciones privadas – por conveniencia propia o por lo que sea – vacunasen a sus trabajadores por cuenta de ellas? ¿Acaso, eso no sería otro alivio para el Estado?

¡Qué problema! Aparte del Coronavirus, pareciera que estamos contagiándonos – también – del virus del estatismo. Ese virus que yo creía extinguido – y para siembre – después del pernicioso estatismo de los años 70´s y 80´s… y sus secuelas de escaseces y colas, acaparamiento y corrupción, hiperinflación, pobreza y terrorismo, desempleo, narcotráfico, y todo lo demás.

Pero no… el virus del estatismo está vivito y coleando. Y no sólo políticos populistas y demagogos han caído en sus garras. Hay muchos jóvenes – que ciertamente no vivieron las “décadas perdidas” de los 70´s y 80´s – que apuestan por el estatismo para alcanzar el bienestar y progreso de nuestra población. Incluso – aunque parezca mentira – muchos periodistas y académicos están en esa onda.

En general, yo diría que la política, el periodismo, y la academia – mayoritariamente – apuestan por la vuelta del estatismo en nuestro país. Ellos son los que proponen una nueva constitución para que el Estado haga las veces de gran empresario. Ellos son los que plantean aumentar los impuestos para agrandar el Estado. – ¿Qué les pasa? – me vuelvo a preguntar. ¿No les basta con mirar a Venezuela para saber a dónde nos llevaría el estatismo?

Felizmente, hay un Perú silencioso – que sale muy poco en la prensa – que mayoritariamente condena el estatismo. Me refiero a los miles – y millones – de microempresarios que detestan la burocracia y la corrupción en el Estado. Me refiero también a los peruanos que deploran los bloqueos de carreteras y el vandalismo callejero, y que piden sanciones severas para los perpetradores de tales delitos. Incluso, me refiero a los que mayoritariamente – al momento de ser encuestados – responden a favor de las inversiones privadas. Es decir, del empleo formal en las empresas e instituciones privadas. Y que se manifiestan en torno a la importancia de la minería y su rol dinamizador de la economía regional y nacional.

Felizmente – repito – ese Perú silencioso y mayoritario va a contrarrestar los efectos perniciosos del virus del estatismo. Estatismo nunca más… así se llama la vacuna que – a diferencia de la del COVID – está disponible en nuestro país desde hace 30 años. Lampadia




Doble rasero vs institucionalidad

Doble rasero vs institucionalidad

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Las agrupaciones humanas y los Estados, sólo funcionan cuando existe institucionalidad y una buena gobernanza.  En el Perú, el Estado emite normas muy estrictas, pero que se aplican a un universo sumamente restringido y esto es verificable en todos los ámbitos y actividades de la sociedad, tales como; la construcción, cuidado   ambiental, tributario, laboral y últimamente sanitario, entre otros.

En el Perú tenemos el reino de la “informalidad” (hasta eufemismo tenemos para la ilegalidad). Cuando uno quiere construir siguiendo las normas, el sometimiento a las dictaduras regulatorias municipales, es proverbial.  La exigencia de parámetros arquitectónicos para obtener una licencia de construcción, las exigencias de normas de defensa civil y otros, son inagotables.  Pero vayamos a cualquier dependencia del propio Estado y encontraremos que no se cumplen, ni los aforos, los espacios entre escritorios, las características de las puertas y ventanas, el acceso a ascensores y rutas de escape, rutas a los estacionamientos y sus espacios. ¿Cómo lograron la licencia de construcción y el permiso de Defensa Civil? Probablemente por un milagro. Si revisamos la construcción de viviendas en la ciudad de Lima (aquí no más para no ser exquisitos), encontraremos que no cumplen parámetro alguno. Sólo como ejemplo, encontré en La Molina, una vivienda de dos pisos, construida en dos etapas, que como no tenía espacio para construir una columna, no se le ocurrió al constructor (no creo que sea ingeniero) mejor opción que ponerla, eso si bien centrada, a un metro de distancia frente a la puerta principal de acceso que da a una esquina.  Ahí sí, no pasa nada.  Obviamente, no me voy a poner exquisito con la mayoría de construcciones de Lima, producto de la auto construcción.

En lo laboral, más del 70% y ahora cerca del 80% o no tiene contrato, o le renuevan el mismo por periodos mensuales, máximo, trimestrales.  Del Estado no digo nada, pues para ellos se inventó el CAS, ¿qué es eso?  Mira yo no sé, pero son el mayor número de trabajadores y los que menos derechos tienen. De los términos y conceptos; gratificaciones de un sueldo en julio y diciembre, pago de CTS, vacaciones, etc. “desconocen mayormente” y no les son aplicables. Pero vayamos a una empresa que pretende manejarse legalmente y encontraremos exigencias de SUNAFIL, que ni siquiera son aplicables a los propios trabajadores e inspectores de esa institución.

