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El triunfo del marxismo

El triunfo del marxismo

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia
 

La victoria de Gabriel Boric en Chile ha sorprendido a muchos, porque la experiencia de ese país en el último medio siglo muestra claramente el fracaso del socialismo que intentó aplicar una coalición marxista en 1970, que desató una crisis económica atroz y un caos social espantoso, y el éxito de una política económica de mercado que, adoptada tanto por la dictadura de Augusto Pinochet como por los gobiernos democráticos que lo sucedieron, llevó a nuestro vecino del sur a una prosperidad sin precedentes. A tal punto que se creía que Chile estaba camino a convertirse en un país del primer mundo.

Hoy día está a punto de entrar en la senda que varios otros países de la región, arruinados por políticas populistas de izquierda.

  • En el título de este artículo no me refiero en verdad al éxito de Boric, que además de pertenecer a la nefasta corriente del Socialismo del Siglo XXI, es muy joven, sin experiencia y con una trayectoria que se reduce a la agitación estudiantil. 

  • Un partidario de las políticas más extremistas y un radical crítico de todos los valores de la Civilización Occidental y Cristiana que, además, jamás ha trabajado en su vida ni ha gestionado nada. Es decir, ideológicamente extraviado y sin ninguna trayectoria que muestre que podría liderar su país hacia la prosperidad.

Aludo más bien al triunfo de las ideas del marxismo heterodoxo, encarnado en la escuela de Frankfurt, que desde hace un siglo sostiene que la batalla contra el capitalismo y la democracia se da en el terreno de las ideas, de la cultura y el arte, en los medios de comunicación y las universidades. Los de Frankfurt, brillantes filósofos alemanes, entendieron desde principios de la década de 1920 que Carlos Marx se había equivocado, que el proletariado no era el sujeto revolucionario, que no se empobrecía ni luchaba por destruir el sistema, sino que prosperaba y peleaba por mejorar sus condiciones de vida. Y que en los países ricos del norte lo conseguía y cada vez se integraba más.

Ellos se dieron cuenta que había que cambiar de discurso, convencer a los intelectuales, a las clases medias, soliviantar a los jóvenes, a las mujeres, a las minorías, etc. Y, sobre todo, interpretar el mundo de manera sesgada, repitiendo historias falsas o medias verdades para socavar el sistema, ganando las mentes de sus adeptos. (En el caso de Chile, por ejemplo, el cuento de la desigualdad, que, por supuesto existe como en todas las sociedades humanas, ocultando el hecho de que todos han mejorado sustancialmente y que las propuestas socialistas conducen inevitablemente a empeorar la vida de la inmensa mayoría).

Por el contrario, las derechas asumieron una suerte de marxismo vulgar, creyendo que el crecimiento económico determinaba completamente la superestructura, las ideas y valores de la gente. Así, si un país crecía y prosperaba, los ciudadanos espontáneamente serían conscientes de eso y respaldarían el libre mercado y la democracia, rechazando a los comunistas, revolucionarios, socialistas del siglo XXI y toda la fauna que intenta destruirlos.

Desde mediados del siglo pasado, por ejemplo, se popularizaron las teorías que supuestamente demostraban que los países que alcanzaban un determinado nivel de prosperidad, un cierto ingreso per cápita que superaba un umbral, se convertían en democráticos y eran inmunes al virus comunista y totalitario. Ahora está claramente comprobado que no es así. 

Paradójicamente la escuela de Frankfurt fue financiada desde sus orígenes por las grandes fortunas del mundo y por los gobiernos de las democracias avanzadas. Y así sigue ocurriendo hoy día, con sus herederos, ONG, think tanks, universidades, medios de comunicación y personas.

Es indispensable que no se pierda de vista la necesidad de enfrentar al comunismo, al socialismo del siglo XXI y al marxismo heterodoxo, desde el campo de las ideas, que la urgencia de las importantes batallas políticas del momento no postergue para más tarde un combate que es decisivo para poder derrotarlos ahora y mañana. Lampadia

 



Evo y el Turismo

Evo y el Turismo

Carlos Milla Vidal
Desde Cusco
Para
Lampadia

Este es el primero de una serie de artículos que demuestran por qué Evo Morales no es bienvenido al Perú. 

El propósito desestabilizador y la fuerte influencia que el MAS (Movimiento Al Socialismo, -partido de Evo-) trata de ejercer en el Sur Peruano, no deben ser tolerados por los peruanos bien nacidos.

Evo ya destruyó a su país (que antes de la pandemia tenía casi 40% de pobres, ahora debe estar en más del 50% -más del doble que nuestro país-), y pretende hacer lo mismo con Perú, pues sólo en pobreza progresa el socialismo.

Aprovecha la presencia de Castillo en Palacio, y apela a la pretendida “hermandad de nuestros pueblos”.

Turismo:
Si hay dos países que son por vocación absolutamente destinos complementarios para el turismo; éstos son Perú y Bolivia. Y si hay una actividad que por naturaleza distribuye los ingresos a través de altas tasas de generación de empleo y prosperidad, ese es el Turismo.

Compartimos el lago navegable más alto del mundo. Compartimos raíces históricas. Tiawanaku ha sido un primer intento de confederar las Naciones andinas antes del tawantinsuyu. Tenemos recursos arqueológicos, culturales y naturales similares. El salar de Uyuni es una maravilla, y su visita es por naturaleza complementaria a los atractivos de Perú.

En la década de los 80, los empresarios de ambos países entendimos que la mejor forma de promover el turismo en esta parte del mundo, era juntos. Unimos esfuerzos de promoción. Lanzamos programas y ofertas, impulsamos mercados en Latinoamérica (Brasil) y Europa.
Asistíamos juntos a Ferias internacionales.

Las empresas bolivianas eran líderes en transporte turístico lacustre (Crillon tours, lanzó viajes por Aliscafo, y Transturin, por catamaranes turísticos).  Los Ríos de la selva boliviana (Beni y Mamoré) tenían cruceros fluviales.  Esa infraestructura está ahora deteriorándose en los puertos lacustres y fluviales.

Recientemente una empresa privada boliviana abrió vuelos al salar de Uyuni. Hoy lamentablemente cancelados. La creatividad de los bolivianos hizo que se construyan hoteles de SAL (que después fueron dinamitados por antisociales, con la complacencia de las autoridades).  

La infraestructura aérea boliviana es aún envidiable.  Tiene tres aeropuertos internacionales (El Alto en La Paz, Viruviru en Santa Cruz y Wilsterman de Cochabamba-este con dos pistas-)
La compañía estatal (Lloyd Aéreo Boliviano), fue en los años 80 la primera línea internacional en hacer vuelos regulares a Cusco. Frecuentemente entraban vuelos chárter de Sao Paulo, (con escala por las regulaciones aerocomerciales).

Perú y Bolivia, se consolidaron no sólo destinos complementarios, sino que Machupicchu tuvo una puerta alternativa por Bolivia (cuando el terrorismo de Sendero luminoso, cerró el acceso por Lima).

En resumen: en aquellos años, se construyó una fuerte relación entre nuestros dos destinos, y la tendencia era a consolidar, no sólo con equipamiento e infraestructura complementarios, sino con fuertes flujos crecientes de turismo internacional, principalmente europeos,
pero también americanos.

¿Qué hizo Evo?

Una de sus primeras decisiones fue imponer la necesidad de obtener una VISA de turismo para ciudadanos de muchos países del mundo. El pretexto era una pretendida reciprocidad, por dignidad, pues, si Estados Unidos requiere VISA a Bolivia, este “país soberano” debe también
exigir la VISA.

La decisión tenía una motivación claramente política y le ha costado al país, el colapso de su industria turística. Esto se ve, en las cifras (menos de 700,000 turistas en el 2018, incluidos los visitantes de frontera).

En los últimos 20 años, no hay inversiones importantes en Hotelería y Turismo.
La compañía aérea (Lloyd) ha sido quebrada, con la intervención del Estado, y sustituida por otra (BOA) cuya prioridad no es la conectividad para el Turismo. La clara hostilidad hacia otras compañías (AMASZONAS), ha hecho que se cancelen destinos internacionales y sean sumidas en una grave crisis. En la visión “soberana y patriótica” del Señor Morales no cabe el Turismo, pues la considera actividad “alienante”. Por el contrario, el Perú ha crecido sostenidamente, y sus cifras son seis y media veces más altas.

¿Y ahora, qué está haciendo Evo en el Perú?

Desde hace muchos años, su influencia en el altiplano peruano, bajo el pretexto de construir una Nación Aymara trinacional, encontró eco en dirigentes extremistas como el ex gobernador Walter Aduviri, condenado por la Justicia Peruana.

Recordemos que luego del AYMARAZO, la violencia desatada en el altiplano, hizo inviable cualquier recuperación del Turismo en Puno. El año 2014, se contabilizaron casi 70 días de PARO GENERAL, donde ninguna actividad era posible. Es decir… ese año tuvo sólo 295 días en Puno.
Eso influyó en que la dinámica del Turismo en esa Región, se detenga casi en seco.  Y todo por los discursos violentistas de los dirigentes Aymaras azuzados por Evo Morales.

Ahora quiere seguir dinamitando el Turismo, y escoge Ollantaytambo (puerta de ingreso a Machupicchu) para su asamblea de RUNASUR. Sus “bases” son las comunidades rurales, y “Los porteadores”, que son precisamente activos agentes económicos del Turismo. Sin embargo, muy susceptibles a escuchar discursos anti empresariales, escondidos bajo el pretexto de la “dignidad”.

