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El origen del desorden en la opinión pública

Como hemos comentado anteriormente, durante las últimas décadas, el Perú ha vivido grandes cambios. Pero nadie le explicó a la población qué pasó. No se analizaron y compartieron las relaciones causa-efecto entre las políticas públicas y los resultados de la economía. Después del gobierno anterior, que volvió a ideologizar la política de gobierno, se exacerbaron las confusiones sobre dónde estamos y adonde podemos ir.

El país va al ‘tun-tun’, perdiendo oportunidades de desarrollo, los conflictos sociales se enseñorean por doquier, los liderazgos brillan por su ausencia, y la población se debate entre el escepticismo, la desconfianza y la falta de una visión que lleve nuestros esfuerzos de vida en una dirección compartida.

Fuente: www.etohum.com

En estas circunstancias es indispensable tratar de compartir con los ciudadanos algunas ideas sobre las idas y vueltas de nuestro país. Revisemos los acontecimientos de las últimas décadas, para dar contexto a nuestra realidad y permitir que los peruanos tengamos entendimientos colectivos que nos lleven a la convergencia de nuestras políticas públicas:

  • Después de décadas de despropósitos, a 1989 llegamos con las siguientes cifras: PBI de US$ 20,500 millones (las últimas cifras oficiales fueron de US$ 189,000 millones), PBI p.c. de US$ 970 (comparado a US$ 6,027), 58.7% de pobreza ( ahora 22%), 45% de mortalidad infantil (ahora 16%), deuda externa pública de 60.8% del PBI (últimas cifras fueron de 13.9%), los ingresos del Estado no pasaban de 10% del PBI (comparado a 19.9% del PBI – bajando recientemente de 22.2% en 2014).
  • En los 90s pasamos de ser un país quebrado y sin esperanza, a un despegue sorprendente, iniciado el 93 (para los sínicos apuntamos que entre 1993 y 1997, crecimos en un promedio anual de 7.5%).
  • Luego, el 98 nos aventamos a una recesión innecesaria de más de cuatro años, que desfiguró completamente las reformas económicas de los 90 (el ministro de economía, Jorge Baca Campodónico, propició el corte de la cadena de pagos con decisiones equivocadas -el día 10 de octubre de 1998 a las 3:00 pm).
  • Recién pudimos recuperar el crecimiento entrando al nuevo siglo, para emprender el período de crecimiento e inclusión más asombroso de nuestra historia. Y hasta el 2011, mejoramos todos los indicadores económicos y sociales, para asombro y admiración de propios y extraños.
  • Fatalmente, el 2011 se dio un punto de inflexión bajo el amparo de ideologías perdidas, apadrinadas por Chávez y Lula, que llevaron a un gobierno que negaba nuestros avances, trataba la inversión privada con desdén y apagó los motores de crecimiento de la economía.
  • El 2016 se inició un gobierno que debería haber marcado líneas divisorias con el populismo-nacionalismo de Humala, pero, contrariamente, afirmó vínculos, 50% del equipo de transferencia de  PPK eran funcionarios de Humala, 39% de los vice ministros nombrados venían de la administración anterior, mantuvieron un ministro y no se hizo un balance de lo recibido ni se marcaron distancias.

El actual Presidente de la República, don Pedro Pablo Kuczynski y su partido PPK, perdieron una gran oportunidad, durante su período de gracia, para hacer un balance entre un gobierno que ideologizó la gestión pública,  paró la inversión privada, reversó la anemia infantil, multiplicó la burocracia, exacerbó la tramitología, paró el crecimiento económico y la reducción de la pobreza y la inclusión; y un nuevo gobierno que prometía crecimiento, revolución social e inversiones. Además, perdieron la oportunidad de explicarnos a los peruanos, de donde veníamos, cuáles son nuestras capacidades y potenciales y, adonde podíamos ir, adonde podíamos apuntar para alcanzar el bienestar general. (Algo que en su momento Alejandro Toledo no pudo hacer en medio de los altibajos de su gestión, ni Alan García, que si bien supo aprovechar nuestras oportunidades de crecimiento, también era responsable de la hecatombe que dio origen a la gran crisis con que llegamos al año 1990).

Nunca es tarde para hacer lo correcto. A pesar de la caída de popularidad de PPK de 20%, todavía tiene la oportunidad y, sobretodo, la responsabilidad de ilustrar al país sobre nuestra situación para permitir la formación de un eco social durable a las reformas, a los proyectos de inversión y a la disciplina con la que tenemos que salir del trance en que, innecesariamente, hemos puesto al país. Lampadia