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La minería peruana tiene el potencial para llevarnos al desarrollo

La 32 Convención Minera dejó en claro que el sector es fundamental para la salud económica del país y para su crecimiento y desarrollo integral. A pesar de ello, muy lamentablemente, se pudo constatar que todavía subsiste la creencia de que el Perú puede prescindir de la minería para alcanzar el progreso. De una u otra manera, la poca atención que recibió este importante evento de las autoridades gubernamentales es una muestra de cómo esta errada concepción viene ganando adeptos. Es como si quisiera negarse todos los logros que se han obtenido en los últimos años, o como si se quisiera desconocer que el crecimiento económico es el que ha reducido la pobreza en el país.

No se entiende como los embajadores de casi todos nuestros socios comerciales asistieron al evento, que incluso la propia ministra de minas de Chile, Aurora Williams, haya estado presente, mientras que los ministros del gobierno de Ollanta Humala hayan brillando por su ausencia. Las severas críticas por la inasistencia de la ministra de energía y minas, Rosa María Ortiz, la obligó a tomar un avión a Arequipa para participar del evento casi a último minuto. Un desatino.

Semejante desinterés también fue compartido por la prensa nacional que le dio un despliegue muy pobre a una Convención que se producía en un momento en que la economía nacional se ha ralentizado. ¿No era el momento, justamente, de enfocar todos los reflectores en escuchar a un sector que ha contribuido al crecimiento del país? Realmente, llamativa la escasa cobertura de los llamados medios serios.

Lamentable, pero cierto. Como demostró durante su exposición el director de Lampadia, Pablo Bustamante, se viene desatando una campaña en contra de las actividades económicas del país. El Post extractivismo difundido por la izquierda peruana, quiere impedir que el Perú crezca, desea sumirlo en la pobreza impidiendo que se desarrollen sectores como la minería, la agroexportación y otros que son los que han generado el bienestar del que goza la gran mayoría de peruanos. Tal y como señaló en su ponencia estas ideas deben ser enfrentadas.

Importantes expositores como el ex ministro de Economía, Luis Carranza y el actual presidente del Banco Central de Reserva del Perú, Julio Velarde coincidieron en destacar la importancia de la minería en el crecimiento del Perú. Sin la minería no se explica el llamado milagro peruano. Y, aunque en Lampadia se ha señalado reiteradamente, no solo debe a los precios internacionales. Sino a que se hicieron las cosas bien. Como indicó Velarde, el Perú no es el país que más se benefició con el ciclo de los súper precios, sin embargo es el que más creció y uno de los pocos que obtuvo superávits fiscales. Es decir, hizo ahorros. Por otra parte, en esta coyuntura se efectuaron una serie de encadenamientos productivos que nos han permitido diversificar nuestra cartera exportadora y por ejemplo desarrollar un importante sector metalmecánico.

Basta decir que en los últimos 10 años, el PBI minero ha contribuido en promedio 13.5%  al PBI nacional y las exportaciones mineras representaron el 58´5% del total. Es además el principal contribuyente en Impuesto a la Rente (IR) y uno de los principales en recaudación fiscal.

Por cada dólar invertido en capital inicial, se puede esperar 4 dólares adicionales invertidos durante toda la vida de la mina. Lo que demuestra que el factor multiplicar es de 4 a 1.

Ha quedado en evidencia, una vez más, que son las regiones en las que existe mayor actividad minera la que más desarrollo social e integral se ha producido. Las regiones del sur: Arequipa, Moquegua y Tacna, lideran los índices de desarrollo humano y los que mejor calidad educativa muestran, con lo que empiezan a diferenciarse del resto del país y ha crear una reserva productiva de primer nivel.

Además, los importes por canon han contribuido a cerrar una serie de brechas, en especial las de infraestructura. En los últimos diez años se transfirieron 34,828 millones de nuevos soles en concepto de canon minero.

Mención especial merece los efectos positivos que ha tenido en Apurímac el desarrollo de las Bambas. Si en el 2010 la pobreza extrema ascendía a 24%, el 2014, cayó a 9%. Una disminución del 61%. Algo similar ha ocurrido con la desnutrición que el 2010 rondaba el 39%, en cuatro años bajó a 29%, menos 25%. Los índices de habilidad lectora y en matemática, también se han incrementado.

Otra conclusión importante ha sido la demostración que el Perú sigue siendo sumamente atractivo par la actividad minera. La actividad minera sigue siendo vital. Primero por la inmensa capacidad productiva del país. Actualmente existe una cartera de 60 mil millones de dólares. Por si fuera poco, nuestros costos están muy por debajo de países competidores. El Perú está en condiciones de duplicar su producción y con eso compensaría la caída de los precios, que dicho sea de paso, no es que el superciclo de la minería haya terminado como se demostró.

