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¿Reactiva? Perú

¿Reactiva? Perú

Jaime A. García Díaz
Investigador Asociado del IDEI-PUCP
Para Lampadia

La recesión económica en la que ya estamos inmersos tendrá un tremendo impacto en las empresas y las familias. La fuerte reducción del empleo no tendrá un período de recuperación rápido y los efectos trascenderán el 2020.

El mecanismo más potente que ha diseñado el Gobierno es Reactiva Perú – RP. Se trata de un mecanismo financiero que busca asegurar la continuidad de la cadena de pagos de la economía nacional, de la mano con preservar la actividad económica, financiera y los empleos.

Por ello, de manera extraordinaria el Estado Peruano garantizará los créditos que se otorguen a las empresas (micro, pequeñas, medianas y grandes) para que puedan sobrellevar la situación recesiva en la que hemos caído.

El beneficio de Reactiva Perú, desde el punto de vista financiero es doble, por un lado, asegurar el flujo de liquidez a las empresas, por otro tener un costo financiero reducido. Pero, sobre todo, y eso parece que no está muy difundido, es para evitar un colapso del Sistema Financiero, es decir es un salvataje a las propias Empresas del Sistema Financiero – ESF.

Por ello, la tasa de interés es muy importante porque eso impactará en los costos y resultados de las Empresas – E, en la medida en que la tasa de interés sea mayor los objetivos del programa Reactiva Perú se van desvaneciendo.

Para determinar la tasa de interés anual que cobrarán las ESF para el Programa Reactiva Perú se consideran los siguientes cinco componentes:

Teniendo en cuenta esos criterios, se viene especulando acerca de la tasa de interés que deben de cobrar las ESF. Sin duda que la tasa de interés no está regulada, pero eso no quiere decir tampoco que pueda haber un abuso y determinar tasas muy altas que solo busquen beneficiar a las ESF en perjuicio de las Empresas.

Hay dos datos de fórmula que ya vienen dados, el fondeo del BCRP que actualmente está en 0.25% al año, y la Comisión de COFIDE de 0.50%, es decir hasta aquí ya hay un costo de 0.75% al año. 

Vayamos ahora al final de la fórmula, considerando que estos créditos tienen garantía del Estado peruano, los incobrables y las provisiones tienen un riesgo máximo del Límite de la Garantía del Programa, es decir dependiendo del monto, el riesgo puede ser 2%, 5%, 10% y 20%. 

Una propuesta para eliminar este único riesgo que tiene el Programa Reactiva Perú, con el fin de disminuir los costos de los intereses que están proyectado las ESF es “colateralizar” con los propios recursos del crédito otorgado, con depósitos en efectivo por los montos que no son cubiertos por las garantías, es decir depósitos de 2%, 5%, 10% y 20%.  [Una suerte de encaje]. Además, estos depósitos recibirían las tasas de interés que los bancos pagan por depósitos (entre 2% y 4% anual).  Esto tiene un efecto en el costo financiero que se explicará más adelante. Es decir, estoy pagando tasas de interés por el 100% pero solo recibo 98%, 95%, 90% y 80% respectivamente.

Por lo tanto, lo único que queda por definir es cuál es el margen que está dispuesto a recibir las ESF. Para definir ello no se debe basar solo en los beneficios económicos que quiere obtener y que son genuinos como cualquier empresa, sino en la situación extraordinaria que está pasando el país, ya que es una línea de reactivación de la que se va a beneficiar las propias ESF porque es un salvataje indirecto del Sistema Financiero.

En el siguiente cuadro a manera de ilustración se presenta algunos cálculos de referencia de lo que podrían ser costos financieros promocionales, utilizando el colateral, que logren el gran objetivo de Reactiva Perú, el salvataje de las Empresas y de las ESF:

En resumen, es factible hacer una tasa de interés competitiva y acorde con las circunstancias donde todos ganemos: Las empresas, los trabajadores, las empresas del sistema financiero y todos nosotros los peruanos que con nuestros impuestos estamos financiando este mecanismo. Lampadia




Odebrecht. Los intereses

César Azabache Caracciolo
Para Lampadia

El debate que se ha abierto sobre los aspectos del acuerdo con Odebrecht que se refieren a la compensación por los daños causados contiene dos observaciones atendibles.  La primera se refiere al monto y la segunda al plazo establecido para el pago.

Respecto al monto hemos dicho ya que el acuerdo por US$ 190 millones no es el único, sino el tercero de una serie que aún no termina.  Antes que él están los US$ 8 millones del acuerdo de enero de 2017 y los US$ 20 millones del caso Chacas.  Y junto al él van corriendo los US$ 60 millones que la Procuraduría tiene en embargos a terceros vinculados a estos casos.  La cantidad alcanzada hasta ahora es de US$ 278 millones.  Y el Estado debería, de inmediato, abordar una cuarta negociación por la manipulación de arbitrajes, de la que deberían obtenerse al menos US$ 35 millones (sobre US$ 70 que encuentro posibles de reclamar), y una quinta (aunque no queda claro que Procuraduría debe hacerla) por la filtración en la política de al menos US$ 8.4 millones ya reconocidos por Odebrecht.  Estimo que conservando las proporciones un acuerdo por la filtración de fondos en la política debería producir al menos US$ 20 millones adicionales en compensación. Y aún falta cerrar las negociaciones con Joseph Maiman, que deberán tener algún impacto compensatorio también.  En total entonces, la meta de compensación debe estimarse por encima de los US$ 330 millones sin considerar otros proyectos y acuerdos que aún pueden agregarse en el camino.

