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El 2014 terminó nuestro ciclo virtuoso de desarrollo – ahora necesitamos acumen y una agenda de desarrollo efectiva

El 2014 terminó nuestro ciclo virtuoso de desarrollo – ahora necesitamos acumen y una agenda de desarrollo efectiva

El persistente alicaído crecimiento que experimenta la economía peruana en los últimos meses no es de hoy, tiene su origen en el 2011 y se hizo patente el 2014. Para un mayor entendimiento del contexto en el que se rompió el círculo virtuoso de desarrollo que nos caracterizó la década pasada y qué podemos hacer para retomarlo, consideramos conveniente republicar el siguiente artículo. 

Tanto “andar a la greña” (a golpes), parece que perdimos el tren. Lamentablemente, el gobierno se peleó con nuestro pasado, quiso pelearse con la Constitución, se peleó a codazo limpio con toda la oposición, se peleó con las políticas públicas que nos trajeron prosperidad después de décadas de estancamiento. Y como dicen, “tanto va el cántaro al agua que se rompe”. La mala política terminó por aguar la economía y malograr nuestro mejor y mayor ciclo virtuoso de desarrollo integral.

Como nunca antes en nuestra historia, desde principios de siglo hasta el 2013, hemos vivido un proceso virtuoso difícil de imaginar y lograr. Contradiciendo la tozudez de los negacionistas y a pesar del estancamiento de la política nacional, hemos logrado un desarrollo económico y social de características únicas.

Durante este ciclo virtuoso logramos 20 avances notorios. Veamos:

1.       Crecimiento alto y sostenido de la economía

2.       Reducción sustancial de la pobreza y de la pobreza extrema

3.       Reducción de la desigualdad

4.       Reducción de la mortalidad y desnutrición infantil

5.       Mayor aumento de los ingresos de los más pobres

6.       Mayor inversión privada y generación de empleo en las regiones

7.       Aumento de los ingresos fuera de Lima en mayor proporción, así como en la sierra y la selva vs. la costa y en el sector rural vs. el urbano

8.       Se duplicó el empleo adecuado, llegando a 10 millones de peruanos

9.       Notorio aumento de la productividad

10.  Aumento del ingreso y del patrimonio de los habitantes del sector rural

11.  Crecimiento sustancial de una nueva clase media emergente

12.  Importante incremento del ahorro nacional y de las reservas internacionales

13.  Record histórico de inversión total (pública y privada) sobre producto (28% del PBI)

14.  Reducción sustancial de la deuda pública, con una deuda externa menor a dos dígitos

15.  Ingresos fiscales globales superiores al 21% del PBI

16.  Reservas fiscales del orden del 15% del PBI

17.  Grado de Inversión (riesgo país) y un indiscutido prestigio global

18.  Mayor crecimiento de las exportaciones no tradicionales

19.  Desarrollo de un sector industrial real, más grande, encadenado, competitivo y exportador de nuestra historia

20.  Una población más optimista, esforzada y que ha renunciado a sus deseos migrar al exterior

(Ver el sustento de estas cifras en Lampadia: LAS CIFRAS DE LA PROSPERIDAD y otros artículos relacionados).

Este ciclo nació con la Constitución de 1993 y el regreso de la inversión privada. Sus primeros resultados se dieron casi inmediatamente. Entre 1993 y 1997, el PBI creció un promedio anual de 7.5% con una reducción  significativa de la pobreza. Lamentablemente, la innecesaria recesión de 1998, profundizada por errores de política fiscal y monetaria, interrumpió este proceso hasta principios del nuevo siglo, en que agarró una fuerza inusitada y hasta sorprendente. (Ver cuadro comparativo en Lampadia).

El final de este ciclo se produce en el gobierno del Presidente Ollanta Humala, que después de abandonar su proyecto original de la “gran transformación”, decreta “el gobierno de la inclusión”, cuando nunca antes se había logrado tanta inclusión en el Perú. Su gobierno privilegia la acción del Estado, se aleja y desconfía del sector privado, multiplica el asistencialismo, formaliza la prédica anti-minera, abdica de sus funciones y permite que un levantisco presidente regional (Santos) le arrebate su capacidad de decisión y gobierno paralizando el proyecto de Conga, que, como se advirtió en su momento, devino en la parálisis de la mayor parte de la inversión minera.(Ver en (L): El país resbala después de muchos años).

