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¿Por qué existen las empresas?

¿Por qué existen las empresas?

“¿Por qué algunas actividades se definen por las fuerzas del mercado y otras por las empresas?”

En una serie de artículos, The Economist explica las bases de la economía. El primero de ellos explica la naturaleza de las empresas como centros de conciliación de múltiples transacciones entre distintas partes, externas e internas, y el rol de la formación de precios.

“La idea del mecanismo de precios es central para el estudio de la economía. Los precios de mercado transmiten información sobre lo que la gente quiere comprar y lo que otros quieren vender. Adam Smith usó la metáfora de la “mano invisible” para describir cómo la economía está gobernada por señales de precios. En 1937, un artículo publicado por Ronald Coase, economista británico, señaló una falla en este punto de vista: no encajaba con lo que ocurría dentro de las empresas. Cuando un empleado cambia de una división a otra, por ejemplo, no lo hace en respuesta a salarios más altos, sino porque se le ordena”.

La revolución tecnológica, o Cuarta Revolución Industrial, está creando disrupciones en toda la economía y está forzando a las empresas a reevaluar su valor en el mercado, al igual que su necesidad. La economía compartida ha revolucionado las industrias y ha generado una crisis existencial sobre la razón de ser de las empresas. ¿Tienen sentido en la era digital? Ahora que es posible comunicarse y trabajar de forma remota con mucha agilidad, ¿por qué es mejor constituir una compañía con trabajadores que trabajar ‘on-line’? ¿Hacia dónde están migrando las empresas? Y, si vamos un paso más allá, ¿por qué existen en primer lugar?

Esta última pregunta fue el inicio de una larga investigación del renombrado economista británico Ronald Coase (1910-2013), profesor de la escuela de Chicago y Premio Nobel de Economía en 1991, por su famoso artículo The Nature of the Firm (1937).Su teoría sostiene que cuando los costos de transacción para producir un bien o servicio son altos, las empresas hacen estas cosas tareas internamente. Pero con la revolución de la información, los cambios en la tecnología y la sociedad en red bajaron radicalmente los costos, por lo que el producir bienes o servicios fuera de la empresa (outsourcing) ha crecido significativamente.

El trabajo de Coase (analizado por The Economist, publicado líneas abajo) fue pionero en plantear el tema. La mayoría de economistas se habían contentado con tratar a las empresas como dadas, pero Coase se preguntó por qué estaban allí. Usó una beca que se ganó como estudiante para visitar las principales empresas americanas como Ford y General Motors y resumió su pensamiento en su ensayo de 1937, “La naturaleza de la empresa”, que al principio no atrajo la atención de ningún tipo, pero hoy sigue siendo citado.

Coase argumentó que las empresas tienen sentido económico porque pueden reducir o eliminar el “costo de transacción” de ir al mercado para hacer cosas, que internamente pueden ser más eficientes. En ese momento, cuando las comunicaciones eran deficientes y las economías de escala podían ser enormes, esto justificaba mantener muchas actividades dentro de las empresas, por lo que los fabricantes de automóviles a menudo eran propietarios de fábricas de  motores y mil partes y piezas.

La teoría de Coase sugeriría que las empresas deberían estar en retirada en este momento, porque la tecnología está bajando los costos de transacción: ¿por qué tomarse la molestia de organizar las cosas bajo un mismo techo cuando ‘just in time’ y ‘outsourcing’, facilitan recurrir al mercado, y más ahora, con el Internet que disminuye los costo de transacción en los mercados? Y es cierto que el valor de las empresas está subiendo y bajando a un ritmo más rápido que nunca. En 1958, las empresas de S&P500 se mantenían en el ránking durante 60 años; hoy la media es de sólo 18 años. Nokia produjo una cuarta parte de los teléfonos del mundo en 2000, al 2015 solo llegaban al 7.5% de la participación mundial.

Pero lejos de poner fin a las grandes empresas, el Internet está produciendo sus propios ‘gigantes’ tecnológicos. Google representa alrededor del 40% del tráfico mundial de Internet, y Amazon está creciendo a pasos agigantados en retail y servicios logísticos. Esto podría deberse a que los costos de transacción, aunque más bajos de lo que solían ser, siguen siendo una parte importante de los negocios: todavía es más fácil trabajar en ideas, diseños, ofertas y proyectos complejos cara a cara.

O podría ser como previó el propio Coase, que la complejidad de las cadenas productivas y el intercambio de bienes y servicios es cada día mayor y más complejo, y los límites de un enfoque u otro, se hacen más difíciles de marcar.

Pase lo que pase a este análisis particular de reducción de costos de transacción, el trabajo de Coase es una parte esencial de la economía y una firme base del capitalismo. Enseñó a los economistas que no deberían limitarse a examinar los números, sino mirar dentro de las organizaciones que producen riqueza. Y estableció una prueba que todo jefe todavía tiene que responder: ¿qué hace su empresa que no puede ser hecha de manera más eficiente por otros agentes económicos? El secreto del mundo actual es continuar aprovechando las ventajas del mercado (o el mecanismo de precios) y la naturaleza de las empresas, reinventándose una y otra vez, para bajar los costos de los productos, servicios y transacciones, con mayores prestaciones y menos impactos colateralesLampadia

Lea el informe completo sobre la teoría de Coase sobre las empresas:

Seis grandes ideas

Teoría de la empresa de Coase

Si los mercados son tan buenos en asignar recursos, ¿por qué existen las empresas? El primero de nuestra serie sobre grandes ideas económicas

The Economist
27 de julio, 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

Una mañana, un economista fue a comprar una camisa. La que eligió fue una maravilla de la producción global. Fue hecha en Malasia usando máquinas alemanas. La tela fue tejida del algodón indio crecido de las semillas desarrolladas en EEUU. El revestimiento del cuello provenía de Brasil; la fibra artificial de Portugal. Millones de camisas de todos los tamaños y colores se venden todos los días, escribe Paul Seabright, economista comprador de camisas, en su libro de 2004, “The Company of Strangers”. Ninguna autoridad está a cargo. Las firmas que componen los muchos eslabones de la cadena que suministraba su camisa sólo habían obedecido los precios del mercado.

Explicar la magia de las coordinaciones del mercado fue un objetivo básico de la economía “clásica” de finales del siglo XVIII y XIX. Luego, en 1937, un artículo publicado por Ronald Coase, un economista británico, señaló una omisión flagrante. El modelo estándar de la economía no encajaba con lo que sucede dentro de las empresas. Cuando un empleado cambia de una división a otra, por ejemplo, no lo hace en respuesta a salarios más altos, sino porque se le ordena. La pregunta planteada por Coase fue profunda, aunque torpe para la economía: ¿por qué algunas actividades son dirigidas por las fuerzas del mercado y otras por las empresas?

Su respuesta fue que las empresas son una respuesta al alto costo de usar los mercados. A menudo es más barato dirigir las tareas de manera fija que negociar y hacer cumplir contratos separados para cada transacción. Tales “costos de cambio” son bajos en los mercados de bienes estandarizados, escribió Coase. Una tarea bien definida se puede poner fácilmente al mercado, donde a un contratista se le paga una suma fija por hacerlo. La empresa llega a su propia decisión cuando los contratos simples de este tipo no serían suficientes. En cambio, un empleado acepta seguir instrucciones variadas y cambiantes, hasta límites acordados, para un salario fijo.

Primero, Coase había establecido su teoría mientras trabajaba como educador en Dundee, en 1932, después de haber pasado el año académico anterior en EEUU, visitando fábricas y negocios. “La naturaleza de la firma”, su estudio, no apareció por otros cinco años, en parte porque era reacio a precipitarse en la impresión. Aunque ampliamente citado hoy, fue en gran parte no leído al principio. Pero un segundo artículo, “El problema del costo social”, publicado en 1960, momento en el que se había trasladado a EEUU, lo llevó a la prominencia. Argumentó que la negociación privada podría resolver problemas sociales, como la contaminación, siempre y cuando los derechos de propiedad estén bien definidos y los costos de transacción sean bajos (rara vez lo son). A él se le había pedido que expusiera su nueva teoría a principios de ese año a una audiencia escéptica de economistas de la Universidad de Chicago. Al final de la noche, había ganado la confianza de todo el mundo. Coase fue invitado a unirse a la facultad de la universidad en 1964; y allí permaneció hasta su muerte en 2013 a la edad de 102 años.

En 1991, Coase fue galardonado con el Premio Nobel de Economía, en gran parte por la fuerza de estos dos documentos. Pero en 1972, se lamentó que “La naturaleza de la empresa” había sido “muy citado y poco utilizado”. De una manera extraña, el propio Coase era en parte culpable. La idea de los costos de transacción era una buena explicación para los temas difíciles que se utilizó para cerrar la investigación. De hecho, el documento de Coase planteó tantas preguntas difíciles como las que contestó. Si las empresas existen para reducir los costos de transacción, ¿por qué existen transacciones de mercado? ¿Por qué no ampliar los límites de la empresa? En corto, ¿qué es lo que determina cómo se organiza la economía en su conjunto?

Casi tan pronto como Coase deseó, empezó a florecer un cuerpo de investigaciones más rigurosas sobre tales cuestiones. La idea central es que es difícil especificar todo lo que se requiere de una relación comercial, por lo que algunos contratos son necesariamente “incompletos”. Oliver Williamson, ganador del Premio Nobel de Economía en 2009, y Oliver Hart y Bengt Holmstrom, quienes compartieron el premio en 2016. Estos y otros apóstoles de Coase se basaron en el trabajo de los teóricos legales para distinguir entre transacciones al contado y las relaciones comerciales que requieren contratos a más largo plazo o más flexibles.

Los mercados spot cubren la mayoría de las transacciones. Una vez que el dinero se intercambia por bienes, el trato se completa. La transacción es simple: una parte quiere algo, la otra lo suministra. Hay poco margen para disputa, por lo que un contrato por escrito se puede prescindir. Si una parte no está contenta, llevará su negocio a otra parte la próxima vez. Por lo tanto, los mercados spot son en gran parte autosuficientes. Están bien adaptados a transacciones simples y de bajo valor, como comprar un periódico o tomar un taxi.

