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No perdamos de vista al enemigo común

No perdamos de vista al enemigo común

Fausto Salinas Lovón
Desde Cusco
Exclusivo para Lampadia

Hace pocos días, a iniciativa de Ricardo Ruiz Caro, participé en un encuentro virtual sobre el panorama mundial, las políticas públicas y los retos para la economía en medio de la crisis del Covid -19.  El anfitrión abrió la charla destacando que, en medio de lo negativo de estas circunstancias globales, ella misma se ha convertido en una suerte de meta supra ordenada para el mundo y para el Perú en particular.

Siempre se escuchan cosas interesantes de los hermanos Ruiz Caro, sin embargo, nunca una tan oportuna.

En efecto. Esta crisis nos ha puesto una meta largamente superior a cualquier otra. Una meta común. Un propósito común por encima, muy de lejos, de cualquier otro. Un propósito indiscutible: Enfrentar LA PANDEMIA DEL CORONA VIRUS.

Ahondado en la idea, ubiqué que esta noción tiene su origen en los experimentos que condujo el psicólogo turco y profesor de Harvard y Columbia, MUZAFER SHERIF, junto a su esposa CAROLYN, en la llamada Cueva de los Ladrones[i], donde comprobó que los grupos humanos tienen en una primera etapa, una tendencia natural a la hostilidad, la fricción y el conflicto, pero que, ante dificultades, desafíos o problemas que los superan y que no son posibles resolver de manera individual por cada grupo, requiriéndose de esfuerzos conjuntos, pasan del conflicto a la cooperación. Esos desafíos, retos o problemas que están por encima de la capacidad grupal, individual o sectorial son las llamadas “metas súper ordinarias”, posteriormente conocidas como METAS SUPRA ORDENADAS en el lenguaje psicológico y político contemporáneo.

Ni la invasión española por Pizarro y sus huestes, ni la independencia de España siglos después, ni la misma Guerra con Chile y por supuesto mucho menos el terrorismo genocida de Sendero Luminoso y el MRT estuvieron en la categoría de metas supra ordenadas porque siempre hubo, a diferencia del Corona Virus, contrarios, interesados, indiferentes, justificadores o cómplices, lo cual no ocurre hoy frente a la PANDEMIA DEL CORONA VIRUS.

Cuando los españoles llegaron, el Tahuantinsuyo no se unió para enfrentarlos, al contrario, varios pueblos acompañaron al invasor para capturar a Atahualpa y luego a terminar la hegemonía del Cusco. Frente a la independencia, hubo élites criollas muy conectadas con la metrópoli que la resistieron y miles de tropas que siguieron luchando por el ejército realista, mucho después de la proclamación de 1821. En la Guerra con Chile hubo quienes le hicieron el juego al enemigo, dejaron sin refuerzos a nuestros batallones más gloriosos como el de Arica y llegaron a decir, en otro momento del conflicto: “antes los chilenos que Piérola”, poniendo en evidencia que el Perú de 1880 no superó la fase del conflicto para pasar a la cooperación frente a un enemigo común. Frente al terrorismo, estuvimos muy cerca de tener una meta de este tipo, común, superior e indiscutible, sin embargo, la izquierda, por complicidad o remordimiento, con sus interpretaciones y justificaciones, convirtió al enemigo común en el enemigo de algunos solamente y ahora, décadas después, lo ha desdibujado a tal punto, que quienes lo derrotaron son los malos en la historia que ellos cuentan a través de los libros escolares que editan y controlan. En tiempos actuales, el manoseo político, electoral, mediático de la lucha contra la corrupción ha convertido esta batalla, que pudo tener esa dimensión, en una caricatura.

Enfrentar la PANDEMIA del Corona Virus tiene entonces la virtud (si cabe el término frente a un virus tan letal como este) de ser esa meta supra ordenada que nos puede y debe unir. Ante la cual no caben resistencias, complicidades, interpretaciones, justificaciones o manoseos políticos. Debería ser, aunque deje en el camino a muchos peruanos, el factor que nos una y despierte nuestro espíritu de cooperación, como nunca se ha visto en nuestra historia.