¡EVO… NO ERES BIENVENIDO!!!  Lampadia




Perú Libre, Castillo y Cerrón, engañan a los peruanos

Perú Libre, Castillo y Cerrón, engañan a los peruanos

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Haciendo honor a la tradición de la mentira como mecanismo para la toma del poder de los regímenes que han instalado el comunismo o el socialismo del siglo xxi, Perú Libre (PL) ha lanzado en provincias una campaña mentirosa y falseante para promover una asamblea constituyente que solo cuenta con el apoyo del 20% de la población.

Líneas abajo mostramos la transcripción del audio propalado por PL y nuestro análisis que desnuda las mentiras del partido de gobierno.

Veamos parte por parte:

Manipulación política

Las constituciones, la máxima norma de los estados democráticos, establecen su estructura, regulando la separación de poderes, sus controles y equilibrios. Fijan los derechos y libertades de los ciudadanos y limitan el poder del Estado en relación a los mismos. También pueden delimitar el sistema económico y establecer prioridades para el desarrollo de la sociedad.

Las constituciones no regulan las normas para la lucha contra la corrupción, esa tarea corresponde a los cógigos civiles y penales del sistema judicial.

Otra manipulación

Las constituciones no se cambian, se reforman. El espíritu de una Constitución es dar un marco de largo plazo para el desarrollo de los ciudadanos y las empresas.

Los países más desarrollados nunca cambian su Constitución. Esto solo se hace en países instables que dan dos pasos adelante y otro atrás.

Nuestra Constitución establece con precisión los mecanismos para hacer reformas. Eso no es un disfraz.

Mentiras abiertas

La Constitución de 1993 fue definida por el Congreso Constituyente Democrático, formado por 80 miembros elegidos democráticamente por todos los ciudadanos en elecciones libres, en representación de 10 partidos o agrupaciones políticas distintas.

Los constituyentes debatieron públicamente durante dos años, y la Constitución fue presentada al país para su aprobación mediante un referéndum que recibió el voto del 52.24 % de los peruanos.

Más mentiras y distorsiones

Con la Constitución de 1993, la capacidad productiva del Perú se multiplicó extraordinariamente en muchos sectores económicos, generando empleo a lo largo y ancho del país, y recursos fiscales que el Estado no supo emplear en los servicios públicos, muchas veces por corrupción.

El Estado tiene soberanía en todo nuestro territorio, especialmente después de haber derrotado al terrorismo del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso.

Ya no hay empresas públicas que generaban inmensas pérdidas económicas a todos los peruanos, daban muy malos servicios y eran el refugio de funcionarios corruptos.

Otra manipulación

Los peores monopolios son los que manejan los Estados, porque no están sujetos a ningún control.

El artículo 61° de la Constitución establece que “El Estado facilita y vigila la libre competencia. Combate toda práctica que la limite y el abuso de posiciones dominantes o monopólicas. Ninguna ley ni concertación puede autorizar ni establecer monopolios”.

Salvo excepciones de menor impacto, en el Perú no se especula con los precios. Tenemos una economía social de mercado que establece la competencia abierta. Por ejemplo, los servicios públicos que se privatizaron, bajaron muy importantemente sus precios, mejoraron la calidad y cobertura de sus servicios; tal como les consta a todos los ciudadanos. Más  bien la especulación aparece cuando se controla los precios, porque se genera escasez.

Torciendo la realidad

Al contrario, la única manera de sostener los servicios básicos es tener un sector privado que invierta, crezca, genere empleo y recursos fiscales para que el Estado pueda mejorar la educación y salud públicas, invertir en infraestructuras y tecnología. Sin la generación de riqueza que produce la inversión privada, el Estado solo podría repartir pobreza.

La economía social de mercado es el sistema que permitió a Alemania salir de la Segunda Guerra Mundial para convertirse en una potencia global.

Nuestro sistema económico está a mitad de camino. Desde que se dio la Constitución de 1993, el Perú se recuperó de la condición de ‘Estado Fallido’.

Ver la siguiente evidencia:

No nos dejemos engañar, el afán por cambiar la Constitución es solo una maniobra para tomar el poder absoluto y someternos a un Estado mandón que no nos deje trabajar ni crear riqueza. Lampadia




Las inconsistencias del igualitarismo

Las inconsistencias del igualitarismo

Muy poco se ha discutido en el ambiente académico peruano sobre los motores psicológicos que impulsan el discurso igualitario del socialismo, el comunismo y de otras ideologías colectivistas que han fomentado las izquierdas históricamente en nuestro país. La crítica de los liberales peruanos ha ido más en la línea de los trabajos de Hayek, en torno a la imposibilidad del cálculo económico de estos sistemas, lo cual ha redundado inevitablemente en pobreza, miseria y corrupción como se ha visto en los casos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, en nuestra región.

Sin embargo, consideramos que la mente humana no puede dejarse de lado para comprender estos fenómenos. El gran Axel Kaiser, uno de los principales exponentes del liberalismo latinoamericano, recientemente dedicó unas líneas en el diario El Mercurio a analizar una de las principales motivaciones del igualitarismo, la envidia, a la vez que desentraña las inconsistencias intertemporales que se desprenden del argumento de igualdad de oportunidades y la ambigüedad de conceptos tan poco comprendidos como la meritocracia.

Muy interesante análisis que desmantela la supuesta moralidad de estas peligrosas ideologías, utilizada para justificar diversas políticas de redistribución del ingreso como los impuestos a la herencia, pero que también aplica a otro tipo de impuestos que se han puesto de moda en nuestra región y en particular, en nuestro país, como los impuestos corporativos o las sobre ganancias mineras. Lampadia

Entre justicieros y culposos
La envidia y la sociedad

Fundación para el Progreso – Chile
Axel Kaiser
Publicado en El Mercurio
21.08.2021

La envidia, escribió John Stuart Mill, es “la más antisocial y odiosa de todas las pasiones”. Y es también, como observó Helmut Schoeck en su monumental estudio sobre el tema, un impulso que se encuentra en el corazón de la vida colectiva y que surge por el mero hecho de que somos capaces de compararnos con otros. Una cierta predisposición a la envidia caracteriza, por lo tanto, al ser humano en tanto creatura social.

No deja de ser curioso que, siendo la envidia una de las constantes más relevantes de la vida en común, se encuentre totalmente ausente del debate público. Ello es especialmente problemático cuando se considera que, como bien afirmó Schoeck, “la mayoría de los logros que distinguen a los miembros de sociedades altamente modernas y diversificadas de las sociedades primitivas —el desarrollo de la civilización en otras palabras— son el resultado de las innumerables derrotas infligidas a la envidia y al hombre como ser envidioso”.

Ahora bien, desde el punto de vista de la psicología del hombre envidioso, el problema no es uno de falta de reciprocidad. El envidioso, explica Schoeck, no espera que quien resulta ser el objeto de su envidia le corresponda con envidia, como ocurre, por ejemplo, con el amor o la amistad donde sí se espera reciprocidad. La envidia hunde a la persona que la padece en autocompasión y lástima por sí misma, llevándola a querer ver al otro “robado, desposeído, humillado o herido” por el mero hecho de poseer ciertas cualidades. Pero no se trata tampoco de querer robarle a ese otro lo que tiene para disfrutarlo, pues el ladrón no envidia a su víctima y al envidioso no le interesa necesariamente quedarse con lo ajeno. La motivación es más profunda y perversa.

Dado que, a pesar de ser detonada por desigualdades que no están bajo su control, la envidia es una emoción que surge y se reafirma en la psiquis del envidioso, esta gira sobre sí misma y no puede ser jamás satisfecha. Así, cualquier desigualdad, incluyendo pequeñas diferencias de ingresos, una mejor apariencia física, mayor éxito social, un superior estado de salud, entre otras, puede convertirse en objeto de envidia. El poder destructivo de esta pasión es tan gigantesco que no existe sistema social alguno que no haya desarrollado fórmulas para contenerla, siendo las religiones probablemente las más efectivas, al punto de que ninguna religión conocida carece de una explícita condena de la envidia. Del mismo modo, sin embargo, en la vida social surgen narrativas o ideologías que son racionalizaciones de la envidia y que la utilizan como motor para avanzar agendas de poder.

El socialismo y diversas teorías de la igualdad son ejemplos de envidia racionalizada. Este argumento es tan contundente que John Rawls, el más influyente de los liberales igualitarios, se haría cargo de él en su famosa obra Una teoría de la justicia, explicando que su teoría no podía considerarse una manifestación de envidia debido a las condiciones bajo las que se formulan los principios de justicia que la componen.

Pero en la práctica, ideologías que sostienen que las posiciones de ventaja económica y social que poseen ciertos grupos son injustas por no ser producto del mérito son, sin duda, manifestaciones de envidia. El mérito, como es obvio, es un concepto imposible de definir o cuantificar, salvo de manera arbitraria.

  • ¿Cuánto mérito tiene un premio Nobel en Ciencias que nace con una inteligencia varias veces superior al resto?
  • ¿O un deportista que se hace rico gracias a su talento innato y las características físicas heredadas de sus padres?
  • ¿O un exitoso abogado que trabaja duro y que además ha seguido una tradición familiar?
  • Quién tiene más ventajas inmerecidas ¿una persona que nace en la riqueza, pero con mala salud o una más pobre con perfecta salud?

En todos esos casos hay condiciones heredadas que no son producto del mérito personal y que son decisivas para el éxito o fracaso de los individuos.

