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¿Start-ups en búsqueda de nuevos horizontes?

¿Start-ups en búsqueda de nuevos horizontes?

Cuando uno piensa en Silicon Valley en California, vienen imágenes de muchos de los pesos pesados globales en la industria de la tecnología. Gigantes como Google, Apple y Facebook han cambiado el mundo con sus modelos de tecnología y negocios, y todos ellos dicen que Silicon Valley su hogar.

No es de extrañar que cientos de nuevas empresas se hayan congregado en Silicon Valley a lo largo de los años, deseosas de estar donde todo comienza y convertirse en la próxima gran novedad.

The Economist recientemente analizó por qué Silicon Valley estaría perdiendo su atractivo ante los ojos de muchas nuevas empresas y hacia dónde se dirigen. ¿Por qué se van? No hay una sola razón por la cual algunas compañías están dejando Silicon Valley; sino más bien una colección de cosas que los hacen creer que pueden hacerlo mejor en otros lugares:

  • Es demasiado caro: El costo de vida en Palo Alto y sus alrededores se encuentra entre los más altos del país.
  • Está muy congestionado: todas esas start-ups necesitan talento de alta calidad, y a medida que más y más personas acuden a Silicon Valley en busca de una carrera prominente, el tráfico y la congestión en general seguramente aumentarán.
  • Es demasiado competitivo: una de las claves para convertirse en la próxima gran start-up tecnológica es destacar entre la multitud. Y es fácil perderse en Silicon Valley.
  • Una actitud de mente cerrada: aunque es más una opinión que un hecho, algunos empresarios se han cansado de lo que perciben como una mentalidad cerrada.
  • Políticas conflictivas: El miedo basado en posibles cambios de inmigración o nueva legislación que podría afectar muchas start-ups y algunas preferirían simplemente hacerlo en otro lugar.

¿A dónde van? La tendencia parece que se van a todo el mundo, diversificando la innovación de manera interna en EEUU y en todo el mundo, lo cual traerá beneficios para una mayor cantidad de personas:

  • Austin, Texas, parece todo menos un centro tecnológico, pero se ha convertido en uno de los lugares más codiciados de las nuevas empresas estadounidenses.
  • Singapur se ha convertido en un nuevo centro de start-ups debido a razones como el costo de la vida, procesos eficientes y una actitud acogedora hacia la cultura de las start-ups.
  • Estonia tiene un marco legal actual muy propenso a la inversión, es totalmente virtual, los reguladores son confiables y tienen una política fiscal favorable, lo que lo convierten en un excelente lugar para hacer negocios relacionados con tecnología.
  • Toronto se está convirtiendo rápidamente en una alternativa viable. Cuenta con empresarios, inversionistas y una abundante oferta de nuevas empresas.
  • Berlín es un destino europeo con una creciente escena de start-ups, con facilidades de visas, alta calidad de vida y una gama de ciudadanos globales.
  • Florida en EEUU.

Si Silicon Valley está realmente perdiendo su atractivo, se puede ver que hay una multitud de alternativas listas y capaces de tomar el relevo. En Lampadia consideramos que es necesario crear incentivos para acelerar la innovación. Las mayores innovaciones son el resultado tanto de la inversión de gobiernos en investigación básica como de la creatividad e inversión del sector privado. Sin embargo, uno de los principales frenos a una mayor innovación en el Perú son las barreras que el mismo gobierno le impone a las empresas, reduciendo su productividad y yendo en contra del crecimiento. Las barreras de entrada y los altos costos de operación y expansión reducen el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.

Entonces, ¿qué espera el Perú para crear su propio hub tecnológico? En el Perú ya tenemos a grandes innovadores (ver en Lampadia: Arequipa incuba desarrollo de industria tecnológica y Blogs desde Singularity University) y personas capacitadas para poder empezar esta hazaña. Aprovechemos a nuestros talentosos jóvenes y démosles las herramientas para innovar y seguir creciendo. Lampadia

La nueva geografía de la innovación
Porqué las start-ups están abandonando Silicon Valley

Su predominio como hub tecnológico está en declive. Eso es motivo de preocupación.

The Economist
30 de agosto, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

“Como Florencia en el Renacimiento”. Esa es una descripción común de lo que es vivir en Silicon Valley. El capital tecnológico de Estados Unidos tiene una gran influencia en la economía mundial, los mercados de valores y la cultura. Esta pequeña porción de tierra que se extiende desde San José hasta San Francisco es el hogar de tres de las cinco compañías más valiosas del mundo. Gigantes como Apple, Facebook, Google y Netflix nombran a Silicon Valley como su lugar de nacimiento y su hogar, al igual que start-ups pioneras como Airbnb, Tesla y Uber. El Bay Area tiene la decimonovena economía más grande del mundo, clasificándose por encima de Suiza y Arabia Saudita.

‘The Valley’ (como se le conoce) no es solo un lugar. También es una idea. Desde que Bill Hewlett y David Packard se instalaron en un garaje de ese lugar hace casi 80 años, ha sido sinónimo de innovación e ingenio. Ha estado en el centro de varios ciclos Schumpeterianos de destrucción y regeneración, en los chips de silicio, computadoras, software y servicios de Internet. Algunos de sus inventos han sido ridículos: teteras conectadas a Internet, o una aplicación que vendía monedas para que las personas las puedan utilizar en lavanderías. Pero otros son campeones mundiales: los microprocesadores, las bases de datos y los smartphones trazan su linaje hasta ‘The Valley’.

Su combinación de experiencia en ingeniería, networking, grandes fondos de capital, universidades sólidas y una cultura de riesgo han hecho que ‘The Valley’ sea imposible de clonar, a pesar de muchos intentos de hacerlo. No existe un rival creíble por su posición como centro de innovación preeminente en el mundo. Pero hay indicios de que la influencia de ‘The Valley’ está llegando a su tope. Si eso fuera simplemente un síntoma de una innovación mucho mayor en otros lugares, sería motivo de alegría. La verdad es menos feliz.

La meseta de Silicio

Primero, hay evidencia de que algo está cambiando. El año pasado, más estadounidenses abandonaron el condado de San Francisco que los que llegaron. Según una encuesta reciente, el 46% de los encuestados dice que planea abandonar el Bay Area en los próximos años, un aumento del 34% con respecto al 2016. Muchas start-ups se están expandiendo a nuevos lugares en una tendencia que ya tiene un nombre: “Off Silicon Valleying “. Peter Thiel, tal vez el capitalista de riesgo más destacado de ‘The Valley’, se encuentra entre aquellos que se van. Los que se quedan tienen horizontes más amplios: en 2013 los inversionistas de Silicon Valley invirtieron la mitad de su dinero en nuevas empresas fuera del Bay Area; ahora esta cifra es más cerca a los dos tercios.

Las razones de este cambio son múltiples, pero la principal es el nivel de costos de operar en ‘The Valley’. El costo de vida se encuentra entre los más altos del mundo. Un fundador reconoce que las nuevas empresas pagan al menos cuatro veces más para operar en el Bay Area que en la mayoría de las otras ciudades de Estados Unidos. Las nuevas tecnologías, desde la computación cuántica hasta la biología sintética, ofrecen márgenes más bajos que los servicios de Internet, lo que hace que sea aún más importante para las nuevas empresas administrar bien su efectivo en estos campos emergentes. Todo esto es antes de tener en cuenta las características más desagradables de la vida del Bay Area: el excesivo tráfico, las jeringas desechadas y la impactante desigualdad.

Como resultado, otras ciudades están aumentando en importancia relativa. El Kauffman Foundation, un grupo sin fines de lucro que rastrea el espíritu empresarial, ahora clasifica el área de Miami-Fort Lauderdale como el primero para la actividad de start-ups en Estados Unidos, con base en la densidad de las start-ups y nuevos empresarios. Thiel se mudará a Los Ángeles, que tiene una vibrante escena tecnológica. Phoenix y Pittsburgh se han convertido en centros de vehículos autónomos; Nueva York para nuevas empresas de medios; Londres para fintech; Shenzhen para hardware. Ninguno de estos lugares puede igualar a ‘The Valley’ por sí mismo; pero entre ellos, apuntan a un mundo en el que la innovación está más distribuida.

Si las grandes ideas pueden surgir en más lugares, eso debe ser bienvenido. Hay algunas razones para pensar que el campo de juego para la innovación se está nivelando. El capital se está volviendo más ampliamente disponible para las ideas brillantes en todas partes: los inversionistas en tecnología navegan cada vez más por el mundo, no solo por California, para obtener ideas interesantes. Hay menos razones que nunca para que una sola región sea el epicentro de la tecnología. Gracias a las herramientas que han producido las propias firmas de ‘The valley’, desde teléfonos inteligentes hasta video-llamadas y aplicaciones de mensajería, los equipos pueden trabajar eficazmente desde diferentes oficinas y lugares. Un posible resultado puede ser la distribución más equitativa de la riqueza y una mayor diversidad de pensamiento. ‘The Valley’ hace muchas cosas notablemente bien, pero se acerca peligrosamente a ser un monocultivo de empresarios masculinos nerds blancos. Las empresas fundadas por mujeres recibieron apenas el 2% de los fondos otorgados por capitalistas de riesgo el año pasado.

Las sombras de los colosos

Uno de los problemas es que el campo de juego para la innovación también se está nivelando. Un aspecto es el dominio de los gigantes tecnológicos. Las start-ups, en particular las que se dedican al negocio de Internet para el consumidor, luchan cada vez más por atraer capital a la sombra de Alphabet, Apple, Facebook et al. En 2017, el número de primeras rondas de financiamiento en Estados Unidos disminuyó alrededor de un 22% desde 2012. Alphabet y Facebook pagan a sus empleados con tanta generosidad que las nuevas empresas luchan para atraer talento (el salario promedio en Facebook es de US$ 240,000 al año). Cuando las posibilidades de éxito inicial son aún menos ciertas y las ganancias no son muy diferentes a la de un trabajo estable en una de las empresas gigantes, el dinamismo sufre, y no solo en ‘The Valley’. Es una historia similar en China, donde Alibaba, Baidu y Tencent son responsables de casi la mitad de todas las inversiones locales de capital de riesgo, dando a los gigantes una gran voz en el futuro de los posibles rivales.

La segunda forma en que la innovación se está nivelando es por las crecientes poco amistosas políticas públicas en Occidente. El creciente sentimiento antiinmigrante y los regímenes más estrictos de visado introducidos por el presidente Donald Trump tienen efectos en toda la economía: los entrepreneurs extranjeros crean alrededor del 25% de las nuevas empresas en Estados Unidos. Silicon Valley floreció primero en gran parte, debido a la generosidad del gobierno. Pero el gasto estatal en universidades públicas en EEUU y Europa ha caído desde la crisis financiera de 2007-08. El financiamiento para la investigación es inadecuado: el gasto del gobierno federal de Estados Unidos en I + D fue del 0.6% del PBI en 2015, un tercio de lo que era en 1964 y va en la dirección equivocada.  