De la aplicación de normas tributarias, ni hablar.  Como la SUNAT supervisa a menos del 20% de la actividad económica del Perú, cada día se pone más exigente y creativa, para no reconocer gastos deducibles para fines del pago de impuesto a la renta, llegando al cobro de doble tributación (al que recibió el ingreso y tributa, pero también al que pretendió deducir dicho gasto, pero no se lo permiten). Ni hablar del cambio de interpretación de las normas tributarias en el tiempo y, como hay incentivos salariales para los revisores de SUNAT relacionados a la fiscalización, las interpretaciones legales se vuelven alucinantes y la persecución al contribuyente, va más allá de las sentencias del Tribunal Fiscal, dado que, si la SUNAT pierde en esa instancia, va al poder judicial.  Pero si “el administrado” (como le gusta a la burocracia llamar al ciudadano) hace lo mismo, se valdrán de la prensa para decir que éste judicializa sus procesos de fiscalización.  No sólo eso, sino que ejerce influencia y presión sobre las sentencias judiciales, incluyendo las del Tribunal Constitucional, que uno creyera, es el garante de la aplicación de las normas legales. ¿Qué pasa con el cerca de 80% de ciudadanos que no declara ni paga impuestos?  Ah no, eso no.  Eso cuesta demasiado trabajo y rinde muy poco… pero, ¿cómo así la SUNAT “no ve la plata” donde todos la vemos?  Vamos a Los Olivos, Puente Piedra, por mencionar sólo dos distritos con “plata como cancha”, y encontraremos que ahí está la plata, casas con derroche de lujo interior, centros comerciales con venta de autos de “alta gama”, discotecas con equipos de sonido y luces, que ya quisieran tener San Isidro o Miraflores, pero ahí ciertamente, no hay revisiones exhaustivas de declaraciones juradas de impuestos, ni algo que se parezca. ¿Cómo nos podemos explicar ese fenómeno? ¿No voy a chocar con “mi causita”?

Y ahora último, a raíz del COVID, se han impuesto normas sanitarias y control de aforo al transporte, que por supuesto sólo se aplican al transporte formal.  Hace unos días observaba los vagones de la Línea 1 del metro y los veía transitar vacíos. ¿Se volvieron locos? No, les han impuesto un aforo de 18% y ciertamente, eso me dejó la percepción que se trasladaban vacíos, mientras al mirar al nivel inferior del tren (la pista), ahí se transporta a ómnibus lleno y el aforo no es un limitante. ¿Qué pasó?

¿No será que, esos ómnibus o micros, son negocios con participación de congresistas o amarres municipales?

No pretendo aburrir con muchos más ejemplos, pero tenemos un Estado que a todo le aplica un doble estándar, que le impone normas y restricciones draconianas a unos, mientras convive con cuatro quintas partes de la población, sin ninguna regla y que se ha vuelto invisible para la fiscalización de cualquier estamento del Estado.

Debemos iniciar un serio proceso de racionalización y fijación de reglas universales a ser aplicadas por el Estado peruano.  El mal del que adolece, se está convirtiendo en una fuente de desgobierno incontrolado, pues mientras para la mayoría no aplica reglas, para un pequeño grupo (entre 20% y 30% de la población), es un rígido cancerbero que nos impide desarrollarnos.

El doble estándar, destruye ciudadanía y el concepto de institucionalidad y el riesgo mayor, es que cada vez más ciudadanos y empresas vean de “desaparecer del radar” del Estado, para dejar la legalidad y formalidad que todos debemos construir.

Debemos, en cambio, establecer reglas que sean de cumplimiento razonable para el ciudadano promedio y la empresa de mediano tamaño, trabajar en su aplicación y cumplimiento generalizado, para de ahí en adelante, ir aumentando de forma gradual la exigencia. Siempre con una medición cuidadosa de sus impactos, progresos y efectos económicos, sociales y fiscales.

De nada nos sirve pretender reglas muy exigentes, si la mayoría no las cumple; sea por incapacidad o porque la relación costo/beneficio de su aplicación, les hace preferir su incumplimiento. En teoría económica se demuestra fácilmente, que existe una clara relación entre el “beneficio” de incumplir la ley, versus la probabilidad de que te encuentren en falta y te penalicen. El delincuente, el evasor y hasta el chofer de combi lo saben y lo tienen muy claro, por eso tanta combi con papeletas por cientos de miles o millones de soles, siguen circulando, tanta evasión tributaria abierta se mantiene y tanto servicio laboral fuera de la ley se brinda.

¡No hagamos “como que somos estrictos”, si sabemos que, en la realidad, nos es imposible controlarlo! Lampadia




En marzo gobierno rechazó ofrecimiento

En marzo gobierno rechazó ofrecimiento

“Donde está la gravedad del tema, este sistema se lo ofrecieron en marzo al Perú, y el Perú no lo aceptó, porque Google Apple exigía que solo se utilizara para el tema de seguimiento de pacientes”.

Recomendamos ver el Webinar Reflexiones con José Pardo siguiendo el enlace mostrado líneas abajo.

Pero antes queremos destacar algunos elementos importantes de la charla, como la decisión del gobierno de Vizcarra de rechazar la donación del sistema de seguimiento de contactos con covid por razones políticas.

