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Siria: Situación límite

El pasado viernes por la noche, Estados Unidos, junto con Gran Bretaña y Francia, bombardearon Siria. La decisión de atacar se produjo una semana después de que el presidente sirio Bashar al-Assad usara armas químicas contra civiles fuera de Damasco, matando al menos a 42 adultos y niños. Una acusación hecha por los tres países y por diversos medios, pero aún no probada fehacientemente. Después del ataque, el presidente Donald Trump prometió imponer un “gran costo” al régimen de Assad. Y el domingo, defendió el ataque, describiéndolo como “misión cumplida”.

Ya en Lampadia anunciamos el jueves pasado  que la situación internacional se estaba agravando dramáticamente, (El mundo pasa a una fase confrontacional). Efectivamente, el anuncio de Trump sobre su ausencia en la Cumbre de las Américas, estaba vinculada a las operaciones bélicas, que deben haber sido planeadas meticulosamente.

Las acusaciones sobre el uso de armas químicas en Siria tienen larga data. Hace ocho años, Barack Obama, entonces presidente de EEUU, amenazó a Siria con atacar si se probaba el uso de armas químicas. Se probó según EEUU, pero Vladimir Putin le advirtió a Obama que no se corra el riesgo de intervenir y este se replegó a EEUU, perdiendo cara y presencia en el mundo.

Esta vez, sin embargo, el agresivo presidente de EEUU advirtió y cumplió. Después del denunciado uso de armas químicas en Damasco, Estados Unidos y sus aliados Francia y el Reino Unido, deliberaron durante una semana sobre cómo responder. Para luego, el viernes por la noche, atacar tres objetivos, incluido uno en las afueras de Damasco, todos relacionados con el programa de armas químicas de Siria: un centro de investigación, una instalación de almacenamiento y una instalación de equipos y un puesto de mando.

Probablemente, este ataque debió darse hace ocho años. Hoy tenemos que lamentar la muerte de cientos de miles de sirios, las desgracias de millones de migrantes, y el fortalecimiento de Rusia y Putin, su mayor soporte, junto con Irán.

Compartimos un mapa de Siria que explica lo que está sucediendo y los últimos movimientos de las fuerzas extranjeras y las bases militares:

Los ataques golpearon el “corazón” del programa de armas químicas de Siria y le causaron un “golpe serio”, dijo el portavoz del Pentágono, teniente general Kenneth McKenzie, a los periodistas. McKenzie también señaló que Siria podría reconstituir su programa y que los ataques no eliminaron todas las instalaciones de armas químicas de Siria.

Por su lado, Rusia ha advertido de “consecuencias” después de los ataques y el presidente ruso Vladimir Putin calificó los ataques como un “acto de agresión” que podría “tener un efecto destructivo en todo el sistema de relaciones internacionales”. Pero, a diferencia de los temores expresados por muchos, Putin reaccionó con bastante cuidado afirmando que si esto vuelve a suceder “inevitablemente llevará al caos de las relaciones internacionales”. Por otro lado, no nos olvidemos que en un par de meses debe desarrollarse el campeonato mundial de futbol en Rusia, un evento en el que no participará EEUU, pero que Rusia debe cuidar con mucho esmero.

Todavía hay preocupaciones más importantes. Es posible que los aliados de Assad, principalmente Rusia e Irán, tomen represalias contra los aproximadamente 2,000 soldados estadounidenses en Siria, y se escale el conflicto.

¿Cómo llegamos a esta situación en Siria?

El ataque liderado por EEUU busca castigar a Assad, pero probablemente no alterará el equilibrio de poder en Siria, donde la guerra civil ya dura 8 años y no muestra signos de superarse. El conflicto que comenzó como un levantamiento pacífico contra el régimen de Assad escaló hasta convertirse en una guerra civil a gran escala, y ahora es una de las más mortíferas de este siglo. En el camino, el conflicto sirio permitió que los extremistas del ISIS se multiplicaran, la peor crisis de refugiados del mundo desde la Segunda Guerra Mundial, que ha cambiado Europa para siempre, y exacerbó una lucha de poder internacional.

Recordemos que la guerra civil comenzó por problemas económicos y la falta de libertad en Siria, que causaron resentimiento hacia el gobierno autoritario de Assad, quien atacó y mató a cientos de manifestantes en 2011, encarcelando a muchos más, ya que se estaban produciendo otros levantamientos en todo el Medio Oriente, a favor de la democracia en un proceso conocido como la Primavera Árabe.

A medida que la indignación y la furia de la población se intensificaba, el creciente caos atraía a combatientes extremistas en toda la región, incluidos los remanentes de al-Qaeda en Iraq y una rama que se convirtió en el Estado Islámico, o ISIS. Eventualmente, se armó una rebelión siria completa contra el régimen de Assad. Algunos de estos grupos rebeldes comenzaron a luchar entre sí, así como con las fuerzas militares de Assad debido a las divisiones sectarias, complicando la situación.

Según las Naciones Unidas, 400,000 sirios han sido asesinados y más de la mitad de los 20 millones de habitantes de Siria antes de la guerra, han sido desplazados. Alrededor de 5.5 millones de sirios han huido al extranjero causando una grave crisis migratoria en Europa.

La pobre gobernanza global

Esta no es la primera vez en que nuestras instituciones globales y los países más poderosos, se muestran incapaces de influir en terribles enfrentamientos relativamente recientes, y de evitar que escalen hasta llegar a proporciones de tragedia. La misma incapacidad se vio en la guerra de los Balcanes en la antigua Yugoeslavia a mediados de los años 90, en la que murieron más de 200,000 personas y se desplazaron millones de pobladores.

La situación de Venezuela va en la misma dirección, una crisis humanitaria abusiva, digitada por un régimen corrupto y la satrapía cubana de los Castro; que la sufrida población no puede remediar, y el resto de la humanidad no acierta a frenar. Ojalá, en Venezuela, no tengamos que lamentar otra gran tragedia. Ver en Lampadia: Venezuela Hora Cero

¿Qué pasará ahora?

A lo largo de los años, se han llevado a cabo varios intentos de paz y resoluciones de las Naciones Unidas en las que se pide el cese del fuego para permitir que la ayuda llegue a las zonas donde los civiles están atrapados. Sin embargo, la mayoría de las conversaciones de paz han sido obstaculizadas por un tema importante: Assad y sus padrinos en Rusia e Irán.

La pregunta más importante ahora es si al Assad dejará de usar armas químicas. Seguro lo pensará dos veces antes de lanzar un nuevo ataque químico. Solo queda esperar a ver cuáles serán las reacciones internacionales. El tiempo y la comunidad internacional lo dirán.

Los peligros que genera Trump

Es importante notar que la decisión de Trump de bombardear Siria, arriesgando una reacción complicada de Putin, coincide con la ‘guerra comercial’ desatada hace un par de semanas por EEUU contra China, y la exacerbación de los enfrentamientos con México en relación al clamoroso muro fronterizo. A esto debemos sumar la creciente ola de despidos violentos de oficiales estadounidenses del más alto rango, por parte de Trump.

En suma, una escalada de acciones agresivas y extremas, que hacen temer la posibilidad de que, en cualquier momento, las cosas puedan complicarse más allá de lo controlable.

Debiera sernos claro, que la humanidad carece de los frenos necesarios para evitar tragedias humanas que destruyen la vida de millones de personas. Además, en el mundo globalizado, ningún acontecimiento de proporciones escapa de influir y afectar a todos. Más vale pues, estar bien informado y, en lo posible, influir en la formación de una mejor gobernanza global. Lampadia




Días y hechos importantes que debemos analizar

Durante los últimos días, hemos sido testigos de múltiples acontecimientos a nivel nacional e internacional, que es conveniente revisar y no perder; el análisis de estos acontecimientos debe ayudarnos a formar un sentido común del mundo que nos toca vivir.

Cumbre de las Américas

El novel Presidente Martín Vizcarra, presidió una exitosa cumbre regional que transcurrió sin ningún problema, confirmando la capacidad del Perú para organizar grandes convocatorias internacionales.

Las ausencias de Donald Trump y Raúl Castro, no se sintieron como debilidades de la cumbre. La de Trump, se debió obviamente al tema de Siria, y la de Castro ya no es relevante, más bien envió algunos activistas con el afán de molestar.

Además, como ya sabíamos, se evitó la presencia del dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, que fue criticado y rechazado por los países que no dependen de las prebendas del chavismo, y defendido por sus socios del socialismo del siglo xxi y por sus beneficiarios.

En cuanto a los acuerdos de la cumbre, ver en Lampadia: Los compromisos de la Cumbre de las Américas.

