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Grandes irrigaciones con pocos caudales en los andes liberteños

Grandes irrigaciones con pocos caudales en los andes liberteños

NESTOR MENDOZA ARROYO
Gerente Regional de Agricultura de La Libertad
Desde Trujillo
Para Lampadia

Perú tiene dos épocas bien marcadas, una temporada lluviosa con abundante agua (superávit) y una temporada seca con escases de agua (déficit hídrico), las aguas mayoritariamente provienen de las precipitaciones pluviales que se dan anualmente. Se calcula que en el territorio nacional cada año precipita 2 Billones de metros cúbicos y solo se aprovecha 20,000 millones de metros cúbicos que equivale a 1% del agua disponible cada año.

En los andes liberteños nacen varios ríos, cuyas aguas desembocan en el Océano Pacifico y en el Océano Atlántico; desde la planicie del distrito de Quiruvilca, provincia de Santiago de Chuco, se originan las cuencas hidrográficas regionales de los ríos Chicama, Moche, Virú-Huamanzaña y Tablachaca, cuyas aguas nacen y atraviesan territorios liberteños hasta desembocar en el Océano Pacifico; así mismo existen otras cuencas hidrográficas interregionales de los ríos Jequetepeque y el Santa, que nacen en regiones vecinas y atraviesan territorios liberteños para desembocar sus aguas en el Océano Pacifico. Al Océano Atlántico discurren las aguas de los ríos Crisnejas, Chusgon, Cajas, El Ingenio y Puzac.

En las cuencas hidrográficas de los ríos antes mencionados, existen miles de canales de regadío, la mayoría son de tierra y pocos son revestidos con cemento. En las cabeceras de las cuencas se práctica la agricultura familiar cuyas siembras se hacen en la temporada de lluvias, así mismo, existen cientos de pequeños canales de regadío que son construidos de tierra que conducen pequeños volúmenes de agua para riego y son administrados por los comités de regantes; un comité de regantes está integrado en promedio por 50 agricultores, el canal de regadío en promedio conduce 20 litros por segundo en los primeros meses que deja de llover, luego disminuye a la mitad y luego a la cuarta parte, en esos meses de escases entran a regar por turno, conocido como la mita de agua, siendo los intervalos de riego cada 50 días en promedio, en estas condiciones los cultivos entran en estrés hídrico y la productividad disminuye a menos de un tercio de la producción normal. En estas condiciones los agricultores solo riegan entre 2,000 a 2,500 metros cuadrados, por el bajo caudal del agua de riego.

Frente a la escases de agua descrita, el Gobierno Regional de La Libertad representado por el Gobernador Regional Ing. Manuel Llempen Coronel, a través de la Gerencia Regional de Agricultura liderada por su Gerente el Ing. Néstor Mendoza Arroyo, han construido 9,689 reservorios de tierra impermeabilizados con geomembrana HDPE de 1.5 mm de espesor para regar 10,212 hectáreas; el tamaño de los reservorios varían en función al tamaño de la parcela y el caudal del agua de riego, los tamaños de los reservorios son modulares, diseñados desde el R1 hasta el R10, dentro de ellos encontramos reservorios familiares menor a 100 m3, reservorios multifamiliares mayor a 100 m3 y menor a 1,000 m3, y comunales mayores a 1,000 m3, el 75% de reservorios son familiares por la alta presencia del minifundio. El reservorio familiar que tiene mayor aceptación es el R2 cuyas dimensiones son de 10 metros de largo por 5 metros de ancho y 1.70 metros de profundidad, almacena 60 metros cúbicos en promedio, y se llena cada 2 horas con 10 l/seg. ó 4 horas con 5 l/seg. Hecho el reservorio, la mayoría de agricultores están optando por comprar accesorios para la instalación de riego presurizado, un reservorio R2 riega entre 5,000 a 7,000 metros cuadrados de terreno y la productividad de los cultivos se duplica.

