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Martín Vizcarra y Congreso ahuyentan inversión

Martín Vizcarra y Congreso ahuyentan inversión

El ruido político se ha incrementado más de lo acostumbrado en el país y ello plantea dudas en el plano internacional, afirma ejecutivo Jaime Reusche.

Fuente: BCRP

Expreso, 02 Julio 2020
Moody’s

Los errores del gobierno del presidente Martín Vizcarra, así como algunas normas aprobadas por el Congreso, durante la pandemia, afectarían la calificación de riesgo al Perú, advirtió Jaime Reusche, vicepresidente del grupo de Riesgo Soberano de la agencia Moody’s Investors Service. Según el ejecutivo, aunque el Perú se ha caracterizado por el elevado nivel de ruido político, en este periodo de tiempo se ha llegado a tal punto, por parte del Congreso y también del Ejecutivo, que empieza a preocupar a los inversionistas.

“Para los seguidores de Perú, los inversionistas internacionales que conocen de Perú, muchos ya están un poco acostumbrados al elevado nivel de ruido político, pero esta vez ha llegado a crecer a tal punto que empieza a generar ciertas dudas, no en los próximos tres meses, pero sí a futuro, sobre la calificación de Perú, en cuanto a medidas que ha adoptado el Congreso y anuncios y errores del Gobierno”, sostuvo en entrevista con RPP.

Explicó que si bien la crisis económica, generada por la pandemia del Covid-19, afecta a todos los países y por lo tanto tiene un efecto negativo sobre las exportaciones y la actividad económica local, porque hay menos demanda de nuestros productos, el ruido político también empieza a afectar la visión de los inversionistas y por ello podría afectar nuestra economía.

RUIDO EN EL CONGRESO
Reusche señaló que es necesario que el Congreso de la República evite entorpecer o interferir en las funciones de instituciones como el Ministerio de Economía y Finanzas, el Banco Central de Reserva o la Superintendencia de Banca y Seguros, en evidente alusión a los proyectos como el del retiro del fondo de pensiones de la Oficina Nacional Previsional (ONP) o del congelamiento de la deuda ante el sistema financiero nacional.

“Manejar una crisis como esta requiere hilar muy fino; por ello es muy importante que el Congreso no entorpezca el funcionar de las autoridades locales como el MEF, el Banco Central y la Superintendencia de Bancas”, señaló el directivo. Sin embargo, no fue sólo este el único hecho mencionado. También cuestionó la posibilidad de interpelar y censurar a algunos ministros, sobre todo a la ministra de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva.

“Un cambio de ministros, en este momento, se vería como algo muy negativo, traería bastante volatilidad, tendría una repercusión bastante negativa de la economía, porque estamos a mitad de la carrera en contra de esta pandemia, y cambiar de jinete en este punto es entorpecer mucho el funcionamiento y la recuperación, tanto de la economía como del funcionamiento del MEF. Es un tema bastante sensible que también es parte de este conjunto de riesgos que viene por el ámbito político que siempre es una constante en el Perú”, advirtió el funcionario.

SEÑALES NEGATIVAS
Sin embargo, Reusche también cuestionó el accionar del Ejecutivo, liderado por el presidente Martín Vizcarra. Para el representante de la agencia Moody’s, desde el Gobierno también hay señales negativas para los inversionistas, las cuales calificó de errores y atribuyó a una mala asesoría. Citó como ejemplo de estos errores al enfrentamiento desde Palacio de Gobierno con las clínicas privadas y una velada amenaza de expropiación, con la Constitución en mano.

“Aquí, claramente, también ha habido ciertos errores, tal vez por mala asesoría que ha tenido el Gobierno; por ejemplo, el enfrentarse con las clínicas privadas, lo cual asustó mucho a la inversión privada”, sostuvo el directivo.

BENEFICIO DE LA DUDA
Jaime Reusche afirmó también que el Perú tiene el beneficio de la duda entre los inversionistas, debido a que cuenta con solidez macroeconómica y una larga trayectoria de un buen manejo de la economía y de las cuentas fiscales.

“Por ello se le da al Perú el beneficio de la duda en los ojos de los inversionistas extranjeros, de los mercados extranjeros, de los economistas internacionales; pero al mismo tiempo se tiene un golpe bastante fuerte en contra de la economía y las cuentas fiscales también están recibiendo un golpe muy fuerte; lo positivo era que había un buen, favorable, punto de partida que ayuda a absorber mucho de estos golpes”, explicó. Explicó que el balance de solidez macroeconómica y la trayectoria de buen manejo permite que la agencia de riesgo considere que en términos relativos, el Perú está mejor preparado para enfrentar la crisis que los otros países que también sufren este shock.

“Es a raíz de ese beneficio de la duda que creemos que las autoridades van a poder hacer frente a esta crisis, que igual van a tener un efecto negativo sobre la actividad económica, sobre el empleo, los niveles de pobreza y muchos de los indicadores sociales, en los que habíamos visto mucho progreso en los últimos 20 años”, sostuvo.

