1

EL BONO EDUCATIVO EXTRAESCOLAR

EL BONO EDUCATIVO EXTRAESCOLAR

El siguiente artículo del especialista en educación del Perú, León Trahtemberg, nos explica las limitaciones que afectan a la educación pública en el país y, plantea la posibilidad de buscar un desarrollo paralelo a la educación formal, que seguramente tardaremos en poner al nivel requerido. Trahtemberg, como todo innovador de nota, sabe salir de los límites de los cuadrados que encierran los análisis tradicionales para plantear soluciones ingeniosas y disruptivas.

En este caso nos dice que mediante asociaciones público privadas con municipios y universidades o institutos de educación superior, se podrían generar procesos de formación complementarios que puedan apuntar a llenar los vacíos de la educación formal, que con metodologías modernas, eficaces y empáticas a los niños, puedan difundir habilidades blandas, aprendizajes multidisciplinarios, los deportes y las artes, que generen capacidades valoradas por los estudiantes. Este esquema puede efectivamente dar cuerpo a una gesta de la sociedad por la educación, sin tener que pasar por las garras de la burocracia estatal.

Esta inspiradora idea de León Trahtemberg tiene además, un tremendo potencial global en relación al futuro del empleo en el mundo, una vez que se asiente la ‘cuarta revolución industrial’. Como hemos informado varias veces (ver los informes en nuestra biblioteca virtual: Revolución Tecnológica), con el avance de la robótica y de la inteligencia artificial, se habla de eventuales altísimos niveles de desempleo en sociedades de alta productividad, con recursos económicos para sustentar a su población, pero sin capacidad de ofrecer quehaceres satisfactorios en el día a día. La idea del ‘bono educativo’ permitía también organizar respuestas masivas para promover las artes, los deportes, la investigación científica, etc., etc., entre poblaciones que deberán alcanzar una suerte de ‘ocio productivo y gratificante’.

Agradecemos a León Trahtemberg que haya compartido con nosotros sus ideas sobre cómo complementar la formación escolar de nuestros niños.   

León Trahtemberg

26 de julio de 2016

 

¿Qué país de América Latina tiene una educación pública con futuro auspicioso? Ninguno. Las comunidades educativas de todos los países se quejan por su deficiencia e incapacidad de dar buena educación a sus alumnos para lidiar con  las exigencias de su tiempo. Las gestiones ministeriales hace casi 40 años intentan hacer viable el mismo modelo educativo necrosado, sin mayor éxito.  

Mientras los gobernantes, burocracias ministeriales y sindicatos magisteriales encuentran la cuadratura del círculo y concuerdan con alguna fórmula mágica, quizá haya que ir pensando en darles una opción educativa extracurricular a los niños y jóvenes, que no dependa del aparato formal ministerial ya existente. Podría ser un sistema de educación complementaria, regida por una entidad privada diferente al ministerio de educación, que ofrezca un abanico completo de actividades educativas extracurriculares, de refuerzo y complemento, presenciales y virtuales, a las que pueda acceder todo niño peruano tanto en época de clases como fines de semana y vacaciones mediante un “bono educativo extracurricular”. Allí podría desarrollar sus capacidades sin que ello dependa exclusivamente de las clases y profesores de la escuela pública formal oficial.

Esta no necesariamente anda mal por culpa de los profesores (hay muchísimos que son competentes, dedicados, responsables y hasta sobresalientes), sino por falta de visión, creatividad y voluntad innovadora de los gobernantes, congresistas y las burocracias oficiales.

Agreguemos a eso que buena parte de la educación privada latinoamericana también languidece por estar basada en modelos educativos retrógrados e inviables para nuestros tiempos, que siguen basados en la idea de que la escuela es una cárcel con reglas autoritarias y represivas en la que está prohibido disfrutar y lo que es peor, pensar. Por ello muchos jóvenes de sectores privilegiados ya acuden a las mil formas de esta educación complementaria. Casi no hay niño que no haga alguna actividad extracurricular en la cual realmente disfruta, a diferencia de su sentir en el horario escolar cargado de clases insufribles, exámenes, notas, tareas, trabajos y pruebas.

Darle a los niños y jóvenes la opción de asistir a actividades educativas complementarias de alto nivel, diferentes a las convencionales, puede abrirles las puertas mentales, corporales, expresivas y emocionales que la educación tradicional les cierra.

¿CÓMO OPERATIVIZARLO?

Imaginemos una provincia cuyo municipio, en asociación pública-privada con los gremios empresariales y universidades e institutos superiores, ofertara a los escolares de su provincia un menú de infinidad de actividades extracurriculares que no dependan del ministerio de educación ni de la contratación de profesores titulados del escalafón oficial que  laboran en la escuela pública (aunque no se excluye contratar a algunos en régimen privado). Actividades deportivas de toda índole, talleres de ciencias, todas las artes, estudio de la naturaleza, experimentos científicos, club literario para aficionados a escritores, artesanía, carpintería, joyería, fotografía, diseño gráfico, diseño utilitario, informática, diseño de aplicaciones para móviles, robótica, arqueología,  periodismo, etc.  Todos ellos a cargo de profesionales del área que no necesitan título pedagógico para tal función.

El objetivo es que cada escolar escoja aquello en lo que disfruta y siente que tiene éxito, cultive sus fortalezas (a contrapelo de la escuela en la que se suele señalar sus debilidades golpeando su autoestima) y vaya encontrando su pasión. Habrá aquellos que se vuelvan tan solventes en la actividad que al terminar la secundaria podrían haber adquirido una habilidad u oficio que les ayude en su sostenimiento económico e inserción en el mercado laboral o gestación de su pequeña empresa.

Cada alumno (sea de colegio público o privado, que tienen iguales derechos como residentes de la provincia, lo que además facilitaría el encuentro entre ambos cosa que usualmente no ocurre en nuestro país) recibiría un carnet (en forma de tarjeta de crédito) por medio del cual tendría el derecho a consumir gratuitamente 40 horas semanales de las actividades en las que se haya inscrito. Cada trimestre podría cambiar de actividades o continuar en las mismas perfeccionándose.   

Si queremos ser más ambiciosos aún podríamos extenderlo para que también los adultos de la provincia tengan derecho a tomar parte de los talleres en un  horario especial para ellos.

Esto daría trabajo a gran cantidad de profesionales o especialistas en todos estos campos, especialmente jóvenes, y daría una opción a tantos niños y jóvenes que si encuentran actividades educativas con sentido que los incluya en la comunidad, podría alejarlos de la tentación de dedicarse a vicios o fechorías propias de los jóvenes que no se ubican dentro de los marcos sociales convencionales. 

El alcalde provincial que se atreva a hacer algo así tendría un enorme prestigio social y tendría la satisfacción de que los municipios puedan aportar de manera significativa a la formación de sus vecinos y a la generación de empleo para los jóvenes de su jurisdicción. Si para ello hay que dar algunos incentivos tributarios municipales a las empresas e instituciones educativas que participen, además de los propios recursos de responsabilidad social de las empresas y algo más del presupuesto municipal, bien valdría la pena. Es sólo cuestión de hacer números, costos, y diseñar una logística apropiada.

¿Viable?

Tenemos la obligación de pensar en fórmulas originales porque las que corresponden al pensamiento convencional tradicional no dan (ni parece que van a dar) resultados satisfactorios. Ésta es una de ellas.

Lampadia




OCDE: Un traje grande que se pone con calzador

El ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura, anunció en el Foro “Perú camino a la OCDE: Retos y Desafíos” (organizado por EY y Confiep) que se espera que en el 2019 Perú pueda ingresar a la  Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el club de 34 países desarrollados comprometidos con la economía de mercado y con sistemas políticos democráticos, que en conjunto representan el 80% del PBI mundial. De lograrse el acceso, este sería un hito más en la construcción de nuestro camino hacia el desarrollo y la opción por que ese desarrollo se adorne con las mejores prácticas de los países miembros.

La OCDE sería un socio estratégico de los tomadores de decisiones sobre las complejas políticas públicas en las tareas de promover reformas estructurales. Así mismo tendríamos acceso a un foro donde los gobiernos comparan, intercambian experiencias en políticas públicas, identifican mejores prácticas, promueven decisiones y recomendaciones, y mediante esos y otros instrumentos legales, acuerdan y se comprometen con estándares de alto nivel técnico y avanzada voluntad política. Para ello, el diálogo, el consenso, las evaluaciones y las revisiones entre pares conforman el núcleo del trabajo de la OCDE, la que constituye una de las fuentes más grandes y confiables a nivel internacional en los ámbitos de las estadísticas y de la información económica y social.

Recordemos que el Perú viene trabajando en el “Programa País” de la OECD, un novedoso mecanismo de la organización al que fuimos invitados por su Consejo tras la reunión de los ministros de los países miembros de Mayo 2014. Este programa consiste en 60 acciones enmarcadas dentro de 18 proyectos que deben aplicarse en los próximos años en materias de inclusión social en la economía (educación, salud), competitividad y diversificación económica (reducir la informalidad, fortalecer el sistema tributario), sanción a la corrupción (credibilidad institucional) y uso sostenible de recursos naturales.

En el foro, Segura destacó el buen trabajo realizado con el Programa País, ya que el Perú presenta muchos avances y ha venido incorporando los estándares requeridos por la OCDE, los cuales son evaluados de cerca por el organismo (mediante 18 revisiones de políticas). Resaltó que somos el primer país no miembro en solicitar adhesión a los Códigos de liberación y la Recomendación de Gobernanza de APPs. De esta manera, se fortalecerá la confianza de los inversionistas e impulsará el mecanismo de APP de manera responsable contribuyendo al desarrollo de infraestructura y servicios públicos para nuestros ciudadanos.