Aportes desde los extremos del continente americano

Recogemos dos mensajes importantes desde el extremo norte y sur de América. Justin Trudeau, ese líder joven y carismático de Canadá (el país más cercano a EEUU) asumió la defensa del libre comercio, tal como sugerimos en Lampadia que haga el gobierno peruano (ver: Retomemos el libre comercio).

Desde el sur, Sebastián Piñera, el flamante presidente de Chile, estuvo muy activo en los medios, y compartió sus ideas sobre la lucha contra la corrupción. Veamos:

  1. Transparencia
  2. Reglas claras
  3. Mínima discrecionalidad de funcionarios del Estado

“Y si todo lo anterior falla, se debe contar con un Poder Judicial que sepa identificar, investigar, juzgar y castigar, para evitar la impunidad”. Todo con la ayuda de la tecnología moderna.

El show del Canciller cubano

En la asamblea de jefes de Estado, luego de las palabras del vicepresidente de EEUU, Mike Pence, el Presidente Vizcarra le concedió el uso de la palabra al canciller de Cuba, con las cuales terminó la reunión. Bruno Rodríguez Parrilla, de Cuba, acusó a EEUU de todos los crímenes imaginables contra los derechos humanos; una perorata que más pareció una subliminal confesión de parte, por los crímenes de la propia Cuba (feliniano).

EEUU o China, ¿Cuál es el mejor amigo?    

Días antes de la cumbre, desde EEUU nos hicieron llegar el mensaje del gobierno de Trump, en el sentido de que los países latinoamericanos debíamos elegir a nuestro ‘país amigo’ entre EEUU y China.

Ya en Lima, el Secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, corrigió el mensaje diciendo que “Latinoamérica no tiene que elegir entre China o EEUU, aunque es un mejor socio”.

La crisis de Siria

Como anunciamos en Lampadia el jueves pasado (El mundo pasa a una fase confrontacional), se agravó la situación internacional y se dio el ataque armado de EEUU en Siria, a las instalaciones vinculadas a las armas químicas usadas por el genocida Bashar-Al-Assad.

Hace ocho años, Barack Obama, entonces presidente de EEUU, amenazó a Siria con atacar si se probaba el uso de armas químicas. Se probó, pero Vladimir Putin le advirtió a Obama que no se corra el riesgo de intervenir y este se replegó a EEUU.

Esta vez, el agresivo presidente de EEUU, advirtió y cumplió. Trump atacó en una operación relámpago y, gracias a Dios, Putin solo advirtió que, si esto vuelve a suceder, “inevitablemente llevará al caos de las relaciones internacionales”. Por su lado Emmanuel Macron de Francia, indicó que este ataque “era necesario para recuperar la credibilidad de la comunidad internacional”.

Mañana reportaremos en profundidad sobre este terrible proceso.

Venezuela

Mientras tanto la situación en Venezuela se viene agravando día a día. Lo representantes de Maduro en Lima y el presidente de Bolivia, Evo Morales, acusaron a EEUU de la crisis humanitaria de los venezolanos por el bloqueo a Venezuela. Una mentira descarada, pues EEUU ha tomado acciones punitivas contra individuos acusados de narcotráfico y corrupción y, además, sigue comprando petróleo a Venezuela. No hay ningún bloqueo. Más bien, el régimen genocida de Maduro, digitado desde Cuba, no permite que los países amigos de la población venezolana envíen ayuda humanitaria para palear la falta de alimentos y medicinas.

Continúan los ataques contra el gobierno de Vizcarra       

Increíblemente, estando el Perú en una situación muy delicada en lo económico, institucional y político. Los enemigos del régimen no dan tregua y no permiten que Martín Vizcarra consolide su liderazgo y su gobierno, que ha sido saludado con gran deferencia por todos los mandatarios de la región en Lima.

Puede entenderse que los enemigos políticos continúen sus acciones. También puede entenderse que los medios de ‘medio pelo’ sigan buscando notoriedad debilitando la salud de la Nación. Pero no puede entenderse ni aceptarse que los medios serios (dizque) continúen promoviendo preferentemente la opinión de críticos del gobierno y haciendo reportajes que lo debilitan.

Dios los cría y ellos se juntan

En la llamada ‘cumbre de los pueblos’, los activistas anti-sistema, anti-inversión, anti-comercio-internacional y anti-globalización. O sea, los que propician mayor pobreza para los peruanos, se han solazado imaginando espacios políticos que en gran mayoría hemos rechazado permanentemente.

Un anuncio concreto es la alianza de Gregorio Santos con Antauro Humala, según lo anunciado por el primero. El mensaje de Antauro fue: “fusilar a todos los ex presidentes y desechar la Constitución del 93”. Guerra avisada no mata moros.

Congresistas en la Luna

En el Congreso siguen avanzando normas y proyectos del más puro populismo, que solo producen impactos contrarios a sus supuestos aportes. Es la de no acabar, la leche, la canchita, y últimamente los parqueos libres en centros comerciales (una medida expropiatoria), configuran la destrucción paulatina de la capacidad del Perú de producir bienestar y ciudadanos globales.

La soledad de PPK

No queremos terminar esta nota sin comentar como se debe sentir PPK, alejado del poder (por sus terribles falencias), especialmente en días en que en Lima se producía una reunión internacional de primer orden, probablemente, el ambiente en que PPK se sentía más cómodo.

Terrible. No puede ser de otra manera. Pero eso tiene jugar con el bienestar de los peruanos forzando una candidatura que no tenía nada que ofrecer, y peor aún, una vez en el gobierno, asumir la política de odio y confrontación, que nos ha hecho tanto daño a todos.

El Perú es infinito

Más allá del devenir de los tiempos, afuera y en nuestra Patria, no nos olvidemos que “El Perú es Infinito”. Tenemos todo para ser ciudadanos exitosos en el concierto internacional. Solo necesitamos una mejor clase dirigente, y especialmente, mejores gobernantes. Para ello, los ciudadanos debemos estar conectados con la realidad que nos toca vivir y desarrollar un sentido crítico agudo, que nos permita distinguir entre la
carne y el hueso, a la hora de votar.

Pero, además, todos debemos tener más presencia en el debate nacional. Se trata de nuestro país y del futuro de nuestros hijos y nietos. Lampadia   




¿Camino a una Tercera Guerra Mundial?

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Las agendas de Trump y Putin amenazan la estabilidad global

El mundo enfrenta una crisis de alto riesgo alrededor de Siria y Corea del Norte

Los ataques de 59 misiles contra Siria ordenados por el presidente de EEUU, Donald Trump, fueron una represalia al presidente sirio Bashar al-Asad por usar armas químicas contra 86 personas, entre ellas 27 niños, que murieron a causa del gas letal. Parecería que Trump está apostando a que Siria no tomará acciones al respecto y que los principales aliados militares de Assad, Rusia e Irán, también se abstendrán de responder militarmente, a pesar de que Siria dijo que al menos siete miembros del personal militar murieron en el ataque.

El ataque cambia radicalmente lo que ha venido defendiendo Trump antes y después de las elecciones de EEUU. Recordemos que Trump le exigía a Obama una actuación más contundente, pero sólo contra los yihadistas de Estado Islámico.

El Pentágono muestra las primeras imágenes de los misiles Tomahawk lanzados desde buques de guerra de la Armada estadounidense contra Siria. Fuentes: El Heraldo de Saltillo y 20 Minutes

Trump afirma que fue conmovido por las devastadoras imágenes del ataque químico que incluyó a mujeres y niños, por lo que ordenó un ataque con misiles a una base militar siria en represalia. Dentro de EEUU, los políticos han apoyado la medida de Trump en Siria, pero han advertido que para seguir adelante el presidente debe tener un plan y trabajar con el Congreso. 

El ataque de Trump ha sido ilegal y ha contravenido la Constitución de EEUU, pues lo llevó a cabo sin autorización expresa del Congreso.

Fuente: Criterio Hidalgo

Sin embargo, las reacciones al ataque de Estados Unidos han sido muy variadas a nivel internacional. Para algunos países, Trump ha desafiado a Rusia e Irán, aliados del régimen de al Assad, y podría cambiar el escenario de una guerra que dura ya seis años con un balance de más de medio millón de muertos y varios millones de refugiados.

Rusia

Recordemos que hace un par de años, Obama amenazó con atacar a Siria si se probaba el uso de armas químicas. Después de haberse probado el exceso de Assad, la amenaza de Obama quedó en nada, luego de que Putin, el autócrata ruso, asumiera la defensa de Siria.

