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¿Siguen creyendo que el Estado va a administrar bien las vacunas?

¿Siguen creyendo que el Estado va a administrar bien las vacunas?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 19 de febrero de 2021
Para Lampadia

Sinceramente, no entiendo por qué tanto asombro por el caso de la vacunación subrepticia del expresidente Vizcarra y sus amigos. ¿Acaso el tipo – aparte de corrupto y coimero – no era un mentiroso patológico… un mitómano? ¿Tan rápido se olvidaron de los contratos moqueguanos y de los favores pandilleros… con el inefable Richard Swing a la cabeza?

Por otro lado, yendo al grano de la salud pública en nuestro país ¿acaso en los hospitales del Estado no se esconden camas hospitalarias para luego venderlas – por lo bajo – al mejor postor? ¿Acaso no se compran – por millones – medicamentos vencidos, previas coimas millonarias de por medio?

Y ¿qué decir del robo sistemático de medicamentos de las farmacias de los hospitales públicos?

  • ¿De dónde – si no – se abastecen los miles de farmacias y boticas que se ubican frente a los hospitales del Estado?
  • ¿Acaso no hay médicos corruptos que abandonan los hospitales en horarios de trabajo, y cobran como si hubieran trabajado normalmente?
  • ¿Acaso no es así la situación en la Salud Pública de nuestro país?

Ojo. Por enésima vez debo aclarar que tenemos muy buenos médicos, enfermeras y servidores en la salud pública. Ciertamente no me estoy refiriendo a ellos cuando doy cuenta de la corrupción, indolencia y crueldad en el sector. Pero no seamos ingenuos. El sector de la Salud Pública está dominado por la corrupción. A esa corrupción me estoy refiriendo en el presente artículo. A la corrupción de las vacunas… por ejemplo.

En ese sentido se nota que no todos los peruanos conocen al monstruo por dentro. Bueno pues… yo sí lo conozco. Lo conocí cuando fui Gobernador Regional de Ica, allá por los años 2015 al 2018. Efectivamente, yo vi con mis propios ojos la corrupción, la crueldad y la indolencia del sistema que – dicho sea de paso – es igual en Lima, en Chiclayo, en Cusco, en Iquitos… en todo el país. Colas interminables – de amanecida – simplemente porque médicos indolentes abandonan los hospitales… ¡en horario de trabajo! Falta de medicamentos, falta de oxígeno, falta de instrumentos hospitalarios, equipos malogrados, pésima atención… muerte y desolación por todos lados.

Así las cosas ¿alguien – en su sano juicio – esperaba que el Estado iba a gestionar bien la lucha contra la pandemia… sobre todo la cuestión de las vacunas? ¡No pidamos peras al olmo! Aunque – valgan verdades – no solo autoridades políticas insisten en el monopolio estatal para el manejo de la pandemia. En fin… a los políticos y médicos corruptos – por obvias razones – les conviene el estatismo. Pero ¿por qué tantos periodistas, académicos, personas en general – y ciertamente, candidatos presidenciales y congresales – insisten en el tema?

He ahí la responsabilidad ciudadana a la cual me he referido en varios artículos anteriores, en Lampadia. Los ciudadanos debemos alzar la voz, y exigir nuestra participación – y la de muchas empresas e instituciones no gubernamentales – en la lucha contra la pandemia. Tal como lo están haciendo casi todos los países del mundo.

Debemos exigir la despolitización de la gestión de la salud pública… tal como hicimos en Ica durante el Gobierno Regional 2015 – 2018, con excelentes resultados. Es decir, encargar la gestión de los hospitales y centros de salud a gerentes públicos idóneos; muchos de los cuales provinieron de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (SERVIR).

Lamentablemente, el actual Gobernador Regional ha deshecho todo lo avanzado y cambió a todo el equipo directivo de los hospitales de Ica. Efectivamente, por la política – mejor dicho, por el clientelismo político – volvieron las colas, los maltratos, la corrupción… y hasta el Dengue que estaba totalmente bajo control. Aparte – por supuesto – de la pandemia, que en Ica viene siendo de extrema gravedad.

CONCLUSIÓN: Despolitizar la salud pública en el país. La Salud Pública no debe estar en manos de los Gobiernos Regionales, ni del Ministerio de Salud. Una institución autónoma y apolítica – tipo Banco Central de Reserva (BCR) – altamente profesionalizada, meritocrática y respetuosa de la carrera pública… eso es lo que se necesita para el sector salud.

El Estado peruano es un pésimo proveedor de servicios especializados… salud, educación, agua y desagüe, limpieza pública, etc. Participación ciudadana activa y especializada – sobre todo empresarial e institucional – eso es lo que se necesita para acabar con este desmadre de las vacunas… y – en general – para acabar con la pésima gestión de la salud pública en nuestro país. Lampadia




No vacunan y no dejan que nos vacunemos

No vacunan y no dejan que nos vacunemos

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Actuar como el perro del hortelano con las vacunas, en medio de la segunda ola de la pandemia y del Vacunagate, a pesar de la incapacidad estatal de proveer oxígeno y atención médica a los peruanos, no es una comedia de Lope de Vega. Es más que una tragedia. Podría ser un crimen.

En la comedia de Lope de Vega (1618), el argumento central es que Diana, la dama que no puede amar a Teodoro, impide que este ame y sea amado. Ella actúa como el perro del hortelano: “ni come, ni deja comer”.

En la tragedia peruana que nos toca vivir en estos días, los perros del hortelano no nos vacunan, ni dejan que nos vacunemos. No firmaron contratos con laboratorios internacionales para proveernos de vacunas como lo han hecho todos los países vecinos, y lo que es peor, no dejan que otros puedan traer vacunas para que nuestra población se inmunice.

  • ¿Quiénes son esos perros del hortelano?
  • ¿Quién es la Diana de la comedia de Lope de Vega en esta tragedia nacional?
  • ¿Qué buscan? ¿Sólo imponer la hegemonía sanitaria? ¿No hay tal vez un afán deliberado de desaparecer a un sector de la población que no le es afín?

Perros del hortelano hay varios.

El primero es Vizcarra. No sólo traicionó a quienes lo sacaron de Moquegua, a los que votaron por él y a los que confabularon para ponerlo de presidente, sino también a los cándidos e ignotos peruanos y peruanas (sic) que creyeron en su cacareo anti corrupción y lo aplaudían con tweets, posts y marchas. Apenas 10 días después de haber dicho en la ONU el 21.09.20 que la vacuna debe ser un “bien público global” hizo todo lo contrario: pidió que lo vacunen a él y su esposa, en privado, sin público, sin que nadie sepa. Luego, hizo poco o nada para conseguirla para los peruanos, habiendo indicios de que busco dificultar la llegada de otras vacunas.

La corte de ministros, funcionarios, asesores, diplomáticos y medios que han avalado al MINSA y a la CANCILLERIA en la idea de “la vacuna como bien público global”. De nada importa que el bien sea público, universal, global o privado, gratuito o pagante si no existe. Lo que importa es que exista.

El gobierno de Sagasti, que es el segundo acto de la misma tragedia. Ha concretado la compra de la vacuna que inocularon a su antecesor. Pagó el favorcito. Sin embargo, no consigue que lleguen otras vacunas e impide que se abran canales para que entidades privadas, gobiernos sub nacionales, ONGs u organismos de servicio que tienen experiencia en vacunación, puedan acceder al mercado secundario de vacunas y traerlas para los peruanos. Aprobó un reglamento a inicios de enero, pero reculó cuando Verónica Mendoza, le recordó los mandamientos de la hegemonía sanitaria: el Estado es el único que vacuna.

El nuevo ministro de salud Ugarte, que no le hace caso al sentido común de sus primeras declaraciones sino al designio de sus mandantes ideológicos y ha retrocedido, cerrando la posibilidad de la participación privada en la provisión de vacunas. Ugarte es miembro del Partido Humanista, agrupación que lidera el camarada Yehude Simon al cual ya acompaño como Ministro de Salud y es el partido que ha fundado Juntos por el Perú, la agrupación que postula a la presidencia a la candidata de Maduro, Verónika Mendoza. Ella fue la primera en cuestionar la participación privada para la provisión de vacunas en una declaración que el portal cubano PL amplificó el 11 de enero: “Hace un mes el presidente Francisco Sagasti defendía en la ONU que la vacuna fuera un bien público y ahora su gobierno emite un decreto autorizando su comercialización”

¿La Diana de la tragedia peruana?

Impedir que el sector privado participe en la provisión de bienes y servicios es ignorar como funciona la economía del mundo, es no haber leído ni un manual de economía elemental. Impedir que participen cuando el Estado ha demostrado que es incapaz de hacerlo deja de ser un prejuicio ideológico, es una maldad.  Una maldad como la de Diana en la comedia de Lope de Vega, quien al no poder amar, impide que otros amen.

Si tuviéramos que identificar a una Diana en esta tragedia nacional podría ser Verónica Mendoza. Una Diana a la que podríamos responsabilizar en el futuro de todos aquellos que caigan o vayamos a caer por no haberse podido vacunar a causa de sus ideas. Esta a tiempo de dejar de actuar como el perro del hortelano y dejar que nos vacunemos.

¿Que buscan?

Detrás de estas medidas está solamente el afán de imponer la hegemonía sanitaria de la cual hablamos en ¿VACUNAS A CAMBIO DE VOTOS? (Lampadia 15.01.2021) y que ya puso en práctica Nicolas Maduro en Venezuela según lo denuncia el Diario Clarín de Buenos Aires este 11 de febrero, donde los militantes chavistas serán los primeros en recibir la vacuna Sputnik.  Podría haber más. Preguntémonos:

  • ¿No habrá el interés de desaparecer emprendedores, comerciantes, profesionales, empresarios, trabajadores, agricultores, emergentes y todos aquellos que pueden pagarse una vacuna, que no van a esperar que el Estado se las provea y que, obviamente, no van a votar por la izquierda?
  • ¿No existirá el interés de que los mayores de 60, que han visto la caída del muro del Berlín, las atrocidades de Sendero Luminoso, la dictadura de Velasco y el fin del comunismo histórico desaparezcan para dejar el terreno con mayoritaria presencia de pulpines a quienes el embauque socialista puede convencer?
  • ¿No habrá, además de la hegemonía sanitaria un interés deliberado de afectar la composición etárea y social de la masa electoral para hacerla más afín al voto populista?