Las cosas se vuelven más difíciles cuando las partes están encerradas en acuerdos de los que es costoso salir. Tomemos como ejemplo un contrato de alquiler de una propiedad. Un negocio que es desalojado puede no encontrar rápidamente un local con características similares. Del mismo modo, si un inquilino se va de repente, el propietario podría no encontrar un reemplazo inmediato. Ambos podrían amenazar al otro por una oferta de un mejor alquiler. La respuesta es un contrato a largo plazo que especifica el alquiler, la tenencia y el uso de la propiedad. Ambas partes se benefician.

Pero para muchos acuerdos de negocios, es difícil establecer todo lo que se requiere de cada partido en todas las circunstancias. En tales casos, los contratos formales son necesariamente “incompletos” y sustentados en gran parte por la confianza. Un contrato de trabajo es de este tipo. Tiene algunos términos formales: título de trabajo, horas de trabajo, pago inicial y así sucesivamente, pero muchos de los deberes y obligaciones más importantes no se anotan. Es como una “mini-sociedad con una vasta gama de normas más allá de las centradas en el intercambio y sus procesos inmediatos”, escribió Williamson. Tal contrato permanece en vigor sobre todo porque su ruptura haría daño a ambas partes. Y debido a que las fuerzas del mercado están debilitadas en un contrato de este tipo, toma vigor una forma alternativa de gobernanza: la empresa.

Uno de los primeros trabajos para elucidar estas ideas fue publicado en 1972 por Armen Alchian y Harold Demsetz. Definieron a la empresa como contratista central en un proceso de producción en equipo. Cuando la producción es el resultado de un esfuerzo de equipo, es difícil poner las tareas necesarias en el mercado. Esto se debe a que es difícil de medir la contribución de cada miembro al trabajo terminado y luego asignar sus recompensas en consecuencia. Así que la empresa es necesaria para actuar como coordinador y monitor de un equipo.

Encadenamiento

Si un equipo de trabajadores requiere una empresa como monitor, ¿podría ser también cierto para equipos de proveedores? En algunos casos, las empresas están realmente integradas verticalmente, lo que significa que los proveedores de insumos y los productores de bienes finales están bajo la misma propiedad. Pero en otros casos, los proveedores y sus clientes son entidades separadas. ¿Cuándo está bien un arreglo y no el otro?

Un artículo publicado en 1986 por Sanford Grossman y Hart, agudizó la reflexión al respecto. Distinguieron dos tipos de derechos sobre los activos de una empresa (sus instalaciones, maquinaria, marcas, listas de clientes, etc.): derechos específicos, que pueden ser subcontratados, y derechos residuales, que vienen con propiedad. Cuando resulta costoso para una empresa especificar todo lo que quiere de un proveedor, podría tener sentido adquirirlo para reclamar los derechos residuales (y los beneficios) de la propiedad. Pero, como señalaron Grossman y Hart, algo también se pierde con la fusión. El incentivo del proveedor para innovar y controlar los costes se desvanece, ya que ya no posee los derechos residuales.

Para ilustrar este tipo de relación, usaron el ejemplo de una firma de seguros que paga una comisión a un agente para vender políticas. Para alentar al agente a encontrar clientes de alta calidad, que tienen más probabilidades de renovar una póliza, la empresa rehúsa una parte del salario del agente y la vincula a la tasa de renovación de la póliza. El agente es inducido a trabajar duro para encontrar buenos clientes. Pero hay un inconveniente. Compañía de seguros ahora tiene un incentivo propio para eludir. Mientras que el agente está desesperado por encontrar el tipo correcto de clientes, la empresa puede aprovechar, por ejemplo, reducir su gasto en la publicidad de sus políticas, aumentar su precio o bajar su calidad.

No hay ninguna disposición en la que los incentivos de la empresa y el agente pueden estar perfectamente alineados. Sin embargo, Grossman y Hart identificaron una segunda mejor solución: la parte que más aporta a cualquier empresa en términos de esfuerzo “no contractible” debería poseer los activos clave, que en este caso es la lista de clientes. Por lo tanto, el agente debe poseer la lista dondequiera que las renovaciones de la política sean sensibles al esfuerzo de las ventas, como en el caso del seguro de auto. El agente mantendría los derechos residuales y sería recompensado por el esfuerzo de encontrar el tipo correcto de cliente. Si la compañía de seguros se desvía, el agente puede simplemente vender las políticas de una empresa rival a sus clientes. Pero en los casos en que la empresa trae más que al agente de ventas -por ejemplo, cuando los clientes son más “pegajosos” y la primera venta es crucial, como con el seguro de vida- una fusión tendría más sentido.

Este marco ayuda a abordar una de las cuestiones planteadas por el documento original de Coase: ¿cuándo debe una empresa “producir” y cuándo debe “comprar”? Se puede aplicar a los lazos comerciales verticales de todo tipo. Por ejemplo, las franquicias tienen que acatar algunas reglas que se pueden establecer en un contrato, pero consiguen guardar las ganancias residuales a cambio de un honorario de regalías pagado a la firma del padre. Eso es porque los esfuerzos importantes que el padre requiere de un franquiciado no son fáciles de poner en un contrato o para hacer cumplir.

La gestión de los vínculos entre una empresa y sus “stakeholders” (sus clientes, proveedores, empleados e inversores) es otra variante en este tema. Una empresa a menudo quiere poner restricciones en las partes que hacen negocios. Las empresas de bienes de lujo o fabricantes de equipos de sonido de fantasía pueden prohibir a los minoristas descontar sus productos como una manera de estimularlos a competir con sus rivales por la calidad de sus tiendas, servicios y consejos.

Dentro del cubículo

Si uno de los desafíos planteados por Coase era explicar dónde está la frontera entre las empresas y los mercados, otro era que el análisis económico no cesara una vez que llegara a la puerta de la fábrica o a la entrada de la oficina. Una cuestión clave es cómo se estructuran los acuerdos. ¿Por qué, por ejemplo, los contratos de trabajo tienen pocas obligaciones formales? Una idea de la literatura es que un contrato firmemente especificado puede tener resultados perversos. Si los maestros son remunerados de acuerdo a los resultados de las pruebas, ellos “enseñan ” y pagan menos atención a otras tareas, como inspirar a los alumnos a pensar de forma independiente. Si se paga a los directores ejecutivos para impulsar el precio de las acciones a corto plazo de la firma, se cortarán los proyectos de inversión que pueden beneficiar a los accionistas a largo plazo.

Holmstrom y Paul Milgrom establecieron que cuando las tareas importantes son difíciles de controlar y donde se necesita un balance de actividades, entonces un contrato debe evitar fuertes incentivos vinculados a una sola tarea. El mejor enfoque es pagar un salario fijo y dejar el equilibrio de tareas sin especificar. Una idea relacionada desarrollada por Hart y John Moore es un contrato de trabajo como un “punto de referencia” en lugar de como un mapa detallado. Otra idea es que las formas diferidas de pago, como los planes de pensiones de la empresa y las promociones basadas en la antigüedad, ayudan a consolidar vínculos a largo plazo con los empleados y recompensarlos por invertir en habilidades específicas de la relación.

Coase observó en 1937 que el grado en que el mecanismo del precio es reemplazado por la empresa varía con las circunstancias. Ochenta años después, el límite entre los dos podría parecer que se está disolviendo por completo. La proporción de contratistas autónomos en la fuerza de trabajo ha aumentado. La “gig economy”, ejemplificada por los pilotos de Uber, se está multiplicando.

Sin embargo, es poco probable que las firmas desaparezcan. Antes de Uber, la mayoría de los taxistas ya trabajaban por cuenta propia. Los contratos de trabajo similares a puntos se están volviendo más comunes, pero la flexibilidad tiene un costo. Los trabajadores tienen poco incentivo para invertir en habilidades específicas de la empresa, por lo que la productividad sufre. E incluso si la camisa de Seabright fue entregada por un conjunto de transacciones basadas en el mercado, las cadenas de suministro de bienes complejos, como un iPhone o un super jumbo de Airbus A380, dependen de contratos a largo plazo que a menudo son “incompletos”. Coase fue el primero en detectar una verdad perdurable. Las economías exitosas necesitan tanto la dictadura benigna de la empresa como la mano invisible del mercadoLampadia

Teoría de Coase de la empresa: una lista de lecturas

  1. “La naturaleza de la empresa”, por R H Coase, Economica, 1937
  2. “El problema del costo social”, por R H Coase, Revista de Derecho y Economía, 1960
  3. “Organización industrial: una propuesta de investigación”, por R H Coase, NBER, 1972
  4. “Producción, Costos de Información y Organización Económica”, por Armen A Alchian y Harold Demsetz, American Economic Review, 1972
  5. “Economía de la transacción-coste: El gobierno de relaciones contractuales”, por Oliver E. Williamson, 1979
  6. “Los costos y beneficios de la propiedad: una teoría de la integración vertical y lateral” por Sanford Grossman y Oliver Hart, Journal of Political Economy, 1986
  7. “Análisis de Agente Principal Multitask: Contratos de Incentivo, Propiedad de Activos y Diseño de Empleo”, por Bengt Holmstrom y Paul Milgrom, Revista de Derecho, Economía y Organización, 1991
  8. “La Firma como Sub-economía”, por Bengt Holmstrom, Journal of Law Economics & Organization, 1999
  9. “La teoría de la empresa como estructura de gobierno: de la elección al contrato”, por Oliver E Williamson, 2002
  10. “Contratos como Puntos de Referencia”, por Oliver Hart y John Moore, Quarterly Journal of Economics, 2008

Nota de The Economist: Este artículo apareció en la sección ‘Briefs’ de la edición impresa bajo el titular “Coase Call”.




Cómo una teoría pudo dar forma a los negocios

Como prometimos la semana pasada, en Lampadia seguiremos la publicación de una serie de informes de The Economist sobre las más importantes teorías económicas, relevantes en la actualidad, explicadas de una manera menos ‘matematizada’ y con énfasis en cómo estas teorías son aplicadas en los problemas actuales.

El primer tema publicado por The Economist es el del análisis de los mercados mediante la Información Asimétrica, con lo cual George Akerlof, Michael Spence, y Joseph Stiglitz obtuvieron el Premio Nobel de Economía de 2001. Akerlof mostró como se distorsionan los precios en un mercado con información asimétrica y como aparecen el riesgo moral y la selección adversa. Spence, a través de un modelo de señalización de la educación, mostró los efectos de las asimetrías informativas en los mercados laborales y, finalmente Stiglitz, mostró los efectos de las distorsiones en los puntos de equilibrio causados por la presencia de información asimétrica en los mercados de crédito y seguros.

