1

10 años del TLC Perú EEUU

10 años del TLC Perú EEUU

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

La semana pasada, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Americas Society & Council of the Americas (AS/COA), organizaron la conferencia: 10 Años del TLC Perú-EEUU: Impacto y perspectivas, en la que participé como ex miembro del Comité Internacional de AMCHAM.  

Comparto algunas de las ideas que presenté:

Un país chico como el Perú solo puede generar riqueza trayéndola del exterior, y eso solo puede suceder vía el aumento del comercio internacional y la inversión extranjera.

El TLC con Estados Unidos permitió ambos procesos y además permitió que nuestras relaciones comerciales se multiplicaran con otros países.

Ese proceso fue muy importante para la recuperación de la economía peruana. Marcó un hito muy importante. Por ello hay que agradecer a los funcionarios públicos que participaron en esta importante gesta, así como a los ciudadanos del mundo civil que lo hicieron.

Esta gesta conllevó tres grandes batallas, la negociación misma del acuerdo, la batalla política en EEUU, y la batalla política en el Perú. Las tres requirieron y lograron superar grandes dificultades. Por ejemplo, en pleno proceso en EEUU se produjo un cambio de administración, de los republicanos a los demócratas, que eran manifiestamente anti TLC. En la negociación se cayó la participación de Colombia, que era, originalmente, el tren del que nos colgamos para ser parte de la negociación. En la batalla política local, el establishment político y mediático eran completamente adversos al acuerdo, sin embargo, hacia el final de la negociación, el 75% de la población llegó a manifestar su aprobación del TLC.

El TLC Perú – Estados Unidos se firmó justo a tiempo para que el Perú pudiera aprovechar el súper ciclo de los commodities, el aumento de los flujos de inversión internacional y la reducción de las tasas de interés, que permitieron que redujéramos la pobreza, la desigualdad y mejoraremos todos los indicadores sociales. Fenómeno que duró hasta inicios de la segunda década del nuevo siglo.

Durante el proceso, el gobierno peruano dejó consentir que el sector agrícola era el sector perdedor del acuerdo. En ese contexto, a mí me tocó desarrollar la tesis contraria:

Ver: https://www.lampadia.com/assets/uploads_documentos/03d0b-estudio-del-impacto-del-tlc-en-el-sector-agri-cola-peruano-jul-07.pdf

La realidad ha demostrado que justamente el sector agrícola, con las agro-exportaciones, ha sido el gran ganador del acuerdo, multiplicando nuestras exportaciones y generando empleo formal en el sector rural.

Lamentablemente, hoy día hay una guerra comercial entre EEUU y China, que nos ha afectado dramáticamente al haber bajado el crecimiento de China y el precio del cobre.

Además, se está deshaciendo la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se va a quedar aparentemente sin capacidad de arbitraje de las disputas. Ver en Lampadia: ¿Es el fin de la OMC?.

Este ambiente tan negativo del comercio internacional es muy perjudicial para el Perú. Por ello, debemos ser muy proactivos en promover la recuperación del comercio internacional, aprovechar todos los espacios, foros, instituciones, etc., para unir esfuerzos con otros países pequeños que tienen nuestras mismas necesidades.

El TLC fue liderado por MINCETUR y acompañado por la Cancillería. Ahora les toca a ambas instancias un rol muy proactivo de promoción de nuestra participación en el comercio internacional. Lampadia




Lecciones de Ricardo Lagos para las izquierdas peruanas

Lecciones de Ricardo Lagos para las izquierdas peruanas
Fuente: La Tercera

Ricardo Lagos, el líder de la izquierda chilena, ex presidente por la Concertación, acaba de declinar su candidatura para las próximas elecciones presidenciales. Su experiencia  política y el perfilamiento de su pensamiento, son extraordinarios en comparación de prácticamente todos los líderes de las izquierdas latinoamericanas.

Ricardo Lagos Escobar fue presidente de Chile desde marzo del 2000 al 2006. Fundó el Partido por la Democracia, fue opositor de Augusto Pinochet y ministro de Educación y de Obras Públicas con Patricio Aylwin y Eduardo Frei. Durante su mandato, fue pionero en la negociación y firma de los TLCs con EEUU y la Unión Europea y promovió un agresivo programa de desarrollo de infraestructuras mediante Asociaciones Público Privadas (APPs).

Con motivo de su retiro de la contienda electoral, Sergio Muñoz de La Tercera de Chile, en su artículo ‘Lagos’, del 13 de marzo pasado dice:

“Cuando Ricardo Lagos asumió la Presidencia en marzo del 2000, la prensa extranjera destacó que él era el primer socialista que llegaba a La Moneda después de Allende. En rigor, representaba a la izquierda que había asimilado las lecciones de la tragedia de 1973 y entendía que la primera exigencia era gobernar de un modo fructífero e impedir que el país se deslizara hacia una nueva crisis. Ello implicaba comprender que los empresarios no eran “el enemigo de clase”, sino un sector de la sociedad con el cual el Estado debía establecer relaciones de cooperación para que Chile avanzara en todos los ámbitos. Lagos ensanchó la vía abierta por los gobiernos de Aylwin y Frei, y demostró que era posible potenciar la modernización capitalista y, simultáneamente, apostar fuerte por la inclusión social. Haberlo entendido así permitió que, más allá de cualquier insuficiencia, Chile progresara como nunca antes en los 20 años de la Concertación”.

Este párrafo resume lecciones muy importantes para el pensamiento de una izquierda moderna, que hasta ahora no ‘hace carne’ en ninguno de los representantes de la izquierda tradicional peruana y que es muy importante analizar. Veamos:

  • Asimiló las lecciones de la tragedia de 1973 [Salvador Allende]
  • Entendió que la primera exigencia era gobernar de un modo fructífero
  • Procuró impedir que Chile se deslizara hacia una nueva crisis
  • Comprendió que los empresarios no eran “el enemigo de clase”
  • Aceptó que los empresarios eran un sector de la sociedad con el cual el Estado debía establecer relaciones de cooperación
  • Demostró que era posible potenciar la modernización capitalista y apostar,  simultáneamente, por la inclusión social

Lagos, el izquierdista moderno de Chile fue uno de los principales artífices del milagro chileno, que más allá de cualquier insuficiencia, progresó como nunca antes en los 20 años de la Concertación.

La izquierda chilena, comandada por Lagos, guardó en un cajón la ideología y permitió que gobiernos orientados a resultados, acercaran a Chile a los países más desarrollados.

Increíblemente, ni el ejemplo de Lagos ni el indiscutible éxito económico ni social de Chile, vacunaron al país de los riesgos del populismo y facilismo de las izquierdas tradicionales. Así es cómo Michelle Bachelet, en su segundo gobierno, logró imponer políticas regresionistas que han destrozado la economía chilena y han dividido al país. Esperamos, por ellos, que esta vez, estén debidamente vacunados, para no volver a desandas los caminos de la prosperidad.

Lamentablemente, en el Perú todas las izquierdas siguen profesando ‘las ideas muertas’, como lo califica el pensador latinoamericano más integrado al mundo desarrollado, el venezolano Moisés Naím. La nueva religión de nuestras izquierdas es el ‘pos-extractivismo’, una derivación ideológica arcaísta que en esencia, como hemos demostrado en Lampadia, de ser llevada a cabo, condenaría a los pobres a la pobreza eterna.

Lo que es más, el gobierno de Ollanta Humala, que llegó al poder de la mano de Chávez, Lula y las izquierdas locales, a pesar haberse deshecho luego, de buena parte de dichos socios locales, mantuvo como praxis de gobierno una ominosa separación entre el Estado y el empresariado, con muchos funcionarios públicos que, lamentablemente, PPK ha mantenido en sus puestos, presumiblemente, por falta de equipos de recambio.

Fuente: 24Horas

Ricardo Lagos es pues uno de los mejores modelos de la izquierda moderna latinoamericana, que ojalá sepamos apreciar e imitar. Lampadia   




Histórica oportunidad de India para crear una economía moderna

Después del triunfo de su partido en Uttar Pradesh, el estado más importante en la política de la India, el primer ministro Narendra Modi ahora ejerce mayor poder que cualquier líder indio en casi 40 años (algo que no se creía posible hace unos meses, ver en Lampadia: India: Su plan de reformas enfrenta dificultades). Modi deberá utilizar esta mayoría para consolidar las importantes reformas económicas que necesita la India del siglo XXI. Recordemos que la India ha superado a China como la economía de más rápido crecimiento del mundo, proyectando un  7.6% del PBI  en 2017. La caída de los precios del petróleo también ha contribuido a reducir la inflación, mejorar los márgenes de las empresas y reforzar las cuentas corrientes y fiscales.

La popularidad de Modi se debe parcialmente a la promesa que hizo en 2014: crear más trabajos para una creciente población. La única manera de hacerlo al ritmo y escala requerida –con casi un millón de personas entrando a la PEA cada mes– es conseguir que la inversión privada fluya y abrir los mercados, la mano de obra y otros factores.

Fuente: NDTV

Tres años después de que asumiera el cargo del gobierno con un mandato histórico y 2 años antes de que llegue a su fin, Modi está desplegando sus reformas. La apertura de Modi de sectores como ferrocarriles y defensa ayudó a atraer inversión extranjera directa récord en 2015, durante un período en que los inversionistas huían de los mercados emergentes. Estas entradas han ayudado a elevar las reservas de divisas. 

Además Modi prometió un crecimiento económico alto, diciendo que debe haber: “no red tape, only red carpet for investors” (nada de trabas, solo alfombra roja para los inversionistas). Ver en Lampadia: La visión de país y reformas que el Perú necesita y El cambio de timón (pro mercado) en la India. La clasificación de la India ha mejorado en el índice de facilidad de hacer negocios del Banco Mundial, y una encuesta de Ernst & Young encontró que más del doble de ejecutivos globales de alto nivel eligieron a la India como su principal destino de inversión en los próximos tres años.

Fuente: Asia Society

Modi también tiene como objetivo convertir la nación en un centro global de la manufactura. Su programa “Make in India” y su divulgación a líderes mundiales han atraído 400,000 millones de dólares más de compromisos de inversión desde el extranjero. El gobierno espera crear 100 millones de nuevos empleos en las fábricas para 2022 y aumentar la participación de la manufactura en la economía a 25% del PBI para el 2022, del 18% que encontró cuando asumió el cargo.