Estos datos desde mi punto de vista resuelven el problema del monto exiguo que se percibe cuando sólo se observan los US$ 190 millones del tercer acuerdo.  No son US$ 190 millones sino US$ 278 que pueden superar los US$ 330 los que están en juego.  

Pero la segunda observación si exige una modificación que debe estimar urgente.  El texto literal del tercer acuerdo concede a Odebrecht 15 años para pagar los US$ 190 millones que contiene como compensación.  Y no establece intereses que conserven este valor por el paso del tiempo.  La ausencia de una tasa de interés que conserve el valor de esos US$ 190 millones ha llevado a Aldo Mariategui, en su columna del 29 de enero en Perú21 ha observar que, esos US$ 190 millones, a valor presente, equivalen a solo US$ 87.8 millones (S/ 281 millones).   La objeción es correcta.  En general todas las acreencias de cobro diferido “valen” en el presente menos de lo que representa su valor nominal.  Si yo le debo a usted US$ 1,000 en el presente y usted puede cobrarlos de inmediato, entonces el valor presente de la deuda es igual a su valor nominal.  Pero si usted y yo acordamos que yo pague en 10 meses, entonces el valor presente de mi deuda se reduce considerablemente.  Si usted deseara vender mi deuda en el mercado, nadie le pagaría US$ 1,000.  La determinación del factor que permite establecer el valor presente de una deuda diferida es siempre discutible, pero asumamos que por mi deuda futura le pagarán solo US$ 550.  La idea es al misma:  Los US$ 190 millones del tercer acuerdo pueden ser una cantidad razonable (lo son desde mi punto de vista, en el marco descrito líneas arriba), pero dejan de serlo si se pagan en 15 años sin intereses.  La tasa de interés aplicada a este componente del acuerdo debe compensar el paso del tiempo, si el cronograma se mantiene.  La recuperación de esa tasa de interés en la audiencia de aprobación que aún falta programar debería considerarse imprescindible, una condición de equilibro o de proporcionalidad, porque de lo contrario el texto no podrá ser considerado honesto en sus cifras. 

Entonces hay más de una tarea.  Hay un acuerdo por cerrar (Maiman), dos negociaciones urgentes que comenzar (la compensación por los arbitrajes y la compensación por la filtración de fondos en la política) y también una corrección que hacer:  Para la audiencia de aprobación la Procuraduría y Odebrecht deben haber establecido una tasa de interés que sea suficiente para compensar el efecto que los plazos de pago concedidos ejercen sobre el valor nominal de la tercera compensación que Odebrecht acepta.  

O claro, renunciar al cronograma de pagos, que es siempre una opción.




El socialismo del siglo XXI tornó riqueza en miseria

El socialismo del siglo XXI tornó riqueza en miseria

“Según el Índice Anual de Miseria, Siria, desgarrada por una guerra civil genocida, es el segundo lugar más infeliz del mundo. ¿El primero? Venezuela. Así es, el socialismo y la corrupción crearon una situación más miserable que la de Siria donde se han asesinado a más de 500,000 personas.”

Steve Hanke

Por tercer año consecutivo, Venezuela es la nación más miserable del mundo, según el análisis publicado por el Índice anual de Miseria del think tank Cato Institute, que clasifica a las naciones según los datos del Economist Intelligence Unit (EIU). Los rankings, compilados por el profesor Steve H. Hanke de la Universidad Johns Hopkins, siguen una fórmula simple: La “miseria” de una nación se puede calcular sumando la tasa de desempleo, la tasa de interés y la tasa de inflación, menos la variación porcentual anual del PBI real per cápita.

De esta manera, se puede determinar cómo le está yendo a un ciudadano promedio de un país. Bloomberg lleva años retomando esta fórmula y aplicándola a las principales economías del mundo, con la premisa de que cuando más alta es la inflación y mayor desempleo, más miserable es un país. “La mejor manera de garantizar la felicidad es crecer económicamente, pero eso no es fácil con una alta inflación y desempleo”, afirma Steve Hanke.

La globalización y la economía de mercado han traído muchísimos beneficios. Han integrado efectivamente los mercados globales y ha producido inmensos beneficios para la humanidad en su conjunto, con una gran disminución de la pobreza global y de la desigualdad entre los países más ricos y los más pobres. En los últimos 40 años se ha duplicado la población mundial y se ha formado una clase media global de 3,000 millones de personas y, hoy los más pobres tienen mejores condiciones de vida que nunca antes, con mayor esperanza de vida, mejor alimentación y mejor salud. Ver en Lampadia: 7 ensayos sobre la prosperidad

Sin embargo, esta historia no representa la realidad de todos los países del mundo. Muchos de ellos, teniendo la capacidad de ser parte de del avance de la prosperidad, tomaron otro camino e hicieron miserables a sus pueblos.

El ejemplo más clamoroso de esta suerte de ‘crimen de lesa política’ es el de Venezuela, que ha destruido su capacidad de crear riqueza y hoy se arrastra en una inicua crisis humanitaria, creada a pulso por las políticas socialistas, acompañadas por procesos de corrupción extremos, incluyendo el narcotráfico.

