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PEDRO: ¿lo negarás tres veces?

PEDRO: ¿lo negarás tres veces?

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Pedro Castillo, el proclamado ganador de la segunda vuelta de las fraudulentas elecciones presidenciales según más del 65% de la población peruana[i], ha negado una vez a su mentor y secretario general Vladimir Cerrón para conseguir el voto de los incautos peruanos. “No lo verán ni de portero”, dijo a aquellos peruanos que olvidaron que en la política no hay inocencia, ni verdad.

La pregunta de ahora es: ¿lo negará dos veces más para poder erigirse en el pontífice del nuevo Perú que nos anuncia?

Hasta ahora Pedro, siguiendo la respuesta bíblica, parece decir: ¡aunque tenga que morir contigo, de veras, no te negaré!

Por ello, el condenado ex presidente regional, ideólogo del proyecto político que ensombrece nuestro bicentenario, ya no lo visita subrepticiamente, con disfraz y huyendo de la prensa, ahora da la cara, anuncia Premier ante la prensa o la despista cuando él se alista como Premier en la sombra, acomoda en las posiciones claves a los aliados, coloca en posiciones decorativas a los invitados y comienza a disponer, como todos los que tenemos algunos dedos en la frente, sabíamos que iba a suceder.

OTROS, sobre todo aquellos cuya falsa dignidad nos llevó a donde estamos, siguen creyendo que lo negará otra vez más y que serán OTROS: moderados, caviares, oportunistas o felpudinis los elegidos para el gobierno. Si Pedro hiciera caso a ese designio del destino, en el cual confían con fe ciega estos otros, tendría que hacerlo ya o dar señales en el sentido correcto, ya que puede no haber negativa expresa, pero si distancia concreta.

Aquí algunas de esas señales que los OTROS confían que van a llegar:

  • Pedro, calmará al mercado y la desconfianza del ciudadano que corre a refugiarse en el dólar, de lo contrario este seguirá subiendo y junto con el los combustibles, los alimentos y la inflación y, aunque el siga el libreto cínico de sus asesores y le eche la culpa de ello a las empresas o a quien elija, tarde o temprano la gente sabrá que el único responsable es Pedro. Hasta sus más incondicionales votantes: los cusqueños, ya han parado dos días en contra de lo que su gestión económica ha originado, antes aun de asumir el poder.
  • Pedro, calmará al mundo. En las relaciones exteriores, convocará a un Canciller que aun cuando no reimpulse el Grupo de Lima, aliente una posición independiente y de condena frente a la dictadura venezolana y la satrapía cubana sin fin. De lo contrario, la tibia política exterior de USA y de la UE dejará de mirarlo con benevolencia y lo considerará como uno más de aquellos que Apuleyo Mendoza, Montaner y Vargas Llosa denominan como los “idiotas latinoamericanos” que aparecen de tanto en tanto en nuestra Región y la mantienen en el subdesarrollo.
  • En la relación con las fuerzas armadas, no pondrá al mando a un ex senderista o ex emerretista, porque de hacerlo probablemente rebalse el vaso y empuje a las fuerzas armadas a no asistir a sus llamados cuando el Congreso le ordene hacer maletas si infringe la Constitución anunciando una Asamblea Constituyente que es, nada menos que un Golpe de Estado.
  • En la relación con la prensa independiente (no la que persigue presupuesto público, vive de él y adula o edulcora al que lo reparte), calmará los temores retirando la amenaza a Willax, invitará al perseguido Beto Ortiz a quedarse en el país y no pondrá a quien se vocea como ministro de Transportes para cerrar los canales opositores.

Cándidos.

Nada de eso sucederá. No lo negará. No dará señales concretas de distancia frente a su mesías. El tiene “palabra de profesor”. Entonces, hará lo que dijo que iba a hacer su personaje bíblico.

Lo que no se puede saber es si, al cambiar el designio bíblico logrará siempre ser la piedra de fundación de ese anunciado nuevo Perú comunista cuyos efectos políticos, sociales y económicos padecerán sus votantes más temprano que tarde o, si, en cuestión de tiempo, será como Fujimori, Toledo, Humala o Vizcarra, otro cadáver político arrimado en el panteón político nacional. Lampadia




Puntero Mentiroso

Puntero Mentiroso

Jaime Spak
Para Lampadia

En el futbol actual, hay una descripción muy interesante acerca del jugador que se desempeña como extremo en la delantera, tanto en la izquierda como en la derecha y la acepción es la de puntero mentiroso.

¿En qué consiste?, pues es el típico jugador que, en vez de jugar por la banda, se repliega y juega mas en el medio de la cancha, incluso ayudando a su defensa.

Esta analogía podría usarse analizando los casos de los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta.

  • El puntero mentiroso que juega por la derecha podría ser más fácil de hacer su función, pues con retraerse un poco al centro podría ser muy útil al resto del equipo, que son los 32 millones de peruanos.
  • Sin embargo, al otro puntero izquierdo le costará mucho esfuerzo, pues está acostumbrado a jugar muy pegado al extremo de la cancha y si desea jugar más al centro, tendrá muchos problemas con el capitán del equipo, que le increpara a cada rato que no se retraiga y juegue solo por la punta izquierda.

El caso es que este puntero, no tiene mucha ascendencia con su capitán, pues este es un hombre de carácter fuerte y muy vertical, que está dispuesto a cometer todos los fouls posibles para no perder la pelota.