Fuente: Juventud Rebelde

Nuevamente, ante las acciones de Trump, Rusia volvió a ponerse al medio. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas e indicó que el acuerdo de seguridad aérea sirio que ha estado en efecto con Estados Unidos, ha sido suspendido. Vladimir Putin ve la medida de Estados Unidos como una “agresión contra una nación soberana” bajo un “pretexto inventado”. Inclusive, Rusia vetó un acuerdo de la ONU exigiendo investigaciones serias a Siria.

Rusia en Siria: ¿qué viene después? Fuente: BBC Mundo

La justificación de los rusos para permanecer en Siria y apoyar a Assad es compleja. No cuentan con muchos aliados en el mundo y, de esta manera, buscan dejar claro que ellos no los abandonarán. Su concepción de la geopolítica permanece congelada en el hielo de la guerra fría, cada ganancia de ellos es una pérdida de occidente y viceversa. Resienten la marginación histórica de occidente y lo que ellos ven como una intrusión en sus esferas de influencia, desde la conversión de países de su antigua órbita en miembros de la UE y la OTAN, hasta los asuntos rusos en Bielorrusia, Ucrania, Georgia, Transnistria, y otros.

Para Rusia, todo es parte de un gran ajedrez geopolítico de jugadas maestras y contra jugadas, basadas en la concepción de Putin sobre sus deseos de recuperar los territorios que Rusia perdió después del colapso del imperio soviético. Ver en Lampadia: Timothy Garton Ash.

Irán

El gobierno en Teherán, otro fuerte aliado de Al Asad en Siria, también condenó “enérgicamente” el ataque aéreo estadounidense diciendo que la “acción unilateral es peligrosa, destructiva y viola los principios de la ley internacional”. El Ministerio de Relaciones Exteriores, afirmó que “Irán condena enérgicamente cualquier tipo de ataque unilateral. Estas medidas afianzarán a los terroristas en Siria y complicarán la situación en Siria y la región”.

Desde que se derrocó al Sha, Irán ha estado en guerra a través de proxies (proxy wars) con monarquías que muchas veces oprimen a mayorías chiitas. Por eso es que Irán apoya a al Assad, que es parte de los Alawitas, una rama del Chiísmo y, sobretodo, enemigos de los sunitas. Por eso apoyan a Hezbollah, al gobierno de Iraq y a los rebeldes en Yemen y las rebeliones en Bahréin. El apoyar a Assad le permite a Irán luchar contra lo que ve cómo una invasión de Arabia Saudita, EEUU y las monarquías del golfo que financiaron con armas y dinero a grupos extremistas (entre ellos a ISIS) con tal de derrocar a Assad. 

Corea del norte

Corea del Norte no dudó en hacer notar su descontento. Utilizó el ataque estadounidense para justificar la expansión de su arsenal nuclear, tan solo horas antes de que Washington anunciara el envío del portaaviones USS Carl Vinson, junto con su respectiva flota, a las inmediaciones de la península coreana.

En un comunicado del ministerio de Exteriores de Corea del Norte, Pyongyang indicó que “las sucesivas administraciones de EEUU han atacado a aquellos países que no tenían armas nucleares” y añadió que si la última arremetida contra Siria pretendía ser un “mensaje” para la nación asiática “no nos asusta”.

Fuente: El Informante México

Recordemos que Corea del Norte es un país que representa un gran riesgo para el mundo moderno ya que cuenta con un desarrollo no controlado de armas nucleares y es gobernada por una dinastía anastía con poderes dictatoriales. Una guerra con este país sería devastadora.

Ante la respuesta de Corea del Norte, Trump no tuvo mejor idea que responder así:

“Corea del Norte está buscando problemas. Si China quiere ayudarnos, estupendo.
Si no, ¡resolveremos los problemas sin ellos! EE UU”- Donald J. Trump. Fuente: Twitter

Tanto EEUU como Rusia, han enviado a las zonas de conflicto en Siria y Corea del Norte, amenazantes fuerzas navales que establecen una situación muy parecida a la de la crisis de los misiles en Cuba. Un escenario de alto riesgo, incluso por errores de cálculo o acciones descontroladas de algún elemento aislado.

Trump envió un portaaviones a Corea del Norte. Fuente: The Times

Posteriormente a estas acciones, EEUU utilizó uso la ‘madre de todas las bombas’, MOAB, que habría matado en las cuevas de Afganistan hasta 90 miembros de ISIS. El misil tenía como objetivo “minimizar el riesgo que afrontan las fuerzas armadas afganas y estadounidenses”, según el Pentágono. Mas allá del objetivo anti-ISIS, esta parece ser una clara advertencia a Corea del Norte de la disposición de Trump para llevar la situación a medidas extremas. Así lo aseguró el comunicado oficial del Ejército de EEUU, el cual afirmó que sus operaciones seguirán adelante “hasta que el Estado Islámico de Afganistán quede destruido”.

Fuente: El País de España

Por su lado, el gobierno de Corea del Norte habría fracasado en una nueva prueba de lanzamiento de misiles, en medio de la creciente tensión con Estados Unidos, con un objetivo claro (y fallido) de enviar un mensaje que habría ‘backfired’ y solo ha generado aún mayores actitudes contra el país.

La tensión con Corea del Norte aumenta las crecientes discrepancias de EEUU con Rusia debido a sus diferentes posiciones respecto a la guerra de Siria. De cualquier manera, esta situación sugiere que la relación geopolítica entre estos países podría ser muy volátil en los próximos meses, y está sujeta a las reacciones impulsivas de un presidente sin experiencia previa en política exterior, los aprontes de dominio global de Putin y los intereses nacionales de todos los países involucrados en las áreas sensibles. Lampadia




El mundo empieza a enfrentar las locuras de Trump

La mayor amenaza para los Estados Unidos en este momento no es el terrorismo o la economía. La mayor amenaza es Donald Trump, el actual presidente de EEUU. “Europa incluye a Trump entre las mayores amenazas externas” (El País de España, 1 de febrero, 2017). En Lampadia lo dijimos el 30 de junio del 2015 (hace 18 meses, aproximadamente): “Debemos declarar a Donald Trump persona non grata a la humanidad”.

En nuestra opinión es necesario hacer frente a este tipo de personajes apenas aparecen. Si continúa actuando como lo ha hecho en sus primeros 15 días, este impetuoso y descarrilado líder causará un gran daño a toda la humanidad.

Como afirma un artículo de The Economist titulado ‘Un insurgente en la Casa Blanca’ (4 de febrero, 2017):

Washington está ad portas de una revolución. La sombría cadencia de la inauguración del mes pasado aún circulaba en el ambiente cuando Donald Trump lanzó el primer cóctel molotov de políticas y órdenes ejecutivas contra los pórticos blancos y brillantes de la capital. No se ha detenido. Renunciando a la Asociación Transpacífica, exigiendo una renegociación del TLCAN y un muro con México, refrendando la inmigración, mostrándose amistosamente con Gran Bretaña y Rusia, enfriándose con la Unión Europea, defendiendo la tortura y atacando a la prensa: Dejando los escombros de la opinión pública ardiendo en su estela.

Así se presenta a Trump en las revistas más serias del mundo

Su más escandalosa medida fue una reforma migratoria que prohíbe a personas de siete países (Siria, Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen) de entrar a Estados Unidos. ¿Su motivo? El documento presidencial aduce razones de seguridad, afirmando que “numerosos individuos nacidos en el extranjero han sido condenados o implicados en delitos relacionados con el terrorismo desde el 11 de septiembre de 2001”. Ver en Lampadia: La historia del efímero “caballo loco” global

Y es que, como dice The Economist, “Trump ya está probando los límites de la propiedad presidencial y el poder. Los tribunales pueden emitir estancias para detener las acciones ejecutivas. Pero podría tomar más de un año para que el desafío de los estados llegue a la Corte Suprema. Para entonces, Trump podría haber cambiado tanto el sistema de inmigración de Estados Unidos que el veredicto de los jueces sería, en gran medida, irrelevante”.

Otra publicación de The Economist, ‘El sistema de pesos y contrapesos de EEUU puede crujir para contener a un déspota’, (que glosamos a continuación), nos dice: “La interpretación más preocupante de la orden ejecutiva que Donald Trump firmó el 27 de enero, prohibiendo temporalmente a los visitantes de siete países principalmente musulmanes, no es que el presidente quiera cumplir sus promesas de campaña. Es que encontrará maneras de hacerlo aun cuando lo que prometió -en este caso, mantener a los musulmanes fuera de América- es ilegal”.

“¿Qué hacer? La primera tarea es limitar el daño”.

“Todo esto es preocupante. Sin embargo, el lamentable estado del sistema de controles y equilibrios de Estados Unidos, una red de poderes mutuamente comprometidos tejidos, empeora las cosas por miedo a los tiranos alrededor de la presidencia, el Congreso y el poder judicial. “No estamos en el código azul”, dice Norm Ornstein, del American Enterprise Institute. “Pero definitivamente estamos en la sala de emergencias y nos dirigimos a la unidad de cuidados intensivos”.               