Otro ejemplo de lo que no hay que hacer, lo atestiguan, desde América Latina, Brasil y Argentina (tercero y cuarto en el índice de miseria, respectivamente). Ambos países cayeron en manos de políticos soberbios, equivocados y corruptos, que gobernaron con la misma ideología del socialismo venezolano. Además, teniendo ambos condiciones naturales para ser ricos.

En verdad es increíble que los tres países más ricos de América Latina (excluyendo a México), ocupen los peores lugares de miseria en el mundo, junto con Siria, afectada por una violencia genocida.

Los tres países fueron destrozados por gobiernos orientados a implantar una ideología, en vez de desarrollar sus pueblos. La dictadura chavista en Venezuela, la soberbia aislacionista del izquierdismo de Lula en Brasil, y el izquierdismo corrupto de los Kirchner en Argentina, han hecho más daño que el peor cataclismo que podría imaginarse. En nombre de los pobres, han hecho miserables a sus pueblos.

Ahora bien, ¿cómo podemos evaluar a nuestros políticos de las izquierdas, que siguen pensando implantar en el Perú, las políticas que hicieron miserables a Venezuela, Brasil y Argentina, y que siguen apapachando a esos líderes equivocados y corruptos que destrozaron sus países?

¿Cómo puede ser, que, en días tan aciagos para nuestra patria, los medios televisivos, fundamentalmente RPP y Canal N, nos endilguen todos los días a los representantes de esas izquierdas, como si fueran los referentes que marcan el camino hacia una luz al final del túnel?

Manejar un medio de comunicación es un privilegio que conlleva grandes responsabilidades.

¿Qué esperan los directivos de estos medios para asumir su rol social?

¿O lo único que importa es la caja registradora? 

A continuación, compartimos la publicación de Hanke sobre los países más miserables del 2017:

Índice Anual de Miseria de Hanke: Los países más miserables (y más felices) del mundo

Por Steve Hanke
Forbes
28 de febrero de 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Foto de VCG / VCG.
Fuente: Getty Images

La condición humana habita un vasto continuo entre “miserable” y “feliz”. En la esfera de la economía, la miseria tiende a fluir desde alta inflación, elevados costos de los préstamos y el desempleo. La forma más segura de mitigar esa miseria: el crecimiento económico. En igualdad de condiciones, la felicidad tiende a florecer cuando el crecimiento es fuerte, la inflación y las tasas de interés son bajas y los empleos son abundantes.

Muchos países miden e informan estas métricas económicas regularmente. Al compararlos, nación por nación, podemos analizar mucho sobre en qué parte del mundo la gente está triste o feliz.

¿Consideraríamos que Estados Unidos es más o menos miserable que otros países? Para responder a esta pregunta, actualizo las mediciones anuales del Índice de miseria.

El primer índice de miseria fue construido por el economista Art Okun en la década de 1960 como una forma de proporcionar al presidente Lyndon Johnson una imagen sencilla de la economía. Ese índice de miseria original era solo una suma simple de la tasa de inflación anual de una nación y su tasa de desempleo. El índice ha sido modificado varias veces, primero por Robert Barro de Harvard y luego por mí mismo.

Mi índice de miseria modificado es la suma de las tasas de desempleo, inflación y el costo de los préstamos bancarios, menos el cambio porcentual en el PBI real per cápita. Las lecturas más altas en los primeros tres elementos son “malas” y hacen que la gente se sienta más miserable. Estos se compensan con “lo feliz/bueno” (crecimiento del PBI per cápita), que se resta de la suma de los “males”. Un puntaje más alto del Índice de Miseria refleja un nivel más alto de “miseria”, y es una medida suficientemente simple que hasta un presidente sin tiempo para extensas sesiones informativas económicas, puede entenderlo de un vistazo.

En la tabla adjunta, se pueden encontrar las clasificaciones del Índice de Miseria para las 98 naciones que informan datos relevantes de manera oportuna. Para coherencia y comparabilidad, todos los datos provienen de la Unidad de Inteligencia de The Economist.

Comencemos con el país más miserable y subamos hacia los más felices. Si le damos la vuelta, obtenemos un índice de felicidad.

Venezuela tiene el glorioso título del país más miserable en 2017, como lo hizo en 2016 y 2015. Los fracasos del estado petrolero corrupto y socialista del presidente Nicolás Maduro han sido bien documentados el año pasado, incluso por mis mediciones de la hiperinflación venezolana. Venezuela no solo es el país más miserable del mundo, sino que su puntaje en el índice ha aumentado dramáticamente desde 2016.

Siria mantiene el rango de la segunda nación más miserable, y la razón no es difícil de descubrir. De hecho, Siria ha estado en medio de una brutal guerra civil durante casi siete años. ¿Necesito decir más?

Brasil se mantiene en el tercer lugar por segundo año consecutivo. Como me explicó una vez mi amigo Roberto Campos, el difunto economista, diplomático y político brasileño, durante una visita a Brasilia: la Constitución brasileña es tan gruesa como la guía telefónica de la ciudad de Nueva York. El presidente Michel Temer ha intentado reducir la ola de obligaciones del gobierno. Pero hasta la fecha, sus intentos de frenar el mayor pasivo no financiado del país, el sistema de pensiones, han quedado en nada. El sistema de pensiones en bancarrota no es, por supuesto, el único problema que enfrenta Brasil. La corrupción, por ejemplo, sigue siendo un problema endémico.