La victoria de Modi y la consolidación de la India como uno de los nuevos motores de crecimiento de la economía global junto con la China, más la recuperación de las economías de EEUU, Europa y Japón, como informamos en Se acabó la disculpa: La economía mundial se recupera, establecen una gran oportunidad de aprovechar la competitividad de nuestros productos de exportación para conquistar nuevos mercados y profundizar los existentes.

En el caso de la India, perdimos años clave para negociar un TLC, por interferencias mercantilistas durante el gobierno de Humala. Estamos seguros, que el actual ministro de Comercio, Eduardo Ferreyros  hará todos los esfuerzos necesarios para recuperar el tiempo perdido.

Dado su tamaño, la India no solo es un mercado clave para el Perú, es el ejemplo de reformas más importante en el mundo regresivo de nuestros días. Es muy importante que los peruanos nos mantengamos cerca de sus desarrollos y promovamos la presencia de nuestros empresarios en la India. Lampadia

La hegemonía de Uttar

Lo que Narendra Modi debería hacer con su victoria en Uttar Pradesh

Tiene un gran capital político; debería usarlo sabiamente

The Economist
16 de marzo de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

Hace tres años, Narendra Modi llevó a su partido Bharatiya Janata (BJP, por sus siglas en inglés) a la más contundente victoria en una elección nacional en la India desde la década de 1980. Esta semana, en el estado más poblado de la India, Uttar Pradesh, el BJP cerró las elecciones con la mayoría más grande de la asamblea estatal desde 1977. El resultado deja a Modi y su partido en una posición dominante -y casi seguro ganará las elecciones nacionales en 2019. También es una prueba. Modi podría usar su creciente poder para reactivar las guerras culturales de la India, como desean algunos de sus partidarios. En cambio, debería usarlo para desencadenar la economía de la India.

En Uttar Pradesh, la victoria del BJP fue aún más notable tras la agitación que desató Modi a finales del año pasado al anular la mayoría de los billetes de la India. La “desmonetización” pretendía herir a los delincuentes y llevar la economía “negra” a los libros. En cambio, causó caos para los indios comunes. Sin embargo, de alguna manera, el BJP convirtió el desencanto de la desmonetización en oro electoral.

Parte de la explicación es el carisma y el impulso de Modi.

En cierto modo, este dominio es alarmante. Aunque el propio Modi es cuidadoso con lo que dice, su partido aloja a muchos hindúes chauvinistas, que ven a los 180 millones de musulmanes de la India con sospecha y desdén. No incluyó a ningún candidato musulmán en Uttar Pradesh, donde el 19% de la población es musulmana. También aprovechó las elecciones para aprobar la legislación que había sido bloqueada por la cámara alta del parlamento nacional sobre la base de que era injusto para los musulmanes. Modi no ha hecho nada para sofocar una creciente cultura de intolerancia en la India, no sólo hacia los musulmanes, sino hacia todos los críticos del espinoso nacionalismo que el BJP defiende.

Sin embargo, también ha seguido adelante con las reformas económicas. Ha ganado la aprobación parlamentaria para un impuesto de ventas a nivel nacional para reemplazar las actuales locales, que son muy confusas. El gobierno está mejorando la administración de la desconcertante serie de planes de bienestar de la India para los pobres. Y la desmonetización, por todos sus defectos, demuestra al menos que Modi está dispuesto a dar pasos audaces en su afán de reformar la economía.

Modi debe poner esa avidez, y su mandato electoral, a buen uso. La complejidad de la compra y venta de la tierra estrangula el desarrollo. Las empresas de propiedad estatal, incluidos enormes y mal dirigidos bancos, deberían estar en manos privadas. La economía, que está creciendo alrededor del 7% al año, un día llegará a sus topes a menos que se reforme el sistema educativo.

Los defensores del BJP sostienen que nada de esto es factible, porque la cámara alta del parlamento nacional está en manos de la oposición. Esa es una excusa débil y, en cualquier caso, cambiará a medida que las asambleas estatales, que eligen la cámara alta, caigan en el BJP. Modi tiene una extraordinaria oportunidad de actuar con valentía por el bien de toda la India. Debería hacerlo. Lampadia




El teorema que revolucionó la visión de los aranceles y salarios

En este análisis presentamos la tercera publicación de The Economist sobre las más importantes teorías económicas explicadas de una manera menos ‘matematizada’ y con énfasis en cómo estas teorías se aplican en la actualidad.

Este artículo se refiere al teorema de Stolper-Samuelson y su vinculación con el libre comercio. El libre comercio es un principio destinado a promover el comercio internacional mediante la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias y normas nacionales que pueden restringir la importación de bienes y servicios. 

La base de este sistema radica en las teorías económicas clásicas de la división del trabajo entre las diferentes naciones y las ventajas comparativas (un país debe especializarse en las actividades donde más ventaja tiene). Su propósito es, en principio, aumentar la riqueza de cada nación las naciones que intercambian bienes y servicios. 

Aquí es donde entra el teorema de Stolper-Samuelson y cómo revolucionó la visión económica del libre comercio. El teorema muestra como las importaciones de productos de países que tienen mano de obra más barata, afectan de forma negativa  los salarios de los obreros de los países más ricos, que pagan mejores salarios. Sus conclusiones pueden resumirse en el siguiente enunciado: “El comercio internacional provoca que la remuneración real de los factores de producción en los que el bien en el que un país tiene ventaja comparativa es intensivo se vea inequívocamente favorecida en perjuicio de la remuneración real de los restantes factores”.

Para entender mejor este análisis, los economistas Wolfgang Stolper y Paul Samuelson utilizaron la narrativa del país que producía relojes y trigo. La relojería (que es intensiva en mano de obra) se beneficia de un arancel de 10%. Cuando se retira este arancel, los precios de los relojes caen en una proporción similar. La industria, que ya no puede sostenerse, comienza a despedir a los trabajadores y a desocupar la tierra.

¿Qué sucede entonces? Dado que los precios del trigo no han caído, pero sí los salarios y los alquileres, entonces los productores de trigo serán excepcionalmente rentables y podrán expandirse. Pero, como requieren más tierra que mano de obra, su expansión pondrá más presión al alza a las rentas que a los salarios. Al mismo tiempo, la contracción de la industria relojera pone más presión a la baja de los salarios que a los alquileres. Esto causará que los salarios caigan más de un 10%, mientras que los alquileres se elevarán un poco.

La conclusión, en palabras de The Economist es que “los trabajadores estén inequívocamente en peores condiciones. Su versatilidad no los salvará. Tampoco importa qué combinación de relojes y trigo compren.”

Si bien este argumento ha sido utilizado para defender medidas proteccionistas, Samuelson siempre defendió el libre comercio, pero sí subrayaba la necesidad de que la sociedad ayude y compense a aquellos afectados más negativamente por el libre comercio. En un mundo con dos bienes y dos factores de producción, donde la especialización sigue siendo incompleta (existe una mano de obra calificada y una no calificada), el más afectado  es el factor “escaso”. No en términos relativos, pero en términos absolutos. Pero el teorema es también bastante limitado en su aplicabilidad. Sólo se aplica a un caso con dos bienes y dos factores, por lo que su verdadera relevancia en el mundo siempre está en cuestión.

Sin embargo, si se puede observar cierta relevancia en el patrón de salarios actuales gracias a la globalización. En los países ricos, los trabajadores cualificados son abundantes para los estándares internacionales y los trabajadores no calificados son escasos. A medida que la globalización ha avanzado, los trabajadores con educación universitaria han disfrutado de aumentos salariales más rápido que sus compatriotas menos educados, muchos de los cuales han sufrido ingresos reales estancados. La globalización ha hecho daño al ‘factor’ escasez (obra no calificada) en los países ricos y ha ayudado al factor abundancia.

En términos generales, sin embargo, podemos concluir que el libre comercio, la más clara expresión de la globalización económica de las últimas décadas, produjo los grandes avances de la humanidad en términos de reducción de la pobreza y de la desigualdad global, la mortalidad infantil, el aumento de la esperanza de vida, la emergencia de una clase media global y el crecimiento de la población mundial al doble de lo que fue hace pocas décadas, con mejor calidad de vida, salud e ingresos.

Afortunadamente, el Perú supo aprovechar la ventana de oportunidad para celebrar acuerdos comerciales bilaterales: Los famosos TLCs, que hoy cubren más del 90% de nuestro comercio internacional. Estos acuerdos constituyen una sólida protección de nuestras relaciones comerciales que serán la visa para continuar exportando nuestros productos a todos los mercados globales. Otro aspecto que nos protege, es que hemos diversificado nuestro comercio exterior en proporciones parecidas con los tres grandes bloques económicos: EEUU, Europa y el Asia.

Muelle Sur del puerto del Callao. Fuente: desarrolloperuano.blogspot.com

La prédica anti comercio se está multiplicando aceleradamente en los países más ricos, que acusan sus problemas de desigualdad a la deslocalización de empleo, la tercerización de mano de obra a economías de menores salarios. Sin embargo, como es imposible aislar los impactos de un solo factor en economías complejas, muy bien se podría postular que el estancamiento de los ingresos de la mano de obra menos calificada en los países ricos, se debe más bien al impacto del avance tecnológico, a la cuarta revolución industrial, que sin campanas que la anuncien, ya estaría produciendo los efectos que todo el mundo espera para más adelante. Nótese que este impacto alternativo, que se trae abajo la prédica de la desigualdad, es creado por los mismos países más ricos. O tal vez, la explicación esté en la combinación de estos dos factores y seguramente otros más.

Por eso, las modas, o los ‘fads’, como dicen en EEUU, pueden ser muy peligrosas.  

Ahora debemos prepararnos para defender el libre comercio en todos los foros internacionales y cuidar nuestros acuerdos de libre comercio. Lampadia

Tarifas y salarios

Un incómodo ápice de la verdad

El tercer artículo en nuestra serie (The Economist) se centra en el teorema de Stolper-Samuelson

Pubicado en The Economist

6 de Agosto de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

En agosto de 1960, Wolfgang Stolper, un economista estadounidense que trabajaba para el ministerio de desarrollo de Nigeria, se embarcó en un viaje a la región más pobre en el norte del país, una tierra de “suciedad y dignidad”, siempre gobernada por emires conservadores y “funcionarios británicos de segunda categoría que no gustaban de las empresas”.

En este sombrío panorama comercial floreció una extraña flor: Kaduna Textile Mills, construida por una firma de Lancashire [Reino Unido] unos años antes, y que empleaba a 1,400 personas a quienes se les pagaban tan solo £ 4.80 (US$ 6.36) al día en precios actuales. Y sin embargo, requería de un arancel de 90% para competir.