Los costos del reservorio R2, entra 120 metros cuadrados de geomembrana que cuesta S/ 1,300; en accesorios se invierte S/ 180; en asistencia técnica S/ 520 y en mano de obra S/ 1,000. El Costo total es de S/ 3,000 por reservorio; los reservorios se coejecutan en convenio con el comité de regantes y las municipalidades distritales y provinciales, el movimiento de tierras hasta su perfilado de taludes de los reservorios familiares lo hacen los agricultores con pico y pala, los reservorios comunales mayores a 1,000 metros cúbicos de capacidad, el movimiento de tierras lo hacen las municipalidades con maquinaria pesada y el perfilado de los taludes los comuneros organizados.

Beneficios de los reservorios.

  1. Los agricultores que sembraban con lluvias lo hacían una vez al año, ahora que su terreno es bajo riego, están sembrando 2, 3 ó 4 veces al año dependiendo el tipo de cultivo.
  2. Cuando sembraban con lluvia, solo trabajaban 3 meses al año, el resto de meses estaban sin trabajo, por lo que migraban a las ciudades en busca de trabajo.
  3. Muchos agricultores que migraron a la ciudad se convirtieron en comerciantes ambulantes, pero con la llegada del COVID 19, muchos tuvieron que retornar a su lugar de origen porque migraron dejando casa y terrenos en abandono.
  4. Los reservorios, para los retornantes a la zona rural, son de mucha satisfacción porque les permite producir alimentos sanos para la familia, tener trabajo los 365 días del año, cultivar hortalizas para la venta diaria.
  5. El servicio del agua potable en la zona rural ha mejorado, porque ya no utilizan el agua potable para regar sus cultivos ahora lo hacen con el agua del reservorio.
  6. El valor del terreno se ha incrementado, una hectárea de terreno al secano vale S/ 15,000 y con riego vale S/ 80,000.
  7. Un terreno bajo riego produce una dieta balanceada (carbohidratos, proteínas, vitaminas y sales minerales) en contra posición de un terreno al secano solo produce carbohidratos (granos)

Si damos una mirada a nuestra sierra peruana, se podrían construir millones de pequeños reservorios en apoyo a la agricultura familiar. En una primera etapa se podrían construir 2 millones de reservorios familiares, con una inversión de 4 mil millones de soles para regar UN MILLON DE HECTÁREAS en convenio del Gobierno Nacional (MIDAGRI) con los Gobiernos Regionales y Locales y los miles de comités de regantes existentes en las cuencas hidrográficas de nuestro país. Lampadia




Ciudades Colegiales: reunir para educar

Ciudades Colegiales: reunir para educar

Javier Artadi
Para Lampadia

La principal causa de la pobreza en una población determinada es la falta de educación.

Consecuencia de ello es la falta de generación de riqueza por parte de los pobladores cuando alcanzan la edad adulta precisamente porque carecen de la formación para poder desarrollarse y desarrollar su entorno.

La sierra peruana – y por extensión la selva – se encuentra muy atrasada en comparación con la costa y la causa principal es el bajísimo nivel de instrucción del cual adolece su población.

A su vez, una causa principal de esta falta de instrucción es la geografía y topografía de los Andes peruanos.

La complicada geografía andina ha significado luego de cientos de años la atomización de numerosos poblados con muy pocos habitantes, ubicados lejos entre sí y a diferentes alturas y contextos naturales.

Esta geografía accidentada ocasiona que sea muy difícil y costoso para el Estado llegar fácilmente con el apoyo necesario – educación de calidad – a los pueblos de la sierra.

Las consecuencias de ello en la educación de dichos pueblos son muy conocidas por todos : niños y profesores caminando hasta tres horas para llegar a la escuela más cercana; alumnos de distintas edades llevando el mismo curso; un solo profesor para toda la escuela; poca masa crítica para realizar actividades grupales diversas como el deporte, etc. (solamente en el caso del futbol, por ejemplo, hace falta veintidós jugadores, habiendo escuelas que no llegan a contar ni siquiera con ese número de alumnos).