Si así fuera no solo sería un drama que hay que advertir, sino un crimen que hay que denunciar. Lampadia




El costo oculto de la tecnología

El costo oculto de la tecnología

Rafael Venegas
Director Independiente de Empresas
Para Lampadia

La pandemia ha revelado algunas de las debilidades que tiene el mundo en que vivimos. Ha quedado evidenciado que no estamos preparados para enfrentar eficaz y ordenadamente un evento global de esta naturaleza. La actuación de la OMS ha sido decepcionante y comprueba una vez mas la ineficacia de estos organismos internacionales.

Desde el punto de vista tecnológico, la pandemia ha develado dos cosas muy importantes.

  • Una positiva: La rapidez de los científicos para desarrollar millones de vacunas, en menos de un año.
  • Otra negativa: La sospecha que el virus pueda haber sido creado en un laboratorio con fines nada éticos. Sobre esto último hay muchas conjeturas, pero nada comprobado. Sin embargo, la posibilidad de que pueda haber ocurrido es científicamente factible.

Esta dicotomía no es novedad en el frente tecnológico, ya que siempre se ha sabido que los grandes desarrollos científicos, a pesar de conseguir logros extraordinarios para la humanidad, también la dejan muy expuesta a altos riesgos.

Un claro ejemplo de esto ha sido el desarrollo de la energía nuclear. Este emprendimiento científico se concibió con fines técnicos positivos, ya que su generación es muy limpia, constante, mas barata y casi inagotable.

Sin embargo, a mediados de los años 40 durante la 2da guerra mundial, se utilizó para crear el arma mas letal de la historia: La bomba atómica, que se uso con resultados atroces en Hiroshima y Nagasaki.

A partir de ese momento, la humanidad fue consciente del riesgo al que estaría sometida en adelante, debido a la existencia de esta nueva tecnología. Para mitigar estos riesgos existen convenios mundiales para su control, así como organizaciones internacionales que se supone deben velar por la seguridad del mundo, pero que como hemos visto, no son muy eficaces.

La Tercera Revolución Industrial se inició en 1969, el año en que el hombre piso la luna. Desde esa fecha hasta fines del siglo XX nos sumergimos en la tecnología y la automatización. También se cambió lo analógico por lo digital y se inició el uso del internet y la telefonía celular. Todo comenzó a cambiar para mejor y el mundo se comenzó a globalizar rápidamente.

Sin embargo, a comienzos del siglo XXI la tecnología se desbocó y comenzó a crecer a una velocidad exponencial envés de lineal. Todo se aceleró de una manera exagerada, lo cual no nos ha permitido ¨digerir¨ algunos de estos cambios disruptivos en los cuales ya estamos inmersos. 

Este hecho ha marcado nuestro ingreso a la llamada Cuarta Revolución Industrial. La era de la virtualización e interconexión a grandes velocidades y entre dispositivos. La Inteligencia Artificial (AI), el Internet de las Cosas (IOT), la Robótica, la Nanotecnología, la Híper-conectividad, las comunicaciones 5G, la impresión 3D, la nube, la computación cuántica y el uso de Big Data, son algunos de estos avances verdaderamente disruptivos, que caracterizan a esta nueva etapa.

Estamos en el umbral de un periodo fascinante pero enigmático, donde la tecnología será el centro de todo, permitiendo un desarrollo veloz y potente en casi todos los frentes. Sin embargo, al igual que en el caso de la energía atómica, todas estas ventajas para la humanidad conllevan grandes riesgos si fueran manipuladas sin las debidas consideraciones éticas.

Veamos tres ejemplos actuales.

En salud, la genética molecular, la robótica, la Inteligencia artificial y la biotecnología están consiguiendo logros espectaculares en la medicina. La longevidad y la calidad de vida se han incrementado significativamente. Por otro lado, los procedimientos curativos son cada vez menos invasivos y mucho mas efectivos.

Ni que decir de los tremendos avances relacionados a la genética molecular, donde no solo se ha conseguido mapear el 100% del genoma humano, sino que ya se ha logrado hacerle ediciones utilizando el CRISPR CAS9 (Premio Nobel de Química 2020). ¡De película!

Todo esto es muy positivo, sin embargo, esta misma tecnología podría ser utilizada negativamente en contra de la humanidad, si cae en manos carentes de ética. El desarrollo in vitro de virus u otros organismos malignos con fines comerciales o destructivos, la modificación genética “a gusto del cliente” y las armas bacteriológicas son algunos ejemplos de esta posibilidad.

El segundo ejemplo son los avances tecnológicos en el frente industrial. La nanotecnología (miniaturización), el súper audio y video, la robotización de fábricas y almacenes, el transporte automatizado (drones y automóviles sin conductor), el reconocimiento facial, el internet de las cosas y las semillas transgénicas, son algunas de las nuevas tecnologías que son y serán sumamente ventajosas para las diferentes industrias.

Sin embargo, en malas manos se convierten en instrumentos muy poderosos para el espionaje político y militar, la intrusión a la privacidad personal, el fraude financiero, el robo de identidad y también para temas bélicos y terroristas. Además, obviamente serán generadoras de desempleo masivo.

El tercer ejemplo es uno mas cercano ya que lo vivimos a diario: las comunicaciones. Aquí el cambio ha sido verdaderamente disruptivo y veloz, a través del internet, la digitalización, la telefonía celular, los dispositivos inteligentes y las redes sociales.

El Internet ingreso a nuestras vidas a comienzos de la década de los 90, casi al mismo tiempo que la telefonía celular. Esta potente combinación fue lo que originó el gigantesco cambio de las comunicaciones. Hasta aquí todo era relativamente positivo hasta que aparecieron las redes sociales, los foros de internet y las mensajerías instantáneas y complicaron el tema.

Estas plataformas fueron complementadas y potenciadas con la aparición del Smartphone y la Tablet, así como por la transmisión inalámbrica a través del Wifi y 4G/5G. Con todas estas tecnologías las comunicaciones se han digitalizado y globalizado totalmente, a través de un pequeño dispositivo que se ha convertido en un apéndice de nuestros cuerpos.

Lo que se viene en este campo es también de película, ya que los dispositivos se miniaturizaran y se insertaran en el cuerpo subcutáneamente. ¿Se imaginan? No tendremos que cargar el celular, ni preocuparnos de que se pierda o nos lo roben. ¡Serán parte de nuestro cuerpo y las comunicaciones serán parte de nuestra memoria!

Como en los casos anteriores la transformación de las comunicaciones tiene muchas ventajas para la humanidad, pero también le genera muchos problemas debido a la falta de ética en su uso.

Algunos son inofensivos y se pueden manejar, como el tema diario de la ¨sobredosis de información¨, en su mayoría invasiva, inútil, inoportuna y repetitiva, que felizmente tiene un antídoto muy eficaz: ¨DELETE¨.

Sin embargo, lo que si es verdaderamente pernicioso son las tristemente célebres ¨Fake News¨. Esto si puede hacer mucho daño a la humanidad y de hecho ya lo viene haciendo. Mentir descaradamente o publicar medias verdades tendenciosamente es ahora muy común. Nadie se preocupa por verificar o indagar sobre las fuentes y lanzan los mensajes sin ningún remordimiento. Esto ha exacerbado varias de las taras humanas como la mentira compulsiva, la agresividad verbal, la intolerancia y la polarización, entre otras.

Desprestigiar personas, organizaciones y marcas comerciales; crear conflictos de todo tipo; manipular a personas y hasta influenciar elecciones, son algunas de las muchas cosas negativas a las que el mundo está expuesto con este nuevo formato de comunicaciones que ignora a la ética.

En resumen, los grandes avances tecnológicos que sin duda benefician significativamente a la humanidad, tienen un alto costo oculto que incluye entre otras cosas, un mayor riesgo de vida, pérdida de la privacidad, desempleo masivo, fraude electrónico y comunicaciones descontroladas.

Los organismos internacionales están analizando formas para intentar regular el tema de alguna manera. Sin embargo, las posibilidades de que esto tenga éxito son muy limitadas, dada su ineficacia demostrada en casos como el de la pandemia.

Felizmente también existen organismos privados de muy alto nivel, como el ¨Future of Humanity Institute¨ de la Universidad de Oxford y otros similares, que están dedicados a buscar soluciones para mitigar de alguna manera estos riesgos para la humanidad.

El tema es que si no se encuentran e implementan medidas éticas para contrarrestar estos riesgos y dado el avance exponencial de la tecnología, la humanidad podría encontrarse en un par de décadas ante la tremenda disyuntiva de un escenario tipo ¨Terminator¨ o de conseguir la inmortalidad. Lampadia




Volvamos a la cooperación internacional

Volvamos a la cooperación internacional

A continuación compartimos un reciente llamado de parte de importantes líderes de la UE y de las Naciones Unidas – publicado por Project Syndicate – que aboga por retomar con fuerza la cooperación internacional, tan venida a menos en los últimos tiempos pero muy necesaria en un mundo que ha sido azotado terriblemente por la pandemia.

Es importante recoger estas reflexiones porque ponen luces sobre muchos de los problemas que aún subsisten en la misma pandemia como es la falta de equipamiento médico, tratamientos eficaces a la enfermedad y sobretodo, vacunas.

En este ultimo punto, por ejemplo, los países de altos ingresos, como era de esperar, han acaparado un mayor volumen de compras, dejando rezagado a buena parte del mundo pobre. Ello ha generado que el coronavirus siga experimentando mutaciones en los lugares en donde no había penetrado con anterioridad, como en el caso de Sudáfrica. Las nuevas cepas en muchos casos resultan más contagiosas y letales, lo cual ha terminado por desbordar toda la capacidad sanitaria, como sucede por ejemplo con la segunda ola de nuestro país.