Argentina ha mejorado su clasificación (y puntaje de índice) en 2017, pasando del segundo al cuarto país más miserable del mundo. Pero hasta que baje la inflación, el presidente Mauricio Macri tendrá dificultades, como lo hizo el presidente Carlos Menem hasta el 1 de abril de 1991, cuando presentó el Sistema de Convertibilidad de Argentina, que vinculaba el peso con el dólar.

Egipto ocupó el quinto lugar más miserable, una muesca menor que en 2016. Pero, el puntaje del Índice de Miseria de Egipto en realidad aumentó, una mala señal. El gobierno militar-socialista del presidente Abdel Fattah el-Sisi continúa causando miseria. Además de los problemas que acompañan a cualquier sistema de tipo socialista en el que el ejército desempeña un papel decisivo, la libra egipcia sigue siendo el talón de Aquiles del país. La única solución a este problema es la adopción de una caja de conversión, en la que la libra se convertiría en un clon de una moneda de anclaje, como el euro o el dólar de EEUU.

Los países menos miserables

Pasemos al otro extremo de la tabla, donde residen los países menos miserables. Allí encontramos a China gobernando como el país “más feliz” del mundo. En esto el presidente Xi Jinping tiene algunos derechos de fanfarronear.

Para los Estados Unidos: su puntaje ha mejorado un poco, pasando de 9.4 en 2016 a 8.2 en 2017. Sin embargo, en lo que respecta a la felicidad, Estados Unidos no es el primero sino el número 30, detrás de otros 29 países en la lista de la felicidad.

Escrito por Steve H. Hanke de la Universidad Johns Hopkins. Su cuenta en Twitter: @Steve_Hanke.

Lampadia




Islandia recupera la salud

En una reciente conferencia de prensa, el gobierno islandés anunció que levantará casi todos los controles de capital, permitiendo a sus ciudadanos, corporaciones y fondos de pensiones acceso completo a los mercados mundiales de capitales. Esta medida pone fin a una lucha por la recuperación después de ocho años de crisis financiera, desde el 2008, en que se desencadenó la peor recesión en más de seis décadas de su historia.

Fuente: Testedich

El primer ministro Bjarni Benediktsson dijo que este paso final “creará más confianza en la economía islandesa”, y la medida más significativa es la eliminación del requisito de que las empresas devuelvan divisas. “Eso facilitará la inversión extranjera directa”, dijo en una entrevista después de la conferencia de prensa.

Para entender mejor la situación actual de Islandia, es importante recordar que en 2008 el país sufrió una enorme crisis bancaria. Tres grandes bancos (Landsbanki, Kaupthing y Glitnir) habían acumulado activos 14 veces más grandes que la producción anual de toda la economía islandesa. Entonces, cuando el masivo sector bancario de Islandia cayó, el gobierno tuvo que absorber las pérdidas e imponer controles de capital.

Fuente: JustGiving

¿Por qué? En los años previos a la crisis, los inversionistas habían acumulado activos islandeses, y los islandeses mismos habían sacado una gran cantidad de deuda en moneda extranjera (porque esa deuda denominada en el extranjero tenía tasas de interés inferiores a las de la moneda islandesa). Cuando golpeó la crisis bancaria, el valor de la krona cayó en picada.

Los controles de capital protegieron a Islandia de varias maneras: desaceleraron la fuga de capitales; los inversionistas que habían acumulado grandes posiciones en activos islandeses no pudieron venderlos. También limitaron la medida en que los inversores que poseían activos denominados en krona en el extranjero podían obtener un rendimiento en divisas. Evitaron que esos activos fueran devueltos a Islandia y vendidos por kronas, que entonces podrían haber sido intercambiados fácilmente por otras monedas. Estos límites impidieron que la krona se depreciara tanto como lo hubiera hecho de otro modo.

Fuente: TravelRoach

El año pasado, el Gobierno comenzó a eliminar los controles de capital, al relajar las restricciones para los residentes del pequeño país. La semana pasada se eliminaron los últimos controles de capital. Además, en los últimos años, la recuperación económica de Islandia se ha visto reforzada por un auge turístico. En 2016, aproximadamente 1.8 millones de personas visitaron el país, según la Oficina de Turismo de Islandia, que representó un aumento del 40% respecto al año anterior. La tasa de crecimiento económico de Islandia aumentó en el último año, impulsado por el turismo, a un 7.2%.

La moneda del país se disparó un 18 por ciento frente al euro en el último año, mientras los operadores observaban las relativamente altas tasas de interés de Islandia.

Admirablemente, tomaron medidas extremas y con gran disciplina recuperaron la salud. No cayeron en la tentación de perennizarlas y hoy han podido normalizar su situación. Islandia espera que la medida abra el camino para que los fondos de pensiones islandeses inviertan en el exterior y mejoren las perspectivas para la inversión extranjera en el país. Lampadia

El final de una saga

Islandia levanta su control de capitales

Finalmente, el país marca una recuperación simbólica de su crisis financiera
Fuente: Alamy

The Economist
16 de marzo de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

Islandia fue una de las víctimas más afectadas por la crisis financiera de 2007-08, pero esta semana el país tomó medidas que simbolizan su recuperación. Levantaron los últimos controles sobre salidas de capitales, permitiendo que los fondos de pensiones e inversiones inviertan en el exterior. Y el banco central llegó a otro acuerdo con titulares extranjeros de activos congelados denominados en kronas, readquiriéndolos con un descuento.