Lo cierto es que si el Perú desarrolla todos los proyectos mineros, sigue explorando y potenciando su capacidad en este sector, pronto podríamos llegar al desarrollo. Como señaló Luis Carranza, si el Perú consigue establecer un cluster minero en el Sur (teniendo como eje a Arequipa) y otro en el Norte, nuestro potencial económico se incrementaría enormemente. Tenemos todas las capacidades para hacerlo. Energía, capacidad y sobre todo una demanda de servicios mineros, debido a que geográficamente existen muchos proyectos mineros en las cercanías de Arequipa.

No se resaltó tampoco que la convención se efectuó en una universidad pública: La Universidad Nacional de San Agustín. Una demostración que las entidades públicas y privadas pueden trabajar por objetivos comunes. Se tuvo que superar muchos obstáculos para que la UNAS se convirtiera en la casa de Perumin 32. Desde la desconfianza hasta los retos tecnológicos. Todos se superaron y la Convención se desarrolló en un ambiente adecuado. Una lección, sin duda.

Finalmente, habría que decir que los argumentos de los antimineros fueron puestos al descubierto. No existe una alternativa realista para que el Perú crezca. Solo demagogia y una oposición absurda repleta de prejuicios ideológicos. Es pues el momento de darle a la minería la oportunidad de llevarnos al desarrollo. Tenemos todo para hacerlo. No desperdiciemos la oportunidad. Lampadia




Gobierno planea expropiación de la minería

Gobierno planea expropiación de la minería

Editorial de Lampadia

El gobierno quiere terminar su faena anti-minera con una suerte de expropiación de parte de las acciones de las empresas mineras que operan en el Perú.

Así se desprende de la increíble carta de la Ministro de Energía y Minas, dirigida a los CEO de las empresas que operan en el Perú (15 cabezas de los grupos mineros en el exterior y tres en el país). La invitación se ha hecho con un mes de anticipación, para un taller en el que se elaboraría “una propuesta de política sobre la minería”. 

Según declaraciones que ha venido haciendo la Ministro en varios medios y que presenta el día de hoy Gestión: “La idea de convertir a las comunidades en socias de las empresas no es nueva. Hace dos semanas, la propia titular del MEM, Rosa María Ortiz, se suscribía al proyecto. (Gestión.pe 31.07.2015). ‘Este tipo de iniciativas se da en otros países y funciona’, apuntó aquella vez”.

Esta maniobra no contempla la compleja realidad de las inversiones mineras y sus estructuras accionarias en las que se destaca la presencia de inversionistas institucionales, sobre los cuales no pueden decidir ni los propios CEO de las empresas.

Más allá de las apariencias de esta iniciativa, debemos entender que detrás de ella habría una maniobra política muy sofisticada en la que el gobierno, recurriendo al más tradicional populismo latinoamericano, se prepararía para enfrentar a los ‘ricos mineros’ con las ‘pobres comunidades’. Así pretendería seguramente mejorar su capacidad política con miras a las próximas elecciones generales, dando un golpe de gracia al sector minero formal.

Como hemos explicado muchas veces, ‘el camino al… está empedrado con buenas intenciones’. Además no se debe hacer política con el dinero o propiedad ajena. El taller aludido en la invitación es una suerte de emboscada, que podría ser el inicio de una serie de maniobras políticas del gobierno; dirigidas, no a gobernar, sino a fortalecer el partido Nacionalista para las elecciones.

Más abajo reproducimos una copia de la carta que llegó a los jerarcas de la minería global sin conocimiento de sus representantes en el Perú y, menos aún, del gremio que agrupa a las empresas concernidas. En una segunda comunicación (que no adjuntamos), la ministra informa a los mineros la confirmación de la asistencia del Presidente de la República a la reunión planteada y abre la posibilidad de que las empresas puedan llevar tres representantes.

 

 

 

 




Tía María y economía peruana en UCI

Tía María y economía peruana en UCI

Tal como lo habían anunciado hace tiempo, los dirigentes de las cúpulas radicales iban a tratar de impedir el avance del proyecto de Tía María en Arequipa y luego el de las Bambas en Apurímac. Entre estas cúpulas está, por supuesto, Tierra y Libertad del ex cura Arana y Pedro Francke de la PUCP.

El primer Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la Southern tuvo más de cien obsevaciones. Con gran compromiso por el largo plazo, la empresa empezó de nuevo. Después de meses de estudios, logró, en agosto del 2014, la aprobación de un nuevo EIA. Entre los importantes cambios al primer EIA, el nuevo incluía el compromiso de usar agua de mar desalinizada que sería bombeada hasta el yacimiento. La empresa asumía esta decisión, a pesar de los costos, para evitar que se la acuse de usar “agua que debiera ser empleada para la agricultura” y, así sortear la preocupación de los campesinos del lugar. De esta forma el principal argumento de los opositores al proyecto (el empleo del recurso hídrico) quedaba superado.