Si queremos pues generar un verdadero derrotero hacia el coronavirus debemos canalizar la mayor parte de la ayuda internacional hacia los países que por sus bajas posibilidades aun no han cerrado contratos con vacunas. Al respecto, COVAX es una buena iniciativa, pero insuficiente.

Otro punto importante que toca el llamado es el del comercio internacional, que está muy afectado y es el mejor camino para el crecimiento de los países más chicos. Si se pudiera coordinar una estrategia conjunta para profundizar los lazos comerciales de los países en las alianzas internacionales, se podría lograr un impulso interesante.

Todos estos puntos y otros mencionados por el presente llamado solo podrían ser implementados si es que se fortalecen las organizaciones multilaterales en torno a los temas relacionados a ellos – como la OMS y la OMC – así como aquellas dedicadas al financiamiento como el FMI y el Banco Mundial.

Es necesario que los países retomen la agenda del multilateralismo y no desesperen en un mundo que tal vez no será el mismo que antes de la pandemia, pero si nos preparamos, podremos enfrentarlo como hemos hecho con las grandes crisis históricas de la humanidad. Lampadia

Cooperación multilateral para la recuperación global

Emmanuel MacronAngela MerkelMacky SallAntónio GuterresCharles Michel & Ursula Von Der Leyen
P
roject Syndicate
3 de febrero, 2021
Traducida y comentada por Lampadia

No debemos tener miedo de que un mundo post-pandémico no será el mismo que el statu quo anterior. Debemos acogerlo y utilizar todos los foros apropiados y las oportunidades disponibles para hacer de él un mundo mejor promoviendo la causa de la cooperación internacional.

En septiembre de 2000, 189 países firmaron la “Declaración del Milenio”, que dio forma a los principios de la cooperación internacional para una nueva era de progreso hacia metas comunes. Al salir de la Guerra Fría, confiábamos en nuestra capacidad para construir un orden multilateral capaz de abordar los grandes desafíos del momento: el hambre y la pobreza extrema, la degradación ambiental, las enfermedades, los shocks económicos y la prevención de conflictos. En septiembre de 2015, todos los países se comprometieron nuevamente con una ambiciosa agenda para abordar juntos los desafíos globales: la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.

Nuestro mundo ha experimentado tendencias divergentes, lo que ha llevado a una mayor prosperidad a nivel mundial, mientras que las desigualdades permanecen o aumentan [dentro de los países más desarrollados]. Las democracias se han expandido al mismo tiempo que el nacionalismo y el proteccionismo han experimentado un resurgimiento. En las últimas décadas, dos grandes crisis han perturbado nuestras sociedades y debilitado nuestros marcos de políticas comunes, poniendo en duda nuestra capacidad para superar las conmociones, abordar sus causas fundamentales y asegurar un futuro mejor para las generaciones venideras. También nos han recordado lo interdependientes que somos.

Las crisis más graves exigen las decisiones más ambiciosas para dar forma al futuro. Creemos que esta puede ser una oportunidad para reconstruir el consenso para un orden internacional basado en el multilateralismo y el estado de derecho a través de la cooperación, la solidaridad y la coordinación eficientes. Con este espíritu, estamos decididos a trabajar juntos, con y dentro de las Naciones Unidas, organizaciones regionales, foros internacionales como el G7 y el G20, y coaliciones ad hoc para abordar los desafíos globales que enfrentamos ahora y en el futuro.

La salud es la primera emergencia. La crisis del COVID-19 es la mayor prueba de solidaridad global en generaciones. Nos ha recordado un hecho obvio: ante una pandemia, nuestra cadena de seguridad sanitaria es tan fuerte como el sistema de salud más débil. COVID-19 en cualquier lugar es una amenaza para las personas y las economías de todo el mundo.

La pandemia exige una fuerte respuesta internacional coordinada que amplíe rápidamente el acceso a pruebas, tratamientos y vacunas, reconociendo la inmunización extensiva como un bien público global que debe estar disponible y asequible para todos. En este sentido, apoyamos plenamente la plataforma global única Access to COVID-19 Tools (ACT) Accelerator, lanzada por la Organización Mundial de la Salud y los socios del G20 en abril.

Para cumplir su misión, ACT-Accelerator necesita con urgencia un apoyo político y financiero más amplio. También promovemos el libre flujo de datos entre socios y la licencia voluntaria de propiedad intelectual. A más largo plazo, también necesitamos una evaluación independiente y exhaustiva de nuestra respuesta para extraer todas las lecciones de esta pandemia y prepararnos mejor para la próxima. La OMS tiene un papel central que desempeñar en este proceso.

La emergencia también es ambiental. Antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) en Glasgow en noviembre, debemos intensificar nuestros esfuerzos para abordar el cambio climático y hacer que nuestras economías sean más sostenibles. A principios de 2021, es probable que los países que representan más del 65% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero hayan asumido compromisos ambiciosos con la neutralidad de carbono. Todos los gobiernos nacionales, empresas, ciudades e instituciones financieras deberían unirse ahora a la coalición global para reducir las emisiones de CO2 a cero según el acuerdo climático de París y comenzar a implementar planes y políticas concretas.

La pandemia ha provocado la peor crisis económica del mundo desde la Segunda Guerra Mundial. La recuperación de una economía mundial fuerte y estable es una prioridad fundamental. De hecho, la crisis actual amenaza con deshacer el progreso que hemos logrado durante dos décadas en la lucha contra la pobreza y la desigualdad de género. Las desigualdades amenazan nuestras democracias al socavar la cohesión social.

Sin duda, la globalización y la cooperación internacional han ayudado a miles de millones de personas a salir de la pobreza; pero casi la mitad de la población mundial todavía lucha por satisfacer sus necesidades básicas. Y dentro de muchos países, la brecha entre ricos y pobres se ha vuelto insostenible, las mujeres aún no disfrutan de las mismas oportunidades y muchas personas necesitan que se les alivie sobre los beneficios de la globalización.

Mientras ayudamos a nuestras economías a superar la peor recesión desde 1945, nuestra principal prioridad sigue siendo garantizar el libre comercio basado en reglas como un motor importante de crecimiento inclusivo y sostenible. Por lo tanto, debemos fortalecer la Organización Mundial del Comercio y utilizar plenamente el potencial del comercio internacional para nuestra recuperación económica. Al mismo tiempo, la protección del medio ambiente y la salud, así como las normas sociales, deben situarse en el centro de nuestros modelos económicos, garantizando al mismo tiempo las condiciones necesarias para la innovación.

Necesitamos asegurarnos de que la recuperación mundial llegue a todos. Eso significa intensificar nuestro apoyo a los países en desarrollo, particularmente en África, construyendo y yendo más allá de las asociaciones existentes, como el Pacto del G20 con África y su esfuerzo conjunto con el Club de París dentro de la Debt Service Suspension Initiative. Es fundamental seguir apoyando a esos países en la reducción de la carga de la deuda y garantizar una financiación sostenible para sus economías, utilizando todo el alcance de los instrumentos financieros internacionales, como el activo de reserva del Fondo Monetario Internacional, los derechos especiales de giro (DEG).

El auge de las nuevas tecnologías ha sido un gran activo para el progreso y la inclusión, contribuyendo a la apertura y resiliencia de sociedades, economías y estados, al tiempo que ha salvado vidas durante la pandemia. Sin embargo, casi la mitad de la población mundial, y más de la mitad de las mujeres y niñas del mundo, permanecen desconectadas y no pueden acceder a sus beneficios.

Además, el considerable poder de las nuevas tecnologías puede utilizarse indebidamente para limitar los derechos y libertades de los ciudadanos, propagar el odio o cometer delitos graves. Necesitamos aprovechar las iniciativas existentes e involucrar a las partes interesadas relevantes en la regulación efectiva de Internet con el fin de crear un entorno digital seguro, libre y abierto, donde el flujo de datos en un entorno confiable esté garantizado. Los beneficios deben recaer especialmente en los más desfavorecidos, incluso abordando los desafíos fiscales de la digitalización de la economía y combatiendo la competencia fiscal nociva. Principio del formulario

Finalmente, la crisis de salud interrumpió la educación de millones de niños y estudiantes. Debemos mantener la promesa de brindar educación para todos y equipar a la próxima generación con el conocimiento de las habilidades básicas y la ciencia, así como con el conocimiento de las diferentes culturas, la tolerancia y aceptación del pluralismo y el respeto por la libertad de conciencia. Los niños y los jóvenes son nuestro futuro y su educación es clave.Final del formulario

Para hacer frente a estos desafíos, el multilateralismo no es una técnica diplomática más. Da forma a un orden mundial y es una forma muy específica de organizar las relaciones internacionales basadas en la cooperación, el estado de derecho, la acción colectiva y principios compartidos. En lugar de enfrentar civilizaciones y valores entre sí, debemos construir un multilateralismo más inclusivo, respetando nuestras diferencias tanto como nuestros valores comunes consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

El mundo después de COVID-19 no volverá a ser el mismo. Aprovechemos los diferentes foros y oportunidades, como el Foro de la Paz de París, para trabajar para abordar estos desafíos con una visión clara. Invitamos a líderes políticos, económicos, religiosos y de pensamiento a contribuir a esta conversación global.

En el Foro de la Paz de París el 12 de noviembre del año pasado, el presidente francés Emmanuel Macron y otros líderes mundiales lanzaron una discusión global sobre la creación de un nuevo consenso para el mundo posterior al COVID-19. Esta discusión continúa a través de un debate en curso publicado por Project Syndicate y sus periódicos miembros en todo el mundo. Lampadia




La escasez de oxígeno y el drama de sobrevivir

La escasez de oxígeno y el drama de sobrevivir

José Antonio Luna y Augusto Coello
Para LAMPADIA

En el marco de una comprensible expectativa nacional, el domingo 7 de febrero arribó al aeropuerto internacional “Jorge Chávez” el carguero de Air France, procedente de Beijing, con la ansiada carga de las primeras 300 mil vacunas del laboratorio Sinopharm. Los medios televisivos y de prensa escrita cubrieron el aterrizaje del avión, la desestiba y el traslado de los contenedores refrigerados. El despliegue de seguridad y resguardo desde el aeropuerto hasta los almacenes del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos de Salud, CENARES, pusieron una nota de suspenso y de dramatismo.

