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APPs: La solución a nuestra brecha de infraestructuras

La semana pasada se llevó acabo el III Congreso Internacional de Gestión e Infraestructura 2017, organizado por AFIN. Durante dicho evento, EY Perú (Ernst & Young) y AFIN publicaron el informe “Reflexionar hoy para construir el mañana – Mecanismos de inversión en infraestructura para un desarrollo sostenible”, el cual propone un ‘plan nacional de infraestructuras’ que utilice las Asociaciones Público-Privadas (APPs) para contribuir a la provisión de servicios públicos y equiparlos con infraestructuras modernas o para modernizar las existentes.

La verdad es que cerrar nuestras brechas de infraestructuras es una de las tareas pendientes más importantes. Según el informe, “debemos sostener un ritmo de inversión de al menos 6% del PBI cada año, durante unos diez años seguidos, para cerrar la brecha de infraestructura estimada en US$160,000 millones y salir de la pobreza”.

Eliminar las brechas no solo permite mejorar la competitividad del país y reducir los costos de transacción de las empresas, también democratiza el acceso de los pobres al mundo moderno, dándoles acceso a electricidad, caminos y telecomunicaciones, por lo tanto, cerrarlas con prontitud, es un objetivo social ineludible.

Por su importancia como política de Estado, es indispensable que el ‘plan’ trascienda los diferentes periodos de gobierno, con un portafolio de proyectos sólido, que genere la escala necesaria para interesar a los inversionistas institucionales y coloque al Perú en el mapa de países atractivos para invertir en infraestructura.

Como los gobiernos no tienen la capacidad financiera para superar estas brechas, es indispensable recurrir al sector privado. Para esto, el mecanismo más adecuado es mediante las APP (Asociaciones Público Privadas). Según el informe, “el Perú necesita desarrollar tanto obras públicas como APPs en el futuro, porque éstas permiten optimizar la utilización de recursos fiscales escasos y aseguran la buena operación y el mantenimiento de la infraestructura a lo largo de 30 años de concesión”. En este sentido, las APPs continuarán siendo en los años venideros un factor sumamente importante para satisfacer las necesidades básicas de la población y su conexión al mercado. La experiencia acumulada puede servir para estandarizar y mejorar la preparación de los procesos y los contratos de APPs, y acortar el tiempo que toma iniciar las obras tras la firma del contrato. Se puede hacer bastante para atraer más postores de primera línea, con procesos transparentes.

En los últimos tres años se invirtió en promedio el 4.8 % del PBI. Y, en 2016, en el año electoral, se invirtió tan solo el 4.2 %. Como afirma EY Perú, “no solo es importante incrementar este porcentaje, sino realizar un gasto eficiente en obras de infraestructura”. Como se puede observar en el cuadro inferior, el gasto presupuestal en 2016 alcanzó la suma de 26,871 millones de soles, de la cual 22,530 millones se destinaron a obras públicas directas (84%) y 4,341 millones (16%) al cofinanciamiento de Asociaciones Público Privadas (APPs). 

Como se puede ver en el siguiente gráfico, en el Reino Unido, donde se mantiene al día el desarrollo de infraestructuras, la inversión pública directa se limita a un 13%, y el resto 87%, lo desarrolla la inversión privada, ya sea directa, por iniciativas privadas o mediante APPs.

Para el Perú, la propuesta de AFIN contempla la participación del sector privado en un 40%: 

Sin embargo, el gobierno no logra invertir alrededor de US$3,000 millones de promedio al año. Según AFIN, en 2016 lo que no se gastó (S/12,642 millones), es casi 3 veces lo que se gastó en APPs cofinanciadas (S/4,341 millones).

En resumen, los gobiernos locales y regionales gastaron el 67% del total devengado en el 2016. Entonces queda claro que un reto importante que enfrenta el país es implantar un sistema de control y seguimiento del avance y la calidad en la ejecución de los miles de obras públicas. Por lo tanto, la selección y priorización de proyectos necesita institucionalizarse con criterios exclusivamente técnicos, considerando tanto el impacto social como el económico de proyectos que contribuyan al cierre de brechas, evitando la interferencia política.

Una de las áreas más importantes de necesidades de desarrollo de infraestructuras es la de los servicios de saneamiento, capturados desde siempre por la política del absurdo: ‘priorizar a los trabajadores del sector sobre los usuarios-ciudadanos’. Los servicios de agua y desagüe están capturados por mafias, que hasta heredan los puestos a sus familiares y, absurdamente, es más importante quién presta el servicio: El Estado versus el sector privado (esa suerte de fuerza de invasión extranjera, según el ‘populismo del agua’). Veamos un resumen de las necesidades insatisfechas:

Sin embargo, las paralizaciones de obras se multiplican es en el sector de agua y saneamiento. Según el informe, existen 142 proyectos de obras de agua y saneamiento por un importe superior a S/1,159 millones, que están paralizados.