Si el declive relativo de Silicon Valley anunciara el surgimiento de una red mundial de centros tecnológicos rivales y prósperos, sería digno de celebración. Desafortunadamente, su pico parece más una advertencia de que la innovación en todas partes se está volviendo más dura. Lampadia




Amazon, Facebook y Google enfrentan desafíos antimonopolio

Datos demasiado grandes para el formato del archivo




Un mundo de abundancia

Un mundo de abundancia

Ayer, Peter Diamandis, dio una charla “Una mirada al Futuro”, organizado por Inversiones Sura, en la cual ofreció una mirada inspiradora y optimista sobre el futuro de la humanidad. Según el expositor, con la tecnología exponencial y la innovación, se resolverán los grandes desafíos de la humanidad y se creará un futuro de abundancia.

Fuente: preorderhuaweip9.com

Diamandis es presidente y co-fundador de Singularity University (SU), de Silicon Valley, junto al emprendedor futurista Ray Kurzweil. Además, preside la fundación ‘X Prize’,que busca inspirar, educar y proveer herramientas a emprendedores y empresarios. El principal objetivo de SU es: promover emprendimientos que impacten positivamente en la vida de mil millones de personas.

Un mundo de abundancia

Dimandis, citando algunos extractos de su libro ‘Abundance: The Future Is Better than You Think, (Abundancia: El futuro es mejor de lo que piensas), que escribió con el periodista Steven Kotler, asegura que a pesar de que se piense que el mundo está cada vez peor, la verdad es que el mundo está mucho mejor que nunca.

Explicó que la pobreza extrema ha disminuido más en los últimos 50 años que en los 500 anteriores. De hecho, durante los últimos 50 años, mientras que la población en la Tierra se ha duplicado, el ingreso promedio per cápita alrededor del mundo (ajustado por inflación) se ha triplicado.

No solo somos más ricos que nunca, también estamos más sanos. Durante el último siglo, la mortalidad materna ha disminuido en un 90 % y la mortalidad infantil en un 99 %, mientras que la duración media de la vida humana se ha más que duplicado.

En cuanto a las muertes violentas,  como explica Steven Pinker, desde la Edad Media, la violencia en el mundo ha estado en constante declive. Así que no solo somos más saludables, también estamos más seguros, a pesar de la sensación en contrario.

Una mirada al futuro

Diamandis considera que en los próximos 30 años nos dirigiremos a un mundo de abundancia en el que podremos satisfacer las necesidades básicas de cada hombre, mujer y niño.

A través de avances en tecnologías de crecimiento exponencial como inteligencia artificial, impresión 3D, Big Data, biología sintética y nanotecnología, se democratizará y universalizará el acceso a energía, alimentos, atención médica eficiente y efectiva y una educación que empodere las mentes de los jóvenes en todo el mundo.

Este proceso, que acelerará el incremento del bienestar producido durante los últimos 30 años (ver: Indicadores de la Historia del Bienestar), permitirá que la humanidad, con una población de 9 a 10 mil  millones de habitantes, tenga una calidad de vida que hoy todavía no imaginamos.

Una gran preocupación proviene del potencial de un nivel de desempleo tecnológico significativo. McKinsey & Co. predice que el 45% de los empleos actuales se perderán automáticamente en solo 20 años. Según Diamandis, lo que realmente preocupa es la velocidad del cambio que viene.

Diamandis busca ayudar a construir un “puente hacia la abundancia”. Para ayudar a superar los desafíos que enfrentaremos en los próximos 10-30 años. A más largo plazo, la sociedad se adaptará y los humanos se asociarán y se fusionarán con la tecnología para reorganizarse, evolucionar y convertirse en mejores trabajadores.

¿Qué tienen que hacer nuestros líderes para que estemos preparados?

Diamandis explicó que los seres humanos pensamos de forma lineal, pero el nuevo mundo q2ue nos ofrece la revolución tecnológica se basa en tecnologías exponenciales, y las mejoras que traerán se acelerarán exponencfialmente.

Los emprendedores exponenciales de hoy. Startups de Silicon Valley y de otros centros de innovación en India e Israel, entre otros, quieren cambiar el mundo y se adaptan ágilmente al cambio.

Lamentablemente, el mundo está gobernado por políticos que están lejos de tener un pensamiento exponencial, o de entenderlo, y más bien son un impedimento para que este proceso se dé de la mejor forma.

Los beneficios de las tecnologías exponenciales se irán sumando, sin que sean aparentes en el corto plazo, el espacio de vida de los políticos, especialmente, el de los políticos populistas, que están invadiendo todas las posiciones de poder.

Estas amenazas al status quohace que muchos gobiernos pongan obstáculos (el gran ejemplo es Uber).Además, cuando el gobierno no puede entender el impacto de una nueva tecnología en la sociedad, su primera reacción es detenerse y poner más trabas para intentar ralentizar la velocidad de los cambios.

Vivimos en la época más emocionante de nuestra historia. A medida que avanzamos hacia este futuro, vamos a estar alterando muchas industrias y creando más oportunidades de desarrollo. Para lograrlo, debemos generar la mayor cantidad posible de riqueza en el menor plazo posible e invertir todo lo que podamos en educación, capacitación e innovación.

Para esto, tenemos que eliminar la incompatibilidad actual que existe ente el pensamiento linear de los políticos actuales y el pensamiento exponencial de los grandes emprendedores que surgen todos los días, y así aprovechar las infinitas oportunidades que nos ayuden a lograr un crecimiento duradero, que financie la agenda social y de gobierno y, que genere buen empleo y buenos ingresos para todos los peruanos.

Cada día será más difícil remontar nuestras brechas de desarrollo. Es hora de adoptar la visión correcta, despolitizada y con un enfoque estratégico dirigido al desarrollo integral, sostenible y duradero. Lampadia




La peruana que enseña física cuántica de manera sencilla

El domingo pasado se llevó acabo una ceremonia exclusiva en Silicon Valley, donde ejecutivos de tecnología, artistas del cine y atletas se reunieron para otorgar un total de US$25 millones a los ganadores de los Breakthrough Prize, reconociendo los logros de 21 científicos de todo el mundo por innovaciones en matemáticas, ciencias biológicas y física. Entre los ganadores se encuentra la peruana Antonella Masini, de 18 años, quien ganó una beca de US$ 250,000 por su particular explicación en YouTube sobre el entrelazamiento cuántico.

Los Breakthrough Prize, ahora en su quinto año, fueron establecidos por el cofundador de Google, Sergey Brin; la presidenta ejecutiva de 23andMe, Anne Wojcicki; el presidente ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, y su esposa, Priscilla Chan; y el inversionista de capital de riesgo Yuri Milner. El objetivo es reconocer, entre más de mil participantes a físicos, biólogos y matemáticos, a expertos en genética, biología celular o física gravitacional.

Antonella Masini ciencias

Pero este evento no solo premia los avances más espectaculares en la medicina, la física y las matemáticas. También reconoce a los jóvenes más prometedores. A través de un concurso para adolescentes en el que los más de 6,000 candidatos debían enviar un vídeo explicando algún concepto científico, el Breakthrough Prize otorgó dos galardones de 250,000 dólares junto con premios colaterales para que los colegios de los ganadores puedan crear un nuevo laboratorio de ciencias, así como a los docentes.

Los premiados este año fueron las jóvenes Deanna See de Singapur, y Antonella Masini de Perú, los que lograron por explicar la resistencia a los antibióticos y el entrelazamiento cuántico, respectivamente.

Compartimos con nuestros lectores el video original de Antonella Masini en su canal de Youtube:

Con un par de zapatos viejos, un sombrero de bruja, un set de muñecas rusas y una cámara de video, Antonella Masini explica qué hay detrás del entrelazamiento de partículas (“partículas muy chiquitas”, como dice ella) y señala que la magia no existe pero la Física sí, y es aún más fascinante. “Esto es algo que puede sonar un poco trivial y difícil de entender, pero está haciendo que los científicos entiendan mejor el mundo y es algo totalmente nuevo, increíble”, comentó Masini en una entrevista. “Ahora están viendo los usos para esto y se cree que esto podría ayudar a hacer unas computadoras cuánticas, y estas computadoras tendrían una potencia mucho mayor a las actuales y creo que es una de las cosas en cómo podría ayudar al desarrollo de la tecnología”.

El rapero Will.i.am se toma una selfe con los ganadores Deanna See y Antonella Masini detrás del escenario de la Breakthrough Junior Challenge en el Centro de Investigación Ames de la NASA en Mountain View, California (Foto de Peter Barreras / Invision / AP )

El rapero Will.i.am se toma una selfie con los ganadores
Deanna See y Antonella Masini detrás del escenario de la Breakthrough Junior Challenge
Fuente: El Clarín

La joven que viajó a EEUU por primera vez estaba muy emocionada por el reconocimiento y la oportunidad de aprender de otros científicos que admira, como Salman Khan, el fundador de los cursos en línea Khan Academy, porque usó sus videos para aprender sobre física. La peruana galardonada sueña con usar su premio para estudiar ingeniería electrónica en el Massachussets Institute of Technology y especializarse en computación cuántica. La egresada de Cambridge College (Lima), no es la única que fue premiada, pues su profesor Luke Peedell también recibió un premio de 50 mil dólares y su colegio tendrá un laboratorio de ciencias valorizado en 100 mil.

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Hollywood por una noche: así son los Oscar de la ciencia en Silicon Valley. Fuente: El Español

“Los ganadores del premio 2017 Breakthrough representan a los líderes en la investigación científica en física, matemáticas y ciencias de la vida. Sus avances desvelarán nuevas posibilidades y ayudarán a hacer del mundo un lugar mejor para todos”, dijo Zuckerberg.

En Lampadia esperamos grandes cosas de esta estudiante inteligente e innovadora y de todos los jóvenes emprendedores del Perú que continúan sorprendiendo al mundo. Lampadia

Compartimos un video de Antonella Masini en el que explica su inspiración del video y sus objetivos más adelante:




El Eslabón que cierra el Círculo Virtuoso del Capitalismo

El Eslabón que cierra el Círculo Virtuoso del Capitalismo

La nueva ola de filantropía liderada por los empresarios más exitosos en término de acumulación de riqueza es, sin dudas, el eslabón que cierra el círculo virtuoso del capitalismo. Un sistema social y económico vilipendiado por las mentes adscritas a cánones ideológicos y políticos que están lejos de proveer los resultados del capitalismo. Este no solo sustituyó a las monarquías absolutas, demostró ser largamente superior al socialismo y al comunismo. En los últimos cincuenta años ha obliterado todas las teorías de dominación, como la teoría de la dependencia (tecnología cara y commodities baratos), que hicieron puerto en América Latina para condenarnos a un nivel de retraso del que aun no nos recuperamos completamente.