Siguiendo con la analogía futbolística tenemos las siguientes faltas que ameritan tarjetas:

El dinero recaudado para pagar la reparación civil del capitán, a costa de las coimas para otorgar brevetes ese si es un claro caso de organización política, que se ha convertido en una banda de criminales, porque hay dos situaciones muy graves que hay que tener en cuenta:

  • solicitar dinero por un trámite que no debe de costar nada. Tarjeta Roja y suspensión por 6 fechas electorales
  • lo más grave es dar licencias de conducir a personas que muchas veces ni saben manejar y pueden generar accidentes con pérdidas de vida muy valiosas. Tarjeta Roja y suspensión de por vida

¿Ahora que vemos el caso de los “dinámicos del centro”, alguien puede pensar que el capitán del equipo no estaba enterado de lo que hacía el resto de los jugadores?

El hecho que uno de los congresistas electos, haya sido señalado por una colaboradora eficaz ex senderista de ser uno de los que condujo a la zona de los Quispe Palomino, pone en evidencia que ya están instalados en el congreso personas ligadas a Sendero Luminoso.

¿Nuestra memoria es tan frágil para olvidar a esta horda terrorista que causo tanta muerte y destrucción hace solo 30 años? No podemos ni debemos olvidar. Si lo hacemos seremos cómplices, en que esto se repita.

Esta persona, no debería de sentarse en una curul donde tantos ilustres peruanos han podido confrontar ideas y hoy en día está venida a menos.

El caso de la capitana del equipo de fútbol femenino, más conocida como la jugadora Dinámica, evidencia que nuestras instituciones están de cabeza, no es posible que una funcionaria de la Reniec haya podido postular y no advertir el enorme conflicto de intereses existente.

¿Este país ha perdido la capacidad de indignarse al ver tantas tropelías que han sucedido en estas elecciones?

Un candidato que desea ser el presidente de todos los peruanos no puede ser tan contradictorio, decir un día que respeta la libertad de opinión y de prensa y luego decir que los periodistas son unos mermeleros y que va a divulgar los sueldos de periodistas ligados a la televisión, eso es muy grave.

Decir que va a gobernar de acuerdo a la constitución vigente y luego que el día que tenga que dar su discurso ante el congreso lo primero que va a pedir es que se convoque a una asamblea constituyente.

Queridos amigos, la gran mayoría de dirigentes del lapicito están siendo cuestionados con justa razón, el famoso secretario nacional de Perú Libre, el popular “pinturita “que se encuentra prófugo y que conversaba con sus camaradas pidiendo dinero en forma de cupos para la campaña de Castillo, ¿acaso eso no es una falta grave?

Debemos de quitarnos la venda de los ojos, no es un tema que no deseemos ver a un puntero izquierdo mentiroso, sino que deseamos ver un jugador que respete y se haga respetar, que no cometa fouls en ninguna parte del campo de juego, que sea un ejemplo para el resto de los jugadores.

Lamentablemente esos punteros mentirosos en lugar de anotar en valla ajena solo han convertido autogoles, como lo hemos visto en los últimos gobiernos.

Necesitamos delanteros goleadores que puedan vencer al subdesarrollo y no punteros mentirosos que solo jueguen para las tribunas. Lampadia




Modelo que permite analizar los datos

Modelo que permite analizar los datos

El modelo que compartimos líneas abajo, permite analizar la votación por los finalistas de la justa presidencial, tanto de la primera, como de la segunda vuelta.

Se puede ver el resultado general, por departamento, provincia, distrito, local de votación y mesa. La consulta de las actas la puede hacer cualquier ciudadano accediendo a la ONPE.

Este software ha sido desarrollado por Leopoldo Monzón, Gerente General de Proesmin.

1. Entrevista de Diego Acuña a Leopoldo Monzón

Diego Acuña:

Gracias a Leopoldo Monzón por concederme esta entrevista y por desarrollar, junto a su valiente y patriótico equipo, el aplicativo que nos permitirá a todos los ciudadanos convertirnos en fiscalizadores del voto.

Los invito a ver la demostración de cómo usarlo y que luego sean ustedes mismos los que indaguen en los comportamientos anómalos que han existido en esta segunda vuelta, donde la votación en muchas localidades desafía lo estadísticamente factible. Ciudad por ciudad, región por región, ustedes eligen.

Por primera vez en nuestra historia tenemos una herramienta así, a disposición del electorado.

Imágenes de los tableros de control:

Ejemplos del detalle de la información:

Enlace a la entrevista:

https://youtu.be/1xbIjru7CPI

2. Enlace al aplicativo:

 https://cutt.ly/6nKm8sX

Lampadia




¡Viva la competencia!

¡Viva la competencia!

Alejandra Benavides
Para Lampadia

El debate entre los candidatos Keiko Fujimori y Pedro Castillo del último sábado, ha dejado en evidencia que este último tiene profundo desprecio por la economía de mercado.

El candidato parece desconocer que las exportaciones han sido el salvavidas de nuestro país durante esta pandemia – sobretodo ante medidas absurdas que tuvieron al país paralizado por largos meses. A pesar del año desastroso, el Perú cerró el 2020 con un superávit comercial de US$7,750 millones – es decir, vendimos más al mundo de lo que le compramos. Las exportaciones peruanas superaron los US$39,000 millones, producto de 7,500 empresas exportadoras de más de 4,000 productos a 174 diferentes mercados. Mas del 90% de nuestras exportaciones tienen como destino países con los que tenemos tratados de libre comercio o acuerdos comerciales (21 tratados vigentes a la fecha). Y, nuestros principales socios comerciales tienen economías saludables y abiertas al mundo: EEUU, UE, China, Canadá, Corea del Sur, Suiza, India (en proceso de acuerdo comercial) y Chile.