Muy diferente es la costa donde una topografía básicamente plana, con un clima templado todo el año, permite un desarrollo “horizontal” basado principalmente en las conexiones entre sus diversas partes (carreteras, puertos y aeropuertos son fáciles de implementar y entonces el desarrollo es posible).

Prueba de ello es que las mismas poblaciones que padecen el mayor atraso en la sierra han conquistado la costa en los últimos treinta años, desarrollándola y constituyéndose hoy en su nueva clase media.

La hora de la educación de calidad en la sierra

Dado que la causa principal del atraso en la sierra es la deficiente educación de sus pobladores y que todo ello se debe a la atomización de sus pueblos, la solución debe – y tal vez solo puede – empezar por reunir a los pobladores.

Reunir implica alcanzar una masa crítica que hace posible y rentable al Estado llegar fácilmente a un determinado punto del país para brindar aquello que es su misión: infraestructura, servicios y, sobre todo, educación.

En este contexto proponemos la creación y construcción de Ciudades Colegiales, grandes centros que concentren una enorme cantidad de alumnos de todas las edades y de muchos pueblos que se encuentran aislados entre sí y, por lo tanto, del país.

Las Ciudades Colegiales serían construidas en lugares estratégicos de las diversas regiones de la sierra de manera de atender principalmente a los pueblos más alejados.

El concepto de Ciudad Colegial – escuelas dormitorio de gran escala – implica una gran concentración de infraestructura, tiempo y, sobre todo, seres humanos (alumnos y profesores).

Las características y ventajas de las Ciudades Colegiales son las siguientes:

  • Son fáciles de proyectar y construir puesto que concentran todo el esfuerzo en un solo lugar.
  • Contarían sin ningún problema con todas las instalaciones y recursos de un colegio moderno: aulas, auditorios, áreas deportivas techadas y al aire libre, Internet, luz, agua, etc. Todo ello sería posible porque el Estado haría una inversión puntual y concentrada a diferencia de la realidad actual donde debe llegar a cientos de pueblitos, todos desconectados entre sí, de difícil acceso, etc.
  • El número de profesores sería eficiente: en vez de que un profesor les enseñe a diez o doce niños en una escuelita aislada, habrá uno que enseña a decenas de alumnos a la vez. Al mismo tiempo, el profesor recibirá una remuneración mucho mayor puesto que eventualmente ganaría lo que ganan varios profesores enseñando a pocos alumnos en varias escuelas.
  • Las ventajas de agrupar grandes cantidades de niños serían muchas: el niño aprende mucho más en sociedad, los deportes y la competencia deportiva ya sería posible (recordemos que los peruanos de la sierra, por ejemplo, son buenísimos en carreras de larga distancia), podría invitarse a personalidades expertas en algún tema para dar alguna conferencia a un muy grande grupo de alumnos, etc.
  • Los niños estarían de lunes a viernes, dormirían en su Ciudad Colegial correspondiente, igual que los profesores, y regresarían a su pueblo el fin de semana.
  • La agenda diaria de estudios podría ser de doble horario con lo cual la preparación educativa sería superior.
  • Se organizaría la agenda anual teniendo en cuenta las temporadas de cosecha donde los niños culturalmente ayudan activamente a su familia.
  • El Estado cubriría los gastos de educación, alimentación, salud y transporte desde y hacia los pueblos de los alumnos.
  • Los profesores de Lima y otras capitales estarían felices de ir a enseñar ahí puesto que las Ciudades Colegiales ofrecerían el mayor confort y una gran infraestructura.
  • En los últimos años de estudio colegial se enseñarían cursos técnicos principalmente referidos al agro de manera de que cuando terminen el colegio y vuelvan a su pueblo, ya reunidos con sus demás vecinos y compañeros de colegio, se asocien para el mejor desarrollo de las tierras que en algún momento heredarán.

Las ventajas que una Ciudad Colegial pueden significar para el alumno, el profesor y el Estado son innumerables, siendo relevante que su implementación puede ser muy rápida y los resultados visibles a corto y mediano plazo.