Este ofrecimiento exigía que el sistema solo se utilizara para el seguimiento de pacientes, pero el gobierno lo tenía en la PCM, en vez del Minsa, y no pudo garantizar un uso estríctamente sanitario. Esto es un escándalo, pues aparentemente, el gobierno quería hacer uso político del sistema de seguimientos.

Como hemos comentado varias veces, la gran falla del gobierno para enfrentar la pandemia fue insistir en la utilización de pruebas rápidas en vez de las moleculares. Las pruebas rápidas no detectan el virus y no permiten desarrollar la estrategia exitosa de seguimiento de contactos utilizada por los países que lograron controlar la epidemia.

Veamos que dijo Luis Solari:

¿Cuál ha sido el peor error en el manejo de la crisis sanitaria?

Según los taiwaneses, con los cuales tuve un webinar junto con 20 latinoamericanos, para ellos la piedra angular ha sido el seguimiento de los contactos. Es decir, si yo hago pruebas, pruebas, hago pruebas para detectar, y una vez que los detecto, ya tengo que aislarlos y a ellos se les envía la bolsa de comida.

Lo ideal hubiera sido darles un teléfono inteligente que nos va a servir para digitalización rápida del Perú, para las campañas, etc.

Pero además esta el sistema de detección de los contactos desconocidos, a través de bluetooth. Uno entra a un microbus, a un mercasdo, y el telefono de uno hace intercambios con los códigos de todas las personas con lass que uno se cruza. Y a cualquiera de las personas que han estado en este recinto, durante 14 días se guardan los códigos y les van a avisar si tienen o no tienen, si alguien de ese grupo ha tenido contactos. La piedra angular son definitivamente los sistemas de notificación de contactos.

Google Apple ha decidido llamarla notificación de contactos.

Donde está la gravedad del tema, este sistema se lo ofrecieron en marzo al Perú, y el Perú no lo aceptó, porque Google Apple exigía que solo se utilizara para el tema de seguimiento de pacientes. Porque si el seguimiento de pacientes está en la PCM y no en el Minsa, ni traten de obtener la respuesta, porque la respuesta será política.

Y finalmente el 9 de octubre El Comercio publicó que el Estado peruano ha gastado dinero en encargar una aplicación que hace exactamente lo mismo. Habiéndosele ofrecido la otra sin costo y con el soporte de los ingenieros, sin costo.

Hemos fallado en todo, pero lo que no ha habido es el rastreo a los contactos desconocidos que es donde se han esforazado Taiwan, Tailandia, Nueva Zelanda.

Por su lado, Elmer Cuba, presentó una descripción de la situación económica. Pero además, destacó el impacto de las cuatro grandes medidas populistas del Congreso que afectan la calidad de nuestra economía.

  • Desconocer contratos
  • Penalizar la especulación y el acaparamiento
  • Destruir el sistema de pensiones
  • Devolución de fondos que no existen (ONP)

La primera medida del nuevo ministro de Economía debe ser tratar de parar lo de la ONP. Es un monto muy grande, muy importante.

Ver el webinar en:




“El covid puede originar el peor sistema totalitario que haya existido”

“El covid puede originar el peor sistema totalitario que haya existido”

Entrevista de RAMÓN GONZÁLEZ FÉRRIZ
El Confidencial
27/10/2020
Glosado por Lampadia

Yuval Noah Harari (Israel, 1976) parecía destinado a ser un eminente historiador de los ejércitos. Su primer éxito en el ámbito académico fue el artículo “Una valoración del papel militar de los turcopolos francos”, en el que afirmaba que los integrantes de los ejércitos de caballería que participaron en las cruzadas medievales llevaban armaduras mucho más ligeras de lo que se creía hasta entonces. Era un trabajo prometedor. Pero Harari abandonó rápidamente ese grado de especialización y pasó a hacer justo lo contrario. Mientras era profesor de un curso de Introducción a la Historia para jóvenes estudiantes en la Universidad Hebrea de Jerusalén, se le ocurrió convertir el temario de aquellas clases en un libro —las 20 sesiones se convirtieron en 20 capítulos— que abarcara absolutamente toda la historia de la humanidad. El libro, ‘Sapiens’, se convirtió en un gran éxito y vendió 12 millones de ejemplares en todo el mundo.

Su contenido no era particularmente original, pero era una excelente síntesis que hizo que sus lectores pensaran en el hecho de que nuestra especie es solo una de las muchas que podrían haber sobrevivido, en cómo la agricultura nos había vuelto sedentarios y esclavos de los cereales y cómo la tecnología dominaba por completo nuestra forma de vida. Ahora, su editorial en España, Debate, publica la versión en cómic de ‘Sápiens’, una manera entretenida y amable de adentrarse en esa larga historia.

‘Sapiens: una historia gráfica’ (Debate).

Después de su gran éxito, Harari publicó otros dos libros que ya no hablaban del pasado, sino del futuro. Fue alabado por celebridades como Barack ObamaBill Gates o Mark Zuckerberg, y entró en el circuito de conferencias internacionales que te convierten en un intelectual global y, aunque a él no le guste nada la etiqueta, en un gurú. Ahora, Harari habla sobre todo de sus miedos acerca de cómo la tecnología puede interactuar con nuestra democracia, cómo la pandemia puede aumentar la vigilancia a la que estamos sometidos y cómo la sensación de libre albedrío nos tiende trampas. Parece un tanto tímido, pero al mismo tiempo aparentemente se siente cómodo con su papel de especialista en generalidades y, desde hace poco, activista en defensa de la democracia. Su equipo se aseguró durante los días previos a la conversación de que todo estaba bien preparado. Y lo estuvo. Hablamos largamente por teléfono el pasado domingo.