El candidato parece desconocer que los peruanos somos, ante todo, emprendedores. Que no necesitamos favores, sino necesitamos sistemas más flexibles para creación y formalización de empresas, y herramientas para competir en mejores condiciones en un entorno global. El Estado debe liberar a los empresarios de las cargas innecesarias que significa la formalización, para más bien ser un agente dinamizador. A pesar de las barreras burocráticas y sobrecostos de formalización, hoy hay mas de 2 millones de MIPYMEs (micro, pequeña y mediana empresa) formales, que contribuyen al 60% de empleo formal en el Perú.

El candidato propone un proteccionismo anacrónico de la “industria peruana”, que sólo desencadena en una economía artificial que va desangrando al país y afecta a todos los peruanos que consumimos bienes y servicios en el país. Este proteccionismo genera:

  • Monopolios que controlan la oferta y mantienen precios fuera de equilibrio (ineficiencia), escasez e inflación
  • Encarecimiento de bienes y servicios, a pesar de ser de su mala calidad y menos alternativas para elegir
  • Pérdida de productividad y competitividad, por menor (o nula) inversión en tecnología e innovación
  • Mercado negro de productos, a precios exorbitantes a los que sólo pocos podrían acceder y corrupción
  • Barreras a nuestras exportaciones – y a un mercado global de 7.8 billones de personas, pues los tratados y acuerdos comerciales se basan en reciprocidad
  • Cierre de empresas, desempleo y pobreza
  • Menores (o nulas) divisas, que afectan la estabilidad monetaria y la balanza de pagos

Por lo tanto, como peruanos, consumidores y empresarios, debemos exigir que se den las condiciones para poder crecer y generar ventajas competitivas a través del énfasis en innovación y tecnología, mejora educativa en todos los niveles para contar con peruanos capacitados, mejorar la infraestructura en general, sobretodo de transporte y comunicaciones (carreteras, puertos, energía, internet) para hacer más eficiente toda la cadena productiva.

Para aquellos sectores marginados, como la pequeña agricultura en la sierra, proporcionar apoyo técnico inmediato para mejora de sus cultivos en sus rendimientos, calidad y resistencia.

La competencia es el mejor símbolo de una economía sana y de una sociedad más libre y justa.  Lampadia

Referencias

https://ogeiee.produce.gob.pe/index.php/en/shortcode/estadistica-oee/estadisticas-mipyme

https://www.google.com.pe/amp/s/elcomercio.pe/economia/peru/gamarra-cifras-economicas-relevantes-emporio-comercial-fotos-victoria-george-forsyth-sunat-sen-noticia-616345-noticia/%3foutputType=amp

https://gestion.pe/economia/balanza-comercial-registro-un-superavit-de-us-1080-millones-en-diciembre-noticia/

https://elperuano.pe/noticia/117498-exportaciones-peruanas-superaron-los-us-39000-millones-en-el-2020




Cuidado con los alcahuetes

Cuidado con los alcahuetes

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

El alcahuete en el amor es el que “facilita una relación amorosa, generalmente ilícita”.  La alcahuetería en la política es la que “ayuda o sirve para encubrir”. Es la que “encubre u oculta algo”.

En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, ya aparecieron varios que quieren ayudar a ocultar el lado oscuro del postulante recién aparecido. Hay que cuidarnos de ellos.

En el afán de encubrir y de ocultar, nos vienen diciendo algunas de estas cosas:

  • “Perú Libre y Pedro Castillo son la expresión de las grandes mayorías, de los peruanos olvidados”, cuando este movimiento sólo ha obtenido 2,7 millones de votos de los 25,2 millones de electores que hay en el Perú, es decir apenas el 10.7% del padrón electoral. Sólo el 8.18% de la población nacional.
  • “La derecha está terruqueando a Perú Libre”, cuando las informaciones periodísticas ya dan cuenta que por lo menos 4 de los congresistas electos de ese partido han tenido vínculos con el terrorismo, el último de ellos el camarada Parionita, Alfredo Pariona Sinche, acusado de pertenecer a SL y de planear el crimen del alcalde de Huancayo.
  • “Pedro Castillo respetará las instituciones y será un demócrata”, para esconder que ya anunció la desarticulación del Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo, la creación de una Asamblea Constituyente paralela al Congreso y que su plan de gobierno contempla tirar al tacho de basura la Constitución, el principal freno a cualquier dictador.
  • “Esta elección es un referéndum contra la corrupción fujimorista”, ocultando que el dueño de Perú Libre Vladimir Cerrón está sentenciado de manera definitiva por actos de corrupción y que sus dos hermanos, Valdemar y Fritz Cerrón están investigados por Lavado de Activos.
  • Un importante medio de comunicación que sobrevive de la jugosa publicidad estatal nos dice que “es falso que los congresistas de Perú Libre han estado presos por terrorismo”, para admitir a renglón seguido y en letra chica que “sólo han estado investigados por terrorismo”.
  • “Castillo respetará la libertad de prensa y expresión” cuando está escrito, en su plan de gobierno, que la libertad de expresión esta subordinada a los objetivos políticos de la revolución y sus congresistas electas ya amenazan con sacar del aire a periodistas incómodos.

Ya los estamos viendo en medios de comunicación, en las radios, en las redes, en la política, en la publicidad, en las empresas, en los gremios, en los puestos de periódico.

También veremos a otros alcahuetear con su silencio o poniéndose de costado, la peor alcahuetería. Esa que cree que nadie la percibe y que te deja bien parado cuando todo pasa. Esa alcahuetería de algunos candidatos presidenciales que antes de encausar el voto que los respaldo están buscando asegurar sus negocios, canjear favores o buscar puestos previamente.