El rol de las APPs en los proyectos de infraestructuras

Tradicionalmente, el financiamiento de las infraestructuras ha quedado en el ámbito del sector público, pero ante la envergadura del reto y el desarrollo de esquemas contractuales eficientes entre el sector público y privado, han tomado mucha relevancia las APPs, los cofinanciamientos y las iniciativas privadas, lamentablemente más en la teoría que en la práctica. Justamente las APPs para la ejecución de obras de infraestructura social se caracterizan por ser proyectos de alta rentabilidad social, pero baja rentabilidad privada. Debido a lo anterior resulta necesario el cofinanciamiento por parte del Estado para captar el interés del sector privado por dichos proyectos.

Una de las mayores ventajas de los contratos de concesión de infraestructuras es que incluyen las provisiones necesarias para el mantenimiento de las instalaciones correspondientes, con lo cual queda asegurada la calidad de los servicios en el tiempo y evitándose los desastres históricos en los que se rehacía las mismas obras varias veces por el típico abandono en su mantenimiento.

Según el informe de EY Perú (Ernst & Young), existen cinco tendencias clave que todos los Gobiernos deben considerar:

  1. Incentivos para desplegar el modelo APPs
  2. Estandarización de principios, procesos y documentos
  3. Intervención proactiva en los mercados de capital
  4. Evaluación del Valor por Dinero
  5. Evaluación retrospectiva de los proyectos de APPs y la contratación

En Lampadia hemos insistido varias veces en la necesidad de ser ambiciosos e imaginativos para cerrar las brechas de infraestructuras en el menor plazo posible. Ver: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones y Estrategia para el financiamiento de las Infraestructuras. En esencia, nuestra propuesta pretende inyectar unas chispas que enciendan el debate sobre cómo financiar nuestros requerimientos de infraestructuras aprovechando las condiciones estructurales, favorables de nuestra economía.

En abril del 2014 propusimos una estrategia para financiar la brecha de infraestructuras. Ver: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones. Pero parece que los gobiernos no muestran mayor interés por evaluar ideas de los ciudadanos. Siendo este un tema vital para el futuro del país, trataremos de hacer una mejor explicación de la propuesta. Lampadia




Las dos caras de la desigualdad en el mundo

Tras el ascenso en la tendencia populista en el mundo, es oportuno examinar los vínculos entre el populismo y el malestar socioeconómico. Donald Trump y muchos otros líderes populistas regularmente hacen una conexión entre una “élite” interesada sólo en enriquecerse a sí mismos y a sus (ricos) partidarios y la marginación de “trabajadores”.

El populismo es un término utilizado para describir un movimiento político que busca movilizar a las masas que se sienten alienadas e incluso resienten a las élites que creen que sólo están actuando para sus beneficios personales. El líder populista no tiene necesariamente ninguna ideología. Su objetivo es movilizar y unir a las masas. Y su manera de obtener más seguidores es mediante la manipulación del descontento de los segmentos más afectados. Fenómeno que curiosamente se está dando en los países ricos de Europa y EEUU.

Fuente: incomprendeus blogspot

El populismo se vuelve atractivo para las personas cuando existe la percepción de que las instituciones políticas tradicionales no han logrado cumplir la promesa de mejorar su calidad de vida. Esta percepción se amplifica cuando la mayoría ve que una pequeña clase de élite se está haciendo más rica mientras sus ingresos se estancan o aumentan a tasas muy bajas.

Recientemente, el Financial Times publicó un cuadro (que reproducimos líneas abajo) que muestra el crecimiento del ingreso disponible real de los principales países después de la crisis financiera del 2008-09. Entre 2007 y 2014, en España e Italia, el ingreso real disponible de los segmentos más pobres cayó en mayor medida que los de los más ricos, pero la caída más dramática se dio para las clases medias. Los ingresos de los más pobres también cayeron en Estados Unidos, donde el ingreso del 10 % más rico de la población aumentó. En Francia y Holanda, sin embargo, los hogares con altos ingresos vieron caer sus ingresos más abruptamente que los de los más pobres.

Esto expresa en cifras uno de los elementos han venido generando un amplio descontento en los países más ricos del mundo, donde el 10% más rico se ha hecho más rico, y los más pobres se han empobrecido aún más (como el caso del Reino Unido y EEUU) o donde los ingresos de todos se han reducido considerablemente (como Italia y España).