Con las 300 mil vacunas se podrá atender, con una primera dosis, a 150 mil trabajadores del sector salud que están en la primera línea del combate contra el Covid 19, desplegando un esfuerzo sobre humano por salvar vidas. Encomiable tarea que merece el reconocimiento de todos. Sin embargo, ese trabajo denodado y responsable de médicos, enfermeras, auxiliares y personal de salud, podría naufragar sino está acompañado de decisiones firmes y oportunas que garanticen que la recuperación de los enfermos tenga respuesta adecuada en la convalecencia posterior. Entonces, ¿Ante qué escenario nos encontramos?

Un complejo escenario socio sanitario

Los fallecidos por Covid registrados al 4 de febrero pasado por el Ministerio de Salud, es del orden de las 42,121 personas (a). Por otro lado, las altas hospitalarias por Covid son 47,785 personas, (b). El total de casos atendidos por el sistema de salud, (a + b) equivale al 100%, en los que (a) es el 46.85% y (b) 53.15 %. La cifra dramática indica que, en lo que va de la pandemia, son más de 103 mil personas los fallecidos, según los registros en el Sistema Nacional de Defunciones (SINADEF).

Las altas Hospitalarias Minsa más las altas domiciliarias complejas estimadas, de quienes no asistieron a los centros de salud, al 4 de febrero de 2021, superarían las 117 mil personas. Esta cifra, por cierto, se incrementará considerablemente debido a la intensidad de la pandemia y por el tiempo en que se extenderá la vacunación total de nuestra población, hasta alcanzar la inmunidad de rebaño. La situación es aún más compleja, pues no existen datos ciertos y confiables de altas domiciliarias, es decir de los casos Covid que se atendieron en sus viviendas, por no haber capacidad hospitalaria o recursos de servicios hospitalarios. Entonces, se estima que la mayor cantidad de muertes por Covid registradas por SINADEF, deduciendo los fallecidos reportados por el MINSA, serían 61,379 personas.

Las altas no hospitalarias, deducidas de aplicar la misma proporción de los datos MINSA, se estiman como mínimo en más de 70 mil personas. Ese sería el universo estimado proyectado a la actualidad de personas afectadas y con secuelas severas de Covid, luego de haber superado un proceso de hospitalización o de cuidados en domicilio. Relevante cifra que se traducirá, a corto y mediano plazo, en una demanda sucesiva de atención en los servicios de salud. Estamos ante un escenario socio sanitario, en el que el problema de la carencia de oxígeno y de los pacientes que no encuentran cama en los hospitales, se sumarán a todos aquellos que demandarán atenciones para su rehabilitación y la superación de las secuelas del Covid 19.

Las debilidades del sector salud

Cuando a mediados de marzo del 2019 se anunció la cuarentena socio sanitaria, también se dio cuenta de las falencias y debilidades del sistema de salud. De esta situación han transcurrido trece meses y conforme la pandemia se ha ido agudizando, quedó evidenciado, sin necesidad de mayores investigaciones ni evaluaciones, que resultaba evidente que los hospitales nacionales no contaban con capacidades suficientes en materia de camas y camas UCI y, en paralelo, insuficientes plantas de oxígeno, amén de los ventiladores para los enfermos graves.

El Sistema de Salud -MINSA y EsSalud- no está preparado para afrontar una pandemia ni las graves secuelas de ésta en el organismo de las personas que logran superar la infección del virus. Los diversos centros de salud en el país no tienen equipamiento ni personal suficiente para afrontar la creciente demanda de los más de 117,418, por ahora, casos de afectados con secuelas cardiológicas, neurológicas, cerebrales, renales y sobre todo pulmonares.

La mirada científico asistencial, desde el sector salud, debe permitir proyectar que los servicios no estén sólo limitados a superar la crisis de la infección del Covid 19, sino también, tan importante como lo anterior, permitir la atención y la recuperación de las secuelas del Covid 19. Puede ocurrir que el paciente supere la crisis infecciosa, mas no las secuelas, por ejemplo, de la fibrosis pulmonar, el daño renal o cardiovascular. ¿O sí?  

En un estudio, –Zoe Covid Symptom Study-, se señala que 1 de cada 10 pacientes diagnosticados con Covid 19, pueden permanecer sintomáticos más allá de 3 semanas y algunos de ellos, en menor proporción, durante meses. En las series de pacientes que han requerido hospitalización este porcentaje es, sin embargo, muy superior, pudiendo llegar hasta el 50-90%”. Las evidencias médicas precisan que la secuela más característica del Covid-19 es, probablemente, la fibrosis pulmonar. Los casos complejos convierten a estos pacientes en oxígeno dependientes para lo que les reste de vida. Es decir, sobrevivir con un balón de oxígeno próximo y desplazarse con él. 

Liberar y destrabar los procesos

Los pacientes que han sido ingresados a las Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, muestran dificultad para respirar, junto con un recurrente cansancio y la afectación de la fuerza muscular y motora. También son habituales los trastornos cognitivos, como el deterioro de la memoria y algunas alteraciones emocionales, derivadas fundamentalmente de la situación de aislamiento, producto de la cuarentena.

Las secuelas sobre el sistema vascular son igualmente relevantes y puede dar lugar a la formación de trombos tanto pulmonares como en otras localizaciones del cuerpo. En los pacientes que superaron el Covid 19, también son frecuentes los trastornos psicológicos, los cuadros de ansiedad y el insomnio. Todas estas secuelas del Covid 19 requerirán la atención de los servicios de salud públicos. En suma, las secuelas más frecuentes de la Covid-19, muestran astenia o cansancio extremo, incapacidad o imposibilidad para realizar las tareas cotidianas.

Una vía de alivio, recomendada por los médicos, es con el suministro de oxígeno medicinal con equipos portátiles domésticos, aprobados por la Organización Panamericana de la Salud, OPS, y que son útiles para aliviar los primeros síntomas al inicio de la enfermedad para los casos leves y terapia hiperbárica para los casos más severos. Un ejemplo valioso en el continente es la acción emprendida en México desarrollando tratamientos post Covid con hiperbaria y en Argentina por la Sociedad de Hiperbaria, capacitando a sus asociados en los tratamientos post Covid-19.

El reto inmediato es destrabar los procesos de importación de equipos de concentración de Oxígeno -10 litros por minuto- así como las cámaras hiperbáricas de baja presión. La emergencia nacional urge de decisiones inmediatas que rompan la inercia y la desaprensión del Estado. Es necesario que el ejecutivo vuelva los ojos a la ciudadanía y decida en función de sus demandas y necesidades, en suma, que asegure la vida ahora y que respirar no sea nunca un acto de sobrevivencia. Lampadia

Fuentes: Open Covid Perú; Zoe Covid Symptom Study & King’s College London.




El virus del estatismo

El virus del estatismo

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 22 de enero de 2021
Para Lampadia

Sólo el Estado debe comprar, distribuir, y aplicar las vacunas contra el COVID 19. Eso dijo la periodista Juliana Oxenford en una reciente entrevista televisiva. Incluso, agregó – la Primera Ministra, felizmente, había aclarado el asunto, y ninguna farmacia, clínica, o empresa privada iba a poder vacunar a ningún peruano contra el virus de marras. Sólo el Estado lo hará… ¡qué alivio! –. Palabras más, palabras menos… eso fue lo que dijo la periodista.

Bueno pues… resulta muy preocupante que muchos peruanos piensen como Juliana Oxenford. – ¿Qué les pasa? – me pregunto. ¿Acaso el Estado peruano está preparado para acometer una misión tan descomunal como la vacunación de todos los peruanos… costa, sierra y selva; norte, centro y sur; hombres y mujeres; primero a los mayores de 65 años, y luego los menores; niveles socioeconómicos A, B, C, D y E; médicos y enfermeras; policías y militares… a todos? ¡Ese Estado que ni siquiera es capaz de comprar mascarillas, suministrar oxígeno a los pacientes COVID, ni de dotar de agua a la población para lavarse las manos! ¿Alguien en su sano juicio cree que ese Estado fallido por donde se le mire, va a vacunarnos a todos, de manera eficiente y oportuna? ¡Por favor… pisen tierra!

Obviamente, el tema de la gratuidad del servicio tiene mucho que ver en el asunto. Soñar no cuesta nada. Pero igual… sabiendo de la clamorosa inoperancia del Estado ¿qué de malo tendría que la gente que pudiera pagar por una vacuna – voluntariamente – lo hiciera? ¿Acaso, eso no sería un alivio para el Estado? ¿Qué de malo tendría que empresas o instituciones privadas – por conveniencia propia o por lo que sea – vacunasen a sus trabajadores por cuenta de ellas? ¿Acaso, eso no sería otro alivio para el Estado?

¡Qué problema! Aparte del Coronavirus, pareciera que estamos contagiándonos – también – del virus del estatismo. Ese virus que yo creía extinguido – y para siembre – después del pernicioso estatismo de los años 70´s y 80´s… y sus secuelas de escaseces y colas, acaparamiento y corrupción, hiperinflación, pobreza y terrorismo, desempleo, narcotráfico, y todo lo demás.

Pero no… el virus del estatismo está vivito y coleando. Y no sólo políticos populistas y demagogos han caído en sus garras. Hay muchos jóvenes – que ciertamente no vivieron las “décadas perdidas” de los 70´s y 80´s – que apuestan por el estatismo para alcanzar el bienestar y progreso de nuestra población. Incluso – aunque parezca mentira – muchos periodistas y académicos están en esa onda.