También veremos cándidas alcahueterías de quienes creen, como mi candidato Hernando de Soto, que su talla mundial puede hacer cambiar de criterio al peón de Vladimir Cerrón y convertirlo en libremercadista después de entonar los himnos de Sendero Luminoso. La candidez y el ego demasiado grande también se pueden convertir en otra forma, tal vez indirecta y más tonta, de alcahuetería.

Están en todas las clases sociales. En los sectores populares, en las clases medias, en las clases altas y en todas las profesiones, ocupaciones y negocios.

La alcahuetería, normalmente alienta relaciones ilícitas, como la que quieren gestar entre Pedro Castillo y una ciudadanía engañada o cegada por su odio al fujimorismo. Es hora de llamarlos por su nombre y tener mucho cuidado con quienes serán los alcahuetes de la destrucción de nuestra Nación. No serán indignados, ni dignos, serán solamente alcahuetes. Lampadia




A propósito de los resultados y la disputa en segunda vuelta

A propósito de los resultados y la disputa en segunda vuelta

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Para Lampadia

Los peruanos que no votan y los que votan en blanco o nulo, siguen siendo la mayoría en las elecciones desde el año 2006.[i] Esta elección no ha sido la excepción. 10´267,763 peruanos han preferido no votar, votar en blanco o viciar su voto. Esta cifra representa el 42.32% del número de electores hábiles[ii].

Dicho de otro modo, solo 13´991,767 peruanos han votado por alguno de los candidatos. Esta cifra contrastada con la población nacional representa apenas el 39.39% de la misma. Es como decir que sólo 4 de cada 10 peruanos han elegido a algún candidato. Un nivel de representatividad MUY BAJO.

Poniendo en este contexto los números de la elección del 11 de abril, veamos a los 8 primeros:

En base a estas cifras, los que pasen a la segunda vuelta no son en rigor, ni el primer, ni el segundo grupo más votado. Mucho menos se puede decir que quien ganó la elección representa a la “gran mayoría de los peruanos” como algunos despistados ya están afirmando sin rigor, ni data. Pedro Castillo y Keiko Fujimori son el tercero y el cuarto grupo y sus votos, sumados, no superan a los peruanos ausentes, que representan de lejos la primera mayoría de este país.

Otras evidencias de esta elección son:

  • En los 8 primeros lugares no figura ninguno de los candidatos del establishment caviar que nos gobierna. Ni el Partido Morado del presidente Sagasti, ni Somos Perú del ex presidente Vizcarra, ni Victoria Nacional, la candidatura ensamblada por sus aliados mediáticos. Todos ellos juntos obtuvieron 1´334,497 votos, es decir el 5.5% de los electores hábiles. El elector finalmente sanciona el mal gobierno.[iii]
  • La candidata oficial del chavismo (hay que reconocer que no advertimos que Maduro estaba apostando a dos caballos en esta carrera) se encogió a su mínima expresión. De haber obtenido 2’874,940 votos el 2016, redujo su participación a 1´099,747, es decir al 38%. Desteñirse, pasar por la peluquería, pintarse los labios y reconocer que Maduro es un dictador corrupto no le sirvió. Perdió el voto duro de la izquierda y no sedujo al voto de centro.
  • Los partidos orgánicos de izquierda (Perú Libre, JPP, FA, P. Nacionalista y UPP) han obtenido 4´160,059 votos. Si le agregamos los votos de AP ahora tan tirada a la izquierda, podríamos decir que la izquierda en su conjunto ha obtenido 5´433,768 votos, el 22.40% de los electores hábiles. Sin AP, lejos de crecer, se han reducido.
  • La derecha orgánica por su parte (FP, RN, Avanza Pais y el PPC) ha obtenido 5´402,368 votos. Si, siguiendo la misma lógica le agregamos los votos de PODEMOS o los de APP, dos agrupaciones populistas cuyos líderes juegan para la derecha en muchos casos, podemos colegir que la derecha en su conjunto llegaría a 7´032,019, el 28.98% de los electores hábiles.

Sin embargo, la conclusión más importante que se puede extraer de esta elección es que ni PEDRO CASTILLO, ni KEIKO FUJIMORI han recibido un mandato mayoritario y abrumador que les permita atribuirse el derecho de refundar nuestro país o girar nuestra economía en 180 grados. CASTILLO tiene el 11.02 % de los electores hábiles y FUJIMORI 7.7%. Ambos, juntos, no representan ni el 20% de los votantes. Mal pueden entonces creer, sobre todo el primero, que de pronto se convirtió en Adán y puede comenzar el mundo de nuevo. Eso le pueden decir sus aliados desde los penales, pero no es lo que el Perú ha dicho.

El Perú ha puesto el epitafio en la tumba política del grupo caviar que nos gobierna, pero no ha otorgado licencia para destruir nuestro país. Ninguno de los que pase a segunda vuelta tiene el mandato, ni la patente de corso para reinventar el país. Si cree eso se equivoca. Salvo los números, lo demás es ilusión y los números nos muestran que la disputa se dará entre dos grupos minoritarios a quienes les toca atraer al peruano que no vota, al que vota en blanco o al que vicia su voto y para ello, el radicalismo no sirve.

No estamos entonces ante el cuento de las grandes mayorías que han hablado como algunos analistas dicen. Estamos ante la historia de dos grupos políticos minoritarios que deberán convocar, con amplitud de criterio, con vocación democrática y sin sectarismos, primero a sus sectores afines, luego al elector de centro, pero sobretodo, al peruano ausente.

[i]  Ver: La Irrepresentatividad política no es cosa de juego. Lampadia 24.01.20 y El cuento de las grandes mayorías. Lampadia 06.11.20

[ii] Esta cifra que llamamos el Índice de Irrepresentatividad política proviene de los resultados electorales de la ONPE al 16.04.21, a las 7:20 am, pudiendo variar por efecto de los votos faltantes de computar o las impugnaciones. Sin embargo, cualquier variación no alterará las tendencias que se analizan en este artículo.