La experiencia de crisis de este país fue una historia cautelosa de un sector financiero exuberante. Tres de sus bancos, con activos valorizados en 14 veces su PBI, se desplomaron en una semana; la krona se redujo en un 70% en un año; Islandia fue el primer país rico que necesitó un rescate del FMI desde Gran Bretaña en 1976.

Para frenar las salidas de capital y caídas adicionales de la krona, en 2008 el gobierno impuso restricciones al el dinero que salía del país. Las medidas también congelaron las explotaciones en alta mar de activos denominados en kronas, que en ese momento ascendían al 40% del PBI. Incluso el FMI, generalmente a favor de políticas de libre mercado más ortodoxas, apoyó los cambios. No obstante, el país experimentó una grave recesión, con un PBI que disminuyó en más de 10% ese año.

Ocho años después, las cosas parecen estar mejorando. El préstamo del FMI fue pagado rápidamente, en 2015. El PBI aumentó un 7.2% en 2016, impulsado por una explosión en el turismo: se espera que el número de turistas supere los 2 millones este año, siete veces la población. A medida que la economía se ha recuperado, las restricciones de capital se han relajado. Se espera que la última liberalización enfríe un poco la economía, dice Jon Danielsson del London School of Economics. Al detener la inversión en el exterior, los controles de capital pueden haber inflado los precios de los activos domésticos; los precios de la vivienda han subido alrededor de un 16% en un año. Las salidas también deberían reducir la presión sobre la krona, que subió un 16% frente al euro en 2016, pero ha caído un 3.5% desde el anuncio.

El problema de Islandia es que su ciclo económico no está en sintonía con los de otros países ricos, dice Fridrik Mar Baldursson, de la Universidad de Reykjavik. Antes de la crisis, los inversionistas buscaron beneficiarse de la brecha entre los altos tipos de interés islandeses y las tasas más bajas en otros lugares, endeudándose en el extranjero para invertir en Islandia. Con la tasa de interés de la krona ahora en 5%, el “carry trade” ha resurgido. El banco central está desvirtuado: si disminuye las tasas para disuadir al dinero extranjero, corre el riesgo de aumentar aún más la economía nacional.

Por lo tanto, aunque los controles sobre las salidas de capital se levantaron esta semana, se ajustaron los de entradas. Intentan atenuar la atracción de invertir en Islandia al hacer que los inversionistas mantengan el 40% de su dinero en cuentas que no devengan intereses durante al menos un año. Danielsson teme que especuladores insistentes encuentren una manera de entrar, pero la medida es al menos un paso en la dirección correcta para evitar la reanudación de la saga de 2008. Lampadia




Estamos preparados para una subida de tasas de la FED

La Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) prepara una posible subida de tasas. Las señales son cada día más claras y la gran pregunta es si esta vez los mercados emergentes están preparados para resistir el impacto. La última vez que la FED aumentó la tasa en diciembre de 2015, los flujos de capital hacia los mercados emergentes cayeron hasta 45%.

Ahora todas las señales indican que una nueva suba de tasas vendrá después de las elecciones presidenciales estadounidenses, cuando se tenga mayor certeza del panorama político.  ¿Qué ocurrirá entonces si Janet Yellen, presidente de la Reserva Federal, la lleva a un rango de 0.50% a 0.75%?

Fuente: www.activistpost.com

La respuesta parece clara: una subida en las tasas no dañaría a las economías de los mercados emergentes. A diferencia de hace unos años, ahora países emergentes como el Perú están bien preparados para las acciones de la FED, quienes además ya han digerido esta noticia y la ven venir hace varios meses.

El artículo del FMI que glosamos líneas abajo, indica que Tailandia tienen reservas equivalentes a tres veces su deuda externa de corto plazo. Pues el Perú tiene reservas de US$ 61,575 millones que equivalen a 32% del PBI y es 1.7 veces mayores a la deuda total (US$ 36,000 millones, 18% del PBI).

Uno de los miedos más fuertes de un fortalecimiento del dólar inducido por la FED es que causaría un debilitamiento de las divisas locales hace que el pago de la deuda en dólares sea mucho más caro. Pero el Perú ya se viene preparando para un escenario de alza de tasas de la Reserva Federal y, por consiguiente, de mayor volatilidad. Según Alfredo Thorne, “hemos reducido el costo en tasas de interés, hemos reducido el valor de la deuda y hemos tenido una demanda fenomenal, de cerca de S/24,000 millones, para un intercambio de S/10,250 millones”.

Además agregó que, “En intereses es cerca de S/120 millones y en capital, comparándolo con el valor presente neto de la deuda que canjeamos, llega a alrededor de S/80 millones. Hemos retirado US$600 millones de bonos globales [denominados] en dólares. Es una cosa muy difícil, nadie lo está haciendo. La proporción de soles en nuestro endeudamiento ha pasado de 45% a 47%. También hemos reducido los bonos de corto plazo, lo que nos ‘limpia’ la necesidad de amortizar en los próximos años.”