La mano de obra calificada era escasa: el molino solo había encontrado a seis norteños con la capacidad necesaria para formar como capataces (tres fracasaron, dos resultaron ser “más o menos”, uno fue “excelente”). Algunos empleados caminaban diez millas para llegar al trabajo, otros llevaban las esperanzas de sus familiares en sus espaldas. Muchos renunciaron, incrementando el costo de encontrar y capacitar a los reemplazos. A menudo, muchos de los que se quedaron estaban demasiado cansados, no contaban con la experiencia necesaria o no estaban capacitados para realizar el correcto mantenimiento de las máquinas. “La mano de obra africana es la peor pagada y la más cara del mundo”, se quejó Stolper.

Stolper llegó a la conclusión de que Nigeria todavía no estaba lista para la industria a gran escala. “Cualquier industria requerirá impuestos muy altos, lo cual va a empobrecer al país y no vale la pena,” pensaba. Este no fue un punto de vista popular entre sus compañeros. Pero las ideas de Stolper tenían una importancia inusual. Era muy sociable y carismático, capaz de beber como un pez. A él le gustaba “ensuciarse las manos” en el trabajo empírico. Y su análisis triunfal, lo que le ganó el respeto de sus amigos y la atención de sus superiores, fue el “teorema de Stolper-Samuelson” que lleva su nombre.

El teorema fue establecido 20 años antes, en un artículo seminal co-escrito por Paul Samuelson, uno de los pensadores más célebres de la disciplina. Este dio un nuevo enfoque a un viejo tema: la relación entre las tarifas y los salarios. Su fama e influencia fue generalizada y persistente, precedió a Stolper en Nigeria y se proyectó más allá de su muerte, en 2002, a la edad de 89 años. Incluso hoy en día, el teorema está dando forma a los debates sobre los acuerdos comerciales como la Asociación Trans-Pacífico (TPP) entre Estados Unidos y otros 11 países en la cuenca del Pacífico.

El estudio era “extraordinario”, según Alan Deardorff de la Universidad de Michigan, en parte porque resultó de algo aparentemente obvio para los ‘no-economistas’: el libre comercio con los países de bajos ingresos podría perjudicar a los trabajadores en un país con salarios altos. Tradicionalmente, los economistas no habrían tomado mucha atención a esta queja de sentido común. Ellos afirmaban que el trabajo mal pagado no es necesariamente barato, ya que los bajos salarios a menudo reflejan una baja productividad, como mostró el ejemplo de Kaduna Textile Mills. El teorema de Stolper-Samuelson, sin embargo, encontró “un ápice de posible verdad” (como Samuelson lo expresó más adelante) en el viejo argumento de que los trabajadores de los países ricos necesitan protección contra la “pobre mano de obra” barata de otros países

Para entender por qué el teorema fue tan importante, es necesario comprender la gran cantidad de sabiduría que perturbó. Los economistas siempre habían sabido que las tarifas (o aranceles) ayudaban a las industrias protegidas por ellas. Pero también afirmaban tajantemente que el libre comercio beneficiaba a todos los países en su conjunto. En 1817, David Ricardo  mostró que un país podía beneficiarse del comercio incluso si hiciera todo mejor que sus vecinos. Un país que es mejor en todo todavía puede ser “más mejor”, por así decirlo, en algo. Debe concentrarse en eso, demostró Ricardo, importando lo que sus vecinos hacen “menos peor”.  

Si la mala gramática utilizada no es suficiente para explicar el punto, tal vez una antigua analogía lo hará. Supongamos que el mejor abogado de la ciudad también es el mejor mecanógrafo. Le toma sólo diez minutos escribir un documento que a su secretaria le toma veinte. En ese sentido, escribir le cuesta menos. Pero en el tiempo que pasó escribiendo pudo haber estado trabajando en abogacía. Y él puede hacer mucho más trabajo legal que su secretaria, incluso si ella se tomara el doble de tiempo. En ese sentido, transcribir un documento le cuesta mucho más. Por lo tanto, el abogado (que puede escribir rápido) debería especializarse en el trabajo legal e ‘importar’ la mecanografía.

En el modelo de Ricardo, la misma industria puede requerir más mano de obra en un país que en otro. Tales diferencias en los requerimientos de mano de obra son una de las motivaciones para el comercio. Otra es la diferencia en la oferta de trabajo. En algunos países, como Estados Unidos, la mano de obra es escasa en relación a la cantidad de tierra, el capital o la educación del país. En otros ocurre lo contrario. Los países difieren en su mezcla de trabajo, tierra, capital, habilidad y otros “factores de producción”. En los años 1920 y 1930, Eli Heckscher y su alumno, Bertil Ohlin, fueron pioneros en un modelo de comercio impulsado por estas diferencias.

En su modelo, el comercio permitió a países como Estados Unidos ahorrar en mano de obra al concentrarse en actividades intensivas en capital. Las industrias que requieren grandes cantidades de mano de obra podrían dejarse en manos de extranjeros. De esta manera, el comercio alivió la escasez de trabajo.

Eso fue bueno para el país; pero, ¿Fue bueno para los trabajadores? La escasez es una fuente de valor. Si el comercio disminuye el valor de la escases de los trabajadores, también erosionaría su poder de negociación. Era muy posible que el libre comercio reduciría la proporción del ingreso nacional de los trabajadores. Sin embargo, dado que el comercio también amplía esos ingresos, los economistas afirmaban que esto dejaría a los trabajadores en una mejor situación. Por otra parte, incluso si la competencia extranjera deprimiese los salarios “nominales”, también reduciría el precio de los bienes importables. En función de sus patrones de consumo, el poder adquisitivo de los trabajadores podría entonces aumentar, incluso si sus salarios cayeran.

Hipótesis de trabajo

Había otros motivos que causaban optimismo. La mano de obra, a diferencia del petróleo, tierras de cultivo y muchos otros recursos productivos, es necesaria en todas las industrias. Por lo tanto, sin importar cómo evolucione la mezcla industrial de un país, la mano de obra siempre estará en demanda. Con el tiempo, la mano de obra también es muy versátil y adaptable. Si el comercio le permite a una industria ampliarse y obliga a otra a contraerse, los nuevos trabajadores simplemente migrarán hacia las tierras industriales iluminadas por el sol y le darán la espalda a los sectores en el lado más oscurecido por el sector. “A la larga, la clase obrera en su conjunto no tiene nada que temer del comercio internacional”, concluyó Gottfried Haberler, un economista austríaco, en 1936.

Stolper no estaba tan seguro. En su opinión, el modelo de Ohlin no estuvo de acuerdo con Haberler a pesar de que el propio Ohlin no estaba tan decidido. Stolper compartió sus dudas con Samuelson, su joven colega de Harvard. “Analízalo, Wolfie,” instó Samuelson.

Inicialmente, la pareja trabajó con un ejemplo sencillo: una economía pequeña y bendecida con abundante capital (o tierra), pero con una mano de obra escasa, produciendo relojes y trigo. Los economistas posteriores han clarificado la intuición base del modelo. En una narración inicial, la relojería (que es intensiva en mano de obra) se beneficia de un arancel de 10%. Cuando se deroga la tarifa (o arancel), los precios de los relojes caen en una proporción similar. La industria, que ya no puede sostenerse, comienza a despedir a los trabajadores y desocupar la tierra. Cuando el polvo se asiente, ¿qué ocurre con los salarios y las rentas de la tierra? Un lego podría suponer que ambos caen en un 10%, devolviéndoles ganancias a los relojeros. Un lego  inteligente podría adivinar que la renta de los alquileres caerá menos que los salarios, debido a que la contracción de la relojería liberará más trabajo que tierra.

Ambas son un error, porque ambas ignoran lo que está pasando en el resto de la economía. En particular, el hecho que los precios del trigo no han caído. Por lo tanto, si los salarios y los alquileres disminuyen, los productores de trigo serán excepcionalmente rentables y podrán expandirse. Dado que requieren más tierra que mano de obra, su expansión pone más presión al alza sobre las rentas que sobre los salarios. Al mismo tiempo, la contracción de la industria relojera pone más presión a la baja de los salarios que a los alquileres. En el tira y afloja entre los dos sectores, los salarios caen desproporcionadamente (en más de un 10%) mientras que los alquileres, paradójicamente, se elevan un poco.

Esta combinación de tierra un poco más cara y trabajo mucho más barato restaura el modus vivendi entre las dos industrias, deteniendo la contracción de los relojeros y la expansión de los agricultores. Debido a que los agricultores necesitan más tierra que mano de obra, los alquileres ligeramente más altos los disuaden con igual fuerza que los menores salarios los atraen. La combinación también restaura las ganancias de los relojeros, porque la mano de obra mucho más barata los ayuda más que el daño que les hace un alquiler un poco más alto de la tierra.

El resultado es que los salarios han disminuido más que los precios de los relojes, y los alquileres en realidad han aumentado. De ello se desprende que los trabajadores están inequívocamente en peores condiciones. Su versatilidad no los salvará. Tampoco importa qué combinación de relojes y trigo compren.

Posteriormente, Stolper, Samuelson y sus sucesores extendieron el teorema a casos más complicados. Una variación popular es la de dividir el trabajo en dos: calificado y no calificado. Ese tipo de distinción ayuda a identificar lo que más tarde atestiguó  Stolper en Nigeria, en donde los trabajadores educados eran infinitamente raros. Con un arancel de 90%, Kaduna Textile Mills podría permitirse el lujo de entrenar a los capataces locales y contratar a los técnicos. Sin él, Nigeria probablemente habría importado textiles de Lancashire. El libre comercio, por lo tanto, habría herido el factor “escasez”.

En los países ricos, los trabajadores cualificados son abundantes para los estándares internacionales y los trabajadores no calificados son escasos. A medida que la globalización ha avanzado, los trabajadores con educación universitaria han disfrutado de aumentos salariales más rápido que sus compatriotas menos educados, muchos de los cuales han sufrido ingresos reales estancados. En vista de ello, este patrón de salario es consistente con el teorema de Stolper-Samuelson. La globalización ha hecho daño al ‘factor’ escasez (obra no calificada) y ha ayudado al factor abundancia.

Pero si se analiza más de cerca, el rompecabezas continúa. El teorema es incapaz de explicar por qué los trabajadores cualificados han prosperado, incluso en los países en desarrollo, donde no son abundantes. Su suposición de que todos los países hacen todo: relojes y trigo, también puede exagerar los peligros del comercio. En realidad, los países van a importar algunas cosas que ya no producen y otras que nunca lo hicieron. Las importaciones no pueden herir a una industria local que nunca existió (ni mantener o lastimar una industria que ya está muerta).