En general, yo diría que la política, el periodismo, y la academia – mayoritariamente – apuestan por la vuelta del estatismo en nuestro país. Ellos son los que proponen una nueva constitución para que el Estado haga las veces de gran empresario. Ellos son los que plantean aumentar los impuestos para agrandar el Estado. – ¿Qué les pasa? – me vuelvo a preguntar. ¿No les basta con mirar a Venezuela para saber a dónde nos llevaría el estatismo?

Felizmente, hay un Perú silencioso – que sale muy poco en la prensa – que mayoritariamente condena el estatismo. Me refiero a los miles – y millones – de microempresarios que detestan la burocracia y la corrupción en el Estado. Me refiero también a los peruanos que deploran los bloqueos de carreteras y el vandalismo callejero, y que piden sanciones severas para los perpetradores de tales delitos. Incluso, me refiero a los que mayoritariamente – al momento de ser encuestados – responden a favor de las inversiones privadas. Es decir, del empleo formal en las empresas e instituciones privadas. Y que se manifiestan en torno a la importancia de la minería y su rol dinamizador de la economía regional y nacional.

Felizmente – repito – ese Perú silencioso y mayoritario va a contrarrestar los efectos perniciosos del virus del estatismo. Estatismo nunca más… así se llama la vacuna que – a diferencia de la del COVID – está disponible en nuestro país desde hace 30 años. Lampadia




Un plan de tres partes para eliminar COVID-19

Un plan de tres partes para eliminar COVID-19

Bill Gates, uno de los mayores expertos en los temas de vacunas, explica que para eliminar el Covid-19, el mundo primero necesita tres cosas: la capacidad para producir miles de millones de dosis de vacunas, los fondos para pagarlas y los sistemas para administrarlas.

Explica además la necesidad de proteger a los países más pobres, para que puedan acceder oportunamente a las vacunas. Indica que los países más ricos ya aseguraron reservas de vacunas. Algo que el Perú no termina de lograr.

Bill Gates
Copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates
29 de septiembre de 2020
Traducido y glosado por Lampadia

El mundo está al borde de un logro científico: una vacuna COVID-19 segura y eficaz probablemente estará lista a principios del próximo año. De hecho, probablemente habrá más de una vacuna disponible. Este es el desarrollo que finalmente le dará al mundo la oportunidad de eliminar la amenaza de la pandemia y volver a la normalidad. Debido a que podemos inmunizarnos contra la enfermedad, los gobiernos podrán levantar las medidas de distanciamiento social. La gente dejará de tener que usar máscaras. La economía mundial volverá a funcionar a toda velocidad. Pero la eliminación no sucederá por sí sola. Para lograr este objetivo, el mundo primero necesita tres cosas: la capacidad para producir miles de millones de dosis de vacunas, los fondos para pagarlas y los sistemas para administrarlas.

La capacidad de fabricar vacunas

En este momento, la mayor parte del suministro mundial de vacunas COVID-19 está programado para ir a los países ricos. Estas naciones han estado haciendo tratos con compañías farmacéuticas, asegurando el derecho a comprar miles de millones de dosis tan pronto como se producen. Pero, ¿qué pasa con las naciones del mundo de ingresos bajos y medios-bajos, en todas partes, desde Sudán del Sur hasta Nicaragua y Myanmar?

Estas naciones albergan a casi la mitad de todos los seres humanos y no tienen el poder adquisitivo para hacer grandes acuerdos con las empresas farmacéuticas. Tal como están las cosas ahora, estos países podrán cubrir, como máximo, el 14 por ciento de su población.

El nuevo modelo de Northeastern University ayuda a ilustrar lo que sucederá si la distribución de la vacuna es tan desigual. Los investigadores analizaron dos escenarios. En uno, las vacunas se administran a los países según el tamaño de su población. Luego hay otro escenario que se aproxima a lo que está sucediendo ahora: 50 países ricos reciben los primeros 2,000 millones de dosis de vacuna. En este escenario, el virus continúa propagándose sin control durante cuatro meses en tres cuartas partes del mundo. Y casi el doble de personas mueren.

Esto sería una gran falla moral. Una vacuna puede convertir al COVID-19 en una enfermedad prevenible, y nadie debería morir a causa de una enfermedad prevenible simplemente porque el país en el que vive no puede permitirse un acuerdo de fabricación. Pero ni siquiera tiene que preocuparse por la equidad para ver el problema con el escenario de “solo países ricos”. En este escenario, todos nos volveríamos como Australia y Nueva Zelanda. Ambos han recorrido largos períodos con muy pocos casos dentro de sus fronteras, pero sus economías siguen deprimidas porque sus socios comerciales están bloqueados. Y ocasionalmente, un nuevo portador del virus se abre paso a través del Pacífico Sur, creando nuevos grupos de la enfermedad. Esos grupos crecen y se extienden. Las escuelas y oficinas se cierran de nuevo.

Incluso con un exceso de oferta de vacunas, las naciones ricas corren el riesgo de volver a infectarse de esta manera porque no todo el mundo optará por vacunarse. La única forma de eliminar la amenaza de esta enfermedad en algún lugar es eliminarla en todas partes. La mejor manera de cerrar esta brecha de vacunas no es avergonzando a los países ricos. Están haciendo algo perfectamente comprensible: tratar de proteger a su gente. En cambio, necesitamos aumentar enormemente la capacidad de fabricación de vacunas del mundo. De esta manera, podemos cubrir a todos sin importar dónde vivan. Ya se han logrado avances notables en este frente en lo que respecta a la terapéutica. Las empresas farmacéuticas han acordado ampliar la capacidad de fabricación de medicamentos utilizando las fábricas de las demás. Remdesivir, por ejemplo, fue creado por Gilead, pero ahora se producirán cantidades adicionales en las fábricas de Pfizer. Ninguna empresa había permitido que un competidor utilizara sus fábricas de esta manera, y ahora estamos viendo una cooperación similar cuando se trata de vacunas. Esta mañana 16 empresas farmacéuticas y nuestra fundación firmaron un importante acuerdo. Entre otras cosas, las empresas acordaron cooperar en la fabricación de vacunas y aumentar la producción a una velocidad sin precedentes, asegurando que las vacunas aprobadas se distribuyan ampliamente lo antes posible.

La financiación para pagar las vacunas

Además de la capacidad de fabricación para fabricarlos, también necesitamos fondos para pagar miles de millones de dosis de vacunas para las naciones más pobres. Aquí es donde ACT Accelerator puede ayudar. Es una iniciativa respaldada por organizaciones como Gavi y el Fondo Mundial. No mucha gente ha oído hablar de ellos, pero han pasado dos décadas convirtiéndose en expertos en la tarea de financiar vacunas, medicamentos y diagnósticos. Las compañías farmacéuticas han facilitado el financiamiento, renunciando a las ganancias de cualquier vacuna COVID-19 y acordando hacerlas lo más asequibles posible. Pero también se necesita financiación pública. El Reino Unido es un buen modelo de lo que deberían hacer otras naciones ricas. Ha donado suficiente dinero para que Accelerator obtenga, probablemente, cientos de millones de dosis de vacunas para países pobres. Espero que otras naciones sean tan generosas.

El sistema para administrar vacunas

Finalmente, incluso cuando el mundo tenga la capacidad de fabricación y los fondos alineados, necesitaremos fortalecer los sistemas de salud: los trabajadores y la infraestructura que realmente pueden entregar vacunas a personas de todo el mundo. Hay mucho que aprender del esfuerzo en curso para erradicar la poliomielitis. Una de las fotos más famosas del esfuerzo de erradicación de la poliomielitis en India fue la de una línea de trabajadores de la salud. Llevaban neveras de vacunas sobre la cabeza mientras atravesaban las inundaciones hasta la cintura para llegar a una aldea remota. Detectar casos de COVID-19 en las partes más pobres del mundo requerirá una red similar de trabajadores de salud primaria, una que pueda llegar a lugares donde ni siquiera las carreteras pueden llegar. Con un buen diagnóstico, estos trabajadores también pueden hacer sonar la alarma si otra enfermedad salta de un murciélago o un pájaro a un humano. En otras palabras, al eliminar COVID-19, también podemos construir el sistema que ayudará a reducir el daño de la próxima pandemia. Una cosa que aprendí al estudiar la historia de las pandemias es que crean una dinámica sorprendente cuando se trata de interés propio y altruismo: las pandemias son casos raros en los que el instinto de un país para ayudarse a sí mismo está estrechamente alineado con su instinto de ayudar a los demás. El interés propio y el altruista —asegurarse de que las naciones pobres tengan acceso a las vacunas— son lo mismo. Lampadia




Una perspectiva mundial

Una perspectiva mundial

REPORTE GOALKEEPERS 2020
BILL & MELINDA GATES
Co-presidentes
Fundación Bill & Melinda Gates
Glosado por Lampadia

INNOVANDO CON LA EQUIDAD EN MENTE

Tenemos mucho trabajo por delante en los próximos años. Necesitamos una fuerte coalición de empresas, gobiernos y bancos de desarrollo —todo el sistema de financiación internacional— para unirnos y elaborar una respuesta global a la medida del desafío que venimos describiendo en este ensayo.

Pero antes de que el mundo pueda realmente empezar a abordar el daño que este conjunto de catástrofes mutuamente exacerbadas ha causado, tenemos que detener lo que ha provocado todo esto: la pandemia que actualmente está empeorando, no mejorando, en muchos países. No podemos reconstruir los sistemas sanitarios, los sistemas económicos, los sistemas educativos y los sistemas alimentarios —sin hablar de mejorarlos con relación a lo que eran a principios de año— hasta que esté bajo control el virus que los está derribando.

Para tenerlo bajo control, para acabar con la pandemia, el mundo debería colaborar en tres ámbitos cuanto antes:

1. Desarrollar diagnósticos y tratamientos para gestionar la pandemia a corto plazo y vacunas para poner fin a la misma a medio plazo.

2. Fabricar tantas pruebas y dosis como podamos, tan rápido como podamos.

3. Entregar estas herramientas equitativamente a quienes más las necesitan, sin importar dónde vivan o cuánto dinero tengan.