Al cambiar deuda pública en dólares a soles, se busca enfrentar de una manera más sólida una posible alza de tasas de interés en Estados Unidos. De esta manera se reduciría la concentración externa de obligaciones que tiene con organismos multilaterales.

Es importante resaltar que el Perú está en una situación muy especial en comparación al resto de los mercados emergentes. Casi no tenemos deuda, es de tan solo 25% del PBI, mientras que otros países como México o Colombia tienen alrededor del 50%. Además, Thorne recalcó algo esencial: “cuando Brasil perdió el grado de inversión, quedamos muy pocos emisores en la región con esa calificación y somos los que menos deuda tenemos ofertada en el mercado. Los inversionistas quieren que emitamos más, pero no tenemos ningún ánimo de endeudar más al país.”.

Esto nos defiende del otro gran miedo a la subida de las tasas: una fuga de capitales de las naciones emergentes buscando mayores rentabilidades. Sin embargo, desde una perspectiva macroeconómica, la subida de las tasas de interés si afectaría negativamente nuestro proceso de crecimiento, pues reduciría la inversión privada debido al mayor costo de financiamiento; y también al consumo privado, debido al mayor costo de la deuda. Pero al ser el Perú el país más atractivo para inversiones en  la región, podríamos evitar la mayor parte de las consecuencias negativas.

Por lo tanto, nuestra deuda es una de las más apreciadas en la región. Y la región en general se encuentra muy bien preparada para una subida de tasas. Lampadia

Los mercados emergentes están bien preparados para un aumento de la tasa de la FED, afirmaron los banqueros centrales durante el Panel de Discusión del FMI

Publicado por FMI

9 de octubre de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

De izquierda a derecha: el gobernador José Darío Uribe Escobar, el primer gobernador Ksenia Yudaeva, el gobernador Lesetja Kganyago, y el gobernador Veerathai Santiprabhob (Foto: FMI)

• Tailandia y otros han acumulado reservas de divisas

• La sólida economía de EEUU beneficia a los mercados emergentes

• Los tipos de cambio flexibles ayudan a absorber los choques externos

Las economías emergentes están bien preparadas para manejar cualquier consecuencia de un aumento en la tasa de interés de la Reserva Federal (FED), a diferencia de lo ocurrido en 2013, cuando fueron sorprendidos por la volatilidad de la moneda durante la llamada “taper tantrum” (amortiguamiento crónico), según los bancos centrales que participaron en un seminario del FMI.

Países como Tailandia han acumulado grandes reservas de divisas, lo que ayudará a absorber las salidas de capital que podría resultar de un endurecimiento de la política de la FED, señaló el gobernador del Banco Central de Tailandia, Veerathai Santiprabhob. En Tailandia, las reservas de divisas son tres veces más grandes que la deuda externa de corto plazo, dijo.

“Tenemos una reserva suficiente para hacer frente, los flujos de capital volátiles de  corto plazo “, señaló Santiprabhob, en una mesa redonda el 8 de octubre durante las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Washington DC.

Lo que es más, las proyecciones más recientes de la FED muestran que su objetivo para la tasa de fondos federales es poco probable que aumente mucho más de un rango de 0.25% a 0.5%, afirmó Santiprabhob.  “Creo que el mercado lo ha internalizado tan bien que no espera ver una interrupción importante en los flujos de capital”, dijo.

Una economía fuerte en EEUU

Lesetja Kganyago, el gobernador del Banco Central de Reserva de Sudáfrica, señaló que un aumento del tipo de interés de la FED podría ser positivo para los mercados emergentes, si es visto como un signo de fortaleza económica de Estados Unidos. “Una economía estadounidense fuerte es buena para la economía mundial, nos beneficiaríamos de eso”, señaló.

La llamada “rabieta cónica” del año 2013 se produjo cuando el entonces presidente de la FED, Ben Bernanke, señaló que el banco central estadounidense podría comenzar  pronto a reducir o disminuir sus adquisiciones de bonos, que se habían estado utilizando para parar las tasas de interés de largo plazo. Como resultado, los inversionistas retiraron dinero de los mercados emergentes y compraron activos estadounidenses ante las expectativas de mayores rendimientos, empujando el precio del dólar más arriba.

En la discusión del panel, los bancos centrales concordaron que la FED ha mejorado sus comunicaciones desde 2013, ayudando a preparar a los participantes del mercado sobre cambios en la política de las tasas, como la decisión tomada el pasado diciembre de elevar el objetivo de los fondos federales por primera vez desde 2006.

“En el período previo a la subida de tasas el año pasado, la comunicación era muy clara”, afirmó Kganyago. “Esta vez la comunicación también es muy clara”, agregó en referencia a las expectativas que la FED subirá su tasa de nuevo antes de que finalice el año.

Tipos de cambio flexibles

En términos más generales, los panelistas afirmaron que los bancos centrales de los mercados emergentes han adoptado políticas que han ayudado a sus países a absorber los choques externos, tales como la caída de los precios del petróleo y otras materias primas.

En Sudáfrica, cuando los precios internacionales de los metales extraídos en el país cayeron junto con otras materias primas, la consiguiente disminución en el valor del rand amortiguó el impacto cuando se midió en moneda local, dijo Maurice Obstfeld, Consejero Económico del FMI y Economista Jefe, quien moderó el panel.