La publicación da el siguiente ejemplo: El comprador de un auto de segunda mano tiene menos información acerca del estado de dicho auto que el vendedor. Como consecuencia de esta información desigual, surge la incertidumbre en los compradores, por lo que tratarán de bajar el precio al máximo posible. El hecho de que los compradores no estén dispuestos a ofrecer un buen precio impide precios elevados. De esta manera, los vendedores de coches en buen estado se ven obligados a retirar sus vehículos, originándose una caída  en el mercado porque muchos de los coches vendidos son de mala calidad y bajos precios. 

La conclusión es que los vendedores de autos en buen estado retiran del mercado sus vehículos, ya que no pueden encontrar un precio justo y acorde a lo que creen conveniente recibir por ellos, porque los compradores desconfían de todos y creen que les quieren engañar con algo de menor calidad.

¿Solución? Ya que el principal problema radica en la asimetría de la información, el vendedor sabe el verdadero estado de su auto, mientras que el comprador no lo sabe y tendrá que confiar. Esto es un ejemplo de que los mercados se tienen que adaptar para poder compensar la asimetría de información, ya que en caso contrario los bienes de baja calidad pueden expulsar del mercado a los bienes de mejor calidad, encontrándonos con un problema de selección adversa.

Líneas abajo, reproducimos el artículo de The Economist:

Asimetría de la información

Secretos y agentes

The Economist

26 de julio de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

El estudio económico de George Akerlof de 1970, “El mercado de los limones”, es una de las bases de la economía de la información. La primera de nuestra serie sobre las principales ideas económicas seminales.

En 2007, el estado de Washington introdujo una nueva regla destinada a hacer más justo el mercado laboral: se les prohibió a las empresas comprobar las puntuaciones de crédito de los solicitantes de empleo. Los activistas celebraron la nueva ley como un paso hacia la igualdad, ya que es muy probable que un solicitante con un bajo puntaje crediticio sea pobre, negro o joven. Desde entonces, otros diez estados han seguido su ejemplo. Pero cuando Robert Clifford y Daniel Shoag, dos economistas, estudiaron las prohibiciones, se encontraron con que esta ley dejó a los negros y jóvenes con menos puestos de trabajo, no más.

Antes de 1970, los economistas no tenían mucho para ayudarles a resolver este rompecabezas. De hecho, ellos no pensaron mucho sobre el rol de la información. En el mercado laboral, por ejemplo, los libros asumían que los empleadores saben la productividad de sus trabajadores (o trabajadores potenciales) y que, gracias a la competencia, les pagaban exactamente el valor de lo que producían.

Se podría pensar que la investigación que produjo esa conclusión sería celebrada como un avance importante. Sin embargo, cuando, a finales de 1960, George Akerlof escribió “El mercado de los limones” (y más tarde ganó un premio Nobel por eso), el documento fue rechazado por tres revistas de primera línea. En ese momento, Akerlof era un profesor asistente en la Universidad de California, Berkeley; y sólo había completado su doctorado en el MIT en 1966. Quizás por ello, la American Economic Review pensó que sus percepciones eran triviales. El Review of Economic Studies estuvo de acuerdo. El Journal of Political Economy tenía la preocupación opuesta: no podía aceptar las implicancias del estudio. Akerlof, ahora profesor emérito en Berkeley y casado con Janet Yellen, presidente de la FED (Banco de reserva de EEUU), recuerda la queja del editor: “Si esto es correcto, la economía sería diferente.”

En cierto modo, los editores estaban en lo correcto. La idea de Akerlof, finalmente publicada en el Quarterly Journal of Economics en 1970, era a la vez simple y revolucionaria. Supongamos que los compradores de autos valorizan un buen auto usado (melocotones) a US$ 1,000 y los vendedores a un poco menos. Un auto en mal estado (un limón) se valoriza en tan sólo US$ 500 por los compradores (y, de nuevo, un poco menos por los vendedores). Si los compradores pueden diferenciar los limones de los melocotones, el comercio florecerá en ambos lados. En la realidad, los compradores suelen tener problemas para diferenciarlos: los rasguños pueden retocarse, los problemas del motor pueden no haberse divulgado e incluso los odómetros pueden estar alterados.

Para contabilizar el riesgo de que un auto pueda ser un limón, los compradores redujeron sus ofertas. Ellos podrían estar dispuestos a pagar, por ejemplo, US$ 750 por un auto que perciben que tiene la misma probabilidad de ser un limón o un melocotón. Pero los distribuidores que saben con seguridad que tienen un melocotón rechazarán la oferta. Como resultado, los compradores se enfrentan a una “selección adversa”: los únicos vendedores que están dispuestos a aceptar US$ 750 serán los que saben que están vendiendo un limón.

Los compradores inteligentes pueden prever este problema. Sabiendo que ser les va a ofrecer un limón, ofrecen sólo US$ 500. Los vendedores de limones terminan vendiéndolo al mismo precio que lo habrían hecho inicialmente. Sin embargo, los melocotones se quedan en el garaje. Esta es la tragedia: hay compradores que pagarían felices el precio de un melocotón, si tan sólo pudieran estar seguros de la calidad del auto. Esta “asimetría de información” entre compradores y vendedores debilita el mercado.

¿Es realmente cierto que se puede ganar un premio Nobel sólo por la observación de que algunas personas en los mercados saben más que otros? Esa fue la pregunta que un periodista le hizo a Michael Spence, quien, junto con Akerlof y Joseph Stiglitz,  recibieron el Premio Nobel del 2001 por sus trabajos sobre la asimetría de información. Su incredulidad era comprensible. La publicación de los limones no era ni siquiera una descripción precisa del mercado de autos usados: claro que no todos los autos usados ​​que se venden son un fracaso. Y las aseguradoras habían reconocido hace tiempo que sus clientes podrían ser los mejores jueces de los riesgos que corrían, y que los más dispuestos a comprar seguros eran probablemente las apuestas más riesgosas.

Sin embargo, la idea era nueva para los economistas tradicionales, que rápidamente se dieron cuenta que muchos de sus modelos se habían vuelto redundantes. Pronto siguieron otros avances, ya que los investigadores examinaron cómo el problema de la asimetría podría ser resuelto. La contribución insignia de Spence era un documento de 1973 llamado el “modelo de señalización” que analizaba el mercado laboral. Los empleadores pueden tener dificultades para descifrar qué candidatos de empleo son los mejores. Spence mostró que los mejores trabajadores podrían indicar su talento a las empresas mediante la recopilación de señales, como títulos universitarios. Fundamentalmente, esto sólo funciona si la señal es creíble: si los trabajadores de baja productividad encontraron que les fue fácil obtener un título, entonces podrían hacerse pasar como tipos inteligentes.

Esta idea pone de cabeza la sabiduría convencional. Por lo general, se cree que la  educación hace que los trabajadores sean más productivos. Sí es una señal de talento.  Los retornos de la inversión en educación para los estudiantes que ganan un salario superior a expensas de los menos capaces, y tal vez para las universidades, pero no para la sociedad en general. Un discípulo de la idea, Bryan Caplan, de la Universidad George Mason, está actualmente escribiendo un libro titulado “El caso en contra de la educación”. (El propio Spence lamenta que otros tomaron su teoría como una descripción literal del mundo).

La señalización ayuda a explicar lo que sucedió cuando Washington y otros estados dejaron de permitir que las empresas obtengan las calificaciones de crédito de los postulantes. El historial crediticio es una señal creíble: es difícil de falsificar y, presumiblemente, los que tienen una buena puntuación de crédito son más propensos a desempeñar buenos trabajos que los que no pagan sus deudas. Clifford y Shoag encontraron que cuando las empresas ya no podían acceder a las puntuaciones de crédito, ponían más peso en otras señales, como la educación y la experiencia. Debido a que estos son más escasos entre los grupos desfavorecidos, se hizo más difícil, no más fácil, convencer a los empresarios de su valor.

La señalización explica todo tipo de comportamiento. Las empresas pagan dividendos a sus accionistas, quienes deben pagar impuestos por ellos. ¿Seguramente sería mejor que los conservaran como utilidades retenidas y así, aumentaran los precios de las acciones? La señalización resuelve el misterio: el pago de un dividendo es una señal de fuerza, lo que demuestra que una firma no siente la necesidad de acumular dinero en efectivo. De la misma manera, ¿por qué un restaurante escogería deliberadamente localizarse en una zona con altos alquileres? Indica a los clientes potenciales que su buena comida le traerá éxito.

La señalización no es la única manera de superar el problema de los limones. En un documento de 1976, Stiglitz y Michael Rothschild mostraron cómo los aseguradores podrían escoger a sus clientes. La esencia de la revisión es ofrecer ofertas que sólo atraen a un tipo de cliente.

Supongamos que una aseguradora de automóviles se enfrenta a dos tipos diferentes de clientes, de alto riesgo y de bajo riesgo. Ellos no pueden diferenciar a estos dos grupos; sólo el cliente sabe si es un conductor seguro. Rothschild y Stiglitz mostraron que, en un mercado competitivo, las aseguradoras no pueden ofrecer el mismo trato a ambos grupos de una manera rentable. Si lo hicieran, las primas de los conductores seguros subsidiarían los pagos a los imprudentes. Un rival podría ofrecer un acuerdo con primas ligeramente más bajas (y un poco menos de cobertura), lo cual atraería a los conductores prudente solamente, ya que los arriesgados prefieren permanecer totalmente asegurados. La firma, que se quede sólo con los clientes más riesgosos, tendrían pérdidas. (A algunos les preocupaba que pasaría lo mismo con el Obamacare, que prohíbe a los aseguradores de salud estadounidenses discriminar a los clientes que ya están mal: si las altas primas resultantes fueron para disuadir a los clientes jóvenes y sanos, las empresas podrían tener que aumentar las primas aún más, haciendo que cada vez más clientes sanos se retiren, en un denominado “espiral de muerte”.)