Si quisiéramos igualar oportunidades en todas las dimensiones relevantes para el éxito de una persona, tendríamos que intervenir su familia, su educación, su salud, sus amistades e incluso su genética, de modo que cualquier diferencia de éxito resultante sea solo producto del mérito. Esto, como advirtió Friedrich Hayek, sería únicamente posible en un sistema totalitario. Que el discurso igualitario que denuncia a quienes tienen más por el hecho de haber tenido mejores oportunidades es envidia disfrazada de justicia queda aún más claro cuando se entiende su propia inconsistencia. Todo el punto de igualar oportunidades, nos dicen, es que las personas salgan adelante, lo cual, es de suponer, implica que puedan dar a sus hijos mejores oportunidades que las que tuvieron ellos. Sin embargo, en la misma lógica de dicha teoría esto se debería considerar “injusto”, porque los hijos de los nuevos ricos que partieron pobres ahora tendrán oportunidades que no son producto de su mérito, dándoles así una ventaja “inmerecida” frente a otros. De este modo, quienes tienen éxito, salvo que lo obtengan bajo condiciones de perfecta y universal igualdad de todas las oportunidades, serán siempre tratados como unos privilegiados que deben algo al resto.

  • El discurso público, por cierto, se encarga de recordarles su supuesto privilegio, como si fueran herederos de dinastías feudales que deben vivir pidiendo perdón por sus ventajas “injustas”.
  • Ellos, por su parte, se muestran públicamente culposos para aplacar la envidia en su contra y hacen permanentes gestos de autoflagelación —o se unen al Frente Amplio o a alguna causa jesuita— para demostrar su pureza moral haciendo alarde de la deuda que declaran sentir con los que tienen menos.

Por supuesto se trata aquí nada más que de un mecanismo de supervivencia social en virtud del que un grupo cree que, mostrándose culpable, es decir, cediendo ante el discurso de la envidia disfrazado de justicia, tendrá más opciones de mantener su posición de ventaja.

Pero la envidia, como vimos, no puede ser contenida ni con demostraciones de culpa, ni intentando eliminar el objeto que la provoca, pues se trata de una emoción autorreferente que siempre encontrará un objeto sobre el cual proyectarse. Lo que sí puede aplacarla son discursos que recuerdan su poder destructivo y una ética, como la liberal, que celebra el éxito individual y grupal honestamente conseguido. Por el contrario, las sociedades que avanzan sin control por la senda igualitarista, con élites culposas que la validan —a veces al punto de fomentar la revolución— corren serios riesgos de verse destruidas.

Desde luego existen niveles de envidia institucionalizada que resultan tolerables como, por ejemplo, el impuesto progresivo a la renta. Este se defiende bajo el argumento de que los que ganan más deben pagar más, pero es obvio que siendo el ingreso una función del valor creado para otros, los más ricos no tienen una deuda que deba ser corregida mediante un trato legal desigual. Más claro resulta el carácter punitivo del impuesto progresivo cuando se considera que, en los márgenes altos, la recaudación que consigue suele ser irrelevante.

Otros casos de envidia institucionalizada como impuestos confiscatorios a la herencia o al patrimonio son menos tolerables para una sana vida social. Aunque disfrazados de justicia, es evidente que, como el anterior, se trata de castigos a quienes son más exitosos. Su recaudación, también irrelevante, prueba este punto, pero su fundamento en la envidia es aún más claro cuando se analiza el hecho de que su justificación moral usualmente consiste en un torcido igualitarismo que no se hace cargo de las devastadoras consecuencias que este tipo de medidas produce sobre el orden social, especialmente en la vida de los más pobres.

Analizando el tratamiento político y los efectos de impuestos punitivos como el impuesto progresivo a la renta y el de herencia, Schoeck señaló que “reclamar motivos humanitarios cuando el verdadero motivo es la envidia… es un recurso retórico favorito de los políticos hoy y lo ha sido por los últimos ciento cincuenta años”. Para Schoeck, estas prácticas implican una regresión que nos sitúa nuevamente en la situación de pueblos primitivos cuyas costumbres antimodernas hacen inviable el progreso social. En otras palabras, es del grado en que se permita la institucionalización de la envidia que dependerá, en última instancia, el futuro de una sociedad. ¿Lo irán a tener presente nuestros constituyentes? Lampadia




“Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”

“Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”

La imperecedera proclama de otro cusqueño del Bicentenario: Rafael Ramírez de Arellano.

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

El Cusco es visto como una región roja. Una zona donde sus ciudadanos son proclives al socialismo en sus diferentes vertientes. Intelectuales de izquierda ha habido muchos. Dirigentes radicales, unos más simpáticos e ilustrados que otros, abundan. Embelesados con las utopías marxistas sobran. Hay tantos que hasta llegan a ser ministros. Sin embargo, el Cusco no es solamente cuna de marxistas y comunistas. Esta ciudad también ha acunado a pensadores liberales que el relato ha eclipsado, distorsionado o ignorado.

En el bicentenario de nuestra Independencia, es oportuno recordar a tres de ellos, cuyo común denominador además del derecho, son sus ideas en defensa de la libertad individual.

  • Nos referimos a Rafael Ramírez de Arellano (principios del siglo XIX),
  • Víctor J. Guevara (principios del siglo XX) y a
  • José Antonio Olivares Morante (recientemente fallecido).

En esta primera entrega me ocuparé del primero de ellos: el jurista liberal Rafael Ramírez de Arellano.

En 1813, Rafael Ramírez de Arellano, escribió una proclama con la cual he querido titular este artículo: “Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”

En este documento, pionero para su época, Ramírez de Arellano nos deleita con un conjunto de conceptos que para ese momento y ese contexto político aún colonial, eran de avanzada:

  • “amor o amistad por la Constitución”
  • “soberanía popular”
  • “responsabilidad en el manejo del erario público”
  • “responsabilidad de los funcionarios públicos por la justicia y los derechos de los ciudadanos”
  • “derecho de acción frente a la más leve afrenta a la Constitución”, entre otros.
  • “los tribunales de justicia como perseguidores del fraude”

Aquí algunos extractos de este valioso documento que describe el pensamiento liberal de uno de estos otros cusqueños a quienes el pensamiento colectivo no sedujo:

  • “De este modo la Constitución es la viva voz del Pueblo en resumida soberanía, inmune del error, del engaño, fraude y tiranía, males que ningún individuo podría elegir para si mismo”.
  • “El erario público no será el fomento de una ilimitada profusión, ni se prodigará sin responsabilidad, para reponerlo con opresión.”
  • “Todo hombre tiene acción para acusar la más leve transgresión a la Constitución fundamental”
  • “Los funcionarios públicos, jamás árbitros en la ley, son responsables en su persona para la inviolabilidad de la justicia, y para que se miren con respeto los derechos individuales de cada miembro de la sociedad”
  • “El supremo tribunal de justicia es un argos a cuya vista no se ocultará el más recatado fraude”. [Argos se refiere a una persona muy vigilante].
  • “(La Constitución) ella misma escarmentará a esos fanáticos reos de lesa Constitución que tal vez meditan profanar tan sagrada ley y fascinar a los crédulos. Denunciad y señalad con el dedo a esos anti-ciudadanos que a toda luz jamás osarán presentarse. Esos son nuestros enemigos, esos los opuestos a la justicia y la verdadera felicidad intentan perpetuar la degradación de nuestra dignidad y grandeza”.

Después de esta Proclama en pro de la Constitución de Cádiz que fue la primera señal de apertura liberal de la monarquía colonial española y primera expresión de relativa soberanía popular, Ramírez de Arellano fue miembro de Congreso Constituyente de 1822 y del posterior de 1833, que elaboró la Constitución de 1834.

Sus ideas, en tiempos tan oscuros como los que empieza a vivir nuestra patria, son muy actuales, válidas y oportunas. Y su recuerdo una necesaria reivindicación a la intelectualidad local de dos siglos, que no solamente escribe con tinta roja. Su proclama, por lo demás, un slogan oportuno para la hora presente: “Los verdaderos hijos de la Nación, son los amigos de la Constitución”. Lampadia




“El 28 de julio pediremos al Congreso que agende instalación de la Asamblea Constituyente”

“El 28 de julio pediremos al Congreso que agende instalación de la Asamblea Constituyente”

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

El mismo día que Pedro Francke, el eventual encargado del tema económico en Perú Libre se reunía con un grupo de banqueros y les decía todo lo que ellos quieren escuchar, el líder del partido, Pedro Castillo, se reunió con miembros del magisterio para afirmar, entre otras cosas, que su primer anuncio, el 28 de julio, sería para pedir la instalación de una asamblea constituyente.

Ver la presentación de Castillo (abajo a la izquierda) y el detalle sobre el anuncio de la asamblea constituyente (abajo a la derecha).

https://youtu.be/0-uXgisZdS0                                         https://youtu.be/aOI80z14k08​

Castillo planea ir adelante forzando el cambio de Constitución con una asamblea integrada por representantes de las llamadas organizaciones populares, cuya especialidad es redactar constituciones del corte del ‘albismo’ o del ‘socialismo del siglo xxi’.

Esto iría en contra de la opinión de la inmensa mayoría de peruanos. Ver el cuadro de la última encuesta de Datum, que destaca que el 77% de la población se opone a un cambio completo de la Carta Magna, y un 79% de los jóvenes de 18 a 24 años, opina igual.

Como hemos explicado el Lampadia, ver: Cambio de Constitución – Un inmenso daño al Perú, cambiar de Constitución sin salir de la crisis de la pandemia es un sabotaje al país, especialmente a los pobres, que necesitan se active la economía, se genere empleo y mejoren los ingresos.

Ir por la convocatoria a una constituyente muestra, sin lugar a dudas, que la agenda de Perú Libre y Castillo, no es una agenda de gobierno, sino una agenda política para hacerse del poder absoluto.