Nuestra región fue una de las mayores víctimas del pensamiento anti capitalista, al punto de que hasta hace poco seguimos reinventando socialismos retardatarios como el llamado ‘socialismo del siglo xxi’.

En los últimos treinta años la pobreza ha disminuido para mil millones de personas. Se estima que en los próximos veinte años saldrán de la misma los restantes mil millones. Mientras tanto, la esperanza de vida de la humanidad se ha alargado sustancialmente, buena parte de la tecnología moderna está al alcance de casi toda la población (comunicaciones). Las empresas privadas han sido proverbiales en llevar los desarrollos científicos a la esfera del mercado beneficiando a la gran mayoría de la población.

De la mano del crecimiento de la riqueza en el mundo, hoy somos testigos de una nueva ola de filantropía que se está convirtiendo en una fuerza imparable para derrotar los grandes problemas de la humanidad. En Lampadia hemos venido siguiendo la información sobre este fenómeno (ver: Más sobre el círculo virtuoso del capitalismo). Hoy compartimos con nuestros lectores un importante informe al respecto del Financial Times. Lampadia 

Filantropía: Cómo regalar US$ 1,000 millones

Stephen Foley

23 de diciembre 2015

Financial Times

Traducido y glosado por Lampadia

Para los 1,826 multimillonarios en el mundo, disponer de sus fortunas es más difícil de lo que parece.

© Bloomberg; Tiempo de los sueños; Getty Images

Nuevos millonarios de Asia a Silicon Valley están recurriendo a la filantropía, pero tienen diferentes enfoques para donar.

La carta de Mark Zuckerberg a su nueva hija Max lo compromete a dedicar su fortuna a la filantropía, estaba dirigida a una persona pero, la leyeron y discutieron  millones de personas. Sin embargo 1,825 personas deben haber prestado especial atención. Ellos son los otros miembros del ‘club de élite’ de los multimillonarios del mundo según el último recuento anual de la revista Forbes, con una fortuna total de US $ 7 millones de millones (trillones en la denominación estadunidense).

Los pares de Zuckerberg probablemente ya han reseteado sus mentes hacia la filantropía. Si están entre los 230 que heredaron sus US $ 1,000 millones, pueden haber estado donando toda su vida; si hicieron su dinero, más recientemente, en la industrialización de China o engendrando un unicornio en Silicon Valley, sin duda han sido ya tentados por la oportunidad de ayudar a los menos afortunados y convertir al mundo en un mejor lugar. En cualquier caso, están participando en un esfuerzo filantrópico que está desafiando las viejas formas de donar e incluso la definición de  filántropo.

Gestos notorios como el de Zuckerberg de dedicar el 99 por ciento de su riqueza en Facebook para buenas causas, han avivado el debate, sobre todo en los EEUU, donde la tradición filantrópica a gran escala se remonta a los llamados ‘robber-barons’, John D. Rockefeller y Andrew Carnegie. En esta segunda época dorada, las naciones están pensando nuevamente en el equilibrio entre fomentar la filantropía y gravar la riqueza para ser distribuida por el gobierno.

Para el filántropo en ciernes, sin embargo, hay asuntos más urgentes que decidir, ellos deben optar por temas de rapidez, amplitud, formas y estructuras legales con las que actuar. No es tarea fácil: ¿cómo se regalan mil millones de dólares?

Dar mientras vives

Chuck Feeney, conocido como “el multimillonario que no era” porque transfirió su propiedad de ‘Duty Free Shoppers’ a una fundación indicando que todo sea donado al 2020. El príncipe Alwaleed bin Talal al-Saud, el inversionista saudita, representa el modelo de filantropía más tradicional.

Es mucho más divertido donar mientras vives, que dar cuando estés muerto, dice  Chuck Feeney. El empresario estadounidense de origen irlandés, de 84 años, que fundó la cadena minorista Duty Free Shoppers en 1960, es el ejemplo moderno del movimiento “dando mientras vives”, que sostiene que los ricos deben comenzar su filantropía tempranamente – y también, terminar a tiempo. El movimiento es un desafío al modelo tradicional de filantropía de EEUU, en virtud del cual las fundaciones creadas por John D. Rockefeller, Henry Ford y Andrew Mellon siguen estando entre las organizaciones benéficas más grandes del país, casi siete décadas después de la muerte del último de sus fundadores, gastando  sólo el rendimiento de sus fondos.

El nombre de Julius Rosenwald, fundador de Sears, apenas se conoce en comparación con un Rockefeller, pero es venerado entre los defensores de “dando mientras vives” ya que fue el primero en decir que su fortuna debía distribuirse en lugar de dotar a una organización perdurable. Se acabó en 1948, 16 años después de su muerte.

Las fundaciones familiares diseñadas para pasar a las generaciones futuras, siguen siendo el modelo más común en EEUU y se ha exportado con éxito al extranjero.

La razón del ascenso del movimiento “dando mientras vives” en EEUU tiene que ver con algo más que ser “divertido”, como lo refiere Feeney, la satisfacción es ver que el dinero de uno tiene efecto.

Para Christopher Oechsli, presidente ejecutivo de Atlantic Philanthropies, también es una cuestión de modestia. “No es como que somos la única entidad que tiene la riqueza para buscar el bien común. No seas tan egoísta como para creer que lo que piensas y lo que haces es fundamental para el mundo. ¡Hay más riqueza que viene!”

Escoge una causa, no te enamores

El cofundador de Facebook Dustin Moskovitz y su esposa, Cari Tuna, han financiado GiveWell, una organización dirigida por ex analistas de fondos de cobertura, para que puedan medir la eficacia de la filantropía, mientras que el inversionista de  Facebook, Sean Parker, aboga por encontrar un nicho.

Cuando los multimillonarios de la noche a la mañana, de la industria de la tecnología aparecen en la puerta de la ‘Silicon Valley Community Foundation’, consultores de donantes, se les presenta una lata con cartas. Cada una está impresa con un valor:  humildad, justicia y tradición, por ejemplo; o con una causa: derechos civiles, seguridad alimentaria y vivienda. El objetivo es ayudar al aspirante de filántropo a decidir en qué concentrarse.

Una pregunta inicial clave, dice Melissa Berman, de otra organización consultiva:  ‘Rockefeller Philanthropy Advisors’, es si hay que asumir un conjunto amplio de causas, o uno más limitado con el que trabajar.

Los fundadores de Facebook han establecido, sorprendentemente, metas amplias y  ambiciosas. Zuckerberg plantea “impulsar el potencial humano y promover la igualdad para todos los niños” y en su carta a su hija ofrece desde educación personalizada a la curación de enfermedades y a la construcción de comunidades.

Cómo regalar US $ 1,000 millones

Mientras tanto, el cofundador de Facebook, Dustin Moskovitz y su esposa Cari Tuna, han adoptado un enfoque metódico para escoger sus intervenciones. El mensaje de la Cari Tuna es no se enamoren. Ella dice que salir al campo para evaluar el trabajo de una organización de caridad puede tener un lado negativo. “Es muy fácil enamorarse de problema. Las visitas al sitio son una herramienta importante, una vez que hayas escogido tu proyecto; es menos valiosa como herramienta comparativa”.

Los partidarios de un enfoque más focalizado dicen que puede ser más fácil llevar pasión a un menor número de causas.

Sean Parker, un inversionista de Facebook, escribió a principios de este año que los filántropos deben concentrarse en las áreas en las que tienen una visión única o un enfoque novedoso. Un enfoque focalizado no significa que sea poco ambicioso, pero sí  que los filántropos tendrán que pensar en su tolerancia al riesgo.

Hay un problema de “todos los huevos en la misma canasta”, dice la Sra. Berman. Un filántropo que apuesta grande en, por ejemplo, un enfoque genómico para el cáncer puede terminar con poco que mostrar, dice, “excepto que se podría argumentar que evitó que la comunidad médica gaste US$ 1,000 millones subiendo un callejón sin salida”.

Volviéndote político

El fundador de ‘Elliott Management’, Paul Singer dijo al Financial Times a principios de este año que un filántropo debe utilizar “todas las herramientas de la caja” para lograr un cambio sistémico, incluyendo entrar en la refriega política como lo hizo cuando defendió los derechos de los homosexuales. Su socio en la administradora de fondos de cobertura John Paulson, que donó US$ 400 millones a su alma mater, refleja un  enfoque menos controversial.

¿Qué tan cómodo se siente con actuar políticamente? Laura Arrillaga-Andreessen, autor de Giving 2.0 y esposa del capitalista de riesgo Marc Andreessen, dice  que con la ambición de un multimillonario por producir grandes cambios en el mundo, viene la necesidad de impulsar tanto al público como a los políticos. Una sola persona no va a resolver el cambio climático, por lo que los donantes como Jeff Skoll, un ex ejecutivo de eBay, se han centrado en galvanizar a la opinión pública, por ejemplo financiando la  producción del documental de Al Gore: Una verdad incómoda.

El cambio sistémico es un objetivo explícito de muchos de los filántropos más ricos de hoy; sin duda es más atractivo que la construcción de hospitales o la financiación de museos; pero es difícil y controvertido.

El libro de la Sra. Arrillaga-Andreessen incluye toda una sección llamada: Ir a la batalla. “Como promotor de filantropía, usted necesita estar seguro de sus creencias y  prepararse para defender sus principios”, escribió. Nunca ha habido una línea clara entre la filantropía y la política. Las figuras que son más ampliamente conocidas como donantes políticos como, Charles y David Koch, también financian operaciones filantrópicas que encajan con sus creencias. La Fundación Charles Koch financia becas y puestos académicos para promover la investigación del libre mercado y el Economic Freedom of the World Index del  Instituto Fraser.

La causa de cambiar el sistema educativo de EEUU a través de la creación de escuelas ‘charter’ – nuevas instituciones dentro del sector público, pero semi-separadas del control de las autoridades locales, está financiada por la familia Walton, dueños de Wal-Mart, por administradores de fondos de cobertura y por Bill Gates. Pero también ha tropezado con una feroz resistencia de los sindicatos.

Harvey sostiene que los filántropos tienen que hacer una elección clara: “Puedes conseguir tanta buena prensa como quieras, simplemente dando dinero para el club de niños y niñas de la zona o para la sinfónica local. Cuanto menor sea el problema a abordar, tendrás señales más fuertes de gratificación. Con el cambio sistémico, incluso si tienes éxito, la cadena causal es oscura. Hay menos crédito social”.

Sin una fundación: dándole la espalda al modelo clásico

Bill Gates ha demostrado el poder de una fortuna canalizada a través de una fundación para hacer frente a las enfermedades y mejorar la educación, tanto así que Warren Buffett ha aportado su fortuna a la Fundación Bill y Melinda Gates, llevándola a US$ 43,000 millones. Pero los emprendedores tecnológicos más jóvenes, incluyendo a Pierre Omidyar, están utilizando una amplia gama de estructuras.