La aseguradora de automóviles debe ofrecer dos ofertas, asegurándose de que cada uno atraiga sólo a los clientes para los que ha sido diseñado. El truco consiste en ofrecer un contrato de seguro costoso que cubra todo riesgo y una opción alternativa más barata con un deducible alto. Los conductores arriesgados se resistirán a cambiar, sabiendo que hay una buena probabilidad de que lo necesiten eventualmente. Ellos seguirán pagando la cobertura más cara. Los conductores más seguros no tolerarán el alto deducible y pagarán un precio menor por una cobertura inferior.

Esto no es una solución particularmente feliz del problema. Los buenos conductores están atrapados con altos deducibles del mismo modo que trabajadores los altamente productivos deben desembolsar por una educación con el fin de demostrar su valía en el modelo de educación de Spence. Sin embargo, la señalización está en juego cada vez que una empresa ofrece a sus clientes un menú de opciones.

Aerolíneas, por ejemplo, quieren sacarle la mayor cantidad de dinero a los clientes ricos con precios más altos, sin alejar a los más pobres. Si supieran la profundidad de los bolsillos de cada cliente con antelación, podrían ofrecer sólo pasajes de primera clase a los clientes ricos y una mejor relación calidad-precio a todos los demás. Pero debido a que deben ofrecer las mismas opciones para todos, tienen que empujar hacia los pasajes más caros a los que puedan pagarlos. Esto significa hacer deliberadamente que la cabina estándar sea incómoda, asegurando que las únicas personas que las utilicen sean los que tienen billeteras más delgadas.

El peligro socava el Edén

La selección adversa tiene un primo. Las aseguradoras han sabido por mucho tiempo que las personas que compran seguros son más propensas a tomar riesgos. Alguien con un seguro de hogar probará sus alarmas de humo con menos frecuencia; alguien con un seguro de salud tendrá una alimentación poco saludable y beberá más. Los economistas asumían que este fenómeno era un “riesgo moral”, cuando Kenneth Arrow escribió sobre el tema en 1963.

El riesgo moral se produce cuando los incentivos se descontrolan. La vieja economía, señaló Stiglitz en su conferencia del premio Nobel, prestaba mucha atención a los incentivos, pero tenía muy poco que decir sobre ellos. En un mundo completamente transparente, que no necesita preocuparse por incentivar a alguien, se puede utilizar un contrato para especificar su comportamiento con precisión. Pero cuando la información es asimétrica y no se puede observar lo que se está haciendo (¿Está utilizando piezas baratas el comerciante? ¿Está vagando tu empleado?) es que uno debe preocuparse por asegurar que los intereses están alineados.

Tales escenarios presentan lo que se conoce como problemas del ” agente-principal”. ¿Cómo puede un director (o un administrador) conseguir que un agente (o un empleado) se comporte como quiere, cuando él no los puede controlar todo el tiempo? La forma más sencilla de asegurarse de que un empleado trabaje duro es darle parte o la totalidad de la ganancia. Las peluqueras, por ejemplo, suelen alquilar  un lugar en un salón de belleza y mantienen sus ganancias para sí mismas.

Pero el trabajo duro no siempre garantiza el éxito: un analista estrella en una empresa de consultoría, por ejemplo, podría hacer un trabajo estelar lanzando un proyecto que, sin embargo, va a un rival. Por lo tanto, otra opción es pagar “salarios de eficiencia”. Stiglitz y Carl Shapiro, mostraron que las empresas podrían pagar salarios de primera calidad para hacer que los empleados valoren más sus puestos de trabajo. Esto, a su vez, podría hacer que sean menos propensos a eludir sus responsabilidades, porque perderían más si fueran despedidos. Ese descubrimiento ayuda a explicar un rompecabezas fundamental de la economía: cuando los trabajadores están desempleados, pero quieren puestos de trabajo, ¿por qué no caen los salarios hasta que alguien esté dispuesto a contratarlos? Una respuesta es que los salarios por encima del mercado actúan como una zanahoria, el desempleo resultante, como un palo.

Y esto revela un punto aún más profundo. Antes de que Akerlof y los otros pioneros de la economía de la información llegaran, la disciplina suponía que, en mercados competitivos, los precios reflejan los costos marginales: cobra por encima del costo y un competidor te ganará con un menor precio. Pero en un mundo de asimetría de información, el “buen comportamiento es impulsado mediante la obtención de un excedente sobre lo que se podría conseguir en otro lugar”, según Stiglitz. El salario debe ser mayor que lo que un trabajador puede obtener en otro puesto de trabajo, para que ellos quieran evitar el despido; y las empresas deben considerar doloroso perder clientes cuando su producto es de mala calidad, por no invertir en la calidad. En los mercados con información imperfecta, el precio marginal no puede igualar al costo marginal.

El concepto de asimetría de la información, entonces, realmente cambió la economía. Casi 50 años después de que el estudio de los limones fuera rechazado tres veces, sus ideas siguen siendo de importancia crucial para los economistas y para la política económica. Solo pregúntele a cualquier joven negro de Washington que tenga una buena puntuación de crédito, que desea encontrar un trabajo.

Lampadia




Una nueva gran riqueza productiva para los peruanos

Una nueva gran riqueza productiva para los peruanos

Este mes se aprobó el reglamento de la Ley Forestal (N° 29763, promulgada en el 2011), mediante el cual se  implementaría un mecanismo imprescindible para poner en valor una de nuestras fuentes de recursos renovables más importantes y que el Perú ha descuidado desde siempre: nuestro sector forestal en general y los cultivos forestales en particular.

Perú es el único país de América Latina que no ha desarrollado plantaciones forestales, eficientes y competitivas. Esto es inaceptable considerando que el 82.4% del país (106 millones de hectáreas) se encuentra cubierto de áreas forestales. Somos el segundo país en América Latina y el onceavo en el mundo con mayor área de bosque, lo que muestra el enorme potencial de nuestro patrimonio forestal. Pero además, lo que es más importante aún, solo en la sierra, tenemos siete millones de hectáreas deforestadas y, por lo tanto, con solo promover la reforestación en esa zona, tendríamos la posibilidad de crear riqueza en las mejores condiciones ambientales posibles. 

La aprobación de este reglamento nos abre las puertas a participar y aprovechar un mercado de commodities global cuya demanda continuará  en aumento y que su precio es básicamente inelástico. Al 2050, la población mundial llegará a aproximadamente 9 mil millones de personas y, según el BCRP, cada persona consumirá alrededor de 0.5 m3 de madera al año, llegando a un total de demanda de madera rolliza de 4,500 millones de m3 al año.

Esto explica el incremento mundial de cultivos forestales. Los países que han desarrollado su industria forestal lo han hecho a través de plantaciones (o cultivos) forestales comerciales con tecnología de punta. Entre ellos se encuentra Chile, Ecuador y Uruguay, entre otros, que ya han tomado acciones para impulsar decididamente los cultivos forestales con fines comerciales.

Nueva Generación de Plantaciones en Chile

Por ejemplo, Chile cuenta con dos millones de hectáreas de bosques para explotación comercial lo que le permite exportar más de 6,700 millones de dólares anuales y emplear a 250 mil personas. Más de 6 mil empresas participan en la industria forestal chilena, considerando una diversa gama de actividades económicas. Las dos principales empresas forestales de Chile -Arauco, que forma parte del grupo industrial Angelini, y Empresas CMPC del grupo Matte- están hoy día entre las más grandes del mundo. Como hemos señalado en Lampadia (Madera: Fabulosa reserva productiva), el potencial de desarrollo del sector forestal en el Perú debería ser del orden de cinco veces el de Chile, y constituye un buen ejemplo de una magnífica oportunidad que se está desperdiciando para generar una producción forestal de más de US$ 35,000 millones anuales, dando empleo de calidad a toda la población de la selva y a buena parte de la de la sierra.

Plantaciones de Nueva Generación, Chile

El Perú no puede seguir quedándose atrás. Es por eso que celebramos la aprobación de los reglamentos que permitirán la vigencia de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre. Vale la pena destacar los beneficios de esta normativa, que marca un hito histórico y nos impulsa hacia la multiplicación de nuestra riqueza.

Amazonas, Perú

Lo más importante es notar que las nuevas normas permitirán impulsar la reactivación del sector forestal que espera duplicar las exportaciones de productos maderables de US$150 millones a US$300 millones anuales en dos años. Además se espera reducir las importaciones en 50% al 2021. En 6 años se podrán cosechar los primeros cultivos. Asimismo, se espera que contribuyan a controlar la tala ilegal mediante el fomento del mercado de madera formal, así como el impulso a iniciativas como el Pacto Nacional por la Madera Legal.

Algunos de los beneficios del reglamento son responder a las demandas y necesidades de los usuarios, reconocer los derechos de las organizaciones indígenas, promoverla inversión forestal, incentivar la legalidad y es importante destacar que ha sido producto de un proceso participativo entre Estado y las organizaciones civiles, usuarios del bosque y sus recursos.

Cultivos forestales, Ucayali

Además, según la Directora Ejecutiva del SERFOR, Fabiola Muñoz, se promoverá la creación de 500,000 nuevos puestos de trabajo directos, vinculados al impulso de los cultivos forestales con fines comerciales en tierras públicas y privadas. La meta al 2030 es que de las 10 millones de hectáreas deforestadas, se puedan reforestar por lo menos 2 millones de hectáreas.

Entre los beneficios resaltamos la reducción de las trabas burocráticas. El Estado estaría tomando, sorprendentemente, un enfoque más facilitador y promotor que controlista, simplificando los procedimientos y volviendo muchos de ellos on-line (al estilo de la India) para una mayor fluidez de los procesos. Según la representante del Serfor, “hay trámites administrativos que han visto reducidos sus tiempos de gestión en 75% u 80% a raíz de la publicación del reglamento de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre”. “En los casos de la Declaración de Manejo hemos reducido casi el 95% del tiempo”, añadió. Estos trámites solían demorar entre dos meses y un año.

Deforestación de bosques en Ucayali y Loreto

En el caso de las concesiones para el aprovechamiento de productos maderables, manifestó que el Estado no solo redujo trámites, sino que también fijó una serie de incentivos.

 “El Estado está promoviendo un manejo integral del territorio, ya que antes si uno quería aprovechar recursos como la madera se tramitaba una concesión forestal maderable, o si se quería aprovechar un recurso como la castaña entonces se debía gestionar una concesión de castaña, pero el Estado no tenía muchos incentivos para que en un solo territorio haya un manejo de varios recursos a la vez”, puntualizó.