PREGUNTA. Usted tiende a mirar las cosas a largo plazo. En ‘Sapiens’, habla de la revolución cognitiva, que tuvo lugar hace 70.000 años, de la revolución agrícola, que tuvo lugar hace 12.000, o de la revolución industrial, que tuvo lugar hace 400. En esa imagen a largo plazo, ¿qué lugar histórico cree que ocupará la pandemia?

RESPUESTA. Como ahora estamos en mitad de ella, nos parece que es lo más importante que ha sucedido jamás. Pero la peste negra fue mucho peor. También lo fue la gran epidemia de gripe de 1918 y 1919. Y el sida en la década de 1980, con una mortalidad de casi el 100%. Deberíamos tener una perspectiva histórica de lo que está pasando. Por lo que respecta al virus, la posición de la humanidad nunca ha sido más fuerte. Ahora contamos con el conocimiento científico para comprender y superar esta epidemia más fácilmente que cualquier gran pandemia anterior en la historia humana. Cuando la peste negra mató a tal vez la mitad de la población europea, nadie sabía siquiera lo que causaba esa mortalidad. El gran problema no es el virus, el gran problema son los demonios interiores de la humanidad. Tenemos el conocimiento científico para solucionar esta crisis, pero no la sabiduría política para hacerlo.

El gran problema no es el virus, el gran problema son los demonios interiores de la humanidad

P. En sus libros, ha afirmado que, así como en el pasado lo divino era la autoridad absoluta, dentro de un tiempo podrían serlo los algoritmos. Y que estos acabarán por completo con el libre albedrío de los individuos. Pero la crisis del covid ¿no le hace pensar que el libre albedrío, las decisiones de la gente en general y de las autoridades en particular, es más relevante que nunca?

R. Creo que el problema principal de la creencia en el libre albedrío es que hace que seamos complacientes y no tengamos curiosidad sobre por qué tomamos las decisiones. Cuando crees en el libre albedrío, asumes que cualquier cosa que decides es tu libre albedrío. Que no hay nada que investigar ahí. Pero en realidad, a medida que la ciencia y la tecnología se han vuelto más sofisticadas, entendemos cada vez mejor los mecanismos biológicos, sociales y culturales que hay detrás de nuestras decisiones. Y también se está volviendo más fácil que nunca manipular las decisiones de los humanos. La gente más fácil de manipular es la que cree en el libre albedrío, porque ni siquiera sospecha que puede ser manipulada.

Yuval Noah Harari

De modo que tenemos que andarnos con mucho cuidado con esto. Porque, de hecho, estamos viendo que la epidemia está acelerando, y magnificando, el problema al legitimar las tecnologías de vigilancia masiva. Y esta es la base para ‘hackear’ el ser humano, para poder entendernos a ti y a mí mejor de lo que nos entendemos nosotros mismos, y predecir y manipular nuestras decisiones como nunca antes se ha hecho. Es la primera vez en la historia de la humanidad que puedes seguir a todo el mundo todo el tiempo y reunir y analizar tantos datos de cada individuo que entiendes a esa persona mejor de lo que ella se comprende a sí misma. Con la epidemia, la excusa es la necesidad de interrumpir el contagio. Pero, si no vamos con cuidado, esto puede ser el origen del peor sistema totalitario que haya existido jamás. Nuestra libertad está seriamente amenazada. No creo que sea inevitable, no creo que sea demasiado tarde para detener las ramificaciones más peligrosas. Y no estoy en contra de las nuevas tecnologías, no estoy en contra de la vigilancia. Tenemos que utilizar la vigilancia para luchar contra la epidemia. Pero todos los datos que se recolecten deberían estar en manos de autoridades sanitarias especiales y no de la policía o de las grandes corporaciones.

P. Ahora, cuando hablamos de democracia, estamos casi condenados a hablar de polarización. Usted habla de cómo los debates basados en la tradición humanista, y no en el mandato divino, giran alrededor de los sentimientos humanos. Y que eso genera una susceptibilidad enorme y la tendencia a sentirse herido y a polarizar la discusión.

