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Dejemos de trabar nuestro progreso

Dejemos de trabar nuestro progreso

Muchos países como China, Francia, Alemania y Chile están creando facilidades para captar talentos extranjeros y cubrir carencias, además de aprovechar de inversores, investigadores, trabajadores calificados y estudiantes con gran futuro para apoyar el crecimiento de sus economías. El Perú, sin embargo, hace todo lo contrario.

 Recientemente se emitió el TUPA (Texto Único de Procedimientos Administrativo) detallando los procedimientos para “unificar, reducir y simplificar” (sic) los requerimientos migratorios, supuestamente con el propósito de eliminar las trabas existentes. Sin embargo hace todo lo contrario. No solo no ha eliminado los obstáculos, sino que ha creado nuevos, volviendo cada vez más difícil promover la presencia de extranjeros. Esto parece una oda al chauvinismo.

Esto es contraproducente.  Afecta a la inversión extranjera, que es tan importante y necesaria para el país. Los políticos a menudo argumentan que los países emergentes deberían promover la inversión extranjera para facilitar el crecimiento económico. (Ver en Lampadia (L): Hay que alentar la inversión extranjera directa).

La teoría señala que la tecnología, los conocimientos y las técnicas introducidas por los inversores y los directivos extranjeros experimentados se extenderán al conjunto empresas de capital nacional. Se considera que la IED (Inversión Extranjera Directa) y otras formas de inversión internacional desempeñaron un papel fundamental, por ejemplo, en el rápido crecimiento económico de los Tigres Asiáticos (Singapur, Corea del Sur, Hong Kong y Taiwán) desde 1960 hasta la década del 90. Fue la mayor fuente de financiamiento externo de las economías emergentes. Su importancia es clara y esencial para países en crecimiento como el Perú.

Actualmente ya se ha contraído la IED en el país, cayendo casi 17% durante el 2013, según Cepal, a diferencia delaumento de 49% del año anterior.

Debemos retomar la tendencia al alza de las IED, además de promover la captación de extranjeros en distintos sectores para cubrir carencias actuales. Además, debemos aprovechar este mundo de “movilidad global”, donde profesionales y empresas están abiertos a mudarse y trasladarse a donde más les convenga. Sobre todo ahora que en Europa hay un altísimo desempleo, especialmente juvenil, que son hombres y mujeres con las mejores formaciones académicas y capacidades.

Los ciudadanos quieren, más que nunca, comodidad. Quieren vivir donde ellos consideran que pueden lograr sus sueños o en un lugar que ofrezca oportunidades que les atraigan. Quieren trabajar donde quieren vivir. Ya no existen barreras de comunicación, ni de distancia. Esto se aplica tanto a las empresas como a sus líderes, a jóvenes emprendedores, a científicos y a ambiciosos estudiantes.

Los gobiernos se están adaptando con mayor rapidez a la economía global que existirá mañana, para superarse. Están aprovechando este mundo sin fronteras para conseguir las herramientas que necesitan en todo ámbitoy captar a las personas más capacitadas para lograrlo.

 

Los “visados para talentos” se han vuelto populares, y países como China los están utilizando para dar permisos de estancia en el país. Una especialista en inmigración del Instituto de Tecnología de Pekín, Liu Guofu, afirmó que China está buscando atraer a “candidatos con experiencia en liderar multinacionales, expertos en las áreas de ciencia y educación, y personalidades de renombre en el mundo de la cultura y el deporte”.

Este sistema no es una novedad. En el 2012 The Economist publicó un  artículo “El encanto de Chilecon Valley”, en el que detalla la interesante idea del programa “Start-up Chile”, que selecciona las empresas de jóvenes promesas y da a sus fundadores el equivalente de US$ 40,000 y una visa de un año para ir a trabajar en sus ideas a Chile. Según la publicación, “A cambio del dinero que reciben, se espera que los extranjeros compartan sus conocimientos, por ejemplo, capacitando a los empresarios locales y dando charlas. Entre el 2010 y 2012, los participantes de “Start-Up Chile” realizaron casi 380 reuniones y participaron en más de 1,000 talleres y conferencias.

Un caso particular que mencionó The Economist fue el de Claudio Camino, un joven emprendedor italiano que quería crear juegos para celulares que otras empresas podrían entonces utilizar para hacer publicidad de sus productos. Cuenta el artículo que “inversionistas en EEUU estaban dispuestos a apoyarlo, pero sólo si podía quedarse en el país. Camino descubrió que era probable que se le niegue una visa, y que incluso si la obtuviese, se enfrentaría a una larga espera – para entonces sus juegos serían probablemente obsoletos. Así que llevó su idea a Chile donde le concedieron la visa en dos semanas, y ahora (2012) está fundando su segunda start-up, llamada FanChimp, que ayuda a empresas a encontrar nuevos clientes a través de Facebook”.

Es hora de que el Perú también reaccione, y fomente la captación de extranjeros capacitados para seguir mejorando, cubrir nuestras deficiencias y aprender de ellos. Además, si consideramos que el Perú es todavía un país en construcción, podemos acoger profesionales en todas las especialidades. Con ellos podríamos dar un salto inmenso en capacitación y compensar buena parte de nuestras deficiencias educativas. Contamos con reservas productivas inmensas y diversas, desde las más tradicionales a las más sofisticadas (como las vinculadas a la genética). También tenemos carencias en educación-salud, instituciones, infraestructuras, tecnología y lucha contra la pobreza. Por lo tanto, somos uno de los mejores destinos para lo que podría llamarse “La nueva América del siglo XXI”.

No nos olvidemos de la fuerza de los migrantes y su impacto en el desarrollo. ¡Hagamos el mejor programa de atracción de migrantes capacitados: “Perú: La nueva América del Siglo XXI”, oportunidades para los mejores ciudadanos del mundo! Lampadia