Fue obvio, dijo el fundador de eBay Pierre Omidyar en 2003, cuando rechazó el modelo tradicional de filantropía y dejó de usar una fundación benéfica. Habría un costo tributario adicional de US$ 1 millón o 2 por años, pero en el contexto de gastar US $ 100 millones al año en buenas obras, parecía un pequeño precio a pagar por lo que años más tarde llamó “la flexibilidad de usar cada posible herramienta para mejorar el mundo”.

Las fundaciones caritativas han sido la estructura básica de la filantropía a gran escala en los EEUU por más de un siglo. Algo del valor de las donaciones a una fundación personal pueden ser compensados con otros impuestos, a cambio de lo cual el gobierno exige que las organizaciones distribuyan al menos el 5% de sus activos cada año y establezcan  normas, entre las cuales se prohíbe la actividad política.

La decisión del fundador de eBay, de llevar a cabo su filantropía a través de la Red Omidyar, una sociedad de responsabilidad limitada sin privilegios fiscales, pero sin restricciones, ha seguido los gustos de Laurene Powell Jobs, la viuda de Steve Jobs, y ahora por Mark Zuckerberg.

La aparición de estos enfoques para la donación de US$ 1,000 millones han cambiado el significado de considerarse un filántropo. Hacer una donación y tener una biblioteca con tu nombre palidece frente a las ambiciones de la  nueva generación de donantes. El éxito se mide no sólo por las enfermedades curadas, las vidas salvadas o mejoradas y los retos sociales superados, sino también por la aceptación de estos desarrollos por el  público en general.

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La lucha contra la poliomielitis

Publicado por rotary.org

Uno de los grandes éxitos de la filantropía es el de la erradicación de la poliomielitis. “El 24 de julio, Nigeria registró un año completo sin un nuevo caso de poliomielitis adquirido localmente, la enfermedad incapacitante y a veces fatal. Es el último país de África en detener la transmisión de la poliomielitis”, subrayó Bill Gates.

“Este hito representa una gran victoria, una que algunos expertos temían que nunca llegaría”.

Rotary.org
Rotary.org

En este logro está involucrada mucha gente, pero son notorios los aportes de las dos formas de filantropía reseñadas líneas arriba, la tradicional de la Fundación Rotaria y la de nuevo cuño como la de los Gates. En el siguiente video Bill Gates felicita a la Fundación del Rotary por este logro:

Lampadia

 

 




Litio: Uno de los materiales del futuro

Litio: Uno de los materiales del futuro

Como hemos reportado anteriormente, el desarrollo de autos eléctricos y sistemas de baterías capaces de abastecer las necesidades de las familias con sistemas solares, está generando un gran desarrollo tecnológico liderado, en gran medida por Tesla, una compañía innovadora de Silicon Valley que lleva el nombre de Nikola Tesla (del antiguo Imperio austro-húngaro, actual Croacia. Fue inventor, ingeniero mecánico, ingeniero eléctrico y físico de origen Serbio. Se le conoce por numerosas invenciones en electromagnetismo. Las patentes de Tesla y su trabajo teórico ayudaron a forjar las bases de los sistemas modernos de potencia eléctrica por corriente alterna (CA), y el motor de corriente alterna, que contribuyeron al surgimiento de la Segunda Revolución Industrial (Wikipedia)).

Entre los materiales del futuro están el litio, cobalto y grafito. Las reservas de litio están concentradas fundamentalmente en Bolivia, Chile y Argentina. En el Perú no hay operaciones vigentes, pero si hay potencial para su desarrollo, especialmente en Puno y Arequipa.

La siguiente nota nos muestra como se mueven estos nuevos desarrollos.

Tesla en ‘stand-off’ por el suministro de litio

Escrito por Henry Sanderson, publicado en Financial Times el 15 de diciembre de 2015

Traducido y glosado por Lampadia

En el borde del desierto de Nevada, Tesla, el fabricante de automóviles eléctricos, está construyendo la planta de baterías más grande del mundo. Se espera que la llamada ‘Gigafactory’, de una milla de largo, impulse la demanda de litio, la materia prima utilizada en las baterías que alimentan la mayoría de los autos eléctricos.

Pero la compañía aún no ha anunciado ningún acuerdo de suministro de litio con productores suficientemente grandes, dejando poco claro cuál será la fuente del material natural de peso ligero que necesitará para empezar a producir baterías el  2017 con su socio japonés, Panasonic.

La Gigafactory está configurada para suministrar baterías para los 500,000 autos que Tesla espera producir a finales de la década, así como a las casas de familia que usen energía solar. La compañía espera que, mediante el suministro de sus propias baterías, pueda reducir sus costos por kilovatio-hora en más de un 30%, crucial para la captación del mercado masivo de vehículos eléctricos.

Pero eso va a requerir una oferta segura y de largo plazo de litio, del cual más del 70 por ciento se encuentra en Chile, Argentina y Bolivia. Debido al crecimiento de la demanda de baterías eléctricas, el mercado mundial de litio está empezando a escasear, sin ninguna nueva oferta previsible para el próximo año, según los analistas. Además, las fábricas de baterías que se están construyendo en China van a aumentar más la demanda de litio.

“La disponibilidad de la materia prima es probablemente el mayor desafío que enfrenta Gigafactory además de la necesidad de demanda básica”, dice Benchmark Mineral Intelligence, una consultora en Londres. “También es la única área de la cadena de suministro de vehículos eléctricos en la que Tesla no tiene propiedades ni control.”

“La estrategia actual parece no involucrar inversión directa, sino aprovechar el nombre de Tesla mediante la firma de contratos contingentes a precios increíblemente bajos con empresas mineras junior que nunca han producido químicos de litio”, dice Joe Lowry, un experto en el mercado y fundador de Global Lithium, una consultora.

“El resultado más probable es que Tesla tenga que pagar precios altos por el litio, por lo menos hasta el final de la década”, añade Lowry, ex trabajador de FMC Lithium, uno de los grandes productores.

Hasta el momento dos empresas han anunciado acuerdos de suministro con Tesla y parece que ninguna producirá grandes cantidades hasta después de 2020. Eso podría dejar a la empresa con una escasez de litio cuando su fábrica empiece a funcionar – o tendrán que firmar acuerdos de suministro cuando los precios de hidróxido de litio sean más altos. Tesla necesitará alrededor de 24 mil toneladas anuales de hidróxido de litio, de un mercado, el año pasado, de 50,000 toneladas, según Benchmark Mineral Intelligence.

El litio se utiliza sobre todo en vidrio, cerámica y lubricantes.
Alrededor del 30 por ciento de los suministros se utilizan en baterías.
Las sales de litio también se utilizan para tratar la depresión y los trastornos del estado de ánimo.

El litio es un metal altamente reactivo que rara vez se encuentra en estado natural, debe ser extraído por medios químicos a partir de compuestos en roca dura, o a partir de soluciones iónicas tales como la salmuera.

Los analistas dicen que la demanda va a aumentar en los próximos 5 a 10 años, cuando los costos de las baterías caigan y los vehículos eléctricos y el almacenamiento de las redes eléctricas aumenten en popularidad. Los precios de litio en China han aumentado 60 por ciento en los últimos dos meses por el aumento de la demanda de bienes de consumo y vehículos eléctricos.

Elon Musk, fundador de Tesla, ha dicho que la compañía tratará de usar el litio de Nevada, donde la mina Silver Peak de Albemarle es la única que produce el material en la mina en EEUU.  La mina produjo 870 toneladas cuando era propiedad de Rockwood en 2013, antes de que Albemarle comprara la empresa por US$ 6.2 miles de millones el año pasado, según los últimos datos disponibles.

Los analistas dicen que Albemarle de Baton Rouge, FMC Lithium de Filadelfia y SQM de Chile, los grandes productores de litio, no están dispuestos a suministrar su material a los precios que Tesla exige.

“Tesla no es el mayor trozo del pastel”, dice uno de los productores más pequeños. “Es el perro que ladra pero no muerde“.

En agosto, Bacanora Minerals, que se encuentra en las etapas preliminares de desarrollo del proyecto Sonora, una planta de litio en México, dijo que había firmado un acuerdo condicional con Tesla para el suministro de hidróxido de litio. Eso hizo que las acciones de Bacanora subieran alrededor de un cuarto en un día. El mes pasado, la empresa que cotiza en Toronto consiguió 8.8 millones de Libras Esterlinas a través de la emisión de nuevas acciones para el proyecto, que se espera que empiece su primera fase de producción recién el primer semestre de 2018.

Paquetes recargables de aire con litio entregarán hasta cinco veces más energía

Cuando se acerque la fecha de producción de la fábrica, es probable que estimule otros pequeños productores en los EEUU, según los analistas. “Se van a ver a muchas más empresas cavando en busca de salmuera de litio en Nevada,” un productor añade. “Solo por su cercanía a la fábrica.” L

 




“Y Combinador”, el factor X de la tecnología

“Y Combinador”, el factor X de la tecnología

El siguiente artículo ha sido publicado en nuestra sección Revolución Tecnológica, con el fin de enriquecernos con este tema tan importante. Acá depositaremos distintos análisis de la revolución tecnológica en los sectores económicos, sociales y políticos del mundo, además de su impacto en el Perú y cómo debemos prepararnos para aprovecharla al máximo.

 

El mundo sigue su camino con la aceleración de los procesos de innovación. En Silicon Valley, el centro de innovación de los EEUU, en California, una gran ‘Incubadora de Unicornios’, Y Combinator ha tomado un lugar privilegiado en la capacitación y facilitación de las aventuras innovadoras de los nuevos pioneros de ideas creativas con aptitud comercial.

La siguiente nota de The Economist hace una muy interesante de este proceso:  

Publicado por The Economist el 7 de noviembre de 2015.

Traducido y glosado por Lampadia

 

El cazatalentos tecnológico está dominando las start-ups de Silicon Valley

Sonaba como una idea rara, pero así es como empiezan muchos de los avances en Silicon Valley. A finales de 2008, tres jóvenes aplicaron a Y Combinator (YC), una escuela para start-ups, en busca de ayuda con su pequeña empresa, AirBed & Breakfast, un sitio web que ayudaba a personas a alquilar colchones inflables en sus salas durante las conferencias. Paul Graham, uno de los fundadores de YC, no pensó que era una gran idea, pero le gustó su coraje. Al no tener dinero, los tres habían vendido cereales creativos durante la elección presidencial (Obama O’s y Captain McCain) para ganar suficiente dinero para mantener en marcha su start-up. Graham y sus socios en YC los ayudaron a refinar su idea y conocer a los primeros inversores. Hoy Airbnb, como se le conoce a la firma ahora, alquila apartamentos enteros en 190 países y es una de las startups más conocidas y exitosas, valorizadas en US$ 25,500 millones.