La clave para desarrollar nuevas vacunas, especialmente en las primeras etapas, es buscar el mayor número posible de vacunas. Algunos países han empezado a firmar contratos con compañías farmacéuticas para reservar dosis de una determinada posible vacuna en caso de que dicha vacuna tenga éxito. Esto no es algo malo. Los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger la salud de su población, y estas inversiones ayudan a poner en marcha importantes acciones de I+D, a pagar nuevas instalaciones de fabricación y a acercar al mundo a la entrega de una vacuna.

No obstante, la incesante cantidad de titulares que aparecen sobre los prometedores resultados de los ensayos clínicos en primeras etapas oscurece el hecho de que la I+D es inherentemente de muy alto riesgo: la probabilidad de éxito es del 7 por ciento en las primeras etapas y del 17 por ciento una vez que las posibles vacunas pasan a ser probadas en seres humanos. Los gobiernos están haciendo apuestas a largo plazo, en particular, sobre las posibles vacunas que esperan que “ganen”, pero la mayoría perderá. Una forma de minimizar este riesgo es que los países inviertan conjuntamente en una amplia cartera de posibles vacunas.

La fabricación es para el mundo uno de los desafíos que más desapercibido pasa: una vez que tengamos una vacuna o vacunas que funcionen, necesitaremos fabricar miles de millones de dosis lo más rápido posible. En este momento, no tenemos la suficiente capacidad de fabricación para ello —y ningún país tiene el incentivo de ampliar la escala por sí solo. Sin embargo, cada dosis de vacuna que el mundo no fabrique rápidamente implicará una pandemia más larga, más muertes y una recesión mundial más larga.

El desarrollo y la fabricación de vacunas no acabarán con la pandemia rápidamente a menos que también las entreguemos equitativamente. Algunos gobiernos que han apostado por algunas vacunas quizás ganen esas apuestas, pero si utilizan todas las vacunas disponibles solamente para proteger a su gente, estarán extendiendo la duración de la pandemia en todas partes. También estarán contribuyendo al aumento de fallecidos. Según el modelo de la Northeastern University, si los países ricos compran los primeros 2 mil millones de dosis de vacunas en lugar de asegurarse de que sean distribuidas proporcionalmente a la población mundial, el número de personas que fallecerán de COVID-19 se podría duplicar.

Aún no se sabe exactamente cómo el mundo organizará una respuesta colaborativa. En abril, numerosos socios se unieron para lanzar el Acelerador del acceso a las Herramientas contra el COVID-19 (ACT-A), el esfuerzo de colaboración más serio que existe hasta la fecha para poner fin a la pandemia. Los dos principales socios de la estrategia de vacunación del ACT-A —la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI)— que tiene en su cartera nueve posibles vacunas contra el COVID-19 y Gavi, la Alianza para la Vacunas, que ha ayudado a los países de bajos y medianos ingresos a proporcionar 750 millones de vacunas desde su creación en el año 2000— fueron creados para resolver problemas como el que enfrentamos actualmente. Por ello nuestra fundación apoya el ACT-A, y por ello instamos a otros a unirse con nosotros.

Para que quede claro, financiar adecuadamente estas organizaciones y otros socios claves costará mucho dinero —que no es nada comparado con el coste que representa una supurante pandemia. Cada mes, la economía mundial pierde 500 mil millones de dólares, y un enfoque colaborativo reducirá en muchos meses el plazo de recuperación del mundo. Los países ya han comprometido 18 billones de dólares americanos para financiar las acciones destinadas a estimular la economía y tratar los síntomas de la pandemia. Ahora necesitan invertir una pequeña porción de ese total para erradicar su causa.

¿CÚANTAS VIDAS PODRÍA SALVAR UNA VACUNACIÓN EQUITATIVA?

EL LABORATORIO de Modelación de Sistemas Biológicos y Sociotécnicos (MOBS LAB) de la NORTHEASTERN UNIVERSITY ha trabajado durante años en la modelación de la transmisión de la gripe, con lo cual está bien posicionado para elaborar el modelo del COVID-19. Debido a lo muy difícil que es predecir el futuro, MOBS LAB desplegó escenarios hipotéticos examinando lo que habría sucedido si una vacuna hubiera estado disponible desde mediados de marzo. Esto permite al modelo basarse en datos observados relacionados con eventos que ya han ocurrido, en lugar de basarse en conjeturas sobre datos relacionados con eventos que podrían tener lugar dentro de un año.

La Northeastern University trabajó en base a dos hipótesis.

  • En una de ellas, aproximadamente 50 países de ingresos elevados recibieron los primeros 2.000 millones de dosis (de los 3.000 millones) de una vacuna efectiva al 80 por ciento.
  • En el otro, todos los países recibieron los 3.000 millones de dosis proporcionalmente a sus poblaciones.

El resultado de las simulaciones se representa como porcentaje de muertes evitadas en cada caso, en comparación con el caso real en el que no hubo vacunación alguna.

CONCLUSIÓN

LO QUE HAGA EL MUNDO EN LOS PRÓXIMOS MESES IMPORTA MUCHO

LA RESPUESTA A LA pandemia de COVID-19 nos ha mostrado lo mejor de la humanidad: innovación vanguardista, actos heroicos de trabajadores que se encuentran en la primera línea y gente común haciendo lo mejor que pueden por sus familias, vecinos y comunidades.

En este informe, nos hemos centrado en la amenaza que se cierne sobre nosotros, y lo hemos hecho por la inmediatez y lo mucho que está en juego. Lo que el mundo haga en los próximos meses importa mucho. Nuestro lema para Goalkeepers es “el progreso es posible pero no inevitable” —, y seguimos defendiéndolo. La gravedad y duración que alcance la pandemia están en gran medida bajo el control del mundo. En el fondo, las empresas y los gobiernos deben estar convencidos de que el futuro no es un concurso de suma cero en el que los ganadores ganan solo cuando los perdedores pierden. Es un esfuerzo cooperativo en el que todos avanzamos juntos.

Lampadia




Vacunas para el Perú: ¿Dónde estamos?

Vacunas para el Perú: ¿Dónde estamos?

En Lampadia consideramos de interés público compartir con nuestros lectores la información sobre el desarrollo de las vacunas contra el covid-19 y la posición del Perú en la carrera por ponerlas a disposición de nuestra población, según las presentaciones de dos miembros del llamado ‘COMANDO VACUNA’.

Para ello reproducimos las ‘reflexiones con José Pardo’ que presenta a dos miembros del Comando Vacunas, CARLOS NEUHAUS y JAIME REUSCHE SR. quienes dan información sobre el estado de las diferentes opciones de vacunas que tenemos actualmente.

Fases de desarrollo de las vacunas:

Las opciones en el desarrollo:

Ver la presentación:




Gastemos mucho más en las vacunas

Gastemos mucho más en las vacunas

En contra de lo que debiera ser la prioridad en materia de gasto público a nivel mundial en plena pandemia – la búsqueda y compra masiva de una vacuna contra el covid 19 – sigue estando fuertemente relegado frente a otros esfuerzos como son los paliativos a la recesión y préstamos a las empresas.

En un reciente artículo de The Economist que compartimos líneas abajo, el popular medio británico da indicios de lo terrible que puede ser esto si se pretende preveer más muertes por covid en los próximos meses pues aún hay mucho entredicho – inclusive para las vacunas más avanzadas – de la eficacia de estas ya sea en cantidad de dosis, en diferentes grupos etarios, entre otros factores, sin contar los problemas de certificación y distribución que subyacen a la propia masificación universal. Como hemos comentado anteriormente, esto último es crítico para países del tercer mundo que sin la cooperación internacional seguirían décadas desprovistos de varias vacunas que hoy consideramos comunes (ver Lampadia: Filantropía en tiempos de pandemia).

En ese sentido, consideramos que estas advertencias deben volcar a los hacedores de política a reformular sus presupuestos propendiendo mayores recursos para estoquear a sus países de candidatas a vacunas en la mayor cantidad posible, no solo de aquellas que están teniendo éxito en las últimas fases, sino también de las que aún están en las primeras fases de evaluación. La necesidad es apremiante dados los riesgos advertidos por The Economist.

Esperemos pues que estas reflexiones calen en el comando vacuna de nuestro país y llame la atención al gobierno a seguir acrecentando recursos en este cometido ya que solo con ello saldremos permanentemente de la crisis sanitaria y económica de la que somos víctimas. Lampadia

Una dosis mayor
El mundo no está gastando lo suficiente en una vacuna contra el coronavirus

Mucho mejor gastar demasiado

The Economist
8 de agosto, 2020
Traducida y comentada por Lampadia

Considere el siguiente experimento mental. Si no come una pizza dentro de una hora, morirá de hambre. ¿Qué hace? La mayoría de las personas pediría inmediatamente una pizza, y no solo una Margherita, sino muchas, de varios salones diferentes. Con el fin de maximizar las posibilidades de que al menos una pizzería obtenga lo que necesita a tiempo, no le importaría que parte de la pizza se desperdicie.

El mundo tiene hambre de una vacuna contra el covid-19. Hasta ahora, se han registrado alrededor de 700,000 muertes por la enfermedad, y el total está aumentando a un ritmo de aproximadamente 40,000 por semana. Si también incluye muertes no registradas, los números reales son mucho más altos. Mientras tanto, la economía mundial está experimentando su contracción más aguda desde la Gran Depresión, de quizás el 8% del PBI en la primera mitad de 2020.

Ante esta catástrofe, es probable que los científicos produzcan una vacuna mucho más rápido de lo que casi cualquier persona podría haber predicho al comienzo de la pandemia. Sin embargo, los esfuerzos mundiales para fabricar y distribuir vacunas no están a la altura. Se han dedicado unos US$ 10,000 millones a la causa, el equivalente a pedir una pizza, en lugar de las varias que se necesitan.