Esto, no quiere decir abandonar la reflexión y pasar al vacuo aplauso o la inerte reproducción de post laudatorios elaborados por una maquinaria de propaganda. Pasar a la cooperación significa tener como prioridad el enemigo, convertir la reflexión en aporte, disentir, pero no condenar, advertir sin ofender, clarificar antes que ensombrecer.

Superar nuestra fase de conflicto, tan natural pero primaria, pasa también por advertir que el enemigo es uno solo y darse cuenta de quienes, en este contexto, buscan crearnos otros enemigos: la globalización, el turismo, el capitalismo, las AFPs, los bancos, las empresas, Vizcarra o el fujimorismo. La necesidad de la hora presente es superar esa fase primaria del conflicto, la fricción y la desconfianza, para pasar a la etapa de la cooperación contra nuestro enemigo común. No perdamos esta oportunidad dejando que los enemigos de algunos impidan ver el único enemigo que importa. Lampadia




Visión del “Gran Machupicchu”

Visión del “Gran Machupicchu”

Comentario de Lampadia

Compartimos la nueva visión de desarrollo del Gran Machupicchu desarrollada por la Dirección de Cultura del Cusco en coordinación con el Ministerio de Cultura.

 

Presentación

Carlos Milla Vidal, ex Presidente de Fedecam Sur

  • Es sabido por todos que el turismo al Perú, tiene un motivador central: MACHUPICCHU.
  • Machupicchu ocupa, sin embargo, un pequeño espacio de poco mas de 4 hectáreas.
  • La congestión que se produce por la afluencia turística, ha empezado a ser crítica, y la administración ha definido un número tope de visitantes.
  • Venir a Peru y no poder entrar a Machupicchu, porque “no hay sitio”, no sólo es frustrante para cualquier visitante, sino es contraproducente para el país, pues el Turismo empieza a retraerse.
  • El circuito Sur del Peru, con Colca, Arequipa, Puno, Manu, Tambopata, etc. DEPENDE DE MACHUPICCHU, como quedó demostrado el 2010, año de las innundaciones que sacaron del mercado a Machupicchu por tres meses.
  • El criterio de CONSERVACION DEL RECURSO debe ser y es nuestra principal obligación moral.
  • Sin embargo se puede mejorar la conservación gestionando mejor.
  • Peru, tierra de mil maravillas NO TIENE, un solo producto listo para ser una alternativa a Machupicchu, por consiguiente  el turismo empieza a retroceder en desmedro de todos los otros destinos.
  • Esto se veía venir hace décadas. Ahora, desde el sector privado, ha nacido una visión que no  sólo puede duplicar el número de visitantes en el futuro inmediato, sino que nos va a poner en un escenario mucho más optimista, porque en la vecindad de nuestro primer monumento, existen casi una decena de “otros machupicchus”.
  • El plan que está poniendo en marcha el ministerio de cultura tiene varios ejes:

o   Ampliación del territorio de visita hasta el rio.

o   Habilitación de nuevos caminos incas para el acceso

o   Gestión con el sistema de turnos

o   Construcción del centro de visitantes que albergará hasta 2,000 turistas
     simultaneamente

  • Todo esto cambiara el protocolo de visita, mejorando la sostenibilidad y la experiencia turística.
  • Sin embargo la visión a largo plazo incluye, además, integrar otros atractivos como Chokequirao, Vilcabamba, y varios cientos de caminos incas que interconectan un gran espacio, entre los ríos Urubamba y Apurimac.
  • A continuación, Ricardo Ruiz Caro, Director de la Dirección desconcentrada de Cultura del Ministerio de Cultura, presenta las líneas matrices de esta nueva visión.

 

Nuevo Centro de Visitantes

La Puerta al “Machupicchu del Futuro”

RICARDO RUIZ CARO VILLAGARCIA

Dirección de Cultura – Cusco

 

MACHUPICCHU ENTRE LA PERSPECTIVA PATRIMONIAL Y LA TURÍSTICA

Para la mayoría de ciudadanos del mundo, llegar a Machupicchu es la “realización de un sueño”; un sueño provocado por esa imagen idílica alojada desde hace más de un siglo en el ideario colectivo global, como expresión excepcional de sabiduría y estética universal. Para los peruanos Machupicchu es todo eso y mucho más; es un soporte de autoestima nacional y una forma de iniciación simbólica a la peruanidad.

