1

Salvemos al Inti Raymi del Bicentenario

Salvemos al Inti Raymi del Bicentenario

Ricardo Ruiz Caro Villagarcia
Cusco, junio del 2021
Para Lampadia

Inti Raymi, en tiempos de Pandemia

Hace un año escribí un artículo que reclamaba evitar el tono festivo que usualmente rodea las celebraciones del Inti Raymi, en solidaridad al dolor que la pandemia del Covid había traído para nuestro país y la humanidad entera. A pesar del título desafiante del artículo, las ideas expuestas en él fueron del agrado del entonces alcalde de la Ciudad, el muy recordado Ricardo Valderrama (lamentablemente fallecido en cumplimiento de su deber a causa de esta Pandemia) y de los funcionarios a cargo de EMUFEQ, quienes tuvieron la sensibilidad de recibir con agrado estos modestos aportes y otras ideas sugeridas por intelectuales y entendidos en el tema, para realizar en el año 2020 un festejo muy prudente del Inti Raymi, con un guion y despliegue muy vinculado a los orígenes de esta fiesta ancestral en sus dos funciones centrales: ofrenda y agradecimiento al divino Inti (hijo de Viracocha, Dios hacedor del mundo) y consulta a la Kallpa mediante los oráculos, como era desde el inicio de los tiempos.  

Inti Raymi, en tiempos de Tormenta Política

Hoy curiosamente (y a pesar de que la Pandemia sigue desgarrando las entrañas de nuestro país) otros parecen ser los factores de perturbación que amenazan a esta fiesta Milenaria: la intromisión de usos políticos subalternos. El Inti Raymi por esencia es una fiesta unificadora, que convoca la armonía y la unidad tan necesaria en la actualidad para salir del yugo de la Pandemia; y por ello, nada sería más impertinente que su celebración sea usada exactamente para lo contrario: para agudizar la polarización que actualmente vive el país. Y eso es exactamente lo que sucedería si su conmemoración este 24 de junio (justamente en el inicio de las celebraciones del Bicentenario) es desviada para favorecer a cualquiera de las partes que se hallan aun en pugna por el proceso electoral aun inconcluso, como lo hacen ver algunas noticias aparecidas en los últimos días.

Por el bien del simbolismo y trascendencia histórica de esta fiesta, hagamos votos para que estos rumores sean solo eso (rumores) y nada ajeno perturbe su próxima celebración en el majestuoso Saqsaywaman. De no ser así, la historia y las fuerzas y potencias que aun protegen al Tawantinsuyu juzgarán a quienes irrespeten su significado milenario.

Dejando atrás los temas coyunturales que me inspiraron a retomar el artículo del año 2020, me tomo la libertad de transcribir algunos párrafos de ese primer artículo, para quienes estén interesados en tener una mirada de como pudo haber sido esta fiesta en sus orígenes:

Cápac Inti Raymi, eje del sistema ritual de celebraciones del Qosqo ancestral

Mediante los ritos y ceremonias que disciplinadamente practicaban en las 328 huacas del Cusco, el Willaq Umu y un nutrido séquito de sacerdotes y oficiantes se encargaban de mantener activa la conexión del Tawantinsuyu con las fuerzas y potencias sobrenaturales que lo protegían. Dichas huacas se organizaban en torno a una compleja trama espacial de Ceques que las interconectaban como un gigantesco khipu desplegado en el espacio bajo el soporte de un complejo tejido social de panacas encargadas del ritual y sostenimiento de cada una de ellas. El eje de todo ese sistema sagrado era sin lugar a dudas el esplendoroso Inti Raymi, en el que, tres días después del solsticio de invierno, se celebraba la victoria anual del sol sobre las tinieblas.

En medio de la guerra fratricida por la sucesión del Imperio entre los hijos de Huayna Cápac (el último Sapa Inca), las huestes de Atahualpa y sus aliados norteños cañaris exterminaron a toda la casta religiosa de oficiantes cusqueños, rompiendo esa conexión que desde el inicio del tiempo descendía desde el supremo Hanaq Pacha para proteger al Qosqo ancestral. Esa desoladora desprotección en que quedó el Tawantinsuyu hizo infructuoso todo intento por combatir la invasión, destrucción y oprobio que derrocaron al Imperio más grande que existió en esta parte del mundo.

Persistencia y reinstauración contemporánea del Inti Raymi      

Con la Conquista, casi todas las grandes celebraciones del Incario fueron borradas de la memoria colectiva local, como el Capac Raymi y el Sitwa Raymi; sin embargo, la persistencia simbólica del Inti Raymi siguió siendo tan poderosa que cuando en 1572 el virrey Toledo lo abolió oficialmente, el espíritu andino encontró la forma de hacerlo pervivir en el imaginario ancestral por varios siglos bajo la vestidura del Corpus Christi. Son notables las equivalencias y concordancias conceptuales e ideográficas entre santos y divinidades andinas que demuestran este vínculo, como el parentesco simbólico entre San Cristóbal con el Rayo, que representa al templo mayor de Saqsaywaman.

En 1944, la brillante iniciativa del maestro Humberto Vidal Unda y un grupo de notables cusqueños y cusqueñistas de reponer esta celebración cuatro siglos después, logró que rápidamente el nuevo Inti Raymi se convirtiera en el símbolo mayor de un Cusco que recuperaba su memoria histórica, bajo el impulso de ese poderoso “unificador social y espiritual” que fusionó mito, historia y actualidad, vistiéndose cada año de pasado, continuidad y vanguardia. Desde ese momento, el nuevo Inti Raymi, bajo el formato de una escenificación, muy pocas veces dejó de celebrarse, sobreponiéndose incluso a los momentos del más crudo y sanguinario terrorismo que azotó al país y consolidándose en una pieza vital para la construcción simbólica de nuestra sociedad actual.

El Inti Raymi y las Fiestas del Cusco en tiempos de pandemia     

Es evidente que la crisis que estamos viviendo por la pandemia y su desolador impacto en pérdidas humanas, materiales y morales hace manifiestamente impertinente cualquier forma de celebración o fiesta, como nuestras llamadas “Fiestas del Cusco”. Más aún, su percepción pública en este contexto equivaldría a un acto de frivolidad y despilfarro totalmente contraproducente con la situación global actual del país y del mundo, sin mencionar lo poco solidario que sería promocionar un espíritu de fiesta en medio del dolor y la perdida que muchos sufren en estos días.

Sin embargo, y desde otra perspectiva, quebrar en estos tiempos de pandemia la continuidad de esta celebración demostraría poca lealtad de parte nuestra hacia la identidad histórica que nos ha forjado como pueblo. No conmemorar el día del Cusco este 24 de junio a través del Inti Raymi nos privaría también de mantener la ritualidad que año a año nos permite reencontrarnos como cusqueños y restablece un nuevo ciclo de conexión de este “ombligo del mundo” con el supremo Hanaq Pacha para que nos regale su divina protección, justamente en momentos como los actuales en los que tanto la requerimos.

Volviendo a los orígenes

Responder con dignidad al compromiso que tenemos con la historia, con nuestra identidad y con nuestra tradición exigiría privilegiar el “constructo ritual” de la celebración por encima del espectáculo público, enfatizando y expresando hasta donde sea posible, en una ceremonia solemne pero austera, los roles originales de esta celebración. Nos referimos a la función del Willaq Umu como Siervo del Sol en la lectura de la Kallpa, apoyado del Punchaopvillaq para la adoración del divino astro, el Malquipvillaq para la comunicación con los difuntos Incas presentes en la ceremonia y el Quillawata Khipucamayoq en la lectura astronómica en el Muyuq Marka, la noche del solsticio de invierno, junto al Sapa Inca y los Señores de los cuatro suyus.