La situación era similar en Rusia, que adoptó un tipo de cambio flotante a finales de 2014, dijo Ksenia Yudaeva, primer gobernador adjunto del Banco de Rusia. “Ayudó a que la economía se ajuste muy rápido a este choque”, agregó.

“En Colombia, el Banco Central ha permitido que la moneda flote libremente desde 1999, y se ha aprovechado de los períodos en que el peso se fortaleció para acumular reservas de divisas extranjeras”, dijo gobernador del Banco de la República de Colombia, José Darío Uribe Escobar. También argumentó que la volatilidad en sí mismo no era un problema, especialmente si se asocia con un limitado traspaso a la inflación y a bajas exposiciones en moneda extranjera por los hogares y empresas.

“Al igual que Tailandia, Sudáfrica empezó a acumular reservas de divisas, pero las utiliza para intervenir en los mercados de divisas sólo para suavizar la volatilidad y proporcionar liquidez para operaciones de gran envergadura, y no para dirigir el tipo de cambio”, dijo Kganyago.

Estas políticas han ayudado a los bancos centrales de mercados emergentes a lidiar con  cualquier eventualidad, tales como la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.

“Los problemas pueden venir de cualquier dirección. Nuestro trabajo es identificar las perturbaciones potenciales y estar preparados para reaccionar ”, dijo Yudaeva. Lampadia




“Alza del costo del financiamiento puede atrasar decisiones de inversión”

“Alza del costo del financiamiento puede atrasar decisiones de inversión”

Entrevista a Liliana Rojas-Suárez, economista, investigadora principal del Center for Global Development

Por: Luis Hidalgo Suárez

(Gestión, 21 de Agosto del 2014)

En entrevista con gestión, la economista advirtió que en un contexto en el que está disminuyendo la rentabilidad de proyectos de inversión, se podría romper el puente de inversión que garantice el crecimiento económico del país.

Llegan datos mixtos respecto a la economía mundial. ¿Cómo está la economía de Estados Unidos?

Está bastante bien y mejorando. El ‘bache’ del primer trimestre asustó a muchos, pero el segundo mejoró y las perspectivas para el tercero y cuarto son buenas. De Europa no hay mucho que decir, no se perciben cambios importantes en las políticas y está creciendo muy débil. En parte, ello se debe a que en Europa no existen mecanismos de reestructuración de deudas.

¿En ese contexto, cómo se comportarán los precios de las materias primas?

Los precios de las materias primas definitivamente no se van a recuperar a niveles altos. Si bien el crecimiento de EE.UU. podría hacer prever lo contrario, el crecimiento de China se está desacelerando y va a desacelerar más. Este año prevé 7.5% y creo que la va cumplir, pero a costa de demasiada expansión fiscal en inversiones que no necesariamente son productivas.

Entonces, por el lado de los precios y demanda de materias primas prevé un panorama negativo para economías como el Perú…

Así es, pero hay más, está el tema del tapering (retiro del estímulo monetario) y el alza de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de los EE.UU.

La FED anunció que en octubre próximo terminaría el tapering y subiría la tasa de interés a mediados del 2015…

Lo que pasa es que, en mi opinión, la FED está hoy entrampada en sus propios anuncios. Dijo que aumentaría su tasa de interés cuando bajara la tasa de desempleo en EE.UU. a 6.5% y cuando la inflación pasara la valla del 2%. El desempleo está en 6.1% y las proyecciones de inflación señalan que estará entre 1.8% y 2.2%, pero la FED dice que el desempleo de largo plazo es 6% y no 6.5%, y los analistas dicen que ya es tiempo de subir la tasa de interés.

¿Lo hará la FED, o esperará hasta mediados del 2015?

Ante el dilema de asegurarse de que la economía de EE.UU. esté totalmente recuperada y el riesgo de formar burbujas en los mercados de activos, la FED ha escogido lo primero, sabiendo que está tomando un riesgo.

¿Cuál es ese riesgo?

Los mercados de acciones en EE.UU., están ahora disparados. Pero lo que preocupa más es que el rendimiento de los bonos ‘basura’ (junk bonds) está muy alto. Entonces, la FED enfrenta un entrampamiento porque, si se recuerda, en mayo del 2013, cuando solo anunció que iba a comenzar el tapering, los mercados financiero a nivel mundial se volvieron locos y no quiere que vuelva a pasar eso si ahora anuncia una subida de tasas de interés; sin embargo, eso es lo que aconsejan los indicadores. Creo que la FED esperará.

¿Qué efectos puede tener eso para nuestro país?

Actualmente muchas corporaciones de Latinoamérica y de Perú están encontrando muy fácil colocar bonos en el exterior de capitales, es decir, ya no se están endeudando tanto en el sistema bancario (porque además las regulaciones bancarias se han endurecido). Mi preocupación es que si el aumento de la tasa de interés de la FED se demora y el endeudamiento de las empresas de la región a través de bonos continúa, cuando suba la tasa de interés de la FED, el costo de este financiamiento les pegará (subirá) y, además, esos bonos ya no serán atractivos (baja su rendimiento) en el mercado internacional.

¿Puede explicar eso?

A los proyectos de inversión nuevos que se están anunciando para el Perú, la subida de la tasa de interés de la FED los puede agarrar en el momento en el que estructuran su financiamiento, en cuyo caso el costo financiero podría subir.

