1

Buena chamba crece 112%

Buena chamba crece 112%

Las más recientes cifras del empleo muestran que el modelo económico peruano continúa generando más puestos de trabajo de calidad. Entre el 2001 y 2012, se crearon 5.6 millones, un crecimiento de 112%, pasando de 40 a 60% de la PEA. En 2013, las cifras de Lima Metropolitana confirman la tendencia.

Desde 2011 ya son 10.6 millones de peruanos que tienen empleo adecuado. En el 2012 se sumaron 800 mil más y otros 500 mil salieron del subempleo. La ministra de Trabajo señaló que en el 2013, el Perú cerró el año con casi pleno empleo (El Comercio 07/02/2014). Estas son buenas noticias, pero al parecer no para todos. En un reciente artículo, Alfredo Torres, analiza la situación del empleo en el Perú. Su reflexión puntualiza que a pesar de su crecimiento, hace falta contar con un mayor número de puestos de trabajo de mayor calidad, o en otras palabras, que más peruanos tengan un mejor trabajo. 

La debilidad de este tipo de mensajes, que enfatizan las fotos del momento y no las películas (procesos) de los períodos de análisis relevantes, es que nos pueden impedir reconocer las relaciones causa-efecto de los logros sociales y económicos del país. En ese periodo, se crearon 5.6 millones puestos de trabajo adecuado, elevando su número 10.7 millones,  lo que representa el 66% de la PEA (Población Económicamente Activa), mientras que en 2001 llegaba solo al 40%.

Esta tendencia positiva se mantuvo en el 2013. En Lima Metropolitana, que concentra una buena parte de la PEA, en el último trimestre del año, la población adecuadamente empleada alcanzó los 2.9 millones (de un total de 5 millones de la PEA limeña), creciendo 6.2%, mientras que el subempleo caía en 4.6%. Es más, si tomamos en cuenta a toda la población empleada, el 60% cuenta con un seguro de salud, creciendo 7.4%, mientras que los que no cuentan cayeron en 5.2%.

Las necesidades del hombre son infinitas, y siempre se puede aspirar a algo mejor. Los alemanes tienen un dicho “la perfección no es suficiente”, refiriéndose a la calidad de sus productos, y la constante innovación que estos deben tener. Así debiéramos exigirnos nosotros mismos, pero sin debilitar el análisis causa-efecto, que solo puede apreciarse en perspectiva. No podemos desconocer que existen cambios urgente por realizar, que pasan desde una profunda reforma educativa hasta elevar la capacitación de nuestros actuales trabajadores, como lo hemos reclamado en nuestra última nota: Urgentes acciones para mejorar el capital humano.

Lampadia




Desempleo en Perú dura en promedio 3 meses

Desempleo en Perú dura en promedio 3 meses

La duración del desempleo en el Perú es de 11.4 semanas en promedio, valor inferior a los estimados para economías desarrolladas. La persistencia del desempleo es contracíclica, y su corta duración estaría explicada también por las reducidas fricciones que se generan ante la alta informalidad laboral.  

Un reciente documento presentado por investigadores del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) analiza la dinámica de la duración del desempleo en la economía peruana -altamente informal-, con hallazgos que valen la pena comentar. Utilizando la Encuesta Permanente de Empleo (EPE), el estudio muestra que en el periodo 2002-3013 la duración del desempleo fue  de 13.1 semanas en promedio mostrando una clara tendencia decreciente. De esta manera, para el año 2013 la duración completa estimada se redujo a 11.4 semanas.

¿Qué determina la persistencia del desempleo en nuestra economía? Los autores encuentran una fuerte influencia del ciclo económico. Es decir, el desempleo tiende a ser más prolongado si la economía se encuentra en recesión que en el ciclo expansivo. Igualmente, la limitada cobertura de un seguro formal de desempleo –el cual incentiva la búsqueda de trabajo- y la informalidad laboral, que en la práctica ha eliminado las fricciones a la contratación y al despido (en un mercado con altas tasas de autoempleo y trabajo independiente), son factores importantes que explicarían la relativa corta duración del desempleo, en comparación a otras economías más avanzadas.

El caso peruano resulta interesante porque el mercado laboral está dominado por sectores como las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) y los independientes que son los que demandan menos regulaciones y fricciones, pues justamente son los que presentan las tasas más altas de informalidad. Como señala Elmer Cuba en una entrevista para Lampadia “no son la CONFIEP, ni la CGTP, los que representan ni siquiera la media, ni la mediana, del mercado laboral”, por lo cual es fundamental apuntar al grueso de quienes conforman la oferta y demanda de trabajo a la hora de diseñar regulaciones que apunten a formalizar y reducir los costos relativos de la generación de nuevos empleos.

Habría que señalar que el empleo adecuado se ha duplicado en la última década y el subempleo ha caído en 20%, al tiempo que el salario real por hora también creció a esta misma tasa, así lo señala Nikita Céspedes en un artículo publicado en Lampadia.

Semejante mejora en los citados índices laborales no tiene precedentes. Estos resultados son consecuencia directa del crecimiento económico sostenido experimentado en los últimos años, el cual ha reducido la tasa de desempleo a apenas 6%. Se debe tomar en cuenta que el Perú, todavía presenta altas tasas de informalidad laboral y se requieren políticas activas para dotar de mayor competitividad relativa al sector formal con respecto al informal. Lampadia