“Es sorprendente que tales grandes cambios no hayan causado más inquietud. Eso probablemente refleja el hecho de que mientras los partidos se alejaban, Estados Unidos continuó eligiendo presidentes que eran más centristas que sus partidos”.

“¿Acaso el sistema, que puso a un demagogo en la Casa Blanca, es ahora capaz de controlarlo?” Pregunta Ackerman. -No lo sabemos. Pero puedo decir que en el último medio siglo su capacidad de contención se ha reducido drásticamente”.

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“El final del mundo”. (Fuente: Der Spiegel​)

Según The Economist, “La política del conflicto [en EEUU] se aprovecha de una visión del mundo que rechaza décadas de política exterior estadounidense. Sin el apoyo y la participación activa de los Estados Unidos, la maquinaria de la cooperación mundial podría fracasar. La Organización Mundial del Comercio no sería digna de este nombre. La ONU caería en desuso. Innumerables tratados y convenciones serían socavados”. El ascenso de Trump ha fomentado un sentimiento anti globalización y anti libre comercio, a través de un discurso (populista) que promete proteger a los trabajadores de EEUU y a la industria nacional e impedir el ingreso de bienes que fabrican las empresas de EEUU en el extranjero. Ver en Lampadia: Parece que EEUU se gobernará a ‘Trumpeadas’ y Mayor globalización generará mayor bienestar

En pocos días ya está en problemas con México, China, Japón, y hasta Francia. En Gran Bretaña ya han firmado más de 1.6 millones de personas exigiendo no se le reciba. Las protestas por el tema migratorio se multiplican todos los días en EEUU y el resto del mundo. Ver en Lampadia: ¿Cuál es el futuro del comercio mundial?

Como hemos comentado anteriormente, el mundo necesita buenos líderes. La tragedia de nuestro tiempo es que los mejores hombres y mujeres no están en la política. Hay que hacer de la política un mejor espacio de desarrollo personal. Lampadia




¿Cuáles son las mejores ciudades para vivir?

El índice de habitabilidad global del Economist Intelligence Unit (EIU) ha evaluado a 140 ciudades del mundo y ha hecho un ranking de las mejores ciudades para vivir, considerando factores como la estabilidad, salud, educación, infraestructura, cultura, medioambiente y costo de vida. Estamos incorporando este índice a nuestra biblioteca virtual: Índices y estadísticas

Los que encabezan la lista tienden a ser ciudades de los países más ricos. Melbourne de Australia (un caso de reconversión extraordinario), mantiene el primer lugar por sexto año consecutivo (ver el gráfico líneas abajo), y seis de las diez primeras ciudades están en Australia o Canadá. Pero Sydney, la ciudad más grande de Australia, cae fuera de los diez primeros, debido a los temores sobre el terrorismo.

Fuente: http://mustseeplaces.eu

Damasco es la ciudad con el puntaje más bajo del ranking, con una calificación de solo 30.2 sobre 100, debido a la guerra civil de Siria y la lucha con ISIS. Kiev, la única ciudad europea entre las diez ciudades con ranking más bajo, tiene una baja estabilidad debido a la invasión rusa de Ucrania.

Fuente: EIU, Liveability Ranking 2016

Según el EIU, lo llamativo del último año es el aumento de la inestabilidad global, que ha provocado una caída en la puntuación de casi una quinta parte de las 140 ciudades estudiadas. Diez de estas ciudades se encuentran en Europa occidental, entre ellas sobresale París, que ha sufrido varios ataques terroristas. Algunas ciudades de Estados Unidos, incluyendo Atlanta, San Francisco y Chicago también han caído en el ranking después de los picos de los disturbios civiles.

El impacto de la disminución de la estabilidad es más evidente cuando se comparan resultados de los últimos cinco años. En general, la puntuación media global ha caído 74.8% en los últimos cinco años, y una cuarta parte de este descenso ha ocurrido en el último año. El debilitamiento de la estabilidad ha sido un factor clave en la conducción de este descenso.

Según el EIU, “Los actos violentos de terrorismo han sido reportados en muchos países, entre ellos Turquía, Australia, Bangladesh, Pakistán, Francia, Bélgica y los EE.UU. Este ha sido un año marcado por el terrorismo, sin duda. Aunque no es un fenómeno nuevo, su frecuencia y  propagación se han incrementado notablemente y se destacan más en el último año.”

Esta caída tan brusca se puede observar claramente en el gráfico inferior:

Lamentablemente, más allá del terrorismo que está destruyendo la paz global, la multiplicación de los actos de violencia están creando una nueva suerte de cultura de la violencia. Es como si la cotidianidad de la violencia estuviera haciendo viable que cualquier individuo, afectado en su naturaleza personal, e inspirado en temas políticos, religiosos, raciales, o étnicos, pueda desarrollar un acto de violencia contra ciudadanos inocentes sin que le importe su propia vida. Ver en Lampadia: ISIS, terrorismo y violencia, nos alejan de la paz.

Este parece ser un momento que reclama una reacción global, que permita empecemos a hilvanar una estrategia efectiva para coordinar esfuerzos que contrarresten la amenaza de ISIS, los impactos negativos de la ola migratoria y los peores desarrollos políticos extremistas. Este esfuerzo debería dar tranquilidad y esperanza a los ciudadanos del mundo libre. 

Lampadia




ISIS, terrorismo y violencia, nos alejan de la paz

El régimen genocida de Bashar al-Assad en Siria y la emergencia de ISIS, el terrorismo asesino que se arroga la representación de un nuevo califato islámico de vocación imperial, han producido alteraciones profundas de la paz en el mundo y han creado procesos como la masiva migración hacia Europa de poblaciones desplazadas del propio Siria, Medio Oriente y el norte de África.

De alguna manera, este proceso se agrava ante el desencuentro estratégico de los líderes de EEUU y Rusia, Barak Obama y Vladimir Putin, ante el genocidio criminal de Assad en Siria. Recordemos que Obama amenazó con intervenir si se probaba el uso de gases en la matanza de sectores de la población siria, pero ante el paralé que le puso Putin defendiendo a  Assad, Obama terminó retrocediendo.

En algo más de 10 años, las víctimas mortales en Siria se estiman en 250,000 más unos 180,000 desaparecidos y la mitad de su población de 22 millones de personas se habría desplazado, generando una crisis humanitaria de proporciones trágicas.

Durante sus ocho años de gobierno, Obama ha ido replegando a los EEUU en varios eventos de crisis como la débil reacción contra Putin por la anexión de Crimea y la infiltración violenta en Ucrania, dejando que el autoritario y abusivo Putin, fuera tomando cada día más espacio en el liderazgo global.

En este contexto de debilidad política de EEUU, del nuevo imperialismo ruso y de la crisis financiera y existencial de Europa, ISIS, ha venido cobrando vigencia y enfrentando a todo el planeta.

ISIS, llamado indebidamente Estado Islámico por Estado Islámico de Irak y el Levante o EIIL, o EI, es un grupo terrorista vinculado a Al-Qaeda y Boko Haram en partes de África. Es un grupo fundamentalista y yihadista wahabita formado por fieles leales a Abu Bakr al-Baghdadi, que en el 2014 proclamó un nuevo califato y pidió a todos los musulmanes lealtad absoluta para una ‘nueva guerra santa contra los infieles’.

Además de la guerra civil que lidera en Siria contra Assad, el ISIS ha desatado una cadena de atentados terroristas que se han multiplicado en Europa, EEUU, Turquía, Afganistán, Irak y otros países de la región. En la mayoría de los casos, estos crímenes son cometidos por militantes directos y en otros por simpatizantes espontáneos que muchas veces son ciudadanos de occidente con ascendencia musulmana.

El terrorismo de ISIS, junto con se la imparable marea migratoria a Europa ha cambiado y alterado completamente las expectativas de vida y desarrollo del siglo XXI. Por ejemplo, en el caso de Europa, Arturo Pérez-Reverte nos dice, en su artículo: Los godos del emperador Valente: “A ver si nos enteramos de una vez: estas batallas, esta guerra, no se van a ganar. Europa o como queramos llamar a este cálido ámbito de derechos y libertades, de bienestar económico y social, está roído por dentro y amenazado por fuera. Los ‘godos’ seguirán llegando en oleadas, anegando fronteras, caminos y ciudades. Cuando esto ocurre hay pocas alternativas, también históricas: si son pocos, los recién llegados se integran en la cultura local y la enriquecen; si son muchos, la transforman o la destruyen. No en un día, por supuesto. Los imperios tardan siglos en desmoronarse. No hay forma de parar la Historia. Mucho quedará de lo viejo, mezclado con lo nuevo; pero la Europa que iluminó el mundo está sentenciada a muerte. Ni ustedes ni yo estaremos aquí para comprobarlo. Nosotros nos bajamos en la próxima estación”.

