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La sicología en la economía

El ganador del premio Nobel de Economía de este año, Richard Thaler de la Universidad de Chicago, fue una elección polémica: Thaler es conocido por su búsqueda de la economía del comportamiento, que es el estudio de la economía desde la perspectiva de la sicología. Para muchos, la idea de que la investigación sicológica debe ser parte de la economía ha generado grandes debates durante años.

¿Qué es la economía del comportamiento?

El campo de la economía del comportamiento combina conocimientos de sicología y economía, y proporciona ‘insights’ valiosos sobre las personas que no se comportan en su propio beneficio. La economía del comportamiento proporciona un marco de análisis para comprender cuándo y cómo las personas cometen errores. Los errores sistemáticos o los sesgos se repiten de forma predecible en circunstancias particulares. Las lecciones de la economía del comportamiento se pueden usar para crear entornos que empujen a las personas hacia decisiones más sabias y vidas más saludables.

Esta rama de la economía surgió en el contexto del enfoque económico tradicional conocido como modelo de elección racional. Se supone que la persona racional analiza correctamente los costos y beneficios de sus decisiones o acciones, y calcula las mejores opciones para sí mismo. Se espera que la persona racional conozca sus preferencias (presentes y futuras), y nunca cambie de idea entre dos deseos contradictorios. Tiene un autocontrol perfecto y puede contener los impulsos que pueden impedirle alcanzar sus objetivos a largo plazo. La economía tradicional usa estos supuestos para predecir el comportamiento humano.

En contraste, la economía del comportamiento muestra que los seres humanos reales no actúan de esa manera. Las personas tienen capacidades cognitivas limitadas y una gran cantidad de problemas para ejercer el autocontrol. Las personas a menudo toman decisiones que tienen una relación mixta con sus propias preferenciasTienden a elegir la opción que tiene el mayor atractivo inmediato a costa de la felicidad a largo plazo, como consumir drogas y comer en exceso. Están profundamente influenciados por el contexto y, a menudo, tienen poca idea de lo que les gustaría lograr el próximo año o incluso mañana. Como afirma Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía), “parece que la economía tradicional y la economía del comportamiento están describiendo dos especies diferentes”.

La economía del comportamiento muestra que somos seres humanos excepcionalmente inconsistentes y falibles. Elegimos un objetivo y luego actuamos con frecuencia contra él, porque el problema de autocontrol no nos permite implementar nuestros objetivos.

¿Qué busca identificar?

Por lo tanto, la economía del comportamiento rastrea estos errores de decisión en el diseño de la mente humana. Los neurocientíficos argumentan que la mente consiste en muchas partes diferentes (procesos mentales), cada uno operando por su propia lógica. Thaler, en su libro “Misbehaving” observa que el cerebro está mejor representado por una organización de sistemas que interactúan entre sí. Una idea clave es que el cerebro es una suerte de democracia. Es decir, no hay un tomador de decisiones dominanteAunque el objetivo conductual de un individuo puede afirmarse como maximizar la felicidad, alcanzar ese objetivo requiere contribuciones de varias regiones cerebrales.

La economía del comportamiento intenta integrar la comprensión de los sicólogos del comportamiento humano en el análisis económico. En su libro, Thaler sugiere formas en que los responsables de las políticas pueden estructurar los entornos para facilitar mejores elecciones.

Pensiones como ejemplo

Los análisis sobre los ahorros para la jubilación. son probablemente la historia de mayor éxito de los economistas de la conducta. Es un problema prototípico de la economía del comportamiento, porque ahorrar para la jubilación es cognitivamente difícil: calcular cuánto ahorrar y requiere sacrificios y autocontrol. Estas son dos de las cosas más importantes que quedan fuera de la economía tradicional. La suposición de que todos sabrán cuánto tienen que ahorrar y que luego, simplemente, implementarán su decisión, es obviamente absurda.

¿Cuáles son las conclusiones de Thaler? Para los economistas, si las personas no están ahorrando lo suficiente para la jubilación, es su culpa. Según el Nobel, “La lección de la economía del comportamiento es que la gente solo ahorra si es automático [obligatorio]. Si la gente simplemente guarda lo que queda a fin de mes, esa es una receta para el fracaso. Y [los hacedores de políticas] podemos ayudar. Mi lema es que si quieres ayudar a las personas a lograr algún objetivo, hazlo fácil. Y sí, todos los trabajadores deberían poder ahorrar para la jubilación mediante deducciones de nómina. Simplemente no hay excusa para no hacer algo como una IRA automática o un myRA [un plan de jubilación patrocinado por el gobierno para las personas cuyos empleadores no ofrecen uno].”

Una vida de contradicciones

En resumen, el mensaje de la economía del comportamiento es que los humanos están destinados a cometer errores de juicio y necesitan un empujón para tomar las decisiones que les sean más beneficiosas a largo plazo. Este enfoque que impulsó Robert Thaler complementa y mejora el modelo de elección racional, ya que nos brinda un análisis multidisciplinario que se acerca más a la realidad y que tiene el potencial de transformar las políticas públicas y cómo se manejan las decisiones empresariales y personalesLampadia




El “nudge” (empujón) de Richard Thaler

El lunes pasado se anunció al ganador del premio Nobel de economía 2017, el cual ha sido otorgado a Richard Thaler de la Universidad de Chicago por sus contribuciones a la economía del comportamiento, por su “comprensión de la psicología de la economía”. Thaler es conocido por sus colaboraciones con los economistas israelíes Daniel Kahneman y Amos Tversky sobre economía del comportamiento.