Tenemos que aprovechar la favorable coyuntura para cultivos forestales de alta calidad. Además de contar con una situación geográfica favorable, tenemos 10 millones de hectáreas aptas para reforestación, de las cuales 7 millones están en la sierra, 2.5 en la selva y 0.5 en la costa.  

En el país hay un potencial de reforestación que no se ha desarrollado por erradas políticas proteccionistas de recursos y por normas híper controlistas, aderezadas por normas discontinuas que generan desincentivos a los operadores de calidad y dejan el espacio abierto para los taladores ilegales y demás corruptelas. Las áreas deforestadas y degradadas, resultado de actividades agrícolas y ganaderas mal manejadas pueden ser recuperadas por reforestación. Sin embargo, la actividad de reforestación aún es marginal en el País en relación con su potencial. Las autoridades no han percibido aún el potencial de los cultivos forestales para recuperar áreas degradadas y mejorar los ingresos. En el país aún no se ha cerrado el ciclo de plantación-manejo-cosecha, que garantizaría el abastecimiento permanente de las industrias.

Con el fin de determinar mejor los derechos que tiene cada quien en la zona de selva, el reglamento dispone “realizar una zonificación forestal, respetando los usos y costumbres tradicionales. Sobre esa base, se permitirá la cesión en uso de tierras forestales en las comunidades, las mismas que mantendrán la posesión, uso, disfrute, aprovechamiento y reivindicación de tierras de producción y recursos forestales y fauna silvestre.”

Sin embargo, este reglamento solo incentiva la inversión de los pequeños y medianos empresarios, ya que se establece que los concursos para las concesiones entre 5,000 y 10,000 hectáreas con fines maderables se den a favor de medianos y pequeños empresarios.

Esta es la gran falla del reglamento: se debería incentivar la inversión de grandes operadores forestales para generar el desarrollo de una gran industria que traiga tecnología de punta y genere amplios encadenamientos. La nueva forestería del Perú, debiera mover la aguja de nuestra economía, como lo hizo la minería desde los años 90.

Las inversiones extranjeras pueden contribuir a superar las limitaciones tecnológicas que actualmente existen, promoviendo la creación de clústeres industriales en los que se dé valor agregado a la producción forestal (maderas, pulpas, no maderables, recubrimientos, etc.), mejorando las infraestructuras de transporte, apoyando la investigación y aumentando la vinculación de las economías locales con los mercados extranjeros. Se puede generar un claro y positivo de encadenamiento, desde las empresas corporativas a nivel internacional, a las autoridades locales, empresarios y funcionarios de gobierno a nivel local. 

Proyecto Reforestación de áreas de pastura en la Sociedad Agrícola de Interés Social “José Carlos Mariátegui”, en Cajamarca

Es importante fomentar los incentivos a nivel local, las comunidades y los pequeños y medianos empresarios, pero para poder desarrollar el enorme potencial del sector forestal, debemos incentivar la presencia de grandes operadores globales.

Mientras que es notable el esfuerzo del Estado por modernizar la política forestal, debería otorgarse una mayor atención a la promoción de la inversión privada en cultivos o plantaciones forestales, reforestación, principalmente en la sierra, entre otras actividades que generarán grandes beneficios económicos y sociales al país, así como el de la ampliación de la frontera de la formalidad. Lampadia




Vergonzosa cobardía y falta de liderazgo

Vergonzosa cobardía y falta de liderazgo

El pleno de Congreso de la República derogó el Decreto Legislativo 1198 que promovía la puesta en valor de nuestra riqueza cultural. Un nuevo acto de cobardía y falta de liderazgo desde las más altas esferas del poder político del país, que demuestra que quienes gobiernan en el Perú son las turbas oportunistas guiadas por adalides de la pequeña política parroquial que se enseñorea en nuestras tierras.

El bendito decreto permitía promover la participación de la inversión privada para poner en valor la multiplicidad de bienes culturales del país que, de otra manera, permanecen en estado larval, pues el Estado no tiene la capacidad ni los recursos para desarrollarlos. Esta iniciativa, que no implica la desnacionalización de nuestra cultura es indispensable para que los peruanos y el mundo puedan apreciar nuestra fabulosa herencia cultural. Ver en Lampadia: La Gestión cultural más allá del chauvinismo.

Las alianzas con el sector privado, se plantearon como optativas para cada caso y se excluyó la mayor parte de los bienes culturales del Cusco, seguramente con el cuidado de evitar las reacciones típicas del ‘puputismo’ y chauvinismo cusqueño. Aún así, en el Cusco, tirios y troyanos, se opusieron a la norma y convocaron paros y marchas, que al final determinaron las acciones cobardes de los supuestos padres de la patria.

Un par de reflexiones adicionales:

Primero: El sector privado peruano no es una fuerza de ocupación extranjera, como se pretende hacer constar tantas tristes veces. Este sector es tan o más peruano que el sector público, cuyos funcionarios están contratados por la sociedad para administrar el bien común.

Segundo: Un líder va delante del rebaño, el pastor va detrás. Para desarrollar sus nuevos productos, Steve Jobs, de Apple, nunca hizo un estudio de mercado (preguntar qué se necesitaba), pues sus innovaciones no estaban en la mente de la gente, sino en la de un líder preclaro. Henry Ford decía: “si yo le hubiera preguntado a la gente qué querían, me hubieran dicho que caballos más rápidos”.

Estas invitaciones desde el poder a que gobiernen las turbas tiene que parar para siempre. Lo mismo ha sucedido antes con Tambogrande, con la mina de Santa Ana, Conga, Tía María, Combayo, el lote 192 y tantos otros casos. Hay que calatear a los falsos líderes-pastores, el Perú necesita un verdadero liderazgo. Lampadia    

 




Las sucias mentiras de VW exigen un escarmiento ejemplar

Las sucias mentiras de VW exigen un escarmiento ejemplar

Alemania se ha convertido en uno de los países dominantes en Europa, ha criticado a Grecia y otras naciones deudoras sobre las virtudes del ahorro y últimamente ha desaprobado públicamente a los países que se resisten a recibir refugiados sirios. Su derecho a ser líder, basado en un relato de honradez y obediencia a las reglas, es mundialmente reconocido.

Esa es una de las principales razones por las que el escándalo Volkswagen ha sacudido dramáticamente al país. Más que una historia de estafas corporativas, la divulgación del engaño sistemático por parte de una de las empresas más emblemáticas de Alemania ha golpeado fuertemente la concepción de una nación ordenada y opacado su liderazgo moral. Pero, también afecta la imagen de las corporaciones globales y de la economía de mercado en su conjunto, así como del capitalismo.

La marca Volkswagen (VW), y específicamente el Volkswagen Beetle, fue un ícono de la reconstrucción de Alemania Occidental. El nombre ‘Volks Wagen’ se debe a que en los años 1930 surgió en Alemania el proyecto de construir un automóvil que fuese accesible para un gran número de personas. Cuando Adolf Hitler se alza con el poder en 1933, decide poner en marcha un plan de fomento de la industria del automóvil con el objetivo de relanzar sus fábricas y hacerlas más competitivas frente a las inglesas y las francesas. De este modo se lanza un concurso a los empresarios para la concesión de la fabricación del denominado ‘automóvil del pueblo’ (Volks Wagen). Ferdinand Porsche fue el encargado de llevar a cabo el proyecto.

Ahora sería la tercera de las principales empresas alemanas que se ha visto implicada en escándalos de fraude. En los últimos años, Deutsche Bank (el mayor banco de inversiones en Europa) y Siemens, líder continental en ingeniería industrial, también han sido cuestionados por su dudosa ética. Recordemos que hasta hace pocos años las empresas alemanas podían descontar como gasto el pago de coimas en países emergentes. 

Lamentablemente, durante los últimos seis años, Volkswagen ha estado engañando deliberadamente en las pruebas de emisiones para sus autos diesel. Las computadoras de los autos fueron capaces de detectar cuando estaban siendo probados y alterar temporalmente la forma en que sus motores funcionaban de manera que aparentaban ser mucho más limpios de lo que realmente eran. Cuando no estaban siendo probados, emitían hasta 40 veces más contaminantes que el límite teórico. El CEO de VW, Martin Winterkorn, renunció (como era de esperarse) y la empresa ya ha revelado que hasta 11 millones de vehículos en todo el mundo tienen este software trafoso, lo cual los está llevando a enfrentarse a un inmenso retiro de sus autos del mercado, enormes multas y aún más demandas.

Peor aún, el gigante mundial de automóviles fue advertido hace al menos cuatro años que el software de las computadoras que manipulaba las emisiones de diesel era ilegal, pero la compañía no actuó y siguió usándolo.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) ordenó a VW arreglar las fallas en los autos a sus expensas. El fabricante de automóviles alemán también se enfrenta a multas de hasta US$ 37,500 por vehículo, estimándose que pueda llegar a un total de más de US$ 18 mil millones. 

Las dimensiones de Volkswagen son tales que la empresa sola contribuye con alrededor de un 2.7% al PBI alemán y representa aproximadamente uno de cada cinco puestos de trabajo en el país. Además, según el Deutsche Bank, representó el 17.9% de las exportaciones alemanas el año pasado. Si cae VW, también lo haría hasta cierto punto la economía alemana. Sin embargo no es la única consecuencia. La buena reputación de la economía alemana en el mundo se debe en buena parte a la anterior imagen de VW. El escándalo podría amenazar la reputación de los productos “Made in Germany”.

“El daño que algunas personas han causado a la empresa y sus trabajadores es enorme”, dijo Sigmar Gabriel, vicecanciller y ministro de Economía de Alemania.

Sin embargo, el daño causado por esta empresa va más allá de merecer una simple multa. Al ser una empresa tan bien reputada y hasta considerada “too big to fail”, debería tomarse como ejemplo no solo para cambiar el sistema de evaluación de emisiones, sino para mejorar tanto la transparencia como la supervisión en el mundo del software. Ojalá este escándalo no opaque el rol de las empresas privadas en el mundo, el cual es maximizar su valor en el mercado, pero de manera honesta, limpia y duradera en el largo plazo.

El grupo VW ha perdido casi un tercio de su valor en el mercado de valores en la última semana, pero sería aún más justo si los hombres personalmente responsables de estos delitos sufrieran una pérdida igual. No basta sólo la renuncia del CEO, sino de toda la plana directiva y responsables del caso, además de multas individuales.