La ejecución del Programa País nos permitirá incorporar en la administración pública las buenas prácticas, estándares y códigos de los miembros de la OCDE, en temas como lucha contra la corrupción, gobernanza pública, políticas de desarrollo de la productividad, y desarrollo territorial, entre otros. Los ejes de trabajo son:

  1. Identificación de barreras al crecimiento y desarrollo. Busca identificar la dinámica económica y social que restringe el crecimiento y desarrollo, y redefinir las políticas públicas para afrontar la baja productividad, la informalidad, entre otros temas.
  2. Mejora de la institucionalidad y gobernanza pública. Busca identificar las “fallas del gobierno” en el diseño, implementación y evolución de políticas públicas, así como mejorar la interacción del gobierno y sociedad civil.
  3. Fortalecimiento de la productividad y capital humano. Busca mejorar la productividad de la economía, mejorar el entrenamiento de la fuerza laboral y reorientar la educación hacia las necesidades del mundo moderno.
  4. Transparencia del Estado y lucha contra la corrupción. Busca incorporar las mejores políticas de transparencia y rendición de cuentas en las instituciones públicas, así como la lucha contra la corrupción.
  5. Mejora de los estándares ambientales. Busca implementar políticas que tenga un balance óptimo entre el manejo de los recursos naturales y el impulso productivo en nuestra economía.

Según Segura, el camino adoptado por el Gobierno del Perú constituirá una ventaja para el país respecto a sus pares de la Región, contribuyendo al desarrollo de infraestructura y servicios públicos para nuestros ciudadanos, potenciando tanto la producción como la provisión de bienes públicos.

Es importante notar que entre los avances del Perú se encuentra el hecho de que fuimos reconocidos como “co-chair” del Programa Regional para América Latina y el Caribe de la OCDE, además de ser anfitriones en varios eventos como la Junta de Gobernadores, reuniones APEC, entre otras.

Del mismo modo, según varios estudios importantes (muchos están en el proceso de publicación), el ministro afirma que “a pesar de que se clasifican los documentos oficiales, sabemos que la OCDE ha evaluado los progresos realizados por el Perú y otros dos países, y nuestro país obtuvo una calificación aprobatoria”.

El cumplir con estas medidas fomentará una mayor inversión privada, el fortalecimiento de las instituciones y eliminará trabas burocráticas. El ser miembro de la OCDE es el mejor certificado de buena conducta económica que cualquier país puede ostentar, sobre todo para atraer inversiones y ser un país más predecible con un buen nivel institucional. Este organismo es un socio estratégico para promover reformas estructurales y es además, un foro donde los gobiernos pueden comparar y compartir experiencias de políticas públicas, identificar las mejores prácticas y promover  recomendaciones. (Ver en Lampadia: Un Grupo al que el Perú debe entrar).

También resalto que el involucramiento del sector privado es clave en un proceso de reformas que contribuya a la implementación de los principios de los miembros de la OCDE. La aplicación de estándares OCDE en temas de Gobierno Corporativo, Lobbies, transparencia, entre otros, genera mayor confianza en las empresas que quieran hacer negocios en el país.

Los países entran a la OCDE primero como observadores, luego invitados y finalmente como miembros. En la conferencia, Segura señaló que el ingreso de Perú como invitado debería darse a mediados del próximo gobierno.

También indicó que hay factores externos no controlables: la evaluación implica una aceptación unánime de los miembros de la OCDE y es un proceso de acceso geopolítico y los miembros tienen que decidir ampliar el acceso en primer lugar. “Lo único que podemos hacer de nuestro lado es estar listos para que cuando entre la siguiente camada, el Perú esté ahí”. Además, explicó que se requerirá el compromiso del próximo gobierno para continuar la agenda del ‘Programa País’. Algo clave para precipitar la invitación para acceder a la OCDE.

Ingresar a este organismo nos permitiría afianzar nuestras políticas públicas y adoptar normas y regulaciones pro-desarrollo que nuestros ciudadanos podrán entender en el contexto del desarrollo global, lejos de la dialéctica política local y, además, nos permitiría  aprovechar las experiencia de sus miembros.

Los avances del Perú en la integración de su economía al mundo global desde la reinserción de la economía de los años 90, su consolidación con los tratados de comercio y el acceso a los nuevos foros comerciales, cómo APEC y la formación de la Alianza del Pacífico, nos han permitido llevar nuestras exportaciones desde los US$ 3,000 millones que exportábamos a inicios de los 90, hasta los US$ 48,000 que exportamos en 2012 o US$ 33,000 en 2015, después de parar los proyectos mineros.

Más allá de los absurdos reparos al comercio internacional por parte de las izquierdas tradicionales y sus ‘ideas muertas’ del pos-extractivismo, este proceso de integración comercial ha contribuido notoria y claramente al crecimiento de la economía, reducción de la pobreza y desigualdad, que nos permiten ahora, tener la base para ambicionar el ingreso de nuestro país al más exclusivo club de los países que combinan desarrollo económico con institucionalidad y democracia. 

Lampadia




Un futuro de emprendedores y redes de negocios

Un futuro de emprendedores y redes de negocios

Cada vez más y más empresas empiezan a enfocarse en compartir recursos, utilizando la tecnología para conectar a individuos y maquinarias para lograr un objetivo común.

Los ejemplos más prominentes de la aglutinación de recursos de muchos jugadores son Uber y Airbnb. Al igual que con la mayoría de las empresas que salen de Silicon Valley, utilizan palabras como “revolución” y “movimiento” para describirse. Y es que están revolucionado el conjunto de la economía.

Un reciente artículo de Singularity University, que compartimos líneas abajo, debate  grandes preguntas: “¿Quién gobernará el futuro de la economía- los emprendedores o las mega corporaciones? ¿Se fracturará la economía en trozos cada vez más pequeños o se centralizará en un sistema de el-ganador-se-lleva-todo?”

La respuesta puede ser más complicada de lo que se cree. El artículo augura una economía de empleos temporales (Gig), un entorno en el que las posiciones temporales serán comunes y las organizaciones harán contratos a corto plazo con trabajadores independientes.

Las computadoras y el Internet permiten la organización de miles, incluso millones, de pequeños productores. Esto se debe a que los factores de la producción, que antes estaban fuera del alcance de los emprendedores y de las organizaciones pequeñas, se están haciendo mucho más accesibles para los jugadores pequeños. La tecnología ha ayudado a conectar a las personas que necesitan un producto o servicio con las personas que lo pueden realizar, y a su vez, los que lo ofrecen, pueden haber sido conectados a otros miles de operadores.

El artículo de SingularityHub finaliza diciendo: “No es tanto que las grandes empresas van a desaparecer; es que lo que hacen mejor va a cambiar de una manera radical. Y no todos vamos a ser emprendedores individuales en una economía uniforme de empleos temporales (aunque muchos más lo serán). Será ambos a la vez.”

Este futuro ya está aquí y es necesario adaptarnos a él y tomar un rol activo y provechoso en este nuevo mundo lleno de oportunidades. Lampadia

Un gran cambio está llegando, y podría Uber-tizar industrias enteras

Por Jason Dorrier

SingularityHub, Singularity University

17 de mayo de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

Emprendedores, manufactura exponencial, funciones, futuro del trabajo

¿Quién gobernará la economía en el futuro – emprendedores o mega corporaciones? ¿Se fracturará la economía en trozos cada vez más pequeños o se centralizará en un sistema de ganador-se-lleva-todo? La respuesta, según John Hagel, depende dónde mires.

Hagel es co-presidente del Centro de Deloitte para Edge. En su intervención en la conferencia de manufactura exponencial de Singularity University en Boston, Hagel esbozó una poderosa tendencia económica que su grupo llama “el gran cambio.

Hagel cree que entender el gran cambio es clave para navegar en una economía cada vez más incierta, impulsada por la tecnología digital, la liberalización y la globalización. La cuestión es menos acerca de si el gran cambio está sucediendo y más sobre a dónde nos está llevando. Y de acuerdo con Hagel, dos visiones opuestas compiten por nuestro futuro económico.

Un lado sostiene que el impacto de toda esta tecnología digital es fragmentar todo“. “Todos vamos a convertirnos en agentes libres, independientes- contratistas vagamente afiliados cuando necesitemos proyectos específicos. Pero, básicamente, las empresas son dinosaurios. Vamos a fragmentarnos hasta lo individual. Una economía de ‘gig’, temporalidad al máximo”.

El otro punto de vista sugiere que nos estamos moviendo hacia una economía de el ganador-se-lleva-todo, en la que el efecto de las redes permiten que pocas organizaciones capturen la mayor parte de la riqueza mientras todos los demás son excluidos tengan la mayor parte de la riqueza, mientras que todos los demás están marginados (los Googles y Facebooks del mundo).

“¿Cuál es la correcta?”.

El gran cambio

La centralización del poder corporativo tiene una larga historia en la cultura pop.

No es difícil ver por qué esa visión es preocupante. La historia moderna de los negocios está repleta de legendarios gigantes corporativos. Hace poco más de un siglo, lo fue US Steel, Standard Oil, General Electric y JP Morgan. Hoy en día, es Apple, Google, Microsoft, Exxon Mobil y (todavía) GE.

Pero de acuerdo con Hagel, cuando el mundo entró a la era digital, algo cambió.

En el pasado industrial, las grandes empresas tenían la ventaja. Eran dueños de los factores de producción. Esto incluía bienes de capital, como costosa maquinaria industrial e infraestructuras. Cuanto más se producía, sus costos también se diluían. Reunían a las personas y las máquinas adecuadas bajo un mismo techo para fabricar sus productos.

De alguna manera, era simplemente mucho más fácil y más eficiente coordinar la actividad dentro de una institución que a través de muchas instituciones. Lo ‘grande’ tenía sentido.

En la economía digital, esta lógica no siempre es tan sólida. ¿Por qué? Las computadoras y el Internet permiten la organización de miles, incluso millones, de pequeños productores.

Además, los factores de la producción, antes fuera del alcance de los emprendedores y de las organizaciones pequeñas, se están convirtiendo en mucho más accesibles. En el sector de la tecnología, cualquier persona con las habilidades adecuadas puede escribir y vender una nueva APP (aplicación). Siempre que tengan una computadora y una conexión, un desarrollador de APPs puede hacer y vender un producto en pijama desde su casa.

“En los medios de comunicación digital, todo desde música y vídeos hasta software, se cada vez una fragmentación más dramática de productos debido a que más y más personas pueden participar en una escala mucho más pequeña“, dice Hagel.

Cada vez se pueden hacer más productos físicos de calidad en cualquier lugar también. La digitalización está avanzando hacia áreas como la manufactura.

Para la producción masiva, aún se necesitan fábricas tradicionales; pero, ¿para el desarrollo de productos? No tanto. En estos días, unos US$ 20,000 te consiguen una computadora de escritorio CNC, una impresora 3D y un router, tan preciso como cualquier gran fábrica. O se puede alquilar tiempo de estas máquinas en un ‘creador de espacio’ (maker space). Incluso los superordenadores (en la nube) y otras instalaciones de alta tecnología están al alcance.

