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Izquierdistas intolerantes

Izquierdistas intolerantes

 

Fernando Rospigliosi
CONTROVERSIAS
Para Lampadia

La reacción del presidente Francisco Sagasti y la premier Violeta Bermúdez a la revelación del Beto Ortiz en Willax TV ha sido característica no solo de la intolerancia del Gobierno Morado sino también de una tendencia inherente de las izquierdas, que cuando no están en el poder reclaman por todas las libertades y los derechos humanos, pero cuando llegan al Gobierno los atropellan y los violan. Cuando pueden, claro está.

Bermúdez amenazó inmediatamente con una denuncia penal a Ortiz y al doctor Ernesto Bustamante, que hizo una interpretación del informe de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) en ese programa de TV. Una denuncia penal que implica, por lo general, prisión para los culpables, ya sea efectiva o suspendida.

A continuación, el coro de la coalición que respalda a Sagasti pidió también sanciones contra Willax TV y un grupo de personas inició acciones legales contra Ortiz y Bustamante, que ahora no tienen posibilidad de prosperar pero que en otras circunstancias tendrían otro cariz.

Luego, Sagasti enardecido los acusó de “golpistas”, porque un candidato, que no tienen nada que ver con Ortiz ni Bustamante, propuso irreflexivamente su vacancia, cosa que, por supuesto no sería adecuada en esta situación, pero que no está fuera del marco legal, como no lo estuvieron la vacancia de Vizcarra o la de Manuel Merino.

Lo cierto es que la información de Ortiz y el análisis de Bustamante se han comprobado veraces y exactas:

  1. El informe era de la UPCH, no era fabricado ni inventado, era real. Y aportaba información relevante desconocida por el público.
  2. La lectura de los datos allí consignados que hizo el doctor Bustamante era correcta y no, como dijeron muchos, errada.
  3. La vacuna de Wuhan, una de las que fue probada en el ensayo, no sirve para nada.
  4. La otra, la de Beijing, si sirve, pero es deficiente. Esta es la que ha comprado el Gobierno.

En suma, lo dicho en ese programa es cierto y muy útil para los peruanos, por dos razones:

La primera, porque de inmediato se debería suspender la adquisición de más vacunas chinas (38 millones según había anunciado el Gobierno), y buscar otros proveedores que ofrezcan vacunas más eficaces, como Pfizer, Moderna, Sputnik u otras. Está claro que la vacuna china no es la mejor -en verdad parece la peor de todas las que están en el mercado hasta hoy-, pero si la más cara. Eso redundará en beneficio de todos los peruanos que deberíamos tener acceso a vacunas de calidad, que realmente nos protejan de la infección.

La segunda, es que según el mismo protocolo mostrado por Ortiz y Bustamante, el Gobierno iba a comprar la vacuna luego que se terminara el estudio que se desarrollaba en el Perú -no existe otro comprobado independientemente en ninguna parte del mundo, salvo lo que dicen los mismos vendedores-, cosa que no ocurrió, pues la adquirieron sin que se haya completado el estudio de UPCH y UNMSM, que se recién se conocerá en varias semanas, según el propio Gobierno.

Finalmente, señalar que es una buena noticia que en la última encuesta de Datum un 65% sostenga que se vacunará y el mismo porcentaje esté de acuerdo en que los privados puedan importar vacunas. Lampadia