Esto trajo como consecuencia la parálisis de gran parte de la inversión privada que cayó de un crecimiento anual de dos dígitosa uno negativo. A esto se sumó la re-burocratización de la economía, que se inició en el gobierno de Paniagua, para acentuarse en los de Toledo, Garcia y el del propio Humala. (Ver en (L): El Perú renuncia al desarrollo y al bienestar general).

El gobierno no quiso entender que las nuevas medidas del Perú son: 90-90-90. 90% del empleo, de los recursos fiscales y de la inversión. No se auscultó el mundo emergente con sus múltiples testimonios de prosperidad ni la naturaleza de nuestro éxito relativo. (Ver en (L): “El Perú crece por sus buenas políticas más que por suerte”). Nos terminamos acomodando a un gobierno que ha sido una mezcla de ideología, con algo de añoranzas velasquistas, bastante de ignorancia, mucho de desconfianza y abundante mediocridad.

Las cartas están echadas. El proceso llegó a su fin, pero no el potencial de desarrollo integral, duradero y sostenible del Perú.

Nuestras posibilidades de desarrollo son casi ilimitadas. Solo tenemos que hacer bien las cosas y sobre todo trabajar juntos, confiando los unos en los otros y entender que el gobierno y el sector privado debenconsensuar  cómo enfrentar nuestros retos.

En CADE 2014 se presentó “La Visión del Perú al Tercio de Siglo”, (publicada en Lampadia). Como parte fundamental de su sustento, se explicó que debemos enfrentar simultáneamentetres agendas: de gobierno, social y productiva. Ver el siguiente cuadro:

Sobre la base de un buen liderazgo y sentimiento de ciudadanía y pertenencia, piedra angular de nuestras posibilidades de desarrollo, debemos trabajar en los tres frentes indicados que están interconectados y dependen mutuamente.

Estas agendas se hacen indispensables de cara a la “Tercera Revolución Industrial” que ya toca nuestras puertas. (Ver en (L):La tercera revolución industrial trae un nuevo mundo – Apuntes para la creación de empleo al 2034 (II)).

En el 2015, año pre-electoral, necesitaremos agudeza, perspicacia e ingenio: Acumen (RAE). No vendrá de la política, tenemos que ser los ciudadanos los que afilemos nuestro criterio para cernir la politiquería tradicional tan llena de populismo y vacía de contenido. ¡A ponerse las pilas ciudadanos! Lampadia




Crisis económica del eje chavista

Crisis económica del eje chavista

Venezuela y Argentina lideran la ´nueva´ izquierda de América Latina con un desastroso manejo económico que los ha llevado a elevados déficit fiscales, inflaciones desbocadas y crisis cambiaria. Sus autoritarios gobiernos han llevado a estos países al borde del abismo. La cotización del dólar en el mercado negro en Venezuela llegó a 12 veces el cambio oficial, mientras que en Argentina al doble.

Argentina y Venezuela a pesar de tener importantes recursos naturales no supieron aprovechar boom de los precios de los commodities para apuntalar sus economías. Por el contrario, ambos registran hoy, las dos peores crisis económicas de América Latina: alta inflación, bajo crecimiento, y pérdida de valor de sus monedas. El enfoque ideológico de sus gobiernos y la rampante corrupción, han destrozado sus economías e instituciones.

Ambos establecieron el control de cambios, que ahora llega a su fin. Venezuela mantiene un tipo de cambio fijo, mientras que en Argentina, el gobierno interviene en el mercado para defender al peso. Todo ello a pesar de elevadas inflaciones (56%´oficial´ en Venezuela y 28% en Argentina).