“Yo no necesito tener una instalación de chips. Si tengo un diseño de chip un interesante, puedo alquilar la capacidad en las grandes instalaciones de otra persona”, dice Hagel. “Los medios de producción son cada vez más accesibles y asequibles a más y más personas con nuevas ideas creativas de productos.”

Combine la producción cada vez más accesible con plataformas digitales para organizar a pequeños creadores, y obtendrá un nuevo modo de organización económica.

Este es el futuro, tal como lo ve Hagel. Por un lado, el desarrollo y la producción de muchos (no todos) bienes y servicios se fragmentará. La economía (gig) de trabajos temporales se maximizará. Por otro lado, las empresas que enlacen estos fragmentos, van a centralizar aún más.

Los productores se volverán más pequeños, mientras que las empresas que los unen se harán más grandes.

Una economía (Gig) llena de empleos temporales

[Una economía de empleos temporales es un entorno en el que las posiciones temporales son comunes y las organizaciones contratan trabajadores independientes a corto plazo].

No es necesario ir muy lejos para ver los primeros ejemplos de este concepto. En los últimos años, ha habido un sin fin de expectativas (y, a veces controversia) sobre la economía compartida.

Las compañías tecnológicas están siendo valorizadas en decenas de miles de millones de dólares a pesar de que no poseen mucho capital físico. En su lugar, hacen  plataformas de software para juntar y organizar emprendedores.

Uber y Airbnb, son los ejemplos más utilizados, pero no son los únicos.

Como dijo el Wall Street Journal el año pasado, “Ahora, hay un Uber para todo.” Asistentes personales, médicos que hacen visitas a domicilio, servicios de lavandería. Algunos de estos sobrevivirán, muchos no lo harán.

Este es sólo un tipo de plataforma. Otro tipo, más específico para manufactura, une una gran cantidad de jugadores para lograr un objetivo común que no podría completar solo.

En esta área, China e India están a la cabeza, de acuerdo con Hagel. Él da el ejemplo de la compañía de confección de ropa, Li & Fung, cuyos clientes incluyen a Ann Taylor y Calvin Klein. Li & Fung organiza a unos 15,000 socios para tomar pedidos de productos desde materias primas, producción y hasta la distribución global, pero no hacen NADA de estas cosas. Solo organizan la plataforma que permite que todos los jugadores  colaboren.

Hagel llama a estos grandes organizadores plataformas de “extracción escalable”. En lugar de prever la demanda y traer recursos a la producción y distribución, las plataformas de extracción escalables responden a la demanda de forma más flexible, responden a la demanda jalando y uniendo todas las partes y piezas.

“Cuando hablamos de plataformas de extracción escalables”, dice Hagel, “estamos hablando de plataformas que involucran a decenas de miles, cientos de miles, y en un número creciente de casos, millones de participantes, que pueden participar cuando es necesario… donde sea necesario, como sea necesario”.

No es cualquiera o –es, ambos y…

Es tentador ir hacia un lado u otro cuando vemos fuerzas importantes nos empujan en esa dirección. Hagel dice que no es tanto que las grandes empresas van a desaparecer; lo que va a cambiar de una manera radical es lo que hacen mejor. Y no todos vamos a ser emprendedores individuales en una economía uniforme de empleos temporales (aunque muchos más lo serán). Es ambos a la vez.

Veremos la fragmentación y concentración, dependiendo donde miremos. Y críticamente, ambos van a ocurrir en paralelo y se reforzarán y amplificarán el uno al otro.

“No se hubiera dado este grado de fragmentación si no hubieran este tipo de empresas y servicios que concentren, consoliden y apoyen a estos negocios empresas fragmentados”, dice Hagel.

El gran cambio introducirá nuevas oportunidades y desafíos tanto para las empresas como para los creadores. Las empresas tienen que analizar seriamente lo que pasa bajo sus pies, si se trata de fragmentación, tendrán que trazar rápidamente un nuevo curso o correr el riesgo de ser obsoletos. Entre tanto, los individuos tendrán una libertad y flexibilidad sin precedentes. Y al mismo tiempo, la estabilidad y la seguridad de las grandes organizaciones desaparecerán.

Aún así, a pesar de los desafíos, Hagel es optimista.

“Nuestra creencia es el gran cambio, para aquellos que hagan la transición, se abrirá la posibilidad, por primera vez, de un mundo de negocios impulsado por rendimientos crecientes”, dice Hagel. “En el que mientras más participen, y reúnan más experiencias, se creará más valor para todos. Ese es un mundo de negocios muy diferente y emocionante; y estoy ansioso por ser parte de él”

Lampadia




Otro testimonio de filantropía orientado a los pobres

Como hemos reportado en otras ocasiones, la nueva ola de filantropía juega cada día mayores roles en cubrir las necesidades de los más pobres. A diferencia del gran impulso de los icónicos filántropos norteamericanos del desarrollo industrial de EEUU, que dedicaron parte de sus fortunas a crear universidades y centros de pensamiento (think tanks), los filántropos de la sociedad del conocimiento, como Bill Gates, Warren Buffett, Mark Zuckerberg y muchos otros, están concentrando sus esfuerzos muy lejos de sus países, en las personas más pobres y en los países más pobres, empezando en el África.

Anteriormente hemos relievado este desarrollo, al que hemos calificado como: “El circuito virtuoso del capitalismo”. Ver en Lampadia: El Circuito Virtuoso del Capitalismo.

Líneas abajo compartimos la importante nota del diario ‘mancuniano’ (Manchester, Inglaterra) The Guardian, que informa sobre una muy importante APP (asociación pública privada) del gobierno británico con la Fundación Gates:   

Para acabar con la pobreza, pongamos la ciencia en el corazón del desarrollo

La investigación y el desarrollo deben ser aprovechadas para mejorar la vida de los que tienen las mayores necesidades, dondequiera que se encuentren

Publicado en The Guardian

Por Sue Desmond-Hellmann y Nick Hurd

16 de marzo de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

Científicos trabajan en una cura para la malaria en la Universidad de Cape Town en Sudáfrica, 2012. 
Fotografía: Nic Bothma / EPA

Nosotros queremos acabar con la pobreza extrema.

Si estás leyendo esto, estamos seguros de que tu también. Probablemente ya sabes del enorme progreso logrado entre 1990 y 2015, en el cual la tasa global de mortalidad de menores de cinco años, la tasa de mortalidad de la malaria y el número de personas que viven en la pobreza extrema ha sido reducida a la mitad.

Si vamos a acabar con la pobreza extrema, sin embargo, vamos a necesitar más fondos adicionales y un compromiso más profundo. Vamos a tener que poner la ciencia en el corazón del desarrollo internacional.

Es por eso que el Departamento de Desarrollo Internacional (DFID) del gobierno Británico y la Fundación Bill y Melinda Gates, han firmado un acuerdo destinado a usar la investigación, la innovación tecnológica y el intercambio de conocimiento para transformar la vida de las personas más pobres.

Creemos que la ciencia no sólo debe mejorar la vida de aquellos que pueden pagarla, sino también a los que tienen la mayor necesidad, independientemente de dónde se encuentren.

Esta inversión no es sólo altruista.

Como vimos desde el brote de Ébola, y de nuevo con Zika, muchas de las llamadas enfermedades de los pobres no sólo afectan a las personas en tierras lejanas: hacen caso omiso de la clase y el lugar, y golpean cuando estamos menos preparados.

Así que, ¿por qué no hemos logrado cubrir esta necesidad antes?

A pesar del claro racional moral y de la salud pública por la I + D, el ánimo de lucro no está tan claro. Al mercado, por sí mismo, ya le resulta bastante difícil invertir en aventuras de alto retorno y bajo riesgo, peor aún en aquellas en que el paciente es un huérfano de SIDA o una persona con tuberculosis.

La corrección de este problema en el mercado, sin embargo, ha sido un rol fundamental del Estado por generaciones. Como cualquiera que haya visto la serie de televisión ‘Longitude’  sabe, el capital filantrópico y el estado tienen que proporcionar los incentivos para desarrollar una forma de medir la longitud. La investigación financiada públicamente ayudó a crear el Internet y los microprocesadores. Esto condujo a los descubrimientos de la penicilina y anticuerpos monoclonales, que revolucionaron la medicina. Y fomentó una revolución verde que salvó a cientos de millones de personas del hambre.

En todos estos casos,  el Estado y en menor medida los filántropos, reconocieron los enormes beneficios al conjunto de la sociedad.

Hoy en día, creemos que los gobiernos y los filántropos del mundo desarrollado tienen una función similar a la hora de corregir ‘las fallas de mercado’, lo que significa que los bienes públicos más necesarios no se están desarrollando.

La Fundación Gates invierte más de £ 350 millones al año en investigación en salud global y ha invertido más de £ 370 millones en I + D agrícola desde 2008. DfID gasta más de£ 80 millones al año en investigación en salud global y más de £ 80 millones en I + D de agricultura.

Cuando juntamos los recursos podemos tener un mayor impacto.

Un ejemplo es la alianza global para medicamentos veterinarios de ganado, una asociación que hemos cofinanciado desde el año 2008. Entre sus éxitos, ha estado una red de distribución de la vacuna contra la ‘fiebre de la costa oriental’ en Kenia, Uganda, Tanzania y Malawi. Esta enfermedad es la principal causa de muerte del ganado en 11 países de África subsahariana, donde el ganado es un activo crítico. Más de 1.4 millones de dosis han sido vendidas, ahorrando aproximadamente US $ 100 millones en ganado.

La empresa de medicamentos para la malaria (MMV) desarrolla nuevos fármacos y la hemos apoyado desde su creación en 2002. MMV ha puesto en marcha seis nuevos tratamientos, incluyendo Coartem® Dispersible, que fue el primero desarrollado específicamente para el tratamiento de niños pequeños. Desde su lanzamiento en 2009, se han entregado más de 300 millones de tratamientos en más de 50 países.

Gran parte de nuestra innovación conjunta se llevará a cabo en los laboratorios británicos. Con universidades, científicos e innovadores de clase mundial. El Reino Unido es un líder mundial en la investigación y desarrollo para mejorar la salud y el bienestar de las personas más pobres. Ese liderazgo crea puestos de trabajo en el Reino Unido, el cual impulsa el crecimiento y los avances científicos que alimentan otras áreas de la industria y el desarrollo.