[iii] Escapa de este análisis el alto voto preferencial de Martin Vizcarra como congresista.




Alianza frente al peligro nacional

Alianza frente al peligro nacional

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Sostuve el 10 de octubre en El Comercio que la grave situación económica y social generada por la pandemia debía terminar generando una polarización o sinceramiento ideológico en la campaña electoral, en detrimento de las posiciones de centro. Y eso es lo que ha ocurrido.

Quienes se enfrentan en la segunda vuelta representan casi paradigmáticamente los dos modelos en pugna: el estatismo y el totalitarismo político (anulación de la libertad de prensa)[1] encarnado en Castillo, y el modelo de mercado contenido en la Constitución del 93, encarnado en Keiko Fujimori.

Por supuesto, hay más que eso. Pasaron a la segunda vuelta las opciones de izquierda y derecha que tenían o alcanzaron arraigo popular. Podríamos decir que Castillo recoge el voto que en el pasado hubiese ido a Alberto Fujimori, que desarrolló una relación personal con los sectores andinos y marginales. Ese capital fue casi totalmente dilapidado por Keiko, pero ha logrado rescatar algo de él. En la segunda vuelta deberá activarlo.

Los resultados que comentamos reflejan las características particulares que ha tenido esta elección:

  1. La muy grave crisis sanitaria y económica, que ha sido un terreno fértil para la oferta populista y radical, pero también para quien pueda dar alguna garantía de recuperar el crecimiento económico. Lo primero explica el voto por Castillo, que es un voto de rechazo o castigo de los menos integrados al sistema a los señalados como culpables o como enemigos del pueblo, sean estos grupos monopólicos, empresas privadas o políticos corruptos o ineptos responsables del desgobierno y la desatención del Estado. Lo segundo explicaría las votaciones por Keiko Fujimori, López Aliaga y de Soto.
  2. El hecho de que quienes pasaran la segunda vuelta lo hicieran con una votación bastante baja. Salvo en alguna medida el fenómeno Castillo, no hay candidatos que ilusionen ni entusiasmen. No quedan líderes. La clase política ha sido diezmada y casi desaparecida por los procesos LavaJato, que en algunos casos tuvieron un contenido persecutorio y plebiscitario que ha resultado muy destructivo, y por la anarquía de los últimos cinco años. Por eso quienes obtienen la primera, tercera y cuarta votación son outsiders.

Y ese es el lado débil de Keiko Fujimori. Ella forma parte del cuadro político repudiado, con la carga particular en su caso de un antifujimorismo que es la identidad política –negativa- más grande del Perú. En teoría, sin embargo, Keiko Fujimori ya pagó con la cárcel no por delitos que no cometió, sino por tremendos errores políticos que no son causal de prisión tampoco, pero sí estimularon una justicia plebiscitaria que canalizó el enorme antifujimorismo existente precisamente. Es decir, el antifujimorismo ya cobró cuentas, como las ha cobrado también con la condena excesiva a Alberto Fujimori. Si el análisis racional funciona, esas prisiones deberían amainarlo.

Quizá el pase a la segunda vuelta de Keiko Fujimori pueda ser leído como un llamado a superar el anti. Ante el peligro nacional que representa la otra candidatura, no queda más remedio. De hecho, candidatos de varios partidos han expresado que su prioridad será darle gobernabilidad a un próximo gobierno que busque recuperar la economía dentro de los cauces de la economía social de mercado. Es un punto de partida para un acercamiento que le permita a la candidata allanar resistencias en la segunda vuelta y armar luego una coalición de gobierno, que debería ir trabajándose desde ahora. Se trata de pensar en el país.

Pues, de otro lado, parece muy difícil que la mayor parte de la población se incline en la segunda vuelta por el candidato que propone destruir todo lo avanzado, pese a todo lo que falta. Pero encarna un sentimiento, que hay que leer y reconocer.

Ahora bien, el que nuestra democracia haya sufrido una depredación casi total de líderes políticos no es solo producto del caso Lavajato y de la confrontación política del último quinquenio, sino también de un problema estructural: el sistema de partidos y el funcionamiento de la democracia no atraen a la élite académica, profesional y empresarial del país. Hace mucho tiempo que los mejores ya no ingresan a la política establecida. La gran lección de este proceso electoral, entonces, es que es urgente reconstruir la política. Eso significa:

  • En el corto plazo, la capacidad de construir una coalición de gobierno en el próximo Congreso. Eso depende exclusivamente de la voluntad y capacidad política de los líderes políticos. Tendrían que superarse a sí mismos, como hemos escrito antes. Lo que ya habría empezado a ocurrir, al tenor de las primeras declaraciones.
  • En el mediano plazo, aprobar de una vez las reformas que permitan:
    • Que sea atractivo ingresar a los partidos políticos. Aprobar la propuesta de think tanks partidarios por impuestos.
    • Que servir en el Estado sea prestigioso. Para eso es indispensable instaurar la meritocracia en el aparato público.
    • Que el Ejecutivo tenga gobernabilidad, lo que implica que la insistencia en leyes observadas por el Ejecutivo se apruebe con los 2/3 de los congresistas, y que el Congreso sea elegido en segunda vuelta porque es imposible gobernar con un congreso muy fragmentado.
    • Que los candidatos a la presidencia puedan ser candidatos al Congreso, para que el Parlamento se convierta en un foro político de alto nivel donde estén los líderes políticos que, de paso, aseguren la disciplina de sus bancadas.
    • Que el Congreso tenga mayor legitimidad, lo que supone distritos electorales uni o bi nominales para que exista una verdadera relación de representación entre los electores y sus representantes.