“Reunir para Educar” resume el espíritu de las Ciudades Colegiales, centros educativos que estratégicamente ubicados y con una inteligente y moderna implementación pueden constituir el punto de inflexión entre el atraso actual y el desarrollo futuro de la sierra del Perú.

La verdadera oportunidad está en contar con una buena educación. Lampadia




“Debemos hacer de la ganadería alto-andina una actividad competitiva”

Semanario Minas y Petróleo, edición N° 1069
L&L Editores, 29 de octubre de 2018

“No dejes que mirar al árbol te impida ver el bosque”, es un sabio refrán, que podría recomendarse tomar en cuenta a las empresas mineras, al momento de preparar sus estrategias de apoyo social a las comunidades de su entorno.

¿Cuál sería el árbol y cuál el bosque en este caso? El árbol sería las comunidades del entorno de la operación minera y el bosque el problema de la agricultura y de la ganadería en todo el ámbito de la sierra peruana.

Con frecuencia, en los eventos organizados por las instituciones que pertenecen al sector minero, las empresas mineras exponen, en relación con las estrategias de apoyo social a aplicarse, programas que buscan incrementar el volumen y mejorar la calidad de los productos agrícolas o del ganado de las comunidades del entorno.

Sin embargo, esto equivale en el refrán antes señalado a mirar el árbol, ya que como lo señaló Juan Manuel Benites en AGROMÍN (ver Minas y Petróleo edición N° 1062), con estos programas se logrará que los pequeños agricultores mejoren su productividad por un tiempo e incrementen marginalmente sus ingresos, pero no dejarán de ser pobres.

Lo mismo ocurre, cuando el ámbito no es el de la agricultura sino la ganadería, como se puede concluir de lo señalado por el ingeniero zootecnista William Vivanco, director técnico de Vivanco International S.A.C., en otra presentación en AGROMÍN, la misma que presentamos en una versión resumida y editada en la presente edición de Minas y Petróleo.

Poder ver el bosque consistiría, en consecuencia, como lo recomendaron Benites y Vivanco en AGROMÍN, en aprender a mirar al mercado y abandonar el modelo de oferta para integrarse con las empresas mi­neras y las de los agricultores y ganaderos de la costa.

Ingeniero zootecnista William Vivanco, director técnico de Vivanco Internacitional S.A.C. durante su exposición en AGROMIN

[Los minifundios alto-andinos que han podido incorporar las técnicas del programa de Sierra Productiva, han logrado superar varias de las importantes limitaciones de la ganadería alto-andina, adecuadamente reseñada en el siguiente informe. Es una lástima que todos los gobiernos, desde el año 2000 a la fecha, hayan negado su apoyo al programa de Sierra Productiva, y que la gran mayoría de las unidades productivas de la sierra sigan atrapadas en las limitaciones presentadas líneas abajo].

PROBLEMAS PARA DESARROLLAR UNA GANADERÍA SOSTENIBLE

Nos corresponde analizar en esta presentación el tema de la ganadería en la región altoandina sobre los tres mil metros de altura. Ésta es una región compartida, intensamente, entre el sector minero y el agropecuario, pero, fundamentalmente, entre la minería y la ganadería.

La agricultura -por encima de los 3,500 metros de altura- es una actividad de alto riesgo. En cambio, la ganadería es más versátil y puede adaptarse mejor a los climas altoandinos. Se realiza hasta los 4,800 o 5 mil metros de altura, dependiendo de las especies.

En este ambiente altoandino es indispensable identificar cuáles son los problemas que tenemos para desarrollar una ganadería sostenible y rentable y sobre esa base dar algunas sugerencias o aportes, la mayoría de los cuales están validados para convertir esa actividad en una que sea sostenible y rentable.