El fraude sistemático por el mayor fabricante de automóviles del mundo amenaza con hundir a toda la industria y, posiblemente, darle nueva forma, dice The Economist en su publicación del pasado 26 de setiembre.

Lamentablemente, una empresa tan prestigiosa ha caído en la ambición de ser la primera empresa automotriz del mundo y ha descuidado la base de su prestigio.

En nuestra opinión hay que salvar el prestigio de las corporaciones globales y de la economía de mercado. Es presumible que las ventas de VW vayan cuerda abajo y afecten severamente a la empresa. Quién sabe si sería mejor liquidar la empresa vendiendo sus valiosos activos a otras empresas más serias, antes de que el mercado les quite valor. Después de todo, hay que jusgar con mayor rigor a quienes tienen mayor prestigio y capacidades para comportarse bien. La industria y Alemania deben dar el mayor escarmiento posible, asumiendo el costo, que por más grande que pueda ser, generaría una mejor base al desarrollo del mercado. Lampadia

Líneas abajo damos más información del escándalo de Volkswagen de la publicada de The Economist:  “Un negocio sucio – El escándalo de Volkswagen”. (Glosado y traducido por Lampadia).

“Herbie, un escarabajo de Volkswagen con mente propia en una serie de películas de Disney en la década de 1960, tuvo varias desventuras. Pero las cosas tenían una manera de acabar con un final feliz, tanto para el carro como para sus pasajeros. Los intentos más recientes de la automotriz alemana para dar sus vehículos el don del pensamiento han dirigido las cosas en una dirección totalmente sombría. El uso de software oculto para engañar a los reguladores estadounidenses que miden las emisiones de los vehículos de motor diesel ha sumido a VW en una crisis. Y a medida que el escándalo lleva a nuevas investigaciones, parece probable que saldrá a la luz una gama más amplia de afirmaciones sobre emisiones y la eficiencia del combustible. Esto podría ser un duro golpe para la industria, uno que podría ser lo suficientemente grande como para darle una nueva forma”.

El daño a VW, la mayor automotriz del mundo, es catastrófico. Las acciones de la compañía se han derrumbado en un tercio desde este escándalo (ver gráfico 1). Se enfrenta a miles de millones de dólares en multas y otras sanciones pecuniarias. Innumerables demandas estarán volando en su dirección a su sede en Wolfsburg. Su estrategia para el mercado americano está en ruinas; su reputación está por los suelos. Su jefe, Martin Winterkorn, quien en 2009, cuando el software engañoso “derrota” hizo su primera aparición, también fue directamente responsable de la I + D de la empresa, ha renunciado el 23 de septiembre”.

El país de origen de la empresa está en shock. La Ministra del Medio Ambiente de Alemania, Barbara Hendricks, habló por muchos cuando declaró estar “más que asombrada” -aunque los “Greens”, un partido de oposición, dicen que en su respuesta a una pregunta parlamentaria a principios de este año, el gobierno admitió saber que la manipulación de los datos de emisiones era técnicamente posible. Mezclado con esto está la vergüenza de que, al igual que con los escándalos sobre la FIFA y la Copa del Mundo, la responsabilidad de hacer cumplir las normas que los europeos están rompiendo está recayendo en los hombros de Estados Unidos”.

“(…) Los motores diesel utilizan el combustible de manera más eficiente que los motores con bujías y una mejor eficiencia reduce los gastos de los dos pilotos y las emisiones de dióxido de carbono. Esas ventajas han hecho que los europeos ahorrativos con gobiernos verdes prefieran los motores diesel; potenciando casi la mitad de los coches europeos (véase el gráfico 2)”.

“Desafortunadamente, los beneficios vienen con costos. La eficiencia de los coches diesel proviene de la quema de su combustible a una temperatura más alta y eso significa que convierten más nitrógeno en el aire que utilizan para transformarlo en varios óxidos de nitrógeno, conocidos colectivamente como los NOx. Estos no tienen efectos climáticos globales en la misma escala que los gases de dióxido de carbono, que es el gas de efecto invernadero más importante de larga duración. Pero tiene efectos locales mucho peores, generan smogs y dañan las plantas y pulmones. Para empeorar las cosas, las tecnologías catalíticas utilizadas para tratar el NOx emitido por los motores de gasolina no son muy adecuadas para ser utilizadas con motores diesel, forzando a los fabricantes de motores implementar alternativas más complejas y costosas. Eso no es un gran problema para los motores grandes, como los de camiones y barcos. Pero sí lo es para motores pequeños como los de los automóviles”.

El escándalo estalló el 18 de septiembre, cuando la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) reveló que varios VW y Audi con motor diesel tenían software que cambiaba la tecnología de control de los NOx sólo cuando los carros se enfrentaban a las altamente predecibles demandas vistas en condiciones de prueba. El límite de emisiones de NOx para una flota de coches es de 0.07 gramos por milla (0.04 g / km); en condiciones normales los coches emitían 40 veces por encima del límite. La EPA ordenó a VW retirar alrededor de medio millón de automóviles en Estados Unidos para arreglar el software. El 22 de septiembre la compañía admitió que en 11m vehículos en todo el mundo existe una “desviación notable” entre las emisiones de NOx que se observan en las pruebas oficiales y las que se encuentran en uso en el mundo real”.

“Pero las multas no son las únicas pérdidas involucradas. Innumerables demandas colectivas de los automovilistas agraviados llegarán a la velocidad de un Porsche con turbocompresor. El 22 de septiembre VW anunció una provisión de € 6,500 millones  (US$ 7,300 millones) para cubrir los costos del escándalo, pero es probable que les quede corto. En ese punto, el valor de la compañía había caído € 26 mil millones”.

El daño financiero podría ir más allá. Oculto dentro de la firma alemana existe una gran operación de finanzas que brinda préstamos a los compradores de automóviles y a los concesionarios y también toma depósitos, actuando como un banco. (…) el antiguo brazo financiero de General Motors, GMAC, tuvo que ser rescatado en 2009.

¿Por qué VW tomar el riesgo de hacer trampa, dada la devastación que ha seguido? Parece que hay tres partes en la explicación. El primero es un deseo abrumador para el tamaño. La compañía ha estado obsesionada con superar a Toyota y convertirse en la empresa automotriz más grande del mundo, a pesar de la baja utilidad de sus productos de alto volumen (coches que llevan la insignia de VW representan el 60% de las ventas, pero el margen de beneficio en ellos es sólo el 2%). Esto requiere que la empresa aumente su pequeña participación en el mercado americano, el más grande después de China (véase el gráfico 3). Fabricar más de los SUVs que los estadounidenses codician fue una estrategia obvia. Lograr que se interesen en los motores diesel de bajo consumo que vende VW en otros lugares fue otra. De una manera modesta estaban teniendo éxito; aunque los autos con diesel representan sólo el 1% del mercado estadounidense, el año pasado VW tenía la mitad de esa delgada rebanada”.

“Al parecer algunas personas en VW pensaron que podían salirse con la suya. Y esto nos lleva a la tercera parte de la explicación: una gran parte de su razón para creer esto habría sido que los fabricantes de automóviles, en particular los europeos, están acostumbrados a salirse con las suyas en mucho de estos asuntos. Su engaño es un secreto a voces dentro de la industria; sin embargo, tras un nuevo escrutinio después de las revelaciones de NOx, parece probable que lo convertirán en un escándalo abierto al mundo en general. Esto puede ser una razón por la cual los competidores de VW también están viendo caer los precios de sus acciones. Sus crímenes pueden ser particulares, pero no son la única empresa fabricante de automóviles que se encuentra muy por debajo del rendimiento exigido por los reguladores”.

La Unión Europea (UE) no es tan exigente en materia de NOx como los estadounidenses. Se concentra más en la eficiencia del combustible y las emisiones de dióxido de carbono, en los cuales sus normas son las más altas del mundo. El problema es que estos exigentes límites no se cumplen cuando los vehículos están en camino. (Ver gráfico 4).

Es posible que algunas empresas estén utilizando trucos de software para hacer trampa en los exámenes europeos sobre la eficiencia del combustible. Pero, como argumenta Nick Molden de Emisión Analytics, una firma de consultoría en Gran Bretaña, el régimen de pruebas europeo es tan anticuado y fácil de burlar que los fabricantes no tienen que esforzarse a ser sutiles”.

Lo peor de todo, sin embargo, es que una vez que esta farsa da una afirmación en cuanto a la eficiencia del auto, nadie comprueba si es cierto o no. En Estados Unidos, también, los fabricantes de automóviles son responsables de sus propias pruebas. Pero allí, la EPA adquiere vehículos al azar para probarlos en una fecha posterior, para ver si los autos a la venta al público se encuentran a la altura de las indicaciones. Si los números no coinciden, se pueden otorgar multas sustanciales.

“Si los motores diesel no cumplen, entonces los fabricantes de automóviles tendrán que girar fuertemente hacia los híbridos y los pequeños pero muy eficientes motores de gasolina. Todo esto en un momento en que, según Mary Barra, jefe de GM, la fabricación de automóviles ya enfrenta más cambios en los últimos cinco a diez años que en el medio siglo anterior. Además de cumplir con los objetivos ambientales y ser pioneros de un nuevo híbrido totalmente eléctrico, las automotrices tendrán que invertir mucho en el uso de Internet para hacer sus máquinas más inteligentes y prepararlas para la llegada de la conducción autónoma. La inversión necesaria será monumental y algunos seguramente no serán capaces de soportarlo”.

Mientras tanto la feroz competitividad sólo va a volverse más intensa, ya que los no-fabricantes de automóviles con mucho dinero, como Google y Apple, entran a la industria. Una respuesta es la consolidación para abordar el exceso de capacidad. Las grandes fusiones en general han demostrado ser desastrosas en la industria, pero también lo han sido los diversos intentos para convertirse en el número uno por otros medios. Fue una devoción al tamaño por encima de todas las cosas lo que llevó a la Toyota al devastador brote de defectos de calidad a finales del decenio de 2000, y la misma ambición ha jugado su papel en la caída de VW. Si el escándalo de las emisiones tiene ninguna virtud, puede ser en obligar a remodelar la industria, que se necesita urgentemente”. L

 




“Digital India”: La transformación de la India

“Digital India”: La transformación de la India

Después de la elección de Narendra Modi en 2014, habías grandes expectativas sobre las reformas de mercado que el líder pro-empresarial estaba planeando para atraer capital extranjero y hacer crecer la economía. Entre las más conocidas esta “No red tape, only red carpet for investors”, una reformas que en numerosas ocasiones hemos alabado y consideramos deberíamos replicar en el Perú.