Hace pocos días hicimos en Lampadia un llamado a una gran conferencia global para coordinar los esfuerzos de la humanidad en la lucha contra este flagelo, ver: Acción global para enfrentar el terrorismo y el radicalismo nacionalista.

Lamentablemente, más allá del terrorismo que está destruyendo la paz global, la multiplicación de los actos de violencia están creando una nueva suerte de cultura de la violencia. Es como si la cotidianidad de la violencia estuviera haciendo viable que cualquier individuo, afectado en su naturaleza personal, e inspirado en temas políticos, religiosos, raciales, o étnicos, pueda desarrollar un acto de violencia contra ciudadanos inocentes sin que le importe su propia vida.

Ya hemos visto varios de estos casos. Lamentablemente, en 7,000 millones de habitantes en el mundo, tenemos varias personas con suficientes debilidades sicológicas como para desgraciarse en actos de lesa humanidad.

La convivencia con la violencia es muy perniciosa para la formación de nuestros jóvenes. No debemos permitir que esta forma de vida se empiece a ver como algo normal y cotidiano sin que mostremos indignación y rechazo. Este lamentable desarrollo global, coincide, en el caso del Perú, con un aumento notorio de la victimización criminal, con la multiplicación del sicariato y con actos que equiparan una vida con un celular. 

Esperamos que el tema de seguridad ciudadana sea tratado por el nuevo gobierno con la perspectiva y profundidad más amplia posibles, sin sensacionalismo y con muchísima seriedad. ‘Despacio, que estamos apurados’.

Por lo tanto, no solo es necesario desarrollar una urgente estrategia y campaña para eliminar el terrorismo de ISIS y de Boho Haram, también tenemos que contrarrestar la epidemia de violencia que empieza a hacerse posible en cualquier esquina de nuestro planeta. ¿Cómo podemos evitar que individuos enfermos a los que no les importa su propia vida, dejen de optar por actos meta-surrealistas? No lo sabemos, pero no podemos dejar que las cosas sigan empeorando. 

Lampadia




Cuando la acción y la omisión se asocian

Cuando la acción y la omisión se asocian

Los execrables actos de violencia ocurridos la semana pasada en Paris y anteriormente en Egipto y en Medio Oriente por la mano del mal llamado Estado Islámico, que denominaremos ISIS, más las migraciones masivas hacia Europa, están generando y seguirán generando una serie de reacciones y propuestas que es menester poner en perspectiva.

Nuestro primer comentario tiene que ser de absoluto rechazo a la violencia asesina de ISIS y la solidaridad con las víctimas inocentes de semejantes sucesos, incluyendo a las poblaciones pacíficas de origen árabe y/o musulmán, que sufrirán cada día peores condiciones de vida en muchas partes del mundo.

En segundo lugar, queremos plantear que más allá de las ominosas responsabilidades de este manipulador movimiento islamista, que además origina la tragedia doble de la migración masiva (doble por el sufrimiento de los migrantes y por los problemas que acarrean a los países receptores) están las acciones y omisiones, los actos fallidos, de dos actores fundamentales: Rusia bajo la dirección absolutista de Putin y occidente, incluyendo a la OTAN, Europa Occidental y los EEUU bajo la influencia de Obama.

Si bien el origen de todos estos acontecimientos se puede establecer hace algunos años por el mal manejo de las cosas por parte de EEUU y sus aliados que no supieron dar una justificación correcta para la Segunda Guerra del Golfo, que una vez dada no supieron manejar sus derivaciones y, que una vez cometidos una serie de errores, no pudieron hacer nada más que retirarse en derrota, dejando atrás un polvorín que no tardó en desestabilizar toda la región.

Todo eso estaba dado cuando se hacen evidentes los actos genocidas de Bashar Al-Assad en Siria. Obama, con más cautela que Bush hijo, amenazó intervenir solo si se probaba contundentemente el uso de armas químicas por parte del gobierno Sirio. Cosa que quedó establecida y estaba gatillando la intervención de EEUU, hasta que Putin le puso el paralé a Obama, que se retractó. Poco tiempo después se produjo la emergencia de ISIS en Siria e Irak.

Pero ¿qué inspira a los principales personajes de la geopolítica global, Putin y Obama?

En cuanto a Putin es suficiente recordar lo comentado por el historiador Timothy Garton Ash en su artículo ‘La doctrina del resentimiento’, publicado en Lampadia en julio del 2014. “En 1994, estaba quedándome medio dormido en una mesa redonda que se celebraba en San Petersburgo, Rusia, cuando un hombre fornido y de baja estatura, con cara de ratón, que parecía ser la mano derecha del alcalde, empezó a hablar. Dijo que Rusia había entregado de forma voluntaria ‘inmensos territorios’ a las antiguas repúblicas soviéticas, entre ellas zonas ‘que históricamente han pertenecido siempre a Rusia’. Se refería ‘no solo a Crimea y el norte de Kazajstán, sino también, por ejemplo, al área de Kaliningrado’. Rusia no podía abandonar a su suerte a esos ‘25 millones de rusos’ que habían pasado a vivir en el extranjero. El mundo debía respetar los intereses del Estado ruso ‘y del pueblo ruso como gran nación’. Aquel hombretón irritante se llamaba –como habrán supuesto– Vladímir V. Putin”.

Este personaje que después tomo el poder absoluto en Rusia, se anexó Crimea, a desatado el estado de guerra en Ucrania del Este y defiende al genocida sirio, está obviamente inspirado por un afán imperialista de liderazgo global, muy alejado de las formas democráticas y muy cerca de círculos de corrupción.

Por su lado, Obama parece estar inspirado en las buenas intenciones de los inocentes, que no entienden además, que tienen responsabilidades que pueden ir más allá de sus anhelos de paz.

Así es que EEUU va retrocediendo en muchos aspectos de incidencia global, regresando a una casa, que así, se hace menos segura. Y sin lugar a dudas, tarde o temprano o más tarde que temprano, tendrá que enfrentar en mayor debilidad.

Sobre los acontecimientos más recientes, como la guerra civil de Siria, el advenimiento de ISIS y la migración masiva hacia Europa, podemos decir que ambos errores, los de acción y omisión, son igualmente pernisiosos.

Como dice Arturo Pérez-Reverte, en occidente se ha instalado “demasiada transigencia social, demasiados paños calientes, demasiados complejos… . Ver: Sobre idiotas, velos e imanes de Arturo Pérez-Reverte.

Además, ver el artículo de Juan Goytisolo: Cómo poner fin a la barbarie, en el País de España.

Afortunadamente todavía quedan algunos vestigios de la presencia positiva de EEUU en el mundo, como en su actuación contra la corrupción de la FIFA, la persecución de los barones de la droga y las denuncias contra las estafas de la VolksWagen.

Pero en lo político, EEUU está de retroceso y junto con la parálisis tradicional de Europa Occidental, están dejando que muchos aspectos de la vida global los definan los audaces y aventureros como Putin y que avancen los criminales como ISIS. Ambos han tomado demasiados espacios. Lampadia

 

 

   

 




El nuevo juego de la geopolítica global

El nuevo juego de la geopolítica global

Lampadia: Importante análisis del nuevo mundo político de The Economist

El dominio estadounidense está siendo desafiado

Publicado en The Economist el 17 de octubre del 2015.

Traducido y glosado por Lampadia

Un continente separa los campos de batalla ensangrentados de Siria de los arrecifes y bancos de arena del mar del sur de China. De alguna manera, sin embargo, ambos lugares presencian el cambio en las relaciones entre las grandes potencias más significativo desde el colapso de la Unión Soviética.

En Siria, por primera vez desde la Guerra Fría, Rusia ha desplegado sus fuerzas lejos de casa para sofocar una revolución y apoyar a un régimen cliente. En las aguas entre Vietnam y Filipinas, América pronto indicará que no reconoce las reivindicaciones territoriales de China a través de una serie de afloramientos y arrecifes ejerciendo su derecho a navegar dentro del límite de las 12 millas marítimas que controla el estado soberano.

Durante los últimos 25 años, América ha dominado por completo la política de las grandes potencias. Ahora, cada vez más, vive en un mundo contestatario. El nuevo juego con Rusia y China que se está desarrollando en Siria y en el Mar del Sur de China, es una muestra de la lucha que viene.