De esa forma lograríamos también mantener presente en la retina del mundo al Cusco y su milenaria tradición, para el momento en que las fronteras se reabran y podamos seguir transmitiendo desde Saqsaywaman, Machupicchu y todos los oráculos del antiguo Perú, el mensaje civilizatorio de uno de los principales centros creadores de la cultura universal, ese mensaje que nos pone en espera de que llegue el tiempo anunciado por el Huacapvillaq, en el cual el cuerpo del Inkari Redentor se terminará de reintegrar y nos traerá un nuevo Pachakuti[i] de prosperidad, como un ciclo perpetuo que se repite cada milenio, cada “retorno ritual del tiempo”, cada vez que el mundo se renueva…

Lampadia

[i] En la antigua tradición del Perú, y en consideración a su etimología quechua, Pachakuti significa “cuando el tiempo re renueva” o “se troca o gira”, como una forma de jalón de tiempo que sirve para organizar las cuatro Edades de la tierra.




Una noche para reflexionar

Una noche para reflexionar

Ante la importancia de los recientes acontecimientos políticos de Chile, líneas abajo compartimos las reflexiones del diputado Schalper, de Renovación Nacional, sobre los antecedentes de la crisis y las acciones necesarias para enfrentar el futuro.

Diego Schalper Sepúlveda
Miembro del partido Renovación Nacional
Diputado Distrito 15
Región del Libertador General Bernardo O’Higgins, Chile
Rancagua, 17 de mayo de 2021

En líneas generales, lo ocurrido en las elecciones de ayer requiere diagnósticos y cursos de acción.

DIAGNÓSTICO

1. Izquierda refundacional capitaliza años de trabajo político

Desde el segundo Gobierno de la Presidenta Bachelet –con el triunfo de los “autoflagelantes” de la transición y el discurso del “movimiento estudiantil” – ha venido machacándose con insistencia una partitura que podría resumirse en lo siguiente.

  • Chile es una sociedad desigual, abusiva y excluyente.
  • La causa de eso sería un modelo de desarrollo impuesto por la dictadura y administrado por el duopolio Derecha – Concertación.
  • La solución a eso es “otro modelo”, con el predominio de “lo público” –con una Estado garante de derechos sociales universales– y una “democracia participativa” –sin intermediarios en la clase política desprestigiada y abusiva”.
  • En ese marco, se teje una reforma educacional que termina con la participación de los privados (educación subvencionada).
  • Luego, se insiste en que el sistema previsional y de salud mixto “perpetúan las desigualdades” y por ende deben eliminarse y reemplazarse por algo cuyo contenido sigue siendo difuso.
  • Se culpa de la baja participación al sistema electoral y se pasa a uno proporcional, donde se produce la dispersión de las fuerzas políticas y, en los hechos, una imposibilidad de que el Gobierno de turno cuente con una mayoría parlamentaria para llevar adelante su programa.

Esta partitura se ha venido repitiendo incansablemente en todos los espacios de configuración de poder cultural –poder político formal, poder político informal, medios de comunicación, redes sociales, sociedad civil, educación, etc. Se denostan los acuerdos y el diálogo político (cocina); se relativiza e incluso ensalza la violencia (homenaje a primera línea); se debilita el respeto al orden público y a las reglas (ellas serían parte de la camisa de fuerza construida para que nada cambie); y se ataca cualquier ejercicio de autoridad como propio de resabios autoritarios. Así, se ha situado a los partidos tradicionales como parte del modelo a derribar, como culpables de esta sociedad injusta, desigual y abusadora. Ayer se experimentó esta crónica de muerte anunciada, donde la hegemonía cultural construida con años de repetición, de nitidez, de territorio y de trabajo social y cultural, encontró su momento de expresión. Todo eso colaborado por una centroizquierda moderada avergonzada de su obra; y por un sector de la centroderecha que tras la idea de “leer a la ciudadanía”, no observaba que esa lectura estaba marcada por la partitura impuesta desde ideas contrarias a las que se profesa (por mucho que en algunas notas de diagnóstico y de proyección pueda haber cierta sintonía).

2. Un Gobierno ineficaz

Creo que es imposible no atribuir responsabilidad al Gobierno del Presidente Piñera. En su diseño original se construyó sin los partidos, sobre la base de sus leales colabores de la Fundación Avanza Chile. Eso fue el inicio de una interacción distante con la coalición, la cual no se supera hasta el día de hoy. Da la impresión de que el Gobierno no entiende suficientemente bien la tarea de liderar la coalición que le asiste al Presidente. Y al mismo tiempo –ante la falta de diálogo, de complicidad, de trabajo en común– ChileVamos tiene una relación instrumental con el Gobierno, donde se le apoya solamente si es funcional a objetivos electorales y de corto plazo. Además, el Gobierno nunca ha sido capaz de proponer una partitura, un relato coherente a los chilenos. Si bien el programa de Gobierno era más denso que en la primera experiencia, no se tradujo en una agenda de reformas nítida, con énfasis claros, con estrategia política. Más bien aparecía como una sumatoria de propuestas superpuestas, sin una orientación lo suficientemente nítida. Dicho en simple: nunca se ha logrado tener control de la agenda, lo cual no es fácil con una minoría en el Parlamento. Luego, en la pandemia nunca se ha sido capaz de dar con el tono ni en la empatía, ni en el sentido de urgencia ni en la eficacia. En momentos de angustia, parecía que había que privilegiar una lógica más empática y cobijadora. Así, se ha llegado tarde y mal a cada una de las etapas políticas, al punto que las enormes ayudas sociales y el extraordinario proceso de vacunación no hacen subir un gramo al Presidente y al Gobierno en el apoyo ciudadano. Todo esto por cierto que tuvo impacto electoral el día de ayer.

3. ChileVamos: solo una alianza electoral

ChileVamos prometía ir más allá de una alianza electoral. Iba antecedido por un buen trabajo intelectual, que permitía pensar en una identidad colectiva, en un proyecto político y cultural común, en un programa de cambios responsables, en un trabajo territorial y social a la altura de los tiempos. Nada de eso ha acontecido. En la práctica, no hay espacios ni de reflexión, ni de coordinación, ni de deliberación política común. Se patalea de tanto en tanto contra el Gobierno, pretendiendo que éste reemplace el necesario e inexcusable trabajo político de la coalición. Hoy se cuenta con centros de estudio como nunca, pero no se han sabido aprovechar en favor de un trabajo intelectual, político y programático adecuado. No hay estrategia de penetración de los territorios y los cuerpos sociales. No hay ni siquiera vocerías comunes. Es decir: una coalición de papel, meramente electoral.