Ante la eventualidad de un gobierno de Castillo, nos quedan pocos días para prepararnos a resistir semejantes planteamientos. No podemos flaquear, ni dejarnos engañar con discursos paralelos.

Líneas abajo compartimos la nota web de Gestión:

Gestión, 02 de julio de 2021
Glosado por Lampadia

El candidato presidencial de Perú Libre dijo que no es un “mago para resolver todos los problemas del país”, pero que su primer paso será redactar una nueva Constitución.

Foto: Joel Alonzo/@photo.gec

El candidato presidencial de Perú Libre, Pedro Castillo, -quien aún no ha sido proclamado por el Jurado Nacional de Elecciones-, aseguró que le pedirá al nuevo Congreso de la República que agende la instalación de la Asamblea Constituyente, a fin de redactar una nueva Constitución Política.

En una reunión que sostuvo con integrantes del magisterio y que fue transmitido por sus redes sociales, indicó que dicho petitorio lo hará en su primer mensaje a la Nación ante ese poder del Estado el próximo 28 de julio.

“El 28 de julio, iniciando el mensaje a la Nación, vamos a ponerle frente al Congreso el primer pedido del pueblo: que agende inmediatamente la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente para hacer con el pueblo la primera Constitución del pueblo, expresó.

Hay que hacer una Constitución digna. Regresemos a nuestras provincias para que el agricultor, el comerciante, el maestro, entre otros, participen en la convocatoria. La lucha recién comienza. El Perú necesita un cambio estructural”, afirmó.

Durante la campaña electoral, el candidato dijo que respetaría la actual constitución hasta que el pueblo lo decida y en esa línea parece que sería el primer pedido en medio de la pandemia por COVID-19 y la crisis económica del país.

Primer paso, redacción de una nueva Carta Magna

El candidato dijo que no es “un mago” para resolver todos los problemas del país, pero recalcó que un primer paso será la redacción de una nueva Carta Magna.

Preparémonos no solo para estar en este Gobierno sino para sostenerlo y para que más adelante se siga dando la oportunidad al pueblo. El 28 de julio, no me voy a convertir en un mago para resolver todos los problemas que tiene el país porque la actual Constitución me tiene atado”, puntualizó.

Hay que cambiar esta Constitución porque el pueblo no la hizo. Tenemos que tener una Constitución con olor, color y sabor del pueblo. No es necesario de hacer una Constitución con tantos artículos y capítulos. Frente a eso, que todos los sectores tengan la oportunidad y sean escuchados. Les pido ser vigilantes del Gobierno. No lo vamos a fallar ya que tenemos toda una agenda”, anotó.

¿Cambió de discurso?

Cabe recordar que durante la campaña presidencial, específicamente Castillo dijo que sería respetuoso la Constitución de 1993 y sus instituciones hasta que se convoque al referéndum para definir la convocatoria a una Asamblea Constituyente por una nueva Carta Magna.

“Vamos a ser respetuosos de esta Constitución y sus instituciones hasta que el pueblo lo decida”, dijo a inicios de junio un mitin realizado en la plaza Dos de Mayo, en el Centro de Lima.

En la misma, agregó su propuesta de convocar a un referéndum para una nueva Constitución y nacionalizar el gas de Camisea.

Referéndum en paralelo

Al mismo tiempo Pedro Castillo daba su mensaje a los maestros, el congresista electo de Perú Libre, Guillermo Bermejo brindaba declaraciones para anunciar que recolectará firmas para realizar un referéndum por Asamblea Constituyente.

«Esta constitución se olvidó de los derechos de las mayorías y todos los peruanos lo tenemos en claro. (…) Fue refrendada en un fraude electoral, creo que eso también todos los peruanos recuerdan”, añadió.

El mensaje es claro en Perú Libre, en la alienación de Pedro Castillo y Guillermo Bermejo por impulsar, desde el Congreso o vía referéndum el cambio de la Carta Magna.

“Hemos tenido en estos días llamadas maravillosas de decenas de organizaciones populares que se van a sumar, cada uno desde distintos rincones de la patria, a la recolección de las firmas. Hay que explicarlo rápidamente […] el planillón es bastante claro […] dice con claridad ‘Referéndum para que se consulte a la ciudadanía electoral del Perú para reformar de manera total la Constitución Política del país del año 1993 a cargo de una Asamblea Constituyente’”, sostuvo.

En conferencia de prensa Guillermo Bermejo estuvo acompañado de la Mesa de Abogados por la Democracia, un grupo de abogados que apoyan esta medida, que semanas atrás ha sido cuestionada por constitucionalistas.

Para esta tarea el legislador electo señaló que necesitan recolectar aproximadamente dos millones y medio de firmas; sin embargo, se comprometió a la entrega de cinco millones.

El camino para reformar la Constitución

La Constitución del 93 -cabe destacar- ya contempla la forma para su reforma, específicamente en su artículo 206, en el que establece que el Congreso, con mayoría absoluta del número legal de sus miembros, debe aprobar toda reforma constitucional y esta decisión tiene que ser ratificada mediante referéndum.

Una segunda opción es omitir el referéndum, siempre y cuando el cambio constitucional sea aprobado en dos legislaturas sucesivas con no menos de los dos tercios del número legal de congresistas, es decir, 87 votos. Lampadia




Deja a Argentina fuera de la economía global

Deja a Argentina fuera de la economía global

En solo año y medio, el gobierno del socialismo bolivariano de Fernández y Fernández, deja a Argentina sin posibilidad de financiarse en ningún lugar del mundo.

Hace pocos días nos enteramos que después de haber prohibido la exportación de carne, el desastroso gobierno del peronismo, limitó la venta de carne a los argentinos a tres kilos.

Así destrozan las economías, los socialistas del siglo xxi. Así condenan a la pobreza a sus ciudadanos. Ver en Lampadia: Índice Mundial de MiseriaArgentina y Venezuela a la cabeza.

Argentina sigue así el desquiciamiento del país que otrora fue uno de los más ricos del mundo; todo gracias al populismo y el socialismo del peronismo.

Las políticas que han hecho miserable a un país riquísimo, son justamente las políticas con las que nos ha amenazado Perú-Libre de Castillo-Cerrón en las últimas elecciones generales. ¡Dios nos libre!

Veamos el informe de MSCI:

MSCI dejó a la Argentina fuera de todos los índices: qué significa que ahora sea “mercado standalone”

El país sufrió una recalificación peor de lo esperada. Mantenía el nivel de emergente de 2018, pero ahora su situación empeoró, según MSCI

MSCI Inc., es un ponderador estadounidense de fondos de capital inversión, deuda, índices de mercados de valores, de fondos de cobertura y otras herramientas de análisis de carteras. Publica el MSCI BRIC, MSCI World, MSCI Europe y MSCI EAFE Indexes. 

iProfesional

24.06.2021

Argentina sufrió este jueves un duro revés, peor de lo esperado por los analistas, de parte de la calificadora de riesgo MSCI. La compañía degradó al país al nivel de “mercado Standalone“, que está por debajo de Emergente y de Frontera.

Según se informó en un comunicado, el país fue ubicado dentro del grupo de mercado de “Standalone” (ser único), luego de tres años de haber ascendido a la categoría de Emergente, un indicador que orienta a los fondos de inversión a tomar decisiones. Esto significa que el país, considerado como mercado, tiene dificultades peculiares que impiden su ubicación en categorías normales como “Frontera” o “Emergente”. Esta es una situación que evidencia la falta de previsibilidad y espanta a los fondos de inversiones.

Argentina mantenía el nivel de Emergente desde 2018 y en esa categoría estaba acompañada por Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.

Lo sorprendente es que Argentina tampoco quedó en la categoría de Mercado de Frontera, sino que se fue al descenso directo a “Standalone”.

“La prolongada severidad de los controles de capital sin resolución no está en línea con los criterios de accesibilidad al mercado del índice MSCI de Mercados Emergentes”, dijo Craig Feldman, jefe global de investigación de Gestión de Índices de MSCI.

“Los índices MSCI Standalone Market no están incluidos en el MSCI Emerging Markets Index ni en el MSCI Frontier Markets Index. Sin embargo, estos índices utilizan los criterios metodológicos de los Mercados Emergentes o de los Mercados Fronterizos en cuanto a tamaño y liquidez”, se explicó.

Ahora, Argentina compartirá la categoría “Standalone”
con 
JamaicaPanamáTrinidad &
Tobago
BosniaMaltaZimbabueLíbano Palestina.

“Desde septiembre de 2019, los inversores institucionales internacionales han estado sujetos a la imposición de controles de capital en el mercado de valores de Argentina”, agregó Craig Feldman.

Un golpe inesperado

El batacazo fue total. No sólo porque el país quedó casi literalmente afuera del mundo, sino porque los inversores esperaban que el descenso a mercado de Frontera iba a traer nuevos flujos de fondos y ahora no sólo no habrá eso, sino que se estima una “desinversión” ya que muchos habían comprado especulando con el rumor (irse a frontera desde emergente) y ahora tendrán que vender.

Esto es así no porque quieran, sino debido a que por reglamento de estos fondos no pueden tener en cartera activos de un país que ni siquiera está catalogado como “de frontera”. 

“Muy mala noticia. No creo que sea un tema de fundamentals macro. Para mí es un tema de falta de credibilidad como país y una historia que no ayuda. Tenemos que empezar a preocuparnos por nuestros inversores porque en un mundo global, los necesitamos para crecer y generar empleo”, tuiteó Javier Timmerman, socio de AdCap Securities y uno de los argentinos con más experiencia en Wall Street.