Desde el 2005, YC ha tomado a muchos pioneros prometedores y este mes celebrará la financiación de su start-up número 1,000. Aunque cerca de la mitad de sus start-ups han fracasado, que es típico en las primeras etapas de inversión, ha tenido un récord de éxito. Además de Airbnb, YC ha apoyado a Dropbox, una empresa de almacenamiento en nube y Stripe, una compañía de pagos (ver tabla). Ocho de sus empresas se han convertido en lo que la gente del valle llama “unicornios”, empresas nuevas valoradas en US$ 1 mil millones o más. En conjunto, las empresas ha invertido alrededor de US$ 65 mil millones (basado en su más reciente ronda de financiación), aunque la cuota de YC es sólo una pequeña fracción de ese total, quizás alrededor de US$ 1 o US$ 2 mil millones.

Debido a este récord es que YC se ha convertido en un gigante de Silicon Valley. Actualmente, startups de rápido crecimiento, no grandes titulares como HP, son conocidos como los centros de innovación e influencia de la tecnología. Al proporcionar capacitación y producir un grupo de ex alumnos exitosos, YC ha ayudado a popularizar la idea de que las start-ups son una carrera viable.

Aspirantes a empresarios claman asistir al programa de tres meses de YC, tanto por lo que aprenden como para recibir el sello de aprobación y la red de contactos. Así como un título de una Ivy League abre puertas en ciertas profesiones, graduarse de YC es un activo de valor incalculable en la industria tecnológica. En su ciclo de primavera del 2015, YC recibió más de 6,700 solicitudes y aceptó alrededor a 1.6% de ellos. Por el contrario, el proceso de admisiones de la Universidad de Harvard de este año fue el más competitivo de su historia, sin embargo, su tasa de ingresos fue de 5.3%.

Inversor, profesor, juez de talentos

Paul Graham, un empresario que vendió su start-up, Viaweb, a Yahoo en 1998, comenzó YC con Jessica Livingston, una banquera, y dos colegas de Viaweb, Trevor Blackwell y Robert Morris, hace diez años. Tenían la esperanza de encontrar una manera más eficiente de invertir en start-ups, pero nunca esperaron hacer una fortuna. Se toparon con una fórmula que combina lo mejor de una empresa de inversión y una universidad, que en algunos aspectos también se asemeja a un programa de talentos de televisión como “The X Factor”. YC admite grupos de start-ups en sus clases y cada uno recibe el coaching sobre cómo perfeccionar su producto, aunque por lo general no son tan duros como Simon Cowell.

El pequeño campus de YC en Mountain View, a una corta distancia por la autopista desde el Googleplex, tiene largas mesas que recuerdan a un comedor antiguo. El salón de clases crea una sensación de paranoia y de competencia, incentivando a los empresarios a lograr en unos pocos meses lo que de otro modo podría tomar mucho más tiempo. El programa le enseña a los ingenieros (algunos de ellos con ideas de que un discurso bien dado es lograr mirar adelante en vez de a sus zapatos) cómo vender sus ideas a los inversores.

Al final de tres meses se gradúan en “Demo Day”, cuando entregan una presentación acerca de su negocio a un grupo de los mejores inversores del Valle, que organizan sus horarios como los aficionados al tenis que reserven sitios para ver la final de Wimbledon. “Demo Day” fomenta un sentido de urgencia, porque los inversores sólo tienen una oportunidad limitada para ver un negocio y decidir si la quieren financiar. Los capitalistas de riesgo se quejan de que YC ha alzados los precios para las start-ups, que es probablemente cierto. YC normalmente le paga a todos aquellos admitidos US$ 120,000 a cambio de una participación del 7%, la valoración de cada uno de ellos inicialmente en más de US$ 1 millón. Sam Altman, presidente de YC, dice que “no hay duda que YC ha alzado los precios de las primeras etapas de la inversión… pero creo que en el largo plazo va a ser del interés de los inversores, ya que habrán mejores empresas.”

YC también les ha brindado a los fundadores de startups más armas cuando negocian con los inversores, actuando como una especie de sindicato para proteger sus derechos. “Si un inversionista es abusivo hacia uno de los fundadores de YC, nos vamos a recordar y se lo vamos a decir a los otros fundadores de YC “, dice Paul Buchheit, un partner que fue el creador de Gmail, el correo electrónico de Google.

YC se ha cuidado de evitar caer en una de las trampas en que muchas empresas tecnológicas de inversión y otras industrias sufren: la sucesión. El año pasado, Graham, quien estaba dirigiendo YC, eligió a Altman como su reemplazo. Él había participado del primer grupo de start-ups de YC y vendió su empresa, Loopt, en 2012, por alrededor de US$ 43 millones (no se sabe cuán rentable fue este proyecto para los inversores). El enérgico y ambicioso Altman, de 30 años, quiere hacer de YC una compañía aún más influyente de los que es ahora. El mes pasado, YC planteó un fondo de US$ 700 millones para invertir en startups de YC en etapas posteriores de financiación. Este tipo de inversión requiere diferentes habilidades y corre el riesgo de incomodar a los capitalistas de riesgo con los que YC trabaja, ya que estarían invadiendo su “terreno”.

Las fortunas de las empresas Tech pueden voltearse rápidamente y esto nadie lo sabe mejor que una fábrica de startups. La mayor parte de las ganancias de YC todavía están en papel. Con la excepción de Twitch, una empresa que transmite videos de personas jugando videojuegos a tiempo real (adquirida por Amazon por casi US$ 1,000 millones el año pasado), ninguno de sus mayores éxitos se han vuelto empresas de capital abierto o han sido compradas. Sus valoraciones simplemente podrían caer tan fácilmente como aumentaron. Algunos se preguntan, por ejemplo, si Dropbox será valorizada tan altamente una vez que se vuelva de capital abierto. Si las valoraciones de algunas de sus estrellas caen, esto podría afectar la percepción del ‘toque de Midas’ de YC.

Los socios de YC parecen sorprendentemente poco interesados en el dinero o en amenazas de la competencia. Hay cientos de otros “aceleradores” en todo el mundo que han replicado la filosofía de inversión y formación de YC, pero ninguno con su marca o su registro. El mayor riesgo no es que los fundadores decidan irse con un rival, dice Altman, sino que ellos decidan que pueden hacerlo sin la aprobación de ningún “acelerador”. Esa sería otra señal que mostraría que YC habría cambiado el entorno de los empresarios para mejor. Pero ninguna empresa quiere salirse del negocio. L

 




El futuro del empleo con Robots e ‘Inteligencia Artificial’

El futuro del empleo con Robots e ‘Inteligencia Artificial’

En los últimos días han llegado a nuestras manos varias publicaciones recientes referidas al impacto de los robots con Inteligencia Artificial (IA) en el futuro del empleo. Todas las publicaciones coinciden en que se producirán cambios dramáticos en un futuro muy cercano. Unas son más alarmistas que otras, pero es muy claro que la revolución de la inteligencia artificial, o inorgánica, nos presentará grandes retos y oportunidades, si sabemos prepararnos, tal como hemos indicado con anterioridad en Lampadia

En este artículo glosaremos referencias a las publicaciones indicadas líneas abajo, excepto a la primera que por su impacto merecerá una nota especial más adelante.

1. El libro ‘Artificial Inteligence – Workless Society: When Robots take over’ (Inteligencia Artificial – La sociedad sin empleo: Cuando los robots se hagan cargo), de Kalman Toth (M.A. M Phil., de Columbia University.

Se analizará en otra publicación. 

 

2. El artículo publicado por el World Economic Forum, ‘The 12 jobs at risk of being replaced by robots’ (Los 12 empleos con mayor riesgo de ser reemplazados por robots) de Haley Peterson.

El CEO Panera Bread (una cadena de restaurantes conceptualmente contraria a las de comida rápida), Ron Shaich, dice que los robots reemplazarán finalmente a sus trabajadores. Panera ha estado implementando estaciones de pedidos en pantallas táctiles para los clientes, que les permiten eludir la interacción con los trabajadores mientras cenan en el restaurante. Pero los robots y las computadoras “inteligentes” no sólo están amenazando los empleos de los trabajadores de Panera. Podrían reemplazar hasta la mitad de la fuerza laboral de Estados Unidos en la próxima década o dos, según un informe de Bloomberg, publicado el año pasado. El informe cita un estudio de la Universidad de Oxford que identificó más de 700 ocupaciones en riesgo de automatización informática.

Los puestos de trabajo que están en mayor riesgo, según el estudio son:

3. El artículo de Andrew Hill, del Financial Times, ‘Robots capture 2015 business book award’ (Los robots capturan el premio del libro del 2015).

‘Los Robots’ reciben el premio del libro de negocios de 2015, según el concurso organizado por el Financial Times (FT) y McKinsey. The Rise of the Robots, de Martin Ford ganó US$ 30,000 del premio otorgado por los organizadores hace un par de días. Según la publicación del FT, es un análisis inquietante y a menudo sombrío del futuro del trabajo automatizado. Ha sido nombrado como el libro de negocios del año.

Three of the six finalists in the 2015 Financial Times and McKinsey Business Book of the Year Award

El libro, reseñado en Lampadia el pasado 12 del presente bajo el título: El inexorable ascenso de los robots, refleja la creciente ansiedad sobre el posible impacto negativo de la automatización en el empleo, desde la fabricación hasta los servicios profesionales. El subtítulo de la edición del Reino Unido advierte sobre “la amenaza del desempleo masivo” y, la edición de EEUU, prevé “un futuro sin empleo”.

Ford, fundador de una empresa de desarrollo de software de Silicon Valley, sugiere que “una reestructuración fundamental de nuestras reglas económicas” puede ser necesaria para mitigar el impacto del avance de la robótica y la automatización. Él propone una renta básica mínima garantizada – o “Dividendos de Ciudadanos” – como un paliativo al desempleo. “No todos los jueces estuvieron de acuerdo con las propuestas del libro, pero nadie duda la fuerza de sus argumentos”.

4. La nota de El País de España, de Luca Constantini, ‘La revolución imparable de los robots’

La revolución imparable de los robots nos dice que el crecimiento de la industria robótica, desde los drones hasta los productos para el hogar, modificará el empleo y los hábitos de las sociedades desarrolladas. Desde las tareas del hogar hasta el sector aeroespacial; de la agricultura a la sanidad y la educación; desde el ocio a la industria militar. La robótica revolucionará la economía en los próximos diez, según un estudio del Bank of America Merril Lynch. Los robots pasarán a ejercer el 45% de los trabajos de fabricación en los próximos 20 años, frente al 10% actual. Una verdadera revolución industrial asimilable a la de hace casi dos siglos, cuando la introducción de la máquina de vapor dio paso a una economía urbana e industrializada, dejando atrás un modelo basado en la agricultura.

En 2014, la venta de robots creció un 29% respecto al año anterior. Fue el tercer año de crecimiento consecutivo, que se concentró en los sectores punta digitales y la impresión en 3D. El informe de Merril Lynch destaca ocho sectores estratégicos donde los robots tendrán un efecto económico revolucionario: inteligencia artificial, defensa e industria aeroespacial, transportes, finanzas, salud, producción industrial, servicios domésticos y minería.