PÚBLICO-PRIVADO
El funcionario destacó también la necesidad de un trabajo coordinado entre el sector público y privado para hacer más eficiente la labor en sectores como el MEF. Sin embargo, advirtió que hay una tensión entre ambos sectores.
“La idea es que en el Perú siempre hay una suerte de tensión entre el sector público y sector privado, que en realidad deberían colaborar y trabajar juntos, para encaminar la economía que es importante para el ciudadano de a pie, porque eso es lo que genera empleo dentro de la economía”, subrayó.

Advirtió también que otra característica del país es la dicotomía: muy buenos planes y muy buena articulación de planes de política económica, pero una mala ejecución. “Eso se debe al pobre funcionamiento del Estado, no hay mucha capacidad de gestión dentro del Estado”, sostuvo.

NO HUBO CALIFICACIÓN
De otro lado, la agencia calificadora Moody’s Investors Service negó que haya emitido alguna acción de calificación para el Gobierno de Perú, según informó el portal informativo especializado en economía de Colombia, Valora Analitik; lo mismo había pasado con la calificación de Colombia. Según explicó el portal, el Ministerio de Economía y Finanzas informó el martes en la noche que Moody’s había confirmado de su calificación soberana.

“Sin embargo, una vez conocido el caso de Colombia, Valora Analitik consultó a la agencia cuyos voceros dijeron que se publicó a última hora un comunicado titulado ‘Announcement of Periodic Review: Moody’s announces completion of a periodic review of ratings of Peru, Government of’, en el cual tampoco se produjo una acción de calificación para Perú”, explicó.

Aclararon que este anuncio es parte de la revisión semestral que Moody’s realiza de los elementos que sustentan la calificación del país. “Quisiera aclarar que no se produjo ninguna acción de calificación ayer, sino que este anuncio es parte de la revisión semestral que se hace de los elementos que sustentan la calificación del país”, señaló una fuente de Moody’s, citado por Valora Analtik. También Reusche, en RPP, confirmó esa información. “Hemos afirmado la calificación, no hemos hecho cambios a la calificación de riesgo que ya tiene Perú desde el 2014, y es una de las calificaciones de riesgo en la región, es la segunda más alta después de la de Chile”, dijo.

VERSIÓN OFICIAL
En la página web de Moody’s se explica en términos técnicos este impase. “Moody’s ha completado la revisión periódica de un grupo de emisores que incluye a Perú y puede incluir calificaciones relacionadas. La revisión no involucró a un comité de calificación, y esta publicación no anuncia una acción de calificación crediticia y no es una indicación de si una acción de calificación crediticia es o no probable en el futuro cercano”, señala la nota al respecto, fechada el 30 de junio último.

“Las calificaciones crediticias y/o el estado de las perspectivas no se pueden cambiar en una revisión de cartera y, por lo tanto, no se ven afectados por este anuncio”, añade.

Aun así, señala que “el perfil crediticio de Perú (calificación de emisor A3) está respaldado por la fortaleza económica ‘BAA2’ del país, lo que refleja el tamaño moderado de la economía peruana, los bajos niveles de riqueza y la historia de un fuerte crecimiento…”.

También por las mismas “instituciones ‘BAA2’ de Perú y la fortaleza de la gobernanza, que reflejan instituciones muy fuertes que determinan la política fiscal y macroeconómica, pero algo compensadas por instituciones políticas débiles que incluyen una alta incidencia de corrupción, bajos niveles educativos y un gran sector informal”.

Además, se suma “la fortaleza fiscal ‘A1’, que es una fortaleza crediticia clave, teniendo en cuenta la carga de deuda relativamente baja del Gobierno, la fuerte adherencia a la prudencia fiscal y el considerable ahorro fiscal; y su susceptibilidad ‘BAA’ al riesgo de eventos, que refleja la política doméstica ruidosa”, subraya.

MÁS RIESGOS
El Banco Central de Reserva también alertó de nuevos riesgos, recuerda por su parte Jaime Reusche. Explicó que el trabajo conjunto por la estabilización de la economía podría verse afectada si tarda el reinicio total de actividades económicas, si no se ejecuta el gasto público y si se retrasa del desembolso de la fase 2 de Reactiva Perú.

También, agregó, si crece la disrupción de flujos comerciales, se reportan menores perspectivas de ingresos o si ocurren correcciones abruptas en el precio de activos. Por ello, el Central recuerda que el país tiene capacidad para impulsar políticas fiscales y monetarias expansivas debido a sus sólidos fundamentos macroeconómicos. Asimismo, resalta que se necesita de un equilibrio entre el cumplimiento de los códigos sanitarios y el reinicio eficiente de operaciones para lograr la recuperación total de la actividad económica. Durante la cuarentena, el BCRP detectó que se elevaron los precios de alimentos, debido al aumento de costos en el transporte, pero también se moderaron los precios de múltiples servicios. Por ello, la inflación y sus indicadores de tendencia se ubican en el tramo inferior del rango meta (1.78% en mayo).  Con un panorama de menor crecimiento, las expectativas de inflación para este año bajaron a 1.52%. Aunque el BCRP no descarta que la inflación llegue a cero y hasta pueda ser negativa, lo que tampoco es una buena señal, ya que significaría que el Perú tuvo una demanda débil.