También tenemos como objetivo ayudar a estimular el desarrollo de los conocimientos científicos en África. Trabajando con Wellcome Trust (fundación), hemos estado ayudando a desarrollar la ‘alianza para acelerar la excelencia en ciencia en África’. También apoyamos a científicos en cosechas y ganado de 18 países africanos para que puedan acceder a las instalaciones de vanguardia en el centro de ‘Biociencias de África Oriental y Central’ en Nairobi, Kenia.

A través de nuestra continuada inversión en estos bienes públicos globales, estamos seguros de que seremos capaces de mejorar la vida no sólo de los más pobres, sino de todos nosotros.

Lampadia

 

 




Asociaciones Público Privadas: Una solución efectiva ‘HOY’

Asociaciones Público Privadas: Una solución efectiva ‘HOY’

A diferencia del Asia, en América Latina, la política y el manejo de la cosa pública siguen teñidos por las ideologías, básicamente por aquellas que responden a las ‘ideas muertas’, como lo explica Moisés Naím. Ver: El amor a ideas muertas.

Por esa suerte de maldición, es que varios países de la región se encaminaron al llamado ‘socialismo del siglo XXI’ y destruyeron sus economías, empobrecieron a sus pueblos y desperdiciaron los mejores años de crecimiento de la economía global. Esta ideología capturó a buena parte de la región: Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador y Bolivia. 

En el Perú, nos libramos de caer en lo mismo en 2006, cuando el entonces ‘chavista’ Humala perdió las elecciones contra Alan García. Sin embargo, después de ‘aggiornarse’ Humala llega al gobierno el 2011, ya sin las ataduras revolucionarias del socialismo del siglo XXI, pero mantiene una profunda desconfianza en el sector privado que percoló a todos los niveles de la administración pública.

Solo a mediados del gobierno se empieza un cierto acercamiento con el sector privado y se logra instituir las Asociaciones Público Privadas (APP) para permitir que el sector privado pueda, mediante concesiones, invertir, operar y mantener obras de infraestructuras. Es así, que desde 2012 se han presentado 55 iniciativas privadas autosostenibles y 237 iniciativas privadas cofinanciadas, pero solo se llegaron a ejecutar cinco iniciativas privadas autosostenibles, pues la gran mayoría de las demás cayeron víctimas de la maraña burocrática o la desidia del aparato público.

Con mucho nivel de certeza se puede afirmar que esta pobre performance de la ejecución de las APPs se debe a que lo promovido por la mano derecha, ha sido inhibido por la mano izquierda. Producto de esa lejanía del gobierno y la burocracia estatal con el sector privado.

No se quiso entender, como ahora no lo entienden muchos de los candidatos a la Presidencia de la República, que el Perú ha cambiado. Ya no ese pequeño y empobrecido país diseñado por el nefasto velascato, donde lo que predominaba era el Estado, estado de cosas que subsistió hasta 1993 en que aprobamos la nueva Constitución. Ahora, las ‘Medidas del Perú son 90-90-90’.  Redondeando las cifras: 90% del empleo, la inversión y los recursos fiscales provienen del sector privado. Ver en Lampadia: 90-90-90.

Como un ejemplo muy exitoso de las APP que lograron pasar las vallas de la mentalidad estatista, tenemos los hospitales de ‘Bata Blanca’ de ESSALUD:  Alberto Leopoldo Barton Thompson y Guillermo Kaelin de la Fuente. (Ambos iniciados en el gobierno anterior). Ver en Lampadia: APPs en salud: Poniendo a la población por delante y Las APP han generado servicios de salud de alta calidad. Estos son los mejores hospitales del Estado (y probablemente también, del sector privado) que se hayan construido en toda nuestra historia. Pero, ¿ha aprovechado esta experiencia el gobierno para difundirla como ejemplo de lo que significa una APP para la población? No, en verdad está muy escondida de la opinión pública. Lo que es más, el propio ESSALUD no pretende replicar el éxito en los nuevos hospitales, que está desarrollando en la modalidad de ‘Bata Gris’ (que excluyen los servicios médicos).

En otras palabras, en el Perú hemos tenido una experiencia de APP muy exitosa en el tema más sensible a las necesidades sociales: la salud. Pero, ni por eso nos hemos volcado a promover el desarrollo EFECTIVO de las APPs. 

A continuación reseñamos un par de publicaciones del BID sobre la importancia de las APP en el desarrollo urbano.

BID: ¿Cómo financiamos la infraestructura urbana?

9 mayo 2014

Por Juan Ellis J., Coordinador General de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles

“Las agencias internacionales de desarrollo estiman que se requiere alrededor de 5% del PIB para responder a las necesidades anuales de inversión en infraestructuras y asegurar un crecimiento de la economía promedio del 4% anual en nuestra región. Durante el periodo de 2010 – 2012 solo se invirtió un promedio de 2.4% del PIB en la región, incluyendo la inversión pública y privada. Del total de estas necesidades de inversión en infraestructura, los gobiernos sub-nacionales de la región representan aproximadamente el 60% (US$ 150,000 millones, base PBI 2012).

http://blogs.iadb.org/ciudadessostenibles/2014/05/09/financiar-infraestructura-urbana/

Financiando la Infraestructura Urbana en Ciudades Emergentes: Asociaciones Público-Privadas

Por Luis Schloeter

Publicado en el Blog del BID

28 enero 2016

Glosado por Lampadia

(…) Analizaremos las Asociaciones Público-Privadas (APP) como una alternativa para satisfacer la creciente demanda de servicios de infraestructurasurbanos en nuestra región.

Los gobiernos sub nacionales que hayan agotado las fuentes tradicionales de ingresos (por ejemplo, impuestos locales; tarifas a los usuarios; y transferencias), pueden asociarse con el sector privado mediante Asociaciones Público-Privadas (APPs) para traer recursos, experiencia e innovación para la provisión de servicios de infraestructura.

Las APPs son contratos a largo plazo (por lo general duran entre 20 y 30 años) entre entidades públicas y privadas para la prestación de bienes o servicios. Bajo el esquema de una APP, los riesgos del ciclo del proyecto se transfieren al consorcio privado y los pagos se vinculan a la prestación del servicio, que usualmente los cubren los usuarios, el sector público, o una combinación de ambos.

Si la APP se articula correctamente, el consorcio privado tiene todos los incentivos para trabajar de manera eficiente durante el diseño, la construcción, la operación y el mantenimiento del proyecto, reduciendo así sus costos sin afectar los estándares de calidad del servicio. Adicionalmente, los contratos de APPs minimizan la inversión pública inicial para proyectos de infraestructura, reduciendo la presión fiscal que usualmente acompaña las inversiones de capital. Dado el potencial de las APPs para la expansión de los servicios de infraestructura, las APPs sub-nacionales se están convirtiendo cada vez más populares en ALC, especialmente en Brasil.

Un informe reciente de The Economist Intelligence Unit estima que la mayoría de las APPs en Brasil entre 2006 y 2014 se concentraron a nivel sub-nacional—39% a nivel municipal y 55% a nivel estatal. Las APPs sub-nacionales en Brasil atienden una amplia variedad de sectores que van desde los residuos sólidos y educación hasta transporte y salud. Por ejemplo, la ciudad de Belo Horizonte—la tercera más grande de Brasil—tiene varios programas de APPs para el transporte, edificios gubernamentales y educación. De hecho, la primera APP para la educación en Brasil fue desarrollada con el apoyo de la Corporación Financiera Internacional (CFI) y el fondo del BID para el desarrollo de las APPs en Brasil. Una mirada más cercana a este último proyecto aclara por qué Belo Horizonte es la referencia para otras ciudades, cuando se trata de Asociaciones Público-Privadas para la educación.

APPs para la Educación: Belo Horizonte marca la pauta

En 2010, Belo Horizonte estableció el desarrollo infantil temprano (DIT) como una prioridad dentro de su amplia estrategia para mitigar la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, satisfacer la creciente demanda de servicios de educación inicial en la ciudad para la época (un estimado de 11,000 niños estaban en lista de espera en 2010) requería importantes inversiones para la construcción de escuelas; inversiones irrealizables por el gobierno municipal. Para superar los obstáculos financieros, el gobierno municipal recurrió a un esquema de APP.

Después de una licitación competitiva, la concesión de la APP fue otorgada al Consorcio Educar en 2012. Por un período de 20 años, el consorcio privado debe financiar, diseñar, construir, equipar, operar y mantener 32 nuevos centros preescolares y 5 escuelas primarias, alcanzando una inversión privada de US$ 80 millones. Al transferir al sector privado los riesgos de diseño, construcción y mantenimiento de las obras, el gobierno espera que el proyecto se desarrolle con la mayor eficiencia posible, disminuyendo los tiempos de construcción y los costos de mantenimiento a lo largo del ciclo del proyecto.

Escuela pública en Belo Horizonte. Foto: Banco Mundial

Según el contrato de la APP, el gobierno municipal debe pagarle al consorcio privado la prestación de servicios sobre la base de una evaluación de la calidad; identificar los sitios para la construcción de las escuelas; y la prestación de servicios educativos, incluyendo la contratación de maestros y monitoreo de la calidad educativa. Una vez completado, el proyecto beneficiará a unos 18,000 niños de bajos ingresos, brindándoles acceso a servicios de educación.

Lecciones aprendidas

A continuación, algunas lecciones sobre la experiencia de Belo Horizonte:

  • Las APPs son una opción viable para la ampliación de la prestación de servicios en tiempos de restricciones fiscales.
  • La distribución adecuada de los riesgos en una APP puede aumentar la eficiencia de los proyectos.
  • Las instituciones multilaterales pueden desempeñar un papel importante en la expansión de las APPs a nivel sub-nacional.
  • Las licitaciones competitivas y transparentes para las APPs pueden resultar en precios más eficientes.
 Lampadia

 




Situación de la Política Fiscal en el Perú

Situación de la Política Fiscal en el Perú

La semana pasada el CIES organizó un evento con la Universidad del Pacífico (UP), CIUP y la Escuela de Gobierno de la PUCP que pretendía aportas análisis académicos al debate electoral (mediante propuestas de políticas públicas). El documento que presentamos a continuación (primero de una serie), se refiere al manejo de la política fiscal, del profesor e investigador Carlos Casas (UP). Ver la presentación en: Documento de Política Fiscal (2016 – 2021).