Además del cepo, en el mercado creen que el brutal descenso tiene que ver con la falta
de credibilidad en el gobierno

Un camino sinuoso

El camino descendente de las acciones argentinas viene desde hace rato. En el índice Emergente, las únicas 3 empresas del país que integraban ese índice (YPF, Globant y Adecoagro) lo hacían con una ponderación de solamente del 0.21% en cantidad de empresas y 0.10% en términos de capitalización.

El paso a Frontera hubiera hecho que sumarán más acciones y una ponderación mayor: se estimaba en torno al 23%, cerca de Vietnam y mayor a Marruecos e Islandia. 

La historia de la Argentina y sus idas y vueltas en el MSCI viene de vieja data. En 1988 cuando MSCI creó su categoría de mercados emergentes, Argentina comenzó formando parte de ese grupo. Sin embargo, el ingreso oficial de las acciones de empresas locales se concretó en 1992. Años más tarde, en plena crisis macroeconómica del 2001, Argentina logra superar el proceso de revisión conservando su categoría hasta el año 2009 donde, impulsado por los controles de capital instituidos por el gobierno, MSCI decide reclasificar al país dentro de la categoría mercado de frontera.

En el 2016 el gobierno pide entrar en un periodo de consulta para ingresar nuevamente al índice de mercado emergentes. El mismo fue rechazado en 2017 sin embargo, finalmente en 2018 fue aprobada nuevamente la reclasificación, la cual se concretó oficialmente en el 2019. En ese entonces Argentina pasó a formar parte del mencionado índice con 8 empresas que luego quedó reducida a 3. El año pasado la Argentina atravesó una situación de revisión similar a la actual en la que MSCI decidió mantener al país en el índice emergente. Ahora, quedó en la “desafiliación”. Lampadia




Argentina y Venezuela a la cabeza

Argentina y Venezuela a la cabeza

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Según el Índice Mundial de Miseria, Venezuela figura en el primer lugar, como el país más miserable del mundo, y Argentina en el séptimo puesto. Ambos países extraordinariamente ricos, pero que han caído en las garras del socialismo, que en los dos casos, ha sido especialmente dañino.

El caso venezolano tiene ya 22 años de una forzada aplicación del llamado socialismo del siglo xxi, que solo ha traído empobrecimiento, corrupción y pérdida de soberanía en manos de los agentes cubanos.

Como vemos en el siguiente cuadro, la pobreza afecta a más del 96% de los venezolanos, y la pobreza extrema al 79%. Su riqueza ha sido dilapidada en un profundo fango de corrupción. Chávez, quien encontró la producción petrolera en 3.5 millones de barriles por día, ofreció llevarla a 5 millones, pero terminó reduciéndola a 350,000 barriles diarios.

Esta situación de pobreza y la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela fueron originadas por la aplicación del socialismo del siglo xxi.

La tragedia de Argentina data de mucho tiempo atrás. Resulta que desde el gobierno peronista de mediados del siglo pasado, luego de optar por una suerte de populismo y socialismo nacionalista, Argentina interrumpió su desarrollo y cayó de su posición de privilegio como uno de los países más ricos del mundo, a lo que es hoy día, un país que a pesar de sus riquezas naturales, no puede dar un buen estándar de vida a su población.

En el siguiente gráfico podemos ver que hacia 1947, Argentina tenía un PBI per cápita que lo ubicaba como el sexto del mundo; pero desde entonces cayó sin parar, a su pobre nivel actual cercano al puesto número 75.

Así tenemos que dos de los países más ricos de América Latina, por obra y gracia de sus malas políticas públicas, se distinguen como los países más miserables del mundo.

Ellos aplicaron políticas como las que hoy tiene Perú Libre en su plan de gobierno. No permitamos que el Perú se vuelva a acercar a ese socialismo que solo destruye. Necesitamos políticas públicas que construyan, que sumen. Los peruanos queremos prosperidad para todos. Lampadia

Aleteia
Macky Arenas
01/05/21

Es triste el dato en el caso de estos dos países, uno petrolero que nadó en la abundancia y el otro que figura entre los diez países con más riquezas naturales

 

RONALDO SCHEMIDT – AFP.jpg

Lo publica The National Revue y se elabora en la Universidad de Baltimore –Maryland- en Estados Unidos, donde su director, Steve Hanke es profesor de economía e investigador. Se llama Índice de Miseria. Se llama Misery Index -de Hanke- y acaba de conocerse su edición 2021.

Venezuela aparece en primer lugar y Argentina en el séptimo. Dos países que hasta hace poco eran prósperos debido al petrolero, el uno, y a la excelente ganadería y demás recursos el otro. Brasil está en el puesto 11, Uruguay en el 33, Colombia en el 35 y Chile en el 75.

Entre los 10 primeros en desdicha se ubican, detrás de Venezuela y en este orden: Zimbabue, Sudán, Líbano, Surinam, Libia, Irán, Argelia y Madagascar. En estos países se comprende, pues muchos de ellos están afectados por graves conflictos tanto bélicos como civiles. En el caso del Líbano, agravado por la inesperada explosión que los sumió en un desbarajuste mayúsculo.

Oportunidades perdidas y gobiernos erráticos

Pero Venezuela y Argentina, con riquezas y recursos, no obstante, acumulan oportunidades perdidas y gobiernos erráticos en el manejo de sus políticas públicas. Son países, ambos, cuyos gobernantes no leen las condiciones del entorno lo cual es esenciales para un proceso sólido de toma de decisiones. No descomprimen al Estado, no dejan respirar a la economía y sus medidas responden más a criterios ideológicos que a las demandas reales del país o a las normas del funcionamiento económico. La incertidumbre es el resultado, lo que genera desinversión y desencadena todos los vicios que conducen…a los primeros puestos en los índices de miseria.

El mito de Sísifo

Argentina tiene la crisis del peso y una seguidilla de crisis económicas acumuladas desde 1876 hasta el 2019. La inflación de marzo en Argentina registró su nivel más alto desde el 2018. Los colapsos de la moneda, las altas tasas de interés y ahora el desempleo agrega carga en sus alforjas.

Hace poco, el diario El País publicaba un reportaje donde recordaba que “desde hace un siglo, cuando era uno de los países más ricos del mundo, ha experimentado una inflación anual media del 105% y ha tenido que cambiar cinco veces de moneda. Hoy es el principal deudor del Fondo Monetario y sufre una de las contracciones más graves de América por la pandemia”. Y se preguntaba: “¿Dónde anida la maldición de la economía argentina?”.

Primero, en habituarse a la quiebra y la recuperación, al «declive relativo», a no resolver el tema de fondo sino ir arreando con lo que viene. “Como vaya viniendo vamos viendo”, es un refrán muy latinoamericano. Improvisación versus continuidad y seriedad. Pero los países siguen funcionando. Entran en caos, pero no se acaban, no se borran del mapa. Pero, como Sísifo, están condenados a vidas sin sentido, a subir cuestas a diario rodando la misma piedra.

En segundo lugar hay razones para el cerco inflacionario, como que su economía está poco conectada con el comercio internacional aparte de que, en opinión de expertos, el país no logra superar la contradicción histórica entre las necesidades de su agricultura y su industria. Eso tan atávico de proteger lo propio y confiarse en que «somos más baratos» ha perjudicado mucho al crecimiento y solidez de las economías latinoamericanas.

Nuestras políticas macroeconómicas son inconsistentes, altamente dependientes de las divisas y, por tanto, de las oscilaciones del comercio global, con las dificultades que ello conlleva.

Con respecto a Argentina, dijo Diego Sánchez-Ancochea, profesor de Economía Política para el Desarrollo en la Universidad de Oxford: “Es una suma de crisis. Se crean espacios de tranquilidad, pero no se resuelven nunca los problemas estructurales. Las crisis regresan porque nunca se fueron”.

Países en donde las sociedades, más que las economías, son las que parecen estar enfermas. Tal vez echan mano del más despreciable de los recursos: vivir culpando al gobierno anterior de todos los males.

Vale para Argentina, pero también para Venezuela.

Primer lugar en miseria

Venezuela, de nuevo, ocupa el primer lugar en los rankings de miseria de Hanke, teniendo en cuenta las cifras de desempleo, inflación, crecimiento real del PIB y tasa de crédito bancarias, todos índices claves de la economía para poner cara a cara miseria y felicidad en un país.

Curiosamente es Cuba el país mejor posicionado de la región, seguido por Ecuador, Chile y México. Y la explicación está en que lo que se indica es la coyuntura y no la estructura, y lo que se toma es la tasa de desempleo y no la de pobreza, la variación del PBI y no la competitividad o solidez de una economía. Así, con un “Índice de Miseria” de 3.827,6 puntos, Venezuela encabeza, dejando muy atrás a los que siguen debido a una tasa de inflación de 3.713% (en 2019 había sido de 7.374%), de interés del 33,1%, de desempleo del 50,3% (más del doble que en 2019) y una caída del PBI per cápita del 30,9 por ciento.

Desde la medición presentada en 2019, Venezuela, donde los ciudadanos protestan contra la falta de servicios básicos como la electricidad, gas y agua, encabezaba la lista de los países más desdichados. La nación sudamericana ocupa el primer lugar entre los países más miserables del mundo, liderando el Índice Anual de Miseria de Hanke (HAMI) como el país más miserable del mundo en 2020, un título que se le ha asignado desde hace cinco años.

Mario A. Torres-cc

Las siete plagas

Ciertamente, podríamos apelar al simbolismo bíblico de las siete plagas, o más. Venezuela no sólo tiene inflación, escasez, crisis de efectivo, destrucción del aparato productivo y desmantelamiento de las industrias básicas, sino restricciones bancarias en el exterior, acreedores al acecho, despilfarro de los dineros públicos y una corrupción voraz junto a una severa crisis inmobiliaria.