La ganadería en las zonas altoandinas es de muy baja rentabilidad, por el uso de los pastos naturales y ganado inadecuado

Al respecto, nos parece recomendable que las empresas mineras -a través de sus órganos de apoyo social o de las organizaciones de apoyo comunal- implementen algunas iniciativas, que queremos sugerir, las mismas que deberían contar, esencialmente, con el apoyo de los gobiernos regionales y el Ministerio de Agricultura.

La ganadería es una actividad muy importante para el país, especialmente en la zona altoandina. En el Perú, destinamos alrededor de siete millones de hectáreas a las actividades agropecuarias, con gran cantidad de cultivos forrajeros. Mientras que en la costa se cultiva chala, en la sierra se siembra ray grass y trébol. Es importante destacar que, en gran parte del área cultivada del país, se desarrolla la ganadería y la producción de alimentos para el ganado.

EN USO DE SUELOS LA GANADERÍA ES LA MAYOR ACTIVIDAD ECONÓMICA QUE SE REALIZA EN EL PERÚ

En relación a la agricultura, la ganadería ocupa el triple del área de aquella. Entonces, en proporción del uso de suelos, es la actividad económica más importante que se realiza en el Perú.

Coincidentemente, el principal uso del suelo en la zona altoandina es la ganadería. En esa zona existe la extrema ¿Esto qué quiere decir? Significa que los ganaderos no están aplicando estrategias adecuadas o hay factores que los limitan, gravemente, que les impide hacer una actividad rentable.

Si necesitamos alternativas de solución, lo mejor es buscar la forma de que la ganadería sea, realmente, una actividad con la que pueda mantenerse una familia en el alto Ande, porque las experiencias con nuevas formas de generar actividades económicas siempre ha sido un fracaso. Recordemos la gran ilusión que se tuvo con la colza, donde hubo una gran inversión sin lograr los resultados esperados.

En el pasado la minería, como en Cerro de Pasco, tomó el desafío de colocar a la ganadería ovina del Perú
entre los mejores del mundo, para lo cual desarrolló la raza Junín

CÓMO HACER QUE LA ACTIVIDAD GANADERA SEA MUCHO MÁS EFICIENTE

Es muy difícil que podamos reorientar toda la capacidad que tiene el poblador altoandino que es, eminentemente, ganadero para convertirlo en un productor en otros sectores en los que jamás se ha desempeñado. Por lo tanto, la estrategia debe consistir en buscar cómo hacer su propia actividad ganadera mucho más eficiente y mucho más rentable.

El aprovechamiento de la fibra de vicuña, en los denominados “chaccu  de vicuña”, es una forma incipiente de aprovechar esta fibra,
cómo lo recomienda el ingeniero William Vivanco

TENENCIA DE LA TIERRA LIMITA RENTABILIDAD DE LA GANADERÍA

El problema principal que limita la rentabilidad de la actividad ganadera, en el alto Ande, es la estructura de la tenencia de la tierra. Un minifundio es o podría ser manejable y hasta rentable en la costa, dependiendo del cultivo que se produzca, pero no en la puna.

En la alta puna, donde el promedio de la unidad familiar es tres hectáreas de pasturas naturales a lo que se agrega la deficiente forma en la que se explotan, es imposible que los pobladores altoandinos salgan de la extrema pobreza. Una hectárea de pastura natural soporta, en el mejor de los casos, tres unidades ovinas. Es decir, una unidad familiar de tres hectáreas tiene 9 o 10 ovejas con lo cual no se puede erradicar la pobreza.

EL MINIFUNDIO GENERA DEPREDACIÓN DE LOS RECURSOS

El principal reto es cómo vamos a trabajar el minifundio tal como está, es decir, con su actual estructura para lograr que las familias ganaderas tengan un sustento decoroso. Tenemos que generar todo un bagaje de innovación, porque no vamos a esperar que los políticos hagan una nueva reforma agraria. Hay que actuar.

El minifundio trae como consecuencia la depredación de los recursos.  El campesino dice: “tengo una hectárea de pasto natural que me va a soportar tres animales, pues pongo ocho animales en ese espacio porque tres no me es suficiente”.