Los ciudadanos del Perú y el mundo “anhelamos llegar a Machupicchu”; y ese deseo se inflama más con cada nuevo reconocimiento mundial que esta ciudad sagrada acumula; haciéndose cada día más irresistible al Turismo, que por naturaleza implica intensas actividades, intercambios y desplazamientos que requieren un marco de operación sostenible en el largo plazo, para asegurar su conservación y la “viabilidad” territorial, social y económica de su operación.

Sin embargo, el turismo en Machupicchu se ha manejado con un “modelo” que ha cambiado muy poco en cuatro décadas, cuando el fenómeno era geométricamente menor y bajo modas imperantes distintas. Esta situación surgida de la ausencia estructural de herramientas de gestión, ha dificultado proyectar y controlar esta actividad en su dinámica de cambio continuo y evitar algunos impactos y efectos adversos, principalmente “puertas afuera” del espacio patrimonial.

Esta situación que se agudiza cada vez más, ha instalado en el ideario colectivo sugestiones y reduccionismos sobre Machupicchu, que afirman que, “superar cierta cifra establecida de visitantes lo condena inmediatamente a su deterioro” o que “No sobrepasarla asegura (en ausencia de todo lo demás) su conservación”.

La política que implantó desde el 2005 nuestra entidad cultural, que limita el número de visitantes, se contrapone a la permanente promoción que hace el mismo Estado para Machupicchu desde otro escritorio público; proyectando un discurso bipolar y un serio dilema hasta hoy irresuelto: ¿Es ético proponer con Machupicchu una imagen tan irresistible al mundo y luego cerrarle la puerta porque ya no admitimos más visitantes?

Machupicchu no es una “opción” que pueden tomar los visitantes que han llegado a nuestro país; es el motivador central de los viajes de turismo cultural hacia el Perú y el extermo Sur del Continente (la imagen destino); y por ello, la reducción de sus visitantes afecta decenas de miles de empleos e inversiones; contrayendo el desarrollo de los demás destinos turísticos del país y restringiendo el rol que juega este icono en la educación y afirmación identitaria de todos los peruanos.

Por todo lo anterior, resulta urgente avanzar hacia una forma nueva y más virtuosa de gestion integral de Machupicchu; en la cual la perspectiva patrimonial y la turística se puedan encontrar sinérgicamente (como ya lo hicieron muchas veces en el mundo); y que asegure su sostenibilidad en el tiempo, afirme su sentido sagrado y revele su legado civilizatorio. Y; que por extensión, provoque mayor bienestar y oportunidades a su población local, regional y nacional.

 

HACIA UN NUEVO MODELO DE GESTIÓN PARA MACHUPICCHU

En lugar de la única herramienta de manejo que se tiene hoy (una cifra máxima de admisión), la renovada visión que impulsa el Ministerio de Cultura, proyecta migrar hacia una forma más elaborada y científica de gestión patrimonial y turística; que, administrando la afluencia actual de visitantes, logre garantizar (en mejores condiciones que hoy) la perdurabilidad en el tiempo de Machupicchu, de su contexto y de sus soportes; reduciendo progresivamente la presión sobre el espacio patrimonial de mayor fragilidad y armonizando mejor su contexto social y territorial.

Este modelo tiene como pieza central el Nuevo Centro de Visitantes que será la nueva puerta de ingreso a la maravilla; y que se proyecta edificar en la zona ribereña a las faldas del propio cerro Machupicchu (actual Museo Chávez Ballón). Desde aquí se controlarán los boletos y se iniciara la experiencia turística con todas sus posibilidades diversificadas; refundando varios aximas de su gestión actual, bajo el concepto trasversal de la “interpretación”.

a. AMPLIACIÓN DEL ESPACIO TURÍSTICO:

Machupicchu es conceptual y ancestralmente superior al bello monumento que vemos en fotos y revistas; es un exquisito y colosal despliegue territorial que articula sabiamente el medio natural con la obra humana, bajo precisos alineamientos cosmológicos. Se propone migrar de la idea de Machupicchu como una ciudad inca acotada en una cumbre a la idea de Machupicchu como una “Red Patrimonial” que se despliega en toda la montaña y se integra simbióticamente a ella; y por tanto, debe tener su ingreso hacia sus faldas. 