R. Creo que la polarización que vemos en muchos países es una estrategia política deliberada de ciertos partidos y políticos basada en una idea muy vieja: divide y vencerás. La creación de facciones en la sociedad que tienen miedo de otros grupos dentro del mismo país, o que los odian, hace que muchos piensen que nunca votarían a otro líder que no sea el que ven como salvador y protector. Los líderes que promueven esta división premeditada de la sociedad, que la vuelven contra sí misma, se presentan como nacionalistas y patriotas, pero son lo opuesto. El patriotismo no tiene que ver con odiar a los extranjeros o a las minorías, sino con amar a tus compatriotas y ser solidario con la otra gente de tu país. Esta clase de líderes como TrumpBolsonaro o Netanyahu están destruyendo deliberadamente la solidaridad nacional para fortalecer su poder político. Creo que lo que vemos no es un auge del nacionalismo, sino la crisis del nacionalismo. En algunos países, como los de Oriente Medio, eso puede llevar a la guerra civil. En países como Estados Unidos, algunos ciudadanos parecen temer y odiar más a sus conciudadanos que a cualquier otra persona del mundo. Hace 50 años, demócratas y republicanos discutían, pero ambos temían a los rusos y el comunismo en Estados Unidos. Ahora, los demócratas temen que ganen los republicanos y que estos destruyan su forma de vida, y viceversa. A largo plazo, no puedes tener una democracia en la que crees que el otro partido es el enemigo.

Trump, Bolsonaro o Netanyahu están destruyendo deliberadamente la solidaridad nacional para fortalecer su poder político

P. En ‘Sapiens’, existe una idea clara: nada es permanente, cambian las especies, las religiones, la tecnología. Parece evidente que también cambiarán nuestras democracias. Pero al mismo tiempo, su mensaje es ambiguo. ¿Es un mensaje progresista, que dice que no debemos asirnos demasiado a ninguna costumbre, a ninguna forma de vida, porque todas pasan de manera inevitable? ¿O es un mensaje conservador, que debería llevarnos a proteger nuestra forma de vida para evitar que sea sustituida por otra ajena o peor?

R. Las dos cosas. Pero quizá lo más importante es que el significado mismo de la democracia cambia. La democracia no es una ley eterna de la naturaleza, depende de las condiciones económicas, políticas y tecnológicas existentes. Hasta hace 200 años, era imposible que en un país grande hubiera una democracia. Todos los ejemplos de democracias en el mundo antiguo o en la Edad Media se daban en ciudades-Estado, en pequeñas sociedades, porque tecnológicamente era imposible que existiera un debate público antes del auge de los medios de comunicación de masas, primero los periódicos, luego el telégrafo, la radio, la televisión y ahora internet. La democracia como la entendemos ahora solo puede existir cuando tienes medios tecnológicos y una educación masivos. Y de eso hace 200 años.

Ahora, las cosas están cambiando otra vez. La creencia de que la democracia tal como la hemos conocido en el siglo XX permanecerá siempre, independientemente de las nuevas tecnologías que se desarrollen, no se va a cumplir. La democracia puede adaptarse a nuevas formas. Tendrá que cambiar para sobrevivir.

La creencia de que la democracia permanecerá siempre, independientemente de las nuevas tecnologías, no se va a cumplir

P. Es como quienes vivieron la Revolución Industrial en 1820. Sabían que el mundo estaba cambiando, que surgían nuevas tecnologías que transformaban la sociedad, pero no podían imaginar el mundo que resultaría de ellas. Estamos en un momento semejante.

R. Hay que darse cuenta de que la tecnología no es determinista. No hay que creer que porque inventas determinada tecnología es inevitable determinado desenlace político. Cualquier tecnología puede utilizarse de maneras distintas. Puedes utilizar tecnologías de la Revolución Industrial como los trenes, la electricidad o la radio para crear una dictadura fascista como la de la Alemania nazi o para crear una democracia liberal. A la radio le da igual si la usas para emitir un discurso de Hitler o para ofrecer numerosas emisoras y que el oyente seleccione la que prefiera. Lo mismo pasa con las nuevas tecnologías del siglo XXI: pueden utilizarse para construir sociedades buenas o sociedades horribles. La gran diferencia entre la Revolución Industrial y nosotros es que no podemos permitirnos el fracaso. Los efectos de la Revolución Industrial hicieron que la vida, con el tiempo, fuera mejor, pero eso requirió tiempo. Y durante ese tiempo hubo sufrimiento: no solo debido al trabajo infantil en las fábricas, sino a inmensos experimentos fracasados para construir sociedades industriales, como en la Unión Soviética o la Alemania nazi. En el siglo XXI, contamos con una tecnología mucho más poderosa, por lo que no podemos permitirnos un experimento fallido. Eso podría provocar el fin de la humanidad. En el siglo XX, tuvieron lugar dos guerras mundiales. Si ahora hubiera una tercera, probablemente no sobreviviríamos a ella. Por eso, en esta revolución hay mucho más en juego que en la Revolución Industrial. Lampadia




Miguel y Jonatan: víctimas de la fatal arrogancia del Estado

Miguel y Jonatan: víctimas de la fatal arrogancia del Estado

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Exclusivo para Lampadia

Miguel, con 74 años a cuestas, se levantaba cada mañana a las 6:00 para preparar el desayuno a su mujer y tomar la combi hasta el centro de la ciudad del Cusco, donde abría su puesto metálico de lustrabotas en una esquina cercana a la conocida Av. El Sol. Cada día ganaba entre 18 y 25 soles, con los cuales ha enfrentado la vida desde hace décadas. No tiene pensión de jubilación, ni Essalud, ni ahorros. Sólo cuenta con su fuerza de trabajo y sus ganas de vivir y cuidar de su mujer. Desde marzo, no puede salir de su casa, vive de la caridad de sus vecinos y de lo poco que juntó en el mes de julio, que se reabrieron las actividades, pero como es mayor de 65, la policía y los municipales le exigen que cierre y se vaya a su casa. “Es usted una persona vulnerable, váyase a su casa”, le dicen cada que furtivamente abre su puesto y se pone a lustrar zapatos por 1 sol. “¿A que me voy a mi casa? ¿A esperar la muerte?”, se pregunta Miguel sin ocultar la tristeza que todo esto le causa.