CURSOS DE ACCIÓN

1. Delinear una partitura propia

Sin una alternativa de cambio responsable capaz de enfrentar a la partitura refundacional de la izquierda extrema, no hay absolutamente nada que hacer. Eso no se improvisa ni se remite solamente a ideas dispersas en cartas al diario o artículos de opinión. Hay que trabajar por una partitura común de Renovación Nacional y de ChileVamos capaz de responder a los anhelos de cambio expresados por la ciudadanía. Ella debe:

  1. Partir de un diagnóstico compartido. Debemos ser capaces de partir de una mirada común sobre la obra de la transición, sobre el modelo de desarrollo, sobre la crisis social de octubre del 2019, sobre la situación económica, social y cultural del Chile de hoy y sobre el resultado de ayer. Sin ese ejercicio fundacional, es imposible construir una propuesta de futuro, pues el ejercicio de la política consiste en movilizar a la ciudadanía de un punto a otro, lo cual supone entender las disconformidades y anhelos del punto de partida.
  2. Tener identidad propia. Debemos ponernos de acuerdo en cuales son los principios que nos inspiran. Eso se hace desde la acción –es decir, aquello que nos mueve a conducir al país en una determinada dirección – y desde la oposición –es decir, aquello que promueven desde otras visiones ideológicas que nos parece perjudicial y que queremos combatir. Tener identidad no significa ni atrincherarse ni ser excluyentes, sino más bien tener deslindes claros desde los cuales uno se enfrente a los demás. 

    Para lograr (a) y (b) con el poco tiempo que tenemos, debiese constituirse un equipo de intelectuales de los centros de pensamiento y de políticos representativos de los partidos, con la pretensión de redactar un manifiesto en el corto plazo, de acuerdo a un cronograma de trabajo.
     

  3. Ser empático con los procesos sociales en curso. Es indispensable empatizar con la pobreza – marginalidad invisibilizada; con la angustia e incertidumbre de la clase media; con la postergación que siente las comunas pobres y las regiones extremas; con los dolores de las minorías excluidas; y con los procesos sociales en general. Ahora, empatizar no es sinónimo de recoger irreflexivamente sus probables rabias y frustraciones. Nuestro proyecto político no es la consecución de la indignación refundacional e ideológica, sino de la transformación reformista gradual, responsable y compartida. En eso debemos tener el liderazgo de conducir los procesos sociales en una senda sustentable y de futuro, aterrizando nuestra identidad con soluciones audaces, empáticas y coherentes.
  4. Ser programáticamente audaz y coherente. Debemos sobreponernos a las respuestas de siempre, innovando en cursos de acción de vanguardia, sin por eso perder coherencia. Debemos tomarnos en serio los nuevos temas que mueven a la sociedad y ofrecer una alternativa. Debemos aterrizar nuestro ideario en propuestas a escala social, municipal, regional y nacional. En eso, hay que convocar a distintas disciplinas a pensar y proponer.
  5. Tener sentido de proceso. La izquierda persigue instalar su diagnóstico, su curso de acción y sus propuestas mediante una estrategia de largo aliento, que parte por instalar una disconformidad, para luego dejar caer un slogan envolvente del que se desprende su curso de acción y de sus propuestas. En eso son persistentes, astutos y pacientes, pues conocen su destino final. Por eso es clave tener partitura: solamente así se avanza con dirección y se espera con paciencia que las cosas vayan cuajando en el tiempo.
  6. Aspirar no solo a ganar elecciones, sino a ganar las ideas. El tema electoral sin duda que es relevante si se toma en serio el espacio práctico del poder político. Pero no hay que perderse: el objetivo final es que las ideas que uno estima correctas y buenas para Chile (nuestra partitura) prevalezca. Y para eso, hay que estar dispuesto a ir a perder para clavar banderas. Cuando la política solo se trata de ganar elecciones y se está dispuesto a todo para ello, entonces se pervierte el sentido de la política.

2. Instalación estratégica en los territorios de disputa del poder. La elección de ayer deja clara la importancia de la presencia en los territorios y en las organizaciones sociales. En eso, en ChileVamos estamos muy atrás. Urge que cada partido y la coalición en general desarrollo un documento estratégico de esto, que involucre:

  1. Resaltar el trabajo de los concejales, como puente con las organizaciones sociales y el territorio.
  2. Construir un trabajo municipal con identidad política. En la izquierda, los municipios reproducen a nivel local la partitura nacional. Debemos aspirar a lo mismo.
  3. Disputar espacio de poder informal, como federaciones de estudiantes, sindicatos, uniones comunales, centros de padres, etc. Los “sujetos revolucionarios” de la izquierda son bien identificados y trabajados por ellos. Debemos encontrar y trabajar los propios.
  4. Disputar espacios comunicacionales con astucia y estrategia. Tanto los medios nacionales como los regionales, comunales y virtuales tienen que trabajarse con estrategia, con segmentación, con dedicación profesional.
  5. Asumir la “sociedad de causas” que tenemos. Hoy las personas –especialmente los más jóvenes– se mueven por causas. Tenemos que darle espacio en nuestras estructuras. Y entender el trabajo de las ONG temáticas y sectoriales.

3. Un Gobierno que recupere su base de apoyo. No podemos seguir gobernando con los magros niveles de aprobación que tenemos, y sin una coalición que sustente el trabajo político. Eso tiene que reconstruirse a la brevedad, con espacios de autocrítica, de complicidad, de trabajo en común y de lealtades mutuas. Ayer deja claro que cualquier cosa distinta, es un suicidio colectivo. Además, el Gobierno tiene que recuperar su base de apoyo en temas que nuestro sector (y el país en general) tiene como prioridad. La gestión política debe tener una posición más privilegiada dentro del Gobierno. Y el combate a la pandemia –especialmente en lo referente a la ayuda social– tiene que tener más audacia, más terreno, mejor comunicación y más eficacia.

4. Candidato presidencial: el que mejor permita el resultado. Chile es paradójico. Pese al resultado de ayer, las encuestas consistentemente ponen a tres candidatos de ChileVamos entre los 5 políticos con mayor intención de voto. La díada tiene que ser “cambios responsables y graduales” vs “cambios irresponsables y extremos”. Promover una dinámica de reformas profundas, pero bien ejecutadas y responsables, podría incluso permitir que alcancemos una mayoría insospechada en segunda vuelta. Para eso, no hay espacio para gustitutos: hay que ver quien es el que está en mejor posición para ese objetivo y ayudarlo.

5. Diálogo con la izquierda moderada: una cosa de supervivencia. Los resultados de ayer fueron pésimos para la Ex Nueva Mayoría. Eso genera una oportunidad de diálogo, donde se fortalezca el rol moderador de ellos en la coyuntura actual. Será difícil, pues hasta acá se han sumado –muchas veces irreflexivamente –a la partitura de la izquierda extrema. Pero sus malos resultados electorales ofrecen un espacio fecundo. Ahora, si nosotros no tenemos identidad, menos podemos exigírselo a ellos. Y mientras más a la izquierda nos situamos, menos margen de moderación dejamos. Lampadia




Cediendo a la protesta sin propuesta

Cediendo a la protesta sin propuesta

José Antonio Olivares Morante
Desde Cusco
Para Lampadia

La situación del acceso a la  maravilla de Machupicchu no es una problemática nueva, desde la presencia de una oferta limitada   para  su acceso, por haberse consagrado al ferrocarril como la principal y mayoritaria forma de llegar a la ciudadela, y por el desarrollo desordenado  y voluntarista de la población de aguas calientes y todas las implicancias y actividades  económicas y servicios generados a partir de este emporio.