El objetivo de este documento es ubicar la política fiscal en el contexto actual. Esto se refiere principalmente a la desaceleración de la economía peruana y a los espacios de política fiscal podrían que podrían ayudar a reactivarla y recuperar una mayor tasa de crecimiento, tanto con medidas de corto como de largo plazo, sin afectar la salud fiscal. 

Fuente: Documento de Política Fiscal, por Carlos Casas.

En cuanto al mediano plazo, se analiza es gasto público de los últimos años y se indica, que si bien ha habido recursos en los gobiernos regionales y se han hecho obras públicas, deberían hacerse más, y para esto es necesario una evaluación de impacto, para analizar qué tan beneficiosa han sido estas inversiones para la población.

Planteando una hoja de ruta en tres tiempos: 100 primeros días, primer año y cinco años, en la que se enumeran las principales acciones de política fiscal que podría tomar el próximo gobierno.

Uno de los temas debatidos en la campaña es el referido a la utilización de las reservas fiscales para el impulso de la economía. El Perú tiene colchones fiscales muy importantes que llegan a unos 15 puntos porcentuales sobre el PBI. Además, nuestro nivel de deuda pública es de solo un 20% del PBI (10% de deuda externa, de la cual una parte se denomina en soles), un nivel sustancialmente bajo en términos históricos y en relación a los indicadores internacionales. De estos dos indicadores se puede establecer que tenemos dos espacios de acción fiscal que podrían dinamizarse, especialmente, para promover las inversiones en infraestructuras. No podemos dejar de tener presente la imperiosa necesidad de invertir en infraestructuras económicas y sociales, las que, por supuesto, debieran complementarse con un mejor manejo de las Asociaciones Público Privadas (APP).

Aplaudimos esta iniciativa que permite forzar a los candidatos a definiciones más precisas sobre sus posiciones en los temas más relevantes para el país. Lampadia




LA REFORMA POLICIAL (I)

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




APPs en salud: Poniendo a la población por delante

APPs en salud: Poniendo a la población por delante

En un país con incontables necesidades de infraestructuras sociales (escuelas, hospitales, etc.) y económicas (puertos, carreteras, reservorios de agua, etc.), donde el Estado no tiene la capacidad económica ni de gestión para cubrirlas en un plazo razonable, las APP (Asociaciones Público Privadas), las OXI (Obras por Impuestos) y las IP (Iniciativas Privadas) son una excelente opción para priorizar las demandas de la población antes que los estigmas ideológicos y políticos o la preservación de los espacios de poder de la burocracia y del clientelismo.

Efectivamente, en el Perú se ha avanzado bastante en la generación de proyectos en las tres modalidades, pero lamentablemente, muchas APP concesionadas no se concretan en proyectos ejecutados por expropiaciones no terminadas y mil otras causas. En el caso de las OXI y las IP, son cada vez más los rechazos y demoras por excusas ‘fiscales’ y otros.

Además, especialmente en el tema de salud, hay una oposición a promover más APP adecuadas, como las de ‘bata blanca’ que desarrolló recientemente Essalud en dos hospitales: en el Callao y en Villa María del Triunfo. Ver en Lampadia: Gran éxito de APPs peruanas en salud es reconocido mundialmente – Las APP han generado servicios de salud de alta calidad.

Los hospitales Alberto Leopoldo Barton Thompson y el hospital Guillermo Kaelin de la Fuente funcionan desde el 30 de abril del 2014. Cada uno tiene asignada una población nominativa de asegurados de 250,000 personas y son operados por la empresa española IBT Group bajo la modalidad de “bata blanca”, que incluye toda la operación, desde la logística a los servicios médicos.

El concepto bajo el cual se han desarrollado estas APP crea incentivos muy positivos que determinan un modelo “Ganar-Ganar”. El contrato establece una asignación o pago fijo al operador por cada asegurado sin importar el número o tipo de atenciones. De esta manera se crea la necesidad de que el operador promueva que su población (de clientes) sea lo más sana posible, pues a mejor salud de su población, habrán menos asistencias y por lo tanto mayores ingresos para el operador. Un esquema brillante: muy positivo para la población, pues recibirán atención de salud preventiva y de buena calidad; positiva para el operador, pues podrá generar mayores márgenes con una mejor salud y satisfacción de sus clientes; y muy positivo para ESSALUD (que se debate en una gravísima crisis de servicio), pues con un costo fijo puede generar una gran calidad de servicio sin correr el riesgo de los sobrecostos que generan la imprevisión, la ineficiencia y/o la corrupción.    

A pesar de las indudables ventajas del modelo, copiado por otros países, aún existen fuertes resistencias al uso de APPs para la atención de salud, al punto que en lugar de que se siga replicando el modelo, aún recibe críticas desde distintas instancias. Las APP, sin embargo, están demostrando que este es el camino a seguir en salud.

A pesar del éxito del modelo, donde aparte de costos adecuados, se tienen estándares de operación largamente superiores a los logrados por Essalud, su presidenta Virginia Baffigo, ha anunciado la licitación para tres nuevos hospitales, pero bajo la modalidad de ‘bata gris’, o sea, serían operados por el propio Essalud, con sus mismos desastrosos estándares, para satisfacer a su cuerpo médico que prefiere mantener sus privilegios antes que resolver los problemas de salud de los asegurados.

No solo eso, el modelo también está siendo debilitado por Essalud al estar cambiando exageradamente la relación la relación de las poblaciones asignadas a cada centro de salud, lo que impide desarrollar el vital componente del esquema, la labor de prevención como establece el modelo de concesión. 

Esperamos que el peso de la realidad y la consecuencia con las necesidades de la población, lleven a Essalud a fortalecer la operación de ambos hospitales indicados y a optar por el esquema de “bata blanca con el fortalecimiento de las acciones de prevención”. Lampadia

Ver líneas abajo el artículo propiciado por el BID, sobre las ventajas de las APP en los servicios de salud:

¿Ahorra el estado con las asociaciones público-privadas en salud?

Escrito por Ignacio Astorga y Diana Pinto.

Publicado en el blog del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el 20 de noviembre de 2015

Datos de la Encuesta Mundial de Salud que incluyen países de América Latina y el Caribe muestran que el sector privado se constituye en un importante y creciente proveedor de servicios sanitarios, proporcionando más de 40% de las consultas ambulatorias.

En  nuestra región hay un consenso respecto a la pertinencia de usar asociaciones público-privadas, para enfrentar las demandas de infraestructura, transportes y comunicaciones, contando con una historia de más de 20 años, sin embargo, al momento de plantear su uso en el área social, especialmente de salud, surgen dudas, en particular, alrededor de un mito recurrente: las asociaciones público-privadas (APP) son más caras que el modelo de inversión y gestión tradicional. Despejar este mito implica aplicar el concepto de  “valor por dinero” (VpD), que simplemente significa que se esta obteniendo el mejor resultado posible para la inversión realizada.

El uso de APP en salud no es nuevo ya que lleva más de 15 años de aplicación en el mundo y a la fecha se cuenta con cerca de 300 contratos adjudicados de los cuales más de la mitad está en fase operativa, incluyendo proyectos de bata blanca, gris y especializada (ver video). Estas experiencias han generado un volumen creciente de publicaciones que buscan evaluar sus resultados y comparar las APP con el modelo tradicional.

https://www.youtube.com/watch?v=scIwguIu184

A partir de estas evidencias se preparó la tercera nota de una serie sobre APP con el fin de dar luces sobre si efectivamente este modelo de gestión genera más VpD que los esquemas tradicionales.

Una  limitación para comparar los proyectos utilizando el concepto de VpD, es que éste incluye un conjunto de variables cuantitativas y cualitativas, cuya ponderación puede variar de proyecto en proyecto. Para poder avanzar en este análisis se vio necesario “de-construir” el indicador de VpD en las variables que lo componen y  analizarlas de manera separada. Para ello se recopilaron las publicaciones disponibles a enero 2014 y se analizaron los resultados observados en relación a cada variable, identificando cómo era el desempeño de los modelos (APP y modelo tradicional), caracterizándolos como mejor, peor o neutro.

Un elemento central a tener presente en la comparación fue la diferencia en los tipos de contratos y esquemas de gestión de proyecto, ya que el contrato de APP, es de largo plazo. Este es de los escasos tipos de contrato en los que el estado establece un compromiso plurianual. La regla es que los presupuestos públicos están regulados por la Ley de Presupuesto de carácter  anual. Los niveles de servicios son auditados por diversos interesados (empresa, estado, comunidad, financistas).

Por otra parte, los contratos tradicionales son de corto o mediano plazo, sin integración de servicios en un punto, con contratos sujetos a la disponibilidad presupuestaria anual y a la estabilidad de los equipos directivos. Ello evidencia que se pueden dar contratos más volátiles, con estándares de servicios parciales y un nivel de auditoría y una rendición de cuentas más limitada.

¿Qué se puede concluir entonces respecto al VpD  de las APP versus el modelo tradicional?

A partir de lo ya publicado se puede señalar que sin perjuicio que las APP tengan un costo financiero mayor, el precio final que paga el estado termina siendo  similar al del modelo tradicional. Sin embargo, las APP presentan mayor eficiencia (menores plazos de construcción, mayor eficiencia productiva) y satisfacción de los usuarios.

De la revisión de la literatura, quedan aún numerosos temas donde interesaría ver una comparación entre APP y modelo tradicional en términos de: la celeridad que puede tener un programa de inversiones; la generación de un punto de referencia (benchmark) en ámbitos como mantenimiento de  edificios y equipos, estandarización servicios, o la disponibilidad de información para la gestión y la rendición de cuentas; y la rigidez en la gestión de los contratos, que los hace difíciles de modificar.

Con esta serie de Notas Técnicas queremos invitarte a reflexionar y compartir las experiencias que puedan contribuir a la generación de una política  pública de inversiones y gestión de salud basada en la evidencia, teniendo como meta mejorar la calidad, oportunidad y eficiencia de los servicios de salud. Comparte tus comentarios en la sección de abajo o mencionando a @BIDgente en Twitter.