El gobierno, en lugar de revisar sus políticas y evaluar seriamente los daños, sólo alega que los problemas son el resultado de una “guerra económica contra Venezuela”; pero lo cierto es que la gobernanza antidemocrática, la corrupción y la mala gestión de la economía son las causas principales de la crisis. La desinversión, por ejemplo, se acentuó debido a la hostilidad de Maduro contra las empresas extranjeras, lo que produjo un éxodo corporativo. Pepsi, General Motors y United Airlines fueron algunas de las empresas pioneras en mermar su presencia o salir de todo del país. Luego, siguieron otras, y otras, y otras.

De hecho, desde 2013 existe una crisis económica en Venezuela, como consecuencia de la caída de los precios del petróleo, las expropiaciones, las restricciones del control de cambio de la moneda y la corrupción, entre otros. Desde entonces, se ha producido una aguda y sostenida recesión económica que ha sido una de las más largas en la historia económica del país, al igual que más de dos años de hiperinflación.

El resultado es el caos

Venezuela es hoy un pandemónium. Un ejecutivo extranjero indicaba que “para mantenerse a flote, Maduro aumentó el salario mínimo varias veces. Esta estrategia proporciona un poco de alivio a corto plazo para los pobres, pero los expertos sostienen que a largo plazo ha terminado por crear más dolor a través de una moneda sin valor”. En esa horca caudina, el mandante venezolano optó por pagar las deudas a China y Rusia, dejando de lado los acuciantes problemas de las mayorías como el acceso a alimentos y medicinas.

Además de ello, ha negado sistemáticamente la posibilidad de entrada de ayuda humanitaria y ahora se muestran reticentes, con terquedad digna de mejores causas, a distribuir vacunas de manera equitativa. Sólo quienes están registrados en el sistema de discriminación que han impuesto están siendo llamados a recibir las dosis.

Pobre país rico

En líneas generales, estos datos del Índice de Miseria, coinciden con las cifras de la más reciente y prestigiosa Encuesta Nacional de Condiciones de Vida -Encovi-, cuya sola existencia representa un esfuerzo mancomunado de distintas universidades venezolanas -entre las cuales está la Católica Andrés Bello dirigida por los jesuitas- por documentar los indicadores que nos permitan saber cómo va cambiando la vida de los venezolanos. Ya sabemos que durante 20 años en Venezuela el poder ha sido opaco. La ausencia de transparencia es una constante adosada a su proceder, más cuando se trata de datos que visibilicen su incompetencia.

Ver en Lampadia: El desastre del socialismo del siglo XXI – La ominosa pobreza en Venezuela.

“La encuesta ha demostrado –se lee en la reseña de Equipo Cinco8- que Venezuela es ahora parte de ese club de países de la antigua órbita soviética o de África donde la población se encoge a causa de la emigración. El estudio pone en evidencia que el número de familias venezolanas que no pueden pagar un estándar de vida básico ha ido creciendo desde 2012, dos años antes de que el país entrara en recesión y mucho antes de que llegaran las sanciones internacionales contra Maduro y su régimen”.

Pobreza estructural

Justo antes de que la pandemia se declarara, documentaron que había en Venezuela 639.000 niños con desnutrición crónica. Y una conclusión escalofriante: Si la comida que hay en Venezuela se repartiera por igual entre todos sus habitantes, igual estos estarían desnutridos pues existe un crecimiento generalizado y estructural de la pobreza. El promedio de desnutrición infantil en el país empuja hacia abajo el promedio latinoamericano.

Han establecido que ser pobre no solo implica que tú y tu familia no tienen plata suficiente para comer, sino también que las condiciones en que viven no son las que deben ser. Y eso es lo que pasa con, al menos, 6 de cada 10 familias venezolanas. Otro número que ha ido subiendo desde 2014, y que hoy es parte de los indicadores que muestran a Venezuela como el país más pobre en América Latina y el Caribe. Es decir, íbamos directo al último puesto, lo que comprensiblemente hoy ha colocado a Venezuela en el primero de miseria y desdicha. Lampadia




La ominosa pobreza en Venezuela

La ominosa pobreza en Venezuela

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Como en todas las experiencias del socialismo en la historia del mundo, el socialismo del siglo xxi del chavismo en Venezuela ha causado una crisis humanitaria difícil de concebir.

Cuesta mucho esfuerzo entender esa realidad, la proporción del desastre se escapa a nuestro entendimiento.

Veamos el aumento de la pobreza en Venezuela durante los últimos 15 años:

Se pueden imaginar ¿un 96% de pobreza? Y ¿un 79% de pobreza extrema? Hoy día en Venezuela, solo son ricos los miembros del gobierno, las cúpulas militares y los narcotraficantes. Todos los demás son miserables. Hoy se dice que la hija de Chávez es la de mayor fortuna. ¡Qué desvergüenza¡ Mientras los demás se mueren de hambre y falta de medicinas.

Por otro lado, veamos el colapso de la producción petrolera. Chávez ofreció producir 5’000,000 de barriles por día. Pues lo logrado por el socialismo del siglo xxi es una caída de 3’700,000 a 373,000 barriles, a menos del 10%. Ha regresado al nivel de producción de 1934.

Todas las acciones del chavismo han dado pésimos resultados. Estemos alertas, el Perú no puede caer en las garras del comunismo.

Ya sabemos como terminan los países comunistas. Por eso yo digo que el lema de Castillo: No más pobres en un país rico, debemos verlo como: Mañana más pobres en un país pobre.

Líneas abajo compartimos el artículo de La República de Colombia al respecto. Lampadia

Jorge Iván González
Profesor Universidades Nacional y Externado
La República – Colombia

Recientemente, la Universidad Católica Andrés Bello y el Instituto de Estudios de Investigaciones Económicas y Sociales, publicaron los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (Encovi).

Los datos son alarmantes:

  • Entre 2005 y 2019, la incidencia de la pobreza monetaria pasó de 34,4% a 96,2%.
  • Los porcentajes correspondientes a la pobreza extrema aumentaron de 10,7% a 79,3%.
  • Casi 80% de los venezolanos no tienen los recursos necesarios para adquirir los alimentos básicos.
  • El coeficiente de Gini continúa siendo relativamente alto. El año pasado fue de 0,51.

La revolución bolivariana no mejoró las condiciones de vida, y tampoco disminuyó la desigualdad. Y, sin duda, con la pandemia la situación va a empeorar. Estas cifras dan pie para varias reflexiones.

La primera tiene que ver con la necesidad de estar vigilantes. Todas las sociedades pueden echar para atrás los logros sociales. Incluso, en países ricos como Venezuela. En uno de los diálogos platónicos, se dice que para ser feliz se requieren dos condiciones: riqueza y virtuosidad. La economía venezolana ha tenido la primera, pero no ha logrado ser virtuosa. Antes de Chávez tampoco pudo sembrar las bonanzas. Y la situación se agravó porque la mala administración de los gobiernos bolivarianos ha llevado al hundimiento de la riqueza. Durante los años de altos precios del petróleo y de los hidrocarburos, no se logró consolidar la producción interna, ni mejorar la competitividad internacional.

Otras sociedades también han tenido retrocesos significativos. En los años siguientes a la caída del muro de Berlín, la crisis institucional que se presentó en Rusia llevó a una disminución significativa de las tres dimensiones constitutivas del Índice de Desarrollo Humano: esperanza de vida, educación e ingresos.

Preocupa, además, que en Venezuela se conjuguen la pobreza y la desigualdad. Cuando las sociedades se empobrecen el coeficiente de Gini tienden a disminuir porque los ingresos se igualan por lo bajo. Pero un Gini de 0,51 estaría indicando que entre los pobres las diferencias de ingreso son significativas y, además, que es relevante la brecha entre la gran mayoría, que son pobres, y el reducido número de quienes no lo son. Uno de los grandes ideales del pensamiento bolivariano fue la reducción de las desigualdades, y este propósito no se consiguió.

Las limitaciones de información continúan siendo un problema significativo. La altísima inflación dificulta las comparaciones intertemporales, tanto a nivel nacional como internacional. Venezuela terminó aceptando una dolarización pasiva, que también permea la contabilidad social. Sin información la política pública pierde la brújula. Debe observarse, además, que la información sobre pobreza y distribución no es de los organismos oficiales.

Al observar el panorama político de América Latina, es bueno retomar la pregunta de Oxfam y de Stiglitz: ¿por qué 99% de los votantes elige a gobernantes que van a defender la riqueza de 1%? Una de las respuestas es la incapacidad que tuvieron los gobiernos de izquierda de ofrecer alternativas. Es inaceptable, por ejemplo, la corrupción del Partido de los Trabajadores de Brasil, o de la familia Ortega en Nicaragua. En 1985 cuando Ortega se posesionó como presidente después del triunfo de la revolución sandinista había esperanza. Hoy se le compara a Somoza. Lampadia




Castillo amenaza capturar el gas de Camisea

Castillo amenaza capturar el gas de Camisea

¿Cuál sería el impacto de la nacionalización del yacimiento gasífero?

El proyecto de Camisea ha generado beneficios inmensos al Perú en sus 16 años de operación:

  • US$ 100,000 millones en ahorros para la economía, sobre todo por menores costos de energía industrial y residencial
  • US$ 10,450 millones en regalías
  • S/ 25,000 millones en canos
  • 1.5% de PBI adicional cada año

El Cusco se ha beneficiado de manera muy importante. Por ejemplo, su crecimiento promedio entre el 2001 y el 2009, según el siguiente gráfico fue de 7.6% anual.