Jonatan es un niño.  Quedó huérfano a los 3 años cuando sus padres murieron atropellados en un paradero. Desde esa edad vive al cuidado de su abuela, una anciana que vendía tamales en el mercado central de la ciudad hasta que la ceguera la imposibilitó de salir. Jonatan tuvo 10 años cuando eso sucedió y comenzó a ser el hombre de la casa. Salió a vender los tamales que aprendió a hacer de la abuela. No va al colegio. Aunque les falta de todo, no les falta el pan de cada día. Debido a la cuarentena y las restricciones, debe esconderse cuando ve a los municipales para evitar que lo lleven a la comisaría. ¿Si me llevan a la comisaría y me quitan mis tamales, qué va a comer mi abuelita? Esa es toda su preocupación.

En el Perú hay miles como Miguel y Jonatan.

Hay miles de personas que pese a su edad, tienen que trabajar para sobrevivir. Ellos quisieran “quedarse en casa” como dice hasta el hartazgo el mensaje oficial y como algunos otros podemos hacerlo porque tenemos la posibilidad de hacer trabajo remoto o tienen ahorros, pensión, rentas o ayuda familiar. Sin embargo, las personas como Miguel y Jonatan, sin ingresos, sin bono y sin pensión de jubilación, tienen que salir a trabajar cada día, a riesgo de contagiarse. El Covid es un enemigo peligroso, temible, mortal, pero hipotético. El hambre es un enemigo más concreto y cotidiano.

Miguel, Jonatan, o cualquier otro peruano en igual situación son víctimas de la dictadura blanda y arrogante de unos burócratas que ordenan nuestras vidas cada jueves desde la cima del poder, con decretos, protocolos, multas y gracias al eco de la prensa que amplifica sus dislates. Ellos, como muchos otros, son víctimas desde inicios de esta crisis. (Lampadia: Víctimas de una fatal arrogancia. 03.04.20). Todos somos víctimas y responsables de haber dejado que el Estado se convierta en el protagonista de la batalla. (Lampadia: Donde está el error. El ciudadano debe protagonizar la batalla contra la pandemia. 24.04.20). Miguel y Jonatan son unas víctimas más de esta fatal arrogancia planificadora del Estado.

Pero, ¿era realmente tan difícil advertir que en un país como el Perú, que avanzó en la reducción de la pobreza hasta el 2014, había muchos como Miguel o Jonatan?

No. No era difícil advertirlo.

El error no está en el diagnóstico, está en la receta.

La receta implantada desde inicios de esta crisis ha consistido en restringir la libertad y atribuirle el protagonismo al Estado. Controlar todas las variables, planificar la vida de las personas, decidir quienes salen y quienes no salen, decidir quienes trabajan y quienes no, decidir quienes viajan y quienes no, asumir desde el Estado la responsabilidad de cuidarlo todo, asumir que la salud, la vida, la pensión y la subsistencia de Miguel era su tarea. Asumir que el bienestar y la educación de Jonatan eran responsabilidad del Estado. Aquí está el error. Los agentes del Estado han creído que por asumirlo todo, por planificarlo todo, por dirigirlo todo son éticos y correctos. Un problema aún mayor es que muchos ciudadanos también lo han creído.

Asumir que el Estado es más correcto por decir que protege a Miguel y Jonatan al ordenarles que se quedan en casa y ofrecerles un bono, una canasta o una cama en un hospital público es la expresión concreta de ese error.

Fatal error.

El Estado no puede proteger ni a Miguel, ni a Jonatan, ni a los jóvenes de la discoteca asesinados por la absurda persecución del Estado, ni a los médicos que envió a morir a Iquitos, ni a los asegurados a los cuales no provee de oxígeno, ni a los policías que se contagian por reprimir a las personas que salen a trabajar. El Estado no puede repartir el bono, sus agentes se quedan con las canastas antes de que lleguen a personas como Miguel o Jonatan y menos pudo habilitar suficientes camas de hospital mientras contuvo a los ciudadanos en sus casas. El Estado con todo lo hecho no ha podido evitar que el Perú este primero en contagios por millón de habitantes con la economía más destruida del mundo.

El problema está en reemplazar a las personas y a su libertad por el Estado, a sabiendas de que el Estado por su propia naturaleza, no lo puede hacer y no lo hará mejor que cada uno. Actuar así no es ni ético, ni correcto. No hay ética en lo imposible.