Si quieres acceder a todas las notas técnicas sobre asociaciones público-privadas en salud, puedes obtenerlas aquí: Nota 1, Nota 2, y Nota 3. L




Las dificultades para el desarrollo de las infraestructuras

Las dificultades para el desarrollo de las infraestructuras

El Financial Times (FT) acaba de publicar un análisis integral sobre los problemas que inhiben la cobertura de las brechas de infraestructuras en todo el planeta, tanto en los países más desarrollados como en los emergentes. El déficit de infraestructuras es un problema global y las soluciones para enfrentarlos, como las que tenemos que superar los peruanos, deben hacer sentido para los actores globales como instituciones multilaterales, inversionistas y evaluadores de riesgos, tanto como para los actores locales, empezando por los ciudadanos, reguladores y políticos.

El informe del FT que presentamos líneas abajo, traducido y glosado por Lampadia, muestra los niveles de brechas no satisfechas en todo el mundo y hace una buena descripción de los principales problemas que hay que superar. De hecho establece que los gobiernos no tienen la capacidad financiera para superarlas y que es indispensable recurrir al sector privado. El mecanismo más adecuado resulta ser, como en el Perú, las APP (Asociaciones Público Privadas), pero este camino no está exento de dificultades.

De hecho subsisten limitaciones fiscales, dadas las necesidades de cofinanciamiento por el Estado, así como las dificultades de acceso a un financiamiento que tiene que comprometerse antes de que se genere ningún retorno, la fijación de los ingresos de los inversionistas, la fijación y aceptación de los pagos por servicios y/o peajes por parte de la población, la falta de estabilidad de reglas de juego (fundamental para inversiones de tan largo plazo) y la veleidad e irresponsabilidad de políticos populistas que pueden desequilibrar cualquier cometido de largo alcance.

Por estas dificultades es que en Lampadia, después de analizar un informe al respecto de The Economist: “The trillion dollar gap” (La brecha del trillón de dólares), de marzo del 2014, publicado en nuestro portal en abril 2014, propusimos una forma de enfrentar una buena parte de estos problemas, especialmente los de financiamiento, involucrando a las instituciones multilaterales para superar las limitaciones fiscales,  reducir los riesgos políticos y de imagen con la población. Ver: Sobre como financiar e invertir US$ 80,000 millones.  

En esta ocasión, después de haber reseñado hace pocos días, el importante Primer Congreso Internacional de Infraestructuras y Desarrollo, que recalculó nuestra brecha en US$ 160,000, es muy importante evaluar las experiencias internacionales y la identificación de las trabas más usuales (Ver en Lampadia: A ponernos al día en infraestructuras), presentamos el análisis del FT y nos comprometemos a convocar a un debate sobre las dificultades indicadas y sus eventuales soluciones, en el futuro inmediato para compartir sus conclusiones con nuestros lectores. Ver a continuación el análisis del FT:

 

Infraestructura: Cubriendo la brecha

Por John Authers, publicado en Financial Times el 9 de noviembre 2015.

Traducido y glosado por Lampadia

¿Por qué existe todavía un déficit anual de US$ 1 millón de millones de inversión en proyectos del sector público?

Los políticos y los inversionistas están de acuerdo: existe una “brecha de infraestructuras”, es global y es cerca de US$ 1 millón de millones por año. Desde los EEUU y Europa hasta el mundo emergente, hay una acumulación de proyectos atrasados que se necesitan para impulsar el crecimiento, mientras que los inversionistas institucionales están desesperados por encontrar inversiones (como por ejemplo en infraestructuras) que les ofrezca un retorno que no esté relacionado con la volatilidad del mercado y los mercados de bonos.

Sin embargo, el déficit se mantiene. El Foro Económico Mundial estima una necesidad global de US$ 3.7 millones de millones en inversión en infraestructuras cada año, mientras que sólo se invierte US$ 2.7 mil millones, en su mayoría por los gobiernos. Según el Banco Mundial, la inversión en 2015 se mantendrá igual o disminuirá en comparación con 2014. La consultora McKinsey estima que en los próximos 15 años, la necesidad de los países del G-20 para proyectos de infraestructuras (de alrededor de US$ 60 millones de millones), no será cubierta en aproximadamente US$ 20 millones de millones. 

“Los desafíos son tanto del lado de los proyectos como de la oferta de capital”, dijo Bertrand Badré, director gerente del Banco Mundial, en su reunión anual en Lima el mes pasado. “Simplemente no hay suficientes proyectos viables.”

Para cualquiera que haya sufrido con cortes de energía, haya comprado botellas de agua de los vendedores ambulantes o haya luchado el estancamiento en las ciudades de mercados emergentes, la idea de que hay muy pocos proyectos es increíble. En los EEUU, la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles estima que el envejecimiento y la infraestructura inadecuada (desde los problemas de energía hasta atascos en el tráfico) le costaría a cada familia americana US$ 28,000 en ingresos para el año 2020 si las tendencias de inversión permanecen iguales.

La infraestructura de Estados Unidos se remonta a los grandes programas de construcción de la década de 1930 y 1950 y muchos de ellos se encuentran en un estado vergonzosamente pobre. El año pasado, el vicepresidente estadounidense Joe Biden se quejó de que “si se le vendara los ojos a alguien caminando a través del aeropuerto de La Guardia en Nueva York, diría: ‘’Tengo que estar en algún país del tercer mundo. No estoy bromeando”. Las autoridades locales están tratando de recaudar dinero para una gran remodelación, incluyendo la demolición del edificio de la terminal central, a través de una asociación público-privada.

En el mundo emergente, el gasto en infraestructuras se ha convertido en una cuestión geopolítica, llevando a China a poner en marcha el Banco de Inversión en Infraestructura de Asia para competir en el financiamiento de proyectos. Para muchos países, los proyectos en materia de transporte, energía, agua, saneamiento y conectividad a Internet son vitales para el desarrollo. Incluso en Europa, donde la infraestructura pública tiende a estar en mejores condiciones, la inversión privada ha caído en los últimos 10 años, según Standard & Poors. La necesidad más obvia, sin embargo, no siempre se traduce en proyectos en los que el sector privado puede o va a invertir.

Incentivo a la inversión

“No hay absolutamente ninguna correlación entre la magnitud de las necesidades de infraestructuras y las oportunidades para el sector privado”, dice Jim Barry, director de infraestructuras de BlackRock, el administrador de activos más grande del mundo, que comenzó a invertir en infraestructuras en 2012 y ahora tiene US$ 8 mil millones en el sector.

Los críticos dicen que los gobiernos a menudo vienen con una lista de proyectos, pero no hacen un buen trabajo para convencer a los inversionistas adversos al riesgo que el proyecto es necesario, o que será suficientemente rentable. Por lo tanto, el dinero permanece embotellado en las instituciones, los proyectos siguen sin construir y la brecha de infraestructuras se ensancha.

“Es realmente un obstáculo de las políticas públicas. Tienen que ser pagados y los gobiernos tienen que encontrar una fuente de ingresos”, dice Cherian George de FitchRatings. “Si hubiera un marco financiero y fiscal sostenible, los fondos y la deuda estarían allí en un día.” [Ver nuestro análisis original sobre el tema en el que proponíamos una solución fiscal que permitiera facilitar el flujo de los proyectos: Sobre cómo financiar e invertir US$ 80,000 millones].

“Los Fondos de Pensiones y de capital privado están diciendo ‘tenemos el dinero – dennos los proyectos”, dice Rohan Malik, director de Ernst & Young de mercados emergentes. “La pregunta es, ¿cómo podemos ayudar a que los gobiernos alisten los proyectos?”

Para los gobiernos, tratar con el sector privado presenta un dilema político fundamental – cobrarle al público por bienes que consideraban anteriormente como gratis es impopular.

La Costa de Marfil tomó la valiente decisión de elevar su gasto en infraestructuras de aproximadamente 2 a 6 % del PBI el año pasado. Esto vuelve más difícil pagar los programas redistributivos, pero en un país con una cobertura eléctrica de tan solo 43 % y donde sólo el 8 % de las carreteras están pavimentadas, el gobierno decidió que era esencial. Durante los próximos cuatro años, tiene el objetivo de poner en práctica 94 proyectos valorizados en US$ 25 mil millones, aunque sólo 14 de ellos son elegibles para APPs.

“Incluir al sector privado es importante, pero tenemos que ser capaces de cubrir el costo de estos proyectos con una buena estructura de precios”, dijo Nialé Kaba, la ministra de Economía y Finanzas de la Costa de Marfil. “En mi país, la infraestructura pública era gratuita. Hay muchos grupos de presión”.

Esto significa, dice, que el sector privado tiene que ser razonable en sus expectativas de ingresos y que los políticos tienen que vender sus proyectos a los votantes. “Si este diálogo no es lo suficientemente franco, el gobierno no va a ser capaz de establecer los precios adecuados. También tenemos que sensibilizar a la población local y decirle a la gente que estas APPs son necesarias”.

Ese peligro es más grave para los inversionistas en la era de las redes sociales como Twitter. “La presión transmitida a través de los medios sociales es la principal fuente de los gobiernos. . . [de] lo que la gente llama “riesgo político”, dijo Thierry Deau, de Meridiam Group, que maneja tres grandes fondos de infraestructuras para las instituciones. “La sociedad civil es activa y es importante que los gobiernos y el sector privado  participen.”

Hay muchos obstáculos potenciales. La manipulación de los precios de un proyecto puede dar lugar a un desastre financiero. Las autopistas construidas en México entre los años 1980 y 1990 con financiación privada terminaron quebrando ya que el público se resistió a los altos peajes y utilizó carreteras alternativas gratuitas que eran más lentas.

El sector público en general también tiene que recaudar algo de dinero antes de pedirle apoyo al sector privado, pero las necesidades de infraestructuras están aumentando al igual que el gasto público está frenado por la austeridad y los problemas de crédito. S&P, en un informe el mes pasado, encontró que entre 2003 y 2012, 16 países de la eurozona cortaron inversiones en transporte en medio de aumentos de la deuda del gobierno general y créditos del sector privado al gobierno como proporción del PBI. ‘Asequibilidad’ y ‘austeridad’ fueron las razones más citadas por el déficit de financiamiento. 