Que esta segunda vuelta sirva también para construir todos estos consensos. Lampadia




Gane quien gane, el Brasil ya cambió

Sebastiao Mendonca Ferreira
Centro Wiñaq
Para Lampadia

Estos son los últimos días de la campaña presidencial en Brasil. El domingo 7 se realizará la primera vuelta del proceso electoral. Son 13 los candidatos a la presidencia, pero, en estos momentos solo dos tienen posibilidades de pasar a la segunda vuelta: Jair Bolsonaro y Fernando Haddad. Los demás candidatos ya están fuera de carrera. Entre los fracasos se destacan: Geraldo Alckmin, candidato por el PSDB, el eterno rival del PT, que se estancó en 10% a pesar de ser el candidato con la alianza política más amplia de todas, Marina Silva (ex-ministra del ambiente del PT), quien comenzó en segundo lugar con 16% y ahora tiene sólo 4% y sigue cayendo, el populista Ciro Gomes (ex-ministro del PT) que soñaba ser el opositor a Bolsonaro, pero que ya cayó al tercer puesto, el millonario Henrique Meirelles, del MDB, el partido del presidente Michel Temer, con sólo 2% y Guilherme Boulos, de PSOL (división radical del PT) con 0%.

Como expliqué en un artículo anterior, la polarización entre Bolsonaro y Haddad/Lula frenó el crecimiento de los candidatos de centro y generó una dinámica en que los electores opuestos al PT optarían por Bolsonaro como su alternativa, y los opositores a Bolsonaro busquen a Haddad/Lula como su opción realista de victoria. Una parcela importante de los votos de Marina migró a Haddad y muchos de los potenciales electores de Alckmin se fueron a Bolsonaro y a Haddad, bloqueando su despegue y consolidando la polarización derecha-izquierda.

Esa polarización tiene dos bases: una política y otra ideológica. La polarización política es anti-PT, es decir, la agrupación de todos los aquellos que son contrarios al retorno del PT al Brasil. La polarización ideológica es anti-Bolsonaro, la unión de las corrientes ideológicas que son contrarias a sus valores conservadores.

Como se puede ver en el cuadro anterior, construido por el Movimento Brasil Livre, MBL, en base al promedio de las 10 principales encuestadoras del país (http://mbl.org.br/analise/), Bolsonaro ha venido subiendo en forma consistente, alcanzando un techo de 30% de intención de voto, y Hadad ha subido en forma rápida estabilizándose en 23%. Si las elecciones fueran hoy Bolsonaro obtendría cerca de 36% de los votos válidos y Haddad obtendría 28%.

Con esos resultados los dos candidatos irían a una segunda vuelta tres semanas después, el 28 de octubre. A pesar de la brevedad del tiempo, la segunda vuelta tiene una dinámica propia, y sus perspectivas se presentarán en forma más clara después de conocer los resultados de la primera vuelta. Sin embargo, una encuesta reciente de Datafolha (vista por muchos como pro-PT) puede dar una idea del tipo de panorama que puede presentarse.

El PT ha organizado su campaña electoral en base a tres ideas: “Lula libre”, con “Lula estábamos mejor”, y “Mujeres contra Bolsonaro”. Sus mítines no han sido multitudinarios, con excepción de las marchas de mujeres en contra de Bolsonaro que sí fueron multitudinarias. Las ideas centrales de Bolsonaro fueron: “No a la corrupción”, “defensa de la familia, honradez, etc.” y “Bolsonaro es el cambio que necesitamos”. Las manifestaciones a favor de Bolsonaro han sido espontaneas y también multitudinarias, aún más grandes que las del PT. En las marchas del PT se observa una gran carga ideológica (marxista y post-moderna), en las de Bolsonaro lo característico es la indignación hacia la corrupción. Ambos grupos se consideran defensores de la democracia, y acusan al otro lado de ser pro-dictaduras.

El PT (Lula) dispone de una gigantesca maquinaria partidaria y mediática. Son más de un millón de militantes formados y financiados en dos décadas de control del estado (primero local, y después nacional) y de adoctrinamiento de universidades y medios de comunicación. El PT dispone de los equipos de marketing electoral más sofisticados de América Latina, y los medios internacionales liberales (The Economist, New York Times, BBC, etc.) se han posicionado en contra de Bolsonaro asociándolo a Trump, apoyando implícitamente el retorno de Lula, vía Haddad.

El movimiento de Bolsonaro, no tiene una organización partidaria significativa, su núcleo intelectual es reducido y su presencia mediática es casi nula. El punto fuerte de los partidarios de Bolsonaro es que son una especie de movimiento social masivo y espontaneo, con amplio espectro ideológico: conservadores, liberales e indignados en general. Socialmente, Bolsonaro se apoya en los sectores más educados de la clase media, en los pequeños emprendedores y en los grupos religiosos. Lula se apoya en los beneficiarios del programa Bolsa Familia, en los millones de empleados públicos y en los sectores ideologizados de la clase media.

Lula continúa argumentando su inocencia, se declara un perseguido político y ha advertido que, si él gana, habrá represalias contra la operación Lava Jato, el juez Sergio Moro y todos los jueces que lo condenaron. José Dirceu, estratega del PT, ya avisó que ahora la lucha no es por ganar unas elecciones sino por tomar el poder.

Bolsonaro apoya a la operación Lava Jato, y promete combatir a la corrupción y a la delincuencia y a defender la familia y los ciudadanos de bien. A pesar de su origen militar, y de contar con el apoyo de las Fuerzas Armadas, Bolsonaro promete respetar la institucionalidad democrática, aunque su pasado genera dudas sobre sus promeses democráticas.