Las cifras son confusas, pero en un cálculo aproximado, el mundo ha comprado alrededor de 4 mil millones de dosis de vacunas covid-19 para su entrega a fines del próximo año, lo que en teoría es suficiente para darle una dosis a la mitad del planeta. En la práctica, sin embargo, muchas menos personas obtendrán protección contra la enfermedad. Algunas de las vacunas en producción no obtendrán la aprobación reglamentaria, y un candidato potencial que alcance un ensayo clínico a gran escala, como lo han hecho varios, aún tiene un 20% de posibilidades de fracaso. Otros serán aprobados, pero pueden no proporcionar protección total. Puede que no sean adecuados para las personas mayores, por ejemplo, o pueden evitar que las personas mueran por covid-19 pero que no se lo pasen a otros. Otras vacunas requerirán más de una dosis para ser efectivas. Debido a estas contingencias, incluso aquellos países, como Gran Bretaña y EEUU, que han comprado más de dos dosis para cada uno de sus ciudadanos aún no han comprado lo suficiente.

En lugar de ver las vacunas no probadas como una extravagancia, el mundo necesita pensar en ellas como una póliza de seguro. La investigación sugiere que, si se están desarrollando diez o más vacunas, hay un 90% de posibilidades de encontrar una que funcione. Una vez que uno de estos candidatos demuestre ser efectivo, será necesario distribuir miles de millones de dosis rápidamente. Pero es imposible saber de antemano qué candidato tendrá éxito. Por lo tanto, los gobiernos deberían ayudar a las empresas farmacéuticas a producir grandes cantidades de una variedad de vacunas diferentes, idealmente, sumando decenas de miles de millones de dosis en total, mucho antes de que se otorgue o no la aprobación regulatoria. Por lo tanto, la vacuna ganadora podría comenzar a llegar rápidamente a las personas, incluso si las dosis de vacunas fallidas pudieran desecharse sin usar.

Eso puede parecer deliberadamente e innecesariamente lujoso. Sin embargo, incluso aumentar diez veces el financiamiento de vacunas a US$ 100,000 millones o más, en línea con las propuestas más ambiciosas, palidece en comparación con los US$ 7 trillones que los gobiernos de todo el mundo han gastado o prometido desde que comenzó la pandemia para preservar los ingresos y el empleo. La verdadera extravagancia sería esperar hasta que emerja un candidato a vacuna exitoso antes de apresurarse a impulsar la producción. En términos de la producción económica que se ahorra, por no hablar de vidas, tendría sentido que el mundo gastara hasta US$ 200,000 millones en presentar una vacuna eficaz de covid-19 en solo una semana.

Para algunos, la perspectiva de una inversión tan fuerte aumenta el temor al “nacionalismo de las vacunas”, en el que los países ricos gastan más que los pobres en un intento de arrinconar el mercado para sus ciudadanos. El mundo en su conjunto puede obtener el mayor beneficio de los suministros limitados de vacunas al agrupar recursos y asignar dosis en función de las necesidades: los trabajadores de la salud primero, las personas vulnerables después, y así sucesivamente. Alrededor de 80 países están interesados en tal acuerdo. Desafortunadamente, sin embargo, es probable que los políticos en algunos países con capacidad de fabricación pongan a su propia gente primero. Una forma de minimizar la disputa internacional sobre quién recibe las vacunas y cuándo es maximizar los suministros por adelantado y difundir la capacidad de fabricación. Las vacunas para los países más pobres tendrían que ser subsidiadas, tal vez a través de GAVI, la alianza que ya paga otras vacunas allí.

La idea de sobreproducir deliberadamente algo no es fácil para los políticos, especialmente en un mundo donde hay tantos reclamos sobre fondos públicos. Frente a una gran capacidad de fabricación que resulta inútil, los políticos corren el riesgo de ser acusados de malgastar dinero, como lo fue el gobierno británico cuando los hospitales de emergencia que había construido al principio de la pandemia no eran necesarios. Sin embargo, los políticos deben ser racionales. Usted compra un seguro antes de saber lo que sucederá, no después. Lampadia




Continuemos la senda de la mejora social

La semana pasada, Bill y Melinda Gates publicaron un nuevo Informe que publicarán anualmente hasta el 2030: La Historia detrás de los datos. En Lampadia queremos compartir con nuestros lectores la publicación de la Fundación Bill & Melinda Gates en pro de los pobres. Gates destaca que el mundo ha tenido y viene llevando a cabo mejoras increíbles. En el 2016, murieron 6 millones menos de niños menores de cinco años que en 1990. Nunca antes ha habido una población tan sana y fuera de la pobreza. Nunca han sido tan poco probable que las mujeres mueran como resultado de dar a luz, o perder a un bebé al nacer.

Sin embargo, Bill y Melinda Gates, un par de “optimistas impacientes”, autodidactas, que dirigen una fundación dedicada a resolver los problemas del mundo, están preocupado de que la humanidad podría estar empezando a dejar de lado estas mejoras. El reciente informe de la fundación, publicado el 13 de septiembre, sugiere que el progreso en varios frentes puede estar empezando a fallar.

Por diversas razones, desde la demografía hasta la política estadounidense y europea, Gates teme que las campañas para erradicar la pobreza extrema, el VIH y la malaria no estén haciendo el efecto que deberían. También cree que el mundo rico no se ha dado cuenta. Por eso, la Fundación Bill y Melinda Gates, que se ha caracterizado por confiar en el potencial de la innovación tecnológica para resolver los problemas más nítidos del mundo, está haciendo hincapié en los problemas que todavía aquejan al mundo y que deben mantenerse como primordiales para todos nosotros.

Un ejemplo exitoso del Perú

Uno de los “case studies” o casos de estudio, se refiere al Perú. En 1990, el Perú tenía un problema de retraso en el crecimiento de los niños. El 39% de los niños del país tenían una altura por debajo de la mínima promedio para su edad. Lo preocupante, además de la altura, era cómo los niños se estaban desarrollando cognitivamente, emocionalmente y físicamente. Al 2016, esta cifra se ha reducido al 18% de la población infantil.

Para poder apreciar el gran trabajo del Perú al respecto, se tiene que entender que este indicador es complejo porque es causado por múltiples factores que se acumulan durante un período de tiempo, desde la salud de la madre hasta la dieta de un niño. Gracias a medidas que los expertos en desarrollo y los profesionales siguen implementando, el Perú ha implementado un conjunto de intervenciones de salud y nutrición que ya han demostrado reducir significativamente el retraso del crecimiento.

El Perú está mostrando poder superar este problema. Su prioridad se centró en dos intervenciones rentables y de alto impacto: la vacunación infantil y el asesoramiento a las madres, para ayudarles a comprender cómo mantenerse sanos y bien alimentados durante los primeros 1,000 días desde la concepción hasta el segundo cumpleaños del niño.

Otros ejemplos en el mundo

Como este caso, hay otros casos de éxito que están saliendo a la luz gracias al informe de Bill y Melinda Gates. Hay 48 millones de niños salvados desde el 2000, 300 millones de mujeres en el mundo en desarrollo que usan anticonceptivos. Pero, recordemos que Bill y Melinda, en su carta anual, dijeron que hay un número para el que trabajan cada día: cero. El “número mágico es cero”: acabar con la malaria, la tuberculosis, el VIH y la poliomielitis es lo más cercano a alcanzar este objetivo. Bill y Melinda discuten la persistencia y la dedicación de los trabajadores de la salud de todo el mundo en lograr este número mágico.

La verdadera historia de los últimos 25 años, según Bill y Melinda Gates, son sorprendentes mejoras en la salud, bienestar y el nivel de vida de todo el mundo, especialmente de las personas más pobres del mundo. Desde 1990, gracias a una reducción del 50% en las tasas de mortalidad infantil, han vivido 122 millones de niños que de otro modo habrían muerto.

El valor del informe de Gates es que muestranlos escenarios optimistas y pesimistas de la vida y el bienestar de millones de personas. En 2030 es muy probable que el mundo tenga por lo menos 490 millones de personas pobres, según la Brookings Institution. Las previsiones muestran dónde hay el mayor potencial para salvar vidas y hacerlas mejores. Por ejemplo, entre ahora y 2030, la diferencia entre el mejor y el peor de los escenarios en las muertes de menores de cinco años representa unos 7.8 millones de vidas.

El informe también destaca los mayores riesgos para el progreso, a saber, el control de las enfermedades infecciosas. Preocupantemente, cuanto mayor es el progreso contra una enfermedad, más difícil es motivar a la gente y los gobiernos a seguir adelante. Es por eso que Gates Foundation quiere hacer hincapié en continuar estás mejoras para erradicar enfermedades y continuar con el progreso del mundo.

Es verdadertamente preocupante, que tanto a nivel mundial, como en el Perú, proliferan los planteamientos negacionistas del progreso. Estos van desde la Encíclica del Papa Francisco, economistas como Thomas Piketty y Jeffrey Sachs, intelectuales como Noam Chomski, hasta varios políticos del Reino Unido, Holanda y EEUU. En el Perú, el negacionismo se concentra, mayormente, entre los profesores de economía de la PUCP, como Felix Jimenez, Pedro Francke, y Alan Fairlie, entre otros. 

Por eso en este portal de análisis, insistimos en recoger los testimonios de gente seria, pues no se puede presentar un éxito como un fracaso. La verdad, los últimos 25 años de mostraron un progresoy mejorasen la calidad de vida inigualables en la historia. ¡No nos rindamos a mitad de camino!Lampadia

Ver publicación de Bill y Melinda Gates y los principales casos de estudio acá:

Las historias detrás de los datos

Durante años hemos escuchado a algunas personas cuestionar si las inversiones en la lucha contra la pobreza mundial tienen un impacto. Claramente, creemos que sí.

Bill and Melinda Gates Fundation
Publicado en GlobalGoals.org
Setiembre 2017
Traducido y glosado por
Lampadia​

Estamos invirtiendo todos nuestros recursos en esa lucha. Pero eso no significa que cada dólar gastado en desarrollo tiene el máximo impacto. Y esa debe ser nuestra meta.