Algunas otras premisas del teorema también son cuestionables. El supuesto de que los trabajadores se moverán de una industria a otra puede cegar la verdadera fuente de sus dificultades. Las importaciones chinas no han exprimido a los trabajadores americanos de la fabricación en las industrias que necesitan menos mano de obra; los han expulsado de la fuerza de trabajo en conjunto, de acuerdo con David Autor del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y sus co-autores. Señalan que el “shock de China” se concentró en unas pocas localidades de fabricación de las cuales los trabajadores han luchado por escapar. Gracias a la globalización, ahora las mercancías se mueven fácilmente a través de las fronteras. Pero los trabajadores se mueven preocupados incluso dentro de las fronteras.

Los hombres de los granos

La aceptación del teorema de Stolper-Samuelson no fue instantánea o universal. El documento original fue rechazado por la American Economic Review, cuyos editores lo describieron como “un estudio muy estrecho de la teoría formal”. Incluso el propio libro de Samuelson maneja la proposición con cautela. Tras la confirmación de que el libre comercio podría dejar a los trabajadores estadounidenses en una peor situación, añadió una advertencia: “A pesar de admitir esto como una ligera posibilidad teórica, la mayoría de los economistas todavía están inclinados a pensar que su grano de verdad se ve compensado por otras consideraciones, más realistas,” escribió.

¿Qué pensaba Stolper? Un veterano de la práctica económica, así como de los principios, no era un esclavo del formalismo o ciego a las “consideraciones realistas”. De hecho, en Nigeria, Stolper descubrió que podía “suspender la teoría” más fácilmente que algunos de sus colegas con mentalidad política (tal vez porque la teoría  les fue revelada, pero escrita por él).

Sin embargo, él estaba seguro de que su estudio valía la pena el esfuerzo. Dijo que daría su ojo izquierdo para poder producir otro igual. En el 50 aniversario de su ensayo, de hecho había perdido el uso de ese ojo, señaló con tristeza. La otra parte del trato, sin embargo, quedó sin cumplirse: nunca logró escribir otro ensayo tan bueno. No mucha gente lo ha hecho. 

Lampadia




El libre comercio benefició a los países emergentes

El libre comercio, la más clara expresión de la globalización económica de las últimas décadas, produjo los grandes avances de la humanidad en términos de reducción de la pobreza y de la desigualdad global, la mortalidad infantil, el aumento de la esperanza de vida, la emergencia de una clase media global y el crecimiento de la población mundial al doble de lo que fue hace pocas décadas, con mejor calidad de vida, salud e ingresos.

Hoy solo falta que menos de mil millones de personas salgan de la pobreza, lo que se estima pueda suceder para el 2030.

Lamentablemente, los países más ricos como EEUU y los europeos, donde la globalización permitió la deslocalización del empleo a países emergentes, empezando por China, la crisis financiera del 2008/9 y la aparición de un neo populismo político, siendo Trump, su peor y más grande expresión, están macerando una reacción popular, aderezada por académicos poco rigurosos como Piketty, que podría estar llevando al planeta a regresar al proteccionismo regresivo de los años 60.

ALERTA GLOBAL: Si se llega a producir un retroceso de la apertura comercial por parte de los países más ricos, sus efectos en los países emergentes serían dramáticos. Esta situación es casi el peor evento económico posible que se puede imaginar y golpearía muy duramente a los países y poblaciones más pobres del mundo.

Afortunadamente, el Perú, casi por accidente, supo aprovechar la ventana de oportunidad que se produjo después del fracaso de la apertura comercial multilateral (bombardeada en buena medida por el proteccionista Brasil), para celebrar acuerdos comerciales bilaterales. Los famosos TLCs, que hoy cubren más del 90% de nuestro comercio internacional.

Estos acuerdos constituyen una sólida protección de nuestras relaciones comerciales que serán la visa para continuar exportando nuestros productos a todos los mercados globales. Otro aspecto que nos protege, es que hemos diversificado nuestro comercio exterior en proporciones parecidas con los tres grandes bloques económicos: EEUU, Europa y el Asia.

Ahora debemos prepararnos para defender el libre comercio en todos los foros internacionales y cuidar nuestros acuerdos de libre comercio.

Líneas abajo, compartimos las recientes reflexiones sobre los riesgos que enfrenta el comercio global, del Financial Times y de The Economist. 

La política de EEUU está cerrando la puerta al libre comercio

Por Philip Stephens

Publicado en Financial Times

07 de abril de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

Sin Estados Unidos, se perderá el ‘momentum’. El peligro será un deslizamiento hacia un proteccionismo abierto.

El resto del mundo debe estar alerta. Esto va más allá de unas emociones políticas agitadas por una carrera presidencial en EEUU. La fallida Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) trajo el final de la liberalización multilateral del comercio. El fracaso del TPP afectaría las alternativas de los grandes acuerdos plurilaterales. El libre comercio ha sido una poderosa fuente de prosperidad, pero ha perdido la legitimidad política. Y no sólo en los EEUU: los populistas europeos de la izquierda y la derecha comparten la disposición Trumpiana sobre las barricadas al comercio.

El libre comercio siempre ha creado perdedores, pero ahora parece que superan en número a los ganadores. No hay nada de populista en notar que la globalización ha visto al 1% superior agarrar una parte cada vez mayor de la riqueza de EEUU.

Los acuerdos de libre comercio solían ser sobre aranceles. Ahora se centran en normas reglamentarias y políticas, derechos de propiedad intelectual, privacidad de datos y protección de inversiones. Estos son asuntos que cortan profundamente las preferencias políticas y culturales

El cálculo geopolítico también ha cambiado. Para las democracias avanzadas del mundo, la liberalización del comercio de la posguerra era evidentemente ‘ganar-ganar’. Era por su propio interés, pero también sirvió para generar un bienestar más amplio. La entrada de China en la OMC en 2001 cambió las cosas. Beijing se ha convertido en el mayor beneficiario del sistema de comercio abierto.

El libre comercio es bueno para el mundo – para los consumidores occidentales y para miles de millones de personas que están saliendo de la pobreza en economías emergentes. El peligro entonces será el de un deslizamiento gradual hacia atrás, hacia el proteccionismo abierto.

No hay una solución rápida. El tener un período sostenido de crecimiento y aumento de los ingresos ayudaría. También lo harían políticas proactivas para amortiguar el impacto de la liberalización en los perdedores. Los EEUU podrían empezar por el relanzamiento del programa de asistencia por los ajustes del comercio introducido a raíz del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1993.

Pero la actual política con una clase media descontenta, exige una respuesta mucho más allá de tener mejores planes de reentrenamiento y programas de empleo. Mientras la globalización sea vista como un proyecto de las élites políticas y de los ricos, ésta llevará las semillas de su propia destrucción.

El libre comercio en América

La defensa del libre comercio es abrumadora. Pero los perdedores necesitan más ayuda

Publicado en The Economist

02 de abril de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

La magnitud de las pérdidas de empleo no es sorprendente: la dinámica economía de los EEUU crea y destruye alrededor de 5 millones de puestos de trabajo cada mes. Sin embargo, unos recientes estudios realizados por economistas en las principales universidades de EEUU han encontrado algo perturbador. Una quinta parte de la disminución de empleos en las fábricas entre los años 1999 y 2011 fue causada por la competencia china y, generalmente, quienes perdieron sus puestos de trabajo no encontraron nuevos cerca a sus hogares.

Las actuales preocupaciones por tales hallazgos han avivado el debate sobre el comercio en la elección presidencial de EEUU. Donald Trump, el favorito entre los republicanos, promete instaurar aranceles prohibitivos a las importaciones de China y México. Bernie Sanders, el rival a Hillary Clinton y candidato demócrata, ha mostrado  su oposición a los acuerdos comerciales como una insignia de orgullo. Clinton, por su lado, se ha apartado de su antiguo apoyo a la Asociación Trans-Pacífico (TPP), un acuerdo comercial negociado por Barack Obama.

Un comercio más libre fue uno de los motores de prosperidad en las décadas después de la segunda guerra mundial, en los Estados Unidos y en otros países. Sin embargo, ahora los principales políticos no sólo temen apoyarlo, sino que avivan el debate en contra. Eso es lamentable. El libre comercio aún merece un apoyo a pleno pulmón, aunque se debe tener mayor cuidado con aquellos a quienes les afecta negativamente. Quienes apoyaron el libre comercio siempre han sabido que algunos pierden aun cuando beneficie a la mayoría.

La peor respuesta a tales temores es el proteccionismo que Trump está vendiendo. Un estudio realizado por economistas de la Universidad de California y la Universidad de Columbia calcula que la clase media en los EEUU perdería el 29% de su poder adquisitivo si América se cerrase al comercio, pero que los más pobres perderían hasta el 62%, porque gastan proporcionalmente más en bienes que son objeto de comercio.

Pero, ¿qué se debería hacer para proteger a los trabajadores que han perdido a causa de la competencia del exterior? La red de seguridad proporcionada por la asistencia a ajustes del comercio, un programa federal, es mínima – por lo que muchos trabajadores estadounidenses desplazados optan por beneficios de invalidez más generosos y se salen del mercado de trabajo. En realidad, EEUU ha importado algunos de los peores aspectos de Europa ignorado los mejores.

Lampadia

 

 




Siguiendo a India: Reformas, Crecimiento y Liderazgo

Siguiendo a India: Reformas, Crecimiento y Liderazgo

Desde la postulación de Narendra Modi, hemos seguido el desarrollo de India, que dados sus antecedentes y planteamientos, nos hacían prever un giro sustancial hacia la economía de mercado con especial énfasis en el sector privado. Bastaba ver su lema: “No red tape, only red carpet for investors” (nada de tramitología, solo alfombras rojas para los inversionistas). Ver en Lampadia: La visión de país y reformas que el Perú necesita.

Acabamos de publicar nuestra visión de la economía global, en la que vemos un rol preponderante al desarrollo de India. Ver: Una mirada a los motores de la economía global. Ahora, difundimos un reciente estudio de EY que destaca justamente estas reformas y como están ayudando a impulsar el crecimiento de la India, asegurando que esto se ve impulsado por el potencial de su mercado interno con una población con una edad media por debajo de 30 años, así como por estructuras de bajo costo laboral.