Mientras sigamos creyendo que reemplazar la libertad de las personas y la responsabilidad y consecuencias que implica ejercerla, por la voluntad del Estado, seguiremos teniendo víctimas como Miguel o Jonatan. Lampadia




El dilema petrolífero en el Perú

El dilema petrolífero en el Perú

Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia

Relata el Ing. Fernando Noriega Calmet, quien fuera Decano de la Facultad de Petróleo en 1962, que en el norte del Perú, en 1823 y antes que en ningún país de Hispanoamérica, se hizo la primera perforación en búsqueda de petróleo. Se extrajo brea de distintos lugares del Perú; la Breita y La Brea en Piura, Lobos de Tierra en Lambayeque, así como en Junín y Puno, resultando La Brea el más importante de todos y donde afloraba las evaporaciones naturales de brea en estado líquido. Luego, con una perforación de 70 pies de profundidad, se encontró en Zorritos un petróleo muy ligero. Fue en 1888 que se concedió por Resolución Suprema, los derechos petroleros de La Brea y Pariñas al propietario de la hacienda del mismo nombre, don Genaro Helguero. Cabe mencionar que hubo varios traspasos de esa propiedad entre individuos y compañías inglesas, hasta que se formó la “Compagnie de Pétrole de l’Amérique du Sud”.

Menciono esta última compañía, porque en 1897 cometió el mismo error que Petroperú cometió el 2014, al lanzarse a montar una refinería, antes de contar con las reservas adecuadas que aseguren la producción. Fue en 1900 que “The Peruvian Petroleum Syndicate” impulsó un esfuerzo de exploración, hasta que la propiedad llegó a manos de la “International Petroleum Co.” (IPC), quien efectivamente desde 1920 reforzó una exploración que le permitió cuadruplicar su producción en sólo dos años y pasar de producir 164,808 toneladas en 1920 a 2.3 millones de toneladas en 1936.

La IPC heredó de su predecesora, la London & Pacific Petroleum Co, un diferendo tributario que tomó 50 años y que se resolvió con el llamado “Laudo de La Brea y Pariñas”, que se concretó el 12 de agosto de 1968. Ciertamente esta relación de tensión durante medio siglo y la denuncia del negociador peruano por la desaparición de “la pagina 11”, dieron la excusa perfecta para el golpe de Estado liderado por el General Velasco, definido como un gobierno nacionalista.

No pasó mucho tiempo para que el gobierno de Velasco, se diera cuenta de la necesidad de convocar a la inversión internacional para la exploración, desarrollo y explotación petrolera. Obviamente asumieron los elementos comunes de los contratos petroleros a nivel internacional, bajo el esquema de “profit sharing” y riesgos geológicos, tecnológicos, económicos y políticos, asumidos por la compañía inversionista y operadora. Bajo este esquema y tomando la experiencia de Indonesia, se creó el “Modelo Peruano”, que en esencia asignaba el 50% para disposición del operador y 50% para el Estado peruano, porcentaje éste, que incluía el 68.5% de Impuesto a la Renta del operador. Con este modelo contractual se atrajo a empresas como Occidental Petroleum, quien descubrió el lote 1-A en la selva norte y posteriormente encontraría petróleo pesado en el lote 1-B, los que posteriormente se juntarían en el lote 1-AB, hoy lote 192. Por su lado, Petroperú abrió el lote 8. Estos tres descubrimientos, muy seguidos uno de otro, hicieron suponer al gobierno del Perú (indican que mal asesorado), que “nadábamos en un mar de petróleo”, pasando a asumir una actitud soberbia y poco flexible con las empresas extranjeras, al punto que en diciembre de 1979, a seis meses de entregar el gobierno, se promulgaron dos Decretos Leyes que, unilateralmente y sin previo aviso a los contratistas petroleros, autorizaban a Petroperú a renegociar los contratos bajo nuevas normas. Tanto los contratos con Occidental Petroleum, como con Belco que operaba en el zócalo continental, fueron renegociados a la fuerza y estos tuvieron que aceptar, tras ya tener invertido más de US$1 mil millones. En ese nuevo contrato, se mantenía el 50% para el contratista y 50% para el Estado, pero además el contratista debía pagar de su parte el 68.5% de impuesto a la renta, independientemente que se agregó la obligación de entregar al fisco el 40% del volumen de cada exportación, como pago a cuenta del Impuesto a la Renta, lo que significó, en la mayoría de los casos, un pago a cuenta en exceso al que correspondía. Lo aquí descrito, eliminó a los contratistas la posibilidad de invertir en seguir explorando.

Entrado el segundo gobierno de Belaunde, se promulgó una ley que permitía reinvertir en exploración, con crédito tributario. Pero apenas asumió Alan García su primer gobierno, declaró en Tacna la nulidad de los contratos petroleros existentes.

Cómo podemos ver, hasta el año 1993, año en que la nueva constitución y posteriormente los Tratados de Libre Comercio dieron las seguridades, la actividad petrolera en el Perú había estado sujeta a grandes vaivenes y gran incertidumbre política.