Luego está el problema político. Es probable que la vida útil de una pieza de infraestructura sea mucho más larga que la de un gobierno democrático. Así que para los funcionarios del Banco Mundial, puede ser más fácil vender la idea de proyectos de infraestructura cuando los inversores pueden estar seguros de que no va a haber un cambio de gobierno pronto.

Vientos en contra

Incluso sin obstáculos, existe el riesgo de que los políticos intenten reescribir los términos de un acuerdo. En Europa, España redujo de forma retroactiva los subsidios para los productores de energía solar, causando la ira de los fondos de pensiones, Francia trató de reducir los peajes de la Autoroute y Noruega cambió la normativa para el ingreso de oleoductos poco después de la recaudación de fondos de los inversionistas.

Pero los gobiernos tienen razón en temer los compromisos a largo plazo que exigen los inversionistas que vienen con grandes pagos a empresas privadas por muchos años después de que las instalaciones se hayan construido. La iniciativa de financiación privada del Reino Unido logro con éxito el financiamiento, pero afrontó un largo periodo de impopularidad política.

La demanda para invertir en las infraestructuras de instituciones es clara. Una encuesta realizada el mes pasado a grandes fondos de pensiones por la consultora Create en Londres encontró que el 38 % tenía la intención de aumentar su inversión en infraestructuras durante los siguientes tres años – volviéndolo más popular que el capital privado, fondos de cobertura o la mayoría de fondos. Las compañías de seguros por sí solas han dirigido una asignación de US$ 80 mil millones al año en infraestructuras.

Amin Rajan, quien elaboró el informe Create, dice que uno de los principales obstáculos para convertir la demanda en realidad es la tendencia de los gobiernos “de cambiar objetivos todo el tiempo”. Los fondos de pensiones no están preparados para asumir los complejos riesgos políticos involucrados, dice.

El riesgo no es tanto la agitación política sino la posibilidad de que los gobiernos tengan dudas sobre los contratos a largo plazo y traten de transferir los riesgos adicionales a los inversionistas que están interesados ​​principalmente en proyectos de infraestructuras de bajo riesgo.

“Las personas interesadas en las infraestructuras tienden a compararlo con la renta fija [tener un bajo riesgo y retorno], no con el capital privado”, dijo Gavin Wilson, jefe de la sección de gestión de activos de la Corporación Financiera Internacional. “Las personas no se impresionan por los altos retornos porque lo que realmente quieren es menor riesgo.”

Ese es un problema grave, especialmente en los mercados emergentes, donde un nuevo puerto o autopista es una oportunidad para conseguir un alto rendimiento, pero no es una inversión de bajo riesgo como un bono. Al mismo tiempo, las infraestructuras, con un ingreso que tiende a subir en línea con la actividad económica, es vista como una cobertura contra la inflación, lo que hace más difícil atraer a los inversionistas en situaciones que, como la de ahora, se avecina que los precios podrían permanecer bajos durante algún tiempo.

Otro problema es que los proyectos de infraestructuras necesitan prácticamente todos sus fondos por adelantado, mucho antes de cualquier pago de compensación, que puede tomar décadas. “Es una diferencia fundamental con otros negocios y servicios y completamente diferente a la salud o la educación. Todo el dinero tiene que llegar antes de que haya nada concreto”, dijo Wilson.

“Es menos sobre si hay financiamiento y más sobre la calidad de los proyectos”, dijo Dimitris Tsitsiragos, vice-presidente del IFC (el brazo financiero del Banco Mundial). “Hacer que el proyecto sea viable desde el inicio es fundamental, ya que es la condición que lo hará sostenible.”

Los bancos multilaterales de desarrollo desempeñan un papel clave en esta área. En lugar de ayudar con la estructuración de productos financieros, pueden asesorar sobre la creación de un “pipeline” de proyectos prioritarios, y asegurarse de que sea lo suficientemente fuerte como para ganar respaldo.

“Hay contratos [a menudo] muy complejos y se necesita una mayor estandarización”, dice Barry de BlackRock. “Eso no existe en los EE.UU. Hay cierto progreso, pero se necesita algún elemento de intervención federal para crear los elementos de estandarización y un marco legal”.

Ampliando

La estandarización es aún más importante en los mercados emergentes. Esto ha desatado una campaña para crear grandes fondos con suficientes proyectos para reducir el riesgo mediante la diversificación. Tanto el IFC como Meridiam están construyendo fondos que, eventualmente, podrían contener un máximo de 20 proyectos. Ellos ayudarán a diseñar los proyectos antes de buscar otros socios de inversión.

Una solución más radical está siendo fomentada por los fondos de pensiones canadienses, quienes están tratando de eliminar por completo al intermediario. Caisse de dépôt et placement du Québec, que administra más de US$ 250 mil millones en activos de fondos de pensiones, lanzó este año una filial para gestionar toda la preparación del proyecto en sí.

“El gobierno define la iniciativa de la política pública, como por ejemplo para algún tipo de infraestructura de transporte público”, dice Michael Sabia, presidente ejecutivo de CDPQ. “Luego escogemos uno y planificamos el proyecto y hacemos la ejecución. Financiamos el proyecto con los socios, somos propietarios y operamos la puesta en marcha”.

El objetivo, compartido por muchos, es que las infraestructuras evolucionen hacia una clase de activos reconocidos. “Si se reconoce como una inversión ajustada a un riesgo estable entonces el dinero fluirá en el tiempo”, dijo Badré, del Banco Mundial. “La falta de infraestructuras es aún más costosa. Solo hay que preguntarle a una familia sin agua potable o sin electricidad para iluminar su hogar.” L

 

 




Ahora el gobierno esconde la cabeza como el avestruz

Ahora el gobierno esconde la cabeza como el avestruz

El Perú sigue cayendo en el ranking del ‘Doing Business’ desde su pico en el puesto 35 hasta su caída en el puesto 50 este año. Esta vez, en el último año caímos 5 puestos, retrocediendo en 6 de los 10 indicadores usados por el Banco Mundial (BM) y estamos en el puesto 50 de los 189 países evaluados.

Increíblemente, el gobierno peruano pretende esconder la cabeza en la tierra cual avestruz. Tanto Angélica Matsuda, Directora Ejecutiva del Consejo Nacional de Competitividad, como el Ministro de Economía y Finanzas, Alonso (In)Segura, niegan el retroceso amparándose en el cambio de metodología del ranking. Nos quieren hacer tontitos, ocultando que el indicador del BM es una curva donde se compara a un país con todos los demás y, evidentemente, el cambio de metodología afecta a todos los países por igual. Una vergüenza, viniendo de una de las supuestas islas de excelencia del Estado peruano.

La caída solo es otra confirmación de la inflexión de nuestra economía e indicadores sociales producida desde el inicio del actual gobierno, desde el 2011. Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo.

Este 27 de octubre, el Banco Mundial publicó su último informe: ‘Doing Business 2016’. El informe de 348 páginas evalúa la facilidad para hacer negocios en 189 países de todo el mundo a través de 11 factores: obtener electricidad (en términos de fiabilidad, precios y transparencia), manejo de permisos de construcción, comercio transfronterizo, pago de impuestos, protección de los inversionistas minoritarios, registro de propiedades, obtención de crédito, resolución de insolvencia, cumplimiento de contratos, regulación del mercado laboral y requisitos para comenzar un negocio.

Desde el año pasado, 151 de los países encuestados hicieron algunas mejoras y muchos países que progresaron en su puntuación general, cayeron en el ranking ya que fueron superados por las mejoras de otros. En otras palabras, no es suficiente que un país haga algunas mejoras teóricas en su clima de negocios; tiene que mejorar con respecto a los demás. Sus reformas deben superar a los otros países, es una suerte de competencia.

Cabe destacar que en el informe ‘Doing Business 2016’ ha habido un cambio en la metodología para evaluar el desempeño de un país en el cumplimiento de los contratos. Mientras que el tiempo y el costo de los litigios siguen siendo los índices para evaluar el desempeño de un país y su clasificación, la nueva metodología ha introducido un nuevo índice de la calidad del proceso judicial, que se evalúa sobre la base de la adopción de buenas prácticas que promuevan la calidad y la eficiencia del sistema judicial de un país. Un componente de este nuevo índice es la resolución de conflictos por medios alternativos, en particular con el arbitraje, la mediación voluntaria y la conciliación.

En su conjunto, América Latina y el Caribe tuvieron la menor cantidad de reformas regulatorias que cualquiera de las siete regiones del resto del planeta. Además, la región está calificada particularmente mal en las áreas de registro de propiedad y el pago de impuestos (un proceso que le toma a un empresario local 361 horas preparar, presentar y pagar impuestos, en comparación con 177 horas en otras regiones.

México mantuvo su lugar como el mejor clasificado para hacer negocios en América Latina, con Chile, Perú y Colombia un poco más atrás y todos se encuentran entre las 60 mejores economías de los países encuestados. Mientras tanto, los gigantes Brasil y Argentina se mantuvieron muy por detrás, en los puestos 116 y 121, respectivamente. Bolivia y Venezuela se mantienen en el tercio inferior de las economías evaluadas en los vergonzosos puestos 157 y 186 respectivamente.

Desde el informe del año pasado, el Perú ha caído cinco posiciones en el ranking mundial de “Doing Business” del BM. Está tercero en América Latina después de México y Chile, lo que significa que bajamos del segundo al tercer lugar entre los cuatro países de la Alianza del Pacífico.

Con 71.33 puntos, el Perú se ubica por encima del promedio de la región (59.07), comparado con México (73.72) y Chile (71.49). Sí superamos en la facilidad para hacer negocios a Colombia, Panamá, Brasil, Argentina, Bolivia y Venezuela.

El Perú ha estado trabajando supuestamente, para reformar algunos procesos principales:  facilitar los negocios, conseguir créditos y simplificar el pago de impuestos. Hemos mejorado el sistema de información de crédito con la aplicación de una nueva ley de protección de datos personales.