Este proceso de transición hacia un país más abierto y acogedor a la inversión ofrece un gran potencial para participar en la manufactura de alta tecnología. Existen algunos desafíos, pero se pueden resolver.

Lo cierto es que esta estrategia de Modi de cómo deben hacerse las cosas en el plano económico deben ser analizadas para el Perú. Una aceleración en la economía India puede ser enormemente favorable para la nuestra, así como para la global. El Perú está negociando (lenta y tardíamente) un TLC con el subcontinente, por lo que nos podríamos beneficiar rápidamente de la apertura comercial con India, el principal comprador de oro y plata. Además podría sernos de gran ayuda para desarrollar una industria tecnológica (son de los mejores en elaboración de software) y su experiencia en grandes obras de infraestructuras también podría ser muy útil, ni que decir si se interesan en invertir en proyectos mineros.

Sigamos de cerca este excelente ejemplo de cómo tienen que hacerse las cosas. Lampadia

Ver otros artículos relacionados en Lampadia:

Las reformas que transformarán a la India en la tercera economía global

Grandes avances un año después de la elección de Modi

El cambio de timón (pro mercado) en la India

Líneas abajo compartimos el informe de EY sobre India:

Dándole un chance a la India

Por qué es el mercado líder en el futuro

Performance EY

Publicado el 15 de agosto, 2015.

Traducido y glosado por Lampadia

 

La inversión en educación y desarrollo de habilidades es un instrumento básico, pero eficaz, para potenciar a la población de la India y lograr un crecimiento sostenible a través de una amplia y robusta clase media.

La India tiene el más alto rendimiento de los países BRIC, es decir, Brasil, Rusia, India y China. Y de acuerdo con directores ejecutivos y financieros de las principales empresas de alta tecnología de Alemania, India actualmente ofrece un mejor clima de inversión que los otros países BRIC (ver figura). Esta es sólo una de las nueve principales conclusiones de nuestro estudio: Perspectivas sobre la colaboración indo-alemán de la industria manufacturera de alta tecnología, basado en una encuesta a 92 de empresas internacionales de alta tecnología. 

De los encuestados, el 94% cree que la tasa de crecimiento de la India aumentará significativamente en un futuro próximo y el 51% cree que la política de inversión extranjera directa (IED) mejorará aún más. En combinación con el tamaño del mercado de la India, reconocido por casi el 100% de los encuestados, crea un clima de inversión muy positivo. Es aún más importante en el contexto de aumentos en la regulación de Brasil, Rusia y China, por ejemplo, en relación con las aduanas y los impuestos, la exportación y la importación, así como la reducción de previsión en su crecimiento económico.

Para aprovechar todo el potencial existente de las industrias de alta tecnología en la India, es importante estimular aún más la colaboración entre los países desarrollados y los países emergentes de Asia.

La ventaja de la India – una fuerza de trabajo cada vez más grande

La economía mundial se está transformando en un mundo multipolar y los mercados emergentes son el centro del escenario en lo que se refiere a las futuras decisiones de negocio. Por un lado, ofrecen un enorme potencial para el crecimiento económico y, por otro, enfrentan retos que ya han resuelto los mercados desarrollados.

Entre las economías emergentes, durante las últimas décadas, la India ha demostrado la capacidad de crecer rápidamente. Con una población de 1,240 millones y una edad media de 27 años en 2014, la India tiene el perfil demográfico más favorable en comparación a sus pares del BRIC. Para el año 2050, se espera que la edad media en la India sea de 37 años, combinado con una población en edad de trabajar que está previsto que supere los mil millones, es decir, cerca del 68% del total [un bono demográfico extraordinariamente alto]. Además, se espera que el consumo medio de los hogares de India aumente. Esto también se ve una creciente clase media, lo que lleva a un crecimiento del consumo privado y de la demanda interna. La expansión de la fuerza de trabajo y la clase media emergente cumplen dos condiciones importantes para el futuro crecimiento de la India. Por otra parte, un gobierno estable ha mejorado las perspectivas de recuperación económica de la India.

Identificando el alto potencial tecnológico de la India

La significativa disponibilidad del mercado de la India con respecto a los productos de alta tecnología es otro de los principales descubrimientos del estudio. El aumento previsto de los ingresos disponibles, combinado con una alta demanda de productos y aplicaciones tecnológicamente avanzados, crea un entorno atractivo para la fabricación de alta tecnología.

El estudio identificó y evaluó los 13 sectores industriales más relevantes para la India y más prometedores para la inversión extranjera:

  • Diseño y fabricación de Sistemas Electrónicos
  • Fotónica
  • Tecnología de la Información
  • Automotriz
  • Aviación civil y aeropuertos
  • Infraestructura de transporte
  • Agua
  • Energía renovable
  • Ingeniería pesada
  • Biotecnología
  • Farmacéuticos
  • Fabricación de equipos para defensa
  • Espacio exterior

Retos a superar

La necesidad de abordar la mejora de la infraestructura, la simplificación de los procedimientos reglamentarios, la liberalización de la IED y la simplificación del sistema tributario.

Estos desafíos ya están siendo abordados por programas de largo alcance del gobierno, la India está dando forma a su infraestructura y una mayor apertura a los mercados mundiales. Este desarrollo está siendo impulsado por el programa “Gana en la India” (Make in India):

  • Liberar significativamente la IED
  • Simplificar los procesos administrativos y aumentar la transparencia
  • Fomentar iniciativas de desarrollo de habilidades, en particular, para el comercio de productos manufacturados
  • Estimular proyectos de infraestructura y de desarrollo de ciudades inteligentes
  • Aplicar la reforma impuesto sobre bienes y servicios para facilitar las estructuras de los impuestos indirectos
  • Establecer normas internacionales con la “misión DPI nacional” (derechos de propiedad intelectual) con el fin de garantizar la protección de la propiedad intelectual de los inversores

La economía de la India se encuentra actualmente en un proceso de transición hacia un país más abierto y acogedor a la inversión.

Esta iniciativa es la reforma económica más completa que ha visto la India desde su independencia. La inversión en el desarrollo de la educación y del desarrollo de habilidades es un instrumento básico, pero eficaz, para potenciar a su población y lograr un crecimiento sostenible a través de una amplia y robusta clase media. La mejora en infraestructura, tal como el “programa de ciudades inteligentes” y esquemas sostenibles de agua y de energía, no sólo van a atraer a los inversores extranjeros, sino que su exitosa implementación también apoyará a la India en su camino hacia el crecimiento sostenible y la creación de millones de nuevos puestos de trabajo.

Una mejora del entorno empresarial tendrá efectos positivos inmediatos, creará nuevas oportunidades para la inversión y ayudará a los inversores a superar algunos de los desafíos que podrían enfrentar.

El Gobierno de la India se ha dado cuenta de la gran importancia de las entradas de capital extranjero y ha permitido IED para las máquinas y herramientas hasta el 100% y ha reducido los trámites aduaneros y las normas que eran obstáculos a la inversión en el pasado.

Conclusión

La economía de la India se encuentra actualmente en un proceso de transición hacia un país más abierto y acogedor de la inversión.

Con una fuerza de trabajo que sigue creciendo de forma importante, la democracia más grande del mundo se está transformando en una economía industrial de avanzada con un fuerte sector de servicios – ampliamente abierto a los inversores extranjeros, los interlocutores económicos y políticos.

Lampadia

 

 




La Sabiduría del Libre Comercio

La Sabiduría del Libre Comercio

Comentario de Lampadia

Más abajo reproducimos un artículo del economista Mankiw de Harvard, que explica que en una de las pocas cosas en que todos los economistas estadounidenses están de acuerdo es en las ventajas del comercio internacional, pero, lamentablemente, los políticos y muchos ciudadanos todavía son víctimas de prejuicios que nublan su razón.

Mankiw sustenta con mucha claridad los elementos que hacen de la apertura comercial una muy buena política económica y explica el detalle de los problemas políticos que aún enfrenta.

Este tema es especialmente relevante para el Perú, pues, para empezar, acá ni siquiera los economistas están de acuerdo con la apertura comercial. Hay algunos que lo consideran aberrante, como, por ejemplo economistas representativos de la PUCP (Jimenez, Fairly, Francke e Iguiñez). Durante el debate del TLC con EEUU, gran parte del establishment peruano estaba en contra del acuerdo, sin embargo, el 75% de la población lo aprobó.

El tema de la apertura de la economía es un tema pendiente en el debate político. Recordemos que hace muy pocos años, en sus respectivas campañas, García y Humala amenazaron con revisarlo. Afortunadamente, una vez sobre el caballo, no se atrevieron a cambiar de política.

Actualmente, está pendiente la aprobación del tratado Transpacífico y sus opositores en el Perú, ya nos han amenazado con todos los males posibles.

Como podemos ver en el siguiente artículo, “en todas partes se cuecen habas”, pero en el Perú, como repetía Alonso Polar, “solo se cuecen habas”.

 

Economistas coinciden en algo: La Sabiduría del Libre Comercio

Por N. Gregory Mankiw,  Profesor de Economía en Harvard,  The New York Times, 24 de abril 2015

Traducido, glosado y comentado por Lampadia

 

Si se le tomase un examen de Economía 101 al Congreso [EEUU], ¿pasaría? Estamos a punto de averiguarlo.

El tema en cuestión es si el Congreso le brindará al presidente Obama la autoridad de “vía rápida” para negociar un acuerdo comercial con nuestros socios comerciales en el Pacífico. La aprobación final del Congreso está lejos de ser certera.

Entre economistas, el tema es obvio

 

Descarga de un barco de contenedores en Tokio el año pasado. El economista del siglo 18, Adam Smith, escribió que las naciones pueden beneficiarse tanto de las importaciones como de las exportaciones, cambiando la visión de la sabiduría convencional. Fuente: TOSHIFUMI KITAMURA / AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES

 

Escribimos, “El comercio internacional es fundamentalmente bueno para la economía de Estados Unidos, beneficioso para las familias estadounidenses a través del tiempo, y acorde con las prioridades nacionales. Por eso apoyamos la renovación de Trade Promotion Authority (TPA) para hacer posible que Estados Unidos llegue a acuerdos internacionales con nuestros socios económicos en Asia a través del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP) y en Europa a través de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (ATCI). “

Los economistas son famosos por estar en desacuerdo entre ellos. Pero ellos tienen un acuerdo casi unánime en algunos temas, como en el comercio internacional.