Sin embargo, la culpa no es de la globalización. Y mucho menos se puede afirmar que esta situación se puede generalizar a todo el mundo. El aumento de la desigualdad es un fenómeno de Europa y EEUU. En el Asia se ha dado todo lo contrario, un crecimiento muy grande de la clase media y una notoria disminución de la desigualdad. Lo mismo ha pasado en el Perú durante los últimos 25 años.

Contrariamente a la prédica de los nuevos líderes del populismo, la desigualdad, producida en buena medida por la pérdida de empleos manufactureros, no se debe a la globalización ni el comercio internacional. Según los últimos análisis, la pérdida de empleos se debe hasta en un 80% a la automatización (robots e inteligencia artificial).

El 2016 ha sido un año de grandes cambios en dirección del populismo.

Absurdamente, todos los días empeoran las críticas a la globalización y el libre comercio y, aún peor, se generalizan realidades muy diferentes entre los países más ricos y los países en desarrollo. Estos argumentos, muy mediáticos, son las nuevas banderas de la ola de populismo que aqueja a las democracias occidentales más desarrolladas.

Como hemos comentado anteriormente en Lampadia, un factor que no se menciona en los rebotes periodísticos es el de la ‘cuarta revolución industrial’, que ya empieza a mostrar sus impactos en la composición del empleo. Europa no llega a resolver la caída del empleo y es probable, que mientras continúe sobre-regulando e inhibiendo la innovación, no pueda corregirla. El tema anti comercio internacional y anti globalización es muy peligroso para países como el Perú. Ver en Lampadia: El sándwich que amenaza a los países emergentes

Felizmente, en las temidas elecciones de ayer en Holanda, fracasó el candidado populista, el extremista Geert Wilders. Líneas abajo reproducimos el despacho de El País de España.

Rutte proclama su victoria: “Hemos derrotado al populismo equivocado”

El partido del primer ministro obtiene una clara victoria frente al del ultraderechista Wilders

El primer ministro, Mark Rutte, celebra su victoria electoral en La Haya. Fuente: infobae

El partido de Mark Rutte, el primer ministro de Holanda, revalidaría su victoria con 31 de los 150 escaños según las encuestas a pie de urna. El partido antieuropeísta de Geert Wilders (PVV) solo obtendría 19 escaños, frente a los más de 25 que le otorgaban la mayoría de encuestas. Los democristianos (CDA) y los liberales de izquierda (D66) podrían superar al partido de Wilders. El partido ecologista (GroenLinks) multiplicaría por cuatro su actual representación y lograría el mejor resultado de su historia. Los socialdemócratas (PvdA), socios minoritarios en la actual coalición de Gobierno, sufren un varapalo histórico y perderían 29 escaños (de 38 a 9). Si se confirman los pronósticos a pie de urna, será necesaria una coalición de al menos cuatro partidos para poder formar Gobierno. La participación ha sido del 82%, la más alta desde 1986, según IPSOS.

Debemos tener una mejor clase dirigente y medios de comunicación para que, con compromiso cívico y pensamiento crítico, nos ayuden a evitar que poblaciones poco informadas caigan en las trampas políticas del populismo que nos acecha.  Lampadia




Cuidado con terminar desbaratando el crecimiento

Este 2017 comenzó con un anuncio del Banco Mundial que proyectaba un crecimiento del PBI del Perú de 4.2% para este año, con lo cual nuestro país se consagraría como la nación con la mayor expansión de la región, en un contexto de recuperación económica mundial y de la región latinoamericana. Sin embargo, esto ha venido de caída en las últimas semanas. Para febrero, seis entidades ya habrían reducido su previsión de crecimiento para el presente año, a cifras de aproximadamente 3.5%. Esto crea dudas de si siquiera llegaremos a un pobrísimo 3%. La situación es pues, verdaderamente grave, el Perú está saliendo consistentemente de su positivo ciclo de inversión y expansión. Ver los cuadros siguientes.

Como afirmó Gianfranco Castagnola en su columna La corrupción pasa la factura a la economía, “la divulgación a fines de diciembre de sobornos pagados por Odebrecht a funcionarios peruanos abrió una caja negra de imprevisibles consecuencias políticas e institucionales, que pasará la factura a la actividad económica. En el último trimestre del 2016 el PBI no primario –que excluye a las actividades extractivas– creció en menos de 1%. En el primer semestre lo había hecho a más de 3% y en el tercer trimestre a 2%. La tendencia se había acentuado a fines de año, producto del ajuste fiscal –de oportunidad y magnitud discutibles– que aplicó el gobierno, que significó una retracción de la inversión pública en 24%.”