La llamada inteligencia artificial, es decir, la robótica en su aspecto más teórico (informática, matemático y lógica) relacionada con el Internet de las cosas crecerá en un 36% hasta 2020, gracias a empresas líderes como Apple, Facebook, Google, Hitachi o IBM.

Pero los robots implicarán cambios profundos también en la esfera privada de las personas. En el transporte, con los coches sin conductor, en la vigilancia y seguridad, y sobre todo en la sanidad, donde la automatización ofrecerá productos de uso doméstico y asistencia a las personas que padecen algunas limitaciones físicas o discapacidad, como prótesis motorizadas que se adapten por completo a la necesidad de los pacientes. Se estima que unos 78.000 robots médicos, con particular énfasis en la cirugía asistida, sistemas de navegación remota, cámaras microscópicas de alta definición y sensores de movimiento se venderán en el próximo trienio. En 2014, por ejemplo, el valor de las ventas de robots médicos fue de más de 1,320 millones de dólares, el 35% del total de las ventas de robots de servicios profesionales, según la Federación Internacional de Robótica.

Frente al auge de la inteligencia artificial, la Unión Europea ha implementado programas para invertir en la robótica civil. En 2014, la Comisión dio luz verde a un paquete de inversiones de 700 millones de euros para EuRobotics, una coalición de compañías y centros científicos cuyo objetivo es fomentar la investigación en este sector.

5. Y, ‘Obreros mecánicos, al acecho del mercado laboral’, igualmente de El País de España.

La nota de El País, Obreros mecánicos, al acecho del mercado laboral, concluye del informe de B.A. Merril Lynch que su efecto sobre el empleo será que: casi uno de cada dos puestos de trabajo podría desaparecer en los próximos veinte años por efecto de esta revolución, cuyo efecto puede ser incrementar la productividad en un 30% y reducir los costos laborales entre un 18% y un 33%. Entre 2015 y 2018, por ejemplo, la Federación Internacional de Robótica calcula que se venderán más de 8.000 robots “ayudantes” o “humanoides” que podrán realizar las tareas cotidianas de la oficina y del hogar.

Merril Lynch estima que serán, sobre todo, los trabajos manuales, y los que necesitan menos creatividad, aquellos que la robótica podrá reemplazar con más facilidad. Asimismo, los reporteros de prensa escrita se reducirán en un 13% hasta 2022, y los asistentes de vuelo en un 7%, según los pronósticos de Carrer Cast.

Andy Haldane, economista jefe del Banco de Inglaterra, advirtió el pasado 12 de noviembre durante un encuentro con los sindicatos británicos de que el principal peligro de la revolución robótica puede ser una paulatina reducción de los salarios. “Las máquinas son cada vez más inteligentes, y cuánto más mejoran, mayores son las probabilidades de que el espacio para las habilidades exclusivas de los seres humanos quede reducido. En el pasado, el impacto de la tecnología sobre la distribución del trabajo parece haber sido neutral. Pero esta vez podría ser diferente”, agregó Haldane, quien sugirió como posibles soluciones reformas del sistema educativo y nuevos modelos de propiedad de las compañías.

La cuestión ahora es si el ciclo tecnológico seguirá el patrón de las evoluciones industriales de los últimos dos siglos, cuando los aumentos de productividad se tradujeron en aumentos salariales, o si la sustitución de trabajadores por máquinas significará una caída permanente de los ingresos.

Nuestras conclusiones:

Evidentemente, estos procesos son ineludibles y más vale reconocerlos a tiempo y prepararse para que los peruanos puedan estar más cerca de las oportunidades que de las amenazas. La revolución de los robots con Inteligencia Artificial producirá necesariamente un incremento inmenso de la productividad y generación de riqueza. Nosotros estamos lejos de ser los líderes en ese desarrollo tecnológico pero, con la dotación de nuestras inmensas reservas de recursos naturales, si los ponemos en valor, podremos venderlos a muy buenos precios a las sociedades más ricas que así compartirán con nosotros parte de esa nueva riqueza.

Esto no debiera ser visto como un destino permanente, sino como una etapa en la que deberíamos canalizar esa riqueza a nivelar las condiciones de vida y trabajo de nuestra población con las de los países más ricos, mejorando la educación, salud, infraestructuras, etc.

Nuestros recursos naturales son la mejor palanca para crear desarrollo en el Perú en el más corto plazo. Mientras la humanidad se encamina hacia un nuevo estadío de desarrollo, en lugar de sabotear las inversiones o de ponerles cortapizas normativas, tenemos que acelerar la puesta puesta en valor de nuestros recursos. Esta vez no podemos equivocarnos de la mano de minorías politizadas. Lampadia 

 

 

 




El inexorable ascenso de los robots

El inexorable ascenso de los robots

Martin Ford, creador de una empresa de desarrollo de software en Silicon Valley ha escrito un último libro con el título de este artículo (Rise of the robots – Technology and the threat of a jobless future), que nos presenta sin miramientos el difícil mundo que está en pleno desenvolvimiento. (Ver comentario de Lampadia al final del artículo).

Ford nos alerta sobre la emergencia de un nuevo mundo, con nuevos paradigmas y con un ritmo de cambio acelerado e imprevisible. Para ilustrar a nuestros lectores hemos traducido y glosado la presentación del libro, algunas líneas de argumentación y aprovechado en explicar, con palabras de Ford, el significado de ‘Singularity’ (Singularidad):

La presentación:

“¿Cuales son los empleos del futuro? ¿Cuántos habrán? ¿Y quienes los tendrán? Podemos imaginar y esperar que la actual revolución industrial se desarrolle como la última: incluso mientras algunos empleos se eliminen, que más sean creados para manejar las innovaciones de una nueva era. En ‘Rise of the robots’, el emprendedor de Silicon Valley, Martin Ford argumenta que este no es el caso. Mientras la tecnología continua acelerándose y las máquinas empiezan a hacerse cargo de ellas mismas, menos gente será necesaria. La ‘Inteligencia Artificial’ está en curso de convertir los ‘buenos empleos’ en obsoletos: muchos asistentes legales, periodistas, trabajadores de oficina e incluso los programadores de computadoras están destinados a ser reemplazados por computadoras y software inteligente”.

“Mientras continua el progreso, los trabajos de ‘blue collar’ y ‘white collar’ [trabajos de cuello azul y de cuello blanco, referidos a trabajadores manuales, por un lado, y administradores y técnicos, por otro], se evaporarán, ajustando a las familias de clase trabajadora y de clase media aún más. Al mismo tiempo, las familias están siendo asaltadas por una explosión de los costos, especialmente de dos mayores industrias: educación y cuidado de la salud que, hasta ahora, no hayan sido transformadas por la tecnología de la información”.

“El resultado, bien puede ser, desempleo masivo y desigualdad al mismo tiempo que una implosión de la propia economía de consumo”.

“En ‘Rise of the robots’, Ford detalla lo que las máquinas inteligentes y los robots pueden alcanzar, e implora a los empleados, académicos y hacedores de políticas públicas a enfrentar las implicancias. Las anteriores soluciones para las disrupciones tecnológicas, especialmente las referidas a mayor educación y capacitación, no funcionarán y debemos decidir ahora, si el futuro verá una amplia prosperidad o niveles catastróficos de desigualdad e inseguridad económica”.

Algunas puntualizaciones:

  • En EEUU, en 1970, se empezó a disolver la relación simbiótica entre una creciente productividad y el aumento de los salarios.
  • El 2 de enero de 2010, el Washington Post reportó que durante la primera década del siglo XXI, la creación neta de empleo en EEUU fue cero.
  • Desde entonces, en el mismo país, la desigualdad aumentó hasta llegar a niveles no vistos desde 1929.
  • El acceso a mayor educación y capacidades, no necesariamente ofrecerá una protección efectiva contra la automatización del futuro.
  • El impacto de la tecnología de la información cubrirá todo el tablero y virtualmente, todas las industrias existentes serán menos intensivas en empleo mientras las nuevas tecnologías se absorben en los modelos de negocio.
  • La aterradora realidad es que si no la reconocemos y nos adaptamos a las implicancias del avance tecnológico, podemos tener que enfrentar una ‘tormenta perfecta’ con los impactos paralelos de un espiral de desigualdad, desempleo tecnológico y cambio climático, que podrían amplificarse y reforzarse mutuamente. 

La Singularidad (traducido y glosado por Lampadia):

En mayo de 2014, Stephen Hawking, el genio de la física, la madre de las ciencias, escribió con otros autores: “La creación de una auténtica maquina que piense sería el mayor evento de la historia humana”. Una computadora que exceda el nivel de la inteligencia humana puede ser capaz de “vencer a los mercados financieros, superar las invenciones de los investigadores humanos, sobre manipular a los líderes humanos y de desarrollar armas que no podamos, ni siquiera, entender”. Desmerecer esto como si fuera ciencia ficción, puede terminar siendo “potencialmente, el mayor error de la historia”.

La primera aplicación del término “singularidad” para un futuro evento impulsado por la tecnología se acredita generalmente al pionero de la informática John von Neumann. El tema se concretó en 1993 por el matemático de la Universidad Estatal de San Diego Vernor Vinge, quien escribió un artículo titulado ‘La Singularidad Tecnológica está en camino’, “dentro de treinta años, tendremos los medios tecnológicos para crear inteligencia sobrehumana. Poco después, será el fin de la era humana”.

En astrofísica, una singularidad se refiere al punto dentro de un agujero negro donde las leyes normales de la física no funcionan. Vinge visualiza la singularidad tecnológica en términos similares: representa una discontinuidad en el progreso humano que estaría fundamentalmente opacada hasta que se ocurra. El intento de predecir el futuro más allá de la singularidad sería como que un astrónomo intente ver el interior de un agujero negro.

La batuta pasó a Ray Kurzweil, que publicó su libro ‘La singularidad está cerca: Cuando los humanos trasciendan la biología’ en 2005. A diferencia de Vinge, Kurzweil, quien se ha convertido en el principal evangelista de la Singularidad, no tiene reparos en tratar de mirar más allá del horizonte de eventos y brindar una visión muy detallada de cómo se vería el futuro. La primera máquina verdaderamente inteligente, nos dice, será construida a finales de la década de 2020. La singularidad en sí ocurrirá alrededor de 2045. Kurzweil es un brillante inventor e ingeniero. La revista Inc. una vez se refirió a él como el “heredero legítimo” de Thomas Edison.

Una vibrante comunidad, poblada de personajes brillantes y coloridos, se ha unido en torno a Kurzweil y a sus ideas. Estos “Singularians” han llegado tan lejos como para establecer su propia institución educativa. Singularity University, con sede en Silicon Valley, ofrece programas no acreditados a nivel de postgrado centrados en el estudio de la tecnología exponencial y cuenta con el patrocinio corporativo de Google, Genentech, Cisco y Autodesk.

