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Características del político populista

Características del político populista

Ignorante – Improvisado – Autoritario – Demagogo – Abusivo – Antecedentes cuestionables – Personalista – Desinstitucionalizador – Regalón – Alaracoso –Carismático – Desfachatado

Usted querido lector dirá a quién se parece.

Para profundizar el análisis del populismo no encontramos mejor manera que la de revisar una anterior publicación sobre la presentación de Gloria Álvarez (Movimiento Cívico Nacional) en el 1er Parlamento Iberoamericano de la Juventud, organizado por Red Iberoamérica LIDER que se llevó a cabo entre el 17 y 19 de setiembre del 2014 en Zaragoza, España.

Gloria Álvarez: Deshagámonos del populismo

(Ver el video).

 Transcrito, esquematizado y glosado por Lampadia:

1. Desmantelemos el populismo a través de la tecnología.

2. El debate de izquierdas y derechas es más utilizado por los populistas que por los que promovemos instituciones.

3. Lo primero que hace el populismo es desmantelar instituciones y reescribir constituciones.

4. El populismo no ha llegado a donde está por pura causalidad.

5. Debemos denunciar las atrocidades que comete contra nuestras instituciones.

6. Debemos reconocer que los gobiernos que generan  una  crisis, son el origen de la  desesperación por la que se recurre a los populistas.

7. Los que estamos en contra del populismo, debemos hablar de populismo versus república, porque la república es la que garantiza la institucionalidad.

8. Los filósofos griegos, vieron los defectos de la democracia y, ¿por qué los vieron? Porque hay tres derechos fundamentales: nuestra vida, nuestra libertad y nuestra propiedad privada.

9. Otros derechos, como la salud, la educación, la vestimenta, también han sido exigidos por la población, pero no han sido atendidos.

10. Por el malestar de los derechos no satisfechos es que nuestras poblaciones  recurren a los regímenes totalitarios y populistas que hoy vemos.

11. Independientemente de nuestra ideología política, debemos recordar que este es un debate que debemos tomar.

12. Si vamos a hablar de derechos, de dónde los vamos a sacar y con qué recursos se van a pagar, porque si eso no queda establecido, nuestras poblaciones van a seguir viendo la solución en el populismo.

13. Definición de populismo:“Es el atajo por el cual jugamos con las pasiones, ilusiones e ideales de la gente para prometer lo que es imposible, aprovechándonos de la miseria de la gente, dejando fuera toda la razón y la lógica en la toma de decisiones.

14. Juegan con las necesidades para imponer sus dictaduras.

15. Los griegosvieron que había  tres tipos de gobierno: la monarquía, laoligarquía y la democracia que también puede degenerar en  demagogia.

16. La república anula los vicios de las tres formas de gobierno y forma la institucionalidad  que el populismo está destruyendo.

17. Por eso yo quiero proponerque desmantelemos el populismo a través de la tecnología.

18. Los cambios que están surgiendo en nuestros países con la tecnología, no van acompañados de la educación. ¿Qué pasa si yo empiezo a recibir nuevos insumos, nuevas formas tecnológicas de comunicarme con el mundo, pero al mismo tiempo no me educo, no tengo prioridades claras?.

19. Por eso en nuestros parlamentos ya no se intercambian ideas, la razón y la lógica han perdido la importancia que deberían de tener. No hay respeto por el argumento, por dejar afuera las falacias. Nuestros lideres populistas anulan toda la razón y toda la lógica levantando pasiones.

20. Nosotros también tenemos que levantar una pasión, la pasión por educación, la pasión por el intercambio de ideas, la pasión por el conocimiento, por querer ser personas e individuos empoderados.

21. Lo otro que hace el populismo es anular la dignidad a las personas, las hace sentir incapaces, sin dignadad para gobernarse y que necesitan de un líder que les maneje todo para salir adelante.

22. El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica.

23. Lo que busca es la multiplicación de la miseria, para seguir recibiendo votos en búsqueda de cualquier objeto material que la gente necesite.