El tema del ferrocarril es el que tradicionalmente ha  despertado las más  grandes pasiones  en este tema, desde hace más de 20 años recordemos que fue la principal oferta electoral de algún candidato del gobierno regional, que se diluyo en eso, en un bruma de pasiones. De tal hecho ha quedado una percepción  desde mi punto de vista injusta , que ha hecho ver a los  operadores del ferrocarril como grandes  abusadores y explotadores, sin considerar que la ciudadela  de Machupicchu implica una conexión, una relación sinalagmática entre todos sus actores, los pobladores de  aguas calientes, los operadores de turismo; grandes y pequeños, las empresa municipales, el Ministerio de Cultura, el Gobierno Regional, los emprendedores, empresarios, los artesanos y por supuesto el ferrocarril. Visión que hasta la fecha no se construye con seriedad.

Actualmente, este asunto vuelve a estar en boca de todos, pero con una gran carga de prejuicio y antipatía de un lado, y con una vocación por  buscar un beneficio o redito politiquero de otro lado, perdiendo de vista  lo que ahora se requiere, para Machupichu y la región, que  es tratar de alcanzar los niveles de rendimiento económico que en su momento, antes de la pandemia  reportaba Machupicchu, como nuestro principal atractivo turístico.

Las autoridades desde sus respectivos niveles de responsabilidad, y desde el liderazgo que aún no  demuestran con nitidez, tienen la Obligación de generar las políticas y mecanismo que permitan revertir  la destrucción económica y sanitaria que representa la actual pandemia. Crisis que ha  dejado a poblaciones como Ollantaytambo y al mismo Aguas  Calientes como ciudades fantasmas, pues su única fuente generadora de recursos es  el comercio y los servicios generados   desde el turismo, que en gran medida se sustenta en el servicio de ferrocarriles.

No es por tanto, menos cierto que las autoridades, la regional como las municipales;  vinculadas a esta situación, hoy pretendan andar el camino más sencillo,  buscar enfrentar a los operadores  del ferrocarril con la población, metiéndose en la protesta como si fueran unas polleras que los han de hacer populares, (más bien populistas) buscando un redito electorero y politicastro, fácil pero irresponsable. No se trata tampoco, de permitir que las empresas operadoras  generen  situaciones de asimetría, que se aprovechen de la situación, cosa que entiendo debe ser difícil, porque en la ecuación  costo beneficio, si no hay armonía entre los actores, esto se traduce en pérdidas económicas para los operadores ferrocarrileros.

Se trata de encontrar los niveles de mejor entendimiento para  tratar de reactivar la actividad económica, sustentada en el turismo, esto no se logrará levantando banderas de fuera tal o fuera cual, de pedir revisiones de contratos, que las mismas autoridades saben que no es posible, si no solamente es un poquito de gasolina para mostrarse más radical que el otro. La reactivación debe sustentarse en un turismo interno, por la crisis sanitaria, que aún no ha pasado. En segundo lugar se trata de generar que las empresas operadoras  en la medida que su compromiso con la sociedad que ya  se ha venido manifestando, permita que los pobladores de las zonas por donde el ferrocarril es el único medio de transporte  se convierta en un aliado del desarrollo de estas personas y poblaciones. Por supuesto debe diferenciarse claramente el servicio del tren local y sus políticas, de los trenes de turismo, así sean  para usuarios nacionales.

Existen distorsiones en este servicio, generadas por varios de los agentes que están involucrados, el tren local por ejemplo, sirve y brinda una plataforma a una gran cantidad de operadores, formales, pequeños y  semi formales, cuando no informales también  que  valiéndose de las tarifas sociales y astucias, copan el servicio del tren local para colocar pasajeros con fines de turismo, logrando grandes beneficios especulativos y  desplazan a los pobladores para los cuales este servicio ha sido pensando; con el menoscabo  de una relación que hoy es objeto de cuestionamientos, Dircetur, por ejemplo ahí tiene una tarea pendiente.

Debe considerarse que la propia situación de la pandemia, ha obligado a que las plazas disponibles y las frecuencias de los trenes se haya visto disminuida, en casi un tercio de sus capacidad de oferta de transporte, lo cual  obliga a replantear tarifas, que para estos fines ya habían estado subsidiadas. Las autoridades tienen la obligación de liderar la búsqueda de soluciones, no de agitar y pedir que las empresas se vayan.

El ferrocarril es imprescindible para el funcionamiento de este circuito, pero no por ello  debe permitirse situaciones de abuso de posición. Tampoco una dictadura de la protesta. No sería lógico  obligar a los hoteleros  y  operadores restaurantes de Machupicchu que tengan tarifas sociales, o que subsidien sus bienes y servicios, bajando sus tarifas por debajo de rangos razonables  en aras de una reactivación del turismo, por ejemplo. O someterlos a la protesta de otros sectores.

Tengo la sensación y me gustaría estar equivocado, en que  las autoridades regionales, lejos de ser  diseñadores de políticas, se han sumado al corifeo de los que protestan , con la sola  finalidad de alcanzar ratios de popularidad, desde luego; si se difunde la información de que las operadores de los trenes han subido sus tarifas , esto resulta grosero y agresivo en una situación como la que nos ha tocado vivir, pero como lo decía, tengo la sensación que esto solo es hacer coro a una protesta fácil, renunciando a la obligación y responsabilidad de generar políticas y estrategias que  posibiliten una reactivación del sector.

A esto se suma la actitud de quienes están ya en franca carrera electoral, buscando agudizar situaciones entre la población y las empresas, a las que estoy de acuerdo hay que regular adecuadamente. Personajes que no pierden la ocasión de estar en cuanta protesta se genere, en alentar el chauvinismo irracional y no dudan en generar violencia en sus métodos de protestar, sin proponer, sembrando odio. Así lo  único que conseguirán es debilitar aun más el alicaído sector, las tomas de vías y los bloqueos no son respuestas, a  reclamos, dudas y exigencias que deberán ser resueltas, usando el  diálogo,  que tenga como único fin la reactivación, y no esta forma sin propuesta; que lo único que hace es  agrandar la crisis.

Es muy fácil escudarse en la imagen de los jóvenes, que les brinda un manto de anonimato y de utilización mediática a ciertos personajes  como los que en número creciente, ya no son tan mancebos. Detrás de la protesta están figuras como Oscar Valencia, ex alcalde, vacado, varias veces candidato a Alcalde y congresista, ahora activo miembro  del Frente de Defensa y asalariado de la Municipalidad de Machupichu, encontramos al actual  Alcalde Baca de Machupichu, militante del Frente Amplio. Está también el Alcalde de Ollantaytambo, Juan Ríos, ex PNP retirado.  Neil Castro, de Colitur, candidato al Congreso por FA, y entre otros a  Fredy Deza, amigo y operador del Gobernador Regional, ex miembro  de Colitur,  ahora en Dircetur.

Estos personajes antes que impulsar protestas debiera impulsar PROPUESTAS, no en balde son autoridades, situación distante a la de agitadores. Da la impresión que los ferrocarriles son el argumento para captar votos en el Cusco.

El reinicio de las operaciones turísticas de una de las operadoras del ferrocarril se realizó con el lanzamiento de tarifas Promocionales para turistas nacionales y cusqueños en sus servicios de trenes turísticos Expedición y Vistadome, con 70 y 80% de descuento respecto a las tarifas en los mismos servicios de tren antes de la pandemia.