Entre las más importantes predicciones de Kurzweil está la idea de que, inevitablemente, nos vamos a fusionar con las máquinas del futuro. Los seres humanos serán mejorados con implantes cerebrales que aumentarán drásticamente la inteligencia. De hecho, esta amplificación intelectual es vista como esencial si queremos comprender y mantener el control de la tecnología más allá de la singularidad.

Quizá el aspecto más controvertido y discutible de la visión post-Singularidad de Kurzweil es el énfasis que sus adherentes ponen en la perspectiva inminente de la inmortalidad.

Mi propia opinión es que algo como la Singularidad es ciertamente posible, pero está lejos de ser inevitable. Podría resultar que el catalizador esencial para la Singularidad – la invención de la super-inteligencia – sea imposible o sólo se lograse en un futuro muy remoto. Varios de los mejores investigadores con experiencia en la ciencia del cerebro han expresado este punto de vista. Gordon Moore, cuyo nombre parece destinado a ser para siempre asociado con el avance exponencial tecnología, es escéptico de que algo como la Singularidad jamás ocurra. L

Nuestro comentario:

Más allá de las especulaciones más extremas, es muy claro que la propensión de los diversos sectores de la economía por crear empleo serán sustancialmente disminuidos.

El Perú sufre de muchas brechas y atrasos. En la medida que no seamos capaces de cerrarlas o acortarlas sustancialmente en un plazo corto, podremos quedar desplazados de la vida pos revolución tecnológica. Evidentemente, estamos hablando de nuestros pobres, pues los que tienen mejores estándares de vida no tendrán problema para ser parte de ese mundo.

Esto significa que si los peruanos entendemos esta amenaza en su debida proporción, debiéramos nuclearnos alrededor de nuestras agendas pendientes y dejar atrás las rencillas y juegos de poder de corto plazo y sin propósito cívico. El tablero de nuestra acción colectiva ha sido ampliado sustancialmente ante esta amenaza. No cerremos los ojos y cosechemos las oportunidades que esta nueva realidad trae a los pueblos responsables. Lampadia




Una nueva realidad global trae efectos disruptivos y oportunidades

Una nueva realidad global trae efectos disruptivos y oportunidades

En un mundo integrado en crecimiento, existe una necesidad urgente de conectar las habilidades y capacidades para catalizar las mejores ideas para los mercados globalizados. La ventaja del poder de la industria de la tecnología es su meritocracia. Si se construye algo bueno, va a ser utilizado, la empresa va  a surgir y se puede tener éxito. Eso es un beneficio maravilloso de esta nueva industria de ‘nubes’, tanto para la economía como para la cultura global.

¿Es perfecto? Definitivamente no. Pero lo que está haciendo Silicon Valley generar riqueza  mediante la innovación y la creación de nuevas herramientas que eleven la calidad de vida. No se puede negar el verdadero beneficio de herramientas como Google, Wikipedia, Ride-Share, Facebook, Wase, AirBnB, etc. Se trata de herramientas económicas reales que aportan información, valor y los medios de vida a las personas que antes no existían. Y sólo hemos arañado la superficie de lo que es posible; cada día brotan nuevas industrias que crean valor posible sólo por las nuevas tecnologías.

El artículo de The Economist que compartimos líneas abajo muestra los beneficios de estos hubs tecnológicos como Silicon Valley, así como los problemas que pueden enfrentar. El cambio es difícil, pero la tecnología no se detiene. El dominio de Silicon Valley es sólo el siguiente paso por el camino natural del progreso en el que están avanzando los negocios. Y pase lo que pase, las cosas seguirán cambiando.

 

Dentro de Silicon Valley

El imperio de los ‘geeks’

Silicon Valley debiese ser celebrada. Pero su insularidad arriesga una reacción en contra.

Publicado por The Economist el 25 de julio 2015. Traducido y glosado por Lampadia

 

Los ingleses tienen Silicon Fen y Silicon Roundabout, los escoceses tienen Silicon Glen. Berlín alardea de Silicon Allee, Nueva York de Silicon Alley. Pero el cerebro del mundo tecnológico es el ecosistema en los alrededores de San Francisco. Los emprendedores de Silicon Valley y los innovadores, tecnólogos y adinerados están ocupados en revolucionar casi todos los aspectos de la economía global.

Un lugar llamado así por su habilidad en fabricar semiconductores de silicio está transformando la forma en que las empresas toman las decisiones, las personas hacen amigos y los manifestantes, alborotos. Los emprendimientos tocan a más personas, más rápido que nunca. Airbnb ayuda a las personas a transformar sus casas en hoteles, opera en 34,000 pueblos y ciudades alrededor del mundo. Las empresas “a pedido” como Uber están cambiando lo que significa ser un empleado. Al igual que las grandes plataformas como Google, Facebook y Apple se benefician de los “efectos de la red”, porque cada nuevo usuario hace el servicio más valioso para el resto, por lo que el éxito del Valley como un lugar para poner en marcha el fondo, el personal y vender una empresa de tecnología se alimenta de sí misma.

El capitalismo norteamericano tiene un nuevo centro de operaciones en el oeste. Las empresas de tecnología de la zona tienen un valor de más de US$ 300 mil millones. El año pasado, uno de cada cinco graduados en escuelas de negocios de Estados Unidos se enfocó en tecnología.

La gran y disruptiva creatividad de Silicon Valley no se parece a nada desde la genialidad de los inventores del siglo 19. Su triunfo se debe celebrar. Pero la acumulación de tanta riqueza tan rápido viene con riesgos. Los años 90 vieron una burbuja financiera que terminó en una espectacular caída. Esta vez el peligro es la insularidad. Los geeks viven en una burbuja que sella su imperio del mundo por el que están haciendo tanto para cambiar.

Forro de silicona

La economía estadounidense sería fuertemente golpeada si se repitiera la crisis financiera que sucedió con la caída de las puntocom en el 2000. Con el índice Nasdaq cerca de su máximo histórico, es un temor común. Afortunadamente, aunque el dinero y el talento se están vertiendo en el Valley, no hay aún demasiado riesgo de una caída desastrosa. Esto es porque las empresas de tecnología de hoy no solo tienen modelos de negocios más sólidos que sus predecesores puntocom, también cuentan con un pequeño grupo de proveedores de fondos.

Actualmente, las empresas se mantienen privadas por más tiempo. Acceder a inversionistas ricos significa que el riesgo es asumido por las personas que pueden darse el lujo de tener esas pérdidas. 

Mantenerse privados le permite a los emprendedores evitar dolores de cabeza que vienen con el ser cotizados: las molestias de los inversionistas activistas, la ingrata tarea de cumplir, el ritual de la trituración de los informes trimestrales. En teoría, un círculo de inversionistas es mejor que una multitud anónima de accionistas haciendo que los gerentes actúen en el beneficio de todos los propietarios de una empresa.

Pero mantenerse privado también tiene sus riesgos. Uno es que las empresas que no están obligadas a hacer públicas sus cuentas auditadas permanecerán veladas del escrutinio de los analistas y vendedores y, por lo tanto, pueden actuar irresponsablemente. Los “unicornios” tecnológicos de Estados Unidos, empresas que han llegado a una valoración de más de mil millones de dólares, valen entre todos unos US$ 300 mil millones. El riesgo de que los recursos sean asignados indebidamente es alto.

El otro riesgo es que un encantador círculo con una gran riqueza se aísle de todo el resto. Para un grupo reescribiendo las reglas para industria tras industria, ese es un peligro.

El imperio de los geeks saca su fuerza de una cultura de tecno-evangelismo que permite a los empresarios repensar los antiguos sistemas y utilizar los nuevos. Muchos habitantes del Valley creen que la tecnología es la solución para todas las enfermedades y que el gobierno es solo una molestia que aún carece de un algoritmo. Hasta ahora las relaciones públicas con los titanes tecnológicos han sido en su mayoría armoniosas. Los consumidores disfrutan sus aplicaciones para taxis, streaming de música y programas de reconocimiento vocal.

Sin embargo, el agrietamiento de las industrias establecidas resulta inevitablemente en un conflicto. Uber es una de las empresas más envueltas en esta controversia. Los reguladores europeos están también examinado a empresas como Facebook y Google por todo, desde protección de datos a preocupaciones antimonopólicas. Y los reguladores estadounidenses están, aparentemente, buscando si Apple ha abusado de su influencia en el negocio de la música.

La evolución de Silicion: Cómo el sector tecnológico de EEUU ha cambiado desde 1980

Los críticos son habitualmente de industrias que quieren proteger sus privilegios; el comportamiento agresivo de los geeks es a veces parte de una destrucción creativa que lleva al progreso. Pero esa no es la única fuente de ira. Silicon Valley también domina los mercados, succiona el valor que tienen los datos personales y erige modelos de negocios que hacen dinero, en parte, eludiendo impuestos. Existe el riesgo de que los consumidores globales se sientan explotados y que los efectos de la reducción de la base imponible enfurezca a los votantes. Si se arraiga la percepción de que enormes ganancias por la explotación de datos y evasión de impuestos se están cristalizando en las fortunas de unos pocos que viven en un paño de tierra cerca de San Francisco, podría haber una reacción violenta.

Cuidado con el ‘techlash’ (o reacción tecnológica)

Las empresas del Valley son casi las únicas que pujan en contra de los impuestos y las regulaciones. Son libres de operar como quieran en el marco de la ley. Pero se arriesgan a convertirse en blancos porque son muy globales. Deben recordar que la ley puede cambiar. Si quieren un asiento en la mesa cuando eso suceda, necesitan ser parte de los mercados en los que ellos venden, no aislados de ellos. Incluso las empresas privadas dirigidas por genios necesitan de una licencia de la sociedad para operar.

En el mejor de los casos, Silicon Valley es una expresión de la libertad y la creatividad iconoclasta. Sería una lástima terrible que se convirtiera en una manifestación impopular y remota de elitismo.

 

 




Reminiscencias noventeras

Reminiscencias noventeras

En el 2015, la economía mundial mostrará preocupantes similitudes con lo vivido a fines de la década de 1990.

The Economist

(Gestión, 23 de Diciembre del 2014)

Crisis financiera en Rusia, precios del petróleo a la baja y un dólar fuerte, un nuevo boom en Silicon Valley y una resurgente economía estadounidense, debilidad en Alemania y Japón, divisas tambaleantes en los mercados emergentes, un demócrata en problemas en la Casa Blanca. ¿Es esta una proyección del mundo para el 2015 o un retrato de fines de los noventa?

La reciente historia económica ha estado tan dominada por la contracción del crédito del 2008-09 que es fácil olvidar lo que sucedió en las décadas previas. Pero mirar lo que sucedió hace quince años es instructivo, en términos de lo que hay que hacer y lo que se debe evitar.