La brecha existente entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, o negro, es abismal en Venezuela. La BBC reportó que el 24 de enero último, mientras que el tipo de cambio oficial era de 6.3 bolívares por dólar, en el mercado negro se cotizaba a 75 bolívares, casi 12 veces más.Todo ello en un contexto en el que las reservas internacionales caían de US$ 28 mil millones en diciembre 2013 a US$20 mil millones en enero de este año, a pesar de contar con exportaciones de productos petrolíferos por US$ 85 mil millones.

El gobierno venezolano impuso restricciones a la salida de capitales. A pesar de estos esfuerzos, la presión del mercado obligó al gobierno a devaluar parcialmente su moneda. Recientemente se ha creado un tipo de cambio adicional (coexisten dos tipos de cambio oficiales) para sectores “no prioritarios” de 11.3 bolívares por dólar, 6.3 para el base, en comparación a los 75 del mercado negro.

Por su parte, el gobierno argentino perdió la batalla y devaluó su moneda. Las reservas internacionales cayeron rápidamente de US$ 50 mil millones a US$ 29 mil millones (entre noviembre de 2013 y enero de 2014), provocando que el 23 de enero pasado, el Banco Central de Reserva de Argentina suspendiera su intervención en el mercado. El peso perdía el 17% de su valor, ubicando el tipo de cambio oficial en 8.0 pesos por dólar, la mayor caída en doce años. Pero todavía por debajo del precio en el mercado negro cercano a los 12.5 pesos por dólar (registrado el martes último).

La historia de los tipos de cambio fijos en América Latina es muy mala. Esta política requiere que losbancoscentrales posean reservas internacionales altas para hacer creíble la sostenibilidad del sistema. El esquema depende del ingreso de divisas, principalmente de la balanza comercial. Por lo tanto, la caída en los precios internacionales de las exportaciones,de la producción, o la fuga de capitales, significa una reducción de las reservas internacionales, y el riesgo devaluatorio.

En estos países se acusa a los “acaparadores” de ser los responsables de la inflación. En Venezuela se creó una línea gratuita para denuncias. En Argentina se intentó congelar los precios en los supermercados, una receta que siempretrae mercado negro y escasez.

La inflación en ambos países se debe principalmente a la mala situación fiscal y la falta de independencia del Banco Central. Esta combinación hace que el Gobierno se financie a través de la emisión inorgánica de dinero, con la maquinita. Así es que la agencia calificadora de riesgo, Moody’s y Goldman Sachs pronostican el desplome de del peso argentino para este año, entre 50% y 55%, respectivamente.

Ambos presidentes herederos, la Kirchner y Maduro, ha acusado a los empresarios nacionales, las empresas extranjeras, los bancos y los fondos de inversión de ser los responsables de los problemas de la economía.  Cuando los gobiernos recurren a esta táctica, se debe a que su propia mano negra ha perdido el control de la economía.

Estos países poseen envidiables recursos naturales y potencialidades, por muchos años lideraron el ranking de ingresos per cápita de la región, sin embargo, sus malos manejos económicos los apartaron de la senda del desarrollo. El guión de esta novela ya se conocía desde hace varios años, y todos sabíamos que no tendría un final feliz. Lampadia




The Economist sobrestima nuestra vulnerabilidad

The Economist sobrestima nuestra vulnerabilidad

En el actual contexto en el que se prevé que las condiciones crediticias en América Latina serán más estrictas -debido a la menor disponibilidad de financiamiento por el esperado retiro del estímulo monetario de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED)-, The Economist anunció que había cometido un error a favor del Perú en la publicación de su índice de vulnerabilidad; ahora, la economía peruana sería más vulnerable (que lo que indicaron en su primer análisis), a una abrupta salida de capitales que otros países con fundamentos macroeconómicos menos sólidos como Venezuela o Argentina.

El índice publicado por The Economist combina los siguientes cuatro factores para medir la vulnerabilidad de 26 economías emergentes ante un congelamiento de capitales externos:

·      El déficit en cuenta corriente(que aproxima los requerimientos de financiamiento externo).

·      La deuda de corto plazo con respecto a las reservas (que muestra el nivel de resistencia de un país para evitar crisis temporales de liquidez).