Todos han estado de  acuerdo  que estas tarifas promocionales buscan contribuir a promocionar el turismo interno hacia Machupicchu para peruanos o residentes en Perú con tarifas desde S/ 83.00 soles (o su equivalente en dólares) por tramo y el turismo local con tarifas desde S/ 36.00 o S/ 54.00 soles por tramo para cusqueños. De igual modo, a partir del 20 de noviembre. Una de las operadoras  ha implementado 4 frecuencias de servicios turísticos de tren en la ruta: Hidroeléctrica – Machupicchu – Hidroeléctrica con tarifas promocionales para peruanos y residentes en Perú de S/ 30.00 soles por tramo y para turistas cusqueños con tarifas de S/ 15.00 soles por tramo.

Asimismo, la nueva normalidad por la COVID -19 exige a cualquier operador  el cumplimiento de protocolos en todos sus servicios de tren (turístico y local), de acuerdo a las disposiciones normativas vigentes.

Con estos elementos las autoridades y la empresa deberán buscar un acercamiento, clarificar servicios, evitar distorsiones que favorezcan a unos en perjuicios de otros. Se deberá buscar también que las dos operadoras brinden condiciones similares a estos planes de reactivación. Se trata de relanzar  no de encontrar  alboroto que rente en votos. Es momento de consensos y liderazgo no de protesta sin propuesta. Lampadia




A la derecha hay sitio

A la derecha hay sitio

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Exclusivo para Lampadia

Luego de las elecciones parlamentarias del 26 de enero, queda claro que A LA DERECHA HAY SITIO.

En las elecciones para el congreso del año 2016, sobre un padrón electoral de 22,9 millones de electores, 10,7 millones no participaron (ausentes, blancos y nulos) y 12,2 millones votaron por diferentes partidos, de los cuales 2,2 votaron por la izquierda marxista y 10 millones por las opciones pro mercado. Sobre el universo de votos válidos se tuvo una relación casi de 5 a 1 entre las opciones no marxistas y las abiertamente marxistas.

En las elecciones del 2020, cuyos resultados finales no se han terminado de definir, sobre un padrón electoral de 24,8 millones, se tiene que 11,7 millones de electores no habrían participado (ausentismo 5,5 millones y votos blancos y nulos: 6,2 millones), confirmándose la lamentable hipótesis de nuestra columna de la semana pasada, de que el Índice de Irrepresentatividad política subiría. Ha llegado al 47%, es decir 12% más que en las elecciones del 2016.

Sobre el universo de votos válidos en estas elecciones, de 13,1 millones, la distribución ha sido más o menos la siguiente:

  • 2,3 han votado por las 4 opciones abiertamente marxistas: FRENTE AMPLIO, JUNTOS por el PERU, DEMOCRACIA DIRECTA y PERÚ LIBRE. Casi la misma cantidad de electores que los acompañaron en el 2016. Esta cifra sube a 3 millones si incluimos a UPP en este cocktail marxista, lo cual no es necesariamente exacto teniendo en cuenta la diversidad de las ocurrencias políticas de este grupo político y sus líderes.
  • 2 millones de electores han ido a las opciones nítidas de derecha: FUERZA POPULAR, PPC, PERU PATRIA SEGURA y SOLIDARIDAD NACIONAL. Esta cifra podría considerarse que sube a mas de 4,1 millones si agregamos los votos por PODEMOS y FREPAP, opciones a las cuales migró un elector tradicionalmente afín a Fuerza Popular en la capital limeña.
  • 9 millones de electores, se han quedado entre el centro derecha y el centro izquierda, es decir al medio del panorama electoral, como les gusta ubicarse a los electores peruanos.

La pregunta que surge después de estos resultados es la siguiente: ¿Donde estará el bolsón electoral para el 2021? Al centro, a la izquierda o a la derecha.

La respuesta más obvia es que estará al centro. Que los electores peruanos tienen votos tibios y que lo mejor es acomodarse en lo políticamente correcto, en el medio, sin quemarse, proponiendo lo que supuestamente todos quieren escuchar y ubicándose en la agenda construida desde los medios y la intelectualidad hegemónica. Así han pensado en AP, ese es el juego de APP, para eso surgieron los Morados, allí se mueve SOMOS PERÚ y hasta Contigo, quiso disputar ese espacio. El APRA también se quedó en ese espacio y puede morir en el si no encuentra su nueva posición en el tablero político. En esta lógica aparecen candidaturas de actores de cine, futbolistas y presentadores de TV.

Para otros, el bolsón electoral será aprovechado por la izquierda, señal de lo cual es la irrupción de los antauristas y sus propuestas anti sistémicas, de manera tal que la radicalización de las propuestas políticas sería la receta para conseguir la victoria electoral el 2021.

Aunque soy consciente de que puede haber mas esperanza que experiencia en esta reflexión, creo que A LA DERECHA hay sitio en las elecciones 2021. Aquí mis razones:

  • En el centro ya no hay sitio para más. Los grupos políticos que surjan buscarán ocupar este espacio. Algunos grupos de derecha creerán que su fracaso no es producto de su claudicación sino de su falta de sintonía con las ideas hegemónicas y poblaran aún más este sector, haciendo la competencia más difícil en este espacio.
  • El elector de izquierda no puede quejarse del menú electoral de este 26 de enero. En el menú había desde quienes rinden culto a Chávez y Maduro hasta quienes quieren fusilar políticos, pasando por quienes plantean cambiar la constitución y pasar a un modelo económico venezolano. Pese a ello no crecieron en su núcleo duro de votantes, sino en su periferia, con un actor adicional, con el cual competirán, se atomizan y podrían quedar fuera de la segunda vuelta como paso el 2016. Esta puede ser una señal clara de que el techo del radicalismo izquierdista es bajo y los puede llevar a algunos a virar hacia el centro.
  • A la derecha hay sitio. No solamente hay 2 millones de votos que se dispersaron en 4 opciones disponibles. Hay más de 2 millones de electores que migraron a otras opciones y hay otros millones que prefirieron el voto tibio, cómodo, políticamente correcto de las opciones de centro, aun cuando les preocupa que cambie el modelo económico o se cambie la constitución, piezas básicas de su bienestar o ascenso social y buscarán una opción política más nítida cuando esté disponible. Sin embargo, el gran bolsón de la derecha está entre los 11,7 millones de peruanos para los cuales el menú no es atractivo y por eso no participan. A esos peruanos, que desde su estilo de vida Rolando Arellano define como sofisticados, progresistas, modernas, formalistas, conservadoras o austeros, el menú de centro, izquierda y de la derecha actual no ha sido atractivo.

A la DERECHA HAY SITIO. Sin ninguna duda. Pero resulta difícil que lo ocupen las actuales opciones disponibles.

  • Es hora de una derecha fresca, que reivindique el mercado para el bienestar de la economía y no para los privilegios de sus amigos.
  • Es hora de una derecha fresca que pida inversión privada no cuotas en los negocios que reparte el Estado.
  • Es hora de una derecha que combata con la misma fuerza la ineficiencia estatal como el monopolio y el abuso de posición de domino.
  • Es hora de una derecha que defienda la movilidad social de la economía abierta y no el privilegio de algunos.
  • Es hora de una derecha nueva que reivindique la libertad, pero no le tenga miedo a la igualdad de oportunidades.
  • Es hora de una derecha que proteja la familia antes que los prejuicios religiosos de un grupo.
  • Es hora de una derecha que entienda el Perú emergente, su energía y su dinámica.

Para una derecha así, sin duda que HAY MUCHO SITIO. Lampadia




Polarización entre ‘perdedores’ y élites

Polarización entre ‘perdedores’ y élites

Líneas abajo publicamos un artículo muy fuerte de Martin Wolf, el principal comentarista económico del Financial Times, en el que critica duramente a las élites de derecha e izquierda de los EEUU y otros países ricos.