Así como entonces, ahora Estados Unidos se halla a la vanguardia de una revolución digital y, en 1999, su PBI crecía más de 4% al año, casi el doble del promedio de los países avanzados, y el desempleo cayó a 4%, el nivel más bajo en 30 años. Los inversionistas extranjeros hacían cola, impulsando tanto el dólar como los precios de las acciones.

El optimismo sobre este país contrastaba con el pesimismo en el resto de la economía global, igual que hoy. La economía de Japón entró en deflación en 1997 y en Alemania, sus empresas sufrían estancadas por un rígido mercado laboral y otros costos. Los mercados emergentes estaban en crisis: entre 1997 y 1999, desde Tailandia hasta Brasil, las monedas colapsaron, mientras el capital extranjero huía y las deudas en dólares se volvían impagables.

A la larga, Estados Unidos también acusó problemas, pues la burbuja de las “dotcom” estalló y causó una caída bursátil generalizada, así como una retirada de la inversión privada, particularmente en tecnología. Para principios del 2001, ya estaba en recesión (aunque una moderada), junto con la mayoría de economías desarrolladas. Es inevitable que los paralelos no sean perfectos. La principal diferencia es China, que en 1999 era un actor pequeño, pero hoy es la segunda economía más grande del mundo.

Son tres las tendencias que desestabilizaron la economía global en esa época y que podrían hacerlo de nuevo. La primera es la brecha entre Estados Unidos, donde el crecimiento se está acelerando, y el resto, donde se está ralentizando. En ese entonces se advirtió que la economía mundial volaba “con un solo motor” y, para el 2015, el panel de expertos de The Economist proyecta un 3% de expansión en Estados Unidos y de 1.1% para Japón y la eurozona. En China, la tasa podría reducirse a 7%.

El segundo paralelo preocupante es la pésima perspectiva de las otras dos grandes economías avanzadas. El crecimiento de Alemania se ha derrumbado a alrededor de 1% y existe una profunda perturbación causada por años de escasa inversión y un gobierno demasiado obsesionado por sus metas fiscales y temeroso de continuar con sus reformas estructurales. Por su parte, Japón ha repetido el error que cometió en 1997: destruyó su escape de la estagnación con un incremento prematuro del impuesto a las ventas. El tercero es el peligro en los mercados emergentes. A fines de los noventa, fueron los tipos de cambio fijos y la excesiva deuda pública externa; ahora el cambio es flotante y las deudas son más bajas, pero existen muchas señales preocupantes, sobre todo en Rusia y otros exportadores de materias primas, especialmente en África.

En otros países, el peligro reside en el sector corporativo. Muchas empresas brasileñas están altamente endeudadas en dólares y una racha de incumplimientos podría ser menos espectacular que las crisis de deuda soberana de Asia hace década y media, aunque harían que los inversionistas se pongan nerviosos y empujen una subida del dólar.

Todo esto hace prever que el 2015 será escabroso. Los apostadores esperarán que un dólar al alza, emparejado con el adormecimiento de la eurozona y unas cuantas crisis en el mundo emergente causarán una nueva recesión en Estados Unidos. Pero por el lado optimista, hay que notar que los mercados bursátiles no se ven tan burbujeantes como antaño y aunque muchas empresas tecnológicas están invirtiendo de manera descontrolada, la mayoría presenta estados financieros decentes.

Además, el sistema financiero global se encuentra menos apalancado y, por tanto, menos vulnerable al contagio. En 1998, el incumplimiento del pago de la deuda rusa causó la caída del fondo de coberturas estadounidense LTCM. Hoy, tales efectos de repercusión son menos probables.

Si la economía mundial tambalea, restaurar la estabilidad será más difícil porque los gobiernos tienen menos espacio de maniobra. En 1999, la tasa de interés de la Reserva Federal era alrededor de 5%, lo que permitía recortarla cuando la economía se enfriaba, pero hoy las tasas en los países ricos están cercanas a 0%.

El escenario político también es distinto, y nada positivo. Entonces, la mayoría de habitantes en el mundo avanzado había recibido los frutos del boom: los salarios reales en Estados Unidos crecieron 7.7% en el periodo 1999-2000, pero desde el 2007, se han estancado, y han caído en Reino Unido y gran parte de la eurozona.

Hoy, los electores en esos países están enojados con sus gobiernos y lo muestran sus intenciones de voto por partidos de oposición. Si se les vuelve a sacudir el próximo año, su descontento se transformará en ira. La economía del 2015 puede lucir similar a la de fines de los noventa, pero probablemente la política será peor.




Robert Noyce, el creador de la “era de la informática”

Robert Noyce, el creador de la “era de la informática”

Los nombres de Gates, Jobs, Zuckerberg, Brin y Page, son ampliamente reconocidos. En cambio, el de Robert Noyce, no. Un error. Fue Noyce, creador y comercializador del microchip, el que engendró la era informática. Sin su invento, ninguno de los antes mencionados podría haber existido. Noyce, no solo creó la tecnología, sino que configuró la forma de administración y trabajo de la nueva industria. Por si fuera poco, fue uno de los primeros vecinos del hoy famoso Silicon Valley. Su historia sirve para reafirmar el papel del empresario como creador y generador de empleo, y su multiplicación en manos de los que reconocieron el valor de su desarrollo, sobre todo en estos días en que pareciera que algunos pierden de vista el vital papel de la contribución de los empresarios a la sociedad y la economía.  

Grinnell, Iowa es un pequeño pueblo del Medio Oeste Norteamericano. A mediados del siglo XX, como muchos de pueblos similares de la región, contaba con apenas siete mil habitantes y estaban todavía fuertemente impregnados por los valores y costumbres que impusieron sus fundadores: los duros, tozudos y voluntariosos protestantes que colonizaron el lugar en la segunda mitad del XIX. Grinnell, con su pequeña universidad, sería sin proponérselo, como señala Tom Wolfe, “el punto de partida de una revolución que habría de crear la red electrónica que constituiría el sustrato de la vida en el 2000 y los años posteriores”.

En ese pueblito y en esa universidad se formó Robert Noyce. En 1959, creó un circuito integrado de silicio altamente eficiente que se convirtió en un prototipo industrial. Ese circuito, fue rápidamente bautizado como microchip. Las posibilidades eran inmensas, podía aplicarse a todos “los campos de la ingeniería imaginables, desde los viajes a la Luna, la creación de robots y en otros que nadie había imaginado como la terapia sicológica por Internet. Su potencial era tan amplio que era imposible definirlo en una sola frase. ‘La segunda revolución industrial’,’ la era de la informática’, ‘el universo del microchip’, ‘la red electrónica’… ninguna de estas expresiones, ni siquiera el práctico neologismo de ‘la alta tecnología’ engloba todas sus repercusiones”, asegura Wolfe.

Noyce y la empresa Fairchild Semiconductor que había formado años antes con otros dos ingenieros se convirtió casi de la noche a la mañana en una de las compañías más populares del mundo. Luego de que la NASA decidiera usar los microchips para su programa espacial, los pedidos llegaron en masa. “En diez años las ventas de Fairchild pasaron de unos cuantos miles de dólares a ciento treinta millones [de esa época], y la plantilla, que en un principio se reducía al pequeño grupo inicial [una decena de colaboradores], ahora estaba compuesta por doce mil empleados”, indica Wolfe. 

Fairchild no solo creó el semiente a partir del cual toda la era electrónica emergería, sino una nueva forma de gerenciar una empresa de alta tecnología. Todo era muy horizontal, con pocas diferencias entre empleados y jefes. Toda la plantilla hacía suyas las metas de la empresa y tenía (hasta cierto punto) capacidad de iniciativa. Las decisiones no se tomaban siguiendo cadenas de mando, sino en reuniones donde todos participaban. Además, se convirtió en una escuela e impulsora de nuevas empresas, sin quererlo. Posteriormente, trabajadores de Fairchild fundaron más de cincuenta empresas dedicadas a la rama tecnológica. Estas empresas a las que se bautizó como “fairchildren” fueron las que le dieron al Valle de Santa Clara la configuración de lo que hoy todo el mundo conoce como Silicon Valley. La filosofía y forma de trabajo de Noyce inició una nueva era y una industria pujante que hoy emplea y sirve con sus productos a millones de personas en el mundo.

En 1968, Noyce fundaría Intel, el gigante informático que elabora los procesadores de casi todas las computadoras, tablets y dispositivos electrónicos que se comercializan en el mundo actual.

Luego de Noyce vendría, Bill Gates creador de Microsoft, Steve Jobs fundador de Apple, Jeff Bezos de Amazon, Mark Zuckerberg creador de Facebook, Sergei Brin y Larry Page de Google, Reed Hastings y Marc Randolph, administradores de Netflix, y el chino Ren Zhengfei creador de Huawei Jobs.

Esta revolución tecnológica no solo ha transformado a la humanidad, sino que ha creado una inmensa riqueza, ha elevado la productividad y la capacidad humana, desde la astrofísica hasta la medicina, pasando por la educación y el ocio. Además ha desarrollado empleo. En un estudio realizado en Estados Unidos por  Enrico Monetti (The New Geography of Jobs, 2012), en el cual se emplearon datos de 11 millones de trabajadores estadounidenses en 320 zonas metropolitanas, se estimó que por cada empleo generado en el sector de alta tecnología, otros cinco empleos adicionales se crean en la economía en el largo plazo. De ellos, dos empleos profesionales (como médicos o abogados), mientras que el resto son no-profesionales. Este es el caso de Apple. El autor señala que “en Cupertino [el pueblo donde se ubica Apple] emplea a 12 mil trabajadores directamente, pero genera 60 mil empleos adicionales, de los cuales 36 mil son no calificados y 24 mil calificados. Increíblemente esto significa que el mayor impacto de Apple en el empleo de la región lo hace en sectores que no son de alta tecnología”.

El mundo actual, no podría entenderse sin los empresarios como los arriba citados. Todos ellos, no solo crearon un producto que satisface una necesidad in existente antes de su creación, sino que fueron más allá. Sus creaciones se convirtieron en necesidades para hombres y mujeres. Sus aplicaciones generan riqueza, empleo y bienestar para millones de personas en todo el orbe.

Pero esto no es nuevo, así fueron las contribuciones de Benjamín Franklin, Edison, Ford, y miles de empresarios que con sus creaciones permitieron el desarrollo de mercados y no al revés como se mal informa en la columna editorial de Portafolio de El Comercio publicada el 17 de febrero último bajo el título de: “Quien genera empleo no es el empresario”

Como señalaba Shumpeter, es el empresario el que determina el aumento y la disminución de la prosperidad. Crea valor en la sociedad, impulsa la generación de riqueza. Por tanto el crecimiento de una nación y del empleo depende de él. A mayor capacidad de generar empresa que se tenga, mayores posibilidades de que se cree empleo. Sin empresarios y no burócratas, como se ha demostrado fehacientemente con todos los experimentos socialistas, no hay prosperidad posible. Quien genera empleo es el empresario. Lampadia