 

Fuente: Adaptación del Modelo Original del Plan de Uso Turístico de Machupicchu, DIRCETUR Cusco – 2011
El modelo original del plan con 02 puertas es modificado con una sola ubicada al lado del museo Chávez Ballón, que se integra al Gran centro de 
Visitantes proyectado, donde se controla ingreso y a partir del cual se presentan varias opciones de uso turístico, en base a las rutas ancestrales.

     

b. CAMBIO DEL EJE DE LA EXPERIENCIA TURÍSTICA:

Al tener como inicio de la experiencia un Centro de visitantes, que finaliza en un video de “mensaje, inducción y difusión” del conocimiento “oficial” del lugar; se migra del modelo actual sostenido en el “recorrido, la fricción y el despliegue físico”, hacia uno nuevo basado en la interpretación y transmisión de contenido; acorde a su naturaleza de Patrimonio Mundial.

 

Fuente: Interpretación piedra Angular del turismo Patrimonial – Estudio DDC – C- 2012
Esquema preliminar para Centros de Visitantes, a ubicarse como puertas de acceso a los Monumentos, cuyo desarrollo parte de un guion 
museográfico y se despliega como señalética interpretativa en el propio espacio patrimonial (una historia que se cuenta en el espacio)

 

c. TEMATIZACIÓN Y DIVERSIFICACIÓN:

El modelo propone varias opciones tematizadas de experiencia turística en lugar de la única existente hoy. Estas alternativas se iniciarán a la salida del Centro de Visitantes, con el propio Museo Chávez Ballón (exactamente debajo) que recreará los elementos más icónicos de Machupicchu como el Intiwatana (con tecnología que reproduce fenómenos solares y arqueo-astrológicos). Otras opciones adicionales serán el orquidiario y los andenes ribereños en el entorno inmediato; y tres rutas de caminata (02 de ellas ancestrales) hacia la ciudad Inca, con un conjunto excepcional de sitios arqueológicos y paisajes asociados.

 

RUTAS ANCESTRALES EN EL NUEVO MACHUPICCHU

 

d. SISTEMA DE MANEJO DE VISITANTES:

El centro de visitantes se configurará también como un dosificador de flujos. Las concentraciones que hoy llegan (tren y buses) se administrarán en este centro, del cual saldrán grupos de 100 visitantes cada 10 minutos, hacia cualquiera de las opciones de visita posibles, con el apoyo de señalética interpretativa y los guías que complementarán el discurso científico oficial inicial.

e. GESTIÓN DE IMPACTOS:

Se basa en la construcción y monitoreo permanente de “líneas de base”, para cada uno de los factores que se puedan afectar por la visita turística, el clima y otras causas. Con el apoyo de un centro de investigación a ubicarse en el primer nivel del mismo edificio; se monitorearán en tiempo real todos los factores de riesgo, referidos a impactos físicos (estructuras y caminos), biológicos, estructurales, geológicos, simbólicos, sociales, de satisfacción turística, etc.

 

Fuente: Proyecto ganador del Concurso de ideas del año 2014
Imagen del conjunto de intervenciones conexas al actual Museo Chávez Ballón, que tiene como eje central el centro 

 

Pocas veces un solo proyecto es capaz de proponer tantos beneficios a la vez para toda la comunidad nacional. Bajo esa convicción, las intervenciones que viene impulsando el Ministerio de Cultura ya han logrado grandes consensos con varias instancias del Estado (nacional, regional y local), las cuales se están uniendo a la iniciativa privada para lograr materializar en los próximos dos años (a través de la modalidad de “obra por impuestos”) esta intervención, que permitirá operar un nuevo modelo de gestión para Machupicchu; el cual conciliará el interés nacional simultaneo de conservar mejor el lugar y permitir al mismo tiempo que el crecimiento natural del turismo al país No se siga contrayendo.