Wolf acusa a estas élites de haberse alejado de los ciudadanos e identifica los graves riesgos que las pobalciones desencantadas caigan en los ominosos abismos del populismo.

En verdad, la debilidad del liderazgo global es muy preocupante. Por ejemplo, entre los líderes más notorios de hoy, por un lado tenemos a Putin (de Rusia) acusado de asesinato y de mil tropelías más; y por otro, a un posible presidente de EEUU, que tendría vocación de asesino, pues declara que: “Podría pararme en mitad de la Quinta Avenida [en Nueva York] y disparar a la gente y no perder votos”. No dejemos de tener en cuenta una última declaración muy despectiva de Putin hacia nosotros los latinoamericanos: “y ahora nos viene una porquería de América Latina” [Zika].

El mundo está en una etapa de muchos cambios y ajustes. No es un momento cualquiera. La historia nos enseña que un aspecto crucial es tener buenos líderes en momentos difíciles, como los tuvimos durante la Segunda Guerra Mundial con Winston Churchill.

Este debate tan complejo en sus implicancias es el que determina posiciones muy particulares sobre los temas de pobreza, desigualdad, el capitalismo, el Estado del Bienestar y otros, en los países más desarrollados. Lamentablemente, muchas veces, por descuido o mala intención, se extrapolan a nuestra realidad, algo de lo que tenemos que cuidarnos.

Para el Perú, los próximos cinco años serán determinantes de nuestro futuro y de la calidad de vida de nuestros hijos y nietos. Ahora tenemos que elegir las nuevas autoridades con especial meditación y esmero. 

Los perdedores económicos se rebelan contra las élites

Martin Wolf

Financial Times

26 de enero 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

Los populistas ‘nativistas’ no deben ganar. Conocemos esa historia: definitivamente termina muy mal

Los perdedores también tienen votos. Eso es lo que significa democracia – y con razón. Si se sienten lo suficientemente engañados y humillados, votarán por Donald Trump, el candidato a la nominación presidencial del Partido Republicano en los EEUU, Marine Le Pen del Frente Nacional en Francia o Nigel Farage del Partido Independiente del Reino Unido. Hay quienes, en especial la clase obrera nativa, se dejan seducir por los cantos de sirena de los políticos que combinan el nativismo de la derecha dura, el estatismo de la extrema izquierda y el autoritarismo de ambos.

Por encima de todo, rechazan a las élites que dominan la vida económica y cultural de sus países: a aquellos reunidos la semana pasada en Davos para el Foro Económico Mundial. Las consecuencias potenciales son aterradoras. Las élites tienen que pensar en respuestas inteligentes. Puede que ya sea demasiado tarde para hacerlo.

[En los países más desarrollados…] Durante mucho tiempo, los proyectos de la elite de derecha han sido bajar las tasas marginales de impuestos, inmigración liberal, globalización, cortar costosos “programas de ayuda social”, mercados laborales desregulados y buscar la maximización del valor para el accionista. Los proyectos de las élites de izquierda han sido la inmigración liberal (de nuevo), el multiculturalismo, el laicismo, la diversidad, la elección sobre el aborto y la igualdad racial y de género. Los libertarios toman las causas de las élites de ambos lados; es por eso que son una pequeña minoría.

En el proceso, las élites se han desprendido de las lealtades y preocupaciones nacionales, formando en su lugar una súper-elite global. No es difícil ver por qué la gente común, en particular hombres nativos, se sienten alienados. Son perdedores, al menos relativamente; no comparten por igual las ganancias. Se sienten usados y abusados. Después de la crisis financiera y la lenta recuperación en los niveles de vida, ven a las elites como incompetentes y depredadoras. La sorpresa no es que muchos estén enojados, sino que no lo estén todos.

Branko Milanovic, ex funcionario del Banco Mundial, ha demostrado que sólo dos segmentos de la distribución del ingreso mundial prácticamente no tuvieron aumentos en sus ingresos reales entre 1988 y 2008: los cinco percentiles más pobres y los que se encuentran entre el  percentil 75 y 90. Este último incluye a la mayor parte de la población de los países de altos ingresos.

[Esto quiere decir que quienes perdieron más en términos relativos, fueron los más pobres y los que ya tienen ingresos altos, excepto los más ricos, que junto con el restante 60% (de los pobres no extremos y la clase media), fueron más bien los que ganaron. Ver el gráfico]. 

Del mismo modo, un estudio realizado por el Instituto de Política Económica en Washington muestra que la compensación de los trabajadores ordinarios se ha quedado muy por detrás del aumento de la productividad desde mediados de la década de 1970. Las explicaciones son una mezcla compleja entre la innovación tecnológica, comercio, cambios en el gobierno corporativo y la liberalización financiera. Pero el hecho es incuestionable. En los EEUU (pero también, en menor medida, en otros países de altos ingresos), los frutos del crecimiento se concentran en la parte superior.

Por último, la participación de los inmigrantes en las poblaciones ha aumentado considerablemente. Es difícil argumentar que esto ha traído grandes beneficios económicos, sociales y culturales a la masa de la población. Pero, sin duda, se han beneficiado los que están en la parte superior, incluidas las empresas.

A pesar de ofrecer apoyo a las prestaciones sociales (se podría pensar que es algo muy valioso para las clases trabajadoras nativas), la respetable izquierda ha perdido cada vez más su apoyo. Esto parece ser particularmente cierto en los EEUU, donde los factores raciales y culturales han sido particularmente importantes.

La “estrategia sureña” de Richard Nixon, ex presidente republicano de EEUU, destinada a atraer el apoyo de los blancos del sur, generó resultados políticos. Pero la estrategia central de la élite de su partido -la explotación de la clase media (especialmente hombres) exacerbaron el cambio racial, de género y cultural- está dando un fruto amargo. El enfoque en la reducción de impuestos y la desregulación ofrece poco consuelo a la gran mayoría.

Los ideólogos republicanos se quejan que Trump no es un verdadero conservador. Ese es precisamente el punto. Él es un populista. Al igual que los principales candidatos, propone recortes de impuestos inalcanzables. De hecho, la noción de que los republicanos se oponen al déficit fiscal parece absurda. Pero, sobre todo, Trump es proteccionista en el comercio y hostil a la inmigración. Estas posiciones apelan a sus seguidores, ya que entienden que tienen un activo valioso: su ciudadanía. Ellos no quieren compartir esto con innumerables forasteros. Lo mismo es cierto para los partidarios de Le Pen o Farage.

Los nativistas populistas no deben ganar. Conocemos la historia: termina muy mal. En el caso de los EEUU, el resultado tendría graves consecuencias mundiales. América fue el fundador y sigue siendo el garante de nuestro orden liberal mundial. El mundo necesita desesperadamente un liderazgo bien enfocado de EEUU. Trump no puede proporcionar esto. Los resultados podrían ser catastróficos.

Sin embargo, incluso si ese resultado se evita este año, las élites han sido advertidas. Los de la derecha toman grandes riesgos al cultivar la rabia popular por asegurar la reducción de impuestos, aumento de la inmigración y una regulación más débil. Las élites de la izquierda también están tomando riesgos al ser vistos sacrificando los intereses y valores de la sufrida masa de ciudadanos por el relativismo cultural y el control laxo de las fronteras.