Según el ordenamiento legal, una vez aprobado el EIA, el Estado debe otorgar la autorización de construcción, cosa que por cualquier disculpa, no ha hecho hasta ahora. En el camino hubo un audiencia con 1,700 personas donde el proyecto consolidó su aprobación “social”.

Hace dos semanas, el gobierno anunció su presencia en la zona para presentar el EIA y contestar todas las dudas que pudiera tener la población. Los dirigentes ultras no asistieron a la reunión y mantuvieron su llamado a una huelga indefinida, que fue ejecutada con el resultado de varios heridos sin que el Estado haya actuado.La oposición al proyecto de parte de esta cúpula, ahora carece de argumentos y se muestra como pura extorsión o manipulación política.

Ante esta situación, imaginamos que en un acto de profunda frustración por parte de la empresa, su Gerente de Ralaciones Institucionales, Julio Morriberón, anunció la paralización del proyecto y calificó las acciones de los radicales como de “terorismo anti-minero”. Este término califica las acciones illegales de las cúpulas anti-mineras que amedrentan libremente a la población, sin que el Gobierno haga nada para impedirlas, cuando más bien debiera apoyar  firmemente a una compañía que viene haciendo los mayores y mejores esfuerzos por sacar adelante un proyecto clave para el país.

Más tarde, ante una coversación privada entre la Ministro de Energía Y Minas, Rosa María Ortíz y el Presidente de Southern, Óscar Gonzales Rocha, este último  ofrece mantener los mejores esfuerzos para sacar el proyecto adelante, pero califica las acciones ultras con las mismas palabras de Morriberón: “terrorismo anti-minero” y pasa lista a una seríe de impedimentos, trabas y falta de presencia del Estado para apoyar el proyecto.

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, terrorismo es una: “Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”. Infiltrar, amenazar, amedrentar, romper vidrios de las casa de los que piensan distinto, acallar a los periodistas de la zona es parte del “Manual Anti-minero” que ya se ha usado en Cajamarca y en varios otros lugares. Todo eso es una forma de terrorismo. Por ejemplo, ver en Lampadia: Stalinismo en Cajamarca.

El proceso para detener un proyecto minero es siempre el mismo: miente; búscate un  publicista, como Bueno en Tambo Grande; juega con la ignorancia de la población, a la que nadie explica las cosas; juega con sus miedos y sentimientos; amenaza; demuestra tu poder haciendo daños físicos a determinadas personas; organiza marchas; toma carreteras; destruye la propiedad pública y privada y trata de conseguir la muerte de un inocente para “demostrar la brutalidad” de la represión.

El Estado, siempre tarde, no explica nada, retrocede y finalmente cae de rehén de los ultras (Ver en L: Del Arequipazo a Pichanaki, un Estado que retrocede).

Fue gracioso escuchar alaministro de Energía y Minas, Rosa MaríaOrtiz decir que el Estado estuvo presente porque fueron a explicar el EIA la semana pasada. Para empezar, debieron ir en agosto del 2014, lo que es más, hace cinco años, cuando empezaron las movilizaciones contra el proyecto con el liderazgo del entonces presidente de la Región Arequipa, Juan Manuel Guillén. Señora ministro, el Estado está conformado por el gobierno central y los gobiernos regionales y locales.

¿Cuál será la suerte del proyecto? Quien sabe. Pero lo que si queda claro es que ha entrado en una etapa de alto riesgo de paralización definitiva.

Como hemos comentado antes, este proceso de parálisis de la minería empezó con Conga y puede terminar con Tía María que ya está en cuidados intensivos.

Pero lo que es peor, es que la economía peruana, de pararse Tía María, también entraría en cuidados intensivos, pero sin médicos. Basta seguir la declaraciones del Ministro de Economía, Alonso Segura, que empezó pronosticando un crecimiento de 4.5% para este año, poco después lo bajo a 4%, mas adelante enfatizó que seríamos el país que más crecería en la región y hace unos cuantos días dijo que “una recesión era poco probable”. Mamita, ¡Ayuda!

Tía María es demasiado importante para desarrollo del país y de la región Arequipa, como para que una cúpula que solo desea obstruir los avances de la nación por oscuros intereses, impida su desarrollo. El Estado y la ciudadanía deben tomar cartas en el asunto. El proyecto ha cumplido con todos los cuidados y procedimientos, técnicamente es impecable, por lo que debe otorgársele la licencia de construcción. No podemos esperar más tiempo. La tradición de Arequipa fue siempre construir e iluminar, no destruir y traer la oscuridad. Lampadia