Claramente superior que el promedio nacional de 6.0%, e incluso mejor que el de India, Chile y el resto del mundo. Un crecimiento de nivel chino, que promedió 10.8% en el mismo período.

Sin embargo, la narrativa de las retrógradas izquierdas peruanas no ha dejado de torcer la realidad y sembrar todo tipo de trampas populistas para frenar la inversión en el país.

Evidentemente, la propuesta de Castillo de tomar Camisea causaría inmensos daños a todo el Perú, y especialmente a los más pobres, como siempre hacen los regímenes socialistas. 

Con estas eventuales acciones habría que ajustar el lema de Castillo, de:

No más pobres en un país rico, a
Más pobres en un país pobre

Lampadia

Juan Saldarriaga
El Comercio
26 de abril de 2021
Glosado por
Lampadia

Expertos en hidrocarburos analizan las consecuencias de una eventual expropiación de los recursos de gas y la instauración de un modelo de explotación calcado del boliviano.

El candidato Pedro Castillo se propone’ recuperar’ para los peruanos los recursos de gas de Camisea, en el entendido que su explotación no deja al país los beneficios que debería (Foto: EFE)

La noticia más llamativa de los últimos días ha sido el deslinde del aspirante presidencial Pedro Castillo con el ideario de su agrupación política (Perú Libre), el cual propugna cambiar la Constitución y ‘capturar’ los principales yacimientos mineros y de hidrocarburos, como el de Camisea, al cual dedica especial atención.

Y es que la nacionalización del gas cusqueño, en el imaginario de Perú Libre, permitiría triplicar el presupuesto para el sector educación, convirtiendo dicho recurso “en el pan de la educación peruana”.

En vez de eso, Castillo propuso la semana pasada “no ir más allá” en la nacionalización de Camisea si el consorcio liderado por Pluspetrol acepta destinar toda su producción al mercado interno y mostrar su conformidad “con el planteamiento de que el 70% queda para el país y el 30% se la lleva”.

Esto es, una ‘vuelta de tuerca’ a la supuesta expoliación de los recursos de gas por parte del Consorcio Camisea, una noción distorsionada por cuanto éste ya deja el 50% de sus ganancias en el país a través del pago del Impuesto a la Renta (30% de la utilidad bruta) y regalías (37, 24% del valor de la producción),. según expertos consultados por Día1.

ONDA NACIONALISTA

Pocas personas conocen que los lotes 88 y 56 de Camisea pagan las regalías gasíferas más elevadas de la selva peruana. Con este dinero Cusco ha recibido S/1 millón al día desde el 2005 y ahora recibe US$1 millón diario”, apunta Gustavo Navarro, socio director de Gas Energy.

Gonzalo Chávez, economista de la Universidad Católica Boliviana, apunta que la repetición constante de cifras erróneas por parte de un “líder que se victimiza” y que achaca los males de un país a las trasnacionales constituye “la receta perfecta para nacionalizar los recursos minero-energéticos”.

El candidato presidencial Pedro Castillo ha detallado que su gobierno nacionalizará los recursos de petróleo y gas pero que no los administrará directamente, sino que los entregará a “empresas privadas peruanas”. (Foto: Violeta Ayasta / GEC)

Ejemplo de ello es lo acaecido en Bolivia a inicios del prolongado gobierno de Evo Morales (2006-2019), un acontecimiento que brinda muchas luces sobre lo que podría suceder en el Perú.

Se decía antes de la nacionalización del gas que el 82% de las riquezas se iba con los extranjeros y que sólo el 18% se quedaba en el país. Pero cuando uno examinaba el conjunto del government take veía que la proporción era de 55% a 45%. Jamás hubo la expoliación que se pregonaba”, comenta Chávez.

A entender del economista, es muy difícil desmontar propagandas como esta, profundamente enraizadas en el inconsciente colectivo de muchos latinoamericanos.

Pero, ¿qué implicancias tendría su aplicación en el Perú?

EL COSTO DE EXPROPIAR

Fuentes del Ejecutivo citadas por el diario Gestión estiman que una eventual nacionalización de Camisea motivaría una demanda internacional de US$7 mil millones, fundamentadas en las inversiones efectuadas por el Consorcio Camisea desde el 2000.

Esta no sería, sin embargo, la única manera de estimar una indemnización. Otra forma, según el ex viceministro de energía Luis Espinoza, consiste en analizar el flujo futuro de ganancias por la venta de gas natural y, sobre todo, de líquidos de gas natural, hasta el término del contrato de Camisea (2040-2044).

Esta ecuación arrojaría un valor nominal de más de US$26 mil millones y un valor presente de más de US$13 mil millones, asumiendo precios corrientes para el gas y el petróleo.

Una cifra monstruosa”, declara Espinoza.

Sea cual fuere el caso, el exministro de energía y minas Carlos Herrera Descalzi considera que la nacionalización de Camisea sería un mejor negocio para el consorcio liderado por Pluspetrol que para el Perú, debido al alto costo de la expropiación y al menor beneficio que el país podría obtener de un yacimiento con reservas declinantes tras 20 años de explotación continua.

Hoy, Camisea tiene la mitad de los recursos que tenía cuando el contrato se firmó hace 21 años, sobre todo, en líquidos de gas natural (materia prima del gas licuado) que es lo que sostiene al consorcio”, anota.

Por esta razón, Herrera enfatiza que una eventual expropiación de Camisea dejaría al Perú en un trance parecido al que nos dejó Juan Velasco Alvarado cuando nacionalizó La Brea y Pariñas en 1969: ahorcados y endeudados.

Las reservas de gas natural y líquidos de Camisea se han reducido dramáticamente en los últimos años tras sucesivos fracasos exploratorios por parte del Consorcio Camisea.

IMPACTO PROFUNDO

El costo de la expropiación no es, sin embargo, el único impacto que se debe considerar en un escenario de nacionalización. Uno no menor es el riesgo de desabastecimiento de gas natural y gas licuado, como consecuencia de la pérdida de conocimiento “en cómo operar eficientemente los pozos con los más altos estándares internacionales”, apuntan fuentes del sector gasífero.

Según un reciente estudio de Macroconsult, la puesta en marcha de Camisea ha generado ahorros para el país por US$100 mil millones, particularmente, en generación de energía eléctrica debido a la sustitución del diesel, combustible más caro y contaminante que el gas natural.

Otro punto en contra es la pérdida de credibilidad del país frente a futuros inversionistas en gas, petróleo y, sobre todo, minería.

Las inversiones en hidrocarburos no son muchas, pero jalan a otras. Si el Perú no respeta este sector, existe el riesgo de que tampoco respete al resto. Los inversionistas lo ven así. En este escenario sus inversiones se van a ahuyentar”, refiere Espinoza.

El gobierno podría verse tentado a creer, sin embargo, que ha vuelto a recuperar la riqueza de todos los peruanos y que lo que vendrá será una maravilla, si sigue los pasos del modelo gasífero boliviano.

No obstante, estaría obviando una evidencia poco conocida en el Perú, y es que la nacionalización de los recursos de hidrocarburos en Bolivia tuvo muy poco o nada que ver con el auge del gas en el país altiplánico.

LAMENTO BOLIVIANO

De acuerdo a Gonzalo Chávez, la nacionalización del gas boliviano tuvo un efecto más político que efectivo, pero se le atribuyen todas las virtudes.

Lo cierto es que Evo Morales se sacó la lotería cuando entró al gobierno porque encontró un precio del petróleo en alza y una nueva ley de hidrcarburos (promulgada anteriormente) que fue la que motivó la captura de una mayor renta gasífera. La nacionalización no tuvo nada que ver”, remarca el economista.

Bolivia experimentó un auge gasífero sin precedentes en 2008-2014, basado en el elevado precio del petróleo. Hoy el modelo boliviano está en crisis, al extremo que podría tener verse obligado a importar gas desde el 2029. (AFP / RONALDO SCHEMIDT).

Prueba de ello es que el modelo boliviano ha colapsado desde el desplome del precio del crudo en el 2014, al extremo de que su producción de gas ha entrado en “declinación profunda” y sus ductos “se están quedando vacíos”, añade Álvaro Ríos, ex ministro de hidrocarburos de Bolivia.

Bolivia, en efecto, ha pasado de una situación fabulosa en 2008-2014 a una muy preocupante, en la que tiene que importar todos los derivados del petróleo que consume debido a la nula exploración por parte del Estado, propietario de los recursos de hidrocarburos.

“Si no hay un cambio en el modelo, Bolivia también va a necesitar importar gas en el 2029 o 2030”, advierte Ríos.

¿Cuál es la alternativa, entonces, a la nacionalización Camisea? El mismo Pedro Castillo lo ha adelantado, cuando indica que renegociará los contratos del consorcio liderado por Pluspetrol.

Al respecto, los especialistas en hidrocarburos concuerdan en señalar que es posible implementar nuevas reglas, pero sin atentar contra la competitividad de las empresas y el sector hidrocarburos.

MASIFICACIÓN DEL GAS

Por ejemplo, Luis Espinoza señala que se puede empezar a negociar el precio del gas natural para que sea “un poco más bajo”, lo cual no sería difícil de conseguir porque el gas seco no es la médula del negocio para el Consorcio Camisea, como sí lo son los líquidos de gas (mejor cotizados).

El volumen de gas natural necesario para la masificación en hogares y comercios es muy pequeño, pero aún así se necesitan redes de ductos regionales e interregionales para poder transportarlo.