Ahora, Modi está dando prioridad a la modernización de la infraestructura digital de la India. Reconoce que sin una actualización digital del sistema educativo, cualquier progreso económico será débil en el mejor de los casos. El poder económico en el mercado global, impulsado por la tecnología de hoy en día, requiere una mano de obra avanzada, así como una modernización social: ambos dependen en gran medida de la educación. Una revolución digital puede impulsar los dos aspectos más críticos de la sociedad india para lograr un verdadero crecimiento económico.

Con el fin de crear un gobierno participativo, transparente y responsable, el primer ministro ha puesto en marcha un ambicioso programa llamado ‘Digital India’. Es una iniciativa para transformar la India en una escala nunca antes vista y tiene el potencial de lograr un desarrollo verdaderamente inclusivo. El gobierno está tomando un gran paso adelante para transformar el país en una economía de conocimiento digital. El programa incluye proyectos que tienen como objetivo garantizar que los servicios públicos están disponibles para los ciudadanos por vía electrónica y las personas se beneficien de la última tecnología de la información y la comunicación.

“Digital India es una iniciativa de transformación para la India en una escala que es, tal vez, sin precedentes en la historia humana,” dijo Modi al hablar sobre su ambiciosa iniciativa antes de una reunión de los directores ejecutivos de Silicon Valley.

La otra gran razón de empuje digital es que la economía de la India depende del consumo, y el avance tecnológico puede ayudar a estimular el comercio electrónico. El consumo representa el 60% del PBI de la India, según el Banco Mundial.

Una revolución digital no es sólo un tema de gran interés para la India, sino para la economía global.

Líneas abajo compartimos el video y la transcripción del espectacular discurso sobre buena gobernanza e inclusión digital de Narendra Modi en Silicon Valley (excelente material para los candidatos a la Presidencia de la República del próximo año en el Perú):

https://www.youtube.com/watch?v=MYijjAciKXg

Discurso de Narendra Modi en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible, el 27 de septiembre de 2015, en San José, California

Gracias, Shantanu, John, Satya, Paul, Sunder y Venkatesh;

¡Muchas gracias!

Estoy seguro de que esto no fue arreglado previamente. Pero aquí en el escenario se ve una imagen perfecta de la colaboración entre la economía digital de la India y Estados Unidos.

¡Buenas noches a todos!

Si alguna vez una reunión pudiera afirmar que está formando el mundo, es ésta. ¡Y no estoy hablando de los que están en cargos públicos, aquí o en la India! Es un gran placer estar aquí en California. Es uno de los últimos lugares en el mundo en ver la puesta de sol. Sin embargo, es aquí donde las nuevas ideas ven la primera luz del día.

Es un gran honor que estén acá esta noche. He conocido a muchos de ustedes en Delhi y Nueva York, y en Facebook, Twitter e Instagram.

Estos son los nuevos barrios de nuestro nuevo mundo.

Si Facebook fuera un país, sería el tercero más poblado y el más conectado.

Google hoy ha hecho a los maestros menos impresionantes y a los abuelos más inactivos. Twitter ha convertido a todo el mundo en reporteros. Los semáforos que mejor funcionan se encuentran en los routers de CISCO.

El estado que ahora importa no es si estás despierto o dormido, sino si estás online u offline. El debate más fundamental para nuestra juventud es la posibilidad de elegir entre Android, iOS o Windows.

De la computación a la comunicación, del entretenimiento a la educación, de la impresión de documentos a productos 3D, y ahora con el Internet, ha sido un largo camino en un corto tiempo.

Desde una energía más limpia a un mejor cuidado de la salud y un transporte más seguro, todo converge alrededor del trabajo que haces.

En África, se está ayudando a la gente a transferir dinero usando el teléfono. Se ha logrado que llegar a lugares remotos ya no sea un viaje de aventura, sino se encuentre a un cómodo clic de distancia.

En la India, una madre en un pueblo distante sobre una colina tiene una mejor oportunidad de salvar a su bebé recién nacido. Un niño en un pueblo remoto tiene un mejor acceso a la educación.

Un pequeño agricultor se preocupa más en la propiedad de su tierra y obtener un mejor precio en el mercado. Un pescador en el mar tiene una mejor captura. Y un joven profesional en San Francisco puede hacer llamadas de Skype diariamente para consolar a su abuela enferma en la India.

Una iniciativa de un padre en Haryana llamada “selfie con mi hija” ha logrado llamar la atención con respecto a las niñas y se ha convertido en un movimiento internacional.

Todo esto es debido al trabajo que la gente está haciendo. Desde que mi gobierno llegó al poder el año pasado, hemos atacado la pobreza utilizando el poder de las redes y los teléfonos móviles para lanzar una nueva era de empoderamiento e inclusión: 180 millones de nuevas cuentas bancarias en unos meses, transferencia directa de beneficios a los pobres, fondos para los que no tienen bancos, seguros al alcance de los más pobres y pensiones para las jubilaciones de todos.

Mediante el uso de la tecnología espacial y de Internet hemos sido capaces de identificar en los últimos meses 170 aplicaciones que harán una mejor gobernanza y un desarrollo más rápido.

Cuando un pequeño artesano en una aldea en la India logra sacarle una sonrisa a un cliente que mira su teléfono en un viaje en metro en Nueva York, cuando un paciente cardíaco en un hospital remoto en la República de Kirguistán es tratado por médicos que se sientan en Delhi, como vi en Bishkek, sabemos que estamos creando algo que ha cambiado radicalmente nuestras vidas.

El ritmo con que la gente está adoptando la tecnología digital desafía nuestros estereotipos de edad, educación, idioma e ingresos. Me gusta narrar mi encuentro con un grupo de mujeres indias iletradas en una parte remota de Gujarat. Estuvieron presentes en la inauguración de una planta local de enfriamiento de leche. Estaban usando teléfonos móviles para tomar fotografías del evento. Les pregunté qué harían con las imágenes. La respuesta fue una sorpresa para mí.

Ellas dijeron que iban a regresar a sus hogares, descargar las imágenes en una computadora e imprimirlas. Sí, estaban familiarizadas con el lenguaje de nuestro mundo digital.

Y los agricultores en el estado de Maharashtra han creado un grupo de Whatsapp para compartir información sobre las prácticas agrícolas.

Los clientes, más que los creadores, están definiendo el uso de un producto. El mundo puede ser impulsado por los mismos impulsos antiguos. Seguiremos viendo luchas humanas y éxitos. Seremos testigos de la gloria y las tragedias humanas.

Pero en esta era digital tenemos una oportunidad para transformar la vida de las personas de una manera que era difícil de imaginar hace sólo un par de décadas.

Esto es lo que nos diferencia del siglo que acabamos de dejar atrás. Puede haber todavía algunos que vean la economía digital como una herramienta de los ricos, educados y privilegiados. Pero pregúntele al taxista o al proveedor de la esquina en la India lo que ha ganado desde que tiene su teléfono móvil, y el debate se crea. Veo la tecnología como un medio para potenciar y como una herramienta que sirve de puente para acortar la distancia entre la esperanza y la oportunidad. Los medios sociales reducen las barreras sociales. Conecta a las personas por la fuerza de los valores humanos, no las identidades.

Hoy en día, la tecnología aumenta el empoderamiento y la democracia de los ciudadanos que en otro momento sacaban su fuerza de las Constituciones. La tecnología está forzando a los gobiernos a hacer frente a un volumen masivo de datos y generar respuestas, no en 24 horas, sino en 24 minutos.

Cuando uno piensa en la velocidad exponencial y la escala de la expansión de las redes sociales o un servicio, tiene que creer que es igualmente posible transformar rápidamente las vidas de aquellos que durante mucho tiempo han permanecido al margen de la esperanza. Así que, amigos, de esta convicción nació la visión de Digital India.

Es una iniciativa de transformación para la India en una escala que, tal vez, no tiene precedentes en la historia humana. No sólo para llegar a las vidas de los más débiles, más alejados y al ciudadano más pobre de la India, sino para cambiar la forma en que nuestra nación vivirá y trabajará.

Porque nada más funcionará en un país con 800 millones de jóvenes menores de 35 años, impacientes por el cambio y deseosos de lograrlo.

Vamos a transformar la gestión pública para que sea más transparente, responsable, accesible y participativa. Hablé del E-Gobierno como base de una mejor gobernanza: eficiente, económica y eficaz.

Ahora hablo de la M-gobernanza o gobernanza móvil. Ese es el camino a seguir en un país con mil millones de teléfonos móviles y el uso de los teléfonos inteligentes que crece a altas tasas de dos dígitos. Tiene el potencial un movimiento de desarrollo de masas verdaderamente incluyente e integral. Pone el gobierno al alcance de todos.

Después de MyGov.in, acabo de poner en marcha la aplicación móvil Narendra Modi. Me están ayudando a mantener un estrecho contacto con la gente. Aprendo mucho de sus sugerencias y quejas.

Queremos liberar a nuestros ciudadanos de la carga excesiva de documentos en cada oficina. Queremos transacciones sin papel. Vamos a establecer un casillero digital para que todos los ciudadanos almacenen documentos personales que puedan ser compartidos entre los departamentos.

Hemos establecido el portal Ebiz para realizar aprobaciones sencillas y eficientes para las empresas y los ciudadanos, para que concentren su energía en sus objetivos, no en los procesos gubernamentales.

Estamos utilizando la tecnología para impartir escala y velocidad al desarrollo.

Información, educación, habilidades, salud, medios de vida, inclusión financiera, empresas pequeñas y de aldeas, oportunidades para las mujeres, conservación de los recursos naturales, distribución de energía limpia… han surgido posibilidades totalmente nuevas para cambiar el modelo de desarrollo.

Pero para todo esto hay que reducir la brecha digital y promover la alfabetización digital de la misma manera que tratamos de garantizar la alfabetización general.