Como siempre, esa lucha se libra parcialmente en términos de poder puro. Vladimir Putin ha intervenido en Siria para aplacar el yihadismo y para reforzar su propia posición en Rusia. Pero también intenta demostrar que, a diferencia de Estados Unidos, se puede confiar en que Rusia pueda resolver las cosas en el Medio Oriente y ganar amigos, por ejemplo, ofreciéndole a Irak una alternativa a los Estados Unidos.

La lucha es también sobre legitimidad. Putin quiere desacreditar a Estados Unidos en el cuidado del orden internacional. América sostiene que el descontento popular y los abusos de los derechos humanos del régimen sirio descalifican al presidente, Bashar al-Assad, para ejercer el poder. Putin quiere restarle importancia a los derechos humanos, que él ve como una licencia del Occidente para interferir en países soberanos, incluyendo a la propia Rusia.

El poder y la legitimidad no son objetivos menos importantes en el Mar del Sur de China, una vía por la que pasa gran parte del comercio marítimo mundial. Muchas de sus islas, arrecifes y bancos de arena son objeto de reclamaciones superpuestas. Sin embargo, China insiste en que su caso debe prevalecer y está imponiendo su propio ‘derecho’ mediante el uso de vertederos y colocando pistas de aterrizaje y guarniciones.

Esto es en parte del rápido crecimiento de la fuerza naval de China: está creando islas, solo porque puede. El ocuparlas encaja con su estrategia de dominar los mares más allá de sus costas. Hace veinte años, buques de guerra estadounidenses navegaron hasta allí en total impunidad; hoy se encuentran en aguas potencialmente hostiles. Sin embargo, también hay un principio en juego. América no tiene una opinión sobre quién es dueño de las islas, pero sí insiste en que China debe establecer sus derechos a través de negociaciones o arbitraje internacional. China está afirmando que en su región, ya sea en las disputas de la isla como en otras cosas, las reglas las ponen ellos.

[No olvidemos lo que comentó Kissinger en su último libro, ver en Lampadia: ‘El Orden Mundial de Henry Kissinger‘ el mandato histórico de China: “Que esta a cargo de todo lo que está debajo del Cielo”.]

No debería extrañarle a nadie que la preeminencia de Estados Unidos esté siendo disputada. Después del colapso soviético, la supremacía mundial absoluta de los Estados Unidos empezó a parecer normal. De hecho, su dominio alcanzó tal nivel sólo porque Rusia tambaleaba y China todavía estaba emergiendo del caos y depredaciones que tanto la habían afectado en el siglo 20. Incluso hoy en día, Estados Unidos sigue siendo el único país capaz de proyectar poder en todo el mundo. (Como hemos [The Economist] argumentado recientemente, su influencia sobre el sistema financiero sigue creciendo.) [Ver en Lampadia: El dólar como moneda de reserva se debilita sin sustiituos].

No obstante, existen razones para preocuparse. La reafirmación del poder ruso se traduce en problemas. Ya ha llevado a la anexión de Crimea y a la invasión del este de Ucrania – ambas infracciones del mismo derecho internacional que Putin dice sostener en Siria. Barack Obama, presidente de Estados Unidos, se consuela con la debilidad de la economía rusa y la emigración de algunos de sus mejores personas. Pero una ex superpotencia cargada de armas nucleares puede causar mucho daño.

Las relaciones entre China y Estados Unidos son más importantes y aún más difíciles de manejar. Por el bien de la paz y la prosperidad, los dos deben ser capaces de trabajar juntos. Y sin embargo, sus relaciones están, inevitablemente, plagadas de rivalidad y desconfianza. Debido a que cada transacción tiene un riesgo de convertirse en una prueba para ver quién manda, el antagonismo siempre está a flor de piel.

La política exterior estadounidense aún no se ha adaptado a este mundo. Durante los últimos tres presidentes, la política ha consistido principalmente la exportación de los valores estadounidenses, aunque, a los países receptores, a veces se siente como una imposición. La idea era que los países inevitablemente gravitarían hacia la democracia, los mercados y los derechos humanos. Los optimistas pensaban que incluso China se encaminaría en esa dirección.

Esa noción ha sufrido, por primera vez en Irak y Afganistán y ahora en el Medio Oriente. La liberación no ha traído estabilidad. La democracia no ha echado raíces. Parece que Obama ha llegado a la conclusión de que Estados Unidos debería retirarse. En Libia, dirigió desde atrás; en Siria se ha mantenido fuera del conflicto. Como resultado, ha cedido la iniciativa a Rusia en Oriente Medio por primera vez desde la década de 1970.

Todos aquellos que, como esta revista [The Economist], ven la democracia y los mercados como el camino a la paz y la prosperidad esperan que Estados Unidos esté más dispuesto a liderar. El deseo de Obama de que otros países compartan la responsabilidad del sistema de derecho internacional y los derechos humanos se desarrollará sólo si su país establece la agenda y toma la iniciativa, como lo hizo con el programa nuclear de Irán. El nuevo juego implicará una diplomacia dura y la aplicación ocasional de la fuerza.

Estados Unidos aún tiene recursos que carecen otras potencias. La más importante es su red de alianzas, incluida la OTAN. Mientras que Obama a veces se comporta como si las alianzas fueran transaccionales, éstas necesitan bases sólidas. El poder militar de Estados Unidos no tiene rival, pero se ve obstaculizado por la política que busca congraciarse con el electorado y los recortes automáticos establecidos por el Congreso. Estos surgen del mayor freno al liderazgo estadounidense: las políticas disfuncionales en Washington. Eso no es sólo una mala publicidad para la democracia; sino que también obstaculiza el interés de Estados Unidos. En el nuevo juego esto es algo que los Estados Unidos y el mundo no pueden permitirse. L

 

 




Obama duda, Putin se atreve y el mundo observa

Obama duda, Putin se atreve y el mundo observa

La anexión de Crimea a Rusia, el paralé que le puso a Obama en Siria a pesar de la comprobación del hallazgo de armas químicas y la última agresiva intervención militar rusa en Siria para apuntalar al gobierno genocida de Bashar Al-Assad con la disculpa del Estado Islámico (EI), ha puesto en jaque la presencia política de EEUU en el mundo y la capacidad de Barack Obama para acomodarse a la nueva realidad global. El conflicto generado por el EI es uno de los más brutales de la historia y Obama está conduciendo una suerte de ‘retirada a casa’ en muchos aspectos de los temas internacionales, dejando vacíos que crean mucha incertidumbre.

 

En lo militar, las tácticas de Putin, primero en Ucrania y ahora en Siria, son completamente inversas a las de Obama. El nuevo Zar ruso es rápido y decidido, mientras que las acciones del presidente de EEUU han sido débiles y tardías.

La situación actual es que Rusia afirma luchar contra el Estado Islámico (EI) o ISIS, cuando en realidad ataca a los enemigos de su cliente y socio, el dictador sirio Bashar Al-Assad, mientras que los EEUU bombardean a ISIS en Siria y tratan el conflicto como derivado y anexo al conflicto principal, el del vecino país de Irak.

Sin embargo, el 30 de octubre, la Casa Blanca habría cambiado de rumbo al declarar que “el presidente Obama está ordenando al Pentágono que envíen fuerzas especiales (terrestres) a Siria para ‘asesorar’ a la oposición en su lucha contra ISIS”. Esto tras haber declarado múltiples veces que Obama estaba en contra de tomar un rol más protagónico en el conflicto sirio y de haber afirmado que las acciones de Rusia son un error estratégico (y llamaba a esta conducta “paciencia estratégica”, una suerte del ‘appeasement’ de Chamberlain antes de la Segunda Guerra Mundial).

¿Qué motivó al líder americano a cambiar de opinión? Probablemente, las acciones de su contraparte, Vladimir Putin. Obama estaba perdiendo tanto relevancia como influencia en temas estratégicos como en la sangrienta guerra civil siria o la interminable lucha contra el Estado Islámico.

Pero a pesar de haber tomado un paso en la dirección correcta, ha rechazado todas las propuestas del Pentágono. No va a crear una zona de exclusión aérea en Siria para proteger a los refugiados y a los rebeldes anti-Assad (probablemente porque corre el riesgo de enfadar a Rusia y a su base doméstica en la zona) y no va a desplegar helicópteros Apache de ataque para ayudar a las fuerzas terrestres de la coalición (porque iría muy en contra de sus antiguas afirmaciones con las que acabó la guerra de Irak).

Increíblemente, su propuesta es enviar a 50 soldados estadounidenses de las fuerzas especiales para ayudar a las tropas kurdas que se encuentran luchando contra el Estado Islámico. No está claro cuál será su misión o en qué parte de Siria estarán, pero una fuerza tan pequeña es mucho más vulnerable a ser asesinada o capturada por las fuerzas del EI. El despliegue más parece ser un intento de la Casa Blanca de responder a su humillación frente a las acciones de Rusia, mostrando que al menos están haciendo algo en contra del Estado Islámico. Pero no parece tener la fuerza que debería.