Este tipo de polarización política (derecha x izquierda) es una novedad en la política brasileña, pues el predominio de la izquierda ya tiene muchas décadas, y tanto los liberales como los conservadores no han contado con apoyo social masivo desde los años 30 del siglo pasado, y esto ha cambiado en los últimos 5 años. Sin dudas, este proceso electoral está rediseñando el panorama político brasileño.

Como hice notar antes, es imposible predecir quien va vencer, con la información disponible. Lo que sí es posible predecir es que, con la victoria de Lula, se acaba la lucha contra la corrupción, y que, si Bolsonaro gana, él va enfrentar una fuerte oposición desde el primer día de gobierno. Lampadia




A doce días de una elección muy importante

A doce días de una elección muy importante

Pablo Bustamante Pardo

Desde el 11 de abril venimos planteando que los candidatos recojan el mandato popular de ‘seguir construyendo sobre lo avanzado’. Esto implicaba aprovechar la segunda vuelta para que el debate se centrara en la determinación de la agenda de gobierno, sus por qués y sus cómos. Si bien el voto popular había recogido con mucha sabiduría la dirección básica de gobierno, la opinión ciudadana está muy lejos de entender las relaciones causa-efecto entre la prosperidad y las políticas públicas que la hacen posible. Ver en Lampadia: El mandato popular que tenemos que leer.

Lamentablemente, los acontecimientos han ido por otro lado. Un enfrentamiento despiadado, en el que es muy difícil, con objetividad, afirmar quién empezó o quién lleva una mayor responsabilidad, entre otras cosas porque se ha desatado una guerra de ‘todos contra Keiko’, contrariamente a lo afirmado en los medios.

Prácticamente todo el establishment está en contra de Keiko. Casi todos los grupos políticos que le han dado su apoyo a PPK, lo mismo que los intelectuales y académicos que incluso han publicado pronunciamientos. Su máximo representante, MVLl como abanderado. Y la prensa, todos los canales de televisión, radios y la gran mayoría de periódicos dan también un apoyo exacerbado. El único estamento de la clase dirigente que no figura en la campaña es el empresarial. Bien por ellos.

El caso de los medios de comunicación llega a extremos de vergüenza. Se ha  recurrido a las prácticas de la prensa chicha, como hizo el Canal 4 en ‘Poder de Cuarta’ (Cuarto Poder), o como se han reportado los resultados del primer debate presidencial:

Si se contrasta la movilización del establishment contra KF con el voto de la primera vuelta  y con las últimas encuestas se está configurando una brecha perniciosa entre el establishment y las clases populares. Ver:

  • Votación: PPK solo ganó en 3 de 196 provincias y KF ganó en 16 departamentos con un promedio de 46%, fue segunda en 7 con 27% y tercera en dos con 24%
  • Encuestas: CPI-intención de voto: KF=45.8%, PPK=40.2% / IPSOS-simulacro: KF=52.6%, PPK=47.4%

KF acusa a PPK de ser el candidato de los empresarios, está equivocada, es el candidato del establishment y, ella sería efectivamente la candidata de las clases populares, una polarización política suicida.

Hoy día PPK y la mayoría de medios acusa a KF de ser muy agresiva, que en el debate atacó y no hizo propuestas. PPK afirma que en el debate: “Keiko sacó su ametralladora hecha por Montesinos”. Sin embargo, mientras PPK se quiere disfrazar de víctima, su publicidad, antes y después del debate, dice lo siguiente:

“Yo me comprometo a combatir la corrupción, pero les pido que no les den un solo voto más a los corruptos”.

Ver spot: 

Además, PPK también dice en sus spots:

“Lo que el Perú necesita no es otro pacto entre políticos, yo quiero un pacto con la gente, contigo”.

Sin embargo, lo que ha hecho es todo lo contrario, ha celebrado pactos con las cúpulas den todos los demás partidos, faltando solo el Frente Amplio, que ya anunció su intención de hacerlo. Por si no fuera poco, es también evidente, la existencia de una especie de contubernio con el gobierno, especialmente en boca de la señora Nadine Heredia.

En Lampadia no queremos entrar a la discusión sobre quién ganó el debate, se lo dejamos al propio PPK, que al final del mismo le dijo a KF (con su lenguaje corporal) que ella había ganado. Ver imagen publicada por El Comercio:

Nosotros seguimos lamentando el giro de los acontecimientos, creemos que es auto destructivo y estamos corriendo el riesgo de que la población se harte con la falta de consecuencia de los candidatos, como ha advertido Martín Tanaka. Con ello, el ganador podría perder su ‘luna de miel’ y debilitar su gobierno.

A pesar de que ambos candidatos pretenden fortalecer el modelo de economía de mercado con el que hemos tenido el mayor ritmo de progreso de nuestra historia, parece, lamentablemente, que tienen dos visiones distintas: Un modelo y dos visiones. La visión de KF aparece como ‘bottom-up’ (de abajo hacia arriba) y la de PPK como ‘top-down’ (de arriba a abajo), expresando la perniciosa brecha que se está dibujando entre las élites tradicionales o el establishment y las clases populares.