Este año estamos lanzando este nuevo informe y lo publicaremos cada año hasta el 2030 porque queremos acelerar el progreso en la lucha contra la pobreza ayudando a diagnosticar problemas urgentes, identificar soluciones prometedoras, medir e interpretar los resultados clave y difundir las mejores prácticas.

Este informe sale en un momento en que hay más dudas que de costumbre sobre el compromiso del mundo con el desarrollo. En nuestro propio país [EEUU], el Congreso está considerando cómo hacer frente a los grandes recortes a la ayuda extranjera que se proponen en el presupuesto del presidente. En otros países se ha producido un estado de ánimo similar. Mientras tanto, la mayoría de los países en desarrollo necesitan hacer más para priorizar el bienestar de sus ciudadanos más pobres.

En 2015, los Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGs) que, juntos, dibujan una imagen de lo que todos queremos que sea el mundo en 2030. Sin embargo, si no reafirmamos el compromiso que ha llevado a tanto progreso en la generación pasada, ese mundo permanecerá fuera del alcance. Ahora los líderes de todo el mundo deben tomar medidas para encaminarnos en la meta que establecimos para nosotros hace dos años.

Este informe rastrea 18 puntos incluidos en los ODS que creemos son fundamentales para la salud y el bienestar de las personas. Para complementar los datos, también estamos contando las historias detrás de los números: sobre los líderes, las innovaciones y las políticas que han marcado la diferencia en los países donde el progreso ha sido más significativo.

Las decisiones que tomaremos colectivamente en los próximos dos años van a tener un gran impacto en la forma que toman estas curvas. Por supuesto, no se trata realmente de la forma de las curvas. Se trata de lo que las curvas significan: si millones o incluso miles de millones de personas van a vencer la enfermedad, salir de la pobreza extrema y alcanzar su pleno potencial.

– Bill y Melinda Gates

Casos de Estudio

Mortalidad infantil

Si tuviera que enfocarme en tan sólo un indicador, sería el número de niños que mueren cada año antes de alcanzar la edad de 5 años.

Hay tanto en ese número. La mortalidad infantil es un indicador del bienestar general; es también un indicador principal del progreso (o la falta de él). Y cuando hablas con madres que han experimentado la muerte de un niño, entiendes lo que ese número significa en términos humanos. ¿Qué es más fundamental que mantener a los niños vivos para que puedan prosperar y construir el futuro?

Retraso de crecimiento: Perú

El retraso en el crecimiento es una de las medidas más poderosas, pero también una de las más complejas, en la salud mundial.

Los niños con desnutrición se definen como niños que tienen una estatura debajo de una cifra determinada para su edad. Pero en realidad no nos preocupa la estatura del niño; sino, el retraso en el crecimiento es solo un síntoma de algo mucho más importante.

Pobreza

El gráfico muestra una disminución constante de la pobreza desde 1990. Gran parte de esta reducción se ha llevado a cabo en una China de rápido crecimiento y en la India.

Para alcanzar el objetivo, muchos países deben acelerar su tasa de crecimiento y compartir el crecimiento de manera más igualitaria. En última instancia, el objetivo es “poner fin a la pobreza en todas sus formas”, lo que es más ambicioso que simplemente garantizar un salario sobre el cual la gente puede subsistir.

Significa, como dice la declaración de misión de nuestra Fundación, que todas las personas pueden llevar una vida saludable y productiva.

Objetivo: Erradicar la pobreza extrema para todas las personas en todas partes.

Mortalidad materna

En los últimos años, ha habido un cambio masivo en el número de mujeres que dieron a luz en establecimientos de salud en lugar de en casa.

La atención obstétrica especializada es clave para salvar la vida de las madres, por lo que los países deben asegurarse de que sus instalaciones estén totalmente abastecidas, con personal de profesionales de la salud calificados y brinden la más alta calidad de atención.

Objetivo: Reducir la tasa global de mortalidad materna a menos de 70 por 100,000 nacidos vivos.

Mortalidad de menores de 5 años

Más de 100 millones de niños han sido salvados desde 1990, debido en gran parte a mejores prácticas de cuidado de recién nacidos y vacunas.

La clave para mantener el impulso será ayudar a los países (o regiones dentro de los países) con los sistemas de salud más débiles y construir las infraestructuras básicas que necesitan para llegar a todos los niños.

Objetivo: Poner fin a las muertes prevenibles de recién nacidos y niños menores de 5 años, todos los países tienen el objetivo de reducir la mortalidad neonatal al menos a 12 por 1,000 nacidos vivos y la mortalidad de menores de 5 a un mínimo de 25 por 1,000 nacidos vivos. La meta que se muestra en el gráfico se ha extrapolado del nivel de país a nivel mundial.

Planificación familiar

Hemos agrupado los países y trazado los grupos por separado para mostrar la brecha entre los países más y menos desarrollados.

Pero este gráfico todavía no cuenta toda la historia, porque el indicador que se mide, “necesidad satisfecha”, depende de que las mujeres digan que quieren retrasar o dejar de tener hijos. Existen muchas razones por las cuales las mujeres podrían no expresar la necesidad de anticonceptivos, incluidas muchas normas culturales. Hay más trabajo por hacer para satisfacer las necesidades insatisfechas y la demanda oculta en la mayoría de los países en desarrollo.

Objetivo: Garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación familiar.

El índice sociodemográfico (IDS, por sus siglas en inglés) es una medida basada en el ingreso promedio per cápita, el nivel de educación y la tasa de fecundidad total.

Cobertura de salud universal

Nuestro enfoque es la atención primaria de salud, el paso más importante para el cuidado universal.

Lamentablemente, los países de ingresos bajos y medianos gastan sólo alrededor de un tercio de sus presupuestos de salud en atención primaria. Hemos agrupado los países y trazado los grupos por separado para mostrar la brecha entre los países más y menos desarrollados. La atención primaria en los países clave contribuiría en gran medida a cubrir a los 400 millones de personas sin acceso a los servicios básicos de salud.

Objetivo: Alcanzar la cobertura universal de salud para todos.

El índice sociodemográfico (IDS, por sus siglas en inglés) es una medida basada en el ingreso promedio per cápita, el nivel de educación y la tasa de fecundidad total.

Vacunas

Las vacunas son una de las historias de éxito más impresionantes en salud global.

Más personas están siendo vacunadas y protegidas contra más enfermedades que nunca. Los próximos pasos para los programas de inmunización son combatir el estancamiento al encontrar los bolsillos de inequidad que existen dentro de los países (incluso aquellos con tasas promedio altas) y llegar a todos los niños con un conjunto completo de vacunas. Hemos agrupado los países y trazado los grupos por separado para mostrar la brecha entre los países más y menos desarrollados.

Objetivo: Apoyar la investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos para las enfermedades transmisibles y no transmisibles que afectan principalmente a los países en desarrollo y proporcionar acceso a medicamentos y vacunas esenciales asequibles.

El índice sociodemográfico (IDS, por sus siglas en inglés) es una medida basada en el ingreso promedio per cápita, el nivel de educación y la tasa de fecundidad total.

Saneamiento

Este gráfico se basa en datos que sugieren que las mejoras provendrán de más conexiones de alcantarillado y plantas de tratamiento de aguas residuales, que son caras e imprácticas en muchos lugares.

Creemos que veremos un progreso aún mayor al recolectar y tratar con seguridad más de los desechos humanos que se acumulan actualmente en las letrinas de pozo y fosas sépticas, e introduciendo baños innovadores que eliminan patógenos pero no dependen de las alcantarillas.

Objetivo: Lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos y poner fin a la defecación abierta, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y de las personas en situación de vulnerabilidad.

Servicios financieros para los pobres

A diferencia de los otros gráficos, este sólo se remonta a 2005, cuando el Fondo Monetario Internacional comenzó a recopilar los datos.

El aumento del 75 % en las cuentas en una sola década demuestra el asombroso potencial de los servicios financieros digitales. Sin embargo, simplemente tener una cuenta no es igual a inclusión. La gente también tiene que usarlos, en lugar de utilizar costosos servicios informales. Eso significa que los bancos, los operadores de redes móviles y otras compañías de fintech deben innovar para satisfacer las necesidades más apremiantes de los pobres.

Meta: Fortalecer la capacidad de las instituciones financieras nacionales para alentar y ampliar el acceso a servicios bancarios, de seguros y financieros para todos. Datos del Fondo Monetario Internacional para 2005 y 2008. Datos del Banco Mundial para 2011 y 2014. Datos de proyección de McKinsey Global Institute para 2015.

Educación

Es relativamente fácil contar el número de niños en la escuela. Pero eso no nos dice cuánto realmente están aprendiendo esos niños.

Los ODS cambiaron correctamente el enfoque de sólo la cantidad (por ejemplo, inscripción y finalización) a la cantidad y calidad de la educación. La calidad (es decir, el logro) es más difícil de medir, sin embargo. Muchos países no generan en absoluto datos de aprendizaje útiles, ni mucho menos de una manera globalmente comparable. El primer paso es desarrollar mejores evaluaciones transnacionales, particularmente para los grados tempranos. Necesitamos saber temprano si los niños son capaces de leer, un pre-requisito para todos los futuros aprendizajes.

Género

Cuando las mujeres campesinas tienen derechos sobre sus tierras, pueden cambiar sus vidas.

Tienen más poder de negociación en sus hogares, lo que significa más impacto en el futuro de su familia. Los ODS incluyen un objetivo explícito sobre el empoderamiento de mujeres y niñas, pero es una muestra de cuánto hemos descuidado este tema que sólo tres de los 14 indicadores bajo la meta tienen suficientes datos de referencia y son rastreables. Cuando se adoptó el indicador sobre la tenencia de la tierra, todavía no había acuerdo sobre cómo medirlo. Desde entonces, la ONU ha acordado una definición, estándares y una metodología. Todavía tenemos que probar este enfoque y asegurar que los países estén preparados para rastrear el indicador regularmente. Cuando realmente tengamos los datos a mano, será mucho más fácil diseñar políticas y programas que fortalezcan a las mujeres y las niñas. Lampadia

 




El optimismo debe impulsarnos a una sociedad sin enfermedades

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