El crecimiento de la economía peruana ha venido desacelerándose, pero las proyecciones oficiales indican que en el segundo semestre dará la vuelta y creceremos este año 4.0% a 4.5%. ¿Cómo ve el panorama?

Yo diría que máximo crecerá 4% este año. Definitivamente en esto hay factores externos, lo cual se demuestra en el hecho de que casi todas las economías de la región están desacelerando, pero también hay factores internos como el tema de la corrupción en gobiernos nacionales y sus efectos en la inversión pública. El tema es que muchos proyectos de inversión nuevos van a comenzar y si no hubiera ninguna restricción, con el ingreso de estos, la economía peruana podría seguir creciendo impulsada, pero eso no es tan sencillo.

¿Por qué?

Porque no solo es el hecho de que esos proyectos se decidan hacer (estén adjudicados) sino que está el tema del costo del financiamiento, que ya comenté, y el de las expectativas de rentabilidad de los mismos en un nuevo escenario mundial en el que China ya no crecerá tanto como antes. Entonces, probablemente el crecimiento del Perú se va a recuperar en el segundo semestre, pero yo no estaría tan optimista hacia más adelante por los problemas señalados, a los que se suman los de siempre: no se ha hecho mucho para ganar productividad, instituciones, infraestructura, capital humano, innovación, etc.

¿Cómo califica las medidas reactivadoras que ha dado el Gobierno para impulsar la demanda?

Yo diría que hasta cierto punto ha sido tímido y tardío, lo cual se ha juntado con el tema de corrupción en las regiones que ha atemorizado las decisiones de inversión pública. Pero, lo que va a jalar la economía peruana son los proyectos que ya están para iniciarse o han iniciado recién (Toromocho, Las Bambas, entre otros). Mi preocupación mayor es sobre el indicador de confianza.

No debe ría por que la encuesta del BCR dice que las expectativas de los empresarios se han recuperado…

Sí, pero viene afectado tanto por los factores externos: los inversionistas nacionales pueden preferir esperar a ver qué pasa con las tasas de interés de la FED, y ver cómo se acoda el mundo; como también por factores internos: estamos cerca de la etapa electoral presidencial. Por lo que puede ocurrir que se esté juntado lo que ocurre en el panorama internacional (subida de costos y disminución de rentabilidad) justamente con los factores internos. Y eso puede atrasar las decisiones de inversión de inversionistas nacionales.

¿Qué tanto debe preocupar la desaceleración del crecimiento de la economía?

Me preocupa el quantum, que la tasa de crecimiento caiga mucho no es buena señal. Pero más me preocupa si el ‘puente’ para asegurar el crecimiento futuro, que significan los nuevos proyectos de inversión grandes, se va a lograr o no.

Porque en el medio está toda esta subida de tasas de interés que viene de afuera (con el aumento de la tasa de la FED) y puede romper ese puente de crecimiento entre, además de los problemas que viene por el período electoral y porque no se ha avanzado mucho en el tema institucional y demás reformas (laboral, judicial, infraestructura) de segunda generación.

¿Qué se debería hacer?

Hay que tener un plan B, por ejemplo, líneas de crédito contingentes en el mercado. Pero además están las líneas de crédito de los organismos multilaterales; el Perú tendría que estar concretando ahora esas líneas de crédito (a tasas muy bajas por el grado de inversión que tiene) para que se activen en el momento que se requieran. Hay que prepararse.

¿Comparte la opinión de que el ‘milagro peruano’ se acabó?

En conferencias que he dado, siempre he dicho que no pongan al Perú como estrella, porque las estrellas se caen, y eso es parte de lo que viene pasándole a Brasil, a Chile. En el Perú se dieron muchas buenas cosas en materia económica, pero no un milagro, lo mejor fue el manejo macroeconómico que logró estabilizar la economía, y hay que mantener, pero hay reformas que se han quedado por hacer, por ejemplo, la del Poder Judicial, capital humano, reforma laboral, entre otros.

Moody´s elevó la calificación de riesgo crediticio del Perú argumentando la solidez fiscal. ¿Cuál es su opinión?

Las calificadoras de riesgo lo que ven es si los países tienen superávit fiscal. Pero no se dan cuenta que a veces la fortaleza fiscal es alta porque no se está gastando cuando se debe gastar.

Alto crecimiento del crédito no se mantendría

El crédito bancario en el Perú está creciendo a un promedio de 15%, pero Liliana Rojas considera que esta tasa no se sostendrá.

“Esas tasas de crecimiento no se van a mantener porque cuando suba la tasa de interés de la FED, todas las demás van a subir”, argumenta.

De otro lado, considera que si bien actualmente el BCR del Perú bajó su tasa de interés en 0.25 puntos porcentuales, “en algún momento, máximo a mediados del 2015 (cuando la FED suba) empezará a subirla”.

Es más, refiere, algunos bancos centrales, como el de Colombia, ya empezaron a subir las tasas de interés anticipándose a lo que hará la FED.

“Con ello, el costo del crédito va a subir y la tasa de crecimiento de este bajará. No me preocupa, se corregirá solo”, acota.

También opina que la disminución de la tasa de interés del BCR tenía que hacerse como señal de confianza a la inversión, porque “la política fiscal no estaba acompañando (para reactivar la economía), pero no la ha vuelto a bajar por que prefiere crear incertidumbre sobre el precio del dólar.