El comité del Nobel dijo que, como pionero en la economía del comportamiento, Thaler ha construido un puente entre la economía y la psicología para mostrar un “análisis más realista de cómo la gente piensa y se comporta cuando toma decisiones económicas”.

Después del anuncio del premio,se le preguntó en una conferencia de prensa, qué planeaba hacer con el dinero del premio y Thaler, fiel a su ideología, bromeó diciendo que tenía la intención de gastarlo “lo más irracionalmente posible”. Luego explicó que “en la teoría económica tradicional, es una pregunta tonta. Y la razón es que el dinero no viene con etiquetas. Entonces, una vez que ese dinero está en mi cuenta bancaria, ¿cómo se si esa elegante botella de vino que he comprado está siendo pagada con el dinero del Nobel o algún otro tipo de dinero? La respuesta seria a la pregunta es que planeo gastar parte de él en divertirme y dar el resto a las causas más necesitadas que pueda encontrar.”

La asignación irracional del dinero es, de hecho, parte de los estudios de Thaler. Descubrió que la tendencia de las personas a asignar dinero a ciertas categorías puede llevar a errores financieros. Por ejemplo, los consumidores pueden gastar más de lo necesario cuando cargan, por ejemplo, una nueva lavadora en una tarjeta de crédito de alto costo porque no quieren aprovechar el dinero que han categorizado como ahorro.

Thaler y sus colegas analizaron cómo los taxistas tratan de equilibrar el hacer dinero frente a disfrutar de su tiempo libre. El conductor puede tomar la decisión marcándose objetivos: Una vez que su ganancia diaria llega a un cierto monto, da como terminado el día. Pero eso significaría que trabajaría horas más cortas cuando la demanda de taxis es alta y más larga cuando el negocio es lento. Si tomara otro enfoque, podría ganar más dinero trabajando menos horas y habría más taxis en la calle cuando los clientes lo necesitaran.

Thaler y otros economistas del comportamiento también encontraron que la gente tiene nociones de imparcialidad que confunden las expectativas económicas clásicas. Ellos se resienten, por ejemplo, con un vendedor de paraguas que sube los precios en medio de un día lluvioso; pero los economistas tradicionales dirían que el vendedor ambulante sólo está respondiendo al aumento de la demanda.

Las actitudes de los consumidores también sugieren que existe un riesgo para las empresas que aumentan los precios de forma agresiva, incluso cuando aparentemente se justifica, al aumentar la demanda. El servicio de Uber ha aprendido esta lección o está en el proceso de aprenderlo, porque el aumentar el precio durante una tormenta de nieve en Nueva York no es una decisión comercial inteligente.

Reconocido por su uso de datos para observar y predecir cómo se comportan las personas en el mundo real, la carrera de Thaler ha sido una guerra de por vida contra el ‘Homo Economicus’, esa especie mítica de homínidos puramente racionales que residen exclusivamente en los modelos de la teoría económica clásica. En sus estudios mezcla la economía, psicología y sociología para demostrar que la humanidad estaba afectada por la emoción y la irracionalidad, lo que influye en la toma de decisiones, desde el ahorro para la jubilación, la política de atención médica y otras medidas.

Pero Thaler no sostuvo que los seres humanos eran irracionales al azar. Sino que observó que la gente es previsiblemente irracional. Algunos de los trabajos más interesantes de Thaler estudiaron los efectos previsiblemente irracionales de la propiedad, la confianza y un sentido de equidad.

  1. Propiedad: Según la teoría económica clásica, el valor de un producto no debe depender de la propiedad. En uno de sus experimentos más famosos (que llevó a cabo con el psicólogo ganador del Premio Nobel Daniel Kahneman), Thaler dio tazas a la mitad de los estudiantes en un aula y pidió a los estudiantes asignar un valor a las tazas. Los estudiantes que ya tenían una taza lo consideraron dos veces más valioso que aquellos que no tenían. La gente coloca un valor más alto a lo que ya posee, a lo que se llama “efecto de dotación”.
  2. Confianza: La teoría dice que más información debe conducir a una mejor toma de decisiones. Pero en un estudio de la NFL (National Football League, por sus siglas en inglés), Thaler encontró que “cuanta más información adquieran acerca de los jugadores, más confiados se sentirán sobre su capacidad para hacer distinciones y tomar mejores decisiones”, escribió Thaler. Esto sugiere que una desventaja de las estrategias y de la analítica avanzada es que hace que los equipos deportivos estén confiados sobre sus habilidades.
  3. Equidad: la investigación de Thaler ha demostrado que las personas tienen estándares firmes de imparcialidad. Dado que la mayoría de los consumidores no saben qué bienes realmente valen, determinan el valor basado en lo que parece justo. Tal vez US$ 5 por un paraguas es justo, pero ¿qué pasa si el precio se elevó US$ 1 durante un día lluvioso? Ese sentimiento familiar de que uno está siendo estafado podría desalentar las ventas de maneras que no tienen nada que ver con la utilidad del paraguas.

Según Thaler, si se puede predecir el comportamiento humano irracional, entonces puede ser incitado o manipulado. Thaler acuñó el término “nudge” (dar un pequeño empujón en cierta dirección) para describir las intervenciones baratas y fáciles que cambian la toma de decisiones de la gente.

Thaler logró crear nexos entre la economía y la psicología, explicando cómo organizamos y ejecutamos decisiones económicas,e interpretó cómo éstas decisiones afectan los precios del mercado y la asignación de recursos. Lampadia