Inversión y economía a capazos

Los últimos días y meses han mostrado un gobierno peruano ensimismado en la puesta en marcha de su reforma política, presionando y confrontando constantemente al Congreso y solicitándole cuestión de confianza para llevar a buen término los 6 proyectos de ley planteados que involucran un cambio a la Constitución vigente.

Sin embargo, su misma obsesión por el tema institucional no solo ha generado ruido político – ante la posibilidad latente de un eventual cierre del Congreso – sino que además lo ha desenfocado por completo de los ejes económico y social, fundamentales para una buena gobernanza y para seguir propiciando desarrollo a nuestros pobres (ver en Lampadia: Confrontación sin Gobernanza).

Centrándonos en el eje económico, hay una total incertidumbre respecto a los lineamientos de política a emprender por el gobierno de Vizcarra para lidiar con una desaceleración económica que ya data del 2014 (ver en Lampadia: Aterrizaje en la mediocridad, El 2014 terminó nuestro círculo virtuoso – ahora necesitamos acumen y una agenda de desarrollo efectiva) y que se ha agravado en los últimos meses con el conflicto comercial EEUU-China (ver en Lampadia: Cuidado con el desplome de las exportaciones).

Peor aún, recientes declaraciones del Ministro de Justicia, Vicente Zeballos, han dejado entrever la intención del gobierno de retornar al Estado empresario en industrias estratégicas como la minería y la de aerolíneas, lo cual resulta sumamente peligroso para nuestra economía, a la luz de la experiencia histórica del gobierno velasquista en los años 70, que, planteando políticas similares hasta finales de los años 80, nos llevó al colapso de las cuentas fiscales.

Por otra parte, si nos enfocamos en la coyuntura, las recientes cifras de crecimiento de la inversión, tanto pública como privada, publicadas por el BCRP, no muestran signos de reactivación; por el contrario, el crecimiento se torna cada vez más endeble e incluso negativo. Veamos.

Fuente: BCRP

Como se muestra en la siguiente tabla, en el caso de la inversión privada, el crecimiento del primer trimestre ha pasado de 5.3% el 2018 a 2.9% este año; y en el caso de la inversión pública, este crecimiento ha pasado de 6.8% a -10.9%.

Fuente: BCRP

Este alicaído comportamiento de la inversión ha provocado una caída en la tasa de crecimiento del primer trimestre del PBI de 3.2% el 2018 a 2.3% el 2019, que, de mantenerse por el resto del año, estaría muy lejos del potencial requerido para absorber la mano de obra entrante y para reducir sostenidamente la pobreza (ver Lampadia: Crecimiento, pobreza y desigualdad). De hecho, como informó recientemente El Comercio, el crecimiento de abril (ver el siguiente gráfico), situado en 1.7%, reconfirmaría este hecho al generar un crecimiento anualizado del 3.3%, muy por debajo del potencial de la economía peruana (3.7%) así como del proyectado por el MEF (4.2%).

Fuente: INEI

Por otra parte, la inversión directa extranjera, importante generadora de empleo y principal fuente de acumulación de reservas internacionales (ver Lampadia: El Perú se aleja de los circuitos internacionales de inversión), tampoco presenta signos de reactivación al 2018 en gran parte por el poco empuje y animadversión que sigue habiendo hacia el sector minero. Y pese a que aún no se cuentan con datos al cierre del 2019, los últimos meses, caracterizados por el conflicto social del proyecto cuprífero Las Bambas, augurarían una notable reducción de la inversión minera extranjera también para este año.

Fuente: BCRP

Dado los niveles actuales en los que se encuentra el conflicto Ejecutivo-Congreso, es difícil proyectar cual sería el comportamiento futuro de la inversión privada en el corto plazo. El presidente del BCRP, Julio Velarde, hizo las siguientes declaraciones en un reciente evento regional de Cajamarca ante la posibilidad de una disolución del Congreso: “Durante cuatro meses se gobernaría por decreto. La incertidumbre se disiparía cuando se hayan elegido a los congresistas y ver quiénes serían. Habrá cuatro meses de incertidumbre que puede afectar a la inversión privada”

En ese sentido, consideramos que tal incertidumbre podría ser superada si el gobierno se propusiera poner en marcha los proyectos mineros de envergadura como Tía María, Las Bambas, Galeno, por destacar los más importantes, cuyo enorme potencial podrían reactivar la inversión privada. La puesta en marcha de dichos megaproyectos le daría señales claras al sector privado tanto nacional como internacional de que en nuestro país sí se respetan los contratos, lo cual eventualmente aumentaría la confianza empresarial, tan venida a menos en los últimos años. Además, el impulso de la minería, la cual esta encadenada a por lo menos 6 sectores indirectos (ver Lampadia: El sorprendente valor agregado de la minería), apuntalaría el crecimiento del empleo desde las regiones, que es donde más desarrollo requieren nuestros pobres.

Es hora que el Ejecutivo deje de confrontar y se ponga a gobernar por el bien del país. Los peruanos se lo exigimos. Lampadia