En realidad, la Casa Blanca parece estar apostando a que Rusia cometa algún error en Siria. Pero si Putin tiene éxito, y aprovecha las ganancias del campo de batalla en su estrategia política, entonces “tendrá una influencia mucho mayor en el Medio Oriente, que se traducirá en una Rusia mucho más envalentonada en Asia y Ucrania”, dijo Vali Nasr, un ex alto funcionario del Departamento de Estado en el gobierno de Obama y ahora decano del departamento de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins.

El objetivo de Rusia “es apuntalar a Assad y consolidar su posición en la parte occidental del país y lograr una posición ventajosa en cualquier proceso internacional para resolver el conflicto”, dijo Stephen Hadley, quien se desempeñó como asesor de seguridad nacional durante el segundo mandato del presidente George Bush. “Creo que Rusia ya está en camino para lograr ese objetivo.” Como tan elocuentemente lo describió The Economist, “como judoka, Putin sabe el arte de explotar la debilidad de un rival: cuando Estados Unidos da un paso atrás, él empuja hacia adelante.”

No se puede negar el eventual beneficio personal de Putin si tiene éxito en Siria. En palabras de The Economist, “Aún más importante para Putin es su permanencia en el poder en su país y Siria puede ser de utilidad. El bombardeo ofrece un nuevo espectáculo y uno muy necesario en un momento en que la guerra en Ucrania, que dominó los medios por un tiempo, está empezando a congelarse y la euforia por la anexión de Crimea se está desvaneciendo. Además, la economía rusa, afectada por las sanciones y la caída de los precios del petróleo, se ha ido contrayendo rápidamente. Durante sus dos primeros mandatos presidenciales, Putin pudo jactarse de los crecientes ingresos. En su tercer mandato, parece confiar más en el teatro de la guerra y en un falso orgullo [nacionalista] fabricado para desafiar a EEUU. Siria ofrece una distracción útil de Ucrania, pero estratégicamente se trata de Estados Unidos.”

No se puede negar que se está haciendo un esfuerzo para lograr una solución o tomar mayores acciones con respecto al conflicto de Siria. Cuando diplomáticos de diecisiete países se sientan juntos por primera vez y tienen “un debate franco y constructivo” durante más de siete horas para emitir una declaración conjunta explicando en nueve puntos su “comprensión mutua” sobre Siria, significa que hay un encomiable esfuerzo, aunque tal vez tardío.

Sin embargo, la declaración conjunta elude, estratégicamente, la controvertida cuestión del futuro del presidente Bashar Al-Assad y se centra en la búsqueda de un acuerdo para la lucha contra el terrorismo. El Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon afirmó que “el futuro de Siria o el futuro de todas estas conversaciones de paz y negociaciones no deben centrarse en el futuro de un solo hombre. Básicamente, creo que depende del pueblo sirio, ellos tienen que decidir el futuro del presidente Assad”.

Según un reciente artículo de The Economis (ver enlace más abajo) “En Siria, el titubeo de Obama significa que sus opciones se vuelven cada vez más difíciles y más arriesgadas. Putin defiende descaradamente a un tirano y está profundizando una división entre los sunitas y chiítas de la región. Estados Unidos debe mantenerse firme en que Assad no permanezca en el poder y establecer una visión de qué debería hacerse. Se necesita hacer más para proteger a la población mayoritariamente sunita: crear zonas protegidas; imponer zonas de exclusión aérea para detener el bombardeo de Assad y promover una fuerza sunita moderada. Esto bien puede significar forzar a que los aviones rusos no vuelen.”

Parece que el enfoque general de la administración de Obama está en una difícil disyuntiva sobre Siria tras la intervención militar rusa. Está claro que Obama está intentando ver cómo proceder y no está seguro de las posibles consecuencias de las operaciones militares rusas. La gran pregunta es, ¿qué harán ahora? El tiempo pasa y cada vez la decisión se torna más difícil. Lampadia

Ver en Lampadia los siguientes enlaces: Putin se atreve, Obama titubea y Un nuevo espectáculo para las masas

 




El autonombrado Califato avanza incontenible ante indecisión mundial

El autonombrado Califato avanza incontenible ante indecisión mundial

Cuando las tropas iraquíes lograron expulsar a los combatientes de ISIS de Tikrit, se pensó que este era el comienzo del fin del grupo extremista que en el 2014 sorprendió al mundo con amenazas exacerbadas y una ofensiva inesperada que pronto le permitió tomar la estratégica ciudad de Mosul (la segunda en importancia en Iraq) e incluso llegó a las puertas de Bagdad.

Esta esperanza se desvaneció pronto. A fines de mayo, los yihadistas lanzaron una campaña en dos frentes con un éxito inusitado: en Iraq, se hicieron de la provincia de Anbar y de su capital, Ramadi; en Siria, derrotaron a las fuerzas del dictador Bashar al-Asad y asaltaron la histórica ciudad de Palmira. Los cables internacionales estallaron: “ISIS controla ahora un territorio del tamaño de Italia”

 

 

A pesar, de estar bajo un constante bombardeo aéreo, perder cerca de 10 mil combatientes (sus mejores tropas) y de un duro revés en Kobane (la ciudad kurdo-siria en la frontera con Turquía) a la que no pudo tomar tras someterla a un asedio inclemente, el ISIS ha demostrado en los últimos meses su resistencia y dominio sobre el campo de batalla. Por si esto fuera poco, en Libia milicias que han jurado lealtad al autonombrado Califato de Irak, Siria y Levante operan en diversas regiones, al igual que lo hace el criminal Boko Haram en Nigeria, que le ha ofrecido su apoyo. Los ataques en Túnez, Francia y Dinamarca demuestran que sus éxitos militares le siguen sumando partidarios en todo el mundo

El Califato parece empoderado, mientras que las ciudades y territorios que controla se ejecuta la persecución y asesinato de las minorías cristianas y musulmanas chiitas, de las mujeres, la destrucción de los legados culturales de la humanidad, se instala el terror, la intolerancia y la aplicación de una interpretación del Islam cada vez más reñida con los preceptos de esta fe y con el respeto por los derechos humanos. Un video propalado hace unos días por la BBC mostraba como los habitantes de Mosul son sometidos a una serie de vejaciones, en especial las mujeres. En el reportaje se ve la voladura de una Mezquita Chií del siglo XIV y como son confiscadas las propiedades de cristianos y otras religiones. El terror es el método de gobierno de esta dictadura teocrática, que se ha hecho de un importante armamento y fuentes de dinero.

Los avances del Califato parecen haber sorprendido y confundido a los débiles líderes occidentales que no esperaban una reacción de este tipo. Tras meses de afirmar que se estaba debilitando a los yihadistas y a punto de lanzar una ofensiva sobre Mosul, se ha tenido que reenfocar las prioridades. Se han buscado a los responsables de esta situación y el blanco predilecto ha sido el ejército irquí. El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, no fue nada diplomático al señala que las fuerzas armadas iraquíes “no habían demostrado una voluntad para pelear”. Una pobre manera de lavarse las manos.

Es la segunda vez que ante una ofensiva de ISIS, el ejército iraquí se repliega en desbandada, primero en Mosul y ahora en Ramadi. Preocupante, pues los líderes occidentales que están rehuyendo tomar acciones más efectivas, creían que este cuerpo estaba en condiciones de hacer frente a los yihadistas y derrotarlos.

Como se pregunta la BBC “¿Se trata entonces de una falta de voluntad del ejército iraquí o está fallando la estrategia de la coalición internacional? Barack Obama había indicado previamente que ISIS no estaba ganando, que sus victorias eran un ‘revés táctico’. Pero tal como señala el corresponsal en asuntos de seguridad de la BBC, Frank Gardner, ‘la incómoda realidad es que la coalición tampoco está ganando”.

Es cierto. Por el momento no se avizora un triunfador en esta contienda. Al final del día, sin embargo, quien controla el terreno es el Califato, un territorio que sigue expandiéndose.

Es por ello que los analistas afirman que “con cada victoria y cada avance ISIS se acerca a convertirse en un ‘Estado funcional’, dice Gardner. Y esto, agrega, es una señal del fracaso de algunas de las potencias mundiales que se embarcaron con mucha renuencia en la reacción  contra ellos. ‘Me parece que la estrategia de la coalición contra ISIS siempre ha sido algo inexistente’, dice Charlie Winter, analista del Quilliam, un centro de estudios contra el extremismo con sede en Londres. ‘Desde el principio se dedicó a bombardear las posiciones de ISIS con la esperanza de matar a algunos de sus líderes, acabar con algunas unidades de artillería, esas cosas (… ). Pero aparte de eso, ha sido un sonado fracaso´”, agrega.