24. ¿Cuál es el reto? Cómo hacemos para que la población vea en la república la respuesta institucional que necesitan las futuras generaciones.

25. La admiración que hay en países como el mío por el régimen cubano, por el régimen venezolano es absurda. Esa admiración no va guiada por la razón y el conocimiento.

26. Muy pocos guatemaltecos reconocen que en cuba un ingeniero civil prefiere trabajar de taxista.

27. El populismo se ha impregnado en todas las ideologías.

28. El mecanismo que los populistas usan es seguir con el discurso de: tú estás mal porque alguien está bien.

29. Lo que tenemos que rescatar es que todos podemos estar bien, el hecho de que una persona acumule riqueza no le impide a otra acumularla.

30. Para eso se necesitan instituciones, se necesita seguridad jurídica, se necesita un estado de derecho y, sobre todo, rescatar en nuestros parlamentos el respeto y la admiración por el debate de ideas con argumentos, razón y lógica.

31. Una población que no tiene educación no va a exigir de sus políticos un debate con lógica, con razón y con argumentos, se va a dejar manipular fácilmente a través de las pasiones.

32. Las herramientas que nos proporciona la era del conocimiento son la clave.

33. Utilizar las redes sociales, la tecnología y la facilidad de comunicación que tenemos con tan solo un clic entre todo nuestro continente.

34. Donde compartimos idioma y compartimos cultura, compartamos un intercambio de ideas para empezar a exponer y desmantelar el populismo como lo que es, la peremnización de la pobreza y de la ignorancia, y mantener a los pueblos sometidos bajo la ilusión de que solo los bienes materiales son lo que importan a la hora de votar.

35. Yo les propongo  que nos comprometamos a desmantelar el populismo utilizando la tecnología y usando como herramienta la república, que es el único sistema que realmente rescata a las instituciones, basados en la razón, en la lógica y en los argumentos y el intercambio de ideas. Lampadia




Una nación se mantiene unida en democracia con respeto a su diversidad

Una nación se mantiene unida en democracia con respeto a su diversidad

Tras el referéndum independentista en Escocia, el Reino Unido ha quedado como lo identifica la última palabra (en español) de su histórico nombre: Unido.  Nítidamente, los escoses le dijeron NO (55%) a separarse de Gran Bretaña. Aún así, David Cameron el primer ministro británico, evitó el tono triunfalista en el discurso que dio apenas se conocieron los resultados.

Cameron explicó que decidió convocar este referéndum para respetar la voluntad del Parlamento escocés y que, finalmente, el debate ha servido para cerrar este asunto por varias generaciones. El líder del movimiento independentista, Alex Salmond, aceptó la derrota con hidalguía, felicitó la forma en que se desarrollo el proceso y realizó un llamado a la unidad del país. ¡Un ejemplo de democracia!

Como señala el Financial Time, “aquí el pueblo deliberó para saber cuál sería su destino, sabiendo que su decisión sería histórica. De esta manera la soberanía popular y la democracia recuperaron su majestuosidad”.

Esto ha ocurrido porque Gran Bretaña es una sociedad (podría decirse una civilización) en la que la democracia es auténtica y plena. En esta nación funciona un sistema democrático de verdad, que cumple con elecciones que tienen la tres “f” fundamentales: free, fair and frequent (libres, justas y frecuentes). Es decir que no basta el voto para que haya democracia, como nos quieren hacer creer los autócratas venezolanos, ecuatorianos y argentinos. Pero más importante aún, en dónde se respeta la voluntad de los ciudadanos. La democracia, no es la dictadura de la mayoría, sino el respeto por lo que piensan las minorías. Por eso, Cameron se apresuró en señalar que se acelerarán las medidas para darle mayor autonomía a Escocia, tal y como había prometido.  

Qué envidia deben haber sentido los ciudadanos de otras regiones del mundo a los que se les impide expresarse de esta manera. La situación que se vive en Escocia es diametralmente opuesta a lo que ocurre en Ucrania, por ejemplo. La pantomima de referendo que se hizo en Crimea para justificar la anexión militar de esta península por parte de Rusia está en las antípodas del proceso británico. Y mucho más grave aún, los enfrentamientos entre fuerzas prorusos (soliviantadas y armadas por Putin) y el ejército ucraniano para controlar amplias regiones.