Los países occidentales son democracias. Estos estados todavía proporcionan los fundamentos jurídicos e institucionales del orden económico mundial. Si las élites occidentales desprecian las preocupaciones de los muchos, este último retirará su consentimiento para los proyectos de las élites. En los EEUU, las élites de la derecha, después de haber sembrado vientos, están cosechando tormentas. Pero esto ha ocurrido sólo porque las élites de izquierda han perdido la lealtad de las clases medias nativas.

No menos importante, la democracia significa el gobierno de todos los ciudadanos. Si los derechos de residencia, aún más, de ciudadanía no están protegidos, este peligroso resentimiento crecerá. De hecho, ya lo ha hecho en muchos lugares. Lampadia

 

 




Lentejas, Votos y Donaciones

Lentejas, Votos y Donaciones

“Hemos aprendido que [ante la conflictividad minera] lo importante es iniciar procesos de dialogo que permitan ponernos de acuerdo.”

 Opinión de un funcionario de la Oficina de Dialogo de la PCM en una exposición sobre conflictividad social [1].

El diálogo es una herramienta útil, civilizada y pacífica para solucionar diferencias entre dos o más representantes que buscan llegar a un acuerdo que beneficie a las partes.  Es el camino ideal, casi irrefutablemente, con el que deberían solucionarse los conflictos; incluidos los socio-ambientales que sufre actualmente nuestro país.  Pero, ¿es el diálogo una herramienta útil cuando uno o más representantes no buscan el beneficio de la población, sino promover el conflicto social para su propio beneficio?  Para quienes creen que los conflictos socio-ambientales se dan en base a un trío de actores: empresas-estado-comunidades, se genera una situación paradójica en que siendo financiera y económicamente factible llegar a un acuerdo en la que todas las partes ganen, no se llegue a ningún acuerdo. Por qué se da esta paradoja?

Para resolver la paradoja, observemos las dinámicas de los conflictos socio-ambientales que ocurren en el país. Cada vez que se ha ocurrido un conflicto social ligado a una gran inversión extractiva se puede observar el siguiente patrón:

  1. Se dan manifestaciones opuestas con un creciente grado de violencia y repercusión mediática.
  2. El Gobierno Central hace uso de las fuerzas de orden con el fin de controlar la protesta.
  3. En caso la protesta desborde la capacidad de estas instituciones se entra en una pendiente de violencia y caos que genera costos políticos sobre el Gobierno Central. 
  4. En este proceso los opositores al proyecto demandan un diálogo directo con el Gobierno Central siempre apuntando al nivel jerárquico más alto posible, de preferencia el Primer Ministro.
  5. Se establecen accidentadas “Mesas de Diálogo” que devienen en áreas de combate discursivo entre quienes defienden y apoyan el proyecto.
  6. En caso el costo político infringido al gobierno central sea lo suficientemente alto el Gobierno Central capitula y el proyecto se paraliza.

Previo a este proceso ha existido siempre una larga labor de adoctrinamiento de sectores de la población local en donde la minería es presentada como un peligro para la sostenibilidad de las condiciones de vida de la población local. Además, durante ese período preparatorio esos grupos generan plataformas que le permitan presentarse como representantes de la población local y toman control de componentes de la institucionalidad rural tales como rondas campesinas o juntas de regantes.

En múltiples ocasiones las Mesas de Dialogo promovidas por el Estado Peruano han fracasado completamente, mostrando ser mecanismos inefectivos e incapaces de viabilizar proyectos mineros amenazados por situaciones conflictivas. Lo más sorprendente es que si se diera un acuerdo, esos proyectos podrían generar ingresos fiscales para el Estado, rentabilidad para las empresas, dinamización de las economías regionales, y beneficios económicos múltiples y mejores activos ambientales para la población en el entorno del proyecto.

El enfoque del trinomio (Estado-Comunidad-Estado), hoy predominante en el Perú, deja de lado un factor crítico: los grupos hostiles a la minería. Sucede que las mesas de diálogo no se realizan con la “población,” puesto que no existe un mecanismo práctico mediante la cual la población, como un todo, pueda participar directamente. El diálogo se realiza entonces con un conjunto de dirigentes a los que se les considera como “representantes” de la población: miembros de Frentes de Defensa, alcaldes elegidos con una plataforma anti-minera y ONG’s post-extractivistas. En las propuestas de diálogo promovidas por el Estado Peruano se asume que existe alineamiento entre los intereses de estos grupos “dirigentes” y las aspiraciones de las poblaciones que ellos afirman representar.

Pese a su rótulo de representantes, estos dirigentes, en múltiples ocasiones, rechazan acuerdos en los que la comunidad se vería claramente beneficiada. Es frecuente que ese rechazo sea atribuido a un cierto grado de “radicalismo”, “irracionalidad” o “intransigencia” de estos líderes. Pero, en la mayoría de  ocasiones, estos dirigentes son personas inteligentes y muy astutas, de lo cual es evidencia una habilidad notable para la lideranza de movimientos sociales regionales, que en algunos casos terminan doblegando la voluntad política del Gobierno Nacional, como se demostró en casos como Tambogrande, Conga, y ahora Tía María.

¿Qué explica entonces la intransigencia de estos dirigentes, su negativa a llegar a acuerdos que dieran viabilidad a los proyectos mineros? La realidad es que existe una brecha de intereses entre esos dirigentes conflictivos y la población que afirman representar. Esta brecha se origina en los beneficios que el conflicto les reporta. La explicación es que los dirigentes no enfrentan incentivos para disminuir su hostilidad a las inversiones mineras o hidro-energéticas, y no les importa los efectos que su conducta (paralización de los proyectos) podría terminar reportando sobre la población. Sucede que a la población local puede ir muy mal mientras que a esos dirigentes les puede ir muy bien.

Existen tres beneficios principales derivados del activismo anti extractivo, las “lentejas”, los votos y las donaciones:

a) “Lentejas” (Potencial para la extorsión):  El Proyecto Tía María es un proyecto cuprífero que implica una inversión de 1,400 millones de dólares en las cercanías del Valle del Tambo en la Provincia de Islay Arequipa. Este proyecto ha enfrentado una fuerte resistencia por parte de sectores de la población de Islay la cual ha sido movilizada bajo la consigna “Agro Sí, Mina No”.[2] El conflicto social subsiguiente llevó a 6 muertos y a la paralización del Proyecto. Protagonista de este conflicto fue Pepe Julio Gutiérrez quien fuera Presidente del Frente de Defensa de Valle del Tambo y candidato a Concejero Regional por el Movimiento Tierra y Libertad, liderado por Marco Arana. En su hoja de vida, presentada al JNE,  registraba que sus ingresos provenían de ser agricultor independiente y contador de la Junta de Usuarios de Riego del Valle del Tambo. Gutiérrez se hizo tristemente célebre con la propagación de audios en los que condicionaba el repliegue en las protestas a la entrega de “lentejas”, por un monto de millón y medio sea de soles o de dólares. En el mes de agosto del presente año se le encontró diversas cuentas bancarias con un monto cercano a los 400 mil soles.[3]

La conflictividad social anti-minera ha generado múltiples actores sociales con capacidad de incidir de manera decisiva sobre la posibilidad de ejecución de proyectos con  valor de miles de millones de dólares. A través de conflicto ellos generan una “garita de peaje” a los proyectos, y es difícil de pensar que existiendo semejante oportunidad no traten de lucrar con la misma. Es un secreto a voces que múltiples dirigentes y presidentes de Frentes de Defensa intentan permanentemente obtener recursos de las empresas mineras a cambio de reducir su nivel de hostilidad hacia los proyectos en su entorno.

b) Votos (Posicionamiento electoral). Edy Benavides, oriundo de Bambamarca-Cajamarca y profesor de diversos institutos educativos,  tuvo su salto a la celebridad como Presidente del Frente de Defensa de los Intereses y Derechos de la Provincia de Hualgayoc – Bambamarca, en radical oposición a la realización del Proyecto Conga.  A nivel local fue célebre su rechazo a la  modernización del, en aquel entonces insalubre,  Mercado Municipal de Bambamarca mediante la modalidad de Obras por Impuestos por parte de Minera Goldfields pues considera que aceptar la colaboración de empresas mineras es una “traición” puesto que estas empresas están “condenando a los Bambamarquinos a una muerte lenta”.