El argumento económico para el libre comercio se remonta a Adam Smith, el autor de “La Riqueza de las Naciones”. Smith reconoció que el caso del comercio con otras naciones no era diferente al caso del comercio con otros individuos dentro de una sociedad. Smith estaba respondiendo a una doctrina entonces prevaleciente llamada mercantilismo, que favorecian las exportaciones, pero desconfiaban de las importaciones.

Smith cambió esta perspectiva. Una nación se beneficia de las importaciones, argumentó, porque amplía sus oportunidades para el consumo.

En la actualidad el fetichismo sobre el oro casi no existe, pero hay una nueva forma de mercantilismo que impregna el debate moderno sobre el comercio. A menudo los políticos y expertos retroceden ante las importaciones debido a que “destruyen” puestos de trabajo nacionales, mientras que aplauden las exportaciones, ya que crean puestos de trabajo.

Los economistas responden que el pleno empleo es posible con cualquier patrón de comercio. El problema principal no es el número de puestos de trabajo, sino qué puestos de trabajo. Los estadounidenses deberían trabajar en aquellas industrias en las que tenemos una ventaja en comparación, y debemos importar los productos que se pueden producir de forma más barata allí.

Si los economistas están tan seguros acerca de los beneficios del libre comercio, ¿por qué es que el público y sus representantes electos son escépticos? Una posible respuesta está en el   libro (2007) de Bryan Caplan, llamado “El mito del votante racional: por qué las democracias elijen malas políticas.”

Caplan argumenta que los votantes son peores que simplemente ignorantes con respecto a los principios de las buenas políticas. La ignorancia sería aleatoria en una población grande podría promediarse. En vez de ser simplemente ignorantes, los votantes se aferran a creencias erróneas.

Los políticos, cuyo objetivo principal es ser elegido, moldean esas creencias erróneas en una mala política. Caplan escribe: “¿Qué pasa si políticos plenamente racionales compiten por el apoyo de votantes irracionales – específicamente, votantes con creencias irracionales sobre los efectos de las diversas políticas? Es una receta para la mentira”.

En el caso del comercio internacional, él identifica tres prejuicios muy relevantes.

El primero es un prejuicio anti-extranjero. La gente tiende a ver su propio país en competencia con otras naciones y subestima los beneficios de tratar con extranjeros. Sin embargo, la economía enseña que el comercio internacional no es como la guerra, ambos lados pueden ganar.

El segundo es un prejuicio anti-mercado. La gente tiende a subestimar los beneficios de los mecanismos del mercado como una guía para la asignación de recursos. Sin embargo, la historia ha enseñado repetidamente que la alternativa – una economía planificada – actúa de manera deficiente.

El tercero es un prejuicio contra el “make-work” (un puesto de trabajo que no tiene un beneficio financiero inmediato para la economía). La gente tiende a subestimar el beneficio de la conservación de la mano de obra y por lo tanto se preocupa de la destrucción de empleos que generan las importaciones en las industrias que compiten con importaciones. Sin embargo, el progreso económico de largo plazo encontrará maneras de reducir el factor trabajo y logrará la redistribución de los trabajadores a nuevas industrias en crecimiento.

Una vez, el economista de Princeton Alan Blinder propuso la ley de Murphy de la política económica: “Los economistas tienen la menor influencia en la política en lo que saben más y están más de acuerdo; y tienen la mayor influencia en la política donde saben menos y están en desacuerdo vehementemente”.

El debate sobre el comercio internacional es un ejemplo de ello. 




Modelo Exitoso e Instituciones Fallidas

Modelo Exitoso e Instituciones Fallidas

Ahora que la economía dejó de crecer, debilitando la disminución de la pobreza y la desigualdad, la izquierda tradicional acusa al “modelo económico” de nuestras debilidades institucionales. Este, que hasta el 2013 mostró resultados espectaculares en términos de desarrollo económico y social (ver en Lampadia: Las Cifras de la Prosperidad).

Varios académicos, periodistas y analistas caen en lo mismo. Por ejemplo, Eduardo Dargent (La República, 4 de abril, “Carranza y las instituciones”), afirma que el ex Ministro Carranza: “Rechaza que sea el modelo económico el que esté mostrando sus limitaciones. (…) El problema es el gobierno. ¿Por qué? Porque este gobierno ‘cambió el modelo de crecimiento que tenía el Perú’”.

Indica,además, que: “Carranza nos ilustra sobre el estancamiento: (i) ausencia del Estado para preservar los derechos de propiedad y efectividad de los contratos, (ii) desconfianza de la población en la efectividad del Estado para defenderlos de potenciales daños medioambientales y garantizar la dotación de agua y (iii) falta de capacidad del Estado para usar bien los impuestos, mejorando las condiciones de vida de la población por buenos servicios y no por gasto asistencial es fundamental para reducir la desigualdad de manera permanente”.

Y concluye: “¿Heredadas de quién? (…) La verdad [dice Dargent] yo veo mucha mas continuidad que cambio y si, más bien, creo que los arquitectos del modelo harían bien en evaluar en que medida no ha servido para atacar esta debilidad institucional diagnosticada”.

Estas acusaciones nos permiten evaluar el “porque” del divorcio entre economía e instituciones.

Veamos:

1. A 1990 llegamos en “artículo mortis”, destruidas la economía y las instituciones.

2. La verdadera Gran Transformación del Perú se inició en 1993, cuando adoptamos una Constitución más moderna que nos permitió llevar al país al mundo global, abrir las puertas de la inversión privada y liberar la capacidad de los peruanos para construir su propio futuro. Este proceso se produjo sin un plan específico y sin el liderazgo de nuestros gobiernos ni de nuestra clase dirigente. Fue una suerte de “accidente”.

3. Ninguno de los gobiernos, desde el segundo de Fujimori, Paniagua, Toledo y García (2), lideraron conscientemente la revolución económica y social que transformó el país y nunca emprendieron las reformas institucionales que debieron ser parte del proceso.

4. No hay modelo de crecimiento económico sostenible que deje en segundo plano, o ignore el avance institucional.

5. Nuestro modelo requiere: Estado de Derecho (protección de los derechos de propiedad e imperio de la Ley), un mejor Sistema Político (con Partidos Políticos representativos), un buen Sistema Judicial y una Policía efectiva y correcta, así como un Estado Meritocrático.

6. Esto no se hizo, pero no por carencias del modelo económico, sino por la falta de visión e incompetencia de la clase política. El sector privado tuvo las condiciones para recuperar la economía, pero los sucesivos gobiernos jamás emprendieron la reforma institucional.

7. El segundo gobierno de Fujimori no entendió el nuevo marco institucional de la Constitución del 93. El 96 paró las reformas. Cayó en un neo-populismo electorero y una corrupción desenfrenada, además de generar una innecesaria recesión (1998) que desdibujó buena parte de los logros de su gobierno.

8. El gobierno de Paniagua (víctima de circunstancias políticas extremas) no fue capaz de dibujar un nuevo marco institucional. Nos atascamos en el pantano de la revancha y el resentimiento. Además, abrió la posibilidad de retornar a la nefasta Constitución del 79. Ver en Lampadia: La Constitución del 79 consolidó el empobrecimiento general de los peruanos – Quieren bajarle la llanta a la prosperidad.

9. Toledo heredó el final de la recesión del 98. La del “corte de la cadena de pagos”, que desató el Ministro Baca Campodónico.

Posteriormente Toledo, gracias a sus buenos ministros, se montó en la ola del aumento del precio de los commodities que iniciaron el ciclo de abundancia que vivimos hasta hace poco. Por otro lado,  inició una regionalización apurada que desarticuló la estructura del Estado y siguió coqueteando con la Constitución del 79.

Felizmente, con algunos de sus ministros y un buen grupo de empresarios modernos, cerramos el TLC con los EEUU, que consolidó el proceso de inserción de nuestra economía al mundo global.

10. El Presidente García llegó al gobierno acusando a Lourdes Flores de ser la “candidata de los ricos” y amenazando con revisar el TLC con EEUU. Felizmente, las circunstancias de la economía global: altos precios de los commodities, abundante financiamiento internacional, crecimiento espectacular de la inversión privada (mayormente en provincias) y la polarización política con Hugo Chávez, permitieron que García apoyara la economía de mercado.

Así profundizamos la integración comercial y se fomentó la inversión privada. Pero, García nunca hizo el balance entre el pasado de estancamiento (del que fue parte importante), y la nueva realidad. No se hicieron, ni se explicaron, las relaciones causa-efecto que trajeron al Perú desde la oscuridad y el desaliento a la explosión de bienestar y confianza del nuevo siglo.

Tampoco se hicieron las reformas políticas e institucionales pendientes, en parte por miedo a la agresiva oposición del humalismo.

Así llegamos al 2011, al gobierno de la “inclusión”, justo después de una década de inclusión jamás soñada. Es cierto que el Presidente Humala tuvo que abandonar su programa radical de gobierno para ser elegido en la segunda vuelta. Para ello juró lealtad a la “Hoja de Ruta”. Pero casi todo su equipo era parte del proyecto radical (felizmente duró poco). Pero,  durante el premierato de Salomón Lerner G. se oficializó el lenguaje anti-minero, perdimos el proyecto de Conga y se paralizó la inversión minera, la locomotora que había jalado el tren de nuestra economía. Además, el Presidente hizo evidente su desconfianza en el sector privado que percoló en toda la administración pública.

El siguiente gráfico demuestra cómo el 2011 se inició la parálisis de nuestra economía:

El resto vino solo, le echamos la culpa a la caída de precios de las exportaciones, cuando pudimos compensar con volumen lo que perdíamos con precios. Después quisimos inventar nuevos motores de crecimiento y nunca más dimos pié con bola.

Este proceso se puede profundizar en los siguientes análisis de Lampadia:

Otra vez La Parada (esta vez en la inversión)

“¡Es el Estado, …estimado!”