De acuerdo al doctor Enrique Flores, más del 47% de las praderas altoandinas están depredadas o en proceso de desertificación. Llevarlas a su estado original de productividad, demandaría cerrar esas pasturas y no poner animales allí por lo menos ocho años. Entonces ¿dónde se ubicaría todo ese ganado y de qué viviría el campesino?

El otro problema que existe es que ese sistema productivo es inoperante para ese tipo de unidad familiar. Cuando se visita la sierra se comprueba que se acostumbra practicar en las praderas alto-andinas el “low input” “low output”, es decir, no le pongo nada o no invierto nada y recojo lo que me puede dar la naturaleza.

Con ese sistema se puede trabajar en Australia, por ejemplo, donde una sola hacienda tiene 500 mil hectáreas o cuando en el Perú -antes de la reforma agraria- una familia tenía 80 mil hectáreas. En minifundio eso no funciona. ¿Qué está pasando? Solo están quedando los pobladores más longevos. Los jóvenes se van. No pueden vivir en el campo. En consecuencia, tenemos que cambiar la estrategia de explotación, el sistema.

Hemos hecho cálculos para ver cuánto puede rendir una unidad familiar. Este dato de 2.5 hectáreas, por unidad familiar, no es inventado. Es del censo agrario del 2012. Ese es el promedio de extensión de unidad familiar en la alta sierra y si pertenece a una comunidad campesina, el promedio es 10 hectáreas.  Si tiene dos hectáreas y media (con los niveles de productividad que tienen esos animales), una familia gana 80 dólares al año y si la unidad familiar está en la comunidad campesina, gana 350 dólares. Es decir, un dólar por día con sus 10 hectáreas.

Entonces, tenemos que enfrentar con ingenio qué hacer con el minifundio. Debemos determinar qué sistemas utilizaremos en esta nueva situación de estructura agraria.  Si hacemos una priorización errada, como producir lo que yo quiero y no lo que el mercado demanda, se dará prioridad a especies que, realmente, no nos van a sacar del avispero.

VACUNOS LECHEROS, ALPACAS Y CUYES

En el Perú, en el Ministerio de Agricultura y en el INIA están priorizando los vacunos lecheros. Si nos preguntamos: ¿cuantas hectáreas de pasto natural necesita un ganadero para mantener una vaca?, la respuesta es cinco. Y como hemos señalado la extensión promedio que posee una unidad familiar es 2.5 hectáreas. Entonces se debería tener media vaca por unidad familiar, si se trata de la alta puna, con pasto natural.

En cuanto a las alpacas debo decir que no tengo nada en contra de ellas, pero el mercado mundial de la fibra de alpaca es un mercado nicho, que no se puede extender. Surgen así los programas regionales y se plantea: repoblación de la alpaca. Entonces se traen alpacas desde Puno hasta Cajamarca y son animales que producen fibras de baja calidad, ya que ni siquiera traen buenas alpacas. El problema fundamental de la alpaca es cómo lograr una fibra superfina para que pueda competir con las otras fibras raras en el mercado mundial, que es un mercado pequeño.

Y otro problema es que lo que priorizamos en el Ministerio de Agricultura es el cuy, que es el animal más ineficiente de todas las especies zootécnicas que explotamos.

Convierte cuatro kilos de concentrado a uno de incremento de peso vivo, mientras que un pollo convierte 1.5 a 1 y eso, un pollo malo. Porque uno bueno convierte casi 1 a 1. Entonces la priorización está errada. Ese es otro problema que limita la rentabilidad de la puna.

La baja productividad se debe a que no hemos hecho un trabajo de mejora y reorientación genética. Nuestros animales no producen la cantidad y calidad de producto que deberían producir, porque no se ha trabajado en acumular los genes que produzcan más y de mejor calidad.