Su postura fue bien recibida por un segmento importante del electorado bambamarquino al ser elegido alcalde de su provincia con el 47% de los votos, durante el presente año Benavides gestionará 17 millones de soles que recibirá su provincia por concepto de canon minero. Benavides no está solo en la lista de presidentes de algún “Frentes de Defensa” que devienen en autoridades elegidas. En el caso de Tambogrande, Francisco Ojeda fue electo alcalde de su distrito y en el distrito de Dean Valdivia, en la provincia de Islay, Jaime de la Cruz Gallegos ganó las elecciones locales.  Frente a semejantes casos existen múltiples dirigentes de organizaciones sociales que consideran que la polarización frente a un proyecto extractivo puede ser la plataforma que necesiten para salir del anonimato y entrar en el ruedo electoral con la imagen de defensor de los intereses del pueblo.

c) Donaciones (Acceso a recursos de cooperación internacional): A finales de 1993 Marco Arana era un joven párroco, cuasi anónimo, de la recientemente creada parroquia “Cristo Ramos de Porcón” en Cajamarca[4], el protagonismo ganado desde entonces en la oposición a Minera Yanacocha ha sido su principal mecanismo de ascenso político y económico.  La ONG que fundó, GRUFIDES, registró ante la APCI entre el año 2012 y el 2014 donaciones  por casi un millón y medio de dólares. Arana ahora es líder de un partido político de escala nacional con inscripción vigente (Tierra y Libertad) y se ha constituido en un referente de opinión en cuanto conflicto social anti-minero relevante exista en el país, teniendo frecuentes apariciones en medios. Sin lugar a dudas, la conflictividad le ha generado grandes beneficios personales.

Un factor común de estos personajes consiste en que sus rutas de ascenso personal se apoyan en la conflictividad misma. ¿Podría Pepe Julio Gutiérrez obtener sus “lentejas” si le decía a la población de Islay que el discurso que detentó durante años era falso y que el Proyecto Tía María no implica la destrucción del valle? Su principal activo personal consistía en haver generado una masa atemorizada que pudiera manipular y con ello tuviera la capacidad de amenaza que le permitiera cobrar “cupo” a la empresa minera. Una Mesa de Diálogo exitosa disiparía el temor, generaría un acuerdo y le quitaría su principal activo para obtener “lentejas.”

¿Edy Benavides podría haber sido elegido alcalde si tras una larga conversación con los técnicos del MINEM se hubiera convencido de que el Proyecto Conga, mediante la construcción de reservorios, incrementaría el suministro de agua para la población y hubiera salido a declarar esto en público? Su victoria electoral se sustentó en el rol que jugó en “la defensa del agua y la vida”.  Si la población de Bambamarca no creyera que la vida y el agua estaban amenazadas, no existiría ningún motivo por el cual los bambamarquinos desearan votar por él, y probablemente hubieran elegido un alcalde que promoviera el desarrollo local. Una exitosa Mesa de Diálogo le quitaría esa posibilidad de votos, ya que las frustraciones y descontento de la población serían capitalizadas por cualquier otro emprendedor político que no dudaría en acusarlo de “vendido a las trasnacionales.” Un político que enfrenta una disyunctiva así difícilmente va querer arribar a ningún acuerdo.

¿Si Marco Arana Arana se hubiera dedicado a mediar en los conflictos sociales buscando salidas convenientes para las comunidades podría ser presentado en múltiples instancias como “Héroe Ambiental,” ser líder de un partido nacional y manejar la camioneta 4X4 que actualmente posee? Su principal activo personal es la imagen, frente a los donantes internacionales y un sector de los líderes opinión locales, de un líder ambiental enfrentado a un malvado poder extractivista trasnacional.  Una exitosa Mesa de Diálogo que culminara el conflicto en Cajamarca, resultaría siendo una derrota para los donantes post-extractivistas que están en contra de cualquier avance de la minería y una amenaza para la estabilidad futura del flujo de donaciones de Sr. Arana. Un acuerdo que viabilizara la minería amenazaría la sostenibilidad del flujo de donaciones que hoy financia sus objetivos políticos y personales.

Creemos que el dialogo es una herramienta útil y necesaria en múltiples conflictos, sin embargo, este mecanismo es ineficaz cuando se aplica con actores que ganan con la conflictividad misma.

Para los promotores de la conflictividad las instancias de diálogo sirven únicamente como plataformas políticas y mediáticas para avanzar en sus propios fines, los cuales se hallan muy disociados de los de la población del entorno de los proyectos extractivos. Ellos viven del conflicto mientras las poblaciones lograrían mejor futuro para sus familias y un adecuado cuidado de su entorno si el conflicto se concluyera, se genera controles ambientales efectivos y la minería prosperara. Creer que esos dirigentes van facilitar la destrucción de sus mecanismos de acumulación de prestigio, poder político y dinero, para viabilizar el bienestar de sus poblaciones, es un acto de profunda ingenuidad.  Como lo hemos explicado ellos no ganan absolutamente nada, más bien pierden, si se llegara a acuerdos beneficiosos para las partes (minería y población) y que terminen desarmando el conflicto. Es lamentable que en diversas instancias del Estado y de los líderes de opinión se crea que la clave de la reducción de la conflictividad parta por negociar un acuerdo con quienes lucran con la conflictividad.

Para lograr que el diálogo sea un mecanismo eficaz para reducir la conflictividad debemos, necesitamos que las aspiraciones de desarrollo de la población local y nacional se expresen con toda su fuerza. No necesitamos interminables mesas de claudicación, necesitaremos foros públicos para discutir como generar sinergias entre minería y economía regional, y garantizar que en estos foros se expresen las opiniones de quienes desean realmente reducir los conflictos. El propósito de esos diálogos no debe se premiar a los generadores de conflicto sino encontrar rutas de progreso económico y social en base al estado de derecho y a relaciones pacíficas entre los actores sociales, instucionales y empresariales. Lampadia

 


[1] “Balance, lecciones aprendías y desafíos en torno a la institucionalización y sostenibilidad del diálogo y la prevención de conflictos sociales en el Perú”.  Mesa temática N°1 : Prevención y Gestión de Conflictos Sociales. 30 de octubre; Lima, Perú.

[2] Una buena explicación respecto a los efectos ambientales del Proyecto Tia Maria y sus potenciales efectos ambientales, es la conferencia “Proyecto TiaMaria: Despejando Dudas y Eliminando Temores” se encuentra disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=gIJO5SZcU5Y