Por el contrario, advierte que el precio del gas licuado, debe seguir guiándose por el mercado, salvo que el gobierno acceda a devolverlo al Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles, como demanda la Asociación de Plantas Envasadoras de Gas Licuado (ASEEG).

El desafío mayor, sin embargo, es cómo masificar el gas natural en el Cusco y el interior del Perú, una aspiración que no se podrá plasmar reencausando el gas que se exporta hacia el consumo interno, como propone Pedro Castillo.

Si el gas natural no es exportado, señala Gustavo Navarro, se quedará en Lima o en Camisea, porque no existe forma de transportarlo hacia el Cusco u otras regiones debido a la falta de gasoductos (sólo hay dos, que conectan Camisea con Lima e Ica, respectivamente).

Esta ausencia de infraestructura, y de un fuerte mercado de consumo en la sierra, obliga al Consorcio Camisea a reinyectar el 12% de su producción de gas natural.

De allí la importancia de reemprender el desarrollo del gasoducto surperuano (SIT-Gas), pensado para llevar el gas natural a las urbes más pobladas del Ande.

La alternativa a este proyecto es la masificación del gas mediante gasoductos virtuales (camiones) una opción que ha demostrado ser poco exitosa debido a sus elevados costos logísticos y de transporte, como lo demuestra la quiebra de Naturgy, concesionario del gas para el sur del Perú, y las dificultades de Quavii en la concesión norte.

No se puede masificar el gas natural con camiones. Para eso se necesitan gasoductos”, sostiene Álvaro Ríos.

La penetración del uso del gas natural es muy grande en Lima pero escasa en las regiones, una situación que alimenta las contradicciones entre la capital y el resto del país. Lampadia




¿Se suicidarán los peruanos?

¿Se suicidarán los peruanos?

Castillo se ha creído el cuento del socialismo del siglo XXI. Es un sindicalista radical, castrista y chavista

El candidato a la Presidencia de Perú por el partido Perú Libre, Pedro Castillo. (EFE/Sebastián Castañeda/Archivo)

CARLOS ALBERTO MONTANER
14YMEDIO.com
Miami
Abril 24, 2021

Las dos encuestas nacionales hechas en Perú dan ganador a Pedro Castillo frente a Keiko Fujimori. La última le concede una ventaja de 16 puntos. Es verdad que falta un mes y medio para el balotaje, que será el 6 de junio, y que hay un 40% de indecisos, pero cumplo con mi deber de avisarles a los peruanos que cometerán un suicidio colectivo si instalan en la Casa de Gobierno a Pedro Castillo.

Les hice la misma advertencia a los venezolanos en 1998 con respecto a Hugo Chávez, pero se rieron de mí. “Ya está este agorero cubano anunciando una catástrofe”, decían. Y la catástrofe sucedió, como cuentan los casi seis millones de venezolanos que han tenido que huir de su país para alimentarse.

Castillo es un maestro que monta a caballo. Hasta ahí no hay nada que objetar. Muchos maestros montan a caballo en Perú, especialmente en las zonas rurales. El problema es de otra índole. Castillo se ha creído el cuento del socialismo del siglo XXI. Es un sindicalista radical que adquirió cierta fama acaudillando algunas huelgas en el magisterio. Es castrista y chavista. Como nació en 1969, Castillo no conoció el horror del precursor de ese engendro en Perú, el general Juan Velasco Alvarado, que entró en 1968 como una tromba en el Palacio de Pizarro.

Juan Velasco Alvarado, un militar nacionalista, dio un golpe contra el Gobierno democrático del arquitecto Fernando Belaúnde Terry. Estableció una dictadura populista de izquierda, demostrando que no hace falta ser marxista para equivocarse de plano. Su pretexto para el golpe era que había desaparecido la página 11 del convenio entre el Estado peruano y una compañía extranjera que le debía cierta cantidad de dinero en un pleito que se eternizaba.

No obstante, como estableció Jaime Althaus, un periodista y antropólogo peruano excepcional, la verdad era que Velasco, como tantos militares, le tenía un odio feroz al APRA y todas las encuestas le daban la victoria a ese partido. El general arribó al poder para hacer la mítica revolución. Nacionalizó el petróleo, la pesca, la minería, casi toda la banca, y los servicios públicos, hizo una demagógica reforma agraria e impidió que Víctor Raúl Haya de la Torre fuera presidente de Perú. Era, como queda dicho, profundamente antiaprista.

Velasco duró hasta 1975, cuando otro general, Francisco Morales Bermúdez, invocando la “verdadera revolución marxista” le dio otro golpe, pero se aconsejó, restauró el mercado y las libertades, y en las elecciones de 1980 Belaúnde regresó al poder. Sin embargo, no fue hasta los años noventa cuando Perú volvió a crecer, gracias a la política económica de Alberto Fujimori, parcialmente robada al programa de Mario Vargas Llosa, aunque sin el talante liberal y el respeto a la ley que el novelista pensaba imprimirle a su Gobierno.

Afortunadamente para el Perú, todos los gobernantes que siguieron a la dictadura de Fujimori –Valentín Paniagua, Alejandro Toledo, el segundo Alan García (el primero fue un desastre), Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, incluso Francisco Sagasti, quien fundamentalmente ha tenido que lidiar con la pandemia– han continuado las directrices liberales promercado que dejó trazadas Fujimori, lo que explica el éxito relativo de la economía peruana.

Todo eso sería destruido en un Gobierno de Pedro Castillo, de la misma manera que Hugo Chávez y Nicolás Maduro hicieron añicos la pujante economía venezolana, o los Castro hundieron la economía cubana logrando el contra milagro de desbaratar la producción azucarera, al extremo de que hoy el agro genera lo mismo que producía en 1894, cuando la Isla tenía un millón de habitantes y no estaba electrificada. Así será diezmada la producción peruana.

La manera de evitarlo es votar por Keiko Fujimori. Vale la pena ver y escuchar los argumentos de Mario y Álvaro Vargas Llosa, dado que ambos apoyaron a Ollanta Humala y a Kuczynski cuando previamente se enfrentaron a Keiko. En democracia uno no siempre elige al aliado o al adversario. Abstenerse o votar en blanco es sufragar por quien está a la cabeza de las elecciones. Es cierta la complicidad de Alberto Fujimori con la corrupción y los crímenes de su asesor, Vladimiro Montesinos, o el charco de corrupción en el que chapotean casi todos los políticos peruanos, pero eso está en el pasado y de lo que se trata es de salvar el futuro. Ojalá los peruanos no se suiciden en masa. Lampadia




El peligro izquierdista

El peligro izquierdista

CONTROVERSIAS
Fernando Rospigliosi
Para Lampadia

Los grupos terroristas derrotados en el Perú en la década de 1990, Sendero Luminoso y el MRTA, no van a volver a las andadas. Es decir, no van a repetir su intento de tomar el poder a través de la “lucha armada”, la “guerra popular”. Pero ahora varios de sus remanentes, aliados con algunos caudillos, participan en las elecciones y tratan de hacerse del Gobierno por ese camino.

Durante mucho tiempo se ha insistido en la posibilidad de un “rebrote terrorista”, contingencia que en mi opinión es imposible (un atentado se puede cometer en cualquier momento, otra cosa es lo que tuvimos en el Perú desde 1980).

La situación que posibilitó esas aventuras ha cambiado radicalmente en el mundo y en el Perú. Pero, sobre todo, está la experiencia: SL y MRTA fueron aniquilados por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, como todos sus congéneres en América Latina. Saben que por esa vía nunca podrán llegar al poder.

Por eso han variado su estrategia y ahora participan en el proceso electoral con objetivos similares a los que tenían antes, pero sin revelar sus auténticas intenciones.

Abimael Guzmán lo viene intentando desde 1993, cuando propuso un “acuerdo de paz”. Sus seguidores han buscado participar en las elecciones a través del Movadef, pero no lo consiguieron. En 2017 respaldaron la huelga magisterial, que logró movilizar a miles de maestros contra la voluntad de la burocratizada dirigencia del Sutep.

El principal dirigente de esa huelga, hoy día es un candidato en alza. No es un terrorista, como erróneamente lo calificó el Gobierno de aquel entonces –no ha realizado acciones terroristas-. Es un radical apoyado por los seguidores de Abimael Guzmán que pretenden alcanzar objetivos similares a través de las elecciones.

Igualmente, una candidata que tiene en su entorno más inmediato a varios antiguos colaboradores del MRTA y que tuvo directa vinculación con el Gobierno de Hugo Chávez cuando fungía de secretaria de Nadine Heredia, tiene hoy día cierta opción, con el respaldo suicida de parte del estrato A/B.

Por supuesto, sería aceptable que grupos izquierdistas que antes repudiaban la democracia y el libre mercado, rectificaran y se incorporaran al sistema político, como de hecho ha ocurrido en otros lugares de América Latina. El problema radica cuando en realidad no han modificado su pensamiento ni sus objetivos, solo han adoptado una nueva estrategia para hacerse del poder y tratar de implantar el “socialismo del siglo XXI”, una dictadura estatista que hundiría al país en una situación parecida a la de Venezuela.

Obviamente no todos los que están con esos caudillos se dan cuenta de eso. Tampoco todos los que acompañaron a Fidel Castro (o a Hugo Chávez) se percataron de sus propósitos hasta que fue muy tarde y terminaron en el paredón, en la cárcel o el exilio.

La amenaza populista e izquierdista está en la puerta, aprovechando la crisis y el desastre que han causado los ineptos Gobiernos de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti, ambos con influencia de esos izquierdistas que hoy secundan a varios de los caudillos que podrían ganar la elección.

Hay que detenerlos. Lampadia