Como hemos planteado anteriormente, lo que está en juego es mucho más que la elección del 5 de junio, también nos estamos jugando las elecciones del bicentenario (2021), pues solo un buen gobierno, que se aboque a las grandes reformas que necesitamos, podrá conducirnos, el 2021, a optar entre opciones políticas constructivas. Así mismo, los próximos cinco años son claves para generar los impulsos que nos permitan engancharnos de la mejor manera posible en el nuevo mundo de la ‘cuarta revolución industrial’, algo esencial para evitar que nuestros pobres se queden desconectados del resto de la humanidad. Lampadia




El sistema electoral alienta regiones inefectivas, dispendiosas y corruptas

El sistema electoral alienta regiones inefectivas, dispendiosas y corruptas

Hace unos días el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) dispuso que la segunda vuelta para elegir a los presidentes regionales de 14 departamentos (dónde los candidatos no superaron el 30%) se realice el domingo 7 de diciembre. Así, de acuerdo al JNE, 7’635,475 electores deberán volver a las urnas para elegir a las máximas autoridades de Áncash, Apurímac, Arequipa, Cusco, Huánuco, Ica, Junín, Lima (provincias), Madre de Dios, Pasco, Puno, San Martín, Tacna y Tumbes.

En el 2009, se estipuló que los presidentes regionales debían ser elegidos con más del 30% de los votos. Para efectuar esta modificación se determinó que ya no se votaba por listas (como ocurre para las alcandías en que los regidores son nombrados bajo el sistema de cifra repartidora, en la que el partido del alcalde obtiene siempre la mayoría), sino por representación provincial. Es decir, se elige por separado a los consejeros regionales por provincia. Un sistema parecido al de la elección del Presidente de la República que requiere, en su caso, 50% más uno de los votos en primera vuelta para no ir al “balotaje” de la segunda. Motivo por el cual se genera un cierto divorcio político entre el Ejecutivo y el Congreso. 

Los resultados de esta mala decisión están a la vista: En 14 de 25 departamentos se tendrá que volver a votarpara elegir solo a los presidentes regionales, sin que necesariamente cuenten luego con consejeros regionales afines a sus planteamientos de gobierno.

La mayoría de estos Consejos Regionales quedará conformado tan fraccionadamente que, por un lado no le otorgan mayoría al presidente regional, y por otro, no permiten la formación de equipos de gobierno orientados en la misma dirección, más bien contrapuestos entre sí. Esto se agrava por la multiplicidad de postulantes, que al final logran dejar algún representante en los consejos.

Por ejemplo, en Arequipa, el nuevo Consejo Regional (CR) (2015-2019) tendrá representantes de seis organizaciones políticas. Este nuevo CR estará conformado por cuatro miembros del Movimiento Arequipa Renace, dos de Juntos por el Desarrollo de Arequipa, uno de Arequipa Tradición y Futuro,  uno de Acción Popular, uno de Siempre Unidos y uno por Vamos Perú.

Arequipa no es la excepción. Ni siquiera en los once departamentos que superaron la valla del 30%, obtuvieron mayoría simple en los CR, salvo en Amazonas, Cajamarca, El Callao, La Libertad y Lambayeque. De los que compiten en segunda vuelta, tan solo en tres casos, una de las candidaturas en competencia podría alcanzar esa mayoría en el Consejo Regional, de ser elegido como presidente quién ya tiene la mayoría de consejeros. Ante esto, los presidentes regionales, prácticamente incapacitados para formar equipos de gobierno coherentes, optan por cooptar, presionar u ofrecer privilegios a los consejeros que no son de su partido, cuando no, recurren a un reparto populista del presupuesto regional, señala Fernando Tuesta.

Es pues evidente que el sistema electoral de los gobiernos regionales ha logrado fortalecer la legitimidad del presidente, al conseguir una mayor representación en la segunda vuelta, pero con consejos cada vez más fraccionados, por lo tanto, ingobernables o manejados con malas artes, como se señala líneas arriba.

Estas instituciones, en las que se entronizan presidentes con poderes individuales casi feudales y desconectados del gobierno central, que asumen sus funciones sin limitarse a lo estipulado por ley, están, además, debilitadas en su estructura interna.

Por otro lado tenemos un gobierno central que, en muchos casos, “ha abdicado de sus propias funciones”, como lo señala Roberto Abusada, abandonando su presencia y gestión en los temas que le establecen las leyes de la regionalización. Además, a los gobiernos de las regiones, se les transfieren ingentes recursos, que creen que les caen del cielo, canon, regalías, etc., que las autoridades regionales asumen como propios, sin entender su origen, por ejemplo: la relación entre la inversión minera y el canon, que es el 50% del impuesto a la renta que pagan las empresas, o los libramientos del gobierno central. Recordemos que en algún momento, el grito de guerra en algunas regiones llegó a ser: “Canon Sí, Minería No”.

Sin equipos de gobierno adecuados y sin técnicos capacitados, como se ha demostrado una y otra vez, los recursos “administrados” por las regiones, son usados en obras intrascendentes pero efectistas, o se dejan sin usar y, lo que es peor, en otras ocasiones se canalizan a los amigotes y a la corrupción abierta y desmedida, que básicamente, no tiene control alguno. Muchas veces los pueblos no se benefician, por ejemplo, con sistemas sanitarios, o con carreteras, “sino” con piscinas gigantes como en Echarati, o monumentos absurdos y dispendiosos como en Huancayo, Tumbes y Cusco. 

Al fraccionamiento político del país, sin partidos políticos nacionales fuertes, se ha sumado la atomización regional. Un ridículo que lo único que hace es demostrar la necesidad de diseñar un sistema electoral nacional y regional que promueva una mejor GOBERNANZA.

Como todos los especialistas y hasta los “opinalistas” (gente que mezcla opinión y análisis) han reclamado, urge enfrentar una reforma de la regionalización que permita que el país se institucionalice, desaliente la corrupción, las actividades antidemocráticas y que genere los incentivos para una mayor coordinación política entre el gobierno central y las regiones, dentro de las propias regiones y, entre las autoridades y los ciudadanos y empresas, que son la fuente primigenia de los recursos fiscales de la nación. Lampadia