El país resbala después de muchos años

El 2014 terminó nuestro ciclo virtuoso de desarrollo – ahora necesitamos
acumen y una agenda de desarrollo efectiva

Des (Grecia) y reflexiones para el Perú

La economía peruana en perspectiva

Visión de Futuro antes que un Acuerdo Nacional

Todo lo expresado demuestra que hasta antes del gobierno de Humala tuvimos un modelo muy exitoso en lo económico y lo social y, que nunca se quiso abordar las reformas institucionales. Mal se puede ahora, culpar al modelo económico por nuestras carencias. Sería muy torpe, ahora,   dejar de hacer lo sí hicimos bien. Lampadia




El crecimiento y la reducción de la pobreza no esperan

El crecimiento y la reducción de la pobreza no esperan

Basta ver los titulares de los diarios o escuchar los de noticieros radiales y televisivos, oír las discusiones en los pasillos del congreso, las entrevistas en los sets de televisión o leer las columnas de opinión, para darnos cuenta que nuestros políticos, periodistas y “analistas” solo les preocupan los temas de coyuntura, el dime y el direte antes que los asuntos de fondo. Concentrados en el juego de quien lleva agua para su molino, desgastar al contrario y quedar mejor posicionado en las encuestas de popularidad, se olvidan que el país está atravesando por un momento delicado. Además de discusiones sobre si se censura o no a la Ministra Ana Jara, si es conveniente o no cerrar la Dirección Nacional de Inteligencia, si todos los líderes importantes salieron en una foto en Palacio de Gobierno, se debiera estar discutiendo sobre qué medidas deben tomarse urgentemente para reactivar la economía y reiniciar la senda de la disminución de la pobreza y la desigualdad.

La desaceleración económica no es un problema menor. No se puede pensar, como han indicado algunos despreocupados analistas, que debiéramos contentarnos con un crecimiento de 2%. No. El Perú tiene el potencial para crecer un 7% o más. Cada punto menos del PBI que dejamos de crecer significa que menos peruanos salen de la línea de pobreza o que pierden posibilidades de educarse, comer mejor y tener una mayor calidad de salud. Tampoco es cierto que el menor crecimiento de socios comerciales, como la China, nos impida crecer más alto. En Lampadia, hemos demostrado que esto el gigante asiático sigue teniendo un impulso enorme.   

El crecimiento económico como hemos señalado repetidamente, es el directo responsable de la reducción de la pobreza y la desigualdad. Según Juan Mendoza, profesor de la UP y otros especialistas, casi 85% de la reducción de la pobreza desde el 2004 se debe exclusivamente al crecimiento económico. Sin este crecimiento al día de hoy tendríamos al menos 52% de pobres, [vs. el 23% actual]. Mendoza remarca: “Los datos sugieren que la manera más eficaz de combatir la pobreza no es diseñar programas de transferencias sino fomentar la inversión privada y el funcionamiento de los mercados, que han sido los motores del crecimiento desde 1990.”

La pregunta, entonces se cae de madura: ¿Qué estamos haciendo para fomentar la inversión privada y el funcionamiento de los mercados, que han sido los motores del crecimiento y los que han permitido que tantos peruanos dejen de ser pobres? Ese es el debate al que políticos, analistas y líderes de opinión debieran prestar atención. Es triste, pero todos prefieren concentrarse en la acusación, el insulto y los temas coyunturales antes que los asuntos de fondo.  Es hora de que nuestra clase dirigente siga el consejo de Churchill: “el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”

El verdadero debate (que los estadistas) debieran propiciar debe girar en torno a la urgente reactivar necesidad de incentivar y atraer una mayor inversión privada. Esta es la única manera en que podamos empezar a crecer a nuestro real potencial. Para ello se debiera analizar como reactivamos o incentivamos los verdaderos motores de nuestra economía, en vez de estar buscando inventar motores virtuales. Veamos:

1. Minería: Es vital crear las condiciones económicas, sociales y políticas para que los proyectos mineros en cartera empiecen a producir lo antes posible. La cartera de inversiones mineras suma 47 proyectos (32 de extracción de cobre). Es decir cerca de los 60 mil millones de dólares en inversión potencial hasta el 2021. Como hemos indicado se debiera hacer una cruzada en la que todas las fuerzas políticas se comprometan a generar las condiciones necesarias para que estos proyectos a la brevedad puedan empezar a operar. Eso no quiere decir relajar los estándares ambientales internacionales, pero si explicar a la población los beneficios de la minería.

2. Pesca. Afortunadamente, se ha empezado a rectificar la desastrosa política pesquera que implemento este gobierno. Es imprescindible dada las malas condiciones climáticas que se den algunos incentivos para que este importante sector vuelva a recuperar su aporte a la economía.

3. Agroindustria: Si bien se mantiene pujante y creciendo, se debe empezar a abrir nuevos mercados. El TLC con la India podría contribuir. Es crucial, sin embargo empezar a solucionar aspectos que en el mediano plazo pueden afectar a este sector, como seguías en Ica y Piura. Debieran ejecutarse proyectos de infraestructura para represar las aguas en estas regiones.

4. Construcción: Sin duda fuertemente afectada por la desaceleración. Son imprescindibles medidas que reactiven el sector. Si bien el programa de infraestructuras públicas permitirá que la construcción mejore su aporte, se necesitan medidas complementarias para incentivar la construcción de viviendas.

El gobierno ha empezado a realizar esfuerzos para destrabar las concesiones y las obras de infraestructura que se hallaban paralizadas (en especial las de transporte). Se debe seguir por este camino. Adicionalmente, son positivos los esfuerzos por poner en valor nuestros recursos forestales. Se han dado algunos pasos en ese sentido, aunque debiera hacerse mucho más, para atraer inversión a este sector que tiene un inmenso potencial para dinamizar nuestra economía.

También, ha sido saludable la reestructuración del impuesto a la renta de las personas naturales, que ayudará a reactivar el consumo interno. Pero, a todo esto se deben sumar los esfuerzos por recuperar la confianza en el desarrollo del país. La economía, como toda actividad humana, también es un estado de ánimo. Los agentes económicos deben recibir las señales correctas para lanzarse a invertir. El caldeado ambiente político (en gran medida propiciado por el propio gobierno), debe atemperarse para que nos concentremos en lo importante: volver a crecer, como hemos señalado antes, pudiendo aliviar sosteniblemente la pobreza, no hacerlo es inmoral. Lampadia




China e India, dos excelentes socios para el Perú

China e India, dos excelentes socios para el Perú

El crecimiento de América Latina en la última década, qué duda cabe, se debe en gran medida al auge de China. El intercambio comercial entre Latam y China se ha incrementado exponencialmente en los últimos quince años. Para el gigante asiático su relación con nuestra región es crucial para mantener sus altos niveles de crecimiento. Así lo ha reconocido el presidente chino, Xi Jinping, al inaugurar el primer foro ministerial entre China y los 33 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrado la semana pasada.

Como informó El País de España, el presidente Xi señaló: “En el próximo lustro, China seguirá manteniendo un ritmo de crecimiento medio-alto, lo que traerá más oportunidades para otros países del mundo, entre ellos los latinoamericanos y caribeños”. Por ello, animó a los países de nuestro continente a doblar el volumen de comercio bilateral para llegar a los 500,000 millones de dólares en los próximos diez años.

Asimismo, Xi “estableció el objetivo de invertir en la región hasta 250,000 millones de dólares en la próxima década. Esto supondría, unos 25,000 millones anuales, una cifra muy por encima de los aproximadamente 10,000 millones que las empresas del gigante asiático han desembolsado cada año desde el 2010 en estos países, según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Actualmente solo el 4.1% de las inversiones directas en el extranjero, de las empresas chinas, recaen en la región”, sostiene El País.

De darse estos niveles de inversión, la región se verá enormemente beneficiada, pues le permitirá contar con los recursos y acceso a un mercado que le ayudará a seguir creciendo y compensar la eventual disminución del financiamiento tradicional, producto del aumento de tasas de interés de la FED en los próximos años. De hecho, como hemos señaldo en Lampadia, el Perú se ha beneficiado enormemente de las inversiones de China. Ver en Lampadia (L): Inversiones chinas potencian desarrollo del Perú.

Preocupa, sin embargo, que esta indudablemente beneficiosa presencia en la región se traduzca luego en una influencia que interfiera en la evolución política de Latam al soportar a regímenes anti democráticos y que tienen modelos económicos que han empobrecido a sus pueblos. Los recientes préstamos de China a países como Argentina, Ecuador y, sobre todo Venezuela, no son una buena señal.

Como reseñamos hace poco: “La decisión de Beijing de rescatar a Rusia, sumada a la ayuda que recientemente les dio a Venezuela y Argentina, marca la muerte del mundo Bretton Woods de posguerra. También representa el comienzo del fin para el papel central de los Estados Unidos en la economía mundial y la influencia de Japón en Asia. (…) Al gobierno del presidente chino Xi Jinping no le interesa mejorar las economías, la salud de los regímenes impositivos o las reservas de los bancos centrales. Le importa la lealtad”. Ver en L: China, dos caras de la misma moneda.

¿Qué debiera hacer la región? Pues mantener excelentes relaciones con China en los planos comerciales, pero intentar equilibrar su influencia política acelerando alianzas con otros países asiáticos que prometan mercados del mismo potencial que el chino y puedan mediatizar el peso geopolítico del gigante asiático. Nos referimos concretamente a la India. Como hemos mencionado en Lampadia, esta es la democracia más grande del mundo (por el número de electores). Además, su primer ministro, Narendra Modi, viene impulsando una serie de reformas de libre mercado que son un excelente ejemplo de facilitación de negocios y que seguramente impulsarán el crecimiento de este subcontinente y que abren una oportunidad para que la región pueda abastecer a este inmenso mercado.

Lamentablemente, occidente, en vez de buscar una mayor convergencia con la China, como reclama hace años el singapurense Kishore Mahbubani (ver en L: Conferencia Magistral de Kishore Mahbubani), ha ido más hacia la confrontación. Esto ha alentado un mayor acercamiento de China con Rusia, que impide limitar los aprontes abusivos de Putin en los Balcanes y Europa del Este. En este aspecto, el relanzamiento de India hacia el crecimiento con el liderazgo de su nuevo Primer Ministro, Modi, es una oportunidad para mejorar balance geopolítico en un mundo, en el que EEUU y Europa van perdiendo espacios de influencia. En ese sentido, Japón y USA buscan equilibrar la creciente influencia China mediante el impulso de mejores relaciones con India. Una serie de acuerdos comerciales y diplomáticos apuntan en esa dirección. Ver en (L): La visión de país y reformas que el Perú necesita.