El quiebre del ciclo de inversión y crecimiento

Más allá de la declinante proyección del crecimiento para el 2017, lo que más importa y más destruye valor es la proyección de crecimiento al mediano y largo plazo. En este aspecto, después del gobierno anti inversión privada de Humala, el gobierno de PPK estaba llamado a cortar la inercia de empobrecimiento de la economía, pero decidieron no hacerlo, pues para ganar las elecciones vendieron su alma al demonio.

PPK y su equipo, no solo le abrieron todas las puertas a las izquierdas, los porta estandartes anti inversión privada (ver en Lampadia: El 67% de los peruanos votaron por construir sobre lo avanzado), también tiñeron el gobierno de continuidad, 50% del equipo de transferencia fueron funcionarios del gobierno de Humala y 39% de los vice ministros de PPK venían del gobierno anterior, pero lo peor de todo, es que no supieron explicarle al país porque se cortó el crecimiento y la inversión desde el 2011 y sus efectos en el deterioro de los indicadores económicos y sociales, además, por supuesto, de nuestras capacidades para recuperar el crecimiento. Ver en LampadiaEn el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo

Tampoco se explicó la importancia de la inversión minera, la más afectada por la ideología anti inversión de Humala. No se hizo un balance de beneficios a aprovechar y cuidados a tener. No se convocó al país a marcar distancia con las campañas anti minería de orientación política y a defender la inversión fijando parámetros ambientales y sociales cuidadosos que el gobierno se comprometía a imponer a cambio del apoyo a los proyectos.

Así, no solo continuó la conflictividad anti minera, se agravó, y se proyectó al sector turismo en el acceso a Macchupichu, el ‘pet project’ de los 7 millones de turistas de PPK.

Sin el control de la conflictividad anti minera, no habrá capacidad de generar el crecimiento necesario para tener los recursos suficientes para abordar la inmensa tarea de remontar las brechas económicas y sociales que aún nos lastran, ni la tranquilidad política para llevar a cabo las reformas institucionales programadas y reclamadas por la sociedad.  

El ajuste del año 2017

El crecimiento de corto plazo se ha visto afectado severamente por el error del MEF de interpretar equivocadamente el déficit fiscal (por efecto de la devolución de IGV a Las Bambas). El corte del gasto público para del 2016, no solo afecta el aporte del sector público, da una pésima señal de expectativas al sector privado, que se ajusta inmediatamente. Hoy ya tenemos titulares que anuncian el alargamiento de los plazos de pago a proveedores de hasta 120 días. Un primer síntoma del corte de la cadena de pagos, que debe ser combatido de urgencia.

Es el colmo que no hayamos aprendido nada de errores similares del 2008 y 1998. (Ver en Lampadia:¡Qué “calato”… ni que ocho cuartos!).

¿A qué otro factor se debe este ajuste a la baja? Principalmente a los problemas en la industria minera. En 2016, la minería aportó el 60% del crecimiento del PBI (casi 2% del 3.8% total de expansión del PBI). Este año, Credicorp afirma que sería de solo un 20%, o 0.7% del PBI. En general, la menor contribución se debe a que las grandes minas de cobre, como Las Bambas y la ampliación de Cerro Verde, ya alcanzaron sus niveles máximos de producción.

No es fácil ser un país desarrollado, no podemos perder más tiempo

El Perú necesita un mayor crecimiento para cerrar nuestras brechas. Hace poco, Liliana Rojas-Suárez, reputada economista peruana, publicó un análisis muy oportuno sobre el ritmo de crecimiento necesario para que el Perú pueda cerrar las brechas de ingresos con respecto a los países más avanzados (que compartimos líneas abajo). En un primer caso, con respecto al conjunto de los países más avanzados y en un segundo, con respecto a aquellos países que alcanzaron el status de avanzados recientemente. Como puede verse en el siguiente cuadro resumen de los escenarios analizados por Rojas-Suárez, al ritmo actual de crecimiento de la economía, de alrededor de 4% anual, necesitaríamos entre  78 y 25 años para nivelarnos con los más avanzados o con los que recién lo lograron,  respectivamente. Si crecemos a un 7% anual, necesitaríamos entre 28 y 13 años para nivelarnos.  Ver en Lampadia: La importancia y dificultades de crecer alto y sostenido.

Lo que no podemos hacer es seguir sin sentido de dirección y dejando todos los espacios vacíos para que sean llenados por los enemigos de la inversión privada y el crecimiento. Esperamos una reacción inteligente e inmediata del gobierno para retomar la senda de la prosperidad. Lampadia