Debemos asegurarnos de que la tecnología sea accesible, asequible y añada valor.

Queremos que nuestros 1,250 millones de ciudadanos estén conectados digitalmente. Ya hemos aumentado el uso de banda ancha en toda la India en un 63% el año pasado. Tenemos que acelerarlo más.

Hemos puesto en marcha una agresiva expansión de la Red Nacional de fibra óptica que llevará la banda ancha a nuestras 600,000 aldeas. Vamos a conectar todas las escuelas y colegios con la banda ancha. La construcción de carreteras informáticas es tan importante como la construcción de carreteras terrestres.

Estamos ampliando nuestros puntos de Wi-Fi públicos. Por ejemplo, queremos asegurarnos de que el Wi-Fi gratis no sólo se encuentre en salas de aeropuertos, sino también en nuestras plataformas ferroviarias. Al trabajar en equipo con Google cubriremos 500 estaciones de ferrocarril en un corto tiempo.

También estamos estableciendo Centros de Servicios Comunes en pueblos y ciudades. También vamos a utilizar la tecnología de la información para construir ciudades inteligentes.

Y queremos convertir nuestros pueblos en centros económicos inteligentes y conectar mejor a nuestros agricultores a los mercados y hacerlos menos vulnerables a los caprichos del clima.

Para mí, el acceso también significa que el contenido debe estar en los idiomas locales. En un país con 22 idiomas oficiales, es una tarea formidable, pero importante.

La asequibilidad de los productos y servicios es fundamental para nuestro éxito. Hay muchas dimensiones al respecto. Promoveremos una fabricación de calidad y productos asequibles en la India. Esto es parte de nuestra visión de Make in India, Digital India y Design in India.

A medida que nuestra economía y nuestras vidas se conectan más, también estamos dando mayor importancia a la privacidad y la seguridad de los datos, los derechos de propiedad intelectual y la seguridad cibernética.

Y para lograr la visión de Digital India el gobierno también debe empezar a pensar un poco como ustedes.

Así, desde la creación de la infraestructura a crear servicios, desde la fabricación de productos al desarrollo de recursos humanos, desde apoyar a los gobiernos para capacitar a los ciudadanos y promover la alfabetización digital, Digital India es un vasto mundo cibernético de oportunidades para ustedes.

La tarea es enorme; los desafíos son muchos. Pero también sabemos que no vamos a llegar a nuevos destinos sin tomar nuevos caminos.

Gran parte de la India que soñamos aún no se ha construido. Así, tenemos la oportunidad de dar forma a su camino ahora.

Y tenemos el talento, la iniciativa y las habilidades para tener éxito.

También contamos con la fuerza de la asociación entre la India y Estados Unidos.

Los indios y estadounidenses han trabajado juntos para dar forma a la economía del conocimiento. Nos han hecho conscientes del enorme potencial de la tecnología.

Desde grandes ejecutivos a jóvenes profesionales en este gran centro de innovación, cada uno puede ser parte de la historia de Digital India.

El desarrollo sostenible de una sexta parte de la humanidad será una fuerza importante de benevolencia para nuestro mundo y nuestro planeta.

Hoy en día, se habla de la asociación India-EE. UU. como una asociación que define este siglo. Se basa en dos razones principales. Ambos convergen aquí en California.

Todos sabemos que la dinámica Región de Asia Pacífico dará forma al curso de este siglo. Y la India y Estados Unidos, las dos democracias más grandes del mundo, se encuentran en los dos extremos de esta región.

Tenemos la responsabilidad de dar forma a un futuro de paz, estabilidad y prosperidad en esta región.

Nuestra relación se define también por el poder de la juventud, la tecnología y la innovación. Estos pueden encender una asociación que avance y mantenga la prosperidad de nuestros dos países.

Aún más, en esta era digital, podemos recurrir a la fuerza de nuestros valores y la asociación para dar forma a un futuro mejor y más sostenible para el mundo.

Gracias. L

 

 

 




De pleitos a políticas

De pleitos a políticas

Por Gastón Acurio

(Perú 21 – Cheka, 09 de Abril de 2015)

Hace unas semanas tuve la dulce fortuna de tener un almuerzo al lado de las damas picanteras más emblemáticas de la bella Arequipa. El motivo parecía cotidiano: celebrar la consolidación de la sociedad picantera de Arequipa, fundada por ellas poco tiempo atrás. Cuán equivocados estábamos. Poco a poco, el aire fraterno y sincero que allí se respiraba fue abriendo camino a emotivos y largamente guardados testimonios de vida que explicaban por qué en aquel almuerzo había en realidad muchísimo más que celebrar.

¿Cuántos años nos hemos visto en el mercado y ni siquiera nos hemos saludado?, dijo la más valiente de todas. ¿Cuántas veces nos hemos criticado unas a otras sin siquiera haber probado nuestros platos?, se escuchaba al final de la mesa. ¿Cuánto tiempo hemos perdido por haber permitido que nuestros egos y desconfianzas dominen nuestros días?, dijo la más aguerrida. De pronto, quien parecía la más joven tomó la palabra. Hubo un tiempo, dijo con voz entrecortada, en que creí que lo mío era un fatal destino. Que aquello que mi madre había heredado de mi abuela y que con tanta pasión conservó era un legado que yo no tenía por qué continuar. ¿Por qué yo, que tenía otros sueños e inquietudes? ¿De qué valía estar todos los días largas horas frente a un fogón entre rocotos, ajos y cebollas cocinando para otros? ¿Qué sentido tenía aquella vida? Hoy, sin embargo, siento todo lo contrario. Desde que nos hemos unido, desde que estamos juntas, sé que mi vida y la de todas mis colegas, en realidad, siempre tuvo un sentido. Hoy nos sentimos orgullosas de ser cocineras y empresarias porque, con nuestro trabajo, hacemos felices a quienes nos visitan y porque con él ponemos en valor las tradiciones de nuestra tierra. ¡Qué manera más digna de vivir!, gritó emocionada. Pero lo más importante, continuó, es que la desconfianza quedó atrás y hoy, que estamos unidas, podemos trazarnos objetivos, hacer planes para alcanzarlos y trabajar en conjunto para que estos se cumplan. ¡Hoy soñamos con que las picanterías arequipeñas sean conocidas por el mundo entero y no pararemos hasta lograrlo!, sentenció entre aplausos y lágrimas.

Conmovido, la escena me recordó a aquellos años en los que el movimiento al cual pertenezco empezaba a fundarse. No eran distintos. El ego, la desconfianza, la vanidad y el miedo impedían todo diálogo y con ello toda posibilidad de que aquel tesoro heredado de nuestros abuelos llamado cocina peruana pueda darse a conocer en un mundo que estaba más listo que nunca para valorarlo y disfrutarlo. Por fortuna, la unión y confianza mutua fueron llegando poco a poco y gracias a ello pudimos, todos juntos, diseñar los planes y estrategias necesarios para lograr que un día cercano la cocina peruana fuera reconocida mundialmente. El resto es historia.

Se acercan las elecciones y quienes no somos parte de la política, es decir, la inmensa mayoría de los peruanos, nos llenamos de angustia al ver cómo nuestros políticos eligen cada día el pleito en vez del debate, el agravio en vez de la discusión de ideas. Y nos angustiamos porque los días pasan y, con ellos, perdemos las oportunidades que el mundo les ofrece al Perú y a los peruanos a diario para progresar y hacer sus sueños realidad. Pero no. El pleito y el agravio dominan un escenario en el que, en realidad, deberíamos estar discutiendo todos –políticos y ciudadanos– todas y cada una de las políticas que necesita cada actividad de nuestro país, para que se desarrolle y contribuya al bienestar individual y colectivo de los peruanos.

Por ejemplo, todos tenemos en claro que la educación es el arma más poderosa de progreso, pero, ¿acaso sabemos todos cuál es la política educativa del Perú para los próximos 25 años? ¿Adónde queremos llevarla y cómo lo lograremos? Sabemos que el gran desafío de la humanidad es ambiental y que el Perú, por ser un país de biodiversidad, puede ser uno de los grandes perjudicados con los efectos del cambio climático, pero, ¿estamos todos de acuerdo y sabemos cuál debe ser la política ambiental que nos proteja de los embates futuros sin renunciar a aprovechar responsablemente nuestros inmensos recursos naturales? Sabemos que el crecimiento de la economía y la población mundial generará demandas enormes de proteínas y que las que tendrán mayor valor en el mercado serán aquellas que garanticen pureza, salud y bienestar, como es el caso de todo aquello que abunda en un país de biodiversidad agrícola y marina como el nuestro, pero, ¿sabemos y estamos de acuerdo todos respecto a cuál será la política agrícola, pesquera y alimentaria de nuestro país de aquí hasta el año 2030? Sabemos que la tendencia del consumidor mundial se inclina cada día más y más hacia adquirir experiencias antes que bienes materiales y que, en ese contexto, el Perú tiene todo lo necesario para convertirse en el país vedette que ofrece infinitas experiencias a compartir con el mundo, pero, ¿acaso tenemos ya una política comercial, en unos casos, y turística, en otros, que aproveche al máximo esas oportunidades en los próximos años? Sabemos que, en este mundo vertiginoso donde todo cambia en un minuto, es la innovación el gran desafío, pero, ¿acaso sabemos ya cuál será nuestra política de innovación, ciencia y tecnología para los años que se nos vienen? ¿Acaso hay un nutrido debate al respecto? Sabemos que es la cultura y el arte los que construyen espíritus libres y mentes abiertas y sensibles, esenciales para una sociedad vigorosa, pero, ¿acaso hemos diseñado una política de largo aliento al respecto? ¿Y el deporte? Conocemos todo lo bien que les hacen al ánimo y la autoestima de un pueblo los éxitos de sus deportistas, pero, ¿acaso tenemos ya una política diseñada para lograr resultados lo antes posible? Es probable que, en algunos de los casos mencionados, ya exista algún plan al respecto. Sin embargo, si estos no son conocidos, comprendidos y aceptados por la ciudadanía, la posibilidad de su puesta en marcha siempre estará amenazada precisamente por los vaivenes de una política más concentrada en el lío que en la sustancia. Por favor, queremos oír ideas, abrazar propuestas, sentirnos parte de políticas de largo plazo por las cuales luchar y defender. En serio, es urgente. Menos pleitos, más políticas.