En el caso del Perú, por caprichos o intereses personales, hemos perdido muchos años en la consolidación de nuestras relaciones comerciales con la India. Ahora debemos priorizar y apurar la celebración del TLC o un amplio acuerdo comercial con este país continente, así como hacer un minucioso seguimiento a la gran reforma india que conduce el propio Modi. El Presidente Humala, en su reciente gira por oriente (Ver en L: La tournée de Dios), visitó Rusia y China (rematando en el Vaticano), perdió la oportunidad de conocer a Narendra Modi, el mayor reformador pro-mercado del mundo actual, un encuentro que buena falta le hace. Lampadia




El Perú y los cien años del Canal de Panamá

El Perú y los cien años del Canal de Panamá

El 15 de agosto último se cumplieron los cien años de que se abriera oficialmente el Canal de Panamá. Aquel día un buque estadounidense llamado Ancón atravesó por primera vez esta extraordinaria obra del ingenio humano. El acontecimiento ha pasado casi inadvertido en el Perú, lo que llama la atención debido a la enorme importancia económica, histórica y social que tuvo y tiene esta obra en el destino del país. 

Hasta su construcción, el Perú era uno de los países más aislados del mundo (occidental). La historia de occidente está basada para muchos en el control de los océanos. Primero el mediterráneo en la era antigua y el Medioevo y, con la edad Moderna el comercio por el Atlántico fue clave para el desarrollo de las naciones. Los grandes imperios se construyeron y perdieron en función del control que ejercían sobre los mares.

Al tener su única salida al mar por el Pacífico, el Perú estaba completamente alejado del tráfico marítimo y por tanto del lugar dónde se regía el mundo. De una forma u otra esta situación geográfica condicionó el desarrollo del país y las migraciones europeas. Por eso la apertura del Canal de Panamá fue un anhelo largamente esperado en el país.

Hoy el Perú es el sétimo país en el mundo en utilizar este canal con un flujo de carga con 15.1 millones de toneladas. El primero es Estados Unidos que transporta por esta vía 136.7 millones de toneladas, le sigue China con 46.4 millones de toneladas. Chile es el tercero 29 millones de toneladas y Colombia el cuarto con 17.6 millones de toneladas.

Nuestro comercio con Europa y la costa este de Estados Unidos sería sumamente onerosa si es que no existiera el canal de Panamá. Tampoco nos podríamos abastecer de insumos básicos como petróleo (que llegan de Venezuela, África y el medio oriente) si es que el canal no existiera.

Desde el Virreinato se ambicionó con contar con un canal que acercara a los dos mares. La idea de un canal se proyectó desde el siglo XVI. Durante el reinado de Felipe II, un informe de José de Acosta en 1590 describía: “Algunas personas han hablado de excavar este terreno de seis leguas (una legua son 4.19 kl.), y unir un mar con el otro (…). Eso sería inundar la tierra porque un mar está más bajo que el otro”.

Por ello, los barcos que salían del Callao llegaban a la hoy ciudad de Panamá, dejaban sus cargas (plata, oro y diversos productos), lo que hoy llamaríamos transporte multimodal, y por el camino real cruzaban las selvas del Istmo hasta llegar al Atlántico desde dónde se embarcaban en la flota de Galeones para surcar el Atlántico y llegar a Sevilla esquivando a los piratas y las tempestades.

Tras construirse el canal. Una empresa que iniciaron los franceses y culminaron los norteamericanos (costó de US$375 millones de entonces), éste quedó bajo administración norteamericana. Es por ello que muchos movimientos, entre ellos el APRA solicitaron su internacionalización. Finalmente, con los tratados Torrijos-Carter de fines de los 70, se estableció que el canal pasaría a manos panameñas en 1999. Desde entonces una autoridad autónoma administra esta crucial vía para el comercio y el transporte internacional.

Cada año 14 mil naves atraviesan los 80 kilómetros y 88 compuertas que tiene el canal generando ingresos que representan el 5% del presupuesto de Panamá. Desde el 2000 ha generado más de ocho mil 500 millones de dólares. Desde el 2007, el Canal busca expandirse con la construcción de un gigantesco proyecto para ampliarlo con un tercer juego de esclusas para que puedan cruzar por ellas los barcos denominados post panamax. El proyecto, tiene un costo de US$5 mil 250 millones.

El éxito económico del canal y los beneficios que le deja a Panamá ha llevado a que otros países propongas proyectos similares. Sin duda el más avanzado, quizá sea el proyecto que planea pasar por Nicaragua, el cual sería financiado por el empresario chino Wang Ying, a un costo de US$ 40 mil millones. Pero todo indica que este proyecto está más en el espacio de los buenos deseos.

Las nuevas necesidades del comercio mundial requieren inversiones de esta naturaleza. En el Perú se han modernizado los puertos. La más importante es, sin duda, la de los muelles norte y sur del Callao. En ambos el calado se ha incrementado a 16 mil toneladas para poder recibir a los buques súper post panamax. La modernas grúas pórtico permiten descargar los contendores a gran velocidad y su capacidad, tanto del muelle norte como del sur es de 1 millón seiscientos mil contenedores al año.

En el caso peruano, lo paradójico es que una vez abierto el Canal de Panamá y luego los vuelos trasatlánticos, unos años después el Perú regresó a un cierto aislamiento con el resto del planeta cuando optó por el llamado desarrollo endógeno, o hacia adentro, que alejó al país de la inversión extranjera y de una mayor participación en los acontecimientos internacionales. Posteriormente, hace menos de un lustro, los peruanos fuimos sorprendidos por un nuevo intento de alejarnos del mundo con otro proyecto de desarrollo endógeno, como fue la base política del fracasado proyecto de La Gran Transformación, que tuvo que esconderse para que el Partido Nacionalista llegara al poder de la mano de una Hoja de Ruta auspiciada por Vargas Llosa y Toledo, pero nuestra izquierda tradicional sigue insistiendo en él, como lo refleja el  denominado “Pensamiento FRENAIZ” (Ver en Lampadia: El pensamiento Frenaiz-Listos para frenar el país).

El Perú no puede volver a apartarse del mundo. La prosperidad está en una mayor apertura, como se ha probado durante los últimos años, en que la realidad nos premió, derrotando a todos los demonios con los que nos amenazaron los predicadores de “las ideas muertas” durante los debates previos a la firma del TLC con los EEUU, que consolidó nuestro camino final a la integración comercial y a la atracción de inversiones. Lampadia




Un Grupo al que el Perú debe entrar

Un Grupo al que el Perú debe entrar

La OECD (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo) fue formada en 1960 por 18 países europeos, más EEUU y Canadá. Actualmente son 34 países a lo largo del globo. Sus órganos de gobierno son tres: El Consejo, sobre el cual recae el poder de decisión, formado por un representante de cada país miembro y un representante de la Comisión Europea (el Consejo ampliado que incluye a los ministros de los países miembros se reúne una vez al año), los Comités, o comisiones especializadas y el Secretariado.

Este Grupo ofrece múltiples beneficios. Como señala Ángel Gurría, su Secretario General, “la OECD es un socio estratégico de los tomadores de decisiones en las complejas tareas de promover reformas estructurales”, también es un foro donde los gobiernos pueden comparar y compartir experiencias de políticas públicas, identificar las mejores prácticas y promover  recomendaciones. 

Los países asociados participan en varias instancias, los demás pueden hacerlo libremente como observadores en los plenos y comités.

Requisitos de Acceso

Se refieren a los siguientes valores fundamentales:

– Democracias pluralistas basadas en la ley y el respeto a los derechos humanos.

– Adherencia a los principios de una economía de mercado abierta y transparente.

– Metas comunes para un desarrollo sostenible.

El proceso de acceso se inicia con la evaluación del Consejo, luego se dan las “discusiones para la adhesión” y se elabora una “Hoja de Ruta para la Adhesión”, que detalla los términos,  condiciones y el proceso para cada país, así como el detalle de la evaluación de sus normas. Finalmente se emite una “opinión formal” al Consejo para la decisión final que debe tomarse por unanimidad.

El proceso depende de la velocidad a la que el postulante provea la información necesaria  y que acepte las recomendaciones de adecuación de su legislación y políticas públicas. Actualmente Colombia se encuentra en proceso de adhesión, y su hoja de ruta establece que se someta a revisiones de 23 comités, que evaluarán todo tipo de políticas de Inversiones, Mercados Financieros, Pesca y Estadísticas, entre otras.

Estándares de operación de los miembros

Las regulaciones de la OECD se emiten mediante Acuerdos del Consejo. Estos pueden ser  vinculantes o recomendaciones a las que se da un peso muy importante. Los Acuerdos cubren temas como lucha contra la corrupción, temas tributarios, de gobernanza, energía, etc., y algunos más específicos como la Decisión para la Aplicación de Estándares Internacionales para Frutas y Hortalizas, que facilite su comercialización. Adicionalmente, hay Declaraciones, Disposiciones y Entendimientos, y también Acuerdos Internacionales.

Relación del Perú con la OECD

El primer acercamiento directo a la OECD se dio en el 2004 cuando el Perú somete a revisión sus leyes y políticas sobre competencia. En el 2008 se incorporó al Comité de Inversiones, y en el 2009 al Centro de Desarrollo, un espacio de análisis e intercambio de experiencias sobre  políticas económicas y sociales entre países desarrollados y emergentes. El objetivo principal del centro es brindar apoyo en la adopción de políticas que estimulen el crecimiento y la mejora de las condiciones de vida de la población, particularmente en los países emergentes.

La postulación del Perú a la OECD como miembro pleno sería un beneficio tangible que podría dejar el gobierno del Presidente Ollanta Humala. Si logramos formar parte de este grupo, “el Perú podría beneficiarse de las mejores prácticas a nivel mundial”, señala Hugo Santa María (Socio de Apoyo Consultoría). Adicionalmente, seríamos parte de su base de datos, que permite seguir múltiples indicadores.

Actualmente el Perú está trabajando con la OECD en el “Programa País”, un novedoso mecanismo de la organización al que fuimos invitados por su Consejo tras la reunión de los ministros de los países miembros de Mayo 2014 (también se invitó a Marruecos y Kazajstán). El 4 de julio de 2014 hubo una reunión en Lima con una delegación de la OECD liderada por su Director de Relaciones Globales, Marco Bonturi, y por parte del Perú, una delegación presidida por el Viceministro de Relaciones Exteriores, Embajador Claudio de la Puente.

Nuestros indicadores están aún lejos de la mayoría de sus miembros. Pero tanto  Chile como México (más cercanos a nosotros) ya lograron ingresar a este club, y el proceso colombiano no puede ser menos que un llamado a la acción.

Ingresar a la OECD nos permitiría afianzar nuestras políticas públicas y adoptar normas y regulaciones pro-desarrollo, aprovecharíamos la experiencia de sus miembros. Los beneficios logrados con los TLC, muestran que estas instituciones del mundo global son muy positivas para el conjunto de la nación. Lampadia