Por su lado, los Kurdos han conseguido derrotarlos y no han permitido que avancen sobre su territorio. Es justamente esa la táctica que mejor ha resultado, actuar sobre el terreno, con fuerzas que luchan valientemente, a veces en inferioridad de condiciones, pero con apoyo aéreo de los Estados Unidos. Así se han conseguido algunas victorias importantes.

El dilema de la coalición anti Califato pasa por responder a este problema: ¿quién pondrá las fuerzas terrestres? Los Chiíes, financiados y entrenados por Irán, están dispuestos a hacerlo, pero esto genera el recelo de los suníes y de las naciones que los albergan como Arabia Saudita, por ejemplo. Los Kurdos están dispuestos a pelear, pero no mucho más allá de su territorio. Nadie quiere armar y apoyar a las tropas sirias de Al-Asad. Así, todos miran a la primera potencial militar del mundo: Los Estados Unidos, que desde que incumplió su amenaza de intervenir en Siria por el uso de armas químicas, luego de ser confrontado por Rusia (que tiene una agenda alejada de la paz global), quiere manejar las cosas a control remoto.

Obama ha sido claro al respecto. No desea que soldados norteamericanos combatan en el terreno. Hace unos días autorizó el envío de 450 nuevos instructores militares a Iraq, los que ya suman 3,100. Sin embargo, no tienen autorización para luchar. Ha prometido, además mejor armamento y logística para que los irquíes expulsen al ISIS de su territorio, pero la amenaza de estos asesinos, va mucho más allá de Iraq.

La promesa de Obama retirarse de Iraq y Afganistán, más la sombra de Vietnam y el ‘síndrome de Chamberlaine’ (creer que se puede lograr la paz sin actuar y confrontar), parecen atar a Obama. Como ha señalado El País de España, que bajo esta perspectiva, afirma que “los militares [en Irak] son asesores (advisers en inglés), según la terminología del Pentagono. Es una palabra con ecos históricos inquietantes. La guerra de Vietnam comenzó con unos centenares de advisers estadounidenses en los años 50, con el presidente Dwight Eisenhower. Con John F. Kennedy, que llegó a la Casa Blanca en 1961, subieron a 16,000. Cinco años más tarde eran medio millón”.

Mientras las indecisiones continúan el ISIS se hace fuerte y este estratégico territorio, lleno de riquezas culturales, históricas y económicas claves para la economía mundial, sigue sojuzgado por uno de los movimientos más atávicos y crueles que ha engendrado la humanidad. ¡Cómo se extraña la visión y el liderazgo de un Winston Churchill! Lampadia

 




ISIS toma el mundo

ISIS toma el mundo

Por Eric Schmitt y David D. Kirkpatrick

(Correo – The New York Times – International Weekly, 23 Febrero al 01 de Marzo de 2015)

El Estado Islámico (EI) se está expandiendo más allá de su base en Siria e Iraq para establecer ramas en Afganistán, Argelia, Egipto y Libia, lo que plantea la posibilidad de una nueva guerra global contra el terrorismo

Los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos estiman que el número de combatientes del grupo alcanza entre 20 mil y 31 mil 500 en Siria e Iraq. Hay promesas de apoyo de “probablemente al menos un par de cientos de extremistas” en Jordania, Líbano, Arabia Saudí, Túnez y Yemen, según un integrante de contraterrorismo estadounidense quien pidió el anonimato.

El teniente general Vincent R. Stewart, director de la Agencia de Inteligencia de Defensa, declaró este mes que el Estado Islámico, también conocido como ISIS o ISIL, “comenzaba a desarrollar una creciente huella internacional”.

Sin embargo, no está claro qué tan eficaces son las filiales, o hasta qué grado se trata esto de una renovación oportunista por parte de incipientes grupos yihadistas con la esperanza de reclutar miembros nuevos al explotar la reputación del grupo Estado Islámico.

La repentina proliferación de ramas del Estado Islámico y de combatientes leales motivó el esfuerzo de la Casa Blanca por darle al presidente Barack Obama y a su sucesor nuevas facultades para tomar acción contra ese grupo donde sea que surjan sus seguidores.

“No queremos que nadie en el EI se quede con la impresión de que, si se trasladan a algún país vecino, esencialmente estarán en un refugio seguro y fuera del alcance de las capacidades de Estados Unidos”, indicó Josh Earnest, secretario de prensa de la Casa Blanca.

El Estado Islámico declaró la formación de un califato, o estado religioso, en junio del 2014. Algunos analistas de contraterrorismo señalan que está echando mano de la estructura de franquicia para extender su alcance geográfico, pero sin el riguroso proceso multianual de reclutamiento de Al Qaeda. Esto podría permitir que sus ramas crezcan más rápido, más fácil y más lejos.

El atractivo del Estado Islámico quedó de manifiesto cuando Amedy Coulibaly, uno de los gatilleros en los ataques terroristas en París, Francia, el mes pasado, declaró su lealtad al grupo. En Afganistán a principios de este mes, un drone estadounidense abatió a un excomandante talibán, el mulá Abdul Rauf Khadim, quien había jurado fidelidad al Estado Islámico. En Egipto y Libia, grupos milicianos han jurado lealtad a los yihadistas y han recibido su reconocimiento público como “provincias” del presunto califato.

La influencia del EI ya es aparente en las operaciones de las provincias norafricanas. El 15 de febrero, el grupo central dio a conocer un video en las redes sociales que presuntamente mostraba a combatientes de una rama libia ejecutando a 20 prisioneros cristianos coptos egipcios, vestidos en los característicos uniformes anaranjado del Estado Islámico.

En represalia, Egipto llevó a cabo un ataque aéreo contra los milicianos libios, el 16 de febrero. Pero algunos analistas dijeron que el Estado Islámico podría ver la entrada de Egipto a la batalla libia como un éxito estratégico, ya que los extremistas intentan propagar el caos.

En Egipto, Ansar Beit al-Maqdis, el grupo extremista con sede en el Sinaí, envió emisarios al Estado Islámico en Siria, el año pasado, y adoptó el característico castigo medieval de ese grupo yihadista: las decapitaciones.

Radicado en el Sinaí, Ansar Beit al-Maqdis se declaró filial del Estado Islámico, en noviembre último, y los videos y declaraciones en línea de ese grupo para adjudicarse la responsabilidad de ataques empezaron a adoptar más de la sofisticación y la violencia despiadada asociadas con su nuevo grupo matriz.

Hasta la fecha, la Provincia del Sinaí se ha enfocado en atacar a fuerzas de seguridad. Pese a la creciente ofensiva del Gobierno, esos militantes parecen haberse vuelto más intrépidos y avanzados desde que se vincularon con el Estado Islámico. La noche del 29 de enero, se adjudicaron la responsabilidad por los bombazos coordinados que cobraron las vidas de 24 soldados, seis policías y 14 civiles.

En la contigua Libia, al menos tres grupos distintos han declarado su afiliación al Estado Islámico, uno en cada una de las regiones que componen ese país: Cirenaica, en el este; Fezán, en el sur desértico; y Tripolitania, en el oeste, cerca de la capital. Algunos funcionarios de inteligencia de Occidente temen que estos grupos puedan evolucionar hasta convertirse en bases para combatientes del EI que se desplazan a través del Mediterráneo, hacia Egipto u otros lugares en África del Norte.

El este de Libia ya se ha convertido en un campo de entrenamiento para yihadistas que van a Siria o Iraq y un refugio para combatientes egipcios que montan ataques en el vecino desierto.

Tripolitania se ha colocado al frente como una amenaza contra los occidentales y los intereses de Occidente. El mes pasado, combatientes bajo el nombre del grupo se adjudicaron la responsabilidad por un ataque descarado en un hotel de lujo en la capital, Trípoli, que es un centro para visitantes occidentales y líderes del Gobierno provisional apoyado por islamistas.

Murieron al menos ocho personas, entre ellos David Berry, un contratista de seguridad estadounidense y exmarine. Dos de los combatientes del Estado Islámico murieron en un enfrentamiento con fuerzas gubernamentales.

“Es un verdadero conflicto”, expresó Frederic Wehrey, un analista político titular en el Fondo Carnegie para la Paz Internacional, quien recientemente efectuó una visita a Libia.

“Los hombres del Estado Islámico tratan de hacerse de territorio” apartado de la coalición islamista general y “los están retando en su propio terreno”, aseveró, mientras que otros extremistas se están “despegando, gravitando hacia el Estado Islámico y volviéndose más atrevidos”.