Si vemos la tabla, sólo para dar un ejemplo, producimos 33 mil toneladas de carne de ovino al año, pero le decimos cordero a un animal de tres a cuatro años con un peso de 12 kilos de carcaza. Para el estándar internacional, el cordero tiene que tener 110 días de edad, tiempo en el que debe haber alcanzado un peso de 15 kilos.

Ese estándar, contra lo que producimos nosotros es abismal. Por eso tenemos que hacer un programa de mejora y reorientación genética.

A juicio del ingeniero Vivanco el cuy es el menos rentable de las especies que se pueden criar en la sierra altoandina

INEXISTENCIA DE CANALES ADECUADOS DE ACOPIO Y COMERCIALIZACIÓN

Otros factores que están afectando la ganadería es la inexistencia de canales de acopio y comercialización adecuados, así como la falta de participación de los productores en la cadena de valor. Eso es fundamental. Nosotros vamos al campo, mejoramos, hacemos todo el trabajo y al final el productor no tiene un premio por la mejor calidad, debido a la falta de dichos canales. Y por lo tanto no hay incentivo para que el ganadero se interese y en consecuencia se mantiene en la pobreza.

¿Hay formas de solucionar el problema? Por supuesto que sí.  La tecnología de hoy en día está disponible y validada. Si a un minifundio de pasto natural le colocamos pasto cultivado, aumentaremos 18 veces su capacidad de carga. [Tal como se hace en lo proyectos de Sierra Productiva] Y si nos vamos a cultivos hidropónicos de forraje podemos aumentarle en 100 veces la capacidad de carga de unidad y superficie.

En consecuencia, no se puede continuar con el pastoreo extensivo en el minifundio. Tenemos que buscar sistemas mucho más intensivos en la priorización de las especies. El ovino es la especie que ofrece la mayor rentabilidad y el mercado más grande a nivel nacional y mundial. Sin embargo, no está considerado en ninguno de los planes del Ministerio de Agricultura.

LA VICUÑA

Otro tema es la vicuña. El kilo de fibra de alpaca vale 5 dólares y en el mejor de los casos 8 dólares. En cambio, el kilo de fibra de vicuña vale 500 dólares. Entonces ¿por qué voy a producir alpaca si puedo producir vicuña?, se preguntarán los productores campesinos. La respuesta es que no se puede porque son animales silvestres. Estamos amarrados por nuestras propias reglas, nuestras propias leyes.

 

LEY DE MORATORIA

Las tecnologías reproductivas existen. Nosotros hemos instalado un laboratorio que produce más de 10 mil embriones por año. Con el avance de las tecnologías reproductivas, una vaca puede producir más de 100 crías por año.  

Asimismo, contamos con tecnología genética que no podemos usar porque tenemos una ley de moratoria.

Hoy en día se logra el incremento de la productividad y la mejora de la calidad del producto animal en base al establecimiento de Núcleos Genéticos Élite donde se realiza la selección genética y subsecuente diseminación de genes utilizando tecnologías genético reproductivas de punta (IA, TE, IVP, CLONACION, ICSI, SEXAGE, SELECCIÓN GENOMICA, BIOTECNOLOGIA MODERNA, MODIFICACION GENETICA, EDICION GENETICA [CRISPER]), con estas modernas tecnologías se puede lograr un rebaño de alpacas hembras y machos que al reproducirse produzcan vicuñas. Sin embargo, todas esas tecnologías no se pueden usar en el Perú porque tenemos la ley de moratoria. No se puede usar tecnología moderna.

Finalmente, debemos señalar que es indispensable elevar el nivel científico de nuestra gente en las universidades. Podemos convencer a los campesinos en las asambleas, de la importancia de utilizar la tecnología, pero luego un profesional o autoridad del distrito genera el pánico -por prejuicio o desconocimiento- y crea un rechazo o miedo hacia la ciencia, generando que todo se mantenga en atraso. 

Es tan importante la ganadería alto-andina que debería ser priorizada como política de estado, donde converjan todos los sectores: minería, educación, agricultura, porque es vital para el desarrollo socioeconómico de nuestro país. Lampadia