Entre 1974 y 1977, cuando el Perú suponía contar con un potencial privilegiado de petróleo, el gobierno militar dispuso invertir US$800 millones, en la construcción del Oleoducto Nor Peruano (ONP), el que recorre 1,106 km desde Loreto hasta Bayovar; Tramo 1, de 306 km, tubería de 24” y que une las Estaciones de bombeo 1 y 5. Tramo 2, de 548 km, tubería de 36” y que une la Estación de bombeo 5 y Bayovar. Finalmente, el Ramal Norte de 252 km, tubería de 16” y que une el lote 1-AB (hoy 192) y la Estación 5. Su diseño e ingeniería cuenta con estándares de 1973, protegido con pintura epóxica y revestido con cinta de polietileno en zonas de selva y con alquitrán en zonas rocosas y salitrosas. En zonas de selva tiene tramos sumergidos y otros aéreos soportados por estructuras en H. Por su antigüedad, no cuenta con protección galvánica y por tal razón, el efecto de la corrosión a lo largo de sus 43 años, con débil mantenimiento, ha sido muy alta.

Más allá de la parte descriptiva, el ONP fue diseñado para transportar hasta 200 mil barriles diarios (mbpd), con posibilidad de ampliarse hasta 500 mbpd, aunque nunca transportó más de 100 mbpd. Lamentablemente, ahora se podría producir y transportar hasta cerca de 50 mbpd, si pusiéramos en operación los Lotes 95, 67, 8 y 192, que por estos días están paralizados.

Ahora el ONP requiere un plan de mantenimiento que, según Petroperú, podría alcanzar a montos que “fluctúan entre US$400 y US$ 1,600 millones”. Al margen de esto, tenemos permanentemente interrupciones del servicio del ONP por protestas sociales, tal como hoy, frente a un gobierno incapaz de imponer la ley y el principio de autoridad. El tema se agrava aún más, al haberse reducido dramáticamente las reservas probadas de petróleo y su producción, lo que nos ha llevado a que la máxima producción pueda alcanzar hasta 50 mbpd, si todos los lotes del área estuvieran listos para producir, lo que a la fecha es de cerca de 35 mbpd.

No es el tiempo de discutir la conveniencia o no de la construcción de la nueva refinería de Talara,  porque ya el asunto hoy día es, que después de 7 años de construcción, dentro de uno o dos años completaremos una refinería construida para refinar 95 mbpd y desulfurar petróleo, incluyendo petróleo pesado, como el que fuera parte de nuestras reservas del lote 1-B, lo que hizo que la inversión se eleve a US$7 mil millones.

El problema del Perú es que, no hemos tenido en las últimas décadas un solo gobierno capaz de generar una visión de largo plazo para el país. Ni siquiera alguien capaz de plantearse un “proyecto petrolífero nacional” y convocar en torno a ese proyecto. En cambio, el Estado se ha involucrado en inversiones desordenadas y con absoluto desconocimiento de la actividad.

Quienes conocen la industria extractiva, saben que lo primero que se debe hacer, es exploración y desarrollo, que pruebe reservas y permita asegurar la producción futura que genere un retorno económico, capaz de pagar la gran inversión inicial, incluyendo la refinería y no al revés, como el error de 1897.

Hoy el dilema del Perú es, si queremos o debemos insistir en la industria petrolífera, considerando que contamos con un formidable activismo y oposición social, que impide y dificulta al máximo las exploraciones, perturba las operaciones, sabotea el ONP, que requiere una inversión que podría llegar a US$1,600 millones, para seguir operando razonablemente. Es fundamental reconocer, que el ONP es indispensable si queremos convencer a cualquier compañía para que venga a explorar y luego explotar cualquier descubrimiento que pudiera darse. Sin garantizar la existencia del ONP, no hay posibilidad de atraer inversión en exploración a la zona nor oriental del Perú. De otro lado, si la decisión nacional fuera, que no queremos industria petrolífera, deberemos invertir cerca de US$800 millones en retirar el ONP y en remediar los pasivos ambientales generados en más de 40 años de operación.

Debemos considerar, que los precios del petróleo no están en sus mejores niveles, que el Perú no tiene una historia de éxito en la exploración petrolífera, que la historia política del Estado peruano relacionada a hidrocarburos ha sido demostradamente inadecuada (en lo tributario como lo muestra la reseña histórica y en lo ambiental, como se ve hoy en las imposiciones de OEFA a Pluspetrol respecto  de la remediación de pasivos ambientales anteriores a sus contratos), que estamos teniendo una tremenda propensión al populismo en todos los sectores políticos, que se está generando para los inversionistas una seria inestabilidad política, que si no corregimos, se irá acercando a lo que tuvimos entre los años 1968 y 1993, que la industria extractiva es “la presa preferida” para los políticos populistas y las ONGs ambientalistas y que en el Perú no se respeta la ley, ni el principio de autoridad.

¿Qué debemos hacer? En lugar de tontear, como lo han hecho políticos inútiles esta última década, debemos estudiar el problema, analizar nuestras opciones, definir lo que le conviene al Perú y ponernos a trabajar para lograr el objetivo. Pero, sobre todo, asegurarnos que el Perú se gane el respeto internacional, por su seriedad y se convierta nuevamente en un destino de inversiones atractivo para los capitales, que servirán para nuestra reactivación post COVID y que al venir acompañados de oportunidades de negocio y de tecnología muy útil para nuestro desarrollo, nos plantearían un mejor horizonte. Lampadia