En la tabla inferior se puede observar el score de Perú en cada uno de los pilares de este ranking:

Ver el ranking completo en nuestro ‘Repositorium’ de Índices, Estadísticas y Rankings: Índice de Doing Business 2016. Y el cuadro anterior en:  http://www.doingbusiness.org/data/exploreeconomies/peru/#close

¿Qué se necesita para iniciar un negocio en el Perú? A nivel mundial, el Perú se sitúa en el puesto 97 en el ranking de 189 economías (ha caído ocho posiciones). Abrir un negocio en el Perú puede demorar hasta cinco veces más que en los países miembros de la Alianza del Pacífico. Según los datos recogidos por Doing Business, iniciar un negocio requiere de 6 procedimientos, toma 26 días y cuesta 9.8% del ingreso per cápita. En Chile la demora promedio es de 5.5 días, en México es de 6.3 días y en Colombia 11 días. Esto se puede observar más claramente en el gráfico inferior:

No olvidemos el ejemplo de híper regulación que presentó el Presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde en Perumin sobre el sector minero. Ver gráfico:

Queda claro que tenemos muchas reformas por delante si queremos mejorar esta situación. No es solo una cuestión de que ha cambiado la metodología, sino que no hemos avanzado tan rápido en las mejoras como las demás economías y en muchos casos seguimos retrocediendo.

El ministro de Economía, Alonso (In)Segura insiste en negar la realidad: “No hemos hecho nada mal, lo que ha habido es, y el Banco Mundial también lo afirma, que han cambiado la metodología, son 10 indicadores los que miden, han cambiado dos o  tres el año pasado y han cambiado más este año, por tanto no son comparables los puestos“. Esta es una afirmación del ministro que supuestamente era el destrabador de los grandes proyectos. No ha destrabado ninguno y además a prácticamente paralizado las APP (Asociaciones Público Privadas) y las Iniciativas Privadas. No le hizo caso a Lampadia, que en agosto del 2014, hizo la propuesta de una estrategia para sacar adelante los grandes proyectos que debían sustentar el crecimiento de nuestra economía. Ver: Destrabemos megaproyectos para recuperar el crecimiento

No se puede seguir viviendo bajo excusas y mentiras. Seguimos malogrando nuestras oportunidades de desarrollo e inclusión. Lampadia




Educación Privada de Excelencia: Innova Schools

Educación Privada de Excelencia: Innova Schools

La educación escolar en el Perú es probablemente el mayor reto pendiente para nuestro desarrollo a largo plazo. De esto se habla hace más de dos décadas, pero los avances para poner al día a nuestros niños deja aún mucho que desear. El presupuesto público de educación ha subido de manera importante con el crecimiento de la economía, pero en términos de su peso con respecto al PBI todavía está en 3.5% (la meta es 6%).

Sin embargo, durante los últimos 15 años, la educación privada ha tenido un crecimiento mucho mayor, representando otro 3% del PBI. Lamentablemente, la disposición del Gobierno por integrar el esfuerzo con el sector privado es muy débil. Las autoridades públicas no destacan la presencia del sector privado en la educación, más que para repetir una y otra vez que también es de mala calidad.

No se ve al Gobierno haciendo suyos los desarrollos más exitosos del esfuerzo privado, ni promoviendo más emprendimientos privados ni Asociaciones Público Privadas (APP) que podrían inyectar mayor vitalidad al sector.

El reto por mejorar la calidad de la educación es tal, que en el CADE 2014, el especialista de la Universidad de Harvard,  Lant Pritchett, recomendó hacer un ‘Big Bang’, al igual que el propio IPAE como parte de su ‘Visión al Tercio de Siglo, que propuso un ‘salto cuántico’. Ver en Lampadia: La buena gestión del Ministro de Educación puede ser insuficiente – Tenemos que emprender una revolución educativa.

En Lampadia hemos propuesto “Un nuevo pacto social por la educación” pero, lamentablemente, no ha recibido mayor atención de parte del Gobierno ni de IPAE. Ver en Lampadia: Nobel de la Enseñanza: US$1 millón para profesora – Dignifiquemos el rol de los maestros.

Creemos que es fundamental hacer un extraordinario esfuerzo para nivelar la calidad con la de los países más desarrollados. Más aún ahora que se ha hecho evidente el advenimiento de una revolución tecnológica que amenaza con dejar fuera de carrera a los países que no puedan adoptar las nuevas tecnologías que van a transformar la educación, la salud, la forma de hacer negocios y la vida de las personas. Ver en Lampadia: Revolución Tecnológica.

El caso de Innova Schools es un desarrollo extraordinario en el que se destaca de manera evidente la fuerza transformadora de los sistemas modernos de educación, con especial énfasis en la capacitación de los maestros. Ver en LampadiaCompensemos las carencias en educación y salud – La Capacitación produce milagros e Ideo apunta a reinventar la educación en el Perú con Innova School.

Un antiguo dicho afirma ‘que nadie es profeta en su tierra’. El caso de Innova Schools parece confirmarlo. Chris Weller de Tech Insider acaba de publicar (4 de agosto 2015) un gran elogio a los éxitos de esta cadena peruana de colegios para la clase emergente. Ver: http://www.techinsider.io/innova-schools-in-peru-offer-great-education-for-cheap-2015-7.

A continuación publicamos el contenido de esta publicación:

Empresario peruano contrató a firma de diseño de fama mundial para rediseñar el sistema escolar privado de su país, y los resultados son impresionantes

Traducido y glosado por Lampadia

En el país natal de Carlos Rodríguez-Pastor de Perú, la educación se está quedando atrás. El empresario quería que los chicos de clase media tengan una alternativa entre las caras escuelas privadas y las escuelas públicas de pocos recursos, pero no existía ninguna opción.

Así que, en 2011, con la ayuda de la firma de diseño IDEO, creó una nueva opción.

Los colegios de Innova Schools son el producto de ese deseo. Se basan en el aprendizaje mixto – una forma de educación que utiliza la tecnología y el estudio independiente guiado – para que los niños desarrollen pensamiento creativo, flexible y crítico. A su vez, las familias pagan sólo US$ 130 al mes por hijo.

El modelo está recibiendo atención internacional, recientemente fue ganador del premio mayor en los “International Design Excellence Awards” (Premios de Diseño Internacional de Excelencia).

Hagamos un recorrido por la escuela.

Hay 29 Innova Schools en distintas partes del Perú, con más de 20,000 estudiantes en el ‘Sistema K-11’. Cada edificio es modular. Las paredes y las sillas son móviles y los espacios están diseñados para que los profesores cambien de lecciones rápida y fácilmente.

Casi un cuarto de los 8 millones de niños de Perú asisten a escuelas privadas, porque el sistema de educación pública está en muy mal estado. Las escuelas pueden sentirse como cárceles, por lo que Rodríguez-Pastor trabajó con IDEO para hacer que los Innova Schools se sientan tan abiertos y expansivos como sea posible.

En febrero 2015, Innova se convirtió en la mayor red privada de escuelas en Perú. Su objetivo es inspirar a los niños con tecnología moderna y autodescubrimiento.

Cada día escolar en Innova se divide en dos secciones. Los niños pasan la mitad del día en clases pequeñas, de 30 personas, centradas en la resolución de problemas y la colaboración, con un aporte mínimo del maestro. La otra mitad es para el aprendizaje autónomo, utilizando sitios web como Khan Academy y Time To Know (Tiempo de Saber).

Desde el principio, IDEO y Rodríguez-Pastor acordaron que Innova tenía que lucir bello. Los padres tenían que tener la confianza de que sus hijos estaban aprendiendo en un ambiente de alta calidad. Como parte de su misión, Innova también premia la recreación y el sentido del humor, lo que significa que el aprendizaje no es una experiencia memorística. Los niños también se divierten.

Parte de esa educación holística incluye el tiempo para socializar. Innova frecuencia lleva las clases fuera del aula para que los niños no se sientan abrumados por el uso frecuente de los ordenadores portátiles. El método funciona: En 2013, el 61% por ciento de los alumnos de segundo grado de Innova alcanzaron el dominio de los exámenes nacionales de matemáticas. El promedio del país es de solo 17%.

Innova insiste en que los niños necesitan ser auto-dirigidos para tener éxito. Como resultado, cada niño participa en el Programa de Innovación de la escuela, que hace que todos piensen en un reto social. Al final del año, los estudiantes presentan sus soluciones en conjunto.

Un obstáculo importante para Innova ha sido convencer a los padres que el modelo funciona. Cantar canciones y jugar con las computadoras portátiles no parece ser la imagen tradicional de aprendizaje, pero Innova muestra los números. Tanto en matemáticas y comunicación, las puntuaciones de las pruebas estandarizadas de Innova son varias veces superiores a la media nacional del Perú.

Innova también exige excelencia de sus profesores. Al elaborar un sistema escolar tan rápido significó que muchos maestros necesitarían capacitación, por lo que Innova diseñó el Centro de Recursos para Maestros. Es un catálogo de 20,000 lecciones, elaborado por maestros veteranos para los profesores más jóvenes.

El producto de todo este proceso concertado es un cuerpo estudiantil que se emociona por el aprendizaje y está familiarizado con la tecnología moderna. Ahora, Innova argumenta que la próxima generación puede finalmente tener una oportunidad justa de competir en la economía global.

 




Precursores Peruanos en la Ciencia y Tecnología: Alberto Barton Thompson

Precursores Peruanos en la Ciencia y Tecnología: Alberto Barton Thompson

Seguimos compartiendo publicaciones del libro “Precursores Peruanos en la Ciencia y Tecnología” por Augusto Tamayo San Román. En esta ocasión, compartimos el ejemplo del Doctor Alberto Barton Thompson, reconocido médico e investigador peruano que trabajó incansablemente durante más diez años para lograr identificar el agente patógeno de la enfermedad de Carrión, hoy denominada Bartonelosis (en honor a su nombre), enfermedad propia de los valles interandinos.

Licenciado por la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, pronto asumió la dirección del laboratorio de Bacteriología del Hospital Guadalupe del Callao, desde donde investigó, entre los enfermos, los cuerpos  endoglobulares  causantes de la enfermedad de Carrión. El reconocimiento a este descubrimiento le llegaría años más tarde. Dedicado por entero durante toda su vida a la ciencia, fue la primera persona en recibir el Doctorado honoris causa de la Universidad de San Marcos.

El complejo hospitalario especializado Alberto Leopoldo Barton Thompson del Callao de la red EsSalud a través del modelo de Asociación Público Privada, tomó el nombre de dicho médico para hacerle honor a sus descubrimientos.

Ver biografia completa : Precursores Peruanos en la Ciencia y Tecnología: Alberto Barton Thompson.  

 

Ver publicación anterior:  Precursores Peruanos en la Ciencia y Tecnología: Pedro Paulet