Los tibetanos y kurdos turcos, también debe ambicionar vivir en una nación que sea capaz de respetar las diferencias. Y por supuesto los millones de musulmanes (especialmente mujeres) que han caído en manos de los integristas de ISIS o se hallan bajo los designios de los talibanes en el norte de Paquistán y Afganistán. Por ello, como señala Financial Time: “En un mundo donde el capitalismo autoritario se consolida desde Shanghai a la frontera con Polonia, desde Murmansk a Afganistán, fue bueno ver cómo un pueblo se llena de vida cuando se les da la oportunidad de ejercer tanto las libertades privadas de consumo capitalista y las libertades públicas de la vida democrática”.

Esta es una de la primera de las grandes lecciones que deja para el Perú el referendo escocés. Ese es el tipo de democracia a la que debemos aspirar. Por ello debemos defendernos y denunciar al pensamiento chavista que intenta imponer un remedo de democracia en las que las elecciones nunca tienen las tres f (free, faird a frequent). Por esa misma razón, en la actual coyuntura se debe evitar la reelección (ya sea está conyugal o no), porque limitan estas condiciones fundamentales.

La otra lección que nos deja, es “la idea de que la vida en democracia es vivir en y a través de profundas diferencias. El Reino Unido sobrevivirá en el fututo porque permite que intensas tradiciones nacionales [regionales y locales] compartan un mismo espacio democrático”, señala el Financial Time. El no, ha prevalecido porque “en los acordes místicos de la memoria aún permanecen firmemente el sentido de que los escoceses e ingleses, galeses e irlandeses lucharon juntos y, muchas veces, murieron juntos por las mismas libertades”.

El pasado común al fin de cuentas une a los pueblos por más diverso y diferente que sean. Una gran nación se forja por la acumulación de las experiencias de su pasado, por más traumático que este haya sido. Así, lo señaló en Lima el vice-presidente del Banco Central de China algo más de diez años atrás cuando visitó al Perú, como recuerda Pablo Bustamante, en referencia a la historia reciente de China: En medio un siglo pasaron de la dinastía de los manchúes en que el país estaba en la anarquía, la instauración de la República por Chiang Kai-sheg, la invasión japonesa, diez años de guerra entre los nacionalistas y los comunistas, 25 años de una dictadura comunista que quiso borrar la historia quemando sus libros y asesinando a los profesores e intelectuales entre los 60 millones muertes de chinos atribuidas a Mao, para ser conducidos luego por Deng Xiaoping a más de 45 años de capitalismo bajo el control de un partido único, el partido comunista chino que practica ahora la meritocracia entre sus rangos.
Lo que enfatizó, entonces, el expositor fue la habilidad social del pueblo chino para entender su historia como un proceso continuo.

En resumen, acá tenemos dos lecciones muy importantes para el Perú. La democracia, permite que las diferencias se expresen y respeten. Son procesos para elegir un camino, no una guerra interna, y mucho menos la oportunidad para que la mayoría haga escarnio y abuso de su posición. Su esencia es el respeto de las minorías.

Una segunda lección es como debemos ver nuestra historia. El Perú es uno de los pocos países Milenarios en la tierra, pero no llegamos a tomar conciencia de esta maravillosa herencia y persistimos en ver nuestra historia como una secuencia de discontinuidades, opuestas entre sí, contradictorias y hasta pretendemos desconocer algún período. Esta malformación social la hemos heredado incluso en la República, donde muchas veces los nuevos gobiernos pretenden desandar o sepultar las obras y proyectos de sus antecesores. Así como no importa el color del gato, si come ratones, tampoco importa el color de las banderas políticas o las etapas de nuestra historia con las que no nos identifiquemos. ¡La historia es una suma, un continuo y todos somos sus hijos!   Lampadia