·      El crecimiento del crédito (que puede indicar niveles de sobreendeudamiento rápido en la economía).

·      La apertura del sistema financiero (que facilita la entrada y rápida salida de capitales de corto plazo).

Si bien en el índice global el Perú sería la sexta economía más vulnerable de las 26 analizadas, solo por debajo de México (4) y Colombia (5), lo cierto es que en el análisis desagregado de los componentes que conforman este indicador, damos cuenta de que el país que tiene varias fortalezas, como por ejemplo, un impresionante nivel de reservas internacionales, que suman más de  de US$ 67 mil millones (representando cerca del 32% del PBI), las cuales cubren 7 veces la deuda externa público y privada de corto plazo y respalda el 97% del total de las obligaciones de las instituciones financieras con el sector privado.

Por otro lado, el Perú es la tercera economía con mayor apertura financieraentre los países considerados. El problema es que la metodología de The Economist considera que la apertura juega en contra de una economía, a pesar de que las menores restricciones para el movimiento financiero también reducen los riesgos privados de colocar capitales en economías emergentes, y que los sistemas financieros más abiertos suelen asociarse a una mayor fortaleza institucional. Por ello, es engañoso que, considerando los sólidos fundamentos macroeconómicos y las políticas prudenciales del BCRP asociadas a la elevación de los encajes de los pasivos de corto plazo y el control del crecimiento del crédito en dólares, la apertura financiera sea para The Economist un factor adicional de riesgo. Consideramos que con las condiciones de la economía peruana la apertura financiera es más bien una fortaleza ante un episodio de crisis de confianza. ¿O alguien cree que Venezuela, teniendo el sistema financiero más cerrado a los capitales internacionales, tiene una ventaja sobre el Perú al tener un ratio de deudas sobre reservas que alcanza el 275% y una devaluación acumulada de su moneda doméstica que supera el 32% en lo que va del año?

Con relación a la cuenta corriente, esta registró un déficit de 5,4% del PBI en el primer semestre, debido al resultado negativo (luego de once años) en la balanza comercial, que se produce luego una caída en el precio de las exportaciones y un contexto donde la demanda interna crece a un ritmo superior al del producto. Sin embargo, este déficit no representa un riesgo real para la economía peruana en la medida en que ha sido financiado con US$ 13,6 mil millones de capitales de largo plazo y las cuentas fiscales se mantienen ordenadas.

En su última nota semanal, el BCRP remarca que el riesgo-país mantuvo su tendencia descendente en el mes de septiembre y el Perú registra una evolución por debajo del promedio de Latinoamérica y de los países emergentes en este indicador, a niveles muy similares de Colombia y Chile.  Este indicador es importante en el análisis de la vulnerabilidad porque la confianza y expectativas influyen mucho en la entrada y salida de capitales.  De esta forma, entre junio y septiembre los anuncios de inversión de largo plazo para el periodo 2013-2015 se incrementaron en cerca deUS$ 3,600 millones de dólares, al pasar de US$ 41,981 millones a US$ 45,595 millones, mientras que el BCRP estima que en el año el flujo de capitales externos de corto plazo será negativo en US$ 1,400 millones. Esto último no debería ser un problema considerando la elevada capacidad de respuesta del BCRP para acomodar posibles choques externos, y el aumento de la resistencia del sistema financiero doméstico.

Frente a las conclusiones de The Economist, la agencia calificadora de riesgo Moody´s sostiene que el Perú tiene, junto a Chile, el nivel más bajo de vulnerabilidad en la región. Esta calificadora remarca las fortalezas del Perú frente a Argentina, Venezuela y Brasil, para resistir la inestabilidad financiera externa, incrementos de tasas de interés y restricciones de liquidez.  Es que a diferencia de The Economist, la metodología de Moody’s diferencia los componentes asociados a la “exposición”, como el grado de apertura, de los componentes asociados a la “resistencia”, como el nivel de reservas o endeudamiento, donde nuestra economía goza de una muy alta firmeza.